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HABLO A LAS PARJ<:PE

JACQUES LACA N
' ' H a b l o a la s paredes", di ce L 11 •u11 , y 1 ~'"
quiere decir: "Ni a u sted es, ni ul (.l t'll 11 llt t"
Hablo solo. Esto precisament tlH lu 'JI'' ' 1...
con cierne. Interprétenme u stedes".
Las paredes son las d e la capill a d u i nt t' \ 1111•
Lacan reenc uentra ahí su juventud co mo w ~ i ol t· l1t• ,J.
psiquiatría. Se divi erte, improvisa, se tlt ju l ln111 1 "
inten ción es polémica: sus m ej o t'OH ul1 t11111u
ca utivados p or l a idea de que el psico n Ji i l1111, 1111
HABLO A
vacío de todo saber previo, levantan la buntl••tt• ti• 1 1111
saber, sacad a d e Bataille. "No", d it:o J.¡¡, '" '
psicoanálisis proviene de un saber IIJil'''" '" 11 tl1 1
,1 LAS PAREDES
inconsciente. S e acce de a él por l a vía d1• In 11 ttl tlcl (1 1
ana lizante se esfuerza en decir crud a mcult' l11 1 l1 '1'"
pa sa por la ca beza) cuando esta condu•·•• ul W" 1 (, 1
analista interpreta los dichos de l n n¡tl 1n111lo 1 11
términos de lib ido) ".
En cam bio, otras do s vías cierran 1 ll('l'l'~" ni 1111 • 11111
la ignora ncia (entregarse a ella co n p u ~ i11u ""JIIIt ''
siempre co nsolidar el saber establecido) "1 I' "'J, 1 !111
pasión por el dominio oblitera lo qUc \ tl' \'rltt .. 1 111 tu
fallido). El psicoan álisis enseña lttS vittnclt • 1lr 1
impotencia : ella al m enos r esp eta lo ron l.
Lección de sabiduría para una 6poou, In 11111 • Ir 1 1111
ve cómo la burocracia, de la mano do l11 • · 1~ · 111 tn, • 111 ñ11
con cambiar lo más profundo qu til' tH• 1•l hotrttl •t• 1'"'
m edio de la propaganda, de la muni ¡11 tl 111 "'" tllt" ht
del cerebro, de la hiotecnologfa y lt ' "' '' olt 1 '" iul
engineering. Antes, por cierto, no H•• 1 ln lttl lttttt 1'' 1 t
mañana podría ser peor.

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ISB N 978· 950· 12·3655·2

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Pa1dó

1
HABLO A LAS
PAREDES
JACQUES LACAN

PARADOJAS D LA AN
HABLO A LAS
PAREDES
Lo que lt·s t'llllrllt 1111 w .tlt 1 1111 ,. ubl t•Ht ¡vr
ningún t1'o •tmlno, ul pm l.t t·u~r u.u11 .1, 11 pt r nin-
gún otro " j 1rldu t'HJillltt.tl ,· uo, ip.HoltJII tV ría?

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Esto es lo qu • ll.t u~omu' 11 ¡•,,,,,,,,1
¿Qui ~ti habla? ll 111 1 " " 11 ele- •• 1hh" 11 ' • p ' 1'0 de
una sabiduría sin t CH ÍI{IlU Ión, ltlt.t .n11 .th rhu '\, sar-
cástica, sardónica. Cada uno ·~ lihll' 1h• h .11.11 • una
conducta según su par · ·1·.
Esta serie, primero consag .ttht 1 111 ti t ') , ptt t 1Í<'a-
rá a continuación fragmentos s ogldos ct la obra .
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PAIDOS
Buenos Aires - Barcelona - México
Titulo orlglndh }1 jJI/rlt 1111 "11m. lililrrtlmJ dt In ~lflf161l~ d~ Sninu-Anne,
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Miller
Tr~cl u c lót1: Dur~ li•tuk•
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Nota sobre el texto........................................... . 9
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1. l ulnlluuln 1 llltlkil , 1111111 l~lllolyll , hottl 11 lllii1r1 SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE.......... 11
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DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS ...... 47

HABLO A LAS PAREDES.................................. 85

Anexo .. ........................................................... 121

Tirnd : .000 J m¡lur


ISBN 978-950-1 J655 l
Nota sobre el texto

Invitado a dictar una serie de seminarios mensuales en el


hospital Sainte-Anne destinados a los residentes de psiquia-
tría, Lacan eligió corno título "El saber del psicoanalista".
Algunos de sus alumnos, tal vez inspirados en la lectura de
Bataille, enarbolaban en aquella época la bandera del "no
saber".
Si bien las tres primeras de esas "charlas': como las llamó
Lacan, respondieron más o menos a su idea inicial, las cua-
tro siguientes, en cambio, gimron alrededor de las cuestiones
que se discutían en el gran seminario que impartía en la
plaza del Panteón, en las aulas de la Facultad de Derecho,
con el título de "... o peor".
Respeté esa separación incluyendo esas cuatro "charlas "
en orden cronológico en el libro XIX del seminario, donde se
notaria su falta si no estuvieran. Las tres primeras, por el
contrario, desviarían la atención. Son las que reuní en este
pequeño volumen.
Fueron pronunciadas en la capilla del hospital el 4 de
n oviembre de 1971, el 2 de diciembre del mismo año y el 6 de
enero de 1972.

Jacques-Alain Miller

9
Saber, ignorancia,
verdad y goce
l volver a hablar en Sainte-Anne espe-

A raba que hubiera residentes; en mi


época se los llamaba "residentes de
los asilos", que en la actualidad son los hospi-
tales psiquiátricos, dejando de lado los demás.
Al volver a Sainte-Anne apuntaba a este
público. Tenía la esperanza de que alguno de
ellos se hubiera tomado la molestia de venir. Si
hay algunos aquí -me refiero a residentes en
actividad-, ¿me harían el favor de levantar la
mano? Es una aplastante minoría, pero en fin,
me basta ampliamente.
A partir de ahora y en la medida en que
pueda sostener el aliento, voy a intentar decir-
les algunas palabras.
Estas palabras, como siempre, son impro-
visadas, lo que no quiere decir que no tenga
algunas anotaciones. Son improvisadas desde

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JACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

esta mañana porque trab<úo mucho. No se grupo. Podemos considerar que aquel era
sientan obligados a hacer lo mismo. un momento de la medicina al que tuvo que
He insistido sobre la distancia que existe seguir necesariamente la vacilación actual.
entre el trab<úo y el saber. No nos olvidemos Acabo de decir que la ignorancia es una
de que esta noche lo que les anuncio se refie- pasión. No es para mí una minusvalía, ni tam-
re al saber; por lo tanto, no hace falta que se poco es un déficit. Es otra cosa. La ignorancia
cansen. Verán por qué, algunos lo sospechan está ligada al saber. Es una manera de estable-
ya por haber asistido a eso que se llama mi cer el saber, de hacer de él un saber estable-
seminario. cido. Por ejemplo, cuando alguien quería ser
médico en aquel tiempo, que era con seguri-
Para volver al saber, yo había señalado, en dad el final de una época, pues bien, era nor-
un tiempo ya lejano, que la ignorancia, en el mal que quisiera manifestar una ignorancia -si
budismo, puede ser considerada como una me permiten- consolidada.
pasión. Es un hecho que se justifica con un Después de lo que acabo de decirles sobre la
poco de meditación. Pero como la meditación ignorancia, no se sorprenderán de que les haga
no es nuestro fuerte, solo contamos con una notar que cierto cardenal, en tiempos en que el
experiencia para hacerlo conocer. título no era un certificado de ignorancia, lla-
Es una experiencia memorable que tuve maba "docta ignorancia" al saber más elevado.
hace mucho tiempo, en la sala de guardia, Para recordarlo de paso, era Nicolás de Cusa.
porque hace una pila de aüos que frecuento De este modo, debemos partir de la correlación
estas murallas, aunque no eran especialmen- entre la ignorancia y el saber. Si la ignorancia, a
te estas en aquella época. Esto se remonta a partir de cierto momento, en cierta zona, lleva
1925-1926. En aquella época, los residen- el saber a su nivel más bajo, no es por culpa de
tes -no hablo de lo que son ahora-, en lo la ignorancia sino más bien lo contrario.
que concierne a la ignorancia, no andaban Desde hace cierto tiempo, la ignorancia
lejos. Se trataba sin duda de un efecto de no es lo suficientemente docta en la medid-

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JACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

na como para que esta sobreviva por otra dosa complazco en hacer resurgir esta noche, era
que no sea la superstición. Sobre el sentido de Henri Ey.
este término, y precisamente, llegado el caso, Se puede decir, con el espacio de tiempo
en lo que respecta a la medicina, volveré luego transcurrido, que de esta ignorancia, Ey fue
si tengo tiempo. Pero, para señalar un hecho el civilizador. Rindo homenaje a su trabajo.
que proviene de esta experiencia de la cual Como lo hizo notar Freud, la civilización no
me interesa mucho retomar el hilo después de nos desembaraza de ningún malestar, sino
cerca de cuarenta y cinco atl.os de frecuentar todo lo contrario -das Unbehagen, el no bien-
estas murallas (no es para vanagloriarme, pero estar- pero, en fin, esto tiene un aspecto
después que entregué algunos de mis escri- valioso.
tos a la poubellication1 todo el mundo conoce Si creen que hay una mínima ironía en lo
mi edad, es uno de los inconvenientes del que acabo de decir, se equivocan seriamente,
asunto), debo decir que es mejor no evocar el pero no pueden más que equivocarse, por-
grado de ignorancia apasionada que reinaba que no pueden imaginar lo que era la igno-
entonces en la sala de guardia de Sainte-Anne. rancia en el ambiente asilar antes de que Ey
Es verdad que se trataba de gente que tenía metiera las manos allí. Era algo absolutamen-
vocación y, en aquel momento, tener vocación te increíble.
por el asilo era algo bastante particular. Actualmente la historia avanzó, y acabo de
A esta misma sala de guardia llegaron al recibir una circular que señala la inquietud
mismo tiempo cuatro personas cuyos nombres que existe en cierta zona de dicho ambiente
no me parece desde1iable volver a recordar, en relación con ese movimiento que prome-
puesto que soy una de ellas. La otra, que me te todo tipo de chispas, llamado antipsiquia-
tría. Pretenden que yo tome partido en este
asunto.
l. Neologismo a partir de poubelle [tacho de basura] y
¿Se puede tomar partido en algo que ya es
publication [publicación]. [N. de la T.] una oposición? Sin dudas sería conveniente

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JACQUES LACAN
SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

que sobre este asunto haga algunas observa- esto deja las cuestiones de la antipsiquiatría un
ciones inspiradas en mi antigua expe!"iencia, poco fuera de lugar.
la que acabo de evocar, diferenciando en esta Esta es una indicación introductoria, pero
oportunidad la psiquiatría y la psiquiatrerta. quisiera destacar que, en lo que respecta a las
La cuestión de los enfermos mentales o, salas de guardia, hay algo que es sin embar-
para decirlo mejor, de las psicosis no es resuel- go sorprendente y que a mi juicio constituye
ta en absoluto por la antipsiquiatría, cuales- una continuidad entre las antiguas y las más
quiera que sean las ilusiones que mantienen recientes: se trata de comprobar hasta qué
al respecto algunos emprendimientos locales. punto, en relación con el sesgo que allí toman
Me atrevo a expresar que la antipsiquiatría es los saberes, el psicoanálisis no hizo ninguna
un movimiento cuyo sentido es la liberación mejora.
del psiquiatra, y es seguro que no está bien El psicoanalista -planteé la cuestión en los
encaminado. años 1967-1968 cuando introduje la noción
No está bien encaminado debido a que del psicoanalista precedido por el artículo
hay una característica que después de todo definido, artículo definido cuyo valor lógico
no habría que olvidar en aquello que se llama intentaba recordar ante un auditorio bastante
revoluciones, y es que este término está admi- amplio-, el psicoanalista no parece haber cam-
rablemente elegido, puesto que quiere decir biado nada en cierto soporte del saber.
retorno al punto de partida. El alcance de todo Todo esto tiene una regularidad. No suce-
esto ya era conocido, pero está ampliamente de de un día para ou·o que se cambie el sopm'-
demostrado en el libro titulado Historia de la te del saber. El porvenir está en manos de
locura, de Michel Foucault. En efecto, el psi- Dios, como se dice, esto es, en la buena suer-
quiatra cumple un servicio social. Es una crea- te, la buena suerte de aquellos que tuvieron la
ción de cierto giro histórico. El que estamos buena inspiración de seguirme. Algo surgirá
atravesando no va a aliviar esta carga ni a redu- de ellos si los chanchítos no se los comen. Esto
cir su lugar, es lo menos que se puede decir, y es lo que llamo buena suerte. Para los otros,

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JACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

no es cuestión de buena suerte. Su asunto será que no era una mala manera de hacer ostenta-
resuelto por el automatismo, que es lo contra- ción del no saber.
rio de la suerte, buena o mala. Se le rieron y se equivocaron, porque ahora
Para aquellos a quienes el psicoanalista al resulta chic el no saber. Es algo que circula un
que recurren no les deja ninguna chance, qui- poco por todas partes entre los místicos, ¿no
siera esta noche evitar un malentendido que es cierto?, incluso nos llega de ellos, incluso es
podría instalarse en nombre de algo que es entre ellos donde esto tiene un sentido. Ade-
efecto de la buena voluntad de algunos de los más, es sabido que insistí sobre la diferencia
que me siguen. entre saber y verdad. Por lo tanto, si la verdad
Estos escucharon bastante bien -en fin, no es el saber, es el no saber. Lógica aristotéli-
como pueden- lo que dije acerca del saber ca: todo lo que no es negro es no negro.
como correlato de la ignorancia, y eso los ator- Como articulé que el discurso analítico se
mentó un poco. A algunos de ellos no sé qué sostiene en la frontera sensible entre la verdad
mosca les picó, una mosca literaria por supues- y el saber, pues entonces, levantar la bande-
to, algunas cositas que circulan en los escritos ra del no saber es un buen camino. No es un
de Georges Bataille, por ejemplo, porque de mal estandarte. Puede servir como convocato-
otro modo no creo que se les hubiera ocurri- ria para aquello que no resulta excesivamen-
do. Se trata del no saber. te raro reclutar como clientela, la ignorancia
Georges Bataille pronunció un día una crasa, por ejemplo. Eso también existe pero,
conferencia sobre el no saber, y eso circula tal en fin, es cada vez más raro.
vez en dos o tres rincones de sus escritos. Pero Sin embargo, hay otras cosas, otras vertien-
sabe Dios que no se estaba burlando. Muy tes, la pereza por ejemplo, de la que hablo
especialmente, el día de su conferencia en la desde hace mucho tiempo. Y además hay algu-
Sala de geografía de Saint-Germain-des-Prés, nas formas de institucionalización -"campos
que ustedes conocen muy bien porque es un de concentración de Dios", como se dijo en
sitio de la cultura, no dijo ni una palabra, lo otra época- dentro de la Universidad, donde

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JACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

esas cosas son bien recibidas porque eso es No, no es gue, es de. Lalengua, tal como
chic. En síntesis, se dedican a toda una panto- la escribo ahora, en una sola palabra, es otra
mima: "Pase usted primero, señora Verdad, el cosa. ¡Miren que cultivados son!
agujero está ahí, ese es su lugar". No dije que el inconsciente esté estructu-
En fin, este no saber es un hallazgo. No rado como !alengua, sino como un lenguaje,
hay nada mejor para introducir una confusión voy a retomar esto más tarde. Pero cuando se
definitiva en un tema delicado, el punto en encargó a los "responsivos"3 que mencioné
cuestión para el psicoanálisis, eso que llamé la recién la tarea de un vocabulario de psicoanáli-
frontera sensible entre verdad y saber. sis, fue evidentemente porque yo había puesto
Diez años antes habían hecho otro hallaz- a la orden del día ese término saussureano, la
go que tampoco estaba nada mal respecto lengua, que, lo repito, voy a escribir de ahora
a lo que bien debo llamar mi discurso. Lo en más en una sola palabra, y voy a justificar
había comenzado diciendo que el inconsciente por qué. Pues bien, lalengua no tiene nada
está estructurado como un lenguaje. Encontraron que ver con el diccionario, cualquiera que sea.
una cosa formidable; a los dos tipos que mejor El diccionario tiene que ver con la dicción,
habrían podido trabajar en esta línea, hilar es decir, por ejemplo, con la poesía y con la
este hilo, les encomendaron un flor de traba- retórica. No es poca cosa, ¿eh? Eso va desde la
jo, un diccionario de filosofía. ¿Qué dije? Dic- invención hasta la persuasión. Es muy impor-
cionario de psicoanálisis. Vean el lapsus. En tante, salvo que no es este aspecto justamente
fin, esto bien vale el Lalande. 2 el que tiene que ver con el inconsciente. Con-

Alguien pregunta: ¿Lalangue [lalengua]?

3. En el uso irónico del término responsifs [responsi-


vos] también se puede escuchar una condensación entre
2. Nombre de un conocido diccionario de filosofia. m ponsables [responsables] y poncifs [triviales, banales] .
[N. de la T.] [N. de la T.]

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JACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

trariamente a lo que piensa la masa de asis- ninguna ocasión de error. ¿Es necesario demos-
tentes, el inconsciente tiene que ver ante todo trar que en el psicoanálisis, de manera funda-
con la gramática. De todos modos, una parte mental y primera, está el saber? Sin embargo,
importante ya lo sabe si escuchó esos pocos es lo que voy a tener que demostrarles.
términos con los cuales intento hacer pasar lo
que digo del inconsciente. Este también tiene Tomemos por una punta este carácter pri-
un poco que ver, mucho que ver, todo que ver, mero, macizo, de la primacía del saber en el
con la repetición, es decir, la vertiente total- psicoanálisis.
mente contraria a aquello para lo que sirve un Hace falta recordarles que, cuando Freud
diccionario. De modo que poner a confeccio- intenta dar cuenta de las dificultades que hay
nar un diccionario a quienes habrían podido para el avance del psicoanálisis, publica en
en aquel momento ayudarme a hacer mi cami- /mago, en 1917 si recuerdo bien, un artículo
no fue una manera bastante buena de des- que fue traducido y publicado en el primer
viarlos. La gramática y la repetición son una número del International journal of Psycho-
vertiente totalmente diferente a la que recién Analysis con el título "Una dificultad del psi-
señalaba como invención, que sin duda no es coanálisis". Ocurre que el saber que está en
poca cosa, y tampoco lo es la persuasión. juego no es aceptado con facilidad. Freud lo
Contrariamente a lo que todavía no sé por explica como puede, y por eso mismo se pres-
qué está muy difundido, la vertiente útil en la ta al malentendido.
función de !alengua -útil para nosotros, psi- No es casual ese famoso término resistencia,
coanalistas, para aquellos que se las tienen que con el que creo haber logrado que ya no nos
ver con el inconsciente- es la lógica. taladren los oídos, al menos en cierto sector.
Este es un pequeño paréntesis que se conec- Pero es cierto que hay uno, no lo dudo, donde
ta con el riesgo de pérdida que conlleva la pro- todavía florece este término, que es para el
moción absolutamente improvisada y endeble psicoanalista una aprensión permanente. ¿Por
del no saber, a la que en verdad no di jamás qué no atreverse a decirlo? Todos tenemos

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SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE
JACQUES LACAN

nuestros deslices y sobre todo son las resis- Pero, en fin, es un hecho, en efecto, que
tencias las que los favorecen. Se lo descubrirá pasamos del geo al heliocentrismo, y se supo-
dentro de un tiempo en lo que yo digo ... aun- ne que esto asestó un golpe, un blow, como se
que después de todo no es algo tan seguro. expresa el texto inglés, a vaya a saber qué pre-
En resumen, Freud incurre en un desacier- tendido narcisismo cosmológico.
to. Cree que contra la resistencia solo hay una El segundo blow es biológico. Freud nos
cosa para hacer: la revolución. Pero entonces lo evoca en el nivel de Darwin, con el pretex-
resulta que él encubre completamente aque- to de que, en lo que concierne a la Tierra, la
llo que está en juego, a saber, la dificultad muy gente tardó cierto tiempo en reponerse de la
específica que hay para hacer intervenir cier- novedad que ubicaba al hombre en relación de
ta función del saber. La confunde con aquello parentesco con los primates modernos. Freud
que se señala como revolución en el saber. explica la resistencia al psicoanálisis por lo
En ese pequeño artículo -lo retomará des- siguiente: lo que está afectado es esa consisten-
pués en "El malestar en la cultura"- está el cia del saber que hace que, cuando uno sabe
primer gran fragmento acerca de la revolu- algo, lo mínimo que se puede decir es que uno
ción copernicana. Era algo trillado en el saber sabe que lo sabe. Ese es el nudo de la cuestión.
universitario de la época. Copérnico -pobre Alrededor de eso se hizo un pintarrajo en
Copérnico- había hecho la revolución. Fue él forma de yo. Hay que saber que el que sabe
-como dicen en los manuales- quien ubicó al que sabe, pues bien, soy yo. Está claro que esta
Sol en el centro y a la Tierra girando alrededor. referencia al yo es segunda en relación con lo
Queda totalmente claro que a pesar del siguiente: que un saber se sabe, y que la nove-
esquema que muestra muy bien esto, efectiva- dad que revela el psicoanálisis es que es un
mente, en De revolutionibus, etc., Copérnico no saber no sabido para sí mismo. Pero, les pre-
había tomado absolutamente ningún partido gunto ¿qué habría ahí de novedoso, capaz de
en el tema, y nadie hubiera pensado en fasti- provocar resistencia, si este saber fuera natural?
diarlo por eso. En todo el mundo animal, nadie puede sor-

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}ACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

prenderse de que el animal sepa grosso modo lo Lo mismo ocurre en cuanto al darwinismo.
que le hace falta. Si se trata de un animal de No hay ninguna doctrina que encumbre más
vida terrestre, no va a ir a sumergirse en el agua la producción del ser humano que el evolucio-
más que un tiempo limitado, sabe que eso no nismo.
le vale de nada. Si el inconsciente es algo sor- Tanto en un caso como en el otro, cosmo-
prendente, se debe a que ese saber es diferen- lógico o biológico, todas esas revoluciones
te. De ese saber tenemos desde siempre una mantienen al hombre en el lugar de la flor y
idea, muy infundada por otra parte, porque nata de la creación.
fueron evocados la inspiración, el entusiasmo. Por esto mismo esta referencia de Freud
El saber no sabido del que se trata en el psicoa- está realmente mal inspirada. Tal vez sea que
nálisis es un saber que efectivamente se articu- está hecha justamente para encubrir y hacer
la, que está estructurado como un lengu~e. pasar lo que está en juego, a saber, que este
Resulta de este modo que la revolución nuevo estatus del saber debe generar un tipo
argumentada por Freud tiende a encubrir lo de discurso completamente nuevo, el cual no
que está en juego. Eso que no es aceptado, es fácil de sostener y que hasta cierto punto
revolución o no, es una subversión que se pro- todavía no ha comenzado.
duce en la función, en la estructura del saber. Dije que el inconsciente está estructurado
En verdad, fuera de las molestias que oca- como un lenguaje. ¿Pero cuál? ¿Y por qué dije
sionaba a algunos doctores de la Iglesia, no un lenguaje?
puede decirse que la revolución cosmológica En cuestión de lenguaje empezamos a
estuviera encaminada a que el hombre, como conocer un poco. Se habla de lenguaje-obje-
se dice, se sienta de ningún modo humillado. to en la lógica, matemática o no. Se habla de
Si el uso del término revolución es tan poco metalenguaje. Incluso se habla de lenguaje,
convincente, es po1'que el hecho mismo de que desde hace cierto tiempo, en el nivel de la bio-
haya habido revolución en ese punto es más logía. Se habla de lenguaje a tontas y a locas.
bien exaltante en lo que atañe al narcisismo. Para empezar, diría que si hablo de lengua-

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JACQUES LACAN
SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

je es porque se trata de rasgos comunes que se


A mayúscula, es muy probable que diga pese
encuentran en !alengua. Aunque esta misma
a todo la verdad sin saberlo. Esto es lo que
está sujeta a una gran variedad, sin embar-
intenté indicar con mi S mayúscula, parén-
go tiene constantes. El lengu~e en cuestión,
tesis, A mayúscula, donde dicha A está pre-
tal como me tomé el tiempo, el cuidado, la
cisamente tachada S(.q\.). En todo caso, aque-
preocupación y la paciencia de articula!~ es el
llos que me siguen no podrán decir que esto,
lenguaje en el que se puede diferenciar, entre
al menos esto, no es un saber y que no debe
otras cosas, del mensaje, el código. Sin esta
tenerse en cuenta para guiarse, aunque más no
distinción mínima, no hay lugar para la pala-
sea en el día a día. Este es el primer punto del
bra. Por eso cuando introduzco estos términos
inconsciente estruch1rado como un lenguaje.
titulo "Función y campo de la palabra -es la
El segundo, no me esperaron a mí para
función- y del lenguaje" -es el campo-.
saberlo -hablo a los psicoanalistas- puesto que
La palabra define el lugar de aquello que
es el principio mismo de lo que ustedes hacen
se llama la verdad. Lo que señalo desde su
cuando interpretan.
entrada, por el uso que quiero hacer de ella,
No hay una sola interpretación que no con-
es su estructura de ficción, es decir, también
cierna -en lo que ustedes escuchan- al lazo
de engaño. En verdad, viene al caso decirlo,
que se manifiesta entre la palabra y el goce.
la verdad solo dice la verdad, y no a medias,
Puede ser que ustedes lo hagan de manera
en un solo caso: cuando dice miento. Este es
inocente, sin que nunca se hayan dado cuenta
el único caso en el que estamos seguros de
·. de que nunca una interpretación quiere decir
que no miente, porque se supone que ella lo
otra cosa, pero en fin, una interpretación ana-
sabe. Pero de Otro modo [Autrement], 4 con
lítica siempre es eso. El beneficio, ya sea pri-
mario o secundario, es un beneficio de goce.
La cosa surgió de la pluma de Freud pero
4. Hay homofonía entre autrernent [de otro modo] y no de manera inmediata, puesto que hay una
Autre ment [Otro miente]. [N. de la T. ]
etapa, la del principio de placer. Pero queda

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31
jACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

claro que un día lo sorprendió que, hagan lo es la bipolaridad principio de placer/princi-


que hagan, inocente o no, lo que se formula, pio de realidad. Este esbozo es insostenible y
hagan lo que hagan con eso, es algo que se está hecho para que estos primeros enuncia-
repite. dos sean digeridos como puedan por los oídos
Dije: "La instancia de la letra", y si utilizo contemporáneos, que son oídos burgueses
instancia tengo mis razones, como para todos -no quiero abusar de este término-, esto es,
los usos que hago de las palabras. Instancia que no tienen ni la menor idea de qué es el
resuena tanto en el nivel de la jurisdicción principio de placer.
como en el de la insistencia, donde hace sur- El principio de placer es una referencia a
gir ese módulo que definí como el instante, en la moral antigua. En la moral antigua, el prin-
el nivel de cierta lógica. cipio de placer, que consiste precisamente en
Freud descubre el más allá del principio hacer lo menos posible, otiurn cum dignitate, es
de placer en la repetición. Solo que, si hay una ascesis. Podría decirse que confluye con
un más allá, no hablemos más de principio. la de los puercos, pero de ningún modo en
Un principio donde hay un más allá ya no el sentido en que se los entiende. El término
es un principio. De paso, dejemos de lado puerco en la Antigüedad no significaba que se
el principio de realidad. Todo esto debe ser fuera cochino. Quería decir que se lindaba
revisado. Después de todo, no hay dos clases con la sabiduría animal. Era una apreciación,
de seres hablantes, aquellos que se rigen por un toque, una nota, dada desde el exterior por
el principio de placer y el principio de reali- gerite que no comprendía de qué se trataba
dad, y aquellos que están más allá del prin- ese último refinamiento de la moral del amo.
cipio de placer, sobre todo porque, como se ¿Qué puede tener esto que ver con la idea que
dice, clínicamente -reconozcámoslo- son los se hace el burgués acerca del placer y, además,
mismos. de la realidad?
El proceso primario se explica en un pri- Sea como fuere, de la insistencia con la que
mer tiempo mediante esta aproximación que el inconsciente nos entrega lo que formula,

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JACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

resulta lo siguiente: si acaso nuestra interpre- principio mismo de todo lo que tiene el nom-
tación solo tiene como sentido hacer notar bre de goce.
lo que el sujeto encuentra, entonces, ¿qué Por eso, mientras recorre el camino de
encuentra? Nada que no deba catalogarse en Jenseits des Lustprinzips, del "Más allá del prin-
el registro del goce. Este es el tercer punto. cipio de placer", ¿qué nos enuncia Freud en
Cuarto punto. ¿Dónde yace el goce? ¿Qué el "Malestar en la cultura" si no es que, muy
hace falta ahí? Un cuerpo. Para gozar hace probablemente, mucho más allá de la llamada
falta un cuerpo. Hasta aquellos que hacen una represión social, debe haber una represión -lo
promesa de Beatitudes eternas solo pueden escribe textualmente- orgánica?
hacerlo suponiendo que el cuerpo es su sopor- Es una lástima que haya que tomarse tanto
te. Glorioso o no, ahí debe estar. Hace falta un trabajo para cosas que resultan tan evidentes.
cuerpo. ¿Por qué? Porque la dimensión del La dimensión en la cual el ser hablante se dis-
goce para el cuerpo es la dimensión del des- tingue del animal es ciertamente que hay en
censo hacia la muerte. él ese hiato por donde se perdería, por donde
Por otra parte, es en esto en lo que el le estaría permitido operar sobre el o los cuer-
principio de placer anuncia que desde aquel pos, sea el suyo o el de sus semejantes, o el de
momento Freud sabía bien lo que decía. Si lo los animales que lo rodean, para hacer surgir,
leen con cuidado, verán allí que el principio en su propio beneficio o en el de ellos, lo que
de placer no tiene nada que ver con el hedo- se llama, para hablar con propiedad, el goce.
nismo, aunque nos haya sido legado por la Los encaminamientos que acabo de subra-
más antigua tradición. En verdad, es el ptinci- yar, que van desde la descripción sofisticada
pio de displace!~ a punto tal que al enunciarlo, del principio de placer hasta el reconocimien-
Freud derrapa a cada paso. Nos dice: ¿en qué to abierto de lo que concierne al goce fun-
consiste el placer?, y responde: en bajar la ten- damental, vuelven aún más extraño ver que
sión. Pero al contrario, ¿por qué se goza si no Freud recurre en aquel momento a eso que
es porque se produce una tensión? Este es el designa como instinto de muerte. No es que

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JACQUES LACAN
SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

esto sea falso, pero que sea dicho así, de una con Sade. ¿Por qué Freud procedió así? Creo
manera tan sabia, es precisamente lo que no que después de todo hay una respuesta. N o es
pueden tragarse de ningún modo los sabios obligatorio que él, no más que cualquiera de
que él engendró con el nombre de psicoana- nosotros, haya sabido todo lo que decía. Pero
listas. en lugar de contar tonterías sobre el instin-
La institución psicoahalítica internacio- to de muerte primitivo, venido del exterior o
nal se caracteriza por una larga cogitación, venido del interior, o retornando del exterior
una rumia alrededor del instinto de muerte. hacia el interior, y más tarde volcándose en
Observen si no esos interminables dédalos, la agresividad y en la pelea, tal vez se habría
la manera que tiene de partirse, de dividirse, podido leer en el instinto de muerte de Freud
de repartirse -lo admite, no lo admite, llego hasta aquello que conduce a decir que, en suma, el
aquí, no lo sigo hasta allá-. Antes bien que uti- único acto -si hubiera uno que fuera un acto
lizar un término que parece elegido para dar logrado- sería, si pudiera serlo, el suicidio.
la ilusión de que algo fue descubierto en ese Entiéndase bien que hablo de un acto que
campo que puede considerarse análogo a lo fuera logrado como el año pasado hablaba de
que en lógica se llama una paradoja, resulta un discurso que no fuera del semblante. Tanto
sorprendente que Freud, si se tiene en cuenta en un caso como en el otro, no hay ni un tal
el camino que ya había trazado, no haya creí- discurso ni un tal acto.
do necesario señalar de una manera pura y Esto es lo que Freud nos dice. No nos lo
simple el goce. En el orden de la erotología, dice así, en crudo, en claro, tal como podemos
este está verdaderamente al alcance de cual- decirlo ahora, una vez que la doctrina despe-
quiera. Es verdad que en aquel tiempo las jó un poquito el camino, y sabemos que no
publicaciones del Marqués de Sade estaban hay más acto que el fracasado e incluso que
menos difundidas. Por esto mismo, creí que esta es la única condición para un semblan-
debía marcar en algún lugar de mis Escritos te de logro. Por esto mismo el suicidio mere-
-para poner una fecha- la relación de Kant ce una objeción. No es necesario que quede

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JACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

como tentativa para que de todos modos sea que pensarla, sino también escribirla. Si no
fracasado, completamente fracasado desde el son capaces de escribirla, no hay relación.
punto de vista del goce. Quizás no sea así para Sería quizá muy destacable si durante bas-
los budistas con sus bidones de nafta, porque tante tiempo, como para que eso comience a
están a la orden del día. dilucidarse un poco, se verificara que es impo-
No sabemos nada al respecto porque no sible escribir lo que sería la relación sexual.
vuelven para dar testimonio. La cosa tiene su importancia porque justa-
El texto de Freud es un lindo texto. No mente, a través del progreso de lo que llama-
por nada nos trae el soma y el germen. Él sien- mos la ciencia, estamos llevando muy lejos un
te, presiente, que ahí hay algo para profundi- montón de pequeños asuntos que se sitúan en
zar. En efecto, lo que se debe profundizar es el nivel del gameto, del gen, ele cierto número
el quinto punto que enuncio este año en mi de elecciones, de selecciones, llámenselas como
seminario de este modo: no hay relación sexual. se quiera, meiosis u otra cosa, y que parecen
Esto puede sonar un poco chiflado. Bas- esclarecer realmente algo que sucede a nivel
taría con echarse un buen polvo para demos- del hecho de que la reproducción, al menos
trarme lo contrario. Lamentablemente, eso en cierto sector de la vida, es sexuada. Pero
es algo que no demuestra en absoluto nada esto no tiene nada que ver con lo que atañe a
semejante porque la noción de relación no la relación sexual, por cuanto es muy cierto que
coincide del todo con el uso metafórico que hay en el ser hablante, en torno a esta relación
se hace de este término a secas, relación, tuvie- en tanto basada en el goce, un abanico con un
ron relaciones. No es del todo eso. Se puede despliegue absolutamente admirable.
hablar seriamente de relación no solo cuando Dos cosas fueron puestas de manifiesto por
un discurso establece la relación sino cuando Freud y por el discurso analítico.
además se enuncia la relación. Lo real está ahí Por una parte, está toda la gama del goce.
antes de que lo pensemos, pero la relación, en Todo lo que se pueda hacer cuando se trata
cambio, es mucho más incierta. No solo hay de manera conveniente un cuerpo, incluso el

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JACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

propio cuerpo, participa en cierto grado del que Freud mismo pone como ejemplo del goce
goce sexual. Solo que el goce sexual mismo, absoluto. Y es tan verdadero como no absoluto.
cuando quieren ponerle la mano encima -si No lo es en ningún sentido, en primer
puedo expresarme así-, ya no es para nada lugar, porque como tal está destinado a esas
sexual, sino que se pierde. diferentes formas de fracaso que constituyen
En segundo lugar entra en juego todo lo para el goce masculino la castración, y para el
que se elabora con el término falo. El mismo femenino la división. Por otra parte, aquello
d esigna cierto significado, el significado de a lo que lleva el goce no tiene absolutamente
cierto significante totalmente evanescente, nada que ver con la copulación, en la medida
porque en cuanto a definir qué es el hombre en que esta es el modo usual -digámoslo así,
o la mujer, el psicoanálisis nos muestra que aunque eso va a cambiar- por el cual se realiza
eso es imposible. Hasta cierto grado nada indi- la reproducción' en la especie del ser hablante.
ca especialmente que sea hacia el partenaire En otros términos, hay una tesis: no hay
del otro sexo hacia donde deba dirigirse ~1 relación sexual, estoy hablando del ser hablan-
goce, aun si se lo considera, por un instante, te. Hay una antítesis, que es la reproducción
como el guía de la función de reproducción. de la vida. Este es un tema muy conocido y es
Nos encontramos ante el estallido de la la bandera actual de la Iglesia católica, en lo
noción -digamos- de sexualidad. Sin duda algu- cual hay que reconocer su valentía. La Iglesia
na la sexualidad se encuentra en el centro de católica afirma que hay una relación sexual,
todo lo que sucede en el inconsciente. Pero está aquella que culmina haciendo niiiitos. Se trata
en el centro por cuanto es una falta. Es decir de una afirmación muy aceptable, solo que es
que, en el lugar de sea lo que fuere que pudie- indemostrable. Ningún discurso puede soste-
ra escribirse de la relación sexual como tal, en nerla, salvo el discurso religioso, en la medida
sustitución están los impasses engendrados por en que él define la separación estricta que hay
la función del goce sexual, en la medida en entre la verdad y el saber. En tercer lugar, no
que este aparece como el punto de espejismo hay síntesis, a menos que ustedes llamen sínte-

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JACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

sis a esta observación de que el único goce que trata es la idea de naturaleza. N o va a desa-
hay es el de morir. parecer así nomás de la escena. No es que yo
intente sustituirla por otra. No se imaginen
Tales son los puntos de verdad y de saber que soy de aquellos que oponen la cultura a
en los que importa acentuar lo que atañe al la naturaleza, aunque más no sea porque la
saber del psicoanalista, con la salvedad de que naturaleza es precisamente fruto de la cultura.
no hay ni un solo psicoanalista para quien esto Pero, en fin, para esta relación: saber/verdad, o
no sea letra muerta. En cuanto a la síntesis, verdad/saber, como ustedes prefieran, ni siquie-
podemos confiar en ellos para sostener los ra hemos empezado a tener ni el más mínimo
términos y verlos en un lugar completamen- principio de adhesión, como tampoco para lo
te diferente del instinto de muerte. Como se que decimos sobre la medicina, la psiquiatría y
dice: Chassez le naturel, il revient au galop.s un montón de otros problemas.
De todos modos, convendría darle su ver- Dentro de poco tiempo, antes de cuatro o
dadero sentido a esta vit:ja fórmula proverbial. cinco años, vamos a estar sumergidos en proble-
Hablemos de "lo natural", que es todó lo mas segregativos a los que estigmatizaremos con
que se recubre con las vestiduras del saber, el término racismo. Todos esos problemas resul-
y sabe Dios que eso no falta. El discurso uni- tan del control de lo que sucede en el nivel de la
versitario está hecho únicamente para que el reproducción de la vida en seres que, en razón
saber sea una vestidura. El ropaje del que se de que hablan, se encuentran con todo tipo ele
problemas de conciencia. Es inaudito que toda-
vía no se hayan dado cuenta de que los proble-
mas ele conciencia son problemas de goce.
5. La expresión francesa cltassez le naturel, il revient au
Pero, en fin, estos problemas recién esta-
galop significa que nunca se pierden las malas costum-
mos empezando a poder decirlos. No hay nin-
bres, las tendencias naturales. Su traducción aproximada
al castellano es "genio y figura hasta la sepultura". [N. de guna seguridad de que esto tenga la menor
la T.] consecuencia, puesto que sabemos que la

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JACQUES LACAN SABER, IGNORANCIA, VERDAD Y GOCE

interpretación requiere, para ser recibida, eso y creerse el rey del mismo. Esto es una ilusión
que al comienzo llamé un trabajo. El saber es absolutamente extraordinaria. Si el hombre
del orden del goce. No vemos en absoluto por tenía alguna idea sobre las esferas celestes
qué cambiaría de lecho. Si la gente denuncia era precisamente porque allí se encontraba la
eso que llaman intelectualización es simple- última palabra del saber. ¿Quién sabe algo en
mente porque está acostumbrada, por expe- el mundo? Las esferas etéreas. Ellas sí saben.
riencia, a darse cuenta de que no es en abso- Hizo falta tiempo para que eso fuera supera-
luto necesario n i en absoluto suficiente com- do. Por eso el saber está asociado desde los
prender algo para que algo cambie. orígenes a la idea de poder.
La cuestión del saber del psicoanalista no La pequeña nota que se encuentra en el
es de ningún modo saber si eso se ar ticula o dorso del grueso volumen de mis Escritos invoca
no, sino saber en qué lugar hay que estar para las Luces. ¿Por qué no admitirlo?, soy yo quien
sostenerlo. A este respecto, intentaré darles la escribió. ¿Quién otro sino yo hubiera podi-
una indicación a la que no sé si voy a lograr do hacerlo? Se reconoce mi estilo, y está muy
dar una formulación transmisible. bien escrita. Las Luces tardaron cierto tiempo
La cuestión es saber lo que la ciencia -a la en elucidarse. En un primer tiempo, fallaron su
que el psicoanálisis, así como en la época de intento. Pero en fin, así como el Infierno, esta-
Freud, no puede más que escoltar- llega a ban sembradas de buenas intenciones.
alcanzar de aquello que concierne a lo real. Contrariamente a todo lo que se dijo, las
La potencia de lo simbólico no necesita ser Luces tenían como finalidad enunciar un
demostrada, porque es la potencia misma. No saber que no fuera un homenaje a ningún
hay en el mundo ninguna huella de poten- poder. Sin embargo, lamentamos tener que
cia anterior a la aparición del lenguaje. En constatar que aquellos que se dedicaron a esta
lo que Freud bosqueja de la época anterior a tarea se encontraban un poco demasiado en
Copérnico, él se imagina que el hombre era posición de lacayos con respecto a cierto tipo
muy feliz por estar en el centro del universo de amos, los nobles de la época -debo decir

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JACQUES LACAN

que bastante felices y prósperos-, como para


poder desembocar de cualquier manera en
algo diferente de la famosa Revolución Fran-
cesa, que tuvo el resultado que ustedes cono-
cen, a saber, la instauración de una raza de De la incomprensión
amos más feroz que todo lo que se había visto y otros temas
en acción hasta entonces.
Desde cierta perspectiva, que no califica-
ría como progresista, el psicoanalista podría
transportar un saber que nada puede hacer, el
saber de la impotencia.
Para ponernos a tono con la huella en la
que espero continuar mi discurso este año,
les voy a dar la primicia -para que se les haga
agua la boca- del título del seminario que vóy
a dictar en el mismo lugar que el año pasado,
gracias a algunas personas que se ocuparon de
preservárnoslo.
Se escribe así: para empezar, tres puntos.
Luego una o y una u. En el lugar de los tres
puntos pongan lo que quieran, lo dejo librado
a su meditación. Este ou [o] es lo que se llama
velo aut en latín. Se le agrega pire [peor]. Y de
esto resulta ... ou pire [o peor].

4 de noviembre de 1971

46
o que hago con ustedes esta noche evi-

L dentemente no es lo que me propuse


dar este año como paso siguiente de
mi seminario. Será, como la última vez, una
charla.
Todos saben, aunque muchos lo ignoren,
de la insistencia que pongo en las entrevistas
preliminares al análisis, ante aquellos que me
piden consejo. No hay entrada posible en el
análisis sin entrevistas preliminares. Esto acer-
ca la relación que existe entre esas entrevistas
y lo que voy a decirles este año en mi semina-
rio, salvo que, dado que soy yo quien habla,
soy yo quien se encuentra aquí en la posición
de analizante.
Podría haber tomado muchos otros sesgos
pero, a fin de cuentas, siempre es a último
momento cuando sé qué elUo decir.

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

Para la charla de hoy, me pareció una oca- de un modo preciso, que la presencia numero-
sión propicia una pregunta que me fue plan- sa de ustedes es una prueba de ello. Si mi pala-
teada ayer por alguien de mi Escuela, una de bra fuera incomprensible, no veo muy bien
esas personas que se toman un poco a pecho por qué serían ustedes tan numerosos, tanto
su posición. La voy a repetir textualmente: ¿la más cuanto que esta cantidad está constituida
incomprensión de Lacan es un síntoma? en gran parte por gente que vuelve.
Esta pregunta tiene para mí la ventaja de En lo que respecta al muestreo de opinio-
hacerme entrar de inmediato en el meollo del nes que me llegan, hay algunas personas que
tema, lo que me ocurre rara vez, porque en se expresan de esta manera: no siempre com-
general me acerco con pasos prudentes. prenden bien o, al menos, tienen la impresión
de no comprender. Según uno de los últi-
Le perdono fácilmente a esta persona que mos testimonios que me llegaron, la persona
haya puesto mi nombre -lo que se explica por en cuestión, a pesar de que tenía un poco la
el hecho de que estaba frente a mí- en lugar impresión de no captar, encontraba una ayuda
de lo que hubiera correspondido, esto es~ mi para orientarse en sus propias ideas, para acla-
discurso. Como verán, no me escabu1lo, lo rarse a sí misma en algunos puntos. Se puede
llamo mi. Veremos luego si este mi merece decir, entonces, que al menos en lo que con-
ser mantenido. ¿Qué importa? Lo esencial es cierne a mi palabra, que evidentemente se
saber si la incomprensión de la que se trata, debe distinguir del discurso, no hay lo que se
así la llamen de un modo o de otro, es un sín- dice, en sentido estricto, incomprensión.
toma. Aclaro de inmediato que esta palabra es
Yo no lo pienso así. No lo pienso, primero, una palabra de enseñanza. En este caso, dife-
porque no puede decirse que mi palabra, que rencio la palabra del discurso. Como estoy
después de todo tiene cierta relación con mi hablando en Sainte-Anne -y tal vez a través
discurso aunque no se confunda con él, sea de lo que dije la última vez se puede percibir
absolutamente incomprendida. Puede decirse, lo que esto significa para mí- elegí tomar el

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

asunto en un nivel, digamos, elemental. Esto elementos memorables relacionados con esto
es algo completamente arbitrario, pero es una que voy a decirles. Si en cierto nivel mi discur-
elección. so permanece aún incomprendido, digamos
Cuando fui a la Sociedad de Filosofía para que se debe a que durante mucho tiempo, en
presentar una comunicación sobre lo que cierto sector, estuvo prohibido. No prohibido
llamaba en esa época mi enseñanza, tomé el escucharlo, lo que habría estado al alcance
mismo partido. Hablé como si me dirigiera a de muchos, como lo demostró la experiencia,
gente muy rezagada. No lo estaban más que sino prohibido venir a escucharlo. Esto es lo
ustedes, pero sobre todo se debía a la idea que que nos va a permitir diferenciar esta incom-
tengo de la filosofía. Y no soy el único. Uno prensión de algunas otras. Existía una prohi-
de mis muy buenos amigos que hizo reciente- bición y, a fe mía, que esta prohibición provi-
mente una comunicación en la Sociedad de niera de una institución analítica es con segu-
Filosofía me acercó un artículo sobre el fun- ridad significativo.
damento de las matemáticas sobre el que le ¿Qué quiere decir significativo? No dije de
hice notar que era de un nivel diez o veinte ningún modo significante. Hay una gran dife-
veces más elevado que lo que él había dicho rencia entre la relación significante/signifi-
en esa Sociedad. Me respondió que no debía cado y la significación. La significación es un
sorprenderme, dadas las respuestas que había signo. Un signo no tiene nada que ver con un
obtenido. Como yo había recibido respuestas significante. Un signo -desarrollo esto en un
del mismo tenor en el mismo lugar, eso fue lo rincón, en algún lado del último número de
que me tranquilizó por haber articulado, en el mi revista Scilicet-, un signo es siempre, pense-
mismo nivel, algunas cosas que pueden encon- mos lo que pensemos, el signo de un sujeto.
trar en mis Escritos. ¿Que se dirige a qué? Esto también está escrito
Por lo tanto, en algunos contextos, hay una en ese Scilicet. No puedo extenderme ahora al
elección menos arbitraria que la que yo sos- respecto, pero ese signo de prohibición pro-
tengo aquí. La sostengo aquí en función de venía con seguridad de verdaderos sujetos,

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

en todos los sentidos de la palabra, de st~etos pocos los que saben la equivalencia de síntoma
que obedecen, en todo caso. Que se trate de con valor de verdad.
un signo proveniente de una institución analí- Esto tiene una correspondencia histórica
tica es apropiado para permitirnos dar el paso que demuestra que el sentido del término sín-
siguiente. toma fue descubierto, denunciado, antes de
Si la pregunta me fue planteada en esta que el psicoanálisis entrara en juego. Como
forma es en función de lo siguiente: la incom- lo subrayo con frecuencia, esta equivalencia
prensión en psicoanálisis es considerada como es el paso esencial dado por el pensamiento
un síntoma. Esto es algo reconocido en el psi- marxista.
coanálisis, y también admitido generalmente. Para traducir el síntoma en un valor de
Lo es a tal punto que ha pasado a la concien- verdad debemos palpar lo que supone como
cia común. Cuando digo que es algo admiti- saber en el psicoanalista el hecho de que haga
do generalmente, es más allá del psicoanáli- falta que sea a sabiendas como él interprete.
sis, quiero decir del acto psicoanalítico. En la Para abrir un paréntesis, señalo que este
modalidad de la conciencia común las cosas saber le es presupuesto al analista, si puedo
llegaron a tal punto que se oye decir Anda a decirlo así. Es lo que recalqué con el sujeto
psicoanalizarte cuando la persona que lo dice supuesto saber como fundamento de los fenó-
considera que la conducta de ustedes, o sus menos de transferencia. Siempre puse de
palabras, son síntomas, como diría el señor relieve que esto no entraña ninguna certeza
Perogrullo. en el sujeto analizante de que su analista sepa
Les haré notar que, de todas maneras, en mucho, bien lejos de esto. Lo que es perfec-
este nivel, por este sesgo, síntoma tiene el senti- tamente compatible con el hecho de que el
do de valor de verdad. En esto, lo que pasó a la saber del analista sea considerado por el ana-
conciencia común es más preciso, por desgra- lizante como muy dudoso, lo que por otra
cia, que la idea que llegan a hacerse muchos parte, con frecuencia, es el caso por razones
psicoanalistas. Digamos que son demasiado muy objetivas. En suma, los analistas no siem-

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

pre saben todo lo que deberían por la simple fácilmente. Pero la verdad no tiene ninguna
razón de que a menudo no hacen demasiado relación con la equivalencia, en un único sen-
esfuerzo. Esto no cambia en absoluto el hecho tido, del síntoma con un valor de verdad. La
de que el saber es supuesto a la función del verdad hace entrar en juego el ser del ente.
analista y que sobre esto reposan los fenóme- Lo llamo así porque estamos entre nosotros
nos de transferencia. y porque dije que era una charla. Lo llamo así
Cierro el paréntesis. Tenemos entonces el sín- sin más, sin preocuparme de que los términos
toma con su traducción como valor de verdad. que impulso ya sean utilizados en lo más avan-
El síntoma es valor de verdad; lo recíproco zado de la filosofía.
no es verdadero, el valor de verdad no es un Digo el ser porque desde los tiempos en que
síntoma. Es bueno señalarlo en este punto en la filosofía viene dando vueltas en torno a cier-
razón de que la verdad no es algo cuya fun- tos puntos, creo que ya se da por sentado que
ción yo sostenga como aislable. Su función, y el ser hablante es por ser hablante -discúlpen-
especialmente allí donde se ubica, en la pala- me por el primer ser- como llega al ser, en fin,
bra, es relativa. No es aislable de otras fun- al menos tiene el sentimiento de ello. Natural-
ciones de la palabra. Razón de más para que mente, no llega, falla. Pero podemos decir que
insista en esto: aun reduciéndola al valor, la esta dimensión del ser, que se abre de repen-
verdad no se confunde en ningún caso con el te, durante un buen tiempo sacó de quicio al
síntoma. menos a los filósofos.
Los primeros tiempos de mi enseñan- Sería un error ironizar, porque si sacó de
za giraron en torno a qué es el síntoma. En quicio a los filósofos es porque ellos sacan de
efecto, los analistas estaban en tal nebulosa quicio a todo el mundo. Esto es lo que se seña-
en este punto que el síntoma se articulaba en la en la denuncia que hacen los analistas de
sus bocas como el rechazo de dicho valor de eso que llaman resistencia.
verdad. Después de todo, tal vez se deba a mi Si yo batallé durante toda una etapa de mi
enseñanza que esto no se despliegue ya tan enseñanza, de lo cual hay huellas en mis Escri-

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENS I ÓN Y OTROS TEMAS

tos, fue efectivamente para interrogarlos sobre cuando quiero hacerles entender que hay otra
qué sabían de lo que hacían cuando introdu- dialéctica que la que se imputa a la historia.
cían el ser de ese bendito ente del que hablan, Entre las preguntas: ¿la incomprensión psi-
no del todo a tontas y a locas. De vez en cuan- coanalítica es un síntoma? y ¿la incomprensión de
do llaman a esto el hombre, pero lo llaman así Lacan es un síntoma?, voy a ubicar una tercera:
cada vez menos desde que estoy entre aquellos ¿la incomprensión matemática es un síntoma? Hay
que emiten algunas reservas al respecto. Este gente, incluso jóvenes -porque esto solo tiene
ser no tiene con respecto a la verdad ningún interés entre los jóvenes-, en quienes existe esta
tropismo especial. No digamos nada más. dimensión de la incomprensión matemática.
Por lo tanto, el síntoma es valor de verdad. Cuando nos interesamos en sujetos que
Esta es la función que resulta cuando se intro- manifiestan incomprensión matemática, bas-
duce, en cierto momento histórico que he tante difundida todavía en nuestro tiempo, se
fechado suficientemente, la noción de síntoma. tiene el sentimiento -utilizo el término senti-
El síntoma no se cura del mismo modo en miento exactamente como lo hice recién para
la dialéctica marxista que en el psicoanálisis. aquello que los analistas denominan resisten-
En el psicoanálisis se las tiene que ver con algo cia- de que esta proviene de algo así como
que es la traducción en palabra de su valor de una insatisfacción, como un desfase, algo
verdad. Que esto suscite en el analista lo que experimentado por el sujeto precisamente en
es sentido como un ser de rechazo no permite el manejo del valor de verdad.
en absoluto zanjar si ese sentimiento merece Los sllietos que sufren de incomprensión
de algún modo ser contenido, porque además, matemática esperan de la verdad más que
en otros registros, precisamente el que evocaba la reducción a esos valores que se llaman
hace un rato, es por procedimientos completa- deductivos, al menos en los primeros pasos
mente diferentes como d be ceder el síntoma. de la matemática. Las articulaciones llamadas
No le estoy dando preferencia a ninguno demostrativas parecen para ellos carentes de
de esos procedimientos, y esto menos aún algo que se sitúa precisamente en el nivel de

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

una exigencia de verdad. La bivalencia verda- En todo caso, en este punto, no es por
dero o falso los deja sin duda desconcertados, cierto la elaboración lógica que se hizo de las
y, digámoslo, con razón. Hasta cierto punto, matemáticas la que vendrá a oponerse. Ber-
puede decirse que existe cierta distancia entre trand Russell, por otra parte, se preocupó por
la verdad y lo que podemos llamar la cifra. decir en sus propios términos que la mate-
La cifra no es otra cosa que lo escrito, lo mática se ocupa de enunciados de los que
escrito de su valor. Que la bivalencia se expre- resulta imposible decir si tienen una verdad,
se, según los casos, ya sea por Oy l o por V y F, ni siquiera si tienen algún significado. Es un
el resultado es el mismo en razón de algo que modo un poco exagerado de decir que toda la
parece exigible para ciertos sujetos. preocupación que dedicó al rigor de la puesta
Habrán escuchado que hace un rato no en forma de la deducción matemática segura-
hablé para nada de algo que fuera un conte- mente se dirige a algo diferente de la verdad,
nido. ¿En nombre de qué se lo llamaría con pero tiene una vertiente que sin embargo
este término? Puesto que contenido no quiere guarda relación con ella, sin lo cual no sería
decir nada mientras no se pueda decir de qué necesario separarla de un modo tan contun-
se trata. Una verdad no tiene contenido. Una dente.
verdad que se dice tal es verdad o bien es sem- Es seguro que, de manera no idéntica a
blante, diferenciación que no tiene nada que la matemática, la lógica se esfuerza precisa-
ver con la oposición de lo verdadero y lo falso, mente en justificar la articulación matemáti-
puesto que si es semblante, es precisamente ca con respecto a la verdad. En nuestra época
semblante de verdad. se afianza en una lógica proposicional que
La in comprensión matemática procede sostiene -la verdad está planteada como un
justamente de la cu slión de saber si verdad valor que es la denotación de una proposi-
o semblante no son un . P rmítanme que lo ción dada- que una proposición verdadera no
plantee así, lo retomaré más pr ofundamente podría engendrar sino otra proposición verda-
en otro contexto. dera.

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

Lo menos que se puede decir es que esto Pero no avancemos más en el tema por esta
parece muy extraño. De esta extraña genea- noche, puesto que solo se trata de una char-
logía de la implicación resulta, en efecto, que la introductoria a un manejo del que precisa-
lo verdadero, una vez alcanzado, de ningún mente me propongo mostrarles el camino en
modo podría volverse falso por nada de lo que mi seminario.
él implica. Por mínimas que sean las probabi- Este embrollo se presta a hacernos pensar
lidades de que una proposición falsa engen- que el síntoma de la incomprensión matemáti-
dre una proposición verdadera -lo que por el ca, en suma, está condicionado por el amor de
contrario está totalmente admitido-, una vez la verdad hacia ella misma, si puedo decirlo así.
que se propone en esta vía, que según nos dicen Esto es algo diferente de ese rechazo del
es sin retorno, no debería haber desde hace que hablaba hace un rato, incluso es lo con-
mucho tiempo más que proposiciones verda- trario. Es un tropismo positivo para la verdad,
deras. si puedo decirlo así, mientras que cierto modo
A decir verdad, semejante enunciado no de exponer las matemáticas escamotea total-
puede sostenerse ni un instante más que en mente lo patético de la verdad. La presentan
razón de la existencia de las matemáticas de una manera práctica, común, simple y ele-
independientemente de la lógica. En algu- mental, sin ninguna introducción lógica, de
na parte aquí hay un embrollo. Los mismos manera tal que la evidencia, como se dice,
matemáticos se sienten tan poco tranquilos permite escamotear muchos pasos. Los fenó-
con respecto a esto que todo lo que estimuló menos de incomprensión se producen en los
efectivamente la investigación lógica relativa a jóvenes sin duda en razón de cierto vacío sen-
las matemáticas partió de la idea de que la no tido en lo que respecta a lo verídico de aque-
contradicción no bastaría para fundamentar la llo que se articula.
verdad. Esto no quiere decir que la no conu·a- Estaríamos muy equivocados si pensáse-
dicción no sea algo esperable y hasta exigible. mos que la matemática logró vaciar de pate-
Pero lo seguro es que no es suficiente. tismo todo lo que concierne a la relación con

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

la verdad. No hay solo matemática elemental. tración de la matemática griega y a la vez los
Conocemos bastante de historia para saber impasses que encontraban de entrada, no se
la pena y el dolor que engendraron, cuando justifica en absoluto hablar del materna como
fueron excogitados, los términos y las funcio- de algo que estaría separado de la exigencia
nes del cálculo infinitesimal, e incluso poste- de verdad.
riormente la regularización, la ratificación, Innumerables debates, debates de palabras,
la logificación de esos mismos términos y de el surgimiento de nuevos maternas en cada
esos mismos métodos, hasta la introducción momento de la historia. Hablé implícitamente
de un número cada vez más elevado, cada vez de Leibniz y de Newton, pero pienso también
más elaborado, de lo que en ese nivel corres- en aquellos que los precedieron con una auda-
ponde llamar maternas. Dichos maternas no cia increíble, en no sé qué factor de encuentro
implican en absoluto una genealogía retrógra- o de aventura a propósito del cual se evoca el
da, no implican ningún planteo posible para término proeza o golpe de suerte, como un
el que hubiera que emplear el término "his- Isaac Barrow, por ejemplo.
tórico". Esto se renovó en un tiempo muy cercano
La matemática griega, por ejemplo, mues- a nosotros con la efracción cantoriana, donde
tra muy bien los puntos en los que, aun cuan- nada está hecho para disminuir lo que hace
do gracias a los procedimientos llamados un rato llamé la dimensión patética, que en
exhaustivos tuvo la posibilidad de acercarse a Cantor llegó hasta la amenaza de locura. Tam-
lo que se produjo en el momento del surgi- poco creo que baste con decirnos que se debió
miento del cálculo infinitesimal, sin embargo a las decepciones en su carrera, a la oposición,
no lo alcanzó, no franqueó el paso. incluso a las injurias que el susodicho Cantor
Si a partir del cálculo infinitesimal o, para recibió de parte de los universitarios que rei-
decirlo mejor, de su reducción perfecta, resul- naban en su época. No tenemos la costumbre
ta fácil ubicar y clasificar, pero a posteriori, en de considerar que la locura esté motivada por
qué estaban los procedimi ntos de demos- persecuciones objetivas.

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JACQUES LACAN
DE LA INCOMPRENS I ÚN Y OTROS TEMAS

Por lo tanto, la incomprensión matemática


do aquí en el sentido propio de campo magné-
debe ser algo muy diferente de una exigencia tico.
que resultaría de un vacío formal. A juzgar por
Les haré notar que lo que acabamos de
lo que ocurre en la historia de las matemáti-
abordar desemboca en el término campo, y
cas, no es seguro que la incomprensión no se
este es el término que utilicé cuando dije
genere en alguna relación entre el materna,
"Función y campo de la palabra y del len-
así sea el más elemental, con una dimensión
guaje". El campo está constituido por lo que
de verdad. Quizás sean los más sensibles quie-
llamé el otro día /alengua. Considerar que este
nes menos comprenden.
campo constituye la clave de la incomprensión
Tenemos ya una indicación de esto en el
es precisamente lo que nos permite excluir
nivel de los diálogos socráticos -me refiero a
cualquier psicología.
lo que nos queda de ellos, a lo que de ellos
Los campos de los que se trata están consti-
podemos suponer-. Después de todo, tal
tuidos por lo real, tan real como el pez torpe-
vez haya gente para quien el encuentro con
do y el dedo del inocente que acaba de tocar-
la verdad desempeñe el papel que dichos
lo. El materna, aunque lo abordemos por las
griegos tomaban de una metáfora, tenga el
vías de lo simbólico, no deja de ser real.
mismo efecto que el encuentro con el pez
torpedo: los aletargue. Esta idea proviene del
La verdad en juego en el psicoanálisis es lo
aporte, sin duda confuso, de una metáfora,
que por medio del lenguaje, quiero decir, por
pero para esto sirve una metáfora, para hacer
la función de la palabra, toca un real.
surgir un sentido que sobrepasa en mucho
Sin embargo, se trata de una perspectiva
los medios. El pez torpedo, y luego quien lo
que no es en modo alguno de conocimiento,
toca y se cae redondo, es evidentemente, sin
sino más bien, diría, de algo como la induc-
que se lo sepa todavía en el momento en que
ción, en el sentido que tiene este término en
se hizo la metáfora, el encue ntro entre dos
la constitución de un campo. Se trata de la
campos no acordes entre sí, campo está toma-
inducción de algo que es totalmente real, aun-

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

que nosotros no podamos hablar de eso sino porque no hay relación sexual, sería totalmen-
como de significantes, quiero decir que no te absurdo. Tampoco digo que no hay relación
tiene otra existencia más que significante. sexual porque la palabra esté ahí. Pero cierta-
¿De qué estoy hablando? Pues bien, de nin- mente no hay relación sexual porque la pala-
guna otra cosa sino de lo que se llama en len- bra funciona en un nivel cuya preeminencia el
guaje corriente los hombres y las mujeres. No discurso psicoanalítico descubrió como siendo
sabemos nada real sobre esos hombres y esas específico del ser hablante en todo lo que con-
mujeres como tales. cierne al orden del sexo, a saber, el semblan-
No se trata de perros ni de perras. Se trata te. Semblantes de hombres ( bonshommes] y de
de qué son realmente quienes pertenecen a m1.Ueres [bonnes femmes], 1 como se decía des-
cada uno de los sexos a partir del ser hablan- pués de la última guerra. No las llamaban de
te. No hay aquí ni una sombra de psicología. otro modo: bonnes femmes. Como no soy exis-
Hombres y mtBeres, eso es real. Pero no somos tencialista, no lo diría exactamente así.
capaces de articular en !alengua ni lo más Sea como fuere, el hecho es que el ente
mínimo que tenga la menor relación con este que mencionaba anteriormente habla, y el
real. El psicoanálisis no deja de machacarlo. goce, aquel que llamamos sexual, solo pro-
Esto es lo que enuncio cuando digo que no viene de la palabra, y debe distinguirse de la
hay relación sexual para los seres que hablan. relación sexual. Solo él determina en el ente
¿Por qué? Porque su palabra, tal como esta . del que hablo aquello que se trata de obtener,
funciona, depende, está condicionada como esto es, el acoplamiento. El psicoanálisis nos
palabra por lo siguiente: le está precisamen-
te prohibido funcionar de cu alquier manera
como palabra que le permita dar cuenta de
l. El término bonhomme designa de manera familiar
esa relación sexual.
"un hombre"; bonne femme, manera también familiar de
En esta correlación no le estoy dando pri- referirse a una mujer, puede tener una connotación lige-
macía a nada. No digo que la palabra exista ramente despectiva. [N. de la T.]

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÚN Y OTROS TEMAS

confronta con esto, que todo depende de este cuerpo, y de qué manera? Encontramos hue-
punto pivote llamado goce sexual. llas de esto en nuestros primos los chimpan-
Sin embargo, resulta que este no se puede cés, que se despiojan uno al otro dando señas
articular en un acoplamiento un poco fre- de un vivo interés. ¿A qué se debe que en el
cuente, o incluso fugaz, si no encuentra lacas- ser hablante la relación con el goce sea mucho
tración, cuya única dimensión es la de !alen- más elaborada? El psicoanálisis descubrió que
gua. Lo único que nos permite afirmarlo son eso se debe a que el goce sexual emerge antes
las palabras que recogemos en la experiencia que la maduración del mismo nombre. Esto
analítica. parece alcanzar para que sea infantil todo lo
La articulación de ese núcleo opaco llama- que concierne al abanico, reducido sin duda,
do goce sexual en ese registro por explorar pero variado, de los goces calificados como
llamado castración solo data de la emergencia perversos.
históricamente reciente del discurso psicoa- Esto tiene estrecha relación con ese enig-
nalítico. Así pues, me parece que esto es algo ma que hace que no sea posible proceder con
cuyo materna merece que nos dediquemos aquello que parece directamente vinculado a
a formular. Querríamos que esto se pudiera la operación a la que supuestamente apunta el
demostrar de otro modo que como algo pade- goce sexual y embarcarse en la vía de la copula-
cido, padecido como una especie de secreto ción, cuyos caminos sostiene la palabra, sin que
vergonzoso que, aunque haya sido publicado esta se articule como castración. No fue antes
por el psicoanálisis, sigue siendo tan vergon- de un ... -no quiero decir un intento, porque
zoso, tan sin salida. Parecería que nadie se dio como Picasso decía No busco, encuentro, yo No
cuenta de que la cuestión se encuentra en el intento, concluyo- cuando concluí que el punto
nivel de la dimensión cabal del goce, esto es, la clave, el punto nodal, era !alengua y, en el
relación del ser hablante con su cuerpo, pues- campo de !alengua, la operación de la palabra.
to que no hay otra definición posible del goce. No existe una interpretación analítica que
En la especie animal, ¿quién goza de su no esté dirigida a atribuir a cualquier propo-

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

sición que encontramos su relación con un Estos cuatro discursos constituyen de


goce. ¿Qué quiere decir el psicoanálisis? Que manera tangible algo real. En esa relación de
en esta relación con el goce la palabra es la frontera entre lo simbólico y lo real, ahí vivi-
que garantiza la dimensión de verdad. Pero mos, viene al caso decirlo.
además, nada es menos seguro que el hecho El discurso del amo se mantiene todavía y
de que la palabra pueda decirla completa- más aún. Ustedes lo pueden ver con suficiente
mente. No puede más que mediodecir esta claridad como para que no me sea necesario
relación, como me expreso, e inventar un indicarles lo que habría podido hacer si eso
semblante, el semblante de lo que se llama un me hubiera divertido, esto es, si yo buscara la
hombre o una mujer. popularidad.
Se hace algo con eso, pero no se puede de- Les habría mostrado la pequeña vueltita
cir casi nada. Según parece, no se puede decir que en alguna parte lo convierte en el discur-
mucho sobre el tipo. so del capitalista. Es exactamente el mismo
asunto, con la salvedad de que está mejor
Hará unos dos años, en la vía que intento hecho, funciona mejor, los embauca más. De
trazar, llegué a articular lo que concierne a los todos modos, ustedes ni se dan cuenta. Pasa lo
cuatro discursos. mismo con el discurso universitario, están ahí
Esos discursos no son discursos históricos, metidos hasta el cuello creyendo que provo-
no se trata de mitología, de la nostalgia de can la conmoción de mayo.2
Rousseau, o incluso del neolítico. Esas son Ni hablemos del discurso histérico, es el
cosas que solo interesan al discurso universi- propio discurso científico. Es muy importante
tario. Este discurso nunca está tan bien como
en el nivel de los saberes que ya no quieren
decir nada para nadie, porque el discurso uni- 2. L'émoi de Mai, expresión en la que resuena la homo-
versitario se constituye haciendo del saber un fonía entre l'émoi [conmoción], U! mois [el mes], U!s mois
semblante. [los yoes]. Referencia al mayo francés del '68. [N. de la T.]

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÚN Y OTROS TEMAS

conocerlo para hacer pequeños pronósticos. ponerla, debería llamarse l'acosa [l'achose]-. En
Esto no disminuye en nada los méritos del dis- síntesis, el objeto a.
curso científico. El objeto a por cierto es un objeto, pero
Si hay algo seguro es que pude articular solamente en el sentido de que sustituye defi-
estos tres discursos en una especie de materna nitivamente a toda noción de objeto como sos-
solo porque surgió el discurso analítico. Cuan- tenida por un sujeto. No se trata de la relación
do hablo del discurso analítico no les estoy llamada de conocimiento. Cuando se lo estu-
hablando de algo del orden del conocimiento. dia en detalle, resulta bastante sorprendente
Hace mucho tiempo que se podría haber visto observar que en esa relación de conocimiento
que el discurso del conocimiento es una metá- se las arreglaron de modo tal que uno de los
fora sexual y haberle atribuido su consecuen- términos, el sujeto en cuestión, no fuera más
cia, a saber, que, puesto que no hay relación que la sombra de una sombra, un reflejo eva-
sexual, tampoco hay conocimiento. Hemos nescente. El objeto a solo es un objeto en el
vivido durante siglos con una mitología sexual sentido de que está ahí para afirmar que nada
y, por supuesto, una buena parte de los analis- en el orden del saber deja de producirlo. Esto
tas no quiere más que deleitarse con esos esti- es algo completamente diferente a conocerlo.
mados recuerdos de una época inconsistente. Para que haya alguna chance de analis-
Pero no se trata de eso. "Lo dicho, dicho está", ta hace falta que cierta operación que llama-
escribí en la primera frase de algo que estoy mos experiencia analítica haya hecho llegar
excogitando para entregárselo más adelante. el objeto a al lugar del semblante. No podría
Lo que está dicho es de hecho, del hecho de ocupar este lugar si los otros elementos reduc-
decirlo. tibles en una cadena significante no ocuparan
Pero hay un escollo. Todo el escollo está los otros. Si el sujeto, y lo que llamo el signi-
ahí, todo sale de ahí. Es eso que llamo l'hacosa ficante amo, y lo que designo como cuerpo y
[l'hachose] -puse una hache delante para que como saber, no estuvieran repartidos en las
vean que hay un apóstrofo, pero no debería cuatro puntas de un tetraedro -que para tran-

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

quilidad de ustedes dibujé en el pizarrón con En conformidad con todo lo que es admiti-
la forma de vectores que se cruzan en el inte- do en el análisis, el real del que hablo es que
rior de un cuadrado al que le falta un lado-, nada de lo que parece ser la finalidad del goce
resulta evidente que no habría en absoluto dis- sexual, esto es, la copulación, está garantizado
curso. sin esos pasos percibidos muy confusamente
pero jamás despejados en una estructura com-
parable a la de una lógica, que constituyen lo
que se llama la castración.
Precisamente en esto el esfuerzo lógico de-
be ser un modelo para nosotros, incluso una
guía. Y no me hagan hablar de isomorfismo.
Que haya un buen pícaro en la universidad
Digo que lo que define un discurso, lo que que encuentre que mis enunciados acerca de
lo opone a la palabra, en la perspectiva del la verdad, el semblante, el goce y el plus-de-
hablante, es que lo determina lo real. Esto es gozar serían formalistas, y hasta hermenéuti-
el materna. El real del que hablo es absoluta- cos, ¿por qué no? Se trata más bien de lo que
mente inabordable salvo por una vía matemá- se llama en matemáticas -es un hallazgo- una
tica. Para situarlo no hay otro camino más que operación generatriz.
el último en llegar de los cuatro discursos, el Intentaremos este año, y en otro lugar que
que defino como el discurso analítico. De una aquí, acercarnos prudentemente, de lejos y
manera de la que sería excesivo decir que es paso a paso, a aquello de lo que se trata. No
consistente, puesto que se trata por el contra- hay que esperar demasiado que se produzcan
rio de una brecha, y particularmente la que se destellos, pero eso ya va a venir.
expresa en la temática de la castración, ese dis- El objeto a del que les hablé hace un rato
curso permite ver dónde se afirma el real del no es un objeto, es lo que permite hacer un
que se sostiene como discurso. tetraedro con esos cuatro discursos, cada uno

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JACQUES LACAN
DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

a su manera. Lo sorprendente es que los ana-


hay significante amo, y el amo lo sigue como
listas no puedan ver que el objeto a no es un
puede. Esto no favorece en absoluto la com-
punto que se localiza en alguna parte en los
prensión del discurso del amo por parte del
cuatro discursos que ellos forman juntos; es
amo. En este sentido la psicología de Hegel es
la construcción, es el materna que permite
exacta.
que esos cuatro discursos se construyan como
Igualmente, sería muy dificil sostener que la
tetraedros.
histérica, en el punto en que se sitúa, es decir,
La pregunta pues es esta: ¿Dónde los seres
en el nivel del semblante, esté en el mejor
acósicos, los a encarnados que somos todos por
lugar para comprender su discurso, si no, sería
diversos motivos, están más a merced de la
innecesario el viraje del análisis. Ni hablemos
incomprensión de mi discurso? La pregunta
de los universitarios. Nunca nadie creyó que
puede ser planteada. Que esta incomprensión
tuvieran el atrevimiento de mantener una coar-
sea un síntoma o que no lo sea es un asunto
tada tan prodigiosamente manifiesta como lo
secundario. Pero es muy cierto que, teórica-
es todo el discurso universitario.
mente, es en el nivel del psicoanalista donde
Entonces, ¿por qué los analistas tendrían el
debe dominar la incomprensión de mi discur-
privilegio de estar abiertos a lo que es el mate-
so, justamente porque es el discurso analítico.
rna de su discurso? Al contrario, existen todas
Tal vez no sea el privilegio del discurso ana-
las razones para que ellos se instalen en un
lítico. Después de todo, quien llevó más lejos
estatus del que sería interesante demostrar lo
el discurso del amo antes de que yo trajera al
que resulta en esas increíbles elucubraciones
mundo el objeto a, y que por supuesto se equi-
teóricas que llenan las revistas del mundo psi-
vocó porque no conocía el objeto a, es Hegel,
coanalítico. Demostrarlo no es algo que pueda
para nombrarlo. Hegel siempre nos dijo que
hacerse en un día, pero voy a intentar decirles
si había alguien que no entendía nada del dis-
en qué puede residir ese interés.
curso del amo era el amo. En lo cual se man-
Hay que agotar nuestro tetraedro en todos
tiene en la psicología, porque no hay amo,
sus aspectos. Acabo de dar la indicación de

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JACQUES LACAN DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS

lo que podría ser el estatus del analista en el tado, la castración misma, parece tener en el
nivel del semblante. No es menos importante hombre cierta relación con la copulación, con
articularlo en su relación con la verdad. Y lo eso que biológicamente culmina en la conjun-
más interesante -viene al caso decirlo, es uno ción de los sexos, pero sin que esto condicione
de los únicos sentidos que puede darse al tér- absolutamente nada en el semblante. Hubo
mino interés- es su relación con el goce, que entonces biólogos que extendieron este punto
sostiene este discurso, que lo condiciona, que anómalo, esta relación totalmente problemáti-
lo justifica. ca, a las especies animales y nos expusieron en
ellas la perversión. Hicieron un libraco sobre
No quisiera terminar dándoles la impre- esto que recibió enseguida el patrocinio favo-
sión de que yo sé lo que es el hombre. Segu- rable de mi querido colega Henri Ey, de quien
ramente hay gente que necesita que les arroje les hablé la vez anterior con la simpatía que
este pescadito. Después de todo, se lo puedo habrán podido apreciar.
arrojar porque esto no connota ningún tipo de La perversión en las especies animales, ¿en
promesa de progreso ... o peor. Puedo decirles nombre de qué? Las especies animales copu-
que, muy probablemente, lo que especifica a lan, ¿pero qué nos prueba que lo hagan en
esta especie animal es una relación totalmente nombre de un goce cualquiera, perverso o no?
anómala y extraña con su goce. Sin duda hay que ser hombre para creer que
Eso podría tener algunas pequeñas prolon- copular hace gozar. Hay volúmenes enteros
gaciones del lado de la biología, ¿por qué no? que explican que algunos lo hacen con pin-
Pero constato simplemente que los analistas zas, con sus patitas, y también están los que
no le hicieron hacer el menor progreso a la mandan el esperma al interior de la cavidad
referencia biologizante del análisis. central, como la chinche, creo, y entonces nos
En cambio, del lado de los biólogos se vio admiramos de cómo deben gozar con seme-
que sostenían una cosa increíble, en nombre jantes cosas. Si nosotros nos hiciéramos eso
de lo siguiente: ese goce rengo y tan ampu- con una jeringa en el peritoneo, sería algo

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DE LA INCOMPRENSIÓN Y OTROS TEMAS
JACQUES LACAN

voluptuoso. Con eso creen que construyen rida amiga Maud Mannoni. Pero como tam-
cosas correctas, mientras que la primera cosa bién se encuentran débiles mentales en el Ins-
palpable es precisamente la disociación del tituto, no veo por qué me conmovería.
goce sexual. En fin, "La ciencia y la verdad" intentaba
Resulta evidente que la cuestión es saber una pequeila aproximación a algo así. Des-
de qué manera lalengua, de la que por el pués de todo, tal vez esta afamada ciencia esté
momento podemos decir que es correlativa de hecha con casi nada, en cuyo caso nos expli-
la disyunción del goce sexual, tiene una rela- caríamos mejor có~o la apariencia, tan condi-
ción evidente con algo real. Pero partiendo de cionada como }alengua por un déficit, puede
ahí, ¿cómo llegar a maternas que nos permitan llevar derecho a eso.
construir la ciencia? Esta es verdaderamente la Pues bien, estas son las cuestiones que pro-
cuestión, la única cuestión. ¿Qué tal si observa- bablemente abordaré este ailo. En fin, trataré
mos un poco más de cerca cómo está armada de hacer lo mejor, ... o peor.
la ciencia?
Intenten hacerlo, aunque sea una vez, con 2 de diciem!Jre de 1971
una pequeilísima aproximación: mi escrito
titulado "La ciencia y la verdad".
Había un pobre tipo, del que yo era hués-
ped en ese momento, que se puso como loco
cuando me escuchó hablar sobre el tema; des-
pués de todo ahí se ve bien que mi discurso
es comprendido. Fue el único que se molestó
mucho. Es un hombre que demostró de mil
maneras que no era alguien muy dotado. Yo
no tengo ningún tipo de pasión por los débi-
les mentales, en eso me diferencio de mi que-

82 83
Hablo a las paredes
o se sabe si la serie es el principio de

N lo serio. No obstante, me encuentro


frente a esta cuestión. Se me pre-
senta por el hecho de que evidentemente no
puedo continuar aquí lo que en otro lugar se
define como mi enseñanza, lo que se llama
mi seminario, aunque más no sea porque no
todos están advertidos de que yo manten-
go aquí una pequeña conversación por mes.
Como hay gente que se desplaza a veces desde
bastante lejos para seguir lo que digo en otro
lado bajo ese título de seminario, no sería
correcto continuar aquí.
Se trata de saber qué estoy haciendo aquí.
Esto no es realmente lo que yo esperaba. Me
ha hecho cambiar de posición esta concu-
rrencia, que motiva que aquellos a quienes
en realidad convoqué para algo que se lla-

87
J ACQUES LACAN HABLO A LAS PAREDES

maba "El saber del psicoanalista" no estén Es lo que aparentemente se percibió a pro-
del todo ausentes aquí, pero sí un poco per- pósito de Dios. Él recién empieza con tres.
didos. No sé si al hacer alusión a mi semina- Llevó un tiempo darse cuenta, o bien se lo
rio hablo de algo que conozcan quienes están sabía desde siempre pero no fue advertido
aquí presentes. porque después de todo, en este sentido, no
Es necesario que consideren el hecho de se puede estar seguro de nada. Pero, en fin,
que, precisamente, después de la última vez mi querido amigo Kojeve insistía mucho en la
abrí ese seminario. Lo abrí, y si se está un cuestión de la Trinidad cristiana.
poco atento y se es riguroso, no es posible Sea como fuere, desde el punto de vista de
decir que eso pueda hacerse de una sola vez. lo que nos interesa -y lo que nos interesa es
Efectivamente hubo dos veces. Por eso mismo analítico- evidentemente hay un mundo entre
puedo decir que lo abrí, porque si no hubie- la segunda vez y lo que consideré que debía
ra habido una segunda vez no habría una pri- subrayar con el término Nachtrag, el a posteriori
mera. [apres-coup].
Son cosas que voy a intentar retomar este
Esto tiene su interés para recordar algo que año en mi seminario. En esto hay un mundo
introduje hace cierto tiempo con respecto a lo entre lo que aporta el psicoanálisis y lo que
que se llama repetición. aportó cierta tradición filosófica, que por cier-
La repetición, evidentemente, no puede to no es desdeñable, sobre todo cuando se
comenzar más que la segunda vez, que por lo trata de Platón, que subrayó bien el valor de
tanto resulta ser la que inaugura la repetición. la díada. Quiero decir que a partir de ella todo
Es la historia del cero y del uno. Con el uno se viene abajo. ¿Qué se viene abajo? Él debía
solamente no puede haber repetición, de tal saber qué era, pero no lo dijo.
modo que para que haya repetición, para que De todos modos, el segundo tiempo no
esto no quede abierto, tiene que haber una tiene nada que ver con el Nachtrag analítico.
tercera vez. En cuanto al tercero, cuya importancia acabo

88 89
JACQUES LACAN HABLO A LAS PAREDES

de destacar, la cobra no solo para nosotros, ninguna inquietud, al menos entre mis corre-
sino para Dios mismo. ligionarios, quiero decir, en aquellos que se
Hace un tiempo insistí vivamente para que formaron a la sombra de la Trinidad. Entien-
todos fueran a ver cierta tapicería que estaba do que a los otros eso no les haya sorprendido,
expuesta en el museo de Artes Decorativos pero estos verdaderamente son incorrelig;iona-
y que era muy linda. Se veía allí al Padre, al bles.1 No hay nada que hacer con eso.
Hijo y al Espíritu Santo representados estric- Sin embargo, había ahí algunas personas
tamente en una misma figura, la de un perso- destacadas de la jerarquía llamada cristiana.
naje bastante noble y barbudo. Eran tres que La cuestión que se plantea es la de saber si es
se miraban entre sí. Eso causa más impresión porque están dentro por lo que no entienden
que ver a alguien frente a su imagen. A partir nada -me cuesta creerlo- o, lo que es mucho
de tres, empieza a causar cierto efecto. más probable, si profesan un ateísmo bastante
Desde nuestro punto de vista de sujetos, integral como para que esta pregunta no les
¿qué podría empezar con tres para el mismo haga ningún efecto. Esta es la solución por la
Dios? Se trata de una vieja pregunta que plan- que me inclino.
teé tempranamente cuando comencé mi ense- No se puede decir que esto sea lo que
ñanza y después no retomé. Les diré de inme- llamé recién una garantía de seriedad, por-
diato la respuesta: recién a partir de tres él que este ateísmo puede no ser más que som-
puede creer en sí mismo. nolencia, que es algo bastante extendido. En
Resulta bastante curioso que la pregunta otras palabras, no tienen ni la menor idea de
siguiente no haya sido nunca planteada, que
yo sepa: ¿cree Dios en sí mismo? Sería sin
embargo un buen ejemplo para nosotros. Es l. El término en francés es incoreligionnibles, en el que,
absolutamente sorprendente que esta pregun- a modo de una "palabra-valija", se pueden encontrar:
ta que planteé bastante temprano, y que no inccmigible [incorregible], religion [religión] y coreligionnai-
creo vana, no haya provocado aparentemente re [correligionario]. [N. de la T.]

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JACQUES LACAN HABLO A LAS PAREDES

la dimensión del medio en el cual hay que igual número. ¿Por qué no creerle? En la prác-
nadar. Se mantienen a flote, que no es lo tica, por lo que sabemos en nuestros días, los
mismo, gracias al hecho de que se tienen de muchachos se juntan en cierto número, más
la mano. Hay un poema de Paul Fort que es allá de la decena, por la razón que les expuse
de ese estilo: Si todas las chicas del mundo se die- hace un rato, porque encontrarse solo, cada
ran la mano, etc., podrían dar la vuelta al mundo. cual frente a su cada cuala -ya se los expli-
Es una idea loca porque, en realidad, las chi- qué-, conlleva demasiados riesgos.
cas del mundo nunca pensaron en eso, pero Para las chicas es diferente. Como ya no
en cambio los muchachos, de los que también estamos en la época del Che King, se agrupan
habla, en esto sí se entienden. Se tienen todos de a dos, hacen migas con una amiga hasta
de la mano, más aún cuando, si no se tuvieran que logran arrancar a un chico de su banda.
de la mano, cada uno debería enfrentarse solo Sí señores. Piensen lo que piensen, y por más
con la chica, y eso no les gusta. Hace falta que superficiales que les parezcan estas ideas, tie-
se tengan de la mano. En cuanto a las chicas, nen fundamento, fundamento en mi expe-
es otro asunto. Ellas se entrenan para eso en riencia de analista. Cuando lograron apartar
el contexto de ciertos ritos sociales -remítan- a un muchacho de su banda, naturalmente
se a Les Danses et Légendes de la Chine ancienne dejan de lado a la amiga, que por otra parte
[Danzas y leyendas de la China antigua]-. Eso no se las arregla tan mal con esto.
es chic, incluso Che King -no shocking-. Ese Me dejé llevar un poco. ¡Pero dónde creo
libro fue escrito por alguien llamado Granet, que estoy! Esto se me fue presentando así,
que poseía una clase de genio que no tenía poco a poco, a causa de Granet y esa historia
absolutamente nada que ver con la etnología sorprendente acerca de la alternancia en los
-era indiscutiblemente etnólogo- ni con la poemas del Che King, del coro de muchachos
sinología -era indiscutiblemente sinólogo-. enfrentado al coro de chicas. Fue así como me
Planteaba entonces que, en la China antigua, dejé llevar a hablar de mi experiencia analíti-
las chicas y los muchachos se enfrentaban en ca, sobre la que presenté un flash. Este no es

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}ACQUES LACAN HABLO A LAS PAREDES

el fondo de las cosas. No es aquí donde expon- ser logrado, es decir que podría ocurrir que
go el fondo de las cosas. Pero, ¿dónde estoy, pese a todo le hable a alguien. ¿Cómo saber
quién me creo que soy para hablar del fondo a quién hablo? Sobre todo porque, a fin de
de las cosas? Casi creería que estoy con seres cuentas, ustedes cuentan en el asunto, por
humanos, o incluso "hechos a mano".2 Sin más que me esfuerce en hacer abstracción de
embargo, me dirijo a ellos de este modo. cuántos son. Cuentan al menos por cuanto
En el fondo, lo que me motivó fue hablar no estoy hablando donde contaba con hablar,
de mi seminario. Como quizás ustedes sean los puesto que contaba con hablar en el anfitea-
mismos, hablé como si les hablara a ellos, lo tro Magnan y estoy hablando en la capilla.
que me llevó a hablar como si hablara de uste-
des, y, quién sabe, eso me llevó a hablar como [Ruido de petardos.}
si les hablara a ustedes.
No era en absoluto mi intención, porque ¡Qué lío! ¿Escucharon?
si vine a hablar a Sainte-Anne füe para hablar ¿Escucharon? Le hablo a la capilla. Esta es
a los psiquiatras, y de manera manifiesta uste- la respuesta. Hablo a la capilla, es decir, a las
des no son evidentemente todos psiquiatras. paredes.3 Cada vez más logrado, el acto falli-
Pero, en fin, lo seguro es que se trata de un do. Ahora sé a quién le vine a hablar, a lo que
acto fallido. Es un acto fallido que por lo tanto siempre hablé en Sainte-Anne, a los muros.
en cualquier momento corre el riesgo de Hace una pila de años. De tanto en tanto
volví con algún pequeño título de conferencia

2. Cousehurnains. Juego de palabras a partir de etres


humains [seres humanos] y "coum rnain" [textualmente: 3. En francés, Parler aux murs equivale a la expresión
cosido a mano], expresión de la lengua francesa que se "hablar a las paredes". En adelante se conserva el término
refiere a algo hecho con habilidad y perfección. (N. de "muro" para mantener la coherencia con lo que sigue de
la T.] la charla. [N. de la T.]

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JACQUES LACAN HABLO A LAS PAREDES

acerca de lo que enseiio, y algunos otros, no huirles, está hecho para eso, para construir
les voy a hacer la lista. Siempre les hablé a los muros. Y los muros, a fe mía -a partir de lo
muros. que hablaba hace un rato, tal vez el cristianis-
¿Quién tiene algo que decir? mo tiende demasiado hacia el hegelianismo-,
están hechos para rodear un vacío.
Alguien del público: Deberíamos salir todos si ¿Cómo imaginar lo que llenaba los muros
usted quiere hablarles a los muros. del Partenón y de algunas otras bagatelas por
el estilo, de las que nos quedan algunos muros
¿Quién me habla? Ahora voy a poder derruidos? Es difícil saberlo. Lo cierto es que
comentar lo siguiente: cuando hablo a los de eso no tenemos absolutamente ningún tes-
muros se interesan algunas personas. Por esto timonio. Tenemos la impresión de que duran-
mismo pregunté recién quién hablaba. Es te todo ese período al que designamos con el
cierto que en lo que se denominaba un asilo, rótulo moderno de paganismo, había cosas
en una época en que se era honesto, "el asilo que sucedían en diversas fiestas de las que se
clínico", como se decía, los muros, de todos conservó el nombre porque había anales que
modos, no eran cualquier cosa. fechaban las cosas así: Fue en las grandes Panate-
Diré más: me parece que esta capilla es un neas donde Adirnanto y Glaucón, etc., encontraron
lugar extremadamente bien hecho para que al llamado Céfalo. ¿Qué pasaba ahí? Es absoluta-
captemos de qué se trata cuando hablo de los mente increíble que no tengamos ni la menor
muros. Esta especie de concesión de la laici- idea.
dad a los internados, una capilla con su guar- Por el contrario, en lo que respecta al
nición de capellanes, no es que sea formidable vacío, sí tenemos una y grande, porque todo
desde el punto de vista arquitectónico pero, lo que nos fue legado por una tradición a la
en fin, es una capilla con la disposición que que se llama filosófica le hace un gran lugar al
se espera de ella. Se olvida demasiado que el vacío. Hay incluso un tal Platón que hizo girar
arquitecto, por más esfuerzo que haga para en torno de esto su idea del mundo, viene al

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caso decirlo. Fue él quien inventó la caverna. fondo, desde el fondo de la caverna, desde el
Hizo de ella una cámara oscura. Algo sucedía último muro, y que las by las p surgen mejor a
en el exterior y todo eso, al pasar por un agu- la entrada, es ahí donde escuchó su resonancia.
jerito, producía sombras. Tal vez tengamos ahí Esta noche me dejo llevar porque les hablo
un pequeño hilo, una pequeña huella. Mani- a los muros. No vayan a creer que esto que les
fiestamente es una teoría que nos permite pal- digo quiere decir que no obtuve otra cosa de
par de qué se trata el objeto a. Sainte-Anne.
Supongan que la caverna de Platón sean A Sainte-Anne no llegué a hablar sino muy
estos muros en los que se hace oír mi voz. Es tarde, quiero decir que no se me había ocu-
evidente que los muros me hacen gozar. Y en rrido antes, salvo para cumplir algunas tareas
esto gozan todos y cada uno de ustedes, por menores cuando era jefe de clínica. Relataba
participación. Verme hablando a los muros algunas historias a los practicantes y fue inclu-
es algo que no puede dejarlos indiferentes. so ahí donde aprendí a ser cuidadoso con
Reflexionen, supongan que Platón hubiera las historias que cuento. Un día relaté la his-
sido estructuralista, se habría dado cuenta de toria de la madre de un paciente, un encan-
qué se trataba la caverna, a saber, que sin duda tador homosexual al que yo analizaba, y que,
es allí donde nació el lenguaje. no pudiendo evitar lo que se veía venir, había
Hay que dar vuelta el asunto. Hace mucho dado este grito: ¡Y yo que creía que él era impoten-
tiempo que el hombre da vagidos como cual- te! Cuento la historia y diez personas de la asis-
quier animalito que chilla para obtener la tencia -no había solo practicantes- la recono-
leche materna, pero necesita cierto tiempo cen de inmediato. No podía ser otra más que
para darse cuenta de que es capaz de hacer ella. Se dan cuenta ustedes de lo que es una
algo que, por supuesto, entiende desde hace persona mundana. Fue toda una historia natu-
mucho, porque todo se produce en el parlo- ralmente, porque me lo reprocharon, cuando
teo, en el balbuceo. Para elegir, tuvo que darse yo no había contado absolutamente nada más
cuenta de que las k resuenan mejor desde el que ese grito sensacional. Desde entonces, eso

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me inspira mucha prudencia para la comuni- eso consiste lo que se llama mi presentación
cación de casos. Pero, en fin, es otra vez una de enfermos, esta especie de ejercicio que
pequeña digresión, retomemos el hilo. consiste en escuchar a los pacientes, algo que
Hice muchas otras cosas en Sainte-Anne evidentemente no les ocurre con mucha fre-
antes de venir a hablar aquí, aunque más no cuencia. Cuando lo hablo después con algunas
fuese venir a cumplir mi función, y en lo que personas que estaban allí para acompañarme
respecta a mi discurso, todo parte de ahí. y captar lo que podían, me ocurre que de eso
Si bien les hablo a los muros, empecé tarde. aprendo. Después, no de inmediato. Evidente-
Mucho antes de escuchar lo que ellos me mente, hace falta armonizar la voz para reen-
devuelven, esto es, mi propia voz predicando viarla a los muros.
en el desierto - esta es una respuesta a la perso-
na que hablaba de partir-, escuché cosas total- Lo que intentaré cuestionar este año en
mente decisivas, o al menos lo fueron para mí. mi seminario va a girar en torno a la relación
Pero este es mi asunto personal. Quiero decir del psicoanálisis con la lógica, a la que otorgo
que la gente que está aquí, entre los muros, es mucha importancia.
plenamente capaz de hacerse oír a condición Aprendí muy temprano que la lógica podía
de que haya orejas apropiadas. volver a la gente odiosa. Era en una época en
En resumen, para rendirle un homenaje la que tenía afición por cierto Abelardo, atraí-
por algo a lo que ella personalmente es ajena, do sabe Dios por qué. No puedo decir que
todos saben que fue por esta enferma a la que la lógica me haya vuelto a mí absolutamente
designé con el nombre de Aimée, que por odioso para nadie, salvo para algunos psicoa-
supuesto no era el suyo, por la que fui atraído nalistas. Quizá sea porque logro limitar seria-
por el psicoanálisis. mente su sentido
Por supuesto que no fue ella solamente. Llego a eso tanto más fácilmente que no
Hubo algunos otros antes, y además hay toda- creo en absoluto en el sentido común. Hay
vía unos cuantos a quienes dejo la palabra. En sentido, pero no lo hay en común. Probable-

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mente no haya ni uno solo entre ustedes que y siendo lo que es, un gran poeta, no debemos
me entienda en el mismo sentido. Por otra dejar de tomar en cuenta, en esta ocasión, lo
parte, me esfuerzo para que el acceso a ese que nos dice. Él no es el único. Es un asunto
sentido no sea demasiado cómodo, de modo muy importante que, por fuera de este poeta,
que ustedes deban poner algo de su parte, lo solo vi formulado seriamente en el nivel de los
que es una secreción saludable y hasta tera- matemáticos, y es saber que la razón, de la que
péutica. Secreten sentido con fuerza y verán por el momento nos contentamos con captar
cuánto más cómoda se vuelve la vida. que ella parte del aparato gramatical, tiene
Fue así como me di cuenta de la existen- que ver con algo, no quiero decir intuitivo, ya
cia del objeto a, del que cada uno de ustedes que sería caer en la pendiente de algo visual,
tiene el germen en potencia. Lo que consti- sino con algo resonante.
tuye su fuerza y al mismo tiempo la fuerza de ¿Acaso lo que resuena es el origen de la
cada uno de ustedes en particular es que el res, con lo que se hace la realidad? Es una pre-
objeto a es totalmente ajeno a la cuestión del gunta que concierne a todo lo que se puede
sentido. El sentido es un pintarrajo añadido extraer del lenguaje a título de lógica. Todos
a este objeto a con el cual cada uno tiene su saben que esta no alcanza y que le hizo falta
ligazón particular. desde hace algún tiempo poner en juego la
Esto no tiene nada que ver ni con el sen- matemática; habrían podido verlo venir desde
tido ni con la razón. El tema a la orden del hace rato, desde Platón precisamente. Aquí
día es que muchos piensan en reducirlo a la entonces se plantea la cuestión de dónde cen-
réson. Dénme el gusto, escriban r.é.s.o.n.4 Es trar ese real al que la interrogación lógica nos
una grafía de Francis Ponge. Siendo un poeta, lleva a recurrir y que resulta estar en el nivel
matemático.
Hay matemáticos que dicen que de ningún
4. Hay homofonía entre réson, derivado del verbo modo podemos orientarnos en esa conjunción
résonner [resonar], y raison [razón ). [N. de la T.] llamada formalista, en ese punto de conjun-

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ción matemático-lógico, que hay algo más allá, de los psicoanalistas nunca se hizo escuchar la
a lo que después de todo no hacen más que menor discordancia con respecto a la posición
rendir homenaje todas las referencias intui- del psiquiatra. Sin embargo, está retomado en
tivas de las que se creyó poder purificar a la mis Escritos algo que planteé desde antes de
matemática. Se busca más allá a qué réson recu- 1950 con el título de "Acerca de la causalidad
rrir para aquello que está en juego, esto es, lo psíquica". Allí denunciaba toda definición de
real. la enfermedad mental que se escude en esta
No va a ser esta noche cuando pueda abor- construcción hecha a partir de un semblante
dar el asunto. Lo que puedo decir es que por que, aunque se refiere al órgano-dinamismo,
cierto sesgo que es el de una lógica pude -en no por eso deja enteramente de lado aque-
un recorrido que partiendo de mi paciente llo que está en juego en la segregación de la
Aimée culminó en mi anteúltimo año de semi- enfermedad mental, eso es, algo que es otra
nario, al enunciar los cuatro discursos hacia cosa, que está ligado a cierto discurso, aquel
los que converge el tamiz de cierta actuali- que señalo como el discurso del amo.
dad- ¿hacer qué? Dar al menos la razón de los Además, la historia muestra que ese discur-
muros. so vivió durante siglos de una manera prove-
En efecto, quienquiera que habite entre chosa para todo el mundo hasta que en cierto
estos muros, los muros del asilo clínico, tiene desvío, en razón de un deslizamiento ínfimo
que saber que lo que sitúa y define al psiquia- que pasó inadvertido para los mismos intere-
tra en tanto tal es su situación en relación con sados, se convirtió en el discurso del capitalis-
estos muros, estos muros mediante los cuales mo, del que no tendríamos ni la menor idea
la laicidad excluyó de ella la locura y lo que si Marx no se hubiera dedicado a completar-
esta quiere decir. Esto no se aborda más que lo, a darle su sujeto, el proletario, gracias a lo
por la vía de un análisis del discurso. cual el discurso del capitalismo se expande
A decir verdad, se hizo tan poco análisis dondequiera que reine la forma de Estado
antes de mí que es válido decir que por parte marxista.

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Lo que distingue al discurso del capitalis- ra decirse que el psicoanalista se dirija a esa
mo es la Vérwerfung, el rechazo hacia afuera de posición, sino que es llevado ahí por su anali-
todos los campos de lo simbólico, con las con- zante. La pregunta que planteo es: ¿cómo un
secuencias que ya dije. ¿El rechazo de qué? De analizante puede tener ganas alguna vez de
la castración. Todo orden, todo discurso, que volverse psicoanalista? Es algo impensable, lle-
se emparente con el capitalismo deja de lado, gan a eso como las bolitas de algunos juegos
amigos míos, lo que llamaremos simplemen- de trictrad' que ustedes conocen, que terminan
te las cosas del amor. Ya ven, ¡eh! No es poca cayendo en esa cosa. Llegan ahí sin tener ni la
cosa. menor idea de lo que les ocurre. Finalmente,
Por eso, dos siglos después de ese desliza- una vez que están ahí, ahí están y, pese a todo,
miento, nombrémoslo, calvinista -¿por qué en ese momento, algo se despierta. Es por este
no?-, la castración hizo su entrada impetuo- motivo por lo que propuse su estudio.
sa, bajo la forma del discurso analítico. Natu- Sea como fuere, en la época en que se pro-
ralmente el discurso analítico todavía no fue dujo ese torbellino entre las bolitas, no les
capaz de darle ni siquiera un esbozo de articu- puedo decir con qué alegría escribí "Función y
lación pero, en fin, multiplicó su metáfora y se campo de la palabra y dellengu~e ... ". ¿Cómo
dio cuenta de que todas las metonimias prove- fue que acepté, entre tantas otras cosas sensa-
nían de ahí. tas, un exergo de tipo cantinela que encontra-
En consideración a esto, e incitado por una rán en la tercera parte? Hasta donde recuer-
especie de rumor que se había producido en do, es algo que había encontrado en un alma-
algún lugar por el lado de los psicoanalistas, naque que se llamaba París en el año 2000. No
fui llevado a introducir lo que era evidente en le falta talento, aunque nunca más hayamos
la novedad psicoanalítica, esto es, que se trata- escuchado el nombre del tipo de quien cito el
ba de lenguaje, y que era un discurso nuevo.
Como finalmente les dije, el psicoanalista
hace de objeto a en persona. No puede siquie- 5. Juego de mesa similar al backgammon. [N. de la T.]

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nombre -soy honesto-, y que relata este asun- Entre el hombre y el amor,
to que cae como peludo de regalo en la histo- Hay un mundo
ria de "Función y campo ... ".
Cuando se dice Hay un mundo, eso quiere
Entre el hombre y la mujer, decir Ustedes no lo lograrán nunca. Como quien
Está el amor. no quiere la cosa, dice al comienzo: Entre el
Entre el hombre y el amor, hombre y la mujer, está el amor, quiere decir que
Hay un mundo eso encaja. Un mundo queda flotando, pero
Entre el hombre y el mundo, con Hay un muro, ahí sí ustedes comprenden
Hay un muro. que entre quiere decir interposición. Porque es
muy ambiguo el entre. En otro lugar, en mi
Como ven, había previsto lo que les iba a seminario, hablaremos de la mesología. ¿Qué
decir esta noche, les hablo a los muros. Verán es lo que cumple función de entre? En esto,
que no tiene ninguna relación con el capítu- nos encontramos en la ambigüedad poética
lo que sigue. Pero no me pude resistir. Como pero, reconozcámoslo, vale la pena.
acá les hablo a los muros, no estoy dictando
un curso, entonces no les voy a decir lo que
en Jakobson basta para justificar que esos seis
versos de morondanga sean de todos modos
poesía. Es poesía proverbial, porque ronronea:

Entre el hombre y la mujer,


Está el amor.

¡Pero por supuesto!, si es lo único que hay, y: Esto que acabo de dibujarles en el piza-
rrón, y que da vueltas, es una manera como

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JACQUES LACAN HABLO A LAS PAREDES

cualquier otra de representar la botella influjo, y todo lo que se le agrega cuando se


de Klein. Es una superficie que tiene cier- es obsesivo, por ejemplo lo oblativo, ese sensa-
tas propiedades topológicas sobre las que cional invento del obsesivo. El amor está ahí,
podrán informarse quienes no estén al tanto. el redondelito que está en todas partes, excep-
Se parece mucho a una banda de Moebius, to que hay un lugar donde eso se invierte, y
esto es, eso que se hace torciendo simple- brutalmente. Pero quedémonos en el primer
mente una tirita de papel y pegándola des- tiempo. Entre el hombre, a la izquierda, y la
pués de darle una media vuelta. Pero aquí mujer, a la derecha, está el amor, es el redon-
tenemos un tubo. Un tubo en el que en cierto delito. Les dije que ese personaje se llamaba
lugar se produce una inflexión. No les estoy Antaine. No crean de ningún modo que digo
diciendo que esta sea la definición topológi- alguna vez una palabra de más, esto es para
ca de la cosa, es un modo de imaginarlo que decirles que era de sexo masculino, de modo
ya utilicé bastante como para que una parte que ve las cosas de su lado.
de las personas que están aquí sepan de qué Ahora se trata de ver lo que va a haber,
hablo. ¿cómo podemos escribirlo?, lo que va a haber
La hipótesis es que entre el hombre y la entre el hombre, es decir él-el "pueta" [poue-
mujer debería hacerse ahí un redondel, como te], "el pueta de Puasia" [le pO'uete de Pouasie],6
decía Paul Fort hace un rato. Puse el hom- como decía el estimado Léon Paul Fargue-, lo
bre a la izquierda, por pura convención, y la que hay entre él y el amor.
mujer a la derecha, podría haberlo hecho a la
inversa. Tratemos de ver topológicamente lo
que me gustó en esos seis versitos de Antoine
6. Referencia al poema Au pays de Papouasie [En el
Tuda!, para nombrarlo.
país de Papuasia] de León Paul Fargue, donde este juega
Entre el hombre y la mujer, está el amor. Hay
con la sonoridad de los términos pou.ete (deformación de
comunicación a fondo. En este caso, ustedes poete, poeta) y pouasie (deformación de poésie, poesía). [N.
lo ven, algo circula. Se comparte, el flujo, el de la T.]

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¿Me veré obligado a volver al pizarrón? Vie- lleva a que el saber deje intacto el campo de la
ron hace un rato que era un ejercicio un poco verdad, y recíprocamente además.
vacilante. Pues bien, de ningún modo, porque No obstante, lo que hay que ver es que
de todas formas, a la izquierda, él ocupa todo ese muro está en todas partes. En efecto, lo
el lugar. Por lo tanto, lo que hay entre él y el que define esta superficie es que el círculo
amor es justamente lo que está del otro lado, o el punto de inflexión -digamos el círculo,
es decir, la parte derecha del esquema. Entre porque aquí lo representé con un círculo-
el hombre y el amor, hay un mundo, es decir que es homogéneo en toda la superficie. Incluso
eso recubre el territorio ocupado primero por esto los llevaría a estar equivocados si pensa-
la mujer, ahí donde escribí "M" en la parte de ran que la misma es intuitivamente represen-
la derecha. Por esto, aquel al que llamaremos table. Si les mostrara enseguida qué tipo de
hombre en este caso se imagina que conoce el corte basta para volatilizar instantáneamente
mundo, en sentido bíblico. Este conocimien- esta superficie en tanto topológica, verían
to es simplemente esa especie de anhelo por que no es una superficie la que se represen-
saber quién viene al lugar de lo que está mar- ta, sino que ella se define mediante ciertas
cado con la M de mujer. coordenadas -llamémoslas, si quieren, vec-
Lo que nos permite ver topológicamente toriales- tal que en cada uno de los puntos
de qué se trata es que a continuación nos dice: de la superficie la inflexión está siempre ahí,
Entre el hombre y el mundo, ese mundo que sus- en cada uno de sus puntos. De modo que,
tituye a la volatilización del partenaire sexual, en cuanto a la relación entre el hombre y la
hay un muro, o sea el lugar donde se produce mujer, y en todo lo que de ahí resulte respec-
la inflexión que un día introduje para signifi- to a cada uno de los partenaires, a saber, su
car la juntura entre verdad y saber. No dije que posición como así también su saber, la castra-
eso estuviera cortado. Es un poeta de "Puasia" ción está en todas partes.
quien dice que es un muro. No es un muro, El amor, el amor que comunica, que fluye,
es simplemente el lugar de la castración. Esto que brota, eso es el amor, pues. El amor, el

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HABLO A LAS PAREDES
JACQUES LACAN

bien que la madre quiere para su hijo, el en mi seminario, trato de dar cuenta de esto.
(a)muro, 7 basta con poner entre paréntesis la Pero comoquiera que se utilicen los muros
.i para mantener en forma la voz, está claro que
a para reencontrar lo que palpamos a diario, y

,; ~ 1
es que incluso entre la madre y el hijo cuenta, los muros, no más que el resto, no pueden
y mucho, la relación que la madre tiene con la tener un soporte intuitivo, ni con todo el arte
castración. del arquitecto como broche final.
Para hacerse una sana idea del amor, tal vez Los cuatro discursos de los que hablaba
habría que tomar como punto de partida que hace un rato son esenciales para situar aque-
cuando algo se juega, pero seriamente, entre llo de lo que ustedes, hagan lo que hagan, en
un hombre y una mujer, siempre se pone en cierta manera son siempre los sujetos, quiero
juego la castración. Eso es lo castrante. Eso decir supuestos en lo que pasa de un significan-
que pasa por el desfiladero de la castración te a otro.
' El amo del juego es el significante, y uste-
nosotros intentamos abordarlo por vías que
sean un poco rigurosas. No pueden ser sino des no son sino lo supuesto respecto de algo
lógicas, e incluso topológicas. que es diferente [aut're], por no decir el Otro
[ litutre]. Ustedes no le dan sentido puesto que
Aquí, les hablo a los muros y hasta a los ustedes mismos no lo tienen lo bastante como
(a)muros y a los (a)murs-sements. 8 En otro lugar, para hacerlo. Pero sí le dan un cuerpo a ese
significante que los representa, el significante
amo.
Pues bien, no vayan a imaginarse que la
7.Juego de palabras entre l'amour [el amor] y l'(a)mur sustancia -que desde siempre sueñan con
[el (a) muro]. [N. de la T.] atribuirse- de lo que ustedes son aquí dentro,
8. Neologismo que incluye el juego de palabras ante-
literalmente sombras de sombra, sea otra cosa
rior, y además el término amusement, que tiene el sentido
más que este goce del que están separados.
de distracción agradable, entretenimiento, pero también
pérdida de tiempo, engaño. [N. de la T. ] Cómo no ver la semejanza que existe entre

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JACQUES LACAN HABLO A LAS PAREDES

esta invocación sustancial y ese increíble mito la verdad, el semblante, el goce, el plus-de-
del goce sexual, del que Freud mismo se hizo gozar.
reflejo. Con respecto a eso que no necesita muros
El goce sexual es efectivamente ese objeto para escribirse, esos términos que son como
que corre, que corre, como en el juego "corre cuatro puntos cardinales, con respecto a ellos
el anillo" [le jeu du juret] pero cuyo estatus ustedes tienen que situar lo que son. El psi-
nadie es capaz de enunciar, si no es como el quiatra, después de todo, bien podría darse
estatus supremo, precisamente. Es supremo en cuenta de la función de los muros a los que
una curva a la cual le da su sentido, y también está ligado por una definición de discurso.
muy precisamente del cual lo supremo esca- Puesto que de lo que debe ocuparse, ¿qué es?
pa. El psicoanálisis da su paso decisivo porque No es de otras enfermedades sino de aquella
puede articular el abanico de los goces sexua- definida por la ley del 30 de junio de 1838, a
les. Él demuestrajustamente que el goce que' saber, alguien peligroso para sí mismo y para los
podría llamarse sexual, que no sería semblan- demás.
te de lo sexual, se manifiesta con la marca Resulta muy curiosa esta introducción del
-nada más hasta nueva orden- de lo que solo peligro en el discurso en el cual se asienta el
se enuncia, de lo que solo se anuncia, con la orden social. ¿Qué es este peligro? Peligroso
marca de la castración. para sí mismo, en fin, la sociedad no vive más
Antes de que los muros tengan un esta- que de eso, y peligroso para los demás, sabe Dios
tus, de que tomen forma, los reconstruyo que a cada uno se le deja libertad en ese sen-
aquí lógicamente. Ese S tachado, esos S 1, tido.
s2 y esa a con los que estuve jugando para Veo en la actualidad que surgen protestas
ustedes durante algunos meses, después de contra el uso que se hace en la Unión Soviéti-
todo es eso, el muro detrás del cual pueden ca de los asilos -para llamar a las cosas por su
poner el sentido de lo que nos concierne, de nombre e ir rápido- o de algo que debe tener
eso que creemos saber lo que quiere decir, un nombre más pretencioso, para poner a res-

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JACQUES LACAN HABLO A LAS PAREDES

guardo -digamos- a los opositores. Es muy evi- escucha de tanto en tanto, y a la que se llama
dente que son peligrosos para el orden social por eso, Dios sabe por qué, "mis alumnos", no
en el que están insertos. podemos decir que se priven de reflejarse. El
. 9
¿Qué separa, qué distancia hay, entre la muro siempre puede ser murozr.
forma de abrir las puertas del hospital psiquiá- Sin duda por eso volví a Sainte-Anne para
trico en un lugar donde el discurso capitalista decir algunas cosas. Para hablar con pro-
es perfectamente coherente consigo mismo, y piedad no es para delirar pero, a pesar de
en un lugar como el nuestro, donde todavía todo, me quedaba cierto resquemor de estos
es balbuciente? Quizá lo primero que los psi- muros. Si con el tiempo logré construir con
quiatras podrían recibir, si hay algunos aquí, mi S tachado, mi S1, S2 y el objeto a, la réson
no digo de mi palabra, que no tiene nada que de ser, de cualquier manera que lo escriban,
ver en el asunto, sino de la reflexión de mi voz quizás después de todo no tomen la reflexión
en estos muros, es saber lo que los especifica de mi voz sobre estos muros como una simple
como psiquiatras. reflexión personal.
Esto no les impide que dentro de los lími-
tes de estos muros escuchen algo más que 6 de enero de 1972
mi voz. Por ejemplo, la voz de aquellos que
están internados aquí, puesto que, después
de todo, eso puede conducir a algún lado,
hasta a hacerse una idea precisa de lo que es
el objeto a.
Los hice partícipes esta noche de algunas
reflexiones que, por supuesto, son reflexiones
a las cuales mi persona como tal no puede ser
9. Muroir: neologismo a partir de rnur [muro,
ajena. Es lo que más detesto en los otros. Por- pared], miroir [espejo] y mouroir [hospicio para moribun-
que después de todo, entre la gente que me dos]. [N. de la T.]

118 119
Anexo
En la cuarta conversación (3 de febrero de
1972), Lacan anuncia que tiene la intención de
aclarar lo que expone en su seminario "... o peor ",
pero el comienzo empalma con la cmiclusión de la
tercera conversación. Se jJuede leer aquí el resumen
correspondiente.

JAM

Les dije la última vez Hablo a las paredes.


De esta frase, que se articulaba en armonía
con lo que nos rodea, hice un comentario, un
esquemita basado en la botella de Klein, que
debería tranquilizar a aquellos que podrían
sentirse excluidos de esta fórmula. Como lo
expliqué detalladamente, lo que se dirige a
los muros tiene la propiedad de repercutir.
Que yo les hable indirectamente no está diri-

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JACQUES LACAN ANEXO

gido por cierto a ofender a nadie, porque se luego continúa, y debería terminar al final con
puede decir que ese no es un privilegio de mi el muro. Entre el hombre y el muro, está jus-
discurso. tamente el amor, la carta de amor. Y lo mejor
Con respecto a este muro que no es en que hay en ese curioso impulso que se llama
absoluto una metáfora, quiero aclarar lo que amor es la carta/letra.
digo en otra parte, en mi seminario. Como La carta/letra puede tomar formas extra-
no se trata, en efecto, de hablar de cualquier ñas. Así, hubo un tipo hace tres mil años que
saber, sino del saber del psicoanalista, eso justi- estaba en la cúspide de sus éxitos, de sus éxitos
fica que no lo haga en mi seminario. de amor, y vio aparecer sobre un muro -algó
Para introducir un poco estas cosas, suge- que ya comenté- Mené Mené, como se decía,
rirles su importancia a algunos, digo que debe- Tekel, upharsin, lo que habitualmente, no sé
ría sorprender que no se pueda hablar de amor; por qué, se articula Mane, Tekel, Fares. Como
como se dice, sino de manera imbécil o abyec- ' algunas veces lo expliqué, las cartas siempre
ta, lo que es una agravación -abyecto, así es llegan a destino. Felizmente, llegan demasia-
como se habla de él en el psicoanálisis-, que do tarde, además de que son poco frecuentes.
no se pueda entonces hablar de amor, pero También puede ocurrir que lleguen a tiempo,
que se pueda escribir sobre él. son los casos pocos comunes en los que las
La carta 1 de (a)muro, para continuar con citas no son fallidas. No hay muchos casos en
la pequeña poesía de seis versos que comen- la historia en los que eso haya ocurrido, como
té aquí la última vez, tendría que morderse el de ~se insignificar¡.te Baltasar.
la cola. Esto empieza así: Entre el hombre, del Como entrada en materia, no voy a avanzar
que nadie sabe qué es, y el amor; está la mujer, más en el tema, aunque luego lo retome. Pues-
to que, tal como se lo presento, este (a)muro
no tiene nada de divertido. Pero yo no puedo
l. En francés, lettre significa letra y también carta. sostenerm_e de otra manera más que divirtien-
[N. de b T.) do, divertimento serio o cómico. Lo que expli-

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JACQUES LACAN

qué la última vez fue que los divertimentos


serios transcurrirían en otra parte, en un lugar
donde me cobijan, y que reservaba para este
lugar los divertimentos cómicos. No sé si esta
noche estaré plenamente a la altura, en razón
quizás de este comienzo acerca de la carta de
(a)rnuro.
Sin embargo, lo voy a intentar.

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