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Maridaje de Vinos PDF
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IAG-
305
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
Carnes rojas
Carnes grasas: Van de maravillas con vinos tintos de variedades intensas, con paso por barrica. Malbec,
Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Bonarda, Petit Verdot y Tannat.
Carnes magras: Prefieren tintos con leve paso por barricas y variedades con taninos medios o escasos. Pinot
Noir, Merlot, Tempranillo (Argentina) y Sangiovese.
Carnes blancas
Pollo y cerdo: Logran un excelente tándem con vinos tintos leves o con leve paso por barricas (Pinot Noir,
nuevamente, un comodín). Pueden ir muy bien Malbecs jóvenes o Cabernet Sauvignon modernos. Asimismo,
combinan con Merlot (sin madera) o un joven Cabernet Franc. Entre las blancas, las variedades ideales son
Chardonnay (pequeño paso por madera), Viognier o Semillón.
Pescado
Pescados grasos: Se entienden muy bien con blancos con prolongado paso por barrica (Chardonnay,
Viognier, Semillón) o tintos ligeros (Pinot Noir, Merlot).
Pescados magros: Combinan muy bien con vinos blancos ligeros, frescos, frutados (Sauvignon Blanc,
Torrontés, Tocai Friulano).
Aperitivos
Pasta: La pasta es uno de esos platos versátiles que armoniza bien con blancos, rosados o tintos. El secreto
está en la forma de cocinarse, pues la gran ventaja de la reina italiana es que liga prácticamente con la mayoría
de los condimentos y sabores, ya sean carnes, mariscos, aves o verduras.
Jamón: El jamón es excelente para maridar con vinos con crianza como el Cabernet Sauvignon, pues la
combinación de la grasa del jamón combina muy bien con los aromas ahumados y tostados de este vino.
Sopas o cremas
En general, las sopas requieren casi siempre un vino blanco seco tipo Alella, La Mancha, Rioja, Rueda o
Valdepeñas, que suelen tener cuerpo, o los amontillados.
Las sopas de pescado combinan con vinos muy secos o rosados. Las sopas como las cremas frías de pescado
armonizan con un Ribeiro Gallego perfectamente.
Se sugieren estos vinos para sopas y cremas: Amontillados, blancos muy secos, blancos criados en madera,
blancos jóvenes y afrutados, rosados
Postres
Postres dulces: para disfrutar de un momento dulce, es preciso elegir un vino dulce. El moscatel, la mistela o
la malvasía, pasando por un riesling alemán de grado, un sauternes francés o un tokaji húngaro son perfectos
para los postres.
Chocolates y postres de cacao o café: En este caso, un vino potente y con cuerpo, no demasiado afrutado,
como Peccatorum, es la elección adecuada.
Verduras
Encurtidos: Combinan con vinos generosos, como los vinos de jerez en sus variantes, los oporto y
madeira pasados por barrica y el marsala italiano.
Legumbres: Son un gran maridaje para el vino tinto, como por ejemplo, la referencia Usted, y su elección
dependerá de su intensidad.
Para las ensaladas con ingredientes algo dulces, se aconsejan vinos como el Riesling seco o el
Gewurtzraminers.
Las combinaciones de vegetales de sabor ligero van muy bien con vinos como el Zinfandel y el
Sauvignon Blanc añejo.
Una buena barbacoa de verduras irá genial con un Chardonnay fermentado en barricas de roble.
Un vegetal como la seta puede ser maridado con un Pinot Noir tinto.
Pizza
Ya sea que lleve o no queso y/o tomates secos, el vino debe ser equilibrado y tenso. No puede ser tinto, porque
este no se lleva bien ni con lo salado del jamón (se potencian los taninos y las sensaciones de aspereza) ni con
el amargor del verde. Ahí es donde hace falta un Chardonnay, porque si bien suele ser un blanco poco
expresivo, pero cuerpo y frescura, y tiene todo en su lugar.