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Fase 3. La venganza

Por:
Ingrid Carolina Herrera Cód. 52913779
Eimy Adriana Rodríguez Vanegas Cód. 53053384
Nini Johanna Triana Cód. 52828978
Nubia Esperanza Hurtado Cód. 52277972
Jhon Wilman Caro Cód. 74377391
Psicología 100003A_363
Grupo: 100003_321

Presentado a:
John Jader Muñoz

Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD


CEAD José Acevedo y Gómez 
Licenciatura en matemáticas -Bogotá D.C.
14 de octubre de 2017
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Introducción

Este trabajo abarca uno de los problemas de la humanidad como es la venganza en

donde las relaciones entre las conductas agresivas y antisociales en la adolescencia y un

conjunto de procesos cognitivos distorsionados que interfieren en la percepción y

comprensión de los eventos o experiencias sociales crean una sed de justicia propia.

Desde tiempos antiguos se nota el sentido de la justicia propia, donde toda persona

piensa en dar lo que los demás merecen sea bueno o sea malo, por lo cual lleva a una reacción

inmediata a los impulsos negativos que lleva la ira a causa de los malos momentos por culpa

de otra persona.

Los sentimientos a los cuales está expuesto una persona que busca venganza son: El

odio, el maltrato, la baja autoestima, la ira, traumas de la infancia, confusión emocional,

frustración, rabia y hasta el deseo de suicidarse, la depresión, pérdida de peso, ansiedad,

cambio de ritmo cardiaco y descargas de adrenalina. Que conllevan a impulsos de violencia a

través de reacciones físicas hacia los demás o hacia sí mismo.

Los invitamos a ver estos conceptos que harán que tengamos una nueva perspectiva de

la VENGANZA.
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La venganza

La venganza viene desde los inicios de la humanidad cuando aún no existían

organizaciones encargadas de impartir justicia, se le daba el peso de arma necesaria para la

supervivencia. También se veía como la lucha por el honor y en la era contemporánea se le

suma la re-significación del ser humano que ha sido agredido, esta acción propia y libre busca

una retaliación o compensación a un agravio sufrido y está motivada por sentimientos de odio

y rencor.

Desde la antigüedad hay en nuestra sociedad una cultura de la venganza, de ganadores

y perdedores, donde se hace sufrir al otro para resarcir el dolor propio. Nietzsche luchó por

entender y buscar el origen del resentimiento y del deseo de venganza de los seres humanos,

en su búsqueda determina que el sufrimiento que se asocia a la justicia y al castigo de los

culpables al infringir la ley, no es otra cosa que una venganza disfrazada de justica “el método

genealógico” y que este se lleva acabo con sevicia; no basta con que se intente reparar física o

psicológicamente el daño que podría haber ocasionado el delincuente, se trata también de un

escarnio público, de un espectáculo para las masas, de producir un daño permanente al autor

de la fechoría y esconder detrás de un supuesto sentido de la justicia y la bondad del espíritu,

las huellas de la maldad humana y la violencia que caracterizan las crueldades de la conducta

de la única especie animal capaz de gestar la venganza. Este análisis se evidencia en su obra

(Así habló Zaratustra 1883)

Todos los seres humanos podemos encontrar ese ser negativo y oscuro que está en

nuestro interior, en cualquier instante se pueden despertar los sentimientos de odio,

indignación, frustración, ira, dolor, tristeza, injusticia, que conllevan a estados de inconciencia

o conciencia a la hora de tomar venganza; los primeros actúan sin pensar, de forma inmediata

y deliberada generando una tragedia en sus vidas debido a la agresividad con la que actúan,

los consientes tienen una premeditación en sus actos, gestan y llevan a cabo su venganza,
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llenándose de placer en cada paso que dan para llegar a su fin, ambos estados generan en el

ser humano la creencia de que una vez logrado el objetivo de venganza se sentirán mejor.

Desde el aspecto científico esto le sucede al cerebro cuando se ve enfrentado al

sentimiento de la venganza. El cerebro marca los cambios gestuales y de comportamiento de

acuerdo a las emociones, estas emociones generan una pérdida de control mental que puede

llegar a arruinar sus vidas ya que las acciones de odio generan más odio. El cerebro

experimenta varias cosas cuando la persona percibe que se está castigando al otro, por

ejemplo, se activan las áreas relativas a los mecanismos de recompensa; de igual forma la

sensación de saciar el apetito también explota cuando se experimenta el sentimiento de la

venganza; de hecho, por eso se le ha llamado como “hambre de venganza” relacionándolo con

la serotonina. Como lo indica la Dra. Tania Singer “se puede decir que el cerebro está

diseñado para encontrar placer con el castigo a los culpables”.

Las personas que planean una venganza y tienen un desarrollo meticuloso de la misma

desarrollan un sentido de satisfacción; estas personas han sido víctimas desde su infancia por

sus propios padres, lo que genera que reproduzcan en su adultez los sentimientos de odio. Los

tipos de retaliación que un ser humano es capaz de crear pueden sobrepasar los límites de lo

permitido moralmente, está el hacer sufrir de forma inmediata, metódica, con dolor físico,

maltrato psicológico, públicamente, de forma privada, son innumerables las formas de deseo

de venganza que el ser humano puede llegar a gestar ayudados además por su contexto

inmediato y algunos medios de comunicación que se han encargado de difundir la injustica y

falta de celeridad en los procesos para condenar a los culpables, con un toque de amarillismo

lo cual revive los sentimientos de dolor de una persona o la sociedad entera cuando de

crímenes o vejámenes divulgados se trata.

Esta herida abierta genera en la sociedad el querer tomar justicia por sus propias

manos, la falta de credibilidad en las instituciones jurídicas por su no accionar o por o estar de
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acuerdo con las penas establecidas puede llevar a las personas a extralimitarse en sus acciones

de venganza.

              Finalmente se puede concluir que en el sentimiento de venganza influyen tres

factores: el contexto en el que se desenvuelve es decir el ambiente el cual expone a los

individuos a experiencias que determinan su personalidad en donde se puede generar traumas

tanto en la niñez como en la etapa adulta que puede llevar a quererse vengar del mundo, por

otro lado el ser víctima de acciones abusivas que vulneran la dignidad y finalmente el cuadro

genético desde las reacciones químicas del cerebro frente a la mala comunicación neuronal.

El debate real está en si es justificado o no tomar venganza por su propia mano ya que

entran en juego los valores, su forma de crianza, las mismas leyes de su territorio, la presión

cultura, familiar, social; en momentos tan difíciles como los evidenciados en el video “más

allá de la venganza” se vislumbra claramente como por más que se quiera olvidar el suceso,

no es tan fácil, se necesita un apoyo para poder manifestar su dolor y poder sanar;

infortunadamente todo este resentimiento solo ha dañado y condicionado la vida de los

protagonistas en este caso de las víctimas, se ha generado más odio y dolor y un enorme peso

moral que se delega a otras generaciones. Quizá tomar venganza por su propia mano sea

“aceptable” para los que están viendo las situaciones desde el otro lado (los observadores),

pero no debe ser justificable.

Es importante cultivar desde casa la tolerancia, la comprensión y el amor para tener la

sabiduría de tomar la mejor decisión. Se debe trabajar en el perdón de corazón desde la

infancia, esto genera que los resentimientos no queden en los seres humanos, el trabajo de la

inteligencia emocional es muy importante para tener una sociedad más equitativa, justa y sin

rencores.
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Conclusiones

 En el sentimiento de venganza influyen tres factores: el contexto en el que se

desenvuelve cada ser humano, es decir el ambiente el cual expone a los individuos

a experiencias que determinan su personalidad en donde se puede generar traumas

tanto en la niñez como en la etapa adulta que puede llevar a quererse vengar del

mundo, por otro lado el ser víctima de acciones abusivas que vulneran la dignidad

y finalmente el cuadro genético desde las reacciones químicas del cerebro frente a

la mala comunicación neuronal.

 La venganza se alimenta del odio, resentimiento y la humillación, pasión que

afecta a una persona introduciéndola en una espiral de violencia imparable de

crueldad, para satisfacer nuestra ansia de justicia. Este pensamiento nos lleva a

concluir que como futuros docentes y guiadores de personas que están en

viviendo nuevas etapas, debemos obtener conceptos claros sobre este sentimiento

que puede llegar a ser inmanejable, pero debemos aprender que el sentido de la

vida es identificar, aceptar y luego corregir, para llevar una sana convivencia y

hacer reaccionar a las personas al manejo adecuado de sus sentimientos.


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Lista de referencias y Webgrafía

Camacho, R. P. Venganza y transformación. Notas para una antropología de la


venganza. CULTURA POLÍTICA Y PERDÓN, 89.
Hubp, J. L. (2007). Reseña de" La venganza de la Tierra: la teoría de Gaia y el futuro de la
humanidad" de Lovelock, J. Investigaciones Geográficas (Mx), (64), 168-169.
Rozas, J. M. (1987). Texto y contexto en El castigo sin venganza. Su Estudios sobre Lofe de
Vega, 355-83.
Tierra de Sueños (2012) Entrevista: Psicología de la Venganza con Bernat Nöel Tiffon.
Recuperado de: https://youtu.be/J1VctGxE_Ls
La ciencia del odio: https://www.youtube.com/watch?v=I4TzhRJllPk

Más allá de la venganza: https://www.youtube.com/watch?v=JLZ9fU6Ljgs

Psicoanálisis extension.blogspot.com (2013) recuperado de:


http://psicoanalisisextension.blogspot.com.co/2013/07/la-justicia-como-venganza-y-
crueldad-el.html

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