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CIRUGÍA DE PLEURA

• La Cirugía de la Pleura puede


estar indicada:
• En casos de Neumotórax
persistente, es decir, que no se
resuelve con un tubo de drenaje
aspirativo, o de Neumotórax
recidivante (de repetición).
• En casos de empiema no resuelto
con un tubo de drenaje
aspirativo.
• Por último, en casos de
tumoraciones benignas o malignas de la Pleura.

• Esta intervención se realiza con anestesia general. A través de una incisión en el


costado de unos 25 cm, colocando un separador de costillas que nos permite trabajar
en el interior del tórax, pero que puede ser causante de las molestias dolorosas que
se tienen en el postoperatorio.
• No obstante, hay medicación contra el dolor totalmente efectiva. Después de toda
intervención sobre el tórax se dejan 2 tubos de drenaje conectados a una aspiración
continua y que se llevarán varios días
• La Cirugía Torácica de la Pleura está considerada como una cirugía de riesgo.
• Las complicaciones más frecuentes suelen ser la infección de la herida operatoria, el
sangrado, la fuga aérea persistente y la infección de la cavidad pleural.
• Esta intervención se indica después de que se han descartado otras medidas
terapéuticas. La recuperación final es progresiva, pudiendo alcanzarse en un período
de 2 a 4 meses, si bien el periodo de hospitalización postquirúrgica oscila en torno a
una semana.

PLEURODESIS
Antes de realizar este procedimiento, debe haberse constatado la reexpansión pulmonar
completa y una mejoría clínica tras la evacuación inicial del derrame.
Asimismo, se debe valorar cuidadosamente al paciente; éste debe tener un pronóstico vital
superior al mes y presentar un índice de Karnofsky superior a 50.
pH < 7,28 y glucosa < 60 mg/dl sugieren que la pleurodesis tiene un mayor riesgo de
fracaso, sobre todo si estos parámetros se acompañan de un índice de calidad de vida
reducido antes de llevar a cabo una pleurodesis, se recomienda la suspensión de los
corticosteroides 24
SUSTANCIAS UTILIZADAS
• Agentes químicos povidona yodada) irritantes (talco, nitrato de plata.
• Antibióticos (tetraciclina, doxiciclina, minociclina),
• Agentes antineoplásicos (bleomicina, mitomicina-C, cisplatino, etopósido).
• Agentes biológicos (interferón-β, interleucina-2, Corynebacterium parvum,
• polvo de colágeno bovino) doxorrubicina.

Agarwal R. Iodopovidone: an inexpensive and effective agent for chemical pleurodesis.


Lung Cancer 2007; 55: 253-4.

Decorticación y pleurectomía
DECORTICACIÓN PULMONAR
Como consecuencia de una infección pleural antigua o de una hemorragia pleural por
traumatismo u otra causa, se puede formar una corteza fibrosa sobre la superficie del
pulmón que le impide ventilar adecuadamente y reduce su volumen, con lo que se llega a
un estado de insuficiencia ventilatoria crónica.
Para poder conseguir que el pulmón vuelva a estar libre y recuperar su tamaño normal, es
preciso extirpar esa corteza realizando una intervención que se denomina
DECORTICACIÓN.
Indicaciones de la decorticacion :

1) Empiema etapa fibrinopurulenta y de organización


2) Empiema crónico
3) Atrapamiento pulmonar por pleuritis TBC

Bases y condiciones de decorticacion típica:


1) Cascara formada
2) Pulmón re expansible
3) Vía aérea permeable
Pleurectomía Parietal
Existen algunos procedimientos quirúrgicos, como son la pleurectomía parietal o la
pleuroneumonectomía que se reservan para algunos pocos casos específicos, como el
mesotelioma maligno, siempre y cuando el paciente presente un buen estado general.
Esta operación que consiste en la resección de una parte de la pleura parietal adherida a la
pared torácica.

COMPLICACIONES
GENERALES:

Anestésicas; infección de la herida; infección pulmonar o urinaria; hemorragia que precise


transfusión de sangre e incluso reoperación; retención de secreciones bronquiales;
alteraciones del ritmo cardiaco; trombosis venosa en miembros inferiores extensible al resto
del sistema vascular; úlcera gastroduodenal; insuficiencia renal o respiratoria; parálisis
intestinal y retención urinaria.

ESPECÍFICAS:
• Hemorragia, por la que sea preciso reabrir la herida.
• Fuga aérea prolongada, que obligue a mantener los
tubos de drenaje durante más tiempo de lo habitual e incluso a re-
operar.
• Lesión del conducto torácico (quilotórax).
• Lesión del esófago. En estos dos últimos casos, el
paciente deberá permanecer con alimentación parenteral hasta su
curación.
• Lesión del nervio frénico con la consiguiente parálisis del diafragma.

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