309383 7-2 Docente Gloria Elena Alcalá Mejía Lunes 31 de agosto de 2020 *Hipospadias.- Defecto de nacimiento en los varones en el cual la abertura de la uretra no está en la punta del pene. En los niños con hipospadias, la formación anormal de la uretra sucede entre las semanas 8 y 14 del embarazo. La abertura anormal puede estar situada en cualquier parte, desde el área que está justo debajo de la punta del pene hasta el escroto. Existen distintos grados de gravedad hipospadias; algunos pueden ser leves y otros más graves. Tipos de hipospadias: Balánica: la abertura de la uretra se sitúa en algún lugar cerca de la cabeza del pene. Peneana: La abertura de la uretra se sitúa en el cuerpo del pene. Penoescrotal: La abertura de la uretra se sitúa en el área donde se une el pene al escroto. Las hipospadias generalmente se diagnostica durante un examen físico después de que nace el bebé. El tratamiento depende del tipo de defecto que tenga el niño. En la mayoría de los casos se requerirá cirugía para corregir el defecto. Si se necesita cirugía, generalmente se hace cuando el niño tiene entre 3 y 18 meses de edad. En algunos casos, la cirugía se hace por etapas. Algunas de las reparaciones que se hacen en la cirugía podrían incluir colocar la abertura de la uretra en el sitio correcto, corregir la curvatura del pene y reparar la piel que rodea la abertura de la uretra. Debido a que es posible que el médico necesite usar el prepucio para hacer algunas de las reparaciones, no se deben circuncidar los niños con hipospadias. *Epispadias.- Es una malformación genitourinaria congénita perteneciente al espectro del complejo extrofia-epispadias (CEE) caracterizada en varones por un meato ectópico o una banda mucosa en lugar de la uretra en el dorso del pene y, en mujeres, por un clítoris bífido y una hendidura uretral variable. La prevalencia del CEE al nacimiento se estima en 1/10.000. Es probable que la malformación esté infradiagnosticada en mujeres, aunque se estima que la relación ajustada de hombres: mujeres es de 1.4:1. Las epispadias resultan de una anomalía durante el desarrollo embrionario temprano asociado a una división anómala de la membrana cloacal causando el desplazamiento del tubérculo genital y resultando en un defecto de cierre de la placa uretral y en una localización uretral dorsal anómala. La causa subyacente sigue siendo desconocida: es probable que estén implicados factores genéticos y ambientales. El diagnóstico suele ser clínico. Durante el seguimiento, las pruebas de imagen (tales como la cistografía miccional, la cistografía y la urodinamia) son útiles para determinar el alcance de la malformación. El diagnóstico prenatal mediante ecografía es muy infrecuente en pacientes con epispadias aislado debido a los hallazgos ecográficos menores. El tratamiento es quirúrgico, enfocado en una adecuada reconstrucción genital funcional y estética y, si es necesario, en lograr la continencia urinaria. Para la corrección del epispadias en varones se han descrito varios enfoques quirúrgicos que implican un meticuloso desmontaje parcial o completo del pene para permitir la corrección de la cuerda dorsal, la reconstrucción uretral para la micción y el transporte del semen, la reconstrucción glandular y el cierre de la piel peneana. Para lograr la continencia urinaria puede ser necesaria la readaptación de la musculatura del esfínter externo y del suelo pélvico o bien un procedimiento completo de reconstrucción del cuello vesical. En mujeres, la reconstrucción genital incluye la tubularización y una correcta colocación de la uretra distal, así como el cierre longitudinal de la hendidura para fusionar los labios y el clítoris bífido y, si es necesario, una reconstrucción cutánea y tisular del área púbica. *Genitales ambiguos.- Se considera genitales ambiguos a la presencia de genitales no bien diferenciados, fusiones parciales del rafe perineoescrotal, criptorquídea bilateral sin testes palpables, hipospadias que se acompañan de criptorquídea uni o bilateral, hipospadia asociada a micropene (en el recién nacido de término < 2,5 cm, en pre término 34 sem < 2 cm y en pre término 30 sem < 1,5 cm) o microfalo (< 1 cm de largo). Es decir, alteraciones de los genitales externos que hacen imposible asignar inequívocamente el sexo a un paciente, pudiendo corresponder a una niña virilizada, un varón con virilización incompleta o con mucho menor frecuencia a un hemafroditismo verdadero. De 0,9 a 4,7/100 000 recién nacidos vivos, presentan genitales ambiguos. Tratamiento. Habitualmente se utiliza testosterona enantato 1 a 3 dosis, administradas intramuscular mensualmente, evaluando la respuesta en crecimiento peneano; posterior a la primera dosis suele obtenerse el 60% a 70% de la respuesta y lo que se espera es alcanzar un tamaño peneano normal. Luego, con el estudio completo y evaluada la respuesta a testosterona, debe realizarse la asignación de sexo. En el caso del varón prima la funcionalidad es decir, la capacidad de crecimiento peneano que asegurará la capacidad de tener relaciones sexuales en la etapa adulta y de orinar de pie . Posteriormente, se realiza la corrección de la hipospadia si esta existe y el descenso testicular si hay criptorquidia. Debe reevaluarse siempre el paciente en la etapa peripuberal, para verificar la capacidad de adquirir los caracteres sexuales secundarios (crecimiento de genitales, aparición de vello pubiano, vello corporal y facial, sudoración apocrina) en forma espontánea o la necesidad de administrar andrógenos exógenos para lograr una virilización completa. Los casos de hipogonadismo hipogonadotropos suelen tratarse con testosterona exógena para obtener virilización y cuando se desea fertilidad estimulación con bomba de infusión de gonado-tropinas. *Hidrocele.- Es un tipo de inflamación del escroto que ocurre cuando se acumula líquido en el recubrimiento delgado que rodea el testículo. El hidrocele es frecuente en los recién nacidos y suele desaparecer sin tratamiento al año de vida. Los niños mayores y los hombres adultos pueden manifestar hidrocele debido a inflamación o lesión dentro del escroto. Durante el desarrollo de un bebé en el útero, los testículos descienden desde el abdomen a través de un conducto hasta el escroto. Los hidroceles se presentan cuando este conducto no se cierra. El líquido drena desde el abdomen a través del conducto abierto y queda atrapado en el escroto. Esto hace que el escroto se hinche. Los hidroceles se pueden observar fácilmente, alumbrando con una linterna a través de la parte hinchada del escroto. Si el escroto está lleno de líquido transparente, se iluminará. Se puede necesitar un ultrasonido para confirmar el diagnóstico. Por lo general, los hidroceles no son dañinos y solo se tratan cuando causan molestia o infección. Los hidroceles a raíz de una hernia inguinal se deben reparar quirúrgicamente lo más rápido posible. Los que no desaparecen espontáneamente después de unos pocos meses pueden necesitar cirugía. Con frecuencia, se lleva a cabo un procedimiento quirúrgico, llamado hidrocelectomía (extirpación del revestimiento del saco), para corregir el problema. El drenaje con aguja es una opción pero el líquido reaparecerá. Los hidroceles simples en los niños a menudo desaparecen sin necesidad de cirugía. En los adultos por lo regular no desaparecen por sí solos. Si se necesita cirugía, es un procedimiento fácil con un desenlace clínico muy bueno. Después de la cirugía, el hidrocele puede reaparecer.
*Fimosis.- Es un problema que se da en los hombres, originado por la
incapacidad de descubrir la cabeza del pene o del glande, debido a la estrechez de la abertura del prepucio. Esta anomalía afecta tanto a los recién nacidos, como a los niños, los jóvenes y los adultos. Los niños recién nacidos presentan una unión-adherencia entre el prepucio y el glande que puede mantenerse durante la edad infantil. En los adultos esta irregularidad puede aparecer debido a una serie de factores predisponentes, “entre los que destacan la falta de higiene, la balanitis, es decir, las infecciones de la mucosa que recubre el prepucio y el glande, las enfermedades dermatológicas y los tumores. La fimosis en los niños no presenta sintomatología, Los síntomas que aparecen en la juventud y en la edad adulta son similares a los de los niños, pero se suma la manifestación de molestias o dolor en el pene cuando éste está en estado de erección y, en especial, cuando se mantienen relaciones sexuales. El procedimiento para terminar con la fimosis, tanto en niños como adultos, es la circuncisión que consiste en recortar la piel del pene y la mucosa prepucial redundantes, dejando el glande al descubierto. *Criptorquidia.- La criptorquidia es la falta de descenso de uno o ambos testículos hacia el escroto; por lo general, se acompaña de una hernia inguinal. La criptorquidia afecta a alrededor del 3 % de los recién nacidos de término y hasta al 30 % de los recién nacidos pretérmino; dos tercios de los testículos no descendidos descienden de manera espontánea dentro de los primeros 4 meses de vida. Por consiguiente, aproximadamente el 0,8 % de los lactantes requieren tratamiento . El 80% de los testículos no descendidos son diagnosticados al nacer . El resto son diagnosticados durante la infancia o la adolescencia temprana . En caso de un testículo palpable no descendido, el tratamiento es la orquidopexia quirúrgica, en la que se lleva el testículo al escroto donde se lo fija mediante suturas ; también se repara la hernia inguinal asociada. En un testículo no descendido no palpable, se realiza una laparoscopia abdominal ; si el testículo está presente, se lo coloca en el escroto. Si es atrófico (generalmente el resultado de una torsión testicular prenatal ), se extrae el tejido.