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Historiografía
En el siglo XIX se produce un importante avance en los estudios sobre las culturas minoica y micénica,
gracias a los descubrimientos de grandes personajes como Sir Arthur Evans y Heinrich y Schlieman.
Evans (1851-1941) era un británico formado en las universidades de Oxford y Gotinga. Evans comenzó
las excavaciones en el yacimiento de Cnosos en 1900, una vez adquirida la colina , descubriendo los
restos de un gran palacio. Se cree que la pretensión del británico era desentrañar las leyendas del Rey
Minos y su laberinto. Sus hallazgos le permitieron establecer la existencia de una civilización en el II
milenio a.C., qué denominó minoica en referencia al mítico rey Minos.
Los trabajos de Evans pondrían las bases de la arqueología cretense y se plasmarían en una ingente
publicación de volúmenes titulada “el Palacio de Minos”.
Por su parte Heinrich y Schlieman (1822-1890) había llevado a cabo importantes descubrimientos,
guiado por los relatos de los poemas de Homero, que pondrían las bases de nuestro conocimiento del
arte y la cultura del Egeo. Schlieman, de origen alemán, es conocido por sus excavaciones en la ciudad
de Hisarlik, donde localizo la antigua Troya de los poemas homéricos. Además, sus trabajos se
centraron en Micenas, Tirinto y Orcómeno, buscando las pruebas de la existencia de la realidad
histórica que describía la Ilíada, sentando las bases de la arqueología del mundo prehelénico.
TEMA 1. EL ARTE DEL MUNDO MINOICO (c. 2000-1500 a.C.): El bronce medio y los
inicios del bronce reciente en el Egeo
1. Arquitectura.
Los elementos constructivos son sencillos, en algunos edificios se encontraron muros de sillería,
aunque muchos muros solían estar construidos con bloques de piedras regulares unidos con argamasa
y pequeñas piedras, así como de ladrillo en las plantas superiores, y reforzados con madera. Esto hacía
que las paredes fueran sólidas, a la vez que elásticas ya que los movimientos sísmicos eran frecuentes
en la zona. Los suelos estaban pavimentados con losas cerámicas y las cubiertas eran de techos planos,
con una terraza de tierra batida que permitía al agua lluvias de lluvia desaguar a través de canalones,
también desarrollaron estructuras que canalizan el agua para baños y drenajes.
Pese a la imagen que Arthur Evans transmitió sobre el carácter caótico del palacio de Cnosos, en
realidad los palacios minoicos son construcciones bien definidas, y responden a una planificación
previa ejecutada con mayor o menor pericia según los casos. Se atestigua la utilización de una unidad
de medida fija, que revela el desarrollo de la técnica de los arquitectos minoicos.
Es muy importante la Sala de las Dobles Hachas decorada con motivos de hachas incisos en los pilares.
La sala está precedida por un pórtico, y
consiste en un espacio rectangular,
subdividido por un polythyron con cuatro
puertas, y un pozo de luz al final.
El polythyron es un sistema de múltiples
puertas y pilares de madera, de modo que
las puertas pueden quedar abiertas o
cerradas en función de las necesidades, y
por extensión puede denominarse así a la
propia sala.
El uso de esta sala sería ritual, de modo que
el espacio podría quedar en total oscuridad o
abierto a la luz al mover las puertas.
En la zona norte encontramos las zonas destinadas a la producción artesanal, que revelan la indican la
importancia comercial de Cnosos y su notable producción artística que la élite demandaba.
Encontramos talleres dedicados a la producción cerámica, elaboración de sellos, tallado de piedra y
marfil, así como zonas de telares.
1.1.3 El Palacio de Zakro y otras construcciones
Complejo Palacial de Zacro. A pesar de sus 8.000 m2, es el
más pequeño. Tiene un gran patio central, la entrada
principal está al norte, conectándolo con el puerto por un
camino. La zona oeste era de culto, con cripta hipóstila,
pila lustral y sala de ceremonias dividida por un polythyron
y con un pozo de luz. En el ala este estaban las dependencias
administrativas y la residencia de la élite. Había talleres para
trabajar metales, elaborar perfumes y telas. El espacio de
almacenamiento de productos agrícolas es menor, por lo
que se cree que era un enclave comercial. El palacio de
Zacro tenía un muro divisorio que lo separaba de las casas
de alrededor, que se disponían entre calles pavimentadas.
Un hallazgo reciente muy interesante para el conocimiento de la arquitectura minoica es un edificio
palacial de Petras, localizado en la costa norte del extremo oriental de Creta. Dispone de un patio
central con orientación norte-sur, en él destaca el ala oeste con una escalera monumental. Lo curioso
de este pequeño Palacio, de unos 2800 metros cuadrados, es que el patio carece de ala este, al no
hallarse grandes edificaciones en esa zona. En la construcción se utilizaron bloques de piedra tallados,
combinaciones de pilares y columnas, así como decoración con frescos.
Hay otros edificios palaciales como el de Petras, Archanes, Kommos, Monastirakis, Galatas o Hagia
Triada o Gurnia. Muchos de ellos imitan las estructuras palaciales en menor escala, como Gurnia, que
es una especie de palacio a pequeña escala, en la que apenas hay espacio para un patio central, y el
patio de más extensión se ubica en el exterior de la zona sur. En Gurnia se atestiguan otros elementos
característicos palaciales, como una fachada oeste con orientación norte sur, edificios con dos alturas,
una pequeña zona con escalones de posible función ceremonial o teatral, así como zonas de
almacenaje.
Hay que destacar el yacimiento de Hagia Triada, a unos 3 km del palacio de Festos, en él se ha
encontrado una especie de villa palacial que pudo ser residencia de verano para la élite dirigente de
Festos. Tiene una curiosa forma de “L”, de modo que los edificios se disponen sólo en dos lados de un
patio, a diferencia de los palacios organizados en torno a un patio central. Aun siendo de menor escala,
encontramos zonas residenciales, santuarios, escaleras, pozos de luz, pórticos y almacenes. En Creta se
atestiguan numerosas villas palaciales de este tipo,
con edificios de 2 alturas, cubiertas planas, terrazas
y balcones. Mencionar la villa de Amnisos, donde
se han hallado edificio de dos alturas realizados
con mampostería y grandes sillares, una sala con
polythyron, e incluso decoración con frescos.
La arquitectura cicládica tuvo gran influida minoica
como se ve en Kea y Melos y, sobre todo Thera.
Hagia Irini en la isla de Kea destaca por la llamada
Casa A, donde se atestigua el uso de pozos de luz,
salas con columnas y un patio. El volcán de Thera
protegió sus restos y su extensa decoración de frescos de gran belleza.
2. Artes figurativas.
2.1 La pintura mural minoica.
2.1.1 Técnicas y rasgos generales de la pintura mural minoica.
Las técnicas para realizar las pinturas murales eran: el “Buon fresco”, en el que se aplicaban (sin
aglutinantes) colores al agua sobre un enlucido de cal fresca que absorbe los pigmentos. Exigía rapidez.
En segundo lugar, el “Fresco secco”. El color se mezcla con cal y se aplica en la pared seca. Los frescos
minoicos aplicaban las capas de estuco en la pared y se pulían con cantos rodados, en la última capa se
pintaba antes de que la cal se secase. Se han eencontrado relieves de estuco pintados, realizados
mediante el modelado previo de las capas de estuco, cómo en los relieves de los toros de Cnosos.
Al principio eran dibujos que imitaban la piedra, después aparece la pintura figurativa (Cnosos en el
Minoico Medio IIIA) con temas de naturaleza, toros o espirales. Sólo existe un ejemplo destacado de
arte mueble decorado con pintura, el llamado Sarcófago de Hagia Triada realizado en piedra, con una
detallada escena de culto funerario, con figuras delicadas y solemnes.
En la pintura minoica ppudo haber influido la tradición de Próximo Oriente y Egipto (convención del
color de la piel, ojos de frente, rostro de perfil, afeitados, representaciones de palmeras). Figuras
masculinas ágiles y atléticas, con anchas espaldas y cinturas de avispa, cabello oscuro, largo y rizado.
Mujeres de faldas largas de colores, con un corsé que dejaba los pechos al aire, tocados y joyas,
Reflejando que estaban participando en rituales y ceremonias religiosas.
Los colores habituales empleados en los frescos minoicos son el rojo, negro, blanco, amarillo, azul y
verde. Los muros se dividían en tres franjas horizontales. En la central se situaban los temas figurativos,
mientras que las otras dos eran lisas o con motivos sencillos. La inferior o zócalo podía decorarse con
imitación de madera o piedra. Los vanos (puertas y ventanas) se enmarcaban con motivos
geométricos, vegetales o espirales. También había frescos en suelos y techos.
Destaca la gran variedad de representaciones, que va desde frescos en miniatura a figuras humanas, en
escala real. Característica distintiva de los frescos minoicos es su estilo vivo y con gran movimiento, con
figuras humanas gráciles. Llama la atención las figuras humanas con la cabeza de perfil, su peculiar ojo
de frente típico de las pinturas del antiguo Egipto. Sucede lo mismo con la representación de animales
y de naturaleza, de estilo realista, ello sugiere que los artistas minoicos eran buenos observadores de la
naturaleza y de la flora local, aunque se encuentran escenas de riberas de grandes ríos con palmeras
quizá tomadas de la iconografía egipcia. Las figuras de animales son muy detallistas con escenas de
leones, gatos, aves, animales marinos etc.
2.1.2 Temáticas y ejemplos de los frescos minoicos.
Las mejores ejemplos de la pintura mural minoica procede del palacio de Cnosos, que fue destacado
centro de producción artística durante el periodo Neopalacial. En diversas edificaciones cretenses
encontramos frescos, como en Amnisos, Archanes, Hagia Triada, Chania, Kommos, Palaikastro o
Tylissos. Curiosamente los otros grandes palacios como Festos, Malia, Zakro y Galatas tienen pocos
ejemplos de frescos figurativos. La pintura minoica tiene su etapa de mayor esplendor en el período
Neopalacial, (1600 al 1480 a.C.) que corresponde con el florecimiento económico del mundo minoico.
Debido a la destrucción que el palacio de Cnosos sufrió a finales del Minoico Medio y la posterior
reconstrucción, fue decorado con nuevos frescos. Los temas decorativos más comunes tratan sobre
saltos y captura de toros (en fresco y relieve), composiciones heráldicas con grifos (en fresco y relieve
en estuco pintado) y por último los temas de procesiones y oferentes. Muchos de estos temas son
comunes a los frescos y a los relieves de estuco. Los temas de naturaleza son también característicos,
con escenas de naturaleza como tema principal o como contexto de temas rituales. Hay que hacer
hincapié en la importancia de los frescos para indicar la funcionalidad de los espacios, es decir, ciertos
temas se encuentran en espacios con función religiosa, ritual y ceremonial. Se asume que los frescos
de Cnosos reflejan la ideología de la clase dirigente y sus rituales religiosos, aunque paradójicamente
no podemos concretar quién formaba parte de esta élite.
Los temas de saltos y captura de toros son característicos del palacio de Cnosos. La taurocatapsia o
salto de toros se considera un deporte ritual,
quizá asociado a un rito de paso a la edad
adulta, solamente documentado en el palacio
de Cnosos. Estos frescos representan atletas
que realizan acrobacias saltando de frente o
de modo lateral, con figuras gráciles y flexibles,
como el panel de saltos de toros en relieve
conservado en el Museo de Heraklion (fig. 12).
Otras escenas muestran capturas de toros y
figuras de atletas, en frescos o relieve pintado,
que nos revelan los vigorosos cuerpos de los
minoicos, ataviados con faldellines cortos y el
típico peinado de rizos largos, y adornados con brazaletes.
Las escenas muestran variedad de figuras humanas, como los frescos de las procesiones encontrado en
el corredor procesional de la zona oeste del palacio. Su estado es muy fragmentado. La composición
que se conserva tiene unos 9 metros de largo e incluye numerosas figuras. Algunas son hombres
vestidos con faldas de colores, mostrados en parejas portando vasos o ritones, por lo que se les
denomina “Coperos Reales” (fig. 13). Otras figuras representan a jóvenes con largas túnicas y tocando
instrumentos que son conducidos por dos sacerdotisas en una postura de adoración, además de la
imagen de una diosa flanqueada por jóvenes que elevan los brazos en señal de adoración.
La mayoría de las figuras humanas encontradas en los frescos de Cnosos forman parte de escenas
religiosas y celebraciones rituales, como el relieve de estuco conocido “Príncipe de los Lirios” o “Rey-
Sacerdote” (fig. 14). Se trata de un joven vestido
con faldellín corto y un elaborado tocado de
plumas en fondo rojo con lirios, podría ser un
rey-sacerdote. Se ha discutido la exactitud de la
reconstrucción de Evans, ya que los fragmentos
encontrados podrían pertenecer a varias figuras
humanas.
Por último, los temas de naturaleza, que incluyen animales marinos como los representados en el
Mégaron de la Reina (fig. 16). Se trata de una colorida escena con grandes delfines que nadan en un
fondo marino punto este fresco se encontró muy fragmentado y se discute actualmente si pudo
ubicarse en el suelo de la estancia . Otros frescos nos muestran la naturaleza cretense, como el fresco
de las Perdices de Patas Rojas, el fresco de los Pájaros
Azules, o los frescos de los Monos Azules de Cnosos (fig.
17) que representan a varios monos de color azulado
saltando de modo ágil en un entorno de plantas y
terreno ondulante, con curiosas representaciones de
cantos de río que se apodan “Huevos de Pascua”.
Llama la atención que en los frescos minoicos no se documentan escenas de guerras o luchas,
predominando la temática religiosa vinculada con ceremonias en las que participaban la élite lo cual
nos sirve para reforzar la idea de que los minoicos eran un pueblo pacífico.
Los relieves de estuco pintado son un importante elemento decorativo en Cnosos. Tenemos relieves de
atletas, que quizás participaban en algún tipo de boxeo o en los saltos de toro, también encontramos
relieves de toros, que refuerzan la idea que este animal tenía gran importancia en la ideología de la
élite minoica.
Fig. 21. Fresco con niños boxeadores. Fresco del Joven pescador
Akrotiri (Thera)
En la Sala de las Mujeres aparecen dos personajes con faldas largas y
chaquetillas con el pecho al aire, tal vez participando en un ritual, y
parecen ayudar a vestirse a una tercera figura femenina de la que apenas
hay restos. En otra zona de la sala se ubicaba el fresco de los papiros, con
imágenes de plantas de papiro en grupos de tres, no muy realistas.
Los frescos de Akrotiri tienen muchos paralelos con los frescos de Creta,
tanto en los detalles de vestimenta, adornos, como en la representación
de la naturaleza. Aún así observamos algunas particularidades, por
ejemplo, las figuras masculinas son más comunes en los frescos de Thera,
frente a la mayoría femenina de Cnosos. Destaca además la ausencia de
relieve de estuco pintado y de las escenas de saltos de toros tan
características de Cnosos.
2.1.4 La difusión de los frescos minoicos en el Levante: ¿artistas itinerantes?
Los gobernantes de Egipto y Próximo Oriente valoraban las pintura minoicas. Se constata la existencia
de frescos realizados sobre edificios palaciales de distintas ciudades del Levante, como en
Tell Chana/Alhalakh (antigua Siria), donde se han encontrado pinturas con la técnica del fresco y estilo
minoico, como las plantas mecidas por el viento o las imitaciones de piedras de mármol, o el de un
grifo. En el Palacio de Qatna, en el Valle de Orontes en Siria, se hallaron fragmentos de pinturas
murales con imitaciones pintadas de mármol al estilo típicamente egeo.
Destacan las pinturas del yacimiento de Tell Kabri, actual Israel, con suelos realizados en frescos con
motivos florales, lilas y flores de azafrán, con claros paralelos en Egeo. En Tell Kabri se halló un fresco
en miniatura, muy fragmentario, con paisajes rocosos de estilo minoico y fragmentos de edificios en
colores blanco y azul. Otros frescos de este yacimiento nos ilustran sobre la flora minoica, el ala de un
grifo o golondrinas en vuelo. Probablemente un artista o grupo de artistas procedentes del ámbito de
Creta y de las Cícladas trabajaron en la decoración del Palacio de Tell Kabri.
La mejor evidencia de la importancia de la pintura minoica procede del conjunto palacial Tell el Dab´a,
un yacimiento del Delta Oriental de Egipto. En varios edificios palaciales de Tell el Dab´a en el Reino
Nuevo a mediados de la XVIII dinastía, se hallaron miles de fragmentos de frescos minoicos.
La temática es muy variada con escenas de caza con leones y leopardos, figuras humanas femeninas
vestidas con largas faldas de colores, acróbatas o las representaciones de grifos en posición heráldica,
como los de la Sala del Trono de Cnosos. Sobre todo, destacan dos frisos con escenas de saltos del
toro, con jóvenes realizando acrobacias sobre los toros, en un fondo con un motivo del laberinto.
La conexión con el Palacio de Cnosos parece clara, no sólo por la presencia de salto del toro (que debió
ser una especie de emblema de la élite de ese Palacio), sino por otros elementos como las
decoraciones de rosetas o el motivo del laberinto. La gran cantidad de pinturas encontradas en Tell el
Dab´a realizadas con la técnica del fresco hacen pensar en la presencia de artistas cretenses, quizás
trabajando allí de manera temporal como artistas itinerantes. Las razones que llevaron a un rey egipcio
a decorar las paredes de sus palacios con frescos minoicos continúan siendo muy debatida. Lo que está
claro es que los gobernantes de Egipto y del Próximo Oriente consideraban la pintura minoica como un
elemento decorativo sofisticado y apreciaron su estilo naturalista y con gran movimiento.
2.2 La cerámica minoica.
La artesanía cretense muestra gran desarrollo en la cerámica, evolucionando desde el Neolítico con
sencillos vasos y jarras con decoración incisa de motivos geométricos como triángulos o banda.
A inicios del Minoico Medio aparecen los primeros ejemplo de
cerámica polícroma de varios colores, y en el Minoico Medio IB
se introduce el uso del torno del alfarero. La cerámica
polícroma puede ser de fondo claro con motivos en colores
más oscuros.
La más importante fue encontrada en la gruta de Caramés, en
el santurario del monte Ida. El fondo es negro con decoraciones
en blanco y rojo con temas variados (espirales, puntos, bandas
y, a veces, figuras zoomorfas o antropomorfas) (fig. 22). Se
exporta a todo el Mediterráneo. Además aparece un tipo muy
peculiar dentro de esta cerámica polícroma, la llamada cerámica
de cáscara de huevo, que puede tener menos de un centímetro
de grosor.
La cerámica de Caramés tiene su período de florecimiento en el Minoico Medio IIB, con abundancia de
vasos para beber y para verter líquidos, jarras de almacenaje, ánforas o ritones. Destaca su variada
decoración de pétalos, espirales, rosetones, bandas de hojas,
además aparecen motivos que proceden de la fauna local cpmo
pulpos, peces, etc.
En el periodo de los segundos palacios se usa un torno más
rápido y una cocción a mayor temperatura. Aparecen vasos de
gran tamaño y decoración de los estilos floral, marino,
geométrico, abstracto y alternante. Se observa la influencia del
arte mural sobre la decoración cerámica. (fig. 23)
Dentro de las artes decorativas destaca la orfebrería con excepcionales ejemplos de vasos metálicos,
en oro y plata, decorados con espirales, rosetas, etc. Hay piezas de joyería, como diademas y adornos
de flores.
Del período de los primeros palacios conservamos curiosas
piezas de Malia, como el Colgante de oro de las dos abejas
enfrentadas en pose heráldica, sosteniendo un panal.
Técnica muy sofisticada con filigrana, granulado y unas
soldaduras perfectas. Fig. 25
Hallado en Grecia continental, el Tesoro de Egina se atribuye a
Creta. Se encuentra en el Museo Británico.
Destaca el colgante llamado “Señor de los animales”, con un dios de la naturaleza sobre una barca
decorada con flores de loto sosteniendo un ganso en cada mano. Influencia egipcia.
Fue también importante el trabajo en piedra con la que realizaron vasos, pero, sobre todo, el tallado
de sellos diminutos en piedras duras. Además del uso administrativo, podían usarse como amuletos
colgando de pulseras o del cuello.
La calidad nos enseña incluso la musculatura de
los animales en escenas de movimiento, en piezas
de apenas tres centímetros de diámetro, (fig. 26).
Nos ilustran sobre la sociedad minoica y su religión.
La glíptica del periodo de los segundos palacios tiene
una variada iconografía, animales y figuras humanas,
escenas de caza, saltos de toro, escenas religiosas,
fachadas de edificios, animales fantásticos como
grifos y esfinges y muchos elementos decorativos
que nos dan una importante información al carecer
de restos escritos.