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EL ARTE DE
COMUNICARNOS
CONCEPTOS Y TÉCNICAS PARA UNA
COMUNICACIÓN INTERPERSONAL
EFECTIVA
El arte de comunicarnos
es editado por
EDICIONES LEA S.A.
Av. Dorrego 330 C1414CJQ
Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
E-mail: info@edicioneslea.com
Web: www.edicioneslea.com
ISBN 978-987-634-939-0
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723.
Prohibida su reproducción total o parcial, así como
su almacenamiento electrónico o mecánico.
Todos los derechos reservados.
© 2013 Ediciones Lea S.A.
Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes
y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites dignidad.
Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla.
No me dejes inculpar de traición a los demás
por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a ti mismo,
y a no juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo, si triunfo.
Ni en la desesperación, si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso
es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte
y que la venganza es la señal más primitiva del débil.
Si me quitas el éxito, déjame fuerza para triunfar del fracaso.
Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme.
Y si la gente faltara conmigo, dame valor para perdonar.
Señor, si yo me olvido de ti,
no te olvides nunca de mí.
Mahatma Gandhi
Introducción
“Una vez que el ser humano llega a este mundo,
la comunicación es el factor más importante
que afecta la salud de una persona
y sus relaciones con los demás”.
Virginia Satir
Hace unos cuantos años, en una actividad de capacitación que conducía Rafael
Echeverría, éste realizó un breve ejercicio que cambió mi comprensión acerca del
lenguaje y la comunicación humana. Les pidió a los asistentes que mencionaran la
acción más importante que realizaban en sus trabajos, la tarea por la cual se ganaban
su sueldo. Rápidamente fue escribiendo un largo listado de acciones, tales
como: organizar, evaluar, comprar, controlar, asesorar, coordinar, capacitar, liderar,
dirigir, gestionar, resolver, entrevistar, vender y cobrar. Al analizarlas, surgió con
claridad que todas ellas poseen un importante componente conversacional, es decir,
que trabajamos y desempeñamos nuestras tareas hablando y conversando con otros.
No es que además de trabajar conversamos, sino que trabajamos y accionamos a
través de nuestras conversaciones. Y que al conversar estamos generando una
realidad diferente, creando un mundo de posibilidades y de sentidos que antes de esa
conversación era inexistente.
Y esto, que una vez que se analiza puede parecer obvio, ha pasado desapercibido
hasta hace no mucho tiempo a todas las disciplinas que estudian la comunicación, el
management y la gestión empresaria. Esto se debe a que el paradigma desde el que
invariablemente se abordó el estudio y análisis de la comunicación, fue el de la
“transmisión de la información”.
Un famoso guerrero que volvía de batallar portando con orgullo su invicta espada en la
cintura, encontró junto al camino un grupo de gente escuchando a un maestro espiritual.
Se ubicó entre las personas más alejadas y, por un rato, estuvo escuchando al maestro
hasta que, irritado por lo que le parecía pura charlatanería, interrumpió la enseñanza
bruscamente: “¡Lo único que tú haces es hablar! Las palabras no sirven para nada, a las
palabras se las lleva el viento”.
El maestro lo miró un instante y con gran serenidad le contestó: “Sólo un necio como tú,
cuya cabeza está acobardada y medio vacía por los golpes recibidos, puede decir una
estupidez de ese tamaño”.
El guerrero saltó como un resorte y en cuatro grandes pasos estaba frente al maestro con
su espada lista para partirlo en dos: “¿Qué es lo que te has atrevido a decirme?”.
“Oh, no te había reconocido –dijo el maestro–, pero veo en tu agilidad, destreza y valentía
a uno de los más hábiles guerreros que haya pisado nuestra tierra y te presento mis
respetos”.
El soldado bajó su espada, sonrió satisfecho y volvió a ocupar su lugar entre la gente.
“Espero –le dijo el maestro mirándolo con una sonrisa– que en el futuro tengas más
respeto por las palabras, ya que con ellas te hice venir hasta mí y te llevé al infierno de la
furia, para luego calmarte y volverte a tu lugar”.
A partir de ese día, el soldado se unió al grupo que seguía al maestro y fue su discípulo
por muchos años.
Relaciones y vínculos
Nuevos sucesos
Compromisos
Nuevas posibilidades
Cambios de emocionalidad
Nuevos sentidos e interpretaciones
La comunicación como acción
Cuando observamos y recapacitamos sobre todo lo que hacemos a través de
nuestras conversaciones, emerge con claridad el carácter transformador de la
comunicación humana, ya que es a través de nuestras conversaciones que nos vamos
constituyendo en el ser que somos. La palabra conversar viene del
latín “conversare” que significa “dar vuelta”, “hacer conversión”. A través de nuestras
conversaciones nos convertimos en alguien distinto, vamos cambiando nuestros
puntos de vista, incorporamos nuevos conocimientos, realizamos aprendizajes,
reflexionamos sobre nuestros problemas y se nos abren oportunidades de crecimiento
y desarrollo personal.
Actuamos y nos comunicamos en función de nuestra particular forma de ser, pero también en
relación al vínculo que tengamos con nuestro interlocutor y al contexto comunicacional en el
que estemos inmersos.
Y esto es así porque los seres humanos no percibimos sólo con nuestros sentidos, lo
hacemos también con nuestros “modelos mentales” que son los que nos permiten
asignarle sentido a lo percibido.
Modelos mentales
“No vemos las cosas como son,
vemos las cosas del modo que somos”.
El Talmud
Laura, José y Adrián participaron de una reunión con miembros de otras gerencias en
la que se analizó la factibilidad de rediseñar los procesos organizacionales, a los
efectos de optimizar la calidad de servicio. Al salir de la mencionada reunión
mantuvieron la siguiente conversación:
Laura: La iniciativa me pareció muy interesante, además considero que va a ser
factible que se pueda implementar ya que toda la gente se mostró muy motivada y
participó con entusiasmo.
José: No, Laura, no te engañes, la mayoría de las intervenciones fueron para señalar
inconvenientes o encontrar objeciones a las propuestas que se hacían. A mí me dio la
sensación de que nadie tenía sincero interés en poner en marcha el nuevo sistema.
Adrián: Yo no estoy tan seguro de que no tengan interés, más bien me pareció que
los comentarios apuntaban a resaltar que los problemas no corresponden a la propia
área. Por ejemplo, lo que comentó Vázquez me pareció que era una crítica para la
gente de ventas.
Laura: A mí me pareció muy importante, ya que hay que analizar cómo se procesan
las quejas o sugerencias de los clientes.
José: Está claro que a Vázquez lo único que le interesa es quedar bien con la nueva
directora, siempre fue un obsecuente.
Hagamos un corte en la conversación y analicemos qué podemos saber de la
reunión. ¿Cómo puede ser que tres personas que estuvieron en el mismo lugar con la
misma gente, que oyeron y vieron exactamente lo mismo, describan lo ocurrido y
saquen conclusiones tan diferentes? Esto sucede porque los distintos participantes
focalizaron la atención en diversos aspectos, asignaron distintos significados a las
mismas cosas, relacionaron y vincularon esas interpretaciones con datos y creencia...