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TEMA 7

La Evolución Política: Imperio y Papado, Monarquías Occidentales. Las Cruzadas

1. Pontificado e Imperio
Las relaciones entre el poder temporal, representado por el emperador y el poder espiritual, en
manos del pontificado, protagonizan los acontecimientos políticos en el continente en plena Edad
Media. Este enfrentamiento lo conocemos como “Dominium Mundi”.

1.1. La evolución de las relaciones hasta mediados del siglo XII


Desde la muerte de Otón III hasta la llegada de Federico I Barbarroja, se suceden tres dinastías con
tres elementos comunes a su política:
- Afirmación de su poder interno en Alemania frente a la alta nobleza.
- Defensa de las fronteras orientales.
- Difíciles relaciones con el Papado.
Su control sobre la designación de los Papas define una política auténticamente cesaropapista.

Otón III (983-994) en su minoría de edad Teófano y Adelaida Enrique II (1002-1024) Enrique de Baviera, primo de Otón III. “Renovatio Regni Francorum”
(madre y abuela) fueron sus regentes, (982-1002). - Heredó conflictos, como el enfrentamiento con el rey de Polonia Boleslao.
Rey en solitario (994-1002). “Renovatio Imperii Romanorum”. - En Italia hubo de enfrentarse a movimientos secesionistas de Lombardía.
Proclamó la falsedad de la “Donación de Constantino”. - En 1204 morían el emperador alemán y el Papa Benedicto VIII.

Conrado II (1024-1039). Casa de Franconia. Dinastía de los Salios. Enrique III (1039-1056) Hijo de Conrado II.
- Bohemios, polacos y húngaros fueron derrotados y sometidos a duros tratados - Continuó la línea de actuación de su padre Conrado II.
de paz. - Elevó al Pontificado a Clemente II.
- Reclamó sus derechos sobre Borgoña, que se incorporó al Imperio desde 1032. - Apoyó la elección al papado en 1049 de León IX, iniciador
- En Italia su agresiva político desplegó viejos criterios cesaropapistas; buscó el del proceso de regeneración de la Iglesia, que culmina con
apoyo de la pequeña nobleza para contrarrestar a obispos y alta nobleza. la elección de Gregorio VII.

Enrique IV (1056-1106) Hijo de Enrique III.


La política reformista de Gregorio VII, “Dictatus Papae”, (1076) trajo consigo un duro enfrentamiento entre Enrique IV y el Papa, el motivo principal
fue el desacuerdo en el aprovisionamiento del obispado de Milán. Un sínodo de obispos repudió la actuación Papal y el propio Enrique IV le escribió
una carta exigiéndole su renuncia; la respuesta de Gregorio VII fue la excomunión del Emperador, lo que implicaba el levantamiento del juramento
de fidelidad de sus súbditos.
Ante su debilitamiento frente a los poderes de la nobleza, Enrique IV optó por pedir el perdón Papal, lo cual tuvo lugar en el famoso castillo de
Canossa en los Apeninos y la no menos conocida espera para ser recibido por el pontífice; estos hechos tuvieron lugar en 1077.
Gregorio VII levanto la Excomunión a Enrique IV, pero la nobleza alemana, una vez excomulgado el emperador, creyó estar legitimada para el
nombramiento de un nuevo emperador, (Rodolfo de Suabia).
En 1080 los acontecimientos se agravan, Gregorio VII vuelve a excomulgar a Enrique IV y éste a su vez convoca un concilio de obispos
antigregorianos, en el que se elige nuevo Papa a Clemente III (tenemos dos Papas), derrotando a su vez a los partidarios de Rodolfo.
Enrique IV se dirige a Italia y vuelve a ser coronado emperador, esta vez por Clemente III. Rápidamente abandonó Italia, pues desde Alemania se
movían para arrebatarle el trono.
El último enfrentamiento entre Gregorio VII y Enrique IV tuvo lugar en 1084. Las tropas imperiales lograron entrar en Roma acompañadas por el
nuevo antipapa Clemente III. Gregorio VII (apoyado por Roberto Guiscardo y sus normandos del Sur de Italia) logró expulsar a los alemanes de la
ciudad. En 1085 muere Gregorio VII, su sucesor será Urbano II continuador de la reforma Gregoriana.
Enrique V (1106-1125) Hijo de Enrique IV.
Urbano II fue más sutil en los inicios de la reforma. Se le conoce por el concilio de Clermont-Ferrand de 1095, en el que puso en marcha la Primera
Cruzada. Se adjudicó el liderato al estar excomulgados Enrique IV y Felipe I de Francia.
Urbano II fortaleció el proceso centralizador de la Iglesia mediante los “legados papales”.
En 1099 murió Urbano II en un clima de mejor entendimiento con Enrique IV.
En 1111 Enrique V se comprometió a no interferir en las investiduras, en contrapartida, los obispos renunciaron a cualquier tipo de regalías.
Ninguna de las partes actuaba con sinceridad y los conflictos resurgieron.
Enrique V fue excomulgado y el nuevo papa, Pascual II, renovó los decretos contra la simonía y la investidura laica.

Las diferencias entre el Pontífice y Enrique V se suavizaron hasta el conocido acuerdo alcanzado en el Concordato de Worms de 1122.
Enrique V admitía la libre elección y consagración del elegido canónicamente. A cambio Calixto II (1118-1124) reconocía a Enrique la facultad de
supervisar la elección al obispado del reino Alemán.

Calixto II oficializó el éxito del Concordato de Worms convocando el I Concilio de Letrán.


Su sucesor Honorio II (1124-1130) continuó su labor y siguió con las buenas relaciones con los distintos poderes de occidente.

Los años centrales del siglo XII conocieron en Alemania la formación de dos partidos:
Los Welfen (güelfos), agrupados en torno a los duques de Baviera. Partidarios de la suprema autoridad de los Papas.
Los Weiblingen (gibelinos), en torno a los duques de Suavia. Defensores de la supremacía imperial.

1.2. La lucha por el Dominium Mundi. Federico I Barbarroja


Federico I Staufen (Barbarroja) (1152-1190)
Personaje carismático del Medievo europeo.
Atendió intereses contrapuestos como: la defensa, frente a la ambición de otros nobles, de los ducados de Baviera y Sajonia al heredero Enrique el León.
Después de la muerte de Alejandro III actúo con gran dureza.
En Alemania en 1181, despojo a Enrique el León de sus posesiones, dejándole dos pequeños feudos.
En Italia firmó la Paz de Constanza con las ciudades lombardas, cediéndoles autonomía a cambio de jura de fidelidad.
En esa época su mayor logro fue prometer a su hijo Enrique con la princesa Constanza, heredera de Sicilia.
Federico I Barbarroja murió ahogado (ya anciano) durante la tercera cruzada promulgada por Clemente III. Le sucedió su Hijo Enrique VI cuyo breve
reinado coincide con el ascenso al Papado de Inocencio III en 1198.

Papa Adriano IV ( -1159)


Mantuvo en un principio excelentes relaciones con Federico I.
Recibió su ayuda para sofocar la revuelta de Arnaldo de Brescia.
En 1154 coronó solemnemente emperador a Federico I.
Las buenas relaciones entre ambos duraron poco, pues en la dieta imperial de Besançon (1157), el legado pontificio Rolando Bandinelli (después
Papa Alejandro III) dijo “Federico I es Emperador por la Gracia Papal).
Esto irritó enormemente a Federico I que, acrecentando aún más su autoritarismo, esta vez en su relación con la autonomía de las ciudades italianas.
En la dieta de Roncaglia (1158), se adueño de las regalías recibidas por las ciudades. La muerte en 1159 de Adriano IV aumentó la tensión al no
ponerse de acuerdo los cardenales para elegir sucesor; tras disputas entre Víctor IV (facción imperial) y el citado Bandinelli venció la facción clerical.

Alejandro III (1159-1181)


Bandinelli que accedería al Papado con el nombre de Alejandro III.
Tras muchas vicisitudes, las tropas papales, apoyadas por las milicias urbanas de las ciudades noritalianas (la Liga lombarda) derrotaron a Federico I
an la batalla de Legnano de 1176.
El emperador si vio obligado a llegar a un acuerdo, tras lo cual, en Venecia en 1177 reconoció a Alejandro III como legítimo Papa. A cambio logró la
absolución del emperador, la proclamación de su hijo Enrique como rey de romanos y en el terreno militar la paz entre el emperador y las ciudades
lombardas y el rey de Sicilia Guillermo II. El cisma terminó con la convocatoria y celebración del III Concilio de Letrán ese mismo año.
Los acuerdos del concilio establecieron entre otras cosas que el acuerdo para elegir Papa se acordaba con el voto afirmativo de dos tercios del
colegio cardenalicio.

1.3. El Papa Inocencio III y el triunfo de la Plenitudo Potestatis


Inocencio III (1198-1216) reclamó para sí la Plenitudo Potestatis del viejo programa gregoriano.
La Curia romana se saneó profundamente, la Cancillería fue reorganizada, reunió con frecuencia el
colegio de cardenales y castigó con dureza la corrupción.
Inocencio III no dudó en utilizar mecanismos hasta entonces extraordinarios, como la Cruzada, caso
de la predicada contra los albigenses del sur de Francia.
En el sur de Italia, al morir Enrique VI y su mujer Constanza, se convirtió en el protector del futuro
Federico II durante su minoría de edad, frente a los nobles rebeldes normandos y alemanes.
Hubo tres aspirantes a la sucesión de Enrique VI: Federico de Sicilia; (menor); su tío Felipe de
Suavia, representante de los gibelinos; y Otón de Brunswick (hijo de Enrique el León) apoyado por
los güelfos.
El apoyo pontificio otorgó el poder a Otón. Federico de Suavia murió en 1208, facilitando que fuese
coronado emperador en Roma en 1209.
Otón reivindicó viejos derechos y comenzó a preparar la invasión de Sicilia. Inocencio III le
excomulgó y apoyó explícitamente al joven Federico, aunque le hizo prometer que siempre
mantendría separados el Imperio y Sicilia.
La convocatoria del IV Concilio de Letrán fue la culminación de su obra, se recogieron 71 cánones
relativos a múltiples asuntos, entre otros:
- Limitación de fundaciones de órdenes religiosas.
- Disposiciones contra judíos y herejes.
- Organización de una nueva Cruzada.
- Se ratificó el derecho de Federico II al trono imperial.
- La Carta Magna inglesa fue objeto de reprobación pontificia.
Poco después, en 1216, moría Inocencio III siendo sucedido por Honorio III.

1.4. Apogeo y crisis del Imperio: Federico II


Federico II Staufen, político hábil y gran organizador, culto, precursor del Estado moderno.
Heredó por vía paterna (Enrique VI) el Imperio germánico y por vía materna (Constanza) Sicilia y por
tanto feudatarios de la Santa Sede.
Honorio III, sucesor de Inocencio III, había sido preceptor de Federico II.
En la dieta de Fráncfort (1229), Federico II convirtió a su hijo Enrique (ya había sido coronado rey de
Sicilia), en rey de romanos, lo que implicaba el reconocimiento automático como heredero al
Imperio. Federico II tranquilizó a Honorio III de que Imperio y Sicilia se administrarían con total
independencia.
El Papa le creyó y en 1220 coronó emperador en Roma a Federico II.
Federico II aprovechando la debilidad del Papa impuso su autoridad en Sicilia, creando un sistema
moderno de financiación y administración (constitución de Melfi) similar a la de ciudades de
Lombardía (Dieta de Cremona, 1226).
Muerto Honorio III, el nuevo Papa Gregorio IX instó al Emperador a acudir a luchar a Tierra Santa,
pero a los pocos días Federico regresó aludiendo una enfermedad; el ejército cruzado se disolvió
tras lo cual el Papa excomulgó al emperador.
Federico volvió a partir con una pequeña tropa (sexta Cruzada) en la que demostró dotes
diplomáticas. Logró la reconciliación con el Papa en el acuerdo de San Germano (julio de 1230), por
lo que a cambio de levantarle la excomunión devolvería todos los bienes arrebatados a la Iglesia.
Mientras, los problemas se le acumulaban en Alemania e Italia.
- Federico reprimió la rebelión de su hijo mayor Enrique que murió en prisión.
- Designó sucesor a su otro hijo Conrado.
- En el norte de Italia obtuvo una rotunda victoria, en 1237, sobre las ciudades lombardas en
Cortenuova, estando dispuesto a unificar Italia.
- En 1239 volvió a ser excomulgado
- En 1240 cuando parecía haber un principio de acuerdo y se iba a producir un concilio universal, es
acusado de estar detrás del secuestro de algunos cardenales que acudían a Roma a la apertura del
cónclave lo cual rompió toda negociación.
- En 1241 muere Gregorio IX y es proclamado Papa Inocencio IV.

Inocencio IV (1241-1254) convocó el concilio en la ciudad francesa de Lyon, el emperador fue


depuesto.
ENTONCES OPTARON A LA CORONA:
Guillermo de Holanda
Enrique Raspe, landgrave de Turingia Apoyado por el Papa Inocencio IV tras la Federico II muere en 1251
Propuesto por el Papa y los nobles adversarios de Federico II. muerte de Federico II. Deja a su hijo Conrado (Conrado IV)
Falleció antes de su proclamación. Muere en 1256, dos años después de la como heredero del Imperio y de Sicilia
muerte de Federico II y del Papa
Inocencio IV.

Conrado IV (1251-1254)
Muere inesperadamente en 1254. Durante este período se propusieron como candidatos a la corona
Deja un hijo al que llaman Conradino. Imperial:
Inocencio IV se autoproclamó tutor del menor. -Alfonso X de Castilla (renuncia a favor de los electores germanos)
La muerte del Papa pocos meses después, entre enfrentamientos -Ricardo de Cornualles (hermano de Enrique III de Inglaterra).
de los Pontífices y los Staufen se abre el periodo conocido como el Ricardo de Cornualles muere en 1272.
“Gran Interregno”, que duro casi veinte años

El favorecido fue Rodolfo de Habsburgo.


En Sicilia los Staufen permanecieron en el poder en la persona de Manfredo, hasta que el Papa
ofreció el reino a Francia.
El príncipe Carlos de Anjou, hermano del rey de Francia, derrotó a Manfredo en Benevento (1266) y
a Conradino en Tangliocozzo (1268), proclamándose rey de Sicilia

2. Monarquías Occidentales
Los cambios dinásticos habidos a ambos lados del Canal de la Mancha entre 987 y 1066 provocaron
acercamientos entre Francia e Inglaterra. Acercamiento en ocasiones dio lugar a enfrentamientos
bélicos importantes.

2.1. los Capeto en Francia hasta Felipe II Augusto


Hacia el año mil, al oeste del Imperio quedaba un territorio de unos 8.000 Km. cuadrados, entre las
cuencas del Loira y del Sena, cuyos titulares eran los Capeto.
La autoridad efectiva era Hugo Capeto (987-996)
Roberto el Piadoso (996-1031) llegó a labrase una biografía muy alejada de la realidad, en la que se
le mostraba como un rey modélico e incluso con poderes taumatúrgicos (capacidad para realizar
prodigios).
Enrique I (1031-1060), hijo y sucesor de Roberto el Piadoso.
Felipe I (1060-1108) no será hasta el reinado del cuarto de ellos, cuando los Capeto son respetados
por la nobleza.
Luis VI (1108-1137), fue destacado protagonista de este proyecto y puede decirse que es la
“afirmación de los Capeto”.
Entre sus acciones militares destaca su intento de arrebatar Normandía a Enrique I de Inglaterra,
intento que se saldó con una derrota en Brenneville en 1119.
También tuvo éxitos como las operaciones contra los señores de Ille-de-France, núcleo central del
dominio Real.
Su principal consejero fue el abad Suger de Saint Denis.
Luis VII (1137-1180) hijo y heredero Luis VI, casado con Leonor de Aquitania en 1137.
Su divorcio y la posterior boda de Leonor con Enrique II Plantagenet Duque de Normandía (desde
1154 rey de Inglaterra) será uno de los motivos desestabilizadores entre Francia e Inglaterra.
Felipe II Augusto (1180-1223), fue el artífice de la idea de una Francia unida bajo una misma
corona.
Reforzó la estructura administrativa con la figura de los bailíos (administradores reales).
Su consolidación se apoyó en el debilitamiento angevino y en la intervención en las tierras del sur
aprovechando las campañas militares contra la herejía albigense, que culminará con la
incorporación del mediodía francés a la corona.

2.2. La conquista normanda de Inglaterra

Guillermo I el Conquistador (1066-1087)


Rey de Inglaterra y Normandía
Coronado rey en Westminster, después de vencer en la Batalla de
Hastings al autoproclamado soberano anglosajón Haroldo II.
Canuto el Grande (1016-1035)
Fue capaz de transformar Normandía en un modélico estado feudal.
Su reino abarca Inglaterra y Eduardo el Confesor (1043-1066) Se erigieron más de veinte abadías entre 1035 y 1066 (alguna de
Dinamarca. Rey de Inglaterra y Normandía prestigio como Bec).
Se produjo durante su reinado la Bajo su reinado la nobleza inglesa La iglesia inglesa fue sometida, desde 1070, gracias a la política
unificación del Mar del Norte. perdió prestigio. reformadora de Lanfranco (consejero de Guillermo y abad de S. Esteban
A su muerte el Imperio entró en crisis. de Caen).
Eliminó la inmensa mayoría de representación anglosajona en los altos
puestos laicos y religiosos.
Renovador y con grandes dotes administrativas que refrendó con el
“Domesday Book, Libro del día de cuentas” (1086)

Enrique I Beauclerc (1100-1135)


Guillermo II el Rojo (1087-1100) Cuarto hijo de Guillermo I.
Tercer hijo de Guillermo I. Más prudente que su hermano, firmó con Roma el Concordato de
Enemistado con la Iglesia, cuya cabeza Anselmo de Westminster. Dio más libertad a la Iglesia y la “carta de libertades” a la
Canterbury, se exilió en Italia nobleza. A la vez siguió el proceso centralizador de su padre.

A la muerte de Enrique I Beauclerc), los barones pretenden coronar a un nieto del Conquistador,
Esteban de Blois (1135-1154, antes que a la hija del fallecido, Matilde (casada con el conde de
Anjou Godofredo “Plantagenet”). Hizo valer sus derechos desembarcando en Inglaterra, tras cuyo
enfrentamiento logró que Enrique (hijo de Matilde y Godofredo) fuese reconocido por Esteban de
Blois en 1153, y coronado rey en 1154 con el nombre de Enrique II (1154-1189).

2.3. Enrique II y el Imperio Angevino


El Imperio Angevino (Dinastía de Anjou) abarca los cincuenta años que cubren los reinados de
Enrique II, Ricardo Corazón de León y los inicios de Juan Sin Tierra, durante el cual acapararon un
enorme poder territorial.
El dominio angevino se extendía desde el Muro de Adriano (límite con Escocia), hasta el Loira.
Enrique II de Inglaterra (1154-1189), amplió hacia el Sur de Francia su radio de acción, gracias a su
matrimonio con Leonor de Aquitania. El Imperio Plantagenet ampliaba sus fronteras hasta los
Pirineos.
Enrique II continuó la política centralizadora de Guillermo I el Conquistador y de Enrique I.
Se iniciaron conflictos entre Iglesia y soberano. La crisis estalló con la promulgación de las
“Constituciones de Clarendon” de 1164, por las que Enrique quería restringir las atribuciones de los
tribunales eclesiásticos y someter al clero a la jurisdicción real.
Le apoyaron los obispos de York y Londres.
Chocó con la oposición de su antiguo amigo Tomás Becket (ahora arzobispo de Canterbury) que se
exilió en Francia. Regresó a Inglaterra, pero fue asesinado.
Tras el escándalo, Enrique, como medida de penitencia, se humilló y recibió latigazos ante la tumba
de su antiguo amigo y fueron anuladas las Constituciones de Clarendon.
Su actitud autoritaria provocó revueltas en la última parte de su reinado, incluso sus propios hijos y
esposa se manifestaron contra él. Capturó a su esposa y rechazó los ataques. Fueron sus últimos
años, murió en 1189.
Para entonces otro Capeto, éste mucho más capaz que su padre, Luis VII, se preparaba para
plantarle cara a los Plantagenet: Felipe II Augusto

2.4. Enfrentamientos entre Capetos y Plantagenet


Ricardo I Corazón de León (1189-1199) heredero de Enrique II.
Participó en la Tercera Cruzada junto a Felipe Augusto (rey de Francia) y Federico I Barbarroja
(Sacro Imperio Germánico).
A su regreso de Tierra Santa fue hecho prisionero por Leopoldo de Austria lo cual aprovechó Felipe
Augusto para intentar conquistar Normandía, tras su liberación en 1194, infringió una severa
derrota al monarca francés cerca de Freteval (1194).
Tras mediación pontificia ambos rivales firmaron una tregua, durante la cual Ricardo murió. Su
reinado se convirtió en leyenda más por tradición trovadoresca que por trascendencia histórica.

Su hermano Juan sin Tierra (1199-1216) ocupa el trono al morir Ricardo sin herederos.
Los barones de Anjou eligieron a Arturo de Bretaña (hijo póstumo de su hermano Godofredo II
duque de Bretaña).
En 1202 Juan derrota a sus rivales apoyado por Felipe Augusto haciendo prisionero a Arturo.
La extraña muerte de Arturo provocó una rebelión en el Continente; Felipe Augusto (una vez más)
invadió Normandía.
En el Sur, muerta su madre, Leonor de Aquitania, Alfonso VIII de Castilla trató de hacer efectivos los
derechos al Ducado de su esposa (hermana de Juan sin Tierra) también llamada Leonor.
A partir de 1205 el Imperio Angevino entra en crisis. Tras la batalla de Bouvines 1214, se inició un
largo enfrentamiento entre los Capeto y los Plantagenet.
Bouvines fue el final expansionista de los Plantagenet; Juan se quedó sin la mayor parte de sus
posesiones, salvo algunos restos en Aquitania.

2.5. Juan sin Tierra y la génesis del parlamentarismo inglés:


la Carta Magna
Juan fue acumulando problemas desde su coronación en 1199.
El rescate pagado para liberar a su hermano Ricardo y las costosas campañas de Francia hicieron
crecer el descontento, al que se sumó la Iglesia por la sucesión de la sede primada de Cantorbery.
Tras años de controversia, en 1213, cedió y acepto a Esteban Langton, candidato Papal, como
primado e infeudaba Inglaterra al pontificado por medio de un tributo de mil marcos anuales.
Los nobles se lo tomaron muy mal y se negaron acudir a las campañas, aduciendo que no era
costumbre feudal salir a luchar al extranjero.
A su regreso Juan, derrotado, quiso exigir un impuesto sustitutorio al servicio de armas (escudaje),
a los nobles que no acudieron a la expedición.
El resultado del enfrentamiento se plasmó en la Carta Magna (1215).
Un documento de 63 artículos que garantizaba las libertades de la Iglesia de Inglaterra y el
mantenimiento de sus privilegios, además confirmaba los privilegios feudales de los nobles.
Su aplicación inmediata no fue posible, la negativa del monarca a su cumplimiento contó con al
apoyo del Papa Inocencio III, que se consideró postergado por la nobleza inglesa y la declaró ilegal.
Cuando estaba a punto de luchar contra la nobleza, apoyado por Felipe Augusto, su muerte en
1216 y la del Papa (en poco espacio de tiempo) modificó el panorama.
El heredero real Enrique III (1216-1272), era un niño. La mediación entre sus tutores (Hubert de
Burgh entre otros) y el Papa, Honorio III dieron fin al conflicto dando efecto a la Carta Magna.
Hubo otros casos en los cuales se firmó una Carta Magna:
A lo largo de los siglos X y XI Inglaterra había conocido gobiernos más o menos débiles.
Ambas situaciones potenciaron una costumbre: que los poderes (nobleza y clero) pidiesen a los
monarcas en el momento de ser coronados la firma de una “carta de libertades”.
La juró Enrique I en 1100.
Esteban de Blois firmo, años después, dos cartas más.
Enrique II firmó otra carta similar en 1154.
También en otros reinos se firmaron, como la promulgada en Hungría por Andrés II en 1222 o el
Privilegio General del monarca aragonés Pedro III en 1283.

2.6. La monarquía inglesa en el siglo XIII


Enrique III accede al poder efectivo tras su minoridad en 1227. Su gran dependencia del Papado le
valieron la antipatía del clero inglés, además la nobleza tampoco estaba muy satisfecha por la
mayoritaria presencia en la Corte de personajes traídos por su esposa Leonor de Provenza.
Su política exterior no mejoró su prestigio, acumuló dos sonoras derrotas intentando recuperar
territorios en Francia, saldadas con la pérdida de la mayoría de los territorios ingleses en Francia;
todo ello a pesar de las honrosas condiciones impuestas por el rey francés San Luis (Luis IX) en el
Tratado de París.
Hubo otras, muy costosas y con graves consecuencias económicas favorables a los intereses del
papado; en 1254 aceptó Sicilia para su hijo Edmundo. Dos años después comprometió a su
hermano Ricardo de Cornualles como candidato a la Corona Imperial; fracasos que generaron la
rebelión. El conde Simón de Montfort en 1258 la encabezó.
Las “Provisiones de Oxford” fueron su primer éxito, exigían el consenso del parlamento para
cualquier nombramiento, mediatizando la acción del monarca a través de comisiones nobiliarias,
que se encargarían de supervisar las finanzas del reino y controlar a los ministros del rey.
Algunos nobles permanecieron fieles a Montfort, otros siguieron fieles al rey. Enrique III vio la
oportunidad de dar marcha atrás a las reformas.
Luis IX de Francia fue llamado para mediar en el conflicto. Su “Laudo de Amiens”, favorable a su
cuñado inglés, no fue aceptado por la nobleza, agrupada en torno a Simón de Montfort.
En 1264 Enrique III fue derrotado y hecho prisionero junto a su hijo Eduardo en Lewes.
La victoria y dictadura de Simón fue efímera, Eduardo, escapado de prisión, juntó a sus leales, en la
batalla de Eveshan (1265), derrotó y dio muerte a Simón de Montfort, restableciendo el trono a los
legitimistas regios encabezados por Enrique III.
Durante los últimos años de Enrique III, la regencia efectiva fue de su hijo Eduardo.
Eduardo I (1272-1307), mantuvo vigente la “Carta Magna” y las “Provisiones de Oxford”.
Entre 1272 y 1295 Eduardo I dio un nuevo impulso a las reformas con la aprobación en el
parlamento de garantías civiles y políticas, organización militar del reino, normas económicas. Etc.
2.7. La Francia de San Luis
Felipe Augusto muere en 1223, le sucede su hijo Luis.
Luis VIII (1223-1226), en su corto reinado alcanzó notables objetivos:
- Eliminó la presencia inglesa en Poitou, Francia.
- Reanudó la cruzada contra los albigenses conquistando Avignon.
Luis VIII dejó como heredero a un menor (Luis), sus otros hijos varones recibieron apanages:
a Roberto, Artois; a Alfonso, Poitou y Auvernia; y a Carlos, Anjou y Turena.
La regencia la ejerció la reina viuda Blanca, hija de Alfonso VIII de Castilla.
En este período se consolidaron las posiciones en el sur de Francia por el Tratado de París de 1229,
tras lo cual los Capeto ponían fin a la guerra contra los albigenses y obtenían la mitad del condado
de Tolosa, adjudicado al hermano de Luis IX, Alfonso de Poitiers, que se casó con la hija de
Raimundo II de Tolosa, que poseía la otra mitad, con lo cual “todo quedó en casa”.
Una política matrimonial similar se llevó a cavo en Provenza.
Luis IX “el Santo” (1226-1270), hijo de Luis VIII, accedió al trono de manera efectiva en 1234, al
alcanzar la mayoría de edad.
En 1248 emprendió una nueva Cruzada, dejando como regente a su madre.
La Séptima Cruzada acabó en fracaso.
En 1252 la reina madre muere y él regresa a Francia.
Esta segunda etapa de su reinado es denominada “Los buenos tiempos del señor san Luis”.
Época que coincide con auge cultural: eclosión del gótico y expansión del movimiento universitario.
Por iniciativa regia se construye “la Sainte Chapelle”.
Personas ilustres cercanas al rey fueron Roberto de Sorbón y Tomás de Aquino.
En la administración territorial creó “bailías” y el prebostazgo de París.
Colocó en la órbita francesa a Flandes y Navarra.
Obtuvo grandes acuerdos de paz entre 1258 y 59 con Jaime I de Aragón (Tratado de Corbeil) y con
Enrique III de Inglaterra (Tratado de París).
En 1268 cuando se dirigía a una nueva Cruzada tras el desembarco en Túnez muriendo en la peste
que asoló su campamento.

3. Las Cruzadas
En el Concilio de Clermont-Ferrand (1095) el Papa Urbano II hizo un llamamiento a la cristiandad
occidental para recuperar Jerusalén, en manos musulmanas desde el siglo VII. Convirtiéndose en el
mayor fenómeno de la Edad media europea.

3.1. Motivaciones de las Cruzadas


Varios factores explican su comienzo:
1º.- Geoestratégicas: modificaciones que se producen en el equilibrio de fuerzas de las tres
civilizaciones que comparten el Mediterráneo; Bizancio, Islam y Occidente.
1º.- Socioeconómicas: encauzar los excedentes de población, ofrecer una oportunidad a los
segundones de la nobleza.
3º.- razones políticas: de prestigio y reafirmación de autoridad tanto del Papa y el clero que
refuerzan su influencia y controlan el proceso a través de los legados pontificios.
4º.- Mentalidades colectivas de la sociedad: las aún presentes ideas milenaristas y en el que la
peregrinación era una de las mayores manifestaciones devocionales.
3.2. Principales acontecimientos
La Primera “Cruzada popular” dirigida por Pedro el Ermitaño, sin ningún conocimiento militar, fue
exterminada rápidamente por los turcos en Nicea.
La “Cruzada Caballeresca”, considerada como la “Primera Cruzada” propiamente dicha, estuvo
compuesta por cuatro contingentes, encabezados por destacados miembros de las noblezas
europeas. Todas ellas confluyeron en Asia Menor en 1097. Su éxito dio lugar a la creación de cuatro
pequeños estados: Jerusalén, conquistada en 1099, el principado de Antioquía y los estados de
Edesa y Trípoli. Es de destacar, que no se produjo un proceso de colonización al ser escasa la
población occidental en esos territorios.
Segunda Cruzada, impulsada por Bernardo de Claraval al recuperar los musulmanes Edesa en
1144; logró la incorporación del monarca francés Luis VII, (primer esposo de Leonor de Aquitania) y
del emperador alemán Conrado III.
Las disensiones entre los cruzados y la mala relación con Bizancio hicieron fracasar la expedición.
No se pudo reconquistar Edesa ni tomar Damasco.
En 1187 los poderes musulmanes se unen, Saladino recupera Jerusalén y la mayor parte de los
enclaves cristianos.
Tercera Cruzada (1189-1192), a cuya cabeza iba Federico I Barbarroja (muere ahogado) y
acompañado por el rey de Francia Felipe II Augusto (padre de Luis VIII y abuelo de Luis IX el Santo)
y el rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León (hijo de Enrique II y de Leonor de Aquitania y
hermano de Juan Sin Tierra, su sucesor a la corona de Inglaterra).
Toman San Juan de Acre y crean el reino de Chipre, además de conseguir autorización de Saladino
para el libre acceso de peregrinos a Jerusalén.
Cuarta Cruzada, predicada por Inocencio III en 1198, se convirtió en un instrumento a los intereses
de Venecia en el oriente mediterráneo. Fue tomada y saqueada Constantinopla por los cruzados en
1204 y la creación de un efímero estado latino desaparecido tras la reacción bizantina de 1261.
Existió una llamada “Cruzada infantil” a comienzos del siglo XIII, en la que miles de adolescentes de
ambos sexos, con gran fervor religioso y combativo, son embarcados en Marsella, donde los
armadores los conducen a Alejandría y son vendidos como esclavos.
La 5ª, 7ª y 8ª Crazadas no se dirigieron a Tierra Santa sino hacia Egipto y Túnez, saldadas con
rotundos fracasos, incluida la muerte a causa de la peste en Túnez de Luis IX de Francia.
Sexta Cruzada, encabezada por Federico II, logró la entrega de Jerusalén a cambio de respetar el
culto musulmán.

3.3. Las Órdenes Militares


Uno de los fenómenos mas notables asociados a las cruzadas fue la creación de órdenes militares.
Bajo jurisdicción papal aunaban un componente religioso con el militar. Organizaban su vida
comunitaria al amparo de la vida monástica benedictina.
Las más importantes fueron:
Orden de San Juan o del Hospital de Jerusalén, fundada por Raimundo de Puy en 1120, llevaban
hábito negro y cruz blanca.
Orden de los Caballeros del templo (Templarios) fundada por Hugo de Payens en 1118, vestían
hábito negro o blanco y cruz roja. Fue la más numerosa y poderosa.
Tanto poder acabó con ella. La animadversión regia de Felipe IV en 1307, en el proceso contra los
templarios franceses, se resolvió con su disolución por el Papa clemente V en 1312.
La Orden de los caballeros Teutónicos, aceptada por el Papa en 1192, se fusionó con los Caballeros
Portaespadas que actuaban en la república Báltica.
En la península Ibérica destacaron las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Avis.

4. Los normandos en el sur de Italia


La presencia normanda en el sur de Italia se remonta a la primera mitad del siglo XI, cuando los
Hauteville entren al servicio de príncipes lombardos como mercenarios.
Pronto constituyeron sus propios dominios autónomos.

Roberto Guiscardo, hermano de Guillermo


Guillermo de Hauteville Roger Guiscardo, hermano de Guillermo de
de Hauteville.
En 1046 se titulaba “duque y señor de Italia, Hauteville y de Roberto Guiscardo.
En el año 1059 recibe del Papa Nicolás II el
conde de normandos de toda Apulia y Controlará la totalidad de La Sicilia Islámica
título de Apulia y Calabria, a cambio de
Calabria. en los años posteriores a su conquista de
defender la dignidad Pontificia.
…y sobre todo sus hermanos Roger y Palermo (1079.
Roberto llega a controlar el sur de Italia:
Roberto Guiscardo
Amalfi (1073) o Salerno (1076)

Roger II (1105-1154) hijo de Roger Guiscardo.


Artífice de la unión de ambos territorios y de la consolidación del dominio normando.
Su hija póstuma, Constanza, se casó con Enrique, hijo de Federico I Barbarroja, con lo cual los
intereses del sur de Italia quedaron vinculados a partir del reinado de Enrique VI (1190-1197).

1. Pontificado e Imperio:
1.1. La evolución de las relaciones hasta mediados del siglo XII.
1.2. La lucha por el Dominium Mundi. Federico I Barbarroja.
1.3. El papa Inocencio III y el triunfo de la Plenitudo Potestatis.
1.4. Apogeo y crisis del Imperio: Federico II.
2. Monarquías Occidentales:
2.1. Los Capeto en Francia hasta Felipe II Augusto.
2.2. La conquista normanda de Inglaterra.
2.3. Enrique II y el Imperio Angevino.
2.4. Enfrentamiento entre Capetos y Plantagenet.
2.5. Juan sin Tierra y los orígenes del parlamentarismo inglés: la Carta Magna.
2.6. La monarquía inglesa en el siglo XIII.
2.7. La Francia de San Luis.
3. Las Cruzadas: 3.1. Motivaciones de la Cruzadas.
3.2. Principales acontecimientos.
3.3. Las Órdenes militares.
4. Los normandos en el sur de Italia.

“Dominium Mundi”.
1.2. La lucha por el Dominium Mundi. Federico I Barbarroja
1.3. El Papa Inocencio III y el triunfo de la Plenitudo Potestatis
Inocencio III (1198-1216) reclamó para sí la Plenitudo Potestatis del viejo programa gregoriano.
Inocencio III no dudó en utilizar mecanismos hasta entonces extraordinarios, como la Cruzada, caso
albigenses
IV concilio de Letrán Federico II Staufen, precursor del Estado moderno.
Heredó por vía paterna (Enrique VI) el Imperio germánico y por vía materna (Constanza) Sicilia
Honorio III, sucesor de Inocencio III, había sido preceptor de Federico II.
En la dieta de Fráncfort (1229),
El Papa Honorio III le creyó y en 1220 coronó emperador en Roma a Federico II.
(constitución de Melfi) (Dieta de Cremona, 1226).
bailíos (administradores reales). El Imperio Angevino
“Constituciones de Clarendon” Tercera Cruzada
batalla de Bouvines 1214, la Carta Magna
(escudaje), “carta de libertades”.
Tratado de París. Simón de Montfort
batalla de Eveshan (1265), bailías
“Provisiones de Oxford” “Laudo de Amiens”,
apanages: Tratado de París de 1229,

Concilio de Clermont-Ferrand (1095). Tratado de Corbeil

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