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IMPORTANCIA DE GESTION EMPRESARIAL

Arjona Torres, M. (1999). El éxito de una empresa y su capacidad de competir dependen, en


general, de dos factores. Por un lado, del acierto en la elección del negocio, esto es, en tomar
las decisiones correctas sobre el mercado o mercados donde competir, con qué productos,
qué canales de distribución, qué tecnología, cómo estructurar adecuada- mente las unidades
estratégicas de negocio, etc. En definitiva, es una referencia al conjunto de aspectos
fundamentales que constituyen y definen la misión de la empresa. Por otro lado, de la
capacidad de orientar sus capacidades internas hacia la satisfacción de las necesidades de los
clientes y a la eficiencia de sus procesos internos. Estos dos elementos son complementarios y
necesitan estar equilibrados Una empresa eficaz estratégicamente pero ineficiente en sus
procesos de negocio está irremediablemente abocada al fracaso. En cambio, una empresa
eficiente en sus procesos y razonablemente eficaz en la elección de sus alternativas
estratégicas puede ser viable.

Dentro de la propia empresa coexisten subsistemas que, mediante la intervención de los


procesos, proporcionan productos intermedios a otros subsistemas, generando, por tanto,
clientes intermedios. En realidad, se introduce el concepto de subproceso asociado al proceso
principal. Por tanto, si el cliente final se ve afectado por la calidad de los procesos de negocio,
compuesto de subprocesos, optimizar los subprocesos supone mejorar el proceso principal y
por tanto proporcionar más valor al cliente con el pro- ducto o servicio. La mejora en el cliente
se produce por el impacto de la mejora en la cadena de valor. Una reducción de costes se
puede producir, por ejemplo, por una mejora en los tiempos de ciclo del proceso, que
redundará en el precio final del producto o servicio, manteniendo su calidad.

Prieto Herrera, J. E. (2012). La estrategia y su relación con el aspecto operativo de la empresa


se debe tener en cuenta la supervivencia, el crecimiento y la utilidad esperada de la compañía
y además saber con precisión: qué quiere ser la empresa y cómo va a conseguirlo. Es fácil para
cualquier lector deducir que el objetivo final de toda empresa es producir una rentabilidad
sobre la inversión que sea superior a la de la competencia y que además sea sostenible en el
largo plazo. Pero la respuesta un poco más técnica se puede enfocar tiendo en cuenta la
competitividad de la compañía dentro del sector y la competitividad del sector en que la
empresa se encuentra, pues existen diferencias en la rentabilidad de cada uno de los sectores.

Las empresas, cualquiera que sea su estrategia corporativa, buscan dar valor a los
consumidores y para eso deben tener costos bajos u ofrecer un producto diferenciado.
Entonces la clave está en la revisión de los procesos y actividades desde el proveedor hasta el
consumidor o cliente final y para eso debe hacer uso de la gestión estratégica organizacional.
Ahora debemos tomar el riesgo de dar un concepto de estrategia, so pena de estar
pontificando, pero hay que tomarlo.
Bibliografía
Arjona Torres, M. (1999). Dirección estratégica. Un enfoque práctico: principios y aplicaciones
de la gestión del rendimiento. Madrid, Spain: Ediciones Díaz de Santos. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/biblioua/52956?page=36.

Prieto Herrera, J. E. (2012). Gestión estratégica organizacional (4a. ed.). Bogotá, Colombia:
Ecoe Ediciones. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/biblioua/69242?page=40.

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