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Instituto Tecnológico Superior

de las Choapas

ESTUDIO DEL
TRABAJO I
 Docente: Ing. Verónica Arlette
Molas Vázquez
 Alumno: Jefté Martínez
Martínez
 Semestre: 3° “D”
 Carrera: Ingeniería Industrial
 Trabajo: Investigación del tema
“ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DEL ESTUDIO DEL
TRABAJO Y SU IMPACTO EN LA
PRODUCTIVIDAD DE UN PROCESO DE
PRODUCCIÓN”
Introducción
Se entiende por estudio del trabajo, genéricamente a ciertas técnicas y el estudio
de métodos y la medición del trabajo que se utilizan para estudiar el trabajo
humano en todos sus contextos y que llevan sistemáticamente a investigar todos
los factores que influyen en la eficiencia y economía de la situación estudiada, con
el fin de efectuar mejoras.

En el estudio del trabajo constan de dos técnicas que se complementan las cuales
son: el estudio de métodos y la medición del trabajo, el estudio de métodos como
lo vimos anterior mente es el registro y examen crítico de los métodos existentes y
proyectados con el fin de llevar a cabo un trabajo por el medio de ideas y aplicar
métodos más sencillos, eficaces de reducir los costos, por otro lado la medición
del trabajo se basa, en aplicación de técnicas para determinar el tiempo que
invierte un trabajador calificado al llevar a cabo una tarea efectuándola según una
norma de ejecución preestablecida

El estudio del trabajo abarca muchas constancias en todo tipo de trabajo pues
intenta recabar la información general para poder organizar ideologías en métodos
de obtención de resultados.

La medición del trabajo también es la aplicación de técnicas para determinar el


tiempo que invierte un trabajador calificado en llevar a cabo de una tarea definida
efectuándola según una norma establecida.

A continuación se presenta un trabajo de investigación sobre el estudio del trabajo


el cual se desarrolla mediante un sistema de organización secuencial pues se
presentan los conceptos de todo este tema, con sus respectivas ilustraciones para
poder determinar una investigación completa y entendible en todo el desarrollo.

ORIGEN DE LA EVOLUCIÓN DEL ESTUDIO DEL TRABAJO


A Frederick W. Taylor se le considera generalmente como el padre del moderno
estudio de tiempos en Estados Unidos, aunque en realidad ya se efectuaban
estudios de tiempos en Europa muchos años antes que Taylor. En 1760, un
francés, Perronet, llevó a cabo amplios estudios de tiempos acerca de la
fabricación de alfileres comunes No. 6 hasta llegar al estándar de 494 piezas por
hora. Sesenta años más tarde el economista inglés Charles Babbage hizo
estudios de tiempos en relación con los alfileres comunes No. 11, y como
resultado determinó que una libra de alfileres (5 546 piezas) debía fabricarse en
7.6892 horas.

Taylor empezó su trabajo en el estudio de tiempos en 1881 cuando laboraba en


la Midvale Steel Company de Filadelfia. Después de 12 años desarrolló un sistema
basado en el concepto de "tarea". En él, Taylor proponía que la administración de
una empresa debía encargarse de planear el trabajó de cada empleado por lo
menos con un día de anticipación, y que cada hombre debía recibir instrucciones
por escrito que describieran su tarea en detalle y le indicaran además los medios
que debía usar para efectuarla. Cada trabajo debía tener un tiempo estándar fijado
después de que se hubieran realizado los estudios de tiempos necesarios por
expertos. Este tiempo tenia que estar basado en las posibilidades de trabajo de un
operario altamente calificado, quien después de haber recibido instrucción, era
capaz de ejecutar el trabajo con regularidad. En el proceso de fijación de tiempos,
Taylor realizaba la división de la asignación del trabajo en pequeñas porciones
llamadas "elementos". Estos se medían individualmente y el conjunto de sus
valores se empleaba para determinar el tiempo total asignado a la tarea.

En junio de 1895, Taylor presentó sus hallazgos y recomendaciones ante una


asamblea de la American Society of Mechanical Engineers efectuada en Detroit.
Su trabajo fue acogido sin entusiasmo porque muchos de los ingenieros presentes
interpretaron sus resultados como un nuevo sistema de trabajo a destajo; y no
como una técnica para analizar el trabajo y mejorar los métodos.

El disgusto por el trabajo a destajo que predominaba en muchos de los


ingenieros de esa época era explicable. Los estándares por el trabajo por pieza
eran establecidos según estimaciones de supervisores y, en el mejor de los,
casos, distaban mucho de ser exactos o congruentes. Tanto la empresa como los
trabajadores eran justamente escépticos acerca de las tarifas por pieza basadas
en las conjeturas de un capataz. La empresa las miraba con desconfianza, en
vista de la posibilidad de que el capataz hubiera realizado una estimación
conservadora para proteger la actuación de su departamento. Al trabajador,
debido a infortunadas experiencias anteriores, le interesaba sobremanera
cualquier tasa adoptada simplemente, con base en apreciación y conjeturas
personales, puesto que dicha tasa afectaría vitalmente sus percepciones.

Posteriormente, en junio de 1903, en la reunión de la A.S,M.E, efectuada en


Saratoga, Taylor presentó su famoso articulo "Shop Management" (Administración
del taller), en el cual expuso los fundamentos de la administración científica a
saber:

Muchos directores de fábricas aceptaron con beneplácito la técnica de la


administración del taller de Taylor y, con algunas modificaciones, obtuvieron
resultados satisfactorios.
Además de su contribución al estudio de tiempos, Frederick Taylor descubrió el
proceso Taylor-White de tratamiento térmico para acero de herramientas y
desarrolló la ecuación de Taylor para el corte de metales. (No tan conocido como
sus aportaciones en La ingeniería es el hecho de que en 1881 fue el campeón de
Estados Unidos en tenis por parejas.)

En esta época el país pasaba por un periodo inflacionario sin precedentes. La


palabra eficiencia quedó abandonada y la mayor parte de los negocios e industrias
emprendieron la búsqueda de nuevas ideas que mejorasen su funcionamiento. La
industria del transporte ferroviario creyó necesario elevar considerablemente las
tarifas para compensa los aumentos en los costos generales. Louis Brandeis,
quien en ese tiempo representaba a las asociaciones de negocios de la región
oriental, sostuvo que los ferrocarriles no merecían o, de hecho, no necesitaban el
aumento, pues se habían negado a introducir la nueva "ciencia de la
administración" en sus actividades. Brandeis afirmaba que estas empresas de
transportes podrían haber ahorrado un millón de dólares al día utilizando las
técnicas de Taylor. Por lo tanto, fueron Brandeis y el Caso de Eastern Rate (como
se le llamó a ese alegato) los primeros en presentar a los conceptos de Taylor
como "administración científica".

En esos días, muchos hombres que no contaban con las cualidades de Taylor,
Barth, Merrick y otros precursores, pero que ambicionaban hacerse de renombre
en este nuevo campo, se autonombraron "expertos en eficiencia" y se esforzaron
por implantar programas de administración científica en la industria. En ésta
encontraron la resistencia natural al cambio de parte de los trabajadores, y como
no estaban preparados para manejar problemas de relaciones humanas,
tropezaron con una dificultad insuperable. Ansiosos de una buena actuación y con
sólo sus escasos conocimientos seudocientificos, establecían por lo general tasas
que resultaban muy difíciles de lograr. La situación llegó a ser tan grave que la
dirección de las empresas se vio obligada a interrumpir todo el programa para
poder continuar sus operaciones.
En otros casos, los directores de fábricas tenían que admitir que un capataz
estableciera los estándares de tiempo y, como ya hemos dicho, estas medidas
raramente dieron resultados satisfactorios.

Otras veces sucedía que una vez que se establecían los estándares, muchos
encargados de producción de aquella época, cuyo interés principal era la
reducción del costo de la mano de obra, abatían inescrupulosamente las tasas
cuando algún empleado llegaba a ganar una cantidad excesiva a juicio del
patrono. El resultado fue un trabajo más pesado con la misma, y aún a veces
menor retribución. Como es natural, esto originó una violenta reacción de parte de
los trabajadores.

Estas situaciones se extendieron a pesar de las numerosas implantaciones de


las técnicas con resultados favorables, iniciadas por Taylor. En el Watertown
Arsenal, los trabajadores se opusieron con tal fuerza al nuevo sistema de estudio
de tiempos que en 1910 la lnterstate Commerce Commission abrió una
investigación sobre el estudio de tiempos. Varios informes en contra de este
asunto influyeron para que el congreso, en 1913, hiciera añadir una cláusula a La
ley de partidas presupuéstales del gobierno en la cual se estipulaba que ninguna
fracción de las partidas podría aplicarse al pago de personas encargadas de
trabajos de estudio de tiempos. Esta restricción estuvo vigente en las fábricas o
plantas industriales manejadas por el gobierno, en las que se utilizaban fondos del
Estado para pagar a los empleados.

La ley de partidas presupuéstales para establecimientos militares (Military


Establishment Appropriation Act) de 1947 (Ley Pública 515, 79.° Congreso) y la
ley de partidas presupuéstales del departamento de Marina (Navy Department
Appropriation Act) de 1947 (Ley Pública 492, 79.° Congreso) estipulan lo siguiente:

Sección 2. Ninguna fracción de las partidas a que se refiere esta ley servirá para el
salario o paga de un funcionario, gerente, superintendente, capataz u otra persona
responsable del trabajo de un empleado del gobierno de Estados Unidos, que se
ocupe, o haga que se lleve a cabo, mediante un cronómetro o cualquier otro
aparato de medición de tiempo, un estudio de tiempos para alguna clase de
trabajo de tal empleado, desde que empieza hasta que termina o para los
movimientos ejecutados por el citado empleado durante su actividad; tampoco se
podrá disponer de ninguna parte de las partidas a que se contrae esta ley para
pagar premios, bonificaciones o recompensas en efectivo a ningún empleado
además de su salario normal, exceptuando los casos en que así lo autorice esta
Ley.

Finalmente, en julio de 1947, la Cámara de Representantes aprobó una ley que


permitía a la Secretaría de Guerra hacer uso del estudio de tiempos; y en 1949,
desapareció de las estipulaciones de las partidas la prohibición del empleo de
cronómetros en las actividades fabriles, de modo que en la actualidad no existe
ninguna restricción para la práctica del estudio de tiempos.

ESTUDIO DE MOVIMIENTOS Y EL TRABAJO DE LOS GILBRETH

Frank B. Gilbreth fue el fundador de la técnica moderna del estudio de


movimientos, la cual se puede definir como el estudio de los movimientos del
cuerpo humano que se utilizan para ejecutar una operación laboral determinada,
con la mira de mejorar ésta, eliminando los movimientos innecesarios y
simplificando los necesarios, y estableciendo luego la secuencia o sucesión de
movimientos más favorables para lograr una eficiencia máxima.

Gilbreth puso en práctica inicialmente sus teorías en el trabajo de colocación de


ladrillos de la albañilería, oficio en el que estaba empleado. Después de introducir
mejoras en los métodos por el estudio de movimientos y el adiestramiento de
operarios, logró aumentar el promedio de colocación de ladrillos a 350 por hombre
y por hora. Antes de los estudios de Gilbreth, una tasa de 120 ladrillos por obrero y
por hora se consideraba un índice satisfactorio de trabajo para un albañil.

Más que nadie, a los Gilbreth, Frank y su esposa Lillian, es a quienes se debe
que la industria reconociera la importancia de un estudio minucioso de los
movimientos de una persona en relación con su capacidad para aumentar la
producción, reducir la fatiga e instruir a los operarios acerca del mejor método para
llevar a cabo Una operación.
Frank Gilbreth, con ayuda de su esposa, desarrolló también la técnica
cinematográfica para estudiar los movimientos, la cual ha sido aplicada a otras
actividades. En la industria, esta técnica se conoce con el nombre de estudio de
micro movimientos, pero el estudio de los movimientos, con ayuda de la
proyección en "acción lenta", no se limita de ninguna manera a las aplicaciones
industriales. Es inapreciable en las actividades deportivas como medio de
instrucción para el mejoramiento de la forma y la habilidad.

Los Gilbreth desarrollaron también las técnicas de análisis ciclográfico y


cronociclográfico para estudiar las trayectorias de los movimientos efectuados por
un operario. El método ciclográfico consiste en fijar una pequeña lámpara eléctrica
al dedo, a la mano o a la parte del cuerpo en estudio, y registrar después
fotográficamente los movimientos mientras el operario efectúa el trabajo u
operación. La toma resultante es un registro permanente de la trayectoria de los
movimientos y puede analizarse para lograr su posible mejora.

El cronociclógrafo es semejante al ciclógrafo, pero en el primero se interrumpe


el circuito eléctrico periódicamente, haciendo que la luz parpadee. De este modo,
en vez de que aparezcan líneas continuas en el registro, como en el ciclograma, la
toma obtenida muestra pequeños trazos espaciados en proporción a la velocidad
de los movimientos del cuerpo fotografiado. En consecuencia, con el
cronociclografo es posible calcular velocidad, aceleración y desaceleración, así
como estudiar los movimientos del cuerpo.
EVOLUCIÓN Y ACTUALIDAD

El estudio de tiempos y movimientos se ha perfeccionado continuamente desde


los años de la década de 1920, y en nuestros días se le reconoce como un medio
o Instrumento necesario para el funcionamiento eficaz de los negocios o la
industria. El profesional del arte y la ciencia del estudio de tiempos y movimientos
se ha percatado de la necesidad de tener en cuenta al "elemento humano" en su
trabajo. Ya no es aceptable en absoluto el procedimiento de "cartabones fijos"
característico del antiguo "experto de eficiencia". Actualmente, mediante las
pruebas y la instrucción del personal, se considera el hecho de que los individuos
difieren en potencialidad de trabajo. Se reconoce ahora que factores como sexo,
edad, salud y buena disposición, tamaño y fuerza físicos, aptitudes, actitud hacia
el entrenamiento y respuesta a la motivación tienen influencia directa en el
rendimiento. Por lo demás, el analista actual reconoce que los trabajadores se
resisten, y con razón, a ser tratados como máquinas. Todo operario siente
aversión y temor hacia un enfoque puramente científico de los métodos, la
medición del trabajo y los incentivos. Inherentemente le disgusta cualquier cambio
de su actual forma de laborar. Esta reacción psicológica no sólo la tienen los
obreros o trabajadores de fábricas, sino que es una reacción normal de toda la
gente.

La dirección de una empresa suele rechazar innovaciones valiosas de métodos


debido a su renuencia a los cambios. De hecho, según experiencia del autor, la
administración o gerencia de una empresa resulta ser la más difícil en aceptar
ideas nuevas que cualquier otro grupo dentro de la misma. Después de todo. Los
administradores son los responsables de los métodos o procedimientos existentes
y, por lo general, los defenderán a toda costa sin tomar en consideración las
posibles economías que se obtendrían con los cambios.

Los trabajadores se inclinan a temer a los estudios de métodos y de tiempos, pues


se percatan de que darán por resultado un aumento en la productividad. Esto
significa una sola cosa para ellos: menos trabajo y, en consecuencia, menor
salario. Debe convencérseles de que como consumidores, se beneficiarán así con
los costos más bajos y que éstos últimos resultarán en mercados más amplios,
con lo cual habrá más trabajo para más gente durante más tiempo del año.

Parte del temor al estudio de tiempos que hay todavía ahora se debe sin duda
a las desagradables experiencias de la época de los expertos en eficiencia. Para
muchos trabajadores el estudio de tiempos y de movimientos equivale a ser
apresurado o forzado en el trabajo. Estos términos denotan el hecho de utilizar los
incentivos para aguijonear a los empleados a alcanzar niveles más altos de
producción y, una vez logrados, establecer nuevos niveles de producción normal,
forzando u Obligando de esta manera a los obreros a realizar mayores esfuerzos a
fin de conservar el mismo nivel de salario anterior. No cabe duda que algunos
directores de fábricas de poca visión y sin escrúpulos recurrieron en tiempos
pasados al uso de estos medios.

Aún ahora, la mayor parte de los organismos sindicales se opone al


establecimiento de estándares por mediciones del trabajo, a la implantación de
tasas básicas por hora para la evaluación del trabajo, y a la aplicación de sistemas
de incentivos. Es creencia común en estos sindicatos que el tiempo asignado a la
realización de una tarea y la remuneración que se debe pagar a un obrero; son
puntos a resolver por acuerdos colectivos de negociación.

El técnico en el estudio de tiempos y movimientos de la actualidad, debe


aplicar el enfoque basado en términos "humanitarios". Debe tener amplios
conocimientos del estudio de la conducta humana y ser perito en el arte de la
comunicación. Siempre debe saber escuchar, indicando que respeta las ideas y
las opiniones de otros, particularmente del operario en cuestión. Debe dar crédito
a quienes lo ameriten y, en realidad, tiene que adquirir el hábito de dar crédito a la
"otra persona", aun cuando se dude de si lo merece efectivamente.

Independientemente de sus aptitudes y conocimientos técnicos, alcanzará poco


éxito en los trabajos de estudio de tiempos y movimientos si no es capaz de tratar
adecuadamente al elemento humano.

Un gran número de instituciones de enseñanza superior tienen en. sus planes


de estudios de ingeniería industrial, cursos acerca de los principios, técnicas y
filosofías relativas a este campo. En muchos sindicatos se instruye a sus
representantes en los resultados y las aplicaciones del estudio de tiempos y
movimientos. Los directores de industrias grandes y pequeñas están
emprendiendo programas de instrucción en masa, porque han advertido las
grandes potencialidades de un programa bien formulado que utilice tal
instrumento.

La industria, los negocios y el gobierno convienen en que la potencialidad bien


encauzada para acrecentar la productividad es la mejor medida para afrontar la
inflación y la lucha competitiva. Y la clave principal para aumentar la productividad
es una aplicación continua de los principios de los métodos, estándares y salarios.
Sólo de este modo puede lograrse un mayor rendimiento de hombres y máquinas.
La fuerza laboral en Estados Unidos espera, y tiene el poder de negociación para
conseguir, una elevación continua de los niveles de salario. El gobierno
norteamericano ha adoptado una filosofía crecientemente paternalista orientada a
la ayuda y protección de las personas con pocos recursos: viviendas para los
menesterosos, atención médica a los ancianos, trabajo para las minorías, etc.
Para adaptarse a los costos ascendentes de mano de obra y a los crecientes
gravámenes gubernamentales y proseguir en el negocio, se tiene que obtener más
de los elementos productivos, hombres y máquinas. Es seguro que continúe la
cada vez más amplia aplicación de los métodos, estándares y sistemas de salarios
a todas las combinaciones de personas, materiales y máquinas.

En la actualidad, las industrias progresistas están extendiendo la ingeniería de


métodos en el aspecto de factores ergonómico-humanos, para su uso en diseños
o proyectos, sitios de trabajo, equipos y productos. Estos esfuerzos han mejorado
la productividad en todas las organizaciones, incrementado la salud y seguridad
de los trabajadores y empleados y creado una fuerza de trabajo más satisfecha.
Innumerables ejemplos han demostrado que la mayor productividad puede ser
lograda eliminando el esfuerzo y las demandas innecesarias del sitio de trabajo.

Está asegurada la amplia aplicación de métodos, estándares y pago de salarios


a toda combinación de personas, material y máquinas. Por ejemplo, los
contratistas y subcontratistas. de equipo militar en la actualidad están siendo
presionados a documentar estándares de trabajo directo como resultado de la
MIL-STD 1567 (USAF), medición del trabajo, emitida el 30 de junio de 1975 y
reemplazada por la MLL-STD 1567A emitida el 11 de marzo de 1983. Cualquier
empresa a la que se le asigne un contrato que exceda el millón de dólares, queda
sujeta a la MIL-STD 1567A que requiere un plan y procedimientos de medición del
trabajo, un plan para establecer y mantener estándares de ingeniería de
reconocida precisión y seguimiento, un plan para mejoramiento de métodos junto
con estándares, y un plan para el uso de estándares como entrada para
presupuestar, estimar, planear y evaluar el desempeño.

El 3 de mayo de 1986 se terminó el Apéndice para la Guía de Medición del


Trabajo de la MIL-STD 1567A. El estándar o norma militar requiere de la
aplicación disciplinada de un programa de medición de trabajo como una
herramienta administrativa para mejorar la productividad de los contratos a los que
se aplica. Este documento establece criterios que deben ser cumplidos por el
contratista en su actividad de medición del. Trabajo, y directrices en la aplicación
de las técnicas de medición que ayudan o asegurar los equipos y sistemas
efectivos en costo.

El estándar o norma militar define el Tipo I de estándares laborales planeados


como aquellos desarrollados de una técnica reconocida: estudio de tiempos, datos
estándares, sistemas de tiempos predeterminados o la combinación de ellos, para
derivar por lo menos el 90% del tiempo normal asociado con el esfuerzo laboral
cubierto por la norma. Los estándares Tipo I deben reflejar una precisión de más o
menos 10% con un 90% o más de confianza en el nivel de operación. Los
estándares Tipo I también requieren: 1) incluir documentación de un análisis de
operación, 2) proveer un registro de la práctica estándar o método utilizado
cuando se desarrolló el estándar, 3) proveer un registro de la calificación o
graduación de la ejecución, 4) incluir un registro de los tiempos estándares
calculados incluyendo los descuentos, y 5) incluir un registro de valores de
sistemas de tiempo observados o predeterminados utilizados en la determinación
del tiempo estándar. Todas las demás normas o estándares de medición del
trabajo se definen como de Tipo II y no tienen requerimientos específicos de
exactitud.

Mientras en el pasado la medición del trabajo se concentró en la mano de obra


directa, en los últimos años se ha incrementado su uso de métodos y desarrollo de
estándares para la mano de obra indirecta. Esta tendencia continuará. El empleo
de técnicas computadorizadas también continuará creciendo. Muchos de los
sistemas de tiempo predeterminados están en la actualidad totalmente
computarizados. Entre éstos son notables los 4M, MOST y WOCOM. En la
actualidad. Muchas compañías han desarrollado programas para estudios de
tiempo y muestreo del trabajo. Normalmente los programas utilizan colectores de
datos electrónicos para compilar el estudio. La tabla 2-1 muestra una escala
cronológica que ilustra el progreso alcanzado en relación con métodos de trabajo y
estándares de tiempo.

IMPACTOS EN LOS PROCESOS DE PRODUCCIÓN

El Estudio de Trabajo como método sistemático de mejora de procesos, expone


una serie de utilidades por medio de las cuales se justifica su implementación.
Entre las más comunes se encuentran:

 El Estudio de Trabajo es un medio para incrementar la productividad de un


sistema productivo mediante metodologías de reorganización de trabajo,
(secuencia y método), este método regularmente requiere un mínimo o
ninguna inversión de capital para infraestructura, equipo y herramientas.

 El Estudio de Trabajo es un método sistemático, por ende mantiene un


orden que vela por la eficiencia del proceso.

 Es el método más exacto para establecer normas de rendimiento, de las


que dependen la planificación, programación y el control de las
operaciones.

 Contribuye con el establecimiento de garantías respecto a seguridad e


higiene.
 La utilidad del Estudio de Trabajo tiene un periodo de percepción inmediato
y dura mientras se ejecuten los métodos sobre las operaciones del estudio.

 La aplicación de la metodología del Estudio de Trabajo es universal, por


ende es aplicable a cualquier tipo de organización.

 Es relativamente poco costoso y de fácil aplicación.

Procedimiento básico para el Estudio de trabajo

Así como en el método científico hace falta recorrer ocho etapas fundamentales


para asegurar el máximo provecho del algoritmo, en el Estudio del
Trabajo también hace falta recorrer ocho pasos para realizar un proceso
completo:

 Seleccionar el trabajo o proceso que se ha de estudiar.

 Registrar o recolectar todos los datos relevantes acerca de la tarea o


proceso, utilizando las técnicas más apropiadas y disponiendo los datos en
la forma más cómoda para analizarlos.

 Examinar los hechos registrados con espíritu crítico, preguntándose si se


justifica lo que se hace, según el propósito de la actividad; el lugar donde se
lleva a cabo; el orden en que se ejecuta; quién la ejecuta, y los medios
empleados para tales fines.

 Establecer el método más económico, teniendo en cuenta todas las


circunstancias y utilizando las diferentes técnicas de gestión así como los
aportes de los dirigentes, supervisores, trabajadores y asesores cuyos
enfoques deben analizarse y discutirse.

 Evaluar los resultados obtenidos con el nuevo método en comparación con


la cantidad de trabajo necesario y establecer un tiempo tipo.

 Definir el nuevo método, y el tiempo correspondiente, y presentar dicho


método, ya sea verbalmente o por escrito, a todas las personas a quienes
concierne, utilizando demostraciones.
 Implantar el nuevo método, comunicando las decisiones formando a las
personas interesadas (implicadas) como práctica general aceptada con el
tiempo normalizado.

 Controlar la aplicación  de la nueva norma siguiendo los resultados


obtenidos y comparándolos con los objetivos.

Conclusión
Los negocios y empresas que quieren sobresalir dentro del mercado en el que se
manejan necesitan de una productividad para crear mejoras que se puedan
presentar con el estudio del trabajo, todo depende de las iniciativas que se tomen
para un cambio de estrategia o situación a través del tiempo, como también
evaluar y dar seguimiento a los procesos de fabricación de productos o el proceso
de desarrollo para poder orientarse mejor en alcanzar mejores resultados en sus
proyectos.

Un punto muy importante es que la productividad engloba todos los puntos clave
de una empresa, ya que se basa en empleados mejorando sus salarios y
condiciones de trabajos desarrollando sus habilidades llegando a una estabilidad
laboral y mejor bienestar común, por otro lado en los consumidores buscar mejorar
los bienes y servicios que les otorgan con mayor calidad.
Para concluir lo que es el Estudio del Trabajo, se resume a el análisis del trabajo
para su mejor realización ya sea en tiempos, productividad, calidad, etc., mediante
el uso de minuciosas observaciones de las actividades que se realizan dentro de
una fábrica, taller o el lugar que se utiliza para la producción de algún objeto, para
poder encontrar posibles fallas o errores durante el proceso de fabricación del
mismo, y posteriormente corregir esos errores y establecer un nuevo método que
deberá ser más fácil, económico y/o practico. Tuvo origen en el momento cuando
se encontraron fallas y necesidades que se debieron solucionar, se fueron
desarrollando nuevas ideología con el paso del tiempo, pues cada vez aparecían
más cuestiones.

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