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Teoría pedagógica y psicológica de la educación

Mtro. Edgar Fabián Torres


Evidencia 5 – 22/06/21
Ensayo sobre el fenómeno educativo en la práctica
docente

22/06/21

© UVEG. Derechos reservados. El contenido de este formato no puede ser distribuido, ni transmitido, parcial o totalmente, mediante cualquier medio, método o sistema
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Universidad Virtual del Estado de Guanajuato, debido a que se trata de información confidencial que sólo puede ser trabajado por personal autorizado para tal fin.
Ensayo prospectivas de la educación del futuro

Datos del estudiante

Nombre: Mariana Cañizales Espinosa

Matrícula: 21003551

Fecha de elaboración: 22/06/21

Nombre del Módulo: Teoría Pedagógica y Psicológica de la


Educación
Nombre de la Evidencia de Aprendizaje: Ensayo sobre el fenómeno educativo en la
práctica docente.
Nombre del asesor: Mtro. Edgar Fabián Torres

Resumen

Uno de los múltiples factores que contribuyen a consolidar, cambiar o reforzar un sistema
social es la educación.

En adición a lo anterior, la educación está llamada a cumplir con un papel muy importante en
los cambios que una sociedad requiere. No sólo porque la formación de individuos educados
y capacitados es indispensable para impulsar una economía moderna, sino también porque
este proceso educativo, desde la formación inicial hasta la máxima especialización,
transforma las maneras de pensar, actuar y relacionarse de las personas; contribuyendo a la
sociedad y cultura.

Asimismo, se abordarán los conceptos de enseñanza, aprendizaje y los principios


pedagógicos, la individualización, la socialización, la autonomía, la creatividad, la práctica
docente y el rol active del estudiante en el proceso de aprendizaje-enseñanza.

1. Introducción

Uno de los múltiples factores que contribuyen a consolidar, cambiar o reforzar un sistema
social es la educación.

En adición a lo anterior, la educación está llamada a cumplir con un papel muy importante en
los cambios que México requiere. No sólo porque la formación de individuos educados y

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capacitados es indispensable para impulsar una economía moderna, sino también porque
proceso educativo, desde la formación inicial hasta la máxima especialización, transforma las
maneras de pensar, actuar y relacionarse de las personas; es así como general sociedad y
cultura.

Por consiguiente, la educación se caracteriza por ser una actividad intencional, la cual, a
partir de objetivos de aprendizaje, busca formar personas para la vida y sociedad, por medio
de la transmisión de aprendizajes, cultura y valores (Brigido, 2006); teniendo un sustento
científico centrado en la teoría de la educación.

Ahora bien, es necesario retomar los conceptos de enseñanza y aprendizaje. El primero


consiste en el sistema de comunicación intencionada que se lleva a cabo en la escuela, en la
cual se generan estrategias de aprendizaje centradas en el desarrollo estudiantil (funciones
del estudiante, selección del material de aprendizaje y didáctico, selección de técnicas
didácticas, promoción del aprendizaje y motivación y la evaluación), mientras que el segundo
concepto alude al aprendizaje como proceso de enseñanza, constituido por la práctica
docente y el rol de estudiante activo (Araujo, 2008; Naval, 2008).

Finalmente, tanto los principios psicológicos como los pedagógicos son relevantes para que
se lleve a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.

2. Desarrollo

2.1 El vínculo sociedad y educación

Una educación impartida en un marco que preste atención educativa a los problemas
humanos y sociales, permite la transformación de sus miembros y les otorga las
herramientas para que potencien su desarrollo cultural y, en consecuencia, se produzca su
integración social.

De esta manera, la necesidad de educar a todos los miembros de la sociedad conforme a su


capacidad encuentra sustento en los lineamientos que proponen la pedagogía social, dado
su marcado carácter autorreflexivo (Habermas, 1994). Así, una pedagogía centrada en lo
social se ocupará de estudiar tanto grupos humanos como hábitos sociales del individuo, por
lo que prestar atención educativa a sus problemas, persigue el progreso del hombre como
ser social y lo que aquello implica: desarrollar tanto su máximo potencial personal, como su
conducta social.

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Ahondando más en el tema, el término "educación" tiene un doble origen etimológico, el cual
puede ser entendido como complementario o antinómico, según la perspectiva que se adopte
al respecto. Su procedencia latina se atribuye a los términos educere y educare. El primero
significa conducir fuera de, extraer de dentro hacia fuera, entendiéndose como el desarrollo
de las potencialidades del sujeto basado en la capacidad que tiene para desarrollarse. El
segundo, por otro lado, se identifica con los significados de criar, alimentar y se vincula con
las influencias educativas o acciones que desde el exterior se llevan a cabo para formar,
criar, instruir o guiar al individuo (Luengo, 2004).

Cabe mencionar que el fundador de la sociología como disciplina científica, el sociólogo


francés Durkheim, es un representante de esta forma de concebir la educación, ya que, para
él, la educación se concreta en la inclusión de los sujetos en la sociedad a través del proceso
de socialización (Ballesteros, 2014).

2.2 Relación enseñanza-aprendizaje

La enseñanza se predica del agente que influye intencionalmente en el educando para que
aprenda. Ahora bien, para que este proceso se produzca al margen del azar, es necesario
dotarlo de una estructura organizativa, para que los elementos que lo integran se orienten
eficazmente hacia la consecución de los objetivos educativos. A esta característica se le ha
asignado el nombre de sistematismo (Santos y Garrido, 2015).

La graduación es otra característica de la enseñanza y se relaciona con la anterior. Plantea


la necesidad de que en dicho proceso exista cierto orden, ya que el aprendizaje se va
estructurando sobre conocimientos previos. De lo general a lo particular, de lo próximo a lo
más lejano, serán principios pedagógicos que se basan en este tipo de consideraciones.

El aprendizaje es el efecto de la educación. Son los cambios que se producen en el sujeto


que se está educando como consecuencia de las influencias educativas y que son
congruentes con las finalidades propuestas. Cuando se produce el aprendizaje deseado,
decimos que se han alcanzado los objetivos educativos, como consecuencia de la
planificación de la enseñanza. El aprendizaje es un proceso que se produce en el sujeto, que
es el objetivo de la educación, en este caso intencional y planificada; mientras que la

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enseñanza, su diseño y puesta en acción, corre a cargo de la persona que educa (Guzmán,
2011).

El aprendizaje se puede alcanzar utilizando diversas estrategias. Si en el proceso de


enseñanza se procura presentar los contenidos que interesan al sujeto que enseña por
motivos ideológicos, no dando la posibilidad de crítica o réplica y limitando de esta forma la
comprensión de lo que se aprende, se habla, siguiendo a Esteve (1983), de adoctrinamiento,
que es una forma de manipulación debido a la intencionalidad, por parte de quien enseña, de
sesgar la información, y a la pobreza intelectual con la que se alcanza el conocimiento. Como
es evidente, a esta modalidad de aprendizaje no la podemos incluir en la esfera de lo
educativo.

La instrucción es un proceso de enseñanza en el que el educador elige determinados


contenidos educativos para que el sujeto los aprenda con una escasa participación de la
comprensión. Cuando los contenidos de enseñanza son organizados intelectualmente,
llegando al entendimiento completo de los mismos y estableciendo relaciones cognoscitivas
con lo que ya se sabía con anterioridad, se logra un aprendizaje de más calidad por su
significatividad y funcionalidad, utilizándose para ello el término de formación (Luengo, 2004).

2.3 Docente

La educación debiera permitir que el hombre se integre plenamente en el contexto social en


que vive y a la vez se desarrolla. Esta doble exigencia de autodesarrollo e integración no
puede satisfacerse por completo a menos que el individuo sea capaz de conocer y
comprender su realidad social, así como las instituciones legales, cívicas y políticas que lo
rodean; pero además, desarrollarse integralmente, de manera de interactuar positivamente
con dichas instituciones (Guzmán, 2011).

El papel de los docentes como parte primordial en el fenómeno educativo actual, contribuye a
la búsqueda de la mejora y transformación social como un motor preponderante dentro de las
acciones en dicho campo. La enseñanza, la educación y el aprendizaje son los componentes
con los cuales podemos entender el fenómeno educativo, no como entes aislados, sino como
los tres puntos primordiales para el proceso – práctica (Luengo, 2004).

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Asimismo, son los principales agentes formativos que preparan a los sujetos para la vida
comunitaria, al encargarse durante toda la escolaridad de la formación integral de sus
miembros. Por tanto, su labor no se reduce a sólo incrementar la adquisición de
conocimientos, sino que son los responsables de afianzar actitudes y conductas
democráticas, de manera de equipar al conjunto, para afrontar la vida e intervenirla (Guzmán,
2011).

2.4 Principios pedagógicos

De acuerdo con Ulloa (s.f), la concepción del estudiante durante la historia ha sufrido
constantes cambios, se le ha visto desde un mero receptor hasta un individuo educativo que
se responsabiliza de su propio aprendizaje y mantiene una labor constante apoyando y
construyendo él mismo su proceso educativo. En la actualidad, se incorporan una serie de
elementos a la significación del estudiante que ya no permiten elaborar una definición exacta,
sino que, el concepto se puede caracterizar a través de las partes componentes, acciones
que deben realizar, aptitudes, actitudes, valores, capacidades, habilidades, entre otros. Sin
embargo, cabe mencionar que esta caracterización se puede elaborar de forma diferente
para el concepto de estudiante en la realidad o el concepto de estudiante en el discurso
pedagógico de acuerdo a los diferentes documentos educativos o de diferentes escuelas y
las situaciones que realmente se viven. Ahora bien, el concepto de estudiante es muy amplio,
existen muchas definiciones que se pueden observar desde las teorías del aprendizaje,
desde las diferentes corrientes pedagógicas, y las visiones de autores en otras disciplinas;
pero agrupando los postulados que establecen las diversas posturas, se pueden manejar tres
grandes orientaciones del concepto de estudiante.

La primera orientación se hace referencia al estudiante como sujeto educativo, considerado


como un sujeto pensante que está en constante responsabilidad y compromiso con su propia
formación. La segunda se refiere al estudiante como actor educativo, entendiéndolo como
aquel individuo que juega un papel preestablecido y la tercera y última orientación denomina
al estudiante como objeto educativo, comprendido como aquella persona a la que se le
obliga a estudiar, todo parece ser reducido al simple hecho de memorizar lo que se le dice

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que aprenda, con el fin de presentar un examen, aprobar una materia o para ser alguien en
el mundo (Ulloa, s.f.).
Intentar acotar lo que es la educación a la vista de las notas que la caracterizan se convierte
en una tarea compleja, máxime cuando entre ellas hay disputa -por ejemplo, entre
individualización y socialización.

Por su parte Sarramona (2000), en un intento de síntesis, sugiere que la educación tiene que
ver con las siguientes características: proceso de humanización, acción dinámica del sujeto
educando con otros sujetos y con su entorno, intervención de una escala de valores, permite
la integración social de los individuos, elemento fundamental de la cultura y el proceso
permanentemente inacabado.

3. Aportación personal

Las acciones de los agentes educativos debieran encaminarse a analizar el discurso


pedagógico a través del cual se articula el apoyo que brindan, para lograr que cada sujeto
pueda beneficiarse de una instrucción de excelencia, en equilibrio con los aspectos valóricos
involucrados en una real formación integral. Esto demanda potenciar el conjunto de
habilidades que estimulan el perfeccionamiento social y personal del individuo, en el marco
de los requerimientos que impone la era de la información y el conocimiento.

El escenario educativo actual, vuelve vital el rol del profesor en la tarea de acompañar,
estimular y orientar el proceso educativo, en consecuencia, con el desarrollo de las
cualidades humanas que hagan de cada integrante de la sociedad, un ser humano preparado
para la vida comunitaria, en que el diálogo y la búsqueda de consensos sean primordiales.
De esta manera, la responsabilidad social de las instituciones educativas no admite
dilaciones en su tarea de desarrollar una conciencia crítica, de manera de conformar a un
individuo creativo, pleno, útil y comprometido, con conciencia de sí mismo y de su entorno,
apto para co-construir y transformar la sociedad.

4. Conclusiones

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Uno de los múltiples factores que contribuyen a consolidar, cambiar o reforzar un sistema
social es la educación.

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los cambios que una sociedad requiere. No sólo porque la formación de individuos educados
y capacitados es indispensable para impulsar una economía moderna, sino también porque
este proceso educativo, desde la formación inicial hasta la máxima especialización,
transforma las maneras de pensar, actuar y relacionarse de las personas; contribuyendo a la
sociedad y cultura.

Finalmente, entendemos que el fenómeno educativo visto desde la práctica docente contiene
diversos factores los cuales tienen un peso importante dentro de este. Puede ser útil para
quienes tienen un primer acercamiento al trabajo con grupos de corte educativo no
limitándose a un nivel o grado, sino generando la información y formación para quienes
entienden que ser maestro no es solo tomar lista, diseñar una planeación y conocer el tema,
sino que existe un proceso complejo visto desde lo pedagógico y lo psicológico
fundamentado en los modelos educativos contemporáneos. Si entendemos dichas
concepciones y pretendemos analizar si lo que hacemos genera un cambio, es ahí donde
asumiremos que la responsabilidad de formar a próximos ciudadanos se ha hecho presente y
consiente en quienes trabajamos en educación, en caso contrario tendremos que
replantearnos si lo que hacemos con nuestros estudiantes es un reflejo de lo que somos. El
formar es un proceso para transformar.

5. Fuentes de información

Araujo, S. (2008). Docencia y enseñanza: una introducción a la didáctica. Argentina:


Universidad Nacional de Quilmes. Recuperado de la base de datos e-libro Cátedra.
(10779985).

Ballesteros, S. (2014). Habilidades cognitivas básicas, formación y deterioro. España: UNED.


Recuperado de la base de datos e-libro Cátedra. (10862123).

Brigido, A.M. (2006). Sociología de la educación. Córdoba: Editorial Brujas. Recuperado de


https://es.slideshare.net/RodrigoMolina30/sociologia-de-laeducacion

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Esteve, J.M. (1983). El concepto de la educación y su red nomológica. España: Ediciones
Límite.

Guzmán, M. (2011). Sociedad y educación: la educación como fenómeno social. Foro


educacional, 19(). Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=6429461

Habermas, J. (1994). La teoría de la acción comunicativa, complementos y estudios previos.


Madrid: Cátedra.

Luengo, J. (2004). La educación como objeto de conocimiento, el concepto de educación.


Madrid: Biblioteca nueva. Recuperado de https://www.ugr.es/~fjjrios/pce/media/1-
EducacionConcepto.pdf

Naval, C. (2008). Enseñar y aprender: una propuesta didáctica. España: EUNSA.


Recuperado de la base de datos e-libro Cátedra. (10637476).

Samarrona, J. (2000). Teoría de la educación, reflexión y normativa pedagógica. Barcelona:


Editorial Ariel. Recuperado de https://gredos.usal.es/handle/10366/56440

Santos, M.V. & Garrido, M.J. (2015). Resultado del proceso educativo: El papel de los estilos
de aprendizaje y la personalidad. Educación XXI, 18(2). Recuperado de
https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd7060.pdf

Ulloa, O. (s.f.). El estudiante como sujeto educativo. México: Universidad Autónoma de


Nayarit. Recuperado de
https://www.repositoriodigital.ipn.mx/bitstream/123456789/3933/1/El%20estudiante
%20como%20sujeto%20educativo.pdf

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