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UNIVERSIDAD ABIERTA

PARA ADULTOS

CARRERA:

Psicología educativa

ASIGNATURA:
Terapia conductual

FACILITADOR:
Renata Jiménez

PRESENTADO POR:

Yanna tejada

MATRÍCULA:

17-4688
UNIDAD VI DEPRESIÓN

6.1 Definición del concepto de la Depresión.


La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la
presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta
de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y
falta de concentración.

6.1. a. Tipos de Depresiones.

1. Depresión mayor

La depresión mayor es el tipo de depresión más grave.

Se caracteriza por la aparición de uno o varios episodios depresivos de mínimo


2 semanas de duración. Suele comenzar generalmente durante la adolescencia
o la adultez joven. La persona que sufre este tipo de depresión, puede
experimentar fases de estado de ánimo normal entre las fases depresivas que
pueden durar meses o años.

Se clasifica dentro de los episodios unipolares puesto que no hay fases de


manía, y puede producir problemas muy serios para el paciente si no es tratado
de manera eficaz. De hecho, la ideación suicida puede llevar a la muerte si
pasa a traducirse en acciones efectivas para terminar con la propia vida.

Síntomas de la depresión mayor:

Estos son algunos de los síntomas de la depresión mayor según el


manual DSM-IV-TR:

 Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi todos los días (1)
 Pérdida de interés en las actividades que antes eran gratificantes (2)
 Pérdida o aumento de peso
 Insomnio o hipersomnia
 Baja autoestima
 Problemas de concentración y problemas para tomar decisiones
 Sentimientos de culpabilidad
 Pensamientos suicidas
 Agitación o retraso psicomotores casi todos los días
 Fatiga o pérdida de energía casi todos los días

Según el DSM-IV, debe existir la presencia de cinco (o más) de los síntomas


anteriores durante un período de 2 semanas, que representan un cambio
respecto a la actividad previa; uno de los síntomas debe ser (1) estado de
ánimo depresivo o (2) pérdida de interés o de la capacidad para sentir placer.

Tipos de depresión mayor:

Dentro de la depresión mayor, existen diferentes tipos de depresión mayor:

1. Depresión con episodio único: causado por un acontecimiento único


en la vida y la depresión solo tiene esa aparición.
2. Depresión recidivante: Aparición de síntomas depresivos en dos o más
episodios en la vida del paciente. La separación entre un episodio debe ser de
al menos 2 meses sin presentar los síntomas.

2. Distimia

Dentro de los tipos de depresión, la distimia es menos grave que la depresión


mayor. Es un tipo de depresión unipolar (no incluye síntomas maníacos) e
interfiere en el funcionamiento normal y el bienestar del individuo que lo sufre.

La característica esencial de este trastorno es que el paciente se siente


depresivo durante la mayor parte del día, la mayoría de los días durante al
menos 2 años. No necesariamente tiene por qué experimentarse una fuerte
tristeza, sino que muchas veces lo más común es que exista un sentimiento de
falta de propósito y de motivación, como si nada importase.

Muchas personas con distimia también pueden padecer de episodios


depresivos severos en algún momento de su vida.

Síntomas de la distimia:

Los síntomas de la distimia son:

 Pérdida o aumento de apetito


 Insomnio o hipersomnia
 Falta de energía o fatiga
 Baja autoestima
 Dificultades para concentrarse o para tomar decisiones
 Sentimientos de desesperanza

3. Depresión maníaca

Este tipo de trastorno, también llamado Trastorno bipolar se clasifica como un


tipo de trastorno del estado de ánimo. Pese a que podemos incluirlo dentro de
los tipos de depresión, combina estados depresivos con estados de manía, es
decir, existen altibajos extremos. El trastorno bipolar es una patología seria, y
no debe confundirse con un estado inestabilidad emocional.

El tratamiento es distinto al de una depresión mayor, y requiere estabilizadores


de humor (como el litio), así como un acompañamiento profesional a través de
la psicoterapia y la atención al entorno familiar de los pacientes.

Síntomas de la depresión maníaca

Los síntomas depresivos pueden incluir:

 Sentimientos persistentes de tristeza


 Sentimiento de desesperanza o desamparo
 Baja autoestima
 Sensación de ineptitud
 Culpabilidad excesiva
 Deseos de morir
 Pérdida de interés en las actividades habituales o que antes se
disfrutaban
 Dificultad en las relaciones
 Perturbación del sueño (por ejemplo, insomnio, hipersomnia)
 Cambios del apetito o del peso
 Disminución de la energía
 Dificultad para concentrarse
 Disminución de la capacidad de tomar decisiones
 Pensamientos suicidas o intentos de suicidio
 Molestias físicas frecuentes (por ejemplo, dolor de cabeza, dolor de
estómago, fatiga)
 Intentos o amenazas de escaparse del hogar
 Hipersensibilidad ante el fracaso o el rechazo
 Irritabilidad, hostilidad, agresión

Los síntomas maníacos pueden abarcar:

 Autoestima exagerada
 Menor necesidad de descanso y sueño
 Mayor distracción e irritabilidad
 Excesiva participación en actividades placenteras y de alto riesgo que
pueden provocar consecuencias dolorosas, por ejemplo comportamiento
provocativo, destructivo o anti-social (promiscuidad sexual, conducción
imprudente, abuso del alcohol y de drogas).
 Aumento de la locuacidad (por ejemplo aumento en la velocidad del
habla, cambios rápidos de tema, intolerancia a las interrupciones)
 Sentimientos de "excitación" o de euforia
 Marcados cambios de estado de ánimo, por ejemplo inusitadamente feliz
o tonto, extrañamente enojado, agitado o agresivo
 Mayor deseo sexual
 Mayor nivel de energía
 Escaso sentido común en personas sensatas

4. Trastorno depresivo estacional (SAD)

Este estado depresivo recibe el nombre de Trastorno depresivo estacional


(SAD) y se caracteriza por ocurrir durante una cierta época del
año, generalmente durante el invierno.

Los síntomas generalmente se intensifican de manera lenta a finales del otoño


y en los meses de invierno. Estos síntomas son muy parecidos a los que se
presentan en otros tipos de depresión:

 Desesperanza
 Aumento del apetito con aumento de peso
 Aumento del sueño (el poco sueño es más común con otras formas de
depresión).
 Menos energía y capacidad para concentrarse
 Pérdida de interés en el trabajo y otras actividades
 Movimientos lentos
 Aislamiento social
 Tristeza e irritabilidad

También existe otra variante del SAD y que lo sufren algunas personas en
verano:

 Falta de apetito
 Pérdida de peso
 Insomnio
 Irritabilidad y ansiedad
 Inquietud

5. Depresión psicótica

La depresión psicótica es un subtipo de depresión mayor el cual se presenta


cuando una enfermedad depresiva severa incluye algún tipo de psicosis. A
diferencia de los demás tipos de depresión, se caracteriza por la presciencia de
síntomas psicóticos: alucinaciones y/o delirios que alteran cualitativamente el
modo en el que se percibe la realidad.

6. Depresión posparto

Dentro de los tipos de depresión, podemos incluir la depresión posparto. Se


caracteriza porque puede ocurrir poco después del parto.

Este tipo de depresión puede presentarse hasta un año más tarde de que la
mujer haya dado, pese a que es habitual que ocurra dentro de los primeros tres
meses después del parto.

Causas de la depresión posparto


Algunas de las causas de la depresión postparto, son las siguientes:

 Cambios a nivel corporal del embarazo y el parto (por ejemplo, debido al


cambio hormonal)
 Cambios en las relaciones laborales y sociales
 Tener menos tiempo y libertad para sí misma
 Cambios el ciclo sueño-vigilia debido al nacimiento
 Preocupaciones acerca de su capacidad para ser una buena madre

6.2 Enfoque de Indefensión Aprendida de Seligman.


Durante los años 70, Martin Seligman desarrolló una interesante teoría que, si
bien en un principió sirvió para explicar comportamiento animal, posteriormente
se ha mostrado con gran capacidad explicativa para un número importante de
fenómenos humanos, especialmente con la incorporación de la teoría de la
atribución al modelo.

Seligman descubrió que, tras someter a un animal a descargas eléctricas sin


posibilidad de escapar de ellas, dicho animal no emitía ya ninguna respuesta
evasiva aunque, por ejemplo, la jaula hubiese quedado abierta. En otras
palabras, había aprendido a sentirse indefenso y a no luchar contra ello.

6.3 Terapia Cognitiva


“La terapia cognitivo conductual, según lo presenta la revista Psicomag, a
diferencia de las terapias psico dinámicas, que se focalizan en los
pensamientos inconscientes y ponen énfasis en la catarsis, se aboca a
modificar comportamientos y pensamientos, antes que brindarle al paciente la
oportunidad de simplemente descargar sus sentimientos” (Caballo, Manual de
técnicas de terapia y modificación de conducta, 1998, pág. 513). Está orientada
hacia el presente, se investiga el funcionamiento actual y no hay mayores
exploraciones del pasado, aunque por supuesto se hace una historia clínica y
se pone énfasis en los patrones disfuncionales actuales de los pensamientos y
conductas; aunque últimamente algunos terapeutas cognitivos ponen mucho
énfasis en el “Qué tengo que hacer para cambiar” que en el “Por qué”. Muchas
veces, el explorar expresamente y conocer cuáles son los motivos de lo que le
ocurre a una persona no alcanza a brindar una solución y no es suficiente para
producir un cambio. Se utiliza terapias a corto plazo y pone énfasis en la
cuantificación, siendo posible la medición de los progresos obtenidos. Desde la
primera sesión se administran cuestionarios y planillas en los que se evalúan
los síntomas específicos, en su frecuencia, duración, intensidad y
características. Esta medición es repetida periódicamente hasta la sesión final,
para tener una idea del cambio obtenido. La relación terapeuta-paciente es de
colaboración y el enfoque es didáctico. Paciente y terapeuta se comprometen a
trabajar con un objetivo común. Los pacientes pueden aportar sugerencias y
participar en el diseño de las tareas para el hogar. En muchos casos, se utiliza
la biblio-terapia, que consiste en que el terapeuta recomiende o facilite libros,
folletos o apuntes acerca del problema para que el paciente se informe de lo
que le sucede. Esta terapia tiende a fomentar la independencia del paciente.
Dado que este tipo de terapia busca lograr un funcionamiento independiente,
en ella se enfatiza el aprendizaje, la modificación de conducta, las tareas de
autoayuda y el entrenamiento de habilidades inter sesión. Además, se refuerza
el comportamiento independiente y está centrada en los síntomas y su
resolución.

En Octubre de 1998, Vicente E. Caballo, en su Manual de Técnicas de Terapia


y Modificación de Conducta menciona que algunas de las principales técnicas
serán descritas a continuación con más detalle, como” (Caballo 1998, Manual
de técnicas de terapia y modificación de conducta, 1998.

El auto observación, para aumentar el darse cuenta de los mecanismos


psicológicos que están funcionando La identificación de los lazos entre la
cognición, el afecto y la conducta. Examen de la evidencia a favor y en contra
de los pensamientos automáticos con el fin de sustituirlos por otros más
funcionales. Llevar a cabo “intentos” para comprobar los pensamientos
automáticos. La determinación de las principales actitudes disfuncionales que
están operando, basándose en los pensamientos automáticos identificados y
que, predisponen a una persona a distorsionar las experiencias. El instrumento
mas importante de que dispone el terapeuta son las preguntas, el preguntar de
forma adecuada es esencial para obtener una imagen no sesgada de las
circunstancias que rodean al paciente, con el fin de desarrollar empatía y llegar
a una conceptualización especifica y concreta del problema del paciente. Estas
deberán utilizarse para clarificar el significado de las verbalizaciones del
paciente de modo que se eviten los malentendidos.

6.3. a. Terapia Integradora.


Newman y cols han sugerido que para evitar emociones dolorosas, los
clientes con TAG no sólo se preocupan, sino que se comportan de un modo
que aumenta la probabilidad de experimentar consecuencias interpersonales
negativas.
Newman y cols han desarrollado una terapia integradora para el TAG en la que
se aplica secuencialmente en cada sesión de 2 horas:

a. La TCC tradicional
b. Técnicas interpersonales dirigidas a alterar las pautas problemáticas de
relacionarse y técnicas experienciales orientadas a superar la evitación
emocional. Las metas de la parte interpersonal/experiencial son, en
primer lugar, identificar las necesidades interpersonales del cliente y, en
segundo lugar, generar conductas interpersonales más eficaces para
satisfacer las propias necesidades.

Para conseguir estas metas, se abordan tres dominios:

1. Problemas actuales en las relaciones interpersonales, incluyendo el


impacto negativo que el cliente tiene en otros.
2. Orígenes de los problemas interpersonales actuales.
3. Dificultades interpersonales que surgen en la relación con el terapeuta,
incluyendo las rupturas en la relación terapéutica. Una vez que el
terapeuta es consciente del impacto negativo de la conducta del cliente,
aborda la cuestión de forma abierta y no defensiva. Luego, se pide al
cliente que exprese cómo se siente respecto a lo que se le ha dicho.

Cuando el cliente expresa una emoción, el terapeuta debe empatizar y validar


las experiencias afectivas. A continuación, comparte su reacción a la
autorrevelación del cliente. Asimismo, el terapeuta debe facilitar que el cliente
vea el vínculo entre los modos de comportarse en la sesión y los modos
actuales y pasados de comportarse fuera de la misma.
Otro aspecto de la relación terapéutica son las rupturas de la alianza
terapéutica, las cuales son vistas como oportunidades para invalidar los
esquemas interpersonales desadaptativos del cliente y lograr que éste tenga
percepciones más realistas de sí mismo y de los otros y aprenda nuevos
modos de comportarse.
El manejo de las rupturas sigue cuatro pasos:

1. Comunicar al cliente que se ha percibido su reacción negativa e invitarle


a hablar sobre ella
2. Reflejar las percepciones y emociones del cliente e invitarle a expresar
emociones y pensamientos adicionales sobre sucesos negativos que
hayan ocurrido en la terapia
3. Reconocer alguna verdad en la reacción del cliente incluso cuando esta
reacción parezca poco razonable; esto implica reconocer que el
terapeuta ha contribuido de alguna manera a lo sucedido.
4. Procesamiento emocional en el aquí y ahora de los afectos asociados
con los dominios anteriores.

6.3. b. Terapia Metacognitiva.


Wells ha sugerido, acorde con su modelo metacognitivo, que el tratamiento del
TAG debe centrarse en el cuestionamiento de las meta preocupaciones en vez
de en las preocupaciones tipo 1. En línea con esto, el cliente debe ser alentado
a abandonar los intentos de controlar sus pensamientos y dejar, en cambio,
que estos últimos pasen; para motivarle a hacer esto, se emplea un
experimento sobre los resultados de intentar suprimir un pensamiento.

El tratamiento incluye la formulación individualizada del caso, la educación


sobre el tratamiento y el abordaje, mediante reestructuración verbal y
experimentos conductuales, de dos tipos de creencias: creencias negativas
sobre las preocupaciones y creencias disfuncionales sobre la utilidad de estas
últimas.

De los dos tipos de creencias, se tratan primero las creencias negativas sobre
las preocupaciones.

Posteriormente se abordan las creencias positivas sobre las preocupaciones.

La terapia metacognitiva ha sido superior a la lista de espera e igual de eficaz


que la TCC de Dugas en un estudio. En otro trabajo, ha sido más eficaz que la
relajación aplicada en el pos tratamiento y a los 12 meses, aunque en esta
última condición hubo casos más graves y sus resultados fueron peores que lo
que es habitual.
Bibliografía

https://psikipedia.com/libro/terapia-cc/3695-perspectivas-de-
tratamiento-de-la-ansiedad

Referencias bibliográficas:

 American Psychiatric Association (2014). DSM-5. Manual diagnóstico


y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
 Belloch, A.; Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de
Psicopatología. Volumen I y II. Madrid: McGraw-Hill.
 National Collaborating Centre for Mental Health. Depression. (2009).
The treatment and management of depression in adults (updated edition).
National Clinical Practice Guideline Number 90. London: British
Psychological Society and Royal College of Psychiatrists.
 Goffman, E. (1998). Estigma. La identidad deteriorada. Editorial
Amorrortu, Buenos Aires, 1998 (1º edición en inglés: Stigma. Notes on the
Management of Spoiled Identity. Prentice-Hall, Inc.

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