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Información y comunicación en
medicina
Introducción
dignidad.
su autoestima.
sufrimiento.
entorno.
manejo.
3. Dificultad de los profesionales para transmitir este tipo de información
verdad.
atento a las peticiones no habladas de ayuda por parte del paciente y sus
familiares.
La comunicación no verbal
Es importante destacar que un profesional que se comunica eficientemente con su
paciente no se basa solamente en una correcta utilización de palabras.
La comunicación es mucho más que palabras.
El aspecto gestual será extremadamente importante como pasaremos a comentar
a continuación.
Aquel profesional de la salud que desee tener una comunicación eficiente con el
enfermo deberá seguir las siguientes recomendaciones, que si bien no le
asegurarán el éxito de la comunicación, sí aumentarán la probabilidad de que así
sea.
Mirar a los ojos del enfermo mientras se comunica con él propiciará que el
lenguaje verbal le sea trasmitido con mucha más eficacia.
Mantenga un contacto ocular directo con el enfermo. Mirar a los ojos del
con el paciente.
menudo pasa desapercibido para los profesionales. El hecho que haya una
cercanía física con el enfermo es percibido por este de una forma muy
terminal.
mientras él habla.
Por último, una última sugerencia general: todo estos gestos tienen sentido
Positivos:
Mirar al interlocutor.
Gestos de interés.
Facilitadores verbales.
Sentarse a su lado.
Actitud tranquila.
Negativos:
Alzar la ceja.
Fruncir el entrecejo.
No mirar al interlocutor.
Mantenerse rígido.
Volver la cabeza una y otra vez.
Mostrarse inquieto.
Suspirar.
Reloj.
Botar la pierna.
Tamborilear dedos.
Comunicación verbal
El profesional de la salud debe tener en cuenta igualmente
algunas sugerencias como las que pasamos a comentar a continuación:
verbales del paciente sin corroborarlas con el mismo, con lo que se puede
incurrir en el error de presuponer lo que el paciente está entendiendo de la
Hoy en día podemos aclarar que los conocimientos técnicos, las habilidades
clínicas, las costosas inversiones en tecnología, los procesos asistenciales y la
gestión del sistema de salud de poco sirven si no se contemplan los factores
individuales del acto asistencial en el contexto de los cuidados paliativos como son,
principalmente la comunicación interpersonal, el soporte emocional, el
acompañamiento profesional o el manejo de situaciones difíciles.
Se pone de manifiesto, que los profesionales de salud por la experiencia de
sufrimiento, por su propio miedo a morir y para protegerse de la frustración y de
la impotencia que les causa el tema en sí, establecen barreras en la comunicación
y se distancian de sus pacientes moribundos y sus familias; desconociendo que el
verdadero fantasma de los moribundos por encima del dolor y de la propia muerte
es la soledad.
Los derechos a la libertad de expresión y la autonomía del paciente han crecido
enormemente, por lo que es una necesidad incorporar habilidades de comunicación
y de competencia emocional en estos tiempos en que vivimos, y porque es uno de
los puntos imprescindibles para llevar a cabo un abordaje integral del paciente
paliativo, con calidad, eficacia y eficiencia (Feito).
El manejo de situaciones ante enfermos terminales requiere proporcionar una
información adecuada al cuidador principal y a la familia y una buena
comunicación con ellos, intentando establecer acuerdos garantizándole que no va a
ser abandonado, y en un contexto en el que pueda expresar sus preocupaciones y
sus miedos, facilita una comunicación adecuada y el apoyo emocional que
necesita.
Dar un cuidado holístico o global, no solo es observar la parte biológica del
paciente, sino que además implica comunicación y relación de ayuda. La relación
de ayuda consiste en comunicarse en dos lenguajes: el del hablar y el de escuchar,
es darle protagonismo a las personas y alejarnos del paternalismo médico (Cruz et
al.). Así, mediante un proceso continuo de evaluación y comunicación, el
profesional de la salud tratará de entender el problema que la persona presenta y
poder dar los mejores cuidados para una mejor calidad de vida (Cibanal).
Las quejas presentadas por los pacientes a menudo no se centran en la falta de
competencia clínica en sí, no considerándola menos importante, sino en la
percepción de la falta de comunicación o de una incapacidad por parte del
profesional de salud para transmitir de forma adecuada una sensación de cuidado,
y es que investigaciones realizadas indican que, para los pacientes, "la voluntad de
escuchar y explicar" es uno de los atributos esenciales que debe poseer un
profesional de la salud (Pujiula et al.).
Se podría definir la comunicación eficaz (García y Ogando; Peñacoba, Ardoy,
González y Martínez) como aquel valor indiscutible en la intervención profesional y
en la consecución de la mejor calidad de vida posible del paciente y la familia de la
forma más adecuada y atendiendo a las necesidades específicas de cada persona,
pero si no se realiza así, esta puede llevar a consecuencias enormemente
beneficientes a maleficientes o iatrogénicas. Ser consciente de la responsabilidad
que ello conlleva nos puede ayudar a realizar el esfuerzo necesario para el
desarrollo de las habilidades de comunicación (González et al.).
La necesidad de incorporar habilidades de comunicación y competencia emocional
en estos tiempos en que vivimos, en los que el derecho a la libertad de expresión y
a la autonomía han crecido enormemente, se justifica, principalmente, por
dos factores:
entrenamientos.
paciente terminal.
Recomendaciones ante la entrevista con el paciente
En una entrevista con un paciente, se ha de tener en cuenta las
siguientes sugerencias:
Tener en cuenta que la comunicación, para ser considerada como tal, debe
directa y personal.
cautela y respeto.
familia.
Son muchos los autores que han aportado ideas e iniciativas a tener en cuenta en
aquellos momentos en los que debemos comunicar a un paciente una mala noticia,
como puede ser un diagnóstico irreversible. A continuación citamos las más
importantes:
Nunca olvide que conocer la realidad de un diagnóstico en sí mismo es un derecho
importantísimo. El decir o no la verdad al paciente depende de él y de aquellos
datos que nos puedan ayudar al respecto. (familia, opiniones anteriores
manifestadas por el propio enfermo, etc.).
4. Aportar información.
5. Asumir reacciones.
Preparar la entrevista.
paciente o la atenúa.
ponga en marcha los mecanismos para estabilizar sus emociones sin olvidar
Aunque los estadios por los que suele atravesar un enfermo terminal estarán
enormemente supeditados por una serie de variables tales como la naturaleza de
la propia enfermedad, características físicas del enfermo, características
psicosociales, evolución de la enfermedad, edad, tratamientos utilizados, etc. hay
autores que han convenido en hablar de una serie de fases más o menos comunes
en muchos enfermos. Elisabeth Kübler-Roos ha propuesto las siguientes:
Fase de negación.
Fase de negociación.
enfermo y al familiar.
Etapa de depresión.
Etapa de aceptación.
serenidad.
Hemos de decir que no necesariamente todos los enfermos superan las mismas
fases, y ni tan siquiera en ese orden, pero un conocimiento por parte del
profesional de aquella fase en la que se encuentra el enfermo llevará a una
comunicación más eficiente y comprensiva con el paciente, que es el objetivo
principal.