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(Carp. OFIJU Esquel NIC N° 4652- Lag. Fiscal NUE N° 43954).
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Ver, entre otros, Esteban Righi, "Derecho Penal, Parte General", Ed.
Abeledo- Perrot, pag. 203.
Explica Pessoa, analizando el concurso que media entre
la Falsedad Ideológica de un Instrumento Público y la
Infracción al art. 134 del Cód. Penal, que "no se trata de
un concurso ideal por lo siguiente: hay que insistir en una
nota que caracteriza al plural encuadre simultáneo peculiar
del concurso ideal y es aquella del carácter contingente o
no necesario del mismo... en otras palabras, en el caso de
concurso ideal, por la modalidad concreta de la acción en el
supuesto particular, se produce el múltiple encuadre
simultáneo, pero pudo haberse no producido, así, la estafa
asumió la forma de uso de documento falso, pero pueden
existir estafas sin tal modalidad; en cambio, no es posible
la celebración de un acto jurídico matrimonial, en este caso
ilegal, sin la realización del mencionado instrumento
público, que necesariamente deviene inevitablemente falso"
("Teoría de la Unidad y Pluralidad delictiva, Estudio del
Múltiple encuadre típico", Nelson R. Pessoa, Ed. Rubinzal-
Culzoni, 2018, pag. 174). El autor citado trata puntualmente
la problemática que se presenta en los casos de unidad y
pluralidad delictiva en supuestos de realización simultánea
de delitos permanentes y delitos simultáneos, como ocurre
entre las figuras concursadas en autos. Allí insiste en que
lo dirimente para decidir la forma concursal, es conocer si
la superposición de prohibiciones es eventual o necesaria,
el primer caso habilita el concurso ideal, conforme lo ya
expuesto en el texto antes transcripto (ob. Cit. pag. 420).
En el caso traído, el plural encuadre de la conducta es
contingente, y por lo tanto, entre ambos tipos penales media
un concurso ideal en los términos del art. 54 del Cód. Penal,
tal como lo propone el MPF y correctamente receptó el Dr.
O'Connor en la sentencia recurrida.
Todo lo expuesto lleva a concluir que no se ha
conculcado el derecho de defensa en juicio del
imputado, ya que no se ha producido alguna modificación
del sustrato fáctico entre la acusación y la sentencia de
condena recurrida. Tampoco se ha modificado la teoría del
caso, entre uno y otro acto jurídico que pueda considerarse
una transgresión al principio de congruencia.
Por lo expuesto, considero que debe rechazarse el
primer motivo de impugnación en que se sustenta la queja
defensista.
II) En el segundo motivo de agravio, el Dr. F. G.
plantea que la conducta imputada a su asistido, tal como
ha quedado probada, es atípica. En sustento de su postura
afirma que en los casos de estafa debe analizarse la
conducta de la víctima a los efectos de establecer la
entidad del ardid o engaño para generar el error como
elemento del tipo objetivo del delito en trato. En esa
línea, afirma que la Administración pública fue negligente
respecto de su deber de autoprotección ya que contaba con
sobrados recursos para evitar un pago salarial indebido al
imputado.
En la sentencia, el Magistrado a cargo del debate
explicó las razones por las que consideró configurado el
engaño propio de la Estafa, en una modalidad omisiva, y la
razón de su procedencia en la hipótesis sometida a su
conocimiento, basándose en la posición de garante en que
se encontraba el imputado en virtud de las normas que le
imponían actuar (ver fs. 15 a 19 de la sentencia). Esta
construcción teórica no fue rebatida por el recurrente a
nivel de la tipicidad.
Luego, el Dr. O'Connor abordó el modo en que se
vinculó la conducta omisiva (denunciar la
incompatibilidad) con el error en que incurrió la víctima,
es decir, el municipio de Trevelin. En dicho capítulo el
señor Juez explicó, con toda claridad, cuál era el panorama
de conocimiento en que se encontraba el Municipio frente
a la situación de A., fundando su punto de vista en la
prueba producida y los hechos probados -no controvertidos-
, y lo vinculó a las razones por las que la omisión surtió
su efecto, es decir, el error que llevó al pago indebido
de un salario cuando este no debía ser pagado. Concluyó
así, que el engaño era idóneo como medio comisivo de la
maniobra defraudatoria.
En relación al planteo, reeditado aquí por el
impugnante, en el sentido de que la Administración Pública
Municipal actuó negligentemente, violando su deber de
autoprotección, el sentenciante sostuvo que debía
considerarse que el acusado también resultaba ser funcionario
público, de lo que extrajo dos aspectos "la evaluación de su
conducta debe tomar en consideración esta exigencia
mencionada que le es aplicable a la Administración Pública
(en abstracto) y a cada Funcionario o Empleado Público (en
particular); los recaudos y reaseguros de la Administración
Pública descansan -en buena medida- en las exigencias que
deben cumplir sus dependientes como, por ejemplo, denunciar
las incompatibilidades. Si estos dependientes no cumplen sus
deberes inherentes a la función pública, es claro que los
resortes de la Administración comenzaran a fallar. Esto es
justo lo que ocurrió en el caso" (ver fs. 21 de la sentencia).
La respuesta jurisdiccional resiste, a mi criterio, el
embate recursivo. Explicaré las razones.
En primer término debe reseñarse la letra de una de las
normas específicamente inobservadas. El art. 20 de la Ley I
N° 231 establece que "Sin perjuicio de lo que dispongan otras
normas aplicables, ninguna persona podrá desempeñarse en más
de un empleo, cargo o función públicos remunerados,
cualquiera sea su categoría o característica, dentro del
ámbito de cualquier administración estatal provincial. Es
incompatible el desempeño de cualquier cargo, empleo o
función en el ámbito provincial con otros remunerados del
ámbito nacional o municipal..." Interesa remarcar aquí que
en dos oportunidades la norma se refiere a empleos públicos
"remunerados", haciendo hincapié en tal aspecto del cargo,
empleo o función.
Luego, al regular la excepción, la misma norma
establece que "la única excepción que se reconoce es el
desempeño de la actividad docente, cuando no hubiere
superposición de horarios que afecten en forma sustancial
el desempeño eficiente del cargo o función públicos". Lo
que el legislador quiso evitar es que una misma persona
ejerza dos cargos al mismo tiempo, y que sea remunerada por
ambas funciones cuando una de ellas no la va a realizar con
la mínima eficiencia que requiere la órbita Estatal.
Tan es así, que no solamente se impone la obligación
de actuar al Funcionario Público en determinado sentido, sino
que además, se tipifica el incumplimiento del mandato legal
como delito, tal como lo ha reconocido la defensa al
consenter subsidiariamente- el pronunciamiento condenatorio
dictado respecto de A. en orden al delito de Incumplimiento
de los deberes del Funcionario Público.
Entonces, teniendo presente el contenido de la norma
inobservada, no caben dudas de que la omisión atribuida a
A. creó un riesgo no permitido, y que su silencio indujo al
error a la administración pública Municipal sobre su deber
de oblar el salario del nombrado. Luego, con el efectivo
pago de los haberes al imputado, de parte del Municipio de
Trevelin por una labor no cumplida en virtud de la función
desempeñada en la órbita del Poder Ejecutivo Provincial; es
evidente que dicho resultado entraña la realización del
riesgo normativamente prohibido, el que se tradujo en un
perjuicio patrimonial al erario público, y que dicho
resultado era evitable por el acusado. Dicho sea de paso,
la situación se mantuvo durante dos años y tres
meses, sin que el acusado tomara la decisión de poner en
conocimiento de la comuna cordillerana de su real situación
de incompatibilidad laboral.
La defensa plantea la hipótesis de que el resultado es
atribuible a la conducta negligente de la víctima. Desde tal
perspectiva pueden abordarse dos construcciones teóricas
tendientes a establecer si es factible limitar la imputación
dirigida a A., los principios de confianza y de prohibición
de regreso.
Suponiendo que el resultado es atribuible al
Municipio, el principio de confianza no ampara en el caso a
A.. Lo que queda claro, es que la obligación de actuar
impuesta al empleado o funcionario por la ley, al punto de
amenazarlo con una pena, le permite a la propia
administración pública confiar en que quienes asumen tales
funciones actuaran debidamente, es decir, dentro del riesgo
permitido.3 Del mismo modo en que un conductor que llega a
un semáforo en verde, tiene derecho a transponer la
encrucijada esperando que los demás cumplan las normas de
tránsito, y se detengan; aqui es el Estado Municipal el que
tenia derecho a esperar que A. denunciara la
incompatibilidad emanada de su nuevo cargo en la esfera
provincial o nacional. De ello se desprende que aun
concediendo que el perjuicio patrimonial es atribuidle al
Municipio a la par de A., por no controlar, jugarla en favor
de la comuna el principio confianza, y en consecuencia no
le seria imputable objetivamente el ilicito traído.
Además, no puede pasarse por alto que el imputado venia
cobrando en la municipalidad su salario a pesar de trabajar
en la órbita provincial porque durante varios períodos había
estado adscripto, régimen que luego varió sin que el
Municipio lo supiera. Esto implica que no existió una
situación que de alarma que le impida al Municipio ampararse
en el principio de confianza ya señalado.
No sería razonable imponer a la administración pública
que antes de pagar un sueldo chequee que cada empleado y
funcionario, no esté trabajando en otra área del estado,
provincial, municipal o nacional. Como vengo apuntando, es
la norma que obliga al sujeto que se encuentra en esta
situación, a denunciar la incompatibilidad, norma que
reconoce las dificultades del estado para efectuar controles
de tal naturaleza, y por ello hace pesar sobre el designado
la obligación de denunciar su situación de revista.
3"De acuerdo con este principio... el sujeto que realiza una actividad
arriesgada, en principio licita, puede confiar en que quienes participan
junto a él en la misma se van a comportar correctamente -de acuerdo con las
reglas existentes- mientras no existan indicios de que ello no va a ser asi.
Dicho en palabras de Stratenwerth, por regla general no ha de responderse de
faltas de cuidado ajenas, sino se puede confiar en que todos cumplirán con
sus deberes de cuidado..." (M. Cancio Meliá, "Conducta de la victima e
imputación objetiva en Derecho Penal, estudio sobre los ámbitos de
responsabilidad de víctima y autor en actividades arriesgadas", Ed. JB, pag.
324).
Respecto del aspecto subjetivo, el defensor señaló
someramente en su presentación escrita -no efectuó
referencias en su alocución oral- que no se había probado el
dolo requerido por la figura defraudatoria en trato. Teniendo
presente que basó tal afirmación en la falta de pruebas,
cuando sostuvo que los hechos se habían tenido por probados
y que la vía recursiva se avocaría a cuestiones de puro
derecho, sumado a que el A-quo ha dado sobradas razones sobre
el conocimiento que A. tenía de los riesgos no permitidos
que creó con su omisión, estimo que no existen fundamentos
para apartarse de las conclusiones expuestas en tal sentido
en la sentencia recurrida.
4 Esteban Righi, "Derecho Penal, Parte General", Ed. Abeledo Perrot, pág. 231
Tras asegurar que la discusión en la Alzada se tratará
de una cuestión "de puro derecho" se esgrimieron, como
agravios centrales, por un lado, que en el caso se violentó
el real alcance del principio de congruencia y, por el otro,
que los heehos objeto de análisis devienen atípicos.
7 Artículo 14.- DEBER DE CONOCER LAS NORMAS. Todo funcionario público debe
conocer las disposiciones legales y reglamentarlas sobre Incompatibilidad,
acumulación de cargos, prohibiciones por razón de parentesco y cualquier
otro régimen especial que le sea aplicable y asegurarse de cumplir con las
acciones necesarias para determinar si está o no comprendido en alguna de
las prohibiciones establecidas en ellos.
8 Artículo 20.- PROHIBICIÓN DE EMPLEOS SIMULTÁNEOS. Sin perjuicio de lo que
dispongan otras normas aplicables, ninguna persona podrá desempeñarse en más
de un empleo, cargo o función públicos remunerados, cualquiera sea su
categoría o característica, dentro del ámbito de cualquier administración
estatal provincial. Es incompatible el desempeño de cualquier cargo, empleo
o función en el ámbito provincial con otros remunerados del ámbito nacional
o municipal. La única excepción que se reconoce es el desempeño de la
actividad docente, cuando no hubiere superposición de horarios que afecten
en forma sustancial el desempeño eficiente del cargo o función públicos. A
efectos de la presente norma, entiéndase por actividad docente, la destinada
a Impartir enseñanza a alumnos, en cualquiera de los niveles educativos.
9 Artículo 67. EMPLEO Y FUNCION PÚBLICA. Los empleos públicos para los que
no se establece forma de elección o nombramiento en esta Constitución o en
leyes especiales son provistos por concurso de oposición y antecedentes que
garantiza la idoneidad en el cargo. Una misma persona no puede acumular dos
o más empleos aunque uno sea provincial y el otro u otros nacionales o
municipales, con excepción de los cargos docentes o de carácter técnico
profesional, cuando la escasez de personal hace necesaria esta última
acumulación. La caducidad es automática en el empleo o función provincial de
menor remuneración, quedando a salvo la facultad de opción del Interesado.
Es requisito para el ejercicio de cualquier empleo público la residencia en
el territorio de ¡a Provincia, salvo las excepciones que la ley establece.
10 Artículo 44.- Sin perjuicio de los deberes que particularmente Impongan
las leyes, decretos, resoluciones y disposiciones, los agentes deben cumplir,
estricta e ineludiblemente con las siguientes obligaciones: ... h) Declarar
todas las actividades que desempeñe a fin de establecer si son compatibles
con el ejercicio de su función, i) Encuadrarse en las disposiciones legales
y reglamentarias sobre incompatibilidad y acumulación de cargos.
Sostuvo el juzgador, acudiendo a la teórica
"posición de garante", que el silencio guardado por el
inculpado frente a la corporación municipal empleadora
fue lo que posibilitó la contemporánea percepción de dos
emolumentos y que, dicha situación configura una modalidad
de comisión por omisión del delito de estafa, en el caso,
agravada por ser en perjuicio de la administración
pública.
18
De acuerdo a la modalidad de ocurrencia de los hechos atribuidos, podría
aún ensayarse un análisis frente al concurso real (art. 55 del Código Penal).
Pero el principio de la prohibición de la reformatio in pejus obsta a abordar
su tratamiento en este voto.
19
D'ALESSIO, Andrés José. CÓDIGO PENAL, Comentado y anotado. T° II, parte
Especial, año 2007, p. 799.
20
CNFed.Crim. y Corree., Sala II, en "SALAS HERRERO" Rta. 27-11-2001 y en
"MAYORGA", Rta. 21-5-2002. No se consideró desplazado el delito previsto por
el art. 248 por el de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la
función pública del art. 265 del Código Penal.
Es que los llamados concurso ideal de delitos y
aparente de leyes, encuentran su anclaje en la ley. Ello es
asi, dado que en el segundo de los supuestos aquí nombrados
lo que tenemos es una unidad de ley; en tanto que en el
restante se configura una unidad de hecho que, al tener
contemplada más de una posible sanción penal, requiere en
realidad de una solución legal que defina cuál de todas
ellas será la aplicable al caso concreto.21
del Art. 274 del CPP, así como del escrito acusatorio que
me pertenece.