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El delito es una obra humana y por ello debe seguir un proceso más o menos extenso que se

denomina en la doctrina camino del delito o itera crimines. Las etapas en el desarrollo del
acto delictivo se generan en la mente del autor y se exterioriza en actos, hasta llegar a la
consumación y total agotamiento del delito. Por tanto, la acción es punible no solo cuando
concurren todas las circunstancias que comportan el tipo objetivo y el subjetivo, sino
también cuando falte algún elemento requerido por el tipo objetivo. Por ello, dado que un
hecho punible tiene distintas etapas de realización (tentativa y consumación), es preciso
delimitar en qué momento el autor ingresa en el límite mínimo de lo punible, y cuándo se
ha alcanzado la etapa que permite llegar al máximo de punibilidad prevista.
Palabras Claves: delito, tentativa, consumación y punibilidad.
Introducción.
El delito es una obra humana y por ello debe seguir un proceso más o menos extenso que
se denomina en la doctrina vida del delito o iter crimines. Las etapas en el desarrollo del
acto delictivo se generan en la mente del autor y se exterioriza en actos, hasta llegar a la
consumación y total agotamiento del delito.
Entre uno y otro momento se distinguen con precisión dos fases principales: la fase interna
o subjetiva que comprende el impulso delictivo, la reflexión y la lucha de motivos, así
como la decisión. La misma va a referirse al procedimiento mental en el cual el sujeto idea
el evento delictivo, delibera sobre él y se resuelve en llevarlo a cabo, sin exteriorizar
conducta alguna, por lo cual no causa lesión a los bienes jurídicos tutelados por la ley. Su
importancia radica en que después de cometido el hecho punible, será objeto de valoración
jurídico penal teniendo en cuenta la premeditación como agravante de la responsabilidad.
En cambio, la fase externa u objetiva se inicia desde el momento en que la idea delictiva se
manifiesta en el mundo externo, tanto si esa manifestación se concreta en hechos objetivos,
materiales, como si sólo se expresa en la revelación de la intención delictuosa. Dicha fase
según Quirós puede dividirse, desde el punto de vista del Derecho Penal, en tres etapas: la
revelación de la intención delictiva, la preparación del delito en la que se sientan los actos
preparatorios, que son distinguidos por Carrara como equívocos, y por último la ejecución
del delito o actos de ejecución que constituyen la subbase"ropiamente ejecutiva de las etapas
en el desarrollo del acto delictivo dentro de la cual se encuentra la tentativa y la consumación.

La tentativa en el Derecho Penal.

La elaboración teórica y normativa de la tentativa es el resultado de una prolongada evolución


histórica que no ha alcanzado aún un deseable nivel de coincidencia en sus cuestiones
particulares. El Derecho Romano careció de un vocablo técnico que la identificar y de una noción
conceptual que la definiera, aun cuando en general penalizaba los hechos incompletamente
cometidos como si hubieran sido consumados, en el sentido moderno del término. Sin embargo,
en sus últimos tiempos, se comenzó a apreciar con más intensidad el enjuiciamiento del delito en
el papel de la voluntad que en el del resultado, lo que propició la atenuación de la pena en los
hechos incompletamente cometidos
La tentativa supone pasar de la fase preparatoria a la de ejecución, objetivamente, es necesario
que la ejecución parcial (o total) de los hechos descritos en el tipo penal; subjetivamente, el
agente debe querer la consumación del delito; y, por último, la ausencia de desistimiento
voluntario por parte del sujeto activo. A estos requisitos ha de unírsele uno negativo, y es que el
autor no haya evitado la consumación de forma voluntaria.

La tentativa prevista en este artículo supone un paso de los actos preparatorios a los actos de
ejecución. La característica principal de este tipo de actos es la puesta efectiva en peligro del bien
jurídico protegido. Para poder afirmar que un delito está en fase de ejecución, se deben cumplir
los siguientes requisitos:

Que haya univocidad. Esto se refiere a que los actos exteriores, sean reveladores de la
voluntad de delinquir.
Que exista una proximidad espaciotemporal respecto de lo que, en el plan del autor,
habría de suponer la consumación del delito. 
Que esa actuación unívoca y próxima en el tiempo y en el espacio sea tal que en su
progresión natural conduzca ya a la consumación, es decir, que si esa acción continúa (no
se interrumpe) el delito va a ser consumado.

En relación con los actos preparatorios, éstos son impunes cuando se ha pasado ya a la fase
ejecutiva del delito, ya que el principio que opera es el de punición de la tentativa con las
excepciones del art. 15 del Código Penal (son punibles el delito consumado y la tentativa de delito.

CLASES DE TENTATIVA

La tentativa acabada e inacabada

Para establecer una distinción entre una y otra, la doctrina ha empleado dos teorías diferentes:

una subjetiva, que pone el acento en el plan del autor, conforme a la cual, si lo que el sujeto quería
llevar a cabo era la total consumación del hecho, estaremos en presencia de una tentativa acabada

otra objetiva, que pone el punto de vista en la secuencia de actos verificada antes de la


interrupción forzada del hecho, de modo que, si se han practicado todos aquellos actos que
debieran dar como resultado el delito, y éste no se produce en todas sus consecuencias por causas
ajenas a la voluntad del culpable, es cuando estamos en presencia de la tentativa acabada.

A pesar de esto, la doctrina lo que emplea es una teoría mixta. Tanto el plan de actuación del
autor como la objetivación de la actividad son necesarios para llegar a determinar el grado de
ejecución

La doctrina ha establecido que el verdadero criterio punitivo de la tentativa reside en el peligro


generado por la conducta. "Por ello no siempre que la tentativa sea inacabada debe imponerse la
pena inferior en dos grados, pues puede perfectamente suceder que la tentativa sea inacabada
pero el grado de ejecución sea avanzado y el peligro ocasionado sea especialmente relevante, en
cuyo caso lo razonable es reducir la pena en un solo grado

Respecto del grado de pena a imponer en el artículo 62 se hace referencia a dos requisitos que se
deben revisar:
peligro inherente al intento.
grado de ejecución alcanzado.

LA TENTATIVA IDÓNEA E INIDÓNEA Y EL DELITO PUTATIVO

Tentativa idónea: realización de todo o parte de los actos descritos por el tipo creando un
peligro real para la consumación del delito.
Tentativa inidónea: el sujeto trata de reproducir los actos propios del tipo penal pero el
resultado no se produce porque existe algún medio que es inidóneo. Un ejemplo sería
tratar de matar a alguien con una aspirina.
Delito putativo: en estos casos el sujeto cree erróneamente que se dan los caracteres
típicos de un hecho delictivo (por ejemplo, disparar a una persona ya muerta con
intención de matarla).

UN SUPUESTO ESPECIAL. TENTATIVA EN LOS DELITOS DE TRÁFICO DE DROGAS

La doctrina ha establecido una serie de pautas que se puede extraer de la tentativa en los delitos
de tráfico de drogas:

Entiende que constituye un delito de peligro abstracto y de mera actividad, en el que es


difícil admitir la inejecución del resultado propuesto. Y es que el tipo básico de tráfico de
drogas establecidos en el artículo 368 CP, la mera posesión de la sustancia tóxica implica la
comisión del delito.
De forma excepcional se ha admitido la imperfección delictiva en los supuestos en los que
el adquiriente no llegó a alcanzar la posesión inmediata o mediata o una cierta
disponibilidad sobre la sustancia estupefaciente.
Tratándose de envío de droga por correo u otro sistema de transporte, si el acusado
hubiera participado en la solicitud u operación de importación, o bien figurase como
destinatario de la misma, debe considerársele autor de un delito consumado, por tener la
posesión mediata de la droga remitida. El haber proporcionado un domicilio y un
destinatario del envío de la droga, implica una colaboración que facilita la comisión del
delito (STS 524/2017, de 7 de julio; STS 313/2017, de 3 de mayo; STS 975/2016, de 23
diciembre; STS 554/2014, de 16 de junio; STS 273/2014, de 7 de abril).
Comienza, pues, la ejecución del delito desde que uno de los autores pone en marcha el
mecanismo de transporte de la droga que el receptor había previamente convenido.
La apreciación de la tentativa requiere no haber participado en las operaciones previas al
transporte ni llegar a tener la disponibilidad efectiva de la droga.

ESTRUCTURA DE LA TENTATIVA

Tipo objetivo

El tipo objetivo estará incompleto cuando el autor realice todos o parte de los actos de ejecución
suficientes para que se produjera la consumación, aunque esta efectivamente no se produce.

B. Tipo subjetivo
En el tipo subjetivo no hay diferencie entre tentativa y consumación, ya que estaremos en este
punto a la atención del dolo del hecho típico. El delito consumado y la tentativa no acusan
diferencias desde el punto de vista subjetivo, ya que en ambos es común el ánimo resolutorio de
llevar a término el proyecto criminal ideado.

Asimismo, en ocasiones, como el tipo objetivo está incompleto, deberá acudirse al dolo para saber
qué era lo que el autor intentaba.

Así, el paradigma lo encontramos al tratar de diferencia el homicidio intentado de las lesiones


graves consumadas. La jurisprudencia del Tribunal Supremo ha venido determinando los baremos
objetivos para determinar la verdadera intención del agresor:

Dirección, número y violencia de los golpes.


Zona del cuerpo a que se dirige la agresión.
Condiciones de lugar, tiempo y espacio.
Manifestaciones del agresor, junto a lo acaecido antes y después de ataque.
Relaciones personales entre autor y víctima, y
Características del arma utilizada.

En los delitos imprudentes, en ningún caso podrá admitirse la presencia de la tentativa.

Diferencia entre tentativa y actos preparatorios

Las teorías para determinar el límite entre los meros actos preparatorios y la tentativa son las
siguientes:

Subjetivas

Las teorías subjetivas se basan en el dolo relativo al delito consumado, lo que dificulta la diferencia
entre acto preparatorio y principio de ejecución.

Objetivas
 La teoría del acto próximo. Según esta teoría, los actos remotos respecto del resultado son
preparatorios y los próximos a él, tentativa.
 Teoría de la univocidad. Dicha teoría, define el acto preparatorio como el acto externo que
podrá conducir tanto al delito como a una acción inofensiva, mientras la tentativa va
inequívocamente dirigida a la realización del delito.
 Teoría objetivo-formal. Esta teoría nos dice que la ejecución principal se da cuando ha
comenzado a realizarse alguno de los elementos recogidos en el tipo delictivo. Los actos
periféricos (los que no realizan el verbo del tipo), son preparatorios, y, frente a ellos, los
que constituyen el núcleo del tipo entrañan la tentativa.
 Teoría objetivo-material. Interpreta que la ejecución se inicia cuando ha empezado a estar
en peligro el bien jurídico protegido. Hay comienzo de ejecución cuando los actos, dada su
necesaria pertenencia a la acción típica, aparecen como parte de ella según una
concepción natural; en otro supuesto, son meros actos preparatorios.

Teoría funcionalista. No hay comienzo de la ejecución si a situación, según la representación del


sujeto, no es cercana a la consumación, y tampoco si son comportamientos socialmente
habituales. Junto a esos criterios obligatorios, coexisten otros variables; la cercanía temporal a la
acción típica y la introducción en la esfera de protección de la víctima marcan el comienzo de la
ejecución.

DESISTIMIENTO DEL DELITO

Los apartados 2 y 3 del 16 Código Penal establecen que quedará exento de responsabilidad penal
por el delito intentado quien evite voluntariamente la consumación del delito, bien desistiendo de
la ejecución ya iniciada, bien impidiendo la producción del resultado, sin perjuicio de la
responsabilidad en que pudiera haber incurrido por los actos ejecutados, si éstos fueren ya
constitutivos de otro delito. Y, que, cuando en un hecho intervengan varios sujetos, quedarán
exentos de responsabilidad penal aquél o aquéllos que desistan de la ejecución ya iniciada, e
impidan o intenten impedir, seria, firme y decididamente, la consumación, sin perjuicio de la
responsabilidad en que pudieran haber incurrido por los actos ejecutados, si éstos fueren ya
constitutivos de otro delito.

Por otro lado, la culpabilidad inicial del autor se compensa parcialmente por un hecho posterior
contrario a la acción punible lo que implica a su vez una reducción de la pena y, a través del
desistimiento se trata de dar una mayor protección jurídica al bien, en tanto que se estimula al
autor a la evitación del resultado (STS 609/2018, de 29 noviembre; STS 471/2018, de 17 octubre).

Lo determinante a la hora de apreciar el desistimiento, es la voluntariedad de la decisión (STS


321/2017, de 4 de mayo). Mientras que el proceso de comisión del delito siga en curso, es posible
que llegue a interrumpirse por medio de una espontánea conducta de arrepentimiento. Incluso,
aún cuando haya colmado el proceso, pero no goza de realidad, se concede otra oportunidad para
la exclusión de la penalidad siempre que la conducta sea retroactiva. 

Los requisitos para el desistimiento son los siguientes:

voluntario, no basta la mera casualidad que impide la producción del resultado.


positivo, pues la mera omisión del agente no es suficiente, una vez puestos los resortes
físicos necesarios para la producción natural del resultado.
eficaz, es decir, ha de conseguirse la evitación, en mayor o menor medida, del resultado
propuesto.
completo, pues el agente tiene que desplegar todos los resortes necesarios para evitar la
producción del resultado, sin esconder o camuflar ningún contorno de aquellos en los que
ha consistido su acción, incluso si le comprometiera en cuanto a su identificación o a los
pormenores de su acción.

El fundamento del desistimiento descansa, según la jurisprudencia, en una base de política


criminal que trata de hacer desistir al autor del hecho delictivo en vista a una disminución
de la pena (STS 77/2017, de 9 de febrero; STS 912/2016, de 1 de diciembre; STS 86/2015,
de 25 de febrero).

Para finalizar, el art. 16.2 del Código Penal contempla dos supuesto diferentes de


operatividad del desistimiento:
El desistimiento pasivo: cuando la persona abandona la acción delictiva ya iniciada, no
derivando en la comisión del delito. Es apreciable en la tentativa inacabada.
El desistimiento activo: tiene lugar cuando la acción ya está finalizada y tiene eficacia para
producir el resultado dañoso (tentativa acabada), pero se evita por una actividad positiva
del agente su acaecimiento.

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