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La Asamblea Nacional francesa de 1789-1791 y la

invención de la Constitución

El trabajo da cuenta del magno acontecimiento de la historia política francesa que empezó por
ser una reunión de los Estados Generales a la antigua usanza feudal y que, por voluntad de sus
integrantes, se convirtiera en una Asamblea Nacional y en un verdadero Congreso
Constituyente que le diera a Francia su primera Constitución. Se centra en los debates y
discusiones habidos en el seno de aquel prolongado foro, pues de ellos se desprenden los
principios y valores que son sustento del constitucionalismo moderno. Ese documento
fundamental es, entre otras virtudes, una gran aportación pedagógica, ya que no es una mera
ordenación de reglas y disposiciones, sino que se acompañaron a tales normas los
fundamentos que las sustentaban y legitimaban; es decir, contiene una amplia y fundada
teoría del Estado.

¿Era posible una monarquía constitucional en Francia?


1791-1792

La constitución de 1791 había establecido que la nueva forma de


gobierno en Francia sería una monarquía constitucional con
separación de poderes, como recuerdas, una de las principales
propuestas de los filósofos ilustrados:
• El rey tendría el poder ejecutivo (dirigiría el gobierno).
• La Asamblea Nacional tendría el poder legislativo (elaboraría las
leyes).
• Los tribunales de justicia serían independientes de ambas
instituciones.

Según la nueva Constitución, los diputados de la Asamblea


Nacional serían elegidos cada dos años por votación
popular (sufragio). Sin embargo, se nota que los diputados que
redactaron esta constitución eran burgueses acomodados, porque se
estableció que sólo podrían votar y presentarse a las elecciones
los ciudadanos (hombres) que dispusieran de unos
determinados niveles de riqueza. A este sistema de votación se le
denomina sufragio censitario, porque para poder votar había que
tener un patrimonio reconocido en el censo de cada población.
 
Los campesinos más pobres, los
vagabundos, mendigos, artesanos, obreros
asalariados, hombres y mujeres que
habían luchado en las calles por el
triunfo de la Revolución, se veían de
este modo apartados de la
participación política. ¿Podrían aceptarlo
ahora que se habían acostumbrado a ser Fotografía en Wikimedia Commons
de W. C. Minor bajo Dominio público
protagonistas de la Historia?
Todo iba depender de que la nueva
Asamblea Nacional que resultara de las elecciones resolviera la crisis
económica, el problema del hambre, la subida de los precios y
pusiera paz en un país revuelto.

El primer intento de monarquía constitucional en Francia estaba


condenado a fracasar por diferentes motivos. Fíjate la de problemas
que iba encontrar el nuevo gobierno:

 El rey que debía encabezar el gobierno, Luis XVI, había


aceptado la Constitución de mala gana, y su mayor
aspiración era recobrar su poder absoluto con la ayuda de
los reyes vecinos, principalmente el de Austria, de donde era su
mujer María Antonieta.

  En la nueva Asamblea que resultó de las primeras elecciones


populares (aunque sólo votaron los más ricos) se formaron
pronto grupos enfrentados ante las decisiones que debían
tomarse. La unidad de los primeros tiempos, cuando todos
lucharon juntos contra el Antiguo Régimen, se había acabado.

 La situación económica seguía empeorando, y el hambre y


la carestía de los alimentos tenían descontento al pueblo, que
además se sentía un poco engañado al haber quedado apartado
de la participación política.

 Los enemigos de la Revolución (nobles y eclesiásticos) se


habían reorganizado y en muchas partes del país habían
reclutado ejércitos para luchar contra el nuevo gobierno.
Constitución francesa de 1791
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Constitución de 1791.

La Constitución francesa de 1791, la primera constitución escrita de la


historia francesa, fue promulgada por la Asamblea Nacional Constituyente el 3
de septiembre de 1789 y aceptada por Luis XVI.1 Contenía la reforma del
Estado francés, quedando Francia configurada como una monarquía
constitucional.
La Constitución establece que la soberanía reside en la nación y ya no en el
rey, que se titula "rey de los franceses". Proclama la libertad de pensamiento y
de prensa, y la libertad religiosa. Suprime la nobleza y las distinciones
hereditarias, las órdenes de caballería, las corporaciones y gremios, y
establece el libre acceso a los oficios y funciones que hasta ahora se
reservaban a la nobleza o se heredaban. El mantenimiento de los lugares de
culto pasa a depender del Estado que remunerará a los religiosos. 2
Garantiza la inviolabilidad de la propiedad privada. Crea un servicio de
instrucción pública para proveer a los ciudadanos con una educación básica
libre y gratuita. Crea también un establecimiento público de beneficencia para
encargarse de los niños huérfanos y cuidar de las personas con discapacidad. 2

Aceptación de la Constitución de 1791 (autoría desconocida, siglo XVIII).


Proclamación de la Constitución en la plaza del mercado de los Inocentes, 14 de septiembre de
1791, (Museo de la Revolución francesa).

Instaura la división de los poderes ejecutivos, legislativos y jurídicos.

 La elaboración de las leyes correspondía a una Asamblea Nacional Legislativa


(Francia). Votaba las leyes, los impuestos y declaraba la guerra, con aprobación
del rey.
 El poder ejecutivo quedaba en manos de la monarquía, el rey tiene el poder de
nombrar y destituir a los ministros.
 El poder judicial se otorgaba a unos tribunales independientes.
Se declara la igualdad de los ciudadanos ante los impuestos, que serán
proporcionales a las propiedades e ingresos. El sistema fiscal también fue
modificado: se eliminaron los impuestos indirectos y se implantaron impuestos
directos, cuya cantidad dependía de la riqueza que se poseyera (ya fueran
tierras, propiedades urbanas o negocios industriales o comerciales). [cita  requerida]
El sistema de elección de los diputados de la Asamblea Legislativa era el
siguiente: se clasificaba a los varones franceses (las mujeres quedaron
excluidas de la ciudadanía) en "ciudadanos activos" (los que pagaban
impuestos directos equivalentes a 3 días de trabajo, tuviesen más de 25 años y
residieran desde hacía más de un año en su comarca) y "ciudadanos pasivos"
(quienes no pagasen impuestos). Solo los "ciudadanos activos" elegían a los
electores de su departamento. Dichos electores eran quienes escogían a
los diputados provinciales para la asamblea. En 1791, Francia contaba con
4 298 360 ciudadanos activos que representaban 61 % de los hombres y 15 %
de la población total.3A este tipo de elección se le llama censitaria (sólo pueden
votar los más ricos) e indirecta, puesto que los diputados no son votados
directamente por todos los que tienen derecho al voto, sino a través de sus
representantes.
El preámbulo de la constitución francesa de 1791 fue la Declaración de los Derechos del
hombre y del ciudadano:4
Preámbulo
Los representantes del pueblo constituidos en Asamblea nacional, considerando
que la ignorancia, el olvido o el menosprecio de los derechos del hombre son las
únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos,
han resuelto exponer, en una declaración solemne, los derechos naturales,
inalienables y sagrados del hombre, a fin de que esta declaración,
constantemente presente para todos los miembros del cuerpo social, les
recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes; a fin de que los actos del poder
legislativo y del poder ejecutivo, al poder cotejarse a cada instante con la
finalidad de toda institución política, sean más respetados y para que las
reclamaciones de los ciudadanos, en adelante fundadas en principios simples e
indiscutibles, redunden siempre en beneficio del mantenimiento de la
Constitución y de la felicidad de todos.
En consecuencia, la Asamblea nacional reconoce y declara, en presencia del
Ser Supremo y bajo sus auspicios, los siguientes derechos del hombre y del
ciudadano:
Artículo primero.- Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en
derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común.
Artículo 2.- La finalidad de toda asociación política es la conservación de los
derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Tales derechos son la
libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.
Artículo 3.- El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación.
Ningún cuerpo, ningún individuo, pueden ejercer una autoridad que no emane
expresamente de ella.
Artículo 4.- La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudique a
otro: por eso, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene
otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el
goce de estos mismos derechos. Tales límites sólo pueden ser determinados
por la ley.
Artículo 5.- La ley sólo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales para la
sociedad. Nada que no esté prohibido por la ley puede ser impedido, y nadie
puede ser constreñido a hacer algo que ésta no ordene.
Artículo 6.- La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos
tienen derecho a contribuir a su elaboración, personalmente o por medio de sus
representantes. Debe ser la misma para todos, ya sea que proteja o que
sancione. Como todos los ciudadanos son iguales ante ella, todos son
igualmente admisibles en toda dignidad, cargo o empleo públicos, según sus
capacidades y sin otra distinción que la de sus virtudes y sus talentos.
Artículo 7.- Ningún hombre puede ser acusado, arrestado o detenido, como no
sea en los casos determinados por la ley y con arreglo a las formas que ésta ha
prescrito. Quienes soliciten, cursen, ejecuten o hagan ejecutar órdenes
arbitrarias deberán ser castigados; pero todo ciudadano convocado o
aprehendido en virtud de la ley debe obedecer de inmediato; es culpable si
opone resistencia.
Artículo 8.- La ley sólo debe establecer penas estricta y evidentemente
necesarias, y nadie puede ser castigado sino en virtud de una ley establecida y
promulgada con anterioridad al delito, y aplicada legalmente.
Artículo 9.- Puesto que todo hombre se presume inocente mientras no sea
declarado culpable, si se juzga indispensable detenerlo, todo rigor que no sea
necesario para apoderarse de su persona debe ser severamente reprimido por
la ley.
Artículo 10.- Nadie debe ser incomodado por sus opiniones, inclusive religiosas,
a condición de que su manifestación no perturbe el orden público establecido
por la ley.
Artículo 11.- La libre comunicación de pensamientos y de opiniones es uno de
los derechos más preciosos del hombre; en consecuencia, todo ciudadano
puede hablar, escribir e imprimir libremente, a trueque de responder del abuso
de esta libertad en los casos determinados por la ley.
Artículo 12.- La garantía de los derechos del hombre y del ciudadano necesita
de una fuerza pública; por lo tanto, esta fuerza ha sido instituida en beneficio de
todos, y no para el provecho particular de aquellos a quienes ha sido
encomendada.
Artículo 13.- Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de
administración, resulta indispensable una contribución común; ésta debe
repartirse equitativamente entre los ciudadanos, proporcionalmente a su
capacidad.
Artículo 14.- Los ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por sí mismos o a
través de sus representantes, la necesidad de la contribución pública, de
aceptarla libremente, de vigilar su empleo y de determinar su prorrata, su base,
su recaudación y su duración.
Artículo 15.- La sociedad tiene derecho a pedir cuentas de su gestión a todo
agente púbico.
Artículo 16.- Toda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los
derechos, ni determinada la separación de los poderes, carece de Constitución.
Artículo 17.- Siendo la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede
ser privado de ella, salvo cuando la necesidad pública, legalmente comprobada,
lo exija de modo evidente, y a condición de una justa y previa indemnización.

Notas y referencias[editar]
1. ↑ Pierre Armand Dufau, Jean Baptiste Duvergier, J. Guadet, Collection des
constitutions, chartes et lois fundamentales des peuples de L'Europe et des deux
Amériques: avec des précis offrant l'histoire des libertés et des institutions politiques chez
les nations modernes; et une table alphabétique raisonnée des matier̀es, Volumen 1, París,
1832, tomo VI, pág. 132. Digitalizado por Google.
2. ↑ Saltar a:a b Véanse introducción y Título I en el texto de la Constitución en "Enlaces
externos".
3. ↑ Jean Tulard, Jean-François Fayard & Alfred Fierro, Histoire et dictionnaire de la
Révolution française. 1789-1799, ediciones Robert Laffont, colección «Bouquins», París,
1987, 1998, págs. 650-651, ISBN 978-2221088500.
4. ↑ «Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano - 1789 -
Monografias.com».

3 de septiembre de 1791 La Constitución francesa de 1791 contenía la reforma del Estado


francés. Francia quedaba configurada como una monarquía constitucional. Las antiguas
divisiones administrativas eran sustituidas por los departamentos, cuyas autoridades serán
elegidas localmente. La elaboración de las leyes correspondía a una Asamblea Legislativa, y el
poder ejecutivo quedaba en manos de la monarquía. El poder judicial se otorgaba a unos
tribunales independientes. El sistema fiscal también fue modificado: se eliminaron los
impuestos indirectos y se implantaron impuestos directos, cuya cantidad dependía de la
riqueza que se poseyera (ya fueran tierras, propiedades urbanas o negocios industriales o
comerciales). El sistema de elección de los diputados de la Asamblea Legislativa era el
siguiente: se clasificaba a los varones franceses (las mujeres quedaron excluidas) en "activos"
(los que pagaban un determinado nivel de impuestos directos, tuviesen más de 25 años y
supiesen leer y escribir) y "pasivos" (quienes, por no tener propiedades o negocios, no pagasen
impuestos o fuesen analfabetos). Sólo los ciudadanos "activos" elegían a los electores de su
departamento. Dichos electores eran quienes escogían a los diputados provinciales para la
asamblea. A este tipo de elección se le llama censitaria (sólo pueden votar los más ricos) e
indirecta, puesto que los cargos importantes no son votados directamente por la población,
sino a través de sus representantes.

Manuel A. Torremocha Jiménez

http://www.ieslasmusas.org/geohistoria/constiticionfrancesa1791.pdf

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