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COMPARACIÓN TEORÍA DEL CONOCIMIENTO.

Ambos filósofos, Hume y Kant vivieron durante el siglo XVIII, siglo de la Ilustración. Mientras
Hume siempre defendió la filosofía empirista, Kant sostuvo el racionalismo durante su juventud,
hasta que Hume le despertó de su “sueño dogmático”. Más tarde, desarrolló una nueva teoría
filosófica, el idealismo trascendental. La comparación de la teoría del conocimiento de estos dos
autores, es muy interesante, porque ambas fueron muy innovadoras en su momento y son
radicalmente opuestas.

En la Crítica de la Razón pura, Kant trata de buscar el alcance del conocimiento humano y decide
que es posible la ciencia, pero no la metafísica como ciencia. Hume, sostiene que solo podemos
conocer lo que nos viene dado por la experiencia, y que por tanto la ciencia y la metafísica no
existen.

Ambos filósofos se oponen al planteamiento racionalista de que la ciencia se realiza con juicios
analíticos. Defienden que los juicios deben ser sintéticos, para que haya un aumento del
conocimiento.

Hume sostiene que los juicios deben ser sintéticos a posteriori, ya que la legitimidad del
conocimiento se basa en la experiencia. Sin embargo, como la experiencia no dice nada del
futuro, la ciencia no puede predecir hechos.

Kant cree que si que es posible un conocimiento científico de la realidad (se había adoptado el
modelo de Newton) y trata de encontrar los juicios con los que se elabora la ciencia. Deben ser a
priori, para que el conocimiento sea universal y necesario, y sintéticos, para que haya un
aumento del conocimiento. Según el Idealismo trascendental el entendimiento del sujeto debe
poner unas estructuras a priori, que son universales.

Otra diferencia importante es la posición en la que ambos autores se sitúan respecto al principio
de causalidad. Hume opina que no se puede justificar, ya que no se trata de un conocimiento de
relación entre ideal ni un conocimiento de hechos. La relación necesaria entre causa y efecto es
el tercer principio de la naturaleza humana, se basa tan solo una sucesión y contigüidad espacio-
temporal, y se trata del hábito obtenido por la repetición observada.

En la Analítica trascendental Kant estudió las formas a priori del entendimiento, los conceptos
puros o categorías, que se aplican a los fenómenos para conocer las representaciones sensibles.
Una de estas categorías es la de causalidad, que es por tanto necesaria y universal y se aplica a
toda la experiencia.

Los filósofos de la modernidad son idealistas. Sin embargo, podemos encontrar diferencias entre
el idealismo de Hume y el de Kant. Según el primero, los sujetos solo pueden conocer
representaciones sensibles y no transforman nada. Kant desarrolló el Idealismo trascendental,
que dice que no conocemos los objetos tal y como son sino nuestra forma de conocerlos, ya que
espaciamos la materia informe y unimos las impresiones sensibles. Lo más importante es lo que
pone el sujeto en el conocimiento. A este cambio Kant lo denomina Giro copernicano.

Por último, los dos filósofos también difieren en sus opiniones a cerca de la metafísica. Hume es
rotundo, no podemos tener conocimientos de aquello que no percibimos. Kant dice que no
podemos estudiar la metafísica como ciencia ya que sus contenidos están fuera de los límites del
conocimiento humano. Las ideas (alma, mundo, Dios) no se pueden conocer, pero tienen una
función reguladora y de guía en el conocimiento humano.

En mi opinión, la teoría del conocimiento de Hume falla en la crítica al principio de causalidad. La


relación entre diferentes hechos u objetos debería considerarse como un hecho en sí, de tal
modo que se admita como conocimiento de hechos. Ciencias empíricas como la física o la
química han demostrado ser válidas universalmente.

Tampoco estoy de acuerdo con la no aceptación de la existencia de las ideas metafísicas, en


concreto con la de la existencia del yo cartesiano. Hume argumenta que no podemos tener
impresiones constantes del yo, pero, en mi opinión la idea de la existencia del sujeto es
necesaria, y el propio conocimiento o la capacidad de captar impresiones son una evidencia
suficiente para justificar su existencia.

En cuanto al papel del sujeto y del objeto en el conocimiento, estoy de acuerdo con Kant en que
las condiciones del sujeto son determinantes. Además, teniendo en cuenta que el ser humano ha
sido capaz de lograr un conocimiento admitido universalmente, los elementos a priori aportados
por el sujeto tienen que ser, en cierta medida universales.

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