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RESUMEN:
Actualmente, los niños emplean su tiempo libre en diferentes actividades de
carácter sedentario, siendo la práctica de actividad física menos habitual. Por esta
razón se profundizará un poco acerca de los motivos que conllevan a un estilo de
vida sedentario. Ya que el hábito de realizar actividad física es muy importante
para prevenir enfermedades o mejorar aspectos físicos y cognitivos.
INTRODUCCIÓN:
De ahí surgen otros motivos por los cuales estos aparatos tecnológicos son
utilizados con mayor frecuencia por los niños y este hecho parte desde la
educación que se les imparte en sus hogares. Adentrándonos en un contexto más
cotidiano, los padres prefieren tener a sus hijos entretenidos en la comodidad de
sus casas con un aparato tecnológico porque para ellos esto es más “seguro” que
tener a sus hijos en la calle jugando con otros niños y que puedan llegar a seguir
pasos o ejemplos incorrectos para su futuro como persona o el simple hecho del
peligro que la urbanización ha generado (violencia, drogas, robos) y lo que esto
representa para ellos. Por otro lado un alto índice de niños ya prefiere quedarse en
sus hogares disfrutando de la comodidad que estos aparatos les proporcionan
para (Gutiérrez, 2000a) “los años escolares representan un período crítico en el
desarrollo de hábitos de actividad física, y su posterior traslado a la vida adulta.”
A su vez en el hogar viene otro factor que influye y tiene que ver mucho con el
sedentarismo a temprana edad y son los malos hábitos alimenticios habiendo un
déficit en los niños de micro y macronutrientes necesarios para su óptimo
desarrollo, es habitual observar factores de riesgo como el hecho de que los niños
o adolescentes sustituyan sus comida principales por comida rápida (chatarra) y
no consuman su desayuno. También es común ver que los padres empacan en la
lonchera del niño paquetes de frituras, jugos artificiales, galletas de azucares
refinados y demás tipos de galguerías sustituyendo alimentos importantes como
las frutas, verduras, cereales y lácteos. Sin contar que los niños pasan la mayor
parte de su tiempo en la escuela y suelen comer principalmente la comida que se
les da allí donde por lo general los planes alimenticios o menús están muy
descompensados donde predominan las altas calorías y grasas.
También el sedentarismo en la población infantil tiene mucho que ver con que los
niños no incluyan la práctica de algún deporte o entrenamiento como actividad
extraescolar, lo que puede ser consecuencia de que los padres en su mayoría no
realizan tampoco ningún tipo de ejercicio físico.
Todo este tipo de factores implica que los niños sean más propensos a padecer
complicaciones de salud que la inactividad física puede generar. Enfermedades no
trasmisibles como la diabetes tipo 2, diabetes mellitus, algunos tipos de cáncer,
obesidad y por consiguiente enfermedades cardiovasculares, son algunas de las
tantas patologías que se pueden presentar en la vida del niño a mediano o largo
plazo si estas costumbres o hábitos siguen su curso en la humanidad y no son
erradicadas desde la base que vendría siendo el hogar.
Para nadie es un secreto que la actividad física contrae mucho beneficios para la
salud, entendiendo la salud como “El completo estado de bienestar físico, psíquico
y social” (O.M.S) (1960). Y es que además de prevenir como se mencionaba
anteriormente, enfermedades tempranas como la diabetes, la obesidad,
problemas cardiovasculares, asma y a futuro hipertensión alta o algunos tipos de
cáncer, la actividad física promueve un buen estado emocional, disminuye el
estrés y la depresión al segregar hormonas como la serotonina y las endorfinas
llamadas “las hormonas de la felicidad”. Pero también conlleva muchos beneficios
a los escolares puesto que la actividad física por medio del juego mejora sus
habilidades sociales y le ayuda a prepararse para un futuro como adulto, además
que se ha encontrado una relación positiva entre la práctica de la actividad física y
el rendimiento escolar, por ejemplo estudios realizados por el departamento de
educación del estado de California en los EE.UU indican que los niños o
adolescentes que practican actividad física adicional a la contemplada en los
programas de formación en las escuelas tienden a mostrar mejores cualidades
como un mejor funcionamiento del cerebro; en términos cognitivos, niveles más
altos de concentración de energía, cambios en el cuerpo que mejoran la
autoestima, y un mejor comportamiento que incide sobre los procesos de
aprendizaje (Cocke, 2002; Dwyer1983; Shephard, 1997; Tremblay, Inman y
Willms, 2000).
Es conveniente que los padres que son la base de sus hijos promuevan un estilo
de vida saludable e infundan en ellos desde una edad temprana el hábito de la
práctica deportiva o actividad física, los educadores físicos por su lado también
juegan un papel muy importante en el desarrollo físico, mental y la manera en que
estos le implementan la actividad física a los niños para que se motiven y a su vez
se convierta en un hábito. De la Cruz (1989), señala como hábitos de salud en
edades escolares el de una alimentación equilibrada, una práctica del ejercicio
físico frecuente, descansos y esfuerzos adecuados, las posturas escolares y la
higiene personal.
CONCLUSION:
Podemos observar que la actividad física tiene una fuerte influencia en la niñez en
factores que no se habían considerado anteriormente. Véase estados emocionales
como ansiedad y depresión, disminución del estrés, mejoras de las capacidades
intelectuales y cognitivas, a su vez, un rendimiento escolar, la prevención de
enfermedades crónicas, un desarrollo social todo esto apoyados en cambios
funcionales a partir de la práctica de actividad física y deporte, una dieta
balanceada y un correcto aprovechamiento del tiempo libre generando sanos
hábitos de vida. Por consecuente los profesionales en las Ciencias de la Actividad
Física y del Deporte son imprescindibles en este sector poblacional si nuestro
objetivo es promocionar un estilo de vida saludable en la infancia y adolescencia.
Es fundamental continuar implementando planes de prevención, intervención y
recuperación de las patologías producidas por la falta de actividad física y el
aumento del sedentarismo, en colaboración con los organismos competentes a
nivel local y nacional. Con ello alcanzaremos el beneficio de un bienestar social y
económico para posteriores generaciones. ¿Qué estarías dispuesto a hacer para
generar un cambio en esta problemática que afecta a la niñez en la actualidad?
REFERENCIAS:
Hellin Gómez. (2015). Actividad física, salud y calidad de vida. Recuperado de:
https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/10788/HellinGomez04de15.pdf