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DEPRESIÓN

La depresión clínica, es una enfermedad grave y común que nos afecta física y
mentalmente en nuestro modo de sentir y de pensar. La depresión nos puede
provocar deseos de alejarnos de nuestra familia, amigos, trabajo, y escuela.
Puede además causarnos ansiedad, pérdida del sueño, del apetito, y falta de
interés o placer en realizar diferentes actividades.

¿Qué es la depresión en los adolescentes?

La depresión en adolescentes es una enfermedad médica grave. Es más que


sentirse triste durante unos días. Es un intenso sentimiento de tristeza,
desesperanza e ira o frustración que dura mucho tiempo. Estos sentimientos
hacen que te sea difícil tener una vida normal y hacer tus actividades
habituales. También puedes tener problemas para concentrarte y no tener
motivación o energía. La depresión puede hacerte difícil disfrutar la vida o
incluso superar el día.

Síntomas

Las personas tienen varios episodios de depresión. Durante estos episodios,


los síntomas se producen durante gran parte del día, casi todos los días y
pueden consistir en:

 Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza


 Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de
poca importancia
 Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales
o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes
 Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado
 Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas
requieren un esfuerzo mayor
 Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento
de peso
 Ansiedad, agitación o inquietud
 Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales
 Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o
autorreproches
 Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
 Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos
suicidas, intentos suicidas o suicidio
 Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza

Para muchas personas con depresión, los síntomas suelen ser lo


suficientemente graves para causar problemas evidentes en las actividades
cotidianas, como el trabajo, la escuela, las actividades sociales o las relaciones
con otras personas. Algunas personas pueden sentirse infelices o tristes en
general sin saber realmente porqué.

Síntomas de depresión en niños

Los signos y síntomas frecuentes de depresión en los niños son similares a


aquellos en los adultos, pero puede haber algunas diferencias.

En los niños más pequeños, los síntomas de depresión pueden consistir en


tristeza, irritabilidad, apego, preocupación, dolores, negarse a ir a la escuela o
bajo peso.

Síntomas de depresión en adolescentes

 Si tienes depresión, uno o más de estos síntomas se presentarían con


frecuencia:
 Tristeza
 Sensación de vacío
 Desesperanza
 Sentir enojo, irritación o frustración, incluso por cosas menores
 También puedes tener otros síntomas, como:
 No te importan las cosas que solías disfrutar
 Cambios de peso: Perder peso cuando no estás a dieta o aumentar de
peso por comer demasiado
 Cambios en el sueño: Problemas para quedarte o permanecer dormido,
o dormir mucho más de lo normal
 Sentirte inquieto o tener problemas para permanecer sentado
 Sentirte muy cansado o no tener energía
 Sentirte sin valor o muy culpable
 Tener problemas para concentrarte, recordar información o tomar
decisiones
 Pensar en la muerte o suicidio

Síntomas de depresión en adultos mayores

La depresión no es una parte normal del envejecimiento, y nunca debe tomarse


a la ligera. Lamentablemente, la depresión a menudo no se diagnostica ni se
trata en adultos mayores, quienes pueden sentir reticencia a buscar ayuda. Los
síntomas de la depresión pueden ser diferentes o menos evidentes en los
adultos mayores, entre ellos:

Problemas de memoria o cambios en la personalidad

 Dolores físicos
 Fatiga, pérdida del apetito, problemas del sueño o pérdida del interés en
el sexo, que no son resultado de una enfermedad ni de un medicamento
 Querer quedarse en casa con frecuencia, en lugar de salir a socializar o
hacer cosas nuevas
 Pensamientos o sentimientos suicidas, en especial en los hombres
mayores

Tipos de depresión y sus características

La depresión es frecuente en los tiempos que corren, y es habitual que la gente


recurra a los fármacos para aliviar el dolor que se siente con esta patología. El
prozac (fluoxetina), también llamado la droga de la felicidad, se consume de
forma habitual en sociedades desarrolladas.

El tratamiento con fármacos solo es aconsejable en casos muy graves, y


siempre es mejor recurrir a la terapia psicológica para un tratamiento correcto,
ya que el riesgo de sufrir efectos secundarios es mucho menor. Es importante
entender que los psicólogos pueden, además, ayudarte a superar la depresión
utilizando sus técnicas y métodos para que adoptes nuevos hábitos que
debiliten los síntomas de este trastorno y favorezcan su desaparición, y todo
esto sin necesidad de consumir ningún psicofármaco.

La depresión forma parte de los trastornos del estado ánimo y afecta a nuestro
bienestar, nuestra interacción social, nuestro apetito y deseo sexual. Ya que
existen muchos tipos de depresión y cada uno con sus características, a
continuación verás una explicación resumida acerca de estas diferentes
variantes.

a) Depresión mayor

La depresión mayor es el tipo de depresión más grave.

Se caracteriza por la aparición de uno o varios episodios depresivos de mínimo


2 semanas de duración. Suele comenzar generalmente durante la adolescencia
o la adultez joven. La persona que sufre este tipo de depresión, puede
experimentar fases de estado de ánimo normal entre las fases depresivas que
pueden durar meses o años.

Se clasifica dentro de los episodios unipolares puesto que no hay fases de


manía, y puede producir problemas muy serios para el paciente si no es tratado
de manera eficaz. De hecho, la ideación suicida puede llevar a la muerte si
pasa a traducirse en acciones efectivas para terminar con la propia vida.

Síntomas de la depresión mayor

Estos son algunos de los síntomas de la depresión mayor

 Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi todos los días (1)
 Pérdida de interés en las actividades que antes eran gratificantes (2)
 Pérdida o aumento de peso
 Insomnio o hipersomnia
 Baja autoestima
 Problemas de concentración y problemas para tomar decisiones
 Sentimientos de culpabilidad
 Pensamientos suicidas
 Agitación o retraso psicomotores casi todos los días
 Fatiga o pérdida de energía casi todos los días
b) Distimia

Dentro de los tipos de depresión, la distimia es menos grave que la depresión


mayor. Es un tipo de depresión unipolar (no incluye síntomas maníacos) e
interfiere en el funcionamiento normal y el bienestar del individuo que lo sufre.

La característica esencial de este trastorno es que el paciente se siente


depresivo durante la mayor parte del día, la mayoría de los días durante al
menos 2 años. No necesariamente tiene por qué experimentarse una fuerte
tristeza, sino que muchas veces lo más común es que exista un sentimiento de
falta de propósito y de motivación, como si nada importase.

Muchas personas con distimia también pueden padecer de episodios


depresivos severos en algún momento de su vida.

Síntomas de la distimia

 Los síntomas de la distimia son:


 Pérdida o aumento de apetito
 Insomnio o hipersomnia
 Falta de energía o fatiga
 Baja autoestima
 Dificultades para concentrarse o para tomar decisiones
 Sentimientos de desesperanza

c) Depresión maníaca

Este tipo de trastorno, también llamado Trastorno bipolar se clasifica como un


tipo de trastorno del estado de ánimo. Pese a que podemos incluirlo dentro de
los tipos de depresión, combina estados depresivos con estados de manía, es
decir, existen altibajos extremos. El trastorno bipolar es una patología seria, y
no debe confundirse con un estado inestabilidad emocional.

El tratamiento es distinto al de una depresión mayor, y requiere estabilizadores


de humor (como el litio), así como un acompañamiento profesional a través de
la psicoterapia y la atención al entorno familiar de los pacientes.
Síntomas de la depresión maníaca

 Sentimientos persistentes de tristeza


 Sentimiento de desesperanza o desamparo
 Baja autoestima
 Sensación de ineptitud
 Culpabilidad excesiva
 Deseos de morir
 Pérdida de interés en las actividades habituales o que antes se
disfrutaban
 Dificultad en las relaciones
 Perturbación del sueño (por ejemplo, insomnio, hipersomnia)
 Cambios del apetito o del peso
 Disminución de la energía
 Dificultad para concentrarse
 Disminución de la capacidad de tomar decisiones
 Pensamientos suicidas o intentos de suicidio
 Molestias físicas frecuentes (por ejemplo, dolor de cabeza, dolor de
estómago, fatiga)
 Intentos o amenazas de escaparse del hogar
 Hipersensibilidad ante el fracaso o el rechazo
 Irritabilidad, hostilidad, agresión

Los síntomas maníacos pueden abarcar:

 Autoestima exagerada
 Menor necesidad de descanso y sueño
 Mayor distracción e irritabilidad
 Excesiva participación en actividades placenteras y de alto riesgo que
pueden provocar consecuencias dolorosas, por ejemplo comportamiento
provocativo, destructivo o anti-social (promiscuidad sexual, conducción
imprudente, abuso del alcohol y de drogas).
 Aumento de la locuacidad (por ejemplo aumento en la velocidad del
habla, cambios rápidos de tema, intolerancia a las interrupciones)
 Sentimientos de "excitación" o de euforia
 Marcados cambios de estado de ánimo, por ejemplo inusitadamente feliz
o tonto, extrañamente enojado, agitado o agresivo
 Mayor deseo sexual
 Mayor nivel de energía
 Escaso sentido común en personas sensatas
d) Trastorno depresivo estacional (SAD)

Este estado depresivo recibe el nombre de Trastorno depresivo estacional


(SAD) y se caracteriza por ocurrir durante una cierta época del año,
generalmente durante el invierno.

Los síntomas generalmente se intensifican de manera lenta a finales del otoño


y en los meses de invierno. Estos síntomas son muy parecidos a los que se
presentan en otros tipos de depresión:

 Desesperanza
 Aumento del apetito con aumento de peso
 Aumento del sueño (el poco sueño es más común con otras formas de
depresión).
 Menos energía y capacidad para concentrarse
 Pérdida de interés en el trabajo y otras actividades
 Movimientos lentos
 Aislamiento social
 Tristeza e irritabilidad

e) Depresión psicótica

La depresión psicótica es un subtipo de depresión mayor el cual se presenta


cuando una enfermedad depresiva severa incluye algún tipo de psicosis. A
diferencia de los demás tipos de depresión, se caracteriza por la presciencia de
síntomas psicóticos: alucinaciones y/o delirios que alteran cualitativamente el
modo en el que se percibe la realidad.
f) Depresión posparto

Dentro de los tipos de depresión, podemos incluir la depresión posparto. Se


caracteriza porque puede ocurrir poco después del parto.

Este tipo de depresión puede presentarse hasta un año más tarde de que la
mujer haya dado, pese a que es habitual que ocurra dentro de los primeros tres
meses después del parto.

Causas de la depresión posparto

Algunas de las causas de la depresión postparto, son las siguientes:

 Cambios a nivel corporal del embarazo y el parto (por ejemplo, debido al


cambio hormonal)
 Cambios en las relaciones laborales y sociales
 Tener menos tiempo y libertad para sí misma
 Cambios el ciclo sueño-vigilia debido al nacimiento
 Preocupaciones acerca de su capacidad para ser una buena madre

Causas

No se sabe exactamente qué causa la depresión, pero puede haber una


variedad de factores involucrados. Algunos de ellos son los siguientes:

Química cerebral. Los neurotransmisores son sustancias químicas que están


naturalmente presentes en el cerebro y transmiten señales a otras partes del
cerebro y el cuerpo. Cuando estas sustancias químicas son anómalas o
deficientes, la función de los receptores nerviosos y los sistemas nerviosos
cambia, lo cual da origen a la depresión.

Hormonas. Los cambios en el equilibrio hormonal del cuerpo pueden estar


involucrados en la causa o el desencadenamiento de la depresión.

Rasgos heredados. La depresión es más común en personas cuyos familiares


de sangre, como un padre o un abuelo, también sufren la enfermedad.

Trauma de la primera infancia. Los eventos traumáticos durante la infancia,


como el maltrato físico o emocional o la pérdida de un padre, pueden causar
cambios en el cerebro que hacen que una persona sea más susceptible a la
depresión.

Patrones de pensamiento negativo aprendidos. La depresión en los


adolescentes puede estar relacionada con aprender a sentirse
desesperanzados, en lugar de aprender a sentirse capaces de encontrar
soluciones para los desafíos de la vida.

Factores de riesgo

Existen numerosos factores que aumentan el riesgo de desarrollar o


desencadenar una depresión en adolescentes:

 Tener problemas que impactan de manera negativa en la autoestima,


como la obesidad, los conflictos con compañeros, el acoso escolar
prolongado o los problemas académicos
 Haber sido víctima o testigo de violencia, como abuso sexual o físico
 Padecer otras enfermedades de salud mental, como trastorno bipolar,
trastorno de ansiedad, trastorno de personalidad, anorexia o bulimia
 Tener una deficiencia en el aprendizaje o padecer un trastorno de déficit
de atención con hiperactividad (TDAH)
 Tener dolor continuo o una enfermedad física crónica, como cáncer,
diabetes o asma
 Tener ciertos rasgos de personalidad, como baja autoestima o ser
excesivamente dependiente, autocrítico o pesimista
 Abusar del alcohol, la nicotina u otras drogas
 Ser homosexual, bisexual o transexual en un entorno que lo rechaza

Los antecedentes familiares y los problemas con la familia u otras personas


también pueden aumentar el riesgo de que el adolescente tenga depresión, por
ejemplo:

 Tener un padre, un abuelo u otro familiar de sangre que padezca


depresión, trastorno bipolar o problemas de alcoholismo
 Tener un familiar que se suicidó
 Tener una familia disfuncional y conflictiva
 Haber experimentado situaciones estresantes recientemente, como el
divorcio de los padres, que el padre o la madre estén prestando el
servicio militar o la muerte de un ser querido

¿Quiénes están en riesgo de depresión adolescente?

La depresión puede ocurrir a cualquier edad, pero a menudo comienza en la


adolescencia o al comienzo de la adultez. Ciertos adolescentes tienen un
mayor riesgo de depresión, como quienes:

 Tienen otras afecciones de salud mental, como ansiedad, trastornos de


la alimentación y uso de sustancias
 Tienen otras enfermedades, como diabetes, cáncer y enfermedades del
corazón
 Tienen familiares con enfermedades mentales
 Tienen un conflicto familiar o una familia disfuncional
 Tienen problemas con amigos u otros compañeros en la escuela
 Tienen problemas de aprendizaje o trastorno de déficit de atención e
hiperactividad (TDAH)
 Han sufrido un trauma en la infancia
 Tienen baja autoestima, una perspectiva pesimista o poca capacidad de
enfrentar situaciones
 Son lesbianas, gays, bisexuales o transgénero, especialmente cuando
sus familias no los apoyan

Complicaciones

La depresión sin tratar puede resultar en problemas emocionales, de


comportamiento y de salud que afectan cada área de la vida de tu hijo
adolescente. Las complicaciones relacionadas con la depresión adolescente
pueden incluir, por ejemplo:

 Abuso de drogas y de alcohol


 Problemas académicos
 Conflictos familiares y dificultades en las relaciones
 Involucramiento con el sistema de justicia juvenil
 Intentos de suicidio o suicidio

¿Cómo me puedo ayudar si estoy deprimido?

A medida que continúe el tratamiento, poco a poco comenzará a sentirse


mejor. Recuerde que, si está tomando un antidepresivo, este puede demorarse
de 2 a 4 semanas para hacer efecto. Trate de hacer las cosas que solía
disfrutar. No se presione. Otras cosas que le pueden ayudar incluyen:

 Trate de ser activo y hacer ejercicio


 Divida las tareas grandes en tareas pequeñas, establezca prioridades y
haga lo que pueda cuando pueda
 Pase tiempo con otras personas y hable con un familiar o amigo sobre lo
que siente
 Retrase la toma de decisiones importantes en su vida hasta que se
sienta mejor y hable sobre sus decisiones con otras personas que lo
conozcan bien
 Evite automedicarse con alcohol o con medicamentos que no le fueron
recetados

¿Cómo puedo ayudar a un ser querido que está deprimido?

Si conoce a alguien con depresión, lo primero que debe hacer es ayudarle a


ver a un médico o profesional de la salud mental. También puede hacer lo
siguiente:

 Ofrézcale apoyo emocional, comprensión, paciencia y ánimo


 Nunca ignore ningún comentario que haga sobre el suicidio e infórmele
al terapeuta o al proveedor de atención médica de esa persona
 Invítelo a caminar, pasear o participar en otras actividades
 Ayúdelo a seguir el plan de tratamiento, tal vez recordándole que se
tome los medicamentos que le recetaron
 Asegúrese de que tenga un medio de trasporte para llegar a sus citas de
psicoterapia
 Recuérdele que la depresión desaparecerá con el tiempo y el
tratamiento

Alarmantes consecuencias de la depresión adolescente

Es un problema que puede desencadenar enormes tragedias familiares y que


no está en la pauta de debates pendientes, ni en programas articulados para
hacerle frente y cambiar una realidad que no solo ha permanecido, sino que
muestra alarmantes tendencias de incremento: la depresión de niños y
adolescentes que en más oportunidades que las que se quisiera observar,
impulsan al suicidio.

Esta última circunstancia, la decisión de un niño o un joven a terminar su vida


es considerada, en principio, como una situación imposible, nadie podría
pensar que una persona a esa temprana edad, en la plenitud de sus facultades,
actúe de ese modo, más explícitamente, que alguno de los jóvenes de nuestra
familia atente contra su vida.

Sin embargo, esta realidad temible, que suele ocultarse donde ha ocurrido, por
la culpa implícita de quienes estuvieron en las cercanía de la víctima y no
fueron capaces de intuir la situación y que no pudieron, en consecuencia,
impedirlo, es una posibilidad concreta. En efecto, la depresión, una de las
causas más frecuentes del suicidio, es una de las enfermedades que perturba
a los chilenos. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su último
informe sobre “Depresión y otros Desórdenes Mentales Comunes”, informa que
844.253 personas mayores de 15 años tienen depresión, lo que corresponde
aproximadamente al 5% de la población. También reveló que el 6,5% tiene
ansiedad, a saber, 1.100.584 personas.
La tasa de suicidios en jóvenes va en aumento cada año, posicionándose en el
segundo lugar de los países de la Ocde, para esta organización, como
consecuencia de una sociedad competitiva y estereotipada, en un país donde
los medios son insuficientes para detectar a tiempo estos problemas. Según
datos del Ministerio de Salud, las muertes autoprovocadas alcanzarán los 12
casos por cada 100 mil habitantes en 2020, en la población de 10 a 19 años.

La niñez tardía y la adolescencia, enfrenta una fase de su desarrollo que se ha


descrito como una crisis entre identidad versus confusión, una etapa en la cual
cada persona tiene que asumir su posición social, cultural y sexual.

Efectos de la Depresión

Los efectos mencionados a continuación son ejemplos de lo que podría ocurrir


si la persona no obtiene el tratamiento que necesita.

 Aislamiento social o retraimiento


 Mayor riesgo de desarrollar otro padecimiento de salud mental
 Desempeño deficiente en el trabajo o la escuela
 Falta de control sobre los impulsos
 Toma de malas decisiones
 Niveles de ansiedad elevados
 Dificultades con las relaciones interpersonales
 Debilitamiento del sistema inmunológico
 Úlceras y dolores de cabeza crónicos debido a la tensión
 Presión arterial elevada
 Obesidad
 Uso / abuso de sustancias nocivas
 Conductas autolesivas
 Pensamientos suicidas
 Muerte por suicidio

Diagnóstico de la depresión

Un episodio depresivo se diagnostica a través de los siguientes parámetros:


 Estado de ánimo depresivo, de duración no inferior a dos semanas.
 Situación no atribuible al empleo de sustancias psicoactivas o a la
presencia de algún trastorno mental orgánico.
 Presencia de síndrome somático: en otras clasificaciones se denominan
“síntomas melancólicos” o “síntomas endogenomorfos”. Son:
 Disminución o desaparición del interés y la capacidad de disfrute
por las cosas que anteriormente resultaban placenteras.
 Ausencia de respuestas emocionales ante eventos que,
generalmente, suelen desencadenar reacciones.
 Alteraciones del sueño: es especialmente frecuente la
incapacidad de conciliar el sueño (insomnio de conciliación), la de
mantenerlo durante más de dos horas consecutivas (insomnio de
mantenimiento), o despertarse al menos dos horas antes de la
hora prevista.
 Empeoramiento progresivo durante el día del humor depresivo.
 Aparición de lentitud en las funciones motoras o agitación.
 Disminución marcada del apetito.
 Disminución del peso corporal por descontrol alimentario
(aumento o descenso marcado del apetito) de al menos un 5% en
el último mes evaluado.
 Disminución marcada o ausencia de apetito sexual.
 Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo.
Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
 Autoreproches constantes y desproporcionados con sentimiento
de culpa excesiva e inadecuada.
 Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo
tentativas.
 Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento.
Suele acompañarse de falta de decisión.

¿Cómo se diagnostica la depresión en adolescentes?

Si crees que este deprimido, dile a alguien en quien confías, por ejemplo:

 Padres o tutores
 Maestros o consejeros
 Médicos

El siguiente paso es visitar a tu médico para un chequeo. Tu médico puede


primero asegurarse de que no tienes otro problema de salud que esté
causando la depresión. Para hacer esto, es posible que haga un examen físico
y pruebas de laboratorio.

Si no tienes otro problema de salud, obtendrás una evaluación psicológica. Tu


médico puede hacerlo o puede referirte a un profesional de salud mental para
ello. Te pueden preguntar cosas como:

 Pensamientos y sentimientos
 Cómo te va en la escuela
 Cualquier cambio en tu alimentación, sueño o energía
 Si piensas en suicidarte
 Si usas alcohol o drogas

Evaluación de depresión

¿Qué es una evaluación de depresión?

Una evaluación de depresión, también llamada test de depresión, permite


averiguar si una persona está deprimida. La depresión es una enfermedad
común pero grave. Todas las personas se sienten tristes a veces, pero la
depresión es diferente de la tristeza normal o el duelo. La depresión puede
afectar la manera de pensar, sentir y el comportamiento. Dificulta el
funcionamiento en el hogar y en el trabajo. Una persona deprimida puede
perder el interés en actividades que antes disfrutaba. Algunas personas con
depresión se sienten inútiles y están en riesgo de hacerse daño a sí mismas.

Hay diferentes tipos de depresión. Los más comunes son:

Depresión mayor: Causa sentimientos persistentes de tristeza, enojo o


frustración. La depresión mayor puede durar varias semanas o más

Trastorno depresivo persistente: Causa síntomas depresivos que duran dos


años o más
Depresión posparto: Después de dar a luz, muchas mujeres se sienten
tristes, pero la depresión posparto causa una tristeza y una ansiedad extremas
después del parto. Puede impedir que una mujer se cuide a sí misma o a su
bebé

Trastorno afectivo estacional: Este tipo de presión suele ocurrir en el


invierno, cuando hay menos sol durante el día. La mayoría de las personas con
trastorno afectivo estacional se siente mejor en la primavera y el verano

Depresión psicótica: Ocurre con una psicosis, un problema psiquiátrico más


grave. La psicosis puede hacer que una persona pierda contacto con la
realidad

Trastorno bipolar: Antes conocido como depresión maníaca. Las personas


con trastorno bipolar tienen episodios alternantes de manía (euforia extrema) y
depresión

Afortunadamente, la mayoría de las personas con depresión se sienten mejor


después de recibir tratamiento con medicamentos o terapia de conversación
(psicoterapia).

¿Para qué se usa?

Un test de depresión se usa para diagnosticar la enfermedad. Su médico o


profesional de atención primaria podría hacerle una prueba si usted tiene
signos de depresión. Si la evaluación confirma que tiene depresión, puede ser
que necesite tratamiento con un profesional de salud mental. Un profesional de
salud mental se especializa en el diagnóstico y el tratamiento de los problemas
de salud mental. Si usted ya está viendo a un profesional de salud mental,
puede que necesite una prueba de depresión para guiar el tratamiento.

¿Por qué necesito una evaluación de depresión?

Usted podría necesitar una prueba de depresión si tiene signos de depresión,


por ejemplo:

 Pérdida de interés o placer en actividades de la vida diaria o de otro tipo,


como pasatiempos, deportes o sexo
 Enojo, frustración o irritabilidad
 Problemas del sueño: Dificultad para conciliar el sueño o dormir
(insomnio), o dormir demasiado
 Fatiga y falta de energía
 Ansiedad
 Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
 Sentimientos de culpa o inutilidad
 Subir o bajar de peso excesivamente

Uno de los signos de depresión más graves es pensar en suicidarse o intentar


quitarse la vida. Si usted está pensando en hacerse daño o suicidarse, busque
ayuda de inmediato. Hay muchas maneras de conseguir ayuda. Usted puede:

 Llamar al 911 o ir a su sala de emergencias local


 Llamar a su profesional de salud mental o a otro profesional de la salud
 Llamar a un ser querido o un amigo cercano

¿Qué sucede durante una prueba de depresión?

El profesional de la salud puede hacerle un examen físico y preguntas acerca


de cómo se siente, su estado de ánimo, sus hábitos de sueño y otros síntomas.
También podría pedir análisis de sangre para averiguar si tiene un problema
físico, como anemia o enfermedad de la tiroides, que puede estar causando la
depresión.

En una prueba de sangre, el profesional de la salud toma una muestra de


sangre de una vena de un brazo con una aguja pequeña. Después de insertar
la aguja, extrae una pequeña cantidad de sangre y la coloca en un tubo de
ensayo o frasco. Tal vez sienta una molestia leve cuando la aguja se introduce
o se saca, pero el procedimiento suele durar menos de cinco minutos.

Si lo examina un profesional de salud mental, tal vez le haga preguntas más


detalladas sobre sus sentimientos y comportamientos. También podría pedirle
que conteste un cuestionario sobre esto.

¿Tiene algún riesgo la evaluación?

Hacerse un examen físico o contestar un cuestionario no implica ningún riesgo.


Los riesgos de un análisis de sangre son mínimos. Tal vez sienta un dolor leve
o se le forme un moretón en el lugar donde se inserta la aguja, pero la mayoría
de los síntomas desaparecen rápidamente.

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo y de la gravedad de los síntomas de depresión


del adolescente. Una combinación de terapia de conversación (psicoterapia) y
medicamentos puede ser muy efectiva para la mayoría de los adolescentes con
depresión.

Si el adolescente sufre depresión grave o corre peligro de autolesionarse, es


posible que necesite una internación hospitalaria o participar en un programa
de tratamiento ambulatorio hasta que mejoren sus síntomas.

A continuación, se presentan con más detalle las opciones de tratamiento para


la depresión.

Medicamentos

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó 2


medicamentos para la depresión adolescente: fluoxetina (Prozac) y
escitalopram (Lexapro). Habla con el médico de tu hijo sobre las opciones de
medicamentos y los posibles efectos secundarios para evaluar los riesgos y los
beneficios.

Alerta de la FDA

La mayoría de los antidepresivos generalmente son seguros; sin embargo, la


FDA (Food and Drug Administration, Administración de Alimentos y
Medicamentos) requiere que todos los antidepresivos tengan una advertencia
que aparece en un recuadro negro, la advertencia más estricta para las
recetas. En algunos casos, los niños, adolescentes y adultos jóvenes menores
de 25 años pueden tener un aumento en pensamientos o comportamientos
suicidas cuando toman antidepresivos, especialmente en las primeras semanas
después de haber empezado o cuando se cambia la dosis.
Se debe vigilar de cerca a todas las personas que toman antidepresivos por si
empeora la depresión o si tienen comportamientos inusuales, especialmente
cuando se comienza por primera vez con un medicamento nuevo o con un
cambio de dosis. Si tu hijo adolescente tiene pensamientos suicidas mientras
toma un antidepresivo, comunícate de inmediato con tu médico o busca ayuda
de urgencia.

En la mayoría de los adolescentes, es probable que los beneficios de tomar un


antidepresivo superen los riesgos. Recuerda que es más probable que los
antidepresivos reduzcan el riesgo de suicidio a largo plazo al mejorar el estado
de ánimo.

Cómo encontrar el medicamento adecuado

Cada paciente es diferente, de manera que hallar el medicamento o la dosis


adecuada para tu hijo adolescente puede requerir un período de prueba y error.
Esto requiere paciencia, ya que algunos medicamentos tardan algunas
semanas, o más, en hacer efecto o los efectos secundarios tardan en aliviarse
a medida que se adapta el cuerpo. Anima a tu hijo adolescente para que no se
dé por vencido.

Los rasgos hereditarios tienen un papel en la manera en que los antidepresivos


afectan a las personas. En algunos casos, cuando se encuentran disponibles,
los resultados de los análisis genéticos (realizados mediante análisis de sangre
o exudado de la mejilla) pueden dar indicaciones sobre cómo responderá el
cuerpo a un antidepresivo en particular. Sin embargo, hay otras variables no
genéticas que pueden afectar la respuesta al medicamento.

Control de los medicamentos

Supervisa cuidadosamente el uso de medicamentos de tu hijo adolescente.


Para que funcionen de manera adecuada, los antidepresivos deben tomarse de
manera constante y según la dosis recetada. Dado que la sobredosis es un
riesgo para los adolescentes con depresión, es posible que el médico recete
solo cantidades pequeñas de píldoras cada vez o que te recomiende distribuir
los medicamentos de modo que tu hijo adolescente no tenga una gran cantidad
de píldoras disponible al mismo tiempo.

Si tu hijo adolescente tiene efectos secundarios molestos, no debe dejar de


tomar un antidepresivo sin antes hablar con el médico. Algunos antidepresivos
pueden causar síntomas de abstinencia, a menos que se reduzca
progresivamente la dosis. Dejar los antidepresivos repentinamente puede
causar un empeoramiento repentino de la depresión.

Antidepresivos y embarazo

Si tu hija adolescente está embarazada o en periodo de lactancia, algunos


antidepresivos pueden representar un mayor riesgo para la salud del nonato o
del lactante. Si tu hija adolescente queda embarazada o planea quedar
embarazada, asegúrate de que hable con el médico acerca de los
medicamentos antidepresivos y el control de la depresión durante el embarazo.

Psicoterapia

La psicoterapia, también llamada asesoramiento psicológico o terapia de


conversación, es un término general para tratar la depresión en la que se habla
con un profesional de salud mental sobre la depresión y otras cuestiones
relacionadas. Los diferentes tipos de psicoterapia pueden resultar efectivos
para la depresión, como la terapia cognitivo-conductual o la terapia
interpersonal.

La psicoterapia puede realizarse de manera individual, con los miembros de la


familia o en grupo. A lo largo de las sesiones regulares, su hijo podrá:

 Aprender sobre las causas de la depresión


 Aprender a identificar y modificar las conductas o pensamientos
perjudiciales para la salud.
 Explorar relaciones y experiencias
 Encontrar mejores formas de enfrentar y solucionar problemas
 Establecer objetivos realistas
 Recuperar el sentimiento de felicidad y de control.
 Ayudar a aliviar los síntomas de depresión, como la desesperanza y el
enojo.
 Adaptarse a una crisis u otra dificultad actual.

Hospitalización y otros programas de tratamiento

En el caso de algunos adolescentes, la depresión es tan grave que se necesita


una estancia hospitalaria, especialmente si existe el riesgo de que el
adolescente se dañe a sí mismo o lastime a alguien más. El tratamiento
psiquiátrico en un hospital puede ser útil para que el adolescente se tranquilice
y se encuentre a salvo hasta que los síntomas puedan controlarse mejor.

Los programas de tratamiento de día también pueden resultar útiles. Estos


programas ofrecen el apoyo y el asesoramiento psicológico necesarios
mientras se logran controlar los síntomas de la depresión del adolescente.

Estilo de vida y remedios caseros

Tú eres el mejor defensor de tu hijo adolescente para ayudarlo a recuperarse.


Además del tratamiento profesional, a continuación te ofrecemos algunas
medidas útiles para ti y tu hijo:

Sigue el plan de tratamiento. Asegúrate de que tu hijo asista a las consultas,


incluso si no tiene ganas de ir. Aunque tu hijo ya se sienta bien, asegúrate de
que continúe tomando los medicamentos según las indicaciones. Si tu hijo deja
de tomar los medicamentos, los síntomas de la depresión pueden volver a
aparecer. Y dejar los medicamentos de repente puede causar síntomas
similares a los de la abstinencia.

Obtén información acerca de la depresión. La educación puede fortalecer a


tu hijo adolescente y motivarlo para que cumpla con el plan de tratamiento.
También puede ser beneficioso para ti y para otros seres queridos informarse
sobre la depresión y entender que puede tratarse.

Promueve la comunicación con tu hijo adolescente. Habla con tu hijo sobre


los cambios que observas y haz hincapié en tu apoyo incondicional. Genera un
entorno en el que tu hijo pueda compartir sus inquietudes mientras lo escuchas.

Presta atención a los signos de advertencia. Trabaja con el médico o el


terapeuta de tu hijo para saber qué podría desencadenar los síntomas de
depresión. Elabora un plan para que tú y tu hijo sepan qué hacer si los
síntomas empeoran. Pide ayuda a familiares o amigos para que también
presten atención a las señales de advertencia.

Asegúrate de que tu hijo adolescente adopte hábitos saludables. Hacer


ejercicio regularmente, incluso actividad física liviana, puede ayudar a reducir
los síntomas de depresión. Dormir una cantidad saludable de tiempo cada día
es importante para todos los adolescentes, en especial los que tienen
depresión. Si tu hijo tiene problemas para dormir, pídele consejos al médico.

Ayuda a tu hijo adolescente a evitar el alcohol y otras drogas. Tal vez tu


hijo crea que el alcohol, la marihuana u otras drogas alivian los síntomas de la
depresión, pero a la larga los empeoran y dificultan el tratamiento. Habla con el
médico o terapeuta si tu hijo necesita ayuda para lidiar con el consumo de
alcohol o drogas.

Elimina o limita el acceso a los objetos que tu hijo podría utilizar para
autolesionarse. Esto puede incluir retirar o colocar las armas en un lugar
seguro, retirar objetos filosos, alcohol o medicamentos riesgosos de la casa si
vives con un adolescente que tiene depresión.

Medicina alternativa

Asegúrate de que tú y tu hijo adolescente entiendan los riesgos y los posibles


beneficios si tu hijo desea usar terapias alternativas o complementarias. No
reemplaces el tratamiento médico convencional o la psicoterapia por medicinas
alternativas. Cuando se trata de depresión, los tratamientos alternativos no son
buenas opciones para reemplazar la atención médica.

Algunos ejemplos de técnicas que pueden ayudar a tratar la depresión


incluyen:

 Acupuntura
 Técnicas de relajación, como respiración profunda
 Yoga o tai chi
 Meditación
 Imágenes guiadas
 Masoterapia
 Musicoterapia o arteterapia
 Espiritualidad

Prevención

No existe una manera segura de prevenir la depresión. Sin embargo, estas


estrategias pueden ser de ayuda. Alienta a tu hijo adolescente a que haga lo
siguiente:

Tomar medidas para controlar el estrés, aumentar la resiliencia y mejorar la


autoestima para ayudar a manejar los problemas cuando surjan

Buscar el apoyo de amigos y de la sociedad, en especial en tiempos de


crisis

Recibir tratamiento a la primera señal de problemas para evitar que la


depresión empeore

Mantener el tratamiento en curso, si se recomienda, incluso después de que


los síntomas desaparezcan, para evitar una recaída en la depresión.
BIBLIOGRAFÍA

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https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/depression/symptoms-
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