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Revista Estado y Políticas Públicas Nº 13. octubre de 2019 - abril de 2020. ISSN 2310-550X, pp. 19-38
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Myriam Feldfeber y Nora Gluz “Las políticas educativas a partir del cambio de siglo”
cesses within the framework of the globally la democratización1. En segundo lugar, de una
structured agendas for education, the way investigación en curso en la que se analizan
they frame national agendas and the peculiari- cambios y permanencias en las trayectorias de
ties of the Argentine case. This analysis focuses las políticas, comparando las perspectivas de-
on policy trajectories in terms of advances and mocratizadoras a partir del cambio de siglo y
retreats of the democratization processes from las actuales restauraciones conservadoras2 que
the reconstruction of the different meanings en el caso argentino cobraron fuerza con la
of education as a right; in the problems asso- asunción del gobierno de la Alianza Cambie-
ciated with the violation of that right and in mos (2015 a la actualidad), focalizando en los
the strategies to face them, both during pro- modos a través de los cuales se desarticularon
gressive governments and in the current con- gran parte de las políticas precedentes.
servative restoration. This issue is of particular En términos metodológicos, analizamos
relevance in a context in which rights based las políticas educativas dentro del campo de
policies and even democracies themselves are las políticas públicas. Entendemos que toda
under dispute. política pública implica una toma de posición
Keywords: Right to Education, Democratiza- del Estado frente a una cuestión socialmente
tion, Educational Policies. problematizada (Oszlak y O’Donnell, 1983;
Thwaites Rey, 2005). En este sentido, enten-
Introducción demos desde una perspectiva dialéctica, que
El análisis de las agendas de política educativa las políticas educativas resultan del interjuego
en América Latina pone en evidencia, por un entre determinadas condiciones estructurales
lado, los mecanismos a través de los cuales la y normativas, las institucionalidades construi-
agenda globalmente estructurada para la edu- das y las prácticas, posicionamientos, discursos
cación (Dale, 2007) contribuye a orientar las y perspectivas de los sujetos en contextos espe-
políticas nacionales. Por otro lado, las especi- cíficos. Las políticas educativas no constituyen
ficidades que podemos identificar a partir del el resultado de procesos lineales, coherentes y
cambio de siglo con la asunción de los gobier- deliberados, sino que son objeto de un proceso
nos de “nuevo signo” en la región que inten- social y político que conforma un campo en
taron dar respuestas a los problemas generados disputa. Desde esta perspectiva, concebimos a
por la implementación de las políticas de ajus- las políticas públicas como textos y como dis-
te estructural y sus consecuencias en términos cursos, como dispositivos y como estructuras,
de exclusión social; así como las políticas en
curso a partir de la restauración conservadora.
En este artículo, recuperamos los resulta- 1 Proyecto UBACyT: Políticas públicas y demo-
dos de una serie de investigaciones sobre los cratización de la educación. Sentidos, regula-
alcances del derecho a la educación en la Ar- ciones, y procesos en torno a la inclusión en la
gentina. En primer lugar, un estudio centrado actual coyuntura latinoamericana. Directora:
en las políticas destinadas a su ampliación, que Myriam Feldfeber. Programación científica
se definieron en términos de inclusión social 2014-2017.
y educativa durante el período 2003-2015, 2 Proyecto UBACyT: Políticas públicas y de-
considerando tanto los discursos, como las recho a la educación en la Argentina del siglo
propuestas y las regulaciones que se establecie- XXI. Análisis sobre las trayectorias de las polí-
ron para “incluir” a sectores tradicionalmente ticas educativas en un país federal. Directoras:
excluidos del sistema desde la perspectiva de Myriam Feldfeber y Nora Gluz. Programa-
ción científica 2018-2020.
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como acciones y como recursos, como proce- llo, 2012)4, son puestos en cuestión a través de
sos, composiciones y conflictos, que materia- llamados “golpes blandos” que se consolidan
lizan tanto en prácticas de los agentes sociales por vías institucionales (Tokatlian, 2014) y/o
como en marcos institucionales. Las políticas de la asunción de gobiernos de derecha que
constituyen una codificación producto de lu- revirtieron tanto los procesos iniciados con
chas sociales y su decodificación en contextos los gobiernos progresistas que incluían la re-
determinados por agentes que lo hacen desde cuperación de la centralidad del Estado y la
sus puntos de vista, en función de sus recursos, revalorización de la esfera pública para el desa-
intereses y posiciones sociales (Ball, 2002). En rrollo de políticas de inclusión social, como el
el estudio de estas trayectorias, incluimos las despliegue de mecanismos de integración re-
orientaciones y definiciones gubernamentales gional basados en nuevos paradigmas que con-
(ministeriales, equipos técnicos y actores que frontaron con los de libre comercio (Wierzba
disputan esas orientaciones), las instituciona- et al., 2013).
lidades que se generan, así como las apropia- El artículo se organiza en tres partes. En
ciones por parte de los sujetos en el contexto la primera, caracterizamos el contexto regio-
de sus instituciones. En esta presentación, nos nal en el que se definen las agendas educativas
centraremos en la conformación de las agen- a partir del cambio de siglo. En la segunda
das educativas en las coyunturas en las se es- parte, recuperamos algunas de las discusiones
tructuran, los temas y concepciones en dispu- conceptuales sobre los procesos de democrati-
ta, así como en su materialización en políticas zación y presentamos un análisis para el caso
y programas gubernamentales3. argentino de los sentidos que se han construi-
Es indudable que las actuales restauracio- do en torno a la educación como derecho, los
nes conservadoras acrecientan la importancia problemas asociados a la vulneración de de-
de comprender los alcances, las relaciones de rechos y las denominadas políticas de inclu-
fuerza implicadas y los límites materiales y sión desplegadas para afrontarlos durante los
simbólicos de los procesos de ampliación de gobiernos “kirchneristas” (2003-2007; 2007-
derechos. Se trata de un contexto en el que las 2011; 2011-2015). Por último, en la tercera
propias democracias y las políticas centradas parte, presentamos los principales temas de
en un enfoque de derechos (Pautassi y Gama- la agenda de política educativa a partir de la
asunción del Gobierno de Cambiemos en
diciembre del año 2015, en el marco de las lo que evidencia el estancamiento de esta ten-
actuales restauraciones conservadoras y los re- dencia (CEPAL, 2018). Esta mejora lograda
trocesos en términos de la ampliación del de- en la distribución del ingreso puede explicarse
recho a la educación. a partir de dos razones fundamentales: por un
lado, por el aumento del peso de los ingresos
1. Las agendas educativas en laborales dentro de los ingresos totales (rela-
el contexto regional a partir cionado con el crecimiento económico y con
del cambio de siglo las políticas públicas orientadas a generar em-
Los avances y retrocesos en términos de la de- pleo) y, por otro lado, por las políticas sociales
mocratización social y educativa constituyen que transfirieron recursos a los estratos de me-
un problema recurrente en la investigación nores ingresos (CEPAL, 2018). En los últimos
desde la restauración democrática (Braslavsky años, estas tendencias han comenzado a rever-
et al., 1989; O´Donnell, 2008; Barco, 2009; tirse en un nuevo contexto regional, donde la
Gentili, 2009), en especial a partir de la cons- mayoría de los países implementan políticas
tatación de la persistencia de las desigualdades de ajuste, con fuertes recortes del gasto públi-
en el seno de nuestras sociedades. Los debates co y el consecuente aumento de pobreza y del
en torno a la democratización se presentan desempleo. De allí la relevancia de analizar las
estrechamente vinculados a las conceptuali- tensiones entre las políticas de ampliación y las
zaciones sobre la ciudadanía, los derechos, la de restricción de derechos en esta etapa.
igualdad y la propia democracia. La centrali- A partir del cambio de siglo, se observaron
dad de esta temática adquiere particular rele- importantes disputas respecto de las orien-
vancia en una región marcada por profundas taciones de política y se visibilizaron actores
desigualdades, que persisten aun cuando los sociales otrora silenciados en la esfera pública.
denominados gobiernos progresistas se apro- En el campo educativo estas orientaciones de
piaron del excedente para volcarlo en políticas política ponen en evidencia las tensiones entre
sociales (Thwaites Rey, 2010) algunas de las las políticas democratizadoras que avanzan en
cuales asumieron un carácter redistributivo. la materialización del derecho a la educación
Tal como lo señala el informe de OXFAM, y las tendencias privatizadoras y mercantiliza-
“aunque de manera insuficiente, en diez años doras que se vienen desplegando hace varias
la pobreza en ALC descendió de manera os- décadas. En esa compleja y contradictoria co-
tensible: si en 2002 el 44% de la población de yuntura, los gobiernos democrático-populares
la región era pobre, en 2012 lo era el 28%; una implementaron diversas políticas que intenta-
disminución de cerca de 61 millones de perso- ron dar respuestas a los efectos más devastado-
nas. En el mismo periodo, la desigualdad en res de las políticas neoliberales. La radicalidad
el ingreso per cápita también se redujo, pero de las mismas fue variable, entre las propues-
sigue siendo la más alta del mundo” (2016: 9). tas de los gobiernos que promovieron la crea-
El índice de Gini promedio de 18 países ción de socialismos del siglo XXI y aquellos
de la región bajó de 0,543 en 2002 a 0,466 otros que desarrollaron políticas a través de
en 2017, lo que muestra una tendencia a la las cuales se buscó avanzar en la materializa-
reducción de la desigualdad en la distribución ción de derechos –aunque sin cuestionar las
del ingreso. Sin embargo, mientras que en el bases estructurales del orden capitalista–. Al
período 2002-2008 la tasa anual promedio mismo tiempo, otros gobiernos continuaron
de disminución del índice fue del 1,3%, en- y, en algunos casos, profundizaron las políticas
tre 2008 y 2014 fue del 0,8%, y entre 2014 y neoliberales de ajuste estructural derivadas del
2017 bajó a una tasa promedio anual de 0,3% Consenso de Washington. Estos fenómenos,
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tal como lo señala Sader (2008), acontecieron dades5 en el sector público, la mejora de las
en un contradictorio contexto histórico en el condiciones de trabajo de las y los docentes
que convivieron el triunfo de la democracia se presentaron como algunos de los aspectos
liberal y la crisis del campo socialista. centrales de este proceso aunque con énfasis
Si nos centramos en las políticas desple- diversos en cada país (Feldfeber, 2019: en
gadas por los gobiernos progresistas o demo- prensa). Pero simultáneamente, en el marco de
crático-populares, es posible afirmar que se la agenda global, los debates sobre la calidad
orientaron a recomponer la capacidad regu- continuaron hegemonizando las agendas gu-
latoria y de inversión del Estado tal como se bernamentales y la adhesión a la implementa-
evidenció en los casos de la Argentina, Brasil y ción de las pruebas estandarizadas, en especial
Uruguay (Sader, 2008). Esta revalorización de a partir del Programa para la Evaluación Inter-
la política frente a la “mano invisible del mer- nacional de Alumnos de la Organización para
cado” se acompañó de una promesa electoral la Cooperación y el Desarrollo Económico
común respecto de la ampliación de progra- (PISA, por sus siglas en inglés) fue expresión
mas y planes de renta mínima como paso ne- de la persistencia de esta preocupación instau-
cesario, pero no suficiente para la superación rada por los gobiernos neoliberales (Feldfeber,
de la pobreza. Estos elementos habilitaron un 2016).
debate acerca de los mecanismos necesarios De este modo, se pueden reconocer di-
para la inclusión social y para la articulación versos sentidos, en algunos casos antagónicos,
de políticas bajo la óptica del derecho social, que fueron construyéndose en torno al dere-
pero en constante tensión con la continuidad cho a la educación a partir del análisis de las
de modos de intervención estatal de corte fo- agendas político educativas y de las principales
calizado y compensatorio propios de los ´90 líneas de acción implementadas en términos de
(Moreira et al., 2009). democratización del sistema. Probablemente la
Las agendas de política educativa incorpo- coexistencia de estas perspectivas contrapuestas
raron como preocupación la superación de las se comprenda a partir del éxito de las políticas
desigualdades a través de las llamadas “políti- neoliberales en reforzar la lógica meritocrática
cas de inclusión”, en algunos casos sustenta- del sistema, construir –de acuerdo con el Banco
das en un horizonte de igualdad basado en un Mundial– una mirada sectorial sobre la edu-
enfoque de derechos (CEPAL, 2010; Cerletti, cación e instalar en la agenda problemas tales
2010; Feldfeber y Gluz, 2011). El concepto de como la calidad educativa reducida a las medi-
inclusión educativa que originalmente había ciones estandarizadas que han tenido gran im-
estado restringido a definiciones de alumnos pacto no sólo en términos institucionales, sino
con necesidades especiales (Opperti, 2008), se también subjetivos. Pero también por la falta de
amplió para el conjunto de la población para
dar cuenta de las políticas destinadas a la in-
corporación de los sectores tradicionalmente
5 En el caso de las nuevas universidades estuvie-
excluidos del sistema educativo. La extensión
ron principalmente destinadas a garantizar el
de la obligatoriedad escolar, las políticas de
acceso a los estudios universitarios a quienes
acompañamiento de las trayectorias de las y
nunca habían accedido, entendiendo que la
los estudiantes, el crecimiento de la inversión
educación superior es un derecho (estableci-
educativa, la creación de escuelas y universi-
do en la Conferencia Regional de Educación
Superior del año 2008 desarrollada en Carta-
gena de Indias). En la Argentina entre 2003 y
2015 se crearon 15 universidades nacionales.
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decisión política o por las correlaciones de fuer- consagrados –a la educación en este caso–,
za que obstaculizaron el impulso de cambios reconociendo la igualdad inherente a la condi-
más estructurales que articulen, en el sentido ción humana y el carácter ciudadano de quie-
formulado por Fraser (2006) políticas de redis- nes nacen o viven en sus territorios. Por otro
tribución, de reconocimiento y de participación lado, en tanto la ciudadanía no es una esencia,
social. De hecho, las nuevas leyes de educación conlleva simultáneamente “el reconocimiento
de los inicios del nuevo milenio han sido en de derechos emergentes de la ciudadanía ci-
muchos casos más potentes en establecer nue- vil, social y cultural de todos sus habitantes”
vas definiciones en torno a la educación como (O´Donnell, 2008).
derecho (López, 2007; Saforcada y Vassilliades, De este modo, se reconoce su carácter
2011; Saforcada, 2012) que en una efectiva re- procesual e inacabado, y por ello mismo,
definición de los modelos existentes de escolari- que se trata de fenómenos “[…] potencial-
zación y gobierno del sistema (Gluz y Moyano, mente reversibles: siempre es posible que
2016). Asimismo, no siempre se han imple- sean interrumpidos […] e inviertan la ruta”
mentado medidas para materializar los cambios (O´Donnell, 2010 en Iazzeta, 2013: 144), ya
impulsados por la nueva legislación (Feldfeber y que se construyen en la amalgama de huellas
Gluz, 2011). A su vez, muchos países de la re- culturales de aquello que no es necesariamen-
gión encontraron dificultades y resistencias para te democrático. De allí que en tanto la de-
revertir los procesos de privatización y mercan- mocracia no constituye un punto de llegada
tilización, poniendo en evidencia los desafíos sino un proceso permanente es que se habla
aún pendientes en esta materia (Verger et al., de “democratización”. De acuerdo con Iazzeta
2017; Feldfeber et al., 2018). Las diversas orien- (2013), hay al menos tres procesos que darían
taciones de política y de perspectivas en torno a cuenta de un avance en términos democrati-
la democratización de la educación adquirieron zadores. Cuando se extienden procedimientos
rasgos específicos en el caso argentino. democráticos a áreas e instituciones regidas
hasta entonces por otros principios; cuando
2. El derecho a la educación en se expanden derechos a nuevos grupos socia-
clave de democratización: un les antes privados de los mismos o cuando
análisis de las políticas educativas instituciones que no hacían parte de los ám-
en la Argentina del nuevo siglo bitos de participación ciudadana se abren a
Los debates sobre el impacto de las políticas ello. Esta perspectiva permite centrar el aná-
implementadas en materia de ampliación del lisis de la política pública principalmente en
derecho la educación, a partir del cambio de el campo de las regulaciones formales. Pero si
siglo, no han sido saldados. Estos debates se consideramos que la democratización como
relacionan con los sentidos, las regulaciones y proceso no sólo refiere a la escala de la insti-
los arreglos institucionales que configuraron tucionalidad estatal, sino que también supone
las denominadas políticas de inclusión y sus una ampliación de la experiencia democrática
relaciones con los procesos de democratiza- a partir de la praxis de los sujetos sociales y
ción social, en confrontación con la agenda sus acciones colectivas –aquello que Ouviña
reformista de la década de los años ´90. (2015) denomina la prefiguración de nuevas
relaciones sociales–, se torna necesario incluir
2.1. La democratización como proceso esta dimensión en el estudio de los procesos de
democratización.
Entendemos que la democratización implica,
Esta dimensión subjetiva de la política
por un lado, la garantía estatal de la materia-
permite enriquecer el estudio de cómo las
lización y vigencia efectiva de los derechos
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políticas contribuyen, o no, a conformar ex- tensión con el ideal normativo establecido por
periencias sociales e institucionales comunes las aspiraciones igualitarias de los derechos,
para ciudadanas y ciudadanos con igualdad de cuestionando la idea de ciudadanía (Pautassi
derechos y a sostener o cuestionar las distin- y Gamallo, 2012). Desde esta perspectiva, el
ciones categoriales que orientan las experien- estudio de las políticas educativas asume las
cias cotidianas sobre y/o con los otros, cómo discusiones en términos de ampliación, rede-
es aceptada culturalmente la distancia entre finición y restricción de derechos de grupos
grupos sociales y toleradas o cuestionadas las específicos, en relación a los problemas que
desigualdades (Saraví, 2015). Esto implica definen, los arreglos institucionales y los ins-
incorporar al análisis algunas dimensiones trumentos utilizados y los sentidos que se van
como: qué actores participan en el proceso de configurando en torno a la democratización,
las políticas, cómo se establecen las relaciones reconociendo el status de ciudadanía a sujetos
entre los gobernantes y los sujetos y grupos so- y grupos sociales.
ciales; y cómo se regulan esas relaciones tanto En nuestras sociedades capitalistas, sólo
en el marco de las arquitecturas instituciona- aquellas necesidades que se constituyen como
les del Estado (Paura, 2017) como en la vida objeto de intervención estatal se reinscriben
cotidiana de las instituciones. Los procesos de en términos de derecho que debe ser garan-
democratización tampoco pueden analizarse tizado (Minujim y Grondona, 2013). Es en
al margen de los desafíos y las reivindicaciones este sentido que se trata de un debate político
de la justicia social contemporánea concep- respecto de qué derechos se jerarquizan como
tualizados por Fraser (2006), que fueron an- constitutivos del bienestar que deben ser ga-
teriormente mencionados: las reivindicaciones rantizados socialmente, ligados a relaciones de
redistributivas, asociadas a una distribución saber-poder que históricamente han contri-
más igualitaria de los recursos y de la riqueza; buido a situar el problema en la esfera pública
las reivindicaciones en términos de políticas o a circunscribirlo al mundo privado.
de reconocimiento que implican el respeto y De allí que el debate acerca de la responsa-
la aceptación de las diferencias y los campos bilidad pública frente a las distintas cuestiones
de participación social. sociales se vincula tanto con los aspectos que
En síntesis, las perspectivas teóricas que ingresan a la órbita de los derechos como con
guían el análisis parten de la crítica a cualquier la definición de quiénes son los sujetos de esos
esencialismo, y, acorde a la multidimensiona- derechos. Ello supone orientaciones políticas
lidad y a la dinámica de los fenómenos de la divergentes en cuanto a la concepción y el al-
desigualdad contemporánea (Kessler, 2014), cance de los derechos sociales, la responsabi-
asumen a la democracia como un proceso que, lidad pública por la garantía de esos derechos
inserto en relaciones de fuerzas sociales com- y la posición de los sujetos en el proceso de
plejas expresa un horizonte ético que siempre ampliación o restricción de derechos (Danani,
puede ser ampliado, pero también restringido 2017).
(O´Donnell, 2008). Esto permite distinguir la La noción de derecho supone la idea de
democracia como régimen, de los procesos de una igualdad fundamental entre las personas,
democratización entendidos como el resulta- todos somos iguales, por lo tanto, tenemos
do de las luchas por la garantía tanto de los derechos que son universales, o la construye,
derechos consagrados como la ampliación de todos tenemos tal derecho y en tanto titulares
derechos emergentes en esas luchas. de ese derecho somos iguales (Rinesi, 2016).
Las características estructuralmente hete- Pero, tal como lo analiza Chatterjee (2011),
rogéneas de nuestras sociedades refuerzan la esta noción de igualdad de derechos inde-
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burocracia de línea, agudizando la lógica de vertida (Fleury, 2007) por la que el individuo
la transitoriedad de las intervenciones a dife- tiene que probar que “fracasó” en el mercado
rencia de las prestaciones vinculadas a las con- para ser objeto de la protección social. En este
quistas ciudadanas (Arias et al., 2018). De este sentido, nos preguntamos por la relación entre
modo, el Plan Social Educativo condensó las ampliación de la cobertura y efectivo goce de
rupturas del imaginario público educativo con derechos en término de los alcances y límites
el quiebre del carácter universal del derecho a de los procesos de democratización.
la educación. La focalización que esta política En esa etapa, el Estado renunció a cons-
orienta en términos de cristalización de terri- truir soportes institucionales comunes inde-
torios y vínculos dependientes de los progra- pendientemente de las condiciones de clase y
mas proveedores, rompe con la conquista de la las políticas implementadas contribuyeron a
ciudadanía (Duschatzky y Redondo, 2000). generar mayores niveles de desigualdad al defi-
A diferencia de otros sectores de la política nir sujetos destinatarios de la asistencia estatal,
social, en el marco de las reformas estructura- los llamados “beneficiarios”, a diferencia de los
les, la cobertura escolar se incrementó produc- ciudadanos sujetos de derecho. Sin embargo,
to tanto de las transformaciones normativas el ingreso de nuevos grupos sociales aún en
que extendieron los años de obligatoriedad condiciones de desigualdad puede constituir
(LFE), como por los procesos de exclusión de el origen de nuevos reclamos de igualdad por
los adolescentes y jóvenes del mercado labo- parte en los grupos incorporados a la escuela,
ral. Asimismo, las políticas sociales asisten- es decir, de luchas por la democratización de
ciales del período hacia niños y jóvenes que la educación.
se viabilizaron por medio de la escuela como
comedores, vestimenta o servicios históricos 2.3. Las políticas de inclusión a
como vacunación, sumados a nuevas estrate- partir del cambio de siglo: ¿una
gias que estaban condicionadas a la escolari- estrategia político educativa
zación (como las becas estudiantiles del PSE), para la democratización?
se orientaron en esta dirección (Gluz, 2018). En el marco de los gobiernos democrático-
Sin embargo, la ampliación en el acceso populares que asumen a partir del cambio de
alude sólo a una de las dimensiones del pro- siglo, los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-
ceso de democratización (Iazzetta, 2013). Es 2007) y de Cristina Fernández de Kirchner
lo que algunos autores denominaron democra- (2007-2011 y 2011-2015) promovieron en
tización externa (o cuantitativa como prefieren la Argentina una agenda de política públi-
nominarla Baudelot y Leclercq, 2008), para ca centrada en un enfoque de ampliación de
diferenciar ese proceso de la llamada democra- derechos sustentado en un modelo de inclu-
tización cualitativa que significaría el goce del sión social (Feldfeber y Gluz, 2012; Vargas et
derecho en condiciones de superación de las al., 2017). Las llamadas políticas de inclusión
desigualdades. De hecho, es posible observar se definieron más por su reverso –los proce-
en el período que el aumento de la cobertura sos de exclusión sobre los cuales se proponían
produjo simultáneamente nuevas desigualda- intervenir–, que por una clara delimitación
des y segregaciones, lo que algunos autores respecto de la inclusión social y escolar que se
caracterizaron como inclusión excluyente. planteaba como horizonte en la construcción
De hecho, esta incorporación a la escuela de de sociedades más democráticas. En términos
grupos históricamente excluidos se desarrolló de Rancière (2014), podríamos señalar que
en condiciones de subalternidad, que se llevó el presupuesto fue en mayor medida “una
adelante bajo un modelo de “ciudadanía in- desigualdad a ‘reducir’”, habida cuenta de su
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persistencia, que “una igualdad a verificar”. A partir de la impugnación a las políticas pro-
De hecho, se observan importantes desplaza- ducto del Consenso de Washington, se produjo
mientos de sentidos acerca de las políticas de una ampliación de derechos para nuevos grupos
inclusión al amparo de las relaciones de fuerza sociales, a la vez que comenzó a establecerse una
que intentaron direccionar la definición de las nueva ingeniería institucional para reconocer
agendas. e impulsar la participación de nuevos actores
En la agenda de la política pública se re- sociales en el campo de las políticas públicas.
cuperó, de acuerdo con el legado histórico del Estos cambios se evidenciaron en la recupera-
peronismo, un modelo de inclusión con jus- ción de la centralidad del Estado Nacional en
ticia social (Danani et al., 2018). En el cam- la conducción del sistema escolar, a través de
po escolar, se instaló como cuestión central una planificación nacional de carácter federal,
el tema de la “inclusión con calidad”, postu- a diferencia de la regulación aislada por progra-
lando a la inclusión escolar como un acto de mas de la década anterior. Si en los ´90 me-
justicia social y a la calidad como el resultado diante la descentralización se propuso construir
convergente de acciones integrales tendientes “un Ministerio sin escuelas”, en este período se
a garantizar las condiciones materiales de la propone construir la responsabilidad política
educación y la mejora de los procesos de en- “por” las escuelas y apostar a la construcción de
señanza-aprendizaje en la educación obligato- la unidad del sistema respetando el federalismo.
ria (Brenner y Galli, 2016; Arias et al., 2018). A su vez, se transformaron los mecanismos de
“Hacia una educación de calidad para una concertación de políticas y se estableció en el
sociedad más justa” fue el documento presen- artículo 118 de la Ley de Educación Nacional
tado para el debate sobre la Ley de Educación que “las resoluciones del Consejo Federal de
Nacional que fue sancionada en diciembre de Educación serán de cumplimiento obligatorio,
2016, y en la que se estableció que “la educa- cuando la Asamblea así lo disponga, de acuerdo
ción y el conocimiento son un bien público con la Reglamentación que la misma establezca
y un derecho personal y social, garantizados para estos casos”.
por el Estado” (artículo 2°) y que la educación
Los sindicatos docentes, relegados y posicio-
“es una prioridad nacional y se constituye en
nados como obstáculos para implementar la
política de Estado para construir una sociedad
reforma neoliberal del periodo anterior, se
justa, reafirmar la soberanía e identidad nacio-
constituyeron en interlocutores no sólo en
nal, profundizar el ejercicio de la ciudadanía
las paritarias nacionales, que regulan salario
democrática, respetar los derechos humanos y
y condiciones laborales, sino también en la
libertades fundamentales y fortalecer el desa-
participación en el Consejo Consultivo del
rrollo económico-social de la Nación (artículo
Instituto Nacional de Formación Docente
3°).
que funcionó al mismo tiempo que las mesas
Es posible señalar que en la Argentina los
federales que reúnen a las Directoras y a los
gobiernos “kirchneristas” orientaron transfor-
Directores de Educación Superior de las pro-
maciones, en confrontación con las políticas
vincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos
neoliberales y, desde allí, buscaron construir
Aires. También las organizaciones sociales se
su legitimidad al fortalecer las prestaciones
transformaron en interlocutoras centrales en
públicas, con fuerte presencia y liderazgo de
el área de las políticas socioeducativas, a través
la jurisdicción nacional y sustentar una con-
de la creación de Mesas de Coordinación Lo-
cepción de la educación como derecho y de la
cal, Provincial y Nacional para la planificación
obligación del Estado de generar las condicio-
de la implementación local de las políticas o
nes para su efectivo ejercicio.
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tencia exacerba las diferencias y, por ende, la términos pedagógicos. Partiendo del escaso
jerarquización. avance en la implementación de este proyecto
En cambio, el tema de la evaluación redu- y de los límites existentes en términos de arqui-
cida a la medición estandarizada de resultados tectura escolar disponible, propone “encontrar
ocupó el centro de la agenda educativa desde nuevos espacios de trabajo fuera del edificio
los inicios del gobierno. El área de evaluación escolar que enriquezcan la tarea, estimulen
se transformó en una Secretaría dentro del los sentidos y propongan nuevos desafíos. Se
Ministerio, aumentando exponencialmente las propone que la escuela salga del aula (MEyD,
partidas para las evaluaciones estandarizadas 2017, las cursivas son nuestras)16. Ese es el
censales15, el “Operativo Nacional de Eva- nombre del proyecto propuesto en el 2017
luación” que se venía implementando desde para la extensión de la jornada escolar (Reso-
la sanción de la Ley Federal de Educación en lución CFE Nº 318/17). Sin clara perspectiva
1993, se transformó en el operativo “Apren- de inversión, propone una vinculación institu-
der” y se creó el operativo “Enseñar” destinado cional “con municipios y organizaciones de la
a la evaluación Docente. También se presentó sociedad civil (clubes, instituciones artísticas,
un proyecto de Ley de creación del Instituto culturales y sociales, entre otras)” (MENyD,
de Evaluación de Calidad y Equidad Educa- 2017), sin acompañar esta propuesta de me-
tiva (IECEE) como ente descentralizado del canismos para generar participación social. De
Ministerio de Educación y otro proyecto de este modo, aunque anuncia que “lo público
modificación del art. 97 de la Ley de Educa- se vitaliza en una trama de relaciones interins-
ción Nacional en lo que se refiere a hacer pú- titucionales que participan del mismo entor-
blicos los datos de las evaluaciones educativas no comunitario”, es evidente que lo público
y poder difundir rankings de escuelas. se limita al uso de los servicios disponibles
Otra línea de transformaciones se observa evitando las erogaciones estales. A diferencia
en los procesos de desresponsabilización esta- de las propuestas anteriores que centraron el
tal, dentro de los cuales a transformación de debate sobre la extensión de la jornada en el
las políticas de extensión de la jornada escolar tiempo de escolarización de los estudiantes y
constituyen un ejemplo elocuente. Las deudas en revisar el tiempo de los docentes para el
pendientes del período anterior y un discurso trabajo colectivo que no se desarrolla frente
gubernamental que apela a la “pesada heren- a las y los estudiantes, escinden el tiempo de
cia” como fundamento de las dificultades para escolarización del tiempo del establecimiento
motorizar las transformaciones propuestas, proponiendo que el incremento horario sea en
ha derivado en una propuesta respecto de la instituciones diversas, inicialmente con énfasis
ampliación de la jornada escolar que no sólo en las actividades deportivas que luego com-
retoma la lógica de la compensación, sino que plementarán progresivamente incorporando
propone una solución al menos ambigua en propuestas tecnológicas y artísticas. De este
modo, devuelven a las comunidades, en un
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