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Asignatura:

Estructuras y Psicopatología

Título Del Trabajo Derechos De Autor

Análisis de Caso clínico 11

Presenta:

Julio Cesar Medina ID: 637192

Andrés Rojas Muñoz ID: 631634

Deisy Catherine Vallejo ID: 637785

Docente

Sandra Rocío Guerrero Torres

Colombia, San Juan de Pasto. Mayo 12 de 2020.

Introducción
La revisión del presente caso clínico está relacionada con la problemática y

sintomatológica manifiesta de Ariel, un niño de 8 años de edad, y descrita por sus padres quienes

son los que acompañan al niño a la consultan con el profesional. El caso clínico propone la

revisión, codificación y discriminación de síntomas y criterios diagnóstico para la formulación

del diagnóstico final de la problemática mental del Ariel. En este caso, y de acuerdo a la

correlación y codificación de síntomas con el Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos

Mentales DSM-5 y la Clasificación de Trastornos Mentales CIE-10 según criterio de la

Organización Mundial de Salud OMS, el análisis permite determinar un diagnóstico relacionado

con síntomas o problemas de autocontrol de emociones y comportamientos: Trastorno negativista

Desafiante.

Es de esta manera que el presente trabajo brinda a los estudiantes de sexto semestre de

psicología de la Universidad Minuto de Dios y como propuesta académica del curso Estructura y

Psicopatología, fortalecer y mejorar las habilidades que se han generado a través de los anteriores

casos clínicos revisados. Habilidades relacionadas con el manejo de los dos manuales antes

descritos (DSM-5 Y CIE-10), la conceptualización e identificación de los diferentes trastornos

mentales y, por último, el fortalecimiento de habilidades de análisis que permitan la

consideración y formulación de diagnósticos reales, certeros y coherentes con la realidad y

sintomatología experimentada por el consultante.

El presente trabajo permitirá evidenciar el aprendizaje continuo, significativo y progresivo

del abordaje de los casos clínicos a través de la trazabilidad en la adquisición del conocimiento y

de las mismas habilidades como resultado de la relación teórico-práctico que infiere el curso de

Estructura y Psicopatología, ya que se debe considerar que así como es importante el aprendizaje

y generación de conocimientos, también es fundamental el poder contextualizar y generar


habilidades de relación de los conceptos con casos reales que lleven al estudiante y futuros

psicólogos a discernir y poner en práctica lo aprendido y revisado en los textos.

El presente trabajo evidencia la corrección y revisión de las indicaciones y

recomendaciones descritas por la tutora a cargo del curso de Estructura y Psicopatología en

anteriores trabajos que permitirá evidenciar por una parte el interés de los estudiantes de mejorar

y construir sus aprendizajes, pero, además, la asimilación, modificación y perfección de

constructos como la redacción, la organización de información y el manejo de Normas APA;

aspectos fundamentales en el ejercicio de la profesión del psicólogo.

Análisis de caso clínico 11


Datos sociodemográficos

Nombre: Ariel

Edad: 8 años

Género: Masculino

Escolaridad: Tercer grado de primaria

Lugar de residencia: barrio humilde cercano a una villa de emergencia

Estrato socioeconómico: por lugar de residencia, estrato bajo

Motivo de consulta

Los padres de Ariel, quienes lo acompañan a la consulta, refieren “el rendimiento escolar

del niño no es sobresaliente y que para sostener dicho rendimiento tiene que asistir diariamente a

una maestra particular que lo ayuda con las tareas escolares; además manifiestan que el

comportamiento que ha tenido últimamente ha sido muy “conflictivo”: presenta conductas

agresivas tanto físicas como verbales no solo con sus compañeros, sino también con directivos,

docentes y con su madre.”

Los Padres también refieren que “frecuentemente presenta conductas irascibles, en las

cuales suceden las agresiones físicas y verbales, suele discutir con asiduidad con sus padres y

docentes ante una variedad de situaciones, con frecuencia irrita a sus compañeros a través de

agravios por apariencia física o dificultades intelectuales, culpabiliza a los demás de lo que ocurre

en el ambiente y ante situaciones que considera como injustas busca la manera de vengarse de los

que considera son los culpables de dichas situaciones.”

Antecedentes
Antecedentes médicos. Ariel padece problemas de hipertensión arterial debido al

sobrepeso que presenta. Si se tiene en cuenta el promedio de masa corporal en relación a la edad,

es probable que el peso de Ariel este muy por encima de los 25.6 kilogramos de peso (referencia

para la edad de 8 años). En ausencia de datos suficientes que permitan identificar la causalidad

del sobrepeso, cabe mencionar 2 posibles situaciones que pueden definir el origen del sobrepeso

de Ariel: antecedentes de obesidad e hipertensión en el entorno familiar o algún desorden en la

conducta alimentaria de Ariel. Como consecuencia del sobrepeso ahora padece problemas de

hipertensión.

No se tiene información que permita hacer una relación de antecedentes médicos y

personales relacionados con el embarazo, el parto y el desarrollo psicomotor de Ariel.

Antecedentes psiquiátricos. De acuerdo a los datos presentados en el caso y la no

descripción de consultas anteriores, se concluye que es la primera vez que los padres de Ariel

consultan con profesionales de salud mental respecto a estas conductas agresivas tanto físicas y

verbales u otras sintomatologías presentadas por su hijo.

Cabe destacar que frente a los antecedentes de sintomatología psiquiátrica los padres no

pueden identificar cuando comenzaron las conductas agresivas de Ariel, ya que, desde su punto

de vista, su hijo siempre ha sido así. La anterior afirmación permite considerar antecedentes de

permisividad por parte de los padres de algunos comportamientos de Ariel que trasgreden los

derechos y causan malestar a los otros o sus pares y además demuestra la cronicidad del

problema teniendo en cuenta el tiempo en sumo de la manifestación de los signos. Se describen

antecedentes de las consecuencias sociales o del malestar clínicamente significativo en el entorno

escolar y familiar desde hace tres años, es decir, aproximadamente desde que Ariel tiene 5 años

de edad.
Como último aspecto a tener en cuenta en este apartado, se resalta la no percepción clara

de la existencia del problema por parte de Ariel, lo que permite inferir que Ariel no se considera o

percibe así mismo como agresivo, irritante, conflictivo y que considera su forma de actuar como

justa en respuesta a las circunstancias o exigencias del entorno.

Antecedentes familiares. No se describe información relacionada a antecedentes de tipo

médico o psiquiátricos familiares, situaciones o vivencias del grupo del entorno y apoyo familiar

que puedan tener alguna relación o influencia con los síntomas manifestados por Ariel.

Se destaca como antecedente familiar la preocupación de los padres de Ariel por su

rendimiento escolar lo que ha ocasionado que deban mantenerle una maestra particular para

suplir las deficiencias escolares y el escuchar y admitir durante los últimos tres años las quejas

por parte de los padres de los otros compañeros de Ariel ante la Institución educativa para que no

se le renueve la matrícula escolar.

Descripción del problema actual

De acuerdo a las descripciones sintomatológicas manifestadas por los padres, la

problemática de Ariel se centra en una conducta disruptiva y de alteración del comportamiento

debido a la falta de control y regulación de sus impulsos y emociones que conlleva a conductas

que violan los derechos de los demás, en este caso, sus padres, sus maestros y sus compañeros y

que están generando conflictos frente a las normas estipuladas en los contextos en los que se

relaciona: la familia y la escuela.

La sintomatología se centra en la exposición o manifestación de emociones como la

irritabilidad y el enfado frecuente y conductas de agresión física y verbal, discusiones, intención

de irritar a sus compañeros con agravios por apariencia física o dificultades intelectuales,
culpabilización a los demás de situaciones externas y la búsqueda de estrategias de venganza a las

situaciones que él considera adversas o injustas, en otras palabras, presenta un comportamiento

muy conflictivo.

En esta sintomatología que es frecuente, no se ha logrado identificar por parte de sus

padres el inicio de la manifestación de los mismos ya que ellos manifiestan que siempre ha sido

así. En cuanto a Ariel, no tiene una percepción clara de la problemática y siempre justifica sus

emociones y conductas con una serie de explicaciones de atrición externa, es decir, su

comportamiento está determinado por influencias fuera de su control y por lo tanto no es

responsable de él. En cuanto al contexto escolar y académico ha generado un malestar y deterioro

desde hace 3 años ocasionando que los padres de los otros niños pidan que no se le acepte la

matricula a Ariel en dicho instituto educativo y obligando a sus padres a buscar un maestro

particular para que acompañe y supla las tareas escolares de Ariel.

Hipótesis Diagnóstica.

Se puede plantear como hipótesis diagnóstica, basados en la historia clínica del paciente

Ariel y apoyados en el DSM-5, que el paciente acude a consulta con sus dos padres, quienes
refieren: “Que el comportamiento que ha tenido últimamente ha sido muy conflictivo: presenta

conductas agresivas tanto físicas como verbales no solo con sus compañeros, sino también con

directivos, docentes y con su madre.”

En este sentido, se puede deducir como hipótesis Diagnóstica que el paciente desarrolla su

trastorno debido a unas posibles causas temperamentales y ambientales. (Manual Diagnóstico

DSM-5., 2014, p.464). La primera debido a que se alude un gran temperamento emocional en el

niño, no obstante, encontrándose en su proceso de desarrollo esta puede ser encaminada de la

manera correcta siempre y cuando se le enseñe a manejarlo adecuadamente, es decir, que las

figuras paternas deben realizar un gran esfuerzo por controlar y regular la problemática

emocional del niño, hecho en el que se logra reconocer ciertas falencias en este proceso debido a

que sus padres no han contribuido con este factor, por lo cual puede ser una de las principales

causas desencadenantes.

Por otra parte, en cuanto a las causas ambientales y partiendo del comportamiento

presentado por la familia nuclear se observa una leve negligencia y poco manejo a las

regulaciones emocionales del niño, por tanto es bastante probable que el trastorno sea

desencadenado de la apatía por parte de los padres, ya que el apoyo parental ayuda a la

interacción social y son los padres quienes deben establecer límites, reglas y normas claras al

niño, que deben ser supervisadas para que se cumplan de lo contario dichas normas no se podrán

convertir en hábitos, lo anterior se interpreta desde la afirmación que su trastorno sea concebido

como algo normal como la misma pareja lo manifiesta “Los padres no pueden identificar cuándo

comenzaron las conductas agresivas de Ariel ya que, desde su punto de vista, siempre ha sido

así.” Lo anterior, muestra en el presente caso la falta de apoyo parental y calidez, que podrían

estar vinculadas directamente con los problemas de conducta que presenta el niño.
Diagnóstico diferencial – Trastorno negativista desafiante.

Trastorno de conducta: Este trastorno se puede confundir con el trastorno negativista

desafiante ya que los dos trastornos se relacionan con problemas de conducta que llevan al

individuo a conflictos con personas adultas y otras figuras de autoridad. (Manual Diagnóstico

DSM-5., 2014, p.465) en el presente caso (padres – docentes), pero la diferencia es que en el

trastorno de conducta no se incluyen problemas de desregulación emocional en este caso Ariel si

presenta enfado e irritabilidad, criterios propios del trastorno negativista desafiante.

De igual forma el trastorno presentado por el menor es claramente de menor gravedad que

el trastorno de conducta debido a que Ariel no hace referencia a agresión a animales, daño en

propiedad ajena, ni existe patrones de robos o engaños, (Manual Diagnóstico DSM-5., 2014,

p.465) razón por la cual los padres han visto su conducta como normal, como un proceso propio

del desarrollo de la edad.

Trastorno por déficit de atención / hiperactividad: Aunque la similitud es bastante

entre estos dos trastornos, así como la posibilidad de comorbilidad, (Manual Diagnóstico DSM-

5., 2014, p.465) es importante resaltar que tras la aplicación de pruebas permiten identificar

signos que descartan el TDAH, puesto que no hacen parte de los criterios de dicho trastorno

como se argumenta en el presente caso “En todos los instrumentos administrados aparecieron

signos contundentes de conductas impulsivas, agresividad y transgresión a la norma” de allí que

su principal incapacidad sea seguir las normas y no por permanecer quieto o concentrado en una

determinada actividad.

Trastorno de desregulación disruptiva perturbador del estado de ánimo: Estos dos

trastornos comparten los síntomas de estado de ánimo negativo (Manual Diagnóstico DSM-5.,
2014, p.465); no obstante, la frecuencia e intensidad en el trastorno negativista desafiante es de

menor intensidad, pues aunque el caso no expone con claridad la frecuencia de los arrebatos, se

puede evidenciar que no son constantes cuando expresa “Muestra deseos de colaborar en el

dispositivo terapéutico” es decir, que el niño recibe de manera positiva la intervención, lo cual

abre puertas para considerarlo en menor grado que un trastorno de desregulación disruptiva

perturbador del ánimo; de igual forma el paciente no cumple con algunos de los criterios de este

trastorno, dentro de los cuales están episodios maniacos o trastornos depresivos mayores. (Guía

de Consulta de los Criterios diagnósticos del DSM-5., 2013, p.103-104).

Trastorno explosivo intermitente: Este trastorno presenta gran similitud con el trastorno

negativista desafiante, en el presente caso clínico el paciente comparte el Criterio A aunque este

trastorno lo presenta en un grado mayor de agresividad (Manual Diagnóstico DSM-5., 2014,

p.469) por tanto, el nivel de agresión impulsiva no se encuentra tan avanzado en el niño; de

igual forma las respuestas de este tipo de trastorno suelen ser el resultado a un abanico de

provocaciones y sus reacciones suelen incluir siempre la agresión física , en este sentido en el

caso sucede todo lo contrario puesto que el niño reacciona especialmente hacia los entes de

autoridad (padres, profesores, etc.) y suele ser él quien induce provocaciones a sus compañeros

argumentado desde “con frecuencia irrita a sus compañeros a través de agravios por apariencia

física o dificultades intelectuales” criterio que no incluye el trastorno explosivo intermitente y el

cual se evidencia en la conducta del menor; así como el hecho de que no siempre incluye la

agresión física en sus berrinches; asimismo, el deseo de venganza cuando considera injusto una

situación, criterio que no incluye el trastorno explosivo intermítete y es una conducta presente en

el paciente.

Diagnóstico final.
Se diagnóstica Trastorno negativista desafiante 313.81 según (Manual Diagnóstico DSM-

5., 2014, p.462), F91.3 Trastorno disocial desafiante y oposicionista según (CIE-10. p.155).

Este diagnóstico se sustenta a partir de la presencia de los siguientes criterios:

A) Un patrón de enfado /irritabilidad, discusiones/actividades desafiante o vengativa que

dura por lo menos 6 meses y se manifiesta con mínimo 4 de los siguientes síntomas (Manual

Diagnóstico DSM-5., 2014, p.462):

1) A menudo pierde la calma: como lo manifiestan los padres durante la consulta “el

comportamiento que ha tenido últimamente ha sido muy conflictivo: presenta conductas

agresivas tanto físicas como verbales no solo con sus compañeros, sino también con directivos,

docentes y con su madre”. Hecho que permite evidenciar el poco control de emociones que posee

el niño sobre su conducta.

3) A menudo está enfadado y resentido: Los padres manifiestan “Suele discutir con

asiduidad con sus padres y docentes ante una variedad de situaciones” Es decir que sin motivos

aparentes considera un motivo de discusión con los entes de autoridad, además se debe resaltar

que se administraron las siguientes pruebas: el Dibujo de la figura humana (Münsterberg

Koppitz, 2007), Test Guestáltico viso motor para niños de Bender (Munsterberg Koppitz, 1989),

El test de la persona bajo la lluvia (Querol, 2005) y como resultado DX de los instrumentos

administrados aparecieron signos contundentes de conductas impulsivas, agresividad y

transgresión a la norma.

4) y 5) Discute a menudo con la autoridad y a menudo desafía o rechaza las figuras de

autoridad: otro hecho bastante perceptible en el niño, pues se opone recurrentemente a quienes

muestran su autoridad frente a él, haciendo que sus comportamientos sean justificados como
conductas producto de lo que hace alguien más, le cuesta reconocer su error y enmendarlo según

lo sustentado en la consulta “también con directivos, docentes y con su madre.”

6) A menudo molesta a los demás deliberadamente: suele involucrarse en discusiones que

el mismo provoca como lo expresan en consulta: “con frecuencia irrita a sus compañeros a través

de agravios por apariencia física o dificultades intelectuales” conducta que ha desarrollado una

separación social hacia sus compañeros y los padres de ellos han presentado numerosas quejas a

la institución.

7) A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento: como se

sustenta en el presente caso “Estas conductas van acompañadas de una serie de explicaciones de

atribución externa” es decir, culpabiliza a sus compañeros, directivos y padres de sus

comportamientos.

8) Vengativo/ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos 6

meses: como se refiere en el caso “que ante diversas situaciones que él evalúa como injustas,

rápidamente busca alguna estrategia para vengarse de aquellos a los que responsabiliza por ella”

además, esta problemática se ha presentado por 3 años, en donde los padres no exponen ningún

tipo de sintomatología psicótica.

B. Según Manual Diagnóstico DSM-5 (2014) “Este trastorno del comportamiento va

asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno social.” (p.462) como se

evidencia en el presente caso padres, docentes y compañeros, lo anterior también se argumenta

desde lo expresado “todos estos comportamientos traen aparejado un distanciamiento por parte de

sus compañeros” puesto que los comportamientos de Ariel han hecho que sus compañeros se

alejen.
C. Según Manual Diagnóstico DSM-5 (2014) “Los comportamientos no aparecen

exclusivamente en el trascurso de un trastorno psicótico, un trastorno por consumo de sustancias,

un trastorno depresivo o uno bipolar. Además, no se cumplen los criterios de un trastorno de

desregulación disruptiva del estado de ánimo.” (p.462) de acuerdo a lo anterior se desvirtúa que

Ariel presente algún tipo de sintomatología psicótica y al mismo tiempo se descartan por medio

de este criterio otros tipos de trastornos ya que los comportamientos de Ariel no sobrepasan los

criterios presentes del trastorno negativista desafiante y se puede especificar que la gravedad

actual es moderada ya que sus síntomas se limitan a dos entornos el colegio y la casa. (Manual

Diagnóstico DSM-5., 2014, p.463).

Conclusiones

El análisis del presente caso permitió a los estudiantes de sexto semestre de psicología

fortalecer los conocimientos y habilidades referentes al abordaje de estos instrumentos de

aprendizaje como son los casos clínicos, pero además, favoreció la identificación y

conocimientos de los diferentes síntomas y criterios diagnósticos de los trastornos mentales

relacionados a las afecciones que se manifiestan con problemas de autocontrol de las emociones
y comportamientos del individuo, en este caso el Trastorno Negativista Desafiante a través de la

revisión del Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5 y la

Clasificación de Trastornos Mentales CIE-10 según criterio de la Organización Mundial de Salud

OMS.

El aprendizaje a lo largo de este y los otros 2 casos clínicos es significativo y progresivo

ya que, el análisis no solamente implico la revisión del trastorno final en cada una de las

situaciones, sino que para llegar a este diagnóstico final y realizar los diagnósticos diferenciales

necesito y obligó la revisión casi total de todas las patologías descritas en los manuales de

referencia, lo que generó la conceptualización por parte de los estudiantes de la mayoría de los

trastornos mentales.

Además del conocimiento teórico generado, el abordaje del caso clínico permitió a los

estudiantes la contextualización y puesta en práctica de estos conocimientos a través del análisis

y manifestación sintomatológica de una situación real. Es así como el estudiante a partir del

momento se siente con habilidades y capacidades evaluativas y diagnósticas de afrontar las

diferentes realidades y trastornos manifiestos en la sociedad, eso sí, con la conciencia de que aun

falta camino por recorrer y con la necesidad de perfeccionar los conocimientos y aventurarse a la

práctica.

Gracias al continuo acompañamiento y retroalimentación de la tutora responsable del

curso de Estructura y Psicopatología, en este trabajo se logró una mayor coherencia y manejo de

la información, es decir, que, de acuerdo a la estructura, clasificación de la información,

redacción y manejo de Normas APA, se logró evidenciar la aplicación de los respectivos

requerimientos y sugerencias solicitadas en los anteriores trabajos.


A través del anterior trabajo y debido a las necesidades de adaptación producto de la

situación actual de confinamiento, el presente trabajo permitió idear estrategias de trabajo en

grupo y utilización de herramientas tecnológicas que favorecieran la interrelación virtual pero

satisfactoria de los participantes del trabajo. De tal manera se desarrollaron habilidades de trabajo

en grupo, resolución de conflictos y liderazgo a través de las ventajas y requerimientos ahora

influenciados por las herramientas tecnológicas.

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