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1.

Introducción

La ciudad es la más importante obra del hombre, lo reúne todo, y nada que se relacione con el

hombre le es ajeno o indiferente" (Walt Whitman).

En muchas situaciones se ha tratado de definir el concepto de “ciudad”, pero se puede

resumir en dos simples conceptos. El primero es que la ciudad es obra del hombre y por lo

tanto es tarea del mismo su creación y su evolución.

Y en segundo lugar la ciudad es un fiel reflejo de la sociedad, con sus desigualdades e

incongruencias, lo que lleva a pensar que una ciudad ideal puede dar lugar a una sociedad

ideal, según la lógica esto sería pertinente, pero el crear una ciudad ideal es una tarea que

conlleva mucho planeamiento puesto que el mínimo error puede llevar a esta al abandono o

inhabitabilidad.

Teniendo en cuenta esto, a lo largo de la historia arquitectos, artistas, filósofos y escritores

han imaginado una ciudad ideal, ya sea como representación física de una sociedad utópica o

distópica, o como respuesta a problemas en cualquier ciudad.

Como ejemplo se tomará un diseño de Leonardo Da Vinci, el cual nunca llegó a concretarse

pero que hoy en día se toma de referencia para diseños urbanos que satisfacen necesidades

sociales.
2. Ciudad ideal

Ciudad ideal es una idea acuñada en la Antigüedad con el propósito de concretar las

características que debía reunir la ciudad para el desarrollo del hombre teniendo en cuenta su

bienestar físico y sus necesidades sociales.

La ciudad ideal ha sido un tema abordado de forma recurrente a lo largo de la historia de la

arquitectura: las ideas de Platón y Aristóteles (no sólo sus concepciones políticas, sino la

descripción física de la mítica Atlántida y las referencias a Hipodamo de Mileto, a quien se

atribuye la planificación ortogonal que efectivamente se realizó en El Pireo); en época

romana, la concepción técnica del arquitecto y tratadista Vitruvio de cómo debía ser la

ciudad, y la plasmación real de espacios de uso público y político en la propia Roma y

en Constantinopla ("Nueva Roma"), y en las ciudades romanas repartidas por las provincias,

mientras que en las villae se proyectaba un escapismo privado idealizado poéticamente

(Beatus ille), que en realidad manifestaba la contradicción de llevar la ciudad al campo; los

conceptos político-teológicos medievales de ciudad celeste o nueva Jerusalén como modelo

ideal basado en las descripciones bíblicas (tanto de la Jerusalén terrenal como de la Jerusalén

celeste -teoría agustinista de las dos ciudades- y de la ciudad como espacio cosmopolita, de

mezcla, promiscuidad y corrupción -torre de Babel, Babilonia-, contrafigura de la virtud

inherente al modo de vida nómada de los patriarcas); las utopías (Utopía de Tomás Moro, La

ciudad del sol de Tommaso Campanella, La Nueva Atlántida de Francis Bacon) y los

proyectos de urbanismo renacentista y barroco en la Edad Moderna; el urbanismo

neoclásico y las ensoñaciones de la arquitectura visionaria desde finales del siglo XVIII; los

proyectos revolucionarios del socialismo utópico y las reformas higienistas de ampliación de

las ciudades e integración en el entorno rural durante la Revolución Industrial (cuya

realización efectiva en los llamados "ensanches" y en las llamadas "ciudades-jardín" distaron


mucho de ser fieles a los modelos teóricos de Ildefonso Cerdá o Arturo Soria); las propuestas

del Movimiento Moderno (la utópica Usonia de Wright, la Ville Radieuse de Le Corbusier,

los planes de Lúcio Costa para Brasilia), etc.

Las críticas al concepto de ciudad ideal son contemporáneas a sus propias formulaciones, y

aparecen a lo largo de la historia de la literatura: en la Grecia clásica, Aristófanes (Los

pájaros, donde plantea la utópica ciudad de Néphéloccocygia, diseñada por un geómetra

enloquecido); en el siglo XVIII, Jonathan Swift (Los viajes de Gulliver); en el siglo

XIX, Charles Dickens (Martin Chuzzlewit) y Jules Verne (Los quinientos millones de la

Bégum); en el siglo XX son muy numerosas las distopías.

3. La città ideale en el arte del Renacimiento

La concepción de una "ciudad ideal" (città ideale) fue uno de los tópicos del Renacimiento,

especialmente en su arquitectura, desde la Italia del Quattrocento; aunque ni en esa época ni

en el Cinquecento se realizaron programas urbanísticos ambiciosos de diseño planificado, a

excepción del relativamente modesto conjunto de Pienza (Bernardo Rossellino, para el

papa Pío II, 1458-1464), o de la romana piazza del Campidoglio (Miguel Ángel, para el

papa Paulo III, 1536). Sí hubo oportunidad de hacerlo en la colonización española de

América (caracterizada por un urbanismo planificado en torno a la plaza de armas, heredera

de la plaza mayor o plaza de arrabal del urbanismo castellano); mientras que las grandes

perspectivas no se realizaron en la práctica hasta el urbanismo barroco.2 En los siglos XV y

XVI los grandes espacios abiertos (flanqueados por edificios alineados que se alejan hacia la

línea del horizonte, cerrada por un hito urbano destacado, de formas clásicas, preferiblemente

un edificio de planta centralizada rematado por una cúpula o cubierta equivalente) se

restringieron a la imaginación y los diseños gráficos de los artistas, estimulados por el

descubrimiento de las leyes de la perspectiva cónica o regula albertiana, que definió Leon


Battista Alberti tras el famoso experimiento de Brunelleschi ante el baptisterio de

Florencia (1416).3 Para Leonardo da Vinci la anchura de la calle será proporcional a la altura

de las casas.4 Filarete, en su Trattato di Architettura (1464) diseñó Sforzinda, una utópica

ciudad en honor a Francisco Sforza, que no llegó a construirse. Su muralla estrellada

prefigura la traza italiana de las fortificaciones que se construyeron por toda Europa,

culminando en los diseños de Vauban para Luis XIV.

4. Ejemplos de ciudades ideales

imagen 1 “la ciudad ideal llamada “de Berlín”, sin atribución, ca.1477(gemaldegalerie, berling).

imagen 2 “la ciudad ideal llamada “de Baltimore”, atribuida a fra carnevale,ca.1480-1484(walters Art Museum,Baltimore).
imagen 3 “la ciudad ideal llamada “de urbano 5 atribuida a algunos de los pintores de la corte urbinesa de
federico de montefeltro(piero della francesca,melozzo da forli,luciano laurana a francesco di giorgio martini”

5. La ciudad adelantada a su tiempo que diseñó Leonardo da Vinci

A finales del siglo XV, hace ya más de 500 años, Leonardo da Vinci diseñó su ciudad ideal.
Una urbe optimizada y saneada, pensada para ofrecer las mejores prestaciones a sus
ciudadanos. Aunque nunca llegó a materializarse, sus ideas resultaron fundamentales para la
planificación de otros trazados urbanos.

El paso del mundo medieval al renacentista propició que los pensadores dejaran de mirar
tanto hacia arriba y atender a los mandatos divinos para centrarse en los problemas y las
necesidades que se presentaban, y por montones, a nivel de tierra. Muchos de ellos, al igual
que hoy, en unas ciudades que no dejaban de crecer.

 La recuperación del urbanismo

En el siglo XV, la peste había acabado con prácticamente un tercio de la población de


Europa. Mientras se analizaban las causas y se sopesaban las consecuencias, muchos
empezaron a cuestionar la organización de las ciudades medievales. Sistemas anárquicos
repletos de calles estrechas, sucias y poco ventiladas, en las que se acumulaban personas,
animales y desechos. Entornos poco salubres en los que era fácil que se desarrollasen y
contagiasen las enfermedades.

La higiene no era el único de los problemas. El transporte empezaba a complicarse en las


áreas urbanas, frenando el desarrollo del comercio. Replantear la forma y los objetivos de las
ciudades se convirtió en una prioridad. Por ello, cuando los humanistas echaron la vista atrás
para rescatar disciplinas olvidadas desde la época clásica, no se olvidaron del urbanismo.

La organización volvió a ser racional y basada en la planificación. El ideal renacentista


daba importancia a los espacios públicos, que ganaban peso en relación a las edificaciones
privadas. Las calles pasaron a ser más amplias y a organizarse alrededor de plazas y entornos
abiertos.

Durante la década de 1480, Leonardo da Vinci dedicó parte de su trabajo a resolver


problemas de planificación urbana. Ideó una ciudad ideal que terminaría tanto con los
problemas de salubridad como con las dificultades de transporte. Sin embargo, la urbe
pensada por el inventor renacentista nunca llegó a construirse y se cree que parte de sus
invenciones han caído en el olvido. No obstante y gracias a algunos trazados presentes en el
manuscrito B de París y el Codex Atlanticus es posible reconstruir algunas de sus ideas más
innovadoras.

 Los planos de da Vinci

Según indica Martin Civiera en ‘Apuntes de Leonardo Da Vinci para una ciudad ideal’, la
ciudad que imaginó el genio italiano podría albergar un máximo de 30.000 habitantes y sería
abierta, sin murallas de contención. Se crearía a lo largo del río Ticino, que nace en Suiza y
atraviesa las provincias italianas de Varese, Novara, Milán y Pavía, al norte del país.

El agua es un elemento muy presente en toda la obra de da Vinci y juega también un papel
fundamental en su planificación urbanística. Parte del caudal del río iría a parar a los canales
de la ciudad, alrededor de los que se extendería su trazado.

 Espacios para los peatones

El inventor, arquitecto e ingeniero renacentista tuvo en cuenta uno de los grandes retos de las
ciudades actuales: la separación de las vías para el tráfico rodado de las peatonales. Su
solución, una ciudad que cuenta con varios niveles. Uno inferior, pensado para el comercio y
el transporte, y otro superior, amplio y ventilado, para el uso y disfrute de los ciudadanos.

La parte inferior se construiría en base a calles anchas y canales (el inventor llegó incluso a
diseñar plantas hidráulicas para crear canales artificiales por toda la ciudad). Por esta vía
inferior podrían transitar carruajes, animales de carga y barcos, lo cual facilitaría el transporte
de mercancías.

De esta forma, la parte superior de la ciudad serviría, de forma casi exclusiva, para el
desplazamiento de los peatones. En esta se encontrarían las viviendas, las plazas y otros
edificios públicos. Su arquitectura sería ordenada y atendiendo a la estética de la época, pero
siempre supeditada a la funcionalidad. La idea de da Vinci esconde, también, una división
social entre la clase trabajadora y la clase alta.

 Limpieza y salubridad

La separación de las vías comerciales de las peatonales se presentaba como una solución
para descongestionar las calles. Podría terminar, también, con los problemas de limpieza
propios de las ciudades medievales. Parte del plan de da Vinci era que las aguas residuales se
vaciasen de forma subterránea.

La parte superior de la ciudad se situaría a más de tres metros por encima del nivel del canal.
Sus calles tendrían un ancho igual o superior a la altura de sus edificios, para garantizar
una correcta ventilación, buena iluminación y reducir los daños en caso de desastres naturales
como terremotos. Contarían, también, con pendientes y desagües para evacuar el agua de
lluvia.

Gracias a máquinas hidráulicas, todas las habitaciones de los edificios y los talleres
artesanales contarían con una red de distribución de agua. Algo fundamental para mantener la
higiene y que hubiese supuesto un gran avance en pleno siglo XV.

imagen 4

 Verticalidad

Da Vinci planteó la idea de sacar partido a la verticalidad de los edificios, de forma que se
pudiese acceder a los dos niveles de la ciudad desde las viviendas. La trama subterránea de la
ciudad conectaría con sus plantas bajas, para garantizar el abastecimiento de bienes. Las
escaleras se situarían en el exterior, lo que permitiría aprovechar mejor los espacios
interiores.
El trabajo urbano de Leonardo da Vinci combina (como tantos otros) inventiva, técnica y
arte. La organización de la ciudad parte de la lógica y la funcionalidad, situando al hombre en
el medio de sus cálculos.

 Una ciudad moderna

De la ciudad imaginada por el urbanista italiano no tenemos más que bocetos. Sin embargo,
algunas de sus ideas se aplicaron en los siglos XIX y XX, con la aparición de los
movimientos modernistas, las vanguardias y la renovación del trazado de algunas ciudades
como París.

imagen 5

En el siglo XIX, el incremento de la población de la capital francesa llevó a las autoridades a


plantear un urbanismo más higiénico que se adaptase, también, a los nuevos medios de
transporte como el ferrocarril. Los diseños de Georges-Eugène Haussmann transformaron
gran parte de la ciudad medieval en grandes avenidas de trazado regular, plazas, parques
urbanos y edificios proporcionados y amplios. Se crearon, también, sistemas de cloacas y
gasoductos para sanear la ciudad e infraestructuras para transportes.

El objetivo de Haussmann y el emperador Napoleón III tenía muchas similitudes con el de da


Vinci cuatro siglos antes. Idear una ciudad limpia, organizada y que dejase atrás los
problemas de las ciudades masificadas. Al realizar los bocetos de su ciudad ideal, da Vinci se
estaba adelantando, una vez más, varios siglos a su época.
6. Conclusión

7. Bibliografía

1. Peter Ochsenbein / Karl Schmuki (Hrsg.): Studien zum St. Galler Klosterplan
II. St. Gallen 2002. Fuente citada en de:St. Galler Klosterplan
2. Véase trampantojo y quadratura.
3. Códice B, fol. 36r, citado en , La Ciudad Europea Del Siglo XV Al XX:
Orígenes, Desarrollo y Crisis de la Civilización Urbana en la Edad Moderna y
Contemporánea, Akal, 2002, ISBN, 847090437X, pg. 65.
4.  Alessandro Marchi, Maria Rosaria Valazzi, La città ideale: l'utopia del
Rinascimento a Urbino tra Piero della Francesca e Raffaello, Milano: Electa, 2012;
fuente citada en it:Città ideale (dipinto)
5. Carlos Sambricio, José Rafael Moneo, La arquitectura española de la
Ilustración, Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, 1986, ISBN
8470884336, pg. 25

WEBGRAFÍA

6. https://es.wikipedia.org/wiki/Ciudad_ideal
7. FERNANDO CHUECA GOITIA - BREVE HISTORIA DEL URBANISMO,
edición 2005
8. http://www.ciudaddevalparaiso.cl/inicio/patrimonio_urbano_detalle.php?id_
urbano=15
9. http://www.patrimoniochileno.net/index.php?option=com_content&view=art
icle&id=274:fuerte-bulnes&catid=28:ciudades-y-monumentos&Itemid=34
10. http://www.memoriachilena.cl/temas/index.asp?id_ut=lasoberaniachilenaen
elextremosur:elfuertebulnes
11. http://es.wikipedia.org/wiki/Urbanismo_renacentista

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