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INTRODUCCIÓN

Los contratos de garantía son un mecanismo jurídico para proteger o asegurar el


compromiso de que una determinada obligación será cumplida en tiempo y forma.
Esas garantías pueden consistir en obtener la ventaja de que responda de la
obligación no solo el deudor, sino también otras personas. Una garantía es
mediante el cual se pretende dotar de una mayor seguridad cumplimiento de una
obligación o pago de una deuda. Las principales modalidades son la fianza, la
hipoteca y la prenda, su objeto es una prestación accesoria que sólo deviene
exigible en caso de que no se cumpla la prestación del contrato principal. El
contrato de fianza consiste por el que una persona, llamada fiadora, distinta del
deudor y del acreedor en una determinada obligación, se obliga con este último a
pagar dicha obligación en caso de que el primero no lo haga, El comercio fue gran
impulsor de estas garantías, ya que el hombre veía la necesidad de protegerse
contra el incumplimiento de ciertas obligaciones derivadas de las transacciones
comerciales. Era necesario que una persona respondiera ante el acreedor en caso
de que el fiado no lo hiciera. La garantía personal es la forma más antigua de
crédito, siendo conocida por tanto, desde tiempos remotos.
En cuanto a la hipoteca, es uno de los derechos reales más claramente definidos y
que reúnen una serie de características que hacen de la misma un tipo orientador
de los derechos reales de garantía, siendo por ende ésta su naturaleza jurídica.
Se hace un gravamen sobre los bienes hipotecados tanto si son del deudor como
si no lo son o dejan de serlo, la hipoteca constituye una desmembración del
derecho de propiedad, también es un derecho de publicidad porque la existencia
de este gravamen se hace del conocimiento de terceros, mediante la inscripción
de la misma en el Registro de la Propiedad, con el objeto de proteger los intereses
de terceros que podrían salir afectados por el desconocimiento del gravamen. Y
por último se tiene a la garantía mobiliaria es el derecho real de garantía
constituida por el deudor a favor del acreedor garantizado, para garantizar el
cumplimiento de una o varias obligaciones del deudor principal o de un tercero.
Consiste en la preferencia que le otorga al acreedor garantizado para la posesión
y ejecución de los bienes muebles dados en garantía. En nuestra legislación,
guatemalteca, la garantía mobiliaria se regula en la Ley de Garantías Mobiliarias
Decreto 51-2007 que regula el concepto genético y unitario de garantías
mobiliarias, todas las garantías sobre bienes muebles que eran reguladas en
forma dispersa por la legislación guatemalteca. En consecuencia, el termino
garantía mobiliaria comprende todas las garantías sobre bienes muebles, es decir
la garantía real de prenda. “El Registro de Garantías Mobiliarias en Guatemala,
está definido por ley, como una dependencia del Ministerio de Economía que tiene
por objeto la inscripción de la constitución, modificación, prórroga, extinción y
ejecución de garantías mobiliarias.
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Son Contratos accesorios, es decir dependen de un contrato principal para poder
existir, sin eso no pueden nacer a la vida jurídica.

1. LOS CONTRATOS DE GARANTÍA


1.1. Definición: Los contratos de garantía son aquellos contratos accesorios
que se suscriben para asegurar el cumplimiento de un contrato principal.
Así, sólo serán exigibles cuando no se cumpla la prestación principal.
Las principales modalidades son la fianza, la hipoteca y la prenda. Los
contratos de garantía pertenecen a la especie de los contratos que se
suscriben con la finalidad de asegurar el cumplimiento de otro contrato
principal. Su objeto es una prestación accesoria que sólo deviene
exigible en caso de que no se cumpla la prestación del contrato
principal. Ello requiere que la prestación principal sea posible, lícita y
determinada o determinable. Si no es así, el contrato de garantía será
nulo y, por tanto, inexigible. Los contratos de garantía son, pues,
accesorios y subsidiarios. Lo primero porque sólo son exigibles en caso
de que no se cumpla la prestación del contrato principal y no puede
concebirse sin la existencia del contrato principal. Lo segundo, esto es,
la subsidiariedad, significa que el obligado en el contrato de garantía
sólo lo hace en caso de que el deudor del contrato principal no cumpla
su obligación.

1.2. La garantía en general: En nuestro entorno social, vemos con


frecuencia que las obligaciones no se cumplen, y para impedir el
incumplimiento de las obligaciones surgió la idea de garantía, por lo que
debe ser, por consentimiento particular, mediante los contratos de
garantía que se prevenga el riesgo de insolvencia o incumplimiento del
deudor. La garantía se divide en: Garantía real y garantía persona.

1.3. Garantía personal: Fue creada a modo de intercesión de un tercero


que se obliga a cumplir la obligación principal en el modo y tiempo
establecidos. La forma típica de garantía personal es la fianza.

1.4. Garantía real: Dentro de ésta, se presentan la hipoteca y la prenda;


garantías que tienden a proteger y conservar los derechos del acreedor,
creadas debido a la necesidad de evitar que el deudor pueda enajenar,

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gravar y eludir su patrimonio o acrecentar su pasivo por medios
fraudulentos.

1.5. Regulación legal: La prenda y la hipoteca se encuentran reguladas en


nuestro ordenamiento civil en los Artículos del 822 al 916 del Código
Civil guatemalteco, no propiamente como un contrato específico, sino
como derechos reales de garantía, y la fianza en los Artículos del 2100
al 2120 del mismo cuerpo legal.

2. EL CONTRATO DE FIANZA:
2.1. Historia: La fianza fue empleada desde tiempos muy antiguos y
procede de la misma condición del hombre, que incapaz de bastarse por
sí mismo, precisa de la intervención de los demás. La sociabilidad del
hombre es natural y una de las formas de ayuda es facilitarle la relación
social con el objeto que sea conocido y, ayudado por otros con quien le
unen vínculos que a él no le ligan, es dar una especie de dar garantía.
La forma más usual o corriente de fianza primitiva debió ser el rehén,
por el cual se sustituía un prisionero por otro o por varios, para
responder de la libertad transitoria de éste o aun la definitiva, lo que se
perfeccionó más adelante a influjo del cristianismo, con los rescates
personales.

El comercio fue gran impulsor de estas garantías, ya que el hombre veía


la necesidad de protegerse contra el incumplimiento de ciertas
obligaciones derivadas de las transacciones comerciales. Era necesario
que una persona respondiera ante el acreedor en caso de que el fiado
no lo hiciera. La garantía personal es la forma más antigua de crédito,
siendo conocida por tanto, desde tiempos remotos. Como expresa la
licenciada Hilda Rodríguez, “Algunos tratadistas aseguran que el origen
de la fianza se remonta a las antiguas instituciones de Grecia, y se
perfeccionó en Roma, en donde se conocieron los contratos de garantía
y entre ellos los personales. La sponsio y fideipromessio eran las dos
formas sintetizadas de los fidejussores, La importancia de los beneficios
de excusión y de división nos mueve a indicar en el Derecho Romano el
origen del primero de los nombrados, concedido por Justiniano con el
nombre de Beneficiun Excusionis y el segundo, concedido por Adriano
con el nombre de Beneficium Divisionis. El contrato de fianza
desempeñó un papel preponderante en el Derecho Romano, como

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medio de garantizar deudas ajenas con el propio crédito, en una época
en que como afirman Colín y Capitantlas tradiciones de la antigua
solidaridad de la familia y de las “Gens”, no se habían perdido todavía.

Tres formas sucesivas adoptó la fianza: la “Sponsio”, la “Fideipromesio”


y la “Fidejussio”. El primitivo fiador escribe sohm es un rehén: queda
obligado con su cuerpo, en garantía del deudor. En principio los fiadores
responden de la totalidad de la deuda “In solidum”, hasta que Justiniano
y Adriano les conceden los beneficios de excusión y de división.”
“Posteriormente Justiniano exigió para la validez de las mismas, aparte
de otros requisitos, la escritura pública suscrita por tres testigos, sin lo
cual era nula “ipso jure”. En lo que se refiere al derecho español, la
capacidad para ser fiador se encontraba también sumamente
restringida, tanto es así que de conformidad con las partidas, no podían
ser fiadores las siguientes personas: militares, caballeros de mesadas,
obispos, clérigos regulares, recaudadores de impuestos y siervos,
finalmente los labradores, quienes solamente podrían ser fiadores de
otros labradores o de la Hacienda Pública.

Todas estas prohibiciones y de conformidad con la evolución que ocupa


nuestro estudio, han sido eliminadas por nuestro Código Civil vigente.
Sin embargo, en la Ley del Organismo Judicial Decreto 2-89 del
Congreso de la República de Guatemala, en su Artículo 70 inciso “d”
encontramos una prohibición especial, que afecta a los jueces y
Magistrados quienes no pueden ser fiadores, salvo cuando se refiera a
obligaciones asumidas por sus parientes. Es hasta el año 1840, cuando
se considera el nacimiento de las instituciones de fianza, porque en ese
año se organizó en Inglaterra la primera institución de este tipo a la cual
se le denominó “The Guarantee Society” (la garantía social), siendo este
un negocio organizado con el propósito de asumir riesgos para obtener
un provecho pecuniario y sobre una base impersonal, mediante formas
contractuales uniformes, redactadas por el propio fiador con el fin de
proteger sus intereses.

2.2. Definición: La fianza se deriva del latín fio, as, are, cuyo significado se
traduce claramente en “fiar”. Podemos afirmar categóricamente que es
imposible tratar de unificar las acepciones de la fianza, sin embargo la
más frecuente es la que a continuación se describe. “Aquel contrato por

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cuya virtud una persona denominada fiador, se obliga frente al acreedor
de una determinada obligación, a garantizar el cumplimiento de la
misma, para el caso de que éste no se reintegre del deudor principal”.
Aunque podemos mencionar también las siguientes:

“Es el contrato por el que una persona, llamada fiadora, distinta del
deudor y del acreedor en una determinada obligación, se obliga con este
último a pagar dicha obligación en caso de que el primero no lo haga”.
“Es un contrato por virtud del cual un tercero, llamado fiador, promete a
un acreedor pagarle su deuda si el deudor no ejecuta su obligación”.

La Real Academia Española define la fianza como: “Obligación que uno


adquiere de hacer algo a lo que otro se ha obligado en caso de que este
no lo haga”. La fianza es una subespecie de los contratos de garantía.
De conformidad con lo regulado en nuestro ordenamiento civil,
específicamente en el Artículo 2100, por el contrato de fianza una
persona se compromete a responder por las obligaciones de otra. Es
aquel contrato que se celebra entre un acreedor preexistente y un
tercero completamente ajeno a la relación establecida con anterioridad
entre el acreedor y el deudor, tanto así que este último no es parte de la
relación contractual, la cual ha sido celebrada entre el titular del derecho
(acreedor) y una tercera persona, que es la que se compromete, que se
obliga a pagarle en caso de incumplimiento del deudor.

2.3. Naturaleza: Civilistas, mercantilistas y procesalistas están conformes en


caracterizar la fianza como garantía pecuniaria o patrimonial, ante el
caso de incumplimiento o insolvencia de un deudor o ante la
transgresión, con consecuencias penales, de una actitud de acción u
omisión preestablecida. La fianza se funda en dos nobles actitudes
humanas: una se patentiza en la solidaridad efectiva, no entendida con
el rigor jurídico sino por cuanto representa agregarse, sin estricto deber
previo, a garantizar un cumplimiento o una abstención ajena, pero
además es evidente que el fiador, al obligar su patrimonio o bienes
singulares, por acto voluntario, procede a una liberalidad eventual,
aunque cuente con un resarcimiento, algo problemático, por no existir
seguridad de que cumpla con él el que no cumplió con otro.

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Cuando la fianza es solidaria, el fiador se constituye en deudor de
reserva. La fianza no es una simple garantía eventual, sino que
configura plena seguridad cuando se concreta mediante el depósito de
dinero, con la entrega que caracteriza a la prenda o con el rigor registral
de la hipoteca. La fianza conduce a que por una sola deuda, por una
prestación o importe pecuniario, exista más de un deudor u obligado,
que llega a pagar por alguien realmente insolvente. La fianza es una
aseguración privada contra la insolvencia.

2.4. Características:
a. Consensual y solemne:  El contrato nace del consentimiento de las
partes, sin que se requiera la entrega de cosa alguna; pero no basta que el
fiador exprese su voluntad de asumir la obligación, para que exista el
contrato, sino que para su validez, se requiere que conste por escrito Arts.
1577, 2100 y 2101 CC).

b. Gratuito u oneroso: El fiador puede estipular con el deudor una


remuneración por el servicio que presta (art. 2100 CC).

c. Unilateral o Bilateral: Es unilateral en cuando crea una obligación


únicamente para el fiador, pero también puede ser bilateral si lleva consigo
una contraprestación del acreedor.  La unilateralidad del contrato de fianza
es evidente si se tiene en cuenta que, normalmente, de él nacen
únicamente obligaciones a cargo del fiador, salvo que por parte del
acreedor se asumieren ante el fiador obligaciones “recíprocas” (art. 1587
CC).

d. Accesorio: Su objeto es el cumplimiento de otra obligación (art. 1589 CC).

e. Subsidiario: La subsidiariedad de la fianza consiste en que, normalmente,


sólo puede hacerse efectiva cuando el deudor de la obligación principal ha
incumplido y su acreedor no ha podido hacer efectiva la obligación con el
patrimonio del deudor.  La subsidiariedad se manifiesta en la excusión, que
es una excepción previa que el fiador puede plantear al acreedor, si éste no
ha agotado antes su reclamo contra el deudor principal. (Art. 2106, 2108
CC, 116 inciso 7 C.P.CyM).

f. Abstracto: Es un contrato abstracto y autónomo del existente entre el


fiador y el deudor principal.

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g. Personal: Porque constituye una garantía de cumplimiento de obligación
principal que otorga el fiador a favor del acreedor.

2.5. Elementos:
a. Elementos Personales: Deudor, fiador y acreedor.
Fiador: debe tener la capacidad necesaria para obligarse, ya que nunca
adquiere por ello derechos, sino únicamente obligaciones.

Acreedor y Deudor: Aunque no exista una relación contractual entre el


fiador y el deudor, aquel tiene derechos en contra del deudor para que le
garantice las resultas de la fianza: 
a) si el deudor está por ausentarse de la República;
b) si el deudor ha sufrido menoscabo en sus bienes, de modo que se halle
en riesgo de insolvencia; c) si hubiere temor justificado de que el deudor
oculte o dilapide sus bienes;
d) cuando el deudor se haya obligado a obtener el relevo de la fianza dentro
de cierto plazo y éste haya vencido. Artículos 2107 y 2114 Código Civil.

b. Elementos Reales: Obligaciones que pueden ser garantizadas con fianza:


(art. 2104, 1309). Es esencial para la existencia de la fianza, que la
obligación a garantizarse sea válida.  Por ello, la fianza constituida para
garantizar una obligación anulable, es válida y surte todos sus efectos,
hasta el momento en que se declara su nulidad; pero al declararse la
nulidad de la obligación, se extinguiría automáticamente la fianza.  Sin
embargo, los vicios del consentimiento de donde derivaría la anulabilidad
del contrato, generan acciones y excepciones personales oponibles por el
deudor principal (error, dolo violencia, simulación), de las cuales puede
valerse el fiador al serle requerido el pago por el acreedor y la renuncia que
de tales acciones o excepciones hiciere el deudor, sea expresamente o
mediante ratificación de las obligaciones.

Pueden ser garantizadas con fianza, toda clase de obligaciones, cualquiera


sea su contenido (dar, de hacer o de no hacer) y fuente (contrato, hecho
ilícito, ley o disposición judicial), aunque lo normal es que la fianza garantice
el pago de una suma de dinero. Amplitud de la garantía: Artículo. 2102
Código Civil.

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c. Elementos Formales: El contrato de fianza, que éste es un contrato
consensual y solemne, pues debe constar por escrito para su validez.
Artículo 2101 Código Civil.

2.6. Clases de Fianza:


a. Por el tipo de responsabilidad del fiador, frente al acreedor puede
haber fianza simple o fianza solidaria.

Fianza simple: El fiador goza plenamente del beneficio de excusión y, si


existieren varios fiadores obligados en forma simple ante el acreedor, se
aplicarían además las normas de la mancomunidad simple y cada uno de
ellos sólo sería responsable por una parte alícuota de la obligación principal
y cada parte constituye una deuda separada (art. 1348CC).

La fianza solidaria: Excluye la subsidiariedad y el acreedor puede dirigirse


contra el fiador, sin previa excusión de los bienes del deudor y si la fianza
se ha prestado en forma mancomunadamente solidaria entre fiadores
solidarios, el acreedor puede exigir a cada uno de ellos el pago de la
totalidad de la obligación a cargo del deudor. La fianza solidaria no
convierte al fiador en deudor, pues con excepción de la eliminación de la
subsidiariedad y del beneficio de excusión, en todo lo demás, la fianza
solidaria queda sujeta a las reglas de la fianza simple. (arts. 2,105, 2110
CC)

b. Por su origen, la fianza puede ser convencional, judicial o legal:

Es fianza convencional: La que nace de un contrato y se rige


exclusivamente por las normas del Código Civil.

Las fianzas judiciales y legales: Se distinguen de la convencional, en que


la celebración del contrato viene impuesto, como acto debido, por la Ley o
por los tribunales, toda vez que la garantía en sí misma no se constituye por
la sola declaración judicial o legal. (Artículos 524, 531, 532, 533 CPCyM)

c. Por la calidad del fiador, la fianza puede ser civil o mercantil:

Será fianza mercantil: Aquella en que el fiador es una afianzadora


autorizada de conformidad con la ley (art. 1024 Código de Comercio) en

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otras palabras, una entidad comercial que habitualmente, en forma
profesional, en nombre propio y con fines de lucro, se dedica a servir de
fiadora. La fianza mercantil normalmente e representa por una póliza y es
respaldada por una solicitud formulada por el deudor o el acreedor de la
obligación principal.

Es fianza civil: Aquella que no es emitida por una compañía afianzadora,


sino por una persona individual o por una sociedad civil, en forma no
lucrativa e impulsada por un deber de solidaridad social o de colaboración
con el acreedor o el deudor.

d. Por su extensión: La doctrina separa la fianza definida o limitada de la


fianza indefinida e ilimitada. (Artículo 2102 CC). Toda fianza es limitada
por el monto y características de la obligación principal y sus accesorios y
que no es jurídicamente aceptable una fianza ilimitada, permanente o
abierta, en que el fiador se obliga a responder de todas las obligaciones,
presentes y futuras de determinada persona. (Fianza ilimitada Artículo 2103
CC, cuando el fiador no limita claramente su responsabilidad, y en caso, el
fiador quedara obligado no sólo por la obligación principal, sino por el pago
de intereses, indemnizaciones de daños y perjuicios en caso de mora y
gastos judiciales; pero el fiador no responderá de otros daños y perjuicio y
gastos judiciales, sino de los que se hubieren causado después de haber
sido requerido para el pago, será fianza ilimitada.

2.7. Terminación: La fianza, como contrato accesorio, termina al


desaparecer la obligación principal, por cualquier causa (nulidad, pago
compensación, etc), pero también, independientemente de la obligación
principal, puede terminar por las mismas causas que extinguen a todas
la obligaciones.
a. Pago: Si el deudor paga la obligación principal y ésta se extingue, termina
la fianza. Si el fiador pago, ello no provoca la terminación de la fianza, sino
da lugar a la acción de reembolso o a la subrogación del fiador en los
derechos del acreedor. (art. 1413, 1453 CC).

b. Compensación: La compensación de deudas recíprocas del deudor y el


acreedor, extingue la fianza, pues produce como efecto natural la
terminación de la obligación principal (1475 CC).

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c. Novación: La novación de la obligación principal provoca la terminación del
contrato accesorio de fianza, salvo que el acreedor y el deudor convengan
expresamente lo contrario y ello sea aceptado expresamente por el fiador
(art. 1479 CC).

d. Modificación de la obligación principal: La prórroga del plazo de la


obligación principal, convenida entre el acreedor y el deudor, termina la
responsabilidad del fiador, salvo que éste acepte expresamente la prórroga
(1481 CC).

e. Remisión: La remisión de la obligación principal, hecha por el acreedor y


aceptada por el deudor, extingue la obligación principal y, por lo tanto, la
accesoria de fianza (art. 1489 CC); pero la fianza terminará por remisión
unilateral hecha por el acreedor, aunque no haya sido aceptada por el
deudor (art. 1490 CC).

f. Muerte: Ni la muerte del acreedor, ni la del deudor, ni la del fiador,


producen la extinción de la fianza. Los herederos del acreedor y del deudor
suceden respectivamente en los derechos y obligaciones de sus
causahabientes. (2120, 1353 CC).

g. Vencimiento del plazo: La fianza puede tener un plazo menor que la


obligación principal y si en la fecha de vencimiento de la fianza, no hubiere
ocurrido incumplimiento del deudor, ésta se extinguiría. (art. 2118 CC).

h. Insolvencia: La insolvencia del acreedor no tiene efecto alguno en la


fianza. La insolvencia del deudor no termina la fianza ya que precisamente
ese es el riesgo que asumió el fiador al prestar su garantía.

3. LA HIPOTECA:
3.1. Definición: La definición proporcionada por el tratadista Puig Brutau, es
la siguiente: “La hipoteca cosiste en afectar el valor de unos bienes
determinados en garantía del cumplimiento de una obligación también
determinada o determinable. El gravamen pesa sobre los bienes
hipotecados tanto si son del deudor como si no lo son o dejan de serlo”.
La hipoteca constituye una desmembración del derecho de propiedad:
traba la enajenación del inmueble, impide la realización de ciertos actos

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que se podrían ejecutar si no existiera hipoteca. Ahora bien, la definición
contenida en nuestro ordenamiento civil en el Artículo 822 es la
siguiente: “La hipoteca es un derecho real que grava un bien inmueble
para garantizar el cumplimiento de una obligación”. Es entonces la
garantía constituida sobre bienes que no se entregan al acreedor y que
le da derecho a éste en uso de incumplimiento de la obligación
garantizada, a ser pagado con el valor de dichos bienes en el grado de
preferencia establecido por la ley. De esta definición legal se establece
la naturaleza jurídica de la institución al considerarla como un derecho
real, por un lado, y por otro dándole un carácter inmobiliario.

La hipoteca es uno de los derechos reales más claramente definidos y


que reúnen una serie de características que hacen de la misma un tipo
orientador de los derechos reales de garantía, siendo por ende ésta su
naturaleza jurídica.
3.2. Características:
a. Es un derecho real: Por cuanto que en ella se establecen los elementos
esenciales de los derechos reales, que son la inmediatez y absolutabilidad
por la sujeción directa de una persona sobre la cosa, y por su eficacia de
poder hacerlo valer frente a todos.

b. Es un derecho accesorio: Porque nace y se extingue con la obligación


principal, cuyo cumplimiento precisamente es el que asegura. De tal suerte,
que ésta no se 8 podrá constituir si no existe un crédito u obligación que
garantice, por lo tanto es un derecho dependiente. El Artículo 822 del
Código Civil establece que la hipoteca va unida al negocio principal y no se
puede concebir independientemente, ni puede tener existencia propia, en
virtud de que garantiza la obligación.

c. Se dice que es inmobiliario: porque se constituye sobre bienes inmuebles,


ajenos al acreedor y enajenables. Los bienes también deberán ser
enajenables, en el sentido de quien grava debe tener libre disposición de
los mismos.

d. Es un derecho de publicidad: porque la existencia de este gravamen se


hace del conocimiento de terceros, mediante la inscripción de la misma en
el Registro de la Propiedad, con el objeto de proteger los intereses de
terceros que podrían salir afectados por el desconocimiento del gravamen.
La hipoteca es ineficaz si no se inscribe. El inciso primero del Artículo 1125

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del Código Civil regula “En el registro se inscribirán los títulos que acrediten
el dominio de los inmuebles y de los derechos reales impuestos sobre los
mismos.

e. La inmediatez: también es característica de la hipoteca, ya que recae


directamente sobre los bienes gravados. Es decir que es manifestación del
carácter inmediato propio de todo derecho real. Significa pues, que para su
efectividad, en la hipoteca no se necesita prestación alguna del propietario
de la finca gravada, pues llegado el vencimiento de la obligación, el
acreedor puede proceder directamente sobre los bienes procurándose con
cargo a ellos y por acto propio (a través de autoridad judicial), la parte de su
valor, para cubrir el crédito garantizado.

f. Otra característica de la hipoteca es el no desplazamiento, lo que significa


que el bien dado en garantía, no sale fuera del dominio de su propietario.

g. La indivisibilidad: consiste en que mientras no se haya cumplido


totalmente, la condición u obligación a que estuviere sujeto el constituyente
de la hipoteca, dicha garantía continúa vigente en la totalidad del inmueble.
Esta característica está contenida en el Artículo 825 del Código Civil al
preceptuar que “La hipoteca es indivisible y como tal subsiste íntegra sobre
la totalidad de la finca hipotecada aunque se reduzca la obligación”.

h. La hipoteca es contractual: puesto que debe existir la voluntad del


propietario del bien para gravarlo, y la aceptación expresa del acreedor. Tal
aceptación es importante ya que el acreedor debe justipreciar el bien y
asegurarse de que cubra la obligación, pues el deudor no responde
personalmente en el caso de que exista saldo insoluto lo cual se encuentra
regulado en el Artículo 823 del Código Civil, de acuerdo a la exposición de
motivos de nuestro Código Civil, esta norma tiene por objeto defender
presiones, la voluntad de los contratantes impidiendo, al incluir la 10 frase
“ni aún por pacto expreso” que la norma sea burlada ante un aparente
consentimiento del deudor mediante la presión del acreedor.

3.3. Naturaleza jurídica: Derecho real de garantía que constituye un


gravamen.

3.4. Elementos:
a. Personales: Sujetos activo y pasivo.
b. Real: Bien inmueble.
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c. Formales: Escritura Pública.

3.5. Clasificación de la hipoteca: Existen una serie de clasificaciones por


parte de la doctrina, sin embargo, a juicio de quien escribe, es
importante que de ellas, se extrae la que más se ajusta a la legislación
guatemalteca, según Aguilar Gorrondona, se divide en:
a. Convencional, legal o judicial: La hipoteca como tal es siempre
convencional, en cuanto a que la forma de constituirla es a través de un
contrato. Sin embargo, la obligación de constituir hipoteca puede emanar de
la convención, de la ley o de una resolución judicial.

b. Celebrada por el deudor o por un tercero: Una persona puede asegurar,


a través de la hipoteca, una obligación propia; o un tercero puede hipotecar,
para seguridad de una obligación ajena, un bien propio. Lo 24 normal
cuando se hipoteca un inmueble para seguridad de una obligación ajena,
será que no se afecte todo el patrimonio, sino que sólo el bien raíz que se
hipoteca. Es decir, el acreedor no tiene la acción que emana del derecho de
prenda general sobre el patrimonio del tercero, sino sólo tiene la acción real
que emana de la hipoteca.

3.6. Extensión de la hipoteca: De conformidad con el Artículo 830 del


Código Civil, la hipoteca se extiende:
a. A las accesiones naturales y mejoras.
b. A los nuevos edificios que el propietario construya y a los nuevos pisos que
levante sobre los edificios hipotecados.
c. A los derechos del deudor en los excesos de la superficie del inmueble;
d. A las indemnizaciones que se refieran a los bienes hipotecados, concedidas
o debidas al propietario por seguros, expropiación forzosa o daños y
perjuicios.
e. A las servidumbres y demás derechos reales a favor del inmueble.

4. LA GARANTÍA MOBILIARIA:
4.1. Definición: La Garantía mobiliaria es el derecho real de garantía
constituida por el deudor a favor del acreedor garantizado, para
garantizar el cumplimiento de una o varias obligaciones del deudor
principal o de un tercero. Consiste en la preferencia que le otorga al
acreedor garantizado para la posesión y ejecución de los bienes
muebles dados en garantía. En nuestra legislación, guatemalteca, la

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garantía mobiliaria se regula en la Ley de Garantías Mobiliarias Decreto
51-2007 que regula el concepto genético y unitario de garantías
mobiliarias, todas las garantías sobre bienes muebles que eran
reguladas en forma dispersa por la legislación guatemalteca. En
consecuencia, el termino garantía mobiliaria comprende todas las
garantías sobre bienes muebles, es decir la garantía real de prenda. “El
Registro de Garantías Mobiliarias en Guatemala, está definido por ley,
como una dependencia del Ministerio de Economía que tiene por objeto
la inscripción de la constitución, modificación, prórroga, extinción y
ejecución de garantías mobiliarias.

En consecuencia la garantía mobiliaria es la que garantiza el derecho de


las personas mediante registros regulados por leyes del Estado. La
garantía mobiliaria es la afectación de un bien mueble mediante un acto
jurídico destinada a asegurar el cumplimiento de una obligación. Puede
darse con o sin desposesión del bien. En caso de desposesión puede
pactarse la entrega del bien afectado en garantía al acreedor
garantizado o a un tercero depositario.
4.2. Constitución:
a. Sobre bienes muebles corporales, incorporales o derivados;
b. Sobre bienes inmuebles por incorporación o destino; o,
c. Sobre los derechos que recaen en los mismos.

Guatemala fue el primer país de Latinoamérica que promulgó una Ley de


Garantías Mobiliarias con el propósito de generar mayor actividad
económica en distintos sectores del país. Esta Ley crea un marco jurídico
para fomentar el uso de este tipo de instrumentos para garantizar
adecuadamente obligaciones crediticias.
4.3. Derecho preferente de las garantías mobiliarias. También gozarán
del derecho preferente inherente a una garantía mobiliaria:
a. Los acreedores que ejercen legítimamente derecho de retención, en los
casos siguientes y sin que sea necesario el registro para que surta efectos:
1. La sociedad que retiene el capital y utilidades del socio excluido;
2. Retención del equipaje por el hotelero;
3. Retención del mandatario de las cosas objeto del mandato, en los casos
señalados en la ley;
4. Retención del depositario de la cosa depositada;
5. Retención del constructor de una obra mueble;

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6. Retención del comodatario sobre la cosa dada en comodato;
7. (Reformado por el artículo 2 del Decreto Número 46-2008 del Congreso
de la República) Cualquier otro derecho de retención establecido por la ley.
b. Se gozará del derecho real preferente de posesión, ejecución y cobro en el
caso de gravámenes establecidos por las leyes de orden fiscal, laboral,
judicial o administrativo, los cuales afectarán a terceros únicamente en el
caso de su registro, conforme a lo establecido en esta ley.

4.4. Modificaciones a la Ley de Garantías Mobiliarias, se pueden


mencionar las siguientes:
a. La garantía mobiliaria puede constituirse mediante acuerdo privado, por
contrato, por cláusula donde se constituye la garantía mobiliaria o por
acuerdo anexo a otro contrato. Dicho acuerdo no requerirá formalidad
alguna y se puede documentar por cualquier medio, incluidas las
comunicaciones electrónicas.

b. El acuerdo deberá contener una descripción razonable de los bienes


muebles dados en garantía, presentes o futuros y de los muebles derivados
o derivables, rotativos o flotantes.

c. El Registro de Garantías Mobiliarias no podrá calificar ni prejuzgar la


validez de los actos registrados. Lo anterior debido a que su función
consiste meramente en hacer público el hecho que se ha constituido,
ejecutado o extinguido una garantía mobiliaria.

d. Dicho Registro opera por medio de formularios estándar y se organiza bajo


un sistema de folio electrónico personal, y para su funcionamiento el
arancel de dicho Registro no podrá ser progresivo o estar basado en el
monto del crédito o de la obligación garantizada.

4.5. Elementos:
a. Derecho real de garantía
b. Deudor garante
c. Acreedor garantizado,
d. Objeto: garantizar el cumplimiento de una o varias obligaciones del deudor
principal o de un tercero.

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4.6. Características: Comprende todas las garantías sobre bienes muebles,
incluyendo enunciativa pero no limitativamente:
a. Prenda común o civil, prenda agraria, ganadera e industrial.
b. Prenda sobre certificados de depósito, bonos de prenda, cartas de porte o
conocimientos de embarque, facturas cambiarias, cédulas hipotecarias,
vales, bonos bancarios, certificados fiduciarios, títulos valores,
c. Saldo a favor de crédito en cuenta corriente
d. Valor de rescate de una póliza de seguro.

CONCLUSIONES

 En nuestro entorno social, vemos con frecuencia que las obligaciones no se


cumplen, y para impedir el incumplimiento de las obligaciones surgió la idea
de garantía.

 La hipoteca se encuentran reguladas en nuestro ordenamiento civil en los


Artículos del 822 al 879 del Código Civil guatemalteco, no propiamente
como un contrato específico, sino como derechos reales de garantía, y la
fianza en los Artículos del 2100 al 2120 del mismo cuerpo legal.

 Algunos tratadistas aseguran que el origen de la fianza se remonta a las


antiguas instituciones de Grecia, y se perfeccionó en Roma, en donde se
conocieron los contratos de garantía y entre ellos los personales.

 La hipoteca es un derecho real que grava un bien inmueble para garantizar


el cumplimiento de una obligación.

 En consecuencia, el termino garantía mobiliaria comprende todas las


garantías sobre bienes muebles, es decir la garantía real de prenda.

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RECOMENDACIONES

 Es importante saber sobre los contratos de garantía que se celebran, y el


funcionamiento de cada uno.

 Concientizar a las personas, debido a que, en ocasiones acuden a agencias


bancarias para solicitar créditos, y les piden alguna garantí y no conocen
sobre eso, y desconocen los efectos jurídicos que puede tener cada uno.

 Es necesario profundizar con el tema de las garantías, es decir indagar más


sobre su funcionamiento en la práctica.

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ANEXOS

HIPOTECA

GARANTÍA INMOBILIARIA

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BIBLIOGRAFÍA

 Ernesto R. Viteri Echeverría. Los Contratos En El Derecho Civil


Guatemalteco. Parte Especial. Tercera Reimpresión de la Segunda Edición
Actualizada.

E-GRAFÍA

 Enciclopedia Jurídica, la fianza. http://www.enciclopedia-


juridica.com/d/fianza/fianza.htm.

 Biblioteca del Organismo Judicial de Guatemala, contratos de garantía en


Guatemala, http://biblioteca.oj.gob.gt/digitales/41307.pdf

 Registro de Garantías Mobiliarias de Guatemala. Ley de garantías


mobiliarias. https://www.rgm.gob.gt/

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