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ACTUALIZACIÓN

Glomerulonefritis crónicas
M. Pérez Fernándeza,*, C. Castillo Torresb y J. Mancha Ramosa
Servicios de aNefrología y bAnatomía Patológica. Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Alcalá de Henares. Madrid. España.

Palabras Clave: Resumen


- Glomerulonefritis Las glomerulonefritis (GN) crónicas son un conjunto de patologías basadas en la alteración estructural
- Síndrome nefrótico del glomérulo, debidas a la acción de un agente causal cuya etiología es muy diversa (anticuerpos frente
a antígenos propios o frente a antígenos externos, daño secundario a fármacos o infecciones, con poten-
- Hematuria cial riesgo de evolución hacia la enfermedad renal crónica. Se manifiestan en forma de alteraciones del
sedimento urinario, es decir, síndrome nefrótico, síndrome nefrítico, proteinuria y/o hematuria aisladas.
Algunos pacientes pueden asociar hipertensión y deterioro de la función renal, que suelen aparecer en
algún momento durante el seguimiento, junto con las alteraciones en el sedimento, por lo que es necesa-
rio evaluar periódicamente a estos pacientes. Los hallazgos clínicos y analíticos pueden orientar hacia el
diagnóstico, pero será mandatorio disponer del diagnóstico histológico para poder dirigir el tratamiento
inmunosupresor en aquellos casos en los que esté indicado.

Keywords: Abstract
- Glomerulonephritis Chronic glomerulonephritis
- Nephrotic syndrome Chronic glomerulonephritis (GN) encompass a group of disorders characterized by structural impairment
- Hematuria of glomerulus caused by a wide range of etiologies (autoantibodies, antibodies against external antigens,
secondaries to drugs or infections), and show a high risk to progress to chronic kidney disorder. Urinary
sediment abnormalities, nephrotic and nephritic syndromes, proteinuria and/or isolated hematuria are its
clinical manifestations. At some point during the follow-up, some patients may show hypertension and
deterioration in renal function, being necessary to assess periodically these patients. Diagnosis can be
guided by clinical and laboratory findings. Nevertheless, for those patients in whom immunosuppressants
are indicated, pathological diagnosis is mandatory.

Introducción que en la edad adulta, en la que prevalecen el resto de GN


crónicas. Se han propuesto diferentes formas de clasifica-
ción en función de la clínica, según los hallazgos del sedi-
El término glomerulonefritis (GN) crónica hace referencia
mento urinario y la caída del filtrado glomerular, pudiendo
al conjunto de patologías glomerulares que pueden tener
distinguir un gran grupo de GN crónicas que se manifiestan
como consecuencia la progresión a enfermedad renal cróni-
en forma de síndrome nefrótico de manera predominante,
ca. La etiología de estas entidades es muy variada, pudiendo
como son la enfermedad por cambios mínimos, la GN focal
ser causadas por alteraciones genéticas secundarias a la acti-
y segmentaria y la GN membranosa. Para el diagnóstico de
vación de la respuesta inmune tras infecciones, o en el con-
estas entidades es fundamental la biopsia renal, ya que las
texto de neoplasias por la acción de anticuerpos frente a
manifestaciones clínicas no permiten diferenciar entre
antígenos propios o frente a antígenos externos, o daño se-
las distintas GN. Suponen más de la mitad de las biopsias
cundario a fármacos, entre otros. La prevalencia es diferente
renales según datos del registro español de GN.
en función de la edad de aparición, ya que la enfermedad por
El curso de estas entidades es muy variable, así como el
cambios mínimos es más frecuente en la población infantil
grado de evolución hacia la enfermedad renal terminal que
vendrá marcado por diferentes aspectos, fundamentalmente
*Correspondencia por la severidad del cuadro, la presencia de deterioro de fun-
Correo electrónico: perezfdez.mariapf@gmail.com ción renal y la respuesta al tratamiento, pero también depen-

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ENFERMEDADES NEFROURINARIAS (II)

derá de la coexistencia con otras alteraciones añadidas que TABLA 1


Entidades nosológicas asociadas a nefropatía por cambios mínimos
influyan en el mantenimiento o disminución del filtrado glo-
merular. Neoplasias Hematológicas
En lo referente al tratamiento, las formas más graves Linfomas Hodgkin
precisan tratamiento inmunosupresor específico para cada Linfomas no Hodgkin
etiología, debiendo instaurar, además, tratamiento sintomá- Leucemias
tico en cada caso, dependiendo de las manifestaciones clíni- Tumores sólidos
cas. Para facilitar el control de la tensión arterial y de la Adenocarcinoma de colon
proteinuria está indicada la dieta baja en sal y el tratamiento Carcinoma broncogénico

con inhibidores del sistema renina angiotensina como pri- Timoma

mera elección farmacológica para estos pacientes. Podría Tumores urológicos: carcinoma renal, vejiga, próstata
Infecciones Sífilis
estar indicado también el tratamiento con estatinas en pa-
Tuberculosis
cientes con hipercolesterolemia secundaria al aumento en la
Mycoplasma
síntesis hepática de lípidos, así como diuréticos (fundamen-
VHC
talmente diuréticos de asa) en situaciones de edema impor-
VIH
tante.
Fármacos AINE
Antibióticos: ampicilina, cefalosporinas, rifampicina
Bifosfonatos
Enfermedad por cambios mínimos Litio
Sulfasalazina
La enfermedad por cambios mínimos es la principal causa de Alergias Alérgenos alimentarios
síndrome nefrótico en niños1 (aproximadamente, el 90% en Pólenes
menores de 10 años) y la tercera en adultos (tras la GN VHC: virus de la hepatitis C; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana;
membranosa y la GN focal y segmentaria) suponiendo en AINE: antiinflamatorios no esteroideos.

torno a un 15-20% de los casos de síndrome nefrótico idio-


pático. Su prevalencia varía también con la raza, siendo más
frecuente en la población asiática y caucásica. En la mayoría en la población pediátrica, puesto que la enfermedad por
de los casos se trata de una enfermedad idiopática, aunque cambios mínimos es la principal causa de síndrome nefróti-
existen una serie de entidades nosológicas con las que se ha co, está indicado el tratamiento inmunosupresor de entrada,
relacionado (tabla 1)2. sin necesidad de confirmación histológica, que se llevará a
cabo únicamente en situaciones de mala respuesta al trata-
miento.
Patogenia
Su patogenia no es bien conocida, ya que en gran medida su Clínica, diagnóstico y diagnóstico diferencial
conocimiento ha derivado de los resultados obtenidos con
las diferentes líneas de tratamiento, como esteroides y ci- Característicamente se manifiesta con el inicio brusco (días o
clofosfamida, y con su asociación con otras patologías in- semanas) de un síndrome nefrótico florido. La coexistencia
tercurrentes como linfomas de Hodgkin y pacientes con con otras alteraciones del sedimento urinario no es habitual,
alergias. Por ello, la enfermedad por cambios mínimos se ha pero un pequeño porcentaje de pacientes presentará también
relacionado con una regulación anormal de linfocitos T y la microhematuria. Es poco frecuente pero también pueden
producción de factores circulantes1 que tienen como conse- asociar fracaso renal agudo generalmente por hipovolemia e
cuencia la alteración de la permeabilidad capilar y la conse- hipoperfusión, en ocasiones secundario al tratamiento con
cuente pérdida de proteínas a través de la orina. En la ac- diuréticos y otros nefrotóxicos. Los principales factores de
tualidad, el hecho de haber empleado rituximab con cierto riesgo para desarrollarlo son la hipertensión, la edad (mayor
grado de éxito en determinados pacientes conduce a asociar en ancianos), el sexo masculino y la severidad del síndrome
esta enfermedad también con la disfunción de linfocitos B. nefrótico.
El diagnóstico diferencial hay que hacerlo fundamental-
mente con otras GN que cursan con síndrome nefrótico,
Anatomía patológica como son la GN focal y segmentaria y la GN membranosa,
cuyo inicio, especialmente el de esta última, es menos abrup-
En la biopsia renal, es característica la ausencia de alteracio- to, así como otras entidades que cursan con síndrome nefró-
nes con la microscopía óptica y con inmunofluorescencia. tico como la amiloidosis.
Junto a esta ausencia de alteraciones, es la microscopía elec-
trónica la que sugiere el diagnóstico, poniendo de manifiesto
la desaparición o fusión de pedicelos en un elevado porcen- Pronóstico y tratamiento
taje de la superficie glomerular sin presencia de depósitos.
A pesar de que la biopsia renal es obligatoria en la edad Como primera línea de tratamiento inmunosupresor se em-
adulta, para el diagnóstico y posterior inicio de tratamiento, plean dosis altas de esteroides (1 mg/kg/día, máximo 80 mg)

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GLOMERULONEFRITIS CRÓNICAS

o 2 mg/kg a días alternos (máximo 120 mg) durante un mí- clasificación de la GN focal y segmentaria se han distinguido
nimo de cuatro a ocho semanas, con un máximo de 16 sema- casos genéticos, otros primarios o idiopáticos y un gran gru-
nas3, consiguiendo unas tasas de remisión del 90% en niños po de casos secundarios a otras condiciones que dañan el
y de hasta un 70-80% en adultos. Una vez conseguida dicha podocito y que constituyen en la actualidad la mayoría. El
remisión, se iniciará la retirada lenta de esteroides durante pronóstico y tratamiento varían ampliamente para cada uno
aproximadamente 6 meses. Al igual que el inicio del cuadro, de los grupos, por lo que los esfuerzos para tratar de diferen-
la respuesta al tratamiento también suele aparecer de forma ciar su origen son fundamentales.
brusca.
Aquellos pacientes sin respuesta tras 16 semanas de tra-
tamiento serán considerados corticorresistentes, aunque de- Patogenia
bido a la alta tasa de respuesta a los esteroides comunicada,
habrá que sospechar la posibilidad de un diagnóstico inco- En las formas genéticas, es necesario sospecharlas cuando el
rrecto, sobre todo en aquellos casos en los que la muestra cuadro se inicia en la infancia o la adolescencia y cursa con
anatomopatológica es poco representativa. En estos casos, el corticorresistencia o cuando aparece en varios miembros de
tratamiento con ciclofosfamida aporta pocos beneficios y se una familia. Algunas de las mutaciones más frecuentes se pre-
beneficiarán de una segunda línea de tratamiento con ciclos- sentan en los genes NPHS1, NPHS2, ACTN4 y WT1, todos
porina3 en dosis de 3-5 mg/kg al día, pero la tasa de recaídas ellos implicados en mantener la arquitectura normal del po-
después de la suspensión es frecuente. docito y la barrera de filtración.
La tasa de recaídas tras el tratamiento esteroideo es fre- Los casos idiopáticos se han relacionado con la presen-
cuente, comunicándose que hasta un 30-70% de los pacien- cia de factores circulantes que resultan tóxicos para el po-
tes presentan una recaída, mientras que un 40% tienen re- docito, produciendo en ellos una disfunción generalizada8.
caídas frecuentes durante los dos primeros años. En casos de Diferentes estudios han descrito una relación con el recep-
recaídas infrecuentes, el tratamiento es similar al del primer tor soluble de uroquinasa (suPAR), pero los datos no son
episodio. En pacientes corticodependientes o con recaídas concluyentes9. Estudios más recientes relacionan el desa-
frecuentes (tres o más al año), está indicado el tratamiento rrollo de GN focal y segmentaria con la expresión de miR-
con dosis bajas de esteroides (0,2 mg/kg/día) durante al me- NA-193ª, involucrado de forma negativa en la transcrip-
nos 6-12 meses4, o en pacientes que no los toleran o han ción de WT-1 que parece estar elevada en glomérulos de
experimentado toxicidad a los mismos estaría indicado el pacientes con esta patología.
tratamiento con ciclofosfamida5 o anticalcineurínicos6,7 , Los cuadros secundarios (tabla 2) generalmente se deben
consiguiéndose en ambos casos tasas de respuesta en torno a un proceso adaptativo secundario a una disminución de
al 50%, pero con mayor porcentaje de recaídas en aquellos masa nefronal o situaciones que conllevan vasodilatación
que reciben tratamiento con anticalcineurínicos. Para los de la arteriola aferente que condicionan un aumento de la
pacientes no respondedores a estas líneas, rituximab puede presión intraglomerular (e hiperfiltración secundaria) y una
ser efectivo. hipertrofia compensadora que no se acompaña de un aumen-
En cuanto al pronóstico de los pacientes, como se ha in- to del número de podocitos, quedando así áreas denudadas
dicado previamente, es generalmente bueno, consiguiéndose que permiten el paso de proteínas a su través. También se
en la mayoría de los pacientes la remisión completa. Se han han considerado formas secundarias a toxicidad podocitaria
comunicado casos de evolución a enfermedad renal crónica directa por fármacos o infecciones víricas, sin poder descar-
en el grupo de pacientes corticorresistentes, si bien pudiera tar afectación por citoquinas relacionadas con la activación
tratarse de pacientes mal diagnosticados, y de ahí la mala de la respuesta inflamatoria.
respuesta al tratamiento. Sin embargo, debido a la severidad
del síndrome nefrótico, la ausencia de tratamiento inmuno-
supresor supone un importante aumento de la morbimorta- Anatomía patológica
lidad secundaria al aumento en la incidencia de infecciones y
trombosis. La GN focal y segmentaria se caracteriza por la presencia de
Además, todos los pacientes deben recibir el tratamiento lesiones glomerulares de esclerosis distribuidas focalmente
general del síndrome nefrótico, basado en la restricción de la (no en todos los glomérulos), afectando solo a una parte y no
ingesta de sal, inhibidores de la enzima de conversión de a toda la extensión glomerular (segmentaria) (fig. 1). En es-
la angiotensina (IECA) o antagonistas de los receptores de la tadios poco avanzados, estas lesiones aparecen a nivel yuxta-
angiotensina II (ARA II) para el manejo de la proteinuria, tra- medular, por lo que biopsias superficiales pueden conllevar
tamiento con estatinas para la dislipiemia y diuréticos para el un diagnóstico erróneo, generalmente al de una nefropatía
control de los edemas. por cambios mínimos. A nivel intersticial, puede asociar
atrofia tubular y fibrosis. La inmunofluorescencia es negati-
va, aunque pueden observarse depósitos de IgM y C3 en las
Glomerulonefritis focal y segmentaria zonas escleróticas. A nivel del microscopio electrónico, des-
taca la fusión y desprendimiento pedicelar, que suele ser di-
La GN focal y segmentaria, llamada también focal esclero- fuso en las formas idiopáticas y con distribución focal en las
sante o hialinosis segmentaria y focal, es una de las principa- secundarias, siendo esta la primera manifestación a nivel his-
les causas de síndrome nefrótico en el adulto8. Dentro de la tológico. Además de una entidad propia, no es infrecuente

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ENFERMEDADES NEFROURINARIAS (II)

TABLA 2
Entidades nosológicas asociadas a la glomerulonefritis focal
y segmentaria

Neoplasias Linfomas Hodgkin


Linfomas no Hodgkin
Infecciones CMV
VEB
VHC
VIH
Parvovirus B19
Fármacos Anabolizantes
Anticalcineurínicos
Bifosfonatos: pamidronato
Inhibidores de mTOR
Interferón: alfa, beta, gamma
Litio
Respuesta a Agenesia renal o situaciones de disminución de masa nefronal
hiperfiltración Fig. 1. Glomerulonefritis focal y segmentaria. Tinción de Masson, 20x. La imagen
Bajo peso al nacer muestra un glomérulo con esclerosis segmentaria del ovillo, con adherencias a
Nefropatía por reflujo la cápsula de Bowman. En el intersticio circundante se observa una inflamación
Enfermedades metabólicas crónica con afectación tubular (tubulitis).
Obesidad extrema
Diabetes mellitus
Hipertensión arterial con síndrome nefrótico y el deterioro de función renal apa-
CMV: citomegalovirus; VEB: virus de Epstein-Barr; VHC: virus de la hepatitis C; VIH: virus de recerá durante los años de seguimiento.
la inmunodeficiencia humana.
El diagnóstico diferencial en pacientes adultos hay que
hacerlo fundamentalmente con la GN membranosa y otras
encontrar hallazgos de glomeruloesclerosis en biopsias rena- glomerulopatías secundarias como la amiloidosis, así como
les de otras glomerulopatías, sin que este sea el diagnóstico cambios mínimos por el inicio brusco del cuadro. En aque-
predominante. llos casos que cursan con microhematuria, es importante
Se ha tratado de clasificar la GN focal y segmentaria en descartar la nefropatía IgA y GN membranoproliferativa,
diferentes tipos según los hallazgos de la microscopía óptica puesto que en un grado variable asocian también síndrome
(Clasificación de Columbia, 2003)10, distinguiendo 5 varian- nefrótico.
tes histológicas: lesión tip (al menos una lesión segmentaria
que afecta a la región adyacente al origen del túbulo proxi-
mal), lesión perihiliar (al menos un glomérulo con lesiones Pronóstico y tratamiento
de hialinosis perihiliar), lesión celular (al menos un gloméru-
lo con hipercelularidad segmentaria endocapilar ocluyendo En las formas idiopáticas, solo una minoría de pacientes (me-
la luz), lesión colapsante (al menos un glomérulo con colapso nos del 5-10%) logran la remisión espontánea y la ausencia
capilar segmentario o global rodeado de podocitos hipertró- de tratamiento inmunosupresor supone el deterioro de la
ficos) y lesión clásica o no especificada en las anteriores función renal hasta estadios terminales. Se han establecido
(NOS, not otherwise specified; al menos un glomérulo con au- una serie de factores pronósticos, entre los que se encuentran
mento de matriz obliterando la luz capilar). el grado de proteinuria, el filtrado glomerular, los hallazgos
anatomopatológicos (confiriendo el mejor pronóstico a las
lesiones tipo tip y el peor pronóstico cuando presenta lesio-
Clínica, diagnóstico y diagnóstico diferencial nes colapsantes; grado de fibrosis intersticial y atrofia tubu-
lar) y la respuesta al tratamiento, siendo los más importantes
La presentación clínica de la GN focal y segmentaria nos la proteinuria y la tasa de respuesta al tratamiento, observán-
puede orientar al diagnóstico etiológico ya que, en mayor dose una evolución rápida hacia la enfermedad renal avanza-
medida, los cuadros idiopáticos se manifiestan en forma de da en pacientes con proteinuria nefrótica frente a aquellos
síndrome nefrótico florido11, asociando en algunos casos hi- con proteinuria inferior.
pertensión arterial, deterioro de la función renal y microhe- En aquellos pacientes con síndrome nefrótico estaría in-
maturia (en un 50% de los pacientes), si bien existen casos de dicado el tratamiento con esteroides12 como primera línea,
GN focal y segmentaria primaria con inicio más insidioso. consiguiendo un 40-80% de remisiones completas o parcia-
La hipertensión arterial es relativamente común en pacientes les, aunque la duración y la dosis no están claramente esta-
adultos frente a la población infantil, habitualmente asociada blecidas. Se aconseja iniciar el tratamiento con dosis de
a un deterioro de la función renal; este, si aparece, es gene- 1 mg/kg/día (máximo 80 mg/día) y mantenerlo durante 8-12
ralmente secundario a una necrosis tubular aguda en el seno semanas, máximo 16, considerando al paciente corticorresis-
de una proteinuria e hipoalbuminemia severas. En los casos tente si persiste sin mejoría tras este período. Una vez con-
secundarios es más frecuente encontrar una proteinuria que seguida la remisión, comenzará un descenso progresivo de
puede alcanzar el rango nefrótico, pero es rara la asociación esteroides, cuya duración dependerá del grado de remisión

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GLOMERULONEFRITIS CRÓNICAS

(completa o parcial), oscilando entre 3 y 9 meses, respectiva- TABLA 3


Entidades nosológicas asociadas a glomerulonefritis membranosa
mente. En pacientes no candidatos a recibir altas dosis de
esteroides, corticodependientes o corticorresistentes, está Neoplasias Tumores sólidos
indicado el tratamiento con anticalcineurínicos13 (ciclospori- Gastrointestinales
na 3-5 mg/kg/día o tacrolimus 0,05-1 mg/kg/día, repartidos Mama
en dos dosis) aislados o asociados con bajas dosis de esteroi- Próstata
des durante largos períodos de tiempo, con tasas de remisión Pulmón
de hasta el 70% de los pacientes. Sin embargo, en aquellos Vejiga
pacientes con disminución de filtrado glomerular por debajo Hematológicas: leucemia

de 30 ml/minuto se prefiere usar micofenolato asociado a Infecciones Paludismo

esteroides14, por el efecto nefrotóxico de los anticalcineuríni- Sífilis


VHB
cos. Otras líneas de tratamiento menos demostradas en pa-
VHC
cientes no respondedores son las basadas en rituximab15 y
Fármacos AINE
ciclofosfamida, que parecen ser más efectivas en pacientes
Anti-TNF
corticodependientes que en los cuadros de resistencia. En
Mercurio
pacientes con recaídas tardías, el tratamiento de elección es
Penicilamina
el mismo que en los episodios iniciales. Sales de oro
El pronóstico en las formas secundarias depende de su Enfermedades sistémicas Enfermedades del tejido conectivo
etiología, mejorando el cuadro en la gran mayoría de los ca- Enfermedad por IgG4
sos relacionados con fármacos tras el cese del medicamento Lupus
responsable y variando de forma muy amplia en los casos de Sarcoidosis
hiperfiltración, determinado por el grado de parénquima re- AINE: antiinflamatorios no esteroideos; TNF: factor de necrosis tumoral; VHB: virus de la
nal funcionante y la conjunción con otras patologías involu- hepatitis B; VHC: virus de la hepatitis C.

cradas con la pérdida de masa nefronal. En cualquier caso, en


todas ellas, tanto primarias como secundarias, está indicado
el tratamiento con las medidas habituales del control de la que muestran una correlación entre sus niveles séricos y la
proteinuria. El pronóstico de las formas genéticas es malo, evolución de la nefropatía (tasas de remisión y respuesta al
evolucionando a la enfermedad renal crónica terminal en tratamiento)17, aunque no son exclusivos de la GN membra-
edades tempranas. nosa primaria. Recientemente se ha identificado otra proteí-
na transmembrana podocitaria, la Thrombospondin type-1 do-
main-containing 7A (THSD7A), que genera una respuesta
Glomerulonefritis membranosa autoinmune similar a la de PLA2R, que puede ser responsa-
ble de un 10% de los casos de GN membranosa primaria
La GN membranosa o nefropatía membranosa constituye la negativos para anti-PLA2R.
causa más común de síndrome nefrótico en adultos después En las GN membranosas secundarias los inmunocom-
de la nefropatía diabética, suponiendo en torno a un tercio de plejos van dirigidos a antígenos de origen infeccioso o tumo-
los casos de síndrome nefrótico. Se trata de una entidad rara ral, entre otros; identificar la causa responsable es funda-
en niños y jóvenes, con un pico máximo de frecuencia en mental, puesto que el tratamiento de la GN membranosa
torno a los 40 años. Se distinguen dos tipos de GN membra- será el tratamiento de la enfermedad de base, sin precisar
nosa, la idiopática o primaria y la secundaria, con manifesta- medidas inmunosupresoras.
ciones clínicas similares en ambos casos (tabla 3).

Anatomía patológica
Patogenia
La lesión histológica característica de la GN membranosa es
Los mecanismos patogénicos responsables de la GN mem- el engrosamiento difuso de la membrana basal glomerular en
branosa se caracterizan por la presencia de anticuerpos IgG estadios tempranos, en ausencia de aumento de matriz me-
dirigidos contra antígenos endógenos expresados en o cerca sangial e hipercelularidad. Este engrosamiento es debido a la
de los podocitos, frente a agentes catiónicos circulantes o presencia de depósitos de inmunocomplejos a lo largo de
frente a antígenos de bajo peso molecular que han atravesado la pared capilar (fig. 2). Conforme progresa la enfermedad,
la membrana basal glomerular, formándose inmunocomple- los hallazgos histológicos también lo hacen, por lo que en
jos in situ. Estos depósitos inmunes producen una activación estadios posteriores estos inmunocomplejos se encuentran
del complemento que induce cambios a nivel podocitario rodeados de proyecciones de la membrana basal (spikes) hasta
responsables de la proteinuria y expansión de la membrana finalmente quedar englobados por la misma. Sin embargo,
basal glomerular, característicos de esta patología16. esta diversidad de hallazgos histológicos no se ha correlacio-
Se ha demostrado asociación entre el desarrollo de GN nado con la severidad de la clínica18.
membranosa idiopática y la presencia de anticuerpos frente En el estudio de inmunofluorescencia, se observan depó-
al receptor de la fosfolipasa A2 tipo M (PLA2R), expresado sitos granulares y difusos de IgG (fig. 2), predominantemen-
en podocitos, en un 75% de los casos. Incluso hay resultados te IgG4, asociados en algunos casos a C3. La presencia de

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ENFERMEDADES NEFROURINARIAS (II)

nóstico y posibilidad de remisión como son el sexo femeni-


A no, la ausencia de deterioro de función renal y la edad (me-
jor pronóstico los pacientes jóvenes). Del grupo de pacientes
que precisan tratamiento inmunosupresor, aproximadamen-
te un tercio responde favorablemente al tratamiento, mien-
tras que el resto desarrolla enfermedad terminal durante el
seguimiento. Por ello, tras el diagnóstico de GN membra-
nosa, está indicada la observación junto con el inicio de me-
didas antiproteinúricas durante los primeros meses y en
pacientes que no mejoran iniciar el tratamiento inmunomo-
dulador.
B La primera línea de tratamiento inmunosupresor se basa
en el uso combinado de corticoides y agentes alquilantes
(pauta de Ponticelli)21, administrándose dosis de prednisona
de 0,5 mg/kg/día los meses 1, 3 y 5 de tratamiento (precedi-
do por metilprednisolona 1 g intravenoso los primeros tres
Fig. 2. Glomerulonefritis membranosa. A. Tinción de PAS, 40x. La imagen muestra días de cada mes), alternado con ciclofosfamida (preferida en
un glomérulo con ligera rigidez de las membranas capilares y con presencia de
la actualidad por tener menos efectos secundarios que clo-
agujeros (holes) resultado de un aspecto apolillado de la membrana basal, co-
rrespondientes a lesiones de glomerulonefritis membranosa estadio I. B. Inmu- rambucilo) en dosis de 2-2,5 mg/kg día los meses 2, 4 y 6,
nofluorescencia. El estudio de inmunofluorescencia directa muestra positividad con una tasa de remisiones completas y parciales de hasta el
granular en asa parietal para IgG (+++). 80%. En determinados pacientes en los que se quiere evitar
los efectos secundarios de los alquilantes, está indicado el
tratamiento con anticalcineurínicos asociados también a es-
otros marcadores de activación de la vía clásica del comple- teroides, con igual eficacia en el tratamiento con ciclospori-
mento, inmunoglobulinas adicionales, subclases de IgG dife- na22 (3-5 mg/kg/día en dos dosis, junto con prednisona 10 mg
rentes a IgG4 o depósitos mesangiales o subendoteliales ade- al día) y tacrolimus23 (0,05 mg/kg/día dividido en dos dosis
más de los típicos subepiteliales pueden orientar hacia el sin prednisona), con descenso lento de ambos tras la conse-
diagnóstico de GM secundaria. Igualmente, la presencia del cución de la remisión. En cualquier caso, el tratamiento de-
antígeno PLA2R asociada al resto de características histoló- berá ser discontinuado si tras 6 meses no se ha conseguido
gicas apoya el diagnóstico de GN membranosa primaria19. respuesta. En situaciones de recaída de la enfermedad, se
En pacientes con contraindicación de biopsia renal, un resul- deberá elegir entre cualquiera de las dos líneas de tratamien-
tado positivo de anti-PLA2R podría ser suficiente para el to, valorando cada caso de forma individual en función de la
diagnóstico20. tolerancia al tratamiento previo y los riesgos asociados a re-
cibir un segundo ciclo de agentes alquilantes. En pacientes
no respondedores a estos tratamientos, se ha administrado
Clínica, diagnóstico y diagnóstico diferencial rituximab24 con datos limitados aún sobre su eficacia. El tra-
tamiento con micofenolato queda únicamente reservado a
En la mayoría de los pacientes con GN membranosa (en tor- pacientes con múltiples recaídas.
no a un 80%), la presentación clínica es en forma de síndro-
me nefrótico18 de lenta evolución. Menos frecuentemente
podemos encontrar niveles de proteinuria en rango nefrótico Nefropatía IgA
sin hipoalbuminemia. No es característico de esta glomeru-
lopatía, pero puede asociar hematuria microscópica y, en un La nefropatía IgA o enfermedad de Berger es la GN primaria
menor número de casos, fracaso renal agudo, sobre todo en diagnosticada con más frecuencia a nivel mundial25, aunque
situaciones de depleción de volumen. El inicio del cuadro es su prevalencia geográfica varía ampliamente, reflejando con
lento, acorde con la formación progresiva de los inmuno- ello principalmente las diferencias en la práctica clínica, os-
complejos y del paralelo daño podocitario, lo que la diferen- cilando entre el 30-45% de las glomerulopatías primarias.
cia de otras glomerulopatías que cursan también con síndro- Puede aparecer en cualquier grupo de edad, con un pico de
me nefrótico. incidencia en la segunda y tercera décadas de la vida, con
mayor predominancia en varones. Su etiología es desconoci-
da en la mayoría de los casos, planteándose una posible pre-
Pronóstico y tratamiento disposición genética por su prevalencia aumentada en grupos
familiares, pero sin haberse demostrado la presencia de un
La evolución de la GN membranosa es variada, un tercio de gen responsable. Se considera también, en parte, una enfer-
los pacientes desarrollan remisión espontánea sin trata- medad autoinmune, por su relación con la disregulación de
miento (generalmente aquellos con menos proteinuria), la respuesta inmune mediada por IgA y se ha detectado ma-
mientras que el resto mantiene un síndrome nefrótico per- yor prevalencia en pacientes con cirrosis, enfermedad celíaca
sistente que precisa inmunosupresión. Junto con el grado de e infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
proteinuria, existen otros parámetros asociados a mejor pro- (VIH).

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GLOMERULONEFRITIS CRÓNICAS

Patogenia
El estímulo inicial para el desarrollo de la nefropatía IgA es
el depósito a nivel mesangial de dicha inmunoglobulina.
Además, son pacientes en los que la IgA adquiere caracte-
rísticas especiales que favorecen la formación de inmuno-
complejos y su depósito, tratándose predominantemente de
una IgA polimérica con bajo contenido en galactosa26 y/o
bajo contenido de ácido siálico, por lo que un simple au-
mento en los niveles de IgA no es suficiente para producir
la nefropatía. Se cree que esta IgA polimérica es responsa-
ble de la transformación fenotípica de las células mesangia-
les y la producción de moléculas proinflamatorias y profi-
bróticas, actuando de forma secundaria en el desarrollo del
daño intersticial y podocitario27. Diferentes estudios de- A B
muestran también relación directa entre niveles de anti-
cuerpos frente a esta IgA pobremente galactosilada con Fig. 3. Nefropatía IgA. A. Tinción de PAS, 20x. Se observa un glomérulo con am-
pliación mesangial focal leve a expensas de células y matriz. B. Inmunofluores-
actividad y progresión de la enfermedad renal, sin haberse
cencia. El estudio de inmunofluorescencia directa refleja positividad mesangial
demostrado una clara asociación con el aclaramiento hepá- para IgA.
tico de IgA.

El diagnóstico diferencial de la nefropatía IgA debe ha-


Anatomía patológica cerse fundamentalmente con otras entidades que cursan
con microhematuria aislada, como es el síndrome de Al-
El hallazgo anatomopatológico patognomónico de esta en- port, por lo que la presencia de antecedentes familiares pu-
fermedad es la presencia de depósitos mesangiales predo- diera orientarnos, y la enfermedad por membrana basal
minantes de IgA en la inmunofluorescencia (fig. 3), que fina. En los casos de presentación en forma de hematuria
pueden aparecer aislados o asociados a depósitos de C3, macroscópica en pacientes jóvenes y adultos, el principal
IgM e IgG25, confiriendo estos últimos un peor pronóstico. diagnóstico diferencial hay que hacerlo con la GN mem-
Es importante destacar que la presencia de depósitos de branoproliferativa.
IgA no es exclusiva de esta entidad. Estos mismos depósitos
mesangiales aparecerán también en el estudio ultraestruc-
tural. A nivel de la microscopía óptica, destaca la aparición Pronóstico y tratamiento
de hipercelularidad y proliferación mesangiales (fig. 3), con
diferentes grados de atrofia, fibrosis y presencia de semilu- El curso evolutivo de la nefropatía IgA es muy variable.
nas, todos ellos con un importante valor pronóstico renal Aproximadamente, un tercio de los pacientes consigue la re-
(clasificación de Oxford)28,29. misión de la enfermedad, mientras que otro 30% evoluciona
a la enfermedad renal terminal. El porcentaje restante de
pacientes evoluciona hacia diferentes grados de enfermedad
Clínica, diagnóstico y diagnóstico diferencial renal crónica sin conseguir la remisión. Los hallazgos clíni-
cos que clásicamente se han relacionado con peor progresión
La nefropatía IgA tiene dos grandes formas de presenta- de la enfermedad son la presencia de niveles de creatinina
ción30. Aproximadamente en la mitad de los pacientes se elevados, hipertensión, hematuria aislada persistente y la
manifiesta como episodios de hematuria macroscópica re- permanencia de proteinuria por encima de 1 g/día.
currente (orina color «coca-cola») que coincide con una En cuanto al tratamiento, todos los pacientes se benefi-
infección respiratoria, pero también con infecciones gas- ciarán de medidas para el control de la proteinuria, reservan-
trointestinales o del tracto urinario. Esta forma de presen- do el tratamiento inmunosupresor a aquellos con afectación
tación es más frecuente en los pacientes jóvenes. En otro más severa, como son los que presentan datos de actividad en
gran porcentaje de pacientes (un 30-40%), se manifiesta la biopsia renal y progresión de la enfermedad (disminución
por la presencia de proteinuria y hematuria microscópica del filtrado glomerular, proteinuria mayor de 1 g al día tras
asintomáticas. Es menos frecuente el comienzo en forma de la bloqueo del sistema renina angiotensina), que deberán re-
síndrome nefrótico o insuficiencia renal aguda rápidamente cibir esteroides en dosis altas (prednisona 0,8-1 mg/kg/día31
progresiva. Durante la evolución de la enfermedad, destaca los dos primeros meses, seguido de descenso progresivo du-
ya en fases tempranas su asociación con la hipertensión. rante 4 meses más o bien esteroides 0,5 mg/kg cada 48 horas
Cabe destacar el hecho de que los niveles séricos de IgA durante seis meses con administración de metilprednisolona
están elevados únicamente en el 50% de los pacientes, en- 1 g intravenoso los primeros tres días de los meses 1, 3 y 5.
contrándose también elevada en otras glomerulopatías, por En los pacientes con evolución más agresiva, con mayor de-
lo que no es patognomónico de nefropatía IgA ni tampoco terioro de la función renal y presencia de semilunas en la
está asociado con el pronóstico del paciente. biopsia, está indicada la asociación de esteroides (0,5 mg/kg

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ENFERMEDADES NEFROURINARIAS (II)

de peso al día) con ciclofosfamida (1,5 mg/kg al día) los pri- 2. Glomerulonefritis C3, debida a mutaciones o presen-
meros tres meses, seguido de bajas dosis de azatioprina (1,5 cia de anticuerpos frente a las proteínas reguladoras de la
mg/kg/día), junto con los esteroides descendentes durante activación del complemento y frente al factor H.
un mínimo de dos años32. Otras opciones terapéuticas han Igualmente, se incluyen también dentro de este grupo las
optado por el tratamiento con omega 3 y, en algunos casos, glomerulopatías C4, con depósito predominante de C4, mu-
amigdalectomía, tratando con ello de evitar los brotes de he- cho menos frecuentes; también se relacionan con gammapa-
maturia macroscópica, sin grandes resultados. tías monoclonales.

Glomerulonefritis membranoproliferativa sin depósito de


Glomerulonefritis inmunoglobulinas ni complemento
membranoproliferativa Se trata de la presencia de lesiones histológicas al microsco-
pio óptico compatibles con GNMP, sin depósitos en la in-
También conocidas como GN mesangiocapilares, son un munofluorescencia. Se consideran secundarias al proceso de
conjunto de glomerulopatías poco frecuentes en nuestro en- daño endotelial y regeneración del mismo, y puede verse, por
torno (aproximadamente se corresponden con el 5% de las ejemplo, en fases de recuperación de microangiopatías trom-
biopsias renales), destacando una mayor prevalencia de bóticas, síndrome antifosfolípido, nefropatía asociada al tras-
las formas idiopáticas en la población infantil y en la adoles- plante de medula ósea, nefropatía crónica del injerto renal,
cencia, frente a una mayor frecuencia de formas secundarias nefritis por radiación hipertensión maligna.
en la edad adulta. El pronóstico varía en función del subtipo
de GN membranoproliferativa, pero se ha observado una
progresión hacia enfermedad renal crónica terminal en un Anatomía patológica
50% de los casos en un plazo de 10-15 años.
Las diferentes técnicas empleadas nos permitirán clasificar el
subtipo de GN membranoproliferativa, ya que la microsco-
Patogenia pía óptica de todas ellas es muy similar. Esta entidad se ca-
racteriza por la presencia de hipercelularidad y el aumento
En los últimos años, se ha profundizado en el conocimiento
de matriz mesangiales, con un engrosamiento de la pared
fisiopatológico de estas entidades, demostrándose una clara
capilar y el desdoblamiento de la membrana basal, secunda-
relación entre su desarrollo y la activación en las diferentes
rio al depósito de inmunocomplejos y/o complemento, e in-
vías de activación del complemento, lo que ha permitido es-
terposición de células mesangiales entre la membrana basal y
tablecer una clasificación en función del mecanismo respon-
la célula endotelial, confiriendo un aspecto lobulado a los
sable, con diferentes implicaciones pronósticas y terapéuti-
glomérulos (fig. 4). En algunos casos, pueden detectarse tam-
cas33. Así, en la actualidad se distinguen las enumeradas a
bién semilunas. Los hallazgos característicos distintivos apa-
continuación.
recerán a nivel de la inmunofluorescencia35, con depósitos de
inmunoglobulinas y complemento en aquellas secundarias a
Glomerulonefritis membranoproliferativa mediada por
la activación de la vía clásica, a diferencia de la presencia
inmunocomplejos
aislada de complemento (C3 o C4d en función del subtipo)
El mecanismo fisiopatológico subyacente es la activación de
y ausencia o muy débil depósito de inmunoglobulinas en el
la vía clásica del complemento. Son secundarias a la presen-
grupo de GN membranoproliferativa mediada por comple-
cia de una antigenemia mantenida o de complejos inmunes
mento. Igualmente, la inmunofluorescencia puede ofrecer
circulantes. Por ello, es frecuente su asociación con infeccio-
información fundamental para diagnosticar las formas se-
nes crónicas como hepatitis B y sobre todo hepatitis C, en-
cundarias como, por ejemplo, inmunoglobulinas kappa o
fermedades autoinmunes como el lupus y gammapatías mo-
lambda en la gammapatía monoclonal. Sin embargo, para
noclonales y otras enfermedades hematológicas como
diferenciar la enfermedad por depósitos densos del resto es
linfomas y mieloma múltiple.
necesaria la microscopía electrónica que demostrará la pre-
sencia de material electrodenso en la membrana basal glo-
Glomerulonefritis membranoproliferativa mediada por
merular, hallazgo no presente en el resto, en las que los
complemento
depósitos se localizarán a nivel subendotelial, mesangial y
Secundaria a la activación del mismo a través de la vía alter-
menos frecuentemente subepitelial.
nativa. Es una entidad menos común que la anterior, que
engloba fundamentalmente las glomerulopatías C334, siendo
este el depósito más observado en la inmunofluorescencia,
Clínica, diagnóstico y diagnóstico diferencial
distinguiéndose a su vez dos entidades:
1. Enfermedad por depósitos densos, correspondiente a La manifestación clínica de todas las GN membranoprolife-
la GNMP tipo II de la antigua clasificación. En un elevado rativa es similar, existiendo tres formas clásicas de presenta-
porcentaje de pacientes se detectan anticuerpos conocidos ción. Aproximadamente, en un 50% de los pacientes comien-
como C3Nefs, que estabilizan la enzima C3 convertasa, aun- zan en forma de síndrome nefrótico, generalmente asociado
que también se han demostrado alteraciones a otros niveles a microhematuria, mientras que en otros casos se manifiesta
de la vía alternativa, como por ejemplo del factor H. en forma de síndrome nefrítico, con una disminución de los

4732 Medicine. 2019;12(80):4725-34


GLOMERULONEFRITIS CRÓNICAS

A dad renal crónica a los 10 años del diagnóstico. Se han trata-


do de establecer factores predictores de mal pronóstico,
entre los que figuran la presencia de síndrome nefrótico, el
deterioro de la función renal, hipertensión y presencia de
semilunas a nivel histológico36.
Debido a la escasa existencia de ensayos clínicos aleatori-
zados, la evidencia en el tratamiento de estas GN es muy
baja. En los casos de menor severidad (filtrado glomerular
normal, proteinuria no nefrótica) estaría indicado únicamen-
te el tratamiento conservador con medidas generales como
los IECA o ARA II.
En las GN membranoproliferativa mediadas por inmu-
nocomplejos, se sugiere el tratamiento con esteroides (dosis
de 1 mg/kg/día) para aquellos pacientes con síndrome nefró-
tico, durante aproximadamente 12-16 semanas. En casos de
B
ausencia de respuesta o que no toleran dosis altas de esteroi-
Fig. 4. Glomerulonefritis membranoproliferativa. A. Tinción de PAS, 10x. B. Tin- des, es posible emplear anticalcineurínicos. Para aquellos
ción de Plata, 20x. Se muestran diferentes glomérulos con patrón lobular debido
pacientes en los que existe un deterioro de la función renal
a la proliferación mesangial difusa y global a partir de células y matriz, con en-
grosamiento de asas capilares y colapso de las mismas por hipercelularidad (asociado o no a síndrome nefrótico e hipertensión) sin semi-
endotelial, con múltiples imágenes de doble contorno (marcadas con una flecha lunas, se iniciará un tratamiento con prednisona en las mis-
en la imagen B). mas dosis que en el supuesto anterior pero, en caso de falta
de respuesta, sería necesaria la asociación con ciclofosfamida
niveles de complemento (que se mantienen descendidos du- (1,5-2 mg/kg/día) durante 3-6 meses y si, a pesar de ello,
rante más de 12 semanas, lo que permite el diagnóstico dife- persiste, estaría indicado el tratamiento con rituximab. En el
rencial con la GN postinfecciosa), y un pequeño porcentaje grupo de pacientes con enfermedad rápidamente progresiva
lo hace con proteinuria y hematuria asintomáticas. Es fre- está indicado desde el inicio el tratamiento combinado de
cuente su asociación con hipertensión de novo o empeora- esteroides y ciclofosfamida.
miento de la misma en aquellos pacientes bien controlados. Los pacientes con GN membranoproliferativa mediadas
En ocasiones, la enfermedad parece precederse de infeccio- por complemento que cursen con síndrome nefrótico o pro-
nes, generalmente respiratorias. El grado de deterioro de la teinuria importante, sin deterioro de la función renal, el tra-
función renal es variable, así como la velocidad de progre- tamiento dependerá de la etiología. Así, los cuadros secunda-
sión. rios a la formación de autoanticuerpos podrían beneficiarse
A nivel analítico, la hipocomplementemia es frecuente en del recambio plasmático, rituximab o eculizumab, mientras
ambos tipos de GN membranoproliferativa, siendo más fre- que en el grupo de pacientes con GN membranoproliferati-
cuente el descenso de C4 con C3 normal o mínimamente va secundaria a déficits genéticos (por ejemplo de factor H)
disminuido en aquellas mediadas por inmunocomplejos estaría indicada la infusión de plasma fresco congelado y, en
frente al mayor descenso de C3 con niveles normales de C4 aquellos pacientes con mutaciones activadoras de C3, podría
en las glomerulopatías C3, no pudiendo excluir el diagnósti- indicarse la plasmaféresis. Sin embargo, los pacientes con
co de GN membranoproliferativa en pacientes con niveles enfermedad rápidamente progresiva y deterioro de la fun-
normales, especialmente en casos de enfermedad por depó- ción renal deberán recibir corticoides orales acompañados de
sitos densos. En los pacientes con GN membranoprolifera- ciclofosfamida37 o micofenolato38. El uso de eculizumab que-
tiva mediada por complemento, es recomendable la detec- da reservado para pacientes con curso grave, principalmente
ción de la mutación genética o déficit que presenta el en aquellos con niveles elevados del complejo de ataque de
paciente. membrana. En la actualidad, el tratamiento con antiagregan-
El diagnóstico diferencial de esta patología deberá hacer- tes y anticoagulantes no está indicado en estos pacientes.
se con otras que cursan con hipocomplementemia como la
GN postestreptocócica (en la que la hipocomplementemia
será transitoria) y el lupus (que está más relacionado con la Responsabilidades éticas
GN membranosa), así como con otras entidades que cursan
con síndrome nefrótico con complemento normal (funda- Protección de personas y animales. Los autores declaran
mentalmente cambios mínimos, GN focal y segmentaria y que para esta investigación no se han realizado experimentos
GN membranosa). en seres humanos ni en animales.

Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en


Pronóstico y tratamiento este artículo no aparecen datos de pacientes.

El pronóstico de estos pacientes a largo plazo no es bueno, Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los
especialmente en las glomerulopatías mediadas por comple- autores declaran que en este artículo no aparecen datos de
mento, con un elevado porcentaje de pacientes con enferme- pacientes.

Medicine. 2019;12(80):4725-34 4733


ENFERMEDADES NEFROURINARIAS (II)

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