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ÍNDICE

Introducción

Parte 1: Las Reglas Básicas

Parte 2: Vinos Blancos

Parte 3: Vinos Tintos

Parte 4: Identificar sabores

Conclusión
INTRODUCCIÓN
Para muchos considerado un verdadero arte, la actividad del
maridaje implica la unión armónica entre un alimento y un vino.
Existiendo una inmensa diversidad en tanto vinos como comidas,
las oportunidades de desarrollar esta actividad con gran
creatividad son casi infinitas. En este Mini Ebook, explicaremos
algunos conceptos básicos de maridaje y combinaciones para que
comiences a explorar esta actividad por tu cuenta y luego dando
rienda suelta a tus propias experiencias.

¿Qué te parece?
PARTE 1
LAS REGLAS BÁSICAS
Tal como con cualquier otra disciplina, el arte del maridaje de
vinos requiere una serie de claves para guiarse a través del
proceso. Si bien hay mucho que se deja a la sensibilidad y
creatividad de cada uno, es importante entender las nociones
básicas que ayudan a tener una buena base para empezar a
combinar sabores y aromas.
CLAVES PARA COMPLEMENTAR LOS SABORES

ACIDEZ

La acidez de un vino lo hace más fresco; por lo tanto es una buena


compañía para preparaciones frescas y cítricas. Por otra parte,
un vino con buena acidez es afín a platos salados, ya que
contrarresta la carga de sal, permitiendo sentir los sabores.

Además, es muy bueno para abrir el apetito. Variedades como el


sauvignon blanc y algunos chardonnay cumplen con estas
características.
CLAVES PARA COMPLEMENTAR LOS SABORES

GRASAS

La grasa en las comidas es un distractor dentro de la boca y actúa


tapando los sabores. Los vinos con cierto volumen y con más
estructura, permiten limpiar la grasa para sentir mejor los
sabores, ya sea en platos de alto contenido graso salados o
dulces (por ejemplo un cheescake, salmón, carnes rojas).

La compañía por lo tanto puede ir desde un delicado chardonnay


con cuerpo, hasta un cabernet sauvignon, dependiendo los
ingredientes.
CLAVES PARA COMPLEMENTAR LOS SABORES

AMARGOS

Los vinos altos en taninos tienden a ser más amargos, con baja
acidez. Por ejemplo los carmenere, algunos cabernet sauvignon
o ensamblajes con mucho paso por barricas.

Estos vinos complementan muy bien preparaciones grasas,


especialmente carnes rojas.
CLAVES PARA COMPLEMENTAR LOS SABORES

SALADOS

Las preparaciones que resultan en platos muy salados pueden


manejarse muy bien con la acidez de un vino como sauvignon
blanc. Por otra parte, puede contrarrestarse también con un vino
dulce, como late harvest.
PARTE 2
VINOS BLANCOS
Frescos, ácidos, aromáticos y expresivos, los
diferentes tipos de vinos blancos son una verdadera
travesía para el paladar. Lejos de asociarlos solo al
verano, los blancos pueden ser la mejor compañía para
muchos platos de invierno. La clave está en saber con
qué maridarlos.
PARTE 2
VINOS BLANCOS

Sauvignon Blanc: De sabores


secos, esta categoría es ideal para
acompañar quesos como el de
cabra. Un clásico también para
disfrutar ostras y pescados
blancos a la plancha o en ceviche.
El foie gras, queso azul y ciruelas
caramelizadas son también un
excelente complemento.

Chardonnay: Este tradicional


blanco cuenta con un cuerpo medio
a gran cuerpo, lo que lo hace un
acompañamiento ideal para carnes
blancas como el pollo y el pavo, así
como pescados grasos como el
salmón o la trucha. Un buen aliado
también para ciertos mariscos.

Ensamblajes Blancos: Dependerá


de qué variedades estén en la
mezcla. Por lo general son vinos
más complejos y estructurados, lo
que permite acompañar desde un
ceviche de pescados y mariscos,
hasta chupes, quesos y algunas
pastas rellenas.
PARTE 2
3
VINOS TINTOS
Los tintos, desde siempre un favorito en nuestro país,
presentan un abanico enorme de posibilidades a la
hora de armonizar con comidas. Sabiendo las bases
para combinarlos, son una estrategia segura para casi
cualquier tipo preparación.
PARTE 3
VINOS TINTOS

Pinot Noir: Este vino de cuerpo


medio es muy versátil, y puede
acompañar desde tablas de queso
para el aperitivo, hasta carnes
blancas, pescados semi-grasos,
risotto y pastas.

Merlot: Ideal para aquellas


celebraciones familiares de pastas
rellenas o pollo cocinado al horno,
este vino se posiciona como uno de
los mejores para acompañar
carnes blancas, pastas rellenas,
guisos sencillos y sopas; por
ejemplo una cazuela.

Carménère: Este tinto de cuerpo


medio a gran cuerpo es
particularmente especiado, por lo
que combina muy bien con comidas
como cordero, tocino ahumado,
verduras grilladas y preparaciones
chilenas como empanada de pino y
pastel de choclo.
PARTE 3
VINOS TINTOS

Cabernet Sauvignon: El clásico de


siempre, de cuerpo medio a gran
cuerpo, es una excelente
alternativa para platos
contundentes y con gran contenido
de grasas, tales como carnes de
cordero o vacuno, ya sea a la
parrilla o al horno, incluso con
salsas más espesas.

Syrah: Este tipo de vino ofrece un


gran cuerpo que va
espectacularmente bien con cordero
en todas sus formas, guisos
especiados y verduras a la plancha.

Ensamblajes Tintos: En el caso de


los ensamblajes, mandarán las
variedades que lo compongan, por
lo que hay que revisar bien la
mezcla y decidir en base a ello con
las claves vistas más arriba.

Por lo general se trata de vinos más


complejos, que permiten una amplia
variedad de opciones.
PARTE 4
IDENTIFICAR SABORES:
UN EJERCICIO DE CREATIVIDAD
PARTE 4
LA DIFERENCIA DEL SABOR Y EL GUSTO

Aunque a veces se confunden ambos conceptos, te aclaramos la


diferencia, que es parte del glosario fundamental para catar.
Identificar los sabores y el gusto nos ayudarán a entender con qué
comida se complementan mejor los vinos.

Sabor: En el vino se habla de aromas primarios, que son lo


característicos de una cepa; por ejemplo aromas de frutas,
vegetales, e incluso minerales. Los secundarios son los que
derivan de la fermentación del vino, como aromas de levadura o
lácticos. Finalmente los terciarios son los que se adquieren
durante el envejecimiento en barrica, como madera, café,
ahumado, etc.

Gusto: Cualquiera de las características primarias que podamos


capturar de estos elementos, como lo dulce, salado, amargo,
ácido o umami.
PARTE 4
¿POR AFINIDAD O POR CONTRASTE?

Un maridaje por afinidad será aquél en que los sabores


similares se neutralizan, permitiendo realzar los otros
sabores del plato. El contraste en cambio, tal como indica la
palabra, enfrenta sabores significativamente diferentes
entre sí, al mismo tiempo potenciando.

Ejemplos de maridaje por afinidad:

La acidez del sauvignon blanc con la


acidez del ceviche.

Las especias del carménère neutralizan


el picante del ají de gallina, permitiendo
sentir otros sabores.

Ejemplos de maridaje por contraste:

El dulzor del late harvest controla el


exceso de sal en el queso azul.

La acidez del sauvignon blanc


contrarresta el sabor metálico de la
alcachofa.
CONCLUSIÓN
Esperamos que estos datos esenciales hayan sido de gran ayuda a
la hora de comenzar a explorar el mundo del vino. El maridaje es
una actividad altamente creativa y que da mucho lugar a la
exploración, por lo que hacerla parte de tus degustaciones caseras
puede significar una manera adicional y entretenida de integrar el
vino en tus panoramas.

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