Está en la página 1de 2

Segunda parte: Integrando la Psicopatología con la Psicoterapia: perspectivas unificadoras

6.4. Características deseables para una teoría interaccional de la personalidad

La primera de las características a tener en cuenta en el estudio de la personalidad como una


disposición interaccional será el contexto, ya que presumiblemente la personalidad debería ser
diferente en diferentes contextos. Por ejemplo, las personas pueden y deben interactuar de modo
diferente con sus hijos que con sus esposas. O nuestra relación con una figura de autoridad debe
ser diferente de la que mantenemos con nuestro mejor amigo. En otras palabras, cuando una
persona se aproxima a otra, su respuesta debe depender en parte de lo que se le ofrece. Por ejem-
plo, supongamos que se nos acerca un hombre dominante. Podemos predecir reacciones pro-
bables hacia él. La mayoría de las personas socializadas correctamente, especialmente si son
mujeres, sucumbirán a su dominio. Otro hombre dominante podría no admitirlo; en este caso,
podrían enzarzarse en una pelea. Otros podrían elegir simplemente evitar la mayoría de los
encuentros con el hombre dominante. Éstas no son las únicas posibilidades, pero la cuestión es
que lo que ofrece la persona 1 se corresponde en cierto modo con lo que responde la persona
2. A su vez, la respuesta de la persona 2 crea el contexto para la persona 1. Ambos patrones debe-
rían ser en parte predecibles (en realidad absolutamente).
El segundo elemento importante se refiere al estado: la personalidad debería variar tam-
bién en función del estado de ánimo. Cuando alguien está muy alegre, las interacciones
deberían ser diferentes de cuando está ofuscado por un problema muy demandante e impor-
tante, o cuando se enfrenta a una amenaza grave. Si la personalidad se entiende en térmi-
nos de interacción, cada miembro de una díada debería relacionarse de forma diferente
dependiendo de lo que el otro hace.
El tercer elemento a considerar es la evaluación tanto de la perspectiva de la persona
como su comportamiento objetivo. En algunos contextos, los puntos de vista del observa-
dor se consideran más válidos que las descripciones de uno mismo, porque se asume que las
auto-descripciones de las personas con trastornos mentales podrían ser inadecuadas debido
a la alteración del pensamiento o de la percepción. Sin embargo, si el objetivo es predecir la
conducta, es recomendable tener en cuenta los puntos de vista y creencias del paciente, e
incluso confiar más en ello. De hecho, es muy probable que sea el modo en que vemos las
cosas, y no cómo son en realidad, lo que más influya en cómo nos comportamos.
En resumen, si las interacciones son centrales para una teoría de la personalidad, es impor-
tante que podamos ofrecer una teoría específica, evaluable y refutable, que permita propor-
cionar una descripción fiable de las interacciones en términos de las dimensiones subyacentes
y que, al igual que las líneas y columnas de la tabla periódica de los elementos, sirva para pre-
decir qué es más probable que ocurra bajo qué condiciones. El Análisis Estructural de la Con-
ducta Social (Structural Analysis of Social Behavior, SASB; Benjamin, 1979, 1987, 1996,
1996/2003) pretende lograr estos objetivos, y se ha empleado para traducir los Trastornos de
Personalidad del Eje II del DSM a términos interactivos o interpersonales. La idea es que las
categorías del Eje II reflejen la sabiduría colectiva acumulada por la experiencia clínica y, en la
práctica, se puedan ver realmente las características de la personalidad agrupadas tal y como
las describe el DSM. Por ejemplo, las características de personalidad de individuos con TP
paranoide son previsiblemente diferentes de las que tienen aquellos que se catalogan como TP

204
Capítulo 6: Del análisis estructural de la conducta social a la terapia interpersonal reconstructiva

histriónico. La codificación SASB permite identificar qué es lo más útil de las definiciones de
personalidad del DSM, incluso aunque no entren en “categorías” diferentes. Describiremos
brevemente el SASB de forma que este capítulo pueda centrarse en las definiciones interper-
sonales y el tratamiento de los TP tal y como los define el DSM-IV, seguido de una breve des-
cripción del método de la Terapia Interpersonal Reconstructiva, que consiste en relacionar sín-
tomas específicos de trastornos clínicos (Eje I) con patrones específicos de personalidad y ofrecer
entonces el planteamiento terapéutico asociado.

6.5. Análisis estructural de la conducta social (Benjamin, 1979, 1987, 1996, 2003)

A continuación se ejemplificarán las dimensiones del modelo SASB aplicándolas a algunas


frases de un informe de petición de consulta para Terapia Interpersonal Reconstructiva de
un hombre de casi 30 años, después de uno de sus muchos intentos de suicidio realizados
desde principios de la adolescencia. Este hombre dedicó su vida a buscar la excelencia de
diferentes formas. En el momento de la entrevista de consulta era un atleta profesional, que
se había especializado en esquí extremo y otros deportes de montaña. Como es lógico, tuvo
bastantes lesiones graves que llevaron consigo largas hospitalizaciones. Durante la entrevis-
ta fue evidente que su prioridad en la vida era ser reconocido, confirmado, y apoyado por
su padre. A pesar de sus extraordinarios esfuerzos por ser un miembro devoto de su iglesia,
y después por lograr un extraordinario rendimiento en los deportes, parece que su padre
simplemente nunca pareció enterarse de sus esfuerzos y logros. Su madre se sentía frustra-
da por lo inaccesible que era su marido tanto para ella como para su hijo. El siguiente frag-
mento del informe de la entrevista de consulta ilustra cómo la codificación dimensional del
SASB puede describir los componentes centrales de la personalidad teniendo en cuenta sólo
unos pocos ejemplos de interacciones relevantes.
Sigue estando preocupado por algunos aspectos del problema de su familia que “me rondan en
la cabeza”. Aspectos relevantes de la vida familiar son su sentimiento de aislamiento, soledad y tris-
teza a pesar del reconocimiento por parte de sus amigos de su destreza y excelencia. Continúa acep-
tando la tarea de intentar rescatar a su madre de sus intentos por sacar a su padre del caparazón.
Aunque desea una vida independiente, también quiere que su madre continúe cuidándole.
Hay otros componentes clave en esta formulación de caso, que se mencionarán más ade-
lante en el apartado dedicado a la Terapia Interpersonal Reconstructiva. A continuación se
explican los aspectos más relevantes del SASB.

6.5.1. Identificar a los referentes

El primer paso en el análisis dimensional del SASB es identificar a los participantes (referentes)
en las interacciones que hay que codificar. El “referente primario” es la persona cuya perspecti-
va se va a codificar en relación con otros individuos o miembros de la familia. Es posible codi-
ficar la misma relación en diferentes contextos, que pueden estar relacionados con síntomas,
como “qué se desea para” o cuando se está en la “peor” situación, o cuando se está ebrio, etc.

205

También podría gustarte