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EL PRINCIPIO DE LA PALANCA

La clave del pensamiento sistémico es la palanca: hallar el punto donde los actos y
modificaciones en estructuras pueden conducir a mejoras significativas y duraderas. A
menudo la palanca sigue el principio de la economía de medios, buscando el lugar donde
los mejores resultados no provienen de esfuerzos en gran escala sino de actos pequeños
y bien focalizados. El pensamiento asistémico resulta perjudicial porque nos induce a
efectuar cambios de bajo apalancamiento: nos concentramos en los síntomas donde la
tensión es mayor y reparamos o aliviamos los síntomas. Es difícil estar en desacuerdo
con el principio de la palanca. Pero el punto de apalancamiento de la mayoría de los
sistemas reales (como la mayoría de las organizaciones) no es obvio para la mayoría de
los actores de dichos sistemas. Ellos no ven las “estructuras” subyacentes a los actos. El
propósito de los arquetipos sistémicos, tales como el de los límites del crecimiento y el
desplazamiento de la carga, es ayudar a ver esas estructuras y así hallar el punto de
apalancamiento, especialmente entre las presiones y correntadas de las situaciones
empresariales reales.

En este capítulo el autor habla sobre una compañía llamada WonderTech la cual era
excelente, pero empieza a tener problemas de entregas. Cuando una compañía fracasa,
la gente siempre señala hechos específicos para explicar las “causas”: problemas con el
producto, managers ineptos, pérdida de personal clave, competencia inesperadamente
agresiva, reveses empresariales. Pero no se reconocen las causas sistémicas más
profundas del crecimiento no sostenido. Con la ayuda de los arquetipos sistémicos, estas
causas a menudo se pueden comprender y en muchos casos se pueden formular políticas
de éxito.

Hay muchos procesos reforzadores (amplificadores) que pudieron haber producido el


rápido crecimiento de ventas original. La inversión en productos, la inversión en
publicidad, buenos comentarios de la clientela: todo ello pudo reforzar el éxito del pasado
para lograr éxitos en el futuro. En una estructura de límite del crecimiento, lo peor que se
puede hacer es presionar sobre el proceso reforzado.

El arte del pensamiento sistémico consiste en ser capaz de reconocer estructuras sutiles
de complejidad creciente (dinámica), tales como las de WonderTech, en medio de la
abundancia de detalles, presiones y correntadas que son propias del ámbito empresarial.
De hecho, la esencia de dominar el pensamiento sistémico como disciplina administrativa
radica en ver patrones donde otros sólo ven hechos y fuerzas ante las cuales reaccionan.

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