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Ensayo Bioética y Película WIT (2001)

A.- Consentimiento informado


Durante la formación académica de la mayoría de estudiantes del área de la salud
se nos ha enseñado una medicina defensiva en donde se hacen los procedimientos
con encarecido encargo de anotar todos los detalles posibles sin dejar vacíos para
tener protección legal y “cuidarse las espaldas” en casos de una demanda. A esta
práctica cada vez más común se le conoce como medicina defensiva.
En mi experiencia personal recuerdo las cátedras de ciencias morfológicas, Salud
Pública y Semiología en donde se nos hacía hincapié en los aspectos médicos
legales de nuestras prácticas profesionales y como cuidarnos de las posibles
demandas que pudieran darse durante el ejercicio de nuestra profesión. En tanto el
consentimiento informado se reducía a un formulario en el que la persona nos daba
luz verde para “cualquier procedimiento” mientras se infería de forma subliminal una
renuncia de sus propios derechos dejando a este vulnerable.
El verdadero objetivo de este evento no debería ser tomado con ligereza en la
práctica médica el consentimiento informado es un momento donde el médico educa
al paciente en un lenguaje que este comprenda, el médico expone todos los riesgos,
beneficios, posibles complicaciones, etc. El objetivo principal es que en la medida de
lo posible el paciente o su representante legal tomen la mejor decisión que
convenga para ellos de acuerdo a sus intereses de forma integral. Esto es muy
importante porque desde el punto de vista biológico se puede considerar que una
elección es mejor que otra, pero como individuo y como seres sociales siempre hay
consideraciones que van más allá desde el simple hecho de la efectividad.
El avance de la ciencia y la medicina más que algo necesario es crítico para
alcanzar el bienestar del mayor número de personas posibles este hecho puede
llevar a muchos profesionales a violar los derechos más fundamentales de un
paciente por ende es crucial mantener en constante conocimiento la importancia del
respeto a la integridad de cada ser humano. Existen otros casos donde las
condiciones de pobreza, desastres naturales, emergencias donde no quedan
muchas opciones por elegir en casos excepcionales el médico debe conducirse por
el simple principio “Primero no dañar”.
B.- Relación Médico – Paciente
En el transcurso de la historia la relación médico-paciente ha sido muy dinámica
desde la visión paternalista donde el médico era un ente de autoridad incuestionable
conocedor de todas las posibilidades quien escogía la mejor y no era cuestionado
hasta un modelo autónomo con predominio de los intereses del paciente donde hay
consideraciones más profundas apegadas a la realidad del mismo. En este último el
médico es un facilitador que puede sugerir o trabajar en conjunto con el paciente
para llegar a una decisión sin que esta afecte la libertad del mismo.
La adecuada relación médico paciente puede determinar el curso de resolución de
diversas patologías no solo por el hecho que condiciona el apego al tratamiento sino
porque desde la historia clínica los fenómenos de transferencia y contratransferencia
pueden limitar la obtención de información crucial para un adecuado diagnostico y
por lo tanto un tratamiento bien razonado.
En la clase de psicología se nos enseña que para una adecuada relación en
cualquier ámbito humano es necesaria la empatía y otro conjunto de valores. Yo
pregunté a mi docente ¿Cómo cultivamos esa empatía? Mi docente sonrío y me dio
una respuesta un contundente y es que la empatía se aprende en el seno de
nuestra familia, si alguien no es empático no hay libro de texto que se lo pueda
enseñar, podemos aprender a mimetizar el comportamiento, pero sin una empatía
que provenga desde lo más profundo de nuestro ser es difícil poder estar en sintonía
con aquellos que sufren. Por esa razón es importante que tratemos de comprender
las distintas realidades de cada paciente y que nuestras propias falencias no se
interpongan en el ejercicio humano de nuestra profesión. Tener empatía es clave
para una buena relación médico paciente, sin embargo, aunque nosotros seamos
incapaces de ponernos en el lugar de otra persona y compartir su sufrimiento es
necesario como responsabilidad moral y ética actuar de acuerdo a estos principios.
En la película Amar la Vida este escenario está claro en la forma en como los
profesionales del hospital no son capaces de sintonizar con el contexto de dolor y
sufrimiento de la actriz principal. Están tas acostumbrados a la rutina que pierden de
vista el propósito final de la medicina y el ser humano solo se convierte en otro
recurso inanimado carente de dignidad y valor “en un cuerpo enfermo”.
C.- Realización de un examen físico dentro de la Ética
El respeto al pudor de cada paciente es algo en lo que pocas veces se hace
hincapié y aquí retomamos el argumento de la falta de empatía. El paciente no solo
sufre y se siente indefenso también tiene vergüenza y su estado emocional
deteriorado lo vuelve incluso más sensible ante el actuar desconsiderado de los
profesionales de la salud. Muchas veces se hacen procedimientos innecesarios,
examinación innecesaria, en los hospitales escuelas estudiantes mal capacitados
haciendo exploración de pacientes sin tomar en consideración el pudor del mismo,
no es que sea malo el querer aprender, pero cada examen debe ir justificado,
orientado y valorado ante la luz de que el paciente es un ser humano y no solo un
cuerpo que carga con una patología determinada. Así que para una mejor atención
se tiene que tomar en cuenta el ambiente, privacidad y estado general del paciente,
respetar al mismo y no intentar disuadirlo de sus decisiones sin considerar como
este se siente.
En la película podemos observar el trato desconsiderando hacía el paciente, aunque
de forma sincera y en mi experiencia podría decir que tales tratos desgraciadamente
solo fueron pálidamente representados en especial porque allí se muestra una
realidad generalizada que por mala que sea es leve en el primer mundo. En
contraste con nuestros servicios de salud el trato recibido en un hospital de primer
mundo seria como el trato de la realeza en comparación con los nuestros.
Se observa como se hace esperar a un paciente que esta sufriendo más de lo
necesario, no se respeta su pudor, prácticamente se les humilla con determinados
procedimientos y no se hace lo mínimo para reducir el malestar que a estos les
genera.
D.- Muerte Digna
Durante el trascurso de la historia los seres humanos hemos romantizado la muerte,
si bien la esperanza de vida ha aumentado de forma increíble sigue siendo casi
imposible resignarse a la idea de todos y cada uno de nosotros va a morir. No
sabemos a ciencia cierta si nuestro innato instinto de autopreservación o si el deseo
divino del que la Biblia habla donde Dios pone en el corazón del hombre un anhelo
por vivir por siempre sean la causa por las cuales amamos tanto la vida y huimos de
la idea de muerte.
Este temor a la muerte ha llevado muchas veces a los médicos a realizar maniobras
heroicas por salvar la vida los pacientes y en muchos casos esto ha sido la razón de
increíbles avances que nos tienen hoy en día contando esta historia. Sin embargo,
la vida per se no es suficiente. La bioética abre el debate de ¿Hasta qué punto es
correcto qué yo alargue la vida? El hecho que tengamos maquinas que pueden
suplantar aparatos corporales para mantener la vida eso no necesariamente implica
que siempre sea la mejor alternativa.
La vida no es suficiente y aquí hay que aplicar el concepto de salud como proceso
continuo de bienestar biopsicosociocultural. Una persona que solo está
sobreviviendo sin ninguna calidad de vida es una persona que anhela el cese de su
sufrimiento así que al final debemos cuestionarnos hasta que punto es prudente
prolongar el dolor de un paciente tratando de frenar lo que es obviamente inminente.
El ejemplo de la película que se analiza deja claro este hecho. 8 ciclos de
quimioterapia agresiva que arrasan de manera voraz todo lo que es una persona
llevándola hasta lo más degradado y patético que puede ser un ser humano ¿Para
qué? Para intentar detener un cáncer metastásico que claramente contra toda
evidencia para la tecnología conocida hasta ahora tiene un curso ominoso e
inminente. Es casi un veredicto inamovible y pese a todo este conocimiento los
médicos se esfuerzan por preservar la vida de esta paciente aún sabiendo que
mantenerla vida no cambiará el curso de su enfermedad sin importar que
tratamientos se empleen y lo único que se logra es dilatar más su sufrimiento. De
esta forma nos damos cuenta que como el proceso fisiológico que es, también un
paciente tiene derecho de decidir hasta que punto y cuanto sufrimiento es capaz de
tolerar.

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