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Practico 2

Antropología Estructural – Levi-Strauss

Capítulo IX: El hechicero y su magia: La integridad física no resiste a la disolución de la personalidad social. La eficacia de la magia implica su creencia, la
cual se presenta en tres aspectos complementarios (la del hechicero por su técnica, la del enfermo a su cuidado en su poder y las exigencias de la opinión
colectiva).

Los jueces no esperan que el acusado impugne una tesis, y menos aún, que refute los hechos; le solicitan que corrobore un sistema del cual solamente
poseen un fragmento, y cuya totalidad quieren que el acusado reconstruya de una manera apropiada.

Nuestro héroe se encuentra preso de un problema que tal vez no carece de equivalente en el desarrollo de la ciencia moderna: dos sistemas, de los cuales
se sabe que son ambos igualmente inadecuados, ofrecen sin embargo, uno con respecto al otro, un valor diferencial y esto a la vez desde un punto de vista
lógica y desde un punto de vista experimental. ¿Con respecto a qué sistema de referencias se lo juzgará entonces? ¿El de los hechos, donde ambos se
confunden, o el que les es propio, donde adquieren valores desiguales, teórica y prácticamente?

Triple experiencia: la del shamán mismo que, si su vocación es real, experimenta ciertos estados específicos, de naturaleza psicosomática; la del enfermo,
que logra o no una mejoría, la del público, en fin, que también participa de la curación, y para quien el entusiasmo que experimenta la satisfacción
intelectual y afectiva que obtiene determinan una adhesión colectiva que inaugura a su vez un nuevo ciclo.
  Tres elementos indisociables del complejo shamanístico. Se organiza en torno de dos polos, uno formado por la experiencia íntima del shamán y el otro
por el consenso colectivo.

Capítulo X: La Eficacia Simbólica: La cura consistiría en volver pensable una situación dada al comienzo en términos afectivos, y hacer aceptables para el
espíritu los dolores que el cuerpo se rehúsa a tolerar. Que la mitología del shamán no corresponde a una realidad colectiva carece de importancia: la
enferma cree en esa realidad y es miembro de una sociedad que también cree en ella. Lo que no acepta son dolores incoherentes y arbitrarios que sí
constituyen un elemento extraño a su sistema, pero que gracias al mito el shamán se va a reubicar en un conjunto donde todo tiene sustentación.

La eficacia simbólica consistiría precisamente en esta propiedad inductora que poseerían, unas con respecto a otras, ciertas estructuras formalmente
homólogas capaces de constituirse, con materiales diferentes en diferentes niveles del ser vivo; procesos orgánicos, psiquismo inconsciente, pensamiento
reflexivo. El poder traumatizante de una situación cualquiera no puede resultar de sus caracteres intrínsecos, sino de la capacidad que poseen ciertos
acontecimientos que surgen en un contexto psicológico, histórico y social apropiado, de inducir una cristalización afectiva que tiene lugar en el molde de una
estructura preexistente. Inconsciente: la función simbólica, que en todos los hombres se rige por el conjunto de estas leyes.

El Malestar en la Cultura – Freud

El programa del principio de placer fija su fin a la vida. Lo que en sentido estricto se llama "felicidad" corresponde a la satisfacción más bien repentina de
necesidades retenidas, con alto grado de éxtasis y, por su propia naturaleza, sólo es posible como un fenómeno episódico. Es así que el sufrimiento adviene
amenazador desde tres lados distintos: desde el propio cuerpo que, destinado a la ruina y a la disolución, no puede prescindir del dolor y la angustia como
señales de alarma; desde el mundo exterior, que puede abatir sus furias sobre nosotros con fuerzas hiperpotentes, despiadadas, destructoras; y desde los
vínculos con otros seres humanos.

No es asombroso que bajo la presión de estas posibilidades de sufrimiento los seres humanos suelan atemperar sus exigencias de dicha, tal como el propio
principio de placer se transformó, bajo el influjo del mundo exterior, en el principio de realidad, más modesto. El programa que nos impone el principio de
placer, el de ser felices, es irrealizable; empero, no es lícito, no es posible, resignar los empeños por acercarse de algún modo a su cumplimiento. Para esto
pueden emprenderse muy diversos caminos, anteponer el contenido positivo de la meta, la ganancia de placer, o su contenido negativo, la evitación de
displacer. Por ninguno de ellos podemos alcanzar todo lo que anhelamos.

Nos negamos a admitir el sufrimiento social. No podemos entender la razón por la cual las normas que nosotros mismos hemos creado no habrían más
bien de protegernos y beneficiarnos a todos. Enuncia que gran parte de la culpa por nuestra miseria la tiene lo que se llama nuestra cultura; seríamos mucho
más felices si la resignaríamos y volviéramos a encontrarnos en condiciones primitivas. El ser humano se vuelve neurótico porque no puede soportar la
medida de frustración que la sociedad le impone en aras de sus ideales culturales, y de ahí se concluyó que suprimir esas exigencias o disminuirlas en mucho
significaría un regreso a posibilidades de dicha.

La palabra cultura designa toda la suma de operaciones y normas que distancian nuestra vida de la de nuestros antepasados animales, y que sirven a dos
fines: la protección del ser humano frente a la naturaleza y la regulación de los vínculos recíprocos entre los hombres. Reconocemos como culturales todas
las actividades y valores que son útiles para el ser humano en tanto ponen la tierra a su servicio, lo protegen contra la violencia de las fuerzas naturales. El
poder de esta comunidad se contrapone como derecho, al poder del individuo, que es condenado como violencia bruta. Esta sustitución del poder del
individuo por el de la comunidad es el paso cultural decisivo. Su esencia consiste en que los miembros de la comunidad se limitan en sus posibilidades de
satisfacción, en tanto que el individuo no conocía tal limitación. El siguiente requisito cultural es, entonces, la justicia, o sea, la seguridad de que el orden
jurídico ya establecido no se quebrantará para favorecer a un individuo. El resultado último debe ser un derecho al que todos hayan contribuido con el
sacrificio de sus pulsiones y en el cual nadie puede resultar víctima de la violencia bruta.

Semejanza del proceso de cultura con el del desarrollo libidinal del individuo. Otras pulsiones son movidas a desplazar las condiciones de su satisfacción, a
dirigirse por otros caminos, lo cual en la mayoría de los casos coincide con la sublimación. La sublimación de las pulsiones es un rasgo particularmente
destacado del desarrollo cultural; posibilita que actividades psíquicas superiores desempeñen un papel tan sustantivo en la vida cultural.

No puede soslayarse la medida en que la cultura se edifica sobre la renuncia de lo pulsional, el alto grado en que se basa, precisamente, en la no
satisfacción de poderosas pulsiones. Los preceptos del tabú fueron el primer derecho. Por consiguiente la convivencia de los seres humanos tuvo un
fundamento doble: la compulsión al trabajo, creada por el apremio exterior, y el poder del amor. El prójimo no es solamente un posible auxiliar y objeto
sexual, sino una tentación para satisfacer en él la agresión, explotar su fuerza de trabajo sin resarcirlo, usarlo sexualmente sin su consentimiento,
desposeerlo de su patrimonio, humillarlo, infligirle dolores, martirizarlo y asesinarlo. La existencia de esta inclinación agresiva es el factor que perturba
nuestros vínculos con el prójimo y que compele a la cultura a realizar su gasto. A raíz de esta hostilidad primaria y recíproca de los seres humanos, la
sociedad culta se encuentra bajo una permanente amenaza de disolución.

La cultura es un proceso particular que abarca a la humanidad toda en su transcurrir, y seguimos cautivados por esa idea. Ahora agregamos que sería un
proceso al servicio del Eros, que quiere reunir a los individuos aislados, luego a las familias, después a las etnias, pueblos, naciones, en una gran unidad: la
humanidad. A este programa se opone la pulsión agresiva: pulsión de agresión que es el subrogado de la pulsión de muerte. El superyó de una época cultural
tiene un origen semejante al de un individuo: reposa en la impresión que han dejado tras sí grandes personalidades conductas.

Sarmiento - En el Nombre del Padre

Relata Freud que la sociedad humana se organizo sobre la base de la prohibición del incesto. La fuerza de la ley aumenta cuando su autor no pertenece al
mundo de los mortales.

Las penas de destierro, exilio, muerte y pérdida de la libertad han sido formas evolutivas de protección para las víctimas y de castigar al victimario.
Foucault plantea que a través de las épocas el hombre no ha tratado de castigar menos sino mejor.

En el nacimiento de los Estados Nación, la libertad paso a ser un valor en la nueva forma de organización social y con ella se sentaron las nuevas bases para
el Derecho en la generalización del concepto de propiedad privada (el despojar a alguien de su propiedad constituye un delito y como tal debe ser
castigado). La privación de la libertad se convierte en una forma de penar, de alejar al ofensor y la necesidad de rehabilitación.

Práctico 3

“La Criminalización de las Necesidades” - Basaglia

Hace una distinción entre tipos de guerra: la imperialista, la antiimperialista y la cotidiana: la guerra de la paz, con sus elementos de tortura y sus crímenes,
que se va habituando a aceptar el desorden, la violencia, la crueldad de la guerra como norma de la vida de paz. Los lugares donde se llevan a cabo estos
crímenes son hospitales, cárceles, manicomios, fábricas y escuelas.

En cada momento de crisis surgen los conceptos de “hombre” y “humano”, en respuesta a las necesidades de un hombre que no existe, este progreso
puede continuar desarrollándose como progreso de la tecnología, industria, gran capital. La lógica económica tiene a establecer aquello que es humano de
lo que no lo es, lo sano-enfermo, lo bello-feo, lo correcto-incorrecto.

En las instituciones creadas por la ciencia cada instrumento ha servido para dar un nuevo aspecto formal a condiciones que permanecen inmutables en su
naturaleza y significado. Se ofreció un ancla más pesada a las islas de exclusión: para el hombre moralmente extraviado: la cárcel; para el hombre enfermo
del espíritu: el manicomio; ésta es la gran conquista de la ciencia.

Locura y delincuencia representaban juntas la parte del hombre que debía ser eliminada, circunscrita y escondida, hasta que la ciencia no estableció
claramente la división a través de la individualización de los diversos caracteres específicos. Antes, locos, delincuentes, prostitutas, compartían el mismo
lugar en base a sus “anormalidades”. Había un elemento en común que nivelaba a todos: la desviación de la norma y de sus reglas. Se contenía al loco
(expresión del mal involuntario e irresponsable) y al delincuente (expresión del mal intencional y responsable).

Según el racionalismo iluminista, la cárcel tenía que ser la institución de castigo para quien trasgredía la normal, y el loco, que comenzó a clasificarse como
enfermo, tenía que ir al manicomio. Cárcel y manicomio continuaron conservando, sin embargo, la misma función de tutela y de defensa de la "norma",
donde la anormalidad se convertía en norma en el momento en el cual era circunscrita y definida por lo muros que establecían las diferencias y la distancia.
Estructura económica y organización institucional coinciden siempre a cada nivel de desarrollo y no es casual que los manicomios se estructuren en el
sentido técnico-institucional con el inicio de la revolución industrial.
La ciencia ha separado entonces la delincuencia de la locura, reconociendo a las dos una nueva dignidad: a la locura la de ser traducida en una abstracción
(enfermedad) y a la delincuencia la de convertirse en objeto de investigación de parte de criminólogos y científicos. A pesar del reconocimiento abstracto de
esta dignidad, el delincuente y el loco no han sido jamás considerados hombres, y las instituciones creadas para ellos no modificaron su función ni naturaleza

La violencia o la amenaza de violencia es aún un instrumento suficiente para garantizar el orden público. La ideología de la punición sobre la cual se funda
la cárcel y la ideología médica sobre la que se funda el manicomio, son hechos totalmente extraños al problema del hombre delincuente o del hombre
enfermo; es decir, son totalmente extrañas tanto al problema de la delincuencia como al de la enfermedad. Su función es la de una simple contención de las
desviaciones y por lo tanto de su control. La ideología encubre la represión simplemente justificándola y legitimándola. Pero la violencia legitimada sigue
siendo violencia. Si la finalidad rehabilitativa de ambas instituciones fueses real, habría detenidos e internados rehabilitados y reinsertados en el contexto
social; la realidad de las instituciones se mantiene fundada sobre el concepto de culpa por expiar, por pagar a través del castigo.

La delincuencia y la enfermedad son contradicciones del hombre: son un producto histórico-social y se continúa haciendo pagar las consecuencias a quien
es golpeado, como si se tratase de culpas individuales (los marginados, que no tienen un poder cultural o económico para oponerse). Estos organismos
llamados rehabilitativos tienen entonces una doble función: la violencia como sistema concreto de eliminación y destrucción y la violencia como amenaza
simbólica de esta exterminación y destrucción. Es sobre esta lógica destructiva que se mantiene la eficiencia de la organización institucional, porque la
institución en cuanto organización no puede permitirse riesgos.

Hay distintos tipos de violencia (explícita, legitimada, diluida, enmascarada) son las distintas modalidades de control. Quien tiene el poder encuentra la
forma de legitimar la violencia, imponiéndola, hasta llegar a humanizar la tortura. Hasta que nuestro sistema económico no considere funcional para su
progresivo desarrollo un tipo de control institucional distinto del violento y segregante hoy en vigor, cárcel, manicomio y tortura continuarán siendo lo que
son. Es una confirmación el hecho de que si a nivel teórico se habla siempre de la necesidad de su transformación, en el plano práctico cada intento de
transformación es obstaculizado y reprimido violentamente.

El Estado burgués se funda en una división artificial asumida como natural: la división en clases. Aparentemente destinadas a resolver las contradicciones
naturales, sirven de hecho para mantener la división originaria sobre la cual se erige la estructura económico-social. Lo que es determinante en este proceso
es un elemento. Pareciera que las formas de delincuencia y locura irrecuperables fueran patrimonio de una sola clase: un delincuente burgués adinerado no
tiene problemas de reinserción y recuperación. El crimen cometido es aceptado como un producto histórico-social y no como un dato natural, hay una
justificación para su acción criminal. En la clase oprimida esto no sucede, porque este tipo de delincuente no tiene historia, sino antecedentes penales. Es
delincuente por naturaleza, no hay causas o motivaciones psicológicas que expliquen su accionar, sino que la delincuencia es “biológica”.

Son instituciones que tienen una función formal (cura, rehabilitación, reeducación), pero difieren de las prácticas reales que allí se llevan a cabo: los
internados o encarcelados raramente salen rehabilitados. La posibilidad de su rehabilitación es directamente proporcional a la disponibilidad de mano de
obra que encuentren afuera.

Si manicomio y cárceles son organismos instituidos para responder a las necesidades de la sociedad libre, los internados no pueden reconocerse en esta
sociedad que los castiga, los segrega, los destruye sin ofrecerles una alternativa posible. No pueden aceptar identificarse con reglas que no responden a sus
necesidades. No pueden vivir la internación como una experiencia que los ayuda en su proceso de rehabilitación. El problema está precisamente en la
incorporación de este concepto: la necesidad de eliminar al diferente como si la vida no lo contuviese y por lo tanto romper la falsa no contrariedad de este
aspecto exterior pulido y limpio, donde todo sería perfecto si no fuera por las ovejas negras. El diferente de la clase dominante es aceptado, pero no el de la
clase oprimida.

Este análisis nos permite comprender cómo todas las instituciones de nuestro sistema social tienen la función de responder a las necesidades una vez que
ellas han sido criminalizadas, reducido lo que no es o aquello de que no es síntoma o expresión. La criminalización de la necesidad es en realidad la
naturaleza artificialmente construida, de manera que se encuentran frente a frente dos formas de violencia y de criminalidad, la una en respuesta a la otra.
La desviación, el comportamiento anormal son crímenes porque podrían ser peligrosos; la institución delegada para la cura y la rehabilitación de la
desviación y del comportamiento anómalo es crimen, en nombre de la prevención de esta peligrosidad. No existen necesidades ni respuestas a las
necesidades.

Cap. Instituciones Cerrada – “Psicología Forense”

Una institución es una organización conformada por un objetivo común, que se maneja por pautas y normas para alcanzar el mismo. Hay varios
tipos de instituciones: para aprender, producir, salud, tiempo libre.

Las instituciones totales con características cerradas son aquellas que son cerradas para la comunidad, con el objetivo de aislar los productos
“enfermos” que no se adaptan al estilo de vida elaborado por la sociedad. Antes los productos inadaptados eran eliminados, suprimiéndolos físicamente o
expulsándolos de su seno; posteriormente se fue encerrando a dichos “productos” en instituciones, que tenían como objetivo la privación de la libertad y el
aislamiento. En un primer momento, el encierro se usaba como protección para los que quedaban afuera: se mantenía aislados los “buenos” de los “malos”.
Actualmente se convirtió en un método de control social utilizado por los poderosos, que elaboran leyes autoprotectivas y aíslan a grupos minoritarios que
nos las obedecen.
En la institución total el hombre aprende, trabaja, estudia, posee espacios de tiempo libre. Cumplen con un doble objetivo social: el ya descripto
y edificar como “controladores sociales” a sujetos de una estracción social similar a la de aquellos aislados, separados por el límite de la trasgresión.

En la actualidad, las cárceles son construcciones lo más seguras posibles, para que no hayan fugas. El primer acento está puesto en la seguridad
(protección de los no delincuentes). Los custodios no son sujetos de clases dominantes, sino algunos extraídos de la misma clase social.

La institución tiene varios objetivos:

- Marginar elementos nocivos.

- Controlar elementos potencialmente nocivos (cuidadores).

- Ejemplificar lo que les sucede a aquellos que infringen la ley. Institución como ejemplificadora de las cosas que no deben realizarse.

Se llama “total” porque la prisión aparece solitaria, sin estar vinculada a ningún actuar del hombre “sano”. Debe procurarse tener todas las funciones de
las instituciones en una sola, y así proteger a la sociedad en base a la “seguridad”, y poder procurar educación, trabajo y producción, propender a la salud y
poseer espacios para el tiempo libre.

Toda institución cerrada y total aparece dentro de la sociedad y fuera de ella a la vez. Dentro cumple un objetivo necesario para la sociedad que la creó,
pero fuera no es reconocida por la misma sociedad como perteneciente a ella.

Todo tipo de organizaciones está fundada sobre la base de áreas internas que se intercomunican entre sí. Cuando esta comunicación falla, la articulación
se convierte en fractura, y aquí se depositan las ansiedades paranoides de los miembros más débiles de la institución. La carencia de una buena
comunicación entre las áreas se produce de forma unidireccional, sin retorno a los estamentos que la producen.

La institución carcelaria es la encargada de velar por el cuidado, la guarda y la tutela del trasgresor, lo cual si no es manejado con prudencia, puede llevar a
creer a la institución que el sujeto allí alojado es un “desperdicio social”. En lugar de cumplir el rol para el cual fue pensada, se erige en el encargado de
materializar el castigo del marginado. La única función que cumple la cárcel es contener al sujeto para que no se fugue. El individuo es encontrado culpable y
condenado a la privación de la libertad por un tiempo determinado. La institución carcelaria pasa a tomar un rol activo, porque se encarga de brindarle
alojamiento y los medios para que el mismo se pueda insertar en el momento que la justicia lo indique, de una manera socializada, a través de tratamientos
bio-físicos, psíquicos, sociales, etc, adecuados para la resocialización.

  Práctico 4

“Institución Penitenciaria” - Marchiori

Cap. 2: Diagnóstico Clínico-criminológico

El diagnóstico clínico-criminológico se refiere al conocimiento del hombre con una conflictiva antisocial, a los procesos físicos, psicológicos y sociales que
han conducido al delito, entendiendo al delito como un proceso complejo, dinámico y multicausal en el que entran todos los elementos para la comprensión
del individuo, de su familia y de su medio social en relación a su comisión.

El diagnóstico de la personalidad del delincuente está en constante evolución porque abarca el ingreso del individuo a la prisión, su estadía (procesado-
sentenciado) y el egreso progresivo. Cada individuo presenta una estructura básica de personalidad que no se modifica, pero se debe tener en consideración
que los modos y mecanismos que el individuo utiliza en su relación con el medio social, en sus relaciones interpersonales cambian y muchas veces los
cambios son notorios al haber tomado conciencia de su comportamiento violento.

Se distinguen varios diagnósticos:

• Inicial

• En función de los años de estadía del individuo en prisión

• Previo a la salida de la institución penitenciaria

• Post-institucional.

En esa “modificación” diagnóstica influirán notablemente los objetivos institucionales en relación al concepto de tratamiento. El individuo recibirá también
toda la influencia de la prisión, asimilará los valores, las distorsiones, las distorsiones en el comportamiento y la angustia de la situación de encierro.
Dependerá de los tratamientos interdisciplinarios para ayudar a ese individuo a la modificación del diagnóstico inicial.
Si los objetivos institucionales son de asistencia y readaptación social el individuo saldrá de la institución mejor preparado para evitar la conflictiva
antisocial, para poder construir sus relaciones interpersonales de un modo más sano para él y su familia. Si por el contrario, los objetivos institucionales son
represivos, es decir sólo de encierro y marginación, el diagnóstico inicial también tendrá modificaciones y es probable que el individuo salga con mayor
convencimiento de su accionar delictivo, con nuevas manifestaciones de su técnica delictiva.

Desde la Criminología Clínica e institucional, el diagnóstico comprende:

1.Estudio del delincuente: Estudio médico, odontológico, psicológico (estudio de la personalidad del interno, de sus múltiples aspectos que lo han llevado
al delito), psiquiátrico (observación de sintomatología psicopatológica, diagnóstico de la enfermedad mental), pedagógico, laboral, jurídico, sobre seguridad,
sobre actividades artístico-culturales, sobre actividades deportivas, religioso.

2.Estudio del delito: El estudio de la conducta delictiva debe hacerse siempre en función de la personalidad y del inseparable contexto social, ya que el
individuo de adapta al medio social a través de sus conductas y la significación y la intencionalidad de las mismas constituyen un todo organizado que se
dirige a un fin. El delito es la expresión de la psicopatología particular del delincuente, de su alteración física, psicológica y social. Es una conducta que
transgrede las normas de la sociedad a la que ese individuo pertenece.

Sabemos que a nivel psicológico toda conducta tiene una policausalidad que deriva de distintos contextos. El delincuente proyecta a través del delito sus
conflictos ya que esta conducta implica siempre perturbación y ambivalencia. La conducta delictiva posee la finalidad de resolver las tensiones producidas,
siendo siempre respuesta al estímulo configurado por la situación total, como defensa, en el sentido de que protege al organismo de la desorganización, es
esencialmente reguladora de tensiones.

Toda conducta delictiva es siempre un vínculo, se refiere a otro. Es una relación con otros seres humanos que está en gran proporción influida o
condicionada por las experiencias anteriores. La conducta delictiva es un síntoma, es decir una forma de organizar la experiencia, aunque sea de exponerla a
la destrucción. La conducta delictiva es como una defensa psicológica que utiliza el sujeto como medio para no caer en la disgregación de su personalidad
logrando a través de este un cierto ajuste pero sin resolver el conflicto. Es una conducta concreta del individuo, pero el delincuente en su totalidad es más
que ese aspecto, porque el delito es solamente la expresión de su relación con la víctima en un lugar (espacio) y en una fecha (tiempo) determinados. Para
aproximarnos a una comprensión de la conducta delictiva es necesario conocer al individuo, su historia y los rasgos de su personalidad.

Es así que la conducta delictiva es siempre significativa, tiene un sentido. Todo delito tiene un sentido cuando lo relacionamos con la vida del sujeto en las
situaciones concretas en que dicha conducta se manifiesta. El análisis de la situación delictiva proporciona datos y conocimientos sobre el individuo que
serán importantes para la integración del diagnóstico clínico-criminológico. La reunión de todos estos datos permitirá elaborar un diagnóstico sobre la
conducta delictiva.

El delito realizado, la naturaleza de la acción al indicarnos el tipo de conducta delictiva, revela por sí misma múltiples aspectos de la personalidad del
delincuente. Cada delito tiene un valor dado de criminalidad o delictuosidad.

• La pregunta quién es el autor del delito y quién la víctima implica la consideración de los estudios de personalidad, la tarea de elaborar el
diagnóstico individual.

• El cuándo está referido a la conducta que el individuo ha realizado antes de cometer el delito, es decir a los factores desencadenantes o actuales,
que actúan sobre la disposición. Existe una interacción entre los factores desencadenantes y la disposición en el sentido de que ésta última acentúa,
promueve, estructura la actuación de determinadas causas desencadenantes y estas últimas pueden a su vez modificar la disposición.

• El cómo nos plantea las circunstancias del delito, de qué manera procedió en su conducta el autor y también el grado de participación en la
conducta. Es necesario estudiar la dinámica de la participación del sujeto en la conducta delictiva.

• Dónde se realizó el delito: Las circunstancias del delito, sus acciones de tiempo, lugar, modo y ocasión constituyen datos sobre la capacidad
criminal del individuo; si fue en la casa de la víctima, en la vía pública, en la casa del autor, tienen un valor simbólico muy importante.

• Con qué instrumentos: Los medios empleados no se refieren solamente a las armas utilizadas sino que hacen referencia a todos los instrumentos
subjetivos y objetivos que el individuo utilizó. La selección del “medio” por el delincuente puede ser sintomático respecto a su personalidad.

• Por qué motivos realizó el delito: Se refiere a los motivos que determinaron al individuo a delinquir.

Toda conducta está sobredeterminada, tiene una policausalidad muy compleja que deriva de distintos contextos o múltiples situaciones en los que se halla
todo ser humano. En la sobredeterminación, se establece una jerarquía de importancia según las situaciones específicas del delito. Siempre hay un “por qué”
al tipo de problemas que se investiga y la causalidad sólo tiene un sentido en un contexto delimitado de relaciones. Se debe considerar que las causas
siempre se refieren a un esquema referencial, a un conjunto “recortado” de relaciones sobre el delito.

En los motivos, más que en ningún otro dato se debe acentuar la consideración de cada caso en particular atendiendo a la historia del individuo. Las
diferentes conductas delictivas en relación a las características de personalidad permiten un conocimiento del diagnóstico del interno.
3.Estudio de la familia: Las agrupaciones familiares, con sus actividades y tradiciones características constituyen otra parte importante del ambiente
psicológico del individuo. A los fines del diagnóstico clínico-criminológico es importante analizar aspectos de la compleja estructura familiar, en tanto en la
complejidad de los procesos familiares están insertos gran parte de los motivadores de la conducta criminal. Al individuo se lo puede considerar, en parte,
como resultante de su pertenencia a muchos grupos. Es necesario, entonces, considerar la influencia del hogar, las relaciones con los padres, el clima
afectivo, el ambiente material, la situación económico-social de cada delincuente. El grupo cultural en que se ha criado el individuo, las actitudes, tradiciones
y costumbres que han influido sobre él, son factores que inciden en la determinación de la conducta delictiva.

Psicológicamente el individuo pertenece a todos aquellos grupos con los que comparte el mismo tipo de conducta. Así el individuo crece como miembro
de cierto grupo, con sus tradiciones propias y su fondo cultural. El individuo nace en el seno de una amplia división cultural con sus características, fuentes
de estimulaciones, etc. Por lo tanto desarrollará ciertas aptitudes, rasgos emocionales, actitudes y creencias como resultado de su pertenencia a ese grupo.

La individualidad de cada persona en función del fondo de experiencia que comparte se explicaría, por la multiplicidad de grupos que se superponen y con
los que el individuo puede identificarse desde el punto de vista de la conducta. El número de tales grupos es tan grande que la combinación específica es
única para cada individuo. La estructura familiar, que presenta características propias, contiene una historia familiar única, con un proceso histórico
particular y que vive en un marco socio-económico y cultural también determinado contribuye fundamentalmente a la naturaleza de la conducta delictiva
realizada por un miembro del grupo familiar.

En la complejidad de los procesos familiares están insertos gran parte de los motivadores de la conducta criminal y en la aplicación de la clínica-
criminológica se llega a comprender los procesos individuales y familiares involucrados en la conducta delictiva. A lo largo de la vida del niño, tienen
influencia decisiva, como elementos del medio, los constitutivos del hogar, muy particularmente el clima afectivo en que está inmerso, la personalidad de la
madre y el carácter de las relaciones con ésta, así como las relaciones entre los padres e hijos y entre hermanos, las preocupaciones y las relaciones
emocionales dominantes.

El ambiente material, la situación económica social llega a tener enorme importancia por su repercusión, de ella muchas veces depende el clima
psicológico. La insatisfacción de anhelos y necesidades elementales, ocasionan fatalmente variaciones de humor, angustia y rozamientos de grave influencia
sobre la vida emocional del niño. El medio tiene una acción positiva sobre la personalidad del niño cuando provee de modo adecuado a sus necesidades de
desarrollo, afectivas, intelectuales, de actividad, etc.

En las familias desintegradas es donde más claramente se observa la etiología del delito, pues el niño crece en un ambiente contradictorio que lo conduce
a la marginación, a la desconfianza y a la violencia. Sin embargo, en las familias integradas están presentes todos los miembros importantes del núcleo
familiar pero el niño crece en un ambiente con carencias afectivas. La familia se siente indiferente ante el niño o por el contrario lo sobreprotege de tal
manera que se produce una simbiosis en la que el niño es manipulado para ser el portador de agresiones y tensiones del intra-grupo familiar.

4.Estudio victimológico: relaciones autor-víctima.

Cap. 3: Métodos en el Diagnóstico Clínico-Criminológico.

Entre las técnicas y métodos más importantes para el diagnóstico clínico-criminológico, podemos mencionar:

1. La entrevista: Tanto la entrevista focalizada como la entrevista abierta, especialmente ésta última, son técnicas sumamente valiosas en las
instituciones penitenciarias, ya que permiten aprehender la situación global que vive el individuo.

La entrevista se aplica generalmente: al ingresar el individuo a la institución, en los diversos estudios técnicos, en la visita que psicología y trabajo social
realizan a la casa de la familia del interno; en la visita familiar, esta técnica es útil para el conocimiento de las relaciones familiares. Se aplica tanto para el
diagnóstico como en el tratamiento. La entrevista a la pareja (interno y esposa) por los departamentos médicos, psicológico y de trabajo social a los fines del
tratamiento y también del control de la visita conyugal. La entrevista es una técnica de evaluación sobre el desarrollo del tratamiento del individuo, así
como de su sintomatología psíquica y social inicial. Permite el estudio clínico-criminológico del individuo que se presentará al Consejo Interdisciplinario. La
entrevista como técnica de tratamiento para la preparación de la salida del individuo a nivel de orientación y control. En las diferentes etapas de pre-
liberación, la entrevista es utilizada con el interno y con la familia. En los controles post-institucionales.

2. Historia clínica-criminológica: Los objetivos fundamentales son el conocimiento de los datos y etapas de la vida del individuo desde el punto de
vista físico, psíquico y social; conocimiento del desarrollo, evolución de la historia del individuo, de su núcleo familiar y social; la conducta delictiva en
relación a la personalidad e historia personal y familiar; cada departamento técnico penitenciario acentúa las investigaciones sobre las áreas que le
competen.

La historia clínica-criminológica permite conocer: el proceso que condujo al delito; la historia clínica es el inicio de las investigaciones que conducirán
progresivamente a una explicación de la conducta antisocial realizada por el individuo; abarca todos los datos relacionados a la vida de un individuo de su
pasado, presente y de sus perspectivas futuras; revela múltiples facetas del individuo, diferentes roles en la relación interpersonal que serán valiosos para
comprender la relación delictiva, especialmente la relación autor-víctima.
3. Estudio familiar: los objetivos principales comprenden al autor del delito como miembro de un grupo familiar y social. Como emergente de un
grupo familiar enfermo. El conocimiento de la historia del interno a través de miembros de la familia, conocimiento de las relaciones interpersonales entre
los miembros de la familia, espacialmente los conflictos y conductas agresivas. Detección de las características familiares y la actitud de la familia hacia el
interno, de ayuda, rechazo, indiferencia, incomunicación, etc. Detección de la actitud y disposición de la familia a asistir al interno durante su reclusión y
para la asistencia post-institucional.

Desde el punto de vista criminológico es importante conocer la actitud de la familia hacia el interno, lo que piensa la familia sobre la asistencia y
rehabilitación. Porque debemos partir de un conocimiento real de los datos, en el aquí y ahora de una situación existencial, de la vida del interno para poder
valorar si en el tratamiento institucional y post-institucional podremos incluir o no a la familia.

4. La visita a la familia del autor del delito: La visita es un elemento importante en el tratamiento del interno, significa mantener los vínculos
familiares y la posibilidad de reintegración a su núcleo familiar. El estudio del núcleo familiar y de las características de la familia se amplía con mayores y
nuevos datos con la visita al domicilio donde vive la familia. Permite observar el lugar donde vive la familia, los aspectos sociales, culturales, económicos de
la familia. Se detectan los conflictos de la familia, sus necesidades, sus expectativas. Permite ver las necesidades de la familia y la ayuda que el interno está
obligado a brindar para el sostenimiento familiar. Conduce a orientar a la familia para que visite al interno y de ese modo no sólo mantener los vínculos
familiares sino ayudar en la rehabilitación del interno.

5. Estudio de la familia de la víctima: la victimología se centra en el estudio de los tipos de víctimas, su participación en el hecho, su mayor o menor
voluntariedad, su responsabilidad, la necesidad de compensación, tratamiento, la relación victimario-victima.

6. El estudio del prontuario criminológico: El prontuario permite apreciar y conocer la situación jurídica del interno, si está detenido, procesado o
sentenciado; el delito según las actas jurídicas, así como la descripción del delito y sus circunstancias; los antecedentes policiales y penales; la sentencia y la
fundamentación de la misma, es decir las circunstancias relacionadas al delito y las circunstancias relacionadas a la personalidad del interno que considera el
juez para aplicar y graduar la pena.

7. Tests psicológicos: Sólo un psicólogo o una persona con entrenamiento en psicología está en condiciones de seleccionar las pruebas que se
aplicarán al interno y sólo podrá seleccionarla conociendo aspectos de la historia clínica y de la problemática del interno con entrevistas previas. Para poder
aplicar cualquier test se requiere del rapport.

Los tests no deben aplicarse cuando el individuo está detenido ya que la angustia invade todas las áreas de la personalidad. Asimismo en los momentos del
proceso, cuando el paciente está concurriendo al juzgado, o próximo a la resolución de la sentencia, tampoco es conveniente la aplicación de las pruebas.

Cap. 4: Tratamiento Penitenciario

Se entiende por tratamiento penitenciario la aplicación de todas las medidas educativas que permitirán modificar las tendencias antisociales del individuo.
El mismo está basado en el diagnóstico criminológico. Está basado en el diagnóstico criminológico, es decir, el estudio exhaustivo de todos los aspectos
relacionados a la personalidad del delincuente como unidad biopsicosocial, el estudio de la familia y sus relaciones interpersonales, el estudio victimológico.

Objetivos del tratamiento penitenciario:

• Asiste al individuo para que no reincida en su accionar agresivo para la comunidad.

• Tiende a que el paciente-interno se conozca y comprenda su conducta delictiva como conductas autodestructivas de marginación y
desintegración de la personalidad.

• Tiene por objeto que el delincuente “modifique” sus conductas agresivas y antisociales.

• Que adquiera consciencia del daño causado.

• La sensibilización en cuanto a su afectividad.

• Favorecer las relaciones interpersonales sanas y estables.

• Es necesario que a través del tratamiento el paciente-interno pueda canalizar sus impulsos agresivos y también pueda verbalizarlos.

• Transformación en el proceso de comunicación entre el interno-delincuente y su medio.

• No se concibe el tratamiento penitenciario sin un enfoque existencial del modo de vida.

• Implica un replanteamiento de los valores humanos.

• Es individualización.
• Se debe tener conciencia de las dificultades que representa el comprender la situación existencial del “otro”, de sus conductas violentas y
destructivas. Si el núcleo familiar primario lo ha abandonado, el tratamiento debe plantear los sustitutos para la asistencia del individuo.

Tipos de tratamiento:

• Individual: Parte de un amplio y cuidadoso estudio de diagnóstico. Debe tener en cuenta la edad del individuo, el delito realizado, los
antecedentes policiales y penales, el nivel educacional, las tareas, trabajo o profesión, el núcleo familiar, las características de personalidad del interno.

• Grupal: Se distinguen psicoterapia de grupo, tratamiento al grupo familiar, tratamiento en el grupo escolar, tratamiento en el grupo laboral,
actividades culturales artísticas, actividades deportivas.

• Institucional: Incluye todas las medidas que se toman para que el Sujeto pueda reinsertarse. Abarca también la división del trabajo, la educación,
etc. Incluye al tratamiento psicológico,

Los 3 niveles están íntimamente interrelacionados ya que implican el conocimiento de la situación particular en la que se encuentra el individuo, su delito,
su historia; se refiere a las actividades que realiza el individuo con otras personas dentro de la institución y, por último, los objetivos institucionales de
tratamiento influirán en el individuo.

“¿A Quién Mata el Asesino?” - Tendlarz, S. García, C

1- Tiempos violentos

El fenómeno de la violencia está siempre omnipresente en el discurso de los medios de comunicación de masas y en los espectáculos públicos y privados.
Como fenómeno manifiesta acción de una fuerza. Es así, que las razones de Estado, en el marco de una legalidad determinada, recortan las trasgresiones y
los castigos presentes en toda situación bélica.

La gestación del declive de la figura paterna a comienzos del siglo XX ha conducido y producido la descomposición de los ideales que funcionaban
temperando la agresividad y tensión propias de la civilización. Freud, en “El malestar en la cultura”, advierte tempranamente los riesgos de la desmezcla
pulsional: sin la barrera con la que opera la pulsión de vida, la pulsión de muerte se expresa como la tendencia a la destructividad característica de los
hombres. En psicoanálisis, la agresividad es propia de la relación imaginaria especular. En cambio, la destructividad se inscribe en otro registro. Freud la
plantea como la expresión de la pulsión de muerte en tanto atraviesa la imagen y se dirige al ser del otro.

Para Foucault, la norma permite fundar y legitimar cierto ejercicio del poder. Entonces, lo normal se opone a lo anormal, no a lo patológico. La salud deja
de ser considerada como un concepto universal para empezar a contemplar las particularidades. La adaptación corresponde a la normalidad, sin embargo
puede no estar sano. El límite entre lo normal y lo patológico es impreciso. Si se considera la diversidad, la frontera entre normal y patológico tiene que ser
examinada en la singularidad de cada sujeto. En definitiva, la norma es el elemento disciplinario regulador de las relaciones sociales. Canguilhem rechaza
definir lo normal o patológico en relación a la adaptación. Lo normal es un ideal y la salud, una ficción.

Para castigar debe determinarse la racionalidad intrínseca del crimen mismo, característica de toda la mecánica penal desde el siglo XIX a la actualidad.
Progresivamente, el código y la ley se orientan hacia la referencia y hacia el saber psiquiátrico. El psiquiatra poco a poco se va convirtiendo en juez y el juez
en médico. Por lo tanto, se desplaza nuevamente la cuestión: en lugar de recaer la sanción penal sobre un sujeto de derecho reconocido como responsable,
estamos frente a un individuo peligroso, inadaptado o enfermo, al que hay que corregir y normalizar.

Actino out y pasaje al acto: En tanto acting implicaría la caída del fantasma para que el otro mire. Hay 3 momentos en el acting out:

1. Idea inicial

2. Momento de reflexión (ausente en el pasaje al acto, lo que conlleva la ruptura y posterior caída del Sujeto de la escena)

3. El acto propiamente dicho.

Se trata de destruir a quien es la sede de la alienación imaginaria. Lo inmotivado conduce al examen de la lógica, que se orienta al pasaje al acto homicida.
El acto mismo de matar marca un antes y un después, un punto de discontinuidad, cambia la posición del sujeto.

El pasaje al acto es una noción procedente de la clínica psiquiátrica clásica, introducida en el siglo XIX por la criminología. Luego, se incluye y abarca
fenómenos muy variados entre sí dando lugar a que se diluya la distinción entre normal y patológico.

Rasgos del pasaje al acto: modo temporal de la urgencia, con la característica subjetiva de perentoriedad. En su conducta observable se observa una
discontinuidad. Primero, el pasaje al acto, después, su construcción. Puede servir a una modificación de la economía subjetiva. Cuando puede ser
reconstruido, se comprueba que es desencadenado por palabras o frases. Tiene su coyuntura dramática y sus coordenadas significantes. Es un intento de
resolución de lo que Lacan denominó un “callejón sin salida subjetivo”. Se presenta en las diversas estructuras clínicas pero su función no es la misma en
cada una de ellas. Dentro del pasaje al acto se puede distinguir una dimensión de necesidad de la estructura y otra, de contingencia.

2- Crimen y castigo

Los actos de un individuo no son sin consecuencias, sea tanto para ellos mismos como para otros. En el caso de un crimen, será prioritario situar la
posición de quien lo ejecuta en relación a lo acontecido. La responsabilidad invocada desde la legislación no es la misma que la argumentada desde el
psicoanálisis. Para Foucault, la responsabilidad y la culpa son las 2 reglas ordenadoras del derecho.

Delito hace referencia a algo más genérico, mientras que crimen sugiere una acción más grave y específica realizada en contra de las personas. El delito
puede definirse como una conducta antijurídica, culpable y punible, que una sociedad decide sancionar. Es una conducta (acto humano voluntario destinado
a un fin) típica (prevista en las leyes penales), antijurídica (no debe haber ninguna otra norma jurídica que permita realizarla), culpable (que el sujeto haya
actuado de forma tal que pueda reprochársele la conducta) y punible (que la ley no prevea una excusa absolutoria). La ley establece diferentes categorías a
efectos de lograr una regulación de la pena, frente a un acto criminal las legislaciones vigentes determinan la eventual culpabilidad del acusado y cuál es el
castigo a aplicar. El homicidio puede ser, entonces:

• Doloso. Directo, según se quiera matar específicamente a alguien; indirecto, si se termina matando a otra persona a sabiendas de que también
vaya a morir, en el caso del segundo): eventual, producido cuando se desconoce si el otro está presente y el acto es llevado a cabo de todas formas

• Involuntario, Culposo o Negligente, cuando aun conociendo el posible resultado de la muerte del individuo cree poder evitarlo pero falla y ésta
se produce

• Preterintencional, referido a las intenciones del homicida, quien en principio buscó el perjuicio de una persona, sin pensar que esta acción podría
llegar a causar su muerte.

Alevosía: empleo de medios o modos de ejecución que tiendan directa y especialmente a asegurar la comisión de un delito. Casos en los que se aprovecha
de la particular situación de desvalimiento e indefensión del agredido. Usualmente presupone meditación.

Ensañamiento: alude a una intención deliberada e inhumana, de acrecentarle el dolor a la víctima.

La responsabilidad penal: el juez debe tener en cuenta la conjunción de 2 elementos, la inteligencia o discernimiento del individuo (noción de bien y de
mal), y la libre voluntad o libertad. Todo factor que prive de una u otra condición suprime la imputabilidad. Se denomina libre albedrío a la fuerza o facultad
que permite elegir entre 2 actos y deja al hombre en una indeterminación activa que puede ser: de iniciativa, de especificación, de contrariedad.

La psiquiatría se interesa por el abordaje de estos problemas e intenta responder a la pregunta acerca de quién es imputable y quién no lo es. Quien
delinque a causa de una enfermedad es incapaz de comprender lo ilícito de su actuación o, conociéndolo, es incapaz de inhibirse, no será considerado
responsable ni culpable. En caso de comprobarse la alienación mental el tribunal puede ordenar la reclusión en un psiquiátrico durante el tiempo que juzgue
conveniente.

Quien comprende la criminalidad del acto o dirigir de sus acciones es condenado imputable. Por ello, la culpa jurídica se presenta y adviene luego de
cometido el crimen, cuando a través del juicio, el individuo se vuelve responsable de su acto. Es responsable así, quien tenga la capacidad para sufrir las
consecuencias del acto delictivo.

La culpa como fenómeno y como estructura: Para el psicoanálisis, la falta que da cuenta tanto de la “castración” freudiana como de la inclusión del Sujeto
en la estructura es subjetivada necesariamente como culpa por parte de un Sujeto, sea este neurótico o no. El sentimiento de culpabilidad no se deriva de
ninguna experiencia vivida o acontecida sino de un afecto producido por la misma estructura: con ese afecto se intentará cubrir la falta en el Otro. Así, la
culpa se vuelve la causa que precede al crimen, y el castigo que recibe el criminal es el efecto buscado inconscientemente. Tiene carácter causal pero
también es inconsciente y desconocido. Aquí, la culpa freudiana no coincide con la cristiana. Una de las formas de tratamiento de la culpa a nivel
fenoménico es la creación del síntoma.

La culpa entonces tiene un carácter estructural, pivotea entre el deseo y el goce. Desde la perspectiva del Psicoanálisis, la culpa puede ser entendida como
aquello que empuja al Sujeto al asesinato sin que el yo o la persona que lo lleva a cabo sea conciente de ello antes, durante o después de su acción. Se trata
de una culpa sin reconocimiento yoico, ni afirmada en una verdad, sino desconocida e Inconciente: una “culpa-goce”.

El Psicoanálisis subvierte la concepción popular de la culpabilidad al introducir la noción de sentimiento Inconciente de culpabilidad. Freud explica que el
acto delictivo es el efecto de una conciencia de culpa que lo precede. La culpa es, entonces, anterior al acto. Los sentimientos de culpa que emergen a causa
de los deseos edípicos de poseer a la madre y matar al padre hacen de todo neurótico un criminal. En ese sentido Freud invierte la relación: no se es
culpable después de haber cometido el acto sino que es la culpa Inconciente es la que lo empuja al mismo.
En contraposición al ámbito jurídico, el Psicoanálisis diferencia responsabilidad de culpa, al conceptualizar ésta última como un factor estructural. Si la
culpa funciona como causa, la responsabilidad es el efecto. Esto significa que la responsabilidad, en un sentido amplio, es la respuesta del Sujeto ante la
culpa estructural. Es el Sujeto mismo de la culpa, por lo que no es el yo la instancia que la reconozca. En definitiva, la responsabilidad analítica resulta de
cómo haya sido abordada la culpa en un análisis. En este marco, la noción de responsabilidad se identifica con la de respuesta y ésta, a su vez, con la de
Sujeto.

Freud afirma que el criminal busca ser castigado y que dicha sanción lo torna responsable. El sentimiento Inconciente de culpa es sustituido por el de
necesidad de castigo. El castigo se vuelve necesario no para el yo, sino como una necesidad estructural.

3- El concepto de responsabilidad en psicoanálisis:

Si bien la culpa es estructural del sujeto, no siempre deviene en una conducta delictiva. Al mismo tiempo, debemos diferenciar culpa de culpabilidad. El
sujeto es siempre responsable en tanto responsabilidad subjetiva, sin embargo, la responsabilidad jurídica, es la responsabilidad de una conducta delictiva
teniendo conciencia y voluntad de lo que se está haciendo.

Desde un punto de vista filosófico la responsabilidad puede ser definida como la aptitud para asumir las consecuencias de los propios actos. Si alguien es
considerado responsable de haber cometido un crimen, puede ser castigado; de lo contrario, debe recibir un tratamiento. La criminología actúa de modo tal
que, al atenerse al diagnóstico de enfermedad mental, produce una suspensión del estado de derecho de un Sujeto. El Psicoanálisis, por el contrario, supone
un tratamiento dirigido a un Sujeto de derecho al que siempre se considera responsable de sus actos y capaz de tomar una posición frente a ellos,
independientemente de su enfermedad.

Resulta necesario precisar el grado de alienación mental padecido por una persona para poder establecer entonces, la respuesta que la sociedad otorgará
al crimen cometido. El problema de la responsabilidad ocupa un lugar importante en la criminología. A partir del concepto de responsabilidad penal puede
establecerse si un sujeto fue capaz de actuar con discernimiento.

En la medida en que el interés pasa del crimen al criminal, la pena será concebida en la perspectiva de una corrección del criminal o de una protección a la
sociedad. Tanto Lacan como Foucault se oponen a la idea de que el castigo conduce a la deshumanización del criminal. Castigo no significa necesariamente
prisión, sino una sanción que actúe de modo tal que el sujeto no quede por fuera de su acto y, al mismo tiempo, pueda apropiarse de aquello que produce
una discontinuidad en su existencia.

Para Lacan el sujeto siempre es responsable de sus actos, pero no significa que sea culpable en relación a la sanción que convoca. Debe considerarse que
los aportes teóricos del psicoanálisis no tienen como fin la objetivación del crimen, en el sentido de una eliminación o reducción de la participación del
sujeto. En el contexto analítico cabría preguntarse cómo reconoce el analista la responsabilidad de un Sujeto y si acaso equivale al reconocimiento del yo. El
asentimiento subjetivo tiende a ubicarse en el “yo reconozco”, pero la responsabilidad para el Psicoanálisis no es yoica sino que atañe al Sujeto y éste es, en
sentido estricto, un efecto. Los criminales no suelen preguntarse por qué matan.

Cap. Los Nombres del Mal. Algunas Reflexiones del Serial Killer – “Entre la Psico y el Derecho”

En la historia la ejecución de las penas impuestas a los homicidas no difería notablemente de las prácticas por ellos efectuadas, provocando en el público
sensaciones explícitamente gozosas y notablemente ambivalentes. Algunas de las prácticas llevadas a cabo en campos de concentración para la muerte de
los prisioneros conservaban características propias del ritual, condición necesaria para el homicidio serial.

Varios factores ambientales podrían incidir en manifestaciones de violencia, discriminación, consumo de drogas y delitos: falta de educación, desempleo,
desamparo social, guerras. Sin embargo, los homicidas en serie no se ajustan a estas justificaciones, pero al mismo tiempo podemos decir que cualquiera de
nosotros puede ser uno de ellos. El hombre es la única criatura del planeta con capacidad de controlar los dictados de su herencia genética. Puede negarla,
dominarla y cambiarla. Es expresión de su libre albedrío y razón para desconsiderar la excusa genética para el homicida. La sociedad es la forma de controlar
al criminal, pues el criminal y la víctima son el mismo: nosotros.

El término homicida serial es la denominación que cabe a quienes matan en forma reiterada, con intervalos entre uno y otro episodio, sin motivación
aparente, ejecutando al menos tres episodios de homicidio, sin tener en cuenta la cantidad de víctimas implicadas en cada episodio.

El Centro Nacional de Crímenes Violentos estableció tres categorías:

- Asesinato en masa: cuatro o más víctimas, en un mismo sitio en una misma acción, en una única explosión de violencia momentánea. El mass
murderer es el prototipo del sujeto llevado por una situación real o imaginaria al límite de su resistencia mental (ej.: Barreda). Generalmente es detenido o
muerto, a veces por su propia mano, y sus víctimas suelen ser personas de su entorno, a las que conoce y culpa de su situación, o a perfectos desconocidos
que pasaban por allí.

- Spree killer: son varios homicidios en distintos lugares en una misma acción. Lo efectúa en un lapso relativamente breve. Se halla más cerca del
homicida en masa que del serial; sus actos suelen responder a un mismo impulso momentáneo, y sus víctimas son desconocidos que se “interponen” en su
camino.
- Homicida serial: escoge a sus víctimas cuidadosamente, actúa con predeterminación y procura seguir haciéndolo, sin ser detenido, el mayor
tiempo posible. Con mucha frecuencia son inteligentes, con coeficientes intelectuales superiores al resto de los criminales comunes, y aun comparándolos
con el resto de la población no criminal. La mayoría de ellos procede de clase media, generalmente con una infancia en apariencia normal, algunos han
sufrido malos tratos a manos de sus padres o su relación familiar ha sido insatisfactoria. Parecería que lo que ha convertido al homicida en serie es la
encarnación del caos, no es solo su naturaleza patológica o su clasificación policial, sino más bien el hecho de condensar en una entidad, al mismo tiempo
real y ficticia, las obsesiones, preocupaciones, debates morales y socioculturales de la época.

A diferencia de los homicidios ordinarios que se cometen con mayor frecuencia con armas de fuego, en los homicidios seriales existe un mayor contacto
víctima y victimario, utilizándose armas blancas, estrangulamiento a mano o lazo, y apaleamiento. Es muy frecuente la tortura seguida de muerte, debido a
una motivación sádica; en otras ocasiones, la muerte se constituye en un mecanismo para obtener un cuerpo con fines necrofílicos. Puede ser la tortura el
fin propuesto, pero la víctima sucumbe a la misma y se produce la muerte o se la elimina como testigo eventual. La naturaleza sádica intrínseca con
fascinación por la dominación violenta y la tortura parece estar presente desde la niñez.

La planificación se refleja en las acciones del criminal; estas tienden a ser metódicas y sugieren una conducta ritualizada, donde el control, la dominación y
el poder son las motivaciones más frecuentes. La escena del crimen tiende a reproducir la fantasía articuladora del hecho, en elementos como la postura del
cuerpo, su vestimenta, forma de la muerte, inscripciones o mutilaciones, etc. La fantasía juega un gran papel en la vida y las motivaciones de los homicidas
seriales, es usada como una muleta, y copia ese mecanismo día a día, en función de esta situación.

La primer muerte llevada a cabo por un homicida serial constituye una experiencia de profunda conmoción psíquica y de profundo goce, centrado en la
ejercitación del poder y control sobre la víctima; el clímax allí encontrado funciona como disparador de la compulsión de repetición. A través de la respuesta
provocada en la relación que se establece a partir de la crueldad inicial, se moviliza un mecanismo de retroalimentación entre excitación y tortura psíquica y
física.

Algo similar ocurre con la emoción que acompaña a la idea de la acción y los riesgos: cada vez produce formas más evidentes y peligrosas para su
seguridad. El desafío acompaña a la satisfacción del acto y sus consecuencias. El riesgo se hace atractivo para ellos y cuánto más lejos vayan más consideran
que no pueden ser apresados: el homicida comienza a presumir de sus habilidades y, a menos que tome mayores riesgos, la emoción no se incrementa;
como resultado pueden dejar los cadáveres en lugares cada vez más obvios o colocarse él mismo en situaciones peligrosas.

La base para la transformación de un sujeto en un delincuente sádico debe buscarse en sus experiencias infantiles más tempranas. Provienen de todas las
clases sociales, pertenecen a familias inadecuadas en mayor o menor grado, y con características centrales comunes. Los que fueron aprehendidos han
relatado sufrir castigos en la infancia, ser sujetos a una disciplina injusta y arbitraria, hostilidad, abusos de todo tipo y fundamentalmente inconsistencia
familiar. Esta inconsistencia es un punto común entre los homicidas seriales y los adictos sexuales, con padres, abuelos, tutores o guardianes legales no
continentes y prescindentes con, además, expectativas adultos para jóvenes y niños; este elevado nivel de exigencia parece tener un valor fundamental en el
desarrollo de la personalidad de estos personajes.

En el homicida en serie se da una inconsciente repetición de actos que recuerdas estados primigenios del hombre y de las sociedades, tales como el
canibalismo, la conservación de trofeos, la limpieza ritual de los cadáveres, el vampirismo u otros comportamientos similares.

Hay siete fases del comportamiento compulsivo de los asesinos seriales:

1- Fase áurea: el proceso se inicia al retraerse el sujeto a su mundo fantasmático. Se debilita su contacto con la realidad y aparece una exigencia
compulsiva al liberarse de sus fantasías.

2- Fase de pesca: se inicia la búsqueda de la víctima; según su grado de organización, puede determinar un lugar propicio para hallar su blanco o
simplemente toparse con él.

3- Fase de seducción: a veces ataca sin advertencia en la calle o forzando una cerradura, pero con frecuencia siente y busca el placer generando una falsa
situación sentimental; o bien burla las defensas de la víctima con la promesa de algo deseado por ella.

4- Fase de captura: cierra la trampa, observa las reacciones aterrorizadas como parte del juego sádico.

5- Fase del homicidio: cuando el crimen es el sustituto del sexo, la muerte es el clímax de la situación que se iniciará con su fantasía. Muchos pueden
experimentar un orgasmo en el momento del deceso de su víctima.

6- Fase fetichista: el goce es intenso pero transitorio; el homicida lo extiende en el tiempo, más específicamente hasta el siguiente hecho, llevando una
prenda de la víctima que ha de funcionar como fetiche.

7- Fase depresiva: después del crimen el autor presenta una etapa depresiva, que puede generar en él profundas fantasías suicidas, que generalmente son
transformadas en un nuevo deseo de matar.

“Los que delinquen por conciencia de culpa” – Freud


Hay acciones que se consuman por estar prohibidas y su ejecución va unida a cierto alivio anímico para el malhechor. El delincuente sufría de una
acuciante conciencia de culpa de origen desconocido y después de cometer la falta esa presión se aliviaba, por lo cual la conciencia de culpa quedaba
ocupada de algún modo. Aquí la conciencia de culpa está antes que la falta, por lo cual la falta provenía de ella, a diferencia del ámbito jurídico que piensa al
sentimiento de culpa como posterior a falta, producto de la reflexión. A estas personas es lícito designarlas como “delincuentes por consciencia de culpa”.

El sentimiento de culpa brota del complejo de Edipo, es una reacción frente a los 2 propósitos (matar al padre y tener comercio con la madre): ante esto el
delito cometido para fijar el sentimiento de culpa, es un alivio para los martirizados.

En ciertos niños, puede observarse que se vuelven “díscolos” para provocar un castigo, y una vez que acontece, quedan calmos y satisfechos. Es el
sentimiento de culpa que les ordena buscar el castigo

“La práctica profesional del psicólogo en el ámbito penitenciario” – Iglesia, Rojas, Llul

La Psicología Jurídica es un campo que surge de la intersección teórico-práctica entre el discurso de la Psicología y el Derecho, mediatizada por la
acción del Estado. La Psicología se centra en el desarrollo de la práctica específica del psicólogo, de su modalidad de trabajo en la institución penitenciaria y
post-penitenciarias. Las tareas que efectúan los psicólogos:

- Evaluación, diagnóstico, pronostico, tratamiento de la personalidad, recuperación, conservación y prevención de la salud mental.

- Emisión, evaluación, expedición y presentación de certificados, consultas, asesoramientos, estudios, informes.

- Aconsejar la internación de personas que presenten riesgos para sí mismos o para terceros.

- Proteger a los examinados asegurándoles que las pruebas y resultados que obtengamos se utilizarán de acuerdo a normas éticas y profesionales.

- Guardar el secreto profesional.

La práctica del psicólogo en el campo penal, en los programas psico-educativos, en relación a las penas y las medidas: deben ser profesionales en la
temática, con capacitación y entrenamiento específico. Las tareas están orientadas al conocimiento, desde una perspectiva psico-social de los delincuentes,
con el objetivo de facilitar el desarrollo de las capacidades reflexivas, y posibilitar un proceso de cambio y modificación de sus tendencias antisociales, para
que no se produzca reincidencia. Se espera que asuman su responsabilidad subjetiva respecto al proceder delictivo.

El fin de la pena privativa de la libertad

El fin de la pena consiste en lograr que el interno adquiera la capacidad de respetar y comprender la ley, procurando la reinserción social,
promoviendo el apoyo y la comprensión de la sociedad. Hay un eje: 1) individual: idea de adquirir algo que no se tiene; 2) social: la inserción no depende
solo del actor, sino del tejido social que lo aloje.

El objetivo de la pena interpela a un actor en su posición respecto a la ley y a la sociedad, en tanto deba acompañar la reinserción social del
interno tras la adquisición de la capacidad de respetar y comprender la ley.

Programa de tratamiento individual

El psicólogo interviene a través de él, en un tratamiento penitenciario. El tratamiento es individual, interdisciplinario, obligatorio y progresivo. Se
diseña después de la evaluación personalizada. El objeto es la reinserción social, y por eso el tratamiento debe incluir ejes que contemplen la promoción,
gestión y fortalecimiento de recursos. Pilares: trabajo, educación, relación con el medio social-vincular, salud.

El tratamiento comprende el conjunto de actividades terapéutico-asistenciales dirigidas a colaborar con la reinserción, contemplando aspectos
voluntarios y obligatorios. Es individualizado y programado de acuerdo a características personales, e integrado por un conjunto de acciones que le brinden
oportunidades de cambio observables en la evaluación de su evolución. La evolución del tratamiento dependerá de la modificación de aquellos aspectos de
la personalidad delictivos.

En el seguimiento, control y evaluación de dicho tratamiento intervienen distintas áreas:

1) Sanidad: medidas higiénico-dietéticas, atención médica (enfermedades, medidas de tratamiento y control).

2) Educación: depende del nivel de instrucción alcanzado por el interno y el tipo de actividad educativa que desea recibir. Pueden ser: primario,
escuela especial de adultos, nivel superior, estudios formativos, biblioteca, etc.

3) Trabajo: Se tiene en cuenta la capacitación laboral que posee, y la que desea recibir; en base a eso se aconseja la actividad laboral más
conveniente. El trabajo es remunerado, se respeta la legislación laboral y de seguridad social vigente. Ejemplos: comestibles, herrería, carpintería, etc.
4) Asistencia religiosa: responderá a las necesidades y al credo del individuo.

5) Relaciones familiares-sociales: se evalúan primeros los vínculos intra y extrafamiliares, promoviendo el acercamiento de ciertos vínculos e
intentando mejorar los sistemas comunicativos familiares.

Para el diseño del tratamiento se tienen en cuenta: 1) Relevamiento del pasado criminológico: para aquellos que son reincidentes, se debe pensar las fallas
de tratamientos anteriores. 2) Considerar la influencia del sistema penitenciario, esto es, los efectos sobre la personalidad del sujeto en el aquí-ahora.

El consejo correccional

Es un organismo colegiado que integra las distintas áreas que intervienen en el tratamiento penitenciario. Las áreas donde trabajan el psicólogo
son la asistencial y la criminológica. Este organismo evalúa trimestralmente la adherencia al tratamiento. Dos aspectos: a) calificación de la conducta:
observancia al marco normativo que permite la adecuada convivencia; b) calificación del concepto: el grado de cumplimiento de los objetivos.

La progresividad del Régimen Penitenciario

La progresividad implica atravesar diferentes períodos o fases, cada uno de los cuales tiene sus propios objetivos. Es un proceso gradual, flexible,
que permite al interno avanzar paulatinamente hacia la recuperación de su libertad. Su base imprescindible es un programa de tratamiento interdisciplinario
individualizado.

Períodos:

1. De observación:

Evaluación psicológica, psiquiátrica, social y legal  se lleva al diagnóstico criminológico (dinámico y evolutivo). Diagnóstico  comporta una hipótesis
etiología de la conducta delictiva, marca las estrategias de tratamiento, permite inferir un pronóstico de la reinserción social.

2. De tratamiento:

Verificación semestral que está fraccionada en fases: socialización, consolidación, confianza. Se promueve el abandono de sectores cerrados, y la inclusión
en secciones semiabiertas, abiertas o separadas.

3. Período de prueba:

Posibilidad de que el interno sea trasladado a establecimientos de bases autodisciplinarias. Comienzan las salidas transitorias, y la incorporación el
régimen de semilibertad.

4. Período de la libertad condicional:

Se inicia por orden del Juez, pero debe contar con informes donde se incluyan los dictámenes criminológicos desde el inicio de la pena.

Historia criminológica

- Evaluación y diagnóstico de la personalidad. Indicaciones para tratamientos individuales y/o familiares. Cómo va a afectar la dinámica
institucional al interno, vínculos, modalidad de comunicación, afectividad.

- Evaluación y diagnóstico de la salud.

- Observaciones y diagnóstico sobre la familia.

- Recorrido vital del interno en el mundo circundante (familia, entorno social, escolaridad).

- Antecedentes educacionales: nivel de estudio, si presenta dificultad para el aprendizaje.

- Referencias culturales y deportivas: constitución de grupos, equipos, participaciones.

- Estudio de los delitos que haya cometido (versión del protagonista).

- Historia laboral en la unidad penitenciaria. El trabajo es parte fundamental del tratamiento, constituyendo un derecho y un deber, con positiva
incidencia en su formación.
- Estudio victimológico: síntesis que permita arribar a una hipótesis de la conducta delictiva y que ofrezca un pronóstico de reinserción social
(génesis de la conducta delictiva).

Caso Ramón:

Es un hombre analfabeto que nunca estudió, que abusa de la hija adoptiva de 12 años por parte de la mujer. Dice que ésta lo habría provocado, que por su
ignorancia y analfabetismo no sabe nada. Por esto lo condenan a 13 años de prisión.

No sabe cuándo nació, ni fecha ni lugar. Fue abandonado y fallecieron tanto sus padres biológicos como adoptivos, quienes nunca se habrían hecho cargo
de él. Debido a sus peleas callejeras es internado en un instituto de menores. Se escapa y vuelve a Liniers. Vivía prácticamente en la cárcel haciendo changas.
Primero trabajo cuidando autos, luego descargando mercadería de camiones y posteriormente terminó trabajando (limpieza) en un club de barrio y viviendo
ahí, donde conoce a la que será su mujer, con quien tendría dos hijas (ella ya tenía una hija por su parte, que es de la cual abusa).

El sujeto realizó tocamientos, manoseos e introducción de elemento contundente en la vagina de la niña, en reiteradas ocasiones y por un tiempo
prolongado, bajo amenaza de abuso de autoridad y siendo la persona encargada de su educación y guarda. Sostiene que la menor dormía en una cama que
se encontraba separada por una cortina de la cama matrimonial, y que la niña miraba cuando ellos tenían relaciones sexuales y que luego quería imitar eso.
Intenta así depositar la responsabilidad en la menor. Hay que destacar que él sería el padrastro de la niña, o sea que cumple la función simbólica de padre,
con la consiguiente significación psicológica de la que está cargado el delito.

Examen psiquiátrico - Diagnóstico: retraso mental, parafilia, perversión.

Informe psicológico: ha sufrido un doble abandono, negándole contención y afecto, conductas perversas y una mala introyección de normas morales. Con
respecto al delito minimiza su responsabilidad proyectando en el otro el motivo de su accionar.

Diagnóstico: personalidad débilmente estructurada con rasgos perversos.

Tratamiento: Cárcel, iniciar la escuela primaria, aprender un oficio, tener apoyo psicológico.

Prácticos °5 y 6

Cap. Práctica pericial – “La Psicología en el Campo Jurídico”

Práctica Pericial

Psicología forense: rama de la psicología jurídica en la que ejerce el psicólogo. Disciplina o especialidad del quehacer psicológico que, encuadrada en las
normas jurídicas vigentes, con métodos, técnicas y procedimientos específicos, trata de dar respuesta a las cuestiones que hacen al saber psicológico en el
marco del ámbito tribunalicio.

Objeto de estudio: entrecruzamiento de dos discursos: el psicológico y el jurídico. Mejora el ejercicio del derecho. No es psicoterapia porque no previene
ni cura, sino que asesora. Es el estudio de las personas y grupos desde su necesidad de desenvolverse dentro de ambientes regulados jurídicamente, así
como de la evolución de dichas regulaciones.

El rol del psicólogo en el ámbito forense: Dentro del ámbito tribunalicio, la inserción del psicólogo se da en el rol de perito.

Perito: Designa al sujeto experto que poseyendo determinados conocimientos científicos, artísticos o simplemente prácticos, es llamado por la justicia
para dictaminar sobre hechos cuya apreciación no puede ser llevada a cabo sino por aquel que, como él, es poseedor de tales nociones muy especializadas.

El profesional que realiza esta tarea es un auxiliar de la justicia (no es un testigo que narra lo que vio y porque puede el perito ser sustituido por otro),
porque colabora para que el juez se forme un panorama acabado sobre los hechos en examen haciendo uso del estado del arte, a los que aplicará el derecho
vigente.

Pericia psicológica: estudio profundo de la personalidad o psiquismo de un sujeto determinado en un momento específico, que se realiza en el contexto de
un proceso judicial con la finalidad de esclarecer y explicar cuestiones inherentes a los aspectos psicológicos de aquél. A su vez, es un método para
comprobar un hecho o una conducta, un estado o una consecuencia de una conducta. Es un pedido de carácter científico que el juez hace a un psicólogo
para que valore científicamente un hecho en controversia con las partes, considerando que el psicólogo tiene conocimientos científicos útiles y provechosos
en relación al hecho controvertido.

Tipos de perito: Cualquier sea el tipo de perito, debe ser introducido legalmente en el proceso para que su dictamen sea válido, es decir, aceptando el
cargo, quedando sometido a la autoridad del tribunal y contrayendo obligaciones.
• Perito oficial: es el profesional que trabaja en relación de dependencia con la justicia. Puede desempeñar su labor en la asesoría pericial o en un
juzgado, como funcionario con un cargo permanente para desempeñarse cada vez que sea elegido en los casos concretos.

• Perito de oficio: para desempeñar este rol el psicólogo debe inscribirse en las listas que están en las Cámaras de Apelaciones de los diferentes
fueros, la cual se renueva cada año. Su relación con la justicia es un contrato para actuar en determinado juicio, para lo cual es convocado por el juez.

• Perito de parte: Propio del fuero penal: su función está reglamentada en el Código de Procedimiento Penal, es nombrado por el juez a pedido de
alguna de las partes y tiene rol pericial, es decir, debe realizar la aceptación del cargo y presentar un informe.

• Consultor técnico: Propio del fuero civil. Su actuación está reglamentada por el Código de Procedimientos Civil. Es autorizado por el juez a
instancia de alguna de las partes. No tiene obligación de realizar aceptación formal del cargo ni de presentar informe. Actuará como veedor que presencia la
administración de las técnicas y podrán elevan cuestionamientos sobre lo concluido por el perito oficial, pudiendo presentar informe si lo desean.

Cualquier sea el tipo de perito, debe ser introducido legalmente en el proceso para que su dictamen sea válido, es decir, aceptando el cargo, quedando
sometido a la autoridad del tribunal y contrayendo obligaciones.

La pericia en los distintos fueros:

Fuero Civil: se tramitan juicios por daños y perjuicios, juicios por insania y todo lo relativo al derecho de familia. Es frecuente que en los juicios por daños y
perjuicios se nos pida la evaluación psicológica de la persona para poder inferir si hay o no daño psíquico, siendo para esto necesaria la evaluación de las tres
áreas psíquicas (afectiva, volitiva e intelectual). En los juicios de insania podemos nombrar juicios por incapacidad civil, entendida como la falta de aptitud
para gozar o ejercer un derecho. En el juicio se tratará justamente, de probar el estado de salud mental de la persona en cuestión. Los juicios de
inhabilitación hacen referencia a enfermos mentales que no justifiquen la declaración de demencia. Cuando la persona se ha curado de su enfermedad
puede tramitar el juicio de rehabilitación, en el cual se reintegra el pleno ejercicio de sus derechos civiles. En los juicios de familia evalúa condiciones
psicológicas de los integrantes de las familias.

Fuero de Menores: El fuero de menores interviene: cuando los menores son autores de un hecho ilícito; cuando los menores se hallan en peligro material
o moral, en situación de abandono, o sean víctimas de un delito por parte de los adultos responsables de su cuidado. En ambos casos el Estado tutelará a los
menores, para lo cual requerirá de equipos interdisciplinarios. Los mismos realizarán informes para mandarle al juez. Al psicólogo se le solicitará un informe
acabado acerca de las esferas volitiva, afectiva e intelectual. En base a dicho informe, el magistrado puede evaluar qué es lo más conveniente para el menor
(puede decir internación, cambio de guarda, etc)

Fuero Laboral: Juicios atinentes a las relaciones entre empleados y empleadores y, en general, los reclamos son de índole económica. Dichos reclamos
están basados en secuelas que el empleado sufre. El empleado, por tanto, solicita una indemnización. Como psicólogos somos llamados a contestar puntos
de pericia en relación a daño psíquico.

Fuero Penal: Intervenimos como peritos para evaluar la personalidad de aquellas personas que son imputadas de haber cometido un delito. La pericia es
solicitada en general al Cuerpo Pericial Oficial, cuando el juez debe evaluar si la persona es imputable o inimputable. Si es imputable, pueden existir
atenuantes como la emoción violenta. Si se debe evaluar la posible inimputabilidad se deberá realizar un psicodiagnóstico a los efectos de inferir si pudo
comprender la criminalidad del acto o no. Se nos puede solicitar a los peritos psicológicos acerca del concepto de peligrosidad: probabilidad de que un
individuo pueda cometer o vuelva a cometer un delito.

Proceso Pericial:

Comienza con la aceptación del cargo para el cual el perito es asignado y termina con la contestación a los requerido por las partes litigantes en el proceso
y el juez que interviene hubiere “corrido traslado” (ordenó que se avisara al perito de la presentación efectuada). A estos avisos (traslado), el perito debe
contestar. Las partes pueden pedir explicaciones, impugnaciones o ampliaciones cuantas veces quieran y es el juez el que puede limitarlas.

1. Disposiciones legales:

El perito de oficio es notificado de su designación en una causa por medio de una cédula de notificación judicial y tiene tres días hábiles para concurrir al
Tribunal, solicitar el expediente y aceptar o no el cargo. Si no, será reemplazado por otro.

El perito deberá realizar su dictamen de acuerdo a los puntos de pericia propuestos por las partes y por el juez. Si no hay un plazo estipulado, tiene 15 días
para presentarlo. Si no lo presenta será removido y puede ser condenado a pagar los gastos y perjuicios que su actitud ocasionare a las partes.

El actuar del perito psicólogo: Para poder realizar el informe pericial el psicólogo deberá realizar dos trámites prioritarios:

A) la consulta del expediente judicial: allí deberá buscar los nombres de todos los intervinientes en el caso ya que allí podría encontrar una causa de
excusación
B) el contacto con los puntos de pericia propuestos por las partes y/o por el juez para ver qué se le demanda. Debe responder únicamente aquellos
propuestos y/o autorizados por el magistrado. Su función en sí será realizar una descripción y comprensión profunda y compleja de la personalidad de un
sujeto vinculado a un proceso judicial.

2. Metodología e instrumentos para responder a los puntos de pericia: Los puntos de pericia son las preguntas que debe responder específicamente el
perito, para lo cual elegirá la metodología y los instrumentos que tengan mayor validez y confiabilidad. Estas metodologías deben responder a un plan de
estudio sistemático y tan completo como sea posible. El psicólogo recurrirá a:

I) entrevistas libres y semi-pautadas

II) administración de técnicas de evaluación psicológicas por las cuales estudiará aspectos manifiestos y latentes.

El proceso psicodiagnóstico debe ser especialmente diseñado para el caso concreto ya que las conclusiones deberán responder a interrogantes también
específicos. La pericia estará a cargo del perito designado por el juez. Los consultores técnicos, las partes y los letrados podrán presenciar las operaciones
técnicas que se realicen y formular las observaciones que considera pertinentes. En el caso de que la norma no sea respetada por el Perito de oficio, la
pericia podrá ser declarada nula porque se ha violado el derecho de defensa en juicio. Puede acarrear consecuencias personales (pago de multas) como
profesionales (remoción del cargo, pérdida de honorarios, suspensión del listado de oficio, etc.) para el perito. Pero la presencia de terceros debe ser
administrada por el Perito de Oficio. Incluso, al final de realizarse la pericia con el peritado, se puede realizar una deliberación en el caso de la inclusión de
los peritos de parte y muchas veces la reunión deliberativa se reduce a que los peritos de parte presten consentimiento o no, con su firma al informe
elaborado por el perito oficial. Esta deliberación se lleva a cabo con motivo de llegar a conclusiones más acabadas que las que puede aportar una sola
persona y porque los elementos obtenidos en el proceso pericial son de incumbencia e interés para todos los peritos. Implica trabajar en función de los
protocolos de los test y su análisis por parte de todos los peritos y la correlación del material obtenido con las entrevistas a las que concurrieron. Cuando
esto no suceda, el perito de parte deberá denunciar la anomalía pidiendo la inmediata presencia del juez en el recinto pericial o planteando la nulidad de la
pericia.

3. Deberá elaborar conclusiones diagnósticas, las cuales deberás ser procesadas y reelaboradas teniendo exclusiva directriz la finalidad específicamente
forense del proceso pericial.

4. Redacción de un informe o dictamen pericial:

Detalla las conclusiones e hipótesis diagnósticas científicamente alcanzadas, por medio de la articulación de inferencias clínicas diagnósticas con los datos
de la causa judicial. Todo el material recopilado para la realización del informe psicológico pericial, deberá ser reservado y quedará a disposición en el caso
de que surjan pedidos de aclaración o impugnación por algunas de las partes o el juez. En el informe deberá plasmar:

• Descripción de la persona objeto de la pericia y estado psíquico de la misma

• Relación detallada de las operaciones practicadas y de los principios científicos en que se funden.

• Resultados obtenidos por las técnicas

• Conclusiones

El dictamen debe tener una base científica contrastable y debe tener lógica y sentido común, reflejando las operaciones realizadas que deben responder a
un plan de estudio sistemático y completo. Debe ser redactado en forma clara, concisa y ajustada a lo que se demanda. El lenguaje debe ser el propio de su
ciencia pero entendible para el lego, acompañado, si es necesario, de explicaciones sobre los términos técnicos. Muchas veces puede ocurrir que se utilicen
conceptos que tienen diferentes acepciones de acuerdo a diferentes teorías, por lo que es necesario determinar la acepción con la que se está trabajando
para evitar la ambigüedad, confusiones o vaguedades.

Se describen todos los datos que se recogen en el examen pericial: cómo se presenta la persona exteriormente hasta el comportamiento que ésta
evidencia durante la prueba, incluyendo los antecedentes de examinado que hagan aportes al tema de la pericia y su estado actual.

Puede suceder que la pericia: sea impugnada por las partes, sea declarada nula, se ordene su desglose, no se considere, se pida ampliación, se pida
aclaración de algún punto, se ordene repetirla, se acepte en su totalidad. Todo esto requerirá autorización del juez y una debida justificación de las partes
que lo piden. Sólo se puede responder a ellas por expreso pedido del juez y la ampliación sólo debe darse sobre las conclusiones arribadas, ya que los puntos
de pericia son dados durante el ofrecimiento de la prueba, por lo que no es correcto responder nuevos puntos periciales, porque se violará el secreto
profesional y se incurre en un error procesal que podría llevar a anular la contestación que realiza el profesional.

5. Contestación a impugnaciones, aplicaciones o explicaciones que pidan las partes: contestación a los requerido por las partes litigantes en el proceso que
hayan sido autorizadas por el juez y le haya avisado (“corrido traslado”) de la presentación efectuada. A su vez, puede ser utilizado como testimonio. Cabe
destacar que las explicaciones pueden darse en audiencia o por escrito según considere pertinente el juez. Si el acto se cumpliere en audiencia y los
consultores técnicos estuvieran presentes, con autorización del juez, podrán observar lo que fuere pertinente. Si las explicaciones deben darse por escrito,
las observaciones dadas por los consultores técnicos o por las partes deben darse dentro del quinto día de notificadas por ministerio de la ley. Cuando el juez
crea necesario, podrá pedir que se realice otra pericia o se perfecciones o amplíe la anterior, por el mismo perito u otro de su elección. El perito que no
concurriese a la audiencia o no presentara el informe ampliatorio o complementario dentro del plazo, perderá su derecho a cobrar honorario, total o
parcialmente.

Responsabilidad del perito:

Tanto la actividad pericial como el testimonio realizado ante autoridad competente pueden incurrir en un delito doloso. El falso testimonio será reprimido
con prisión de 1 a 5 años para aquel perito, traductor, etc. que afirmare una falsedad o negare o callare una verdad bajo juramento de decir la verdad ante
una autoridad competente. Se aumentan en un tercio si es cometido bajo soborno y se agravará con una multa igual al duplo de la cantidad ofrecida o
recibida. Se le impondrá inhabilitación absoluta por doble tiempo de la condena.

Recusación del perito:

La recusación tiene como objetivo asegurar una recta administración de justicia y conducta imparcial e independiente de todos aquellos profesionales que
participan en el juicio. Es la solicitud de una de las partes litigantes que se realiza ante el juez con la finalidad de que el experto sea apartado de su cargo.
Para el perito son causales de recusación la falta de título o incompetencia en la materia de que se trate y todas aquellas previstas por el juez. Puede ser
recusado dentro del quinto día de notificado su nombramiento. Otros causales:

• Parentesco de consanguinidad o afinidad con alguno de los litigantes o por su letrado (también pasa con el juez)

• Tener pleito pendiente con el litigado

• Tener interés en el pleito

• Ser parte del pleito

• Ser acreedor, deudor, o fiador de alguna de las partes

• Etc.

Excusación del perito:

Es diferente a la recusación, aunque resultan ser las mismas. Son aquellas que permiten que un perito se autoexcluya para intervenir en un proceso.

Modos distintos para realizar las excusaciones y recusaciones:

• Sin dar las causas que motivan su conducta

• Con expresión de causa.

Vicisitudes de la práctica pericial y algunas conceptualizaciones sobre el secreto profesional:

La práctica pericial requiere de conocimientos psicológicos y jurídicos (de fondo y procedimentales). El dictamen pericial debe ser confeccionado con una
rigurosa praxis ética-científica, ya que se debe informar al juez sobre cuestiones científicas ajenas al campo del derecho. Debe responder sobre los puntos
preguntados porque si se volcasen más datos se podría caer en una violación del secreto profesional. Así el psicólogo debe ajustarse al principio jurídico de
economía procesal. Dicho secreto tiene el fin de proteger un bien: la autonomía de las personas, por eso se debe poseer un adecuado criterio que diferencia
los datos necesarios de los no relevantes a los efectos de cumplir con la tarea encomendada. Debe observar los puntos de pericia, elegir técnicas adecuadas
para responderlos y responder a todos de esos puntos, objetivizando los resultados hallados en las respuestas dadas como síntesis de la evaluación
realizada. Cuando se responden, se deben resguardar los aspectos personales, éticos y profesionales, para lo cual es necesario valorar la información
obtenida.

Si no hay puntos de pericia el perito debe tomar la temática sobre la cual trata el litigio y el bien jurídico que éste apunta a restablecer o proteger,
especificando en su informe sólo lo referido a eso (esto es poder discernir la demanda).

Entrevistas y protocolos de la batería de test administrada:

No resulta procedente su presentación, porque son elementos “reservados”, ya que durante la aplicación y evaluación de dicha batería, quedan
evidenciados aspectos de la personalidad del sujeto que pueden ir más allá de lo que se pide en los puntos. Su presentación también rompe con el criterio
del secreto profesional. Sólo puede ser revelado por expresa orden del juez en caso de que exista justa causa o por consentimiento manifiesto del sujeto
sobre el cual se guarda el secreto. A su vez, no se deben presentar citas textuales del discurso del peritado o transcribir entrevistas o protocolos. Si la parte
que peticiona la pericia pide esto, se deberá en el momento de aceptación del cargo, elevar un escrito argumentando que de aceptar dicho procedimiento
se estaría violando el secreto profesional y se deberá solicitar la autorización del juez a fin de que releve al perito psicólogo del mismo.

“La Actividad Pericial en Psicología Jurídica”

Ética y Pericia Psicológica

Ética: intenta brindar una respuesta a la pregunta ¿qué debo hacer? Se relaciona con cómo dirige el ser humano su conducta. Se encarga de estudiar la
moral y determina cómo deben actuar las personas, pero va más allá del derecho porque no es punitiva, sino que se erige por sí misma en la capacidad de
autorregulación del ser humano.

Objeto de Estudio: la moral y las obligaciones de las personas. Es diferente a lo que es lo legal. Un acto puede ser llevado a cabo por su valor legal porque
la ley así lo establece, pero ese valor a veces no es ético para el mismo sujeto que lo realiza.

Ética aplicada: es la ética de las profesiones. Es una filosofía práctica, de la acción.

Deontología: rama de la ética cuyo objeto de estudio son los fundamentos del deber y las normas morales que tienen los profesionales de una
determinada materia.

Deontología aplicada: estudio de los derechos y deberes específicos del ejercicio de una profesión, es la “deontología profesional” que se basa en:

• Aspectos jurídicos: códigos que reglamentan las conducta de los profesionales

• Aspectos morales: los profesionales eligen cómo actuar según sus consideraciones morales

Condiciones técnico-científicas del perito/ relación entre ética (no deontología) y pericia psicológica:

• Idoneidad y ética (actuar con objetividad, imparcialidad, independencia y honestidad).

• Debe responder a los puntos de pericia sin rodeos y con seguridad. A su vez, debe hacerlo lo más objetivo posibles, limitando tanto las
inferencias como las predicciones conductuales, evitando plasmar aspectos dudosos y no resueltos y llevando a conclusiones que se justifiquen en la base de
conceptos válidos o datos empíricos sólidos, intentando dejar de lado sus juicios de valores.

• Debe ser independiente, ya que no se trata de acomodar la práctica pericial al deseo de alguna de las partes, sino de llegar a conclusiones que
lleven a la verdad

• Se debe resguardar la privacidad del peritado (secreto profesional). Así no se debe incluir en el informe al juez aspectos que vayan más allá de lo
que detallan los puntos periciales ni debe excederse el ámbito de aplicación de la psicología

• Capacitación y actualización contínua en técnicas, abordajes, aspectos psicológicos, innovaciones de los mismos y en los aspectos jurídicos
inherentes a su práctica y al caso en el que interviene.

• Principio de neutralidad: apartamiento total y absoluto del perito de sus propios valores que puedan condicionar sus acciones. Debe reconocer, a
su vez, cuando es debido que se excuse de su labor por la existencia de prejuicios, ideas, creencias o similares

• Al elegir las técnicas adecuadas al caso que estudia, cuidará que los interrogantes planteados al peritado no reflejen ideología u opinión alguna o
inducirlo

• Explicar la finalidad del proceso pericial y su carácter a la persona que será examinada para que ésta pueda decidir someterse o no. Se demuestra
así el respeto al sujeto.

• Debe evitar la intromisión durante el proceso pericial de cualquier persona no autorizada legalmente a presenciar el mismo, también por respeto
al peritado

• Debe indicar la realización de un tratamiento al propio sujeto cuando sus apreciaciones diagnósticas le hagan presumir que de la postergación de
aquél surgirán secuelas evitables al momento de la evaluación

• Debe interrumpir o suspender la entrevista de evaluación y brindar contención cuando el nivel de angustia evidenciado en el examinado exceda
las posibilidades de ser soportado y controlado adecuadamente por éste porque el perito no puede dirigir sus intervenciones en un sentido terapéutico y si
su accionar angustia demasiado al sujeto, luego no podrá contar con los recursos necesarios para trabajar sobre ello por definición propia de su función
pericial y por el poco tiempo que implica el vínculo perito-periciado

• Escuchar las palabras del sujeto y no avanzar sobre ellas más allá de los intereses periciales porque la pericia no puede constituirse en un espacio
indagatorio de la privacidad de modo indiscriminado.

• No debe desconocer las leyes que regulan su práctica y sus deberes, así como los alcances de su práctica

Lo que el perito no debe hacer:

• No explicar al peritado el motivo por el qué será evaluado: Dado que el destinatario del informe es un juez y no un paciente, se requiere de la
expresa voluntad del examinado para la aceptación o no de pruebas diagnósticas y se le debe explicar los fines de dicha evaluación.

• No se debe hacer una incursión en la vida privada del sujeto que no tengan que ver con el área de personalidad solicitada por el juez.

• No se debe violar la intimidad de la persona introduciendo la presencia de terceros ajenos a la pericia.

• No se debe desviar casos a la consulta privada,

• No se debe convertir la entrevista en interrogatorio

• No se debe incluir en el informe datos irrelevantes

La Pericia Psicológica en el Fuero Penal

Actualmente la función de la pericia psicológica en el ámbito penal se ha transformado. En sus orígenes, giraba en torno a los conceptos de imputabilidad
e inimputabilidad. Hoy, la demanda que le hace el derecho penal a la psicología es más abarcativa y permite al derecho obtener información sobre
cuestiones que escapan a su ámbito y que servirían para comprender mejor los delitos, por ejemplo. Esto tiene su base en el “positivismo criminológico”,
basado en la necesidad de demostrar objetivamente, dando la posibilidad de encontrar signos y síntomas patológicos que revelen el estado del procesado
de lo cual se desprenderá la posibilidad de imputársele ciertamente el hecho delictuoso. Allí las pericias psicológicas son un discurso del poder, formando
parte del engranaje de la maquinaria punitiva.

La psicología tiene mayor protagonismo en la actualidad en los procesos penales, lo cual puede reflejare en:

• Cada vez es más frecuente su intervención en funciones que van más allá de la pericia como prueba pidiéndosele que realice pronósticos y
propuestas

• Su integración como experto en equipos interdisciplinarios

Práctico 7

“El Hostigamiento Psicológico/Moral Laboral” - Bustos Villar

El hostigamiento psicológico/moral laboral, mejor conocido como mobbing, refiere exclusivamente al fuero laboral. Es cualquier acción que atente contra
la integridad física o psíquica de una persona. Sucede de manera reiterada y durante un período prolongado de tiempo. Es ejercido por una o varias
personas. Se entiende como una forma de abuso de poder que tiene por finalidad causar malestar, incomodidad, exclusión o sometimiento a un individuo
dentro de su trabajo.

Manifestaciones: violencia psicológica, agresión física, acoso sexual, etc. Puede llevarse a cabo por acción u omisión y configura una violación a los
derechos humanos y laborales.

Tiene algunas particularidades que lo distinguen del resto de las formas de violencia laboral: el maltrato psicológico y moral de manera sistemática sobre
una persona determinada mediante la utilización de una serie de comportamientos hostiles o negativos. Es una violencia sutil, oculta y en ocasiones
invisible incluso para la víctima. Muchas veces las personas naturalizan vínculos laborales violentos porque son cotidianos y los aceptan ya que están
acostumbrados. El mobbing es un proceso de destrucción que se compone de una serie de actuaciones hostiles que, tomadas de forma aislada, podrían
parecer anodinas, pero cuya repetición constante tiene efectos perniciosos a nivel físico, psicológico, económico y familiar. Tiene por objetivo intimidar,
apocar, reducir, aplanar, amedrentar y consumir, emocional e intelectualmente al a víctima, con vistas a eliminarla de la organización. El hostigador
aprovecha la ocasión que le brinda la situación organizativa particular (ej.: reorganizaciones en el trabajo, reducción de costos, etc.) para canalizar una
serie de impulsos y tendencias psicopáticas.
Debido a la inespecificidad, desconocimiento, complejidad y ausencia de compromiso para abordar esta problemática, no se realizan diagnósticos
acertados, pese a que requiere de evaluación. Cuando emerge esta problemática se la suele tratar desde abordajes incorrectos o insuficientes sin llegar a
la solución de la misma y muchas veces sucede que ni siquiera se la aborda. Es necesario que los trabadores conozcan sus derechos laborales y hagan que
se cumplan colectivamente, su conocimiento pone un límite a la violencia laboral y conduce a mejorar la calidad de vida de los trabajadores, así como
también se desenvolverá mejor en su trabajo.

Hostigamiento como fenómeno:

Es toda manifestación que se hace presente a la consciencia de un sujeto y aparece como objeto de percepción. Es un fenómeno que se sitúa en el lugar
de trabajo de las personas, siendo una situación excepcional, ya que este problema no se presenta en todas las organizaciones ni tampoco todos los
trabajadores lo padecen. Es un tipo específico de violencia laboral que consiste en acciones de violencia psicológica mediante una multiplicidad de
situaciones recurrentes e intencionalmente dirigidas a destruir la vida social y profesional de un individuo. Se trata de un proceso de conductas
intencionales y manifiestas, no ocasionales, sino repetitivas y prolongadas en el tiempo. Situaciones en donde el objetivo es conseguir que la víctima se
sienta excluida, incompetente, señalada, estigmatizada y finalmente sea ella quien decida eliminar ese lugar como lugar de trabajo.

¿Por qué denominar al hostigamiento laboral como psicológico/moral?

Es recurrente en la mayoría de las víctimas el sentimiento de ser tratadas injustamente, pero el origen de los síntomas de las víctimas se encuentra en el
atropello a los valores morales. Los múltiples ataques a la víctima para desestabilizarlo moralmente y desmoronarlo psicológicamente, tienen como
objetivo asegurarse que definitivamente estará fuera del círculo laboral, ocasionándole un perjuicio, una lesión a los sentimientos y principios éticos. Lleva
a cabo atentados contra los derechos humanos y la dignidad y se produce en un contexto donde la víctima considerando que sus compañeros deberían ser
quienes le proporciones bienestar, en realizar son los responsables de sus daños psicológicos y morales.

La elección del término moral significa tomar una postura. Se trata efectivamente del bien y el mal, de lo que se hace y de lo que rechazamos. No se puede
estudiar este fenómeno sin tener en cuenta la perspectiva ética o moral, ya que uno de los denominadores comunes entre las víctimas del acoso moral es
el sentimiento de haber sido maltratadas, despreciadas, humilladas, rechazadas.

A nivel contextual, podemos decir:

La nueva movilidad social y el impacto de los individuos en nuevos escenarios socioculturales se ensambla en un sistema nuevo de relaciones que
producen nuevos lazos sociales en los contextos micro y macro sociales. La representación del trabajo es un continuo cambiante, es algo dinámico y se
transforma acorde a los cambios que se desarrollan en la realidad a la que pertenece, diferenciándose con el proceso de la globalización y el avance de la
tecnología. Entender el proceso de la globalización implica comprender un nuevo sujeto laboral y el modo de significar el trabajo: se han borrado los
límites entre jornada laboral y tiempo libre, se ha acercado el trabajo a lugares físicamente opuestos (el trabajo virtual), se ha virado desde un trabajo
individual a uno grupal y de equipo y, a su vez, se ha visto influenciada por este proceso la representación social y propia que tiene el hombre en el trabajo
y de sí como trabajador. Los trabajadores dejan de ser productivos y su vinculación con sus actividades laborales trae consecuencias que exceden lo
individual y trascienden las interacciones interpersonales. Entre estos efectos se encuentra aquel que remite al impacto económico emergente de las
prácticas de hostigamiento laboral.

Los conflictos son inevitables pero podrían ser enriquecedores, ya que podrían llevar al cuestionamiento de una determinada situación y diferentes
alternativas de solución, pero en el hostigamiento las soluciones estarían anuladas, ya que hay una clara intencionalidad de quitar del circuito laboral a la
persona elegida como víctima. Todos los conflictos no degeneran en acoso, sino sólo aquellos en los que de base existe un interés indigno. Otra de las
causas proviene del propio trabajador. Suele ser considerado como el responsable de generar conflictos por sus características de personalidad, por su
incapacidad para cumplir con las expectativas propuestas por el hostigador o por tener una elevada moral. El trabajador afectado, a su vez, generalmente
no hace públicas las situaciones de violencia a las que es sometido debido a que suelen ser incomprendidas frecuentemente por su círculo más íntimo
(familiares, amigos, compañeros de trabajo). Se interpreta que la persona exagera acerca de lo que le sucede o bien no se percibe del todo su
padecimiento, sumado a que las reacciones (agresivas, de aislamiento, depresiva, etc.) de la persona dificultan la contención que puede intentar dar su
entorno, generándose así un círculo vicioso que produce una degradación creciente de los vínculos y contextos en que se encuentra inmerso. Otro
elemento facilitador (y el más importante) es la despreocupación por parte de la empresa y del entorno. El entorno propicia al desencadenamiento cuando
la organización no realiza acciones de evaluación y prevención de riesgos psicosociales o cuando tiene intereses creados (despedir por ej. del puesto a
algún trabajador que considera innecesario)

Variables intervinientes en el proceso de configuración del hostigamiento:

• Conductas de violencia psicológica: cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en negligencia, abandono,
descuido reiterado, insultos, humillaciones, etc. que conllevan a la víctima a la depresión, aislamiento, devaluación de su autoestima e incluso suicidio

• Rol de la organización laboral: las conductas de violencia psicológica se desencadenan y realizan dentro del contexto laboral y suceden por fallas
o ausencia de recursos que podrían mitigar el desarrollo de las mismas y por la incapacidad de dar respuestas positivas a la resolución de conflictos,
contribuyendo al mantenimiento en el tiempo de las consecuencias del hostigamiento
• Recursos espirituales: son un marco de valores organizacionales, evidenciados en una cultura, que promueven una experiencia de trascendencia
en el empleado a través de los procesos de trabajo, facilitando su sentido de conexión con otros de una manera que provee sentimientos de regocijo y
totalidad

• Estrés ocupacional: consecuencia de una interacción desfavorable entre las características del trabajador, las condiciones del trabajo y la
organización en la que se desempeña. Esta interacción conduce a perturbaciones psicológicas, comportamientos no saludables y la enfermedad

• Afrontamiento: aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes y situacionalmente dependientes, que se desarrollan
para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes para los recursos de los individuos

• Recursos: dominios personales, sociales y contextuales que posee el sujeto y a los cuales puede acudir para amortiguar los efectos del malestar

• Trastorno de estrés post traumático: trastorno que surge como respuesta tardía o diferida a un acontecimiento estresante o a una situación
(breve o duradera) de naturaleza amenazante o catastrófica. Ciertos rasgos de personalidad o antecedentes pueden ser factores predisponentes pero no
necesarios ni suficientes para explicar la aparición del mismo.

Las relaciones entre las variables explican que un individuo padezca de situaciones de violencia psicológica de manera reiterada durante un período
prolongado en el tiempo. Siendo estas situaciones accionadas con la intencionalidad de perjudicar al trabajador y las organizaciones laborales no logran
resolver ni aportar herramientas para la resolución de conflictos, se configurara la situación de hostigamiento laboral.

Consecuencias del hostigamiento:

• Para el trabajador: físicas, cognitivas, psicológicas, morales e interpersonales. Depende de diferentes factores, por ejemplo., de la capacidad de
utilizar sus recursos, duración en el tiempo del hostigamiento, etc.

• Para la organización: baja productividad, deterioro de la calidad de vida laboral e incremento de ausentismo por solicitud de licencias por
enfermedad o accidentes.

• Para la sociedad: económicas (pérdida de fuerza de trabajo, aumento del fasto dedicado a bajas laborales y/o jubilaciones por incapacidad,
aumento del presupuesto en los recursos sanitarios, etc.) y éticas-morales (representaciones e identificaciones negativas hacia los efectos del trabajo,
deterioro de los vínculos, pérdida de ilusión e interés por proyectos comunes, etc.)

Fases del hostigamiento:

No se desencadena de un momento a otro sino que es un proceso progresivo y con permanencia en el tiempo, en el cual intervienen múltiples variables y
cada caso posee características propias dependiendo de la personalidad del individuo, el tipo de organización, etc. pero siempre la intensión es la misma.
Suele poseer un carácter repetitivo con pocas variaciones en cuanto a sus fases dentro del proceso. Se puede observar un patrón de evolución bastante
fijo y repetitivo en cuanto las fases con duración inespecífica de tiempo cada una.

Fases desde la Organización:

• La fase de conflicto o de incidentes críticos: comprende situaciones confusas o actividades incompatibles, disparadoras de conflictos reales o
irreales, de diferencias de criterios, de amenazas o de incumplimiento del contrato laboral establecido por parte del hostigador. Pugna expresada al menos
por dos partes. Cuando no se resuelve el conflicto en la organización se abre la puerta para que entre el mobbing. Sin embargo a veces el conflicto es
usado por el acosador como excusa.

• La fase de mobbing, acoso o estigmatización: comprende situaciones de violencia psicológica que el acosador pone en práctica contra la víctima,
de manera sistemática y reiterada durante un período prolongado en el tiempo y utilizando todas las estrategias que tienen al alcance para estigmatizar a
la víctima y lograr el objetivo de eliminarla de su puesto de trabajo. Es una fase donde se incorporan los testigos y los cómplices de dichas situaciones.

• La fase de intervención desde la empresa (dirección): comprende las actuaciones que realiza la organización, mostrando la incapacidad de dar
respuesta efectiva a la situación, ya sea por falta de recursos, por desconocimiento o conveniencia. Las organizaciones humanas intentan escapar de los
conflictos, eliminar el problema en este caso la víctima, culpan a la víctima en lugar de analizar los factores del entorno. Ceden el tema a recursos
humanos, y lo más general es que se tienda a la solución más económica, sacándose de encima a la víctima.

• Fase de solicitud de ayuda especializada externa y diagnostico incorrecto: comprende las consultas o derivaciones a servicios de tratamiento
psicológico/psiquiátrico, realizadas por iniciativa propia de las personas víctimas o por la organización, sin lograr la recuperación y frecuentemente
potenciando las consecuencias negativas para la persona que consulta a los especialistas equivocados. Se le suele diagnosticar: estrés, depresión, burnout,
personalidad paranoide, maniaco depresivo o ciclotimia, desajuste de la personalidad, trastornos de ansiedad, ataques de pánico. Estos diagnósticos son
incorrectos porque olvidan los aspectos situacionales que lo causan y su origen en una agresión externa continuada y mantenida no es la fragilidad
constitucional de la víctima. Terminan estigmatizando más a la víctima.
• La fase de marginación, salida de la organización y exclusión de la vida laboral: comprende la eliminación de la víctima del círculo laboral, ya sea
por despidos, jubilaciones anticipadas, invalidez, renuncias, insanias o pérdida de la vida en casos extremos.

Desde la perspectiva de la víctima:

El proceso presenta 3 etapas

1. Inicial de acoso: desconcierto. La víctima no sabe qué está pasando ni por qué.

2. Conflicto abierto: la victima comienza a percibir sentimientos de rechazo y marginación dentro de la organización y, cuando busca apoyo en
niveles jerárquicos, se ve rechazada. El acoso interfiere en su desempeño laboral, tiene pérdida de atención y concentración.

3. Escape: se encuentra afectada psicológica y físicamente. Busca alternativas de huida (pre-jubilación, licencia), muchas veces es la empresa la que
empuja a tomar estas alternativas.

Estadios por los que pasa la víctima

• Estadio de autoafirmación: no hay gran conciencia de acoso por parte de la persona, se defiende y confronta al agresor. Empiezan los síntomas
pero no son relevantes

• Estadio de desconcierto: incredulidad. Se agudizan los síntomas y comienza la desconfianza hacia uno mismo. Se utilizan mecanismos de
negación

• Estadio depresivo: aparición de cansancio emocional, aislamiento y conductas evitativas. Disminuye la autoestima personal y/o profesional.

• Estadio traumático o de estrés-ansiedad: se dan pensamientos intrusivos y obsesivos siendo muy difícil desvincularse con ellos. Se vive como una
tortura psicológica. Son más probables los conflictos familiares puesto que también hay un proceso de estrés paralelo en ellos

• Estadio de estabilización crónica: se extrapola el malestar a otras áreas de su vida (familia, amigos, etc.). El pensamiento está focalizado. Se teme
el lugar y recuerdos del trabajo. A veces parece “ido”, habiendo lagunas de memoria y peor concentración, entre otros síntomas.
Modalidades del hostigamiento:

• Horizontal: acoso entre pares. Hay diferentes detonantes: síndrome de cuerpo extraño (cuando ingresa alguien nuevo que no se adapta),
existencia de problemas personales no resueltos, las competencias internas dentro de la organización, envidia, personalidad psicopática.

• Descendente: acoso de aquel quien ostenta el poder hacia personas de un nivel inferior. Es la más frecuente. Puede responder a un abuso del
poder o solo podría deberse a una maniobra perversa por parte del directivo con el objetivo de aplastar a los demás.

• Ascendente: una persona jerárquica es acosada por subordinados. Motivos: el rol jerárquico es ocupado por personas que son ajenas a la
empresa y traen al lugar de trabajo ideas y cambios que no son aceptadas por el grupo laborar constituido; otra es que el grupo se rija por prejuicios
negativos (ej.: la víctima ingresó a ese alto cargo porque es familiar de uno de los dueños); también cuando una persona del grupo se posiciona luego
como el jefe, entonces las personas que antes eran sus pares en el trabajo no estés dispuestas a recibir indicaciones de un ex compañero.

Actores implicados en el hostigamiento

• Agresor: La mayor parte de las veces nos encontramos con un agresor cuya personalidad presenta rasgos de índole psicopático o perverso que
hacen daño, de manera consciente utilizando las oportunidades que le brinda la organización misma. También podrían ser personas con inseguridades
profesionales y personales y cierta rigidez intelectual, alteraciones de la norma moral y frecuentemente realizan abusos del poder.

Otras características que presentan son: falta de empatía, remordimiento, comprensión o compasión, culpabilidad, arrepentimiento, responsabilidad por
el daño causado, etc.; grandes deseos de notoriedad y de influencia por parte de todos los que lo rodean. No tolera el crecimiento de otras personas,
inventan méritos propios y se apropian de los de los demás. Sueles desprestigiar y desvalorizar a los demás.

• Víctima: no existe un perfil ni predisposición del trabajador que lo haga ser más proclive a ser víctima del hostigamiento, sino que una persona
puede caer en este papel sólo porque el agresor la ha elegido. Es un error considerar que son débiles o que tienen rasgos de personalidad que la hagan
más vulnerables o catalogarlas como personas con un sentimiento elevado de ética o elevada moral ya que estos valores no pueden ser categorizados en
grados. Lo único que es recurrente con respecto a las víctimas es que suelen ser amenazantes para los agresores y por lo tanto debe ser eliminada de su
puesto de trabajo, también despiertan sentimientos de inadecuación, complejos de inferioridad, celos y envidia.

• El entorno u organización: el entorno comprende tanto la estructura, como los observadores, espectadores, testigos y cómplices y aliados intra-
laborales. En aquellas donde se produce el hostigamiento suele haber una mala organización del trabajo y la inexistencia de métodos eficaces en la
resolución de conflictos. Características que propician la emergencia de situaciones de hostigamiento: estructuras rígidas, deficiencias de liderazgo, valores
de competición y obtención de logros a cualquier precio, excesiva burocracia, ausencia de cobertura de salud laboral, etc. En muchas ocasiones el
hostigamiento puede ser un fenómeno utilizado como estrategia empresarial.

Funcionamiento de los participantes del hostigamiento

Los actores del fenómeno de hostigamiento se distribuyen en forma de círculos: “círculos del mobbing”:

1- Cómplices o testigos mudos

2- Colaboradores tácticos

3- Aliados o grupo hostigador

4- Hostigador

5- Víctima

6- Amigos incondicionales

El hostigador elige a la víctima y será el principal instigador para que se desencadene y se sostenga el fenómeno del hostigamiento planificando su
eliminación. Tiene dominio o influencia en aliados, cómplices o colaboradores generando un seguimiento y control de estos nuevos hostigadores para que
se cumpla el objetivo propuesto. Probablemente estos se alíen por motivos muy diferentes pero participan juntos en el daño a la víctima. Frecuentemente
estos aliados son los que quedan expuestos y no el hostigador principal. Luego se encuentran los colaboradores tácitos que son aquellos actores que
ayudan al hostigamiento mediante la difusión de rumores, la indiferencia y la negación de brindar ayuda a la víctima. Por último y en algunas ocasiones se
pueden encontrar los amigos incondicionales o testigos no mudos caracterizándose porque hacen evidente lo oculto develando lo que le está pasando a la
víctima y la situación de hostigamiento. Son de vital importancia ya que brindan la posibilidad de detener el funcionamiento de este círculo.

Factores psicosociales en el contexto laboral


Los factores psicosociales en el medio ambiente laboral: factores físicos, otros relacionados con la organización, sistemas de trabajo y calidad de las
relaciones humanas dentro de la empresa. Consisten en interacciones entre el trabajo y su medio ambiente, la satisfacción en el trabajo y las condiciones
de su organización con las capacidades del trabajador, sus necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo. Esto puede influir en el
rendimiento, la satisfacción en el trabajo y afectar la salud. Cuanto más pesadas sean las condiciones de trabajo, tanto mayor son la fatiga, frustración,
descontento acumulado y tasas de absentismo y rotación.

Hay condiciones laborales que permiten promover la salud mental de las personas y facilitar el desarrollo potencial humano pero también esas mismas
condiciones pueden presentar riesgos. La transformación de los factores psicosociales en factores de riesgo supone algunos criterios tales como: duración
o tiempo de exposición a la condición que se percibe riesgosa; la intensidad del factor de riesgo; la frecuencia de presentación; y el potencial dañino o
grado en que un factor de riesgo es capaz de producir efectos negativos en la salud y bienestar.

El hostigamiento psicológico/moral laboral como riesgo psicosocial

Son los elementos, circunstancia y situaciones que pueden causar enfermedades y/o accidentes. Son aspectos de la concepción, organización y gestión del
trabajo, así como de su contexto social y ambiental, que tienen la potencialidad de causar daños físicos, psíquicos o sociales en los trabajadores. Pueden
ser factores estructurales, la sobrecarga de tareas, el grado de insatisfacción de los trabajadores, factores tóxicos y contaminantes. Cuando se producen
tienen incidencia en la salud y desempeño en su trabajo de las personas por medio de mecanismos psicológicos y fisiológicos. Ante los problemas laborales
no todos los trabajadores lo afrontan del mismo modo, ya que las características propias de cada uno determinan la magnitud y naturaleza de sus
reacciones y las consecuencias que sufrirá. Representa un riesgo indeterminado.

Evaluar riesgos implica identificar y medir las causantes de enfermedades y accidentes laborales para evitar consecuencias negativas para la salud: la
evaluación de riesgos no tiene finalidad preventiva sino que se da desde el inicio de la influencia de estos factores de riesgo. Es un proceso, entonces, para
estimar la magnitud de aquellos riesgos que no hayan podido evitarse, obteniendo y facilitando la información necesaria para que puedan tomarse
medidas preventivas. Una vez identificados los riesgos se los valora cualitativa y cuantitativamente, su fuente, severidad y probabilidad de que ocurra, así
como también cómo influirá en lo psicosocial del trabajador.

Presenta rasgos distintivos respecto a los otros factores de riesgo:

• La utilización de diversas estrategias de violencia psicológica con la intencionalidad de eliminar a la víctima de su puesto de trabajo.

• Es diferente al estrés laboral, acoso sexual y al síndrome de burnout (a diferencia de los fenómenos de estrés laboral y síndrome de burnout, en
los que la persona suele restablecerse paulatinamente si se retiran los factores estresantes que ocasionan su malestar, aquellos que han padecido el
hostigamiento laboral mantienen un menoscabo en su identidad y autoestima, aunque ya no se encuentren en situación de hostigamiento).

Cap. Daños a las Personas en el Discurso Psicológico Jurídico – “La psico en el campo jurídico”

Desde la perspectiva jurídica, el daño es una lesión a un interés jurídico. El daño es consecuencia de un acto ilícito que genera detrimento, perjuicio o
menoscabo que se recibe por culpa de otro, ya sea física como psicológicamente. Puede causarse por dolo, por culpa o por caso fortuito. La indemnización
del daño causado solo puede ser demandada por acción civil. Para que el daño pueda ser determinado efectivo, deberá mostrarse tanto en razón de su
existencia como en su relación causal y en su alcance mensurable económicamente. El daño psíquico, es un daño patrimonial indirecto. El daño moral, es
extrapatrimonial. Sin embargo, dichos daños no son excluyentes entre sí ya que pueden presentarse conjuntamente, pero deben ser diferenciados en el
diagnóstico, ya que jurídicamente los litigantes persiguen el resarcimiento o reparación de cada uno por separado.

Se llama Daño Psíquico a toda perturbación, trastorno, enfermedad, síndrome, de disfunción que a consecuencia de un hecho traumático sobre la
personalidad del individuo acarrea una disminución en la capacidad de goce que afecta la relación con los otros, su relación con el medio, sus acciones,
etc., no importando si hay una personalidad predispuesta para ese daño. Para el discurso jurídico el daño psíquico surge a causa de una situación
traumática vivida con motivo de un accidente. El daño psíquico aparece como consecuencia de un hecho inesperado, traumático. Su sintomatología
incluye cambios en la familia, alteraciones en la pareja, trastornos del sueño, cambios en los hábitos alimenticios, perdida de la autonomía personal,
predominan los mecanismos de aislamiento y introversión, conflictos en el esquema corporal sentimientos de inseguridad, signos de inhibición

Damnificado: aquel sujeto pasivo de un daño o perjuicio. Sufre las consecuencias de un hecho o acto perjudicial.

El daño puede leerse desde dos perspectivas:

• Hay daño cuando se lesiona cualquier derecho subjetivo

• Lesión debe recaer sobre ciertos derechos subjetivos patrimoniales o extrapatrimoniales, cuyo menoscabo debe generar una sanción patrimonial
Puede ser una demanda por acción civil independiente de la acción penal, porque puede ser declarado daño en un fuero y en el otro no, o en ambos. Los
daños pueden ser de dos tipos:

• Materiales: Patrimonial: se da cuando se daña el conjunto de derechos que sirven para la satisfacción de necesidades económicas. (ej.: derecho a
trabajar).

Es posible encontrar:

o Daños a las relaciones jurídicas reales (ej.: delitos contra la propiedad)

o Daños a las relaciones jurídicas creditorias (ej.: incumplimiento de un contrato)

o Daños a las relaciones jurídicas intelectuales

Puede ser:

• Patrimonial directo: se daña el conjunto de bienes de una persona. Puede ser cuantificado en forma plena y perfecta ya que es cuantificable de
modo absoluto y la reparación del mismo también será completa

• Patrimonial indirecto: Aquí se ubica el daño psíquico. Se daña la capacidad o actitud laborativa de un sujeto que está determinada por su estado
psicofísico presente. El derecho se ha ocupado de establecer parámetros y crear baremos para la determinación cuantitativa del alcance del daño a la
salud. Para ello se considerarán “factores de ponderación” y la edad, sexo, grupo familiar, salud, posibilidad de reubicación laboral, etc. Sin embargo, esto
se estima de modo relativo. Así, sólo podrá ser resarcido de modo relativo. Éste es un constructo que tiene origen mixto: psicológico y jurídico

• No Materiales: Extrapatrimonial, aquí encontramos al agravio o daño moral, todo lo inherente a la personalidad de un sujeto. Es relevante en
materia de responsabilidad civil, y es desde allí donde vamos a trabajar el concepto de daño moral. Resulta fácticamente imposible atribuir cuantía exacta
para poder resarcir el daño causado y, muchas veces, no es exactamente el dinero lo que el sujeto considera restituido del daño sufrido. Por ello, el
derecho ha encontrado otras vías de reparación (ej.: retracción pública).

Daño Moral:

Es la lesión en los sentimientos que determina inquietud espiritual. Es un daño jurídico. Se relaciona con la actitud consciente del sujeto e implica
percepción personal de prejuicio y sufrimiento. Es todo sufrimiento o dolor que se padece independientemente de cualquier repercusión de orden
patrimonial. No se trata de procurar un restablecimiento de la situación anímica de quien se siente lesionado. En el daño moral localizamos: lesión a los
sentimientos, a la libertad individual, agravio a la paz, afección en el orden eminentemente moral. No implica conformación patológica, por lo que se
escapa al horizonte pericial psicológico forense, quedando a cargo del juez su evaluación. Además, no requiere de una prueba específica para probarlo ya
que se acredita con el solo hecho de demostrar la existencia de la acción antijurídica.

En el daño moral existe una percepción consciente de perjuicio y sufrimiento que no es reprimida y queda dentro de los límites de la conciencia. La
diferencia entre ambos daños sería la forma de elaborar el duelo. Lo evalúa el juez en el fuero civil, no requiere terapia, es una lesión a los sentimientos, es
un daño extrapatrimonial.

Daño Psíquico:

Es diferente a daño moral. Toda perturbación, trastorno, enfermedad, síndrome, disfunción, que a consecuencia de un hecho traumático sobre la
personalidad del individuo que acarrea deterioro, disfunción o trastorno que afecte sus esferas afectiva y/o volitiva y/o intelectual, a consecuencia del cual
disminuya su capacidad de goce individual, familiar, laboral y social y/o recreativa, aparejando modificaciones en la conducta.

En el daño psíquico la instauración del trauma se daría a nivel inconsciente y, por lo tanto, el sujeto estaría en imposibilidad de modificar, cambiar o
revertir de por sí, sin ayuda profesional, una situación determinada, que por sus características, ya sean de intensidad o de tolerancia del sujeto, la carga
del ataque sufrido fue reprimido y alejado de la conciencia, y por lo tanto hasta que éste no sea elaborado perdurarán las consecuencias de dicho hecho;
siendo de esta forma revertido, con la excepción del daño psíquico irreversible. Un hecho traumático que es disruptivo, desborda, rompe el equilibrio y se
puede dar en el fuero laboral y en el civil. Es un daño patrimonial indirecto, que siempre tiene un resarcimiento económico. Como psicólogos evaluamos
como se inscribe el hecho como traumático en ese psiquismo.

El daño psíquico es un perjuicio ocasionado a consecuencia de un evento inesperado y no previsible por el sujeto comprometido en él, y que le ocasiona
determinado grado de perturbación. Se produce una ruptura en el equilibrio homeostático del sujeto. El daño psíquico debe ser pensado desde una visión
estructural y dinámica de la personalidad. No importa la intensidad del hecho sino también el nivel de tolerancia que el sujeto tenga, y de esta manera no
puede elaborar dicha situación traumática. A partir de ello se forma cierta sintomatología que demuestra la presencia de este daño y cuadros de
patologías tales como neurosis reactivas con sus diferentes posibilidades o patologías que traigan aparejadas entidades nosográficas tales como psicosis
y/o demencias. El daño psíquico es patológico porque es la puesta en marcha de algunos de los mecanismos de defensa que el ser humano tiende a utilizar
para enfrentarse con las situaciones que le generan tanta angustia, que pone en peligro la homeostasis del aparato psíquico.

El daño psíquico implica:

• Alteración del psiquismo de una persona con menoscabo de su salud

• Disminución de las aptitudes del sujeto imputable a un evento

• La necesidad de tratamiento en el caso de que haya daño psíquico, ya que el trauma acaecido no lo resolverá el sujeto por sí mismo; sino con la
ayuda de un profesional.

Situación traumática:

En el psicoanálisis, el trauma se define como un acontecimiento de la vida del sujeto caracterizado por su intensidad, la incapacidad del sujeto de
responder a él adecuadamente y trastorno y por los efectos patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica. El daño psíquico se da a nivel
inconsciente, considerando que es la instancia donde se da un registro del trauma. Es una experiencia vivida que aporta en poco tiempo un aumento tan
grande de excitación a la vida psíquica que inhabilita su elaboración por los medios normales y habituales, lo que inevitablemente da lugar a trastornos
duraderos en el funcionamiento energético.

El daño psíquico tiene efecto probatorio a partir de la evaluación pericial psicológica. En la práctica pericial es importante considerar la personalidad base
de un sujeto, es decir, indagando en la historia anterior al suceso que afectó al sujeto, para poder inferir cómo funcionaba el aparato psíquico antes del
hecho y las modificaciones actuales. Es necesario un diagnóstico certero de la personalidad antes del hecho, la estructura previa, su estado de consciencia
y cognitivo en general, su modo de relacionarse con el medio, etc. para poder compararlo con lo que ocurrió a posteriori y como debió reacomodarse el
sujeto al hecho traumático o conflicto. El daño psíquico es generalmente reversible mediante un tratamiento psicoterapéutico de distinta duración.

Presupuestos del daño psíquico:

- El elemento crucial para determinar la existencia de daño psíquico es la experiencia vital

- La vivencia de un acontecimiento traumático y la forma de experimentarlo por parte del sujeto, será lo que condicione la mayor o menos
intensidad del trauma psíquico

Vivencia subjetiva generadora de daño:

• Una vivencia amenazadora que atenta contra la integridad del sujeto

• Una vivencia inevitable, que se experimenta como si no existiera posibilidad de escapar de ella

• Una vivencia desbordante, en la que se sobrepasa la tolerancia del sujeto a conflictos o dificultades

• Una vivencia injusta no merecida y ante la cual le surgen múltiples preguntas al a víctima

• Una vivencia degradante o humillante que impacta contra el autoestima del sujeto

Secuelas o consecuencias del hecho traumático (daño psíquico)

Pueden aparecer los siguientes síntomas: recuerdos desagradables y recurrentes que reviven la escena traumática, dificultad para conciliar el sueño,
evitación de realizar acciones similares, amnesia lagunar. El impacto de la vivencia sobre el individuo está condicionado por múltiples factores:

• Factores endógenos: pertenecientes a la naturaleza íntima del sujeto y dependen de su percepción del hecho amenazante y de su personalidad
previa

• Factores exógenos o circunstanciales: formarán parte del propio acontecimiento

• Circunstancias que rodean al sujeto (apoyo social)

Consecuencias psíquicas identificables:

• Se registrará una inscripción a nivel Inconcientes del daño, aunque el sujeto sea consciente del padecimiento que presenta

• Puede hacer alteraciones a nivel conductual


• Consecuencias a nivel sistémico del individuo

• Repercusiones en la esfera afectiva

• Afección de las interrelaciones del sujeto con su medio

Trastorno por estrés postraumático:

Nosología del DSM IV que provoca que la memoria del evento traumático domine la conciencia padeciendo de falta de sentido y de placer en su vida. Lo
esencial de este trastorno es la aparición de síntomas que siguen a la exposición de un acontecimiento estresante y extremadamente traumático y donde
el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o que amenaza su integridad física. Esta exposición a los recuerdos no
deseados del trauma lo lleva a utilizar conductas de evitación, aislamiento emocional y la no realización de actividades que antes le eran placenteras (esto
es igual en el dalo psíquico).

El diagnostico por estrés postraumático debe ser caracterizado por tres elementos:

1) La re-experimentación repetida de la experiencia traumática, recuerdos intrusivos.

2) La evitación de estímulos que recuerden el trauma, desapego, incapacidad de experimentar alegría y placer. Aislamiento de las actividades cotidianas

3) hipervigilancia, irritabilidad, trastorno del sueño, sobresalto.

Diagnóstico diferencial del daño psíquico:

El experto deberá determinar:

• Si se trata de una reacción vivencial normal

• Si se trata de una reacción vivencial anormal

• Lesión psíquica primaria tras vivencia traumática

• Lesión psíquica secundaria, resultado de una reactivación, agravamiento o puesta en marcha de otra patología de etiología no traumática

La sintomatología que el perito debe observar para dar el diagnóstico de daño psíquico es:

• Temor intenso

• Recuerdos recurrentes

• Sueños desagradables

• Otras alteraciones del sueño

• Reviviscencia del suceso

• Malestar en exposición de estímulos

• Distanciamiento de los demás

• Alteraciones de la afectividad

Evaluación de la gravedad del daño:

• Evaluar las actividades de la vida cotidiana

• Evaluar el funcionamiento social

• La realización de tareas

• El deterioro laboral o similar


Considerando que el grado de deterioro varía con las personas, porque es el resultado de las consecuencias personales y en la vida de relación. A su vez,
hay que considerar que la gravedad de un trastorno mental no equivale necesariamente a incapacidad para trabajar.

Relación de causalidad:

Es la relación lineal entre causa y efecto. Criterios para su determinación:

• Etiológico

• Topológico

• Cronológico

• Cuantitativo

• De continuidad sintomática

Concausa:

Es cuando un daño en el cuerpo o en la salud es agravado como resultado de una predisposición preexistente o una complicación sobreviniente. Han de
reunirse dos o más causas (la patología más el hecho). Para evaluar la relación concausal previamente es necesario haber evaluado la relación causal, el
factor que actúa modificando la evolución normal de una lesión. La relación causa-secuela se ve alterada por la interposición de concausa. Serían las
condiciones sin las cuales la evolución de la problemática se da de un modo distinto. Hay dos formas de relacionar la concausa con el hecho en que se
produjo una lesión:

• Preexistente: existe un estado latente anterior al hecho que a partir del evento se desencadena (Ej: psicosis).

• Sobreviniente: el evento acelera, agrava o complica el estado anterior (Ej: oligofrenia).

Cuando un daño en el cuerpo o en la salud es agravado como resultado de una predisposición preexistente o de una complicación sobreviniente existe
concausa o concausalidad, es decir, reunión de dos o más causas en la producción de un estado mórbido.

Indicadores para evaluar la relación de causalidad:

Existen 3 tipos de concausas

• Preexistente o Estado anterior: se debe intentar establecer la existencia anterior de rasgos, anomalías de la personalidad o trastornos psíquicos,
la personalidad premórbida, etc. que puedan facilitar la aparición de las lesiones y condicionar una evolución anormal en cuanto al tiempo e intensidad del
padecimiento

• Causas concurrentes o simultáneas: supone considerar la naturaleza del hecho en sí, la intensidad de la vivencia traumática y el tipo de reacción
psíquica surgida, porque las características del hecho influyen en el tipo de respuesta de la víctima y las consecuencias

• Causas consecutivas o subsiguientes: complicaciones, ajenas a a voluntad del lesionado, que pueden surgir durante el proceso de curación y
evolución normal de las lesiones. Forman parte de un proceso psicológico o psicopatológico dinámico y complejo

Caso Analía

Analia es una profesora de Geografía de 40 años en pareja con 3 hijos de un matrimonio anterior. Inicia un juicio por daño psíquico contra una empresa
privada y un hospital municipal. Estando de vacaciones sale de su casa al auto de su pareja, en el trayecto por la vereda se tropieza con unas varillas de
madera y alambres que cercaban un pozo no muy profundo pero sin señalización cavado por la empresa encargada de colocar los postes de luz. Cae de
bruces fracturándose una muñeca. Al concurrir al hospital al día siguiente por los dolores no le diagnostican la fractura, permaneciendo con la muñeca sin
tratamiento adecuado por dos meses. Fue la primera fractura que tuvo en su vida.

Enuncia que al tropezar con los alambres, sale despedida. Relata que sintió sus piernas, pies y tobillos quedar en la vereda pero que su cuerpo salió
volando pese a que algo la trababa. Llega a frenar la caída con los golpes, evitando golpearse la cara, apenas la nariz. Enfatiza haber sentido esto como un
golpe seco. Queda atontada, no inconsciente, así que logra desengancharse de donde había quedado trabada para pararse, a todo esto, muy adolorida.
Relata esto con mucha angustia, ojos llorosos, cambio en el tono de voz, mirada baja.

Esa noche no habría podido dormir por los dolores, habría llorado toda la noche angustiada; además su pareja se había tenido que ir por temas de trabajo,
por lo tanto estaba sola. Se sentía sola, no tenía obra social. Al otro día habría caminando sola, unas 6 o 7 cuadras, al hospital, donde dice haberse sentido
desolada. Tuvo que esperar 6, 7 horas a falta de un radiólogo. Espero en silencio y sin moverse. Terminaron detectándole la fractura del brazo y no la de la
muñeca derecha. Todas las situaciones las vivió con angustia. Recuerda que a su madre también le habían enyesado el brazo izquierdo, y que ella al verlo
se desmayó. El médico le dijo que no use ninguno de los dos brazos.

Refiere que cuando se dirigió a la farmacia tuvo que pedir ayuda a la gente para que le saquen plata de la cartera, al igual que un remisero. Analía
anteriormente jugaba tenis y tocaba el piano, actividades que no pudo continuar. Esa misma noche, vino su hijo a cuidarla, se le fueron las ganas de comer
y se puso a llorar; el se ocupó de que comiera y bebiera. Como se tenía que ir a trabajar, buscó a una señora para que cuide a Analía, quien no recuerda si
la señora fue el mismo día o al día siguiente.

Cuando volvió su esposo a la casa de veraneo, decidieron que iban a quedarse unos días más y la ayudó a bañarse. Cuando que le encanta el sol y el mar,
pero que se tuvo que privar porque no se podía mojar. Su esposo la tenía que bañar, cortar la comida y hacer todo por ella.

Vuelve a Buenos Aires y se hace un chequeo; le dicen que tiene que continuar con hielo y tomar antiinflamatorios y además la derivan a kinesiología de la
mano derecha y del codo. Cuenta que la rehabilitación fue muy dolorosa. Pasados dos meses, como le seguía doliendo, va a hacerse una radiografía y le
detectan una fractura en el otro brazo. Se angustió mucho cuando le dijeron que se tenía que operar, porque iba a tener muchas complicaciones por ser
una fractura vieja. Fue la primera operación de su vida. Comenta que de todas formas fue su mejor etapa dentro de lo malo, porque había pasado por
muchos manoseos y diagnósticos mal hechos.

Cuenta que le costaba mucho dormir y que se había vuelto completamente dependiente de los demás (marido e hijos). Además, anteriormente la
intimidad con su marido era afectuosa, pero después del accidente fue difícil porque a ella le dolían los brazos y estaba incómoda.

Cuenta que tuvo que pedirse licencia en el colegio, y cuando se reincorporó la vuelta fue dura porque la suplente fue muy buena y eso la angustió, porque
no estaba preparada para recibir eso. Como los directivos estaban encantados con la suplente, por un momento creyó que se quedaba sin la escuela.

Hoy por hoy, Analía sostiene que no está tan contenta como debería, porque su situación podría haber sido peor, siente que todavía no se puede
acomodar, le cuesta arrancar con su vida, volvió al club pero se boicotea, termina sin hacer nada y eso la hace sentir mal.

Por su personalidad de base e historia personal este accidente provoca en Analía un estado de angustia generalizada, sentimientos de indefensión,
desdicha, desorientación temporal, dependencia física y emocional, sensación de estancamiento e imposibilidad de proyectarse a futuro, conflictos en su
esquema corporal, aumento de peso al sentir sus manos ajenas a su cuerpo. De acuerdo a los resultados de las técnicas presenta adecuación perceptivo-
motriz y un nivel intelectual acorde a su grado de instrucción. Se evidenciaron aspiraciones intelectuales, creatividad y capacidad de integración de
personalidad, dependencia y necesidad de apoyo por parte de terceros, necesidad afectiva, traumas inconcientes que provocaron padecimientos
conscientes de sufrimiento. Todo esto será necesario para realizar un tratamiento psicológico que posibilite la elaboración de su problemática.

En Analía, se puede inferir que hay daño psíquico, teniendo en cuenta su definición: toda perturbación, trastorno, enfermedad… ya que si bien las secuelas
del accidente no se manifestaron inmediatamente, si manifestó imposibilidad para dormir, irrupción de angustia, dolor, alta tensión emocional,
imposibilidad para moverse, ansiedad, incertidumbre y desorientación. Ella refiere tener alteraciones en su vida a causa del accidente. Pide una licencia en
el trabajo, deja de tocar el piano, hacer deportes, no cumple los roles que en su casa ocupaba habitualmente.

La angustia intensa que presenta ante el relato del hecho indica la existencia de trauma. Freud define a este como todo acontecimiento en la vida del
sujeto que por su intensidad encuentra al individuo incapacitado para responder ante él adecuadamente, provocando efectos patógenos duraderos en la
organización psíquica (aumento de excitación y, por ende, aumento del trabajo del aparato anímo). Dado que el Inconciente es atemporal puede emerger
en cualquier momento, lo cual explicaría la confusión mnémica, desorientación temporal, dependencia familiar, física, emocional. La intimidad de pareja
se ve también afectada. Defensas de introversión y aislamiento por la angustia y ansiedad. Disminución en la capacidad de goce y afección de su relación
con otros medios. Por lo cual requiere de un tratamiento para revertir la situación.

Práctico 8

Cap. Adopción - En “La Psicología en el Campo Jurídico”

La adopción tiene una doble finalidad:

1. dar hijos a quienes no han podido procrear y con esto poder cumplir con su vocación de paternar.

2. brindar padres a quienes no los tienen, creando un vínculo legal con quienes se ocuparán de su cuidado real.

La adopción se constituye como un recurso social y legal proporciona un núcleo familiar estable a niños que de otra manera quedarían en una situación de
abandono. La adopción conlleva hablar desde:

• El punto de vista psicológico  de abandono, de necesidad insatisfecha, del lugar que ocupa el niño y la familia en la sociedad.

• El punto de vista jurídico  de las leyes que las regulan


La decisión de adoptar un hijo es el resultado de un trabajo de elaboración íntima de la pareja, dado que implica enfrentarse a la situación de la falta de
hijos. Pero el acto de adoptar, es un acto público y la privacidad se desvanece en los acontecimientos que hacen posible el encuentro entre un niño y sus
padres adoptivos.

Los protagonistas de la adopción son:

• Menor en situación de adopción

• Padres que ceden a sus hijos en adopción

• Personas que desean adoptar un hijo

Menor en situación de adopción:

La familia como ámbito en el que se desarrolla un niño debe proporcionarle al menor, resguardo material (alimento, vivienda, vestido) y apoyo
biopsicosocial (posibilidades de un armónico desarrollo en las relaciones afectivas e interpersonales, así como de su salud psicofísica). Se considera que un
niño está en riesgo moral y material cuando está expuesto a daños que provienen de la sociedad de la cual forma parte y que por sí mismo no puede
resolver, además de contar con los mínimos cuidados de salud. La situación de riesgo más grave es el maltrato y el abandono.

La entrega del niño, el abandono, el retiro de la patria potestad por parte del juez dan lugar a que el niño se encuentre en situación de adopción. La
entrega en adopción implica la renuncia al ejercicio del derecho civil de la patria potestad.

Algunos factores que conducen al abandono son:

a. Factores materiales Padres sin recursos económicos, sin vivienda, fallecidos, privados de la libertad, con incapacidad física o mental sin
posibilidad de remisión, lo cual los prive de ejercer la patria potestad.

b. Factores psicosociales Padres drogadependientes, delincuentes en perjuicio de sus hijos, padres hostiles, con inestabilidad emocional grave,
hogares desmembrados, etc.

El abandono implica que un menor se encuentre en peligro moral o material, entendiéndose como:

• Abandono Material  al incumplimiento de los padres para con el menor en lo referente a su alimentación, higiene, medicación, etc.;

• Abandono Moral  a las carencias en la educación, atención, estimulación y puesta de límites, suficientes para convertirlo en un ser adaptado
para la convivencia social.

- También debe considerarse como abandono cuando los padres no satisfacen las necesidades básicas del menor, aún estando en contacto con el mismo.

- Además, otro caso de abandono son las situaciones en donde el menor se encuentra institucionalizado. Sus padres se desentienden del cuidado del
mismo, pero no brindan el consentimiento para que pueda ser adoptado por otra familia. Los padres no terminan de hacerse cargo de él, así como
tampoco deciden arbitrar los medios necesarios para que el juez pueda disponer del niño a los efectos de que sea adoptado; y de esta manera pueda tener
una familia que le brinde lo necesario para un óptimo desarrollo físico y psicológico.

Padres que ceden a sus hijos en adopción:

Las situaciones que dan lugar a que un niño esté en situación de ser adoptado son:

• la entrega del niño

• el abandono del mismo

• el retiro a los padres de la patria potestad por parte de un juez (generalmente consecuente de la segunda)

Legalmente, la entrega en adopción de un niño implica la renuncia al ejercicio del derecho civil de la patria potestad, en tanto que el retiro de la patria
potestad a los progenitores se da en los casos en que se ha demostrado que el niño se encuentra en situación de riesgo y/o abandono moral y/o material.
El abandono constituye un acto penalmente sancionable, dada la situación de riesgo a la que se expone al niño.

Existen diferentes factores que pueden influir al momento de tomar la decisión de entregar un hijo en adopción, pudiendo estar relacionados con:

• un estado total de carencias en el más amplio de los sentidos: sociales, culturales, familiares, económicas, etc.;

• la corta edad de los progenitores,


• el estigma de la fertilidad inesperada,

• el abandono forzado,

• el temor a la exclusión social y/o familiar entre otros.

Los casos que se presentan más habitualmente son:

a. Madres adolescentes: imposibilidad de ejercer el rol maternal porque no se desprendieron del rol de hija. Probablemente fue abandonada por su
pareja y siente que el hijo traerá complicaciones a futuro.

b. Madres adultas solas: abandonadas por su pareja, piensan que no pueden hacerse cargo de la situación.

c. Padres con hijos en situación de riesgo: parejas que viven en estado de marginación, con gran cantidad de hijos, vínculos agresivos, patologías
mentales. Se les quita la patria potestad.

Personas que desean adoptar

La imposibilidad de procrear se instala como una herida narcisista (a veces con sentimiento de culpa e impotencia). Se debe asumir primero la
imposibilidad de procrear y luego pensar en una adopción. Ante la consulta de una pareja con deseos de adoptar un niño debemos investigar la mecánica
psíquica subyacente, que se vislumbrará indagando sobre ciertas cuestiones:

1- Nivel de interacción e integración Se debe explorar la solidez del lazo afectivo que une a la pareja y detectar si existe en ellos la fantasía de
adoptar un niño como método mágico para subsanar problemas de pareja.

2- Causales de infertilidad Se debe indagar acerca de la certeza médica existente con respecto a la imposibilidad de procrear de la pareja; ya que
en muchas ocasiones no se han realizado todas las investigaciones médicas hasta agotar el tema. En ocasiones no hay causas físicas determinantes de
infertilidad, debiendo enfocarse la problemática hacia los aspectos psicológicos de la pareja.

3- Nivel de elaboración de la infertilidad Ello nos da el perfil psicológico que posee la pareja sobre este tema, qué fantasías sustentan y qué pactos
implícitos o explícitos han realizado. El mayor grado de elaboración de esta herida narcisista será el que posibilitará una relación más adecuada con el niño
adoptado.

4- Funcionamiento de la sexualidad de la pareja Se considera conveniente investigar acerca del nivel alcanzado en las satisfacciones genitales de
la pareja, dado que una inhibición extendida perturbará una comunicación fluida con el niño adoptivo tendiente a satisfacer los requerimientos de su
sexualidad infantil y acerca de sus orígenes, impidiéndole el desarrollo armónico de su propia sexualidad.

5- Existencia de los padres biológicos del niño adoptivo Se explora el nivel de elaboración que tiene la pareja respecto a la existencia de los padres
biológicos del niño. Si se acepta la existencia de los mismos, no habrá respuestas al niño tales como que la madre biológica está muerta o esclarecimientos
parciales que sólo aumentan el nivel de confusión del menor.

Al realizar la pericia psicológica para evaluar si las personas postulantes para una adopción están capacitados para llevar adelante con responsabilidad la
crianza y cuidado de un hijo, pudiéndole brindar todo lo necesario para su desarrollo armónico; se intentará inferir qué lugar ocupará en el entramado
familiar el niño a venir (fantasías):

a) Como salvador de la relación de pareja: continente de una pareja deteriorada, que instala la fantasía de re-unión de la misma.

b) La pareja salvadora del pobre niño: encubre sentimientos depresivos ante la propia infertilidad.

c) El niño como compañero sexual, creando una sub-pareja y un tercero excluido que reacciona con mucha agresión hacia el niño.

d) El niño como destructor de la pareja: uno de los miembros de la pareja teme ser excluido de la dinámica familiar por no haber sido fuente de
gratificación.

e) El niño como posibilidad de engrandecimiento de la pareja, cuando está puede aceptar el derecho de ser padres de un niño a pesar de las fuertes
prohibiciones que tiene impuestas.

f) Si los adoptantes pueden aceptar la historia personal del niño, para poder trasmitirle la historia de sus propias familias.

Caso Fernandez
La familia Fernandez adopta a Lorena, una nena de dos años y medio. Pareciera una adopción simple. Ellos estaban casados desde hace 2 años. La Señora
Fernández tiene un hijo de otra pareja, que actualmente tiene 25 años y que se fue a vivir solo a los 16. Sostienen que ella no podía tener más hijos, y
como los varones cuando crecen tienen su vida, ella quería tener otro hijo. Una amiga que viajó a Misiones le comentó de una niña que estaba
abandonada; ellos le pagaron el pasaje a la madre de la niña para que viajara a Buenos Aires. Tuvieron contacto con la madre en ese momento solamente,
después nunca más. Cuando llego, la niña estaba desnutrida, no hablaba y no caminaba, tampoco sabía comer. Por esto comentan que el trabajo con
Lorena fue complejo, por sus impedimentos (no dormir en una cama, no saber masticar).

Esperaron un año para ver cómo se relacionaba con la familia, posteriormente comenzaron con los trámites legales (que al parecer nunca terminaron
porque según ellos el abogado archivó el expediente). Actualmente Lorena tiene 13 años y al ingresar a la secundaria le solicitan que tenga la
documentación correspondiente en tanto ella aún conserva el apellido de los padres biológicos (García). La familia Fernandez es muy religiosa, incluso
marido y mujer se conocieron en la iglesia. La madre de ella había tenido un problema que requirió dadores de sangre, así que ella fue a pedir a la iglesia y
este se ofreció.

En la segunda entrevista, la familia relata que Lorena se lleva muy bien con ellos, que el vínculo habría de ser perfecto. Cuentan que cuando estaban
haciendo el trámite de adopción, Lorena iba a la Casa Cuna, para supervisar en tratamiento cómo iba relacionándose con la familia, etc). En este contexto
identifican un abuso sexual por parte de un tío, hermano de la madre adoptiva. Este figura en el expediente de este lugar. La madre no considera este
como un abuso, constata que solo habrían sido “caricias”, que el tío habría de encontrarse en tratamiento psiquiátrico y que a partir de ahí jamás ella se
quedó sola con él. Este tío viviría en la casa de los abuelos adoptivos, a quienes continúan visitando pero sin dejar a la nena sola. No obstante, el
expediente especifica que Lorena no debe ir más a la casa de los abuelos.

Luego del episodio, Lorena comienza a sufrir enuresis y problemas en el colegio. Sin embargo, la señora Fernandez dice que la primera se debe a que
cuando la madre biológica la trajo, ella habría de encontrarse mal, desnutrida, no sabía comer, masticar ni dormir; y que ellos tuvieron que enseñarle. Que
el hacerse pis se debe a que “la madre biológica” la dejaba en el piso con un “tarro de agua y pan”, lo cual le derivó en dificultades para orinar y defecar
bien.

Ante la pregunta de cómo funciona la intimidad de la pareja, no se los ve abiertos a hablar y la Sra contesta que no sabe qué tiene que ver, pero que bien,
y el Sr comenta “hicimos una simbiosis”.

En la tercera entrevista se revela que el padre habría tenido problemas con la bebida hace mucho tiempo, según él. Primero niega haber tenido este
antecedente de enfermedad. Ya no habría de considerarlo parte de su vida: “ya está, me hace muy mal hablar de eso”. Cuenta que a los 15 años empezó a
tomar alcohol, que desembocó en un delirium tremens. Cuenta que “era otra persona”, que se desnudó y “mojó” a otra persona, que no lo sabe bien; lo
internaron en una “especie de cárcel” por 3 meses en un sector del Borda. Del Hospital X es derivado a asistir a reuniones de AA por 7 años. Nunca más
volvió a tomar, habiéndose mantenido sobrio por 25 años. La mujer está al tanto de esto. Además, la madre de él se separó cuando era chico y se
emparejó con otro hombre, con quien se fueron a vivir.

Prácticos 9 y 10

“La Psicología en el campo jurídico”

Cap. Violencia Familiar

Violencia Familiar (VF):

La familia es la institución donde se forja la personalidad del sujeto y a veces puede ser un mal modelo cuando las relaciones son inadecuadas. La VF y el
maltrato a niños puede catalogarse de “invisible” ya que no se conoce su magnitud. Los factores son múltiples, van de la hostilidad de las grandes
ciudades, problemas económicos, competencia entre hombre y mujer, exigencia a los niños de proveer la gratificación que los adultos no lograron. La
violencia es más propensa de ser ejercida sobre niños, mujeres y ancianos por ser los más débiles.

Definición de VF:

Violencia familiar es toda forma de abuso que tiene lugar en las relaciones entre los miembros de una familia, a toda conducta que por acción u omisión
ocasiona un daño físico y/o psicológico a otro miembro de la familia. Las modalidades activas se relacionan con el abuso y las pasivas con el abandono.

Formas en que se expresa la violencia:

La violencia no es solo física, también se da a través de palabras o gestos en que se descalifica o humilla. Existe también el abuso económico que consiste
en no darle a otro dinero para que desempeñe sus actividades ó quitarle el dinero a otro y disponer de él. Otra forma es el abuso sexual donde se fuerza al
otro a llevar a cabo conductas sexuales a pesar de su desacuerdo. Abandonar o no cuidar también es una forma de agresión ya que puede ocasionar daño
físico y muerte en algunos casos.

Violencia Familiar:
1) Maltrato infantil:

a. Formas activas: abuso físico, emocional, sexual, síndrome de Munchauser

b. Formas pasivas: Abandono físico, emocional, negligencia

c. Niños testigos de violencia

2) Violencia Conyugal:

a. Maltrato hacia la mujer

b. Violencia Cruzada

c. Maltrato hacia el hombre: abuso físico, emocional, sexual, otros abusos.

3) Maltrato a ancianos:

a. Formas activas: maltrato físico, emocional, financiero

b. Formas pasivas: abandono físico, emocional.

Violencia hacia los hijos

En las causas de maltrato infantil, los padres presentan falencias en el ejercicio del rol parental.

Signos que se pueden encontrar: los padres se desentienden de sus obligaciones; niegan conflictos o reniegan del niño por su conducta; autorizan a
terceros a ejercer acciones violentas si el niño se porta mal; menosprecian a su hijo; exigen rendimientos ni acordes a la capacidad del niño; tienen
antecedentes de maltrato o abandono; padecen adicciones; son extremadamente protectores; tienen ideas distorsionadas de la capacidad del niño;
relaciones violentas de pareja; patologías mentales.

Factores relacionados al maltrato infantil: repetición de una generación a otra de violencia, negligencia o privación física o emocional; precaria capacidad
para asumir el rol.

Estadísticamente los malos tratos se dan por crisis personales y la falta de capacidad de ejercer roles adultos. Estas características influyen en los padres
transformándose en maltrato; por cualquier hecho de la vida cotidiana se genera violencia. Se considera al niño indigno o desagradable, los padres
perciben distorsionadamente lo que deben ser sus hijos y consideran el castigo físico la mejor manera de corrección. En muchos casos los padres tratan de
lograr por la violencia el cumplimiento de un ideal. Suelen desplazar en el niño el conflicto conyugal. Miedo a perder la autoridad sobre los hijos.
Impotencia a partir de la incapacidad para transformar y cambiar su vida; tratan de cumplir con agresión su imposibilidad; la agresión hacia los hijos es
resultado de una vida no realizada, mutilada; convierten a sus hijos en objetos para experimentar capacidad y potencia. No haber deseado tener un hijo.

La violencia hacia los hijos puede ser expresada a través de:

1) Abuso o maltrato físico: Consiste en cualquier acción no accidental que provoque daño físico, enfermedad o riesgo de padecerlo. Golpes o
castigos corporales como técnica de disciplina; utilización de la fuerza física inapropiada y excesivamente.

2) Abandono físico: existen dos tipos: abandono explícito e implícito. En el primero, el adulto expresa rechazo hacia el niño, solicita que otros se
hagan cargo. En el segundo, si bien el adulto no expresa su deseo de no ejercer la paternidad, pero las necesidades físicas, alimenticias, protección y
vigilancia no son apropiados.

Indicadores:

Quemaduras, mordeduras, fracturas, dolores sin explicación; miedo exagerado a que se cite a los padres; cambios en el rendimiento escolar; problemas
físicos o patológicos no atendidos por los padres; problemas de aprendizaje no atribuidos a causas físicas o neurológicas; cautela en el contacto con
adultos.

3) Abandono emocional: Falta de respuesta a las señales y conductas de proximidad iniciados por el niño y falta de iniciativa de interacción y
contacto por parte de una figura estable. La inaccesibilidad afectiva debe ser persistente; lo que define este tipo de maltrato es el carácter crónico.

4) Abuso psicológico: Manifestaciones crónicas, persistentes y destructivas que amenazan el normal desarrollo psicológico del niño, ejercidas por
algún familiar cercano. (Insultos, desprecios, rechazos, amenazas, hostilidad verbal). Esto en los primeros años del niño produce que no pueda desarrollar
apego adecuado y posteriormente se sienta excluido familiar y socialmente; afección de su auto estima y habilidades sociales.
Indicadores de Abandono y Abuso Emocional:

Trastornos del desarrollo; deformaciones del lenguaje; retraso mental; enuresis; trastornos del sueño; aislamiento; retraimiento; falta extrema de
confianza en sí mismo; necesidad de ganar o sobresalir; agresividad; pasividad; falta de logros escolares.

Expresiones de la Violencia Psicológico:

Empobrecimiento de la autoestima; no facilitar la tolerancia a la frustración y al control de impulsos; fomentar la inestabilidad emocional; privarlos de
afecto y cariño; no atender necesidades básicas; ignorar; rechazar los cambios que se producen en los adolescentes; amenazas y castigos extremos; hacer
participar al menor en conductas antisociales; aislarlo de relaciones sociales de su edad.

Negligencia:

Falta de responsabilidad ante las necesidades de supervivencia del niño. En la falta de atención de los padres se detecta su incapacidad para asumir el rol.
Según Barudy las causas que originan la negligencia son:

• Negligencia biológica por trastorno del apego: Factores dependientes de la madre y/o padre o dependientes del niño

• Negligencia cultural: por modelos de crianza inadecuados y violentos; por carencias educativas

• Negligencia contextual: Pobreza como medio ambiente o aislamiento social: marginalidad; familias monoparentales o transculturalizadas.

Indicadores de negligencia en el niño:

Suciedad, vestimenta inapropiada; desarrollo no acorde a la edad; déficit nutricional; inmadurez por falta de estimulación; falta de aprendizaje escolar;
ausencias repetitivas a la escuela; problemas o enfermedades no atendidas; retraso del crecimiento por desnutrición; síndrome de enanismo social.

Síndrome de Munchausen por poderes:

Simulación de síntomas físicos y/o psicológicas en terceras personas. Administración o inoculación de sustancias o manipulación de excrementos para dar
cuenta de una patología que no existe en el paciente. Es una forma de abuso infantil, ya que uno de los padres induce en el niño síntomas reales o
aparentes de una enfermedad. Generalmente es la madre quien provoca al niño o se provoca síntomas y busca atención médica. Es un síndrome raro y su
causa es desconocida. La simulación suele ser lograda dejando de alimentarlo o falsificando fiebres. Los niños suelen ser hospitalizados, los médicos no
encuentran adecuación entre síntoma-enfermedad y el niño es sometido a una serie de exámenes innecesarios. Los síntomas no se manifiestan en
ausencia de los padres; los padres no aceptan separarse del hijo cuando lo evalúan profesionales; cuadros neurológicos graves de evolución no habitual.

Los profesionales notan una extrema actitud de colaboración en la madre; los cambios en el niño nunca son presenciados por el personal del hospital, solo
por ella. Este síndrome ocurre por problemas psi en los adultos, su objetivo es llamar la atención. Este tipo de abuso puede atentar contra la vida del niño.
Es necesario considerar la gravedad de la situación y la indefensión del menor, dado que quien lo expone es quien debería cuidarlo. Cuando se detecta ya
lleva mucho tiempo de evolución y difícil de tratar en los padres.

Abuso Sexual:

Todo contacto sexual en un niño menor de 18 años por parte de un familiar-tutor desde una posición de autoridad o poder sobre él, agravado por el hecho
de que el niño confía en esa persona. También se considera abuso sexual al acercamiento inadecuado entre 2 menores de diferentes edades utilizando
alguna coerción uno sobre el otro. Consiste en la utilización de un menor para satisfacer deseos sexuales de un adulto; incluye distintas formas de
acercamientos inadecuados. No es sinónimo de violación y es importante conocer las diferencias, ya que el abuso sexual es un proceso crónico y por lo
general el agresor no utiliza violencia, ya que suele ser un conocido del niño.

El interés sexual que estos sujetos experimentan hacia los niños, parece conectarse con un sentimiento de miedo hacia los adultos; se relaciona también
con un desorden en la relación con sus propios padres. Los niños resultan atractivos por ser inocentes, no exigentes y no por poseer características físicas
adultas.

• Efectos en el aparato psi del abuso sexual: Varían dependiendo el tipo de relación entre abusador y abusado (siendo los incestuosos los más
graves). Es de relevancia la frecuencia y duración, la edad de la víctima y del agresor (a menor edad de la víctima, mayor magnitud de los efectos).

• Indicadores: Cambios bruscos en el comportamiento; hostilidad hacia el agresor; llantos inexplicables; miedo; retraimiento; conducta
autodestructiva; pesadillas; trastornos conductuales y relacionales; baja autoestima; stress postraumático; resistencia a regresar al hogar; excesivo
conocimiento del actuar sexual; masturbación; conductas regresivas.

• Indicadores a largo plazo: alteraciones psicopatológicas; depresión; fracaso escolar; trastornos alimenticios - con el sexo opuesto - en la
sexualidad; predisposición a sufrir abusos en la adultez; baja autoestima; antisociales; adictos; intentos de suicidio; automutilaciones; psicosis. Los efectos
a largo plazo pueden no aparecer en todos los casos, pero dependerá de la vulnerabilidad psíquica de la víctima, de la duración del abuso y del entorno
familiar.

Factores de riesgo a considerar en el maltrato infantil intrafamiliar

El perito deberá considerar los factores de riesgo. Se deberán tener en cuenta al momento de informar al juez sobre la conveniencia de proteger al niño e
inclusive sugiriendo que sea apartado de la familia hasta que se evalúe profundamente el vínculo evitando que el niño continúe siendo expuesto. Los
factores de riesgo son agentes internos o externos o situaciones que posibilitan enfermedades o lesiones. Identificar estos factores consiste en desarrollas
estrategias educativas en estas familias.

Violencia Conyugal

Se manifiesta luego de un tiempo de convivencia. Suele explicarse como efecto de una situación de tensión y consideran improbable que vuelva a ocurrir,
pese a que se vuelve un proceso cíclico.

Maneras de manifestarse: ataque cruzado; relaciones sadomasoquistas; mujer/hombre golpeada/o.

De acuerdo a la adjudicación y asunción de roles dentro de la pareja será el tipo de violencia que se de:

• Pareja Simétrica: Actualmente y con los cambios producidos en la década del 70, surge para la mujer un segundo rol; esto expone al hombre a
realizar también los trabajos hogareños. Como trabajan los dos (pagos), el rol familiar también lo es. Ambos ejercen modalidades de agresión desde una
situación de igualdad, así se experimenta el ataque cruzado entre cónyuges. Ambos ejercen la agresión de igual a igual. La agresión no es cíclica como la
complementaria.

• Pareja Complementaria: Tradicionalmente los varones estarían comprometidos con el trabajo y el sostén económico, son ellos quienes se
desenvuelven en la esfera pública, alejados del hogar. Las mujeres, desarrollarían sus actividades dentro del ámbito hogareño. Dentro de ésta concepción,
tenemos roles bien diferenciados tanto para el hombre como para la mujer. La violencia se ejerce a modo de castigo y se coloca en inferioridad a uno de
los miembros, siendo impuesta por quién provee el sustento. Mayormente mujer golpeada y en menor medida, el hombre.

Ciclo de violencia: consiste de 3 fases.

1) Acumulación de tensión: golpes menores, hostilidad y tensión en aumento, control excesivo, etc. Existe una tensión que puede ser resultado o
consecuencia de una constante pelea, de un comportamiento silencioso o una combinación. Puede durar días y/o años. En este momento la victima puede
pedir ayuda para prevenir que se agudice.

2) Del Golpe: golpes graves, abortos y hasta la muerte de la víctima. El victimario cree que golpea como disciplina, pero pierde el control. La víctima
es auxiliada por médicos, psi y a nivel legal cuando decide pedir ayuda o los golpes provocaron hospitalización.

3) Arrepentimiento o luna de miel: aparecen las disculpas, se promete que no se repetirá. La victima necesita creer que su pareja ha reflexionado y
que cambiará; rara vez solicita ayuda.

Características de la mujer golpeada:

Forman un grupo heterogéneo (diferentes edades, clases sociales, etnias). Sentimientos intensos y viven una relación amorosa adictiva. Creen que su
pareja va a cambiar y que sin ellos no sobrevivirían. El amor actúa como generador de dependencia. Suelen tener baja autoestima, un concepto negativo
de sí mismas, y creen que no pueden vivir sin ser amadas.

Otras razones para no disolver el vínculo patológico son: miedo a los problemas financieros y a las reacciones de su esposo; miedo a lo que el conyugue
pueda hacerse a sí mismo, a ella o a sus hijos; creen merecer el maltrato; evitan pensar que el esposo es cruel y se programan para pensar que las aman;
no quieren dañar la imagen del cónyuge; tienen hijos pequeños y creen que necesitan a ese padre; aguantan dolor y angustia porque creen que así debe
ser.

Características del hombre golpeador:

Inseguro de sí mismo, éste rasgo lo disfraza de características autoritarias y de superioridad. Según valores patriarcales, las familias están organizadas en
jerarquías de poder desigual entre hombre y mujer. La comunicación suele ser difícil; cree que mostrándose sensible pierde autoridad. Pudo haber sido
objeto de abuso en su niñez o testigo. Recurre a la violencia intentando resolver conflictos internos. Presentan dificultades para relacionarse con los
demás. No responden a personalidades patológicas, pero estas pueden devenir como consecuencia de la convivencia violenta.

Marco legal de la Violencia Familiar


La ley protege a la víctima para que pueda recibir el auxilio que necesita y evita la continuación del maltrato. El perito evalúa la dinámica familiar, teniendo
en cuenta el daño causado a la víctima y los indicadores de una eventual situación de riesgo.

Medidas cautelares

1. Exclusión del victimario del hogar

2. Prohibición de acercarse a la casa, trabajo o lugar de estudio.

3. Tenencia de los hijos

4. Régimen de visitas supervisadas

5. Interacción de la victima

6. Indicación de tratamiento.

Fuero Civil – Ley 24.417

Ley de protección contra la violencia familiar. Adopta la vía civil para seguir su curso. Si se evidencian lesiones o maltratos graves se inicia además
denuncia penal. Agresor sancionado en función de su delito. La ley no determina el procedimiento sino un trámite para que la víctima reciba auxilio; el
procedimiento es competencia del fuero penal. La ley asiste a la víctima y evita que continúe el maltrato. Contempla la intervención de peritos, los cuales
tienen en cuenta el daño causado y la situación de riesgo; el juez tomará las medidas convenientes. La ley plantea la obligatoriedad de denunciar la
violencia ejercida en niños, ancianos, incapacitados y discapacitados, que se extiende a todos los profesionales de la salud y del entorno educativo. Quien
no denuncie puede incurrir en el delito por abandono de persona o mala praxis. La denuncia debe efectuarse en un plazo de 72 horas. El denunciante no
debe comprobar el maltrato, la justicia se encargará de eso.

Fuero Penal.

De acuerdo al delito se efectúa la sanción y se indica el agravante de la acción por el vínculo. La violencia familiar aparece contemplada en los títulos del
Código Penal llamados "delitos contra la vida" y "delitos contra la integridad sexual"; cuando en sus artículos se hace mención al agravante de la acción por
el vínculo.

• Delitos contra la vida: reclusión o prisión perpetua por matar ascendiente, descendiente o conyuge; 1 mes a 1 años por daño; etc. Delitos contra
la integridad sexual: 6 meses a 4 años por abusar.

• Prevención de la violencia en el seno de la familia: Múltiples causas de la violencia en el seno de la familia, pero sus manifestaciones tienen un
elemento en común: el abuso de poder.
__________________________________________

Abuso Sexual Infantil (ASI) – Varela

Es una forma de abuso físico y psicológico que consiste en la utilización de un niño por parte de un adulto para satisfacer sus propios deseos sexuales.
Puede incluir distintas formas: manoseos, exhibiciones obscenas, manipulación genital, penetración vaginal o anal, presión para ejercer prostitución,
pornografía, etc.

Es un delito contra la libertad sexual y el bien jurídico protegido es la dignidad sexual de las personas. El consentimiento para realizar dichas actividades,
para ser válido exige comprender los alcances de tales acciones, también debe estar la libre de aceptación del sujeto en dicha actividad. Para que dicho
consentimiento sea válido debe contarse con maduración psíquica y, por lo tanto, resulta ajeno a las posibilidades de un niño. El sujeto que exponga al
niño, está cometiendo una conducta penada por la ley.

Se debe tener presente que la ausencia de signos físicos NO inválida el relato de la víctima. En general se desarrolla en forma progresiva; el adulto no
realiza un único acto, sino que se trata de un proceso que presenta FASES, de diferente duración y no taxativas:

Proceso de ASI:

1. Acercamiento o seducción: el adulto se acerca al menor a partir de la manipulación de la confianza existente. Consiste en la preparación, llevada
a cabo a través de los buenos modos, cuidados y atención.

2. Interacción sexual: Progresivamente el adulto llega a los juegos sexuales, no a través de una conducta violenta o sádica sino que engaña,
persuade a la víctima.

3. Secreto: amenazas o promesas de cuidados para que la situación persista y la víctima se adecúe.

4. Revelación: muchas veces se da por un tercero, por el dolor físico que el abuso le genera a la víctima, por sentir que puede encontrar ayuda o
abuso en terceros.

5. Supresión del ofensor: separación de abusador del niño. Se debe trabajar con el niño para evitar que sienta culpa o abandono. En estos niños
suele darse el síndrome de acomodación, debe trabajarse la separación para evitar una situación más traumática.

Síndrome de acomodación:
La inicial sumisión se puede tornar identificación. Repetición de la conducta sobre otros niños o juguetes intentando fallidamente la reversión de la imago
parental terrorífica en protectora y buena. El síndrome de acomodación del abuso sexual tiene 5 categorías.

1. Secreto: precondición de abuso, aceptación a raíz de la intimidación del victimario. Ningún niño está preparado para considerar un acercamiento
sexual con un adulto de confianza, la única impresión que percibe es de peligro y temor, en función del secreto que rodea el contacto. Aunque la vivencia
no sea violenta, el secreto demuestra lo malo; será causa de miedo y de salvación.

2. Desprotección: El hecho de que el abusador forme parte de un vínculo de confianza y se encuentre en una posición afectuosa, incrementa el
desequilibrio de poder y el grado de desprotección de la víctima y da cuenta de la vulnerabilidad de la víctima. Surge de las enseñanzas que reciben los
niños a no tener contacto con extraños y sí ser obedientes y afectuosos con quienes los rodean. Se esperaría que la víctima grite o se resista, pero no lo
hace y por esto se lo considera cómplice a menos que se demuestre la fuerza o amenaza. La amenaza de pérdida de amor o familiar es más terrorífica que
la violencia. Es necesario que los adultos confirmen la desprotección y la falta de complicidad del niño. El rol de protección que debemos asumir los
profesionales auxiliares de la justicia y los terapeutas consiste en reconocer que los niños no tuvieron otra alternativa que someterse y mantener el
secreto. Mientras que el adulto sí comprende la criminalidad de sus actos

3. Atrapamiento y la Adaptación: El niño aprenderá a acomodarse a lo que le toca vivir en relación a los requerimientos sexuales, como
consecuencia surgen conductas patológicas en la adolescencia y durante toda la vida. El abusador hace que la víctima internalice que está bien lo que
hace.

4. Desvelamiento Tardío o Poco Convincente: Se produce por conflicto familiar grave o descubrimiento de un tercero o cuando la víctima siente que
los mecanismos de acomodación ya no son efectivos.

5. Retracción: Comúnmente la victima da marcha atrás con la denuncia. Esto se debe a la ambivalencia entre la obligación de preservar la familia y
el temor a las amenazas. La víctima queda responsabilizada por la destrucción familiar.

Las victimas enfrentan una segunda situación traumática en la crisis del develamiento. Involucrar a un niño en actividades que no puede dimensionar
psicológicamente por su inmadurez los coloca en un estado de indefensión. Leonard Shengold utiliza el término “asesinato del alma” para considerar al
abuso sexual. Estas vivencias dejan profundos efectos en el aparato psíquico, modificando las defensas y el psiquismo que interviene en el normal
desarrollo psicosexual. Debe agregarse la re-victimización institucional luego de la revelación el niño teniendo en cuenta la exposición a la cual se lo
somete. Sucesivas declaraciones en el ámbito jurídico. Estas acciones reactualizan la experiencia. La ausencia de síntomas no significa la falta de
afectación.

La práctica pericial e investigaciones científicas evidencian dos tipos de efectos en lo que al abuso sexual se refiere:

1) Estrés post traumático por intensa agresión sexual, violencia física y/o psíquica, pasibles de producir coartación de la capacidad defensiva no
exenta de sentimientos de culpa. Son esperables: recuerdos desagradables, recurrentes e invasores; juegos repetitivos que expresan la vivencia
traumática; dificultades para mantener o conciliar el sueño, pesadillas; conductas hiperalertas o reacciones súbitas si aparece el agente traumático;
evitación de estímulos traumáticos; incapacidad para recordar aspectos del trauma; disociación ó diminución del rendimiento integral

2) Desviación del desarrollo psicosexual, incorporándose la conducta desviada en un plano casi natural.

Paciente Víctima de ASI

En ocasiones sospechamos ASI en la práctica, es necesario accionar cuidadosamente. Generalmente quienes revelan abuso dicen la verdad. Es
fundamental el manejo psicológico-legal y el abordaje interdisciplinario con la víctima y la familia. Indagar por qué llega a consulta y conservar el oficio
donde se solicita la intervención del equipo de salud, indicar el motivo de la sospecha; el relato del niño/a; sintomatología o indicadores. Cada caso y su
abordaje son diferentes. Suele ocurrir que el profesional sea testigo espontáneo y pase por alto una problemática evidente.

En la entrevista deben tenerse en cuenta los siguientes factores: que sea breve porque los niños no pueden sostener la atención mucho tiempo;
escucharlo con paciencia y tener tacto al preguntar, evitar el estilo interrogativo, tener actitud receptiva; aliviar la angustia, explicar el fin de estar
contando lo sucedido con un vocabulario adaptado a su edad; el impacto personal no debe influir; establecer buen rapport, explicarle que nuestra función
es ayudarlo; es necesaria la presencia de un adulto de confianza (madre) y en adolescentes darle a elegir si quiere entrevistarse solo/a o con un adulto;
registrar textual amplia y minuciosamente con su vocabulario y sin interpretar ya que el 1er relato es de vital importancia; recopilar todo detalladamente,
obtener la evidencia adecuada, pero no es el psicólogo el que dictamina si ocurrió el abuso; responder sinceramente a las preguntas del niño respecto a lo
que pasará con el abusador, explicar que será el juez quién decida; evaluar el riesgo para la salud y/o la vida del paciente, decidir internación si es
necesaria como medida de protección.

Son indicadores de posible abuso

1. Conocimientos sexuales inapropiados para su edad.


2. Relato del abuso, consistente

3. Descripción del abuso

4. Estructura lógica del discurso.

El perito ante la evaluación de ASI

La legislación debe proteger los derechos del niño en todo momento; en el proceso penal, informar sus derechos, asistir necesidades, respetar intimidad e
identidad, favorecer la reparación del daño, reintegración social, recuperación psicofísica, y en virtud de no exponer al niño se ha reglamentado que solo
podrán ser entrevistados por psicólogos especialistas en niños. Debe brindarse seguridad al niño a su familia y a los testigos; debe capacitarse a los agentes
judiciales y psi.

La entrevista debe lograr un adecuado clima y privacidad. El Código de Procedimientos hace lugar a la intervención de peritos de parte en cámara Gesell.
Es importante que en la entrevista inicial tenga libertad de exponer los hechos comenzando por donde prefiera. Una vez logrado el rapport pedir que
cuente lo que recuerda. Por lo general proporcionan la información adecuada. Luego se preguntaran cuestiones que el perito necesita conocer para
planificar las técnicas que utilizara en la evaluación. El profesional deberá contar con todo el tiempo necesario para realizar la evaluación; en caso de niños
muy pequeños o especiales se adecuarán las técnicas. A los pequeños se les deberán proporcionar instrumentos no verbales para ayudar la comunicación.
La entrevista es la técnica de mayor importancia en ASI al momento de validar o no el abuso. No existen hasta el momento test específicos que den cuenta
del ASI.

Procedimiento de evaluación pericial: análisis del expediente; entrevista; análisis de las declaraciones. Analizar el expediente previamente al contacto con
la víctima; si bien hay autores que no debe entrarse en contacto con el mismo, la postura de la cátedra es la de tener pleno conocimiento de las
constancias de autos con el fin de poder planificar la estrategia de evaluación.

Luego de la evaluación puede que el diagnostico no sea concluyente; el perito deberá citar la información que le genere sospechas o que no permita
afirmar el abuso. La evaluación de una presunta víctima menor de 18 años debe realizarse teniendo en cuenta el estado de indefensión y cuanto menor es
su edad, mayor su vulnerabilidad.

“Psicología Jurídica”

El Psicólogo ante Problemáticas de Familia - Varela

Intervenimos con familias en las que ha fracasado el intento de elaboración de acuerdo y colaboración. En relación a la separación conyugal se entiende el
divorcio como un problema psico-socio-jurídico. Hay 3 etapas globales en el proceso de la separación conyugal:

1) es la previa a la separación (incluye las dudas, la ambivalencia),

2) posturas antagónicas

3) Reequilibrio y nuevas direcciones.

El psicólogo interviene para reorganizar y minimizar las consecuencias negativas de la ruptura. Buscamos apoyar el funcionamiento del subsistema filial,
las medidas que se adopten siempre tienen que tener el interés superior del niño. El planteo del mejor interés del menor implica un análisis exhaustivo
que excede la formación curricular de los profesionales del derecho. En el reconocimiento de la complejidad del problema familiar está el origen de los
psicólogos a los juzgados.

Se deba partir de la presunción de que en la separación no tiene por qué separarse padres de hijos y por ello, las medidas judiciales sobre el cuidado y
educación de los hijos serán adoptadas en beneficio de ellos, luego de oír a los mismos. No existe ninguna medida directa y precisa de decisión sobre la
custodia infantil (exceptuando las que se siguen por la vía negativa, como por ejemplo ante situaciones de violencia familiar), ésta solo puede ser guiada
por aproximaciones, en base a indicadores.

El divorcio aparece a simple vista como un conflicto jurídico, en donde los ex cónyuges deberán acordar la cuota alimentaria, la tenencia de los hijos, fijar
el domicilio, entre otras cosas. Pero también se presentan una serie de conflictos psicológicos y sociales que en muchos casos son invisibilizados y que, no
obstante, se pueden afirmar que delimitarán el conflicto y determinarán su evolución.

Los peritajes psicológicos en las problemáticas de familia tienen como objetivos básicos:

a. La valoración de los conflictos familiares desde la comprensión de los vínculos emocionales, comunicacionales, roles familiares, etc.
b. Facilitar las decisiones judiciales con información necesaria, pertinente, etc.

c. Maximizar los recursos de la familia en crisis, ayudando a evitar o disminuir en lo posible los riesgos no deseados para los niños o adolescentes
implicados.

El planteo estratégico en la evaluación y estudio de casos de guarda, tenencia de hijos, régimen de visitas con el progenitor no conviviente, acogimientos,
obstrucción del vínculo, etc., no debe sustentarse en la evaluación de un sujeto aislado sino de una familia y sus modalidades de interacción en un
contexto determinado. Al realizar dicha labor se realizara una evaluación de la idoneidad parental, y ello exigiría considerar y contrastar en ambos
progenitores, al menos, los siguientes factores:

Características de la intervención: es acotada en el tiempo, es impuesta por la instancia jurídica no existiendo demanda de la familia y su finalidad no es la
cura.

Diferentes temáticas:

a) Evaluación pericial en el proceso de custodia (tutela, visitas, privación de la patria potestad, maltrato o abuso, en niños y adolescentes),

b) Evaluación de los progenitores o de quienes aspiren a la custodia,

c) Apoyo en el proceso de conciliación antes, durante o después de la audiencia de mediación

d) Asesoría psicológica de personas, parejas, familias

e) Emitir los informes técnicos en los procesos de ruptura de parejas con hijos

f) Elaboración de talleres educativos para funcionarios, intervención en crisis y manejo del estrés

g) Actividades académicas investigativas.

En la actualidad en nuestro sistema jurídico hay distintos tipos de custodia:

• Compartida: los hijos pasan la mitad del tiempo con cada progenitor. Los padres deben compartir derechos y obligaciones sobre los mismos.

• Separada: los hermanos se separan y cada padre se responsabiliza de uno o más de sus hijos.

• Única: el niño se queda con solo uno de sus padres, y el otro tiene derecho a visitas que son otorgadas por el juez.

La custodia se confía al padre que se considera más apto para hacerse cargo de los niños e intenta proteger de la mejor forma los intereses que éstos
tengan. Igualmente es común que se la confiere a la madre. Siempre teniendo presente el mejor interés del niño, de acuerdo al principio rector de nuestra
legislación, es importante plantear que la mejor alternativa de custodia, no puede ser otra que aquella que facilite o favorezca en mayor medida la
adaptación del niño tras la crisis familiar. Al realizar dicha labor se realizara una evaluación de la idoneidad parental, y ello exigiría considerar y contrastar
en ambos progenitores, al menos, los siguientes factores:

• Los estilos educativos y de socialización de los progenitores evaluados

• La motivación real que cada uno de ellos presenta para obtener la guarda y la custodia.

• Sus actitudes y motivaciones hacia la paternidad

• La disponibilidad de tiempo y de recursos personales, familiares y sociales para el desempeño parental.

• Calidad de la relación y de los vínculos con sus hijos

• Sensibilidad hacia las necesidades de los menores, y capacidad para diferenciarlas y no confundirlas con las propias

• Compromiso con la necesidad de los hijos de relacionarse con el otro progenitor y su subsistema familiar.

• La empatía y capacidad de respuesta a necesidades especiales del niño

• Capacidad para preservar la continuidad de los aspectos positivos de la vida familiar anterior a la separación.

La American Psycological Association (1994), para la intervención en evaluación de custodias guiadas, ha propuesto 16 directrices que se agrupan en tres
factores:
Directrices orientativas para la intervención en evaluación de custodias:

i. El mejor interés del menor será el principal propósito de la evaluación

ii. El bienestar del menor es primordial. Aunque los intereses de los padres sean legítimos, ha de prevalecer el interés del menor

iii. Se deberá focalizar la atención en las necesidades del niño, la capacidad de sus padres y el ajuste final. Se incluirá así:

a. una evaluación de las capacidades del adulto para ejercer la paternidad/maternidad.

b. una evaluación del funcionamiento psicológico y de las necesidades de desarrollo de cada niño, así como de sus deseos, si procede.

c. evaluación de las habilidades de cada padre para cubrir estas necesidades, incluyendo la interacción entre cada adulto y el niño.

d. se considerara la habilidad de los padres para planificar las futuras necesidades del niño, así como la capacidad de proporcionarle un hogar
estable y feliz, y la potencialidad de emitir conductas inapropiadas y negativas que puedan influir en el niño.

Directrices generales para la intervención en evaluación de custodias:

i. El rol del psicólogo será el propio de un profesional experto, imparcial y objetivo.

ii. El psicólogo deberá estar especializado en aquellas áreas para las que se requiere su actuación.

iii. En la evaluación de custodia pueden producirse acusaciones por parte de los padres de abusos sexuales, negligencia o violencia familiar, pero
estos han de ser objeto de otra evaluación por parte de un segundo experto.

iv. El psicólogo ha de reconocer los prejuicios personales y sociales, y esforzarse en superar dichos prejuicios.

v. El psicólogo evitará relaciones múltiples, no deberá ser al mismo tiempo perito y terapeuta.

Directrices de procedimiento para la intervención en evaluación de custodias:

i. El campo de la evaluación se determinara según la pregunta que desde el juzgado nos haga el juez

ii. Ha de obtenerse el consentimiento para realizar la evaluación.

iii. Ha de respetarse la confidencialidad en lo que respecta a la información obtenida acerca de los evaluados

iv. Se recomienda el uso de múltiples métodos de recogida de información

v. Se ha de ser prudente en la interpretación de los datos

vi. Deben restringirse las opiniones respecto de aquellas personas que no han entrado en la evaluación

vii. Las recomendaciones respecto a la custodia, si es que se hace alguna, se efectuaran basándose en el mejor interés del menor.

viii. Las condiciones económicas han de ser especificadas en forma clara.

ix. Han de conservarse los registros utilizados en la evaluación

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Enfoque Psicosocial sobre el Maltrato Infantil

En las últimas 4 décadas hubo un crecimiento de la visibilización y las denuncias de violencia infantil intrafamiliar; lo cual llevó a que la ciencia explique
teóricamente las causas y factores que la determinan, aplicando proyectos asistenciales contra el abuso sexual infantil. Esta evolución transcurrió por
diferentes etapas:

Primera Etapa:
Surgen los factores que propulsaron a la política a intervenir de modo diferente ante ésta problemática, así como también la toma de conciencia a nivel del
imaginario social.

Se constituye como producto del Movimiento Mundial de Mujeres y del feminismo contemporáneo. En esta etapa los jueces se confrontaron a la
necesidad de fomentar sus sentencias en pruebas que determinarán la certeza de los hechos, y ante ello comenzaron a recurrir a especialistas en la
temática. Se promovió la apertura de servicios asistenciales contra la violencia familiar en hospitales y centros especializados, con la finalidad de dar
respuesta a esta problemática, y a la población que demandaba atención específica.

Segunda Etapa:

Caracterizada por el intento de detener el proceso iniciado en la etapa anterior de visualización del abuso sexual infantil.

Como respuesta a lo acontecido en la primera etapa, surgió una reacción sectorial que intentó instaurar la creencia de que las denuncias realizadas
estaban relacionadas con el ejercicio del “poder femenino en contra de los valores”, más que con la realidad de los casos. Se intentó reducir la
problemática a una mera discusión ideológica entre dos bandos opuestos: los que denunciaban el abuso y los que abusaban de la denuncia del abuso.

Las denuncias seguían aumentando y la mayoría provenían de sectores marginales, lo cual generaba la creencia de que éste es un problema que afecta
solo a las clases sociales bajas. Lo que sostiene ésta creencia es que éstas clases están más expuestas a la visión pública, mientras que las clases altas
tienen más posibilidades de velar las situaciones de violencia. Pero, de todas formas, se supo que el abuso sexual infantil y los ataques incestuosos no son
un fenómeno de clase social, sino un subproducto de dominio masculino que atraviesa a todas las clases sociales. Los afectados que provenían de los
sectores “acomodados” comenzaron a realizar actos que confirmaban el abuso de poder que ejercen los hombres sobre las mujeres (padres pidiendo la
tenencia de sus hijos, jueces predicando ecuanimidad entre hombres y mujeres, etc.)

Tercer Etapa

Actualmente nos encontramos en los inicios de ésta etapa. Se debe romper con el discurso de la etapa anterior, para evitar el reduccionismo o
parcialización en la comprensión de los casos. La violencia es una causa multiderminada, por lo tanto habría de ser necesario el abordaje transdisciplinario
a los efectos de evaluar los factores individuales, familiares y sociales que convergen en la misma.

Aspectos Legales

La Convención Internacional sobre los Derechos de los Niños considera al niño en su calidad de persona, le otorga respeto y protección de sus derechos.
Esto tiene en parte desventajas ya que al hacerlos participes activos en los procesos, pueden ser manipulados o victimizados por los adultos. La
Convención no busca responsabilizar a los niños ni mucho menos vulnerabilizarlos, por eso es necesario que sea tomado en cuenta el proceso evolutivo de
los niños involucrados, sus características particulares, y circunstancias que los atraviesan. Define al maltrato o negligencia como toda acción u omisión
cometida por individuos, instituciones, o por la sociedad en general, y toda situación generada por éstos que prive a los niños de cuidados, de sus derechos
y libertades, impidiendo su pleno desarrollo.

Ley de Protección Contra la Violencia Familiar (ley 24.417): Es llevada a cabo por la justicia civil a menos que se evidencien lesiones o maltratos graves y/o
abuso sexual tipificados como delitos, en éstos casos se iniciará también una causa en el fuero penal para que el agresor sea penalmente sancionado en
función del delito imputado. Esta ley busca otorgarles auxilio a las víctimas, contemplando su asistencia y evitando la continuación del maltrato. También
requiere la intervención de peritos para realizar un diagnóstico de interacción familiar, evaluando la dinámica familiar, el daño causado a la víctima, y los
indicadores de riesgo. Ésta ley considera como grupo familiar a aquel constituido tanto en el matrimonio como en las uniones de hecho (concubinato).

Establece también la obligatoriedad de denunciar los hechos de violencia ejercida sobre niños, incapaces, ancianos y discapacitados. Esto concierne a
todos los profesionales de la salud, maestros, directores, asistenciales, y funcionarios públicos en función de su labor, que tengan conocimiento o
sospecha de hechos de maltrato. Si estos profesionales no denuncian uno de estos casos de maltrato, serán pasibles de sanción penal en el caso que se
demuestre que han incurrido en un delito (encubrimiento, mala praxis, violación de los deberes de funcionario público).

Aspectos Psicosociales

La violencia intrafamiliar se da generalmente desde el miembro que más autoridad y poder tiene, hacia los más indefensos del grupo. La familia es el lugar
de socialización del niño por excelencia, es la encargada de satisfacer las necesidades primarias físicas y socioemocionales; por eso el maltrato dentro del
grupo familiar es determinante para el niño. La violencia es una forma de interacción aprendida que se va transmitiendo de generación en generación,
excluyendo cualquier otro tipo de vinculación. Por eso es muy probable que el niño maltratado, al crecer, sea maltratador, ya que no conoce otra forma de
interacción paterno-filial.

Las condiciones que predisponen al abuso infantil son, una historia de abuso en la familia de origen, sentimientos de inferioridad y baja autoestima. Los
factores que precipitan pueden adoptar cualquier forma que sea percibida por el adulto como amenaza de su control sobre la situación. En todo niño que
fue sometido a un maltrato intrafamiliar crónico se produce un daño psicológico y por lo tanto su aparato psíquico se estructurará de manera que lo
llevará a distorsiones perceptivas y comportamiento que dificultarán su adaptado desarrollo evolutivo, evidenciando trastornos de conducta.
Definimos al maltrato y abuso infantil como injuria física y/o mental y/o abuso sexual y/o trato negligente de todo niño ocasionado por la persona
encargada de su custodia, que implique peligro, amenaza o daño para la salud y el bienestar físico y mental del niño.

La violencia hacia los hijos puede ser expresada de diferentes formas: abuso o maltrato físico, abandono físico, abandono emocional, abuso emocional,
negligencia, síndrome de Mauchausen por poderes, abuso sexual, niños testigos de violencia. En las familias que se presentan éstas conductas de manera
crónica, tienden a la negación de los hechos, y a mostrarse distantes afectivamente. La violencia ejercida por parte del adulto hacia un menor, implica un
sentimiento de poder y autoridad sobre el niño. Ésta imagen de superioridad hace que el niño asuma una conducta de sometimiento y obediencia hacia el
adulto facilitándole el maltrato. Al golpear a un niño para reubicarse como figura de autoridad, se evidencia un intento de cumplir con las expectativas
personales de poder, como forma compensatoria de un fuerte sentimiento de inferioridad e inseguridad.

En algunos casos la violencia ejercida por los padres hacia sus hijos es porque éstos no satisfacen las expectativas de sus padres, por lo que al sentirse
frustrados o impotentes frente a la situación aparece como recurso el golpe, que actúa como forma de ejercer el poder.

Generalmente, aquellos padres que ejercen violencia sobre sus hijos presentan determinadas modalidades conductuales:

1-Se desentienden de sus obligaciones (no van al colegio cuando son citados, no realizan controles médicos, etc.)

2- Niegan conflictos familiares o con el niño; o reniegan por su mala conducta

3- Autorizan a terceros a ejercer violencia sobre el niño si se porta mal

4- Menosprecian a su hijo frente a terceros

5- Exige que su hijo tenga mayor rendimiento físico o intelectual del que le permite su capacidad

6- Los padres tienen antecedentes de haber sido maltratados o abandonados en su infancia.

7- Padecen de alcoholismo u otra adicción

8- Son extremadamente protectores del niño, limitando sus relaciones interpersonales

9- Tienen ideas distorsionadas de la capacidad del niño

10- Mantienen relaciones de pareja violenta

11- Padecen patologías mentales

Los factores relacionados con el maltrato infantil son:

1- Repetición de una generación a otra de conductas violentas, negligencia o privación física y/o emocional por parte de los padres o cuidadores. Los
padres que maltratan o abusan de sus hijos han padecido en su infancia falta de afecto o maltrato. Esto, se infiere, es causa de una precaria capacidad
emocional para asumir el rol de educar, y cuidar a otro que se encuentra en una situación de indefensión.

2- El niño es considerado indigno o es desagradable, en tanto los padres perciben de manera distorsionada lo que deben ser sus hijos, y consideran al
castigo físico como la mejor manera de corregirlos.

Estas características influyen en los padres transformándose potencialmente en actitudes de maltrato. Cualquier situación de la vida cotidiana puede llevar
a un acto de violencia si el adulto se halla en situación de crisis ya que todo comportamiento del niño se considera irritable. Hay casos en que el niño es
tomado como un objeto sobre el cual se ejerce la propiedad, entonces los padres sienten el derecho y la obligación de corregirlo y castigarlo.

El niño, al sufrir maltratos reiterados, cada vez se va sumiendo en un estado de vulnerabilidad mayor. El desequilibrio de poder entre el agresor y el niño,
coloca a éste último en una situación de desventaja, lo que lo lleva a no contar el maltrato que está sufriendo. En muchos casos los niños se sienten muy
presionados por el núcleo familiar y se sienten obligados a guardar el secreteo para conservar la estructura familiar. Por otro lado el niño acepta como
válidos y justificados a esos castigos porque incorporó en su sistema de valores la idea de que ellos tienen motivos para castigarlo.

Estos niños pueden desarrollar un sentimiento de inferioridad, como consecuencia del trauma emocional que sufrieron. Este daño emocional perdura en
el tiempo, puede verse en la adolescencia o incluso cuando son padres, llegando ellos maltratar a sus hijos. En este caso, el adulto repite sobre el niño
aquella experiencia que vivenció de forma pasiva en su niñez, reactualizando la situación agresiva. El concepto de violencia aprendida es el eje central de la
reproducción de la violencia: las personas maltratadas presentan dificultades para la resolución de problemas sin el uso de la violencia, ya que la misma se
transforma en un modo vincular, en una forma de vivir.
Los niños maltratados sienten desconfianza en el mundo adulto, por lo tanto se resisten a crecer (temen repetir la historia), además como debieron
mantener el secreto, desarrollan conductas antisociales de retraimiento.

La concepción del hombre incluye aspectos físicos, psíquicos y sociales. Por ello se debe hablar de una psicología social, dado que hoy no se puede pensar
al sujeto separado de las relaciones sociales que ejerce, ni como las diferentes subjetividades intervienen en su crecimiento y desarrollo. Se piensa a la
familia en términos de ejercicios de roles y funciones. Así, se puede definir el armado de un grupo familiar a partir de la concertación de un contrato
(matrimonio), el cual determina obligaciones que los compromete a ellos, a sus hijos y a sus bienes. A partir de ello se definen tres funciones
fundamentales en la familia: función paterna, materna y filial, entre las cuales se dan alianzas y enfrentamientos.

Entendemos por crisis actual de la familia a:

• Un fracaso en las funciones: familias en las que ambos progenitores cumplen la misma función paterna para con sus hijos. Sólo se valora lo que
hay que hacer, los mandatos superyoicos y culturales, la salida exogámica y las prohibiciones incestuosas, y se deja de lado cualquier manifestación tierna,
cariñosa.

• Una inversión en quien cumple con cada función: madres que quieren ocupar la función paterna, padres que ocupan la función filial, etc.

Las causas de esta crisis son: el igualamiento hombre-mujer (feminismo), desocupación (las mujeres tienen que salir a trabajar), nuevas formas
tecnológicas (los niños portan el saber hacer).

Cuatro factores relacionados al maltrato infantil:

1- repetición de una generación a otra.

2- condiciones socioeconómicas (ante el desempleo o exceso de empleo, se crea un clima de angustia y la violencia surge como única forma de
manifestar autoridad)

3- el niño considerado indigno o desagradable (percepción distorsionada de los padres hacia el niño)

4- las expectativas que tienen los padres tienen que ver con la internalización de la cultura (consideran al niño como de su propiedad).

La violencia familiar es manifestación de un problema social o cultural (la cultura incentiva la violencia como modo de resolver problemas). Hay un
desequilibrio de poder, entonces la violencia aparece como respuesta, manteniendo el orden asimétrico de la sociedad, preservando el poder cuando se lo
percibe amenazado.

Consecuencias del Maltrato:

El posible que las personas sometidas al maltrato manifiesten problemas en el desarrollo, situaciones de accidentes, heridas, tendencia a la autoagresión
física tolerando umbrales de dolor más altos de lo normal, retraso psicomadurativo, etc. Consecuencias específicas en cada tipo de maltrato:

• Maltrato físico:

1- Trastorno de la identidad: el niño golpeado puede tener una mala imagen de sí mismo, puede creer que es él la causa de descontrol de sus
padres, lo cual lo lleva a pensarse como una mala persona, inadecuada o peligrosa.

2- Autoestima pobre. Sentimiento de inferioridad e incapacidad, lo que se evidencia a través de: timidez, inhibición y miedo, o por el contrario,
hiperactividad e hiperexcitación.

3- Ansiedad, angustia, depresión, miedo o síndrome de estrés postraumático

Pueden aparecer dificultades de atención, concentración y comprensión de consignas. Desarrollan sentimientos de tristeza y desmotivación, llevando a un
estado de depresión con comportamientos autodestructivos. Éstos niños suelen ser agresivos, y presentan conductas aversivas como patear y/o gritar.

• Maltrato psicológico y negligencia: Niños temerosos, ansiosos, las experiencias nuevas producen excitación y ansiedad desmesurada, se los
observa frustrados, tristes, perciben al mundo como amenazante y poco seguro, presenta retrasos en el desarrollo cognitivo (por falta de estimulación y
descalificación), desarrollan mecanismos de adaptación y a lo largo del tiempo dejan de buscar afecto, congelando sus emociones, negándose la
posibilidad de mantener relaciones afectivas cálidas y duraderas, como forma de defenderse de los contactos interpersonales, los cuales le generan
desconfianza; en la adultez pueden presentar cuadros depresivos.

• Abuso sexual: Componentes principales: secreto, vergüenza y culpa. Producen un cambio en la percepción de los cuidados familiares (de un
ambiente protector a uno abusivo y sexualizado), el cual es sentido por los niños amenazante y confuso, produciendo estrés, angustia y pérdida de
energía. Los abusos se manifiestan en los niños como síntomas psicosomáticos, miedos, fobias, terrores nocturnos, enuresis, encopresis, anorexia,
conductas autodestructivas, bloqueos emocionales, trastorno de la identidad sexual, crisis de rabia, desinterés, etc. Se evidencian conductas de seducción
y erotizadas, agresividad, agresiones, retraimiento, lenguaje inapropiado para la edad, masturbación precoz, entre otras.

Práctico N° 11 y 12

“Estructura Familiar Inconciente" - Berenstein

Berenstein plantea que las relaciones familiares obtienen su significación en una estructura familiar inconsciente, la cual consiste en un espacio virtual de
extraterritorialidad de los distintos Yoes y los Otros que habitan las relaciones familiares y que dan lugar al vínculo. Estas formas recíprocas de significación
serán las que determinarán la estructura.

Se piensa la familia como una estructura inconciente que tiene una dinámica de funcionamiento propia, como un espacio extraterritorial respecto del
aparato psíquico de cada integrante de la familia. Esta estructura establece vínculos que también son inconcientes y determinan lugares en la estructura
de parentesco. Los objetos amparadores y los amparados dan al encuadre familiar una función, un límite, un marco llamado lazo familiar dentro del cual se
discriminan cuatro tipos de vínculos

Plantea 4 tipos de vínculos inconcientes, de los cuales 3 son asignados socialmente:

a) De parentesco o consanguinidad (hermanos).

b) De alianza (pareja)

c) De filiación (esposos, hijo)

d) Avuncular, o cuarto termino (hermano de la esposa, generalmente, un representante materno) que se hace presente en momentos de crisis. No
está prescripto socialmente

Hay tres modalidades de contrato familiar, 3 formas de regular (por medio de acuerdos, pactos, reglas), estas son construcciones que tienden a regular el
surgimiento de ansiedades que emanan de la misma constitución de los vínculos.

• Acuerdos armónicos: donde dos o más partes tratan de articular lo más deseado o lo más conveniente para todos los involucrados. Es ponerse de
acuerdo inconscientemente aunque las formulaciones sean parcialmente consientes. Es característico el sentimiento de unicidad. Resulta de la posibilidad
de crear nuevas unidades con los deseos y expectativas individuales, derivadas de combinarlas constelaciones objetales singulares de cada Yo en la
estructura de parentesco y puesta en juego desde la propia elección.

• El pacto Inconciente: es una suerte de convenio donde las partes se obligan a conseguir y otorgar lo deseado, lo anhelado por unos y otros
mediante un sistema de concesiones. Ceden por conveniencia. Requiere de la aceptación de las diferencias.

• Las reglas: los ideales familiares y determinan los valores, los significados aceptados y los rechazados, estableciendo así un tipo de orden. Son de
carácter universal para la cultura. Ejemplo, el tabú del incesto.

Ansiedades y defensas primitivas familiares:

Los acuerdos, pactos y reglas familiares son construcciones tendientes a regular el surgimiento de ansiedades emanadas de la misma constitución de los
vínculos. Los objetos amparadores y los amparados dan al encuadre familiar una función identificadora registrada como un límite separando un adentro de
un afuera familiar. El límite se constituye como un marco o encuadre llamado lazo familiar, dentro del cual a su vez se discriminan los cuatro tipos de
vínculos y los objetos que sostienen las denominaciones de parentesco.

• Ansiedad Claustrofóbica: Vinculada al encierro, la vivencia de un límite infranqueable o rigidización del lazo familiar. Si bien los padres aparecen
como amparadores, no hay diversidad de funciones, no hay diferenciación de roles (padre-amigo) el niño queda sin posibilidad de una salida exogámica y
como solución encuentra la fuga real, así mantiene la ilusión de no encierro. Este tipo de ansiedad es fuente de violencia.

• Ansiedad Aniquilante: Vinculada a sentimientos de soledad. Los padres aparecen muy idealizados pero no se ocupan. Se reactualiza ante la
vivencia de ruptura o falta de limite adscripta al temor de perder el encuadre configurado por el lazo familiar, como una piel envolvente y protectora de
los significados ajenos y provenientes del mundo exterior real objetivo.

Estructura familiar grado cero: Conjunto mínimo de posiciones y vínculos sin los cuales el parentesco pierde toda significación. Grados:

A. Representación de pareja teniendo un valor agregado a la mera suma de los dos. Relación de afectos derivados del amor genital y ternura
asociados en relación de mayor complejidad, siendo ésta representada por la resolución de conflictos de las crisis mediante la padre. Esta estructura se
asocia con fenómenos de creciente discriminación entre los distintos Yoes y los Otros, los significados diferentes de los cuatro vínculos, surgimientos de
diferencia de sexos, generacionales y de endogamia y exogamia.
B. Circulan significados no verdaderos y no mentirosos. Tiene significantes relacionados con la falsedad, no con la mentira. Genitalidad no
verdadera, y seducción no mentirosa.

C. La ley paterna no es posible de ser sostenida salvo en el nivel de la apariencia por su carácter contradictorio con la otra ley vigente, la del dador
de la mujer. Pacto perverso, incluso de un contrato donde la pieza mayor es el secreto.

D. El vínculo de pareja se caracteriza por una debilidad extrema, cubierta por una adhesividad indiscriminada entre marido y mujer. Implica fusión
de los Yoes que habitan el vinculo, vividos emocionalmente como formando parte de un gran y único Yo cuyo modelo es la familia materna. Mutilación del
lugar del padre.

Los tipos de vínculo son los lugares en la estructura de parentesco. Berenstein describe 4 modalidades de transformaciones de la estructura familiar
inconciente: normal, neurótico, psicótico y perverso.

Dos interdicciones importantes: la mujer aporta con la ley de su familia y el marido tiene que poder cortar con eso. Este está entre la madre y el bebe.
También establece una serie de interdicciones, es decir, la acción de privar, prohibir algo a alguien. La primera interdicción interdicta una ley del
representante materno, a la mujer respecto de su representante. Si el esposo instaura su ley. La segunda interdicción da cuenta de cómo opera la
problemática edipica en algunas familias, la salida del hijo. El tercer término, qué lugar ocupa el avúnculo (qué lugar ocupa la ley del representante
materno) y el cuarto, qué tipo de contrato rige esa estructura familiar. Lo importante es dilucidar qué sucede con la ley paterna y avuncular en cada caso
en tanto eso habrá de determinar el tipo de estructura.

Normal Neurótico Psicótico Perverso

1era interdicción Sí Débil No Aparente

2da interdicción Sí Descalificada No Burlada - Transgredida

Cuarto Término No Aparece Permanece Siempre presente Clandestina

Tipo de Contrato Acuerdos Armónicos Neuróticos Rotos Pactos Perversos

Normal:

El vínculo de pareja se constituye de una mujer que rompe con su familia dispuesta a aceptar a un marido que anuncia la ley. Este vínculo luego del
enamoramiento genera un tercero, el hijo.

• 1ra interdicción de la mujer a su representante materno, que la mujer renuncie de algún modo a su vínculo con su hermano.

• 2da interdicción, en la medida que el padre enuncia una ley y el niño tiene salida exogámica y un padre arbitrario. Hay diferenciación de
funciones, de lugares en la estructura de parentesco y hay posibilidad de salida exogámica.

• 4to termino, no aparece como ley, no aparece organizando la estructura ni enuncia una ley, solo aparece como ideales familiares.

• El tipo de contrato que establece según el modo de funcionamiento es el de acuerdos armónicos, ya que en la pareja el amor está basado en el
amor genital y tierno. La solución es por vía de la palabra y la mujer puede vehiculizar esta ley que el marido porta.

Neurótico:

El vínculo de pareja se constituye con una mujer y un marido que ocupando sus respectivos lugares en la estructura, tienen inhibición genital entre ellos.
Sin embargo, hay aceptación de la ley de marido. La mujer está enojada con avúnculo pero este sigue existiendo. La relación de pareja es un pacto. El
marido hizo la primera interdicción, la mujer le dio lugar pero es una regla débil, no del todo. La amenaza de castración es menospreciada por la madre,
dejando al hijo como objeto edípico, pudiendo conducir al abuso.

• 1ra interdicción, la debilidad de la ley que enuncia el marido lleva a mantener latente la ley del 4to termino, por lo cual la ley del padre es débil.

• 2da interdicción, se da pero es todo el tiempo descalificada donde el padre aparece como un tercero excluido.

• 4to término, permanece latente.

• El tipo de vínculo son pactos neuróticos inconcientes con una mujer que no ha podido dejar el lugar de hija y un hombre que no enuncia la ley
con fuerza. Los pactos están basados en la seducción.
Psicótico:

El vínculo de pareja tiene una debilidad extrema. La mujer sigue unida al cuarto termino, a su hermano avúnculo y no acepta al su marido, solo le acepta su
genitalidad, constituyéndose en un padre castrado carente de lugar. No hay prohibición por parte del marido.

• 1ra interdicción, no hay posibilidad de que el marido enuncie la ley. No ocupa la posición de un marido-padre y circula como un padre castrado,
carente de lugar y de posición en la estructura. Los afectos en el vínculo matrimonial son violencia, agresión, hostilidad. Un padre que aparece como
hermano.

• 2da interdicción: No hay posibilidad, el vínculo del hijo con el representante materno es de afecto y adhesión y el vínculo con el padre es de
hostilidad, distancia y rechazo. El hijo será tratado con amor posesivo (la madre lo enviste como objeto 4to termino). No hay diferenciación de lugares, no
hay salida exogámica.

• 4to termino, está siempre presente, su significado se constituye en representante de un Yo ideal y está por encima de los ideales familiares.

• El modo de vincularse es a través de la hostilidad, la agresividad.

Perverso:

El vínculo de pareja es entre una mujer y un marido presente, pero pese a que el marido enuncia la ley, la mujer no aceptó disolver su vínculo con el
representante materno y su propia ley. La ley paterna se sostiene se sostiene entonces cuando no se choca con la ley de familia materna. Cuando hay dos
leyes, una actúa en la clandestinidad. Incesto y amenaza de castración, están burlados.

• 1ra interdicción, se acepta que el marido enuncie la ley pero no se acepta disolver el vínculo materno. Enuncia la ley de manera aparente porque
no es reconocido como la ley por lo cual van a circular dos leyes (la del marido y otra que circula de manera clandestina y que es contradictoria a la ley del
marido), sin embargo la que tiene fuerza es la segunda. La mujer no resolvió el vínculo con el representante materno. Por esta manera de mantener dos
órdenes sin renunciar a ninguna el significante de esta estructura se relaciona con la mentira. La clandestinidad trae una permeabilidad y lesión de la
intimidad que se desestima e investido de excitación y erotizacion.

• 2da interdicción, el vinculo de filiación es ocupado por el hijo en su posición de tal pero indiferenciado en tanto espectador necesario de este
juego. El tabú del incesto y la amenaza de castración están presentes pero su significado es burlado. Entonces vemos jóvenes que burlan todo el tiempo la
ley social.

• 4to término, tiene una existencia clandestina. El modo de funcionamiento, es el lenguaje de acción. La meta es burlar el orden determinado por
la regla. Vemos jóvenes que burlan todo el tiempo la ley social, robo, delincuencia, drogadicción y conductas antisociales.

• El tipo de contrato son pactos perversos con inclusión de un contrato donde la pieza mayor es el Secreto. Secreto a voces con la cualidad de
clandestinidad.

“Masacre escolar: el alumno de Carmen de Patagones” - Tendlarz

Un alumno de 15 años, hasta entonces retraído, tímido, que se mantenía a distancia de los otros jóvenes, el 26 de septiembre de 2004 entra lúcido en su
aula y dispara contra sus compañeros provisto de un arma que pertenecía a su padre. Cinco de ellos caen heridos, otros tres mueren. Cuando intenta
utilizar el segundo cargador, este se traba, y su mejor amigo se abalanza sobre él, preguntándole qué hizo. "Júnior", en silencio, se sienta en el pórtico a la
espera de que vengan a buscarlo. Interrogado más tarde por la policía, solo logra decir: "No me di cuenta, se me nubló la vista", y se sorprende al
enterarse de la muerte de sus compañeros.

Estos crímenes ocurridos en ámbitos escolares generaron a posteriori una multiplicidad de interpretaciones cuya finalidad es intentar aprehender lo
sucedido.

En relación a "Júnior", una primera interpretación plantea que las causas que lo llevaron a ese desenlace estuvieron larvadas durante años, y que se trata
de un caso de paranoia no diagnosticada. Se trataría, según esta perspectiva, de una patología encubierta en una sociedad "paranoizada".

Una segunda interpretación intenta explicar lo sucedido a partir de una mala conducta o alteración en el comportamiento por parte de la gente del
entorno, en detrimento del sujeto que posteriormente realizará la acción criminal.

La tercera causa hace hincapié en las "cargadas" que el joven recibió en el colegio, pero no todo sujeto que recibe burlas termina matando, por lo que se
torna necesario examinar cuál es el estatuto de estas.
Otra perspectiva enfatiza la incidencia del medio ambiente. También, se ha llegado a afirmar que estos crímenes "son un síntoma que nos interroga como
sociedad", y que ese fenómeno "es el resultado de una progresiva exclusión social de 'Júnior', sobre todo, exclusión social afectiva". Otros argumentos
culpabilizan al padre por no haber guardado bien el arma utilizada por el joven.

Alrededor de estas interpretaciones, se encuentra una acertada observación, que dice: "Debe haber existido alguna señal previa por parte de este chico
antes de que hiciera lo que hizo. En su caso existe una patología personal muy marcada, pero la tragedia pudo suceder porque en los últimos años existe
una tendencia a la acción y una falla en cuanto a la contención de la impulsividad". La ley y su aplicación no tienen en nuestro mundo contemporáneo el
mismo peso que en otras épocas, por lo que la relación de los sujetos con la ley se ha modificado, "pasando -dichos sujetos- a la acción sin pasar antes por
la palabra".

En definitiva, entre las variadas interpretaciones acerca de la conducta de "Júnior" hallamos: una paranoia no diagnosticada, que transcurrió en forma
larvada; un cuadro de melancolía, deducido de las frases escritas en su pupitre en las que hace un elogio del suicidio y del sinsentido de la vida; las bromas
pesadas de los compañeros así como la falta de receptividad por parte de los maestros de las quejas de los alumnos. Finalmente, la incidencia de los
medios de comunicación y el fácil acceso a las armas por parte de los niños, completan la serie.

Después del pasaje al acto se vuelve necesaria una explicación. Cuando se interroga al joven sobre sus homicidios responde: "no me di cuenta", o bien un
"me di cuenta a partir de que usted me lo dijo". Esto es todo lo que alcanza a decir sobre su acto.

Ante la negativa de "Junior" a recibir a sus padres, otra de las interpretaciones atribuyó una causa conflictiva a la familia, a partir del rumor de que eran
ellos quienes se negaban a visitarlo. El desapego afectivo de rechazo es desplazado así de Júnior a sus padres.

A la frase: "no me di cuenta, se me nubló la vista (o los ojos)", la acompaña un silencio consecutivo. Se presenta, de este modo, una ruptura en la cadena
intencional, que da cuenta de su estado de perplejidad. La falta de subjetivación de su acción lo lleva a disparar, sin reparar que el resultado de sus
detonaciones conlleva la muerte de sus objetivos. No hay un Otro; a nadie se dirige; pues el sujeto está con su objeto. Por ello, decimos que aquí no se
manifiesta una intencionalidad de matar, donde pueda hallarse un culpable. Su acción no se dirige hacia nadie en particular; no existe otro objetivo más
que el de disparar hacia otros en forma generalizada.

Otro análisis del caso lo sitúa como un acting out, un pedido de ayuda, es decir, le adjudica una intencionalidad (en realidad, si se lo vacía de ella solo
queda la pulsión, sin un sujeto que dirija la acción). En todo caso, podría argumentarse que la angustia no lo afectó pues ella quedó del lado del Otro;
alumnos y padres en duelo, psicólogos y periodistas esforzándose por entender lo ocurrido, y la opinión pública conmocionada por el acontecimiento
imprevisto.

En este caso, verificamos la existencia de un pasaje al acto vaciado de significación. Después de efectuado su acto, el sujeto nada puede decir acerca de lo
ocurrido, más bien queda perplejo ante las consecuencias de su acción. De esta manera se abre el interrogante acerca de si acaso asistimos a la presencia
de un delirio en acto, que se cierra sobre sí mismo una vez llevado a cabo.

Este caso da cuenta de la lógica del pasaje al acto en la psicosis, explicado desde la extracción del objeto a. No existen pues, como lo supone Legendre,
crímenes por representación, referencia o sustitución de la figura paterna. La causa deberá situarse, entonces, en la relación del sujeto con su goce
invasor; más allá del padre y del esfuerzo denodado -en algunos casos- por salvarlo, es decir, por hacerlo existir.

“Psicología Forense”

Cap. Un Abordaje Terapéutico a la Problemática de la Delincuencia Juvenil

El delito pone en marcha el organismo policial-juridico correspondiente en la búsqueda de un o unos responsables para que recaiga sobre ellos el “juicio
de reproche” de la sociedad hacia el Sujeto que comente un hecho antisocial.

Definimos como menor incurso en actos antisociales, al hombre o mujer, entre los 14 y 20 años que realiza actos reñidos con las normas sociales,
ubicándose en esta edad un momento de transición y crisis. Hablamos de factores y no de causas. Son características personales constantes en estos
jóvenes:

• Conductas de Acción (la compulsión se caracteriza por pasar directamente a la acción a partir del impulso sin una instancia mediatizadora que
sería el pensamiento)

• Escasa tolerancia a la frustración, hacia todo tipo de frustración y postergación, todo debe ser en el acto aquí y ahora.

Desde una perspectiva psicológica-criminal, la conducta delincuencial dada en el acto de un adolescente sería un llamado de atención, una alerta, que
indicaría que en su desarrollo emocional “algo” ha ocurrido, lo que se manifiesta a través del hecho antisocial. En la lucha por ubicarse definitivamente en
el mundo de los adultos, el acto delictivo puede revelar una perturbación de la personalidad. Se observa visión distorsionada de la realidad, noción del
tiempo como presente absoluto, imposibilidad de abstracción, utilización del propio cuerpo y de los otros como objetos (el mundo es vivido como
cosificado, compuesto por cosas), muestra comportamientos de venganza que recrean situaciones arcaicas de la infancia en la que los progenitores fueron
frustradotes de la niñez del sujeto, cargándolo de resentimiento.

Los jóvenes delincuentes provienen generalmente de hogares de familias desintegradas con vínculos integradores perturbados, suele basarse su
vinculación en la obtención de bienes materiales con empobrecimiento de los intercambios afectivos. Generalmente, en estas familias aparece la
presencia más constante de la madre que la del padre, quien tiene características de ausente. Desde el punto de vista social, son familias marginadas, sin
ocupación estable, con viviendas precarias, falta de higiene, etc. Ante la imposibilidad de asumir el rol paterno, son agresivos y castigadores con
reprimendas que son indiscriminadas, desproporcionadas y carentes de sentido. La madre presenta características narcicísticas con actitudes inmaduras y
vinculo de gran dependencia del menor hacia ella, actitudes inmaduras, poco elaboradas e inconsistentes, formas de actuación permanentes. El
pensamiento reflexivo se reemplaza por la acción.

Los adolescentes en su salida al mundo y unión con sus pares tendrán una salida que los aleje de sus hogares por carencia de vínculos, pero formara
grupos de pares donde todos tendrán las mismas carencias y donde la unión no será por el afecto sino por el uso y la utilidad que cada uno pueda prestar
al grupo. Su encuentro será para el acto delictivo pero sin planeamiento previo, se juntaran y actuaran.

Si los padres son los elementos fundamentales en el proceso de socialización, es indudable que en estas familias este proceso no se cumple. El hijo de
ningún modo recibe algo que podría ser una imagen estructurada de la sociedad. Se cría sin ninguna posibilidad de internalizar normas morales, de
respeto, de convivencia.

Una forma de abordaje terapéutico:

El menor nos llega luego de haber cometido un delito, conciente pero sin sentimiento de culpa, idea de reparación ni noción de enfermedad, por lo cual el
único método de contención adecuado es el límite cerrado, como primer medida.

El tratamiento puede dividirse en 3 etapas (hablamos de momentos y no de tiempos pues el establecer una relación vincular es cuestión de períodos):

• Estadio de confianza básica: primera aproximación del psicólogo como un Yo auxiliar. La mayor de las veces, hará las veces de madre, padre o
amigo, de manera real para poder ganarse la confianza. Se tratará de fortalecer su yo lábil, carente y primitivo, tendiendo a procurar una discriminación
entre el yo y el no-yo y pasando de un momento de indiscriminación total a un momento integrativo real.

• Estadio de autonomía, el terapeuta se convierte en guía, protector, consejero y orientador. Si se logra esto se podrá dejar de mantener un límite
cerrado.

• Tratamiento psicológico propiamente dicho, terapia a nivel interpretativo en la que habrá de crearse conciencia de enfermedad y la necesidad de
ayuda

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Cap. Un Viejo Método Terapéutico

En los últimos años, a consecuencia de la profunda crisis que vive nuestra sociedad, la actividad asocial de nuestros adolescentes se ha visto incrementada,
no en índices significativos cuantitativos, pero sí en alarmantes niveles cualitativos. De pequeños hurtos sin mayor significación comunitaria, se ha
evolucionado a robos a mano armada con lesiones, e incluso el homicidio de la víctima.

Es una realidad que los medios de comunicación influyen negativamente en determinados estratos sociales que no pueden tener acceso a elementos de
confort de la producción por medios socialmente lícitos, recurriendo a caminos indirectos para alcanzar sus fines; pero si aceptáramos esta visión,
entraríamos en la falacia de creer que sólo cometen delitos los integrantes de las clases marginadas. Si esto fuese así, tendríamos que convenir con que
realmente sólo cometerían delitos los que no llegan a satisfacer su deseo de una forma lícita, pero ¿qué pasa con aquellos núcleos que pudiendo tener
acceso lícito a los elementos de la producción también engrosan el número de la marginalidad? El tema de la agresividad minoril no sólo se puede asociar
con la carencia económica, sino que estaría más relacionada con trastornos de tipo psicológico que se producen en el núcleo familiar.

En el trabajo como psicólogo forense en establecimientos que alojan adolescentes con trastornos de conducta asocial, se ha podido apreciar, a través de
los años, el incremento de la actividad delictiva de los menores, y la disminución de la edad de comienzo de este accionar, lo cual llevó a replantear los
métodos terapéuticos que se aplicaban hasta el momento, dado que los resultados aparecidos eran el incremento de los reingresos en los institutos, en los
cuales se observaba un creciente deterioro de la personalidad del menor, agudizando su patología. Este hecho obligó a que la institución se tuviese que
repensar a sí misma, replanteando su metodología y su forma de abordaje, buscando alternativas que no modificasen en forma sustancial su objetivo
social. Surge, entonces, la alternativa de estructurar a la institución a partir de su funcionamiento como Comunidad Terapéutica que sirviera, a la vez, de
contención, y de modificación asistencial de conductas, funcionando todo el establecimiento como entidad dadora, o madre nutricia, y cada elemento de
la misma como parte de un todo ensamblado.
Todos los menores que ingresan a la institución lo hacen por disposición judicial, tutelados por la comisión de algún ilícito, oscilando sus edades entre los
14 y 18 años, y su permanencia graduada entre los 3 y los 6 meses promedio. A su ingreso se efectúa un profundo estudio de su personalidad; a partir de
éste y de una síntesis diagnóstica, se realiza un informe que es enviado al Juzgado interviniente. Paralelamente, el menor es incorporado al grupo de
admisión donde, en base al estudio realizado, es admitido en un grupo de contención de problemática común, en los cuales se trata su problemática y
temas de interés general, confrontando sus ideas con pares. El posibilitar que los menores realicen una catarsis de su conflictiva asocial, en confrontación
con las de sus pares, y que ellos mismos sean los encargados de la puesta de límites y llamados de atención, obra en ellos obligando al ensayo del
pensamiento sobre la acción impulsiva, funcionando los terapeutas como coordinadores de la actividad grupal. Sin embargo, existen casos aislados que
por su problemática hacen imposible el abordaje grupal; para estos casos, se establece un abordaje individual, que trabaja la posibilidad de la contención
de sus impulsos agresivos sociales y tendencias al aislamiento. Para completar el tratamiento, se incluyen a los familiares de los internados en grupos
terapéuticos familiares y multifamiliares. En su gran mayoría se trata de núcleos desintegrados por alejamiento de la figura paterna, nivel socioeconómico
bajo, de composición numerosa y escaso compromiso afectivo entre sus miembros, la modalidad de contacto es casi siempre utilitaria, donde el menor
aparece como receptivo de las demandas y exigencias familiares. Así, la tensión que debe soportar es tan grande que, en la mayoría de los casos, buscan
salidas alternativas como son las fugas del hogar, la actividad marginal, el uso de drogas, las juntas con pares de su misma problemática, conformando
mediante esto una respuesta a los mensajes agresivos que recibe. Frente a este intento de integrar a las familias en grupos terapéuticos, se observa una
escasa e incompleta colaboración en la mayoría de los casos. No obstante, en los casos en que las familias han aceptado y continuado con el trabajo
terapéutico, y han posibilitado la toma de conciencia de la problemática, y alguna modificación de conductas, esto ha permitido que, al egreso del
miembro internado, continúen el tratamiento de la forma externa, alcanzando resultados satisfactorios.

El método propuesto no es nuevo, pero sigue siendo el método más apropiado para el abordaje de esta compleja problemática, pues permite la acción
terapéutica constante, conjugada con la práctica jurídica, base de la organización de nuestra sociedad.

Caso Pedro

Menor de 17 años. Causa por tentativa de robo, se metió a supermercado y sacó una caja registradora para venderla. Dice estar loco y hacer cosas que ni
él entiende, cosas locas que “le salen de adentro”. Se le ocurre algo y lo hace a sabiendas de que está mal, pero no le interesa. Empezó a fumar marihuana
a los 12 años y luego se inyectó cocaína, de ahí dice que quedó trastornado. Hace 3 años que no trabaja, no quiere hacer nada. Si trabaja un mes, cobra y
ya no vuelve. Tiene un hermano de 20 años que terminó la secundaria y trabaja con quien está peleado. Dice ser la oveja negra de la familia, siendo
indigno de ser llamado hijo, al contrario de sus hermanos. Tiene una novia con quien dice sentirse bien pero que la usa. Remite a que su padre, también
llamado Pedro, no habría de prestarle atención. Sufrió de una depresión que le causó estar en cama durante dos años. Dice no querer a su familia paterna,
la cual se encuentra económicamente muy bien, puesto a que no habrían de haberle dado nunca afecto, solamente dinero. En cuanto a su madre,
manifiesta que siempre está a su lado si le pasa algo. Tendría todo el apoyo de su parte, “ella vale oro”. Su madre no tiene familia en Buenos Aires, solo a
su abuelo materno que habría de ser alcohólico.

Dice que no le falta nada y no es que sale a robar por necesidad, que entró a robar por maldad y para no pedir dinero a su mamá. Lo cambiaron 3 veces de
colegio porque era rebelde, no le gustaba estudiar. Nunca hizo tratamiento psicológico. Expresa no saber qué quiere hacer, que tiene la mente en blanco.
Que le gusta dormir y en lo único que piensa es en “la joda”, salir y fumar. Le gustaba el fútbol pero después con la droga, ya no quiere nada.

Dice que su mamá es lo más importante, que no quiere saber nada con chicas de forma fija porque no quiere engancharse y deprimirse ya que cuando
quiere algo habría de quererlo para él solo. Nunca se fugó de la casa porque nunca le dijeron que no a nada. Es más, hasta habría de tener un tanto
idealizada a su madre: “No me reta, no me dice nada”.

Lo visitan su mamá y su hermano, el papá no sabe que está procesado. Dice que si se enterara, lo mataría. Que es un viejo chapado a la antigua sin diálogo
con él. La madre constata que el día que acusaron a su hijo, él estaba trabajando, fue a comprar cigarrillos y lo agarraron. Ella expresa que él no toma, que
se inyecta desde hace poco (pese a que Pedro reveló que desde los 12 años), que lo revisaba todos los días. Pero que uno ya no sabe qué se puede esperar
de la policía, siendo capaces de poner drogas en los bolsillos de los chicos. La madre cuenta que le dice al padre de Pedro que va a comprar pan cuando lo
va a visitar a la institución y no vuelve por horas. No solo es que al padre se le esconde sino que este también mira para otro lado, no pregunta. Esto se
podría relacionar con la existencia de una doble legalidad a la luz del texto de Berenstein, pudiendo llegar a identificarse un rasgo de estructural perversa.
Las interdicciones se dan de forma fallida, parecería que sí regulan desde la ley paterna pero es la ley materna (avuncular) la que rige haciendo un como sí
frente a la legalidad paterna.

No puede resolver la conflictiva edípica ya que la madre intenta impedir la entrada de un tercero que produzca un corte. Pedro expresaba fantasía de
destrucción en relación a la figura paterna, lo cual le generaba un sentimiento de culpa. Pedro buscaría una solución fantaseada frente a toda conflictiva
edípica a través de conductas antisociales, tratando de permitir la inclusión de un tercero (juez) portador de la ley que le permita distanciarse de su madre.
Cuando está en el establecimiento, Pedro logra una solución fallida.

Teóricos

Módulo I: Introducción al Ejercicio de la Praxis Profesional y de la Especialidad.


La Psicología y su aplicación en el campo jurídico. Sus antecedentes y fundamentos. Entrecruzamiento del Discurso Legal y Psicológico. Ámbitos de
inserción del Psicólogo Forense. Realidad Argentina e Iberoamericana. Ley del Ejercicio Profesional de la Psicología. Responsabilidad legal y ética del
Psicólogo en su ejercicio profesional. Criminalística, Criminología y Psicología Jurídica.

Ley de Ejercicio Profesional - 23277 (1985)

Art 2°- El ejercicio profesional de la psicología implica la aplicación de teorías, métodos, recursos, procedimientos y técnicas en:

- El diagnóstico, pronóstico y tratamiento de la personalidad. La recuperación, conservación, prevención y de la salud mental.

- La enseñanza e investigación.

- Desempeño de cargos, funciones, comisiones o empleos por designaciones de autoridades públicas.

- Emisión, evaluación, presentación de certificados, consultas, asesoramientos, estudios, informes, dictámenes y peritajes.

Art 3°- El psicólogo puede desempeñarse de forma autónoma o en equipos interdisciplinarios, de forma privada o en instituciones públicas. Podrá hacerlo
a requerimiento de especialistas de otras disciplinas o de personas que pidan voluntariamente su asistencia profesional.

Art 4°- El ejercicio de la profesión se autoriza a personas que:

- Posean título habilitante de licenciado en psicología, proveniente de universidad nacional, provincil o privada.

- Posean título de universidades extranjeras, revalidad en el país.

Art 5°- Queda prohibido el préstamo de firma o nombre profesional a terceros, sean psicólogos o no.

Art 6°- No pueden ejercer la profesión:

- Los condenados por delitos contra las personas, el honor, la libertad, la salud pública.

- Los que padezcan enfermedades psíquicas graves o infecto-contagiosas mientras dure el período de contagio.

Art 7°- Los profesionales que ejercen la psicología pueden:

- Certificar las prestaciones de servicios que efectúen y las conclusiones de diagnósticos referentes a los estados psíquicos de las personas en
consulta.

- Efectuar interconsulta o derivaciones a otros profesionales de la salud.

Art 8°- Obligaciones:

- Aconsejar la internación en establecimiento público o privado a personas cuyos trastornos de conducta signifiquen un peligro para sí o para
tercero.

- Proteger a los examinados asegurándoles que las pruebas y resultados que obtenga se utilizarán de acuerdo a normas éticas y profesionales.

- Guardar el secreto profesional sobre cualquier prescripción o acto que realizare en cumplimiento de sus tareas específicas, así como de los datos
o hechos que se les comunicare en razón de su actividad profesional sobre aspectos físicos, psicológicos o ideológicos.

- Fijar domicilio profesional en Capital Federal.

Art 9°- Queda prohibido:

- Prescribir o administrar medicamentos, electricidad, etc.

- Participar honorarios entre psicólogos o con cualquier otro profesional, sin perjuicio del derecho a presentar honorarios en conjunto por el
trabajo realizado en equipo.

- Anunciar actividad profesional como psicólogo publicando falsos éxitos terapéuticos, estadísticas ficticias, datos inexactos, prometer resultados
de curación, etc.

Boletin Oficial: Ley Nacional de Salud Mental - 26657


Definición de Salud Mental: Proceso determinado por momentos históricos cuya preservación y mejoramiento implican una dinámica social vinculada a los
Derechos Humanos. Se debe partir siempre de la presunción de las capacidades personas. No puede hacerse el diagnóstico de la enfermedad sobre la base
de raza, etnias, preferencia sexual, religión o por la mera existencia de tratamientos previos.

Abordaje: Debe hacerse mediante un equipo interdisciplinario. El tratamiento debe ser fuera del ámbito hospitalario, teniendo en cuenta una construcción
comunitaria y promoviendo lazos sociales. Debe existir el consentimiento informado, el paciente debe saber de qué se trata su tratamiento. Todos los
profesionales que integran el equipo interdisciplinario pueden ejercer cargos de conducción. Para la medicación debe estar todo el equipo
interdisciplinario de acuerdo.

Objetivo de la ley: Respecto de las internaciones, propone un abordaje desmanicominalizador, en función de limitar el tiempo lo más posible. Medida
terapéutica de carácter restrictivo, la internación no puede ser aplicada sin límites. Decididas por el equipo interdisciplinario y controlada por el poder
judicial. La decisión técnica, está en manos del Juez, este es quien controla la legalidad junto con el organismo de revisión. El máximo posible de
internación es de 60 días y luego debe revisarse el tratamiento y las cuestiones que determinan la misma.

Derechos y garantías

• Art. 1° - Objeto asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de
aquellas con padecimiento mental que se encuentran en el territorio nacional.

Definición

• Art. 3° - se reconoce a la salud mental como un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y
psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales
de toda persona. Se debe partir de la presunción de capacidad de todas las personas.

En ningún caso puede hacerse diagnóstico en el campo de la salud mental sobre la base exclusiva de:

a) Status político, socio-económico, pertenencia a un grupo cultural, racial o religioso;

b) Demandas familiares, laborales, falta de conformidad o adecuación con valores morales, sociales, culturales, políticos o creencias religiosas
prevalecientes en la comunidad donde vive la persona;

c) Elección o identidad sexual;

d) La mera existencia de antecedentes de tratamiento u hospitalización.

• Art. 4° - Las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las políticas de salud mental.

• Art. 5° - La existencia de diagnóstico en el campo de la salud mental no autoriza en ningún caso a presumir riesgo de daño o incapacidad, lo que
sólo puede deducirse a partir de una evaluación interdisciplinaria de cada situación particular en un momento determinado.

Ámbito de aplicación

• Art. 6° - Los servicios y efectores de salud públicos y privados, cualquiera sea la forma jurídica que tengan, deben adecuarse a los principios
establecidos en la presente ley.

Derechos de las personas con padecimiento mental

Art. 7° - El Estado reconoce a las personas con padecimiento mental los siguientes derechos:

a) Derecho a recibir atención sanitaria y social integral y humanizada, a partir del acceso gratuito, igualitario y equitativo a las prestaciones e insumos
necesarios, con el objeto de asegurar la recuperación y preservación de su salud;

b) Derecho a conocer y preservar su identidad, sus grupos de pertenencia, su genealogía y su historia;

c) Derecho a recibir una atención basada en fundamentos científicos ajustados a principios éticos;

d) Derecho a recibir tratamiento y a ser tratado con la alternativa terapéutica más conveniente, que menos restrinja sus derechos y libertades,
promoviendo la integración familiar, laboral y comunitaria;

e) Derecho a ser acompañado antes, durante y luego del tratamiento por sus familiares, otros afectos o a quien la persona con padecimiento mental
designe;
f) Derecho a recibir o rechazar asistencia o auxilio espiritual o religioso;

g) Derecho del asistido, su abogado, un familiar, o allegado que éste designe, a acceder a sus antecedentes familiares, fichas e historias clínicas;

h) Derecho a que en el caso de internación involuntaria o voluntaria prolongada, las condiciones de la misma sean supervisadas periódicamente por el
órgano de revisión;

i) Derecho a no ser identificado ni discriminado por un padecimiento mental actual o pasado;

j) Derecho a ser informado de manera adecuada y comprensible de los derechos que lo asisten, y de todo lo inherente a su salud y tratamiento, según las
normas del consentimiento informado, incluyendo las alternativas para su atención, que en el caso de no ser comprendidas por el paciente se
comunicarán a los familiares, tutores o representantes legales;

k) Derecho a poder tomar decisiones relacionadas con su atención y su tratamiento dentro de sus posibilidades;

l) Derecho a recibir un tratamiento personalizado en un ambiente apto con resguardo de su intimidad, siendo reconocido siempre como sujeto de
derecho, con el pleno respeto de su vida privada y libertad de comunicación;

m) Derecho a no ser objeto de investigaciones clínicas ni tratamientos experimentales sin un consentimiento fehaciente;

n) Derecho a que el padecimiento mental no sea considerado un estado inmodificable;

o) Derecho a no ser sometido a trabajos forzados;

p) Derecho a recibir una justa compensación por su tarea en caso de participar de actividades encuadradas como laborterapia o trabajos comunitarios, que
impliquen producción de objetos, obras o servicios que luego sean comercializados.

Modalidad de Abordaje

• Art. 8° - La atención en salud mental debe estar a cargo de un equipo interdisciplinario integrado por profesionales, técnicos y otros trabajadores
capacitados. (Áreas intervinientes: psicología, psiquiatría, trabajo social, enfermería, terapia ocupacional y otras disciplinas o campos pertinentes.)

• Art. 9° - El proceso de atención debe realizarse preferentemente fuera del ámbito de internación hospitalario y en el marco de un abordaje
interdisciplinario e intersectorial, basado en los principios de la atención primaria de la salud. Se orientará al reforzamiento, restitución o promoción de los
lazos sociales.

• Art. 10. - Por principio rige el consentimiento informado para todo tipo de intervenciones, con algunas excepciones que la misma ley plantea.

• Art. 11. - La Autoridad de Aplicación debe promover que las autoridades de salud de cada jurisdicción, en coordinación con las áreas de
educación, desarrollo social, trabajo y otras que correspondan, implementen acciones de inclusión social, laboral y de atención en salud mental
comunitaria. Promoviendo dispositivos como: consultas ambulatorias; servicios de inclusión social y laboral para personas después del alta institucional;
atención domiciliaria supervisada y apoyo a las personas y grupos familiares y comunitarios; servicios para la promoción y prevención en salud mental, así
como otras prestaciones tales como casas de convivencia, hospitales de día, cooperativas de trabajo, centros de capacitación socio-laboral,
emprendimientos sociales, hogares y familias sustitutas.

• Art. 12. - La prescripción de medicación sólo debe responder a las necesidades fundamentales de la persona con padecimiento mental y se
administrará exclusivamente con fines terapéuticos y nunca como castigo o conveniencia. La prescripción de medicamentos sólo puede realizarse a partir
de las evaluaciones profesionales pertinentes. Deben promoverse tratamientos en el marco de abordajes interdisciplinarios.

Del equipo interdisciplinario

• Art. 13. - Los profesionales con título de grado están en igualdad de condiciones para ocupar los cargos de conducción y gestión de los servicios y
las instituciones, debiendo valorarse su idoneidad para el cargo y su capacidad para integrar los diferentes saberes que atraviesan el campo de la salud
mental.

Internaciones

• Art. 14. - La internación es considerada como un recurso terapéutico de carácter restrictivo, y sólo puede llevarse a cabo cuando aporte mayores
beneficios terapéuticos que el resto de las intervenciones. Debe promoverse el mantenimiento de vínculos, contactos y comunicación de las personas
internadas con sus familiares, allegados y con el entorno laboral y social, salvo excepciones donde los fines terapéuticos se vean influenciados.
• Art. 15. - La internación debe ser lo más breve posible, en función de criterios terapéuticos interdisciplinarios. Toda intervención debe registrarse
en la historia clínica. La internación no puede ser indicada o prolongada para resolver problemáticas sociales o de vivienda, para lo cual el Estado debe
proveer los recursos adecuados a través de los organismos públicos competentes.

Se considera válido el consentimiento cuando se presta en estado de lucidez y con comprensión de la situación, y se considerará invalidado si durante el
transcurso de la internación dicho estado se pierde.

• Art. 18. - La persona internada bajo su consentimiento podrá en cualquier momento decidir por sí misma el abandono de la internación.

• Art. 20. - La internación involuntaria de una persona debe concebirse como recurso terapéutico excepcional en caso de que no sean posibles los
abordajes ambulatorios y solo será efectiva cuando el equipo considere la situación riesgosa para sí o para terceros. Para que proceda la internación
involuntaria, además de los requisitos comunes a toda internación, debe hacerse constar:

a) Dictamen profesional del servicio asistencial que realice la internación. Se debe determinar la situación de riesgo con la firma de dos
profesionales de diferentes disciplinas psiquiatra o psicólogo.

b) Ausencia de otra alternativa eficaz para su tratamiento;

c) Informe acerca de las instancias previas implementadas si las hubiera.

• Art. 23. - El alta, externación o permisos de salida son facultad del equipo de salud que no requiere autorización del juez.

• Art. 27. - Queda prohibida por la presente ley la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátricos o instituciones de internación
monovalentes, públicos o privados. En el caso de los ya existentes se deben adaptar a los objetivos y principios expuestos, hasta su sustitución definitiva
por los dispositivos alternativos.

• Art. 28. - Las internaciones de salud mental deben realizarse en hospitales generales.

• Art. 29. - A los efectos de garantizar los derechos humanos de las personas en su relación con los servicios de salud mental, los integrantes,
profesionales y no profesionales del equipo de salud son responsables de informar al órgano de revisión creado por la presente ley y al juez competente,
sobre cualquier sospecha de irregularidad que implicara un trato indigno o inhumano a personas bajo tratamiento o limitación indebida de su autonomía.

Derivaciones

• Art. 30. - Las derivaciones para tratamientos ambulatorios o de internación que se realicen fuera del ámbito comunitario donde vive la persona
sólo corresponden si se realizan a lugares donde la misma cuenta con mayor apoyo y contención social o familiar. Los traslados deben efectuarse con
acompañante del entorno familiar o afectivo de la persona.

Autoridad de Aplicación

• Art. 31. - El Ministerio de Salud de la Nación es la Autoridad de Aplicación de la presente ley, a partir del área específica que designe o cree a tal
efecto, la que debe establecer las bases para un Plan Nacional de Salud Mental acorde a los principios establecidos.

• Art. 33. - La Autoridad de Aplicación debe desarrollar recomendaciones dirigidas a las universidades públicas y privadas, para que la formación de
los profesionales en las disciplinas involucradas sea acorde con los principios, políticas y dispositivos que se establezcan en cumplimiento de la presente
ley.

• Art. 34. - La Autoridad de Aplicación debe promover, en consulta con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y con la colaboración de
las jurisdicciones, el desarrollo de estándares de habilitación y supervisión periódica de los servicios de salud mental públicos y privados.

Órgano de Revisión

• Art. 38. - Créase en el ámbito del Ministerio Público de la Defensa el Órgano de Revisión con el objeto de proteger los derechos humanos de los
usuarios de los servicios de salud mental.

• Art. 39. - El Órgano de Revisión debe ser multidisciplinario, y estará integrado por representantes del Ministerio de Salud de la Nación, de la
Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, del Ministerio Público de la Defensa, de asociaciones de usuarios y familiares del sistema de salud, de los
profesionales y otros trabajadores de la salud y de organizaciones no gubernamentales abocadas a la defensa de los derechos humanos.

• Art. 40. - Son funciones del Órgano de Revisión:

a) Requerir información a las instituciones públicas y privadas que permita evaluar las condiciones en que se realizan los tratamientos;
b) Supervisar de oficio o por denuncia de particulares las condiciones de internación por razones de salud mental, en el ámbito público y privado;

c) Evaluar que las internaciones involuntarias se encuentren debidamente justificadas y no se prolonguen más del tiempo mínimo necesario, pudiendo
realizar las denuncias pertinentes en caso de irregularidades y eventualmente, apelar las decisiones del juez;

d) Controlar que las derivaciones que se realizan fuera del ámbito comunitario cumplan con los requisitos y condiciones establecidos en el artículo 30 de la
presente ley;

e) Informar a la Autoridad de Aplicación periódicamente sobre las evaluaciones realizadas y proponer las modificaciones pertinentes;

f) Requerir la intervención judicial ante situaciones irregulares;

g) Hacer presentaciones ante el Consejo de la Magistratura o el Organismo que en cada jurisdicción evalúe y sancione la conducta de los jueces en las
situaciones en que hubiera irregularidades;

h) Realizar recomendaciones a la Autoridad de Aplicación;

i) Realizar propuestas de modificación a la legislación en salud mental tendientes a garantizar los derechos humanos;

j) Promover y colaborar para la creación de órganos de revisión en cada una de las jurisdicciones, sosteniendo espacios de intercambio, capacitación y
coordinación, a efectos del cumplimiento eficiente de sus funciones;

k) Controlar el cumplimiento de la presente ley, en particular en lo atinente al resguardo de los derechos humanos de los usuarios del sistema de salud
mental;

l) Velar por el cumplimiento de los derechos de las personas en procesos de declaración de inhabilidad y durante la vigencia de dichas sentencias.

Cap. Relación Entre la Psicología y la Ley en “La Psicología en el Campo Jurídico”

Hacia fines del siglo pasado surgió la preocupación por explicar las motivaciones de las conductas trasgresoras a la ley positiva, esto trajo el análisis de las
anomalías físicas y psíquicas constantes en los criminales. Los precursores fueron Pinel y Ferros que observaron la impulsividad, la falta de remordimiento,
etc.

• Ferrarese propone la reeducación individual del loco y del criminal, bosquejando al delincuente nato y proponiendo la reeducación individual.

• Virgilio: ensayo sobre la naturaleza morbosa del crimen relacionado con factores análogos a la locura.

• Lombroso: escuela positiva del Derecho Penal comienza la fase científica de la criminología, tratando de agrupar y clasificar características
somáticas anómalas físicas, buscando al criminal nato. Subdivide 3 grupos de criminales:

1) delincuentes accidentales

2) los motivos y pasionales

3) criminales consuetudinarios

• Di tullio, alumno de Lombroso, llevó a cabo una reclasificación de los criminales:

1) Delincuente accidental: puro o leve, es decir, por condiciones ambientales, malas compañías, estados emotivos, quiebre.

2) Delincuente constitucional: hipoevolutiva (taras) psico-neuroticas, psicopatía (psicosis)

3) Delincuente enfermo mental: loco enajenado delincuente, criminal loco.

• Ferri, teorías biopsicosociales plantea que el ambiente social da la forma al delito.

• Healy plantea que cada criminal es un caso específico, desde la criminología individualista social

Relación entre psicología y ley:


La psicología y el Derecho tratan sobre conductas humanas (el mismo objeto) parten del individuo, sus actos y conductas. La psicología estudia el
comportamiento humano, el discurso psicológico se presenta como un derecho subjetivo. La ley se trata de algo objetivo, es la norma jurídica general
creada por un órgano legislativo. El derecho es un conjunto de leyes, preceptos y reglas que rigen la vida social. La ley es la norma jurídica general creada
por un órgano legislativo en el marco del sistema del derecho, mientras que el derecho es el conjunto de leyes, preceptos y reglas al que están sometidos
los hombres en su vida social, es un sistema de normas coercibles que rigen la convivencia social. El derecho es la ciencia que estudia las leyes y su
aplicación, es una ciencia multidimensional y omnipresente. El control social es la influencia de la sociedad que delimita las conductas de los individuos.
Para Freud el asesinato del padre es el acto que dio origen a la ley, tras eliminarlo surgió el arrepentimiento (surgió de la corriente tierna) y nació la
conciencia de culpa. La renuncia pulsional garantiza la seguridad social.

Para el derecho, la ley es algo objetivo, la conducta es exteriorizada. Marca lo que debemos hacer o evitar. El derecho prevé tratar de prohibir o fomentar
en función del poder que posee, el deber ser, la imposición, nos dice lo que debemos hacer. Le interesa la verdad objetiva de los hechos. Al ser el Derecho
una ciencia multidimensional y omnipresente, necesita de la psicología para la mejor comprensión de hechos que se debaten en la práctica judicial. La
psicología analiza la categoría del derecho subjetivo en cuanto a la ley, la conducta, el modo de ser del individuo y sus acciones.

La psicología jurídica es ante todo psicología social, se ocupa de aspectos psíquicos caracterológicos del comportamiento. Debe atenerse a la normal, sin
intentar explicar si es o no justa. Se erige en un espacio de intersección atravesado por discursos divergentes; es una especialidad de la práctica profesional
del psicólogo. Comenzando como disciplina auxiliar del derecho se constituye en una especialidad de la práctica profesional del psicólogo en los ámbitos
tribunalicios, minoril, penitenciario, policial, hospitalario y el pseudoámbito de la drogodependencia. El psicólogo forense se verá siempre interrogado por
la ley; la Justicia le requerirá aportes que le sirvan para dar respuestas a temas donde el derecho se queda sin argumentos posibles.

Similitudes:

- La psicología es el fundamento de la ley positiva.

- La psicología actúa como auxiliar de la ley positiva.

- La psicología y la ley comparten su objeto de estudio (comportamiento).

- La influencia de la ley sobre el comportamiento humano.

Diferencias:

- Para la ley, el sujeto es causa fundamental de sus actos; el acto es consciente y voluntario, intrínsecamente determinado. La psicología afirma
sostiene que la conducta está determinada por las circunstancias y el aprendizaje.

- Al derecho le importa averiguar la verdada objetiva, mientras que la psicología se centra en la verdad subjetiva, en base a la historia de vida y
contexto sociocultural en que se desenvuelve.

Cap. Psicología Jurídica, Criminalística y Criminología en “Psicología Jurídica”

La criminalística y la criminología son colaboradoras del Derecho Penal, colaboran para aportar verdad al proceso penal, que evitará la impunidad del
hecho delictuoso cometido, cuando se haya determinado que realmente se ha infringido una norma penal. Ambas colaboran en tres etapas decisivas: la
verificación del hecho delictuoso, la determinación de su autoría y lo relativo a la personalidad del delincuente, para la adecuación de la sanción; pero el
contenido de cada una es diferente.

La criminalística se ocupa del cuándo, dónde, cómo y quién. Es la ciencia de la pesquisa, de la táctica criminal en la escena y estudia las técnicas del crimen
(psíquicas, químicas, fotos, etc), siendo, por tanto, multidisciplinaria. Se ocupa de reconstruir la historia del hecho a través de los vestigios materiales que
deja el delincuente, registrando los menores detalles.

Estudia las causas por las cuales una persona delinque, qué lo lleva a su relación con la víctima, la etiología del delito. La psicología jurídica en la
criminalística brinda el diagnóstico para determinar el quién y cómo, su potencial agresivo. Objetivo: búsqueda de la verdad a través de la aplicación del
método científico, valiéndose de distintos métodos y recursos: rastros papilares, análisis químico de residuos y manchas, fotografía de la escena, métodos
inductivos y deductivos, etc.

Se trata de constatar la existencia de los delitos, establecer si se trata de un hecho o de una omisión considerados delictuosos. Si este análisis resulta
positivo, se trata de identificar a los autores, para los cuales usan los procedimientos mencionados. La Psicología Jurídica hace su aporte a la criminalística
sólo después de que se ha comprobado la autoría del hecho delictuoso.

Psicología Jurídica y Criminalística


A la justicia le corresponde la tipificación del hecho (la parte objetiva, el injusto penal, una conducta típica y antijurídica). Por su parte, la psicología asesora
en la parte subjetiva, la culpabilidad: la capacidad psíquica del sujeto al momento de cometer el hecho. Le ayudara a saber si el sujeto cometió el delito.
Tres etapas del proceso penal:

A. verificación del hecho

B. determinar la autoría

C. adecuar la sanción

La imputabilidad es la capacidad del reproche jurídico referida a la compresión del sujeto sobre la criminalidad de la acción cometida. La imputabilidad
implica:

A. Capacidad para comprender la criminalidad del acto. Se evalúa:

a. Estado de las funciones que componen la consciencia.

b. Capacidad intelectual.

c. Modalidad en que establece vínculos.

d. Mecanismos defensivos.

B. Capacidad para dirigir las acciones de acuerdo a dicho entendimiento. Se evalúa:

a. Control racional de los impulsos.

b. Compulsiones.

c. Tolerancia a la tensión y la frustración.

d. Nivel de tensión interna.

e. Estado emocional.

En la evaluación psicológica debemos considerar signos de simulación (producción de síntomas psíquicos o físicos falsos o exagerados con la finalidad de
evidenciar patología), disimulación (el sujeto intenta dar la impresión de normalidad; hay exacerbación del control ideacional, pseudoadaptación a la
realidad), sobre-simulación (lo realiza el sujeto que padece trastornos mentales, cuando tiende a prolongar los síntomas de una patología ya superada), así
como también las discrepancias entre el relato verbal y el gestual, apuntando al estudio del comportamiento antisocial.

La evaluación pericial tendrá en cuenta si hay discrepancia entre los hallazgos clínico-semiológicos que relata el sujeto y las aportaciones por las técnicas
psicodiagnósticas. Se presta atención a la congruencia/incongruencia entre el lenguaje gestual y el verbal, la sintomatología general y las técnicas
proyectivas.

Se debe evaluar los indicadores de agresividad y peligrosidad. La agresividad es un conjunto de tendencias que se actualizan en conductas reales o
fantasmáticas, dirigidas a dañar a otro. Se debe apuntar al análisis del comportamiento antisocial incluido en el contexto y la dinámica social en que se
produce. La peligrosidad es la probabilidad de que un sujeto de acuerdo a sus condiciones psicofísicas realice una conducta auto u heteroagresiva. El
estado peligroso es la probabilidad de que un sujeto cometerá a volverá a cometer un delito, y se considera tal a un estado biológico que surge de la
estructura psicofísica y social del individuo y que le confiere probabilidad de infringir la ley. Los índices de peligrosidad son: excitabilidad, hipersensibilidad,
impulsividad, baja tolerancia a la frustración y a la angustia, nivel de tensión intensa, compulsión a la repetición, nivel de vulnerabilidad ligada a la baja
autoestima, el consumo de alcohol y sustancias, etc.

Entonces, la Psicología Jurídica realiza su contribución brindando, a través de un diagnóstico, herramientas para determina el quién y cómo del delito,
potencial agresivo y características psicopatológicas del sujeto.

La Criminología se ocupa de factores y causas del delito, de lo jurídico penal, lo procedimental, penológico y político criminal. La criminología no constituye
en si misma una ciencia, es mas un estudio multidisciplinario dentro de otras ciencias que hace referencia exclusivamente al ámbito penal. Se ocupa del
hombre más que del delito, estudia los procesos y causas que lo condujeron a la violación de la ley, investigando el fenómeno antisocial.

Procura conocer al hombre delincuente, por qué causa delinque, del descubrimiento y verificación científica del mismo y del delincuente. La investigación
criminológica comprende el estudio de las causas generadoras del delito, modalidades, diversos tipos de delincuentes, medios para el tratamiento
preventivo y la resocialización. Es una inter-ciencia en tanto el delito estudiado es un comportamiento humano y un fenómeno social, por lo cual se realiza
un estudio sociopsicobiologico del crimen y del fenómeno antisocial que requiere un enfoque interdisciplinario. Además, es una ciencia empírica,
experimental y se sirve del método inductivo.

Psicología Jurídica y Criminología

Para Lacan la criminología realiza una búsqueda de la verdad del crimen (policial) y del criminal (antropológico). La verdad que busca el derecho es
objetiva, demostrable a través de pruebas: la culpabilidad. No obstante, el psicólogo busca la responsabilidad subjetiva del sujeto que ha transgredido, que
este pueda alcanzar un entendimiento del acto y las motivaciones inconscientes que lo han conducido al delito, y así modificar su conducta transgresora.
La culpabilidad es distinta, porque es un criterio solamente jurídico; en la responsabilidad, el sujeto realizó un acto. La Psicología Jurídica tiene por objeto
de estudio los factores determinantes de los actos humanos y el estado mental general del que provienen dichos actos.

Freud plantea que el Sujeto actúa sobrecargado por un sentimiento de culpabilidad anterior al hecho del cual habría de procurar liberarse de la carga
mediante la comisión del delito, definiéndola como una forma de liberación Inconciente. De acuerdo a esta reflexión freudiana, el delincuente no nacería
como tal sino que devendría uno en tanto constituiría un hombre que no puede enfrentar sus tendencias antisociales y dar paso a la rehabilitación. El
psicoanálisis encuentra diversas clases de delincuentes:

• el imaginativo, limitado al campo de las representaciones en la menta, que no pasa a la acción

• el habitual, por alteraciones orgánicas congénitas o adquiridas, o falta de adaptación al ambiente.

• el ocasional, por causas externas, imprudencia o culpa

• el neurótico como expresión de un conflicto entre la parte social y la personalidad del delincuente.

El diagnostico psico-clínico-criminológico refiere al conocimiento de la conflictiva intrapsiquica del hombre que lleva a cabo conductas antisociales, es
dinámico y evolutivo (se modifica según la sintomatología y la situación que rodea el sujeto) y permite hablar de tratamiento y rehabilitación. La psicología
habría de ser capaz de explicar los procesos psíquicos que han llevado a un sujeto a cometer el delito y cuáles son los posibles tratamientos.

Entonces, la Psicología Jurídica ayudará a la Criminalística a saber si el sujeto cometió el delito, y ayudará a la Criminología a explicar los procesos psíquicos
que han llevado al sujeto a cometer el delito, y cuáles son las posibilidades de tratamiento.

Aportes a la Psicología Jurídica, en “Entre la Psicología y el Derecho. Cruzamientos discursivos”

La Psicología Forense está imbrincada en el campo del Derecho, y acude en su ayuda ante cuestiones pertenecientes al campo de la Psicología.

Somos sujetos atravesados por un discurso legal que nos delimita, nos marca lo que podemos y no podemos hacer. Se impone en nuestro hacer diario y
nos organiza. Según la teoría psicoanalítica, la sociedad se funda en una prohibición (incesto) y es esta tan fuerte que aparece y determina la organización
social. De no existir esa limitación, no sería posible la integración ni la dinámica de los grupos sociales.

Las normas y reglas se agrupan formando códigos, conformando las reglamentaciones del derecho. Aparece la vinculación con el enunciado de “justicia”,
que significa dar a cada uno lo suyo, premiar y castigar las buenas y malas conductas, y que el castigo sea ejemplificador, o sea, la comunidad tiene que
saber que si infringe la ley, se le va a aplicar el mismo castigo.

La psicología irrumpe en el derecho para ayudar en la difícil tarea de hacer justicia. Sus intervenciones deben ser puntuales y precisas, porque lo hace a
requerimiento del derecho. En el fuero penal el psicólogo es convocado a determinar el estado psíquico de la persona acusada del delito analizando las
alteraciones, estados de inconciencia al momento del hecho. Estas averiguaciones se hacen a través de técnicas propias de la psicología. Se presenta el
bagaje ética que debe respetar el psicólogo para responder a los puntos de pericia, sin brindar mayor información de la requerida.

Fueros:

Laboral: Cuestiones referidas a conflictos laborales entre partes. Movilizaremos al sujeto sobre cuestiones psíquicas profundas, que no pueden ser
previstas por el evaluado y no puede establecer sobre ellas ninguna censura. La parte demandada batalla para minimizar el daño, y la parte demandante
intenta la probatoria por la determina del mayor daño posible.

Civil: se convoca un psicólogo en referencia al daño psíquico que presenta una persona accidentada por culpa de un tercero. Se debe determinar si el daño
que sufre en producto del accidente sufrido, o era preexistente al episodio.

Minoril: por ejemplo, determinar ante una separación conyugal, quien será el progenitor que quedará al cuidado del niño (por norma general quedan a
cuidado de la madre y al padre le corresponde un régimen de visitas.) También se interviene en pleitos de familia, donde cada una de las partes utiliza a
sus hijos como venganza agresiva contra el otro. Constituye un planeo ética que el psicólogo forense pueda explicitar al juez los riesgos de llevar adelante
el litigio.
Respecto a lo ético, el psicólogo debe tomar una posición ética respecto del conflicto de intereses jurídico o psicológico, que debe ser tomada teniendo en
cuenta los derechos del sujeto a tratar. Aunque se reciba un salario del Estado, el rol profesional no está condicionado por éste, sino por convicciones
éticas.

Al entrecruzamiento del discurso psicológico y legal debemos sumar los discursos médicos, psiquiátricos, psicoanalíticos, por lo cual se cree conveniente
una formación sistemática, constante y profunda.

Las pruebas periciales son “no vinculantes” y son líneas investigativas que ensaya el juez para la construcción de la prueba. El informe debe ser
confeccionado con rigor científico y honestidad, porque un diagnóstico puede ser interpretado como negativo e incluir a un sujeto imputado en el proceso
penal y en el castigo.

Módulo II: Organización de la Justicia y Nociones básicas de Derecho

Nociones básicas de Derecho y aspectos legales básicos para la comprensión del Campo jurídico. Nociones de Derecho Procesal Civil. Códigos de Fondo y
Procesales. Organización de la Justicia. Funcionamiento de los Tribunales. Fueros de la Justicia.

“Psicología Jurídica”

Desarrollo Histórico y Formación Profesional Universitaria de la Psicología Jurídica en la República Argentina

En 1967 se pone en vigencia de la Ley 17.132 (de facto) conocida como la Ley de los profesionales del arte de curar y profesiones auxiliares afines: la
psicología ocupaba un lugar en esas ultimas, viéndose limitado su accionar a la aplicación de test psicológicos para diagnósticos (art 9°), prohibiendo la
aplicación de cualquier método terapéutico, especialmente el psicoanálisis (art 91°), el cual quedaba reservado para los médicos.

A partir de los ´70, si bien ya existían en los ámbitos de tribunales (cárceles y establecimientos de menores) psicólogos trabajando en temas inherentes a la
especialidad, estos no lo hacían a partir de una formación sistematizada, sino formados en la clínica, intentaban explicar los fenómenos jurídicos desde la
óptica psicológica.

1985. Resolución sobre incumbencias: enunciaba los ámbitos en los cuales el psicólogo podía realizar sus prácticas, entre ellas el jurídico. Esto sentó el
primer paso para implementar la especialidad y luego la Ley Nacional del Ejercicio Profesional de la Psicología (sancionada en 1987), en ella también se
mencionaba la práctica en el ámbito jurídico. Además las Leyes Provinciales permitían a los Colegios Profesionales emitir certificados de especialistas. Todo
esto alentó a que en las facultades de psicología se incorporara la formación específica en el ámbito jurídico y forense (se la incluyó entre 1985 y 1992). A
partir de este momento comienza a incluirse en la formación específica la tarea psicológica en otros fueros además del penal, de tal forma que en el fuero
civil el profesional psicólogo comenzó a ser convocado para peritar en casos de adopción, tenencia de hijos, insanias, entre otras, y en el fuero laboral, en
la “determinación del daño psíquico”. Además, se continúo ampliando su campo, pasando a ser consultados en caso de violencia familiar, maltrato de
menores y de ancianos, prostitución y comercio infantil.

La Psicología Jurídica es más abarcativa que la Psicología Forense, ya que en ésta última está limitada su práctica al ámbito de los Foros o Fueros, mientras
que el término jurídica, es contemplativo de la otra y, además, se extiende para incorporar la práctica psicológica que se desarrolla en Instituciones del
quehacer psicológico-jurídico (Unidades carcelarias, Institutos de menores, etc.). Por lo que decir “Psicología Forense” sería acotar el campo de actuación
del psicólogo que trabaja en esta especialidad, ya que la palabra forense hace referencia a un cargo que implica trabajar en relación de dependencia de la
Justicia, ser un empleado de ella. En cambio, la denominación “Psicología Jurídica” nombra la actividad que, como psicólogos, llevamos a cabo en ámbitos
que no son jurídicos, pero que están atravesados por el discurso.

La práctica profesional en esta especialidad demanda de conocimientos específicos del discurso jurídico que lo habilita a actuar en los diferentes ámbitos
de inserción laboral. El sujeto inserto en la sociedad es atravesado por el discurso jurídico, y el psicólogo en su tarea profesional ocupa un rol a partir del
cual debe dar respuesta a problemáticas psicosociales. Es así como el trabajo del psicólogo jurídico, en el abordaje de estas problemáticas, se desarrolla en
diferentes ámbitos:

1. En el Ámbito Tribunalicio: Nuestra práctica en los distintos fueros, surge a partir del desempeño de la función de testistas de acuerdo a la ley
17.132 (psicólogo como auxiliar de la medicina y solo podía aplicar su saber en el diagnóstico de trastornos mentales y la aplicación de test, la evaluación
era firmada por un médico para ser validada). Con la Ley del Ejercicio Profesional, quedo regulada nuestra práctica, en lo atinente a la realización de
peritajes (art 2) y esto permitió que el psicólogo pudiera actuar como perito en los diferentes fueros y pudiera firmar los informes que realizaba. De esta
manera se jerarquizo el saber psicológico a los fines de impartir justicia.

La Justicia Nacional se organiza de la siguiente manera:

Fueros de Capital Federal:

a. Justicia Nacional de Apelaciones del Trabajo


b. Justicia Nacional de Apelaciones en lo Civil

c. Justicia Nacional de Apelaciones en lo Comercial

d. Justicia Nacional de Apelaciones en lo Criminal y correccional

e. Justicia Nacional de Casación Penal

f. Justicia Nacional de la Seguridad Social

g. Justicia Nacional en lo Civil y Comercial Federal

h. Justicia Nacional en lo Contencioso administrativo Federal

i. Justicia Nacional en lo Criminal y correccional federal

j. Justicia Nacional en lo penal económico

En la Justicia Civil, el perito interviene en los juicios sobre: Daños y Perjuicios, Insania, Inhabilitación, Protección de personas, Divorcios, Régimen de visitas,
Tenencia de hijos, Violencia familiar, Adopción, Nulidad de matrimonio, Testamento, etc.

En la Justicia Laboral y de Seguridad Social: Litigios referidos a las relaciones entre empleados y empleadores y causas previsionales. Acá los reclamos están
basados en patologías que el empleado sufre, las que se consideran consecuencias del trabajo realizado o el haber sido despedido del mismo o
consecuencias que devienen a partir de cuestiones previsionales; por lo cual se solicita una compensación económica.

La Justicia Penal: interviene ante la comisión de un delito. Acá el perito podrá ser llamado para realizar la evaluación del autor, de la víctima y las
circunstancias en que dicho hecho aconteció. El informe que realice el perito será una prueba más dentro del proceso. Este elemento tiene como finalidad
asesorar al magistrado a los efectos de dictaminar la veracidad de los dichos de los sujetos involucrados en el hecho, como también del estado mental de
los mismos.

 En caso de personas Imputabilidad: pueden existir atenuantes como la emoción violenta, o agravantes, para lo cual se evaluaran los mecanismos
conductuales predominantes y el tipo de vínculo que el sujeto entabla de acuerdo a su base de personalidad.

 En casos en que se deba evaluar la posible existencia de causales de Inimputabilidad (art 34 inc 1°) se reunirán los elementos necesarios para
inferir si pudo comprender la criminalidad del acto y dirigir las acciones conforme a esa comprensión o no.

 También pueden solicitar a los peritos sobre el concepto jurídico de Peligrosidad: probabilidad de que un individuo pueda cometer o vuelva a
cometer un delito).

 Además, intervendremos en casos de: delitos sexuales (evaluación de víctimas y victimarios). En el caso de que la víctima sea menor de edad, a
partir de la ley 25.852, solo podrán tomar entrevistas los psicólogos especializados en niños y/o adolescentes.

 Dependen de la justicia penal las causas en que los involucrados sean menores de 18 años que han transgredido la ley penal, tramitándose estas
en los tribunales orales de menores. El estado deberá tutelarlos cuando se encuentren en situación de abandono material o moral y/o peligro moral o
material

2. En el Ámbito Penitenciario: Inclusión del psicólogo en dos áreas: criminológica y tratamiento. Acá hay que tener en cuenta la Ley Penitenciaria
Nacional (24.660), ya que en ella se establecen las etapas del tratamiento penitenciario del reo. Esto hace referencia a la Progresividad del Régimen
Penitenciario que consta de:

a. un periodo de observación,

b. un periodo de tratamiento

c. un periodo de prueba.

Esta Progresividad es aplicable en los casos en que se trata de condenados con sentencia firme, los que no tienen sentencia firme tienen la posibilidad de
optar por acogerse al régimen.

• Dentro del equipo criminológico, la tarea es: realización del diagnóstico, sugerencia y supervisión del tratamiento aplicado. El informe
criminológico debe dar cuenta de:
a. la motivación de la conducta punible

b. perfil psicológico

c. tratamientos psiquiátricos o psicológico aplicados y su resultado

d. resumen de la historia criminológica

e. pronóstico sobre las posibilidades de reinserción social.

• En el área de tratamiento psicológico: el problema que se presenta es que en general se trabaja con sujetos que no poseen demanda de
tratamiento ni conciencia de enfermedad, sino que deben cumplir con un requisito que marca la ley. El psicólogo deberá crear tal demanda para poder
lograr que más tarde surja en él algún interrogante sobre la conducta delictiva.

3. En el Ámbito de la Salud Mental: Si se trabaja en hospital general, pueden aparecer casos de: violación, intentos de suicidios, violencia familiar,
abuso sexual infantil. La función del psicólogo sería la de evaluar, diagnosticar, contener y brindar tratamiento, siempre sujeto a los requerimientos que se
le presentaran desde la justicia.

4. En el Ámbito Policial: Se realiza la evaluación y seguimiento del personal de seguridad, formación y capacitación del mismo, para intervenir
conjuntamente en casos de toma de rehenes y secuestros

5. En el Ámbito Minoril: acá se habla de niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad social, menores que han sido judicializados por causas
penales. La función tutelar del Estado, será ejercida a través de un juez: ante un menor en situación de riesgo, el estado en su rol tuitivo y preventivo, debe
brindar una protección que asegure su desarrollo físico, psíquico, educativo y moral. La medida tutelar podrá ser institucional o no. En este ámbito, el
psicólogo tiene dos funciones posibles:

o El diagnóstico: tiene como objetivos asesorar al juez sobre la personalidad del menor, sus vínculos sociofamiliares, pronóstico y las estrategias a
seguir para la adecuada atención del mismo. Hay que dilucidar indicadores clínicos que den cuenta de patología y sus posibilidades de abordaje
terapéutico.

o En el tratamiento: acá su rol consistirá en acompañar al menor y a su familia, en la elaboración de su conflictiva, favoreciendo un proceso
tendiente a reconstruir y revitalizar los vínculos familiares y a encontrar nuevos proyectos de vida.

6. El Pseudo-Ámbito de la Drogadependencia: la problemática de la drogadependencia es abarcada por la justicia desde la legislación civil y penal.
Se habla de un pseudo-ámbito, dado que es el único que encuentra su nombre en la mención de la patología o síntoma, además de tratarse de una
problemática con la cual nos podemos encontrar en cualquiera de los ámbitos de inserción profesional.

________________________

Nociones de Derecho Procesal Civil

Sin normas que regulen la conducta de los individuos no sería posible un estado de armonía social. La noción de derecho existe desde los inicios de la
humanidad, en el sentido normativo de la convivencia social. De este modo, el Derecho se define como el sistema de normas coercibles que rigen esta
convivencia. En nuestro país, el Derecho Civil constituye uno de los cimientos, por excelencia, de nuestro derecho positivo: plexo normativo que rige en
determinado tiempo y lugar.

El Derecho Civil es “aquel que rige las relaciones ordinarias y más generales de la vida, en la que el hombre se manifiesta como sujeto de derecho y de
patrimonio, y miembro de familia para el cumplimiento de los fines individuales de su existencia, dentro del concierto social”.

El Código Civil de la Nación en su art 1 refiere: “Las leyes son obligatorias para todos los que habitan el territorio de la Republica”. El art 2: “Las leyes no
son obligatorias sino después de su publicación, y desde el día que determinen”. Estas normas obligan a todos los habitantes de la Nación al conocimiento
de las leyes y establecen la presunción del conocimiento de la ley ipso facto a su vigencia.
• Litigio Judicial: todo pleito jurídico implica per sé la contraposición de pretensiones. Su comienzo esta dado por el inicio de una acción.

• Proceso judicial: serie y consecuencial de instancias bilaterales conectadas entre sí por la autoridad del Juez.

• Pretensión procesal: pedido fundado en derecho, se constituye en un reclamo “justificable” en tanto esté reconocido por el ordenamiento
jurídico.

• Proceso jurídico: tenderá a que en el debate de los hechos se llegue a una resolución del conflicto existente, se llegue al final del proceso y se
alcance una sentencia o se logre un modo de finalización anormal del proceso (conciliación, desistimiento, etc). Los procesos se llevan a cabo conforme a
las normas establecidas en los respectivos códigos de procedimiento (códigos de forma) y respetando etapas que allí se determinan.

Quienes intervienen en la relación trilateral del proceso judicial son:

• La Parte Demandante (o actora): Es quien inicia el proceso exponiendo en su demanda el reclamo (pretensión) que le presente a su contraparte.

• La Parte Demandada

• El Juez: Tiene deberes y facultades a los que debe sujetarse su función: el cumplimiento de su función en la potestad de aplicar las facultades
disciplinarias, ordenatorias, instructorias, y sancionatorias conminatorias que posee. No puede emitir opiniones sobre las actuaciones de las partes que
hagan presumir su parecer evidenciando una actitud parcializada hacia una u otra parte. Impartialidad, imparcialidad e independencia.

Tanto la Actora como la Demandada presentan diferentes tipos de prueba a lo largo de del juicio, conducentes a demostrar los hechos que sostienen como
verídicos. Durante el juicio ambas partes y/o el juez realizaran actos jurídicos procesales: manifestaciones de voluntad destinadas a crear, regular,
modificar o extinguir relaciones jurídicas procesales (ej: demanda, contestación de la demanda y providencias, etc).

El objeto de los actos procesales no es probar los hechos, sino las afirmaciones sobre los hechos (afirmaciones factuales). Lo importante es la verdad
jurídico-objetiva, aquella que se puede probar, y no la verdad material (verdad de lo que sucedió). Es así que la función de las pruebas es argumentar,
demostrar, acreditar la verdad que se afirma. Quien afirma un hecho debe ser quien lo pruebe. Existe una excepción denominada “inversión de la carga de
la prueba”, que se da cuando el hecho que se afirma es públicamente notorio, por tanto no deberá ser demostrado.

• Objeto de medios de prueba: hechos afirmados controvertidos pasados (posturas contrapuestas que discuten aspectos jurídicos.

• Medios de pruebas: instrumentos legales conducentes a acreditar la verdad jurídica.

• Tipos de pruebas: Prueba Documental, Prueba de informes, Prueba de Confesión, Prueba de testigos, Prueba de Peritos y Reconocimiento
Judicial.

• Función de las pruebas: argumentar, demostrar, acreditar una verdad particular, la que se afirma. La carga de la prueba recae sobre quien
pretende beneficiarse con tal afirmación. Hay una excepción: “inversión de la carga de la prueba” se cdo el hecho q se afirma es públicamente notorio y no
deberá ser demostrado.

• Sentencia: acto judicial que resuelve heterocompositivamente el litigio.

Una vez finalizada la etapa de presentación de las pruebas durante el proceso, el juez deberá valorar las mismas para emitir su sentencia. El Juez tiene
deberes y facultades a los que debe sujetarse en su función. El magistrado tiene el impedimento durante el proceso de emitir opiniones sobre las
actuaciones de las Partes que evidencien una actitud parcializada o que hagan presumir su parecer. Solo alcanzada la Sentencia se podrá conocer hacia
donde se inclinó la balanza de la Justicia. Si una cuestión civil no puede resolverse, ni por las palabras, ni por el espíritu de la ley, se atenderá a principios
de leyes análogas, y si aún fuese dudosa se resolverá por principios generales del derecho teniendo en cuenta las circunstancias de los hechos.

Todos los profesionales deben conocer por imperio de la ley, que su accionar debe respetar las normas y reglas, caso contrario quedará desvirtuada su
labor por carecer de los elementos requeridos para que se considere idónea su actuación. Sin importar las razones por las que ha sido convocado el
profesional psicólogo su conducta tiene que estar ajustada al mismo principio jurídico de neutralidad, que obliga a la impartialidad, imparcialidad e
independencia a los jueces. Únicamente bajo los presupuestos de una rigurosa praxis científica, una excelsa postura ética y una formación especializada,
será posible enaltecer el ejercicio profesional de la psicología en ámbitos con injerencia jurídica.

Jerarquía de las leyes:

“Justicia es dar a cada uno lo suyo de sí”.

- Constitución Nacional: enunciados, tratados internacionales que tienen jerarquía constitucional.

- Otros tratados internacionales (Mercosur) y concordatos (tratados que la Nación suscribe con una contraparte: el Vaticano).

- Las leyes: nacen por la sanción y promulgación del poder ejecutivo y judicial.

- Decretos del Poder Ejecutivo (DNU): se usan en situaciones de necesidad y urgencia, y tiene que ver con la seguridad ciudadana.

- Sentencias judiciales: actos administrativos provenientes de un magistrado con facultades que le otorgan fuerza de ley a los fallos que emite.

Etapas del proceso de conocimiento (rige para procesos que son del fuero penal):

- Afirmación:

Presentación de la demanda. La parte demandante inicia el juicio por un escrito, donde se manifiestan los motivos, el reclamo, el derecho que se considera
vulnerado y la fundamentación legal que avala que se reclame por ese derecho.

- Negación:

Está a cargo de la parte demandada, a través de un escrito donde niega que haya vulnerado los derechos que la parte actora reclama. Es negar por negar 
Retórica jurídica: el abogado no está obligado a decir verdad.

- Confirmación:

Momento de presentación de las prueba (el perito interviene solamente en la etapa de prueba). Son las pruebas que demandante y demandado proponen
en los escritos iniciales. Distintas pruebas:

o Testimonial: de testigos.

o Documental: historia clínica.

o Confesional: aceptación de alguna de las partes de un acto. Pero, por más que se confiese, hay que investigar.

o Informativa: informes técnicos que se piden a profesionales, oficinas, organismos.

o Pericial: le corresponde a la Psicología. Es una pericia sobre lo que fue solicitado antes. Ahora, demandado y demandante no pueden pedir nada
nuevo, y el juez no puede proponer pruebas.

- Alegatos:

Los abogados de ambas partes hacen un resumen de las pruebas presentadas, destacando las que les resultan favorables.

- Sentencia:

Corresponde al Juez. Si una parte no está de acuerdo con la sentencia, puede apelarla. La cámara revisora revisa todas las etapas. En la apelación no
pueden presentarse nuevas pruebas.

El proceso penal (etapas):

- Investigación Penal Preparatoria (IPP) o Instrucción


Llevada adelante por un fiscal encargado de reunir distintas pruebas a los fines de verificar un delito, el tipo de deliro (tipificación) y un posible imputado
(alguien a quien le atribuyo la autoría de la comisión de un delito. Se le dice al Juez de instrucción que tienen pruebas suficientes, y puede pedir elevación
a juicio oral.

- Elevación al juicio oral

El Juez ha aceptado las pruebas dadas por el fiscal. Interviene un Tribunal, y se presentan los peritos, testigos, etc.

- Debate oral

Se lee el expediente. Puede durar algunos días, dependiendo de la calidad del delito y las pruebas.

- Alegatos

El debate oral se cierra con un alegato, que es un resumen de las pruebas. Se intenta crear un juicio de convicción en el otro, el cual debe ser contundente
y debe tener un “cierre emocionante”. La connotación es de tipo general, y tiene que reparar en toda la sociedad.

- Sentencia

Puede ser condenatoria o absoluta. Se puede apelar (en ese caso, va a una Cámara de Casación Penal).

- Ejecución de la sentencia

Aparece el Juez de Ejecución Penal. Se encarga de que se ejecute la pena, y de cómo se ejecuta según la ley 24660. Es responsable que no le pase nada al
sentenciado.

Módulo III: Evolución de la Pena

La trasgresión y sus diversas manifestaciones como fenómeno asocial y el delito a lo largo de la historia. Concepciones y discursos institucionales. Análisis
crítico del poder. Labor del Psicólogo. Ámbito carcelario. Instituciones de rehabilitación social.

“Vigilar y castigar” - Foucault

El castigo generalizado

Protesta contra los suplicios del Siglo XVIII: “que las penas sean moderadas y proporcionalizadas a los delitos, que la muerte no se pronuncie ya sino contra
los culpables de asesinato y que los suplicios que indignan a la humanidad sean abolidos”. Hay que castigar de otro modo. El suplicio se ha vuelto
intolerable. Uno de los mecanismos fundamentales del poder absoluto: entre el príncipe y el pueblo, el verdugo constituye un engranaje.

• Del lado del poder: su tiranía, el exceso, la sed de desquite y “el cruel placer de castigar”, unido al apoyo que tiene por parte del rey y el pueblo.

• Del lado de la víctima: la desesperación.

Los reformadores del siglo XVIII: denuncian la tiranía y la violencia y dicen que es preciso que la justicia criminal, en lugar de vengarse, castigue al fin. Se
debe respetar la humanidad de los castigados. Postulan un “hombre” que es también un hombre-medida, límite del derecho y su poder de castigar.

Problema de una economía de los castigos: es como si el siglo XVIII hubiera abierto la crisis de esta economía, y propuesto para resolverla la ley
fundamental de que el castigo debe tener la "humanidad" como "medida".

En la segunda mitad del siglo XVIII, se da un pasaje desde la “criminalización de masas” a una “criminalidad de flecos y márgenes” donde se da un mejor
control de los impulsos violentos. También se pasa del ilegalismo del ataque de los cuerpos a la malversación más o menos directa de los bienes. Sin
embargo, también se da una agravación de la justicia, quien empieza a tomar en cuenta ciertos crímenes que antes no consideraba. Se produce, a su vez,
el desarrollo de un aparato policíaco que impide el desarrollo de una criminalidad organizada y la arrastra hacia formas más discretas. Se une a esto un
aumento incesante y peligroso de los crímenes debido a la miseria de los pueblos y la corrupción de las costumbres. Hay un aumento recíproco de la
desconfianza, los temores y los odios y de la severidad para con los pobres El desplazamiento de las prácticas ilegalistas es correlativo de una extensión y
un afinamiento de las prácticas punitivas.

Lo que atacan los reformadores en la justicia tradicional es el exceso de los castigos que está más ligado a una irregularidad que a un abuso del poder de
castigar. La crítica del reformador es de una mala economía del poder. Exceso de poder en las jurisdicciones inferiores que pueden pasar por alto las
apelaciones de derecho y hacer ejecutar sin control sentencias arbitrarias; exceso de poder por parte de un acusación a la que le dan casi sin límite ciertos
medios, en tanto que el acusado se halla desarmado frente a ella; exceso del poder a los jueces que pueden contentarse con pruebas insignificantes con
tal que sean legales y que disponen una libertad en cuanto a la elección de las penas; exceso de poder de la gente del rey (magistrados) y, por último, del
rey mismo (puede modificar las decisiones de la justicia, frenar un proceso judicial, declarar incompetentes los magistrados, etc.). La parálisis de la justicia
se debe a una distribución mal ordenada del poder, a su concentración en cierto número de puntos, al os conflictos y discontinuidades resultantes.

El objetivo de la reforma no es tanto fundar un nuevo derecho de castigar a partir de principios más equitativos, sino establecer una nueva “economía” del
poder de castigar, asegurar una mejor distribución de este poder, hacer que no esté ni demasiado concentrado en algunos puntos privilegiados, ni
demasiado dividido entre unas instancias que se oponen, sino que este distribuido en círculos homogéneos susceptibles de ejercerse en todas partes, de
manera continua. La reforma del derecho criminal debe ser leída como una estrategia para el reacondicionamiento del poder de castigar, según unas
modalidades que lo vuelvan más regular, más eficaz, más constante y mejor detallado en sus efectos; en suma, que aumente estos efectos disminuyendo
su costo económico (disociando el sistema de la propiedad, de compra y venta, etc.) y político (disociando el poder del monarca). La reforma no ha sido
preparada en el exterior del aparato judicial y contra todos sus representantes, sino desde el interior, por un número de magistrados y de los conflictos
que los oponían entre sí.

La reforma penal ha nacido en el punto de conjunción entre la lucha contra el sobrepoder del soberano y la lucha contra el infrapoder de los ilegalismos
conquistados y tolerados. La nueva legislación criminal se caracteriza por un suavizamiento de las penas, una codificación más clara, una disminución
notable de la arbitrariedad, un consenso mejor establecido respecto del poder de castigar, existe bajo ella una alteración de la economía tradicional de los
ilegalismos y una coacción rigurosa para mantener su nueva ordenación.

Al nivel de los principios, esta estrategia nueva se formula fácilmente en la teoría general del contrato. Se supone que el ciudadano ha aceptado para
siempre, junto con las leyes de la sociedad, aquella misma que puede castigarlo. El criminal aparece entonces como un ser que ha roto el pacto, con lo que
se vuelve enemigo de la sociedad entera y ésta participa en el castigo que se ejerce sobre él. El castigo penal es así una función generalizada, coexistensiva
al cuerpo social y a cada uno de sus elementos. El infractor ataca desde el interior de la sociedad y es un traidor. La conservación del estado es
incompatible con la figura del traidor, por lo que es preciso que uno de los dos perezca. Así el derecho a castigar ha sido trasladado de la venganza del
soberano a la defensa de la sociedad.

Para que las penas no recaigan nuevamente en un sobrepoder y sean excesivas se hace necesario un principio de moderación de las penas, debiendo estas
ser siempre humanas. La ley es la que debe dar la pena y prescribir sus técnicas afinadas.

El daño que hace un crimen al cuerpo social es el desorden que introduce en él. La proporción entre la pena y la calidad del delito está determinada por la
influencia que tiene sobre el orden social el pacto que viola. A su vez, se calcula una pena en función no del crimen sino de su repetición posible. No
atención a la ofensa pasada sino al desorden futuro, de modo que el malhechor no tenga ni el derecho de repetir ni la posibilidad de contar con
imitadores. Así, su función es preventiva, hay que castigar lo exactamente lo bastante para como impedir que vuelva a suceder.

El poder de castigar reposa sobre ciertas reglas:

• Regla de la cantidad mínima: Para que el castigo produzca efecto el daño que causa debe exceder el beneficio que el culpable ha obtenido del
crimen. Equivale al nivel de los intereses.

• Regla de la idealidad suficiente: lo que hace la pena en el corazón del castigo no es la sensación de sufrimiento sino la idea del dolor, de un
desagrado, de un inconveniente. Es la “pena” de la idea de la pena. El castigo no tiene que emplear, entonces, el cuerpo sino la representación (se debe
llevar al máximo la representación de la pena, no su realidad corporal como ponele con castigos físicos). El recuerdo de un dolor puede impedir a su vez
una recaída.

• Regla de los efectos laterales: la pena debe obtener sus efectos más intensos en aquellos que no han cometido la falta. Si se puede estar seguro
de que el culpable es incapaz de reincidir, bastará en hacer creer a los demás que ha sido castigado. Pena ideal: mínima para aquel que la sufre y máxima
para aquel que se la representa por lo que hay que elegir los medios que hagan en el ánimo del pueblo la impresión más eficaz y la más duradera, a su vez
que la menos cruel para el cuerpo del culpable

• Regla de Certidumbre Absoluta: es preciso que a la idea de cada delito y de las ventajas que de él se esperan, vaya asociada la idea de un castigo
determinado con los inconvenientes precisos que de él resultan. Este vínculo debe ser considerado como necesario y nada debe poder romperlo. Implica
medidas precisas

1) que las leyes que definen los delitos y prescriben las penas sean absolutamente claras con el fin de que cada miembro de la sociedad pueda
distinguir las acciones criminales de las acciones virtuosas

2) Que estas leyes se publiquen y que cada cual pueda tener acceso a ellas. Se dan por terminadas las tradiciones orales y las costumbres y se busca
una legislación escrita

3) Que el monarca renuncie a su derecho de gracia: si deja ver a los hombres que el crimen puede perdonarse y que el castigo no es su
consecuencia necesaria, se alimenta en ellos la esperanza de la impunidad. Que ningún delito cometido se sustraiga a la mirada de quienes tienen que
hacer justicia.
4) Los procedimientos no se mantendrán secretos, que los motivos por los que se ha condenado o puesto en libertad a un inculpado sean
conocidos por todos y que cada cual pueda reconocer los motivos de castigar.

• Regla de verdad común: La realidad debe ser establecida con toda evidencia y según medios válidos para todos. La verificación del crimen debe
obedecer a los criterios generales de toda verdad. La sentencia judicial, en los argumentos que emplea, en las pruebas que aporta, debe ser homogénea al
juicio. Se da la necesidad de una demostración completa para hacer una verdad justa. La verdad del delito no podrá ser admitida sino una vez enteramente
probada. Para ello debe ser llevada a cabo una investigación empírica, donde se buscan elementos heterogéneos de demostración científica que se
presentan ante el juez para formar su convicción al respecto. El que señorea la justicia no es ya señor de su verdad, sino de lo que dice la ciencia.

• Regla de la especificación óptima: clasificaciones de todas las infracciones y reunión en especies dentro de un código común. Debe definir los
delitos y fijar sus penas explícitamente. A su vez, dicho código debe tomar en cuenta la necesidad de una individualización de las pernas, conforme a los
caracteres singulares de cada delincuente.

Se dan ciertas formas de individualización antropológica como es la noción de reincidencia. Es una calificación del propio delincuente que la pena puede
modificar. A través de la reincidencia a lo que se apunta no es al autor de un acto definido por la ley, es al sujeto delincuente, a una voluntad determinada
que manifiesta su índole intrínsecamente criminal.

La Benignidad de las Penas

El arte de castigar debe apoyarse en toda una tecnología de la representación. No puede lograrse si se inscribe en una mecánica natural. Encontrar para un
delito el castigo que conviene es encontrar la desventaja cuya idea sea tal que vuelva definitivamente sin seducción la idea de una acción reprobable

Son necesarias unas relaciones entre la naturaleza del delito y la del castigo. Para funcionar deben obedecer a varias condiciones: ser lo menos arbitrarios
posibles (que el castigo derive del crimen); este juego de signos debe apoyarse en el mecanismo de las fuerzas: disminuir el deseo que hace atractivo el
delito; utilidad por consiguiente de una modulación temporal: la pena transforma, modifica, establece signos, dispone obstáculos. Por parte del
condenado, la pena es un mecanismo de los signos, de los intereses y de la duración, pero el culpable no es más que uno de los blancos del castigo, ya que
el castigo afecta sobre todo a los otros; de donde toda una economía docta de la publicidad; entonces podrá invertirse en la sociedad el tradicional
discurso del delito. Es indispensable combatir el delito desde su materialización y su erradicación de raíz.

La prisión no tenía sino una posición restringida y marginal en el sistema de las penas. En la prisión se detiene a alguien, no se le castiga, tal es el principio
general. Y si la prisión desempeña a veces el papel de pena, es esencialmente a título sustitutivo: remplaza las galeras para aquellos que no pueden servir
en ellas. En esta equivalencia, vemos bien dibujarse un relevo posible. Pero para que se realice, ha sido preciso que la prisión cambie de estatuto jurídico.

Lo más importante, es que este control y esta transformación del comportamiento van acompañados de la formación de un saber de los individuos. Este
conocimiento permite repartirlos en la prisión menos en función de sus delitos que de las disposiciones de que dan pruebas. La prisión se convierte en una
especie de observatorio permanente que permite distribuir las variedades del vicio o de la flaqueza. La prisión funciona como un aparato de saber.

Lo que queda comprometido en la emergencia de la prisión es la institucionalización del poder de castigar, o más precisamente: el poder de castigar,
¿estará más garantizado ocultándose bajo una función social general, en la "ciudad punitiva", o informando una institución coercitiva, en el lugar cerrado
del "reformatorio"?

Al final del siglo XVIII nos encontramos ante tres maneras de organizar el poder de castigar: la primera es la que funcionaba todavía y se apoyaba sobre el
viejo derecho monárquico, la otras se refieren ambas a una concepción preventiva, utilitaria, correctiva, de un derecho de castigar que pertenecía a la
sociedad entera; pero son muy diferentes una de otra, al nivel de los dispositivos que dibujan. En el derecho monárquico, el castigo es un ceremonial. En el
proyecto de los juristas reformadores, el castigo es un procedimiento para recalificar a los individuos como sujetos de derecho. En fin, en el proyecto de
institución carcelaria que se elabora, el castigo es una técnica de coerción de los individuos; pone en acción procedimientos de sometimiento del cuerpo,
con los rastros que deja, en forma de hábitos, en el comportamiento; y supone la instalación de un poder específico de gestión de la pena.

En conclusión, la vida dentro del penal se divide de acuerdo a un empleo del tiempo absolutamente estricto, bajo una vigilancia ininterrumpida en donde
cada instante del día tiene marcada una ocupación, determinado un tipo de actividad, lo cual conlleva obligaciones y prohibiciones.

“Psicología Jurídica: Aportes desde la subjetividad”

El Poder del Encierro

En la base del suplicio corporal real o simbólico, se encuentra la idea que el castigado es un ser diferente: el salvaje no es el hombre y el esclavo, el siervo y
el obrero son un bien material; el loco un deshecho social y el niño un ser a educar. Al comienzo del siglo XIX la mecánica del castigo cambia sus
engranajes, el castigo pasa del cuerpo a su representación. En el antiguo régimen los delitos eran de lesa majestad (contra el rey). La tortura como método
hallaba su fundamento en el hecho de poder lograr una total certeza respecto del crimen cometido a través de las aclaraciones del acusado, de los
testigos, pruebas o indicios que rara vez coincidían en dar la absoluta evidencia que se necesitaba para la condena.

Siglo XVIII: el capitalismo toma las banderas de la igualdad, la fraternidad y la libertad. Se clama contra la severidad de las antiguas leyes y así cambian
algunos delitos, el género de los delincuentes y el estilo penal. Fue redistribuida en Europa y EE UU la economía del castigo.

Reformas: nueva teoría de la ley y el delito, nueva justificación moral o política del derecho a castigar, abolición de viejas ordenanzas, redacción de los
castigos modernos. Se constituye cierta discreción en el acto de castigos, se utilizan dolores más sutiles para hacer sufrir, más silenciosos y más detrás de
los muros, en las instituciones cerradas. Ha desaparecido el cuerpo como objeto principal de represión penal y así ya no se utiliza el cuerpo amputado,
supliciado, sufrido, expuesto vivo o muerto como espectáculo al público.

Entre el Siglo XVIII y el Siglo XIX: el castigo va cesando poco a poco de ser teatro y todo lo que podría ser teatro se ve ahora como negativo. El Estado
comprendió que la ferocidad con que se trataba al condenado para demostrar a todos los que les podía suceder si cometían algún delito, terminó por
volverse contra él. Hacen del castigado un objeto de compasión o de admiración.

Siglo XIX: castigo se convierte en la parte más oculta del proceso penal.

Consecuencias: abandonó el dominio de la percepción para entrar en el campo de la conciencia abstracta y la era certidumbre de ser castigado y no el
teatro lo que apartaba a las personas de los crímenes. La mecánica del castigo cambia sus engranajes y, como dice Foucault, el castigo cambia del cuerpo a
la representación. Se esperó a partir de aquí que sea la propia condena la que marcara al delincuente con un signo negativo y unívoco. Esto se vio en los
debates y las sentencias, pero la ejecución de las mismas era algo que avergonzaba a la justicia, por lo que pasó a ser confiada a otros. La ejecución de la
pena se convierte en un sector autónomo, un mecanismos administrativo a parte que le quita el peso de encima a los jueces. A su vez, esto genera una
negación teórica: es como si los jueces dijeran “no crean que lo esencial de la pena que infligimos consiste en castigar, sino que se tratará de corregir,
reformar y curar”.

A su vez, se da un relajamiento de la acción sobre el cuerpo del delincuente: en las prácticas punitivas se espera no tocar el cuerpo o tocarlo lo menos
posible y el dolor sobre el cuerpo no será constitutivo de la pena, porque el objetivo está en herir en él algo que no es el cuerpo mismo. El cuerpo es sólo
un instrumento o medio y si se interviene sobre él se hará lo más limpiamente y desde lejos posible y sólo para privar al individuo de libertad que ahora es
un derecho y un bien. Esto lo hace conforme a unas reglas que tienden a lograr objetivos más elevados, para lo que cuenta con un conjunto de técnicos:
celadores, vigilantes, psicólogos, educadores, etc.

Los Estados Nacionales Imperialistas

1) Antiguo régimen: el internamiento no era ni pena ni medio terapéutico, aunque la detención era realizada por tres tipos de instituciones:

• Mazmorra: no tenía por fin castigar privando de la libertad, sino que proporcionada los medios para aplicar la tortura que eran en ese momento
la pena predominante.

• Abadías y hospitales generales: agrupaban sin distinción a indigentes, criminales, locos, etc. con el fin de sacarlos de circulación social

La tortura pertenecía a un espacio laico y público; el exilio, en cambio, a un espacio religioso. Los crímenes de religión o de lesa majestad serán objeto de
tortura; los crímenes contra la moral feudal, serán objeto de internamiento. Los crímenes religiosos serán castigados tan duramente porque conciernen a
toda la sociedad y tiene por efecto perturbar lo que la funda y la hace trascender. El monarca es por derecho divino, por lo que los crímenes religiosos
también le competen y así la pena no es simplemente un castigo, sino también reequilabración del sistema social y debe ser proporcional a la importancia
del ofendido. El monarca se cobra la ofensa poniendo toda su furia sobre el ofensor y esto permite también mostrar a la sociedad las consecuencias de
tales actos. Así, en el antiguo régimen, el espacio cerrado es fundamentalmente un espacio religioso. Luego, aparecerá la obligación de trabajo en el
internamiento, como modo de cubrir los gastos de subsistencia en el monasterio a parte de la caridad pública. El trabajo no se daba como práctica
purificadora para el hombre sino como condena moral y religiosa del no-trabajo, rechazándose al vagabundo, al mendigo porque se revelaban contra Dios
y contra el rey mismo como enviado de dios.

2) Liberalismo clásico (siglo XVIII): la revolución industrial. Cae el poder feudal y se dan los fundamentos para un nuevo orden: el capitalismo. Aquí
aparecen las primeras formas de conocimiento criminológico, que es en sus orígenes una teoría política como discurso acerca del “Buen gobierno”, los
modos de preservar el orden, el bienestar público, etc. Durante esta creación del “Nuevo orden”, se postulan las nuevas figuras de la “desobediencia”, de
la no integración y la violación de las leyes. Ningún vínculo jurídico obligará ya a nadie a someterse a otro (desaparece la servidumbre). La necesidad de
satisfacer sus necesidades impulsa a las masas a ceder su capacidad laboral a la clase patronal a cambio de un salario.

• Reforma Penal y Procesal: se da sobre la base de las nuevas libertades burguesas. El eje de su teorización será el contrato, esquema jurídico que
exalta la autonomía de las partes y es capaz de disciplinar las múltiples formas en que se entrelazan las relaciones entre los sujetos, libres e iguales. El juez
no podrá transformarse nunca transformarse nunca en legislador, de esta manera la interpretación de la ley deberá ser rigurosa y disciplinada. La ley penal
podrá decidir sólo para el presente y el futuro, nunca para el pasado. La pena debe ser siempre medida por la gravedad del delito cometido. El criterio para
determinar esta pena es la “retribución”: sufrimiento equivalente a la ofensa. Se hará necesaria una codificación como instrumento para poner orden en la
ley.

Objetivo: controlar a las masas populares y limitar también la esfera de autoridad del soberano para que se garantice el libre juego del mercado.

• Para que lo anterior pudiera constituirse, fue necesario que los excluidos de la propiedad aceptasen las reglas en juego como naturales. Se habla
así de “educar” este universo de ex campesinos y artesanos para que ahora devengan “clase obrera” y aceptasen la lógica del trabajo asalariado. Sin
embargo, en varios casos se llegó a la eliminación física de muchos y una política de terror hacia los demás porque eran demasiados. Pero más tarde se
llegó a un complejo de medidas tendientes a educarlas a través de la beneficencia pública y el internamiento institucional. La nueva política social se basa
en la aptitud para el trabajo subordinado que discrimina entre el pobre inocente (ancianos, niños, mujer, inválidos) y el pobre culpable (joven, el hombre
maduro desocupado). Para las necesidades del primero se recurrió a la “organización asistencial” y, para las del segundo, a la “internación coercitiva”.
Surgirán las instituciones cerradas con este fin. En estos sitios, serán obligados a trabajar, un trabajo más alienante que el que se encontrará en el mercado
libre, para que esto impulsara a los desocupados a aceptar las condiciones del trabajo libre en vez de caer en esto: esto constituía el control social de la
época.

El delito comienza a ser entendido como concepto jurídico, es decir, como violación del derecho y de aquel pacto social que se hablaba en la base del
Estado y del Derecho. La escuela liberal clásica no considera al delincuente como un ser diferente a los demás. Como comportamiento, el delito surgía de
la libre voluntad de las personas, no de causas patológicas, por eso desde el punto de vista de la libertad y la responsabilidad, el delincuente no era
diferente del individuo normal. Por consiguiente, la pena y el derecho penal no tenían como objetivo modificar al delincuente sino ser un instrumento
legal para defender a la sociedad del crimen, creando frente a éste un disuasivo, es decir, una contramotivación. Las penas se regían según lo que
postulaban las leyes. Así las escuelas liberales clásicas se sitúan como una instancia crítica frente a las prácticas del antiguo régimen y tenían el objetivo de
sustituirlas por una política criminal basada en los principios de humanidad, legalidad y utilidad de las penas.

El conocimiento criminológico de la época se contrapone con el principio de igualdad. Se lo considerará como ser disminuido, no desarrollado
completamente, más parecido al salvaje y al niño que al hombre burgués, el hombre proletariado. Comienzan a considerarse las desigualdades entre las
personas como desigualdades naturales y donde se desarrollará la “voluntad pedagógica” como acción social en relación al os excluidos de la propiedad,
como conocimiento de lo diverso. La observación del delincuente y del loco dan origen a una “clínica de la mirada”. Esto genera que en toda la sociedad se
marque al individuo y se lo aparte y diferencie de los demás. Bajo el nombre de los crímenes y delitos, se juzgarán concretamente objetos jurídicos
codificados, pero se juzgan además pasiones, instintos, anomalías, inadaptaciones, etc. castigándose las agresiones pero a través de ellas las agresividades.

• Se constituye un sistema de derecho penal basado en la objetividad del delito y se lo considera como ente jurídico. Es un ente jurídicamente
calificado y autónomo, que surge de un principio a la vez autónomo y metafísico. Doble abstracción: se lo abstraerá del contexto ontológico que lo liga a
toda personalidad del delincuente y su historia biológica y psicológica y a la totalidad natural y social en la que se inserta su existencia.

• Las estructuras represivas se van inclinando hacia un nuevo sistema: la cárcel. Antes de este momento la cárcel era simplemente un lugar de
custodia, donde el imputado esperaba el proceso. Sólo con la aparición del sistema capitalista adquirió un valor económico: “trabajo medido en tiempo” y
se concibe una pena que privase al sujeto del tiempo para trabajar y de un trabajo asalariado. Además, ofrece la capacidad de poder disciplinar al desviado
según las necesidades del proceso productivo. La creación de la cárcel genera un viraje en la práctica del control social: se pasa de una política de
“aniquilación” del trasgresor, a una política de “reintegración” al pacto social. Los delincuentes ya no serán más sujetos abstractos que violan las normas
sino un “sujeto concreto”, “algo” que podía ser estudiado. Así la cárcel es un “observatorio social”, donde el interno es observado.

En la época clásica van adquiriendo forma y toman como modelo dos modos de definir a los espacios: el sistema de “celdas” de los monacatos y el modo
de “plantar” un campamento militar. Todo el poder se ejercería por el único juego de una vigilancia perfecta y jerarquizada. El campamento es el diagrama
de un poder que actúa por el efecto de un visibilidad general, que generará la transformación de los individuos que se encuentran dentro. Nueva
arquitectura de las cárceles: el panóptico de Bentham, con el objetivo de vigilar el espacio interior. Los muros entre las celdas impiden que los encerrados
tomen contacto entre sí, garantía del orden y porque la soledad era la condición primera de la sumisión total. Su mayor efecto: inducir al detenido en un
estado consciente y permanente de visibilidad, lo que asegura el funcionamiento automático del poder. Para Bentham, el poder debía ser “visible” e
“inverificable”. Visible porque ante los ojos del detenido siempre hay una silueta que se ve en la torre verificándolo. Inverificable porque el detenido no
debe saber jamás si en ese momento se lo mira, aunque debe estar seguro de que sí.

Con esta construcción se invierten las funciones y principios del calabozo: encerrar, privar de la luz y ocultar y se conserva sólo la primera.

Su idea: modificar la conducta de los individuos, experimentar medicamentos, enseñar diferentes métodos a los obreros y poner a prueba prácticas
pedagógicas. Es un laboratorio del poder, como máquina para experimentar sobre los hombres y analizar las transformaciones que se operan en ellos.
Comienza a considerarse así que la prisión debe ser un aparato disciplinario exhaustivo, que debe abarcar los aspectos físicos del individuo, moral,
disposiciones, aptitud para el trabajo. Es omnidisciplinaria. Por otra parte, la prisión actúa sobre el individuo de forma ininterrumpida (disciplina
incesante). Da un poder total sobre los individuos (disciplina despótica).
3) Escuela positivista: El delito es también un ente jurídico pero no se lo debe considerar por fuera de la totalidad natural y social del individuo. El
panóptico es un sistema de documentación individualizante y permanente. Los guardianes de la prisión llevaban un “boletín individual” donde describían
todas las observaciones de los encerrados. Se trataba hacer de la prisión un lugar de “saber-poder, para obtener del detenido un saber que permita
transformar la medida penal en una operación penitenciaria que hará de esa pena una modificación del detenido útil para la sociedad.

Se trata de una sustitución del infractor condenado por un “delincuente”, al transformar la medida penal en una acción penitenciaria.

El castigo legal recae sobre un acto, la técnica punitiva en cambio sobre una vida con el objetivo de reeducarla. Se buscan las causas del delito en la historia
del sujeto, desde el punto de vista de la organización, la sociedad y la educación, para construir un saber biográfico del sujeto.

Consecuencia: se confunde al delincuente con el internado institucionalizado o desviado reducido (delincuente=encarcelado). Sobre este equívoco se
fundará todo el saber criminológico. Esta confusión llegará a la sociedad y se utilizará como ciencia indicativa para individualizar a las personas
potencialmente capaces de atentar contra la propiedad.

Lógica de la subordinación y de la represión: se tiende a crear sujetos totalmente sometidos, acríticos e identificados en las leyes que han violado o
podrían violar. “Podrían violar” porque se observa que “el carácter preventivo” de esta ideología se extiende también hacia los guardianes, que provienen
de la misma extracción social que la mayoría de los reclusos y se los incluye para que este régimen modifique esta posibilidad de que puedan cometer un
delito.

Doble Función de los Institutos Rehabilitadores: la violencia como control social, como sistema concreto de eliminación del seno social y como amenaza
simbólica de esa eliminación.

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Consideraciones Psicológicas al Régimen de Prueba

Intervención del psicólogo en el ámbito penológico (tareas relacionadas con la aplicación de la pena), en equipos multidisciplinarios y en los patronatos de
liberados. Los tratamientos alternativos a la privación de la libertad se desarrollan extramuros (con el individuo en libertad). El régimen de prueba le es
provisto a trasgresores primarios.

Probation (o sistema de prueba): Es una pena alternativa a la privación de la libertad, siempre tuvo una finalidad utilitarista ya que habría de servir para
reformar al delincuente, reducir los índices de criminalidad e impedir que pudieran reincidir y fueran encarcelados. Combina tratamiento y control a cargo
de consejeros, operadores y servicios de vigilancia. Cuenta con dos modalidades:

1) No se llega a dictar sentencia.

2) Con sentencia, suspende la ejecución de la pena (en la libertad asistida no se suspende el juicio y se da al 50% de la condena)

La medida brinda al delincuente la posibilidad de probarse a ellos mismos y probar a los demás que debidamente supervisados pueden reintegrarse a la
comunidad sin restricciones.

Criterios para su aplicación: La Probation es una primera oportunidad para recibir un tratamiento que integre supervisión y asistencia. Es una medida
pensada para delincuentes primarios con penas no mayores a 3 años. Es una medida altamente individualizada ya que cada caso es único e irrepetible. Se
habla de sistema de prueba como un desafío pero que no habrá de afrontar solo sino que otro lo acompañara. La selección estará basada en el tipo y
gravedad del delito, antecedentes, personalidad del infractor. Se debe requerir el consentimiento del sujeto para aplicársela. El objetivo principal de la
probation es reducir la reincidencia y evitar la estigmatización, ayudando al delincuente en su reinserción social, así como brindar al delincuente asistencia
psicológica, social, material y la oportunidad de fortalecer vínculos. Tratamiento, ayuda psicosocial individualizada, terapia de grupo, pudiendo analizar
qué lo llevo al delito. Es así que el delincuente entra en un régimen de supervisión.

Tratamiento: es una ayuda psicosocial individualizada para responder a las necesidades del delincuente, y debe ser dirigido por profesionales con
formación y experiencia práctica. El tratamiento debe comprender los antecedentes, la personalidad, las aptitudes, la inteligencia y los valores del
delincuente, las circunstancias que lo llevaron a la comisión del deliro.

Se procura la suspensión de los conflictos personales y sociales que influyeron en la génesis de la conducta delictiva, evitando así la aparición de la
reincidencia. Se obtiene una reducción de la criminalidad y de la violencia, previniendo nuevos delitos y generando una mayor protección para la sociedad.

El sujeto permanece integrado a la comunidad, no hay interrupción de las relaciones, se le exige esfuerzo de autodominio y se les da respaldo comunitario.
Debe ser una medida individualizada, elaborada, elaborada para determinado individuo, con ciertas pautas de conducta y destinada al logro de
determinados objetivos. Se toma en cuenta la personalidad, los vínculos familiares y sociales, historia, calidad de la trasgresión, etc.
Diferencia entre probados y liberados: Los liberados son quienes egresan de la cárcel, tratándose de sujetos con mayor ansiedad, angustia y percepción
hostil del mundo. Se presentan resentidos, pasivos, con confianza muy baja, autoestima escindida y portando un estigma a nivel social que repercute más
allá del encierro. En cambio, los probados jamás han estado en la cárcel, por lo que se trata de personas más organizadas, dispuestas al diálogo y al
intercambio relacional. Se detecta menos deterioro de las funciones yoicas. El probado permanece integrado a su medio y grupos con los que interactúa.
No sufre la estigmatización. La persona se encuentra en libertad, vinculado a su entorno, evita el encierro y voluntariamente acepta y se compromete a
este régimen de prueba.

El valor del trabajo comunitario dentro de la Probation: constituyen trabajos no remunerados a favor del Estado o de instituciones fuera del horario de
trabajo. Este trabajo busca evitar la reincidencia, recuperar la autoestima y la confianza en sí mismo. El encuadre teórico es reparar el daño a la víctima o la
sociedad, produciendo un afecto reparativo sobre el sujeto que lo ejecuta, con lo cual contribuye a la autoafirmación. El trabajo comunitario es una tarea
específica para el sujeto particular, una creación conjunta entre funcionarios judiciales, el interesado y el equipo interdisciplinario que lo asistirá. El
objetivo es que el trabajo comunitario ayude a la autoevaluación.

Toda persona transgresora tiene o ha sufrido conflictos vinculares más o menos severos que han dejado huellas en su interioridad. El delito cometido
enfrenta al delincuente con su familia, amigos y origina un daño o conmoción traumática interna. Reparar significa componer, enmendar. Freud plantea
que el trabajo creativo promueve sentimientos de utilidad, de autovaloración, y mejora el vínculo con los otros. Por ello la probation exige compromiso y
participación activa del probado y del agente que busca promover el autocontrol. Poder elaborar una medida que incluya el trabajo útil en la comunidad
permite al Yo depositar en el afuera, desviar tensiones, impulsos. Por lo tanto el sujeto al modificar el afuera, se modifica a sí mismo. La importancia del
trabajo comunitario pasa por el reordenamiento de la subjetividad.

Oficial de Prueba: el agente de prueba lo acompaña, lo guía, apoya y orienta. Se apunta a trabajar desde los aspectos sanos del sujeto y con el aquí y
ahora. La familia debe estar comprometida con el proceso y es aliada del oficial de prueba. La relación entre el supervisado y el profesional está basada en
encuentros sistematizados y programados. Da apoyo, guía, tratamiento y pide la derivación a otros tratamientos de ser necesario. Trabajar con la familia y
el medio próximo que lo rodea, intentando crear una red o entramado de protección.

Objetivos: que el asistido pueda reflexionar sobre el hecho ilícito en que se involucró, qué pudo haber hecho para evitarlo y qué alternativas de cambio
piensa que son posibles para no caer en repeticiones. Se apunta a trabajar desde los aspectos sanos del sujeto, en el aquí y ahora.

“Cárcel y Fábrica” - Pavarini

Todo el sistema de control se fundamenta en las relaciones de producción. Se observa una conexión entre el surgimiento del modo capitalista de
producción y el origen de la institución carcelaria. En un sistema de producción precapitalista la cárcel como pena no existe como privación de la libertad
por un tiempo. En la sociedad feudal existía la cárcel preventiva o la cárcel por deudas: ausencia de la pena carcelaria en la sociedad feudal.

Momento nodal: la definición del papel de la categoría ético jurídica del talión en la concepción punitiva feudal; la naturaleza de equivalencia, propia de
este concepto. La pena actúa como equivalente que equilibra el daño sufrido por la víctima (retribución). El pasaje de la venganza privada a la pena como
retribución, el pasaje de un fenómeno casi biológico a una categoría jurídica, exige como presupuesto necesario el dominio cultural del concepto de
equivalencia como cambio de valores. La pena medieval conserva esta retribución tanto para la víctima de la ofensa como para Dios, de donde se espera
un castigo divino. Así, en el sistema feudal, la pena como retribución, como intercambio medido por valor, no estaba en condiciones de encontrar en la
privación del tiempo un equivalente del delito. Al contrario, el equivalente del daño producido por el delito se encontraba en la privación de los bienes
socialmente considerados como valores: la vida, la integridad física, el dinero, la pérdida de estatus. Para que pudiese aflorar la pena de privación de la
libertad fue necesario que todas las formas de la riqueza fueran reducidas a la forma más simple y abstracta del trabajo humano medido por el tiempo
(asalariado), lo que aún no existía en la sociedad feudal. Además, si se espera la justicia divina y el sufrimiento se cree que es lo que provee una catarxis
espiritual, la pena es sólo la imposición de un sufrimiento tal que pudiera anticipar el horror de la pena eterna. La cárcel no resulta idónea para tal objeto.

A su vez, a través de la pena se quitaba el miedo colectivo del contagio, provocado originalmente por la violación del precepto. Era necesario castigar al
transgresor, porque sólo así se podía evitar una calamidad futura que podía poner en peligro la organización social y el castigo debía ser especular, público
y cruel para provocar así en los espectadores una inhibición total de imitarlo como modo de prevención. La cárcel aparece como simple privación de la
libertad, por un periodo de tiempo y sin sufrimiento físico.

Existe una hipótesis en la que está claramente presente la experiencia penitenciaria: el derecho canónico penal. Cumplir la penitencia en una celda. Se
presenta una época en que existe una compenetración del poder eclesiástico con la organización política medieval. Las primeras formas de sanción
estipuladas por la iglesia se impusieron a los clérigos que habían delinquido, que habían llevado a cabo ciertas sanciones religiosas que resultaban
desafiantes de la autoridad eclesiástica o que despertaban una alarma social en la comunidad religiosa. La pena se inspiraba en el rito de la confesión y la
penitencia, pero acompañándola con la “forma pública”. Así nació el castigo de cumplir la penitencia en una celda hasta que el culpable se enmendara.

Esta naturaleza terapéutica de la pena eclesiástica fue después englobada desnaturalizada y la pena era sentida socialmente como satisfacción. Esta nueva
finalidad acentuó necesariamente la naturaleza pública de la pena. Ésta sale entonces del foro de la conciencia y se convierte en institución social, y por
eso su ejecución se hace pública, se torna ejemplar, con el fin de intimidar y prevenir. La penitencia, cuando se transformó en sanción penal propiamente
dicha, mantuvo en parte su finalidad de corrección; en efecto, ésta se transformó en reclusión en un monasterio por un tiempo determinado. No es tanto
la privación de la libertad en sí lo que constituía la pena, sino sólo la ocasión, la oportunidad para que, en el aislamiento de la vida social, se pudiera
alcanzar el objetivo fundamental de la pena: el arrepentimiento, por medio del culto y la vida religiosa, lo que daría la posibilidad de enmienda delante de
Dios. Así la culpa se originaba en la gravedad de la misma y no en la peligrosidad del reo. Tuvo distintas maneras de ejecutarse y así a la privación de la
libertad se le unieron sufrimientos de orden físico, aislamiento en calabozos y obligación de silencio que tienen su origen en la organización de la vida
conventual.

Capitalismo Competitivo de fines de Siglo Pasado y Comienzos del Actual: En el período que va desde los últimos decenios del siglo XIX hasta la mitad del
siglo XX asistimos, en toda el área capitalista, a profundas modificaciones del cuadro económico social de fondo. La distribución y el consumo caen bajo el
dominio directo del capital. Los instrumentos tradicionales de control social se potencian y se crean nuevos. El nuevo criterio que rige es el de la claridad,
de la extensión y la invasión del control. Ya no se encierra a los individuos, se les sigue a donde están normalmente recluidos: fuera de la fábrica, en el
territorio. La estructura de la propaganda y de los medios de comunicación se convierten en nuevos portadores del control social.

El modo capitalista de producción y la institución carcelaria surgieron al mismo tiempo. Así las modificaciones que se dieron durante este proceso
generaron modificaciones en las instituciones y en los procesos de control social. Con el capitalismo competitivo se potencian los instrumentos
tradicionales de control social. Se crean nuevos instrumentos con la claridad, la extensión y la invasión del control (pulseras magnéticas). Se crean nuevos
métodos ya no se encierra, se encamina hacia la abolición de la cárcel que queda caracterizada como un instrumento de terror inútil para cualquier
intento de readaptación social. Así, el sistema carcelario oscila más y más entre la perspectiva de la transformación en organismo productivo, siguiendo el
modelo de la fábrica, o como un mero instrumento de terror, inútil para cualquier intento de readaptación social. Las perspectivas de reforma caminan en
zigzag, con una progresiva disminución de penas carcelarias y el aumento de represión para ciertas categorías de reos o de delitos por el otro. Se observan
dos períodos que se dan sucesivamente: por un lado, un período donde la población carcelaria disminuye y comienzan a establecerse medidas penales de
control sin pérdida de la libertad (tales como la probation), donde se introducen regímenes benignos y de readaptación social. Por el otro, períodos donde
aplicar frenos y régimen duro se vuelven otra vez necesarios.

Con la crisis de los años 60, hubo un alto nivel de luchas obreras y crisis social profunda que ataca a ciertas instituciones, como escuelas, hospitales y
cuarteles. Dado que todo el sistema de control se fundamenta en las relaciones de producción y dado que se rompió este equilibrio en las fábricas, el
intento de restablecer el poder en las relaciones de producción obliga al capital a jugar la carta de un nuevo tipo de control social y a plantear el problema
carcelario.

Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad N° 24.660 (1996)

La observación y el tratamiento son obligatorios para el procesado y el sentenciado. La ejecución de la pena privativa de la libertad tiene como finalidad
logar que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley procurando su adecuada inserción social. El condenado podrá ejercer todos
los derechos no afectados por la condena o por la ley y las reglamentaciones que en su consecuencia se dicten, así como cumplirá con todos los deberes
que su situación le permita y con todas las obligaciones que su condición legalmente le impone. La ejecución de la pena privativa de libertad, en todas sus
modalidades, estará sometida al permanente control judicial. El juez de ejecución o juez competente garantizará el cumplimiento de las normas
constitucionales, los tratados internacionales ratificados por la República Argentina y los derechos de los condenados no afectados por la condena o por la
ley.

El régimen penitenciario deberá utilizar, de acuerdo con las circunstancias de cada caso, todos los medios de tratamiento interdisciplinario que resulten
apropiados para la finalidad enunciada. El Tratamiento Interdisciplinario incluye un período de observación (por el organismo técnico criminológico), un
período de tratamiento, un período de prueba (autodisciplina y salidas transitorias), un periodo de libertad condicional (patronato de liberados. Será de
competencia judicial durante la ejecución de la pena:

a. Resolver las cuestiones que se susciten cuando se considere vulnerado alguno de los derechos del condenado;

b. Autorizar todo egreso del condenado del ámbito de la administración penitenciaria.

El tratamiento del condenado deberá ser programado e individualizado y obligatorio respecto de las normas que regulan la convivencia, la disciplina y el
trabajo. Toda otra actividad que lo integre tendrá carácter voluntario. En ambos casos deberá atenderse a las condiciones personales, intereses y
necesidades para el momento del egreso, dentro de las posibilidades de la administración penitenciaria.

El régimen penitenciario se basará en la progresividad, procurando limitar la permanencia del condenado en establecimientos cerrados y promoviendo en
lo posible y conforme su evolución favorable su incorporación a instituciones semiabiertas o abiertas o a secciones separadas regidas por el principio de
autodisciplina. La progresión por los distintos períodos conllevaran un pasaje de regímenes de mayor control a una mayor autodisciplina.

El condenado podrá ser promovido excepcionalmente a cualquier fase del período de tratamiento que mejor se adecue a sus condiciones personales, de
acuerdo con los resultados de los estudios técnico-criminológicos y mediante resolución fundada de la autoridad competente. Las normas de ejecución
serán aplicadas sin establecer discriminación o distingo alguno en razón de raza, sexo, idioma, religión, ideología, condición social o cualquier otra
circunstancia. Las únicas diferencias obedecerán al tratamiento individualizado.
La ejecución de la pena estará exenta de tratos crueles, inhumanos o degradantes. Quien ordene, realice o tolere tales excesos se hará pasible de las
sanciones previstas en el Código Penal, sin perjuicio de otras que le pudieren corresponder. La conducción, desarrollo y supervisión de las actividades que
conforman el régimen penitenciario serán de competencia y responsabilidad administrativa, en tanto no estén específicamente asignadas a la autoridad
judicial.

Progresividad del régimen penitenciario

Períodos: El régimen penitenciario aplicable al condenado, cualquiera fuere la pena impuesta, se caracterizará por su progresividad y constará de:

a) Período de observación: Tiene un plazo de tiempo definido de 30 días. Durante el período de observación el organismo técnico-criminológico
tendrá a su cargo:

• Realizar el estudio médico, psicológico y social del condenado, formulando el diagnóstico y el pronóstico criminológico, todo ello se asentará en
una historia criminológica debidamente foliada y rubricada que se mantendrá permanentemente actualizada con la información resultante de la ejecución
de la pena y del tratamiento instaurado;

• Recabar la cooperación del condenado para proyectar y desarrollar su tratamiento. A los fines de lograr su aceptación y activa participación, se
escucharán sus inquietudes;

• Indicar el período y fase de aquel que se propone para incorporar al condenado y el establecimiento, sección o grupo al que debe ser destinado;

• Determinar el tiempo mínimo para verificar los resultados del tratamiento y proceder a su actualización, si fuere menester.

Permite conocer al condenado y poder armar su historia criminológica. Luego de la historia, se nos pide que hagamos una génesis de la conducta delictiva;
luego un programa de tratamiento individual y por último los objetivos a cumplir que deben ser aceptados por el interno ya que lo que se busca es su
compromiso.

b) Período de Tratamiento: En la medida que lo permita la mayor o menor especialidad del establecimiento penitenciario, el período de
tratamiento podrá ser fraccionado en fases (socialización, consolidación, confianza) que importen para el condenado una paulatina atenuación de las
restricciones inherentes a la pena. El paso a la siguiente fase depende del interno. Estas fases podrán incluir el cambio de sección o grupo dentro del
establecimiento o su traslado a otro. Puede darse que pase toda su condena en la fase de socialización ya que el tratamiento psicológico no es obligatorio.

c) Período de prueba: Los internos tienen mayores beneficios, implica el pasaje a un penal abierto y se lo puede habilitar a salidas transitorias. El
período de prueba comprenderá sucesivamente:

• La incorporación del condenado a establecimiento abierto o sección independiente de éste, que se base en el principio de autodisciplina;

• La posibilidad de obtener salidas transitorias del establecimiento;

• La incorporación al régimen de la semilibertad.

d) Salidas Transitorias: Las salidas transitorias, según la duración acordada, el motivo que las fundamente y el nivel de confianza que se adopte,
podrán ser:

• Por el motivo:

1. Para afianzar y mejorar los lazos familiares y sociales;

2. Para cursar estudios de educación general básica, polimodal, superior, profesional y académica de grado o de los regímenes especiales previstos
en la legislación vigente;

3. Para participar en programas específicos de prelibertad ante la inminencia del egreso por libertad condicional, asistida o por agotamiento de
condena.

• Por el nivel de confianza:

1. Acompañado por un empleado que en ningún caso irá uniformado;

2. Confiado a la tuición de un familiar o persona responsable;

3. Bajo palabra de honor.

Para la concesión de las salidas transitorias o la incorporación al régimen de la semilibertad se requiere:


• Estar comprendido en alguno de los siguientes tiempos mínimos de ejecución:

(1) Pena temporal sin la accesoria del artículo 52 del Código Penal: la mitad de la condena;

(2) Penas perpetuas sin la accesoria del artículo 52 del Código Penal: quince (15) años

(3) Accesoria del artículo 52 del Código Penal, cumplida la pena: tres (3) años.

• No tener causa abierta donde interese su detención u otra condena pendiente.

El interno podrá proponer peritos especialistas a su cargo, que estarán facultados a presentar su propio informe.

El director del establecimiento, por resolución fundada, propondrá al juez de ejecución o juez competente la concesión de las salidas transitorias o del
régimen de semilibertad, propiciando en forma concreta:

• El lugar o la distancia máxima a que el condenado podrá trasladarse. Si debiera pasar la noche fuera del establecimiento, se le exigirá una
declaración jurada del sitio preciso donde pernoctará;

• Las normas que deberá observar, con las restricciones o prohibiciones que se estimen convenientes;

• El nivel de confianza que se adoptará.

Corresponderá al juez de ejecución o juez competente disponer las salidas transitorias y el régimen de semilibertad, precisando las normas que el
condenado debe observar y efectuar modificaciones; cuando procediere en caso de incumplimiento de las normas, el juez suspenderá o revocará el
beneficio cuando la infracción fuere grave o reiterada. Concedida la autorización judicial, el director del establecimiento quedará facultado para hacer
efectivas las salidas transitorias o la semilibertad e informará al juez sobre su cumplimiento. El director podrá disponer la supervisión a cargo de
profesionales del servicio social. También, entregará al condenado autorizado a salir del establecimiento una constancia que justifique su situación ante
cualquier requerimiento de la autoridad.

Las salidas transitorias, el régimen de semilibertad y los permisos a que se refiere el artículo 166 no interrumpirán la ejecución de la pena.

e) Semilibertad: permitirá al condenado trabajar fuera del establecimiento sin supervisión continua, en iguales condiciones a las de la vida libre,
incluso salario y seguridad social, regresando al alojamiento asignado al fin de cada jornada laboral. Para ello deberá tener asegurada una adecuada
ocupación y reunir los requisitos del artículo 17.

El condenado incorporado a semilibertad será alojado en una institución regida por el principio de autodisciplina. El trabajo en semilibertad será diurno y
en días hábiles. Excepcionalmente será nocturno o en días domingo o feriado y en modo alguno dificultará el retorno diario del condenado a su
alojamiento. La incorporación a la semilibertad incluirá una salida transitoria semanal, salvo resolución en contrario de la autoridad judicial.

Evaluación del tratamiento: La verificación y actualización del tratamiento corresponderá al organismo técnico criminológico y se efectuará, como mínimo,
cada seis meses.

Período de libertad condicional: No viene necesariamente después del período de prueba. Puede darse que el Sujeto se encuentre en la primera fase del
tratamiento y le den la libertad condicional ya que los requisitos son haber cumplido 2/3 partes de la condena, tener una buena calificación y que no se
declare reincidente.

El juez de ejecución o juez competente podrá conceder la libertad condicional al condenado que reúna los requisitos fijados por el Código Penal, previo los
informes fundados del organismo técnico-criminológico, del consejo correccional del establecimiento (quienes evalúan a los internos cada trimestre) y, si
correspondiere, del equipo especializado previsto. Al condenado se le exige la conducta y concepto, lo cual debería reflejar la posibilidad del Sujeto para
reinsertarse socialmente. El Juez de Ejecución penal es una figura creada por esta ley para preservar los derechos de los internos, siendo su función
reunirse con los internos para tener un conocimiento de cómo están.

Dicho informe deberá contener los antecedentes de conducta, el concepto y los dictámenes criminológicos desde el comienzo de la ejecución de la pena.
También se requerirá un informe del equipo interdisciplinario del juzgado de ejecución y se notificará a la víctima o su representante legal, que será
escuchada si desea hacer alguna manifestación. El interno podrá proponer peritos especialistas a su cargo, que estarán facultados para presentar su propio
informe.

Al implementar la concesión de la libertad condicional, se exigirá un dispositivo electrónico de control, el cual sólo podrá ser dispensado por decisión
judicial, previo informe de los órganos de control y del equipo interdisciplinario del juzgado de ejecución. La supervisión del liberado condicional
comprenderá una asistencia social eficaz a cargo de un patronato de liberados o de un servicio social calificado, de no existir aquél. En ningún caso se
confiará a organismos policiales o de seguridad.

Programa de Prelibertad: Entre sesenta y noventa días antes del tiempo mínimo exigible para la concesión de la libertad condicional o de la libertad
asistida, el condenado deberá participar de un programa intensivo de preparación para su retorno a la vida libre el que, por lo menos, incluirá:

a) Información, orientación y consideración con el interesado de las cuestiones personales y prácticas que deba afrontar al egreso para su conveniente
reinserción familiar y social;

b) Verificación de la documentación de identidad indispensable y su vigencia o inmediata tramitación, si fuere necesario;

c) Previsiones adecuadas para su vestimenta, traslado y radicación en otro lugar, trabajo, continuación de estudios, aprendizaje profesional, tratamiento
médico, psicológico o social.

El desarrollo del programa de prelibertad, elaborado por profesionales del servicio social, en caso de egresos por libertad condicional o por libertad
asistida, deberá coordinarse con los patronatos de liberados. En los egresos por agotamiento de la pena privativa de libertad la coordinación se efectuará
con los patronatos de liberados, las organizaciones de asistencia postpenitenciaria y con otros recursos de la comunidad. En todos los casos se promoverá
el desarrollo de acciones tendientes a la mejor reinserción social.

Prisión domiciliaria: La prisión domiciliaria es para el condenado mayor de 70 años o enfermo terminal. La libertad asistida se da a 6 meses de cumplir la
pena.

  Módulo IV: Nociones de Derecho Penal y Teoría del Delito

La Psicología ante el Derecho Penal. Teoría del Delito. Imputabilidad e Inimputabilidad. Emoción violenta. Trastornos transitorios. Peligrosidad y
Vulnerabilidad social. La Psicología Jurídica aplicada al campo Jurídico del testimonio. Simulación. Veracidad de los testimonios.

Cap. Especificidades del Fuero

Penal, en “La Psicología en el campo Jurídico” (Varela)

Imputabilidad: Imputar implica asignar, atribuir, poner en la cuenta o a cargo de alguien. Existen dos escuelas que refieren al tema de la imputabilidad:

• Escuela clásica: la imputabilidad es la relación de causalidad entre el autor y el delito, puesto que supone el libre albedrío de las personas y, en
tanto libre, el Sujeto sería responsable. Se atribuyen los actos y las consecuencias a quien voluntariamente, con libertad y conocimiento, ejecuta la acción,
en la que los alienados quedan por fuera.

• Escuela positiva: se traslada la voluntariedad de un acto al determinismo de quien comete el delito y la necesidad de defensa social y de
prevención del delito por parte de la sociedad. Para esto el sistema judicial utiliza la imputabilidad. Hay razones de tipo personal para delinquir, por lo
tanto se debe penar por igual a las personas sanas y a las personas con trastornos mentales.

La imputabilidad es la capacidad de reproche jurídico, es decir, que pueda comprender la criminalidad de la acción cometida. La persona a la que se le
atribuye debe poseer una integridad biopsicológica que permita que se lo pueda hacer responsable de una acción u omisión que devenga en un delito. Es
así que implica:

1. Capacidad para comprender la criminalidad del acto (evaluamos el estado de las funciones de la conciencia, mecanismos de defensa, modalidad
para establecer vínculos).

2. Capacidad para dirigir las acciones de acuerdo a dicho entendimiento (evaluamos el control de los impulsos, la tolerancia a la frustración, el
estado emocional).

Se deberá considerar también la posibilidad de que, durante la evaluación, el sujeto manifieste signos ante los cuales se infiera:

• Simulación: producción voluntaria de síntomas psíquicos o físicos falsos o exagerados, con el fin de evidenciar patología.

• Disimulación: el sujeto intenta dar la impresión de normalidad y observamos una exacerbación del control ideacional, pseudo adaptación a la
realidad.

• Sobresimulación: realizada por el sujeto que padece trastornos mentales cuando prolonga los síntomas de una patología ya superada.
Debemos tomar en cuenta si hay discrepancias entre lo exhibido por el paciente y lo concluido habrá que prestar atención al lenguaje gestual y verbal,
congruencias e incongruencias del mismo, la sintomatología general que se nos presenta, las técnicas proyectivas en su conjunto, todo esto nos permitirá
diagnosticar simulación, disimulación y sobresimulación.

Trastornos mentales transitorios: En los mismos se deberá evaluar el grado de emoción, la aparición súbita, la duración temporaria y la conmoción
psíquica global. Tener en cuenta también el factor desencadenante en el actuar de la persona predispuesta. Las características que debe presentar la
sintomatología son las siguientes:

1) Que haya sido desencadenada por una causa inmediata y fácilmente evidenciable

2) Que su aparición haya sido brusca

3) Que su duración haya sido breve

4) Que cure de forma igualmente rápida

5) Que haya surgido sobre una base de personalidad del Sujeto que lo predisponga a la misma

Dentro de estos estados mentales transitorios se hallan:

• Emoción violenta: Ficción jurídica: un sujeto actúa realizando una conducta tipificada como delito en circunstancias en que siente que él o su
familia están merced a una situación de peligro. El Sujeto actúa con perturbación de la capacidad de síntesis, tendencia al automatismo, sin llegar a
suprimir la conciencia. La memoria evidencia falta de nitidez y lagunas, hipomnesia y tendencia a conducta impulsiva. La ley lo contempla como atenuante
en el actuar.

• Emoción patológica: equivale al trastorno mental transitorio completo, perturbación grave de la voluntad, el juicio y la inteligencia, llegando al
estado de inconsciencia. Hay automatismo, descarga motriz y amnesia total del acto realizado. A un Sujeto en tal situación no se le puede exigir otra
conducta distinta y, por ende, se trata de una causa de inimputabilidad: es un eximiente de punibilidad penal.

Peligrosidad: Es la probabilidad de que un sujeto de acuerdo a sus condiciones psicofísicas realice una conducta auto o heteroagresiva. Si ya realizo esta
conducta entra en lo llamado “estado peligroso”, un estado jurídico biológico que surge de la estructura psicofísica-social del individuo y que le confiere
probabilidad de infringir la ley. Formas del estado peligroso:

Formas clínicas:

1. Alienación mental

2. Personalidades patológicas (no psicóticas)

3. Ebrios habituales

4. Toxicómanos habituales

Según su relación con el delito:

• Predelictual: Es la peligrosidad del sujeto que no habiendo cometido delitos por sus características psicofísicas y sociales tiene probabilidad de
cometerlos.

• Posdelictual: Es la peligrosidad de quien ya cometió un delito y es probable que puede volver a cometerlo dadas sus características psico-físicas y
sociales.

Según las características del delito y del autor:

• Ausencia o presencia de causas agravantes como ser: alevosía, ensañamiento, vínculo, premeditación, violencia.

• Si es primario, reincidente, o habitual

• Ausencia o existencia de antecedentes policiales o judiciales

Condiciones de mayor peligrosidad: Existencia de antecedentes, delito cometido en forma alevosa, personalidad anormal, falta de signos de
arrepentimiento.

Condiciones de menor peligrosidad: ausencia de antecedentes, delito cometido sin agravante.


Índices para considerar en la evaluación pericial de peligrosidad:

• Excitabilidad

• Hipersensibilidad

• Impulsividad

• Baja tolerancia a la frustración y a la angustia

• Nivel de tensión intensa

• Compulsión a la repetición de conducta agresiva

• Nivel de vulnerabilidad ligada a la baja autoestima

• Consumo de alcohol o sustancias toxicomanigenas en exceso y habitualidad en dicho consumo

“Psicología Jurídica: Aportes desde la subjetividad”

Conceptualizaciones sobre Derecho Penal y la Teoría del Delito

Derecho: sistema de normas coercibles que rigen la convivencia social. El fin del Derecho es el orden justo de la convivencia, o sea, tender a un orden
social, pero protegiendo el bien individual.

Un sistema de normas es un conjunto más o menos ordenado y jerarquizado de reglas o normas de conducta. La palabra coercible hace referencia a que
esas normas son susceptibles de ser aplicadas mediante la fuerza pública en caso de inobservancia. Es lo que las diferencia de otras normas que rigen la
convivencia social cuyo cumplimiento no es obligatorio. Rigen la convivencia social, ya que en todas las sociedades existen normas que regulan las
relaciones de los seres humanos entre sí. Tienen un carácter preceptivo, es decir, que están dirigidas a todos los sujetos integrantes de la sociedad.

Teoría del Delito

Define al delito como una “conducta, típica, antijurídica y culpable”. Es una teoría de imputación, ya que se ocupa de considerar cómo una acción que
lesiona o pone en riesgo un bien jurídico, debe ser imputada al sujeto que la realiza o que omite ejecutarla. Esta teoría es una parte de la ciencia del
Derecho Penal, que se encarga de estudiar el fenómeno social que es la base de todo andamiaje, por lo que el delito, es el centro de todo sistema penal.

El Injusto Penal

Se llama injusto penal a la conducta típica y antijurídica que pudiendo haberse motivado a la norma no lo hizo.

Conducta (Aspectos Positivos)

Son acciones, no hay omisiones. De ahí que para el Derecho acto y acción son sinónimos. El hecho es la suma de las conductas, más el nexo causal y el
resultado. Los hechos pueden ser humanos, si participa el hombre en cualquier forma que lo haga, o de la naturaleza. Los hechos humanos pueden ser
voluntarios o involuntarios y justamente los hechos humanos voluntarios son las conductas. En Derecho, cuando se habla de conducta, se hace referencia
a la conducta exteriorizada. Se define voluntad por el proceso anímico en el que se determina qué impulso debe ser realizado y que, además, alcance de
ese modo la meta fijada contra todas las resistencias que se oponen a su realización. Por lo tanto, sólo las acciones humanas pueden ser consideradas en
la responsabilidad penal (culpabilidad). Se debe diferenciar la acción dirigida por la voluntad, de aquellos actos que son impulsivos. La acción voluntaria
consta de 4 fases:

1) Concienciación y fijación de metas: la meta se actualiza por la representación y se convierte en intención o propósito, de tal forma que queda
fijada como directriz

2) La voluntad requiere que se cumpla la meta: consiste en una acumulación de la energía que se hace conciencia como una tensión, la cual se
dirige contra las resistencias.

3) Organización de la ejecución: es el planeamiento, la reflexión y elección de los medios para alcanzar la meta. Esta fase distingue la acción
voluntaria de la impulsiva.

4) Cesura o concienciación: debe mediar entre el impulso y la realización de la acción, de manera q no haya inmediatez entre el impulso y el acto.

Estructura de la conducta, implica dos aspectos:

• Aspecto interno: el fin a conseguir y la selección de los medios para su obtención.

• Aspecto externo: De la selección del fin y medios se da la exteriorización de la conducta que consiste en la puesta en marcha de la causalidad en
dirección a la producción del resultado. Posterior al aspecto interno.

Resultado y nexo causal: A toda acción le corresponde un resultado. Entre la acción y el resultado debe existir una conexión que haga identificar a la acción
concreta como causa de un resultado. El nexo causal es el lazo que permite identificar si una conducta es o no causa de un resultado. Si bien el nexo causal
y el resultado no forman parte de la conducta, la acompañan como una sombra.

Por lo tanto, para que pueda considerarse a una conducta como tal es necesario que exista conciencia de fijación de metas, voluntad para cumplir con
esta, planeamiento (organización y ejecución) y no mediación del impulso conciente.

Ausencia de Conducta (Aspectos Negativos):

Toda actividad física que no tenga finalidad ni esté dirigida por la voluntad al momento del hecho. No se pudo comprender la criminalidad del acto ni
dirigir sus acciones. Son impunibles por alteración morbosa, insuficiencia de las facultades mentales, estado de inconciencia, error e ignorancia. En las
siguientes situaciones nos encontramos con ausencia de conducta:

• Fuerza física irresistible: opera sobre el hombre una fuerza física material de tal magnitud, que lo hace intervenir como una mera masa mecánica,
eliminando de esta forma la acción. La ausencia de conducta se limita a la voluntad de causar el resultado, pero la acción de colocarte bajo una fuerza
física irresistible también es una acción, por eso hay que ver cómo se llegó hasta ahí.

• Involuntariedad: la incapacidad psíquica de conducta, se da en los hechos en que no participa la voluntad del hombre que los causa, en razón de
que carece de capacidad psíquica de voluntad. El delito siempre requiere que el autor tenga capacidad psíquica: es la “capacidad para el delito”.

• Estado de inconciencia transitorio: pueden deberse a alcohol, narcóticos, trance hipnótico, epilepsia, síntoma post traumático. Para el Código
Penal los estados de inconsciencia se caracterizan del siguiente modo:

I. Son episodios

II. Se los denomina Trastornos Mentales Transitorios Completos, perturbación grave de la voluntad, del juicio y de la inteligencia, llegando al estado
de inconciencia. Por consiguiente, hay automatismo y descarga motriz.

III. Hay Involuntabilidad por incapacidad para dirigir las acciones. La incapacidad para dirigir los movimientos como consecuencia de alguna
patología mental da lugar a la ausencia de conducta. Estos casos hacen referencia a ciertos estados de perturbación de la volición en que el aspecto
cognoscitivo y la capacidad comprensiva quedan intactos, no consistiendo esta situación en meros automatismos o reflejos. No obstante lo cual, la
dirección de las acciones se torna incontrolable para el sujeto, pese a que el sujeto sepa lo que su acción significa. A un sujeto en tal situación no se le
puede exigir otra conducta distinta y por ende, se trata de una causa de inimputabilidad.

IV. Involuntabilidad procurada. El sujeto se procura un estado de incapacidad psíquica, realizando de esta forma una conducta (la de procurarse ese
estado). Cuando hay involuntabilidad procurada no hay ausencia de conducta.

Tipo y Tipicidad (Aspectos Positivos)


La tipicidad es la cualidad o característica que presenta una conducta que se adecua a un tipo penal y cada elemento normativo que lo compone necesita
de una valoración y descripción. El juez comprueba la tipicidad comparando una conducta particular realizada, con la individualización típica, para ver si se
adecua o no a la misma. A esto se lo denomina juicio de tipicidad.

Los tipos legales o judiciales: existen en todo el sistema jurídico. El legislador es el único que puede crear tipos penales que pueden sancionar una
conducta. El tipo legal significa que siempre está en la ley y es una garantía que si una conducta no está descripta en la ley, no se constituye en delito.

Dentro del código penal:

• Tipos cerrados: son la mayoría. Se autoabastecen a sí mismos, no es necesario ir a buscar en otra norma ninguna interpretación diferente de lo
que dice la ley.

• Tipos abiertos: la conducta no está totalmente individualizada dentro del tipo legal. Necesitan de una interpretación por parte del juez porque
como no está totalmente definida la conducta prohibida, debe ser él quien deba interpretar cuál es, contemplar el tipo y marcar qué es lo prohibido. Se
hace esta valoración según el caso. Una especie es la “ley penal en blanco”, que establece una pena para una conducta descripta en otra ley que completa
el tipo.

El tipo penal es un instrumento legal necesario de naturaleza predominantemente descriptiva, que tiene como función individualizar las conductas
humanas prohibidas. Es la forma en que aparece descripta en la ley la conducta que constituye el delito. Es un instrumento porque se trata de formas
legales que sirven para individualizar conductas que están sancionadas penalmente. Por ejemplo: el Código Penal no habla de homicidio, sino que este
delito aparece como “el que matare a otro”.

Tipicidad englobante: cumple una función correctiva respecto de la tipicidad penal. Conclobar implica comparar la conducta típica con todo el
ordenamiento jurídico, para fijarse que la conducta no esté permitida en otra norma. Por lo tanto, para verificar que una conducta es pasible de ser
punible se hace una fórmula: tipo legal + tipo conclibante = tipo penal.

Los tipos pueden ser:

- Activos: aquel que describe la conducta prohibida.

- Omisivo: aquel que describe la conducta debida, lo que sanciona es la no realización de una conducta.

El tipo posee dos aspectos:

- Objetivo: parte externa de la conducta

- Subjetivo: relacionado con el dolo y la culpa. Ningún tipo en el derecho penal argentino puede ser realizado sin dolo o culpa.

A su vez, existen modos de culpa:

• Culpa consciente o con representación: el sujeto sabe que su quehacer puede dar un resultado no deseado pero confía en que podrá evitarlo.

• Culpa inconsciente o sin representación: el sujeto no se plantea que su acción pueda dar un resultado no deseado, no hay representación previa
al suceso..

• Tipo doloso: El dolo es la intencionalidad con que se realiza una conducta. Implica la causación de un resultado, pero se caracteriza porque
requiere también la voluntad de causarlo. La conducta se prohíbe porque está prohibido el fin que se propone el autor, la selección mental de los medios,
y la causalidad que se pone en funcionamiento para la obtención del fin prohibido,

A su vez, el dolo puede ser:

- Dolo directo o de primer grado: el autor quiere directamente la producción del resultado típico. Es decir, que el autor se propone el fin,
selecciona los medios para llegar al mismo, elige la causalidad y obtiene el resultado.

- Dolo indirecto o de segundo grado: se constituye a partir de los medios seleccionados para obtener una determinada finalidad. Ello implica que
el autor desea un resultado, pero tiene conocimiento de que los medios que ha elegido para obtenerlo, lo llevará además, a provocar necesariamente otro
resultado no querido, pero esto le resulta indiferente.

- Dolo eventual: se lleva a cabo un hecho por el cual se puede provocar eventualmente un resultado dañoso, que si bien no se desea, no impide el
accionar. Aquí el sujeto conoce la existencia de la posibilidad del resultado concomitante, pero de cualquier modo la incluye en la voluntad realizadora.
• Tipo culposo: no intencionalidad en la provocación del resultado obtenido. El elemento que constituye la tipicidad no es la finalidad de la
conducta, sino la violación de un deber de cuidado al elegir los medios. Como se viola un deber de ciudadano conlleva en sí a una omisión. La selección
mental de los medios viola un deber de cuidado y la cadena causal termina en un resultado que de no haberse violado dicho deber de cuidado, no se
hubiera producido. Este tipo puede darse por:

- Negligencia: falta grave en el actuar, descuido u omisión.

- Impericia: falta total o parcial de pericia, entendiendo a la misma a los conocimientos o sabiduría científicos y técnicos, experiencia y habilidad en
el ejercicio de una profesión u oficio.

- Imprudencia: exceso en el actuar, realizando un acto con ligereza, sin la adecuada precaución, haciendo lo que se debe.

• Tipo preterintencional: es el caso en que se observa una conducta dolosa por dirigirse a un fin típico, pero al mismo tiempo, se observa una
conducta culposa por la causación de un resultado distinto al buscado.

Los tipos deben ser analizados en forma combinada: tipo activo doloso, tipo activo culposo, preteintención y tipos omisivos.

Atipicidad (Aspecto Negativo)

Existen distintas circunstancias que pueden determinar la presencia de un caso de atipicidad.

• Error de tipo: es la falla en el conocimiento de los elementos del tipo penal, ya sea por error o por ignorancia. Determina la ausencia de dolo
cuando habiendo tipicidad objetiva, falta o es falso el conocimiento de los elementos requeridos por el tipo. El error o la ignorancia impiden comprender la
criminalidad del acto, porque el sujeto no puede imaginarse que con esa acción se realice la comisión de un acto prohibido por la ley.

• Error de tipo psíquicamente condicionado: se da en aquellas patologías mentales en que aparecen como síntomas las alucinaciones o las
ilusiones, y el sujeto reacciona con una conducta prohibida no teniendo registro psíquico del hecho producido.

• Atipicidad conglobante: están relacionados con el hecho de que dentro del orden jurídico no pueden existir contradicciones. Tres condiciones:

1. Cuando una ley parece prohibir lo que otra/s ordenan

2. Cuando una ley parece prohibir lo que otra/s fomentan

3. El principio de insignificancia

Antijuricidad

• Aspectos Positivos: Surge de todo el ordenamiento jurídico, no del derecho penal. Es el choque de una conducta con el orden jurídico,
compuesto por el orden normativo (normas jurídicas) y los preceptos permisivos (causas de justificación). Una conducta es antijurídica si es una conducta
típica (antinormativa) no permitida por ninguna causa de justificación (preceptos permisivos) en ninguna parte del ordenamiento jurídico (no solo en el
derecho penal, sino también en el Derecho Civil, Comercial, Laboral, etc.). Se trata de la característica que tiene una conducta de ser contraria al orden
jurídico. Se considera que una conducta que atenta contra un bien jurídico protegido por el Estado, es antijurídica.

• Causas de justificación (Aspectos Negativos): Ciertos preceptos permisivos que justifican una conducta típica.

I. La legítima defensa: Es el único caso que tiene su fundamento en el principio de que nadie puede estar obligado a soportar lo injusto. Posee una
naturaleza subsidiaria, es decir, que no es aplicable en la medida en que haya otro medio jurídico de proveer a la defensa de los bienes. Es necesario que
se presenten determinadas condiciones que hagan viable la justificación de la conducta, estas son:

- Que se realice una agresión ilegitima

- Que no haya habido provocación suficiente del que se defiende para tal agresión

- Por los medios empleados para repeler la agresión sean proporcionales a los utilizados para la realización de la misma

II. Estado de necesidad justificante: Necesidad de salvar un interés mayor, sacrificando uno menor, en una situación no provocada, de conflicto
extremo. Por lo tanto, cuando se causa un mal para evitar otro mayor, que además es inminente y no fue provocado por el sujeto que se encuentra en tal
estado. El autor debe actuar con el fin de evitar un mal mayor para el bien jurídico de un tercero o del que actúa, incluso del mismo afectado. Para generar
un mal menor se tiene en cuenta: la jerarquía de los bienes jurídicos, la magnitud de la lesión amenazada y el grado de proximidad del peligro.
III. El legítimo ejercicio de un derecho: es un caso particular, dado que hay que tomar en cuenta que ejercen sus derechos todos los que realizan
conductas que no están prohibidas (Principio de Reserva de la Constitución Argentina). Hay que tomar en cuenta todo el ordenamiento jurídico respecto
de la conducta en cuestión, para evaluar el precepto permisivo.

Culpabilidad

Aspectos Positivos:

Es la última característica que tiene que tener una conducta, típica y antijurídica para ser un delito. La culpabilidad es la reprochabilidad del injusto.

Es un reproche de naturaleza jurídica que se le hace al autor de una “conducta típica y antijurídica”, que pudiendo haber actuado de forma distinta (lo que,
además, le era exigible jurídicamente en esas circunstancias), no lo hizo. El análisis del hecho se debe realizar en el contexto en que el episodio sucedió,
porque es posible que alguien, en ese momento, estuviera en una situación de perturbación que afectara su conducta habitual.

Relacionado con el concepto de culpabilidad, aparece la noción de imputabilidad. La imputabilidad es la capacidad psíquica de culpabilidad. Para que un
sujeto sea imputable, debió haber podido comprender la criminalidad de su conducta, haber podido dirigir sus acciones y que el ámbito de
autodeterminación del sujeto haya tenido cierta amplitud. La dirección de las acciones implica que el sujeto haya podido adecuar las mismas a la
comprensión de la antijuricidad. Es decir que presupone: la posibilidad de la comprensión de la antijuridicidad y la adecuación de la conducta conforme a
esa comprensión.

Para que un juez pueda determinar la responsabilidad penal de un imputado es indispensable que tenga en cuenta 2 elementos:

• La inteligencia o discernimiento del individuo, que le permite a éste acceder a la noción del bien y el mal

• La libre voluntad que le posibilita escoger entre uno u otro.

Todo factor que prive de una u otra condición suprime la imputabilidad. El criterio de imputabilidad reside en la conciencia y en la libertad de actuar.

La culpabilidad jurídica está enlazada al concepto de responsabilidad y a la posibilidad de gobernar sus acciones, por lo que todos aquellos que puedan
“comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones”, serán considerados imputables. Es responsable entonces solo quien tenga la capacidad para
sufrir las consecuencias del acto delictivo: Sujeto imputable y culpable.

Inculpabilidad (Aspecto Negativo):

Ausencia de conducta, atipicidad o causas de justificación inculpabilidad. Se excluye el reproche porque al autor de la conducta no se le puede exigir otra
cosa. Existen diferentes causas de inculpabilidad, que hacen desaparecer los dos aspectos de la culpabilidad.

1) En referencia a la posibilidad exigible de comprensión de la criminalidad-> dos causales de inculpabilidad:

A- La Inimputabilidad por imposibilidad psíquica de comprensión: se relaciona con la insuficiencia de las facultades mentales y la alteración
morbosa de las mismas. En los cuadros en que se considera la alteración morbosa de las facultades mentales se hallarán aquellos englobados dentro de la
alienación mental (trastorno general y persistente de las funciones psíquicas, cuyo carácter patológico es ignorado o mal comprendido por el enfermo y
que le impide la adaptación al medio y a las normas sociales).

B- El error de prohibición: El Sujeto desconoce el alcance de la prohibición, falso conocimiento de la norma prohibitivo, falsa suposición de un
permiso, falsa suposición de un supuesto fáctico de una causa de justificación. El sujeto sabe lo que hace pero cree que está permitido. A su vez, puede ser
invencible (desaparece la culpabilidad) o vencible (no desaparece la culpabilidad, sino que se reduce y esto será valorado al momento de determinar la
pena).

Puede ser en el conocimiento de un permiso: error en la permisión o en la justificación:

• Cuando el autor supone falsamente que existe una causa de justificación.

• Cuando lo que se supone falsamente es un hecho que de haber existido hubiera permitido justificar la conducta (Justificación putativa).

2) En referencia a la posibilidad exigible de autodeterminación, existen dos causales de inculpabilidad:

A- Inimputabilidad por imposibilidad de dirigir las acciones: por ejemplo, la cleptomanía, donde el sujeto no puede dirigir su acción debido a que la
patología lo compele al robo.

B- El estado de necesidad inculpante o exculpante: es un estado de necesidad de extrema coacción, donde el autor no tiene otra salida que actuar
como lo hace. La coacción es tan extrema que anula la autodeterminación.
La pena es la privación de un bien jurídico. Penas posibles: Prisión, Reclusión, Multa e Inhabilitación (especial o general). La privación de la libertad es de
problemática legitimidad ya que tiene un efecto perjudicial en los Sujetos que la padecen. El principal objetivo es la resocialización lo cual se ve
obstaculizado por el hecho de que se lo aísla de la sociedad en instituciones con sus propias normas de funcionamiento. Actualmente se trata de evitar
que los Sujetos sean privados de su libertad con medidas alternativas que satisfacen las necesidades del delincuente, de la víctima y las expectativas de la
sociedad.

Artículo 34 del Código Penal: Cada elemento del aspecto negativo de la Teoría del Delito se encuentra englobado dentro de las causales del Art. 34° del
Código Penal Argentino, el cual reza textualmente:

“No son punibles:

1. El que no haya podido en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus facultades mentales, alteración morbosa de las mismas, o por su
estado de inconsciencia, error o ignorancia, de hecho no imputable, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones. En caso de enajenación, el
tribunal podrá ordenar la reclusión del agente en un manicomio, del que no saldrá sino por resolución judicial, con audiencia del ministerio público y
previo dictamen de peritos que declaren desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a sí mismo o a los demás.

2. El que obrare violentado por fuerza física irresistible o amenazas de sufrir un mal grave e inminente.

3. El que causare un mal para evitar otro mayor inminente a que ha sido extraño

4. El que obrare en cumplimiento de un deber o en el legítimo ejercicio de un derecho autoridad o cargo.

5. El que obrare en virtud de obediencia debida

6. El que obrare en defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieran las siguientes circunstancias:

a. Agresión ilegitima

b. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla

c. Falta de provocación suficiente por parte del que se defienda

7. El que obrare en defensa de la persona o derechos de otro siempre que concurran las circunstancias de a y b del inciso anterior y en caso de
haber precedido provocación suficiente por parte del agredido, la de que no haya participado en ella el tercero defensor”.

_________________________________

El Proceso Penal

La Justicia Penal se divide en:

• Justicia Criminal, que interviene en causas de conducta criminal con penas de más de 3 años en prisión

• Justicia Correcional, que interviene en causas de conductas prohibidas de hasta 3 años de prisión.

• No existen juzgados de menores en la justicia nacional, sino Juzgados Penales con Competencia en Menores, los cuales se ocupan de menores en
conflicto con la ley penal.

A nivel nacional, desde 1994, el procedimiento es Mixto (o sea que sería la suma de cada uno de los procedimientos: Inquisitivo y Acusatorio).

Existen los Juzgados de Instrucción. El juez es el que instruye el proceso, teniendo la facultad de delegar en el fiscal la guía del proceso; y los actos básicos
de garantías son del juez. La declaración indagatoria la toma el juez. Los allanamientos también los ordena el magistrado. El plazo en que se debe cumplir
la instrucción es de 4 meses (pero el proceso puede extenderse si la complejidad del caso así lo requiere).

El juicio es oral y público, colegiado en los juicios criminales, y unipersonal en los correccionales. (El mismo juez que realiza la instrucción, realiza el juicio).
El tema recursivo es más complejo, ya que toma recursos del sistema inquisitivo y les suma los del acusatorio.

Cuando se inicia una causa, la denuncia entra por denuncia policial o también puede la victima acudir al fiscal de turno o al juez de turno. También se
puede iniciar por las denominadas investigaciones encubiertas. Cuando se realiza la denuncia, el primer funcionario que se entera debe avisarles a los
demás dentro de las próximas 24 horas, porque en realidad el fiscal desde el principio deberá estar atento a esto ya que va a decidir si el proceso debe
seguir o se debe archivar la causa. La denuncia será desestimada cuando los hechos referidos no constituyan un delito, o cuando no se pudiere proceder.

Si decide que la causa debe continuar, deberá requerir la apertura de la instrucción, y es cuando el juez puede decidir que el fiscal siga manejando la
investigación o que sea el que instruya la causa.

Declaración indagatoria: Es un acto de defensa que tiene el imputado en una causa. No es una prueba, por tanto el indagado puede decir la verdad o no
decirla o puede mentir, ya que lo que haga o diga no va a variar en nada. El sujeto puede hacer una presentación espontánea y puede aportar una prueba
para demostrar que no tiene nada que ver con el caso, pero puede transformarse en una indagatoria.

El juez puede llamar cuantas veces quiera a ampliación de la declaración indagatoria. Luego de esto, debe tomar una decisión con el imputado: tiene 10
días hábiles para tomar una decisión. Puede sobreseerlo (y no llamarlo nunca más como procesado ya que una persona no puede ser juzgada dos veces
por un mismo hecho) o procesarlo. Si lo considera procesado, lo puede procesar con prisión preventiva o sin prisión preventiva. En los delitos con pena de
más de 8 años debe procesarlo con prisión preventiva.

La prisión preventiva es la privación de la libertad personal impuesta al imputado en el curso del proceso, como medida cautelar para asegurar su
sometimiento a él. Es un medio a través de la cual se logra la aplicación de la ley sustantiva. Sólo puede ser impuesta con el objeto de asegurar los fines del
proceso: correcta averiguación de la verdad y actuación de la ley penal. En consecuencia, en todos los demás casos su aplicación será ilegitima.

Las únicas posibilidades por las cuales una persona resultaría privada de su libertad durante el proceso son: el peligro de entorpecimiento de la actividad
probatoria, por un lado y por otro el peligro de la fuga.

Dicha medida cautelar reviste los siguientes caracteres:

• proporcionalidad con el peligro procesal que se trata de evitar.

• condicionalidad, a la existencia de un mínimo marco probatorio de culpabilidad.

• provisionalidad respecto de la subsistencia del peligro que las mismas pretenden eliminar.

• excepcionalidad, porque afectan derechos de quien goza de un estado de inocencia

• subsidiariedad consecuente con el carácter descriptivo en el punto anterior, lo que importa es su naturaleza de última ratio y por tanto, está
supeditada a la existencia de otras medidas que coarten derechos fundamentales en forma menos gravosa.

La prisión preventiva solo puede ser impuesta con el objeto de asegurar los fines del proceso: correcta averiguación de la verdad y actuación de la ley
penal. En consecuencia, en todos los demás casos su aplicación será ilegitima. Según el Art. 24, la prisión preventiva sufrida por el imputado se computa a
los efectos de la cantidad de pena impuesta cuando el sujeto es condenado.

Hay una tercer posición: puede el juez establecer la falta de mérito: es cuando hubo una ardua tarea investigativa y debe continuar una larga tarea más,
entonces le dará la libertad pero sigue vinculado a la causa. Cuando cierra la instrucción debe procesarlo o liberarlo.

En un momento del proceso el juez considerará que no puede seguir investigando ya que se agotaron las pruebas y es el fiscal el que también debe
presentar el requerimiento de elevación a juicio si está de acuerdo. O puede el fiscal referir que hay más pruebas, y el juez puede decidir estar de acuerdo
o no. Si el juez dice que no aceptará la inclusión de pruebas, se debe pasar a la etapa de plenario; esta decisión es inapelable y aquí se termina la etapa
procesal.

Hay una tercera posibilidad, el sobreseimiento, el alegato de haber investigado todo. Si el fiscal está de acuerdo se procede a la suspensión. Esta facultad
es del fiscal, ya que este sería el guardián de la legalidad, y si él considera que lo q hay en el proceso no alcanza para elevar a juicio, decide no llevar a juicio
el caso.

El pedido de sobreseimiento puede ser aceptado o no por el juez, quien es el que decide si da lugar a que el caso sea elevado al Tribunal Oral. Durante la
instrucción, las resoluciones que el juez ordena son apelables (procesamiento, prisión preventiva, etc.)

La eximición de prisión

El defensor puede gestionar la eximición de prisión mientras el imputado está en libertad, mientras que la excarcelación es solicitada cuando ya se le ha
aplicado la prisión preventiva. El órgano jurisdiccional, al momento de decidir la concesión de la exención de prisión o excarcelación de un imputado, debe
además arbitrar las medidas necesarias para el cumplimiento de las obligaciones que le impongan y procurar que el imputado se someta a la ejecución de
una eventual sentencia condenatoria de cumplimiento efectiva.

El instrumento legal que el código procesal penal establece para tales efectos es la caución que puede ser juratoria, personal o real:
1. Caución juratoria: el excarcelado prestara formal promesa de cumplir las obligaciones a que se refieren los dos artículos anteriores.

2. Caución real: se cumplirá depositando a la orden del órgano interviniente.

3. Caución personal: se cumplirá con la constitución de un tercero como fiador, el que se obligara a presentar a su fiado cuantas veces sea
requerido y a pagar el monto de la caución en caso de la incompetencia para lo cual se constituirá en deudor principal pagador

De las tres formas de caución mencionadas el magistrado tiene que optar por una, teniendo en cuenta que la misma sea de cumplimiento posible (se ha de
tomar en cuenta la situación personal del imputado, su personalidad moral y las características del hecho). La naturaleza del delito que se imputa al
encausado resulta una pauta para establecer el monto de la caución.

Recurso de Reposición: Es el que se interpone en contra de las resoluciones que toma el juez sin darle traslado a las partes. Entonces la parte que se siente
perjudicada, le presenta una reposición en donde le solicita al juez que la cambie y el magistrado podrá hacerlo o no. Las partes pueden apelar las medidas
dispuesta por el juez de instrucción y luego este la eleva a la Cámara Nacional de Apelaciones, en donde se evaluara si corresponde dar lugar a la apelación
o no.

Etapa de Juicio: Interviene el tribunal compuesto por tres jueces (uno es el presidente del jurado). Los juicios son orales y públicos, salvo en el caso que las
victimas fueren menores de edad o en casos de delitos sexuales. En los juicios orales el imputado tiene que estar presente, no hay juicio en ausencia.

Se inicia la toma de declaraciones; primero declaran los peritos, a quienes se les puede pedir aclaraciones de lo contestado en informe pericial o realizarle
nuevas pruebas. Los peritos deben decir la verdad y prestar juramento. Las preguntas pueden ser realizadas por las partes o incluso por el Tribunal.

Luego declaran los testigos (quienes no pueden tener comunicación entre ellos) y en última instancia, se presentan las demás pruebas. Los testigos deben
declarar ante el Tribunal, si no vienen, puede una de las partes pedir que se instruya la declaración por lectura; para esto deben estar de acuerdo ambas
partes. Si esto no es aceptado, se debe buscar al perito o al testigo con la fuerza pública.

Alegatos: Las partes alegan sobre el derecho y sobre los hechos. Primero tiene la palabra el querellante, si lo hubiere. Luego el fiscal, después el defensor y
entre ambos se comienza a dar lo que se denomina réplicas del fiscal y el defensor. En esta etapa, el defensor deberá pedir la absolución o la pena que
considera corresponde al imputado; tendrá la última palabra antes de la lectura de la sentencia.

  Módulo V: Derecho de Familia.

La familia ante la justicia. Adopciones. Restitución. Aspectos legales. Actuación del Psicólogo en los roles de mediador, consejero (counseling) y perito.
Enfoque psicosocial y Jurídico sobre la violencia familiar. Víctimas de violencia familiar. Abuso sexual Infantil. Relaciones entre el ofensor y la víctima. El
abuso sexual en niños dentro de la familia (relaciones incestuosas). El Psicólogo ante la Ley de Protección contra la violencia familiar, N° 24.417 y la Ley de
protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales Nº
26.485. Diferencias entre la intervención terapéutica y la evaluación pericial.

Ley de Protección contra la Violencia Familiar N° 24.417

Protección contra la Violencia Familiar (Fuero Civil)

La violencia familiar se la considera un conflicto intrafamiliar y social. Se adopta la vía civil, y si hay lesiones se inicia una denuncia penal. Si la víctima es un
mayor puede decidir no iniciar la causa penal, si en cambio es un menor, se inicia automáticamente. La ley protege a la víctima para que pueda recibir el
auxilio que necesita y evite la continuación del maltrato.

Es obligatorio denunciar el hecho cuando la violencia es ejercida sobre niños, ancianos, incapaces o discapacitados. El denunciante no tiene que probar el
maltrato ni cómo ni cuándo sucedió el mismo; una vez hecha la denuncia será la justicia la encargada de evaluar el hecho. El profesional que no denuncie
puede incurrir en el delito de abandono de persona y/o cometer un acto de mala praxis por inobservancia de los deberes a su cargo.

La presente ley contempla la intervención de peritos a los efectos de evaluar la dinámica familiar teniendo en cuenta el daño causado a la víctima y los
indicadores de una eventual situación de riesgo. Debe informar al juez los indicadores de riesgo para poder así tomar medidas cautelares como: exclusión
del victimario del hogar, prohibición de acercarse a la casa, trabajo o lugar de estudio, tenencia de los hijos, régimen de visitas supervisadas, interacción de
la víctima, indicación de tratamiento.

En cuanto a la prevención, plantea 3 niveles:

1) Prevención primaria: se dirige a las raíces mismas de la violencia. Tiene como objetivo eliminar los aspectos de la vida social o familiar que
provocan la insensibilidad respecto al otro, el odio y el sentimiento de inferioridad.
2) Prevención secundaria: hay que conocer los grupos de riesgo a fin de detener la violencia en el seno de la familia. Grupos de riesgo: niños;
condiciones socioeconómicas; padres alcohólicos o drogadependientes; padres de la tercera edad que conviven con la familia; la mujer pensada como
objeto sexual. Prestar ayuda a estas personas ofreciendo servicios de consulta familiar, servicios ambulatorios en hospitales.

3) Prevención terciaria: asistencia y tratamiento de todas las personas que conforman la familia que ha padecido algún tipo de violencia por lo
menos 1 vez.

Se confecciona el diagnóstico a través de la valoración clínica, el diagnóstico psicológico, el diagnóstico social y ambiental, la evaluación del riesgo
(gravedad de las consecuencias, características de la víctima, historia previa, acceso del perpetrador al niño, etc) reunión y estrategia: las distintas acciones
a realizar pueden ser: tratamientos psicológicos individuales y familiares, acciones legales, tratamientos médicos, seguimiento, etc.

ARTICULO 1º — Toda persona que sufriese lesiones o maltrato físico o psíquico por parte de alguno de los integrantes del grupo familiar podrá denunciar
estos hechos en forma verbal o escrita ante el juez con competencia en asuntos de familia y solicitar medidas cautelares conexas. A los efectos de esta ley
se entiende por grupo familiar el originado en el matrimonio o en las uniones de hecho.

ARTICULO 2º — Cuando los damnificados fuesen menores o incapaces, ancianos o discapacitados, los hechos deberán ser denunciados por sus
representantes legales y/o el ministerio público. También estarán obligados a efectuar la denuncia los servicios asistenciales sociales o educativos, públicos
o privados, los profesionales de la salud y todo funcionario público en razón de su labor. El menor o incapaz puede directamente poner en conocimiento
de los hechos al ministerio público.

ARTICULO 3º — El juez requerirá un diagnóstico de interacción familiar efectuado por peritos de diversas disciplinas para determinar los daños físicos y
psíquicos sufridos por la víctima, la situación de peligro y el medio social y ambiental de la familia. Las partes podrán solicitar otros informes técnicos.

ARTÍCULO 4º — El juez podrá adoptar, al tomar conocimiento de los hechos motivo de la denuncia, las siguientes medidas cautelares:

a) Ordenar la exclusión del autor, de la vivienda donde habita el grupo familiar;

b) Prohibir el acceso del autor, al domicilio del damnificado como a los lugares de trabajo o estudio;

c) Ordenar el reintegro al domicilio a petición de quien ha debido salir del mismo por razones de seguridad personal, excluyendo al autor;

d) Decretar provisoriamente alimentos, tenencia y derecho de comunicación con los hijos.

El juez establecerá la duración de las medidas dispuestas de acuerdo a los antecedentes de la causa.

ARTICULO 5º — El juez, dentro de las 48 horas de adoptadas las medidas precautorias, convocará a las partes y al ministerio público a una audiencia de
mediación instando a las mismas y su grupo familiar a asistir a programas educativos o terapéuticos, teniendo en cuenta el informe del artículo 3.

ARTICULO 6º — La reglamentación de esta ley preverá las medidas conducentes a fin de brindar al imputado y su grupo familiar asistencia médica
psicológica gratuita.

ARTÍCULO 8º — Incorpórase como segundo párrafo al artículo 310 del Código Procesal Penal de la Nación (Ley 23.984) el siguiente:

En los procesos por alguno de los delitos previstos en el libro segundo, títulos I, II, III, V y VI, y título V capítulo I del Código Penal cometidos dentro de un
grupo familiar conviviente, aunque estuviese constituido por uniones de hecho, y las circunstancias del caso hicieren presumir fundadamente que puede
repetirse, el juez podrá disponer como medida cautelar la exclusión del hogar del procesado. Si el procesado tuviese deberes de asistencia familiar y la
exclusión hiciere peligrar la subsistencia de los alimentados, se dará intervención al asesor de menores para que se promuevan las acciones que
correspondan.

Ley de Adopción N° 24.779 (1997)

Establece que la adopción de menores emancipados se otorga solamente a través de sentencia judicial, a pedido del adoptante. Por lo tanto la labor del
Juez consistirá en evaluar cada situación en particular, a través de estudios específicos que estarán a cargo de profesionales idóneos, quienes corroborarán
si están dados los requisitos de forma y fondo que exige este instituto.

Existen 2 tipos de adopción:

1. Plena: le da al adoptado una filiación que sustituye la de origen, extinguiendo el parentesco y obteniendo el adoptado los mismos derechos y
obligaciones que el hijo biológico. Es irrevocable.
2. Simple: confiere al adoptado la posición de hijo biológico pero no crea vínculo de parentesco con la flia biológica del adoptante. Los hijos
adoptivos del mismo adoptante, serán considerados hermanos entre sí. La adopción de un hijo del cónyuge siempre será una adopción simple. Subsisten y
no se sustituyen los lazos entre el adoptado y la flia de origen, los derechos y deberes que resulten del vínculo biológico del adoptado no quedan
extinguidos por la adopción. Dichos casos están contemplados en situaciones tales como padres con graves patologías mentales, que los inhabilitan para
ejercer el paternaje, pero es beneficioso para el niño la continuación del vínculo afectivo, o en los casos en que hubieren derechos sucesorios en los cuales
está contemplado el menor. Es revocable en los siguientes casos:

a) Por haberse negado alimentos sin causa justificada

b) Por petición justificada del adoptado mayor de edad

c) Por acuerdo de partes manifestado judicialmente cuando el adoptado fuere mayor de edad.

Después de otorgada la adopción plena no es reconocible el conocimiento del adoptado por sus padres biológicos, mientras que después de la adopción
simple sí es admisible el ejercicio de la acción de filiación. El adoptado tiene derecho a conocer su realidad biológica y podrá acceder al expediente a partir
de los 18 años de edad.

El adoptante deberá tener bajo su guarda al menor durante un lapso mínimo de seis meses para iniciar el juicio de adopción.

Los requisitos para que un niño sea dado en adopción son:

1. Cuando no tenga filiación acreditada (abandonados)

2. Cuando los padres hubiesen perdido la patria potestad.

3. Cuando estuviese en un establecimiento asistencial por más de un año sin noticia de los padres

4. Cuando los padres hubiesen manifestado expresamente la voluntad de que su hijo sea adoptado

5. Cuando es huérfano de padre y madre.

Requisitos para la adopción:

• No se puede ser adoptado por más de una persona simultáneamente, salvo que los adoptantes sean cónyuges se podrá otorgar una nueva
adopción sobre el menor.

• El adoptante debe ser 18 años mayor que el adoptado.

• Se podrá adoptar a varios menores de uno y otro sexo simultáneamente o sucesivamente.

• La existencia de descendientes no impide la adopción, aquellos podrán ser oídos por el juez o tribunal.

• Residencia en el país mínimo 5 años anteriores a la petición.

Personas que no están en condiciones de solicitar adopción:

a) Menores de 30 años.

b) Cónyuges que tengan más de 3 años de casados, o que puedan acreditar la imposibilidad de tener hijos.

c) Quienes no fijen residencia permanente en el pais por un periodo mínimo de cinco años.

d) Los ascendientes a sus descendientes

e) Hermanos mayores a hermanos menores de edad.

Las personas casadas solo podrán adoptar si lo hacen de manera conjunta. El adoptante deberá cumplir una guarda no menor a 6 meses ni mayor a un
año. El juicio comenzara luego de 6 meses de guarda.

Requisitos para otorgar la guarda:


A- Citar a los progenitores del menor a fin de que presten consentimiento para otorgar la guarda. Esta citación se hará dentro de los sesenta días
posteriores al nacimiento. Esto no será necesario en los casos en que el menor esté en un establecimiento asistencial y sus padres se hubieran
desentendido del niño por un periodo de tiempo de más de un año de desamparo o cuando los padres hubiesen perdido la patria potestad.

B- Tomar conocimiento personal del menor por parte del juez.

C- Tomar conocimiento de las condiciones personales, edades y aptitudes del o de los adoptantes y de la familia biológica del menor; a través de la
opinión de equipos técnicos, teniendo en consideración las necesidades e intereses del menor.

Reglas del juicio de adopción:

• La acción legal debe llevarse ante el juez o tribunal del domicilio del adoptante o donde se otorga la guarda.

• Son partes: el adoptante y el Ministerio Público de Menores

• El juez oirá, si lo juzga conveniente, al adoptado, y valorará si la adopción es lo más adecuado. Los adoptantes deberán asegurarle las
necesidades materiales, educativas y emocionales.

• Las audiencias serán privadas y el expediente será secreto y reservado, solo tendrán acceso a él las partes interesadas, letrados y peritos
intervinientes.

• deberá constar en la sentencia q el adoptante se ha comprometido a hacer conocer al adoptado su realidad biológica y éste tiene derecho a
acceder al expediente a partir de los 18 años.

• En todos los casos se valorará el interés del menor.

El adoptante deberá tener bajo su guarda al menor durante un lapso mínimo de 6 meses. Permite la evaluación de la pareja o persona. Pasado este
periodo se inicia el juicio de adopción. La adopción debe inscribirse en el registro del estado Civil y Capacidad de la personas.

La llamada adopción ilegal: sustitución de estado: En general escuchamos hablar de adopción legal e ilegal como si existieran dos modalidades dentro de
esta institución, pero debemos tener en claro que la adopción siempre es legal, ya que consiste en la incorporación de un menor dentro de una familia,
confiriendo al adoptado una filiación determinada, de acuerdo al tipo de adopción que corresponda. Pero no todas las parejas incapacitadas para procrear
recurren a este proceso legal, la modalidad ilegal refiere a toda situación en la que se altera una partida de nacimiento, inscribiendo como hijo biológico a
quien en realidad no lo es y manteniendo oculto el verdadero origen de los niños).

Si preguntamos porque se ha actuado así, se nos dirá que ha sido para evitar todos los trámites que se deben realizar para una adopción, para acortar los
tiempos de espera, para evitar que terceros evalúen su accionar en la intimidad, etc. Pero lo que en realidad sucede es que no hacer explícita la
imposibilidad de procrear tiene que ver con la no elaboración de dicha incapacidad biológica y con la culpa por sentirse incompletos al no poder engendrar
un hijo, hallándose sometidos a un imperativo interno que les indica que de no tener hijos no estarían cumpliendo con los mandatos de la novela familiar.
De esta manera, al no evidenciar ante terceros tal imposibilidad y, considerando a ese hijo como "verdadero", creen poder superar esta situación. Pero lo
que en realidad sucede es que, ocultando el verdadero origen del niño no sólo no se sienten tranquilos sino que viven angustiados y con fantasías sobre el
hecho de haberse apropiado de algo que no les pertenece, sobre el cual no tiene ningún derecho y al que, por lo tanto, no pueden poner límites ya que
temen que algún día los abandone.

Nulidad: La adopción quedara nula en violación de los preceptos referentes a:

• la edad del adoptado.

• Diferencia entre la edad del adoptante y adoptado.

• La adopción que hubiese tenido un hecho ilícito

• La adopción simultánea por más de una persona salvo adoptantes cónyuges.

• Adopción de descendientes.

• Adopción de hermanos

Ley de adopción 2015


Art 594. La adopción es una institución jurídica que tiene por objeto proteger el derecho de niños y adolescentes a vivir y desarrollarse en una
familia que le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades afectivas y materiales, cuando éstos no pueden ser proporcionados por su
familia de origen. La adopción se otorga por sentencia judicial, y emplaza al adoptado en el estado de hijo.

Art 595. Principios:

- Interés superior del niño.

- Respecto por el derecho a la identidad.

- Agotamiento de las posibilidades de pemanencia en la familia de origen.

- Preservación de vínculos fraternos.

- Derecho a conocer sus orígenes.

- Derecho a ser oído y que su opinión sea tenida en cuenta.

Art. 596. El adoptado, con grado de madurez suficiente, puede acceder al expediente judicial en el que se tramitó su adopción. Este expediente
debe contener la mayor cantidad de datos posibles de la identidad del niño y familia de origen, y enfermedades trasmisibles.

Art 597. Pueden ser adoptadas los menos de edad no emancipados, declarados en situación de adoptabilidad. Una persona mayor de edad
puede ser adoptado cuando:

- Se trate del hijo del cónyuge.

- Hubo posesión de estado de hijo mientras era menos de edad.

Art 598. Pueden ser adoptadas varias personas simultáneamente. La existencia de descendientes del adoptante no impide la adopción. Los hijos
biológicos y adoptivos de un mismo adoptante son considerados hermanos entre sí.

Art. 599. El niño puede ser adoptado por un matrimonio, por integrantes de unión convivencial o por una única persona. Debe tener por lo
menos 16 años más que el adoptado. En caso de muerte de los adoptantes, se puede otorgar una nueva adopción al menos de edad.

Art. 600. Puede adoptar la persona que:

- Resida en el país hace no menos de 5 años.

- Se encuentre inscripta en el registro de adoptantes.

Art. 601. No puede adoptar:

- Menores de 25 años.

- El ascendiente a su descendiente.

- Un hermano a su hermano.

Art. 602. Los casados o en unión convivencial pueden adoptar sólo conjuntamente.

Art. 603. La adopción por personas casadas puede ser unipersonal si: el cónyuge ha sido desclarado persona incapaz o si los cónyuges están
separados de hecho.

Art. 607. La declaración judicial de la situación de adoptabilidad se dicta si: a) el niño no tiene filiación establecida, o sus padres han fallecido, y
se agotó la búsqueda de familiares de origen; b) los padres tomaron la decisión de darlo en adopción.

Art. 608. Los sujetos del procedimiento son: niño, padre, organismo administrativo, Ministerio Público.

Art. 613. El juez que declaró la situación de adoptabilidad selecciona a los pretensos adoptantes de la nómina del registro de adoptantes. Se
deben tomar en cuenta: las condiciones personales, edades, aptitudes de los adoptantes, idoneidad para cumplir con las funciones, educación,
motivaciones y expectativas de la adopción, respeto asumido frente al derecho de identidad del niño.
Arts. 619, 620, 624, 625, 627, 628, 629, 630, 631, 632 y 633.

Tipos de adopción:

- Plena: confiere al adoptado la condición de hijo, y extingue los vínculos jurídicos con la familia de origen. El adoptado tiene en la familia adoptiva
los mismos derechos y obligaciones de todo hijo.

o Es irrevocable.

o Se otorga preferentemente en casos de niños huérfanos, que no tengan filiación establecida.

o Cuando se declaró al niño en situación de adoptabilidad.

o Cuando son hijos de padres privados de la responsabilidad parental.

o Cuando los padres decidieron darlo en adopción.

- Simple: confiere el estado de hijo al adoptado, pero no crea vínculos jurídicos con los parientes ni con el cónyuge del adoptante.

o Los derechos y deberes que resultan del vínculo de origen no quedan extinguidos por la adopción, pero los adoptantes deben ejercer la
responsabilidad parental.

o La familia de origen tiene derecho a la comunicación con el niño.

o El niño tiene derecho a reclamar alimentos a su familia de origen cuando los adoptantes no pueden proveérselo.

o Es revocable: por incurrir el adoptado o adoptante en causales de indignidad; por petición del adoptado mayor de edad; por acuerdo del
adoptado y adoptante.

- De integración: es cuando se adopta al hijo del cónyuge.

o Se mantiene un vínculo filiatorio entre el adoptado y el progenitor de origen.

o Los progenitores de origen deben ser escuchados.

o El adoptante no requiere estar previamente anotado en el Registro de adoptantes.

o No se aplican las prohibiciones en materia de guarda de hecho.

o Es revocable por las mismas situaciones que la adopción simple.

Art 623. El pronombre del adoptado debe ser respetado.

Art. 626. Respecto del apellido, en una adopción unipersonal, lleva el apellido del adoptante; si es conjunta, lleva el apellido del padre; se puede
solicitar agregar o anteponer apellidos.

La Administración de Conflictos - Varela

Preocupación por la inoperancia del sistema legal para resolver los problemas de la mayoría de los ciudadanos. Los asistentes a la reunión cercanos al
orden jurídico, manifestaron su preocupación por el incremento del volumen de litigios, las dudas respecto de la equidad de los procedimientos, y la falta
de respuesta a muchos problemas sociales.

La idea fundamental, que compromete una verdadera reforma judicial, está en relación a una transformación de la justicia distributiva en justicia
restaurativa o reparatoria como una forma alternativa de resolución de litigios. El enfoque colaborador como antípoda del adversarial, sería la clave para
el cambio. Si el uso excesivo de las cárceles se debe en parte al uso excesivo de los procedimientos de la justicia penal, la respuesta es incluir más a la
comunidad en la resolución de sus propios problemas.

En estos programas se ha comprobado que los acuerdos mediados de restitución, donde la víctima y el ofensor se sientan cara a cara, son cumplidos más
frecuentemente que las soluciones adjudicadas, la posesión y apoyo que vienen de las sentencias impuestas por la comunidad o el grupo familiar
producen una tasa alta de éxito para los ofensores, disminuyendo el nivel de reincidencia.

Cuando se define a la comunidad o víctima como receptor del daño causado por el ofensor, también se convierte en el mejor grupo para describir tanto el
perjuicio causado como las necesidades de reparación. Y si bien la responsabilidad de reparación se asigna al ofensor, la comunidad aporta apoyo.
La justicia restaurativa es un modelo que apunta hacia el futuro enfatizando la resolución de problemas, en lugar del “castigo redistributivo”. Las metas
que persigue son:

- Un papel más protagónico para las victimas

- Amplia participación de la comunidad

- Responsabilidad y reparación por parte del ofensor

Las medidas restaurativas se centran en la reparación del daño y en la reconstrucción de las relaciones personales, como contrapartida del castigo, la
expulsión, la vergüenza y la venganza. Se supone como consecuencia de su aplicación un control más eficiente del delito y una reducción en el uso de las
instituciones penales.

La Ley de Mediación promueve la mediación como paso previo a la iniciación de cualquier juicio del fuero civil o comercial, salvo las excepciones que en
ella figuran y que contemplan fundamentalmente los juicios patrimoniales ejecutivos; las quiebras y los desalojos.

Los temas de derecho de familia que requieren pasar por mediación son en teoría los estrictamente patrimoniales, salvo que la práctica motivo el abordaje
de otras cuestiones que van apareadas con los alimentos o con la disolución de los bienes de la sociedad conyugal.

Respecto del criterio de selección de casos, se enuncian algunos supuestos en que la mediación no es recomendable:

- Cuando existe la necesidad de la sanción publica de alguna conducta

- Cuando reiteradas violaciones de leyes y reglamentos requieren ser tratados de una manera colectiva y uniforme

- Cuando una de las partes necesita probar la verdad de los hechos

- Cuando lo que se desea es sentar un precedente legal

- Cuando una de las partes no tiene interés en acordar

- Cuando la controversia involucra un delito de acción pública o violencia, o malos tratos a menores

- Cuando las partes no pueden negociar de manera eficaz por si mismas o con asesoramiento legal

¿Qué es la mediación? La mediación es una negociación asistida. Es la intervención en una disputa entre partes, de un tercero aceptable, neutral e
imparcial, que carece de un poder autorizado de decisión para ayudar a las partes en disputa a alcanzar voluntariamente su propio arreglo mutuamente
aceptable (que ambas partes acepten su presencia).

Es una extensión del proceso de negociación: el concepto de intervención da cuenta de la existencia del sistema, independientemente del interventor. El
mediador no es parte de la disputa, no tiene un lugar en ella, sino que opera por fuera de la misma.

Las etapas de la mediación consisten en intervenciones generales:

1. Interiorización de la disputa: evaluación de los datos

2. Análisis del conflicto y sus peculiaridades

3. Identificación de las partes de competencia en el problema: determinación de las posiciones sostenidas

4. Detección del camino para atravesar las partes y llegar a los intereses

Estos movimientos que realiza en su práctica el mediador son posibilitados por el establecimiento de una comunicación interactiva de las partes a partir de
las intervenciones que el mediador efectúa gracias a su escucha atenta y al cumplimiento irrenunciable de la neutralidad e imparcialidad. Es preciso
diseñar estrategias de intervención que respondan a las complicaciones propias de cada enfrentamiento.

En la mediación prejudicial, una vez cumplida la etapa de notificación, se lleva a cabo la primera audiencia con la participación del o los requirente/s, el/los
requerido/s y el mediador, quien a través de lo que se denomina el discurso inicial, pondrá en antecedentes a los participantes de las condiciones del
procedimiento, y de la confidencialidad propia de la práctica, la cual puede materializarse en la firma del convenio de confidencialidad.
No hay intención de comunicación sin escucha, y no hay escucha fuera de las palabras. Las palabras dan cuenta de un sujeto y su posición. En el borde
mismo de lo imaginario y lo simbólico, de la modernidad fallida y la posmodernidad indeterminada, se presenta la práctica de la mediación, en medio de
los estragos de este comienzo de siglo que se debate en la modernidad de una violencia donde las diferencias cuanto más se acentúan tanto más irritan.

En este escenario, es necesario que la palabra adquiera protagonismo en su histórica función pacificadora y facilitadora del lazo social. Hacia esto apunta la
actitud mediadora. Un conflicto implica una diferencia, que insiste en la intransigencia de un individualismo que se arroga la posesión de la verdad y que
en este movimiento el otro desaparece como portador de las mismas posibilidades.

Cuando las fuerzas se equiparan, el conflicto se diluye, podríamos decir que la mediación opera como catalizador, en tanto la abstinencia del mediador así
lo posibilite. Correspondiendo su función a una intervención limitada a la instauración de la intercomunicación y posterior interacción de las parte

Varela – El Delito Intra-Familiar

La importancia de la elaboración de un profundo estudio psicológico forense radica en la explicitación de los hechos como una mejor manera de
comprenderlos, no apunta a la justificación de los actos imputados. La Psiquiatría Forense describe estas conductas pero no puede explicarlas con la
claridad que debería, por lo que es ahí donde la Psicología Forense se inscribe con el objetivo de brindar estas respuestas.

Homicidios: es evidente que cuando nos encontramos ante la situación de un delito en el cual autor y víctima pertenecen al mismo núcleo familiar, esta
situación adquiere características especiales: la relación entre delito y pena crece en forma proporcional. Por lo tanto, cuando existe un incremento de la
violencia, automáticamente la sociedad reacciona con mayor rigidez en el sistema punitivo. Nuestro Código aumenta su quantum represivo cuando un
delito se repite con tanta frecuencia que eleva el nivel de alarma social. Establece el artículo 60.1 de nuestro código: "al que matare a otro, siendo la
víctima ascendiente, descendiente o cónyuge, sabiendo que lo son", la pena que corresponde a este homicidio es la prisión perpetua en su calidad de
homicidio agravado por el vínculo.

Niños castigados y apaleados: en la mayoría de estos casos que necesitan internaciones, atenciones en los hospitales o salas de primeros auxilios, se ha
podido observar que las golpizas suelen ser propiciadas por sus padres luego de haber tenido discusiones de palabra y de hecho entre ellos. Es posible
identificar malas relaciones de estos con sus progenitores.

El estado de abandono familiar en que se encuentran se constituye en un factor de castigo, los deja indefensos ante las contingencias sociales y los
transforma en proclives al accionar delictivo y marginal. Estos casos son claros delitos de inobservancia de los deberes del progenitor, pero la estructura
social actual hace difícil que se pueda revertir esta situación, ya que los padres alegan la imposibilidad de tenerlos o que los chicos hacen más plata que
ellos. Lo único que cambia en referencia al nivel cultural es la forma. El nivel social tiene poca relación con el actuar en sí.

Aborto-Infanticidio: Numerosas razones llevan a una mujer a abortar: desde la falta de toma de conciencia de la importancia de la vida humana que lleva
en su vientre hasta causales de orden social, venganza, temor o represalias paternas, falta de medios económicos, sentimientos egoístas, etc. Una vez
realizada la autopsia de la víctima, se le quitarán los pulmones y se introducirán éstos en agua, si los órganos se hunden querrá decir que jamás
contuvieron aire, que el ser nunca respiró, por lo cual se lo considera feto, y esto se calificará como aborto. Si por el contrario, los pulmones flotan, querrá
decir que tuvieron aire, que la criatura respiró, y así el delito se convierte en infanticidio u homicidio agravado por el vínculo.

Violaciones y estupro: En los procesos de transculturación, fenómeno que definimos a partir del traslado de un individuo de una región a otra, con el
correspondiente cambio de costumbres, valores y la adaptación a otros que le son ajenos e incomprensibles, con lo cual el sujeto se ve obligado a
negarlos, no aceptarlos ni reconocerlos como propios, lo que provocaría una crisis en su cultura.

Conclusiones: En la mayoría se trata de la necesidad de un estudio socio-ambiental de la situación del menor tutelado, que debe ser realizado por el
asistente social y el psicólogo intervinientes; en ningún caso es necesario el estudio psicológico forense del autor del acto delictivo, sólo el juez puede
solicitar estos estudios a voluntad. El hecho de que el estado de alineación en la actualidad lo determine el juez con la colaboración de la psiquiatría
forense, hace que existan casos en donde la evidencia es insuficiente para dar una adecuada respuesta; y es el caso de las psicopatías, siendo que el Art.
34.1 exige que el autor del delito, en el momento del hecho, no comprenda la criminalidad del acto o no pueda dirigir sus acciones. Pero aquí es
problemático, el psicópata, ¿comprende la criminalidad del hecho?

Importancia del profundo estudio psicológico forense: adecuada determinación del nivel intelectual, estado emocional, motivaciones, entrevista
diagnóstica, entrevista familiar, otorgan material importantísimo a la investigación acerca de los causales.

Cap. La evaluación pericial de los padres en casos de régimen de visitas, en “La actividad pericial en psicología jurídica” - Puhl

En estos casos se tendrá como eje de la evaluación la consideración del bienestar superior del niño; procurando determinar cuál es el régimen de visita
más conveniente para el menor, aunque no es el perito el que lo decide, sino que simplemente asesora al juez. Cuando no esté indicada en el expediente
la evaluación del menor, se le puede recomendar al juez que la incluya. -> Para peritar al menor se debe tener en cuenta su edad, porque cada etapa
evolutiva presenta necesidades específicas. En la evaluación se recoge información sobre: antecedentes vitales del peritado, indicadores diagnósticos que
presuman patología, relación paterno-filial, motivación y participación en la crianza del niño; a su vez se deberán ponderan las motivaciones por las cuales
se llegó a esta instancia, ya que muchas veces ante un divorcio el niño se convierte en una ‘víctima inocente’ del proceso. En este caso deberá explicar en
su dictamen la problemática que se evidencia, para que el juez pueda acotar el maltrato emocional que esa situación constituye. El perito, además de
contestar los puntos periciales, debe realizar una indicación terapéutica tendiente a evitar posibles consecuencias negativas para el desarrollo del niño.

Módulo VI: Derecho de Menores

Paradigma de la situación irregular & Paradigma de la protección integral. Legislación que atañe a la infancia y adolescencia. Régimen penal de menores.
Abordaje los niños y adolescentes judicializados e institucionalizados. Incidencia y vulnerabilidad familiar y social. Diagnóstico y asistencia.

El régimen penal de la minoridad y los dispositivos penales juveniles – Rodriguez

El llamado régimen penal de la minoridad (Ley 22278) fue sancionado en ’80. Este establece, en el Art.1 que, no es punible el menor de 16 años, o el
menor de 18 años por delitos de acción privada o reprimidos con pena privativa de la libertad hasta dos años; esto quiere decir que no se les puede aplicar
pena, no puede recaer sobre ellos cualquiera sea el hecho que se le impute. Esto no quiere decir que las conductas reprochables carezcan de
consecuencias prácticas porque la norma habilita a que, en caso de imputación, la autoridad judicial lo dispondrá provisionalmente -> no es punible, pero
si imputable, porque imputar es atribuir a un sujeto la responsabilidad de un hecho reprobable, aunque no se lo pueda reprochar penalmente. Pero la ley
permite al Juez disponer provisionalmente del adolescente, lo cual significa que éste debe estar donde el juez lo indique (establecimientos e instituciones).

El Art. 2 refiere que los adolescentes entre 16 y 18 años de los cuales se alegue que han cometido un delito, deben ser sometidos a juicio (el cual tiene
características particulares). El Art. 3 define lo que se entiende por ‘disposición’: el inciso a) señala la finalidad del proceso judicial que es su adecuada
formación y su protección integral, por ello el juez puede ordenar las medidas más convenientes, otorgándole un valor central al informe técnico que
realicen los profesionales (como las decisiones judiciales deben ser fundadas, los informes técnicos ponen a la autoridad judicial en situación de
fundamentar su decisión). El inciso b) caracteriza la disposición judicial como una restricción de la patria potestad de los padres, y el inciso c) faculta al juez
a relevar a los padres de la guarda del adolescente. El Art. 4 establece los requisitos para la imposición de la pena -> para que el adolescente pueda recibir
una condena debe ser declarado penalmente responsable, haber cumplido 18 años y recibido al menos un año de tratamiento tutelar.

La instrucción penal de adolescentes que cometieron delito, es llevada a cabo por un Juez de Menores; los Juzgados de Menores cuentan con dos
secretarias: la Secretaría actuaria que es donde se tramita la causa en sus aspectos exclusivamente penales, y la Secretaria Tutelar la cual cuenta con un
legajo del adolescente en el que constan sus acontecimientos vitales. Salvo esta particularidad, el sumario se realiza como cualquier juicio penal, con
recolección de pruebas y declaraciones; esta etapa cierra con una decisión del juez, el cual tiene tres posibilidades: 1) el sobreseimiento, 2) la falta de
mérito (plazo mayor para continuar investigando), 3) el Auto de procesamiento, con el cual el sumario se eleva al tribunal para la realización del juicio. El
debate se realiza como cualquier proceso penal, pero es ante un Trubunal Oral de Menores, el cual resolverá absolver al imputado, o declararlo
penalmente responsable.

La sentencia se desdobla, lo cual se conoce como la cesura (cese) del juicio: la primera sentencia consiste en la absolución o la declaración de
responsabilidad; la segunda puede absolver o condenar. Es decir que, aún habiendo declarado al imputado penalmente responsable, puede ser absoluto,
si la sanción se tornara innecesaria. El RPM faculta a los jueces a aplicar la sanción que corresponde al delito del cual fue hallado responsable, o bien a
reducirla al grado de tentativa (pena menos grave). Como toda resolución judicial, las sentencias son apelables ante la Cámara Nacional de Casación Penal.

El Art. 5 dispone la no aplicación de las disposiciones relacionadas con la reincidencia por actos cometidos antes de los 18 años (los adolescentes no
pueden considerarse reincidentes). El Art. 6 indica que las medidas de privación de la libertad se harán efectivas en institutos especializados. En los
Tribunales Orales de Menores no se realiza el debate oral cuando el imputado es menor de 18 años: se le imputa un delito cometido antes de los 18, pero
se lo juzga cuando es mayor. Esto es asi por razones procesales: rara vez el trámite dura menos de 2 años, y que el propio RPM exige al menos un año de
tratamiento. Otra razón es que el debate oral reactualiza un hecho grave y violento, por ende, no puede pedírsele al adolescente someterse a él sin
menoscabo personal. Hay dos dispotivos más: la instrucción sumaria a cargo del Fiscal, en casos de delitos 1) leves y, 2) flagrancia. -> El imputado es
detenido en el momento de la comisión del delito, por lo cual las exigencias procesales, disminuyen, de manera que el propio fiscal puede sobreseer o
elevar a juicio. Hay un mecanismo de juicio abreviado, que en rigor no es un juicio, sino una transacción entre el defensor y el fiscal: consiste en evitar el
debate oral, mediante la aceptación de la responsabilidad sobre el hecho por parte del imputado, y una reducción de la condena solicitada por el fiscal.
Criticas -> la responsabilidad ha sido aceptada pero no probada, y se omite el proceso psicológico de asunción de responsabilidad.

Hay distintas objeciones al RPM -> no se trata de un sistema independiente de justicia juvenil, sino la aplicación del código penal a los menores de 18 años,
lo cual otorga al juez demasiado margen de discrecionalidad. Además, la disposición judicial depende de las circunstancias personales y no del hecho
cometido: cualquiera sea la gravedad del delito, si los estudios indican que el menor se encuentra abandonado, sin asistencia, en peligro material o moral,
el juez puede disponer de él (en cambio si los padres pueden asegurar ello, puede volver a su casa). El dispositivo de control social es la internación, que se
realiza en instituciones totales.

La Convención de Derechos del Niño (realizada 10 años después de la ley de RPM) se refiere a los adolescentes infractores de la ley penal, indicando que se
establece una condición de trato, y se especifica el tratamiento. La intervención se realiza para fomentar el sentido de su dignidad y valor, para fortalecer
el respecto por los DDHH y las libertades, y para promover su integración social. -> A las acciones ordenadas por este propósito se las denomina
Intervención técnica profesional en materia penal juvenil. Hay principios que deben ser observados por el sistema penal juvenil de acuerdo a los
estándares de DDHH:

- Principio de especialización -> el sistema de justicia penal para adolescentes debe constituir una esfera diferenciada del sistema penal de adultos, lo cual
requiere: órganos judiciales de competencia específica, procedimientos adaptados a los adolescentes, autoridades de aplicación e instituciones de
ejecución especializadas, sanciones y medidas alternativas diferentes del régimen general.

- Principio de Legalidad penal -> no puede condenarse a nadie por un acto que no esté prohibido por la ley.

- Garantías sustanciales -> son las garantías penales. El hecho debe tener cierto grado de lasividad, debe ser imputable subjetivamente el autor, y éste
debe ser capaz de comprender la criminalidad del acto y de dirigir sus acciones.

- Garantías procesales -> son las seguridades que se otorgan para impedir que goce de los derechos fundamentales sea vulnerado por el ejercicio del poder
estatal: presunción de inocencia, información adecuada, asistencia de un abogado defensor, derecho a la intimidad, duración razonable, derecho al
recurso, prohibición de la persecución penal múltiple.

- Excepcionalidad de la aplicación de medidas cautelares -> máxima brevedad de la privación de la libertad durante el proceso.

- Vías alternativas al proceso penal -> opciones para evitar el proceso penal, o suspender el mismo.

La intervención técnica es un contenido en el marco de los límites que impone la red normativa; está encausada en estos límites, está orientada hacia un
fin (promover el sentido de dignidad, respeto por DDHH, etc) e instituye una exigencia de trato. La herramienta básica para el trabajo institucional la
constituye el Proyecto Institucional, que es el instrumento mediante el cual el equipo profesional ajusta el funcionamiento de la institución a los problemas
que la realidad plantea. El tratamiento de los adolescentes infractores ha seguido dos modalidades, dentro del paradigma tutelar clásico: 1) el reeducativo
(correccional), que infiere que se han producido aprendizajes inconvenientes y se trata de corregir esa anomalía. 2) es una perpectiva sustentada en un
modelo de salud, de recuperación, un tratamiento específico para una problemática particular. En este último el diagnóstico adquiere un relieve, por ser
necesario para llevar a cabo un tratamiento.

Proyecto de vida -> la misión que los dispositivos penales deben cumplir con los adolescentes reside en acompañarlos en la actualización de su proyecto
de vida. Esto afirma la función del estado respecto a todos los ciudadanos, que es posibilitarles sus planes de vida. La noción de Proyecto de Vida tiene
ciertos límites: 1) debe entenderse en relación al proyecto institucional (el estado aparece con intervención punitiva la cual no puede pensarse por fuera
de los efectos que la institución que la efectiviza tiene sobre el menor); 2) el proyecto de vida es universal (todas las personas tienen la posibilidad de
proyectar en las condiciones adecuadas, pero hay situaciones que afectan esas posibilidades o hacen modificar el proyecto); 3) No existe fuera de la
comunidad (la vida individual se desarrolla en una tensión continua con el sistema cultural de la comunidad, las instituciones deben integrar la dimensión
de futuro porque la elección de una carrera delictiva quiebra la alianza que nos integra a una comunidad); 4) Es un acto de libertad (trabajar sobre su
propio proyecto restituye las condiciones de libertad que había perdido); 5) No es susceptible de formulación exhaustiva (es imposible dar cuenta de él en
todas sus perspectivas y posibilidades, se trata de ofrecer conocimientos y capacidades necesarias para su construcción); 6) No es una categoría
diagnóstica (ningún diagnostico puede indicar que la creación del proyecto no es posible en mayor o menor grado); 7) Es 44 susceptible de auto-evaluación
(pensar lo que hicimos y modificar nuestros criterios, se trata de generar ese espacio de reflexión).

Si bien el proyecto de vida se encuentra abierto, hay momentos críticos como la adolescencia. El proyecto institucional tiene función de andamiaje del
proyecto de vida (en términos de Vigotsky en tanto andamiaje de la ZDP para alcanzar un nuevo nivel de desarrollo real). Éstas instituciones, en su trabajo
con menores infractores de la ley penal, deben constituirse en un espacio-tiempo presente que garantice los aprendizajes sociales necesarios para la
construcción de un proyecto de vida lo más autónomo posible. Esto conlleva crear condiciones de formación y socialización acordes a la situación social de
desarrollo de cada adolescente, por ello es imprescindible la participación de ellos. El propósito del proyecto institucional es generar un cambio cualitativo
en la vida de los adolescentes a partir de la generación de aprendizajes y experiencias que permitan fortalecer el pleno ejercicio de su ciudadanía y la
concreción de un proyecto de vida, ello en función de 3 ejes: 1) Fortalecimiento de la ciudadanía juvenil (conocimiento de deberes y derechos ciudadanos),
2) Capacitación (brindar herramientas que posibiliten el desarrollo del potencial creativo y la adquisición de conocimientos y habilidades para la futura vida
laboral), 3) Articulación con la comunidad.

La intervención privilegiada es el trabajo con grupos, el cual permite realizar la experiencia subjetiva de generación de normas mediante un proceso de
diálogo y consenso, de modo de superar la perspectiva de la ley como imposición, sino vivenciarla como un acuerdo con vistas a un interés que trascienda
el beneficio individual. Los Dispositivos Penales Juveniles no deben renunciar a los procedimientos deliberativos en la toma de decisiones, la cual tiene
como requisitos: ser abierto a agentes institucionales, extra institucionales y a los propios adolescentes; debe incluir a todos los potencialmente afectados;
debe basarse en toda la información disponible; debe garantizar la expresión de los diferentes puntos de vista; el rechazo de los argumentos debe
justificarse; la decisión debe fundarse en razones públicamente aceptables.

Los dispositivos penales juveniles deben ser ámbitos de formación para los adolescentes infractores de la ley penal. -> Estas instituciones formativas se
encuentran en tensión con las instituciones coercitivas. Las características de las instituciones formativas son: 1) respuesta estatal no violenta (se trata de
instalar un vínculo con el adolescente, no de reconfigurarlo). 2) Afirmación del control sobre la propia vida (no debe constituirse el control de los sujetos
entendiéndolos como peligrosos, sino proveer los medios para su autonomía). 3) Mínima intervención (la intervención debe durar lo menos posible,
evitando la restricción). 4) Alentar los sentimientos de reciprocidad (establecer relaciones de confianza mutua). El tránsito por los Dispositivos penales
juveniles debe ser una experiencia que conduzca al adolescente a reconocer que el Estado respeta sus puntos de vista, que se asigna a los intereses de los
individuos valores equivalentes, que se alienta la vida en común mediante dispositivos adecuados, que hay compromiso con la tarea de inclusión social,
que las normas en lugar de reproducir la marginación deben negarla.

La intervención técnica, la sanción, se trata de una orden judicial que tiene carácter restrictivo de la libertad por ser una orden que debe cumplirse y es
pasible de control.

Cap. Los Menores y la Justicia: Relación entre la Psicología y la Ley, En “Psicología Jurídica”

Cuando mencionamos la minoridad judicializada, estamos haciendo directa referencia al llamado Derecho de Menores, es decir, el conjunto de normas
jurídicas que tienen por objeto reglar la actividad comunitaria en relación con un menor. La legislación coloca al menor, explícita o implícitamente, como
sujeto prevalente de derecho.

Esta es la rama del derecho que tiene por sujeto al menor, con el propósito e interés social de que éste nazca, crezca, se desarrolle normalmente y llegue a
la mayoría de edad en la plenitud de sus posibilidades físicas, mentales y espirituales, regulando su actividad normal y conflictual con la familia, la
comunidad y el orden jurídico-social. Por lo tanto, es un abordaje multidimensional, interdisciplinario y transdiciplinario.

La psicología jurídica aplicada al ejercicio del derecho de menores se vincula con la protección y formación del menor, ofreciendo a los juristas una visión
científica y moderna del menor considerado como ser psico- bio- social facilitando de esta forma la comprensión, el pronóstico y la modificación del
comportamiento del niño.

El niño adolescente vive en un contexto que no es simple ni unificado, y que afecta de continuo su comportamiento y desarrollo. Desde ese medio le llegan
patrones de estímulos y él, a su vez, en virtud de su propia formación, recoge selectivamente elementos de ese contexto. A causa de las interrelaciones
que se acumulan, el niño adolescente está dentro de un engranaje en continuo proceso de desarrollo no reversible. El comportamiento es siempre la
resultante de la historia pasada y del estimulo presente. Por consiguiente, el concepto de causalidad simple o única debe ser remplazado por los conceptos
multifactoriales, relaciones reciprocas, y el aplazamiento gradual de causas y la acumulación continua de efectos.

El psicólogo que se dedica al estudio del menor busca principios de aplicación que faciliten la comprensión, el pronóstico y el comportamiento. Por ello
debe conocer fundamentalmente los siguientes factores:

• La mecánica y la dinámica del niño en desarrollo

• Las acciones que ejercen sobre él el medio ambiente

• Los efectos que el medio produce en él

Menor judicializado: Cuando el niño o adolescente es lo que denominamos “judicializado”, estamos diciendo que el mismo ha quedado a disposición de un
juez competente en asuntos de menores, el cual ejercerá la función tutelar que el Estado prevé para los mismos, en el marco del sistema jurídico de
protección integral del derecho de memores. Para determinar si el Estado se hará cargo de la tutela de un joven o niño, el juez competente en asuntos de
menores evaluará y luego dictaminará las acciones a seguir. Se valdrá de dichas evaluaciones por los informes elaborados por los especialistas, entre los
cuales se encuentra el rol del psic.

Todas las medidas tutelares tienen por finalidad lograr el desarrollo pleno y armónico del sujeto. Las mismas serán ordenadas en los siguientes casos:

a) Abandono moral o material

b) Peligro moral o material

c) Casos de menores que han cometido un acto tipificado como delito

d) Casos de menores que han sido víctimas de delito

Las medidas tutelares podrán ser ordinarios o extraordinarias según el examen que se haga de las características del menor (sea autor o víctima de un
delito) de su contexto fliar, y su medio socioambiental y cultural.

Marco jurídico

El Derecho de Menores, encuentra su base fundamental en los objetivos generales propuestos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y
Derechos del Niño, el Pacto de San José de Costa Rica y la Convención de los Derechos del Niño.
En 1919, se sanciona en nuestro país la Ley Agote o Ley del Patronato de Menores, la cual determina que la tutela estatal se aplicará en los supuestos de
menores en situación de abandono, en tanto necesitan de protección jurídica. Es la primera norma que se ocupa de la infancia desfavorecida y constituye
un paradigma de la situación irregular donde el niño es objeto de derecho. Estabiliza la figura del juez de menores cuya función es cuidar de los niños en
situación de riesgo. Establece la función tutelar del Estado en relación con los niños y/o adolescentes que necesitan de protección jurídica. Las situaciones
que tipifican el abandono moral o material son las siguientes:

1. Menor que no está sujeto a la patria potestad, tutela o guarda.

2. Menor con representante legal o guardador, que no cumple sus deberes de asistencia, tenencia y educación

3. Menor autor de hechos ilícitos, contravencionales o de otros actos que, por su naturaleza, pueden influir en su formación.

4. Menor víctima de hechos ilícitos, contravencionales o de otros actos que por su naturaleza, pueden influir en su formación.

5. Menor que adopta inconductas reiteradas y manifiestas.

6. Menor que presta actividad laboral en condiciones que ponen en peligro su desarrollo personal.

7. Menor cuyo grupo familiar no es continente debido a conflictivas desestabilizantes.

Esta ley establece además la supresión o suspensión de la Patria Potestad, las que son revisables y modificables por los tribunales intervinientes. Especifica
como causales de privación de la Patria Potestad para los padres que cometan delitos contra los hijos, padres delincuentes o ebrios que maltraten al
menor, o estuvieran moral o materialmente abandonados.

En 1959 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) firmó la Declaración de los Derechos del Niño, la cual proclamó el derecho de la infancia de todo el
mundo a recibir un cuidado adecuado por parte de los padres y de la comunidad. La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño,
celebrada en 1989, intentó consolidar la legislación internacional sobre derechos básicos del niño en cuanto a supervivencia, educación y protección frente
a la explotación, los malos tratos, etc.

Ley 22.278 (1980) y Ley 22803 (1983)

Régimen penal de menores. Establece 3 categorías dentro del régimen:

• Menores no punibles: aquel que no haya cumplido 16 años; tampoco aquel que no haya cumplido 18 años de edad respecto a delitos de acción
privada o reprimidos con pena privativa de la libertad que no exceda los dos años

• Menores punibles en forma relativa: menores entre 16 y 18 años, que hubieren cometido delitos que no fueran los arriba mencionados. Se le
abre un proceso judicial pero no se le dicta sentencia hasta que cumpla los 18 años. La imposición de pena requiere lo siguiente:

- que haya sido declarada la responsabilidad penal

- que haya cumplido 18 años

- que haya sido sometido a un periodo de tratamiento tutelar no inferior al año.

El juez puede tomar 3 caminos: dictar sentencia condenatoria (pena común), darle una pena menor al delito que cometió (pena tentativa) o absolverlo.
Para tomar esta decisión, el juez se basa en los informes que elevan los equipos interdisciplinarios de acuerdo al progreso en el tratamiento.

• Menores punibles: entre 18 y 21 años. La punibilidad es absoluta. Durante el lapso que dure la minoría de edad, la pena privativa de la libertad se
cumplirá en institutos especializados para menores. Cuando alcance la mayoría, cumplirá la condena en establecimientos para adultos.

En las dos primeras categorías, el juez intervendrá cuando estos menores se encuentren involucrados en un delito disponiendo provisionalmente,
tomando conocimiento directo del menor y su contexto familiar, a través de informes de la personalidad del menor y de las condiciones familiares y
ambientales. Para la realización de dicha evaluación, el juez puede ordenar la internación del menor en establecimientos adecuados a dichos fines.

Si a raíz de dicha evaluación se comprueba que el menor se halla en situación de abandono o peligro moral o material, o evidencia graves trastornos de
conducta, el juez podrá disponer definitivamente de este menor. Esto implica:

1) La custodia del menor por parte del juez a los efectos de brindarle lo necesario para un adecuado desarrollo psicosocial.

2) Restricción de la patria potestad o tutela

3) Aplicación de las medidas tutelares, las cuales se hallan exentas de todo reproche.
En 1989 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Convención de los Derechos del Niño. La Convención exige una
protección para los niños contra toda clase de maltrato y pide para éstos, un nivel de vida adecuado, una buena formación, asistencia sanitaria e incluso
diversión. Genera un nuevo paradigma: la Protección Integral donde el niño es un sujeto de derecho. Establece ciertos derechos que deben ser satisfechos
y, por ende, exigibles. Las medidas que el Estado adopta como protección deben ser diferentes a las de sanción. Exige que todas las medidas adoptadas
por un Estado en relación con los niños deberían tener como consideración fundamental favorecer los intereses del menor.

El artículo 75° de la Constitución Nacional Argentina establece la jerarquía constitucional de la Convención de los Derechos del Niño, siendo la misma
complementaria, junto a otras convenciones y tratados, de los derechos y garantías reconocidos por ella.

Es a partir de este marco normativo que se establece un programa de protección social de la niñez en riesgo, para contribuir al bienestar infantojuvenil,
satisfaciendo las necesidades en el crecimiento, a las cuales sus familias no han podido responder en forma adecuada.

Cap. El Psicólogo en la Libertad Asistida: Tratamiento de Adolescentes en el Medio Social, en “Psicología Jurídica”

En el tratamiento de adolescentes en el medio social, hay dos modalidades de intervención que se implementan en nuestro medio:

• Libertad Asistida (creación de condiciones para reforzar vínculos entre el joven, su grupo de convivencia y la comunidad)

• Libertad Vigilada (control sobre la conducta del joven)

Dichas medidas serían aplicables como alternativa a la institucionalización que generalmente los jueces ordenan cuando el joven comete una infracción
leve, evaluándose que su familia sea continente y no aparezca otra sintomatología que haga prever su proclividad a volver a cometer hechos
transgresores.

El Programa de Libertad Asistida, es una medida socioeducativa alternativa a la Institucionalización de jóvenes con causa judicial o en conflicto con la ley
penal, permaneciendo el adolescente en guarda con un familiar, tutor o curador responsable. El objetivo general es brindar atención a jóvenes en conflicto
con la ley penal en su medio de origen, favoreciendo el desarrollo de sus capacidades potenciales con el fin de consolidar una positiva inserción
comunitaria, potencializando las posibilidades de contención y de asunción de responsabilidades para con el adolescente, por parte de la familia o grupo
de crianza con la finalidad de restablecer y/o fortalecer su vinculación.

La modalidad de trabajo implica propender al cambio de conducta de los jóvenes potenciando las posibilidades de contención familiar, la recuperación de
su rol normativo y afectivo, y trabajo comunitario en red a partir de la realización de entrevistas individuales, familiares y domiciliarias. Es menester aunar
esfuerzos interdisciplinarios para realizar un abordaje tendiente al logro de que este adolescente pueda generar acciones que le posibiliten un
reacomodamiento a las normas imperantes.

La Libertad Vigilada se queda a mitad de camino en este tipo de problemáticas, ya que sabemos que el sujeto en cuestión es una unidad bio-psico-social,
con lo cual es inherente a todo tratamiento posible con un abordaje que contenga las tres áreas, por lo que adherimos a que el método de abordaje que
mas se adecua a esta problemática es el de Libertad Asistida, ya que con el solo control desde la vigilancia no se operacionalizan cambios en los jóvenes.

Son objetivos del Programa de Tratamiento de Adolescentes en el medio social:

1. Brindar tratamiento a jóvenes en conflicto con la ley en su propio medio social, como alternativa a la privación de la libertad.

2. Lograr la desaparición o disminución de las conductas de riesgo social para sí o para terceros.

3. Fortalecer la comunicación y las relaciones vinculares intrafamiliares y comunitarias.

4. Promover la participación del joven en actividades culturales, artísticas, deportivas, sociales, religiosas, y en general de todas aquellas que
permitan el pleno desarrollo de su personalidad.

5. Proporcionar capacitación e incentivar la iniciativa laboral de los jóvenes

6. Coadyuvar a la formulación de un nuevo proyecto de vida para el joven y su familia.

El rol del psicólogo: Su función consiste en llevar adelante un tratamiento individual y social. Se parte de interpretar la situación de origen de la
problemática, sustentar el recambio de los modelos identificatorios y la salida exogámica. Implica trabajar en el cuidado personal, acompañar al joven y a
su familia en la elaboración de su conflictiva. A los psicólogos en este programa se los denomina operadores y asisten a varios jóvenes simultáneamente. El
ingreso del adolescente al programa es por orden del juez. Si esta institucionalizado lo evalúa el equipo del establecimiento y el coordinador del programa
de tratamientos de adolescentes en libertad asistida. El programa podrá ofrecer asistencia, apoyo, subsidios y becas aún después del cese de la disposición
legal.

Se intervendrá evaluando los siguientes ítems:


• La situación particular del adolescente, dada la etapa evolutiva que atraviesa, su conflictiva individual y familiar.

• La dimensión grupal y comunitaria (entramado social de esa comunidad, características barriales, grupos de pares).

El objetivo general del tratamiento es lograr la desaparición y/o disminución de las conductas de riesgo para sí o para terceros, permaneciendo el joven en
su entorno socio-familiar. Esto implica para el operador, trabajar en:

• Cuidado personal (salud, documentación, etc.)

• Capacidad para pedir y recibir ayuda ante situaciones problemáticas y de instrumentar conductas más adecuadas para resolverlas.

• Implicación en su historia y situación presente de manera que adquiera mayor responsabilidad para sus actos

• Capacidad para la toma de conciencia de la necesidad de realizar tratamientos específicos cuando su problemática así lo requiera (ambulatorio o
internación)

• Reorganización de los vínculos familiares

• Establecimiento de vínculos con grupos de pares más adecuados en relación a los vínculos de riesgo.

• Vínculos afectivos de pareja que impliquen cuidado, y sin repetición compulsiva de modelos familiares.

• Capacidad para formular y sostener proyectos: laborales, educacionales, recreativos y deportivos.

En síntesis, la tarea del operador consiste en acompañar al joven y a su familia en la elaboración de su conflictiva, favoreciendo un proceso tendiente a
reconstruir y revitalizar los vínculos familiares y a encontrar nuevos proyectos de vida, acorde a sus deseos y posibilidades, en las condiciones de nuestro
social-histórico actual.

Cap. Abordaje de Adolescentes con Trastorno de Personalidad, en “Psicología Jurídica”

Estos adolescentes no poseen demanda de tratamiento, llegan mandados, proviniendo en cambio la demanda de la justicia (juez). Entonces, será el equipo
terapéutico el que deberá trabajar para realizar el pasaje de la obligación a la demanda. . De esta manera se puede hacer lugar a un espacio de abordaje
que no es desconocido “llega mandado” sin evidenciar conciencia de enfermedad y en muchas ocasiones sin real conciencia de la situación; pero una cosa
es responder a la demanda tal y como es formulada y otra es apostar a la emergencia de la situación. Si se posibilita que los sujetos puedan implicarse y
desprenderse del mandato de la justicia se habrá comenzado a cumplir con el objetivo de realizar un tratamiento terapéutico.

Si bien obligar a una persona a tratarse no puede producir efectos positivos, puede en cambio mediante transferencia generar que el sujeto advierta de la
gravedad de lo que le está sucediendo, de sus consecuencias, de que tome conciencia de su situación, que suma la problemática en la que está
involucrado y que a partir de esto se implique en un tratamiento en el que se le brinde la oportunidad de gestarse un proyecto de vida.

El abordaje institucional debe realizarse desde una perspectiva interdisciplinaria en consideración de los Sujetos como seres biopsicosociales. Debemos
partir considerando los derechos del niño que considera por malos tratos o negligencia toda acción u omisión cometida por individuos, instituciones o por
la sociedad y toda situación provocada por actos que prive a los niños de cuidados, de sus derechos y libertades impidiendo su pleno desarrollo.

En relación a la sintomatología presentan distorsiones en todas las áreas de la personalidad, tratándose en su mayoría de pacientes con diagnóstico de
trastorno de personalidad y/o borderline (DSM IV) en riesgo o vulnerabilidad psicosocial. Los estados de ánimo están directamente ligados a experiencias
traumáticas vivenciadas en la primera infancia, ya que cuando las condiciones socioambientales no son satisfactorias, los impulsos agresivos quedan
contenidos en el interior del niño, tendiendo a configurar la base para una psicopatología posterior. Los miedos que sienten estos adolescentes se deben a
los sentimientos de inseguridad y angustia que sus progenitores propiciaron de una u otra forma. La baja autoestima que se gesta por mensajes
contradictorios y desvalorizantes escuchados, sumado a la anestesia emocional indispensable para la supervivencia en ambientes de agresión crónica.
Estos pacientes tienen dificultad en distinguir lo que sienten, en percibir las emociones o sentimientos que experimentan. Existe una gran ambivalencia en
sus percepciones, presentan sentimientos de malestar que son abarcativos.

Los trastornos conductuales pueden deberse a repeticiones compulsivas que surgen tanto de identificaciones con el agresor como de intentos fallidos de
ligar aquello que no pude ser comprendido ni tramitado. Como consecuencia emplean las defensas primarias como disociación, proyección, negación.

Se observan varias formas de exteriorizar el conflicto: hacia el medio en forma de impulsividad, hiperactividad y baja tolerancia a la frustración y hacia sí
mismos como sumisión, apatía, desgano, consumo de sustancias, y demás conductas autodestructivas. Siendo la etapa de la adolescencia un momento de
vulnerabilidad psíquica aumentada, las acciones terapéuticas de reparación deben ser urgentes sobre todo cuando se manifiestan a través de conductas
auto y heterodestructivas. Estos actos destructivos pueden responder a muchos motivos: deseo de castigar a otros, a sí mismo o de aliviar la culpa, el
deseo de apartar otras ideas más adversas, llamar la atención, etc. Una vez que se puede comprender la motivación de la actuación es posible empezar a
trabajar en la búsqueda de métodos que posibiliten una adaptación al medio más efectiva. Se tenderán a disminuir las frustraciones y la agresión y a
comenzar el proceso de tratamiento. Estos pacientes desde pequeños no han tenido la posibilidad de integrar los elementos que los rodean con una lógica
aceptada socialmente, sino lo necesario para la propia adaptación y supervivencia. Cuando aquel que dice amarlos y cuidarlos los lastima las percepciones
no coinciden con los sentimientos. Esa confusión de conductas y actitudes los lleva a construcciones erróneas sobre su propia persona, el concepto de
padre, de madre, de amor y odio y también de placer y dolor.

La estrategia en el tratamiento debe tener una planificación ordenamiento y seguimiento, por lo cual el tratamiento tiene que ser integral. El tratamiento
debe apuntar a que los pacientes puedan mejorar su calidad de vida, logren establecer vínculos sociales satisfactorios y puedan sostener su inserción
social; generar un proyecto de vida tendiente al autovalimiento y/o inclusión dentro del grupo familiar; llevando a disminuir la discapacidad social. Pensar
en la inserción social es considerar que mediante un seguimiento terapéutico adecuado podrán gozar de libertad. Por lo tanto el equipo terapéutico debe
utilizar recursos educativos, ocupacionales, sociales, recreativos y culturales de acuerdo a los objetivos y fines propuestos. Se le deberá ofrecer una
multiplicidad de actividades terapéuticas y un tratamiento biopsicosocial dado que necesitan una apoyatura más allá de la simple escucha y de
indicaciones psicofarmacológicas. La actividad terapéutica debe ser acorde a las necesidades del paciente en particular; y las estrategias de tratamiento
individual, familiar y actividades educativas-terapéuticas deben tener una planificación, ordenamiento y seguimiento, además de ser discutidas y
reflexionadas por el equipo profesional para aunar criterios comunes. Para que el tratamiento sea efectivo tiene que ser integral y abarcar todas las áreas
de relación posibles, contemplando aspectos educativos, laborales, socializantes, afectivos y problemática profunda. El equipo de tratamiento debe
coordinar estrategias de acuerdo al tipo de patología a tratar.

Cuando el adolescente llega a la institución pueden presentarse situaciones de gran hostilidad, situaciones de rechazo, abandono y carencia afectiva, por la
que su recepción tiene que ser muy especial, así como también no han recibido pautas de lo correcto o incorrecto, de lo que está bien y de lo que está mal
teniendo una visión distorsionada de lo que se espera de ellos, y de la realidad con carencia de limites internos. El límite externo comienza por ser el
molde a través del cual podrán incorporar todas aquellas pautas y normas que después constituirían su propio manejo adecuado. Una vez que como
equipo podemos comprender la motivación de la actuación donde repite la auto-destruccion es posible empezar a trabajar en la búsqueda de métodos
que posibiliten una adaptación al medio más efectiva.

En el tratamiento de este tipo de problemáticas la psicología no puede remitirse solo a la conducta del sujeto o a la expresión del inconsciente sino que
deberá hablarse ante todo de una psicología social, dado que no podríamos tratar a los pacientes sin tener en cuenta el entramado de relaciones sociales
que se tejen, ni cómo las diferentes subjetividades intervienen en el crecimiento y desarrollo.

Cap. Aspectos Jurídicos y Psicológicos de la Adolescencia Marginal, en “Psicología Forense”

Al hablar de la adolescencia marginal, automáticamente pensamos en actividades delictivas. Desde el punto de vista jurídico, una actividad marginal puede
remitir en oportunidades a actuares delictivos y en principio un delincuente es un sujeto que comete acciones penadas por la ley, es decir que comete
hechos que están tipificados en el código como delitos. ¿Por qué pena la ley una determinada acción? La ley pena una acción porque la considera
antisocial, atentatoria contra la vida o los bienes de una comunidad, porque determina un daño a la sociedad. Desde un punto de vista jurídico, una
actividad marginal puede remitir en oportunidades a actuares delictivos.

La marginalidad o delincuencia juvenil es diferente que el delito adulto. No solo se habla de alguien que ha cometido un delito a una edad determinada
sino de quién es y cómo es este alguien. Mientras que en la delincuencia adulta hay una relación causa-efecto, podríamos decir que a tal acción le
corresponde tal sanción, en el adolescente, cuando se dice que alguien ha cometido un hecho, el peso de la consideración no cae sobe el hecho en sí, la
figura delictiva, sino sobre quien lo cometió, sobre el individuo.

Lo que aparece como fundamental y con respecto al actuar juvenil, es el sujeto y no la acción. Se considerará como alguien que ha sido
comprometido en una acción delictiva por aquello que puede haber padecido, por las privaciones y carencias de cuidado, por haber estado desprotegido.
Esta respuesta será la resultante a tener en cuenta cómo es la persona de este marginal juvenil, cómo se ha desarrollado, cuál ha sido el medio en que se
ha criado, cómo se lo ha guiado, educado, qué se le ha provisto y que se le ha negado, de qué ha carecido, cómo se han comportado los adultos con él.

La ley considerará al marginal juvenil como un carenciado y por lo mismo su respuesta será esencialmente tutelar. La actitud que se va a tomar con el
menor comprometido en un hecho que la ley califica como delito, será la actitud de cuidado, de custodia, de arbitrar los medios para proveerlo de
aquellos aportes de que ha carecido, de protección y de formación. La ley considera al joven como incapaz, no es capaz de tener plena responsabilidad de
sus actos. Es un incapaz que va a llegar a ser capaz. Para la ley marginal es alguien necesitado de protección cuya carencia se manifiesta a través de la
comisión de hechos delictivos.

Consideramos a la adolescencia como un período de crisis, en el que el sujeto pertenece al mundo infantil y al adulto, concluiremos en que la lucha por
ubicarse definitivamente puede llevarlo a conductas de desajuste, a comportamientos antisociales de diversa índole y modalidad. La consideración de la
marginalidad juvenil desde el punto de vista social nos lleva a concebirlo como un desviado. Alguien que se aparta, se desvía de las normas establecidas.
Por su edad, el joven marginal se encuentra en un periodo de inmadurez, de desarrollo, de crecimiento, que hace que exista una apreciación relativa con
respecto a lo pautado, estaría en la etapa de transición entre el abandono de la total irresponsabilidad de la infancia y la adultez en el ejercicio
responsable. De ahí que realmente no exista un verdadero apartamiento, un verdadero rechazo, ya que ese marco normativo aun no es comprendido del
todo. Por supuesto que a través del proceso de socialización que comienza desde el momento que el individuo nace, este va recibiendo e incorporando las
pautas de su cultura, pero podemos decir que éste transgresor juvenil, por el solo hecho de ser un adolescente todavía está en etapa de transición, de
“moratoria psicosocial”, un periodo previo a la asunción real de los roles y responsabilidades adultas. En este periodo de moratoria el adolescente actúa
una serie de comportamientos que implican un ensayo de los roles adultos. Y también ensaya con lo permitido y lo prohibido a través de conductas
provocativas, desafiantes, para poner y ponerse a prueba.

Adolescente marginal: lo primero que encontramos es que sus historias infantiles son regularmente muy traumáticas: abandonos y rechazos, graves
carencias y negligencias, castigos frecuentes y privaciones reales, institucionalizaciones. No se les ha proporcionado en general oportunidad para adquirir y
desarrollar un código consistente y cohesivo de normas éticas y de valor. Se produce un molde de desconfianza básica que se transforma en el modelo de
subsecuentes relaciones emocionales perturbadas. La capacidad para establecer identificaciones maduras está negada. No hay acceso a la posición
edípica. Este molde de desconfianza se incrementa por carencias de todo aquellos que rodea al niño. Si lo aprendido es la acción y la postergación no tiene
validez, es más fácil llegar al robo. La acción delictiva es una defensa frente a la desintegración psicótica. El superyó también es deficitario, prácticamente
inexistente, y cuando aparece tiene características muy sádicas.

Desde el enfoque psicológico, la presencia del acto antisocial en un adolescente será un llamado de atención, una alerta que indicará que en el desarrollo
emocional de ese individuo “algo” ha ocurrido, para que la manifestación de ese “algo” surja a través de un hecho antisocial. Si consideramos a la
adolescencia como un período de crisis, en el que el sujeto pertenece al mundo infantil y al adulto, concluiremos en que la lucha por ubicarse
definitivamente puede llevarlo a conductas de desajuste, a comportamientos antisociales de diversa índole y modalidad.

En un adolescente esto puede ser visto como un episodio esperado, en un periodo crítico, sin revestir características patológicas. Pero también, el acto
delictivo en un adolescente puede revelar una perturbación de la personalidad, una perturbación que indica la presencia de una patología definida.
Dependerá del buen diagnóstico para formular si estamos en presencia de un episodio normal o un trastorno de la personalidad, así como su posterior
pronóstico y tratamiento adecuado.

En términos generales, estamos ante una “patología” cuando los factores incidentales “pueden modificar o influenciar la conducta en sentido desviante,
sin que ésta tenga poder sobre esa orientación que se le impone”. Hablamos de factores y no de causas, porque entendemos que no existen causas, en el
sentido de un elemento o más que den como resultado una personalidad desajustada socialmente, sino toda una configuración, que de acuerdo a como se
den los factores que la componen en su interrelación, podrá aparecer la conducta antisocial.

Vemos al adolescente con problemas de conducta antisocial con una personalidad defensiva, con aislamiento psicosocial, con una tendencia a la
autopreservación, mientras que en aquellos en que el acto delictivo no indica la existencia de una patología, se observa una mayor responsabilidad, una
abundancia de energía disponible y una búsqueda de nuevas oportunidades.

Cuando hablamos del adolescente marginal desde el punto de vista psicosocial, nos referimos al individuo, pero enfocando a éste de acuerdo al modelo
conceptual de la Psicología Social “como totalidad en las situaciones concretas y en los vínculos interpersonales”, al individuo en situación.

Este adolescente comprometido en hechos antisociales presenta un tipo de desorganización de la personalidad de un carácter especial que lo hacen
inubicable dentro de los cuadros de nosología clásica. Difiere de lo normal en un tipo de perturbación que me atreveré a calificar como una distinta
entidad nosológica debido a la circunstancia, recurrencia y originalidad de sus características especificas. Una definición operacional de las mismas seria la
siguiente:

• Compulsividad a la acción (es lo que predomina, el sujeto se siente compelido hacia la actuación directa, actúa a través de lo antisocial
permanentemente sus conflictos, lo cual indica un yo débil, pobremente integrado, incapaz de la organización del mundo, tolerar y manejar los impulsos).

• Intolerancia a la tensión y frustración (Necesidades son fuertes, exigentes, masivas e impostergables, invadiendo al Sujeto en una permanente
urgencia en la que todo debe ser resuelto en el acto).

• Visión tergiversada de la realidad (se vive en relación a lo que se necesita)

• Noción del tiempo como presente absoluto (no hay pasado ni futuro como referencia)

• Falla en el proceso de simbolización (carencia de instancias mediatizadoras, pensamiento a nivel concreto en el que la acción sustituye a la
reflexión)

• Manejo del mundo como objeto (trastornos en las relaciones interpersonales primarias, la perturbación en los vínculos).

Los motivos de ingreso al Sistema de Protección podrían ser:

• Amparo: todo tipo de causales que no impliquen la incursión de hechos delictivos. Ej. abandono de menores
• Vagancia: conducta errática de menores, constituyéndose no en un delito sino en una infracción. Ej. mendicidad, oficios callejeros

• Robo: abarca robo y hurto simple, en banda, con uso de armas, etc.

• Otros delitos: toda clase de hechos ilícitos. Ej. lesiones, homicidios, violaciones

Las diferencias del joven marginal según la extracción social a la que pertenezca, son exclusivamente de forma y no de fondo. Las características
psicosociales y sociodinámicas son similares para todas las clases sociales.

Al hablar de determinantes de la personalidad delincuencial estamos mencionando una configuración de diversos factores que de acuerdo a como se han
relacionado unos con otros nos darán el cuadro de la adolescencia marginal. Las características del vínculo perturbado en las figuras parentales será similar
aunque su forma de presentación diferente. Una madre abandónica, desinteresada de sus hijos, que mantiene una unión narcisísitica. Un padre hostil que
castiga a sus hijos, que se embriaga, que abandona el hogar o pasa la mayor parte del día fuera de este.

La adolescencia es un proceso conflictivo, pero no anormal, sino normativo. El atravesarlo con éxito dependerá de la capacidad del individuo para volverse
una “personalidad operativa”. Si lo que trae como bagaje de su vida infantil ha sido negativo, será mucho más difícil su tránsito y si al mismo tiempo falla la
mutua regulación, si el joven rechaza o no puede ser capaz de responder a aquello que de él se espera, la sociedad lo reprobara de inmediato. La
resolución del conflicto adolescente va a estar influido en gran medida por lo resuelto en las fases anteriores. La adolescencia marca de por si un proceso,
en nuestro mundo, altamente conflictuado, se da un replanteo total de todo lo vivido anteriormente. Es la crisis por autonomasia, porque aquí el joven
tiene que enfrentarse con el medio en términos reales, y tiene que elegir su propio camino futuro.

Un mayor monto de éxitos llevará a un desarrollo total normal. Mayor cantidad de fracasos, llevará a adolescencia perturbada, base de posiciones
estructuradas patológicas. Fallas en el proceso de desarrollo evolutivo de un individuo consistirán los factores básicos, que unidos a otros específicos
encauzan la perturbación hacia la patología marginal. Las identificaciones infantiles, útiles para la infancia, son descartadas en su composición ulterior, y
recompuestos en nuevas identificaciones en una nueva combinación para obtener la propia identidad.

¿Qué pasa con nuestro adolescente marginal en su desarrollo psicosocial? Lo primero que encontramos es que sus historias infantiles son regularmente
muy traumáticas. Abandonos y rechazos, graves carencias y negligencias, castigos frecuentes y privaciones reales. Muchas veces vivieron en instituciones.
No se les ha proporcionado en general oportunidad para adquirir y desarrollar un código consistente y cohesivo de normas éticas y de valor.

Se produce un molde de desconfianza básica que se transforma en el modelo de subsecuentes relaciones emocionales perturbadas. Debido al poco
revestimiento libidinoso de sus pobremente desarrolladas relaciones objétales, los suministros narcisísticos no han sido obtenidos de la realidad externa,
sino de estos tempranos sentimientos omnipotentes narcisísticos de los cuales ellos derivan su autoestima. El perturbado proceso de identificación como
la fijación narcisista temprana condicionan un desarrollo psicosexual muy defectuoso y débil. La capacidad para establecer identificaciones maduras está
negada. No hay acceso a la posición edípica.

¿Cómo podría asociarse esto con otros factores y generar una conducta delictiva? Este molde de desconfianza básica puede verse incrementado a través
de un “quantum” de carencias y hostilidades de todo aquello que rodea al niño: medio ambiente precario, insuficiencia de vivienda y medios sanitarios
adecuados, dificultades económicas, promiscuidad sexual, ignorancia, falta de educación, etc. Si lo aprendido es la acción y la postergación no tiene
validez, pues después no se recibe nada, es más fácil llegar a robar, a sacar cosas que se viven como necesarias y que se sabe que nunca serán otorgadas.
Como el chico está solo, lo cual sucede casi todo el tiempo por el abandono, está mucho más expuesto a determinados grupos de pares, marginales, que
también están solos y se manejan a su propio arbitrio, sin ningún tipo de control, ni de continente, ni de reglas, y que permite la canalización de impulsos
hostiles.

¿Cómo encara la sociedad, a través de sus instituciones específicas el tratamiento de los jóvenes comprometidos en la criminalidad?

Si dijimos que de la falta en la mutua regulación se va creando un vínculo perturbado, entonces a lo que debe tender fundamentalmente todo tratamiento
de estos adolescentes seria a la modificación del vinculo, creando básicamente una nueva relación válida para su desarrollo exitoso y que provea una
respuesta correcta a sus necesidad, llevándolo a la instauración de un Yo capaz, operativo, discriminador y regulador de la experiencia. Cuando la agresión,
la violencia, el permanente lenguaje de acción es lo más real, al enfrentarse más tarde, con tan pobre yo controlador, con ciertos factores económicos
sociales "oportunos", en cierta época de su vida, surge la conducta delictiva. Si lo aprendido es la acción y la postergación no tiene validez, pues después
no se recibe nada, es más fácil llegar a robar, a sacar cosas que se viven como necesarias y que se sabe que nunca serán otorgadas.

No puede decirse que existan familias típicas cuyas modalidades puedan generar conductas delictivas. Tampoco que el fenómeno “delincuencia juvenil”
tenga una constelación familiar específica. Sino que se habla de una serie de características familiares que se dan frecuentemente y reiteradamente en los
hogares que han generado chicos con conductas de manifestación antisocial, y que también han podido generar chicos que no las poseen. Se trata de
familias perturbadas en sus relaciones afectivas, con presencia más constante de la madre que del padre. El vínculo materno es lábil, dependiente, poco
estructurado e inconsistente. Las características de la madre son fundamentalmente narcisísiticas, lo que implica un vínculo de gran dependencia del niño
hacia ella. El vínculo con el hijo es muy lábil, dependiente, poco estructurado e inconciente. No puede establecer una buena relación de pareja. No hay
asunción del rol paterno, sino que hay indiferencia u hostilidad. Además, la familia es rígida y sin matices, alternando conductas permisivas y restrictivas. El
adolescente marginal tiene una visión muy idealizada de su madre, la vive como alguien perfecta. La idealización se produce precisamente porque la
agresión es tan grande, debido al abandono, a la indiferencia, a la falta de afecto, que genera una gran culpa.

Si el primer vínculo de este adolescente fue una institución, también es un primer vínculo falente, carenciado y abandónico.Una institución por más
perfecta que sea, es totalmente opuesta al medio natural de desarrollo del individuo. No puede brindar una relación personal y exclusiva con la persona
que está creciendo. Se necesita del vínculo primario madre-padre para el desarrollo exitoso del niño. También puede haber situaciones que, aunque el
traslado sea de todo el grupo familiar, el hecho del cambio de medio puede atraer aparejado la ruptura de la confianza básica.

Para los adolescentes marginales el grupo de pares reviste connotaciones significativas, ya que, al fallar otras asociaciones pasan en él la mayor parte del
tiempo. El grupo de pares del adolescente marginal está constituido por un variable número de jóvenes cambiantes en cada momento. Está ausente el
factor afectivo. Se ve la necesidad del otro para ser utilizado. El adolescente marginal repite en sus grupos de pares la misma estructura familiar, en el
sentido de la movilidad, la inestabilidad de sus miembros, la carencia de vínculos afectivos duraderos, la utilización del otro como objeto. El grupo es
homogéneo porque sus miembros reúnen las mismas condiciones del ámbito psicosocial y sociodinámico. La unidad se da a través del acto antisocial no
planificado ni elaborado, como una nueva característica. El grupo de los adolescentes marginales, a diferencia de los grupos juveniles normales, no es
capaz de unirse con otro propósito que no sea el de cometer un hecho delictivo. Este propósito está permanentemente en el grupo, a menudo no existe
una planificación previa, elaborada del delito, sino que éste "aparece" y se impone ante el grupo.

El grupo de pares representa la posibilidad de canalizar todas las pulsiones agresivas, el grupo resulta ser el depositario que le permitiría llevar a cabo
conductas con una finalidad vindicatoria. Pero también, en este grupo de pares, el adolescente busca un contrincante, un lugar donde sentirse seguro,
fuerte, un lugar donde encontrar su identidad. Pero este grupo de pares se termina convirtiendo en un nuevo factor patologizante que reforzará sus
aspectos más enfermos, ya que sus miembros son iguales a él y a su familia, respecto de las mismas carencias.

Su incapacidad de espera y la urgencia por satisfacer sus necesidades hacen que no puedan permanecer por mucho tiempo en un mismo trabajo. Prefieren
el trabajo tipo “changas”, de pago inmediato. No se observa una elección de tareas por interés, gusto o vocación, sino que obedecen más a la oportunidad.
Presentan problemas con la autoridad laboral, ya que cualquier indicación para realizar una tarea es vivida como persecutoria. El empleador se convierte
el alguien hostil y justifica que sea atacado, robado, castigado o estafado. Presentan un área laboral deficiente por falta de interés, carencia de hábitos de
trabajo e imposibilidad de aceptar la autoridad.

En general se considera a la adolescencia marginal como una forma de conducta desviada, conceptualizándose a ésta como lo que viola las expectativas
institucionalizadas. La adolescencia marginal surge como consecuencia de presiones sociales de distinto tipo, que el joven es producto de tensiones,
carencias, angustias, frustraciones a las cuales permanentemente se ha encontrado expuesto y ante las cuales ha respondido con desajustes. La
adolescencia marginal constituiría así un emergente de trastornos en la sociedad y la forma que asuma indicaría la modalidad de sus trastornos, “no un
fenómeno aislado sino que refleja la estructura total de una comunidad”, siendo como es, parte de ella.

Uno se los sistemas más utilizados con nuestros adolescentes marginales es el sistema de la Libertad Vigilada, que se ejerce a través de delegados
tutelares, quienes se encargarían de orientar al joven respecto de cualquier área de la vida cotidiana. El delegado tutelar deberá informar al juez de
menores sobre la evolución del joven en el medio y evaluará la conveniencia o no de continuar con este tipo de tratamiento o si deber ser reemplazado
por otro.

¿Cómo encara la sociedad, a través de sus instituciones específicas el tratamiento de los jóvenes comprometidos en la criminalidad?

Si dijimos que de la falta en la mutua regulación se va creando un vínculo perturbado, entonces a lo que debe tender fundamentalmente todo tratamiento
de estos adolescentes seria a la modificación del vínculo, creando básicamente una nueva relación valente para su desarrollo exitosa, dando una respuesta
correcta a sus necesidad, llevándolo a la instauración de un Yo capaz, operativo, discriminador y regulador de la experiencia. Este tratamiento se irá
desarrollando en base a la prevención primaria, secundaria y terciaria (rehabilitación).

• Prevención primaria: una serie de acciones que se van a desarrollar en la población en riesgo que tiene mayores posibilidades de enfermar.

• Prevención secundaria: acciones que se van a ejercer cuando ya ha aparecido el trastorno, para que éste no se intensifique y se haga retroceder
la enfermedad.

• Prevención terciaria: acciones que actúan una vez instaurado el trastorno, o sea una vez que éste ya está definido. Estarían dirigidas a restaurar
al individuo de la enfermedad que padece, a rehabilitarlo. Al mismo tiempo esta rehabilitación tendería a prevenir las secuelas del trastorno, con lo cual ya
se constituiría en una prevención primaria.

Si la institución es consciente de su rol será capaz de proveer los medios adecuados para el desarrollo exitoso, es decir, será capaz de dar una respuesta
efectiva a los reclamos y necesidades del joven, obrará como la buena madre decodificando los mensajes del adolescente y devolviéndole un todo
coherente y organizado. Para que el tratamiento institucional sea efectivo, tiene que ser integral y abarcar todas las áreas de relación posible. Deberá
contemplar los aspectos educativos, laborales, socializantes, afectivos, la problemática profunda.
La psicoterapia debe tender a instaurar (o a corregir los defectos) del Yo para que resulte operativo, capaz de realización del mundo realístico. El
tratamiento es un proceso de paulatinos cambios, que únicamente puede lograrse a través de una estrategia y procedimientos adecuados. Podemos
dividirlos en cuatro etapas:

1. Resistencia: el paciente no tiene conciencia de enfermedad. Esta etapa tiene como objetivo el control de la actuación y que el terapeuta se
constituya para el paciente en alguien próximo y confiable que le brinde permanente seguridad. El paciente resiste los esfuerzos del terapeuta y la
comunicación se da a nivel de las acciones, no de las palabras. Lo pone a prueba constantemente con el rechazo o la indiferencia.

2. Acercamiento masivo: (etapa simbiótica). Aflora la avidez y la necesidad de contacto masivo por carencias masivas. Afloran comportamientos
regresivos que deben ser permitidos (necesidad de contactos, caricias, cercanías), la meta en esta etapa es que el paciente se sienta gratificado y querido.
Comienza la sensación de un mundo “bueno”, relaciones significativas, y comienza la autoestima.

3. Elaboración: Principio de la individualización. Aparece la depresión, el paciente comienza a controlar su conducta, se reduce la actuación, y es
progresivamente capaz de conciencia de la relación entre sus sentimientos y comportamiento. Tiende a la verbalización de sus conflictos. Comienza una
verdadera relación terapéutica.

4. Elaboración de la problemática de fondo: Tratamiento psicoterapéutico verbal tradicional. En esta etapa hay que trabajar sobre la separación del
adolescente del internado y su reinserción al medio. Es conveniente unirla con la terapia familiar conjunta. Debe ser completada con psicoterapia
posterior en el medio.

El objetivo del tratamiento psicoterapéutico constituye tender a reconstruir las estructuras deficitarias. Dentro de este tratamiento, la actuación del
psicólogo tiene características propias, teniendo que ejercer un rol múltiple. Por un lado, como se trata de chicos que no han accedido adecuadamente a la
simbolización y que han remplazado siempre el pensamiento por la acción, se tiene que tender, como objetivo terapéutico, a llevar al sujeto de la acción a
la reflexión. Si bien eso es la resultante del trabajo de todas las áreas, específicamente en el tratamiento psicológico estará centrado el enseñarle a pensar.

Como no existe un yo constituido sólidamente, el terapeuta “prestará” el Yo que no tiene el adolescente, constituyéndose en una suerte de Yo sustituto, el
modelo a través del cual el chico podrá ir incorporando identificaciones, modalidades, normas, comportamientos adaptados. El terapeuta irá jugando una
cantidad de roles necesarios para su paciente: será la mamá, el papá, la autoridad, la guía, el amigo.l terapeuta irá jugando una cantidad de roles
necesarios para su paciente.

El mejoramiento se comprueba cuando el adolescente es capaz de ver al terapeuta como alguien distinto y personal. Es el momento en que él ha puesto
en funcionamiento sus propias posibilidades de coordinación, de organización y de relación con el mundo, es decir cuando aparece un Yo operativo.

Entre la Psicología y el Derecho. Cruzamientos Discursivos

La Problemática Minoril

Si realmente queremos hablar del tema de la minoridad, tenemos que tomar un espacio amplio, toda la dinámica de la estructura social, especialmente si
los menores que nos ocupan están internados en instituciones cerradas que fueron creadas para reinsertar al menor en la sociedad.

Ahora bien, podríamos decir que los términos reinserción social o socialización están mal empleados, pues esto supone que en algún momento estuvieron
dentro de la sociedad. ¿Cómo reinsertar algo que nunca estuvo realmente inserto? Si bien las instituciones se crearon con este fin, en la realidad la
propuesta es utópica, ya que persiguen precisamente lo contrario, que nada se modifique, para que el resto de la sociedad pueda continuar manteniendo
ciertos valores éticos y morales a costa de la institucionalización rígida estigmatizante y de maltrato hacia todos aquellos que la sociedad separó de su seno
en forma forzada.

Cuando la sociedad trata de silenciar la culpa que esto genera, aparecen acciones vindicatorias, que lo único que logran es aumentar la estigmatización a la
que someten a sus víctimas: los menores.

El tema del estigma social se asocia a otro termino: la marginación. Estigma se asocia a marcar, la marginación. Pero ¿qué es la marginación? ¿Existe sólo
un tipo de marginación? La marginación se divide en tres etapas perfectamente diferenciadas:

1. La primera parte no pasa por la transgresión sino por lo social, ya que si continuamos pensando que todos los individuos tienen las mismas
posibilidades de desarrollo en una estructura social es solo una manifestación de deseos ya que hay una porción que no tiene movilidad para cambiar de
estrato, y por ende el acceso a los conocimientos va a estar relativizado por sus posibilidades económicas. De esta forma, la sociedad comienza a señalar a
los que tienen la “función social” de aportar la mano de obra no especializada.

2. Una vez cumplida esta primera etapa, el sujeto que se encuentra inmerso en ella comienza, por una parte, a ser estimulado para el consumo. Por
la otra, la sociedad quiere que desempeñe el rol de marginado que le impuso. Así comienza a cometer distintos tipos de transgresiones, hasta que es
detenido para ser “re-educado”. Es aquí donde el cuerpo social pone en funcionamiento el segundo tramo de la imaginación, y el más importante, ya que
así comienza el “estigma”.
El acto instituyente, que es siempre un acto colectivo, se transforma en profiláctico; lo malo y pernicioso está siempre encarnado en el interno, sus
conductas, sean las que fueren, están siempre equivocadas, y la posibilidad de enmendar los errores está siempre coartada por la violencia que, si bien no
es física, apunta a que el interno comience a hacerse cargo de su identidad de marginal. Así los muros que sirven de contención están revestidos de una
característica muy particular, ya que, por un lado, cuidan a la sociedad de la maldad de esos “inadaptados”, y por el otro, sirven para que la sociedad se
proyecte y deposite tras ellos la angustia que le provoca una realidad implacable.

3. Cuando el interno egresa del instituto, comienza la tercera etapa de la marginación, ya que lo único que le queda es reincidir, pues ya tuvo el
sello de delincuente, por lo tanto su acceso al trabajo está imposibilitado por sus antecedentes. De esta forma, su lugar en la sociedad es sólo uno: el de
marginado. Así se cierra un circuito de retroalimentación que le permite a la sociedad a través de pares antitéticos esgrimirse como buena, moral y
respetuosa del marco legal en el cual se desenvuelve, y creer que el que no se integra es porque “no quiere” o porque es “diferente”.

La reeducacion debe apuntar a las causas de fondo, permitiendo visualizar esa parte que se quiere ocultar. Es importante que la función de los que están a
cargo de la custodia no comience y finalice con la vigilancia. Basaglia plantea que aceptamos una complicidad reciproca o comenzamos una reciproca
responsabilización. El sistema de los institutos se reduce al aislamiento del menor separándolo de sus afectos, familia y grupo de referencia y pertenencia,
logrando que el niño salga potenciando sus comportamientos y su resentimiento.

Adaptación-inadaptación. Una problemática social

• Aspecto jurídico: La justicia, en materia de menores, está en una profunda duda. Por un lado, desde la letra de la ley, tiene que proteger al menor
ante todo, y, por el otro lado, el planteamiento jurídico no estudia el análisis de la conducta, sino la peligrosidad que dicha conducta tiene para la sociedad.
Esta fractura en que está inmersa la problemática de la minoridad no encuentra salida, ya que la intervención de la justicia de menores se realiza una vez
que el sistema policial la puso en marcha, y no antes, es decir, no interviene cuando el niño está en peligro (política preventiva), sino cuando es un peligro
(política de defensa social).

Con la ley de derechos del niño se ha modificado la letra pero el espíritu sancionador continuó imperturbable. Es así que la intervención de la ley
estigmatiza al menor. Así, aquel niño que comenzó siendo una víctima de condiciones sociales determinadas por circunstancias estructurales de la misma
sociedad, ya sea por lo económico, educativo o problemas de subalimentación, termina siendo el victimario. Por ello la justicia de menores avanza con
paso dubitativo, porque no se define si ha de ser socializadora, rehabilitadora o protectora de quien entiende. Por eso “cabecea” de la línea paternalista y
tutelar a la garantista de los derechos que la Constitución desarrolla.

• Aspectos sociológicos: para la sociología el comportamiento desviado surge por los factores etiológicos las disposiciones individuales y las
presiones del medio.

• Aspectos Psicológicos: se pasa de la pena castigo a la pena tratamiento y el problema se centra en el sujeto. Rasgos característicos de la
personalidad antisocial: conductas de acción, escasa tolerancia a la frustración, visión distorsionada de la realidad, noción del tiempo como presente
absoluto, imposibilidad de acceder a la abstracción, utilización del propio cuerpo y de los otros como objetos. Hay que tener en cuenta la posibilidad de
existencia de sentimiento de culpa inconciente y que el hecho trasgresor sea una manifestación de la misma.

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¿Delincuencia Juvenil? Tratamiento de Menores en Conflicto con la Ley Penal

Existen metas o fines socialmente aceptadas, valoradas. El apartarse de esto pone al actor en un lugar marginal, lo cual conduce al encierro (privación de la
libertad) como castigo para apartarlo de la sociedad. De manera paralela se produce la amenaza social, es decir que la sociedad ve el castigo que les
corresponderá si actúan en contra de las normas establecidas. Lugo comienza el proceso de rehabilitación social, que nunca es bien comprendido.

Todo este proceso es aprobado por la sociedad, aceptando la “venganza social” para quien merezca el castigo.

Todas las sociedades tienen sistemas de castigos, instituciones carcelarias y se reafirma la rehabilitación aunque a veces se ponga en duda. Pero dentro de
esto, existe un desconcierto al momento de juzgar a un niño o a un adolescente cuando cometen conductas asóciales. Más allá de que el daño que
provocan muchas veces es igual o mayor al que produciría un adulto, la sociedad se muestra más permisiva y tolerante a darle “una nueva oportunidad”
relevándolo del castigo y pasando directamente a la rehabilitación. Aquí vemos la primera contradicción, ya que si esto último seria efectivo para los
menores por qué no habría de serlo para los adultos. La sociedad mostraría disconformidad si se tomara a los adultos como víctimas y si el estado los
protegiera y les diera los suministros de los que carece. Sin embargo es esto lo que el Estado hace con los jóvenes que cometen un acto que califica como
delito.

Sería conveniente lograr la transferencia del conflicto a la ciencia que pueda modificar el problema, esto sería importante para el manejo terapéutico y el
resultado final. Pero esto causaría un enfrentamiento entre el derecho y la ciencia. Pese a que muchos psicólogos se encuentran insertos en el sistema
jurídico, su discurso aparece influenciado por el discurso jurídico. A partir de esto el autor recomienda que sería interesante alejarse del discurso jurídico,
detectando la problemática a partir de la alarma social pero enfocando la problemática en los aspectos psicológicos. No se debería condicionar al joven a
la normativa jurídica preexistente sino que estos mismos tendrían que acompañar los objetivos de modificación de la conducta. Muchas veces aparecieron
resistencias por la delegación de estas cuestiones sosteniéndose en los defensores de los derechos de la libertad de las personas.

Sin embargo esto no es así. El problema debería ser asumido por las ciencias sociales, haciendo hincapié en las características psicosociales y socio
dinámicas del sujeto. Debemos tratar las causas y no los síntomas. Por ello hay que poner el acento en las características psicosociales y sociodinaicas del
sujeto y no solo en la manifestación conductual que sería la “señal de alarma”.

Compulsión a la acción: es el pasaje del impulso a la acción sin que intervenga el pensamiento. Impulso incontrolable, que lleva a situaciones de riesgo
individuales o sociales. La necesidad de hacerlo no se puede expresar verbalmente. Con esto vemos la poca tolerancia a la frustración de los jóvenes que
creen que todo debe ser en el aquí y ahora. El presente entonces es entonces la transición entre el pasado y el futuro. Entonces cuando el joven no puede
encontrar en el pasado vivencias valiosas que le den sentido, o no puede proyectar en un futuro sus esperanzas, solo le queda el presente para vivirlo de
forma constante. De este modo aparece también la cosificación del mundo, utilizando a los otros y al propio cuerpo como objetos. Todo su entorno sirve
para la satisfacción de su necesidad. Lo que sucede aquí es que el sujeto queda anclado al pensamiento concreto y no pasa al pensamiento abstracto, se
produce una detención del proceso evolutivo del pensamiento. La incapacidad de acceder “adecuadamente” al plano simbólico y la escasa tolerancia a la
frustración, en el área de la escolaridad sistemática, se revelan en los primeros años de aprendizaje. Es por ello que las deserciones son frecuentes.

El niño es escasamente estimulado por su familia, en la escuela no aprende, se convierte en constante repetidor y por último abandona la escolaridad. Su
escasa tolerancia a las frustraciones, su desinterés por el aprendizaje, los incipientes problemas de conducta provocados por su compulsividad a la acción,
inciden en el abandono escolar. En general son estos chicos los que tienen problemas con el aprendizaje y son muchas veces expulsados y buscan refugio
en su grupo de pares.

Como ya se dijo la relación con la madre es fundamental, pero además, desde antes de su nacimiento, es un sujeto no deseado, más allá de su nivel social
y económico, ya que estos jóvenes no provienen solamente de hogares carenciados. Son madres que viven el embarazo como un estorbo y el padre
aparece solo como compañero de la madre sin valor. La madre lo sostiene (por ello no muere) pero no muestra afectividad. Al ir creciendo se integran
otros actores significativos en la vida del joven, pero él solo busca unirse a otros en situaciones de uso, el compromiso afectivo emocional no aparece. El
grupo de pares al que pertenece lo usa para satisfacer sus propios fines, y donde encuentra el mismo tipo de carencia. El grupo, al igual que los padres, no
puede representar la contención afectiva necesaria. Aparece la falta como carencia estructurarte del fenómeno.

Esto aparece en el medio como agresión. Y ante ella el entorno se defiende recurriendo al aparato jurídico-penal. Pero el agresor por ser un joven se le
aplica una tolerancia, con intervención del trabajo terapéutico. Pero como existe una “peligrosidad social” a su vez se los interna en establecimientos
adecuados para la contención del sujeto. En forma paralela se les brinda el tratamiento para reconstruir las estructuras deficitarias. Donde el analista
obrara como auxiliar del sujeto, guiándolo y enseñándole las referencias positivas sociales y devolviendo los mensajes de ayuda que demanda. Existen
etapas que debe atravesar satisfactoriamente el joven para egresar del instituto:

1. Suele durar entre 8 meses y 1 año, siempre que la atención sea buena y se logre establecer un buen rapport.

2. De separación masiva: dura aproximadamente 8 meses. En esta el sujeto debe mostrar independencia y toma de decisiones, en principio
mínimas para luego ir progresando y ganando confianza en sí mismo, incorporando el yo externo a su estructura.

3. Luego de esto el sujeto podría egresar hacia un entorno protegido, con referentes que continúen apoyándolo

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