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UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA

CIMA

LIDERAZGO EN
TIEMPOS DE CRISIS

NOMBRE : EDGAR AIMA GARCIA


LUCY MARILIA ANA CUEVA CHOQUE
BONDI CONDORI QUISPE
VERONICA TICONA NINAJA
FRANK CUADROS CALIZAYA

DOCENTE : DR. MANUEL YURI APAZA VALENCIA


CURSO : LIDERAZGO
CICLO : III
BONDI
LIDERAZGO EN TIEMPOS DE CRISIS: CÓMO REACCIONAR EN
MOMENTOS DE INCERTIDUMBRE

El COVID-19 está poniendo a prueba a los líderes de todos los sectores. La realidad
plantea tiempos inciertos para la fluidez económica de las empresas, o al menos para
aquellas que no son grandes tecnológicas , que a diferencia de otras compañías, han
logrado duplicar sus ganancias durante la pandemia.
Para muchos ejecutivos, la pandemia de coronavirus es una crisis como ninguna otra en
los últimos tiempos. Por eso, en este artículo explicamos cinco buenas prácticas de
liderazgo en los negocios para saber actuar de manera efectiva ante la crisis actual que
ha causado gran impacto en la economía global y cualquier otra que pueda venir en el
futuro.

ASUMIR RESPONSABILIDAD: RECONOCER Y ACEPTAR


Enfrentar la pandemia de COVID-19 demanda audacia de parte de los líderes que están
detrás de las grandes decisiones de las que depende el futuro y estabilidad de la
compañía y sus empleados.
Los momentos imprevisibles producen incertidumbre, de donde nace la crisis. Prever la
escala masiva que ha tenido el brote en tiempos acelerados se hace difícil y esto genera
eventos inesperados que causan desorientación, disturbio emocional y pérdida de
control: Los antónimos del liderazgo. Hacer frente a aguas agitadas requiere de un
liderazgo fuerte, que para que sea escuchado y respetado, debe ser capaz de motivar a
quienes dependen de él y pueda llevar a cabo su misión. En muchos casos, ha impactado
en la políticas de las empresas en la implicación de medidas de teletrabajo o trabajo
remoto, que más allá de hacer uso de herramientas digitales, el trabajo a distancia
requiere la transformación del mindset de las partes involucradas que deben adecuarse a
una nueva rutina de trabajo, pero sobre todo, adaptarse a un nuevo método que optimice
la productividad de los equipos a distancia. Una medida, que no solo es adecuada para
el presente que se vive, también puede ser oportuna para el futuro de los negocios y su
evolución.

VISIÓN: PLANIFICACIÓN ANTE LA CRISIS


El liderazgo se caracteriza por la visión. Aunque en tiempos de crisis, la incertidumbre
es lo único de lo que se tiene certeza, mantener la visión de la idea del futuro hacia el
que se dirige la empresa es esencial. Lo que viene después es el desglose del proceso
para alcanzarlo con éxito.
La actitud que debe tener un líder frente a un momento de crisis es determinante para
contagiar de energía al resto de la compañía. La cabecilla de un equipo que se mira
indeciso, transmite preocupación o angustia, no genera tranquilidad a las personas que
forman parte de la empresa, esto hace que disminuya su productividad en el trabajo
interno y aumente la probabilidad de distracciones, rumores y nerviosismo.
Prevenir esta situación, no solo es saludable para los propios empleados, también le
ahorra futuros dolores de cabeza a quienes llevan la batuta de los negocios. En estos
momentos es importante transferir claridad en los proyectos y sobre todo, comunicar de
forma constante la visión a futuro de la empresa a los participantes. Los objetivos deben
estar claros, concretos y ser totalmente alcanzables aún cuando las situaciones sean
precarias. Incluso los mejores líderes de negocios han llegado a plantearse la misma
pregunta al cuestionarse sobre la imposibilidad actual para concretar lo inmediato,
presentar dificultades presupuestarias, al ser impactados por la incertidumbre
económica: ¿Tiene sentido mantener proyectos ante la situación tan complicada en la
que una compañía puede estar inmersa? La respuesta es un rotundo sí. El buen liderazgo
está comprometido y convencido de la validez de las acciones que realiza, de la
factibilidad de alcanzar los objetivos coherentes y razonables. Son metas que están por
encima de las comunes, pero no dejan de ser alcanzables.

EVALUAR ANTES DE ACTUAR


Esperar a que surjan todos los acontecimientos limitantes para tomar decisiones en una
crisis es un error común que suelen cometer los líderes de las empresas. Confiar en que
se aclaren los acontecimientos, desaparezcan las incógnitas y se revelen las sorpresas
puede durar más tiempo de lo estimado y esto implica alta sumas de dinero que pudo
haber sido invertido o ahorrado con anterioridad. Sin embargo, dejar toda la
responsabilidad a la intuición es arriesgado. Para combatir la incertidumbre en los
negocios, los líderes pueden acudir a la información constante. Regular ciertas medidas
y analizar la manera en que se desarrolla la crisis, según la adecuación gradual que
permite evaluar la forma en que responden ciertas acciones tras el análisis en contraste
con los datos en tiempo real.
Plantear varios escenarios antes de tomar una decisión final es clave. Tener varios
puntos de vista y reformular las propuestas de forma constante le permite a los
directivos evaluar las posibles consecuencias que podría tener cada planteamiento por
las distintas acciones. Desglosar tres planes de acción diferentes que permitan el análisis
general de la situación es una táctica muy valiosa. Esto le permite a las empresas
detectar cuáles pueden ser las decisiones más acertadas, las que le convienen al futuro
de la empresa, o las que requieren algún tipo de sacrificio pero tendrá sus frutos en el
mañana.
VERONICA

COMUNICACIÓN CONSTANTE: TRANSPARENCIA


La comunicación es el pilar de cualquier gestión empresarial. Por eso, el liderazgo debe
empezar por ser honesto y estar abierto a quienes tengan dudas para fortalecer la
credibilidad. El error que cometen muchos directivos es que optan por una postura
optimista y de tranquilidad cuando los climas son turbios, esto por el contrario, genera
rechazo entre las personas.

1. Reunirse consecutivamente con el grupo ejecutivo para analizar de cerca la


situación y el desenvolvimiento que está teniendo el caso en tiempo real.
2. Proporcionar actualizaciones periódicas a los principales grupos de interés.
3. Ser claro en la comunicación. Los mensajes largos por correo electrónico y
complejos no serán atendidos con la atención que amerita.
4. Ser lo más transparente posible. Las figuras de autoridad tienen la
responsabilidad de exponer la situación desde el punto de vista desde donde son
expertos y buscar la información restante, necesaria para complementar el vacío.
Es importante ser sincero en lo que se sabe, justificar lo que se desconoce y
explicar de qué forma se está movilizando para buscar más información.
Los líderes son los embajadores de las pequeñas comunidades que habitan en las
oficinas. Si ellos no están debidamente informados, no visualizan el impacto de lo que
está pasando, se vuelve más difícil contener el pánico interno. Tampoco se trata de decir
lo que otros quieren escuchar, esto va de ser realistas, resolver dudas e inquietudes de
las personas, sin dejar de proporcionar esperanzas.

EMPATÍA: HUMANIZACIÓN, ANTE TODO


Como seres humanos, lo primero es recurrir a la supervivencia y pensar en las
necesidades básicas. Es común que pensamientos de temor inunden la mente de las
personas y empiecen a preocuparse por la salud de sus familiares y la propia. Con la
llegada de las medidas de los gobiernos que han limitado la movilización aérea y luego
la urbana, así como el establecimiento de la cuarentena, el cierre de las escuelas y la
implementación del trabajo remoto dentro de las empresas para hacer frente a la
pandemia la preocupación generalizada era inevitable.
Todas estas medidas han hecho crecer el nivel de ansiedad, incertidumbre y estrés
dentro de los trabajadores que tienen deberes operativos, físicos o de producción,
incluso padres que ahora deben equilibrar el trabajo remoto con la presión de cuidar a
sus hijos en casa mientras realizan sus tareas regulares.
Este tipo de cambios afectan de maneras diferentes a las personas y su desempeño
laboral. Salvaguardar la seguridad del personal y cooperar para su estabilidad emocional
es una gran responsabilidad con la que deben lidiar los principales líderes hoy en día.
Alentar a los colegas a expresar sus preocupaciones puede hacer disminuir el nivel de
ansiedad y ayudar con la proactividad.
Para esto, la empatía tiene un efecto poderoso entre los equipos. Ofrecer una conexión
positiva hará que las personas se sienten reconocidas y entendidas por ello. El liderazgo
en tiempos de crisis tiene tacto. Ser humano y solidario es un aporte valorado en
momentos delicados como los que se viven en la actualidad que puede hacer una
diferencia clave en la vida de las personas.No se trata de aprovechar oportunidades, sino
de estar dispuestos a colaborar de forma desinteresada en la búsqueda del equilibrio
entre lo que está dentro de las posibilidades de un directivo para contrarrestar la tragedia
universal.
¿Cómo debe ser un líder en tiempos de crisis?  
1. Pregúntese qué hay que hacer. El líder en la actual situación de crisis se
pregunta continuamente qué es lo que hay que hacer para alcanzar los objetivos
de la organización.
2. Pregúntese qué es lo mejor para la empresa. Es una pregunta que nunca
puede dejarse de hacer si pretende que la organización cumpla con su misión y
estrategia en el actual entorno de crisis.
3. Márquese planes de acción. Los objetivos y estrategias de la organización
deben hacerse operativos. Para ello es fundamental concretar, para cada uno de
los equipos de trabajo, las acciones que deben llevarse a cabo, concretando
responsables y fechas para su ejecución.
4. Responsabilícese de sus acciones. Los líderes en tiempos de crisis son, ante
todo, responsables, de su departamento, área funcional o equipo de trabajo.
Deben ser los actores principales en cuanto a las decisiones que toman, ante sus
colaboradores, superiores y, en general, grupos de interés de la organización.
5. Comunique los cambios. Del mismo modo, los líderes en tiempos de crisis se
deben responsabilizar de la comunicación de las medidas más traumáticas, tanto
de sus decisiones como de los temas de interés para su equipo de trabajo, el resto
de la organización y su entorno.
6. Enfóquese en las oportunidades, no en los problemas. El líder en tiempos de
crisis es un profesional positivo, que se centra en las oportunidades para el
negocio y para el equipo, especialmente en las situaciones más traumáticas.
7. Posiciónese como equipo. Aunque el líder en tiempos de crisis, ante todo, se
debe responsabilizar de sus decisiones, debe asumir un posicionamiento plural
como equipo, especialmente ante los éxitos que éste pueda lograr.

FRANK
Cómo puedes mantener el bienestar emocional en tiempos de Coronavirus

De repente el coronavirus Covid-19, se ha metido en nuestras vidas casi por sorpresa.


Nos toca quedarnos en casa para protegernos, proteger a los nuestros y a los demás. Está
siendo un cambio radical para todos en el estilo de vida. No parece que vaya a ser para
unos pocos días, puede que dure más de lo que quisiéramos. Se hará largo, seguro.
Somos mediterráneos: necesitamos ver el sol, estamos acostumbrados a vivir en la calle,
necesitamos sentir la proximidad de nuestra gente, tocarnos, abrazarnos, hablar,
conversar, compartir, celebrar juntos… No sabemos vivir en casa, sin salir, sin contacto
cercano, sin tocar, sin hablar fuerte, sin reírnos con nuestras bromas.

Hemos visto alterado nuestro quehacer diario de manera brusca y radical. ¿Cómo lo
vamos a llevar?, ¿puede afectar a nuestro estado de ánimo?, ¿debemos sufrir
estoicamente este confinamiento?, ¿qué se puede hacer para llevarlo con buen ánimo?

Saber Competir pone en marcha una iniciativa dirigida a TODOS, deportistas y no


deportistas, niños, jóvenes y mayores… Cada semana la REVISTA SABER
COMPETIR, www.sabercompetir.com, publicará dos artículos abiertos con
orientaciones específicas sobre cómo mantener el bienestar emocional en tiempos de
coronavirus. Serán propuestas concretas sobre cómo gestionar la etapa del coronavirus,
para cualquier persona en general, para los deportistas, para las personas mayores o
tercera edad, para jóvenes, para niños, para el personal sanitario, cómo vivirlo en
familia, cómo vivirlo en pareja, cómo evitar posibles secuelas de tipo emocional…

Serán orientaciones para cualquiera, para la gran mayoría que está confinada en casa,
para los que trabajan y cuidan de todos nosotros, para los que saben que son positivos
por el coronavirus Covid-19 y se mantienen asintomáticos, para los que tienen síntomas
y sufren el virus, para los que lo puedan contraer en los próximos días

20 claves para mantener el bienestar emocional durante la crisis del COVID-19

Estos son los principales consejos que desde Saber Competir queremos hacer llegar a
TODOS y TODAS para conservar el bienestar emocional durante la cuarentena
provocada por la crisis del Coronavirus (COVID-19).

• Es necesario hacer por estar y mantenerse bien a nivel anímico


No debemos dejarnos llevar por preocupaciones y temores, aunque puedan parecer
lógicos. Nuestro organismo es nuestra mejor medicina. Nuestro sistema inmunológico,
nuestras defensas, trabajan de forma más activa contra el virus cuando el estado de
ánimo es bueno. Si nos asustamos y nos preocupamos en exceso, si hacemos que
decaiga nuestro ánimo, haremos que nuestro organismo se inhiba, esté más perezoso, y
luche con menos energías para combatir el virus. Estas orientaciones son para todos,
para los que no han contraído el virus, para los que han dado positivo y para los que lo
puedan contraer en próximos días.

• Saberse ayudar uno mismo


Esta es una situación nueva que ha pillado por sorpresa a todos. Ante un panorama de
improvisación y cierto colapso en la gestión de la situación, no se puede esperar que nos
den seguridad y tranquilidad. La información cambiante en días, poco coherente y en
diferentes direcciones, genera dudas, desconfianza, temor. Somos nosotros quienes
debemos encontrar claves que nos ayuden a mantenernos tranquilos, firmes, seguros,
para lo cual sugiero un plan de acción a nivel emocional.

• Aceptar la realidad
Conocer la realidad y aceptarla como viene es la mejor forma de prepararse y estar
preparado. Es un virus que será contraído por la mayoría de las personas y lo superarán
casi todas tras unos días de estar en casa. Algunas personas, mayores y con patologías
asociadas, pueden encontrar alguna dificultad en superarlo.
• Dar normalidad
Es el momento que nos toca vivir. No es una desgracia. Es un problema de salud ante el
que hay que tomar precauciones o medidas. Es algo imprevisto, pero los imprevistos
ocurren en la vida. La sociedad del bienestar nos ha acostumbrado mal, a vivir
protegidos y seguros. Esta situación nos viene a recordar que los imprevistos y las
dificultades viven a la vuelta de la esquina. Hemos de saber convivir con imprevistos,
dificultades e incertidumbre.

• Vivir la situación como un desafío


Entendiendo y aceptando el riesgo que supone la llegada de este coronavirus, hay que
vivir la situación no como una amenaza, sino como un desafío, aunque siempre de
forma responsable. Un desafío es un objetivo que se quiere conseguir y que tiene interés
en sí mismo. Superar la situación es un desafío que moviliza el comportamiento para ir
a por él y hacerlo realidad. En cambio, vivirlo como una amenaza asusta, deprime y
paraliza el comportamiento.

LUCY
• Abrirse a las oportunidades que la nueva situación ofrece
Aunque nadie hubiera querido que llegase, el virus ha llegado. No debemos dejarnos
llevar por la angustia. Desde la responsabilidad, hay que atender a lo que la nueva
situación nos ofrece. Y sobre todo ofrece múltiples reflexiones y aprendizajes que todos
podemos realizar si nos detenemos a hacerlo. Puede dar sentido a lo realmente
importante, relativizar lo accesorio o menos importante, servir para revisar nuestros
valores, reorganizar nuestros hábitos… ¡Seguro que ayuda a reordenar las prioridades
de cada uno! De esta situación seguro que aprenderemos algo.

• Dar sentido a la situación


No cabe la perspectiva de susto, miedo, desastre… En este momento es necesario tener
altitud de miras en lo personal. Debemos buscar motivaciones valiosas, motivos que nos
den sentido a nosotros mismos, a lo que hacemos, a lo que perseguimos. Algunas de
estas posibles motivaciones que ayudan a dar sentido son: superar la situación habiendo
crecido en lo personal, ser un ejemplo para hijos y personas del propio entorno,
transmitir equilibrio y control, ejercer como persona responsable y solidaria, ayudar a la
pareja, ser más familia…

• Poner límites a los miedos, no confundir posible y probable


Una persona saludable no es una persona con patologías asociadas. La probabilidad de
superar el virus es altísima en el caso de las personas saludables. No se puede dar más
peso a lo que podría suceder que a lo que es en realidad. No todos se van a contagiar del
virus y, en caso de contagiarse, la inmensa mayoría de personas lo superarán sin apenas
síntomas.

• Tener una actitud proactiva: ir y no esperar


En la vida se puede soñar, desear, desde una doble actitud: esperar a que suceda o tomar
la iniciativa, ponerse en marcha y provocar lo que uno quiere que suceda. Los que
esperan suelen quedarse esperando. Los que van y lo provocan suelen hacerlo realidad.
Tener un buen día, aunque sea dentro de casa, depende de nosotros, de tener la
iniciativa, organizar un día atractivo y hacer que así sea. La actitud contraria es
quejarse, lamentarse, dejar que el aburrimiento y el tedio se apoderen, echar la culpa a la
situación, enfadarse… Está en nuestras manos, nosotros decidimos.

• Mantenerse activos
Conviene organizar unas pequeñas rutinas que nos ayuden a mantenernos distraídos,
relajados y a estar bien a nivel emocional. Esas rutinas pasan por realizar el plan de
trabajo programado por la empresa en sus diferentes formas y por fomentar inquietudes
individuales, como leer, ver series, jugar a videojuegos, jugar con los hijos/as, ayudarles
en sus tareas escolares, cuidar las relaciones familiares, y las sociales solo de forma
online…

• Vivir al día, ir día a día


Hay que organizarse el día nada más levantarse o después de desayunar, organizar las
actividades que se van a realizar en casa, solo, con los hijos/as, con la pareja, en familia.
No podemos dejarnos llevar, hemos de organizar lo que queremos que suceda para que
así ocurra. En deporte estamos costumbrados a ir partido a partido.

• Vivir el instante presente, el aquí-ahora


El bienestar emocional está muy relacionado con el disfrute intrínseco asociado al
momento, tarea o actividad. La situación invita a pensar demasiado, a rumiarla… ¡no
hay que dejarse llevar por esta tentación! Al contrario: si se organiza una buena agenda
para el día, el complemento perfecto es hacer una actividad, no varias a la vez, una
detrás de otra, poner los cinco sentidos en ella, lograr una atención plena, estar
concentrado y vivir lo que se hace, aunque pueda ser una tarea o actividad rutinaria.
Lograr una atención plena limpia la mente, nos atrapa en lo que estamos haciendo de
forma que somos lo que hacemos y nos ayuda a disfrutar de ello. No se puede renunciar
a vivir con los cinco sentidos los diferentes momentos del día: leer, ver una serie,
conversar, jugar con los hijos… porque se está recortando bienestar emocional.

• Mantener el sentido del humor


El sentido de la responsabilidad no está reñido con el sentido del humor. ¿Por qué
proliferan los memes y las bromas sobre el coronavirus? El sentido del humor ayuda,
activado por el instinto de supervivencia. Cuidarse y cuidar a los nuestros, ser
responsable y solidario no está reñido con reírse.

EDGAR
• Dar ejemplo ante los hijos/as
Los que tienen hijos/as tienen una responsabilidad añadida. Los niños viven una
situación nueva para ellos, han dejado de ir al colegio, sus papás no van a trabajar o lo
hacen desde casa, no salen de casa en todo el día, no ven a los amiguitos… Se harán
preguntas y harán preguntas. Debéis atenderles y responder desde la comprensión que
tiene un niño por su edad, pero siempre desde la normalidad y transmitiendo serenidad,
calma… Los niños se contagian de las emociones de sus papás y mamás: si ven que
están tranquilos, se mantienen tranquilos, si dan explicaciones lógicas, lo entienden y
resuelven sus dudas o temores.

• No hacer cábalas ni formular hipótesis de futuro


Sabemos que vamos a estar un tiempo confinados, sin salir de casa, como lo está toda la
sociedad. No tiene sentido hacerse preguntas para las que no se tiene respuesta. ¿Hasta
cuándo?, ¿qué sucederá cuando termine?, ¿afectará al futuro profesional?, ¿nos vamos a
contagiar?… Estas preguntas no tienen respuesta por el momento, habrá que dejar pasar
los días e ir viendo cómo evoluciona la situación. El futuro está abierto. Hay que saber
vivir con la incertidumbre. Pero seguro que lo esencial de nuestras vidas no se verá
alterado.

• Combatir el aburrimiento y la impaciencia


Si el mayor problema es no saber qué hacer o la impaciencia de «que pase cuanto antes»
es que no se tiene ningún problema. No tener nada que hacer puede ser un lujo para
personas que conviven con el estrés de las ocupaciones y obligaciones diarias.
Mantenerse activos y organizar pequeñas rutinas durante el día no está reñido con
disfrutar de no tener nada qué hacer.

• Estar preparado, hasta para los imprevistos


La situación es un campo de entrenamiento idóneo para desarrollar la resiliencia, la
capacidad de gestionar y superar problemas y dificultades. Asustarse no es una opción.
Pelear, dar la cara y superar la situación es la alternativa. Nuestra sociedad de la
tecnología y del bienestar nos está acomodando y a la vez haciendo más vulnerables
ante problemas, dificultades, adversidades, contratiempos… El rival es serio, entraña
dificultad, pero lo vamos a superar: este partido contra el virus lo vamos a ganar.
• Cuidar las relaciones sociales, solo de forma online
Somos seres sociales por naturaleza, necesitamos a nuestra gente, saber de ellos,
comentar, preguntar… Necesitamos al resto de familiares, a amigos y amigas, a
compañeros. Podemos seguir en contacto con todos, solo de forma online. En una
sociedad en la que falta tiempo para lo importante, parar nos da la oportunidad de cuidar
nuestras relaciones sociales. No me refiero a estar pendiente de las redes sociales, sino a
interesarnos por nuestra gente, la que estimamos y nos quiere.

• Expresar las emociones


No es buena práctica ensimismarse, preocuparse, no hablar del virus por no preocupar…
Es bueno hablar, ventilar las propias emociones, compartirlas con aquellas personas de
más confianza.

• Mantenerse unidos, SER EQUIPO


Ningún partido lo gana un solo jugador. Los partidos tampoco los gana el entrenador
organizando al equipo. Se necesita del equipo para ganar. Ganaremos en equipo. Nadie
es tan bueno como todos juntos. Se puede dudar de nuestros líderes, pero no podemos
dudar de nuestra capacidad de unirnos y trabajar juntos para vencer al virus. Cada uno
desde la responsabilidad individual y desde su rol debe sumarse al esfuerzo colectivo.
Es momento para ayudar, apoyar, colaborar, cooperar, animar, consolar, hablar,
conversar, sumar esfuerzos y generar una inercia colectiva. Lo prioritario es ganar este
partido. En pleno partido no caben reproches, levantarse los brazos, protestar, enfadarse
con el compañero, bajar los brazos, querer ganar uno solo o ser el que marque el gol
decisivo… El egoísmo mata al equipo, el único protagonista debe ser el equipo. Ya
habrá tiempo analizar el partido cuando termine, sacar conclusiones y preparar nuevos
partidos que habrán de jugarse en el futuro. La autoridad no depende tanto del rol
desempeñado, entrenador, como del reconocimiento de que es objeto por su buena
gestión. Cuando termine el partido, cuando se haya ganado al virus, veremos quién o
quiénes son dignos de la autoridad moral o reconocimiento general, que es la verdadera
autoridad. De momento esa autoridad la tiene el personal sanitario, militares, fuerzas de
seguridad y tantas las personas anónimas que siguen cuidando de todos nosotros.

CONCLUSIONES

En definitiva, y como conclusión final, estamos necesitados de personas que sean


capaces de unificar la respuesta social ante los problemas que la sociedad arrastra. Dice
un proverbio chino que “Si caminas sólo, irás muy rápido; si caminas acompañado
llegaras más lejos.”.

Aglutinar el esfuerzo de la comunidad, generar optimismo, aportar credibilidad y sobre


todo ofrecer soluciones en procesos sólidos, es algo que será necesario para todas
aquellas personas que en cualquiera de los tres ámbitos -público, privado y social-
lideren las actuaciones de nuestra sociedad, con el objetivo de solucionar cada uno de
los grandes problemas que a amenazan a día de hoy a la misma.

El qué le conviene a la empresa. Lleva a cabo planes de acción, se hace


responsable de sus decisiones y de la comunicación, se centra en las
oportunidades y no en los problemas y se corresponsabiliza para lograr la
motivación y el sentimiento de grupo por parte de todos los colaboradores de la
organización.

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