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Dibujo representando el Infierno descrito por Dante, Botticelli 1480

Rodrigo Corro Fernández

Ensayo sobre “La divina comedia”


de Dante Alighieri

3 de Diciembre 2013
"Per me si va ne la città dolente,
per me si va ne l’etterno dolore,
per me si va tra la perduta gente.
Giustizia mosse il mio alto fattore:
fecemi la divina podestate,
la somma sapienza e ’l primo amore.
Dinanzi a me non fuor cose create
se non etterne, e io etterno duro.
Lasciate ogne speranza, voi ch’intrate".

“Por mí se va a la ciudad del llanto;


por mí se va al eterno dolor;
por mí se llega al lugar en donde moran los que no tienen salvación;
la justicia animó a mi sublime arquitecto;
me hizo a la Divina Potestad,
la Suprema Sabiduría y el primer Amor.
Antes que yo no hubo nada creado,
a excepción de lo inmortal, y yo duro eternamente.
¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!”

- v. 1, Canto III Infierno, Dante Alighieri


El camino de Dante
“La divina comedia”, indudablemente una de las piezas literarias mas importantes de la

historia; escrita por un ya torturado Dante Alighieri, y cuya obra de 100 cantos no basto

para redimir los pecados de su autor, que a pesar de ser considerado por muchos el

padre de la lengua italiana, muere solo y desterrado, lejos de su querida Florencia y de

Beatriz, la única mujer a la que alguna vez amo. Así pues, no debe sorprendernos

encontrar tanto sufrimiento y desolación a lo largo de su afamada obra; sin embargo, no

es el dolor quien le da sentido a sus paginas, si no la esperanza de una redención a la

que, secretamente, todos hemos anhelado alguna vez.

Para comprender esta poética obra debemos, primero, comprender a su autor, este

pequeño hombre italiano sin ninguna característica física excepcional mas allá de su larga

y aguileña nariz, la cual hacia ver sus ojos aun mas pequeños de lo que ya eran,

dotandole de un asombroso parecido con los doctores de la peste que aun rondaban en

los rincones de una temerosa y dividida Italia, en la cual, la mayoría aun estaban

envueltos en una coraza de supersticiones judeocristianas.

Así pues ¿quien era Dante Alighieri?, Borges le da a “La divina comedia” un lugar

especial dentro de sus ultimos discursos, y lo describe de la misma manera a como se

describiría a un viejo amigo, colmando de elogios su talento, su estilo, su maestría con la

pluma; sin embargo, Borges; al igual que muchos otros mas, solo hace referencia al genio

desterrado y solitario, sin hablar nunca del Dante de Florencia, el del pueblo, aquel que

dedico su vida a aspectos menos poéticos y mas crudos y terrenales, Dante el político.
¿Por qué resulta importante hablar de esta faceta?, pues por que justamente esta vena

política que le apasionaba tanto, fue la causa de su desgracia; corría el año 1290, cuando

el Señor Alighieri logra, después de años de carrera política, ser nombrado uno de los

magistrados de Florencia, un dudoso honor en una ciudad donde ocupar un cargo político

podía fácilmente costarte la vida, aun así, su ambición lo mantuvo firme; aun cuando sus

decisiones lo llevaron al exilio de su ciudad natal, decisión que hubiera sido mas sencilla

si no hubiera tenido que dejar entre sus muros al gran amor de su vida Beatriz.

Y fue Beatriz sin duda quien inspiro a Dante a escribir, fue ella quien en forma de musa

se convirtió, de alguna manera, en la responsable de la que seria una de las mas grandes

obras jamas escritas; y me pregunto, ¿si Beatriz hubiera sabido que su nombre quedaría

inmortalizado como la de un ser perfecto y angelical, por aquel cuyo amor le fue

indiferente, hubiera dejado marchar a su enamorado, su Quijote personal?.

Ahora regresemos al otro Dante, el Dante torturado, el creador, aquel que fue capaz de

recoger los fragmentos existentes de entre las cenizas de una vida quemada y destrozada

por las envidias, las ambiciones y la sed de poder que estaba consumiendo a su

majestuosa Florencia, restos irreparables de lo que había sido y que nunca jamas volvería

a ser, recuerdos y sentimientos que le servirían de arcilla para crear una efigie de su

derrota, a la cual irónica y llanamente nombro “Comedia” antes de ser considerada y

renombrada doscientos años después por Giovanni Boccaccio con el merecido adjetivo

de “Divina”.
Y así pues este fue el legado que le heredo a la humanidad, su tributo a su amada

Beatriz y, sobre todo, una cruenta e implacable critica hacia la decadencia que estaba

consumiendo a su preciada Italia, a la cual retrata en su obra como uno de los animales

feroces que lo dirigen al Infierno, dicho esto, no puedo mas que coincidir con los críticos

que atinadamente señalan que a Dante se le debe leer de cuatro maneras: el sentido

literal, el sentido alegórico que es el significado oculto, el sentido moral y el sentido

superior, que es la explicación espiritual del texto que en este caso esta estructurado en

función de la salvación del alma.

Tomemos como ejemplo el primer canto que inicia diciendo en idioma toscano: “Nell

mezzo del camin de nostra vita”, a la mitad del camino de mi vida, “Mi ritrovai per una

selva oscura”, me encontré en una selva oscura, “Ché la dirrita via era smarrita”, me había

separado del camino recto; si lo tomamos en el sentido literal podemos comprender que la

entrada al infierno se encuentra en alguna selva privada de luz, en la que Dante, como

protagonista de la historia, había llegado de forma involuntaria, por un error, al salirse de

un camino trazado.

Sin embargo leer solo de esta manera una de las mayores obras de la literatura resulta

insípido, por decir lo menos, y sumamente injusto para el genio creativo y alegórico del

señor Alighieri, así que hablemos sobre su sentido moral, por ejemplo; en aquella época

la iglesia dictaba que la vida de un hombre decente, alejado de todo pecado debía durar

setenta años, regla que Dante interpreto siempre como un arco que se alza por la mitad

antes de descender a su fin, así pues ahora sabemos que “la mitad de mi vida” no habla
de una etapa, si no de un numero concreto, 35 años, la edad real que tenia Dante al

escribir los 33 cantos que componen el Infierno.

“Me encontré en una selva oscura, me había separado del camino recto”, ahora bien,

dado el cargado sentido moral y religioso de la obra, no es difícil adivinar que la selva no

es en realidad tal, si no la representación del pecado a la cual llego sin proponerselo al

desviarse del camino de la rectitud moral, así de intrigantes y alegóricas resultan cada

una de de las 14,000 lineas que conforman los 3 cánticos de su recorrido espiritual.

Pero, ¿cual fue su verdadera motivación para crear semejante coloso literal?, durante

muchos años se creyó que la descripción tan detallada y espeluznante que dio sobre el

Infierno, era obra del mismo Satanás, a fin de cuentas ¿quien no ha mandado alguna vez

al diablo a los políticos com Dante?, irónicamente doscientos años mas adelante, esta

obra es calificada de Divina; Borges nos habla de una obra escrita con el afán de generar

los mas diversos sentimientos en todo aquel que quede atrapado en sus paginas, pero

¿que acaso ese no es el objetivo de toda obra poética, sin tener que llegar a ser la mitad

de especiales que esta?.

Después de haber recorrido el camino de Dante, sumergiendome en el río de almas

perdidas de Caronte, siguiendo el errante espíritu de Virgilio a lo largo de los diferentes

niveles del inframundo, siendo testigo de las mas bizarras y crueles penas, me doy cuenta

de que tales versos solo pudieron haber sido inspirados por el dolor y la esperanza; el

dolor de ver a su gran nación ser devorada por los intereses personales, el sufrimiento

que le represento el ser exiliado de su tierra natal.


Sin duda Dante no hubiera sido capaz de sumergirse y entregarse al dolor de la

manera que lo hizo si no hubiera sido por la esperanza de regresar a ella, a su amada,

tan elocuentemente descrita y representada como símbolo de salvación, el cielo al cual

llegaría después de atravesar el Infierno y su merecido castigo, una redención que

trágicamente no viviría para ver.

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