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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA DE OCCIDENTE

ENSAYO

EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DEL


CONOCIMIENTO EN EL DOCENTE Y LOS ESTUDIANTES

PRESENTADO POR

LICDO. CARLOS ALEXANDER MUNGUÍA AGUIRRE

DOCENTE

MAESTRA VERÓNICA ALDANA DUEÑAS

OCTUBRE, 2020

SANTA ANA, EL SALVADOR, CENTROAMERICA


El pensamiento crítico en el proceso de construcción del conocimiento en el
docente y los estudiantes

Triunfar en la vida depende en la mayoría de los casos en el desarrollo de un


pensamiento crítico que respalde cada acción ejercida en la realidad, esta requiere de un
proceso mental efectivo que permita prevenir, anticipar y responder a diversas situaciones,
actividades y conflictos internos. Contar con la capacidad de emitir juicios de valor, permite
liberarse de las cadenas de la opresión y al mismo tiempo tratar de emancipar a otros
transmitiendo en ellos, ideas humanistas y revolucionarias en contra del adoctrinamiento. Es
así, como los docentes de las instituciones de educación básica, media y superior se vuelven
necesarios para formar estudiantes autónomos que muestren resistencia a las diferentes
ideologías impuestas y por medio de la razón, escojan aquellas con las que se identifiquen.

Esto me lleva a la tesis, de que es necesario que los docentes contemplen una serie de
habilidades del pensamiento que los vuelvan actos para poder formar estudiantes críticos y
humanistas, ya que son ellos quienes sembrarán la semilla de la humildad y el amor al
conocimiento en cada persona. Para esto, debe ordenar de manera lógica sus actividades y
asumir un rol de intermediario entre el contenido contextualizado y el estudiante; este último
juega un papel preponderante en su camino para transformarse en un individuo prepositivo e
intelectual, pues de nada sirven los esfuerzos de grandes docentes, si quien está siendo
formado pone poco o nulo interés en sus estudios. Por lo que desarrollar un pensamiento
crítico requiere de esfuerzo y dedicación, dicho de otra manera, ser un verdadero crítico es
una lucha constante contra la ignorancia y la flojera.

Se espera, inicialmente que sean los docentes quienes desarrollen habilidades,


destrezas y conocimientos dirigidos a pensar críticamente, pues, en las escuelas son los
personajes que reproducen y generan ideas según su práctica ejercida, por lo que las
instituciones educativas en las cuales laboran "sujetos críticos" se vuelven a criterio de
muchos, la salvación de vivir en la ignorancia y en la opresión, sin embargo, para nadie es
un secreto que la mayoría de docentes no abandonan la educación tradicional como punto
de partida para organizar y aplicar sus procesos de enseñanza. Como consecuencia la
memorización y las habilidades descontextualizadas imperan en las clases. El estudiante por
su parte asume un rol pasivo en su formación, ya que piensa que su actividad es escuchar y
construir, no obstante, en muchos casos, dicha construcción se queda en un simple
activismo, que en ningún momento genera en los sujetos interés por un cambio y mucho
menos en una sociedad armónica y justa.

Docente y alumno construyen sus capacidades y adquieren sus conocimientos de


formas distintas. Cada uno actúa según su nivel de estudio e intereses, por lo que estudiar
sus procesos de formación requiere echar un vistazo a las características y obligaciones se
esperan en su actividad. Para conocer el proceso de construcción del conocimiento del
docente y el estudiante se vuelve necesario analizarlos individualmente.

Proceso de construcción del conocimiento en el docente.

El docente es el encargado de transformar el pensamiento de las personas que acuden


a los institutos educativos para mejorar sus capacidades intelectuales y a la vez, optar por
una calidad de vida superior. Por lo que gran parte del tipo de sociedad que se tiene es su
responsabilidad, ya que es este, quién debería desarrollar en los sujetos capacidades
intelectuales complejas que le permitan al sujeto analizar y resolver de forma efectiva los
conflictos que se le presenten en diferentes situaciones. La idea anterior coincide con lo
expresado por Conde (2004) cuando menciona que vivir en sociedades democráticas, debe
partir de las escuelas (acciones del profesor), ya que en ellas se debe desarrollar
capacidades para resolver conflictos pacíficamente como la responsabilidad ciudadana, la
toma de decisiones y la capacidad de análisis. no obstante, el acto educativo que se ejecuta
actualmente en las aulas cumple con un proceso puramente reproductivo, como lo describe
Bordiú y Passeron (1996) en su libro “la reproducción", a pesar de que en 1995 la educación
del país se declara constructivista, en las clases sigue imperando aspectos tradicionales que
tienen como fin que el estudiante memorice y repita. siendo un estudiante aplicado, aquel
con la capacidad de mantener mayor información en su mente y ejecutar acciones
mecánicas y no aquel que por medio de la asociación de varios conocimientos pueda
expresar una síntesis clara, coherente de la realidad y el contenido. Esta realidad solo puede
ser cambiada, si el docente se compromete con sus alumnos y con la sociedad, pues al
formar correctamente a los estudiantes y al generar pensamiento crítico el profesor está
contribuyendo a una sociedad que en su mayor porcentaje está falta de valores y que tiene
doble moral.

Quien ejerce el acto de educar sea licenciado, maestro o doctor no debe de olvidarse de
una de sus tareas principales, la cual es formarse constantemente con el fin de adquirir
habilidades complejas y transmitir conocimientos verdaderos, contextualizados y que se
presten a la duda. Por lo que la criticidad de este profesional debe percibirse en sus
acciones y opiniones. Según las investigaciones de Zygmont y Moore, (2006); Law y
Kaufhold, (2009) y Stedman y Adams, (2012), si los docentes no muestran evidencias de
habilidad en pensamiento crítico, así como, claridad en la información y en las estrategias
apropiadas para fortalecerlo, no podrán incorporar esta competencia en sus clases y mucho
menos promoverla en sus alumnos, como consecuencia los estudiantes que reciben clases
de docentes con pocas o nulas habilidades del pensamiento crítico, serán afectados pues
difícilmente adquirirán dicha capacidad emitir juicios de valor por medio de un análisis
efectivo. En contraste, docentes capacitados en dicho acto pueden hacer uso de un mayor
número de estrategias de enseñanza que favorecen el análisis y la reflexión, por lo que
pueden incrementar el desempeño de sus alumnos en pensamiento crítico.

Ahora bien, me parece importante puntualizar sobre las habilidades que el docente debe
esforzarse por adquirir dentro y fuera de su formación. Facione (2011) menciona que quien
posee un pensamiento crítico tiene la capacidad de interpretación, análisis, evaluación,
inferencia, explicación y autorregulación. En concordancia con el autor, destaco la
importancia de la adquisición de las competencias necesarias para conocer a fondo la
realidad y lo que se va a transmitir. Sin embargo, a mí criterio lo generalizo en dos
elementos: el análisis y la síntesis, siendo el primero la fragmentación del conocimiento con
el fin de profundizar los contenidos y comprenderlos ampliamente, realizando en el proceso
múltiples conexiones que le permitan tener una noción de los vínculos entre realidades y
contenidos, el segundo ejerce la acción de evaluación, interpretación, explicación y de
formador de nuevas concepciones de lo que se quiere comprender.

A todo esto, surge la pregunta ¿cómo el docente adquirirá dichas capacidades para el
beneficio propio y de sus estudiantes?, la respuesta es más que evidente, autoformándose
conscientemente, es decir, haciendo lectura de bibliografía importante y actualizada para su
profesión, escribiendo artículos, ensayos y blog referentes no solo a la teoría sino a la
realidad que vive, por lo que se vuelve necesario que se mantenga informado de los
acontecimientos del país en que labora, pues, si no lo hace difícilmente va a contextualizar la
información a la realidad de los estudiantes y por consecuencia, no lo estará preparando
para desenvolverse efectivamente en su entorno.

Hasta ahora se habló de los aspectos cognitivos que debe ostentar un docente en
cuanto a habilidades destrezas y conocimientos, sin embargo, es necesario destacar la
influencia de los elementos afectivos de los profesionales que ejercen la actividad de
enseñar, ya que un sujeto motivado por las actividades a realizar busca ante todo calidad y
efectividad. En otras palabras, el docente motivado tiene la intención que sus estudiantes se
formen adecuadamente y desarrollen capacidades que los vuelvan individuos críticos y
productivos para la sociedad. La idea anterior está vinculada con la concepción del proceso
de enseñanza del pedagogo y psicólogo Ganelin (1975) que expone en sus textos la
importancia de las emociones en el desarrollo intelectual, este afirma que hay un vínculo
entre emociones y desarrollo cognitivo, ya que la calidad de esta última dependerá del
estado interno de la persona. Lo que me lleva a afirmar que el docente crítico debe ser una
persona equilibrada emocionalmente, que eso le permita ejercer el dominio de los
contenidos y el desarrollo de los mismos de forma minuciosa y eficaz. Esta observación del
aspecto emocional se relaciona también con la personalidad del docente. Destaco desde
este punto de vista, que el docente debe ser un sujeto correctamente formado en cuanto a la
instrucción y lo educacional, dado que el acto de educar no solo se trata de transmitir
conocimiento, sino que está ligado al ambiente y la confianza que el profesional genere en
sus estudiantes. Entonces para enseñar se debe ser una persona de valores y conductas de
calidad.

Para finalizar con este apartado, deseo se entienda la importancia del docente crítico y
la necesidad de su autoformación constante, no solo expandiendo su conocimiento, sino
interiorizando y reflexionado sobre sus acciones, pues aquel docente del cual los estudiantes
obtendrán habilidades e información debe ser un modelo intelectual y conductual a seguir.

proceso de construcción del conocimiento en los estudiantes.

Antes de sumergirnos en las funciones del estudiante para adquirir un pensamiento


crítico, es necesario estar consciente que es un sujeto en formación, que depende en gran
medida en la intervención del docente y por lo que el alumno es el reflejo de la actividad y
metodología de este. El estudiante es un ser incompleto en cuanto competencias
intelectuales, sin embargo, este debería fortalecerlas dentro del proceso de enseñanza,
pues, se supone que en su formación los docentes buscan la maduración efectiva de su
conciencia. No obstante, la mala práctica de la docencia en las escuelas provoca que las
capacidades intelectuales de los estudiantes sean básicas y poco profundas, con esto hago
alusión a que muchas veces el estudiante es deficiente porque no existe un compromiso del
docente por su formación y por la sociedad. Giroux (1992) enfatiza múltiples veces en sus
textos que los subordinados se vuelven críticos solo cuando maestros asumen su
responsabilidad y formulan una didáctica nueva, innovadora y comprometida con su realidad,
idea respaldada por su colega McLaren (1994) cuando manifiesta que es el docente es
quien debe impulsa al estudiante a formarse radicalmente y no aceptar una formación rígida
y tradicional.

Es de destacar que no todo depende del docente, sino que el estudiante también debe
estar motivado, en otras palabras, debe presentar buenas actitudes para una asimilación
consciente de los contenidos y habilidades que se le quieren transmitir. El docente puede
realizar una clase magistral, pero sí el estudiante no es responsable con su educación,
adquirirá conocimientos vagos que poco a poco irán quedando en el olvido, acercando cada
vez más al alumno a la plena ignorancia. Por lo que el compromiso del alumno con su
desarrollo es un punto crucial, pues de ello dependerá la calidad de su aprendizaje y su
futuro, ya que no importará si el docente se esfuerza en crear personas prepositivas, si el
estudiante ve con malos ojos su formación. La exministra de educación finlandesa Kiuru
(2008) expuso en una entrevista para CNN la importancia de la concepción de la educación
para los individuos que se forman. ella manifiesta que quien tiene una perspectiva negativa
del proceso de formación, habitualmente es deficiente en la participación, en las actividades
y su en desempeño en general por su poco interés por desarrollarse. todo lo anterior señala
al aprendizaje consciente como pilar fundamental de la estructuración del pensamiento
crítico.

Ahora bien, el pensamiento crítico del estudiante va a surgir de la sistematización


organizada que en el proceso de enseñanza les den a los contenidos, si este aprende de lo
fácil a lo difícil como lo plantea Comenio (1982) en la didáctica magna, es posible que
obtenga una mayor cantidad de aprendizaje significativo que posteriormente pueda utilizar
en su vida profesional y cotidiana. Dicho de otra manera, El estudiante está en formación y
se debe comprender que no puede asimilar una cantidad de información de forma rápida y
efectiva, sino que este reestructurará a los esquemas cognitivos mediante el contenido
desarrollado paulatinamente. Respetando la perspectiva de Vygotsky (1978) sobre el
desarrollo cognitivo, puedo afirmar que el estudiante en la formación básica y media
obtendrá las habilidades y estrategias necesarias para emitir juicios de valor, pero siempre
guiado por el docente. Es hasta que el pensamiento madura cuando el estudiante podrá
ejercer procesos intelectuales complejos por si solo, permitiéndole analizar profundamente la
información que se le presenta y poderla relacionar a la vez con otros conocimientos que
obtuvo en su formación escolar o académica.

Entonces, surge la interrogante ¿qué elementos deben imperar en los procesos de


formación guiada?, a mi criterio, son la curiosidad, la duda, la problematización y la
confianza. Dado que solo por medio de estos elementos se logrará que el proceso de
formación tome características activas y constructivas. Si en verdad se pretende fomentar en
los estudiantes pensamiento crítico, la intimidación no debe ser parte de la enseñanza, ya
que los individuos en desarrollo serán curiosos y emitirán interrogantes solo cuando sientan
que se les respeta y se les ayuda avanzar y no cuando son humillados. Dicha acción del
estudiante solo se presentará, cuando a este se le permita y tenga el impulso de dudar;
dudar es la piedra angular del desarrollo del pensamiento efectivo en los estudiantes, solo
por medio de ella se puede formar estudiantes autónomos con deseos de cambiar la
sociedad. Por lo que este elemento es esencial para que la enseñanza tome su verdadera
dirección, es decir, formar críticos que no repitan las ideas del profesor, sino que por medio
de sus enseñanzas formen sus propias ideas. Por otro lado, en las aulas el estudiante debe
de entrar en conflicto interno por medio del desarrollo de los contenidos, porque solo así
logrará obtener conocimientos más profundos y complejos que le permitan seguir escalando
cognitivamente hacia una visión general de diferentes áreas vinculadas con la vida. Si en el
proceso de enseñanza, se sigue dando en totalidad lo que el niño debe de aprender
arrebatándole su participación en la búsqueda de la información, no se logrará que entre en
conflicto y mucho menos que sea capaz de emitir juicios de valor. bien lo decía Freire (1975)
si a los sujetos se le sigue ordenando que hacer y cuando hacerlo nunca pensarán por sí
mismos, el docente debe dar las herramientas intelectuales a los individuos para que sean
únicos, es decir, que velen por sus derechos y piensen para mejorarse a sí mismo y a su
contexto.

Ya no queda duda que el estudiante es un sujeto individual y a la vez dependiente, pues


el deseo de superación debe provenir de él. No obstante, no puede superarse solo por sí
mismo, sino que depende de la intervención de un tutor que lo guíe y que le facilite la
comprensión de los conocimientos y a la vez, le desarrolle valores y conductas que le
permitan vivir en paz en su realidad. A mi criterio el estudiante debe ser como Aristóteles, es
decir, oyente, juzgador, lector, con valores y sobre todo con opiniones propias. Es muy
conocido la actitud de este personaje con su maestro Platón, si bien lo respetaba y lo
admiraba, no compartía muchas de sus ideas y, por lo tanto, asumió una dirección distinta
pero que a la misma vez lo volvió un grande del pensamiento antiguo.

A manera de conclusión puedo decir que el docente y el estudiante son parte


fundamental en el acto de educar y que cada uno de ellos tiene un papel que debe ejercer
para que el proceso sea lo más efectivo posible. Cuando el estudiante es deficiente, puede
deberse a que uno de los dos personajes antes mencionados no cumplió con el rol que le
correspondía al momento de interactuar en el aula de clase, es decir, que el pensamiento
vago en los estudiantes se debe a la mala práctica que se efectúa en las instituciones y que
puede ser responsabilidad del docente como del estudiante. Para que un sujeto adquiera
conocimientos y actitudes efectivas su tutor debe ser ejemplar, tanto en la amplitud de su
saber cómo en sus conductas, entonces se puede afirmar que en el proceso de formar
mentes agiles y de calidad están inmersos y vinculados los elementos cognitivos, afectivos y
conductuales. Exiliar uno de ellos repercute en la formación de los profesionales y en su
visión integral de las cosas, pues se deben formar individuos que no pasen por alto
elementos importantes de la problemática o contenido por ser materiales o subjetivos.

Si bien es cierto que la interacción debe ser horizontal no se puede dejar de lado que el
docente es quién sabe más, por lo tanto, tiene una mayor responsabilidad y participación en
el acto de organizar y ejecutar el conocimiento, lo que lo convierte en imprescindible si se
quiere formar pensamiento crítico en el estudiante, este debe ser comprometido y
responsable, pues, en sus manos está el futuro del país. Es de mencionar que las
actividades de todos los docentes se reflejan en la clase de sociedad que tenemos, esto me
lleva a ¿preguntarme será la educación de nuestro país de calidad? ¿Producirá pensadores
críticos?, las respuestas lamentablemente son negativas pues la mayoría de personas se
insultan al momento de debatir, a esto sumarle la falta de argumentos coherentes y
científicos. Somos verdaderos pensadores cuando aplicamos lo que Schopenhauer (2010)
manifestaba, se debe atacar la idea no al sujeto que la expresa. Con lo expuesto
anteriormente, se puede considerar que la mayoría de los docentes no está asumiendo su
rol adecuadamente que por consecuencia genera una ciudadanía egocéntrica e ignorante
que se deja adoctrinar por cualquiera.

El simple hecho de que los docentes no asuman su responsabilidad con la sociedad los
vuelve poco críticos, pues ignorante es quien no sabe nada como el que asume demencia.
Los profesores en su mayoría no son conscientes del daño que le producen a la realidad,
asumiendo aún actividades y metodologías que tienen como fin último la memorización. Es
hora de que las personas despierten, es hora de que todo cambie, es hora de asumir la
responsabilidad que todos tenemos con los demás y es hora de que el docente salga de las
sombras y ayude a otros a salir de ellas.

Referencias
Bourdieu, P., & Paserron, J. (1996). La reproducción. Barcelona: Laia.

Conde, S. (2004). La formación de sujetos con una moral democrática. Padres Y Maestros /
Journal of Parents and Teachers. 1(286), 10-16.

Facione, P. (2011). Pensamiento crítico: ¿Qué es? y ¿por qué cuenta? Measured Reasons.
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Ganelin, S. I. (1968). La asimilacion consciente en la escuela. México: Grijalbo.

Giroux, H. (19932). Teoría y resistencia en educación. Buenos aires: Siglo XXI.

Kiuru, K. (1 de julio del 2014). ¿Qué hace Finlandia para tener maestros tan buenos?
Obtenido de archivo de video: Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?
v=cZNsiGNXRoI

Law, C., & Kaufhold, J. (2009). Un análisis del uso de Habilidades de pensamiento crítico en
lectura y artes del lenguaje Instrucción. Reading Improvement. 46(1), 29-34.

Mclaren, P. (1994). Pedagogía crítica y cultura depredadora. Barcelona: Paidós.

Paulo, F. (1975). Pedagogía del oprimido. Madrid: SIGLO XXI.

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Stedman, N., & Adams, B. (2012). Identificación de la facultad del conocimiento de los
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Vygotsky, L. (1978). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Madrid: Critica.

Zygmont, D., & Karen, M. (2006). Evaluar el pensamiento crítico Habilidades del
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