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I PARTE: EL ARTE EN GRECIA Y EL MUNDO GRIEGO

BLOQUE I. EL ARTE PREHELÉNICO

Introducción al arte del egeo


Contexto geográfico e histórico
El estudio del arte que se desarrolla en la Edad de Bronce en el ámbito egeo es de gran interés para
conocer las primeras manifestaciones artísticas del Mediterráneo antiguo, además de fundamental
para comprender el posterior surgimiento del arte griego. El contacto de los pueblos de región con las
culturas del Próximo Oriente y de Egipto supuso un estímulo adicional para el nacimiento de algunas
manifestaciones artísticas, ya que durante la Edad de Bronce existe un importante comercio que
facilita el movimiento de personas y de objetos que difunden iconografía.
Durante la Edad de Bronce dentro del Egeo coexisten diferentes culturas, destacando en primer lugar
la civilización minoica, término que alude a la importante cultura que tiene en Creta su centro
principal, aunque expande su influencia hasta las Cícladas. Esta civilización cretense serán las
responsables del surgimiento de centros palaciales como Cnosos, que no son únicamente el lugar de
residencia de la élite cretense coma sino verdaderos centros económicos. Progresivamente, Creta irá
perdiendo su hegemonía en el Egeo, en favor de los pueblos de la zona continental, que darán lugar a
la llamada cultura Micénica. Será por tanto Micenas el centro político por excelencia de esta cultura de
Grecia continental, que va a expandir su influencia no sólo a Creta sino también a las Cícladas.
La historiografía tradicional acuñó varios términos para referirse a las culturas creadas por los
habitantes de la Edad de Bronce en el Egeo, de modo que se alude a la cultura minoica surgida en
Creta, a la cultura Heládica de la zona continental, y a la cultura Cicládica de las islas Cícladas.
Igualmente existen divisiones cronológicas dentro de cada región, Antiguo, Medio y Reciente, cada uno
de ellos con sus subdivisiones de I, II y III. Así nos podemos referir por ejemplo al periodo del Minoico
Medio I, o al periodo del Heládico Reciente, que podemos encontrar abreviado como MM I o HR I
respectivamente. Podemos decir que el Periodo Antiguo comienza en torno al 3100 a.C., el Periodo
Medio hacia el 2000 a.C., y el Período Reciente en torno al 1600 a.C.
Estos tres grandes períodos corresponden grosso modo con las divisiones de la cronología egipcia del
Reino Antiguo, Medio y Nuevo.
El ámbito egeo es un marco geográfico muy peculiar y diverso, determinado por un paisaje montañoso
en el que la agricultura es difícil , especialmente en la península Heládica. La cuenca del Egeo reúne
elementos diferentes y complementarios, pudiendo resumirse en el mar, la montaña y la llanura. Las
civilizaciones del Egeo no se desarrollaron, a diferencia de otras culturas de Egipto o del Próximo
Oriente asiático, en torno a grandes llanuras o valles fluviales. El contexto geográfico se caracteriza
además por la fragmentación, teniendo en cuenta la existencia de distintas zonas como las Cícladas, la
Grecia Continental, Creta o la costa occidental de Asia Menor. No es exagerado decir que los pueblos
del Egeo viven volcados hacia el mar, que es el elemento geográfico por excelencia en el mundo
prehelénico, y vía de comunicación e intercambio.
Se asume en el ámbito egeo la existencia de una población desde el Neolítico, cuyo origen pudo estar
en gentes procedentes de zonas orientales llegadas en torno al IV milenio a.C., que habrían
evolucionado especialmente en algunas zonas, como es el caso de Creta. Por otro lado, hacia el año
2000 a.C. empiezan a llegar a la zona diversas oleadas de pueblos de origen indoeuropeo, en concreto
aqueos a la zona de Grecia continental quienes contribuirían el surgimiento de la posterior cultura
Micénica. En el ámbito egeo será la isla de Creta la que desempeñó durante el período de Bronce
Medio un papel predominante, y a lo largo del período de los primeros palacios otras zonas como las
Cícladas, el Dodecaneso y la costa anatólica se incorporan al área de influencia de la cultura minoica.
En este sentido se enmarca la antigua teoría de la talasocracia minoica, que asumía la existencia de un
dominio y hegemonía económica y política sobre el mar basado en el comercio y que permitió el
engrandecimiento de Creta y la edificación de sus Palacios. Hoy en día se ha matizado esta idea,
cuestionándose la existencia de un verdadero dominio político de Creta en el Egeo, aunque su
destacado papel comercial y sus relaciones con otros
poderes del Próximo Oriente
y Egipto son innegables.
Creta se había organizado
territorialmente de modo
pacífico con el surgimiento
de distintas ciudades palacios,
entre las que destacaría
Cnosos.

A mediados del II milenio a.C.


se producen una serie de acontecimientos que influyen en el devenir histórico del ámbito egeo,
destacando la erupción del volcán de Thera y que supone la destrucción de la isla de Thera (actual
Santorini) con efectos devastadores en la economía del Egeo. Se inicia el declive de la cultura minoica,
en favor de la floreciente civilización micénica.
Desde 1600 a.C. hasta el 1100 a.C. tiene lugar
el auge de la cultura micénica, que va a
expandir su influencia hasta las islas Cícladas
y Creta. El periodo micénico se caracteriza
por una mayor inestabilidad política en
comparación con la etapa minoica, tratándose
de una época floreciente en la que surgen
grandes palacios en ciudades como micenas
o Tirinto. Los micénicos toman el relevo de
las relaciones comerciales en el Mediterráneo
Oriental, así como el contacto diplomático Akrotiri (actual Santorini)

con los grandes poderes políticos del Próximo


Oriente y con la corona egipcia.
El ocaso micénico tiene causas complejas y
Situación de los principales yacimientos micénicos en Grecia
todavía poco claras, aunque sabemos que las llamadas incursiones de los pueblos del mar, en torno al
1200 a.C., provocaron una importante inestabilidad en todo el ámbito del egeo.
Se daba paso así a la llamada “Edad Oscura”, a un complicado periodo en lo político y lo económico.

Historiografía
En el siglo XIX se produce un importante avance en los estudios sobre las culturas minoica y micénica,
gracias a los descubrimientos de grandes personajes como Sir Arthur Evans y Heinrich y Schlieman.
Evans (1851-1941) era un británico formado en las universidades de Oxford y Gotinga. Evans comenzó
las excavaciones en el yacimiento de Cnosos en 1900, una vez adquirida la colina , descubriendo los
restos de un gran palacio. Se cree que la pretensión del británico era desentrañar las leyendas del Rey
Minos y su laberinto. Sus hallazgos le permitieron establecer la existencia de una civilización en el II
milenio a.C., qué denominó minoica en referencia al mítico rey Minos.
Los trabajos de Evans pondrían las bases de la arqueología cretense y se plasmarían en una ingente
publicación de volúmenes titulada “el Palacio de Minos”.
Por su parte Heinrich y Schlieman (1822-1890) había llevado a cabo importantes descubrimientos,
guiado por los relatos de los poemas de Homero, que pondrían las bases de nuestro conocimiento del
arte y la cultura del Egeo. Schlieman, de origen alemán, es conocido por sus excavaciones en la ciudad
de Hisarlik, donde localizo la antigua Troya de los poemas homéricos. Además, sus trabajos se
centraron en Micenas, Tirinto y Orcómeno, buscando las pruebas de la existencia de la realidad
histórica que describía la Ilíada, sentando las bases de la arqueología del mundo prehelénico.

Antecedentes: la cultura cicládica


El estudio del arte del egeo suele centrarse en las culturas minoica y micénica, debiendo mencionarse
la destacada cultura cicládica desarrollada en una etapa muy temprana. Las Cícladas son un grupo de
30 islas y numerosas isletas en la zona sureste del mar Egeo, en la que floreció la llamada cultura
Cicládica Antigua en el III milenio a.C. (circa del 3200 al 2300 a.C.). Su estratégica situación en la vía de
comunicación con el Próximo Oriente determinó la llegada de influencias tecnológicas y artísticas,
unido al hecho de que las Cícladas son muy ricas en recursos naturales como plata, cobre, plomo,
obsidiana, mármol, etc. Los habitantes de las Cícladas pronto establecieron un importante comercio de
estos recursos con la Creta minoica, la Grecia Continental y con Asia Menor.
A finales del siglo XIX se inicia el conocimiento del mundo cicládico, gracias a las
excavaciones de cementerios con ricos ajuares o la excavación de Duncan Mackenzie del
asentamiento de Philakopi, en la isla de Melos. Referente al arte, destaca la producción de
vasos de piedra y las esculturas en piedra de diversos tamaño, así como objetos de metalurgia.
La espiral es el elemento ornamental preferido del arte cicládico en vasos cerámicos y
objetos de bronce.
Sin duda lo más conocido del arte cicládico son las figuras de mármol finamente públicas,
que solían estar pintadas con pigmentos rojos y azules de origen metal. Son esculturas con
formas humanas, femeninas en su mayor parte, con forma simple, cuidadas proporciones y
rostro esquemático. Son características las figuras de mujeres con los brazos cruzados
horizontalmente bajo el pecho, con el pubis indicado con un triángulo, y en ocasiones vientre
abombado, sugiriendo una vinculación con la idea de fertilidad. El significado y función de
estas figuras es un enigma, pero es muy probable que se trate de un simbolismo de
fecundidad, y quizás podría representar una diosa de fertilidad. Las figuras cicládicas
constituyen uno de los ejemplos más tempranos de la maestría de los escultores del Egeo
del Periodo del Bronce, cuyo influjo es patente en el posterior arte minoico y micénico.
Nuestro conocimiento sobre el arte minoico va unido a la figura de Sir Arthur Evans, descubridor en la
colina de Cnosos de unas complejas construcciones palaciales que relacionó con el legendario Palacio
del rey Minos, acuñando el término “minoico” para referirse a esta cultura del Bronce en Creta.
Evans estableció el esquema cronológico tripartito de Minoico Antiguo, Medio y Reciente basado en la
clasificación cerámica. Este sistema convive con la cronología basada en los períodos palaciales,
distinguiéndose el Periodo Prepalacial, el de los Primeros, Segundos, Terceros Palacios, y por último el
Periodo Postpalacial.
Cuando se produce el ocaso de la cultura minoica y Creta es ocupada por los micénicos, éstos van a
asimilar muchos elementos del mundo minoico.

TEMA 1. EL ARTE DEL MUNDO MINOICO (c. 2000-1500 a.C.): El bronce medio y los
inicios del bronce reciente en el Egeo

1. Arquitectura.

1.1 Los palacios de la Creta minoica.

1.1.1 Surgimiento y características de los palacios minoicos.


Durante el bronce medio las relaciones con Egipto y el Levante Mediterráneo comienzan a adquirir
relevancia, surgen en Creta los primeros palacios. Su aparición se explica desde distintos factores,
destacando el deseo de la élite dirigente de emular las expresiones de poder del Próximo Oriente,
aunque a diferencia de lo que sucede en Egipto, tanto en esta época como las posteriores hasta la
época de dominación micénica de Creta, no hay evidencia de la existencia de una verdadera familia
real en la sociedad minoica. Paralelamente al desarrollo arquitectónico de los Palacios en base a
nuevas funciones, se adoptaron diversas características próximo-orientales, como el uso de la escritura
y de los sellos para fines administrativos. En la Creta de la Edad de Bronce existieron varios sistemas de
escritura, que se desarrollan de forma progresiva: primero la escritura jeroglífica (de carácter
pictográfico y sin descifrar), el Lineal A (que permanece sin descifrar en gran medida) y el Lineal B (en el
que cada símbolo representa una sílaba y que ha sido descifrado). Estos sistemas se documentan sobre
todo en tablillas de barro, con información básicamente administrativa.
El término “palacio” y su interpretación como residencia del rey se remonta a la época de Arthur
Evans. Hoy día se considera que centros como Cnosos o Malia son mucho más que la residencia de la
élite, siendo más preciso hablar de ciudades-palacio, tratándose de unidades con un importante papel
económico, político y religioso. Los Palacios minoicos eran centros donde transcurría la vida social
dentro de un área urbana, convirtiéndose el palacio en el símbolo de la clase dirigente cretense.
Se supone, dada la ausencia de fortificaciones, que era la flota la encargada de la defensa.
Tradicionalmente se consideraba que existían sólo cuatro palacios minoicos, Cnosos, Malia, Festos y
Zacro, encontrándose recientemente edificios palaciales en Petras o en Monastiraki.
Por otro lado, existen asentamientos de menor tamaño en otros lugares de Creta como Hagia Triada,
Kommos o Archanes, con edificios de menor monumentalidad pero que comparten rasgos con los
grandes palacios, como la presencia de varios patios.
Las características generales de los palacios son:
orientación de norte a sur, ubicados en la zona alta
de una suave colina edificando escalonadamente
alrededor de él, como por ejemplo el palacio de
Cnosos (fig. 1). Hay zonas de uso administrativo y
palacial, zonas de talleres, áreas de reunión y
representación, áreas de almacenamiento para los
productos agrícolas, zonas residenciales, áreas
ceremoniales y religiosas, etc. El elemento más
importante del palacio minoico es el patio central
de forma rectangular, siendo el eje vertebrador en
torno al cual se organizan las estancias, y tiene la
función de ser lugar de recepción y reunión.
Debido al desnivel del terreno existían varios niveles en los edificios, y se hacían largas escaleras para
acceder de un lugar a otro (fig. 2), además de
corredores y galerías. Destaca la existencia de los
llamados “pozos de luz”, que eran huecos o
pequeños patios creados para dar ventilación y luz
a habitaciones sin luz exterior. Además, pueden
encontrarse patios anexos ubicados en el exterior
de los palacios, así como caminos de acceso o vías
procesionales que permitían llegar a las distintas
zonas del palacio. Solían tener también un patio en
la zona oeste con una función pública, en el que se
encontraron fosas recubiertas de piedra dispuestas
de modo alineado llamadas koulouras (quizás una
especie de silos).

Llama la atención la ausencia de edificios con grandes fachadas monumentales


salvo en el patio central, debido a la superposición y añadidura de espacios en el
palacio.
Destaca el uso de la columna como soporte empleada de modo extensivo en el
patio central, solía estar policromada. La columna cretense es muy característica,
tiene fuste tronco-cónico sobre una basa, encima del fuste se levantaba un grueso
capitel y encima de este una moldura sobre la cual se apoyaba la correspondiente
viga. Del mismo modo, se embellecían los muros de algunas estancias con relieves
estucados y pinturas al fresco, sobre todo en las zonas de representación y en las
vías profesionales.
Estos frescos minoicos eran de gran variedad y destacaban por su
maestría de ejecución.
Algunos edificios contaban con elementos ornamentales como los
llamados “cuernos de consagración”.

Los elementos constructivos son sencillos, en algunos edificios se encontraron muros de sillería,
aunque muchos muros solían estar construidos con bloques de piedras regulares unidos con argamasa
y pequeñas piedras, así como de ladrillo en las plantas superiores, y reforzados con madera. Esto hacía
que las paredes fueran sólidas, a la vez que elásticas ya que los movimientos sísmicos eran frecuentes
en la zona. Los suelos estaban pavimentados con losas cerámicas y las cubiertas eran de techos planos,
con una terraza de tierra batida que permitía al agua lluvias de lluvia desaguar a través de canalones,
también desarrollaron estructuras que canalizan el agua para baños y drenajes.
Pese a la imagen que Arthur Evans transmitió sobre el carácter caótico del palacio de Cnosos, en
realidad los palacios minoicos son construcciones bien definidas, y responden a una planificación
previa ejecutada con mayor o menor pericia según los casos. Se atestigua la utilización de una unidad
de medida fija, que revela el desarrollo de la técnica de los arquitectos minoicos.

1.1.1.1 Los antiguos primeros palacios de la Creta minoica.


En torno al 1900 a.C. se comienzan a construir en Creta palacios de dimensiones monumentales,
como los restos excavados en Cnosos, Malia, Festos y Petras. Son construcciones monumentales
que implican planificación, artesanos especializados, organización de materiales y de mano de
obra. Este tipo de estructura arquitectónica monumental inspira poder, permanencia y estatus
social, y es reflejo de la élite minoica del momento.
Las continuas reparaciones y reconstrucciones efectuadas en los primeros palacios nos impiden
saber su estructura exacta. Son edificios con gran patio central de forma rectangular orientado
de norte a sur, además de patios pavimentados en la zona oeste y calzadas elevadas de probable
uso procesional. Una curiosa característica es la presencia de fachadas con leves entrantes y
salientes que crean un juegos de luces y sombras, de posible influencia oriental, se atestiguan en
los edificios de los patios ubicados en la zona oeste de los palacios, (probablemente servían como
lugares de reunión). Los primeros palacios sufrieron graves daños y destrucciones en torno al año
1700 a.C., probablemente debido a terremotos, muy frecuentes en la zona. Algunos fueron
remodelados en esa fecha construyéndose otros nuevos, así como “villas palaciales” de menor
tamaño.
Cabe destacar en primer lugar el Palacio de Malia, cuya estructura nos permite conocer esos
primeros palacios (fig. 3). Pese a las reconstrucciones del complejo hacia el año 1700 a.C., y
después en la mitad del siglo XV a.C., la disposición original se conservó sin grandes cambios.
El asentamiento de Malia está situado en un fértil llanura ideal
para el cultivo que se extiende en la costa norte de la isla, muy
cerca del mar. Allí se encuentra un gran conjunto palacial con
una superficie de 7500 metros cuadrados según los estudios
más recientes, rodeado de barrios y casas. El palacio se ubica en
el centro del asentamiento sobre una pequeña atalaya rocosa, y
se han encontrado restos de construcciones previas al antiguo
palacio, si bien de tamaño modesto.
La planta del palacio de Malia nos revela una planificación previa,
destaca su gran patio central con algunos de sus lados porticados
con pilares y columnas, un espacio abierto con un inusual altar
ceremonial en su centro. En el lado oeste del patio central se
ubicaba un pórtico de pilares que daba acceso a la entrada
oriental del palacio. Existían gran cantidad de espacios dedicados
a almacenamiento, talleres, por ejemplo, en la zona este se
ubicaba en grandes tinajas cerámicas sustentadas y una red de
canales probablemente para la fabricación de vino y aceite.
Los excelentes agrícolas de cereal se almacenaban en 8 grandes
silos en la zona sur del palacio, sugiriendo una función agrícola para el asentamiento de Malia.
El Palacio de Malia tenía dos plantas y el acceso principal se hacía por el patio pavimentado de la
zona oeste a través de una vía procesional. En el área norte estaba la zona residencial, que incluía
una pila o bañera lustrar, probablemente relacionada con el culto ritual del agua. Tras el pórtico
norte del patio central se ubicaba una gran sala hipóstila con techo sustentado por 6 columnas,
sin función clara, aunque quizás fuese la antesala para el espacio ubicado en el piso superior, que
era una sala para banquetes y recepciones. Cabe destacar en la zona oeste del patio central una
cripta hipóstila descubierta más recientemente, una sala con dos pilares precedida por una
antecámara, con uso de culto religioso. También es llamativa la escalera monumental ubicada en
el extremo noroeste del patio central, que conducía a la parte superior del palacio, dando acceso
al edificio denominado “logia” y que servía como espacio ceremonial para los gobernantes.
El Palacio de Festos, con 8300 metros de extensión es otro excelente ejemplo, con orientación
norte sur (fig. 4). Se ubicaba en una colina que tuvo que ser nivelada en 3 grandes terrazas, y
debido a ese desnivel del terreno existían múltiples escaleras. Parte del palacio se ha perdido
debido a la derrumbe y a la erosión, pero pueden apreciarse varios elementos importantes, como
el gran patio central pavimentado en piedra, que coexistía con varios patios exteriores.
Mencionaremos el patio oeste y la zona teatral anexa, en la que encontramos 9 escalones en los
que el pueblo se sentaba para contemplar las ceremonias y los ritos religiosos. Parece que el
acceso principal estaba en el patio oeste en el período Neopalacial, presidido por una
impresionante escalera que daba paso a un edificio monumental que sirve de entrada que
denominamos “propileos”, con una fachada con entrantes y salientes.
Justo al sur de los propileos estaba la zona de almacenaje de productos, mientras que el ala
nordeste del palacio albergaba a los talleres de artesanos, y, por último, la zona residencial se
ubicaba en el ala norte del Palacio.
Se cree que la zona oeste del patio central cumplía funciones
religiosas y de culto, deducido de hallazgos de salas para
ofrendas y un pequeño santuario Con bancos para sentarse.
Pese a su gran tamaño los datos arqueológicos revelan que
Festosfue perdiendo progresivamente importancia en favor
de otros centros parciales cretenses. Este lugar es conocido
por el hallazgo del denominado disco de Festos, un disco de
terracota con escritura jeroglífica dispuesta en espiral, el
llamado jeroglífico minoico, que hasta la fecha permanece
sin descifrar.

1.1.1.2 Los nuevos o segundos palacios de la Creta minoica.


El final del período de los primeros palacios fue en torno al 1700 a.C., siendo atribuido a un fuerte
terremoto (otros factores como los enfrentamientos bélicos no pueden descartarse). Del estudio de la
disposición y la planta de los segundos palacios minoicos levantados en Cnosos, Festos, Malia y Zakro
se deduce que fueron inicialmente diseñados por un mismo equipo de profesionales. En base a la
existencia de una planta similar a la del palacio de Cnosos, en el resto de los palacios, podría deducirse
una preponderancia de este palacio. La etapa de los nuevos Palacios, comprendida entre el 1700 a.C. y
el 1480-1450 a.C., es un momento de esplendor no sólo en lo económico, sino también en lo artístico y
social, y además representa el auge de las relaciones en el exterior, pudiendo estar vinculada con la
existencia de una élite en Cnosos con un papel administrativo, político y religioso.

1.1.2 El complejo palacial de Cnosos.


Excavado por Arthur Evans a partir de 1900.
Está situado en la zona centro norte de Creta y llegó
a ocupar casi 17.500 m2. Parece que fue un gran
proyecto desarrollado a lo largo de varias generaciones.
1-Plaza Oeste. 2-Silos. 3-Calle Real. 4-Propileo Oeste.
5-Corredor de las Procesiones.
6-Corredor del Príncipe de los Lirios. 7-Grandes Propileos.
8-Escalera de los Grandes Propileos.
9-Santuario de las Tres Columnas. 10-Salón del Trono.
11-Escalera del Patio Central. 12-Patio Central.
13-Patio Pequeño. 14 a 16-Santuario Tripartito.
17-Corredor de las despensas.
18 a 34-Despensas y Bodegas. 35-Corredor.
36 y 37-Archivo. 38-Escalera del Ala Este.
39-Lucerna de los Aposentos Reales.
40-Sala de la Guardia Real. 41-Corredor Nordeste.
42-Sala del Hacha de Dos Filos. 43-Mégaron de la Reina.
44-Baño de la Reina. 45-Tienda del Cantero. 46-Almacén. 47-Sala Hipóstila. 48-Propileo Norte.
49-Santuario Extramuros. 50-Teatro.
Parece que en el periodo Minoico Medio III, el antiguo palacio
sufrió grandes daños y fue reconstruido con elementos de
distinto carácter. Cnosos es el palacio más grande de los
minoicos, con cuatro alas en torno a un gran patio central
orientado norte-sur, con zonas de residencia para la élite,
talleres, telares, cerámica, tallado de sellos, piedra y marfil,
almacenes, altares, pozos de luz, salas de recepción
y banquetes, y la sala del trono. Además del gran palacio, hay
otras construcciones como el Pequeño palacio, la Villa Real, la
casa del Alto Sacerdote, la Tumba-Santuario Real o la Vía
Procesional.
Dentro del Palacio principal de Cnosos destaca el patio central porticado de unos 50 por 30 metros.
Al patio central puede accederse desde el norte y
desde el sur, pero probablemente la entrada
principal estaba en la esquina suroeste.
En esa zona suroeste el visitante encontraría el
pórtico oeste (pórtico cuadrado con una columna
central que se abría a una sala anexa), decorado
con un fresco del salto del toro.
Se continuaba por la Vía de las Procesiones,
decorada con temática de figuras oferentes.
A mitad de camino, el corredor daba acceso a los
Propileos Sur, decorados con frescos de temas Fresco del Salto del Toro. Palacio de Cnosos
procesionales (fig. 6), como por ejemplo un hombre portado un ritón o vaso de libaciones, conocido
como el Copero Real. La vía procesional continúa
hacia la llamada zona teatral, un área que consiste
en una plataforma en ángulo recto con grandes
escalones a modo de grada, con una forma similar
a los posteriores teatros, que de acuerdo con
Evans pudo ser utilizada para representaciones o
celebraciones. En esta zona oeste del palacio
estaban también las galerías porticadas que llevan
de la zona teatral al interior del complejo, con una
rica decoración de frescos y relieves de estuco
decorados, con motivos de toros, como la gran
cabeza de un toro pintada en rojo.
El ala oeste del Palacio, dedicada a zonas de
representación y almacenaje, es muy compleja y
contiene importantes estructuras. El patio destaca
por la llamada Fachada Oriental , construida con grandes bloques sobre un plinto, y que tiene una
disposición de entrantes y salientes. En este patio se ubicaban los Koulouras, grandes fosas excavadas
en el suelo con una probable función de almacén almacenaje (especie de silos).
Gran parte del ala oriental del palacio se dedicaba a espacios de culto o santuarios y a lugares de
almacenaje. Esos almacenes orientales, consistían en estrechas salas con gigantes pithoi, (grandes
vasijas para almacenar líquidos). Quizás el edificio
más conocido del ala oriental sea el llamado
Salón del Trono, descubierto por Evans (fig. 7).
Se trata de una sala con un techo bajo y sin
ventanas, con ambiente oscuro e intimista, que
estaba comunicada con el patio central mediante
una antesala.
El salón del trono se embellecía con frescos de
grifos, animales mitológicos protectores asociados
al poder y a la divinidad. La estancia estaba
presidida por un trono de alabastro, a cuyos lados
se disponía un banco corrido. Existían dos salidas,
una a un conjunto de nueve estancias, y la otra a
espacios de almacenaje.
Algunos autores creen que la Sala del Trono no fue
utilizada por un supuesto gobernante, sino que su función pudo ser religiosa, realizándose allí la
celebración del nacimiento de una Diosa de las Serpientes, encarnada por una sacerdotisa. Hacia el sur,
muy cerca del salón del trono y a continuación de la gran escalera, se halla un altar tripartito, una
especie de capilla con una fachada dividida en 3 cuerpos y con columnas entre ellos. El cuerpo central
de la capilla era más elevado. Curiosamente en las salas anexas al santuario, (suelen denominarse
almacenes del templo, al ser espacios destinados al almacenaje de ofrendas), se hallaron objetos como
vasos cerámicos y objetos valiosos, entre los que destacan las figuras de la Diosa de las serpientes.
En la zona norte destaca la llamada Sala de los Pilares, una habitación hipóstila de gran tamaño con
diez pilares cuadrangulares de la que partía un pasillo hacia el patio central. En ella se encontraron
gran número de tablillas de barro incisas, lo que sugiere un uso administrativo del espacio.
La zona este del Palacio albergaba distintos espacios que
Evans interpretó como residenciales, a los que se accedía
por la denominada Gran Escalera (fig. 2) adornada por
columnas, reconstruida por Evans de manera un tanto libre.
Corredores, salas espaciosas y pequeñas habitaciones están
conectadas con la escalera, conformando un espacio que
pudo haber sido un lugar privado de la clase dirigente de
Cnosos.
Esta zona pudo tener 5 pisos de altura, y se disponía de
manera escalonada adaptándose a la colina porque la
superposición de espacios en altura hacía necesario el uso
de pozos de luz, para dar ventilación a las estancias.
Cabe destacar la zona que Evans bautizó como Apartamentos de la Reina, que incluye el Mégaron de la
Reina, una sala dividida por un
muro y decorada con frescos
con motivos de delfines,
espirales y rosetas.
Al final de la sala se encuentra
un espacio con una pila lustral,
que Evans interpretó como
una zona de baño de la reina.

Es muy importante la Sala de las Dobles Hachas decorada con motivos de hachas incisos en los pilares.
La sala está precedida por un pórtico, y
consiste en un espacio rectangular,
subdividido por un polythyron con cuatro
puertas, y un pozo de luz al final.
El polythyron es un sistema de múltiples
puertas y pilares de madera, de modo que
las puertas pueden quedar abiertas o
cerradas en función de las necesidades, y
por extensión puede denominarse así a la
propia sala.
El uso de esta sala sería ritual, de modo que
el espacio podría quedar en total oscuridad o
abierto a la luz al mover las puertas.
En la zona norte encontramos las zonas destinadas a la producción artesanal, que revelan la indican la
importancia comercial de Cnosos y su notable producción artística que la élite demandaba.
Encontramos talleres dedicados a la producción cerámica, elaboración de sellos, tallado de piedra y
marfil, así como zonas de telares.
1.1.3 El Palacio de Zakro y otras construcciones
Complejo Palacial de Zacro. A pesar de sus 8.000 m2, es el
más pequeño. Tiene un gran patio central, la entrada
principal está al norte, conectándolo con el puerto por un
camino. La zona oeste era de culto, con cripta hipóstila,
pila lustral y sala de ceremonias dividida por un polythyron
y con un pozo de luz. En el ala este estaban las dependencias
administrativas y la residencia de la élite. Había talleres para
trabajar metales, elaborar perfumes y telas. El espacio de
almacenamiento de productos agrícolas es menor, por lo
que se cree que era un enclave comercial. El palacio de
Zacro tenía un muro divisorio que lo separaba de las casas
de alrededor, que se disponían entre calles pavimentadas.
Un hallazgo reciente muy interesante para el conocimiento de la arquitectura minoica es un edificio
palacial de Petras, localizado en la costa norte del extremo oriental de Creta. Dispone de un patio
central con orientación norte-sur, en él destaca el ala oeste con una escalera monumental. Lo curioso
de este pequeño Palacio, de unos 2800 metros cuadrados, es que el patio carece de ala este, al no
hallarse grandes edificaciones en esa zona. En la construcción se utilizaron bloques de piedra tallados,
combinaciones de pilares y columnas, así como decoración con frescos.
Hay otros edificios palaciales como el de Petras, Archanes, Kommos, Monastirakis, Galatas o Hagia
Triada o Gurnia. Muchos de ellos imitan las estructuras palaciales en menor escala, como Gurnia, que
es una especie de palacio a pequeña escala, en la que apenas hay espacio para un patio central, y el
patio de más extensión se ubica en el exterior de la zona sur. En Gurnia se atestiguan otros elementos
característicos palaciales, como una fachada oeste con orientación norte sur, edificios con dos alturas,
una pequeña zona con escalones de posible función ceremonial o teatral, así como zonas de
almacenaje.
Hay que destacar el yacimiento de Hagia Triada, a unos 3 km del palacio de Festos, en él se ha
encontrado una especie de villa palacial que pudo ser residencia de verano para la élite dirigente de
Festos. Tiene una curiosa forma de “L”, de modo que los edificios se disponen sólo en dos lados de un
patio, a diferencia de los palacios organizados en torno a un patio central. Aun siendo de menor escala,
encontramos zonas residenciales, santuarios, escaleras, pozos de luz, pórticos y almacenes. En Creta se
atestiguan numerosas villas palaciales de este tipo,
con edificios de 2 alturas, cubiertas planas, terrazas
y balcones. Mencionar la villa de Amnisos, donde
se han hallado edificio de dos alturas realizados
con mampostería y grandes sillares, una sala con
polythyron, e incluso decoración con frescos.
La arquitectura cicládica tuvo gran influida minoica
como se ve en Kea y Melos y, sobre todo Thera.
Hagia Irini en la isla de Kea destaca por la llamada
Casa A, donde se atestigua el uso de pozos de luz,
salas con columnas y un patio. El volcán de Thera
protegió sus restos y su extensa decoración de frescos de gran belleza.

1.2 La arquitectura funeraria y religiosa.


En los palacios había altares y santuarios, otros
cultos se realizaban en cuevas o santuarios de
montaña como en el caso del santuario de Juktas,
cerca de Cnosos, formado por 2 terrazas con
orientación norte-sur. Estaba rodeado por un
cerramiento ciclópeo y un gran altar de piedra de 5
m. de longitud, todo al aire libre. Tenía un patio y
5 habitaciones simétricas. Se encontraron exvotos
de figuras humanas y animales en terracota y un
sello con una cabeza de toro.
A destacar el yacimiento de Anemosfilia coma en el extremo norte del monte Juktas, donde se halló un
peculiar templo consistente en un corredor que da paso a tres salas rectangulares dispuestas de modo
paralelo, y una antecámara en la que pudieron llevarse a cabo sacrificios rituales.
Tipologías de enterramientos:
1. Hay sencillos enterramientos múltiples, excavados en la roca, de tradición neolítica. A veces tienen
pequeñas cámaras.
2. Hay sencillos pozos o cistas.
3. A veces el cuerpo se colocaba en una vasija cerámica de gran
tamaño (Imagen: pithoi).

4. O en curiosos ataúdes de terracota (Imagen: larnakes).


Los minoicos se enterraban con ajuar funerario, objetos
cotidianos o más elaborados como vasos de piedra.

5. Tholoi o tumbas circulares. Eran enterramientos


múltiples levantados en piedra, con una cámara circular
(4x13 m.), se presentan aislados, en grupos de dos o tres, o
en grandes cementerios. Se localizan en el sur de Creta.
Suele ser reutilizada y reconstruida. La cubierta podría
haber sido una falsa cúpula por aproximación, antecedente
de los Tholoi micénicos, o una cubierta plana de madera y
elementos vegetales. Se accede por una pequeña entrada
de 1x1m; en ocasiones hay una antecámara. Tholos A y B
de Phourni con la típica forma circular.

6. “Tumbas casa” o “tumbas edificio”. Al este de Creta.


Son rectangulares con varias habitaciones decoradas
con frescos, similares a la arquitectura doméstica (casa
de los muertos), pero buscando la perpetuidad. El
tejado era plano con vigas de madera y vegetales
mezclados con barro, recubiertos con enlucido. Como
ejemplo, Chrysolakos, en Malia.
7. “Tumba real” o tumba de Isópata. Llamada “tumba-templo”, estructura de dos pisos. Se accede por
un patio pavimentado. El piso inferior se basaba en una
cámara rectangular escavada en la roca y tenía un pilar en un
extremo, estaba precedida de una antecámara con dos
pilares. Los muros estaban revestidos de piedra y el suelo
pavimentado, lo que haría pensar en una tumba de la élite,
siendo los ajuares encontrados sencillos.
La tumba templo de Cnosos se remataba con una estancia de culto en la planta superior, justo encima
de la antecámara.

2. Artes figurativas.
2.1 La pintura mural minoica.
2.1.1 Técnicas y rasgos generales de la pintura mural minoica.
Las técnicas para realizar las pinturas murales eran: el “Buon fresco”, en el que se aplicaban (sin
aglutinantes) colores al agua sobre un enlucido de cal fresca que absorbe los pigmentos. Exigía rapidez.
En segundo lugar, el “Fresco secco”. El color se mezcla con cal y se aplica en la pared seca. Los frescos
minoicos aplicaban las capas de estuco en la pared y se pulían con cantos rodados, en la última capa se
pintaba antes de que la cal se secase. Se han eencontrado relieves de estuco pintados, realizados
mediante el modelado previo de las capas de estuco, cómo en los relieves de los toros de Cnosos.
Al principio eran dibujos que imitaban la piedra, después aparece la pintura figurativa (Cnosos en el
Minoico Medio IIIA) con temas de naturaleza, toros o espirales. Sólo existe un ejemplo destacado de
arte mueble decorado con pintura, el llamado Sarcófago de Hagia Triada realizado en piedra, con una
detallada escena de culto funerario, con figuras delicadas y solemnes.
En la pintura minoica ppudo haber influido la tradición de Próximo Oriente y Egipto (convención del
color de la piel, ojos de frente, rostro de perfil, afeitados, representaciones de palmeras). Figuras
masculinas ágiles y atléticas, con anchas espaldas y cinturas de avispa, cabello oscuro, largo y rizado.
Mujeres de faldas largas de colores, con un corsé que dejaba los pechos al aire, tocados y joyas,
Reflejando que estaban participando en rituales y ceremonias religiosas.
Los colores habituales empleados en los frescos minoicos son el rojo, negro, blanco, amarillo, azul y
verde. Los muros se dividían en tres franjas horizontales. En la central se situaban los temas figurativos,
mientras que las otras dos eran lisas o con motivos sencillos. La inferior o zócalo podía decorarse con
imitación de madera o piedra. Los vanos (puertas y ventanas) se enmarcaban con motivos
geométricos, vegetales o espirales. También había frescos en suelos y techos.
Destaca la gran variedad de representaciones, que va desde frescos en miniatura a figuras humanas, en
escala real. Característica distintiva de los frescos minoicos es su estilo vivo y con gran movimiento, con
figuras humanas gráciles. Llama la atención las figuras humanas con la cabeza de perfil, su peculiar ojo
de frente típico de las pinturas del antiguo Egipto. Sucede lo mismo con la representación de animales
y de naturaleza, de estilo realista, ello sugiere que los artistas minoicos eran buenos observadores de la
naturaleza y de la flora local, aunque se encuentran escenas de riberas de grandes ríos con palmeras
quizá tomadas de la iconografía egipcia. Las figuras de animales son muy detallistas con escenas de
leones, gatos, aves, animales marinos etc.
2.1.2 Temáticas y ejemplos de los frescos minoicos.
Las mejores ejemplos de la pintura mural minoica procede del palacio de Cnosos, que fue destacado
centro de producción artística durante el periodo Neopalacial. En diversas edificaciones cretenses
encontramos frescos, como en Amnisos, Archanes, Hagia Triada, Chania, Kommos, Palaikastro o
Tylissos. Curiosamente los otros grandes palacios como Festos, Malia, Zakro y Galatas tienen pocos
ejemplos de frescos figurativos. La pintura minoica tiene su etapa de mayor esplendor en el período
Neopalacial, (1600 al 1480 a.C.) que corresponde con el florecimiento económico del mundo minoico.
Debido a la destrucción que el palacio de Cnosos sufrió a finales del Minoico Medio y la posterior
reconstrucción, fue decorado con nuevos frescos. Los temas decorativos más comunes tratan sobre
saltos y captura de toros (en fresco y relieve), composiciones heráldicas con grifos (en fresco y relieve
en estuco pintado) y por último los temas de procesiones y oferentes. Muchos de estos temas son
comunes a los frescos y a los relieves de estuco. Los temas de naturaleza son también característicos,
con escenas de naturaleza como tema principal o como contexto de temas rituales. Hay que hacer
hincapié en la importancia de los frescos para indicar la funcionalidad de los espacios, es decir, ciertos
temas se encuentran en espacios con función religiosa, ritual y ceremonial. Se asume que los frescos
de Cnosos reflejan la ideología de la clase dirigente y sus rituales religiosos, aunque paradójicamente
no podemos concretar quién formaba parte de esta élite.
Los temas de saltos y captura de toros son característicos del palacio de Cnosos. La taurocatapsia o
salto de toros se considera un deporte ritual,
quizá asociado a un rito de paso a la edad
adulta, solamente documentado en el palacio
de Cnosos. Estos frescos representan atletas
que realizan acrobacias saltando de frente o
de modo lateral, con figuras gráciles y flexibles,
como el panel de saltos de toros en relieve
conservado en el Museo de Heraklion (fig. 12).
Otras escenas muestran capturas de toros y
figuras de atletas, en frescos o relieve pintado,
que nos revelan los vigorosos cuerpos de los
minoicos, ataviados con faldellines cortos y el
típico peinado de rizos largos, y adornados con brazaletes.
Las escenas muestran variedad de figuras humanas, como los frescos de las procesiones encontrado en
el corredor procesional de la zona oeste del palacio. Su estado es muy fragmentado. La composición
que se conserva tiene unos 9 metros de largo e incluye numerosas figuras. Algunas son hombres
vestidos con faldas de colores, mostrados en parejas portando vasos o ritones, por lo que se les
denomina “Coperos Reales” (fig. 13). Otras figuras representan a jóvenes con largas túnicas y tocando
instrumentos que son conducidos por dos sacerdotisas en una postura de adoración, además de la
imagen de una diosa flanqueada por jóvenes que elevan los brazos en señal de adoración.
La mayoría de las figuras humanas encontradas en los frescos de Cnosos forman parte de escenas
religiosas y celebraciones rituales, como el relieve de estuco conocido “Príncipe de los Lirios” o “Rey-
Sacerdote” (fig. 14). Se trata de un joven vestido
con faldellín corto y un elaborado tocado de
plumas en fondo rojo con lirios, podría ser un
rey-sacerdote. Se ha discutido la exactitud de la
reconstrucción de Evans, ya que los fragmentos
encontrados podrían pertenecer a varias figuras
humanas.

Cabe mencionar también las numerosas figuras femeninas, como el


conocido fresco de “la Parisina” (fig. 15), hallado en el zona este del
palacio de Cnosos, nos muestra a una dama de la élite.
Representa a una mujer de nariz respingona, marcado ojos de perfil y
elaborado peinado, a la que Evans apodó así por la similitud de su
atuendo con el de las damas de París de principios del siglo XX.
La figura se encontró muy fragmentada y sin el contexto del resto de la
escena, que podría ser una diosa (en base al llamado nudo sagrado que
tiene en su nuca), formando parte de una escena de ofrendas.
Otros ejemplos de figuras femeninas son el fresco de “la Bailarina” o las
“Damas de Azul”, también vemos frescos en miniatura que muestran
mujeres de la élite, a veces junto a grandes multitudes representadas
junto a edificios palaciales.
Las composiciones heráldicas son tema habitual en los frescos de Cnosos, destacando el fresco que
decora el Salón del Trono de este palacio (fig. 7).
Muestra un gran friso un fondo rojo con
representación de terreno ondulante y plantas,
destacando un par de grifos, animales fantásticos
con cuerpo de león, grandes alas y cabeza de
águila, y otros dos flanqueando la puerta final de
la sala.
Una pareja de grifos se ubica a los lados del trono,
a modo de figuras protectoras, ya que estos
animales se asocian a las divinidades y a la realeza
en el Próximo Oriente y también en el Egeo.

Por último, los temas de naturaleza, que incluyen animales marinos como los representados en el
Mégaron de la Reina (fig. 16). Se trata de una colorida escena con grandes delfines que nadan en un
fondo marino punto este fresco se encontró muy fragmentado y se discute actualmente si pudo
ubicarse en el suelo de la estancia . Otros frescos nos muestran la naturaleza cretense, como el fresco
de las Perdices de Patas Rojas, el fresco de los Pájaros
Azules, o los frescos de los Monos Azules de Cnosos (fig.
17) que representan a varios monos de color azulado
saltando de modo ágil en un entorno de plantas y
terreno ondulante, con curiosas representaciones de
cantos de río que se apodan “Huevos de Pascua”.
Llama la atención que en los frescos minoicos no se documentan escenas de guerras o luchas,
predominando la temática religiosa vinculada con ceremonias en las que participaban la élite lo cual
nos sirve para reforzar la idea de que los minoicos eran un pueblo pacífico.
Los relieves de estuco pintado son un importante elemento decorativo en Cnosos. Tenemos relieves de
atletas, que quizás participaban en algún tipo de boxeo o en los saltos de toro, también encontramos
relieves de toros, que refuerzan la idea que este animal tenía gran importancia en la ideología de la
élite minoica.

2.1.3 La pintura cicládica: los frescos de Akrotiri (Thera).

Tiene una gran influencia minoica.


Se ha conservado por la erupción del volcán Thera, que
lo enterró todo. En el edificio denominado “Xeste 3”
hay
frescos de temática femenina, una diosa sentada con
grifos, que se interpreta como una diosa o señora de los
animales, mujeres o niñas recogiendo azafrán, (fig. 18)
jóvenes junto a un altar y elementos ornamentales
como espirales.

Destaca, en la Casa Oeste, un fresco de miniaturas, de gran tamaño (12 m. de largo),


llamado de la Fresco de la Flotilla, que representa una ciudad costera con edificios,
una procesión de barcos y quizá una batalla marítima. Es muy interesante la escena de
la ciudad en la que vemos un paisaje nilótico con un gran río con palmeras y leones
persiguiendo a ciervos, (fig. 19). Algunos autores creen que estas escenas recuerdan
relatos épicos de poemas homéricos. Destaca el gran detallismo de las escenas, que
revela la gran habilidad de los artistas que realizaron el fresco

Los frescos de la Casa Oeste contienen temas similares a los de Cnosos,


como el Fresco de los Monos azules. parece que los monos tuvieron en
el Egeo un papel importante, asociados a los sacerdotes y
representados
cerca de altares sagrados.
En el Edificio Delta encontramos el Fresco de la Primavera en tres paredes de la misma sala (fig. 20).
Es un paisaje ondulante de gran colorido, que simboliza
roca volcánica, lirios y golondrinas esquematizadas.
Representa la regeneración anual de la naturaleza en
primavera.
También hay imágenes de niños o jóvenes característicos
de Akrotiri. Tal vez el tema se relacione con la entrada en
la edad adulta. El Fresco con Niños Boxeadores nos los
presenta con la cabeza parcialmente rapada, largos rizos
negros (fig. 21) y uno lleva brazaletes y pulseras.
Otra imagen masculina es la del Fresco de Joven
Pescador, con los peces ensartados en un hilo.
Parece que los artistas usaron un sistema de retícula
basado en el canon egipcio.

Fig. 21. Fresco con niños boxeadores. Fresco del Joven pescador
Akrotiri (Thera)
En la Sala de las Mujeres aparecen dos personajes con faldas largas y
chaquetillas con el pecho al aire, tal vez participando en un ritual, y
parecen ayudar a vestirse a una tercera figura femenina de la que apenas
hay restos. En otra zona de la sala se ubicaba el fresco de los papiros, con
imágenes de plantas de papiro en grupos de tres, no muy realistas.
Los frescos de Akrotiri tienen muchos paralelos con los frescos de Creta,
tanto en los detalles de vestimenta, adornos, como en la representación
de la naturaleza. Aún así observamos algunas particularidades, por
ejemplo, las figuras masculinas son más comunes en los frescos de Thera,
frente a la mayoría femenina de Cnosos. Destaca además la ausencia de
relieve de estuco pintado y de las escenas de saltos de toros tan
características de Cnosos.
2.1.4 La difusión de los frescos minoicos en el Levante: ¿artistas itinerantes?
Los gobernantes de Egipto y Próximo Oriente valoraban las pintura minoicas. Se constata la existencia
de frescos realizados sobre edificios palaciales de distintas ciudades del Levante, como en
Tell Chana/Alhalakh (antigua Siria), donde se han encontrado pinturas con la técnica del fresco y estilo
minoico, como las plantas mecidas por el viento o las imitaciones de piedras de mármol, o el de un
grifo. En el Palacio de Qatna, en el Valle de Orontes en Siria, se hallaron fragmentos de pinturas
murales con imitaciones pintadas de mármol al estilo típicamente egeo.
Destacan las pinturas del yacimiento de Tell Kabri, actual Israel, con suelos realizados en frescos con
motivos florales, lilas y flores de azafrán, con claros paralelos en Egeo. En Tell Kabri se halló un fresco
en miniatura, muy fragmentario, con paisajes rocosos de estilo minoico y fragmentos de edificios en
colores blanco y azul. Otros frescos de este yacimiento nos ilustran sobre la flora minoica, el ala de un
grifo o golondrinas en vuelo. Probablemente un artista o grupo de artistas procedentes del ámbito de
Creta y de las Cícladas trabajaron en la decoración del Palacio de Tell Kabri.
La mejor evidencia de la importancia de la pintura minoica procede del conjunto palacial Tell el Dab´a,
un yacimiento del Delta Oriental de Egipto. En varios edificios palaciales de Tell el Dab´a en el Reino
Nuevo a mediados de la XVIII dinastía, se hallaron miles de fragmentos de frescos minoicos.
La temática es muy variada con escenas de caza con leones y leopardos, figuras humanas femeninas
vestidas con largas faldas de colores, acróbatas o las representaciones de grifos en posición heráldica,
como los de la Sala del Trono de Cnosos. Sobre todo, destacan dos frisos con escenas de saltos del
toro, con jóvenes realizando acrobacias sobre los toros, en un fondo con un motivo del laberinto.
La conexión con el Palacio de Cnosos parece clara, no sólo por la presencia de salto del toro (que debió
ser una especie de emblema de la élite de ese Palacio), sino por otros elementos como las
decoraciones de rosetas o el motivo del laberinto. La gran cantidad de pinturas encontradas en Tell el
Dab´a realizadas con la técnica del fresco hacen pensar en la presencia de artistas cretenses, quizás
trabajando allí de manera temporal como artistas itinerantes. Las razones que llevaron a un rey egipcio
a decorar las paredes de sus palacios con frescos minoicos continúan siendo muy debatida. Lo que está
claro es que los gobernantes de Egipto y del Próximo Oriente consideraban la pintura minoica como un
elemento decorativo sofisticado y apreciaron su estilo naturalista y con gran movimiento.
2.2 La cerámica minoica.
La artesanía cretense muestra gran desarrollo en la cerámica, evolucionando desde el Neolítico con
sencillos vasos y jarras con decoración incisa de motivos geométricos como triángulos o banda.
A inicios del Minoico Medio aparecen los primeros ejemplo de
cerámica polícroma de varios colores, y en el Minoico Medio IB
se introduce el uso del torno del alfarero. La cerámica
polícroma puede ser de fondo claro con motivos en colores
más oscuros.
La más importante fue encontrada en la gruta de Caramés, en
el santurario del monte Ida. El fondo es negro con decoraciones
en blanco y rojo con temas variados (espirales, puntos, bandas
y, a veces, figuras zoomorfas o antropomorfas) (fig. 22). Se
exporta a todo el Mediterráneo. Además aparece un tipo muy
peculiar dentro de esta cerámica polícroma, la llamada cerámica
de cáscara de huevo, que puede tener menos de un centímetro
de grosor.
La cerámica de Caramés tiene su período de florecimiento en el Minoico Medio IIB, con abundancia de
vasos para beber y para verter líquidos, jarras de almacenaje, ánforas o ritones. Destaca su variada
decoración de pétalos, espirales, rosetones, bandas de hojas,
además aparecen motivos que proceden de la fauna local cpmo
pulpos, peces, etc.
En el periodo de los segundos palacios se usa un torno más
rápido y una cocción a mayor temperatura. Aparecen vasos de
gran tamaño y decoración de los estilos floral, marino,
geométrico, abstracto y alternante. Se observa la influencia del
arte mural sobre la decoración cerámica. (fig. 23)

2.3 Las artes decorativas


Los cretenses destacaron por su gran variedad en las artes
decorativas, fabricando esculturas de terracota, objetos de fayenza,
marfiles, figuritas de metales preciosos, metálicos decorados, joyería y
sellos. Se producen ejemplos de pequeñas estatuillas de terracota con
forma humana o animal para los santuarios y ocasionalmente, alguna
tumba. El modelado es sencillo con toques de color en los rostros.
También se trabaja el marfil, sobre todo de elefante, en figuritas de
niños o jóvenes acróbatas. Destaca el kouros de Palaikastro, en marfil,
piedra serpentina, madera y cristal de roca en parte recubierto de oro.
Había figuritas de metal, bronce, plata o plomo, trabajadas a la cera
perdida, eran orantes, animales o acróbatas saltando toros.
Hay figuras de loza vidriada o fayenza egipcia como el Mosaico de la Ciudad, con representación de
casas minoicas, árboles, animales, soldados y un
barco. Destaca el conjunto de piezas de fayenza
y marfil encontradas en los llamados Almacenes
del Templo de Cnosos , con relieves de animales
o criaturas marinas, y las conocidas figuritas de
la Diosa de las Serpientes, divinidad femenina
con falda larga, joyas, pechos al descubierto y
una serpiente en cada mano realizadas en
fayenza. Se relacionan con el culto a la fertilidad
(fig. 24).

Dentro de las artes decorativas destaca la orfebrería con excepcionales ejemplos de vasos metálicos,
en oro y plata, decorados con espirales, rosetas, etc. Hay piezas de joyería, como diademas y adornos
de flores.
Del período de los primeros palacios conservamos curiosas
piezas de Malia, como el Colgante de oro de las dos abejas
enfrentadas en pose heráldica, sosteniendo un panal.
Técnica muy sofisticada con filigrana, granulado y unas
soldaduras perfectas. Fig. 25
Hallado en Grecia continental, el Tesoro de Egina se atribuye a
Creta. Se encuentra en el Museo Británico.

Destaca el colgante llamado “Señor de los animales”, con un dios de la naturaleza sobre una barca
decorada con flores de loto sosteniendo un ganso en cada mano. Influencia egipcia.
Fue también importante el trabajo en piedra con la que realizaron vasos, pero, sobre todo, el tallado
de sellos diminutos en piedras duras. Además del uso administrativo, podían usarse como amuletos
colgando de pulseras o del cuello.
La calidad nos enseña incluso la musculatura de
los animales en escenas de movimiento, en piezas
de apenas tres centímetros de diámetro, (fig. 26).
Nos ilustran sobre la sociedad minoica y su religión.
La glíptica del periodo de los segundos palacios tiene
una variada iconografía, animales y figuras humanas,
escenas de caza, saltos de toro, escenas religiosas,
fachadas de edificios, animales fantásticos como
grifos y esfinges y muchos elementos decorativos
que nos dan una importante información al carecer
de restos escritos.

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