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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO - PUNO

FACULTAD DE INGENIERIA CIVIL Y ARQUITECTURA


ESCUELA PROFESIONAL DE ARQUITECTURA Y URBANISMO

TEMA:

“CIUDAD IDEAL DEL RENACENTISMO”

CURSO:

EVOLUCION DE LA CIUDAD

DOCENTE:

ARQ.WALDO ERNESTO VERA BEJAR

PRESENTADO POR:

Ariana Irazema Jaen Cutipa


Danitza Noelia Escobar Limachi
Canaza Gutierrez Mijail Romario
Valeriano Mamani Jhayr Alexander
Quispe Espinoza Joel Abad

SEMESTRE:

V - Grupo “A”

PUNO – PERU

2020
INDICE

1. INTRODUCCIÓN ............................................................¡Error! Marcador no definido.


2. CIUDAD IDEAL ..............................................................¡Error! Marcador no definido.
3. LA CITTÀ IDEALE EN EL ARTE DEL RENACIMIENTO .........¡Error! Marcador no
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4. EJEMPLOS DE CIUDADES IDEALES .........................¡Error! Marcador no definido.
5. LA CIUDAD ADELANTADA A SU TIEMPO QUE DISEÑÓ LEONARDO DA VINCI
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a) LA RECUPERACIÓN DEL URBANISMO ..........¡Error! Marcador no definido.
b) LOS PLANOS DE DA VINCI.................................¡Error! Marcador no definido.
c) ESPACIOS PARA LOS PEATONES .....................¡Error! Marcador no definido.
d) LIMPIEZA Y SALUBRIDAD.................................¡Error! Marcador no definido.
e) VERTICALIDAD ....................................................¡Error! Marcador no definido.
f) UNA CIUDAD MODERNA ...................................¡Error! Marcador no definido.
6. CONCLUSIÓN ................................................................¡Error! Marcador no definido.
7. BIBLIOGRAFÍA ..............................................................¡Error! Marcador no definido.
1. Introducción

La ciudad es la más importante obra del hombre, lo reúne todo, y nada que se relacione con el hombre

le es ajeno o indiferente" (Walt Whitman).

En muchas situaciones se ha tratado de definir el concepto de “ciudad”, pero se puede resumir en dos

simples conceptos. El primero es que la ciudad es obra del hombre y por lo tanto es tarea del mismo

su creación y su evolución.

Y en segundo lugar la ciudad es un fiel reflejo de la sociedad, con sus desigualdades e incongruencias,

lo que lleva a pensar que una ciudad ideal puede dar lugar a una sociedad ideal, según la lógica esto

sería pertinente, pero el crear una ciudad ideal es una tarea que conlleva mucho planeamiento puesto

que el mínimo error puede llevar a esta al abandono o inhabitabilidad.

Teniendo en cuenta esto, a lo largo de la historia arquitectos, artistas, filósofos y escritores han

imaginado una ciudad ideal, ya sea como representación física de una sociedad utópica o distópica, o

como respuesta a problemas en cualquier ciudad.

Como ejemplo se tomará un diseño de Leonardo Da Vinci, el cual nunca llegó a concretarse pero que

hoy en día se toma de referencia para diseños urbanos que satisfacen necesidades sociales.

2. Ciudad ideal

Ciudad ideal es una idea acuñada en la Antigüedad con el propósito de concretar las características que

debía reunir la ciudad para el desarrollo del hombre teniendo en cuenta su bienestar físico y sus

necesidades sociales.

La ciudad ideal ha sido un tema abordado de forma recurrente a lo largo de la historia de la arquitectura:

las ideas de Platón y Aristóteles (no sólo sus concepciones políticas, sino la descripción física de la

mítica Atlántida y las referencias a Hipodamo de Mileto, a quien se atribuye la planificación

ortogonal que efectivamente se realizó en El Pireo); en época romana, la concepción técnica del

arquitecto y tratadista Vitruvio de cómo debía ser la ciudad, y la plasmación real de espacios de uso
público y político en la propia Roma y en Constantinopla ("Nueva Roma"), y en las ciudades

romanas repartidas por las provincias, mientras que en las villae se proyectaba un escapismo privado

idealizado poéticamente (Beatus ille), que en realidad manifestaba la contradicción de llevar la ciudad

al campo; los conceptos político-teológicos medievales de ciudad celeste o nueva Jerusalén como

modelo ideal basado en las descripciones bíblicas (tanto de la Jerusalén terrenal como de la Jerusalén

celeste -teoría agustinista de las dos ciudades- y de la ciudad como espacio cosmopolita, de mezcla,

promiscuidad y corrupción -torre de Babel, Babilonia-, contrafigura de la virtud inherente al modo de

vida nómada de los patriarcas); las utopías (Utopía de Tomás Moro, La ciudad del sol de Tommaso

Campanella, La Nueva Atlántida de Francis Bacon) y los proyectos de urbanismo

renacentista y barroco en la Edad Moderna; el urbanismo neoclásico y las ensoñaciones de

la arquitectura visionaria desde finales del siglo XVIII; los proyectos revolucionarios del socialismo

utópico y las reformas higienistas de ampliación de las ciudades e integración en el entorno rural

durante la Revolución Industrial (cuya realización efectiva en los llamados "ensanches" y en las

llamadas "ciudades-jardín" distaron mucho de ser fieles a los modelos teóricos de Ildefonso

Cerdá o Arturo Soria); las propuestas del Movimiento Moderno (la utópica Usonia de Wright, la Ville

Radieuse de Le Corbusier, los planes de Lúcio Costa para Brasilia), etc.

Las críticas al concepto de ciudad ideal son contemporáneas a sus propias formulaciones, y aparecen a

lo largo de la historia de la literatura: en la Grecia clásica, Aristófanes (Los pájaros, donde plantea la

utópica ciudad de Néphéloccocygia, diseñada por un geómetra enloquecido); en el siglo

XVIII, Jonathan Swift (Los viajes de Gulliver); en el siglo XIX, Charles Dickens (Martin Chuzzlewit)

y Jules Verne (Los quinientos millones de la Bégum); en el siglo XX son muy numerosas las distopías.

3. La città ideale en el arte del Renacimiento

La concepción de una "ciudad ideal" (città ideale) fue uno de los tópicos del Renacimiento,

especialmente en su arquitectura, desde la Italia del Quattrocento; aunque ni en esa época ni en

el Cinquecento se realizaron programas urbanísticos ambiciosos de diseño planificado, a excepción del

relativamente modesto conjunto de Pienza (Bernardo Rossellino, para el papa Pío II, 1458-1464), o de
la romana piazza del Campidoglio (Miguel Ángel, para el papa Paulo III, 1536). Sí hubo oportunidad

de hacerlo en la colonización española de América (caracterizada por un urbanismo planificado en torno

a la plaza de armas, heredera de la plaza mayor o plaza de arrabal del urbanismo castellano); mientras

que las grandes perspectivas no se realizaron en la práctica hasta el urbanismo barroco.2 En los siglos

XV y XVI los grandes espacios abiertos (flanqueados por edificios alineados que se alejan hacia la línea

del horizonte, cerrada por un hito urbano destacado, de formas clásicas, preferiblemente un edificio

de planta centralizada rematado por una cúpula o cubierta equivalente) se restringieron a la imaginación

y los diseños gráficos de los artistas, estimulados por el descubrimiento de las leyes de la perspectiva

cónica o regula albertiana, que definió Leon Battista Alberti tras el famoso experimiento

de Brunelleschi ante el baptisterio de Florencia (1416).3 Para Leonardo da Vinci la anchura de la calle

será proporcional a la altura de las casas.4 Filarete, en su Trattato di Architettura (1464)

diseñó Sforzinda, una utópica ciudad en honor a Francisco Sforza, que no llegó a construirse. Su

muralla estrellada prefigura la traza italiana de las fortificaciones que se construyeron por toda Europa,

culminando en los diseños de Vauban para Luis XIV.

4. Ejemplos de ciudades ideales

imagen 1 “la ciudad ideal llamada “de Berlín”, sin atribución, ca.1477(gemaldegalerie, berling).
imagen 2 “la ciudad ideal llamada “de Baltimore”, atribuida a fra carnevale,ca.1480-1484(walters
Art Museum,Baltimore).

imagen 3 “la ciudad ideal llamada “de urbano 5 atribuida a algunos de los pintores de la corte
urbinesa de federico de montefeltro(piero della francesca,melozzo da forli,luciano laurana a
francesco di giorgio martini”

5. La ciudad adelantada a su tiempo que diseñó Leonardo da Vinci

A finales del siglo XV, hace ya más de 500 años, Leonardo da Vinci diseñó su ciudad ideal. Una urbe

optimizada y saneada, pensada para ofrecer las mejores prestaciones a sus ciudadanos. Aunque nunca

llegó a materializarse, sus ideas resultaron fundamentales para la planificación de otros trazados

urbanos.

El paso del mundo medieval al renacentista propició que los pensadores dejaran de mirar tanto hacia

arriba y atender a los mandatos divinos para centrarse en los problemas y las necesidades que se
presentaban, y por montones, a nivel de tierra. Muchos de ellos, al igual que hoy, en unas ciudades que

no dejaban de crecer.

• La recuperación del urbanismo

En el siglo XV, la peste había acabado con prácticamente un tercio de la población de Europa. Mientras

se analizaban las causas y se sopesaban las consecuencias, muchos empezaron a cuestionar la

organización de las ciudades medievales. Sistemas anárquicos repletos de calles estrechas, sucias y poco

ventiladas, en las que se acumulaban personas, animales y desechos. Entornos poco salubres en los que

era fácil que se desarrollasen y contagiasen las enfermedades.

La higiene no era el único de los problemas. El transporte empezaba a complicarse en las áreas urbanas,

frenando el desarrollo del comercio. Replantear la forma y los objetivos de las ciudades se convirtió en

una prioridad. Por ello, cuando los humanistas echaron la vista atrás para rescatar disciplinas olvidadas

desde la época clásica, no se olvidaron del urbanismo.

La organización volvió a ser racional y basada en la planificación. El ideal renacentista

daba importancia a los espacios públicos, que ganaban peso en relación a las edificaciones privadas.

Las calles pasaron a ser más amplias y a organizarse alrededor de plazas y entornos abiertos.

Durante la década de 1480, Leonardo da Vinci dedicó parte de su trabajo a resolver problemas de

planificación urbana. Ideó una ciudad ideal que terminaría tanto con los problemas de salubridad como

con las dificultades de transporte. Sin embargo, la urbe pensada por el inventor renacentista nunca llegó

a construirse y se cree que parte de sus invenciones han caído en el olvido. No obstante y gracias a

algunos trazados presentes en el manuscrito B de París y el Codex Atlanticus es posible reconstruir

algunas de sus ideas más innovadoras.

• Los planos de da Vinci

Según indica Martin Civiera en ‘Apuntes de Leonardo Da Vinci para una ciudad ideal’, la ciudad que

imaginó el genio italiano podría albergar un máximo de 30.000 habitantes y sería abierta, sin murallas
de contención. Se crearía a lo largo del río Ticino, que nace en Suiza y atraviesa las provincias italianas

de Varese, Novara, Milán y Pavía, al norte del país.

El agua es un elemento muy presente en toda la obra de da Vinci y juega también un papel fundamental

en su planificación urbanística. Parte del caudal del río iría a parar a los canales de la ciudad, alrededor

de los que se extendería su trazado.

• Espacios para los peatones

El inventor, arquitecto e ingeniero renacentista tuvo en cuenta uno de los grandes retos de las ciudades

actuales: la separación de las vías para el tráfico rodado de las peatonales. Su solución, una ciudad que

cuenta con varios niveles. Uno inferior, pensado para el comercio y el transporte, y otro superior, amplio

y ventilado, para el uso y disfrute de los ciudadanos.

La parte inferior se construiría en base a calles anchas y canales (el inventor llegó incluso a diseñar

plantas hidráulicas para crear canales artificiales por toda la ciudad). Por esta vía inferior podrían

transitar carruajes, animales de carga y barcos, lo cual facilitaría el transporte de mercancías.

De esta forma, la parte superior de la ciudad serviría, de forma casi exclusiva, para el desplazamiento

de los peatones. En esta se encontrarían las viviendas, las plazas y otros edificios públicos. Su

arquitectura sería ordenada y atendiendo a la estética de la época, pero siempre supeditada a la

funcionalidad. La idea de da Vinci esconde, también, una división social entre la clase trabajadora y la

clase alta.

• Limpieza y salubridad

La separación de las vías comerciales de las peatonales se presentaba como una solución

para descongestionar las calles. Podría terminar, también, con los problemas de limpieza propios de las

ciudades medievales. Parte del plan de da Vinci era que las aguas residuales se vaciasen de forma

subterránea.

La parte superior de la ciudad se situaría a más de tres metros por encima del nivel del canal. Sus calles

tendrían un ancho igual o superior a la altura de sus edificios, para garantizar una correcta ventilación,
buena iluminación y reducir los daños en caso de desastres naturales como terremotos. Contarían,

también, con pendientes y desagües para evacuar el agua de lluvia.

Gracias a máquinas hidráulicas, todas las habitaciones de los edificios y los talleres artesanales

contarían con una red de distribución de agua. Algo fundamental para mantener la higiene y que hubiese

supuesto un gran avance en pleno siglo XV.

imagen 4

• Verticalidad

Da Vinci planteó la idea de sacar partido a la verticalidad de los edificios, de forma que se pudiese

acceder a los dos niveles de la ciudad desde las viviendas. La trama subterránea de la ciudad conectaría

con sus plantas bajas, para garantizar el abastecimiento de bienes. Las escaleras se situarían en el

exterior, lo que permitiría aprovechar mejor los espacios interiores.

El trabajo urbano de Leonardo da Vinci combina (como tantos otros) inventiva, técnica y arte. La

organización de la ciudad parte de la lógica y la funcionalidad, situando al hombre en el medio de sus

cálculos.

• Una ciudad moderna

De la ciudad imaginada por el urbanista italiano no tenemos más que bocetos. Sin embargo, algunas de

sus ideas se aplicaron en los siglos XIX y XX, con la aparición de los movimientos modernistas, las

vanguardias y la renovación del trazado de algunas ciudades como París.


imagen 5

En el siglo XIX, el incremento de la población de la capital francesa llevó a las autoridades a plantear

un urbanismo más higiénico que se adaptase, también, a los nuevos medios de transporte como el

ferrocarril. Los diseños de Georges-Eugène Haussmann transformaron gran parte de la ciudad medieval

en grandes avenidas de trazado regular, plazas, parques urbanos y edificios proporcionados y amplios.

Se crearon, también, sistemas de cloacas y gasoductos para sanear la ciudad e infraestructuras para

transportes.

El objetivo de Haussmann y el emperador Napoleón III tenía muchas similitudes con el de da Vinci

cuatro siglos antes. Idear una ciudad limpia, organizada y que dejase atrás los problemas de las ciudades

masificadas. Al realizar los bocetos de su ciudad ideal, da Vinci se estaba adelantando, una vez más,

varios siglos a su época.

6. Conclusión

Al hablar de ciudad ideal también hablamos acerca de las teorías de platón, las cuales nos hablan acerca

del hombre, el cual lograría su “felicidad en su ciudad”, el individuo dependerá de la sociedad y la

sociedad dependerá del individuo, también dice que solo se encontraran individuos equilibrados en

sociedades equilibradas. Además, el interés individual será simplemente el interés común.


Para uno poder llegar a tener su propia ciudad ideal tendrá que priorizar sus necesidades y al mismo

tiempo tendrá que hacerse las preguntas de “¿Por qué? y ¿para qué?”.

Una ciudad ideal representaba todas las soluciones a los problemas de esa época y el deseo que tenían

de tener un lugar mejor para vivir. Un lugar ideal para el ser humano.

7. Bibliografía

1. Peter Ochsenbein / Karl Schmuki (Hrsg.): Studien zum St. Galler Klosterplan II. St.
Gallen 2002. Fuente citada en de:St. Galler Klosterplan
2. Véase trampantojo y quadratura.
3. Códice B, fol. 36r, citado en , La Ciudad Europea Del Siglo XV Al XX: Orígenes,
Desarrollo y Crisis de la Civilización Urbana en la Edad Moderna y
Contemporánea, Akal, 2002, ISBN, 847090437X, pg. 65.
4. Alessandro Marchi, Maria Rosaria Valazzi, La città ideale: l'utopia del
Rinascimento a Urbino tra Piero della Francesca e Raffaello, Milano: Electa, 2012;
fuente citada en it:Città ideale (dipinto)
5. Carlos Sambricio, José Rafael Moneo, La arquitectura española de la Ilustración,
Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, 1986, ISBN
8470884336, pg. 25

WEBGRAFÍA

6. https://es.wikipedia.org/wiki/Ciudad_ideal
7. FERNANDO CHUECA GOITIA - BREVE HISTORIA DEL URBANISMO,
edición 2005
8. http://www.ciudaddevalparaiso.cl/inicio/patrimonio_urbano_detalle.php?id_
urbano=15
9. http://www.patrimoniochileno.net/index.php?option=com_content&view=art
icle&id=274:fuerte-bulnes&catid=28:ciudades-y-monumentos&Itemid=34
10. http://www.memoriachilena.cl/temas/index.asp?id_ut=lasoberaniachilenaen
elextremosur:elfuertebulnes
11. http://es.wikipedia.org/wiki/Urbanismo_renacentista

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