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—Conflicto 2: Suele ser uno de los problemas más virales dentro de las empresas. Nos
referimos a empleados negativos que propagan un sentimiento tóxico entre sus
compañeros. El estado anímico de los colaboradores resulta vital para obtener buenos
resultados empresariales. Ha de existir un equilibrio emocional en la plantilla de trabajo. El
fin último, es centrarse en el producto y no despistarse con problemas irrelevantes que
surjan por el camino. En definitiva, ser inteligente. Sin embargo, en muchas empresas
suelen existir ciertas personas que tienden a mostrar una actitud pesimista y negativa que
impide el buen funcionamiento de lo demás.
Además, es importante que una vez que formes equipo, gestiones con inteligencia
emocional sus preocupaciones, necesidades e incertidumbres. Debes abrir canales de
comunicación con tus empleados, lo que permitirá que cualquier rumor llegue antes al
personal de confianza que ponga fin al mismo.
—Conflicto 3: Cada vez está dejando de tener protagonismo en las empresas, pero aún
suele ser motivo de falta grave para muchos empleados. Las distracciones e impuntualidad
son obstáculos que impiden el transcurso de una productividad adecuada y correspondida
con los plazos de entrega de los proyectos. Además, se trata de uno de los conflictos más
contagiosos entre los colaboradores. Comienza llegando tarde uno pero rápidamente se
extiende este hábito tan perjudicial, generando un ambiente en el que el empleado que llega
pronto se convierte en un bicho raro. Y el problema se extiende a la imagen del líder, al que
su equipo termina por perderle el respeto y la legitimidad.
La solución: El trabajo por resultados. Sin duda una de las soluciones más rentables y
extendidas en las empresas. Hay personas que una misma labor la pueden realizar en una
hora mientras que algunos emplean tres para la misma. De modo, Que esta es una de las
habilidades que más demandan las empresas a la hora de reclutar: seleccionar personas
productivas que trabajen por resultados. Los empleados se administran el tiempo bajo una
fecha de entrega.
Estos tres ejemplos son muy generalistas. Existen infinidades de conflictos que pueden
derivar en despidos como última opción posible. Sin embargo, antes de enfrentarse a un
problema, sea de la magnitud que sea, es importante tener en cuenta dos aspectos claves
para salir airosos. El primero es no juzgar. Trata de seleccionar personas extender el
sentimiento entre tus empleados de no establecer juicios sin fundamentos sobre otros
compañeros. Y el segundo, comunícate. Haz que los colaboradores expresen sus
necesidades en un ambiente accesible y abierto –muy respaldado, en parte, por el primer
aspecto, el de no juzgar.,