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humana indoamericana y su
expresión en el mundo actual I
521
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La trayectoria de la creatividad
humana indoamericana y su expresión
en el mundo actual
I
Colección Científica
Serie Antropología
La trayectoria de la creatividad
humana indoamericana y su expresión
en el mundo actual
I
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
Martha Claire Muntzel Lucy
María de Lourdes Suárez Diez
(coordinadoras)
ISBN: 978-968-03-0282-6
LC GN24 T73
ISBN: 978-968-03-0282-6
Introducción 9
Rosa Elena Anzaldo Figueroa, Martha Claire Muntzel Lucy y
María de Lourdes Suárez Diez
Guerra florida 69
Luis Barjau
En este volumen se reúnen ponencias presen- sociedades pasadas tenían una visión mágica
tadas por investigadores del Instituto Nacio- y religiosa de su entorno”.
nal de Antropología e Historia (inah) en el La trilogía que reúne a los dioses Quetzal-
décimo y undécimo congresos de la Federa- cóatl, Ehécatl y Xólotl en una misma deidad,
ción Internacional de Estudios sobre América es una de las más complicadas del panteón
Latina y el Caribe (fiealc): “El aporte de La mesoamericano. Quetzalcóatl es una deidad
tinoamérica al universo del siglo xxi”, reali- estelar involucrada en buena parte de los mi
zado en Moscú, en 2001, y “Experiencias y tos nahuas e interviene en las sucesivas crea-
perspectivas de la globalización en América ciones cósmicas: testigo en la creación del
Latina, el Caribe, Asia y Oceanía”, celebrado Quinto Sol, inventor del calendario y del zo-
en Osaka, en 2003. diaco, creador y benefactor del hombre a quien
El libro enmarca trabajos en donde se ex- forma con su propia sangre y da su hálito di
plora el papel del indígena, principalmente vino. Dios del agua que corre y corazón del
en la región conocida como Mesoamérica, a mar. Entre él y Tezcatlipoca se reparten el do
partir de diferentes perspectivas, a través de minio del cielo en la incesante lucha cósmi
la arqueología, la etnohistoria, los códices, la ca. Ehécatl, por su parte, es señor del viento
lingüística y la antropología física, tocando y las tempestades, causa de lluvias y abundan-
diferentes momentos: la época prehispánica, cia de agua, el que barre los caminos estela
la colonial y la contemporánea. Buscamos res, vinculado a la agricultura y la creación de
reconstruir la trayectoria de la creatividad de alimentos. Xólotl, se convierte en la deidad ves
la población indígena en su lucha por sobre- pertina que desaparece en el horizonte para
vivir y la necesidad de “resignificar” tradicio- emprender el viaje por el inframundo y rea
nes y costumbres en el momento actual. parecer como estrella matutina. En las tres ma
Iniciamos el volumen con el texto, “El dios nifestaciones, las deidades se engalanan con
Quetzalcóatl-Ehécatl y su joyería de concha”, los mismos símbolos que les son insepara
de María de Lourdes Suárez Diez. Como ella bles: el pectoral ehecacózcatl, el collar de caraco
misma dice: “El estudio científico del fenóme- les del género Oliva y la orejera epcololli. Todos
no religioso en el pasado indígena tiene un de concha, material sagrado, propio del agua
papel fundamental en la comprensión del hom y del mar que transmite a estos dioses sus atri
bre y su cultura, tomando en cuenta que las buciones mágicas.
Anzaldo Figueroa, Muntzel Lucy y Suárez Diez
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Introducción
brir los yacimientos metalíferos que contenían cuando se impone como deidad tradicional
principalmente oro y plata; en muchas ocasio de los agricultores y se le conocerá con dife-
nes siguiendo los conocimientos conservados rentes nombres, de acuerdo con la lengua de
por los indígenas. Los trabajos de explotación las distintas etnias que habitaron el territorio
y beneficio de los minerales se realizaron, en mesoamericano.
un principio, con la mano de obra indígena “Plantas sagradas de Tláloc, dios de la
y después con la de los grupos étnicos pro- lluvia”, de Dora Sierra Carrillo, presenta un
ducto de la mezcla de blancos, negros e indí- primer acercamiento de Tláloc a través de la
genas. Los sistemas de trabajo utilizados para imagen que nos dejaron los conquistadores
la explotación de las minas en la región de es españoles; luego se muestra el análisis y la in
tudio fueron variados, pero se caracterizaron terpretación sobre su nombre realizados por
por ser impositivos e injustos para los traba- diversos estudiosos. Al describir las fiestas y
jadores mineros. rituales dedicados a este dios y a sus ayudan-
La muerte es un tema mesoamericano por tes, los tlaloque, destaca la presencia de dos
excelencia; desde la época prehispánica hasta plantas que tuvieron un papel fundamental
el momento actual es una preocupación cons- en sus ceremonias: el yauhtli y el iztauhyatl;
tante en la vida cotidiana de los mexicanos. así como la representación de la primera en
“La inmortalización del cuerpo humano des- varios códices y en los restos vegetales que
pués de la muerte”, de Josefina Mansilla Lory contenían algunas de las ofrendas descu
y Carmen María Pijoan, aborda el tema desde biertas en las últimas décadas en el Templo
la perspectiva de la antropología física. Ante la Mayor.
muerte existen diferentes actitudes respecto El texto “Evolución cultural prehispánica de
al cuerpo del difunto; estas formas de com los grupos nómadas en San Luis Potosí, Mé
portamiento se dan a través de las prácticas de xico”, de Mónika G. Tesch, da noticia de los
tratamiento que se aplica al muerto y que son recorridos que ha hecho la autora en el centro
incorporadas socioculturalmente de varias y norte del actual estado de San Luis Potosí,
maneras. El cavar una sepultura y colocar allí sobre el llamado segundo escalón de la Sierra
determinadas ofrendas manifiesta la creencia Madre Oriental. Aporta información nove
en la existencia de otra “vida” después de la dosa sobre el área de cazadores-recolectores
muerte. y sus características ambientales y geográficas.
El sistema de enterramiento en Mesoamé El trabajo intenta, con una base empírica,
rica contrasta con la práctica de algunos explicar la presencia de los vestigios arqueoló
grupos seminómadas del norte, quienes depo gicos, en especial de los materiales líticos, en
sitaban a sus muertos en cuevas. Esta diferen- ciertos lugares del área. Existen pocos estu-
cia se hace más patente por el hecho de que dios sobre esta importante región, de manera
el ecosistema de estas cuevas permitió la mo que este trabajo nos permite ampliar el cono-
mificación de tipo natural. En el trabajo de cimiento de esta gran área cultural.
Mansilla y Pijoan se plantean estas diferencias, Josefina Mansilla Lory, desde la antropolo
su desaparición, transformación o permanen- gía física, aborda el cambio cultural, otro tema
cia con la llegada de los conquistadores eu trascendente dentro de los estudios mesoame-
ropeos. ricanos, en “Procesos de cambios culturales:
El culto agrario se remonta a las primeras Huexotla, un cementerio indígena del siglo
sociedades agrícolas, hacia 300 a.C. Desde xvi, y el templo de San Jerónimo de la capital
entonces Tláloc, dios de la lluvia, los truenos de Nueva España”. Los cambios culturales en
y los relámpagos, se hace presente, pero será tre indígenas y españoles, que se dan a raíz de
hasta el periodo clásico, del 100 al 900 d.C., la conquista, se reflejan de manera clara en
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Anzaldo Figueroa, Muntzel Lucy y Suárez Diez
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Introducción
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El dios Quetzalcóatl-Ehécatl
y su joyería de concha
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El dios Quetzalcóatl-Ehécatl y su joyería de concha
de dios estelar con el cuerpo pintado de negro un animal, tal vez un pato, un ave o un reptil.
porque es el sacerdote por excelencia. La cara En la cabeza usa un gorro cónico de piel de
es oscura con una raya amarilla vertical sobre ocelote que se inicia en un moño con tiras, lla
frente y nariz. Lleva un tocado de plumas ne mado el ocelocopilli, rematado por un adorno
gras, tal vez, de águila o de guajolote, y verdes de turquesa; la pechera, las ajorcas y las pulse
de quetzal, que alternan con plumas rojas de ras son también del mismo material de piel de
guacamaya. Un largo moño de dos vueltas ador ocelote, algunas veces con remate de cuentas
na transversalmente su frente, rematado, a de concha. Lleva en el tocado plumas negras tal
veces, de piel de ocelote, misma piel que for vez de águila o guajolote y rojas de guacama
ma su pechera. Viste máxtlatl con bordes redon ya (láminas 8 y 9).15 En algunas representacio
deados de azul y rojo. Usa calzas de la rodilla nes lleva también cacaxtli16 (lámina 10).
hacia abajo de cuero de ocelote rematadas por En su advocación de Xólotl, que en algunos
cuentas de concha y a veces por unos caraco mitos es su gemelo, lleva la cabeza de un perro
litos mariscos. Lleva sandalias rojas y en las con los colores negro y café. En el cuerpo con
muñecas usa pulseras de pluma.11 En algunas serva el color carne. Sus manos son garras y
representaciones lleva en una de las manos el el máxtlatl se remata con un borde también
excremento divino, el oro, y en la otra sostie café. El tocado es distinto, pues del moño se
ne por el pelo a un niño12 (láminas 5 y 6). En inicia un elemento azul, tal vez de turquesa,
otras lleva escudo con el joyel del viento, el que adorna la frente del que se desprende ha
ehecacózcatl y cacaxtli13 (lámina 7). cia arriba un remate con las púas de maguey
En su advocación de Ehécatl —dios del vien de sacrificio y, por el otro lado, un punzón de
to y los remolinos, el que barre los caminos hueso también para el sacrificio de extracción
de los dioses del agua—14 lleva en el tocado de sangre17 (láminas 11 y 12). En algunas re
un hueso de sacrificio, en una mano el incen presentaciones lleva el cacaxtli18 (lámina 13).
sario con mango en forma de serpiente y en Pero en todas sus advocaciones, no importa
la otra la bolsa para el copal; enfrente de la si es Quetzalcóatl, Ehécatl o Xólotl, los dioses
boca tiene una máscara roja que representa portan invariablemente rica joyería de concha,
material por excelencia asociado a ellos y que
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Códice Borbónico, edición facsimilar, Francisco del
los caracteriza y distingue.
Paso y Troncoso (introducción y estudio con un co Las tres deidades llevan sobre el pecho el
mentario de E.T. Hamy), México, Siglo xxi (América joyel del viento, el ehecacózcatl (lámina 14) que
Nuestra), 1980, pp. 3, 26, 34, 36; Codex Magliabechiano, les es propio y cuyo nombre se deriva de una
el libro de la vida de los antiguos mexicanos, edición
facsimilar, presentación de Zelia Nuttall (1903), Eliza de ellas, Ehécatl. Todos llevan la orejera cor
beth H. Boone (edición y estudio), Berkeley, Universi niforme, también de concha, conocida como
ty of California Press, 1983, p. 62; Tonalámatl de Aubin, epcololli (lámina 15) y los pendientes de cara
Carmen Aguilera (introducción y estudio), reimpresión col del género Oliva que invariablemente re
de la versión original presentada por E. Seler, Tlaxca
la, 1981, p. 3; Códice Florentino, edición facsimilar del matan sus pecheras (lámina 16).
manuscrito 218-220 de la Colección Palatina de la Bi
blioteca Medicea Laurenziana, Florencia-México, Ar
chivo General de la Nación/Giunti Barbeha, 1979, t. I,
libro primero, p. 10r; Códice Telleriano-Remensis, edición 15
Códice Borbónico, op. cit., p. 22. Codex Magliabechia
facsimilar, Eloise Quiñones Keber (estudio), Universi no, op. cit., p. 61.
dad de Texas, 1995, folios 8v, 9v y 13v. 16
Códice Telleriano-Remensis, op. cit., folio 8v, p. 20.
12
Códice Borbónico, op. cit., p. 3. 17
Códice Borgia, edición facsimilar, Eduard Seler
13
Ibidem, p. 36. (comentarios), México, fce, 1963, p. 65. Códice Borbó
14
Bernardino de Sahagún, Historia de las cosas de nico, op. cit., pp. 16, 26.
la Nueva España, México, Porrúa, 1956, tomo I, cap. 18
Códice Telleriano-Remensis, op. cit., folio 13v, p.
V, p. 45. 30.
17
María de Lourdes Suárez Diez
Lámina 7. Dios Quetzalcóatl , Códice Borbónico, p. 36. Lámina 8. Dios Ehécatl, Códice Borbónico, p. 22.
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El dios Quetzalcóatl-Ehécatl y su joyería de concha
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María de Lourdes Suárez Diez
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El dios Quetzalcóatl-Ehécatl y su joyería de concha
Lámina 19. Ehecacózcatl sobre el escudo del dios Lámina 20. Ehecacózcatl dibujado en la manta de
Pahtécatl, Códice Magliabechiano, p. 53. su mismo nombre, Códice Magliabechiano, p. 3v.
Lámina 21. Ehecacózcatl cortado a la mitad que Lámina 22. Orejera epcololli recuperada en las
porta Quetzalcóatl, Códice Telleriano-Remensis, excavaciones del Templo Mayor de Tenochtitlan.
folio 9v, p. 22.
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María de Lourdes Suárez Diez
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El dios Quetzalcóatl-Ehécatl y su joyería de concha
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María de Lourdes Suárez Diez
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El sacrificio humano y su impacto
entre los españoles
El sacrificio humano fue muy importante para Al parecer, esta práctica causó una fuerte
los diversos pueblos mesoamericanos, apare impresión entre los españoles, que aunada a
ciendo y manteniéndose desde tiempos remo la necesidad de justificar la conquista y la evan
tos y de los cuales hay evidencias apreciables en gelización de los diversos grupos étnicos que
los restos óseos desde alrededor de los 5000 habitaban Mesoamérica, devino en que en la
a.C. (MacNeish, 1962; Anderson, 1967; Mac actualidad contemos con un gran número de
Neish et al., 1972). Poco a poco se fue incremen documentos escritos por los propios conquis
tando su práctica en las sociedades mesoameri tadores y que dan cuenta del impacto que les
canas, hasta que los mexicas le dan un impulso produjo (Cortés, Díaz del Castillo, etc.), así
adicional. En su momento se consideraba que como relatos, con base en las narraciones de
los sacrificios eran necesarios para mantener la informantes, recopiladas por los misioneros
estabilidad del universo. Pensaban que antes que vinieron a evangelizar a los indígenas (Saha
del actual, habían existido otros cuatro soles o gún, Motolinia), que constituyen documentos
eras, que sufrieron catastróficas destrucciones, en los que se relacionan y narran las festivida
y el actual, el quinto, también estaba predes des que se realizaban en el transcurso del año.
tinado a desaparecer (Sejourné, 1950; Duver Al parecer, una de las primeras veces en que
ger, 1983). Este último sol había sido creado los españoles encontraron evidencias fehacien
con la inmolación de todos los dioses y para que tes de la occisión ritual, fue durante la segunda
su movimiento continuara era necesario ofre expedición que Diego Velázquez, goberna
cerles sacrificios, los que quedaron incluidos dor de Cuba, envió en 1518 a México. Díaz del
en todos los rituales y en las fiestas que se ce Castillo lo describe:
lebraban en honor de cada uno de ellos. Los
dioses eran venerados de diferentes maneras, [...] y cada casa con unas gradas por donde
pero en la gran mayoría de los casos se les subían a unos como altares, y en aquellos al
ofrecían vidas humanas durante sus festivida tares tenían unos ídolos de malas figuras, que
des. Es por ello que, en el momento del contac eran sus dioses, y allí estaban sacrificados de
aquella noche cinco indios, y estaban abier
to, se practicaba el sacrificio humano en gran
tos por los pechos y cortados los brazos y los
escala. muslos, y las paredes llenas de sangre. De todo
lo cual nos admiramos, y pusimos por nom
bre a esta isleta isla de Sacrificios (Díaz del
* Dirección de Antropología Física-inah. Castillo, 1982:27-28).
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Carmen María Pijoan Aguadé y Josefina Mansilla Lory
Posteriormente, en el transcurso del mis [...] y luego con aquella navaja le abria por la
mo viaje, al llegar a la isla que hoy conocemos parte del coracon y se le sacava [...] y luego
como San Juan de Ulúa, vuelven a encontrar al que o a la que eran asi muertos los arroja
van por las scaleras abaxo y lo tomauan y
restos de otro sacrificio:
hazian pedacos con gran crueldad [...] (Agui
lar, 1977:170).
[...] y tenían sacrificados de aquel día dos mu
chachos, y abiertos por los pechos, y los co
Otros frailes ofrecen testimonios de diferen
razones y sangre ofrecidos a aquel maldito
ídolo [...] antes tuvimos muy gran lástima y tes sacrificios que se practicaban en el trans
mancilla de aquellos dos muchachos e verlos curso de las diversas fiestas a los dioses, así
recién muertos e ver tan grandísima crueldad como la técnica empleada para ello. Motolinia
(Díaz del Castillo, 1982:28). nos lo describe de la siguiente manera:
[...] y hallamos la sangre de nuestros compa Mientras que Sahagún nos narra que:
ñeros y hermanos derramada y sacrificada
por todas aquellas torres y mezquitas [...]
Llegándolos al taxón [...] echábanlos sobre ella
de espaldas y tomábanlos cinco, dos por las
[...] todos los españoles vivos y muertos que piernas y dos por los brazos y uno por la ca
tomaron los llevaron a Tlatelulco [...] desnu beza. Y venía luego el sacerdote que había de
dos los sacrificaron y abrieron por lo pechos, matar, y dábale con ambas manos con una
y les sacaron los corazones para ofrecer a los piedra de pedernal [...] por los pechos, y por
ídolos [...] (Cortés, 1970:116-148). el agujero que hacía metía la mano y arran
cábale el corazón [...] (Sahagún, 1989:82).
Por parte de los frailes cronistas, pareciera
que ninguno de ellos fue testigo presencial de A través de las narraciones se expresan del
los sacrificios y, en general, nos detallan una sacrificio humano y de las víctimas con adje
relación de dioses, ritos y fiestas a partir de tivos tales como: “cruel sacrificio”, “desventu
informantes indígenas. La excepción es fray rados”, “inocentes”, “crueldad”, “muy crueles”,
Francisco de Aguilar, quien toma parte en la “abominable”, “cosa horrible”, etc., y ven a los
conquista como soldado, convirtiéndose en sacerdotes que lo realizaban y a los dioses y sus
fraile dominico años después, por lo que es imágenes, como: “demonios”, “templos del de
testigo de su propia narración. Sin embargo, monio”, “oficial de esta maldad”, “sacerdote
ésta es escrita al final de su vida a instancias del demonio”, “crueles verdugos del demonio”,
de otros frailes, que consideraban importan etc. Sahagún es quizás el más explícito de todos,
te que lo hiciese. Es por ello que sus descrip al escribir:
ciones se apoyan en recuerdos y evocaciones.
Sobre el sacrificio humano relata: Estas son cosas horrendas, abominables, crue
les y muy vergonzosas (Sahagún, 1989:70).
[...] una piedra baxa baxa hasta la rrodilla en
donde o a mugeres o a honbres q hazian sa Resulta obvio que la intención de ambos
crificio a sus dioses los echauan de espaldas grupos de cronistas es diferente; por parte de
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El sacrificio humano y su impacto entre los españoles
los soldados la finalidad era dar a conocer al Sin embargo, actualmente contamos con
monarca español sus méritos y servicios, para evidencia directa que posiblemente apoya la
obtener el favor real o, en algunos casos, dar hipótesis de que entre los mexicas el sacrificio
a conocer a la posteridad lo presenciado por humano por extracción del corazón se reali
ellos y defender sus acciones durante la con zaba por la vía de una toracotomía bilateral
quista; mientras que los frailes hacen la descrip transversa (Robicsek y Hales, 1984), esta afir
ción de los ritos y ceremonias, que consideraban mación se apoya en la existencia de que una
obra del demonio, justificando con ello los ac serie de esternones, procedentes de Tlatelol
tos de conquista y la evangelización de los in co, se encuentran cortados transversalmente.
dígenas. Estos esternones forman parte del material
A pesar de que tenemos relaciones de nu esquelético del entierro número 14 de dicho
merosos tipos de sacrificios, los cronistas en sitio, constituido por los restos de un mínimo
general mencionan el sacrificio en el que se de 153 individuos. La mayoría de los huesos
extraía el corazón, en el transcurso del cual que lo conforman muestran marcas de corte
se debía provocar una repentina salida de san y/o impactos sobre su superficie, que fueron
gre, de preferencia en forma de chorro, como dejados de manera involuntaria al momento
se observa en diversos códices prehispánicos de manipular los cuerpos de los sacrificados.
(Laud, Nuttall, Borgia, entre otros) y como que Después de analizar estas alteraciones se de
da expresado por Díaz del Castillo al referirse terminó que, en este caso, el tratamiento pos
a “las paredes llenas de sangre” y posteriormen terior al sacrificio consistió en el descarnado
te obtener el corazón completo e intacto, el y desmembrado, siendo los segmentos resul
cual era ofrecido a los dioses (Durán, 1967; tantes enterrados de manera simultánea (Pi
Sahagún, 1989; Mendieta, 1997). Se han pro joan, 1997).
puesto diferentes formas de acceder este ór El análisis de los esternones con cortes de
gano, que va desde un corte por debajo de este entierro permitió que las autoras (Pijoan
las costillas del lado izquierdo, que afecta el y Mansilla, 2004) propusieran la posibilidad
diafragma o los cartílagos, facilitado por la de que la occisión ritual por extracción del
posición hiperextendida de la víctima sacrifi corazón se haya realizado por medio de una
cial; hasta la apertura del tórax a nivel del toracotomía bilateral transversa. Esta técnica,
estómago, penetrando hasta el corazón, cor utilizada aún en la actualidad en cirugía car
tando todas las venas de su base, lo que ocasio diaca, involucra la realización de una incisión
naría el brote de la sangre y el derramamiento desde el borde izquierdo del esternón, late
brusco de alrededor de cinco o seis litros (Ca ralmente entre dos costillas —generalmente la
pitan, 1920). Duverger (1983), amplía la des quinta y la sexta—, partiendo dicho hueso y
cripción de la técnica, proponiendo que: siguiendo hasta el lado derecho, lo que oca
siona la afectación de ambas cavidades pleu
La víctima es acostada allí (en el téchcatl) de rales y el colapso de los pulmones, lo que a su
espaldas, alargada en hiperlordosis, con la vez origina una hipoxia cerebral que produce
cabeza echada hacia atrás, casi tocando el la pérdida de conocimiento del individuo. A
suelo [...] El sacerdote sacrificador le abre en partir del análisis de los esternones cortados
tonces el abdomen a la altura del epigastrio, se propuso la posibilidad de que el corte se
exactamente debajo de las últimas costillas,
realizaba a nivel del tercer o cuarto espacio
con la ayuda de un cuchillo de pedernal, el
técpatl. Mete en seguida la mano en el interior intercostal, con el sacerdote frente a la víctima
del tórax, ase el corazón de la víctima y lo y colocado, en general, a su izquierda. El cor
arranca para ofrecerlo al sol [...] (Duverger, te a esa altura del tórax permite el acceso di
1983:139). recto al órgano cardiaco, y un corte de la cava
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Carmen María Pijoan Aguadé y Josefina Mansilla Lory
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El sacrificio humano y su impacto entre los españoles
Sin embargo, lo que vemos con la lectura Codex Nuttall, Nuttall, Z. (ed.), 1975. The
de diversas crónicas, es el deseo de justificar Codex Nuttall. A Picture Manuscript from
la conquista a través de la supresión de los Ancient Mexico, New York, The Peabody
sacrificios humanos y la idolatría: Museum Facsimile, Dover Publications,
Inc.
[...] una de las cosas por que nos envió a estas Cortés, H., 1970. Cartas de relación, México,
partes nuestro gran emperador fue para qui
Porrúa.
tar que no sacrificasen ningunos indios ni
otra manera de sacrificios malos que hacen... Díaz del Castillo, B., 1982. Historia verdade
ni adorasen aquellas malditas figuras (Díaz ra de la conquista de la Nueva España, Ma
del Castillo, 1982:77). drid, unam.
Durán, D., 1967. Historia de la Indias de Nue
[...] para sacrificar a los demonios [...] matan va España e islas de la tierra firme, México,
los inocentes, y éstos con gemidos y clamores Porrúa.
demandaban a Dios y a los hombres ser so
Duverger, C., 1982. La flor letal. Economía del
corridos, pues padecían muerte tan injusta
mente. Y esto es una de las causas, como V.M. sacrificio azteca, México, fce.
sabe, por la cual se puede hacer guerra [...] MacNeish, R.S., 1962. Second Annual Report
(Motolinia, 1969:217). of the Tehuacan Archaeological Botanical Pro
ject, Andover, Robert S. Peabody Founda
Como ya se apuntaba, de lo anterior es po tions for Archaeology.
sible concluir con bastante veracidad que a los , M.L. Fowley, A. García Cook, F.A.
españoles les sorprendió más la cantidad y el Paterson, A. Nelken-Terner y J.A. Neely,
tipo de personas a los que se les realizaba, y la 1997. The Prehistory of the Tehuacan Valley,
forma empleada: la occisión, con el corte a lo vol. V: Excavations and Reconnaissance, D.S.
ancho del tórax y la extracción del corazón, en Byers (ed.), London, University of Texas
medio de grandes chorros de sangre y la sig Press.
nificación religiosa que consideran como dia Mendieta, G. de, 1997. Historia eclesiástica
bólica. indiana, México, cnca (Cien de México).
Motolinia, T., 1967. Historia de los indios de
la Nueva España, México, Porrúa.
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humano y canibalismo en restos óseos. El
Anderson, E., 1967. “The Human Skeletons”, caso del entierro número 14 de Tlatelolco,
en D.S. Byers (ed.), The Prehistory of the D.F.”, tesis doctoral, México, ff yl-unam.
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Aguilar, F.F. de, 1977. Relación breve de la con y X. Lizárraga (eds.), Perspectiva tofonómica.
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The Codex Borgia. A Full-Color Restoration of Human Sacrifice in Mesoamerica, Washing
the Ancient Mexican Manuscript, New York, ton, Dubarton Oaks Research Library and
Dover Publications, Inc. Collection, pp. 49-90.
29
Carmen María Pijoan Aguadé y Josefina Mansilla Lory
Sahagún, B. de, 1989. Historia general de las Sejourné, L., 1959. “Ensayo sobre el sacrificio
cosas de Nueva España, México, cnca/Alian humano”, en Cuadernos Americanos, año 9,
za Editorial. vol. 53 (5), pp. 165-171.
30
Sistemas de parentesco indoamericanos:
un acercamiento a la familia siuxana
Este texto es parte del proyecto “Sistemas de terial que proporciona Morgan2 y que corres
parentesco americanos” en la línea de la geo ponden a las siguientes lenguas y dialectos:
grafía y la tipología lingüísticas. En esta oca minnitaree (hidatsa); winnebagoe; crow; un
sión se hace la comparación de los sistemas dialecto dakota: el blackfoot; un dialecto dhe
terminológicos de parentesco pertenecientes giha, omahä; un dialecto chiwere, el iowä.
a lenguas siuxanas. Pero antes, se hace una bre Los restantes sistemas corresponden a las
ve mención del autor de la mayor parte del lenguas mandan de R.H. Lowie; biloxi y ofo de
material que se presenta aquí: Lewis Henry J.O. Dorsey y J.R. Swanton; tútelo de H. Hale
Morgan,1 exitoso abogado con un marcado y catawba de F.G. Speck y C.E. Schaeffer.3 Un
interés por la antropología; el cual se despier número antecede a cada lengua o dialecto y
ta al tener contacto con una delegación sioux corresponde a su clasificación genética de
e intentar obtener el sistema de parentesco de acuerdo con T. Smith-Stark.4
este grupo étnico. Y aunque fracasa en este
primer intento, a partir de 1858 se dedica ex
clusivamente a la investigación antropológica.
2
Lewis H. Morgan, Systems of Consanguinity and
Affinity of the Human Family, Washington, Smithsonian
Logró reunir un número considerable de sis Contributions to Knowledge, 1871.
temas de parentesco en lenguas indígenas de 3
Robert H. Lowie, “Notes on the Social Organiza
Estados Unidos, algunos elicitados por él en tion and Customs of the Mandan, Hidatsa and Crow
Indians”, en American Museum of Natural History An
entrevistas con hablantes instalados en reser
thropological Papers, New York, 1917, núm. 21, pp. 1-99;
vaciones y otros de datos obtenidos por perso James Owen Dorsey y John R. Swanton, A Dictionary
nas interesadas en el mismo asunto. of the Biloxi and Ofo Languages, Washington, Bureau of
El material lingüístico que se estudia aho American Ethnology, Bulletin 47, Smithsonian Insti
tution, 1912; Horatio Hale, “The Tutelo Tribe and Lan
ra consiste en once sistemas terminológicos de
guage”, en American Philosophical Society Proceedings,
parentesco, seis de ellos procedentes del ma vol. 21, núm. 114, 1884, pp. 1-47; F.G. Speck y C.E.
Schaeffer, “Catawba Kinship and Social Organization
with a Resumen of Tutelo Kinship Terms”, en Ameri
can Anthropologist, vol. 44, núm. 3, part 1, 1942, pp.
* Dirección de Lingüística-inah. 555-575.
1
Lewis H. Morgan, La sociedad primitiva, México, 4
Thomas C. Smith-Stark, Nómina de lenguas in
Ediciones Quinto Sol, 1986. doamericanas (mecanoescrito), México, 2000, p. 6.
31
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
32
Sistemas de parentesco indoamericanos
G+1 1 padre = hermano padre = hermano madre ción +1, el segundo a la generación Ø y el
2 padre = hermano padre ≠ hermano madre tercero a la generación -1. Las relaciones de
3 padre = hermano madre ≠ hermano padre los parientes femeninos aparecen como supe
4 padre ≠ hermano padre = hermano madre
ríndices de los tipos y constan también de tres
5 padre ≠ hermano padre ≠ hermano madre
números que corresponden a las mismas ge
GØ 1 hermano = primo paralelo = primo cruzado neraciones del tipo.
2 hermano = primo paralelo ≠ primo cruzado Así por ejemplo, el chickasa, lengua mas
3 hermano = primo cruzado ≠ primo paralelo coquiana, tiene el tipo 222 y el subtipo 252222.
4 hermano ≠ primo paralelo = primo cruzado
En el tipo se tiene que en la generación +1, el
5 hermano ≠ primo paralelo ≠ primo cruzado
padre y el tío paterno se designan con el mis
G-1 1 hijo = sobrino paralelo = sobrino cruzado mo término, y el tío materno con un término
2 hijo = sobrino paralelo ≠ sobrino cruzado diferente; empleando la representación con
3 hijo = sobrino cruzado ≠ sobrino paralelo denotados, se tiene P = HoP ≠ HoM. En la ge
4 hijo ≠ sobrino paralelo = sobrino cruzado neración Ø, el hermano y el primo paralelo
5 hijo ≠ sobrino paralelo ≠ sobrino cruzado
se nombran con el mismo término que es dife
rente del que denomina al primo cruzado, Ho
3. Incluir a los parientes femeninos de esas
= Pr// ≠ PrX, lo mismo sucede en la genera
mismas generaciones: madre, hermana de la
ción -1 donde un término denomina al hijo y
madre y hermana del padre en la generación
al sobrino paralelo, mientras que con otro se
+1, hermana, prima paralela y prima cruzada
refiere al sobrino cruzado, ho = s// ≠ sx.
en la generación Ø, siguiendo a Murdock en
En cuanto al subtipo, se observa un cambio
esa generación y finalmente, hija, sobrina pa
en la generación +1, ya que el superíndice ex
ralela y sobrina cruzada en la -1. Estos térmi
presa la relación 5, que consiste en nombrar
nos dan las mismas relaciones que los parientes
con un término distinto a cada una de las pa
masculinos como se muestra a continuación:
rientes, la madre, la hermana de la madre y
la hermana del padre, M ≠ HaM ≠ HaP. Las
G+1 1 madre = hermana madre = hermana padre
2 madre = hermana madre ≠ hermana padre generaciones Ø, Ha = Pr// ≠ PrX y -1, ha =
3 madre = hermana padre ≠ hermana madre s// ≠ sx, por su parte mantienen la misma re
4 madre ≠ hermana madre = hermana padre lación 2 del tipo. En algunos casos pueden pre
5 madre ≠ hermana madre ≠ hermana padre sentarse dos clasificaciones, lo cual depende
del sexo del hablante. Cuando esto sucede, se
GØ 1 hermana = prima paralela = prima cruzada
2 hermana = prima paralela ≠ prima cruzada antepone a los tipos o a los subtipos los desig
3 hermana = prima cruzada ≠ prima paralela nadores sexuales correspondientes (♂ - ♀).
4 hermana ≠ prima paralela = prima cruzada Una vez realizadas la descripción y la cla
5 hermana ≠ prima paralela ≠ prima cruzada sificación, lo siguiente es comparar las estruc
turas de los sistemas, así como las piezas
G-1 1 hija = sobrina paralela = sobrina cruzada
2 hija = sobrina paralela ≠ sobrina cruzada
léxicas tanto en su forma como en su signifi
3 hija = sobrina cruzada ≠ sobrina paralela cado, con objeto de identificar los términos
4 hija ≠ sobrina paralela = sobrina cruzada cognados de acuerdo con Robert J. Jeffers e
5 hija ≠ sobrina paralela ≠ sobrina cruzada Ilse Lehiste (1982). Por último, se analizará
la distribución geográfica de los tipos estable
Las relaciones de los parientes masculi cidos, la cual abarca tres áreas culturales: Lla
nos representan los tipos y con la inclusión nuras, Noreste y Sureste (Francisco Barriga
de las relaciones de los parientes femeninos Puente, 1998). Esto permitirá observar si se
se obtienen los subtipos. El tipo consta de tres presentan diferencias por área y no por he
números: el primero corresponde a la genera rencia genética. Todo ello con el fin de tener
33
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
una comprensión más amplia de los sistemas. hermano mayor de hombre, primo paralelo
A continuación se presenta la descripción y mayor de hombre, hermanastro mayor de hom
la clasificación de los once sistemas: bre”, 12 ♀ HoM, ♀ Ho>, ♀ ho>HoP(HaM),
♀ ho>Eo(a)P(M) ma-tä-roo’ “tío materno de
mujer, hermano mayor de mujer, primo pa
14 MINNITAREE (HIDATSA) ralelo mayor de mujer, hermanastro mayor
(Llanuras, 222222, Morgan 1871)9 de mujer”, 13 ♀ ho(a)Ho, ho(a)ho(a) met-
a-wä-pish’-sha “sobrino/a cruzado de mujer,
Consanguíneos nieto/a”.
Términos primarios
1 P, HoP, hoHaP, EoM tä-ta’ “padre, tío pa
Afines
terno, primo cruzado paterno, padrastro”, 2
M, HaM, haHaP, EaP ih’-kä “madre, tía ma Términos primarios
terna, prima cruzada paterna, madrastra”, 14 ♀ Eo mä-ke-rã’ “esposo”, 15 ♂ Ea, ♂ HaEo
3 ♂ Ha>, ♂ ha>HoP(HaM), ♂ ha>Eo(a)P(M) mä-tä-r-we’-ä “esposa, cuñada de hombre”.
mat-tä-we’-ä “hermana mayor de hombre, prima
paralela mayor de hombre, hermanastra ma
yor de hombre”, 4 ♀ Ha>, ♀ ha>HoP(HaM), Términos secundarios
♀ ha>Eo(a)P(M) mä-roo’ “hermana mayor de 16 PEo(a) mä-nä’-tish “suegro”, 17 MEo(a) mä-
mujer, prima paralela mayor de mujer, her too-tä’-kä “suegra”, 18 ♂ HoEa, ♀ EoHa
manastra mayor de mujer”, 5 Ho<, ho<HoP mä-nä’-te “cuñado de hombre”, 19 ♂ EaHo,
(HaM), ♂ hoHa, ho< Eo(a)P(M) mat-so’-gä ♀ HoEo boo-ä-kä’ “cuñada de hombre, cuña
“hermano menor, primo paralelo menor, so do de mujer”, 20 ♀ EoHa ma-ensh’-ke-rash
brino cruzado de hombre, hermanastro me “cuñado de mujer”, 21 ♀ HaEo, ♀ EaHo mä-
nor”, 6 Ha<, ♂ haHa, ha<HoP(HaM), ha<Eo too’ “cuñada de mujer”, 22 Eoha mä-too’-te
(a) P(M) m-tä-ka’-zhä “hermana menor, sobri ‘yerno’, 23 Eaho mä-too’-gä “nuera”.
na cruzada de hombre, prima paralela menor,
hermanastra menor”, 7 ho, ♂ hoHo, ♀ hoHa,
ho><HoM, hoEo(a) m-de-shä “hijo, sobrino El sistema tiene cinco generaciones, la de
paralelo de hombre, sobrino paralelo de mu ego, dos ascendentes y dos descendentes.
jer, primo cruzado materno, hijastro”, 8 ha, Categorías de Kroeber (7): generación, consan
♂ haHo, ♀ haHa, ha><HoM, haEo(a) mä’-kä guíneo/afín, lineal/colateral, sexo del hablan
“hija, sobrina paralela de hombre, sobrina pa te, sexo del pariente, edad relativa dentro de
ralela de mujer, prima cruzada materna, hi una misma generación y sexo de la persona
jastra”.
que da la relación de parentesco.
Clasificación tipológica: 222222 , de acuerdo
Términos secundarios con los términos 1 a 8 y 11 a 14.
9 PP(M) mä-toosh-a-r’-tä-kä “abuelo”, 10
MP(M), HaP kä-r’-h “abuela, tía paterna”,
11 ♂ HoM, ♂ Ho>, ♂ ho>HoP(HaM), ♂ ho> • Tiene términos que designan a parien
Eo(a)P(M) mee-ä-kä’ “tío materno de hombre, tes pertenecientes a diferentes genera
ciones.
9
Harold E. Driver, John M. Cooper, Paul Kirch • Hay términos que nombran tanto a pa
hoff, Dorothy Rainier Libby, William C. Massey y Les- rientes lineales como a colaterales.
lie Spier, “Indian Tribes of North America”, en ijal,
vol., 19, suplemento al número 3, 1953, pp. 1-30. De • Presenta términos genéricos.
acuerdo con Harold E. Driver et al. (1953:22) la lengua • Extiende términos consanguíneos a pa
siuxana minitaree es la misma que hidatsa, por ello se rientes afines.
incluye bajo el número 14 de la clasificación genética
• La categoría edad relativa se expresa en
para las lenguas siuxanas que T. Smith-Stark da en su
Nómina de lenguas indoamericanas, aunque no incluye los lexemas de hermanos, primos y her
esta lengua bajo ninguno de los dos nombres. manastros.
34
Sistemas de parentesco indoamericanos
Afines Consanguíneos
Términos primarios Términos primarios
21 ♀ Eo e-kun’-ä “esposo”, 22 ♂ Ea e-chaw’-e 1 P, HoP, hoHaP m’txis “padre, tío paterno,
“esposa”, primo cruzado paterno”, 2 M,HaM ’mih‘ruc
35
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
“madre, tía materna”, 3 ♂ Ho>, ♂ HoM, ♂ Categorías de Kroeber (7): generación, consan
ho>HoP(HaM) m’kasε’εna “hermano mayor guíneo/afín, lineal/colateral, sexo del ha
de hombre, tío materno de hombre, primo blante, sexo del pariente, edad relativa dentro
cruzado paterno de hombre, primo paralelo de una misma generación y sexo de la perso
mayor de hombre”, 4 ♂ Ho<, ♀ Ho, hoHoP na que da la relación de parentesco.
(HaM) micka’ “hermano menor de hombre, Clasificación tipológica: ♂ 222222 y ♀ 222211, de
hermano de mujer, primo paralelo”, 5 ♂ Ha, acuerdo con los términos 1 al 10 y 12 al 14.
♂ haHoP(HaM), ♂ EaHoEa ptamihε’ “her
mana de hombre, prima paralela de hombre,
concuña de hombre”, 6 ♀ Ha>, ♀ haHoP(HaM)
• Varios términos tienen más de un refe
mrukε’ “hermana mayor de mujer, prima para rente.
lela de mujer”, 7 ♀ Ha<, ♀ haHoP(HaM) pt’ • Algunos términos designan a parien
ka’ “hermana menor de mujer, prima para tes pertenecientes a diferentes genera
lela de mujer”, 8 ho, hoHo, ♀ hoHa, hoHoM ciones.
mini’ks “hijo, sobrino, sobrino paralelo de • Hay términos que nombran tanto a pa
mujer, primo cruzado materno”, 9 ha, haHo, rientes lineales como a colaterales.
haHoM, ♀ haHa min’haks “hija, sobrina, pri
ma cruzada materna, sobrina paralela de
• Presenta términos genéricos.
mujer”. • Varios términos expresan la categoría
sexo del hablante.
Términos secundarios • La categoría edad relativa se expresa en
10 ♂ ho(a)Ha pt‘haxka’ “sobrino/a cruza los lexemas de hermanos y primos.
dos de hombre”, 11 MP(M) mihu’xis “abue • Nombra a parientes afines con términos
la”, 12HoM tàwaratsε’ena “tío materno”, 13 de parientes consanguíneos.
♀ HoM pt’rumaks “tío materno de mujer”,
14 HaP, haHaP pt’miniksε‘ena “tía paterna,
prima cruzada paterna”, 15 ho(a)ho(a), Eaho, 14.3 CROW
ptawhaka “nieto/a, nuera”. (Llanuras, ♂ 212222 y ♀ 212211, Morgan 1871)
Afines Consanguíneos
Términos primarios Términos primarios
16 Eo(a) mà ratka’sεεna “esposo/a”, 17 ♀ 1 P, HoP, hoHaP, ♀ PEo ah-h·a’ “padre, tío
Eo m’ morus “esposo”, 18 ♂ EaHo Ea m’us paterno, primo cruzado paterno, suegro de
“esposa”. mujer”, 2 M,HaP(M), haHaP, EaP, ♀ MEo e’-
ke-ä “madre, tías paterna y materna, prima cru
Términos secundarios zada paterna, madrastra, suegra de mujer”, 3
19 ♂ PEa pta +i’maratoks “suegro de hom ♂ Ho>, ♂ ho>HoP(HaM), ♂ ho>Eo(a)P(M)
bre”, 20 ♂ MEa, ptù hiníks “suegra de hombre”, meek’-a, “hermano mayor de hombre, primo
21 ♂ HoEa, ♂ EoHa m‘ wa ‘kihε’ “cuñado de paralelo mayor de hombre, hermanastro ma
hombre”, 22 ♂ EaHo m’ uh‘rakε “cuñada yor de hombre”, 4 ♂ Ha>, ♂ ha>HoP(HaM),
de hombre”, 23 EaHo n’hakamihε “cuñada”, ♂ ha>Eo(a)P(M) bä-za’-kät “hermana mayor
24 ♀ HaEo, ♀ EaHo ptunε’ “cuñada de mujer”, de hombre, prima paralela mayor de hombre,
25 Eoha p‘t‘’te~p‘tûts~n’hakàs “yerno”. hermanastra mayor de hombre”, 5 ♀ Ha>, ♀
ha>HoP (HaM), ♀ ha>Eo(a) P(M) bus-we’-nä,
“hermana mayor de mujer, prima paralela ma
(Los siguientes términos también designan a: yor de mujer, hermanastra mayor de mujer”,
2 EaHoP, 3 ♂ ho>hoHaP, 4 hohoHaP, 5 ♂ 6 Ho<, ♂ hoHa, ho<HoP(HaM), ho<Eo(a)P(M)
hahoHaP, 6 ♀ hahoHaP, 7 ♀ hahoHaP, 14 bä-ch’-ka “hermano menor, sobrino cruza
hahaHaP, 15 Eahoho(a), 20 HaMEa) do de hombre, primo paralelo menor, her
manastro menor”, 7 ♂ Ha<, ♂ ha<HoP(HaM),
El sistema tiene cinco generaciones, la de ♂ ha<Eo(a)P(M) bä-sä’-chete “hermana menor
ego, dos ascendentes y dos descendentes. de hombre, prima paralela menor de hom
36
Sistemas de parentesco indoamericanos
bre, hermanastra menor de hombre”, 8 ♀ Ha<, Categorías de Kroeber (7): generación, con
♀ ha<HoP(HaM), ♂ haHa, ♂ ha<Eo(a)P(M) sanguíneo/afín, lineal/colateral, sexo del
bä-so’-ka “hermana menor de mujer, prima hablante, sexo del pariente, edad relativa
paralela menor de mujer, sobrina cruzada de dentro de una misma generación y sexo de la
hombre, hermanastra menor de mujer”, 9
ho, ♂ hoHo, ♀ hoHa, ♀ hoHo, hoEo(a) bot-
persona que da la relación de parentesco.
sa’-sä “hijo, sobrino paralelo de hombre, so Clasificación tipológica: ♂ 212222 y ♀ 212211
brino paralelo de mujer, sobrino cruzado de de acuerdo con los términos 1 al 10 y 13, 14.
mujer, hijastro”, 10 ha, ♂ haHo, ♀ haHa, ♀
haHo, haHoM, haEo(a) näk’-me-ä “hija, so
• Tiene términos que designan a parien
brina paralela de hombre, sobrina paralela de
mujer, sobrina cruzada de hombre, prima cru tes pertenecientes a diferentes genera
zada materna, hijastra”. ciones.
• Hay términos que nombran tanto a pa
Términos secundarios rientes lineales como a colaterales.
11 PP(M) me-nup-his’-sä-ka “abuelo”, 12 • Presenta términos genéricos.
MP(M) bä-sä’-kä-na “abuela”, 13 HoM, ♀ Ho>, • Extiende términos consanguíneos a pa
♀ ho>HoP(HaM), ♀ ho>Eo(a) P(M) bä-zä’-na rientes afines.
“tío materno, hermano mayor de mujer, pri • En la generación -1 se nombran con otro
mo paralelo mayor de mujer, hermanastro ma término a los sobrinos ho(a)Ha.
yor de mujer”, 14 hoHoM bot-so’-ka “primo
• Varios términos expresan la categoría
cruzado materno”, 15 ho(a)ho(a) bus-bä’-pe-ta
“nieto/a”. sexo del hablante
• La categoría edad relativa aparece en los
lexemas de hermanos, primos y herma
Afines
Términos primarios nastros;
16 ♀ Eo, ♀ HaEo bä’-che-na “esposo, cuñada
de mujer”, 17 ♂ Ea, ♂ HaEa moo’-a “esposa, 14.4 DAKOTA BLACKFOOT
cuñada de hombre”. (Llanuras, 222222, Morgan 1871)
37
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
38
Sistemas de parentesco indoamericanos
Afines
Términos primarios Consanguíneos
20 ♀ Eo wee-’-gron-kä “esposo”, 21 ♂ Ea we- Términos primarios
gä’-thnough “esposa”. 1 P, HoP, EoM heen’-kä “padre, tío paterno,
padrastro”, 2 M, HaM, haHoM, EaP heen’-nä
“madre, tía materna, prima cruzada materna,
Términos secundarios madrastra”, 3 Ho>, ho>HoP(HaM), ho>Eo(a)
22 ♂ PEa ashe-ah’-ga “suegro de hombre”, P(M), ♂ EoHaEa he-yen’-nä “hermano mayor,
23 ♂ MEa gah’-ah “suegra de hombre”, 24 ♂ primo paralelo mayor, hermanastro mayor,
HoEa, ♂ EoHa, ♀ EoHaEo we-tä’-hä “cuñado concuño de hombre”, 4 ♂ Ha>, ♂ ha>HoP
de hombre, concuño de mujer”, 25 ♀ HoEo, (HaM), ♂ ha>Eo(a)P(M) he-yu’-nä “hermana
♀ EoHa we-she’- “cuñado de mujer”, 26 ♂ mayor de hombre, prima paralela mayor de
HaEa, ♂ EaHo we-hun’-gä “cuñada de hom hombre, hermanastra mayor de hombre”, 5
bre”, 27 ♀ HaEo, ♀ EaHo, ♀ EaHoEo we- ♀ Ha>♀, ha>HoP(HaM), ♀ ha>Eo(a)P(M)
she-kä’ “cuñada de mujer, concuña de mujer”, heen-tan’-gä “hermana mayor de mujer, prima
28 Eoha we-ton’-da “yerno”, 29 Eaho we-te’-na paralela mayor de mujer, hermanastra mayor
“nuera”. de mujer”, 6 ♂ Ho<, ♂ ho<HoP(HaM), ♀
Ha<, ♀ ha<HoP(HaM), ho<Eo(a) P(M) heen-
Términos terciarios thun’-ga “hermano menor de hombre, primo
30 P(M)Eo(a)ho(a) o-kee’-yee “consuegro/a”, paralelo menor de hombre, hermana menor
31 ♂ EaHoEa wee’-kä “concuña de hombre”. de mujer, prima paralela menor de mujer, her
manastro menor”, 7 ♀ Ho<, ♀ ho<HoP (HaM),
♀ ho<Eo(a) P(M) e-chun’-cha “hermano menor
El sistema tiene cinco generaciones, la de
de mujer, primo paralelo menor de mujer,
ego, dos ascendentes y dos descendentes. hermanastro menor de mujer”, 8 ♂ Ha<, ♂
Categorías de Kroeber (7): generación, consan ha<HoP(HaM), ♂ ha<Eo(a)P(M) heen-tan’-ya
guíneo/afín, lineal/colateral, sexo del hablan “hermana menor de hombre, prima parale
te, sexo del pariente, edad relativa dentro de la menor de hombre, hermanastra menor de
una misma generación y sexo de la persona hombre”, 9 ho, ♂ hoHo, ♀ hoHa, ♀ hoHaP,
que da la relación de parentesco. hoEo(a) hee-yin’-ga “hijo, sobrino paralelo
de hombre, sobrino paralelo de mujer, primo
Clasificación tipológica: 222222 de acuerdo
cruzado paterno de mujer, hijastro”, 10 ha, ♂
con los términos 1 al 12 y 15 al 18. haHo, ♀ haHa, ♀ haHaP, haEo(a) heen-yun’-
ga “hija, sobrina paralela de hombre, sobrina
• Tiene términos que designan a parien paralela de mujer, prima cruzada paterna de
tes pertenecientes a diferentes genera mujer, hijastra”.
ciones.
• Hay términos que nombran tanto a pa Términos secundarios
rientes lineales como a colaterales. 11 PP(M), PEo(a) hee-too’-ga “abuelo, sue
gro”, 12 MP(M), MEo(a) hee-koo’-n’-ye “abue
• Presenta términos genéricos.
la, suegra”, 13 HoM, hoHoM heen-ja’-kä “tío
• Extiende términos consanguíneos a pa materno, primo cruzado materno”, 14 HaP
rientes afines. heen-too’-me “tía paterna”, 15 ♂ hoHa, ♀
• Varios términos expresan la categoría hoHo, ♂ hoHaP heen-toas’-ka “sobrino cru
sexo del hablante. zado de hombre, sobrino cruzado de mujer,
39
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
40
Sistemas de parentesco indoamericanos
Clasificación tipológica: 4444?? los términos Categorías de Kroeber (5): generación, consan
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 14 y 15 proporcionan la pri guíneo/afín, lineal/colateral, sexo del hablan
mera cifra del subtipo que corresponde a la te y sexo del pariente.
relación de los parientes de la primera genera Clasificación tipológica: 44???? según los tér
ción ascendente y la segunda cifra que da la minos 1, 2, 8 y 9. Se observa una situación
relación de los parientes de la generación de semejante a la del sistema tútelo, ya que sola
ego, quedando sin determinar la última cifra mente los datos proporcionan la primera cifra
del subtipo, ya que solamente se tienen los tér del subtipo, quedando sin determinar el res
minos de los parientes de la generación pri to del mismo porque no se tienen los términos
mera descendente, correspondientes al hijo de los primos, ni de los sobrinos. Aquí puede
y a la hija, pero faltan los términos del sobri también considerarse que hay sociedades que
no y de la sobrina. Son frecuentes las socieda nombran a los primos con los mismos térmi
des que designan al sobrino y a la sobrina, con nos de los hermanos. Por lo tanto valen para
los términos del hijo y de la hija. La ausencia este sistema las mismas consideraciones que
de esos términos podría deberse a que los con se hicieron para el sistema anterior.
sideran como se ha expuesto antes, pero los
datos no informan sobre este hecho. 14.9 BILOXI
(Sureste, 424444 ~121414, Dorsey y Swanton 1912)
41
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
42
Sistemas de parentesco indoamericanos
El sistema tiene siete generaciones, la de Ocho sistemas cubren cinco generaciones (73
ego, tres ascendentes y tres descendentes. por ciento), dos tienen cuatro (18 por ciento)
Categorías de Kroeber (6): generación, consan y el catawba siete (nueve por ciento).
guíneo/afín, lineal/colateral, sexo del hablan También se neutraliza la categoría lineal/
te, sexo del pariente y edad relativa dentro de colateral en diez sistemas (90 por ciento) que
una misma generación. designan con un mismo término tanto a pa
Clasificación tipológica: 444444 de acuerdo rientes lineales como a colaterales, situación
con los términos 1 al 7, 10 al 18 y 23. que se presenta en las generaciones +3, +2,
+1, Ø, -1 y -2, excepto en el catawba (nueve
• Tiene términos que designan a parien por ciento). Una neutralización más se realiza
tes pertenecientes a diferentes genera en nueve sistemas cuando con un término
ciones. consanguíneo nombran a parientes afines,
• La categoría sexo del hablante se expre esto representa 82 por ciento. Esta modalidad
sa solamente en los términos de algunos no se presenta en los sistemas catawba y biloxi
parientes afines. (18 por ciento).
• La categoría edad relativa se manifiesta Las líneas paterna y materna se encuen
en los lexemas de los hermanos. tran en los términos del tío y de la tía en siete
• Hay términos especiales para el herma sistemas (64 por ciento), excepto en cuatro (36
no y la hermana de la madre, así como por ciento); aparecen también en algunos tér
también para los hijos de la hermana y minos de primos cruzados y paralelos.
la hija del hermano. En cuanto a la categoría sexo de la persona
que da la relación de parentesco, aparece en
Todo lo anterior se puede resumir en lo si la terminología de los primos y los sobrinos.
guiente: La categoría sexo del pariente se neutrali
za en la generación -2 (nietos); en algunos
casos también ocurre en la generación Ø en
Las estructuras los términos de primos, cuñados y consuegros
y en la generación -1 en los lexemas de sobri
Se encuentran las siguientes categorías de nos, hijastros y yerno/nuera.
Kroeber: generación, consanguíneo/afín, li Las generaciones centrales, +1, Ø y -1 con
neal/colateral, sexo del hablante, sexo del centran la categoría sexo del hablante, pero
pariente, edad relativa dentro de una misma en el sistema catawba solamente aparece para
generación y sexo de la persona que da la re designar a algunos parientes afines.
lación de parentesco, exceptuando de esta úl La edad relativa dentro de una misma gene
tima los sistemas tútelo, ofo, biloxi y catawba. ración se localiza en la generación Ø para nom
La categoría condición de vida de la persona brar a hermanos, primos y hermanastros.
que relaciona no se documentó en ningún sis
tema. Resumiendo, en siete sistemas (64 por
ciento) aparecen las mismas siete categorías, La clasificación tipológica
en tres sistemas, seis (27 por ciento) y en un
sistema cinco (nueve por ciento). De acuerdo con la tipología propuesta, a con
Nueve sistemas nombran a parientes de tinuación se muestran los resultados obteni
diferentes generaciones con el mismo término dos:
(82 por ciento), es decir, neutralizan la cate
goría generación, lo que no sucede en los siste 14 Minnitaree (hidatsa) (222222)
mas de dakota blackfoot y ofo (18 por ciento). 14.1 Winnebagoe (252222)
43
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
44
Sistemas de parentesco indoamericanos
45
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Cuadro 1
46
Sistemas de parentesco indoamericanos
Cuadro 1 (Continuación)
47
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
Cuadro 1 (Continuación)
48
Sistemas de parentesco indoamericanos
Cuadro 1 (Continuación)
49
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
Cuadro 1 (Continuación)
50
Sistemas de parentesco indoamericanos
Cuadro 1 (Continuación)
51
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
Cuadro 1 (Continuación)
52
Sistemas de parentesco indoamericanos
Cuadro 1 (Continuación)
53
Cuadro 2
Sistemas Minnitaree Winnebagoe Mandan Crow Dakota Omahä Iowä Tútelo Ofo Biloxi Catawba
Minnitaree 0 6 6 14 12 6 7 3 1 0 4
Winnebagoe 6 0 7 8 9 10 11 3 2 1 12
Mandan 6 7 0 7 7 7 5 3 3 5 8
Crow 14 8 7 0 12 6 8 4 2 1 5
Dakota blackfoot 12 9 7 12 0 8 8 5 3 0 8
Omahä 6 10 7 6 8 0 14 3 1 0 8
Iowä 7 11 5 8 8 14 0 2 1 1 7
Tútelo 3 3 3 4 5 3 2 0 7 3 11
Ofo 1 2 3 2 3 1 1 7 0 2 5
Bilox 0 1 5 1 0 0 1 3 2 0 6
Catawba 4 12 8 5 8 8 7 11 5 6 0
Total 59 69 58 67 72 63 64 44 27 19 74
54
Cuadro 3
Sistemas términos cognados cognados forma y significado y significado pacial significado de significado
Minnitaree 23 22 1 0 1 13 8
Winnebagoe 33 30 3 0 0 21 9
Mandan 25 22 3 0 0 12 10
Crow 30 25 5 0 1 15 9
Dakota blackfoot 34 29 5 0 1 19 9
Omahä 31 30 1 3 2 18 7
Iowä 25 24 1 3 1 16 4
Tútelo 17 17 0 0 0 13 4
Ofo 10 10 0 0 0 8 2
Biloxi 20 14 6 0 0 8 6
Catawba 37 35 2 0 0 29 6
Total 285 258 27 6 6 172 74
Sistemas de parentesco indoamericanos
Figura 1
Siuxano
Siuxano
propiamente
catawba mandan crow minnitaree (hidatsa) dakota dhegiha chiwere winnibagoe tútelo biloxi ofo
(444444) (♂222222) (♂212222) (222222) (blackfoot (omahä (iowä (252222) (4444??) (121414 (44????)
(♀222211) (♀212211) 222222) 222222) 222222) 424444)
Mapa 1
A
222222
C
222222
D
B ♂ 222222 G
♂ 212222 ♀ 222211 252222
♀ 212211 F
E 222222 II Sistemas
222222
H A dakota blackfoot
I 4444?? B crow
I C minnitaree (hidatsa)
J 444444 D mandan
III E omahä
44????
F iowä
G winnebagoe
K H tútelo
121414 I catawba
424444 J ofo
K billoxi
Áreas culturales
I Llanuras
II Noreste
III Sureste
55
Rosa Elena Anzaldo Figueroa
56
El lenguaje del mar: la concha en las mantas
rituales representadas en dos códices
del altiplano: el Códice Tudela
y el Códice Magliabechi
Las mantas representadas en los documentos mo el ixtle y el izote. Para el teñido, se utilizaban
pintados nos dan una idea de la importancia de colorantes y tintes de origen animal, vegetal
la industria textil entre los pueblos antiguos o tierras. En la decoración se usaron piedras
de México. La tecnología había alcanzado un preciosas y semipreciosas, plumas, pelo de co
alto grado de desarrollo en esta industria; las nejo y conchas.
evidencias arqueológicas, cuando éstas han Las mantas eran prendas de vestir, de uso
sido recuperadas, nos hablan de por lo menos generalizado entre la elite, el sacerdocio o
19 técnicas distintas de tejido conocidas du la gente común. Tenían, además, otras fun
rante el clásico y el posclásico. ciones: eran cobertores, tapetes, tapices o tela
El tejido es la forma en la que se entrelazan de la que se hacía ropa o se envolvían cosas.
la trama y la urdimbre, que puede tener distin Tenían diferentes tamaños, eran desde muy an
tas maneras y formas, lo que da lugar a dife gostas hasta anchas y largas. Las mantas más
rentes aspectos de la tela dándole una calidad corrientes se hacían de fibra de maguey, lla
y textura distintas.1 mada ixtle, o de fibra de henequén, pero las
Las técnicas de tejido hasta hoy conocidas mantas de los señores y sacerdotes eran de
por las escasas muestras que nos han llegado algodón, que se llevaba de las tierras calientes
—debido a las condiciones climáticas que hacia el altiplano central por comercio o tri
destruyen las evidencias arqueológicas— son:2 buto.3
la tapicería, el estampado, el bordado, el bro Eran de fibra blanda, blancas, acolchadas,
cado, el confite, la gasa, el enlazado, la sarga, medio colchadas, labradas o pintadas. Con cene
la tela doble, el plumario, el trabajo de red, la fas amarillas, coloradas, aceitunadas, veteadas
acolchada, la tintura con reserva, el batik, el con negro y blanco, listadas de anaranjado,
plangi y el ikat. enrejadas o bien con multitud de figuras. Las
Los materiales usados en la industria textil mantas tenían nombres específicos dependien
para el tejido eran el algodón y fibras duras co do de quien las usara, para qué y en qué oca
sión. Tilmatli y tlapatli se llamaban a las de
uso general, quachtli a la manta grande de al
* Dirección de Etnohistoria-inah.
1
Luz María Mohar Betancourt, La escritura en el
México antiguo, México, Plaza y Valdés, 1990, tomo I, 3
Códice Tudela, José de Tudela de la Orden (edición
pp. 291-293. y estudio), Madrid, Cultura Hispánica del Instituto de
2
Ibidem. Cooperación Iberoamericana, 1980, p. 150.
57
María de Lourdes Suárez Diez
godón, amaneahapantli a la que usaban los En este trabajo nos ocuparemos de la pri
nobles y tlapachihcáyotl a la manta de cama.4 mera parte, que es la que habla de las mantas
Por la gran cantidad de mantas menciona rituales.
das en las fuentes escritas y las dibujadas en El Códice Tudela, también conocido como
los códices parece ser que sirvieron como mo Códice del Museo, es un libro de 21 por 15.4
neda y como pago de servicios o bien como centímetros, encuadernado en cartón, forra
tributo. Además, existieron una serie de man do de pergamino en sus dos tapas. Está hecho
tas rituales usadas para cada una de sus fiestas, de papel de hilo de algodón con filigranas y
de las cuales nos dan una buena información consta de 118 folios con el número en la par
los llamados códices fraternos: el Tudela y el te superior derecha del recto de los folios. For
Magliabechi. ma parte del Grupo Magliabechiano y por la
El Códice Magliabechi es un manuscrito pe similitud con éste ambos han sido llamados có
queño, hecho sobre papel europeo que mide dices fraternos.8
16 centímetros de alto por 22 de ancho. Di El Códice Tudela se divide en nueve partes:
bujado probablemente a mediados del siglo
• Fiestas de los meses.
xvi y, según Boone, copiado de un documen
• Dioses del pulque.
to anterior, llamado “prototipo”, el cual no se
• Sortilegios, ofrendas y sacrificios.
conoce. Consta de 92 folios, la mayoría con
• Ritos funerarios.
textos explicativos en español.5
• Ofrendas, sacrificios, costumbres y plan
El códice pertenece a un grupo de ocho
tas mágicas.
documentos: el Códice Ixtlilxóchitl, las Viñetas
• Costumbres de los Yopes.
de Herrera, las Crónicas de Cervantes de Salazar,
• Cuenta de los años.
las Fiestas de los Indios, el Prototipo, el Códice
• Mantas jerárquicas.
Tudela y el Códice Magliabechi, conocidos como
• Tonalámatl con la cuenta de los días.9
el Grupo Magliabechiano, precisamente por el
nombre de este último.6 Al igual que en el códice fraterno, aquí sólo
Fue pintado por dos diferentes artistas, uno nos ocuparemos de la octava parte que es la
más cuidadoso y más preciso que el otro. El que corresponde a nuestro objeto de estudio.
texto castellano fue agregado posteriormente. Hay muchas similitudes entre ambos docu
El códice esta dividido en seis partes: mentos; sin embargo, hay algunas diferencias
que es necesario señalar.
• Mantas rituales. El Códice Magliabechi tiene 76 folios, mien
• La cuenta de los veinte días. tras que el del Museo tiene 118, por lo que este
• El ciclo de 52 años. último es mucho más extenso que el primero.
• Las 18 fiestas de los meses y las dos fies El Magliabechi es más perfecto, las figuras son
tas móviles. de mayor tamaño, sus dibujos muy detallados,
• Dioses del pulque y divinidades relacio tiene una incipiente perspectiva y un mejor
nadas. colorido. Ambos siguen la tradición precorte
• Miscelánea de dioses, ritos y costum siana, es decir, son pictóricos y los textos escri
bres.7 tos son meras aclaraciones de lo representado
gráficamente. Los dos documentos dedican
4
Ibidem. una sección especial de su contenido a las man
5
Elizabeth Hill Boone, The Codex Magliabechiano tas jerárquicas de los nahuas.
and the Lost Prototype of the Magliabechiano Group, Ber
keley, University of California Press, 1983, pp. 17-18.
6
Boone, op. cit., p. 7. Códice Tudela, op. cit., pp. 19-26.
8
7
Ibidem. Códice Tudela, op. cit., pp. 25-26.
9
58
El lenguaje del mar: la concha en las mantas rituales
Bezote
Ehecacózcatl
Lámina 1a.
Caracol cortado
Anáhuatl Se llama bezote al ornamento que se colo
Yacametztli ca sobre el labio o sobre la parte inferior de
Anáhuatl nuevamente éste perforándolo. Se trata de una barra del
Bezote nuevamente gada cilíndrica y curva en forma de gancho,
Anáhuatl y bezote juntos en el mismo adorno uno de cuyos extremos termina en punta mien
Epcololli tras que el otro está rematado por un tope de
Cuentas- discos forma rectangular con la parte superior abier
Pendientes de caracol Oliva ta hacia los lados, dispuesta transversalmente
Pectoral Xopilcózcatl al eje longitudinal del elemento y que en algu
nos casos es de otro material; en nuestros códi
Bezote, dibujado en la manta llamada “del ces este tope parece ser de oro por el color
diablo” en la parte derecha-abajo del folio 3 amarillo que presenta. Puesto que no conser
recto del Magliabechi10 y derecha-media del 85 va la forma natural del espécimen biológico
verso del Tudela11 (láminas 1 y 1a). del que proviene, es muy difícil identificar el
molusco a partir del que fue manufacturado.
Códice Magliabechi, op. cit., f. 3r.
10 Son pocos los bezotes recuperados en los con
Códice Tudela, op. cit., f. 85r.
11
textos arqueológicos, no obstante, contamos
59
María de Lourdes Suárez Diez
60
El lenguaje del mar: la concha en las mantas rituales
Lámina 3.
Lámina 4.
desgaste se le corta un círculo cercano a la cha-media del 86 verso del Tudela22 (láminas
charnela y en el centro se cala otro círculo me 5 y 5a).
nor dejando el hueco. A veces la cara anterior La nariguera es un elemento que se coloca
se decora con dos líneas concéntricas esgra justo debajo de la nariz con la idea de deco
fiadas. La mayoría de los anáhuatl trabajados rarla. La nariguera puede suspenderse y en
por esta técnica son nacarados, procedentes de este caso la nariz debe estar perforada previa
la Pinctada mazatlánica, especie característica mente, o bien utilizar un elemento que atra
del Pacífico, cerca del Mar de Cortés. Por lo viese la aleta o el alveolo de la nariz de cuyos
menos de esta especie provienen los encon extremos se suspende, generalmente de la
trados en el Templo Mayor.20 parte media de ésta, muchas veces abarcando
Nariguera Yacametztli, dibujada en la manta hasta la boca.23
llamada de conejo, en la parte izquierda-arri Por lo general, las narigueras se logran me
ba del folio 4 verso del Magliabechi21 y dere diante las técnicas de percusión y desgaste.
61
María de Lourdes Suárez Diez
Lámina 5. Lámina 6.
Ibidem.
24
Velázquez Castro, op. cit., pp. 94-96.
25
62
El lenguaje del mar: la concha en las mantas rituales
Lámina 7. Lámina 8.
da-arriba del folio 5 recto del Magliabechi26 e izquierda-arriba del folio 6 recto del Maglia
izquierda-arriba del 86 verso del Tudela.27 El bechi30 e izquierda-media del 87 verso del Tu
anáhuatl en esta manta se encuentra envuelto dela.31 En esta manta el bezote, que esta vez
por una cinta roja en la parte superior y sobre no es de concha, aparece arriba del anáhuatl
tres rayas negras y dos blancas que se alternan en el Magliabechi y abajo en el Tudela (láminas
(láminas 6 y 6a). 8 y 8a).
Bezote, elemento dibujado nuevamente en Cuentas-discos dibujadas en la manta llama
la manta llamada del bezote del diablo en la par da del sol negro en la parte izquierda-arriba del
te derecha-abajo del folio 5 verso del Maglia folio 6 verso del Magliabechi32 e izquierda-arri
bechi28 y derecha-abajo del 87 recto del Tudela29 ba del 88 recto del Tudela33 (láminas 9 y 9a).
(láminas 7 y 7a). Para clasificar un objeto como cuenta, éste
Anáhuatl, dibujado nuevamente con la cin debe llenar tres condiciones: presentar una
ta roja en la manta de Tezcatlipoca en la parte perforación que la atraviese completamente,
26
Códice Magliabechi, op. cit., f. 5r. 30
Códice Magliabechi, op. cit., f. 6r.
27
Códice Tudela, op. cit., f. 86r. 31
Códice Tudela, op. cit., f. 87r.
28
Códice Magliabechi, op. cit., f. 5v. 32
Códice Magliabechi, op. cit., f. 6v.
29
Códice Tudela, op. cit., f. 87r. 33
Códice Tudela, op. cit., f. 88r.
63
María de Lourdes Suárez Diez
64
El lenguaje del mar: la concha en las mantas rituales
Lámina 10.
Lámina 11.
hechos del gasterópodo Oliva, con la base del podos grandes y pesados y se presentan solos
caracol hacia afuera y la espira tocando el agua. o formando parte de otro adorno en el que se
Los caracoles se alternan con cuentas-discos combinan cuentas y pendientes, pero en todos
que igualmente rematan la corriente. los casos el pectoral es el elemento más impor
Pectoral Xopilcózcatl, dibujado sobre la man tante.43
ta llamada de óyotl con su cordel en la parte de El pectoral que con mayor frecuencia usan
recha-abajo del folio 8 recto del Magliabechi,42 los dioses centzontotochtin es el xopilcózcatl. Este
que en el Tudela no aparece (lámina 12). tipo de pectoral, generalmente está hecho de
Los pectorales son elementos decorativos un caracol grande, tal vez de un Strombus, un
que presentan una o varias perforaciones excén Busycon o una Fasciolaria, al que se le hacen
tricas, de las cuales se suspenden a la altura dos cortes longitudinales y oblicuos, que le
del pecho o bien cuentan con áreas caladas dan la forma de la huella de un pie como lo
o recortadas por donde se introducen cintas o indica su nombre náhuatl. La parte más angos
cordeles por medio de los cuales se ata el pec ta del pectoral es puntiaguda ya que corres
toral al cuello del que lo porta. El pectoral se ponde a la base del caracol. El objeto es oval
usa a la altura del pecho, del que toma su nom y hueco, pues el caracol del que procede se
bre. Están hechos de pelecípodos o gasteró ha vaciado mediante las técnicas de percusión
65
María de Lourdes Suárez Diez
66
El lenguaje del mar: la concha en las mantas rituales
divino. Son símbolos lunares por excelencia, concha en códices de tradición náhuatl, el
del viento que barre los caminos divinos, del Códice Borbónico y la Matrícula de tributos”, en
sacrifico ritual al Sol, de la danza, la alegría, Primer Coloquio de Documentos Pictográ
el juego y la embriaguez sagrados. ficos de Tradición Náhuatl, México, unam.
, 1992. “El material conquiológico en
el Códice Magliabechi”, en Apuntes de Etnohis
Bibliografía toria II, México, inah (Cuadernos de Tra
bajo 5).
Boone, Elizabeth Hill, 1983. The Codex Maglia , 1993. “Algunas implicaciones reli
bechiano and the Prototype of the Magliabechia giosas del material conquiológico”, en II
no Group, Berkeley, University of California Coloquio de Historia de las Religiones en
Press. Mesoamérica y Áreas Afines, México, iia-
Codice Magliabechi, 1903. Edición facsimilar unam.
y traducción de Zelia Nuttal, Berkeley, Uni , 2001. “Los moluscos en el Tonalá
versity of California Press. matl de Aubin”, en Yólotl González Torres
Códice Tudela, 1980. Recopilado y estudiado (coord.), Animales y plantas en la cosmovisión
por José Tudela de la Orden, Madrid, Edi mesoamericana, México, cnca/inah.
ciones Cultura Hispánica del Instituto de , 2001. “El uso de la concha en la cul
Cooperación Iberoamericana. tura mexica y sus implicaciones religiosas e
Mohar Betancourt, Luz María, 1990. La es ideológicas”, tesis doctoral, México, unam.
critura en el México antiguo, México, Plaza , 2002. Tipología de los objetos prehispá
y Valdés. nicos de concha, México, inah/Miguel Án
Suárez Diez, Lourdes, 1989a. Conchas prehis gel Porrúa.
pánicas de México, Oxford, GB, BAR Inter Velázquez Castro, Adrián, 1999. La tipolo
national (Serie 514). gía de los objetos de concha del Templo Mayor
, 1989b. “Presencia de los objetos de de Tenochtitlan, México, inah.
67
Guerra florida
Luis Barjau*
La más vieja idea mesoamericana, mítica y percatan del embarazo de su madre y deciden
fundadora, que conocimos hasta en sus últi matarla.
mos detalles, sobre todo en la historiografía ¿Cuál habría de ser la razón fundadora de
hispánica referida a los mexicas, fue sin duda este mito que empuja a los hijos de Coatlicue
alguna la de que existe una lucha entre la luz hacia una reacción del género? ¿Protegían la
y las tinieblas. legitimidad de la progenie? ¿Legitimidad ne
Hoy, esto es algo muy discutido en la antro cesaria a la herencia de bienes y cargos? La et
pología mexicana. Pero no por completo, aún nohistoria contemporánea aún no tiene una
podemos reconsiderar el asunto. respuesta sobre el asunto.
Huitzilopochtli, dios solar y de la guerra, El caso es que Coatlicue se salva gracias al
es una consecuencia directa de la deidad tu hijo que trae en las entrañas, quien al nacer
telar de los peregrinos nahuas, Mecitin, “lie decapita a su hermana Coyolxauhqui y hace
bre del maguey”, una deidad vegetal (como huir a los centzonhuitznahua. De esta manera
las más antiguas del mundo, según Frazer1), la pugna queda establecida: la emergencia del
que guió a las tribus nahuatlacas rumbo a su sol al alba, de la tierra que es Coatlicue, des
asentamiento final en el valle de México. aparece a la luna y retira a las estrellas. Luz
Pero Mecitin no era un dios pugnaz, ni con contra oscuridad. Éste es el principio central,
una clara relación cósmica, antes bien es de la noción o el filosofema, que no la filosofía,
la vegetación y de la ebriedad, como el Dio de la religiosidad en el altiplano central: el
nisos griego. Huitzilopochtli, en cambio, im mundo como consecuencia de una lucha.
plica directamente una concepción cósmica Tan caras a los mexicas eran estas ideas, que
y es también una deidad de la guerra. Recor en el Templo Mayor estaban representadas
demos: nace de Coatlicue que barriendo el simbólicamente: al pie de la gran pirámide
templo queda encinta por una bola de plumas donde imperaba Huitzilopochtli, el salvador
que ella misma guarda en su seno. Sus prime de su madre, la tierra, se encontró la escultu
ros hijos habían sido Coyolxauhqui, la luna, y ra de Coyolxauhqui decapitada y desmembra
los centzonhuitznahua o innumerables suria da como simulación del efecto de su caída:
nos, esto es, las estrellas. Estos celosos hijos se la luz (el sol) vencía de nuevo a las tinieblas (la
luna). De la misma manera es sorprendente
* Dirección de Estudios Históricos, inah. observar que en las profecías indígenas sobre
1
La rama dorada, México, fce, 1969. la llegada de los españoles, un episodio céle
69
Luis Barjau
70
Guerra florida
fiesto cuándo y cómo se prefiguró el sentido cnca (Cien de México), 1998, p. 213.
71
Luis Barjau
Conviene recordar aquí, citando a Alfonso Un evento posterior, esta vez consignado
Caso,5 que si el islote fue para el mexica el te por el dominico fray Diego Durán,7 represen
rritorio del sol (de su deidad tutelar), el lago ta la explicación historiográfica de la institu
de donde emergía dicho islote fue a su vez con cionalización de la “guerra florida”. Cuando
siderado como la luna y llamado Meztliapan. es designado tlatoani (los cronistas indígenas
El sol como águila, Huitzilopochtli, se posa en dicen “cuando se alzó, se enseñoreó”, lo que
la isla que está en la luna, el tigre, Tezcatli resulta de mayor exactitud) Moctezuma, el Vie
poca. De allí que después, las dos grandes fa jo (Huehue Moteuczoma Ilhuicamina Chal
langes militares de los mexicas fueran las de chiuhtlatónac Quetzaltecólotl) y esto ocurrió
guerreros águilas y tigres: soles y lunas. Esta según Chimalpahin8 en 1441, a la muerte de
dualidad se expandía también en múltiples Izcóatl. Nezahualcóyotl, el rey sabio de Tex
sentidos y así, si los tenochcas eran solares, coco, le hace una visita. Ésta si bien fue de
los tlatelolcas eran lunares. cortesía, pronto reveló tener, sobre todo, un
significado de sumisión. He aquí nada menos
Las dos ciudades fundadas en la misma isla que la argumentación del propio texcocano
se vincularon a conceptos: Tenochtitlan se y la negociación que a raíz de ello se suscitó.
identificó con el águila considerada un ave
solar diurna y, por el contrario, se relacionó
a Tlatelolco con la luna y el ocelote, un animal A lo que soy, señor, venido es a poner delan
nocturno.6 te de tus ojos la miseria y la aflicción de
aquella tu provincia de Tezcuco; levántala
con favor de tu grandeza [...].9
A este punto, la guerra florida es el prole
gómeno de la guerra en sí. Es una tentativa
de dominación. Y empieza con la captura de Lo ocurrido a continuación sorprende por
un extranjero. su brillantez política, su singularidad y su
Chichilcuauhtli, el colhua, funge aquí como rareza.
las tinieblas, como la luna y las estrellas, que
dan fundamento al suelo de los mexicas y al Has de saber, señor [continúa Nezahualcóyo
altar de su deidad principal. Debe, pues, ser tl], que todos aquellos tus vasallos, así princi
pales como gente común, se somete debajo de
tomado, sacrificado, para que la luz se nutra de
tu sombra [...] los cuales son como plumas
su corazón y de su sangre. Pero es el colhua, de tus alas y de plumajes de tu cabeza. Éstos
el inmediato vecino de los recién establecidos y los que gatean y están en las cunas, que aún
mexicas. Es el otro, la otra parte del mundo, no sienten, ni oyen, ni conocen, ni entienden,
que es necesario someter. ni tienen manos para su defensa, ni pies para
huir de la ira de los mexicanos.10
5
El pueblo del sol, México, fce, 1981, p.118.
6
La ordenanza del señor Cuauhtémoc, estudio preliminar
de Perla Valle, paleografía de Rafael Tena, México, Go Aquí ya se puede ver que todos los episo
bierno del d.f., 2000, p. 46. Cuando Cuauhtémoc, quien dios previos de carácter militar y que hubie
habría asumido el título de gran señor de Tlatelolco ran sido emprendidos por los mexicas tienen
(p.112) guerrea contra los españoles, ya existe franca
mente un proceso de decadencia que está expresado un valor determinante para la sumisión de otros
en la confusión de los principios teológicos de la reli pueblos. Del mismo modo que tendría un va
giosidad del altiplano, porque primero se está oponien
do a un grupo, los españoles, a quienes los principales 7
Historia de las Indias de Nueva España, tomo II,
mexicas habían asignado un papel lunar, como el de México, Porrúa, 1967, pp. 128-129.
los propios tlatelolcas, y segundo porque como falange 8
Las ocho relaciones y el memorial de Colhuacan, op.
lunar e investido con emblema de los jaguares, asume cit., p. 251.
la defensa de la solar Tenochtitlan. Una mistificación 9
Durán, op. cit., p. 126.
creada en el momento mismo de la conquista. 10
Ibidem, p. 127.
72
Guerra florida
lor determinante un siglo después, la acción intromisión advenediza frente a los culhuas, a
de los españoles tanto en Potonchán, como des quienes suplicaran en el pasado benevolencia
pués en Centla, a oídos y a juicio del segundo y un espacio para vivir a cambio de su apoyo
Moctezuma. Pero esto es una digresión. incondicional en la guerra contra los xochimil
“Conozco que la furia de los mexicanos es cas, implicaba un inexorable reto de guerra, en
insaciable en herir y matar”, diría en su visita donde sólo la sumisión de los demás, reglamen
de sumisión el rey de Texcoco. tada bajo el sistema tributario, era condición
para la convivencia. Por ello se habla de “tre
Saca la gente de debajo de la tierra [había una gua” en situaciones como ésta de los texcoca
estrategia militar que consistía en camuflar nos, en donde no existía un conflicto directo
enterrados algunos guerreros en el propio y previo con ellos. Que no creyeran, pues, los
campo de batalla], es vengativo e insaciable
[...]. Por tanto te ruego que nos recibas por demás que con hacer “treguas” bastaría para
hijos y por siervos sin guerra, ni contienda que los mexicas se quedaran “sin provecho y
[...].11 autoridad”. El provecho era el tributo; la au
toridad, la sumisión política completa de los
El tlatoani mexica no dio una respuesta demás.
inmediata al texcocano, sino que le informó Aquí viene el ardid militar y político ins
cómo debía esperar, aposentado ricamente en trumentado por Tlacaélel, que sería el factor
sus dominios, hasta que consultara el asunto que, aunado a la mística interpretativa de la
con sus principales. Y éstos, al escuchar la co batalla cósmica entre el sol y la luna, fundaría
municación no hacen sino dejar el asunto en la modalidad militar de la “guerra florida”.
manos de Tlacaélel, esa especie de rey sin co
rona de los mexicas, o de máximo consultor Que las demás provincias, oigan que hemos
vencido a la de Tezcuco, tan grande y larga.
en los asuntos de Estado, para que decidiera
Que salgan a nosotros en campo todas las más
sobre la situación. gentes que pudieren, y nosotros saldremos a
La respuesta de Tlacaélel, a más que admi ellos en el llano de Chicnauhtla o de Chiquius
rable, encierra un contenido digno de ser con tepec, lugares de la dicha provincia, y eche
siderado con mucho cuidado y es necesario mos fama que nos han desafiado.13
transcribirla á la lettre:
Es esto lo que propone Tlacaélel a Neza
Poderoso señor, todos aceptamos la paz y con hualcóyotl como acuerdo militar, como razón
cordia y somos contentos de que se hagan las de Estado, como pacto y secreto imperial; era
treguas, pero sean con una condición de que muy claro que el carácter mismo de la sumi
no perdamos de nuestra autoridad y derecho.
No piensen las naciones de esta tierra, que sión texcocana implicaría una negociación ven
nosotros, acobardados y temerosos, hemos tajosa si la comparamos con el sometimiento
procurado estas treguas y quieran todas las de otras grandes áreas del territorio mesoame
ciudades, cercanas y lejanas, cumplir con no ricano.
sotros con hacer treguas y que nos quedemos El resto del artilugio pone de relieve un mo
sin provecho y autoridad.12 delo de transacción, un secreto de Estado en
virtud del cual se redefine la hegemonía de la
Quedaba en claro todo: la presencia mexi clase de los principales frente al pueblo bajo,
ca en el valle de Anáhuac, lejos de implicar al en una escala degradada que establece dife
guna convivencia pacífica, a pesar de su propia rencias regionales entre las obligaciones y
el peso del trabajo para diferentes estratos del
Ibidem, loc. cit.
11
73
Luis Barjau
grupo de los macehuales. A discreción de los cialidades. Lo mismo en las ceremonias del
señores principales. El acuerdo implica un se Tlacaxipehualiztli a Tótec y a Huitzilopochtli.
creto, inclusive aparte de Nezahualcóyotl y su Ritualmente había una simulación de pelea
séquito, lo mismo que la elite de los escogidos entre los disfrazados con las pieles de los sa
principales mexicas que participaban, nadie crificados. De la misma manera que había una
más habría de enterarse de dichas disposicio invitación ritual a pelear entre guerreros Águi
nes. Continúa Tlacaélel: la y Tigre. Todo ello representado en danzas
con muy ricos atavíos. Los sacerdotes y prin
Y allí, así de una parte, como de otra, hare cipales viejos bebían pulque con una caña
mos muestras de combatirnos, y, a los prime sorbiéndolo de grandes recipientes. Se supo
ros reencuentros, vuelvan las espaldas hacia nía que los dioses bebían sangre. Entraban a la
su ciudad, y seguirlos hemos, sin herir ni ma
tar a ninguno, fingiendo que los prendemos, danza, primero “muy contritos, muy humildes”,
siguiéndolos hasta Tecciztlan, y de allí llega dice Sahagún, los soldados viejos, después los
remos en su seguimiento, solos los capitanes bisoños y los tirones, que eran novicios en la
y señores, hasta Totoltzinco. Y allí podrá el guerra, las matronas y las mujeres públicas.
rey de Tezcoco pegar fuego a su templo, y lue Era el tiempo del Tetzompac, “lo que alegra
go cesaremos. Y quedará nuestra fama y hon a la gente”. El pellejo del victimado pertene
ra sin mácula ninguna, y ellos sin lesión ni cía a quien lo hubiera atrapado en la “guerra
enojo, y los macehuales, sujetos a nos servir
cuando los hubiéremos menester, y las demás florida”, éste se ostentaba como un valiente de
provincias, y ciudades, temerosas y asombra guerra y por ello en el patio de su casa erigía
das con la fama de haber destruido a Tezcu un madero alto a cuya punta izaba el fémur de
co y su provincia.14 su prisionero, cuya carne había comido, y lo
adornaba con papeles. Los mexicas disimula
Así, estamos ante una guerra fingida, la ban para que los espectadores dijesen en sus
“guerra florida”. Un acuerdo político entre tierras lo que pasaba a los cautivos. Culminaba
la nobleza que recae sobre los hombros de los la fiesta con la presencia de Moctezuma, Ca
macehuales. Un acuerdo político también que cama de Texcoco y Tetlepanquetzal de Tacu
va aumentando la carga más y más sobre los ba, los tlatoque de la Triple Alianza, ante el
macehuales de los pueblos que se alejan más asombro de “los enemigos”, los principales de
del centro hegemónico de Anáhuac. Huejotzingo, Tlaxcala, Nonoalco, Cempoala,
La simulación y el trucaje, un valor teatral que presenciaban disimuladamente las cere
mexica, que por cierto estaba muy lejos del monias.15
ideal de los principios éticos que proponía Dice Krickeberg, abundando sobre la tra
el judeocristianismo para Occidente, invadía dición interpretativa de que la carne y sangre
no sólo la escena del campo de batalla, sino del sacrificado eran alimento del Dios, que
también el de la negociación política y, ade
más, con la fuerza espiritual con que imprime [...] el sol cercano a la tierra [Tlalchitonatiuh],
la religiosidad, el rito sacrificial que en los tem en su viaje nocturno por el inframundo, su
fría el mismo destino que los muertos: conver
plos se hacía para loar a los dioses.
tirse en esqueleto. Sólo vuelve a encarnarse
Sahagún reporta que en los festejos en ho con alimento de sangre y corazón.16
nor a Huitzilopochtli y Painal, en el Tlaxo
chimaco y en el Panquetzaliztli, la undécima
fiesta movible para deidades de la guerra, se
15
Bernardino de Sahagún, Historia general de las
orquestaban ritualmente la guerra de dos par
cosas de la Nueva España, México, Porrúa, 1975, pp.
31-127.
14
Ibidem, loc. cit., parágrafo 19. 16
Krickeberg, op. cit., p. 158.
74
Guerra florida
Y así acepta que la “guerra florida” fue un Moctezuma aprovechó para prevenirse con
“recurso inaudito en la historia de la humani otro ejército agregado e integrado por mucha
dad” que tuvo que haberse convertido en algo chos desde doce años, que habrían de arre
forzoso en la medida en que no se podía ob meter después del primer golpe que diera el
tener más víctimas por medio de conquistas, ejército mexica. Vencen en el primer enfren
y que así se convirtió en combates periódicos tamiento, toman los primeros 500 prisio
en un campo de batalla que estaba rigurosa neros.20
mente trazado, para que “los contrincantes se La guerra contra Chalco duró trece años,
pudieran garantizar, mutuamente, la invio según indica Durán, al cabo de los cuales Moc
labilidad de su territorio y soberanía”.17 Esto tezuma ordena que se repartan las tierras de
dice el arqueólogo alemán, pero ahora anali los vencidos entre los principales mexicas.21
zamos otras causas del fenómeno. La versión del historiador indígena, des
Por último, la información existente en las cendiente de los principales chalcas, precisa
crónicas sobre la guerra contra Chalco, acaba mente Chimalpahin, dio otra versión de los
de ilustrar la vertiente militar, con sus proto hechos, asegurando que la guerra comenzada
colos, en la explicación del fenómeno, llama en 1446 tuvo una duración de 20 años. Y que
do en náhuatl, la xochiyaoyotl.18 Después de la la embajada mexica que planteó las peticiones,
sumisión de Texcoco sobrevino la expansión compuesta por cuatro principales, había de
de lo que habría de ser el “imperio” tenochca. mandado no una piedra sino maderos gran
Moctezuma, el Viejo, seis años después de ha des, vigas y tablas, para techar el templo de
ber subido al trono y aprovechando una ham Huitzilopochtli.22
bruna por plaga de chapulines que en 1446 Pero a esas alturas los mexicas gozaban ya
asolara a los chalcas,19 decide pedir a Cuau de fama de invencibles. El propio historiador
téotl, señor de Chalco, una gran piedra para chalca refiere muchos antecedentes del con
ser labrada en honor de Huitzilopochtli. Es flicto en Chalco y en otros señoríos, a pesar
conveniente recordar aquí que menos de cien de que hasta el 1946 juzgara a los chalcas co
años después, cuando Moctezuma Xocoyotzin mo iguales y libres ante el tenochca.
se convulsionara por las profecías de la llega En 1351, “cuando los [mexicas] ataron por
da de extraños, pide también a los chalcas, primera vez sus años”, en la isla, los pueblos
rememorando aquel evento dominador de su de los alrededores acudieron a ellos y de allí
antepasado en el trono, una piedra aún de ma tomaron el fuego nuevo,23 seña inconfundible
yores dimensiones, para ofrenda propiciatoria del liderazgo que se perfilaba.
a la misma deidad. Asimismo es conveniente En 1376, cuando se enseñoreara Acamapich
notar que a la llegada de los españoles al valle tli, “llegó la guerra florida a Chalco Atenco y
de Anáhuac los chalcas se convertirían en sus duró ocho años. En esos tiempos, de ambas
aliados. partes se liberaban a los principales captura
Pero la primera petición había desatado dos, pues sólo los macehuales eran sacrifi
la guerra. Los chalcas pidieron tregua de cin cados”.24 En 1407 hay otra disputa con otros
co días, antes de su fiesta a Camaxtle (deidad señoríos, pues hay funcionarios tlailotlacas de
lunar equivalente a Tezcatlipoca), tiempo que Tlaelpan que están encargados de las trojes.
Para 1410, todavía los tlatoque de Cholollan,
17
Ibidem, p. 155.
18
Xóchitl, flor, yaoyotl, de iautl, enemigo de ambas 20
Durán, op. cit., II, pp. 133-143.
partes y el abstracto yotl, para decir el ser de la cosa: 21
Ibidem, p. 151.
el ser de la guerra de la flor. Horacio Carochi, Arte de 22
Op. cit., p. 253.
la lengua mexicana, facsímil, México, unam, p. 52. 23
Chimalpahin, Las ocho relaciones..., op. cit., p. 22.
19
Chimalpahin, op. cit., p. 253. 24
Ibidem, p. 227.
75
Luis Barjau
76
Guerra florida
Chimalpahin, Domingo, 1998. Las ocho rela témoc, estudio preliminar de Perla Valle, pa
ciones y el memorial de Culhuacan, paleogra leografía de Rafael Tena, México, Gobierno
fía y traducción de Rafael Tena, México, del Distrito Federal,
cnca (Cien de México), tomo I. León-Portilla, Miguel, 1984. Visión de los ven
Frazer, James George, 1969. La rama dorada, cidos. Relaciones indígenas de la conquista,
México, fce. México, unam.
Krickeberg, Walter, 1985. Las antiguas cultu Sahagún, fray Bernardino de, 1982. Historia
ras mexicanas, México, fce. general de las cosas de Nueva España, México,
, 2000. La ordenanza del Señor Cuauh Porrúa.
77
Laboreo en las minas de Nueva Galicia
79
Celia Islas Jiménez
Mapa 1
Zonas de depósitos de plata en la zona metalurgista del occidente de México
SINALOA
NAYARIT
JALISCO
CIUDAD DE
MÉXICO
MICHOACÁN
MÉXICO
COLIMA
GUERRERO
N
mezclados entre ellos mestizos, mulatos y par traste, los empresarios criollos y españoles, al
dos, éstos se integraron al trabajo en las minas igual que las autoridades reales y virreinales,
como nuevos grupos coloniales. gozaron de las riquezas que les proporciona
La producción minera de Nueva Galicia ron los yacimientos metalíferos.
prontamente fue afectada por la falta de ope Las primeras explotaciones mineras se rea
rarios en las minas, ante la progresiva dismi lizaron con una técnica rudimentaria y empíri
nución de los indígenas, quienes sufrían por ca, y la mayor parte del laboreo era manual. El
la propia naturaleza del trabajo minero y de las método que se utilizaba para separar la plata
jornadas laborales agotadoras que les causa de otros materiales era el de fundición, que se
ban enfermedades y aun la muerte. En con reservaba a los metales argentíferos de alta ley
80
Laboreo en las minas de Nueva Galicia
o de grandes contenidos de plomo; este mé naba esta tierra en un gran patio, se le echa
todo utilizaba demasiada madera para man ba agua hasta convertirla en una masa lodosa
tener los hornos trabajando, agotándose los y se le agregaba la sal, el magistral y, por últi
recursos forestales agregándose que no fun mo, con gran cuidado se le agregaba el azogue
cionaba en minerales de baja ley, aunque las que después de muchos días se combinaba con
vetas fueran ricas, la plata obtenida era es la plata, luego se separaban éstos por destila
casa.2 Fausto de Elhuyar, en el siglo xviii, al ción y quedaba la plata pura. Para la faena de
referirse a las primeras explotaciones mine los ingenios era de singular importancia el agua
ras, expresaba lo siguiente: “La labor se efec de la lluvia que proporcionaba la energía para
tuaba a golpe de martillo, sin los instrumentos la molienda de los metales.5
y máquinas que en el día la hacen más fácil, En las minas y haciendas de beneficio, el
pronta y exacta...”.3 Durante los siglos colonia carácter manufacturero se caracterizó por
les estuvo presente la preocupación constante el control manual del trabajo de los operarios
por mejorar la tecnología, tanto en la extrac calificados de las minas y la subdivisión de las
ción como en el beneficio de la plata. tareas.6 Los indígenas sobresalieron en el esen
Una innovación tecnológica importante cial oficio de barretear y extraer los minerales
fue la introducida por el minero español Bar de la roca y tierra. Además, tenían gran habili
tolomé de Medina, del Real de Pachuca, quien dad para lavar y apartar la plata del azogue y
en 1555 implantó el método del beneficio de afinarla. En las minas de Nueva Galicia, Mota
la plata por amalgamación con azogue o mer y Escobar observó que los esclavos negros en
curio; dicho método también fue conocido fermaban al cavar dentro de las minas, por el
como “sistema de patio”, el cual revolucionó intenso frío y la humedad que había en ellas;
la técnica minera en la explotación de metales en cambio, los naturales eran más resistentes
preciosos, teniendo como ventajas principa por lo que el padre Mota afirmaba: “De aquí se
les la economía de combustible y el mejor apro sigue que sin indios no se puede sacar plata”.7
vechamiento de los metales argentíferos reacios Los reales de minas fueron centros econó
a ser transformados y de baja ley.4 micos que impulsaron el desarrollo de las re
El método de amalgamación exigió una es giones circundantes en donde surgieron las
tructura de producción compleja y una fuer producciones agrícola-ganaderas en forma
za de trabajo más capacitada; se fundaron las intensiva, formándose un gran mercado in
haciendas de beneficio de la plata, cuya fun terno. Se desarrollaron dentro del real y alre
ción era fundamental para la separación y dedor las actividades comerciales, artesanales
refinamiento de dicho metal. La hacienda de y de servicios.8 Existió una gran interdepen
beneficio constaba de varios edificios y de un dencia en el complejo agrominero, lo cual
gran galerón, en donde se efectuaban la la
bores de amalgamación; primero se trituraba
5
Celia Islas Jiménez, El Real de Tlalpujahua. Aspec-
tos de la minería novohispana, obra inédita, pp. 166-167.
la piedra con el metal y en los molinos de pi 6
Cuauhtémoc Velasco, “Los trabajadores mineros
sones y arrastre se realizaba la molienda hasta de Nueva España 1750-1810”, en La clase obrera en la
volverla un polvo muy fino, luego se amonto Historia de México, México, Siglo xxi/iis-unam, 1981,
p. 275.
7
Alonso de la Mota y Escobar, Descripción geográfi-
2
Enrique Semo, Historia del capitalismo en México. ca de los reinos de Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo
Los orígenes 1521-1763, México, Era, 1976, pp. 41-42. León, Guadalajara, Instituto Jalisciense de Antropolo
3
Fausto de Elhuyar, Indagaciones sobre la amoneda- gía e Historia, 1966, pp. 150-151.
ción en la Nueva España, México, Miguel Ángel Porrúa, 8
Ángel Palerm, “Sobre la formación del sistema
1979, p. 9. colonial: apuntes para un discusión”, en Ensayos sobre
4
Diego López Rosado, Curso de historia económica el desarrollo económico de México y América Latina (1500-
de México, México, unam, 1973, pp. 90-92. 1975), México, fce, 1979, p. 18.
81
Celia Islas Jiménez
82
Laboreo en las minas de Nueva Galicia
Las condiciones de trabajo dentro de las rios y prestaciones personales diferente para
minas y en las haciendas de beneficio afectó cada grupo étnico y social. El proceso pro
a los operarios en su salud e integridad física ductivo estaba organizado con gran disciplina
y social. La rudeza del laboreo minero era de y una división de labores muy avanzada que
grandes proporciones: con un peligro cons les permitió a los trabajadores mineros ad
tante de derrumbes, inhalando sustancias tóxi quirir una especialización en sus respectivos
cas, con temperaturas extremosas e inundación oficios.19 Se observa una correlación entre
de los tiros y socavones, además de un horario la organización jerárquica de la sociedad y la
agotador. En el beneficio de la plata, al tritu del trabajo, ya que cada grupo étnico poseía,
rar el mineral, absorbían e inhalaban polvos y según el rango ocupado, un diferente grado
sustancias que los enfermaban de gravedad.16 de libertad de movimiento, además del orden
El régimen del trabajo colonial fue diferen establecido según sus tareas y los ingresos per
te en sus métodos y finalidades al realizado cibidos.20 El poder económico y las relaciones
por lo naturales en la época prehispánica, así sociales, así como la etnia y el color de la piel,
como las condiciones materiales y los riesgos determinaba el lugar que se ocupaba en la so
a que se exponían diariamente. Solórzano y ciedad colonial y el grado de libertad que se
Pereyra advertía que si se les continuaba ex tenía en ella.21 Una observación de la época
plotando demasiado “...puede que se acaben, fue que los indígenas se caracterizaron como
y falten de todo, y con ellos las mismas rique trabajadores calificados, sobre todo como ba
zas que vamos buscando...”.17 En el cedulario rreteros y barrenadores, recibiendo un salario
de Alonso de Zorita se cita una cédula real superior al de los peones. Los criollos y espa
en donde se menciona el mal tratamiento que ñoles formaban una elite privilegiada con al
los españoles daban a los indios y el excesivo tos ingresos, lo cual se expresaba en sus formas
trabajo de éstos dentro de las minas: “tratán de vida.22
dolos con crueldad y desamor mucho peor En el transcurso de la época colonial, el “la
que si fueran esclavos, lo cual todo ha sido y boreo” de las minas se fue haciendo más com
fue causa de la muerte de gran número de los plicado, con pocos avances tecnológicos y el uso
dichos indios, [...]”.18 En la Nueva Galicia, el intensivo de los animales, algunas máquinas
oidor Dávalos y Toledo en 1616 constató y re y pólvora; los trabajadores calificados llegaron
cogió testimonios de todos los grupos étnicos a dominar su oficio, siendo muy apreciados
y sociales, incluyendo a los indígenas, en don y disputados por los dueños de minas, quienes
de le exponían las situaciones de vejación y los estimulaban con incentivos como el parti
agravios de que eran objeto por parte de los do y la pepena. El partido era la retribución
colonizadores criollos y españoles. en especie con una parte de la plata extraída
La actividad minera fue laboriosa y com por el operario durante su jornada diaria, a
pleja, y tuvo como característica principal la la que tenía derecho, o un porcentaje sobre la
división del trabajo según las aptitudes de los totalidad de las ganancias, que variaba de un
operarios, siendo también la escala de sala mineral a otro. La pepena consistía en que
16
Enrique Florescano, “La formación de los traba 19
Raúl Pedro Santana Paucar, “Acumulación y es
jadores en la época colonial, 1521-1750”, en La clase pecialización productiva en la minería colonial”, en
obrera en la historia de México, México, Siglo xxi/iis- Humanidades. Anuario 1978-1980, México, Universidad
unam, 1981, pp. 271-272. Iberoamericana/Instituto de Investigaciones Huma
17
Juan de Solórzano y Pereyra, Política indiana, nísticas, p. 135.
México, spp, 1979, p. 133. 20
Carmagnani, op .cit., p. 205.
18
Cedulario de Alonso de Zorita, 1574, México, Miguel 21
Mentz, op. cit., p. 111.
Ángel Porrúa, 1985, p. 6. 22
Florescano, op. cit., p. 286.
83
Celia Islas Jiménez
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Laboreo en las minas de Nueva Galicia
de la cédula real de 1526 que prohibía dichos que se los consideraba más fuertes y resisten
actos.26 tes ante las enfermedades contagiosas.30 En el
El oidor Santiago del Riego, de la Audien oeste neogallego se emplearon un número re
cia de Guadalajara, confirmó que los colonos ducido de negros en el trabajo de las minas, que
españoles utilizaban formas ilícitas para ha contrastó con el gran número de mulatos es
cerse de esclavos, aun de indios pacíficos.27 La tablecidos en los reales mineros, localizados
rebelión del Mixtón, en 1541, recrudeció la si en los diversos registros de los archivos parro
tuación de los indígenas en la Nueva Galicia, quiales.
siendo los más afectados los cazcanes y otros La encomienda de indios fue la institución
grupos étnicos de las tierras altas localizadas jurídica que dio el derecho a los españoles a
al norte de Guadalajara, quienes murieron en recibir el tributo de los naturales, ya fuera en
la guerra o por inanición, y otros miles fue trabajo (servicios personales), en especie o
ron esclavizados para laborar dentro de las en dinero a cambio de protegerlos e iniciar
minas.28 los en la fe católica. Fue de grandes consecuen
La esclavitud, como forma de explotación de cias para las comunidades indígenas, sobre
los indígenas, fue duramente criticada por per todo en los primeros tiempos de la colonia,
sonajes como el obispo Juan de Zumárraga, existiendo una estrecha relación económica y
fray Bartolomé de Las Casas, Vasco de Qui social entre los indios y sus encomenderos.31
roga y otros, que solicitaban al rey la libertad En la minería, las encomiendas tuvieron
de los indios. En 1542 se proclamaron las Le una función económica importante en los
yes Nuevas que prohibían la esclavitud en principios de la época colonial, ya que fue
Nueva España y en consecuencia en la Nueva ron los centros productivos de los alimentos
Galicia, aunque en el aspecto laboral se cum para los operarios de las minas y de los ma
plió parcialmente se ordenó que en lo sucesi teriales que se utilizaban en las haciendas de
vo nadie podía comprar ni esclavizar a los beneficio.32 La Corona española se opuso a
indios.29 que los indios encomendados trabajaran en
En referencia a la esclavitud de los negros las minas; en 1528 lo prohibió para las de oro,
a mediados del siglo xvi, ésta se incrementó pero en 1536 revocó tal orden para asegurar
en el territorio novohispano; en la Nueva Ga la mano de obra en la industria minera.33 Los
licia, el rey denegó reiteradas solicitudes de indígenas fueron obligados a acudir a las labo
permiso que los colonos españoles hicieron para res mineras y el trato que se les daba era como
introducir esclavos negros a sus provincias, sin si fuesen esclavos; los españoles rentaban las
embargo, hubo negros en los reales de minas faenas de trabajo de sus indios encomendados
y se utilizaron en un principio en la explota a los empresarios dueños de la minas.
ción de los yacimientos metalíferos debido a La encomienda como institución se esta
la disminución de la población indígena, ya bleció en la Nueva Galicia desde sus inicios y
sobrevivió hasta el siglo xviii. Nuño de Guz
26
Matías de Mota Padilla, Historia del Reino de Nue mán dispuso que todos los indios conquista
va Galicia en la América Septentrional, Guadalajara, dos fueran distribuidos entre los españoles;
Universidad de Guadalajara/Instituto Jalisciense de en estos primeros años la cantidad de mano
Antropología e Historia, 1973, p. 172.
27
Antonio F. García-Abasolo, Martín Enríquez y la de obra, bienes y dinero que los colonizado
Reforma de 1568 en Nueva España, Sevilla, Sección His
toria, Impreso en Arte Gráfico Padura, 1983, p. 352. 30
Semo, op. cit., p. 200.
28
Peter Gerhard, La frontera norte de la Nueva Espa- 31
Islas Jiménez, op. cit., p. 189.
ña, México, unam, 1996, p. 67. 32
Silvio Zavala, Ensayos sobre la colonización españo-
29
Richard Konetzke, America Latina II. La época co la en América, Buenos Aires, Emecé, 1944, p. 146.
lonial, México, Siglo xxi, 1988, p. 155. 33
Ruiz Medrano, op. cit., p. 89.
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Laboreo en las minas de Nueva Galicia
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bían reconocer las vetas argentíferas y hacían bajadores libres. Todavía en el siglo xviii las
el tumbe y extracción del mineral; los barre relaciones de trabajo continuaron con el en
nadores se encargaban de separar el mineral deudamiento y sujeción de los indígenas, su
utilizando cohetes y pólvora. Estos trabajado mándose a ellos los mestizos, mulatos y castas.
res tenían mayor libertad de movimiento y A pesar de lo anterior, cuando José Menéndez
poder de negociación con los dueños de las Valdés visitó toda la intendencia de Guadala
minas. jara observó que los indígenas de los pueblos
Los indígenas que se incorporaron perma acudían como trabajadores libres a laborar en
nentemente a la economía española, ya fuera las minas y haciendas de beneficio.46 En los
en las haciendas o en las poblaciones mineras, inicios del siglo xix (1804), Abascal y Sousa
con el tiempo se hispanizaron en la ropa, en al indicaba que a la minería de Nueva Galicia
gunas costumbres y en el idioma. A estos trabaja se dedicaban hombres adultos y muchachos
dores les atraía trabajar en la minas, no tanto desde los 12 años; había más de 60 mil perso
por el salario sino por el porcentaje que recibían nas ocupadas en el “laboreo” de las minas.47
del mineral extraído llamado “partido”, go En los reales de minas coexistieron con los
zando así de cierta autonomía.43 Sin embargo, indígenas grupos de distintas nacionalidades
los empresarios mineros crearon mecanismos y culturas, además de los grupos étnico-colo
para retener a los trabajadores, dándoles ade niales, producto del mestizaje. Desde media
lantos de dinero, comida y ropa, endeudándo dos del siglo xvi, los diversos grupos étnicos
les y así evitar que abandonaran los centros imprimieron un modo de vida y costumbres
mineros mientras no cubrieran sus deudas; esto muy diferentes de las comunidades indias ve
dio lugar al peonaje por deudas que se con cinas y una dinámica social y económica muy
virtió en una forma de sujeción. activa. La producción minera propició las mez
En Nueva Galicia hay testimonios que in clas entre los trabajadores que interactuaban
dican la existencia, desde 1600, de una clase en los centros mineros. Como ya se ha seña
numerosa y bien definida de indios apartados lado, en el periodo colonial temprano, los espa
de sus pueblos, con vestuario europeo y residen ñoles obtuvieron de los indios la mayor parte
cia dentro y alrededor de los asentamientos de su mano de obra; después, al aumentar con
españoles; gran número de estos indígenas no gran rapidez la población mezclada, princi
eran nativos de la región, sino que llegaron con palmente mestizos, mulatos y pardos, la fuen
los conquistadores, siendo de distintos grupos te de mano de obra de las empresas mineras
étnicos: tarascos, mexicanos y otomíes que tra se volvió más variada, aun cuando la propor
bajaban en las minas y haciendas por un sa ción numérica de los indígenas continuó sien
lario.44 Algunos indios salían de sus pueblos do importante.48
para laborar en la mina y evitar pagar los tri En la Nueva Galicia los trabajadores califi
butos, además de extraer ciertos metales que cados eran los indios, mestizos y mulatos; la
compartían con los colonos españoles.45
Los naboríos en el oeste de Nueva Galicia 46
José Menéndez Valdés, Descripción y censo general
convivieron con lo grupos étnicos mezclados de la intendencia de Guadalajara. 1789-1793, Guadala
en las cuadrillas y, supuestamente, eran tra jara, uned/Gobierno de Jalisco, 1980, pp. 90-91.
47
José Fernando de Abascal y Sousa, “Noticias geo
gráficas, políticas y militares de Real Hacienda, co
43
David A. Brading, Mineros y comerciantes en el Mé mercio, agricultura, minería y artes de la Provincia de
xico borbónico (1763-1810), México, fce, 1975, p. 202. Guadalajara, Reyno de Nueva Galicia”, México, agn/
44
Parry, op. cit., p. 272. Archivo Histórico de Hacienda, t. 197, exp. I, 1804, pp.
45
Domingo Lázaro de Arreguí, Descripción de la 130-131.
Nueva Galicia, Guadalajara, uned/Gobierno de Jalis 48
Woodrow Borah, El Juzgado General de Indios en
co, 1980, p. 50. la Nueva España, México, fce, 1985, p. 186.
88
Laboreo en las minas de Nueva Galicia
minoría de negros no realizaban labores es auge o decadencia de los centros mineros,
pecializadas, éstas estaban reservadas a los ineludiblemente, se reflejó en las actividades
indígenas. Los capataces de las minas eran agrícolas, ganaderas y comerciales de la comar
principalmente mulatos y mestizos y, en ocasio ca. Cuando los reales de minas prosperaban, se
nes, españoles que supervisaban las labores de establecían en ellos grandes concentraciones
extracción y beneficio de la plata quienes, en de grupos étnicos y sociales por la demanda de
su mayoría, sabían menos de la técnica mine mano de obra para la explotación de los ya
ra que sus propios trabajadores. En el oeste cimientos minerales, impulsándose así la eco
neogallego abundaban las castas, en especial nomía del espacio colonial circundante.
los mulatos, mientras la población indígena y Las modalidades de trabajo en las relacio
española había aumentado moderadamente. nes sociales de producción que impusieron los
En los reales de minas, afirma Ibarra, la pro colonizadores españoles a los indígenas en
porción de las castas era de 65.5 por ciento las actividades mineras, fueron semejantes a
y de españoles de 30.7 por ciento, lo cual otras regiones del virreinato, pero con varian
puede determinar el perfil étnico y social de tes en sus formas de ejecución debido a la di
los trabajadores mineros.49 versidad demográfica y cultural de los grupos
indígenas allí establecidos. Se caracterizaron
por ser impuestas en forma obligada e injus
Consideraciones finales ta en su aplicación, tanto para los indios como
después para con los grupos étnico-coloniales
El cultivo de las minas se ha caracterizado, a que surgieron con el mestizaje. La diversidad
lo largo de la historia, por ser azaroso y de étnica fue el distintivo de los reales de minas,
grandes riesgos y sacrificios para los operarios en donde predominaron los mulatos, mestizos
que laboran en ellas. La explotación de los y pardos; la población de indígenas se recupe
yacimientos metalíferos requiere de grandes ró lentamente y para fines del siglo xviii acu
inversiones para su funcionamiento y de una dían a laborar en las minas como trabajadores
buena técnica que permita la extracción y be naboríos.
neficio de los metales preciosos, oro y plata
principalmente. En la época colonial surgie
ron las economías mineras regionales con Bibliografía
capitales variables y una fuerza de trabajo for
mada por indígenas, negros y castas, ya fuesen Abascal y Sousa, José Fernando de, 1804.
como esclavos o como trabajadores libres. “Noticias geográficas, políticas y militares
Las minas del oeste de Nueva Galicia fue de Real Hacienda, agricultura, minería y
ron numerosas y prósperas, con una produc artes de la Provincia de Guadalajara, Rey
ción variable, bonanzas eventuales y largos no de Nueva Galicia”, México, agn/Archi
periodos de explotación mínima y constan vo Histórico de Hacienda, t. 197, exp. 1.
te en espera de épocas de auge; el descenso Bonfil Batalla, Guillermo, 1990. México pro
en la producción argentífera en esta región se fundo. Una civilización negada, México, Gri
debió a las siguientes causas: variaciones sig jalbo/cnca (Los Noventa).
nificativas en la ley de las vetas, escasez de mano Borah, Woodrow, 1985. El Juzgado General
de obra y el deficiente abasto del azogue. El de Indios en la Nueva España, México, fce
(Sección de Obras de Historia).
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colonial: el Real de San José de Aranjuez, 1801-1803”,
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91
La inmortalización del cuerpo humano
después de la muerte
El hombre ha tenido diferentes actitudes ante cia en otra vida, postula un esbozo de religión,
la muerte y ante el cuerpo del difunto. La ex rituales, ceremonias, o bien, pone de mani
presión de este comportamiento, a través de fiesto la permanencia de algún tipo de víncu
prácticas socioculturales como las costumbres lo (ancestro-descendiente) entre los vivos y los
funerarias, en poblaciones desaparecidas y ac muertos.
tuales, nos habla del fenómeno humano y de La inhumación deliberada de los muertos
sus historias. es una característica humana que se remonta
Este texto trata de la momificación entre a los neandertales del noroeste de Europa,
los antiguos habitantes del norte de México y con una antigüedad de entre 30 mil y 60 mil
de su contraste con el sistema de enterramien años, en la transición del paleolítico medio al
to mesoamericano, así como de los cambios superior, aunque existe debate de fechas aun
o la permanencia de estas costumbres a partir anteriores (Parker, 1999:148-149).
de la conquista. Asimismo, se hace una breve El cuerpo no es solamente una entidad bio
referencia a diferentes tipos e intenciones de lógica, es un fenómeno sociocultural complejo,
momificación en el mundo. multicausal y multifacético que es transforma
do y resignificado por la acción de la naturaleza
y/o por el hombre después de la muerte del
Antecedentes individuo.
93
Josefina Mansilla Lory y Carmen María Pijoan Aguadé
lentes. En cambio, la artificial comprende uno ser hasta ahora las más antiguas, remontán
o varios procesos intencionales, como la evi dose una momia de tipo natural hasta los 7000
ceración y/o el embalsamamiento. Este últi a.C. y una intencional a los 5000 años a.C. Su
mo se define como un proceso derivado de la presencia en tan distintos lugares, a través del
impregnación del cadáver con especies aro tiempo, permite considerar a este fenómeno
máticas y aceites con el fin de preservarlo de como emergente de diferentes fuentes ecológi
la putrefacción; ejemplo de ello, lo observado cas, socioculturales e ideológicas, así como de
en las momias egipcias. Los métodos de pre un deseo universal de permanencia (Aufder
servar un cuerpo han variado, por ejemplo, heide, 2003:142-144).
a partir del siglo xvii adquieren cierto auge En cada cultura y en cada sociedad en don
vinculado al deseo de conseguir disecciones de se ha analizado el proceso de momifica
anatómicas y, actualmente, y con otras significa ción, se ha visto que los objetivos son distintos
ciones, se puede solicitar la criogenización; así, y corresponden a diversas maneras de conce
durante la década de 1980, en Alemania, sur bir la existencia y a una particular cosmovi
gió la plastinación (reemplazo del agua tisular sión. La motivación para querer conservar un
por polímeros y resina) con fines de enseñan cuerpo se ha ligado al significado que se tiene
za y exposición (Brier, 1998:144-146). de la muerte.
Entre la momificación natural y la antropogé El propósito de la momificación es satisfa
nica podemos ubicar tipos intermedios, como cer alguna necesidad específica de los sobre
la momificación natural promovida intencio vivientes que momificaron el cuerpo. Estas
nalmente con la acción humana: pensemos en necesidades han variado a lo largo de la his
cómo se reconoce el efecto momificador de toria humana en todo el mundo. Pueden re
un espacio o un ambiente determinado, por ferirse desde a la consolidación del poder
ejemplo, y la costumbre de buscar tal ambien político hasta la necesidad de comunicarse
te para enterrar y conseguir que los cuerpos con fuerzas sobrenaturales. Las analogías et
se preserven. nohistóricas, algunas veces, pueden ser útiles
Los mecanismos por medio de los cuales para inferir la posible motivación de ciertos
se consigue la momificación pueden ser los grupos ya desaparecidos (Aufderheide, 2003:
siguientes: 40).
Algunos de estos propósitos pueden dedu
• Desecación (deshidratación). cirse de los hallazgos arqueológicos; los datos
• Efectos térmicos (congelamiento). así obtenidos pueden sugerir varias posibili
• Ahumado. dades, que se analizan bajo la lente de la infor
• Efectos químicos (metales pesados, sal, mación histórica y/o etnohistórica que se tiene.
quelación, formación de adipocira, cur Sin embargo, en otros casos, la información
tido, resinas y especies, cal, lejía). disponible puede no permitir llegar a conclu
• Condiciones anaeróbicas. siones.
• Descarnamiento y posterior composición
artesanal, reliquias.
• Embalsamamiento y/o eviceración. El sistema funerario
en el México antiguo
La momificación es un fenómeno que po
demos calificar de “globalizado”, en la medi Los datos acerca de las costumbres funerarias
da en que ha sido referido desde épocas muy se apoyan, por un lado, en fuentes escritas o
remotas; las momias egipcias son las más cono códices y, por el otro, en los diversos hallazgos
cidas y abundantes, y las chinchorro parecen encontrados en exploraciones arqueológicas
94
La inmortalización del cuerpo humano después de la muerte
Figura 1
Subáreas culturales de Mesoamérica
1 5
1. Occidente 2 3
2. Altiplano central
3. Golfo de México
4. Subárea oaxaqueña 4
5. Subárea maya
A Oasisamérica
que, cabe aclarar, en su mayoría han sido no había extraído de las profundidades de la
realizadas en los centros ceremoniales; sólo tierra al pueblo que le había sido encomen
se cuenta con los datos de unos cuantos sitios dado. Con una porción de su propio “cora
zón”, el patrono había entregado a su pueblo
habitacionales, lo cual limita las interpreta
una etnia, una lengua, un oficio y la obliga
ciones. A continuación se aborda de manera ción de reconocerlo y adorarlo en una forma
muy breve y general, el tema con el fin de te especial.
ner una idea del mundo prehispánico. El “corazón” hacía semejantes a todos los
miembros del grupo; pero no era ésta la úni
Costumbres funerarias en Mesoamérica ca alma con que contaba cada individuo.
Para el área cultural denominada Mesoamé Otras almas —entre ellas el tonalli o destino
individual— le proporcionaban sus peculia
rica, López Austin (1997:15) cuando habla de
ridades. El hombre era, así, un complejo
la concepción del ciclo de vida-muerte del ser idiosincrásico cuya integridad cesaba con la
humano entre los pueblos nahuas del altipla muerte. Ésta era la desagregación y disper
no central de México en el posclásico tardío, sión de sus componentes. El individuo dejaba
explica: de existir como tal, y la principal de sus al
mas, el “corazón” o “semilla” viajaba a una de
[...] cada grupo humano tenía su propia “se las regiones de los muertos.
milla”, un alma compartida por los miem
bros del mismo. La “semilla” o “corazón” de
los hombres era un fragmento del “corazón” Los hombres adquirían, según este mismo
del dios patrono del grupo. Cada dios patro autor (1997:15-16), en el Tlalolcan y en el Tona
95
Josefina Mansilla Lory y Carmen María Pijoan Aguadé
tiuh Ilhuícatl, la encomienda de colaborar con jas. Entre los mayas, refiere, hubo varias formas
las fuerzas del agua o con las del sol. En el Mic de disposición del cadáver, el entierro (prima
tlan, durante cuatro años recorrían un largo rio y secundario) y la cremación; además men
camino descendente, lleno de sucesivos tormen ciona una posible exposición y el abandono.
tos hasta llegar al noveno piso del inframun Según las fuentes, esta autora describe que
do; es decir, hasta la destrucción absoluta de antes de ser enterrado se amortajaba el cuer
la individualidad. Al perderse el individuo, nos po y se le colocaba una cuenta verde dentro
dice López Austin, quedaba puro y sólo el de la boca, junto con maíz molido; el entierro
principio de la especie, el “corazón” o “semi se hacía dentro de las casas o detrás de ellas.
lla” esencial, que servía para dar origen a un Menciona también que junto a los señores —en
futuro ser humano. La muerte, agrega este grandes ollas tapadas con lajas— se deposita
autor, era no sólo la consecuencia, sino la ban sus joyas, plumas y otros adornos. De la
causa de la vida en una cosmovisión de natu cremación, nos dice que Landa la refiere a las
raleza cíclica. Era la coherencia de un cosmos clases altas, y que las cenizas, junto con cabe
cuyos principios regían a todos los seres de la llos y algunos huesos, eran colocadas en gran
creación. des vasijas que se enterraban bajo los templos
Así, vemos cómo en la cultura mesoame o en las casas.
ricana la muerte está relacionada con un na Entre los nahuas, la cremación era la cos
cimiento a otra vida. López Austin (1999:9) tumbre más extendida según las fuentes escri
explica cómo esta otra vida no significa la per tas, pero en el altiplano central también hubo
sistencia de una identidad pasada, sino el inhumación con ofrenda funeraria desde el
reuso del principio esencial, del teyolia, de la periodo formativo (1800 a.C. a 200 d.C.) y ya
“semilla” invisible. existía la costumbre de enterrar bajo los pisos
Por otro lado, en otro texto de López Aus de las casas habitación. Este periodo se carac
tin (1996:363), éste señala que las fuentes ha teriza por asentamientos aldeanos, aislados y
blan frecuentemente al menos de cuatro sitios de baja densidad demográfica. Se han encon
a los que se dirigían las almas de los muer trado esqueletos de un único individuo, por
tos de los nahuas. Nos dice que eran el Mictlan lo general en posición extendida, en fosas ca
(“lugar de la muerte”), para quienes fallecían vadas directamente en el suelo (Tlatilco), en
de muerte común; el Tonatiuh Ilhuícatl o Cie cajas elaboradas con lajas o en tumbas con pa
lo del Sol, para los caídos en combate, los sacri redes de piedra y techos de lajas (Ticomán,
ficados al sol y las muertas en primer parto; Tlapacoya y El Arbolillo), entierros de varios
el Tlalocan, para los que fallecían por alguna individuos alrededor de un basamento circu
causa relacionada con el agua, “muerte acuá lar (radiales en Cuicuilco). En el occidente de
tica”, y el Chichihualcuauhco, para los muer México se han hallado tumbas de tiro, con una
tos aún lactantes. Además, eran dos las formas o varias cámaras, como en El Opeño, en Mi
de morir. Por una parte, estaba la muerte sin choacán. También desde esa época se ente
gloria, tlalmiquiliztli, que remitía a los hombres rraba a los difuntos en bultos mortuorios, es
a la oscuridad y al frío del Mictlan. Por otra, decir, en posición flexionada y envueltos con
la muerte en el ámbito de protección de un dios mantas o telas de algodón y petates a los cuales
particular, que elegía a los seres humanos con se les esparcía pigmento rojo, como se descri
los que integraría su ejército de ayudantes (Ló be en las fuentes escritas (Romano 1974:91-92
pez Austin, 1996:385). y De la Garza, 1997:21-22). De este periodo, en
De la Garza (1997:19) por su parte, argu la cueva del Gallo, en el estado de Morelos,
menta que después de la muerte se realizaban se encontró el entierro de un infante junto al
las ceremonias funerarias, múltiples y comple esqueleto de un perro envuelto en un petate.
96
La inmortalización del cuerpo humano después de la muerte
El infante conserva restos de piel facial y cue En Colima se encontraron sepulturas cava
ro cabelludo, el perro presenta fusiones de das por debajo de la capa basáltica del sub
vértebras, que muy probablemente le impe suelo, conteniendo al esqueleto y objetos de
dían una adecuada locomoción (estudio inédi cerámica, entre los que destacan los perros ce
to de Mansilla y colaboradores). bados, adornos personales y alimentos.
Durante el periodo clásico (de 200 a 650 En Michoacán se acostumbró el entierro
d.C.) se desarrollan los grandes centros cere en yácatas construidas para tal fin, la posición
moniales como Teotihuacan, Monte Albán, de los esqueletos fue generalmente de decú
Palenque y Cholula, son sociedades urbanas bito dorsal extendido.
con grandes asentamientos y con un régimen En Chametla, Sinaloa, predomina el depó
teocrático. En estos sitios se han encontrado sito de los cuerpos en ollas con tapa con vasos
a la mayoría de los entierros directamente bajo miniatura y, ocasionalmente instrumentos
los pisos de las habitaciones y patios, en ge musicales (Romano, 1974:98).
neral en posición sedente flexionada o decú Durante el periodo posclásico (900-1521
bito dorsal y lateral flexionados. También se d.C.), con la desaparición de los grandes cen
han descrito entierros de segmentos corpo tros del clásico se dan grandes movimientos
rales, otros sin guardar su posición anatómica migratorios, se presenta una marcada estrati
(secundarios) y algunos más cremados. A los ficación y aparecen los señoríos y Estados
difuntos se les colocaba alimentos, cerámica militaristas, en los que prevaleció la idea del
y objetos personales (López y cols., 1976; Ro dominio por medio de las armas; esta época
mano, 1974:94-99 y De la Garza, 1997:22). En se caracterizó también por un ritual muy ela
Monte Albán, en Oaxaca, se encontraron posi borado, con orientación hacia el sacrificio hu
ciones como las ya descritas, no obstante, la mano, incrementado por guerras rituales.
predominante fue la de decúbito dorsal exten En Cholula se hallaron en el interior de va
dida y algunos en esta postura, con la varian sijas, de varias formas y tamaños, fragmentos
te ventral. En el sitio se descubrieron tumbas óseos cremados, también se describe el pre
edificadas con piedras y losas acompañadas de dominio de entierros de todas las edades y
ricas ofrendas, en Huijazoo se encontró una ambos sexos en posición sedente, que guar
tumba con una cámara y dos antecámaras. En daban una posición anatómica; la mayoría no
Jaina, Campeche, se han encontrado inhuma tenía objetos asociados. Es de destacar el nú
ciones directamente en el suelo y dentro de mero de segmentos corporales encontrados
vasijas, la posición más frecuente fue la flexio que han sido atribuidos a personas sacrificadas
nada, ya sea sedente o en decúbito dorsal. Las (Alemán y cols., 2000). Entre los totonacos del
construcciones funerarias en el área maya, es actual estado de Veracruz, las tumbas tienen
decir, los chultunes, cistas, fosas y cajas de pie la forma de pequeños templos, como las de
dra (sarcófago) como la del Templo de las Quiahuiztlan. En Teopanzolco, Morelos; en
Inscripciones, en Palenque, en donde se en el Templo Mayor de Tenochtitlan y en Tlate
contró el esqueleto de un personaje de alta lolco, se han encontrado entierros rituales de
jerarquía, con un rico ajuar funerario; dicho hasta más de cien individuos (Matos, 1999:17).
resto se hallaba en un sarcófago de piedra y En el área maya se encontró, dentro de una
asociado a él varios esqueletos que refieren co canasta, el cuerpo momificado de un infante
mo acompañantes; también en el Templo XIII en la cueva de La Garrafa, en Chiapas (véase
de este mismo sitio, se encontró otro importan la figura 2).
te entierro, al que se le conoce como la Reina De los casos de saqueo se han estudiado los
Roja (Romano, 1974:98 y González, 1994:58- restos de un cuerpo semimomificado de un
61; Matos, 1999:14). individuo adulto con deformación cefálica in
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(a) (b)
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La inmortalización del cuerpo humano después de la muerte
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Josefina Mansilla Lory y Carmen María Pijoan Aguadé
(a) (b)
el textil para colocarlo dentro de un petate que, dieron a los pueblos indígenas y los sometie
generalmente, contenía además objetos perso ron en muy distintos grados a la influencia
nales como pulseras, sandalias y otros objetos, europea. Pese a lo anterior, las distintas for
mas de pensamiento y culto indígenas man
colocando a éste dentro de un abrigo rocoso o
tienen muchas características comunes.
cueva.
También se encuentra entre este recuento, En general, los cambios implantados de in
el cuerpo de dos fetos modernos a los cuales mediato por los españoles se dieron en la ca
les fue practicada una autopsia. pital de la Nueva España y en otras ciudades
Asimismo, existe la referencia de dos mo españolas, donde la población que ejercía el po
mias de Chihuahua que se encuentran en el der era capaz de vigilar que se cumplieran. El
Museo del Hombre, en San Diego, California. resto del vasto territorio de la Nueva España fue
Se trata de una niña de un año y de una ado paulatinamente poblado y los indígenas difí
lescente embarazada de unos 15 años con una cilmente congregados, se vieron menos some
cronología de 1040 a 1260 d.C. y que fueron tidos al orden y a las costumbres españolas.
estudiadas en Estados Unidos y permanecen La conquista, como menciona Gibson (1983:
en dicho museo. 101-103), fue una empresa cristiana que per
seguía destruir una civilización pagana. Los
esfuerzos de los frailes en esta tarea implica
Costumbres funerarias ron la eliminación prácticamente inmediata
en la nueva españa de numerosos elementos no cristianos en la
sociedad indígena, especialmente los templos
Con la conquista española se impuso la religión paganos, los sacerdotes mexicas y los actos de
cristiana sobre los vencidos, se destruyeron las sacrificios humanos. Los aspectos abiertos
instituciones religiosas mesoamericanas; sin de la religión cristiana fueron los que la men
embargo, como dice López Austin (1999:22): talidad indígena adoptó más fácilmente, tales
como las grandes iglesias y los monumenta
[...] la evangelización no fue total. Algunos les conventos, las ceremonias, las procesiones
de sus elementos constitutivos de la antigua y las imágenes de los santos. La religión mexica
religión [...] resistieron el embate de la domi
había incluido prácticas semejantes a algunas
nación. Con ellos, los indígenas asimilaron
el cristianismo a partir de sus propias estruc del cristianismo, especialmente el matrimo
turas culturales [...] No puede hablarse de nio, la penitencia, el bautismo, la vigilia y las
una sola religión indígena colonial, pues las ofrendas. Pero en ningún caso, las semejanzas
nuevas condiciones sociales y políticas divi eran tan exactas como para permitir una sim
100
La inmortalización del cuerpo humano después de la muerte
ple transferencia sin matices y los diferentes del ex convento del Carmen, en la ciudad de
contextos dentro de los cuales las prácticas se México, y las de la iglesia de Tlayacapan, Mo
mejantes funcionaban e invalidaban cualquier relos, que por su clima cálido y seco y un sue
reconstrucción sintética en nombre del cris lo con alto contenido de sales minerales, en
tianismo. En general, dice Gibson (1983:106), especial de nitratos, permitió la momificación
los indígenas no abandonaron su visión poli de algunos cuerpos. Santa Elena, en Yucatán,
teísta. La idolatría y la superstición paganas y las de la ciudad de Guanajuato, de finales del
persistían. Aun donde no se practicaba la pro siglo xix, que por las características del suelo
pia idolatría, los ídolos eran subrepticiamen poroso, seco y con nitratos del cementerio
te apreciados, las fuentes y las colinas seguían municipal han permitido la momificación de
siendo lugares de superstición y las deidades los cuerpos (Oliveros, 1990, Márquez y Gon
paganas eran recordadas. zález, 1985).
McAlister (1984:176) resume la actitud adop Cabe recordar que en el medioevo europeo
tada por los indígenas afirmando que consis temprano, los restos de tejido blando deshi
tía en retener lo que podían de sus antiguas dratado o huesos de los santos, devenían en
costumbres y creencias, seleccionar de las im “reliquias” sagradas; según Parker (1999:80)
posiciones aquellas que se podían amoldar a transformaron a los despojos considerados co
sus ideas reelaborándolas a su manera, rechaza múnmente como impuros, en puros y con po
ron lo inaceptable con una resistencia pasiva. der sagrado. Las reliquias eran tenidas como
León-Portilla (2001:25) señala la vasta docu los mismos santos, que continuaban viviendo
mentación de testimonios sobre la persistencia entre los hombres y eran fuentes inmediatas de
de idolatrías y de las varias rebeliones; men poder sobrenatural para el bienestar y cura
ciona cómo hasta hoy perduran numerosos ción de los enfermos, su cercanía o su posesión
elementos de la cultura prehispánica. era un medio de participar de su poder. Los
Por otra parte, Gibson (1983:119) mencio huesos de los santos cobraron valor debido
na cómo el castigo y la fuerza fueron elementos al poder taumatúrgico que se les atribuía y su
importantes en la conversión de los indígenas. habilidad de sustituir a la autoridad pública,
Así, tenemos que en la Nueva España uno proteger a la comunidad, determinar el estatus
de los cambios que sufrieron las costumbres de relativo de los individuos e iglesias y proveer
los indígenas ya católicos fue el del rito mor prosperidad económica. Estas reliquias eran
tuorio, el cual consistía en enterrar a los difun exhumadas, vendidas, intercambiadas como
tos en un nuevo espacio sagrado, las iglesias regalos y hasta robadas para lograr su poder
(Malvido, 1997:34). Esto se da bajo la vigilan sagrado. Tal llegó a ser su importancia y su va
cia eclesiástica, sobre todo en las ciudades es lor simbólico que se abrió un campo al fraude
pañolas; sin embargo, en las regiones alejadas y a la invención.
del norte, en donde la población indígena es En la Nueva España, a falta de restos mor
taba dispersa y se caracterizaba por su com tuorios de santos, Malvido (1997:35) explica
batividad, continuaron con sus costumbres y cómo a mediados del siglo xvi comienza el tras
persiste el depósito de muertos en cuevas. Exis lado de reliquias y cómo llegaron las partes
te la referencia de que todavía en 1723, en mutiladas de santos y beatos desconocidos.
Nayarit, cuando morían sus señores se llevaba
Huesos múltiples, completos o astillados, bra
el cadáver a una cueva (Malvido, 1997:39).
zos, manos, uñas, pies, piernas, cabello, crá
En el nuevo espacio para ser enterrado, es neos enteros o partes de ellos, momificados
decir, el suelo santificado podía propiciar la o cubiertos de cera, cuerpos enteros y sus ro
momificación, tal es el caso de determinadas pas formaron los tesoros eclesiásticos que se
criptas, como las que dan lugar a las momias exhibían fuera el día de los fieles difuntos, y
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b c
d e
f g
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La inmortalización del cuerpo humano después de la muerte
natural y que ocurren gracias a la forma de gar a ser un “Buda”. En Japón se tiene a Zenkai
entierro, como en el caso de criptas, con cal Shönin (1687), Chukai Shönin (1755) y Enmyö
y en lugares propicios para la desecación. kai Shönin (1822) (Aufderheide, 2002:275)
En la “globalización”, inmortalizar a algu (véase la figura 7).
nos privilegiados —ricos, distinguidos, pode Con fines didácticos, ahora se cuenta con
rosos, importantes, santos, encumbrados— fue momias plastinadas en las que se reemplazan
una práctica que se mantiene para estar pre los líquidos tisulares con resinas y polímeros
sentables ante la muchedumbre de adoradores para su conservación (Brier, 1997:144) y las
y curiosos. En estos casos, la momificación se computarizadas. Actualmente se encuentran
ha convertido en un símbolo de poder, de esta a la venta discos compactos que muestran imá
tus y un ejemplo a seguir (Aufderheide, 2003: genes digitalizadas de un hombre y de una
159 y Pringle, 2001:294). En la actualidad, hay mujer estadounidenses que donaron sus cuer
personajes, los poderosos que pueden cos pos a la ciencia. Se les tomaron tomografías
tear su criogenización (congelamiento a me axiales computarizadas y se congeló sus cuer
nos de 196 grados centígrados) y acceder a este pos a menos 90 grados centígrados bajo cero
procedimiento en Estados Unidos (Brier, 1998: para ser cortados en secciones de un milíme
34-35). tro de grosor para el hombre y de un tercio de
Otro propósito de momificación con exhi milímetro para la mujer. Con las fotografías
bición lo constituyen los cuerpos automo y la tomografía de estas secciones se crearon
mificados de monjes budistas; se trata de una las ciber-momias (el software cuesta aproxi
preparación deliberada antes de la muerte, madamente 495 dólares).
con base en una alimentación cada vez menor En Mesoamérica las momias encontradas
y que excluye determinados granos, que a hasta la fecha son tres de tipo natural, dos
lo largo de dos a cuatro años conduce a la pér de ellas encontradas en cuevas y la tercera de
dida de grasa y músculo del organismo, así saqueo, por lo tanto no podemos concluir si
como una paulatina deshidratación, cuando hubo alguna intención de preservación. En
logran un debilitamiento extremo se les reti cambio, los grupos del norte de México, por
ra paulatinamente la ingestión de agua hasta su ecosistema y costumbres funerarias, muy
que mueren en estado caquéctico deshidrata probablemente propiciaron la momificación
do. Esto lo practicaban con la creencia de lle natural de sus difuntos por su posible creencia
105
Josefina Mansilla Lory y Carmen María Pijoan Aguadé
en otra vida. Por otro lado, la momificación Cholula (Puebla)”, en Investigaciones en bio
antropogénica que se practicó durante el vi diversidad humana, Memorias del XI Congreso
rreinato y fechas posteriores, en el resto del de la Sociedad Española de Antropología Bioló
país, obedece de manera general a que se le gica, Santiago de Compostela, pp. 175-182.
da una importancia mayor a la vida presente Aufderheide, A., 2003. The Scientific Study of
y se utilizan estos cuerpos momificados para Mummies, Cambridge, Cambridge Univer
su exhibición con ciertos fines específicos que sity Press.
satisfacían a los dirigentes. Aveleyra, L., 1964. Sobre dos fechas de ra
diocarbono 14 para la Cueva de la Cande
laria, Coah.”, Anales del Instituto Nacional
Algunas momias modernas
de Antropología e Historia, núm. 1, pp. 125-
130.
Anotamos por último algunos ejemplos con
; M. Maldonado y P. Martínez del Río,
temporáneos que permiten valorar los cam
1956. “Cueva de la Candelaria”, en Memo
bios de intención para la momificación.
rias del inah, V, México, inah.
La momia de María Eva Duarte de Perón
Brier, B., 1998. The Enciclopedia of Mummies,
es un magnífico ejemplo del poder que se pue
New York, Checkmark Books.
de transferir del cadáver de un líder al indi
De la Garza, M., 1997. “Ideas nahuas y mayas
viduo o grupo que lo posee.
sobre la muerte”, en Elsa Malvido, Gregory
La momia de Vladimir Ilich Lenin, dirigente
Pereira y Vera Tiesler (coord.), El cuerpo
de la revolución bolchevique de 1917 (murió
humano y su tratamiento mortuorio, México,
en 1924), permanece actualmente en su mau
inah/cemca (Colección Científica, 344),
soleo de piedra en la Plaza Roja de Moscú, y
pp. 17-28.
representa un icono público, su mantenimien
Gibson, Ch., 1983. Los aztecas bajo el dominio
to actual incluye los servicios de 27 científicos
español 1519-1810, México, Siglo xxi.
y 33 técnicos.
Gallegos, M., 2001. Las costumbres funerarias
La momia de Stalin, muerto en 1953, acom
mayas durante el 300-900 d.n.e en las capita
pañó por nueve años a la de Lenin, pero fue
les regionales. Una interpretación a partir de los
removida en 1962 por cambios en la política
entierros de Calakmul, Campeche, Campeche,
soviética.
Universidad Autónoma de Campeche.
Ho Chi Minh (1969), el cantante Caruso
García, V. y R Schneider, 1996. “El proceso
(1921) y otros muchos, son ejemplo de cómo
de rescate, conservación, restauración y aná
perdura el tratamiento mortuorio de la mo
lisis como una fuente primaria de investi
mificación en el mundo actual (Aufderheide,
gación antropológica: el caso de la tumba
2003:159, 210-211; Pringle, 2001:286-288 y
1 de la estructura XV de Calakmul, Cam
294-295).
peche”, tesis de licenciatura, México, Escue
En México tenemos algunos ejemplos, co
la Nacional de Conservación, Restauración
mo el de Maximiliano (1867), que fue embal
y Museografía.
samado dos veces, y el del general Ignacio Za
González, A., 1994. “Trabajos recientes en
ragoza.
Palenque”, en Arqueología Mexicana, II (10),
pp. 58-65.
Bibliografía León-Portilla, M., 2001. “La conquista de
México“, en Arqueología Mexicana, IX (51),
Alemán, I.; C. Pijoan; M. Botella y J. Mansilla, pp. 20-27.
2000. “Evidencias de sacrificio humano en López, S.; Z. Lagunas y C. Serrano, 1976. En
el México prehispánico. El entierro 205 de terramientos humanos de la zona arqueológica
106
La inmortalización del cuerpo humano después de la muerte
107
Plantas sagradas de Tláloc,
dios de la lluvia
109
Dora Sierra Carrillo
tre la población mesoamericana, no obstante o Tlaloque Tlamacazqui. A este diablo con mu
el ascenso y caída de culturas como la teoti chos otros sus compañeros llamados Tlaloque
huacana y la tolteca. En el Estado mexica su atribuían vuestros antepasados falsamente la
lluvia, los truenos, rayos y granizo, y todas las
importancia se manifiesta al compartir en plan
cosas de mantenimiento que se crían sobre la
de igualdad con Huitzilopochtli, dios de la tierra, diciendo que este diablo, con los de
guerra, la cima del Templo Mayor de Teno más de sus compañeros, lo criaban y le daba
chtitlan, donde se ubicaban dos recintos: en a los hombres para sustentar la vida.3
el lado sur, el templo rojo, el Coatépetl, dedi
cado al numen guerrero y al norte, el templo Por su parte Diego Durán lo menciona
azul de Tláloc, el gran cerro divino llamado como:
Tonacatépetl, lugar donde las deidades de la
lluvia guardaban el maíz. Dios de las lluvias, truenos y relámpagos, re
Con el propósito de penetrar en la comple verenciado por todos los de la tierra en ge
ja cosmovisión mesoamericana y conocer los neral, que quiere decir “camino debajo de la
tierra” o “cueva larga” [...] adorábanle como
atributos y poderes otorgados al dios de la llu
dios de los aguaceros, rayos, truenos y relám
via, en este texto presentaré en primer lugar pagos y de todo género de tempestades [...]
un acercamiento a Tláloc a través de la imagen La estatua del cual era de piedra labrada, de
que nos dejaron los conquistadores españo una efigie de un espantable monstruo; la cara
les; luego plantearé el análisis y la interpreta muy fea a manera de sierpe, con unos colmi
ción realizada por diversos estudiosos sobre llos muy grandes, muy encendida y colorada,
su nombre. a manera de un encendido fuego, con el cual
denotaban el fuego de los rayos y relámpagos
En la descripción sobre las fiestas dedi
que del cielo echaba cuando enviaba las tem
cadas a este dios y a sus ayudantes los tlaloque, pestades [...] tenía en la mano izquierda una
destacaré la presencia de dos plantas que tu bolsa de cuero, siempre llena de copal.4
vieron un papel fundamental en sus cultos y
rituales, el yauhtli y el iztauhyatl, así como la En la Relación de Texcoco se dice que:
representación de la primera en códices y en
los hallazgos de restos vegetales que conte El ídolo llamado Tláloc es más antiguo en
nían las ofrendas descubiertas en el Templo esta tierra, porque dicen que los mismos cul
Mayor. Los mexicas dedicaron estas ofrendas a huaque le hallaron en esta tierra, y no ha
Tláloc como agradecimiento por las lluvias be ciendo caso de él los chichimecas, ellos le
comenzaron a adorar y reverenciar por dios
néficas y y las buenas cosechas obtenidas en
de las aguas [...] no saben dar razón por qué
esa época. lo adoraban por dios de los temporales, más
de que por algunas inteligencias hay sospe
chas que lo hicieron un género de gentes que
Tláloc y los cronistas
del siglo xvi
3
Sahagún, op. cit., I, p. 89.
Después de la conquista europea, en las des 4
Diego Durán, Historia de las indias de Nueva Espa
ña e islas de la Tierra Firme, México, Porrúa, 1984, II,
cripciones que hicieron los primeros histo
pp. 81-83. Thelma Sullivan opina que el significado
riadores sobre el mundo indígena, ocupan un que Durán atribuye al nombre de Tláloc, se deriva de
lugar primordial las que se refieren a los dio tlalli, tierra y otli, camino, de manera que la interpre
ses, los rituales y las fiestas. En relación con tación de “cueva larga”, puede haber sido una exten
sión de “camino bajo la tierra”. Véase Thelma Sullivan,
Tláloc, Sahagún nos dice: “Tláloc: A New Etymological Interpretation of the God’s
Name an what is Reveals of his Essence and Nature”,
Vuestros antepasados adoraron y tuvieron en Actas del Cuadragésimo Congreso de Americanistas, Ro
por dios a un diablo que ellos llaman Tláloc ma, 1972, p. 213.
110
Plantas sagradas de Tláloc, dios de la lluvia
llamaron toltecas, que hubo antiguamente en tierra. Si se toma en cuenta que los nombres
esta tierra...5 nahuas de los dioses son literal y figurativamen
te una descripción de la naturaleza, Tláloc
Finalmente, es importante destacar que Tlá aparece entonces como una deidad terrestre,
loc también recibe otros nombres: Tetzauh siendo uno solo con la tierra. Sullivan opina
pilli, el “príncipe prodigioso”, el que hace la que es posible que fuera el primer dios con
transformación de la semilla en planta y del cebido con la dualidad tierra-agua y que su
muerto en vivo, y Tlamacazqui, “el proveedor función como dios de la lluvia se hubiera de
divino”, “el que dará algo”. Este término se re sarrollado más tarde.8
fiere: a) el que dará lo necesario para la vida, lo
que se aplica a los dioses, en especial a los de
la lluvia, y b) el que ofrecerá servicio a los dio Tláloc, las fiestas
ses, en este sentido se refiere a los ministros se y los rituales
cundarios del culto.6
Sobre el nombre de Tláloc, Broda apunta una En el calendario mesoamericano nueve de los
serie de etimologías: según Seler, Tláloc sig 18 meses que lo formaban, estuvieron dedica
nifica “el que hace brotar o germinar”. Estudio dos a las fiestas de los númenes relacionados
sos como Spence, Soustelle y Caso se adhieren con la lluvia y la agricultura, en cuyos rituales
a esta interpretación. Por su parte, Shultze-Jena participaban una serie de elementos simbóli
propone su derivación de tlaloa (reflexivo), “co cos como el hule, el copal, el papel, el tabaco
rrer, precipitarse sobre el viento, se enfurece”, y en especial destacan dos plantas: el yauhtli
como adjetivo sería “tempestuoso”; de este (pericón) y el iztauhyatl (estafiate)9, cuyo víncu
modo Tláloc significaría “el que se enfurece, lo con el culto a Tláloc fue tan fuerte que inclu
el tempestuoso”. Leon-Portilla deriva el nom so sobrevivió al impacto de la conquista, como
bre de tlal(li) y oc, “que está en la tierra, que la lo registran algunos procesos que la Santa
fecunda”. Como podemos ver, todas estas eti Inquisición instrumentó contra los indios que,
mologías se encuentran manifestando los dos en plena época colonial, seguían rindiendo cul
aspectos del carácter del dios: uno como el to a este dios en varias cuevas del centro de
dios de las lluvias benéficas que hacen crecer México.10
la vegetación y el otro como el dios de las tor En el mundo mesoamericano, las formas
mentas y tempestades.7 más importantes de culto se manifestaron en
Por su parte, Sullivan presenta un nuevo las fiestas religiosas. Para los fines del presen
enfoque sobre el significado de Tláloc. Esta te trabajo sólo mencionaré aquéllas donde se
autora señala que desde el punto de vista es describe el uso de estas dos hierbas sagradas.
trictamente gramatical, el nombre del numen
puede referirse al adjetivo tlallo, que significa 8
Sullivan, op. cit., pp. 215-216.
9
La investigación sobre las plantas consideradas
“lleno de tierra”, “cubierto de tierra”, “hecho
sagradas por su asociación con Tláloc en las ceremo
de tierra”. Así que Tlalloc, sería el que tiene nias de petición de lluvias y de celebración por su lle
calidad de tierra, el que está dotado o hecho de gada, tiene como antecedente los trabajos realizados
por Bernardo Ortiz de Montellano, véase “Las hierbas
5
Juan Bautista Pomar, Relación de Texcoco (siglo vii), sagradas de Tláloc”, en Estudios de Cultura Náhuatl,
México, Editorial Libros de México, 1975, pp. 14-15. México, iih-unam, 1980, y Medicina, salud y nutrición
6
Ángel María Garibay K., Historia de la literatura aztecas, 1980. El estudio histórico del yauhtli lo llevó a
náhuatl, México, Porrúa, 1987, II, p. 408. cabo Dora Sierra Carrillo, véase “El yauhtli o pericón,
7
Johana Broda, “Las fiestas aztecas de los dioses planta curativa y protectora. Su importancia mágico-
de la lluvia: una reconstrucción según las fuentes del religiosa en el presente y en el pasado”, tesis, México,
siglo xvi”, en Revista Española de Antropología Ameri ff yl-unam, 2000.
cana, Madrid, 1971, p. 250. 10
Sierra Carrillo, op. cit., pp. 127-128.
111
Dora Sierra Carrillo
La primera fiesta del año era llamada Atlca htli?). Las mujeres que hacían la sal cantaban
hualo y en ella se honraba a los dioses del agua y bailaban en su honor, adornaban su cabeza
o de la lluvia, a los llamados tlaloque, Sahagún con guirnaldas hechas “de aquella yerba que
menciona que como parte fundamental del se llama iztauhyatl, que es casi como ajenjo de
ritual, en esta festividad se sacrificaban muchos Castilla”.16 Los espectadores de los sacrificios
niños en varios cerros: Cuauhtépetl, Yoalté también llevaban iztauhyatl en las manos y unas
petl, Tepetzinco, Poyauhtla, Pantitlán, Cócotl flores amarillas llamadas cempoalxóchitl.17
y Yiauhqueme.11 Aun cuando no se menciona Cuando descendían las aguas se hacía la
el uso de plantas, es importante destacar que el celebración de Atemoztli, en el décimo sexto
nombre de dos cerros se vinculan en términos mes del año. Los ruidos de los truenos y de las
semióticos con el yauhtli: Yiauhqueme, signi lluvias en los montes eran interpretados por
fica “vestido de yauhtli”; uno de los tlaloque era las gentes como la llegada de los tlaloque, en
conocido como Yauhqueme y portaba un go tonces los sacerdotes echaban polvo de yauh
rro de papel pintado de color de yauhtli.12 El tli sobre las brasas de sus incensarios en forma
otro cerro era Poyauhtla, que significa “junto de grandes cucharas perforadas, con unas so
a la niebla que parece humo”, Garibay señala najas dentro que hacían sonar para atraer la
que “toda montaña recargada de nieblas ne lluvia, haciendo un rito especial.18
gruzcas es un Poyauhtlan, y toda montaña es En la celebración de Opochtli, tlaloque pa
morada de Tláloc”.13 trón de los barqueros, las ofrendas que le ha
En el sexto mes se celebraba la fiesta de Et cían incluían yauhtli, tabaco y copal. Sahagún
zalcualiztli, cuando ya las lluvias habían rega al hablar de los ministros que servían a los dio
do los campos y las milpas estaban crecidas; ses, dice que el sacerdote Tzapotlateohuatzin se
el sacerdote de Tláloc llevaba colgando en la encargaba de proveer lo necesario para la fies
mano derecha una bolsa de cuero adornada ta de la diosa Tzapotlatenan: papel, copal, hule
con caracoles, estaba llena de yauhtli en polvo, y “una yerba olorosa con que incensaban a los
el cual esparcía sobre las esteras del templo ídolos”.19
del dios.14 A la medianoche se hacía el sacri El uso de plantas en los rituales de las dei
ficio de los cautivos; las personas que asistían dades acuáticas y otros númenes relacionados
a este acto solían llevar la “yerba que llaman iz con la agricultura, es ampliamente descrito
tauhyatl”, algunas la apretaban en el puño o se por los cronistas. En el caso del iztauhyatl, sólo
la ponían en las orejas; otros abanicaban los se menciona como una de las hierbas que acom
rostros de sus hijos con esta planta para evitar pañaba a los participantes en algunos ritos;
que los gusanos se fueran a meter en sus ojos mientras que del yauhtli encontré mayores re
y les causaran enfermedades.15 ferencias como parte de los objetos de culto
La ceremonia del séptimo mes era llamada en el complejo ceremonial de las fiestas del
Tecuilhuitontli y se dedicaba a la deidad acuá crecimiento y la cosecha: sahumado en forma
tica Huixtocíhuatl, diosa de la sal, quien porta de incienso, para comunicarse con los dioses,
ba un bastón adornado con papeles goteados como ofrenda para halagarlos y agradecerles
de hule y flores de papel llenas de copal (¿yau los beneficios recibidos y usado como elemen
to protector de las fuerzas malignas, de las
11
Sahagún, op. cit., I, p. 140. fuerzas frías del universo.
12
Miguel León-Portilla, Ritos, sacerdotes y atavíos de
los dioses, México, iih-unam, 1958, p. 131.
13
Ángel María Garibay K., Veinte himnos sacros de los 16
Ibidem, p. 172.
nahuas, México, iih-unam, 1995, p. 59. 17
Ibidem, p. 173.
14
Sahagún, op. cit., I, pp. 167-169. 18
Ibidem, p. 214.
15
Ibidem, p. 170. 19
Ibidem, p. 249.
112
Plantas sagradas de Tláloc, dios de la lluvia
La relevancia de esta planta se pone de ma me apoyé principalmente en los siguientes có
nifiesto en una oración a Tláloc para obtener dices: Mendocino, Matrícula de tributos, Maglia
la lluvia; en esta petición se puede ver la estre bechi, Tudela, Borbónico y Telleriano-Remensis.21
cha relación entre un vegetal y un dios, esto su En el análisis y la identificación de dicho ve
cede cuando la planta personifica la deidad: getal tomé como referente la representación
de la planta que aparece en los dos primeros
Oh señor, oh nuestro dueño. Oh Tlamacaz códices como glifo de Yauhtepec, que represen
qui, Oh Xoxouhqui [oh verdísimo], Oh señor ta al cerro del yauhtli, muy similar a la divisa
del Tlalocan, Oh señor del incienso [yiauhtli que identifica a Yauhtécatl —uno de los dioses
(personificado)], Oh señor del copal: en ver del pulque— en el Magliabechi y en el Tudela:
dad, los dioses, los Tlamacazque, los señores
un manojo o atado de hierbas rematado con
del hule, los dioses del incienso [yiauhtli (per
sonificados)], los señores del copal —nues puntos amarillos —aluden a las flores peque
tros señores— se han refugiado...20 ñas de esta planta— sujeto con una cinta de pa
pel, a veces es de un solo color o pintada con
Otro campo en el que se observa el víncu estrellas negras.
lo de Tláloc con estas plantas, es el relaciona En varias imágenes de Tláloc que aparecen
do con las enfermedades. Entre los mexicas se en el Códice Magliabechi, este numen porta en una
tenía la creencia que algunas de éstas se asocia de sus manos un bastón con flores amarillas. En
ban con determinados dioses, según ellos, el el Códice Telleriano-Remensis se repiten en las fi
incumplimiento de ciertos rituales se castiga guras del dios de la lluvia las plantas verdes con
ba con enfermedades específicas. Así, por ejem puntos amarillos; incluso en una de ellas el dios
plo, las causadas por el frío como la gota, la lleva en la mano una serpiente con un ramo
parálisis, la perlesía o el encogimiento de al de flores amarillas en la parte superior. Otras
gún miembro y las que se producían en la piel deidades del complejo acuático se representan
como la lepra, las bubas y la sarna, eran envia portando en sus atavíos manojos de hierba,
das por Tláloc; para protegerse y curarse de muy parecidos a la iconografía del yauhtli.
estos padecimientos usaban también las yerbas Aun cuando algunos autores señalan que
sagradas —el yauhtli y el iztáuyahtl—; en la cos las plantas de estos bastones eran juncos, con
movisión indígena, ambas plantas cumplieron sidero que más bien se trata de flores de yauh
una doble función: la ritual y la terapéutica. tli, una de las razones para suponer esto la
proporcionan tres de las ofrendas dedicadas
a Tláloc descubiertas en los recientes hallaz
gos en el Templo Mayor, donde se encontra
Las representaciones de Tláloc ron restos de este vegetal: la primera de ellas,
y el yauhtli en los códices la ofrenda X, estudiada por López Luján,22
estaba dentro de un receptáculo que contenía
Como ya lo mencioné, la figura de Tláloc es una serie de objetos simbólicos entre los que
una de las más representadas en diversos ma se encontraban cuatro bolas de copal, cuatro
teriales; cerámica, escultura, pintura mural y de hule, una olla de Tláloc con semillas de chía
en códices. Por ahora me concretaré a las imá en su interior, algunas plantas como el ma
genes de este dios en los códices donde apa guey, el toloache y semillas de yauhtli dentro
rece con una planta que he identificado como y fuera de la olla.
la flor de yauhtli. Para el estudio iconográfico
Sierra Carrillo, op. cit., pp. 88-96.
21
20
Ortiz de Montellano, op. cit., p. 293 (traducción López Luján, Anthropologie religieuse du Templo
22
113
Dora Sierra Carrillo
114
Plantas sagradas de Tláloc, dios de la lluvia
115
Evolución cultural prehispánica de los grupos
nómadas en San Luis Potosí, México
Monika G. Tesch*
Los grupos arqueológicos de nómadas y se difícil acceso. En la cima, los suelos al igual que
misedentarios estudiados por nosotros en el en las laderas bajas y en los llanos intermedios
transcurso de las diferentes temporadas de cam son fértiles y presentan una vegetación muy va
po y gabinete durante la última década, se riada y relativamente abundante.
localizan hacia el sureste de la Gran Chichime Clima: al hallarse el territorio en estudio en
ca y abarca, por lo tanto, una parte del México tre los 22° 00’ N y los 22° 30’ N es evidente que
septentrional, cubriendo el área de estudio el se trata de una zona de clima semiárido. Así, se
centro y centro-norte del actual estado de San ubica dentro de la estribación sureste del desier
Luis Potosí, o sea, sobre el segundo escalón de to de Chihuahua y no ha sufrido mayores cam
la Sierra Madre Oriental. Sin embargo, quere bios desde la época prehispánica; según infiere
mos tomar en cuenta también algunos hallaz el biólogo Polaco (1997, información perso
gos hechos por colegas en lo que se denomina nal) a partir de la flora y fauna aún observable,
el Altiplano potosino, esto es, el tercer escalón aunque quizá su clima en aquel entonces haya
de esta misma sierra, orientada prácticamen sido un poco más húmedo y por lo tanto algo
te norte-sur. más benévolo para la vida humana.
Geografía: las áreas visitadas y habitadas por Al encontrarnos dentro de las estribaciones
los grupos nómadas, que hemos estudiado, sureñas del desierto de Chihuahua contamos
en la época prehispánica se encuentran prin con un clima seco de temperaturas extremas de
cipalmente sobre derrames de roca basáltica, gran variación entre el día y la noche.
que en ocasiones forman conglomerados con Según Vivó (1964:191) el clima es semiári
la roca caliza que generalmente los rodea y, fre do, poco influido por los “nortes” de diciem
cuentemente, están interrumpidos por amplios bre y enero y los vientos del este que alcanzan
llanos aluviales, por lo general salitrosos, de la región en verano, generalmente han dejado
inundación temporal. La amplitud de las me ya sus aguas antes de cruzar la Sierra Madre
sas formadas por los derrames basálticos os Oriental, así que no influyen mayormente so
cila entre los 1 000 y 1 200 msnm; generalmente bre el clima en esta región, siendo la media
las laderas medias a altas cuentan con fuertes anual de lluvias de 500 mm (Vivó, 1964:200)
pendientes muy pedregosas y muchas veces de y correspondiendo a un tipo de clima BShw
según Koepen.
La presencia del hombre actual ha provo
*
Centro inah San Luis Potosí. cado una mayor desertificación y como con
117
Monika G. Tesch
118
Evolución cultural prehispánica de los grupos nómadas en San Luis Potosí
pequeños animales fáciles de atrapar, desarro De esta manera, sin poner demasiado énfasis
llando posteriormente las herramientas ade en los fechamientos sino en los aspectos cultu
cuadas para dedicarse también a la caza de rales observados y relativos a los espacios reco
megafauna que, probablemente, fue la que lo rridos por los seminómadas, sus preferencias
guió hacia América por el estrecho de Bering. y diferentes manifestaciones dentro de los am
Se trataba en ese entonces de pequeños gru bientes naturales a los que tuvieron que enfren
pos de gente nómada cuyo avance seguramen tarse y los cuales seguramente sus habitantes
te fue sumamente lento. llegaron a conocer a la perfección para poder
En San Luis Potosí la evidencia más antigua sobrevivir con tan pocos apoyos tecnológicos
de los cazadores de fauna pleistocénica la re en un medio tan hostil.
portan los prehistoriadores Lorenzo y Miram Precisamente por la ausencia de trabajos
bell en un manantial, actualmente seco, del relativos a los grupos nómadas que recorrie
rancho la Amapola, ubicado en el municipio ron el área semiárida de la zona media poto
de El Cedral, en el Altiplano potosino. Obtu sina, dentro del programa de investigaciones
vieron un fechamiento por carbono 14 de al arqueológicas del Centro inah San Luis Poto
rededor de 33 mil años para el artefacto (un sí, en general, y en específico dentro del Pro
raspador) más antiguo y 31 850 para un hogar yecto Arqueológico Alaquines-Obregón, se
delimitado por “tarsos de proboscídeo (Miram vienen realizando estudios de área orientados
bell S., 1994: 177-208). directamente al mayor conocimiento de los re
Aunque, aparte de estos hallazgos, en el es manentes culturales que han dejado dichos
tado se han encontrado varios restos de fauna pobladores prehispánicos en la región.
fósil, ninguno de ellos mostró asociación algu En un inicio se planteó un recorrido inten
na con actividad humana. Hace alrededor de sivo del área comprendida entre los poblados
10 mil años se extinguió esta fauna, probable de Álvaro Obregón, Estación de Tablas y La
mente debido a causas climáticas. Morita (Tesch, 1991-1996), localizando de esta
Para el área estudiada, que se localiza en la manera campamentos mayores en los aflora
zona media potosina, el hallazgo más antiguo mientos basálticos asociados a campamentos
consta de una punta de proyectil, tipo plain- menores, estancias y otros que hemos deno
view proveniente de una mesa localizada al minado “sitios de paso”, de pequeñas dimen
sur del Cerro Alto, municipio de Cárdenas. siones, dispersos en la planicie, y lugares de
Por análisis comparativos, este artefacto tiene descanso muy corto, localizados en espacios
una antigüedad máxima de unos 10 mil años. específicos; así como dos yacimientos de sílex
Sin embargo, se trata de una evidencia aislada o pedernal que representan las principales
que nos indica exclusivamente el paso del hom fuentes de materia prima para la elaboración
bre, como cazador, por esta región durante de los artefactos.
esa época. Al observar la relación directa entre el mi
Al igual que en este caso, los demás vesti croambiente en el cual se localizaron los cam
gios tempranos de cazadores-recolectores son pamentos mayores, esto es, en donde las condi
bastante escasos y difíciles de fechar, debido ciones que ofrecen una vegetación y una fauna
a que se trata de artefactos recuperados en su suficiente y propicia para la supervivencia de
perficie durante varias temporadas de reco grupos seminómadas, o sea, en donde existen
rrido intensivo de superficie, en terrenos que suelos producto de la degradación de la roca
no presentan suficiente suelo y mucho menos volcánica (basáltica), se propuso para 1997 un
estratigrafía para algún fechamiento diferente estudio complementario con recorridos inten
al comparativo, abarcando, por lo tanto, es sivos específicamente en los derrames volcáni
pacios y temporalidades sumamente amplios. cos localizados al norte y al noroeste del área
119
Monika G. Tesch
inicial, obteniendo de esta manera un pano llo, el pitayo y el nopal con los campamentos
rama más amplio respecto a las características mayores y las estancias localizadas tanto en el
relativas al comportamiento de los grupos nó área originalmente recorrida, como en la de
madas en la región y referentes a algunas de comparación pudiendo prácticamente orien
sus preferencias en cuanto al medio ambiente tar el enfoque del reconocimiento arqueoló
y fuentes de abastecimiento alimentario. gico hacia ese tipo de ecosistema.
De esta manera se registraron más de 40 si Algunas pequeñas incursiones al Altiplano
tios, entre estancias y campamentos mayores potosino nos plantean un patrón diferente en
y áreas de actividad intensa, algunos de ellos lo relativo al hábitat frecuentado por los gru
con diversas subáreas, todos ellos correspon pos cazadores-recolectores. Mientras, en el área
dientes a cazadores-recolectores prehispánicos en estudio, como hemos dicho, se observa una
seminómadas. clara preferencia por las mesas y laderas bajas
Si tomamos como ejemplo el sitio Sábila, de los afloramientos volcánicos basálticos, los
SL-1400 o A-400 (véase el mapa) se observa sitios del Altiplano se encuentran aparentemen
sobre la misma mesa que alberga el sitio un te con mayor frecuencia en los bosques de pal
cambio de suelo y por tanto de vegetación que ma yuca, que a su vez es una variante diferente
al mismo tiempo nos está marcando el límite a la existente en la región por nosotros estudia
natural del sitio debido a que coincide con la da; presentando ésta, en el Altiplano, varias
parte en donde se observa el contacto de los flores en diferentes ramificaciones de la mis
suelos, producto de la degradación de la roca ma palma mientras que en el área estudiada
volcánica con aquéllos de origen calizo; sien sólo presenta una sola flor en un solo tronco,
do en éste prácticamente nula la presencia de lo que hace pensar que se trata de dos hábi
vestigios culturales. Igualmente la vegetación tats que fueron recorridos por diferentes gru
comestible allí es muy escasa en relación con la pos con distintas prioridades alimentarias, por
abundancia en todo el afloramiento volcánico, los mismos grupos pero durante épocas del
o sea, que el sitio se ubica precisamente en esta año diferentes. Para corroborar cualquiera
área, en donde crecen plantas comestibles co de las dos hipótesis será necesario realizar es
mo el pitayo, garambullo, sábila, algunos nopa tudios en el Altiplano, el cual hasta el momen
les, granjeno y bisbirinda, además de arbustos to se encuentra muy poco investigado desde
espinosos bajos, lo cual se repite como patrón el punto de vista arqueológico.
general en todos los sitios de esta región. Con El área de cazadores-recolectores, a cuyo
frecuencia encontramos árboles como huiza estudio está enfocado el Proyecto Arqueoló
ches y mezquites de poca altura y alguna palma gico Alaquines de la Federación Alemana para
(Yucca spp.) aislada, indicando el contacto de la Investigación Científica (faic) (Tesch, 1988
los dos tipos de suelo referidos arriba. En estos y 1989) y Alaquines-Obregón inah (Tesch,
sitios se observa una gran cantidad de huellas 1991-2001) colindan hacia el sur, entre los años
y excretas de mamíferos, tales como venado, 500 a 1000 d.C., con la cultura sedentaria de
conejo, liebre y ocasionalmente de tlacua Río Verde, estudiada por el cemca en la déca
che, además de la gran gama de aves y repti da de 1970 (Michelet, 1996). En nuestros estu
les, así como de insectos comestibles, lo cual dios hemos observado que durante la época
nos permite inferir que los moradores de estos mencionada hubo una intromisión más o me
sitios también contaban con una buena dieta nos intensa de las culturas sedentarias hacia
animal. las de los grupos cazadores-recolectores, ob
Entre las plantas que hemos mencionado servándose ciertos elementos cerámicos en la
en el párrafo anterior llama la atención la aso parte norteña mientras que en la del sur in
ciación constante de aquéllas como el garambu clusive existe la presencia de pequeños sitios
120
Evolución cultural prehispánica de los grupos nómadas en San Luis Potosí
Sobre mapa de escalones del territorio del estado de San Luis Potosí
(tomado de Octaviano Cabrera Ypiña 1962).
121
Monika G. Tesch
122
Evolución cultural prehispánica de los grupos nómadas en San Luis Potosí
los cuales, por la misma calidad de la materia del Infiernito, Juliana, El Sote y La Vejiga, las
prima, resultan ser más burdos y frágiles. puntas de proyectil son elaboradas con una
Existe entre las formas de puntas de pro tecnología diferente y presentan una forma de
yectil sin pedúnculo varios ejemplares de ela pedúnculo distinta, respecto a aquéllas pro
boración muy burda que aparentan no estar venientes del Cerrito Colorado, indicándonos
terminados, sin embargo están prácticamente una diferencia ya sea temporal o cultural en
ausentes los objetos bien terminados que po tre los grupos que habitaron dichos lugares
drían haberse derivado de esta forma. Por otro y, por lo tanto, serán objeto de investigaciones
lado, en el área de comparación la cantidad de posteriores.
núcleos en sílex es bastante escasa y su tamaño También se observa en los campamentos
reducido, de lo cual deducimos que en esta mayores de esta parte noroeste de la región en
área las fuentes de materia prima son de me estudio, que los asentamientos parecen ser de
nor calidad o se encuentran más alejadas. De mayor duración en las últimas fases y con una
hecho no pudimos localizar ninguna, mien evidente diferenciación en áreas de actividad
tras que en el Cerrito Colorado se cuenta con doméstica y de trabajo específico, como lo es
un yacimiento bastante grande (SL 1150), muy por ejemplo la preparación y elaboración de ar
cerca de los campamentos y estancias allí lo tefactos líticos; infiriendo la posibilidad de que
calizados. ya se trate de grupos semisendentarios que pu
A pesar de que no ha concluido el análisis dieron haber aprovechado los amplios llanos
tipológico de los artefactos, es evidente a tra frente a sus campamentos, que en muchos casos
vés los diferentes grados de evolución tecnoló se localizan a pie de monte o en la parte baja
gica observados dentro de la gran variabilidad de los cerros.
de los artefactos localizados, que los grupos Vemos, pues, en esta área, una evolución de
nómadas que aparecen hace aproximadamen la población nómada completamente depen
te 10 mil años se continua hasta el momento diente de los recursos naturales a través de la
del contacto con los primeros misioneros e in caza y recolección, pasando por una etapa cul
cluso durante unos 100 años más; pudiéndo tural de seminomadismo y desarrollándose,
se observar, a partir del auge de la cultura de muy probablemente, hacia el final, para confor
Río Verde (500-1000 d.C. aproximadamente), mar grupos (semi)sedentarios con una cultura
que la industria lítica ya no aparece de mane basada ya en una incipiente agricultura.
ra aislada sino que se observa que las culturas
nómadas tuvieron contacto con las sedenta
rias, infiriendo un probable intercambio de Bibliografía
elementos culturales. Lo que se observa en el
contexto arqueológico a partir de dicha épo Braniff, Beatriz, 1975. La estratigrafía arqueo-
ca es la presencia, aunque en poca cantidad, lógica de Villa de Reyes, San Luis Potosí, un sitio
de elementos cerámicos los cuales, una vez de en la frontera de Mesoamérica, México, inah
saparecida la cultura de Río Verde, sobre todo (Cuadernos de los Centros, núm. 17).
más hacia el norte y oeste del área, son reem Michelet, Dominique, 1984. Río Verde, San
plazados por cerámicas provenientes del valle Luis Potosí (Mexique), México, cemca.
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124
Procesos de cambios culturales:
Huexotla, un cementerio indígena del siglo xvi
y el templo de San Jerónimo de la capital
de la Nueva España
Los cambios culturales que se dieron a partir dio ambiente, tanto físico como cultural, es
del encuentro de dos mundos tan diferentes posible reconocer cómo determinadas cos
como el español y el mesoamericano son es tumbres y/o sus cambios influyen en el bien
tremecedores. Algunos de ellos, para los indí estar del organismo humano, sobretodo si se
genas, los provocó la imposición de una nueva encuentran diferencias con otros sectores de
religión y la experiencia de padecer nuevas en la misma sociedad o se contrastan con otra
fermedades; para los conquistadores, fue el cultura.
nuevo y diferente entorno y los modos de vida Existen datos sobre la forma de inhumación
indígenas, tan distintos de los imperantes en en los centros urbanos rectores de la vida vi
la llamada metrópoli. Algunos de estos cam rreinal, pero del área rural los cronistas no
bios se pueden descubrir por medio de un he hablan específicamente. En este trabajo con
cho biológico, como la muerte, y también con trastaremos los cambios observados en un ce
el análisis de las huellas que quedan impresas menterio indígena rural del siglo xvi con otro
en los esqueletos o restos momificados, los cua sitio de enterramiento, el interior de un tem
les se pueden analizar siglos después. El fin plo, de la capital de la Nueva España, en don
de la vida, que involucra en el ser humano su de se inhumaba a los fieles que contaban con
modo de vida, creencias y ritos, inmersos en recursos económicos y que pertenecieron a
su cultura y sociedad, nos permite conocer me una parroquia de españoles.
diante los vestigios arqueológicos, los cambios El cambio en las prácticas rituales mortuo
en los ritos funerarios. rias se puso de manifiesto de forma inmedia
La forma de disponer de los muertos entre ta después de la conquista, uno de los lugares
los indígenas es una las características del mo en donde se han encontrado enterramientos
do en que concibían el mundo, al hombre y humanos que datan del segundo tercio del si
su medio ambiente; sus cambios, por lo tanto, glo xvi es el cementerio de Huexotla, en el
nos muestran las transformaciones que se es Estado de México (Mansilla y cols., 1992a). El
taban llevando al cabo a raíz de la conquista sitio se localiza aproximadamente a 4.3 kiló
española. Asimismo, a través del estudio de metros al sureste de la ciudad de Tezcoco, a
diferentes huellas que quedan impresas en el 2.6 kilómetros al noroeste del pueblo de Hue
esqueleto y que si se analizan dentro de su me xotla.
En la época prehispánica, según Parsons
* Dirección de Antropología Física-inah. (1971), Huexotla era un sitio azteca tardío, con
125
Josefina Mansilla Lory
una población agrícola de asentamiento dis individuos fueron depositados sin ataúd y, en
perso, con un rango de entre 200 a 400 habi doce casos, de manera simultánea. La posición
tantes al momento del contacto. La cronología en la gran mayoría de ellos era de decúbito
del sitio se determinó gracias a los objetos aso dorsal extendido (recostados sobre la espalda),
ciados a los entierros: una moneda que por sólo dos individuos fueron colocados en decú
las fechas de su manufactura y de su circula bito lateral, es decir, de lado. Los brazos esta
ción precisan el periodo entre 1525 y 1600 ban cruzados sobre el tórax y los tobillos, en
(Pompa, 1976). Asimismo, los datos de Hipó general, uno sobre otro. La orientación que
lito Vera (1981) indican que fue en1525 cuan guardaban era con el cráneo hacia el oeste y
do empezó la conversión de los indios en este los pies al este.
lugar. Dos de los entierros no corresponden a esta
Huexotla y su jurisdicción correspondie inhumación, aunque por sus objetos asociados
ron, en lo religioso, a la orden franciscana; el (siete cuentas de madera torneada) se pueden
centro de Huexotla pasó a ser el sitio donde fechar en el mismo periodo. Se trata de una
se construyó y asentó el control religioso po mujer con un feto, encontrados casi en la su
lítico. El convento de San Luis Obispo tuvo perficie actual del terreno y no corresponden
bajo su control 13 pequeños templos de “vi al momento en que estaba en uso el cemen
sita”, una de ellas podría pertenecer al sitio terio. Los otros 58 individuos se localizaron a
que nos ocupa. Se sabe por las fuentes y los es profundidades que variaban entre 0.70 y 1.18
pecialistas que estas construcciones del siglo metros, que es el nivel del tepetate. El área ex
xvi no eran permanentes, sino que podían co plorada fue de 116 metros cuadrados.
rresponder a simples enramadas, tal y como El sistema funerario encontrado en este
comenzaron todas las edificaciones que más sitio corresponde a lo estipulado por la Iglesia
tarde fueron iglesias y conventos definitivos. católica en ese momento y que fue impuesto
No se encontraron restos de estructuras en nin de manera inmediata. La disposición consistía
gún lado del cementerio, aunque se conoce que en poner al muerto en posición devota; es
el terreno ha sido removido sistemáticamente, decir, con las manos cruzadas sobre el pecho
pues se trata de campos de experimentación y las piernas extendidas paralelas entre sí, con
de la Universidad Autónoma de Chapingo. la variante de tobillos cruzados, en imitación al
Templo y cementerio constituyeron en Méxi Cristo crucificado (Koch, 1983). Respecto a la
co un solo ámbito, que permaneció así hasta la posición de los brazos, los hombres los tienen
separación de la Iglesia del Estado en el siglo cruzados sobre el torso y las mujeres sobre la
xix. Existen reportes de que cuando los indí pelvis. En la postura de las piernas se observó,
genas eran congregados se derrumbaban los como en otros entierros de la época virreinal,
templos, quedando sólo una cerca con una que era el tobillo derecho el que por lo gene
puerta con cerradura. Así, el cementerio de ral, estaba cruzado sobre el izquierdo.
Huexotla pudo haber sido una simple enra En cuanto a la orientación de los entierros,
mada, una capilla abierta o una pequeña igle en la práctica tradicional cristiana se sabe
sia que fue derribada (Malvido y cols., 1986 que, en general, consistía en situar la cabeza
y Mansilla y Pompa, 1992a). hacia el oeste, de tal manera que el difunto
La exploración arqueológica de este ce mirara al sol naciente en el este, donde se pien
menterio se remonta a 1974 y tuvo dos tempo sa que Cristo aparecerá en la resurrección, tal
radas de campo, se trata de un enterramiento es el caso en este lugar.
colectivo de 60 individuos indígenas, cuyas eda Este cementerio presenta las siguientes ca
des en el momento de la muerte varían desde racterísticas en cuanto a la ubicación de los
infantes hasta adultos de ambos sexos. Estos muertos:
126
Procesos de cambios culturales: Huexotla y San Jerónimo
127
Josefina Mansilla Lory
Después de trazar los ejes y los límites ima sus organismos no contaban con defensas—,
ginarios del campo santo, se encontraron nue las que causaron estas muertes múltiples si
vos datos sobre esta sociedad. Cuatro entierros multáneas y que, se sabe, fueron la causa prin
estaban fuera de su perímetro; se trata de una cipal de la drástica reducción de la población
mujer y tres niños, fenómeno que puede ser indígena después de los años de conquista.
explicado si se toma en cuenta que existen re
portes de que, en las inmediaciones del terre
no sagrado, se enterraba clandestinamente a
Entierros del interior
los infieles e idólatras, a los no bautizados, a los
del templo de San Jerónimo
pecadores nefandos y a todos aquéllos sobre
los que había duda de si estaban o no bauti
zados. Los entierros del interior del templo de San
Se trata de un cementerio rural, de uso co Jerónimo, ubicado en la capital de la Nueva
mún, que se estableció poco después de la España, y de una época posterior (siglos xvii y
conquista y fue producto de un asentamiento xviii) da cuenta de otra serie de cambios (Man
pequeño, relativamente distante de su cabece silla, 1997, Mansilla y cols., 1992b, Mansilla y
ra, cuyas tierras tal vez formaban un rancho o cols., 1994, Carrasco, 1990 y Juárez, 1989).
hacienda con cementerio; que por otra parte, La segregación entre indios y españoles que
fue utilizado por un corto periodo. Sólo exis existió después de la conquista, se evidenció
te referencia de otro cementerio similar en el en todos los ámbitos. Se establecieron gobier
área de Teotihuacan (Charlton, 1970). Los cam nos diferentes y ordenamientos legales distin
bios culturales que encontramos a través del tos, las actividades económicas también fueron
sistema funerario utilizado en este cementerio divididas. Así, la construcción de la ciudad es
son: imposición inmediata del ritual cristiano, pañola, capital de la Nueva España, sobre la an
que se observa en la posición en que fueron tigua ciudad indígena, ordenando su espacio
enterrados estos individuos, y que difiere de la a partir de una plaza de donde se organizaron
prehispánica no sólo en la disposición del cuer las calles de manera regular en una retícula,
po sino en la ausencia de objetos de cerámica, cambió radicalmente la fisonomía del lugar e
adornos u otro tipo de utensilios personales, hizo evidente el contraste con los asentamien
aunque es posible que las monedas y la medalla tos indígenas. Los españoles bautizaron a la
que sí fueron permitidas, pudieran sustituir, parte central como “ciudad”, misma que fue
de alguna manera, el significado cultural para la que ocuparon, y al espacio de los indios, que
el tránsito hacia el otro mundo, aunque para los quedaron en la periferia, se le llamó “pueblos
españoles tuvieran otra connotación. de indios”, “parcialidades” o “barrios indíge
En cuanto a las huellas de lesiones encon nas”. Estos barrios no respondían al trazo de
tradas en el esqueleto y que pudieran indicar cuadras formando ángulos rectos, es decir, la
algún cambio en sus condiciones de salud- ciudad india tenía una disposición irregular.
enfermedad, sólo su escasa prevalencia y la La prohibición de convivencia espacial entre
posición de los entierros permitió establecer los dos grupos de habitantes, en la práctica no
que, en doce casos, la inhumación de dos o duró mucho tiempo, ya que para el siglo xvii
más individuos fue simultánea. Con estos datos, existen datos de indios que vivían dentro de la
resulta aventurado decir que, en general, goza traza de la ciudad española. No obstante, la or
ron de una buena condición de salud durante ganización social se ve reflejada en esta divi
el transcurso de sus vidas y que, probablemen sión y lo mismo sucede con los distintos tipos
te, fueron las epidemias de enfermedades no de parroquias: las que se encontraban dentro de
conocidas para los indígenas —para las cuales la traza eran de españoles y las de las afueras
128
Procesos de cambios culturales: Huexotla y San Jerónimo
129
Josefina Mansilla Lory
do en que fue utilizado como cementerio, con tadas como casas señoriales de la nobleza no
el transcurso del tiempo se hizo insuficiente, lo vohispana.
que trajo como consecuencia constantes rein El lugar en donde se localizaba este templo,
humaciones. Esto explica la presencia de entie en un principio fuera de la traza y colindante
rros removidos y el material óseo aislado de la con barrios de indígenas y medio despoblado,
nave. El material esquelético encontrado en podría pensarse como lugar de entierro para
la cripta se convirtió en osario debido al nivel gente menos acomodada. Sin embargo, y al pa
freático y a que, la gran mayoría de las inhu recer por la relevancia que tuvo el convento
maciones de este lugar, fueron de infantes muy anexo al templo, esto no ocurrió y es por ello
pequeños o fetos, los que fueron depositados que, desde un principio, perteneció a la pa
probablemente amortajados pero sin ataúd. rroquia más importante de la capital de la Nue
Los entierros que corresponden a las religiosas va España.
del convento son de otra temporada de excava Los objetos asociados a estos entierros van
ción (Romano y Jaén, 1987), por lo que des desde medallas, cuentas de rosario, adornos
bordan los límites del presente estudio. (armazones metálicas de flores) hasta objetos de
Los libros parroquiales de defunciones que vestimentas, tales como alfileres de oro, bo
existen, 1671 hasta 1800, registran un total de tones, suelas, hebillas y adornos de zapatos.
540 personas enterradas en el templo de San Para la identificación de la afinidad bio
Jerónimo, de estos datos se obtuvo la siguien lógica se aplicó el modelo de la antropología
te información: dental, el cual se basa en la identificación y
Un total de 440 defunciones (81 por cien cuantificación estandarizada de caracteres
to) asentadas en los libros de españoles y 100 morfológico-anatómicos normales presentes
(19 por ciento) en el de castas. De estos últi en las coronas dentarias. Los resultados indi
mos fueron 31 (31 por ciento) mulatos; 21 (21 can la presencia de sujetos europeos, o descen
por ciento) mestizos; ocho (ocho por ciento) dientes de ellos, e individuos mestizos siendo
negros; ocho (ocho por ciento) chinos; cuatro mayor la cantidad de esqueletos con caracte
(cuatro por ciento) castizos; tres (tres por cien rísticas mezcladas (Mansilla y cols., 1992).
to) indios; y a 25 (25 por ciento) del total sólo Los datos en cuanto a la semblanza de vida
se les asentó como pertenecientes a castas. De del grupo social privilegiado con mayor ac
los españoles, 110 (25 por ciento) eran pár ceso y disponibilidad de alimentos, recursos
vulos, 105 (24 por ciento) individuos casados, y reservas, con una situación mejor para en
80 (18 por ciento) viudos, 75 (17 por ciento) frentar las condiciones nocivas; es decir, con
doncellas, 61 (14 por ciento) individuos solte una mayor capacidad del organismo, para res
ros y 19 (cuatro por ciento) para los que nada ponder ante las diferentes agresiones a que se
dice el registro. A diferencia en los libros de enfrenta la población en general, mismas que
castas, 30 (30 por ciento) son solteros, 22 (22 se hacen evidentes por las huellas dejadas en
por ciento) casados, 18 (18 por ciento) viudos, sus huesos y dientes, que prueba que en vida
17 (17 por ciento) doncellas, cinco (cinco por los sujetos tuvieron que dar respuesta (y re
ciento) párvulos y ocho (ocho por ciento) en cuperarse) de situaciones desfavorables, todo
que no fue registrado el dato. ello con un costo en términos de morbilidad
De los inscritos como españoles, en 56 ca y mortalidad. Esta sociedad estaba lejos de
sos (13 por ciento) quedó registrado que de ser saludable, su calidad de vida distaba mu
jaron testamento mientras que sólo dos de los cho de lo que hoy en día se consideraría sa
de castas. El número de misas a oficiar por el tisfactoria, su patrón de crecimiento estaba
difunto ascendió hasta dos mil. Por el domi seguramente disminuido de su potencial, las
cilio asentado se repiten calles que son repor enfermedades crónicas —como el parasitismo
130
Procesos de cambios culturales: Huexotla y San Jerónimo
y las infecciones—, y las agudas, tales como di bridad pública lo muestra, por un lado, el lago
ferentes enfermedades principalmente las epi de Tezcoco, que sirvió de letrina de la ciudad:
démicas, una alta mortalidad fetal e infantil las aguas de desecho, las materias fecales, toda
cotidiana, el grado de avance de la medicina clase de desperdicios y los restos orgánicos de
y el deterioro y desastres en el medio ambien animales muertos contaminaron las aguas, la
te físico, son el panorama que encontramos flora y la fauna; por el otro, existen reportes de
(Mansilla, 1997; Mansilla y Pijoan, 1995; Man las calles sin pavimentar, polvorientas y sucias,
silla y cols., 1999; Mansilla y Pijoan, 2002 y llenas de basura y con materias orgánicas en
Mansilla y cols., 1992; Mansilla y cols., 2002 descomposición, además del fecalismo al aire
y Mansilla y cols., 2003). De las enfermedades libre, aunado a la costumbre de vaciar bacini
reportadas para esta época se cuentan las intro cas en la calle.
ducidas por los europeos, como la viruela, el El modo de vida europeo, con sus costum
sarampión, la influenza, la varicela, la lepra, bres de vestido y alimentación, se dejan ver en
la peste bubónica, la difteria, el tifo, la tuber estos esqueletos y contrastan con los de los in
culosis, la fiebre tifoidea, el cólera, la fiebre dígenas, que no compartían los mismos rasgos
amarilla y las preexistentes, como disentería, culturales. Los datos biológicos reportan una
parasitismo, treponematosis, escorbuto, pul falta de fijación de vitamina D, que repercute
monía y gripe, entre otras. en una enfermedad que deja su rastro en los
De los cambios que sufrió la ciudad y que huesos: el raquitismo, encontrado en algu
afectaron a los pobladores se encuentra la in nos casos, tanto en niños como adultos. Siguien
troducción de vajilla vidriada para la prepa do las costumbres de vestido, reportadas para
ración y el consumo de los alimentos y el uso esta época, se sabe que no dejaban expuesta a
de barro vidriado y plomo en las tuberías de los rayos solares casi ninguna parte de su cuer
agua potable. Esto se pudo poner de manifies po y, además, no era bien visto que las mujeres
to por el alto nivel de plomo encontrado en los españolas o criollas anduvieran en la calle;
dientes, lo que sugiere envenenamiento por las mujeres honradas y de bien debían perma
plomo crónico desde edades muy tempranas necer en retiro doméstico, dedicadas a las labo
por la ingestión de agua y alimentos contami res propias de su sexo. Asimismo, los recién
nados. El plomo era introducido al organismo nacidos y los niños pequeños también guar
por el aparato digestivo y se acumulaba en los daban reclusión. De esta manera, es posible
huesos y dientes. De las exploraciones arqueo que la falta de fijación de vitamina D y el resul
lógicas se tiene el dato de las tuberías, además tante raquitismo sea consecuencia, en muchos
de haber sido reportado en la literatura (Man casos, de la falta de exposición a los rayos so
silla y cols., 1999). lares (Tostado, 1991; Regla, 1957, y Muriel,
Otro cambio que alteró el ecosistema y con 1994).
ello el bienestar de los ciudadanos fue, por Otro aspecto de las costumbres culturales
un lado, la deforestación del valle de México que afectan la salud y que encontramos en este
para la obtención de carbón, leña y madera estudio, en contraste con la prehispánica, es
de construcción para la nueva ciudad, las obras la repercusión de una alimentación que inclu
hidráulicas para desaguar el lago y la deseca ye, como alimentos básicos, la harina de trigo
ción de canales, que trajo consigo un desequi y el azúcar refinada. El porcentaje de infec
librio natural que se tradujo en constantes ciones bucales, que incluyen tanto caries como
inundaciones con consecuencias para la salud, abscesos y la pérdida de piezas dentales en vida
entre otras calamidades. de estos individuos, es mucho mayor que la
El reflejo de una ciudad con grandes cam reportada en cualquier muestra prehispánica.
bios que trajeron consigo problemas de salu A los 55 años de edad, la mayoría de los indi
131
Josefina Mansilla Lory
viduos carecían de gran parte de sus piezas de México en el siglo xviii”, en María Gua
dentales. La introducción paulatina del con dalupe Ríos de la Torre (coord.), Visiones y
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Historias, 27, México, inah, pp. 97-104. pédica del Estado de México.
133
Construcciones subordinadas
en el español de hablantes de otomí
135
María Elena Villegas M.
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Construcciones subordinadas en el español de hablantes de otomí
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Construcciones subordinadas en el español de hablantes de otomí
sula principal “la bruja tenía” y al mismo tiem En (8) la forma de unir las oraciones se re
po funciona como sujeto de la relativa “que laciona con la de las independientes o asindé
también sabía qué hacía su abuela”. La iden- ticas del español estándar: ya pasó un siglo y
tificación semántica del antecedente relativi- medio; una señora muy vieja era bruja, ella salía
zado CeroExp se omite al inicio de la cláusula a volar en los cerros arroyos y barrancos del pueblo.
adyacente. Sin embargo, las dos primeras corresponden
También advertimos en (7) que la propo- a una construcción de relativa en las que se
sición culmina con la oración “que le contaba omite el uso del pronombre: “ya pasó un siglo
todo a sus amigas”, en cuyo caso el que funcio y medio <Ø> una bruja muy vieja <Ø> era bru
na como elemento conjuntivo, aunque también ja”. El periodo de la primera oración es el an
puede tener la de relativo con la semántica de tecedente de los dos eventos siguientes: el
agente. En esta última oración, la falta de con proceso de envejecer y el de ser practicante
cordancia en el plural del dativo le es un fenó de la magia, por lo que la función semántica
meno que se extiende al español de hablantes es ProcExp [+ animado]. Para el enlace de estas
nativos de México. Sin embargo, también oraciones en español estándar el elemento
puede asociarse a la característica el español prepositivo desde + el relativo que relacionan
otomí revisada por otros autores en cuanto a al antecedente expreso con las cláusulas in-
la falta de concordancia en número. sertadas o adyacentes.
Es importante advertir en esta construc-
Español otomí ción (8) la preocupación del informante por
(8) Ya paso un siglo y medio <Ø> una se- elaborar una oración gramaticalmente cohe-
ñora muy vieja <Ø> era bruja ella salía rente, que se manifiesta con el recurso del pro
a volar en los cerros arroyos y barran- nombre personal ella en posición inicial de la
cos del pueblo. G3 siguiente proposición, con el propósito de re
tomar al antecedente —que en esta tercera
Otomí relativa— aparece con función semántica de
Ya xi thogi ‘nar siglo made ‘nar tsuzne agente. Es decir, cumple con el objetivo de en
ya mar txu. lace y el recurso para evadir el relativo es el
de pronominalización.
Ya Prf3 pasar InSgDSg siglo medio
B) Otro tipo de construcción que hemos
InSgDSg hembra-brujo ya Cpr3-DSg
encontrado para la relativización en español
abuela
como segunda lengua de hablantes de otomí
mi nsani ja ya t’oho ja ya hñe ne ja ya es el de la inserción del pronombre acusativo
xothai. lo, la, los, las en función semántica de segundo
argumento Meta. Con él se provoca la duplica
Cpr3 volar Loc DPl cerro Loc DPl ción del antecedente. Este tipo de construcción
arroyo y Loc DPl abrir-tierra se puede presentar también en la lengua ha-
blada de los hablantes nativos del español, pero
volaba en los cerros en los arroyos y en por lo general en la lengua escrita se evita.
las barrancas. La duplicación del antecedente restringido
con el acusativo es un recurso para pronomi-
Español estándar nalizar al antecedente expreso. En (9) la in-
Ya pasó un siglo medio, desde que una serción del pronombre acusativo los, al mismo
señora muy vieja que era bruja y que salía tiempo que duplica al antecedente restringi-
a volar en los cerros, arroyos y barran- do, hace anáfora nominalizada con valor se-
cos del pueblo. mántico Meta.
139
María Elena Villegas M.
Cpr3(Pfr) amontonar plato jarro PsPl3 En (10) la frase nominal “la gente” es el
ojo DPl víbora, DPl perro, DPl guajo- RecExp de la frase verbal “había hechizado” y
lote, y DPl gato Dm-RdPl3 Pdp3-apare- la función de agente corresponde al sujeto no
cerse Loc-Ps orilla Ps3 casa expreso “la bruja”. El cambio de función se-
mántica es observable en la frase nominal “la
Español estándar gente” que en el reordenamiento sintáctico
....traía platos, jarros, ollas, ojos de víbo aparece como agente de la verbal había hechi
ras, de perros, de guajolotes y de gatos zado debido a la inserción del pronombre
que ponía en la orilla de una casa. acusativo los en posición inicial de la adyacen-
te: “La gente que los había hechizado”. En la
Podemos ver en la construcción en lengua versión en lengua otomí, el recurso de enlace
otomí que el recurso es el demostrativo y que es el demostrativo nu’u (ellos, ellas, fuera de
en el reordenamiento sintáctico de la segunda la vista) después del verbo. Mismo elemento
lengua, el informante se ha auxiliado con el observado en (9). Cabe señalar que el uso exis
uso del acusativo. tente en español de los proclíticos y enclíticos
C) En casos como el siguiente, estos mismos lo, la, los, las para marcar la tercera persona
pronombres acusativos se utilizan para reem- del complemento directo, no existe en el oto
plazar la construcción de relativa de tercer mí. En este caso se omite la construcción de
argumento RecExp, es en este tipo de estructu la relativa prepositiva “a quienes” o “a los que”
ras donde se presenta el verdadero problema con función semántica de receptor. Es una for
en el reordenamiento sintáctico de la segunda ma de simplificar la estructura con el uso del
lengua, ya que se recurre al acusativo para el relativo que + el acusativo los.
reemplazo del dativo, situación que produce Los ejemplos suscitados con este reordena
ambigüedad en la identificación del anteceden miento sintáctico de inserción del acusativo des
te. En estos ejemplos de cláusula relativa no pués del relativo provocan ambigüedad porque
restrictiva el reemplazo del dativo a quienes no se cumple la anáfora al simplificarla con el
modifica además de la función semántica, el relativo que. Sin embargo, se puede interpretar
tipo de construcción se convierte en restricti que esta forma de construcción nos da noción
va debido al uso del acusativo: de que la inserción del acusativo permite al
informante expresar la acción del verbo sobre
Español otomí
el proclítico los, que en su lengua materna se
(10) Pasaron unos días la gente que los había
identifica con el demostrativo como receptor
hechizado se dieron cuenta. G4
de la frase verbal “había hechizado”.
Otomí En español estándar, la inserción de la pre
Mbi nth’ogi ’raya pa ya jä’i ‘nar hmunts’i posición a más el pronombre relativo quien,
nu’u xki t’ot’ewe singular o plural, de acuerdo con el anteceden
140
Construcciones subordinadas en el español de hablantes de otomí
141
María Elena Villegas M.
Me atrevo a suponer que ante la dificultad En algunos otros casos se observó el recur-
para estructurar este tipo de relativas, el ha- so del deíctico en lugar del relativo para enla
blante de otomí realiza en su segunda lengua zar la adyacente, forma muy similar a la lengua
una autocorrección, al recurrir a la duplicación materna:
o reiteración de sustantivos y pronombres (11a)
El problema en este reordenamiento (11) es a) ...se perdía entre los cerros y de ahí se
la ambigüedad en la identificación del ante- encontraba con un chivo. G3
cedente, debido a su coincidencia tanto sintác
Este deíctico en el español estándar puede
tica como semántica de “la bruja” y “la cabra”
ir precedido de las preposiciones de o por,
como sujeto, agente [+ animado].
cuando significa esto o eso: “de ahí se deduce”;
Este tipo de reordenamiento resulta en al
“por ahí puede saberse la verdad”. Pero en
gunos de los casos revisados redundantes para
(12a) la preposición resulta innecesaria por-
el español estándar por la reduplicación de
que tiene valor de locativo y no de un demos-
elementos lingüísticos en los casos de dativo,
trativo. Esto lo menciono por considerar un
genitivo y pronominalización, y en los casos
dato importante en cuanto al uso de preposi-
de omisión las construcciones aparecen como
ciones en este grupo de informantes, ya que
mutiladas, lejos de compararse con las asin-
en ocasiones nos encontramos tanto con su
déticas por la ausencia de partículas necesa-
omisión como con su representación en cons-
rias en la subordinación.
trucciones en las que no se requiere de un
E) El último caso que aquí exponemos con
subordinante.
cierne a la omisión y reemplazo del adverbio
relativo donde. En el siguiente ejemplo la rela
tivización se hace mediante el uso del pronom Consideraciones finales
bre que para reemplazar donde en la cláusula
insertada. Con los fenómenos lingüísticos descritos en
este trabajo podemos aseverar que las estrate
Español otomí gias utilizadas por los hablantes de otomí en
(12) se sentó en un barranquito que había la construcción de cláusulas relativas en su se
nopal. G4 gunda lengua, los cuales en lo general tienen
relación con la estructura de la lengua mater-
Otomí na, tienden a omitir los relacionantes por me
nä’ä mbi zoni bí hñuts’i xothöi ‘nar jar dio de la yuxtaposición o a reemplazarlos por
xät’ä. constituyentes lingüísticos, como el que como
elemento de menor complejidad en la cons-
Dm-RdSg Pdp3 Cpr-llegar barranco Pr3
trucción de cláusulas relativas. Por otra parte,
Cpr(Vi) sentarse InSg Loc-DSg nopal.
podemos anotar que el uso de los demostra-
Español estándar tivos en la lengua materna se traslada a la
Se sentó en un barranquito donde ha- segunda lengua con función de pronombre
bía un nopal. como en el caso de los acusativos. Algo impor
tante que debemos señalar en relación con el
En la lengua otomí el recurso es la partí- español es que tanto para sus hablantes nati-
cula ja que tiene función semántica Loc, en vos13 como para los de otomí que mantiene un
este caso + ar determinado singular. En espa- uso predominante ante los demás pronombres
ñol, el recurso del relativo que también es el relativos de esta lengua.
de mayor frecuencia para la construcción de 13
Véanse las gramáticas citadas en la bibliografía
cláusulas relativas. de este estudio.
142
Construcciones subordinadas en el español de hablantes de otomí
Glosa
Referencias semánticas
Ag Agente. La entidad controla una acción (actividad o ejecución).
Proc Procesado. La entidad que sufre un proceso.
Cero Cero. La entidad primaria que está embrollada en un estado.
Meta Entidad afectada o efectuada por la operación de algún controlador.
Rec Receptor. La entidad en cuya posesión de algo es transferida.
Loc Locativo. El lugar donde algo está localizado.
Otomí*
Proclíticos nominales
DSg artículo determinado singular ar
DPl artículo determinado plural ya
InSg artículo indeterminado singular ‘nar
InPl artículo indeterminado plural ‘ra ya
Ps posesivo ma, ir, ár, yá
Partículas independientes
Loc locativo ja, nu, ma
Dm demostrativo nu, ge
*
Esta glosa es la que utiliza Hekking en su texto El otomí de Santiago Mexquititlán: despla
zamiento lingüístico, préstamos y cambios gramaticales, Amsterdam, Universidad de Amsterdam,
1995.
143
María Elena Villegas M.
144
¿Cambio de actitudes hacia las lenguas
locales en México?
Martha C. Muntzel*
En este trabajo intento responder a la pre y los deseos de individuos son tan importan
gunta del título, basándome en artículos de tes como los estereotipos y las ideologías que
la prensa nacional (La Jornada) y de la local existen acerca de los idiomas y sus hablantes.
(El Sol de Hidalgo) durante el último año (2002-
2003). Opino que la prensa refleja e influye
en las actitudes del público lector. Se usa el La relación entre lengua,
término lenguas “locales” en lugar de lenguas identidad étnica y economía
minoritarias, ya que existe objeción a la refe
rencia de “minoritaria” cuando se trata de len Por lo general, se considera prioritaria la len
guas que son indígenas, es decir, originarias gua para la relación de la identidad étnica.
de cierta región. Históricamente, es el caso de los grupos origi
El lingüista o promotor de las lenguas indí narios (“indígenas”) de México. En el mundo
genas podría creer que las actitudes hacia las se asocian emociones fuertes y valores profun
lenguas locales están cambiando, ya que es su dos con la lengua y la identidad étnica (Israel,
ocupación diaria, y porque la situación de los Yugoslavia, Canadá, por mencionar algunos
grupos indígenas del país ha recibido mayor ejemplos). Actitudes acerca del uso de la len
atención en la prensa durante la última déca gua pueden tener un efecto directo en el tra
da, desde los inicios del movimiento del Ejér to/comportamiento por parte de y hacia el
cito Zapatista de Liberación Nacional (ezln) grupo hablante. Por ejemplo, en estudios rea
en el estado de Chiapas. lizados en la década de 1960 se descubrió que
Pero queremos saber si es cuestión de per los francocanadienses tenían un nivel menor
cepción o ¿en verdad, se está dando un cam de salarios que los anglocanadienses (Grin,
bio? Es probable que no se pueda responder 1999:14). En 1990, inmigrantes hispanos en
con certeza pero sabemos, como científicos so regiones de alto porcentaje de latinos en Es
ciales, que el cambio de actitudes es el resul tados Unidos (Arizona, California, Colorado,
tado de una multitud de factores, no el simple Nuevo México, etcétera) ganaban por los me
cambio de la política lingüística. Los factores nos 14 por ciento menos que los estadouni
son nacionales y globales. Se trata de condi denses.
ciones cotidianas, en las que las experiencias Desde los años ochenta, economistas (espe
cialmente en Estados Unidos, Canadá y Euro
*
Dirección de Lingüística-inah. pa) han estudiado cómo diferentes aspectos
145
Martha C. Muntzel
y situaciones influyen en las variables lingüís grupos sociales que viven en situaciones de
ticas; por ejemplo, en el uso de la lengua en desigualdad. Aunque nos concierne la situa
el trabajo, en las campañas publicitarias y las ción de México, es una problemática mundial
dinámicas del uso lingüístico en situaciones en que cada día encontramos menos toleran
de adquisición de lengua materna y segunda cia frente a la diversidad lingüística-cultural y
lengua, así como el mantenimiento y desplaza étnica. Intento hacer un diagnóstico de la si
miento de lenguas, especialmente en el caso de tuación mexicana a través del tratamiento de
las lenguas locales (“minoritarias”) como el los grupos locales en la prensa.
irlandés o galés, influidas por variables eco
nómicas, tales como los precios, salarios o la
estructura de los costos de la producción; im Economía y desarrollo
portantes factores para la planeación y la le
gislación lingüística. Uno de los estudios com A finales de 2002 había en el mundo 180 millo
parativos fue realizado sobre los sueldos de nes de desempleados, según un informe de la
nacionales versus inmigrantes en Alemania y Organización Internacional del Trabajo (oit).
Suiza (Grin, 1999: 14-16). Las zonas más afectadas por el desempleo son
Un descubrimiento importante de la inves América Latina, el Caribe y los países indus
tigación de rasgos lingüísticos y su influencia trializados. El número de personas sin traba
en la actividad económica, y sobre cuáles fac jo aumentó 20 millones desde principios de
tores determinan patrones de uso lingüístico 2001. No obstante, James Heckman, Premio
en la actividad económica, fue la necesidad de Nobel de Economía en el año 2000, afirmó el
reconsiderar la idea tradicional de que el uso 24 de enero de 2003 que la economía de Mé
de la lengua minoritaria es causa de retraso eco xico tiene un gran futuro; su pueblo tiene un
nómico. Estudios actuales demuestran que el gran potencial, pero su gobierno teme inver
uso de la lengua local (es decir, la diversidad tir más en la educación preescolar, como una
lingüística) puede ofrecer ventajas económicas forma de fortalecer las actitudes de los ciuda
(el uso en el trabajo, en anuncios publicitarios danos futuros.
y en las etiquetas de productos, en el comer La Organización de las Naciones Unidas
cio internacional, etc.). Por lo mismo, es impor (onu) clasifica las entidades por nivel de desi
tante determinar el papel que desempeñan las gualdad. Según el índice de Desarrollo Humano
normas sociales en el uso de la lengua (Grin, 2001 y 2002 de la onu, los 10 países con mayor
1999:17). desarrollo humano son: 1. Noruega, 2. Austra
lia, 3. Canadá, 4. Suecia, 5. Bélgica, 6. Estados
Unidos, 7. Islandia, 8. Países Bajos, 9. Japón
La diversidad y 10. Finlandia. En 2001 México obtuvo el ran
lingüística-cultural de México go 51, y en 2002, el 54. En el informe sobre de
sarrollo humano elaborado por el Programa
En México existen más de 62 grupos indíge de Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud),
nas y sus correspondientes idiomas y culturas. se detectó que existen altos niveles de desi
Los estados con mayor porcentaje de población gualdad entre algunas de las 32 entidades del
indígena son Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Méxi país, que se reflejan principalmente en el ru
co e Hidalgo. Sin embargo, hay indígenas en bro de los ingresos per cápita; pero también
todos los estados, si no originarios, son inmi en los rubros de salud y de educación.
grantes o jornaleros temporales. El investigador Julio Boltvinik, Premio Na
No son las lenguas indígenas en sí lo que cional de Periodismo 2002, sostiene que la
nos interesa, sino cómo identifican a ciertos agudización de la pobreza extrema en México
146
¿Cambio de actitudes hacia las lenguas locales en México?
147
Martha C. Muntzel
tros escolares se erigen como espacios propi reubicación de grupos (como sucedió en Mon
cios para el conflicto social y cultural. En 2004 tes Azules, Chiapas). A veces se mezclan pro
el organismo internacional celebró el Encuen blemas históricos, conflictos entre partidos
tro Mundial de la Enseñanza Artística, foro políticos o grupos religiosos con los de los te
en el que expertos se ocuparon del tema. rritorios indígenas tradicionales y quiénes
Sin evaluar la educación artística en Méxi tienen el derecho a ellos.
co, comparado con países del Primer Mundo, En lo que se refiere a la globalización, Méxi
México presenta atraso de un siglo en ciencia y co necesita buscar formas de insertarse en las
tecnología. Sólo 300 de 2.8 millones de empre que haya atención a la integración social nacio-
sas vierten en desarrollo tecnológico e investi nal para no contribuir más a la marginalidad
gación, afirmaron especialistas de la Univer del desarrollo experimentado por muchos sec
sidad Nacional Autónoma de México. tores de la población, como es el sector in
También existe un alto contraste entre la si dígena.
tuación rural y urbana en cuanto a la educación
básica. El ingreso medio en el Distrito Federal
es de 17 696 dólares al año, en Oaxaca, estado La discriminación y los derechos
con gran población indígena, es de 3 489 (se humanos en México
gún un reporte del 17 de febrero de 2003).
Según el Conapo, algunos municipios oaxaque El presidente de la Comisión Nacional de los
ños tienen los niveles de analfabetismo más Derechos Humanos (cndh), José Luis Sobe
elevados del país y otros los de mayor asisten ranes Fernández (Síntesis/Notimex, 15 de octu
cia escolar. Los niveles de analfabetismo en bre de 2002), consideró que la discriminación
estos municipios y otros de Guerrero, por ejem en México, en particular la que se ejerce con
plo, exceden el observado por el conjunto del tra grupos vulnerables de la sociedad, va en
país —66.2 por ciento— al final de la Revolución aumento.
mexicana, es decir, entre 1915 y 1920. Actual Al respecto indicó que uno de los grupos
mente opinan muchos que la escuela pública más vulnerables son los indígenas, quienes son
deja de ser un factor de cambio social. víctimas de la falta de justicia social en mate
Los niveles de desequilibrio social en Mé ria de salud, alimentación y educación y cuya
xico “ejemplifican la existencia de dos mundos atención sigue siendo uno de los grandes re
fragmentados, con tensiones y contradiccio tos en materia de derechos humanos.
nes propias de la desigualdad”. Los reportes Reconoció que la discriminación en Méxi
extremos de niveles de ingresos o de anal co es una realidad con expresiones muy diver
fabetismo hablan de las diferencias entre “el sas y complejas. En ese sentido, se refirió a la
México rural, pobre, predominantemente in exclusión que se ejerce contra mujeres e indí
dígena, anclado a la agricultura de autocon genas y, otras veces, bajo formas veladas pero
sumo; y por otro lado, el México moderno, igualmente discriminatorias y violatorias de
urbano, integrado a la globalización”. Entre los derechos humanos, como suelen ser los
esos dos extremos existen una multitud de si ataques contra la dignidad y el buen nombre
tuaciones diferentes. de las personas.
Consideró, además, que sólo el reconoci
miento y el respeto a la dignidad de los demás
La globalización permite que la convivencia social se constru
ya sobre bases firmes. Sostuvo que se requiere
En México, la globalización se usa como eti que la sociedad cuente con una sólida moral
queta para justificar la tala de bosques o la laica que proponga y proporcione valores ge
148
¿Cambio de actitudes hacia las lenguas locales en México?
149
Martha C. Muntzel
tura pero la desigualdad de los grupos locales en la nueva era “glocal” (es decir “global/lo
dentro de la sociedad mexicana se inserta en cal”) de reunificación de la especie humana.
las condiciones básicas generales de la pobre Dejar de pensar en dicotomías y hacer una re
za, salud, economía, educación y el desarrollo formulación ideológica.
nacional.
Aunque los grupos indígenas tienen una pro
blemática específica, es indispensable buscar Actitudes e ideología
soluciones a la desigualdad dentro del marco de
la problemática socioeconómica nacional, de la Las actitudes de una población se informan y
salud y de la educación. alimentan la(s) ideología(s) de la sociedad. Ac
Cuando se habla de desarrollo, se enfatiza titudes e ideología en favor de la diversidad
la ciencia y la tecnología. Sin embargo, el ar- lingüística-cultural influyen en la política y en
te y la cultura alimentan la ciencia y la tecno el diseño e implementación de medidas para
logía, y deben ser incorporados en los planes crear un ambiente en beneficio de los distin
de desarrollo. Algunas acciones y propues tos factores y componentes de una sociedad
tas son: heterogénea.
1. Ferrán Mascarell, presidente del Institu Por eso, en México se aprobó la Ley Gene
to de Cultura de Barcelona, propone que la ral de Derechos Lingüísticos de los Pueblos
producción cultural sea el eje de una nueva Indígenas y Reforma a la Fracción Cuarta del
economía fundamentada en los contenidos, Artículo Séptimo de la Ley General de Edu
y en la generación y transmisión de conoci cación (Diario Oficial de la Federación, publicada
mientos. el 13 de marzo de 2003). El Instituto Nacional
2. Es importante crear modelos de desarro de Lenguas Indígenas (Inali) tiene la tarea de
llo acordes con las condiciones y situaciones promover el cumplimiento de los artículos es
actuales y nacionales que apoyan la autoges tipulados por esta ley y de asesorar a los tres
tión; por ejemplo, buscar nuevas vías de desa órdenes de gobierno para articular las polí
rrollo como el convenio internacional para la ticas públicas necesarias en la materia. Esta
exportación del café mexicano entre organi labor realizada en distintos foros nacionales
zaciones y cooperativas indígenas. Néstor Gar promete influir en el cambio de actitudes hacia
cía Canclini propone fomentar la coexistencia las lenguas locales de México, buscando cam
de la industria artesanal y las nuevas tecno biar la realidad socioeconómica del país.
logías. Para volver a la pregunta del título: “¿Cam
3. El Foro Social Mundial (Porto Alegre, bio de actitudes hacia las lenguas locales en
Brasil y en la India en 2004) pretendió ge México?”. Ciertamente, existe mayor presen
nerar la promoción de la cultura como herra cia en la prensa y en los medios de la proble
mienta para el desarrollo económico, con la mática indígena gracias a la influencia del ezln
creación de una poderosa red de información y el movimiento iniciado en Chiapas.
con espacio para discusiones y visiones de ex La difusión del conocimiento es el primer
periencias; además, con la generación de pro paso en el combate contra la discriminación
puestas para incidir en las políticas culturales y la desigualdad. Por ahora existen los medios
de los diversos Estados nacionales. legales y la obligación formal de cumplir con
Albert Bastardas Boada opina que lo im los derechos lingüísticos de los pueblos origi
portante es hacer compatible dos hechos que narios; contribuyendo al cambio de actitudes
parecen ser contradictorios: la continuidad de hacia las lenguas y grupos indígenas, en be
la diversidad lingüística mundial y la necesi neficio de una sociedad lingüística y cultural
dad de la intercomunicación entre estos grupos mente diversa.
150
¿Cambio de actitudes hacia las lenguas locales en México?
151
Martha C. Muntzel
“‘Sueña’ Fox con vencer la pobreza ‘en 10 o como media hace más de 10 años”, en La
15 años’”, en La Jornada, domingo 22 de Jornada, lunes 26 de agosto, p. 11.
junio del 2003, p. 1. Villalba Sánchez, Rodolfo, 2002. “Indíge
Taniguchi, Hanako, 2003. “Clasifica onu en nas chiapanecos venderán a Europa 150
tidades por nivel de desigualdad”, en Re- toneladas de café”, en La Jornada, domin
forma, martes 24 de junio, p. 2A. go 18 de agosto, p. 23.
Urrutia, Alonso, 2002. “Impostergable, rom “Visitará Chiapas, llega experto de la onu
per los factores que reproducen la pobreza, en comunidades desplazadas”, en La Jor-
señala el Conapo. Estados pobres, con ta nada, domingo 18 de agosto del 2002,
sas de mortalidad infantil que tuvo el país p. 10.
152
Diversos procesos de violencia
en Mesoamérica
153
Carmen María Pijoan Aguadé y Josefina Mansilla Lory
causas: por diagénesis o la manipulación del tre los primeros, en la mayoría de los grupos,
cuerpo como ritual corporal. se observan ligeras depresiones, en general
En el transcurso del estudio de distintas circulares, que nos indican la existencia de un
muestras osteológicas prehispánicas de Me traumatismo regenerado; éstos se localizan,
soamérica, se han observado diversas altera de forma principal, sobre los frontales, mayo
ciones de tipo cultural sobre los huesos, es ritariamente sobre el lado izquierdo, así como
decir, causadas por la acción del hombre, que sobre los parietales del mismo lado. Lo ante
han sugerido diversos procesos de violencia3 rior nos indica que el agresor se encontraba
en vida o sobre el cuerpo de individuos ya muer frente a la víctima y que era diestro. En cuan
tos. Debido a lo anterior, se ha visto la nece to a los faciales, es muy común ver desviacio
sidad de aplicar las técnicas de la antropología nes del septum nasal, así como fracturas tanto
o tafonomía forense para determinar y expli de los huesos propios de la nariz como de las
car estas acciones. ramas ascendentes del maxilar y el arco cigo
Las huellas que nos indican de manera di mático. Este tipo de lesiones son producidas
recta la presencia de actos de violencia en los por golpes con los puños sobre la cara; si hay
individuos estudiados son algunos traumatis un sexo que las presenta prioritariamente ello
mos, bajo la forma de fracturas o evidencias nos puede indicar costumbres sociales, tales
de heridas con algún tipo de objeto romo o como la violencia intrafamiliar, en que las mu
armas corto-punzantes. Aunque muchas veces jeres son más frecuentemente golpeadas; o
estas heridas ya se encuentran cicatrizadas y bien intergrupal, donde los hombres pelean
las fracturas consolidadas; no obstante, en entre sí.
ocasiones aún se pueden identificar. Otro tipo de traumatismo que nos indica
El análisis de traumatismo violento sobre el la presencia de violencia, tanto dentro del gru
esqueleto, relacionado con las armas existentes po como de agresiones por parte de extraños,
en el momento, nos pueden dar una valiosa son las fracturas y heridas por corte, que se dan
información sobre el comportamiento inter en los antebrazos (cúbito y radio), al colocar
personal e intergrupal que se registró en el se frente al rostro como protección.
pasado. Los patrones de violencia y guerra va En lo que se refiere a evidencias directas de
rían según el contexto social, así como la cali heridas de guerra, éstas son muy escasas. Lo
dad y precisión en la manufactura de las armas, anterior puede deberse a diversos motivos: por
mismas que dependen del material utilizado un lado debemos señalar que la mayor parte
en su fabricación y la tecnología disponible de los esqueletos humanos localizados duran
(Boyeston, 2000). te diferentes excavaciones arqueológicas, fue
Los lugares más comunes de traumatismos ron encontrados en recintos sagrados, lo que
violentos son el cráneo cefálico y la cara. En indica que en general se trata de entierros
de tipo ceremonial, producto del sacrificio hu
3
Mucho se ha discutido sobre si la violencia es un mano, a pesar de que muchos de ellos eran
rasgo inherente al ser humano. De esta manera, exis cautivos de guerra; por otra parte, las armas
ten autores que consideran que existe un instinto ase utilizadas en Mesoamérica son de lítica, es de
sino o agresivo, como un aspecto de la herencia del cir, mucho menos cortantes y sólidas que las
hombre, mientras que otros creen que esta idea es una
aberración (véase Hombre y agresión, de Kairós, Anato elaboradas con metales, lo que ocasiona que,
mía de la destructividad humana, de Fromm o Prehistory of en general, las heridas no llegaran hasta el
Warfare, de LeBlanc en Archaeology). Cabe agregar, sin hueso. Finalmente, debemos recordar que la
embargo, que agresividad y violencia no son necesa
guerra, por lo menos durante el posclásico, se
riamente sinónimos, la primera abarca a la segunda,
pero no se limita a ella (comunicación personal Liza realizaba con dos fines: obtener cautivos para
rraga, febrero de 2004). ser sacrificados (Guerra Florida) y obtener tri
154
Diversos procesos de violencia en Mesoamérica
buto de los pueblos subyugados; entre estos de pequeños cortes lineales, más o menos su
últimos estaba el de entregar individuos, de perficiales, paralelos entre sí o de largos cor
ambos sexos, para ser sacrificados. Sin embar tes, únicos o dobles. Por lo general, éstos se
go, podemos mencionar la existencia de una agrupan periarticularmente o en los puntos
punta de proyectil localizada entre los huesos de inserción de los músculos mayores, y por
del antebrazo, en Tlatilco, Estado de México su localización anatómica pueden deberse al
(Sala del Preclásico-Museo Nacional de Antro desprendimiento de las masas musculares —en
pología), y restos de una navaja de obsidiana cuyo caso se trataría de un descarnado—, del
incrustada en la tibia de un sujeto masculino tegumento —desollado—, o para acceder a una
localizado en Santa María Malinalco, Azcapo articulación: desmembrado o desarticulado.
tzalco (Amezcua et al., 2003). También pode Para ser considerados estos cortes deben ser
mos mencionar un cráneo encontrado en el incisiones limpias y antiguas, con secciones en
cenote sagrado de Chichén Itzá, que muestra forma de V, discontinuas en huesos con super
dos cortes grandes sobre el parietal izquierdo, ficies irregulares, donde se marca sólo en las
con importantes huellas de regeneración, lo regiones protuberantes. Las características de
que indica que el sujeto sobrevivió a la herida las marcas de corte pueden explicarse con
por bastante tiempo. base en la naturaleza del instrumento cortan
No obstante, las evidencias más numero te utilizado y son simplemente el reflejo de la
sas en Mesoamérica son de tipo indirecto, las interacción entre el hueso y la piedra (White,
cuales nos permiten inferir la práctica del sa 1985). Los filos de navajas prismáticas de ob
crificio humano, con base en las diversas alte sidiana dejan, en general, un corte lineal úni
raciones que se observan sobre los esqueletos co, mientras que el uso de instrumentos de filo
localizados, por lo general, en recintos sagra semidentado de artefactos bifaciales con reto
dos y que fueron producidas cuando los sujetos que, produce una marca de corte múltiple, da
ya estaban muertos, huellas que son debidas do que son causadas por las salientes del filo.
a procesos rituales sobre los cuerpos de los sa Por otra parte, el corte de hueso se presenta
crificados. cuando un hueso ha sido dividido en dos por
Las principales alteraciones presentes en medio de desgaste, es decir, por la acción repe
estos restos esqueléticos, detectadas a la fecha, tida del filo de un instrumento sobre el mismo
son marcas de corte, impactos, fracturas inten lugar hasta partirlo, dejando una superficie
cionales, perforaciones y exposición térmica. lisa (Pijoan y Pastrana, 1989). En ocasiones se
Cortes. Los cortes observables en los huesos ven series de marcas provocadas por diversos
pueden dividirse en corte sobre hueso y cor intentos de fabricación, localizados por arriba
te de hueso (Pijoan y Pastrana, 1989). El pri del corte definitivo (Pijoan et al., 2001).
mero es el resultado indirecto del corte, por Fracturas intencionales. Las fracturas que se
la acción de un objeto cortante —que en Meso observan en los huesos, principalmente los lar
américa se trataba de un instrumento lítico— gos, pueden ser debidas a agentes naturales
en las partes blandas adyacentes al hueso, lo diagénicos, biológicos o culturales. Las que
cual produce marcas sobre éste al servir de apo aquí nos interesan son las culturales, aquéllas
yo, por ser de mayor dureza, más resistente a causadas por el hombre, provocadas de mane
la acción aplicada. Por lo general, los cortes so ra deliberada persiguiendo diversos fines.
bre hueso se presentan en aquellas partes óseas Para fracturar un hueso largo en estado fres
en que es necesario usar un filo agudo para co, el hombre emplea la técnica de aplicación
separar la piel del cuerpo, el músculo del hue de un impacto de alta velocidad; es decir, el
so o el hueso de otro elemento óseo adyacen método por percusión que imprime un impac
te. Por lo común, se presentan como una serie to concentrado en un punto. El equipo tecno
155
Carmen María Pijoan Aguadé y Josefina Mansilla Lory
lógico mínimo necesario incluye un martillo fuerte sangrado que deriva en infiltraciones
o percutor y uno o dos apoyos que sirven de en el hueso, ocasionando que los restos óseos
yunque. El impacto produce un sistema de com muestren manchas de color café o rojizo, se
presión y tensión combinado, ocasionando una gún reportan Simonin (1973) y Maples (1986).
fractura helicoidal, inclinada en un ángulo de Impactos. En diversos restos óseos se ha se
45 grados en relación con el eje longitudinal ñalado la presencia de lo que se denomina
del hueso. En el punto de impacto se produce “impactos” (Pijoan, 1997), que dejan marcas
un sistema de compresión, formándose un área tipo muescas o machucones, los cuales obser
de depresión circular, producida por el per van sobre las epífisis de los huesos largos, en
cutor, así como incipientes fracturas circula el cuerpo de las vértebras y, en general, so
res o hueso aplastado y el desprendimiento de bre las superficies articulares. Se considera que
esquirlas de hueso. En la pared opuesta apa estos impactos pueden ser resultado postmortem,
recen fisuras negativas. La posición de los tanto de percusiones como de fuerte y deci
apoyos, en relación con el punto de impacto, dida presión. Los ocasionados por presión,
condiciona el lugar y ángulo de fractura (Pi regularmente devienen en un ligero aplasta
joan y Pastrana, 1989). Sin embargo, debemos miento de la superficie del hueso, dejando por
tener en cuenta que este tipo de fractura tam ende la huella del instrumento empleado para
bién puede ocurrir en vida del individuo, sien ello (Pijoan y Mansilla, 2004a). En ocasiones
do las fracturas por torsión. estas marcas presentan restos de betún o pig
En el caso de huesos delgados, como las mento negro. La citada autora propone que
costillas, las fracturas suelen producirse por estas alteraciones se ocasionan al momento de
medio de torsión; esto es, doblando el hueso realizar la desarticulación, al golpear o intro
hasta conseguir quebrarlo, ocasionando un ti ducir con fuerza un instrumento puntiagudo
po de fractura que puede producir que una en la cápsula articular y que el instrumento im
parte de la superficie ósea, en la cara opuesta plicado en la operación bien puede haber te
de donde se aplicó la torsión, sea arrancada; nido un revestimiento de resina caliente que
lo que, en virtud de su apariencia, se denomi ayudara en la tarea.
na, en “rama verde” (Resnick et al., 1988; Whi En cuanto a los impactos por percusión, tam
te, 1992). bién se presentan en ocasiones sobre las super
Las fracturas de hueso que no muestran ficies articulares y, al parecer, tienen la misma
evidencia alguna o clara de regeneración (pro función que los producidos por presión. Sin
liferación de la capa osteogénica), deben ser embargo, existen evidencias de que por me
consideradas perimortem. Las registradas en dio de este tipo de impactos se lograba realizar
cráneo pueden haber sido producidas para perforaciones en el cráneo.
dar muerte al individuo, o en caso de que és- Exposición térmica. Los huesos presentan
te ya lo estuviera, para romper la bóveda por diversos tipos de alteraciones cuando han sido
diversos motivos. Este tipo de fracturas cra expuestos al calor, según el grado de la tem
neales son en forma de líneas rectas o curvas, peratura si el hueso se encontraba en estado
que irradian del lugar de impacto, el cual fresco o seco, si éste se quemó con partes blan
puede presentar una fractura hundida o estre das o no, o si la exposición a la fuente de ca-
llada (Gurdjan, 1973; Merbs, 1989; Dastugue lor fue directa o indirecta. Una de las autoras
y Gervais, 1992; Berryman y Jones, 1996; Ro (Pijoan, 1997) propone que la exposición in
berts, 1997 y 2000; Botella et al., 1999; Gallo directa es aquélla en que los huesos, con o sin
way, 1999; Boyeston, 2000). Cuando el indi carne, fueron hervidos o cocidos en un medio
viduo se encuentra aún con vida al momento húmedo, tal como la barbacoa, mientras que
del impacto, necesariamente se produce un la directa es cuando han sido asados o coloca
156
Diversos procesos de violencia en Mesoamérica
dos directamente en el fuego o brasas; en este das o continuas que dejan la huella de una pe
último caso, nos encontramos con aquellos res queña fractura, así como un borde festonado
tos óseos que han sido dorados o tostados hasta (Pijoan et al., 1989; Pijoan et al., 2001).
ser quemados o incinerados. Además, también Algunas de estas evidencias son muy an
existió la costumbre de quemar huesos ya se tiguas, entre las que podemos mencionar la
cos, los cuales presentan características dife procedente de Tehuacán, Puebla, de la fase
rentes a los anteriores. El Riego (alrededor de 5750 a.C. + 250); en
La incineración del cuerpo, según las fuen la zona este del fondo de la cueva Coxcatlán
tes, era la forma más común de disponer de los se localizó el entierro de un niño de menos de
muertos o los cadáveres, aun cuando en oca seis meses de edad (entierro 3), el cual fue
siones también se quemaban esqueletos, es de decapitado y el cuerpo envuelto en una cobi
cir, huesos secos. ja y una red. Además, le colocaron varias ca
Las autoras mencionadas (Pijoan et al., nastas sobre el cuerpo. La cabeza, con varias
2004) han hecho una detallada exposición de vértebras y una sarta de cuentas, fue colocada
las diferentes modificaciones que presentan los dentro de otra canasta y acomodado cerca de
huesos, de acuerdo con el tipo de exposición los hombros. Después de cubrir parcialmente
térmica que sufrieron, lo que permite inferir la fosa, fue depositado el cuerpo decapitado de
con qué objetivo se realizó ésta. un segundo niño, de alrededor de cinco años
Perforaciones postmortem. En ocasiones se ob de edad (entierro 2), envuelto en una cobija,
servan, en ciertos huesos, algunas horadacio con las piernas flexionadas y atadas por medio
nes. En primer lugar es necesario determinar de una red. También le fueron colocadas va
si éstas fueron ocasionadas por agentes del me rias canastas sobre el cuerpo y bajo los pies.
dio en que fue enterrado el cuerpo, por algún La cabeza, dentro de otra canasta, fue coloca
animal, debido a alguna enfermedad o por la da cerca de su hombro derecho. Antes de ser
mano del hombre. Entre estas últimas pode enterrado, el cráneo fue descarnado y puesto
mos distinguir aquéllas producidas mediante sobre un hogar sobre su región occipital (Mac
la técnica de desgaste o el uso de un instrumen Neish, 1962; MacNeish et al., 1972; Turner y
to perforador. En el primer caso, se desbasta el Turner, 1999). Al realizar el estudio antropo
hueso consumiéndolo poco a poco hasta tras físico de los restos, Anderson (1967) observó
pasarlo, utilizando para tal efecto algún tipo que, además, las cabezas habían sido intercam
de herramienta cortante; tal técnica produce biadas entre ambos individuos.
un orificio lenticulado irregular. En el segun Ésta sería la decapitación y evidencia de
do caso, cuando se efectúa la operación con sacrificio más temprano descubierto en Meso
algún tipo de barreno o perforador de piedra, américa hasta ahora. A pesar de ello, debemos
éste deja sobre las paredes trabajadas un aspec tomar en cuenta que el término “decapitación”
to escalonado, y el agujero obtenido presenta no tiene el significado occidental del mismo,
una forma cónica o bicónica irregular. Otro puesto que la remoción de la cabeza se realiza
medio para conseguir la perforación puede ba, en general, sobre un cuerpo sin vida y no
ser la utilización de un arco (Suárez, 1974; Se era una forma de ejecución, como sería en
menov, 1981; Rodríguez, 1985), con lo que otros lugares del mundo, en que se desprendía
se obtiene, por fricción, un orificio cilíndrico la cabeza —para provocar la muerte—, por la
o tubular con estrías muy finas y regulares en parte posterior del cuello, de un tajo median
las paredes del material óseo. te un instrumento metálico cortante (espada,
También cabe mencionar la elaboración de hacha o guillotina). En este caso, y debido a
grandes orificios, por lo general en cráneo, que que la columna vertebral forma un segmento
se realizan por medio de percusiones repeti continuo, que es preciso romper o cortar para
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Carmen María Pijoan Aguadé y Josefina Mansilla Lory
separar la cabeza, queda la evidencia de la téc 1978; Pickering, 1985; Pijoan y Mansilla, 1990a);
nica usada sobre las vértebras, presentando La Quemada, también en Zacatecas (Faulha
un corte en algunas de sus partes (McKinley, ber, 1960; Martin et al., 2004) y el Cerro del
1993). En cambio, dado que los pueblos me Huistle y Huejuquilla el Alto, en Jalisco (Hers,
soamericanos no tenían instrumentos capaces 1989; Valenzuela et al., 2002). Este tipo de
de ocasionar tal separación, puesto que los ma elementos rituales alcanza características es
teriales líticos con que estaban elaborados sus peciales en Xochicalco, Morelos, con la elabo
instrumentos se romperían al chocar con el ración de estructuras elaboradas con partes
hueso. Las evidencias que se observan sobre corporales humanas, en forma de “títeres”, sus
las vértebras en los cráneos o esqueletos sin pendidas en un pórtico a la entrada de la ciu
cabeza encontrados, nos muestran que el cor dad (Pijoan et al., 2003). En el posclásico tardío
te de las vértebras cervicales se hacía por lo en la mayoría de las ciudades prehispánicas
general a nivel del cuarto o quinto espacio in vemos la aparición de los llamados tzompantlis
tervertebral, ya sea de delante hacia atrás o (Pijoan et al., 1989; Botella y Alemán, 2004).
de un lado al otro, con sumo cuidado para no Estas exhibiciones de restos humanos de sa
afectar las vértebras, por lo que únicamente crificados seguramente tenían la finalidad de
quedan ligeros cortes sobre las carillas articu causar terror entre los grupos contrarios.
lares; es por ello que puede considerarse como Además, los huesos frescos, seguramente de
un desmembramiento postmortem. Con todo, los sacrificados, servían como materia prima
la separación de la cabeza y el tronco fue una para la fabricación de herramientas e instru
costumbre muy expandida, dado que el crá mentos, para uso tanto cotidiano como ritual,
neo se usó mucho como elemento de ofrenda así como para adornos (Ochoa et al., 2000; Ro
o como trofeo (Moser, 1973). jas et al., 2004). En ocasiones eran utilizados
El análisis de los diferentes tipos de altera para la elaboración de implementos de tipo ri
ciones que muestran los huesos de un conjun tual, tales como las máscaras-cráneo del Templo
to óseo humano, nos permite determinar el Mayor (Pijoan et al., 2001) y los omichicahuastlis,
patrón de presencia que nos llevará a estable localizados en diversos sitios (Pereira, 2004).
cer el proceso de la actividad humana que los El sacrificio humano existió en toda Meso
ocasionó. De esta manera, se ha podido deter américa y la manera de realizarlo varió según
minar la existencia del canibalismo en varios el tiempo y el espacio. Las diversas formas las
sitios del preclásico, como Tlapacoya-Zohapilco, conocemos por representaciones, tanto escul
Estado de México (1250-600 a.C.) (Niederber tóricas como pictóricas de este acto. Así, po
ger, 1987; Pijoan, 1996); Tlatelcomila, Tetel demos ver que entre los mayas se utilizaba la
pan, Distrito Federal (700-500 a.C.) (Pijoan y extracción del corazón, la decapitación (que
Pastrana, 1987 y 1989), y San Lorenzo Tenoch en este caso se trataba de un degollamiento),
titlán, Veracruz (1250-900 a.C.) (Coe y Diehl, la extracción de intestinos y el flechamiento
1980; Pijoan, 1996). Así como la costumbre de (Nájera, 1993; Edmonson; 1984; Schelle, 1984),
desmembrar los cuerpos de los sacrificados, mientras que los totonacos de El Tajín usaban
tal como se ha observado en Teotihuacan (Se la extracción de entrañas y la decapitación (Wil
rrano y Lagunas, 1974; Martínez y González, kerson, 1984; Sala del Golfo, Museo Nacional
1991; Torres y Cid, 1997); Electra, en San Luis de Antropología). Las fuentes nos indican que
Potosí (Pijoan y Mansilla, 1990b) y Tlatelolco, en el altiplano central, durante el posclásico,
Distrito Federal (Pijoan, 1997), entre otros, y el eran variadas las maneras de llevar a cabo el
uso de partes corporales para ser expuestas en sacrificio, aunque la más común era extraer
templos, como en Altavista, Zacatecas (Kelley, el corazón del sacrificado; en un trabajo an
C., 1976; Kelley, E., 1978; Holien y Pickering, terior las autoras (Pijoan y Mansilla , 2004b),
158
Diversos procesos de violencia en Mesoamérica
con base en una serie de esternones cortados, jurisdicción privada, o encomienda, la cual:
localizados en Tlatelolco, proponen que ésta “...se convirtió en el sistema de explotación de
se realizaba por medio de una toracotomía indígenas más abierto y el más agresivamente
lateral transversa, entre el tercer y cuarto es competitivo [...] y como fuete de terror para
pacio intercostal. los pueblos indígenas” (Gibson, 1980:63). La
A través del análisis de las diversas alteracio historia de esta institución fue de abusos y atro
nes, en los restos esqueléticos de los diferentes cidades generalizadas, particularmente en su
grupos prehispánicos, se ha podido determi primera etapa. Los indígenas eran encarcela
nar la existencia de actos de violencia intra e dos, matados, golpeados, perseguidos y utili
intergrupal. Sin embargo, son pocas las evi zados como bestias de carga (Gibson, 1980).
dencias de heridas causadas por armas de gue Cuando los indígenas intentaron rebelarse
rra, lo que nos indica que éstas no llegaban al fueron reprimidos implacablemente, siendo
hueso o que la finalidad de las batallas no era encarcelados, golpeados, torturados o asesi
matar al enemigo. Por otra parte, a través de nados. Los vencidos continuaron siendo so
las evidencias de manipulaciones de los cuer juzgados, transformándose en los siervos de
pos, se ha podido determinar la existencia del los señores, a los que debían total obediencia
sacrificio humano (que durante el posclásico y tributos.
aumenta de manera considerable). Aunado a El cambio de una religión por otra no mitigó
éste, los diferentes tratamientos rituales postsa de forma alguna el fanatismo y la religiosidad
crificiales y la exposición de cráneos y partes en que se encontraban inmersos los individuos
corporales en templos y la entrada de ciuda antes y después de la llegada de los europeos.
des deben haber afectado psicológicamente Al respecto, Basauri apunta:
a la gente.
La práctica de todas estas costumbres se La religión llena por completo su vida psíqui
generaba en la gran religiosidad de los indi ca, regula sus relaciones sociales e intervie
ne en todos sus actos, aplastando, por decirlo
viduos, ya que el mundo se encontraba gober
así, toda curiosidad científica e imprimiéndo
nado por dioses a cuyos caprichos, cóleras y le una resignación y una especie de fatalismo
crueldades se debían someter los seres huma que les impide la lucha inteligente y racional
nos, por lo que resultaban comunes la violen para su defensa biológica y social... (Basauri,
cia y acciones que hoy en día calificaríamos de 1990:52).
injusticia.
La violencia contra los diversos individuos Como puede observarse a partir de lo ex
no menguó con la llegada de los españoles, puesto, el uso de la antropología forense nos ha
sino que parece haber aumentado y diversifi permitido analizar las evidencias de violencia
cado, ya que éstos consideraban que: entre los pobladores prehispánicos y determi
nar su causa, así como analizar el comporta
Una sociedad y unos hombres de tal modo miento que corresponde a diferentes sucesos
subordinados a las potencias infernales [...] antes, durante y después de la muerte. Así, se
no merecían vivir en libertad ni disfrutar ha podido establecer que la violencia en las
ninguna pertenencia. Se le castigaría redu
ciéndolos a la esclavitud y al despojo y toda relaciones interpersonales e intergrupales va
vía debían dar gracias a sus conquistadores rió entre las diferentes sociedades prehispá
por haberlos redimido de las tinieblas (Bení nicas; sin embargo, la práctica del sacrificio
tez, 1971:13). humano, con diversos procesos rituales sobre
el cuerpo después del mismo, surge desde épo
Lo anterior propició la explotación de los cas muy tempranas y va en aumento a través
indígenas, a través del establecimiento de la del tiempo.
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Carmen María Pijoan Aguadé y Josefina Mansilla Lory
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Las lenguas de México
en el marco de la Declaración Universal
de los Derechos Lingüísticos
165
Susana Cuevas Suárez
Es por eso que la declaración tomó en cuen En gran medida, una de las razones por las
ta los derechos de las comunidades lingüísti que se propuso la elaboración de este docu
cas asentadas históricamente en su territorio mento fue que la diversidad lingüística del pla
para establecer una gradación, aplicable en neta está gravemente amenazada por diversos
cada caso, de los derechos de los grupos lin factores, tales como:
güísticos con diferentes grados de historicidad
y de autoidentificación, así como de los indi 1. Que esas lenguas amenazadas (del mun
viduos que viven fuera de su comunidad de do) pertenecen a pueblos no soberanos
origen. y que los factores principales que impi
Por otro lado, destacando la responsabili den el desarrollo de éstas y aceleran el
dad ineludible de los poderes públicos, se cen proceso de sustitución lingüística son la
tra en los derechos y no en las obligaciones falta de autogobierno y la política de Esta
o las prohibiciones y enfatiza la búsqueda de dos que imponen su estructura político-
soluciones adaptadas a cada caso, a partir del administrativa, y por ende, su lengua.
consenso democrático. 2. El proceso de mundialización de la eco
Es importante tomar en consideración que nomía y, en consecuencia, del mercado
esta Declaración Universal de los Derechos Lin de la información, la comunicación y la
güísticos no es un documento desarticulado cultura.
e independiente, sino que por el contrario, re 3. El modelo economicista del crecimien
salta la fe en los derechos humanos fundamen to, propugnado por los grupos económi
tales, en la dignidad y el valor de la persona, cos trasnacionales.
así como en la igualdad de todos los derechos La Declaración Universal de los Derechos
y todas las libertades, sin distinción de sexo, Lingüísticos (dudl) opone a estos factores una
raza, color, lengua, religión, opinión políti concepción de universalismo basada en la di
ca, posición económica o cualquier otra condi versidad lingüística y cultural que supere las
ción, como se asienta en varios documentos tendencias homogeneizadoras y las tenden
sobre derechos humanos establecidos con an cias al aislamiento exclusivista, teniendo como
terioridad, en los que se manifiesta que el ser ejes fundamentales:
humano no puede ser libre si no se crean las
condiciones que le permiten gozar tanto de A. Desde una perspectiva política: concebir
los derechos civiles y políticos como econó una organización de la diversidad lin
micos, sociales y culturales, o como lo esta güística que permita la participación
blece la Declaración Universal de los Derechos efectiva de las comunidades lingüísticas
Colectivos de los Pueblos, de 1990, que decla en este nuevo modelo de crecimiento.
ra que todos los pueblos tienen derecho de ex B. Desde una perspectiva cultural: hacer
presar y a desarrollar su cultura, su lengua y plenamente compatible el espacio comu
sus normas de organización y, para hacerlo, se nicativo mundial con la participación
debe dotar de las propias estructuras políticas equitativa de todos los pueblos, de las co
educativas, de comunicación y de administra munidades lingüísticas y de todas las
ción pública, en marcos políticos diferentes; personas en el proceso de desarrollo.
y ante todo, siendo que los valores individua C. Desde una perspectiva económica: funda
les se deben valorar a la luz de los derechos mentar un desarrollo sostenible basado
colectivos, es indispensable tomar en cuenta en la participación de todos y el respeto
el conjunto de características de una comuni por el equilibrio ecológico de las socie
dad para la aplicabilidad de todos y cada uno dades y por unas relaciones equitativas
de sus derechos. entre todas las lenguas y culturas.
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Susana Cuevas Suárez
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que los libros de texto elaborados por la dgei con el español. El sentido que podemos enten
para las diferentes lenguas, sólo han sido tra der de estas disposiciones es que las lenguas in
ducciones de los libros de texto en español, con dígenas son vistas como pueden ser vistas las
materias y contenidos del mundo occidental y zonas arqueológicas, es decir, debemos conser
no contemplan ningún aspecto cultural de las varlas y cuidarlas como piezas de museo, pues
comunidades indígenas, ni siquiera tocante a pertenecieron a nuestros antepasados, pero
la cultura de la lengua en la que se ha tradu nunca promover o participar en su desarrollo.
cido el libro, mucho menos haciendo mención No es difícil entender por qué los progra
de la existencia de otras culturas y otras len mas no han dado resultados positivos: puesto
guas en el mismo territorio. que tales programas no tienen como finalidad
Regresando al tema de la legislación vemos la de conseguir la igualdad de las lenguas, por
que, no obstante se creó la Dirección General eso los libros de texto son una simple traduc
de Educación Indígena y que en materia indí ción de los libros de texto nacional, con con
gena la educación es la que más atención ha tenidos únicos sin considerar la diversidad
recibido, no vemos que exista ni la legislación cultural.
ni la planeación adecuada para el reconoci Es evidente que la aplicación de los artícu
miento o el apoyo de las lenguas indígenas, los de la Declaración Universal de los Derechos
simplemente en la Ley General de Educación Lingüísticos en países en vías del desarrollo
muy poco se mencionan a las lenguas indíge es bastante complejo ya que se requiere de su
nas; por ejemplo, en la fracción IV del artícu ficientes recursos para la instrumentación de
lo séptimo del capítulo de las “Generalidades”, programas de educación con un plan de segui
solamente dice: miento y la búsqueda de resultados efectivos,
como se plantea en el artículo 3 de la Declara
La educación que imparta el Estado tendrá ción Universal de los Derechos Lingüísticos, sin
que promover, mediante la enseñanza de la considerar aspectos como los de igualdad con
lengua nacional —el español— un idioma la lengua nacional u oficial que marcan los ar
común para todos los mexicanos, sin menos tículos del Título Segundo, Sección I, Admi
cabo de proteger y promover el desarrollo de
nistración pública y órganos oficiales; Sección
las lenguas indígenas.
II, Educación; Sección IV, Medios de comu
nicación y nuevas tecnologías; Sección V, Cul
O el artículo 38 “De los tipos y modalida
tura; Sección VI, Ámbito Socioeconómico,
des de Educación” que a la letra dice:
etcétera.
Es importante notar que la aplicación cabal
La educación básica, en sus tres niveles (pre de todos y cada uno de los artículos de la De
escolar, primaria y secundaria), tendrá las
adaptaciones requeridas para responder a claración Universal de los Derechos Lingüísti
las características lingüísticas y culturales de cos, en un país con una diversidad lingüística
cada uno de los diversos grupos indígenas y cultural tan grande como la que existe en Mé
del país, así como de la población rural dis xico, es una tarea además de compleja, muy
persa y grupos minoritarios. costosa.
El país requiere de muchos recursos para
Estos artículos nos indican que lo impor llevar a cabo todas las metas planteadas en la
tante en materia educativa es el español y si declaratoria, y sin dejar de reconocer las pocas
bien no existe restricción alguna para el uso acciones que al respecto se han llevado a cabo
de las lenguas indígenas, no existe tampoco en el país, es necesario que todos los sectores
ninguna iniciativa para que las lenguas indí de la sociedad participen en esta tarea tan im
genas se encuentren en igualdad de derechos portante, además de crear una conciencia en
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La trayectoria de la creatividad humana indoamericana
y su expresión en el mundo actual I,
se terminó de imprimir en el mes de f ebrero
de 2008 en los talleres gráficos del
Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Producción: Dirección de Publicaciones
de la Coordinación Nacional de Difusión.
La trayectoria de la creatividad
humana indoamericana y su
expresión en el mundo actual I
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