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¿Cómo será la Cultura Empresarial en el

futuro?

La cultura de las organizaciones del futuro implica cambios radicales


no solamente en el comportamiento de sus miembros, sino también en
sus tradicionales estructuras "jerárquicas" por estructuras
"heter�rquicas" según Ogilvy, que forman verdaderas cadenas de
valor basadas en redes "polic�ntricas" de experiencia, las cuales
según Bartlett y Ghoshal (1990) representan una tendencia al
transnacionalismo que tendrá un gran auge en el futuro y que
reconciliar� las diversas fuerzas culturales. Esta teoría de la
reconciliación cultural circular a través del transnacionalismo es
sostenida por Trompenaars (1994).
Seguro que alguna vez has escuchado esa gran frase de que “La Cultura de una
empresa es su principal activo…” pues bien, la frase no termina ahí, hay una
segunda parte en esta ecuación de la que casi siempre nos olvidamos “…pero
también se puede convertir en un lastre para el compromiso y la productividad
de las personas”.
Aunque no lo creas esto es la realidad. La cultura de una organización marca la
forma de actuar de las personas que la componen. Muchos directivos desconocen
cual es la cultura de su empresa y esto es porque no siempre coincide, por no
decir casi nunca, con lo que dice ese famoso documento “firmado por la
Dirección” donde quedan reflejados los principios y valores de la empresa.

La cultura corporativa es el resultado indirecto de una forma “consecuente” de


comportarse. No es algo que se pueda reflejar en un documento para ser aceptado
por imposición, no funciona de esta forma. La cultura son acciones, no palabras.

“Existe una diferencia enorme entre creer en algo y tener una


declaración de misión que dice que tú crees en algo” Jason Fried
& David H. Hanson

Transformación Empresarial Vs Cambio


Cultural
Los cambios son exponenciales y ese periodo de aceleración ya lo estamos
viviendo en el presente. Nos obligan a saber muchas más cosas y a estar en modo
“aprendizaje continuo”. Si queremos adaptarnos al futuro tenemos que tomar
decisiones en el presente.
El Foro Económico Mundial de Davos habla de que en los próximos 5 años el
empleo y las organizaciones sufrirán la tormenta perfecta. Hasta 7 millones de
puestos de trabajo “de oficina” pueden perderse por la transformación de la
economía mundial debido a la automatización de procesos.
La misma fuente nos habla de que se crearán entre 2 y 2,5 millones de puestos de
trabajo altamente cualificados, aunque habrá muchos imposibles de cubrir.

El proceso de Transformación Organizacional tiene


que llevar asociado una nueva cultura en la empresa
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El papel de la confianza en la Cultura


Empresarial
El futuro ya es presente y muchas organizaciones ya lo saben.  Saben que su
futuro dependerá de “pequeñas” decisiones que están tomando ahora, en el
presente. Cuando tomes decisiones te parecerán pequeños pasos, será el futuro el
que te diga si lo que eran pequeños pasos se transforman en pasos de gigante para
tu organización.

Necesitas crear un ambiente de trabajo en tu empresa en el que no haya miedo a


la discusión. La mayoría de los problemas en los equipos aparecen cuando sus
miembros asienten en lugar de discutir.

El papel de la confianza en el Cambio Cultural es clave. Cuando existe confianza


en un equipo todos sus miembros se sienten seguros de llamarle la atención a los
miembros cuando estos no actúan de forma correcta o pierden de vista los
objetivos marcados.
Poder decirle a alguien que se está equivocando sin generar malestar es clave
para transformar a un equipo y a una organización.

En busca del Cambio Cultural Sostenible


Muchas Pymes carecen de adaptabilidad al cambio porque son incapaces de
innovar. Para innovar es necesario apostar por las personas no por los
trabajadores.
“Sin innovación no hay salvación” Silvia Leal
A medida que avanzamos hacia el futuro las líneas entre sectores se hacen cada
vez más difíciles de delimitar. Crece la necesidad de volver a la economía real, la
economía productiva no a la especulativa.

Producir de una manera sostenible, porque las empresas no pueden crecer de una
manera ilimitada, sin pagar “peajes”. Solo hace falta un poco de sentido común
para gestionar las empresas.

Busca en las personas la actitud de querer hacer, no de esperar a que las cosas
sucedan. La actitud importa desde el minuto uno. Os ayudará a encontrar el
camino.

La parte Humana de las organizaciones está saliendo otra vez a flote. Las
emociones y los sentimientos son fundamentales. La tendencia al equilibrio vida
laboral-personal usando el sentido común.
Vivimos en la era en la que las nuevas generaciones quieren disfrutar de sus
hijos y en la que los consumidores elegirán primero a las empresas que han
invertido en ellos.
El modelo de Empresa Saludable
Hablar de Bienestar y Salud en el mundo de la empresa ya no es algo raro. Las
empresas están cada vez más preocupadas por la salud en su plano más holístico.
Buscan cuidar a las personas y para ello van un poco más allá de lo establecido
en las normas.
Tenemos que dar “Sentido” a las organizaciones. Normalmente el
comportamiento no se puede cambiar, solo cambia si deja de ser adaptativo a los
contextos en los que surge. Las organizaciones están poco menos que obligadas a
diseñar nuevos contextos si quieren “enganchar” a las personas que las forman.
El modelo de Empresa Saludable no es para todas las organizaciones, requiere
un estado de madurez elevado en su dirección. La dirección tiene que creer y
apostar por este modelo de gestión. La falta de alineación de la dirección produce
un enorme desgaste en todo el proceso y termina cargándose toda la estrategia.
La implantación de un Modelo de Empresa Saludable te dará esta posibilidad
de crear ese nuevo contexto que necesita tu organización, donde las personas se
sientan bien y sean más productivas e innovadoras. Donde cada una de ellas
pueda compartir su mayor riqueza, todo el potencial que lleva dentro.
Ya lo decía A. Einstein “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo
mismo”. Enfréntate a los cambios hoy para ser mejor en el futuro.

https://www.humanas.es/la-cultura-empresarial/

TECNOLOGÍA EMPRESARIAL Y PREDICCIÓN DEL FUTURO

La Tecnología Empresarial comprende la Tecnología Gerencial (TG) que versa


acerca de la Teoría General de Administración (TGA), como una disciplina
eminentemente orientadora del comportamiento profesional en gerencia; que en
vez de enseñar a ejecutar o hacer (el cómo), procura enseñar qué debe hacerse en
determinadas circunstancias o ambientes (el por qué). La TGA no busca formar
profesionales más prácticos que salgan rápidamente de la Universidad y estén listos
para emprender algunas tareas técnicas. Por lo contrario, la TGA trata de enseñar a
pensar, al futuro profesional o a capacitarse y perfeccionarse al ya formado.

Este proceso se realiza mediante el razonamiento con base en un conjunto de


conceptos e ideas que le sirvan como herramientas de trabajo. Además lo que
diferencia al gerente, de un simple ejecutor de tareas es el hecho de que mientras
éste sabe hacer y ejecutar cosas que aprendió mecánicamente (como diseñar
organigramas o flujogramas, elaborar presupuestos, operar registros, etc.), de
manera concreta e inmediatista, el primero sabe analizar y resolver situaciones
variadas y complejas, pues aprendió a pensar, a razonar, a evaluar y a ponderar en
términos abstractos, estratégicos, conceptuales y teóricos; mientras el segundo es
un mero agente de ejecución que cumple órdenes superiores, el primero es un
agente de cambios y de innovación puesto que adquirió habilidades de percibir y
diagnosticar situaciones que el segundo ni siquiera puede imaginar que existen.
Cuanto mayores sean el cambio y la inestabilidad, mayor será la necesidad de
poseer habilidades conceptuales que faciliten la innovación en las organizaciones.

Para que el gerente tenga posibilidades de éxito en cualquier organización


independientemente del nivel jerárquico o del área de su desempeño profesional
además del conocimiento necesita ciertas habilidades personales de diagnóstico y
de evaluación situacional que lo ayuden a discernir qué hacer frente a situaciones
diferentes e imprevistas. Vale la pena recordar la frase de Kurt Lewin: "nada es
más práctico que una buena teoría". Y en cuanto a teoría, la TGA es supremamente
útil puesto que da al gerente el arma más poderosa: la habilidad conceptual.

Por esta razón no se puede mostrar ninguna preferencia acerca de las diversas
teorías de la administración, ya que cada una tiene su lugar y su aplicación, sus
ventajas y desventajas. Todas, desde las más antiguas hasta las más recientes, son
aplicables en las organizaciones actuales y en las del futuro.

Con este respecto, nuestra disquisición no va a versar acerca de lo extenso de la


TG o de la TGA, sino tan solo de algunos de aquellos aspectos que están innovando
la Cultura Organizacional y están transformando todo cuanto clásicamente se ha
venido desarrollando, a la luz de los avances científicos y tecnológicos que es
indispensable tomar en cuenta.

A partir de un esquema como el de ldalberto Chiavenato (Cuadro No. 1) o como el


de cualquier otro tratadista moderno, exponemos nuestro punto de vista acerca de
la Tecnología, y planteamos que ésta, es "Software", es decir Tecnología Gerencial
y "Hardware", es decir el soporte tecnológico para que la acción pueda llevarse a
cabo.

Estado Actual de la TGA y de la TG.

Según ldalberto Chiavenato, hay que examinar los avances graduales de la TGA.
Buscando demostrar su efecto acumulativo, con el fin de comprender las distintas
teorías, así como sus contribuciones y enfoques, Todas las teorías administrativas
presentadas son válidas, en realidad, cada teoría administrativa surgió como una
respuesta a los problemas empresariales más relevantes de su época. En este
sentido, todas ellas tuvieron éxito al presentar soluciones específicas para tales
problemas.

En cierto modo, todas las teorías administrativas son aplicables a las situaciones
actuales. El administrador necesita conocerlas bien para tener a su disposición las
alternativas interesantes para cada situación. La moderna industria automovilística
utiliza en sus líneas de montaje los principios de la administración científica y en su
estructura organizacional, los principios de la teoría clásica y de la neoclásica. La
organización empresarial como un todo puede explicarse mediante la teoría de la
burocracia. Sus supervisores son preparados según el enfoque de la teoría de las
relaciones humanas, los gerentes se preocupan por la teoría del comportamiento
organizacional, y los directivos del área de recursos humanos, por la teoría del
desarrollo organizacional.

Las relaciones de este tipo de empresas con la comunidad se estudian con la lente
de la teoría estructura lista, de la neo-estructuralista y de la teoría contingencial, y
su interrelación con la tecnología es explicada por esta última teoría. El estado
actual de la TGA, es bastante complejo; se caracteriza por una variedad enorme de
enfoques con respecto a su objeto de estudio e implica un amplio espectro de
variables que deben tomarse en consideración.

Hoy en día, la TGA estudia la administración de las empresas y demás tipos de


organizaciones desde el punto de vista de la interacción e interdependencia entre
las cinco variables principales; cada una de las cuales es objeto específico de
estudio por parte de una o más corrientes de dicha teoría. Las cinco variables
básicas -tarea, estructura, personas, tecnología y ambiente- constituyen los
componentes esenciales en el estudio de la administración de empresas. El
comportamiento de esos componentes es sistémico y complejo: cada cual influye y
es influenciado a su vez, por los demás componentes.

Debido a la creciente importancia de la administración y a los nuevos y complejos


desafíos con que ella se enfrenta, autores e investigadores se han concentrado en
algunos aspectos o en algunas variables aisladas del enorme contexto de variables
que interviene -cada una con su naturaleza, su impacto, su duración, su
importancia, etc.- en la estructura y el comportamiento de las organizaciones,
dificultando enormemente una visión total de ellas. A medida que la administración
se enfrenta con nuevos desafíos y situaciones, las doctrinas y las teorías
administrativas necesitan adaptar sus enfoques o modificarlos por completo para
que continúen siendo útiles y aplicables, hecho que explica, en parte, los avances
graduales de la TGA en este siglo.

Para la teoría clásica, pionera en la historia de la administración, el campo de


estudio eran en principio los métodos y el proceso de trabajo de cada obrero.
Después de algunas décadas, ese campo fue elevándose gradualmente en nivel y
en amplitud organizacional hasta llegar, con la teoría contingencial, a lo que
pertenece más a la esfera externa que interna de la organización: su contexto
ambiental. La teoría administrativa se ha venido ampliando con gran rapidez, lo
cual dificulta que los estudiosos de administración pueda familiarizarse, así sea de
modo superficial, con cualquier muestra representativa de la literatura existente
sobre esta área.

El objeto de estudio de la administración fue siempre la acción organizacional,


entendida inicialmente como un conjunto de órganos y funciones; posteriormente e
desdobló en una compleja gama de variables hasta llegar a la concepción de
sistema. Las teorías administrativas más recientes tienen por objeto el estudio de la
organización como un sistema compuesto de subsistemas que interactúan entre sí y
con el ambiente externo. Obviamente, el objeto de estudio de la administración se
amplió sustancialmente, al mismo tiempo que surgía una cantidad significativa de
variables cuya comprensión era importante.

La Administración en la Sociedad Moderna.

A pesar de que la administración es una disciplina relativamente nueva, su


desarrollo fue muy rápido. La propia historia del pensamiento administrativo
proporciona una perspectiva de las contribuciones y de los problemas y situaciones
con que se enfrentó en los últimos setenta años en el mundo industrial.

La administración es un fenómeno universal en el mundo moderno. Cada


organización, cada empresa requieren toma de decisiones, coordinación de
múltiples actividades, dirección de personas, evaluación del desempeño con base
en objetivos previamente determinados, consecución y ubicación de recursos
varios, etc.

Toda organización o empresa requiere que diferentes administradores realicen


numerosas actividades dirigidas hacia áreas o problemas específicos. El profesional,
sea ingeniero, economista, contador, médico, etc., necesita conocer profundamente
su especialidad, Pero, cuando es promovido en su empresa a supervisor, jefe,
gerente o director, a partir de ese momento debe ser administrador, debe entonces
dedicarse a una serie de responsabilidades que le exigirán conocimientos y
posiciones completamente nuevas y diferentes que su especialidad no le enseñó en
ningún momento.
Cada empresa necesita no sólo un administrador sino un equipo de administradores
en los diferentes niveles, áreas y funciones para sacar adelante las diversas
especialidades dentro de un conjunto integrado y armonioso de esfuerzos
orientados a alcanzar los objetivos de la empresa. Esto lleva a que muchos
profesionales de nivel superior vuelvan más tarde a las aulas universitarias a tomar
cursos de administración. Como el administrador no es el ejecutor, sino el
responsable del trabajo de otros, no puede darse el lujo de cometer errores o de
arriesgarse recurriendo a estrategias de ensayo y error, lo cual implicaría conducir
a sus subordinados por el camino menos indicado.

El administrador es un profesional cuya formación es extremadamente amplia y


variada: necesita conocer disciplinas heterogéneas como matemáticas, derecho,
psicología, sociología, estadística, etc.; precisa tratar con personas que ejecutan
tareas o que planean, organizan, controlan, asesoran, investigan, etc., que
jerárquicamente están en posiciones iguales o superiores a la suya,; requiere estar
atento a los eventos pasados y presentes así como a las previsiones futuras, pues
su horizonte debe ser más amplio, en tanto es el responsable de la dirección de
otras personas que siguen sus órdenes y orientación; tiene que tratar con eventos
internos (es decir, que se dan dentro de la empresa), y externos (ubicados en el
ambiente en que se realiza la tarea y en el entorno general de la empresa),
necesita ver más lejos que los demás, pues debe estar identificado con los
objetivos que la empresa pretende, alcanzar a través de la acción conjunta de
todos sus estamentos.

No es que el administrador sea un héroe al cual queramos exaltar, más bien, es un


agente de cambio y de transformación de las empresas, las conduce por nuevos,
rumbos, nuevos procesos, nuevos objetivos, nuevas estrategias, nuevas
tecnologías; es un agente educador, en el sentido de que con su dirección y
orientación modifica los comportamientos y actitudes de las personas; es un agente
cultural en la medida en que, con su estilo de administración y orientación modifica
los comportamientos y actitudes de las personas y modifica la cultura
organizacional existente en las empresas. Pero, más que eso, el administrador deja
marcas profundas en la vida de las personas, a medida que trata con ellas y con
sus destinos en las empresas, y al tiempo que su actuación en la empresa influye
en el comportamiento de los consumidores, proveedores, competidores y demás
organizaciones humanas.

Perspectivas del Futuro de la Administración.

Warren Bennis predijo que en los próximos 25 a 50 años el mundo vería el fin de la
organización burocrática de hoy y el surgimiento de sistemas nuevos más
adecuados a las demandas de la pos-industrialización. Tal predicción se basa en el
principio evolutivo según el cual, cada época desarrolla un tipo de organización
apropiado a sus características. Bennis, al destacar que las debilidades de la
organización burocrática son los gérmenes de los futuros sistemas organizacionales,
se refiere a que en las próximas décadas la tarea administrativa será incierta y
desafiante, pues se verá afectada por un sin número de variables, cambios y
transformaciones cargados de ambigüedad y de incertidumbre.

El administrador se enfrentará con problemas multifacéticos cada vez más


diferentes y complejos que los anteriores, y su atención será disputada por eventos
y grupos ubicados dentro y fuera de la empresa, los cuales le suministrarán
información contradictoria, complicando su diagnóstico y su visión de los problemas
por resolver o de las situaciones por enfrentar, tales como las exigencias de la
sociedad, de los clientes, de los proveedores, de las agencias reguladores, los
desafíos de los competidores, las expectativas de la alta administración, de los
subordinados, de los accionistas, etc.

Sin embargo, todas esas exigencias, desafíos y expectativas sufren profundos


cambios que sobrepasan la capacidad del administrador para seguirlos de cerca y
comprenderlos de manera adecuada. Con la inclusión de nuevas variables a medida
que el proceso se desarrolla, esos cambios tienden a aumentar y crean una
turbulencia que perturba y complica la tarea.

Basil y Cook se refieren a la necesidad de establecer funciones administrativas


volátiles y transitorias para que el administrador pueda enfrentar esa turbulencia; a
pesar de que todos los individuos vuelven rutinario gran parte de su
comportamiento para simplificar el proceso de la vida diaria, existen numerosos
cambios en el medio ambiente que quedan fuera de los límites normales del
comportamiento condicionado. El futuro parece complicar esa realidad; sin duda,
innumerables factores causarán profundos impactos sobre las empresas. En las
próximas décadas, los principales desafíos para la administración serán los
siguientes:

1. Crecimiento de las organizaciones: las organizaciones con éxito tienden al


crecimiento y a la ampliación de sus actividades, bien sea en términos de tamaño y
recursos, de la expansión de sus mercados o del volumen de sus operaciones. El
crecimiento es una consecuencia inevitable del éxito organizacional.

Dado que el mundo externo se caracteriza por cambios rápidos e inesperados, la


organización del futuro deberá tener una estructura y un comportamiento capaces
de adaptarse a los mismos y de esta manera seguir con éxito los que se presentan
en el mundo. En estas circunstancias, los administradores "generalistas", dotados
de habilidades genéricas y variadas, tendrán perspectivas más prometedoras que
los administradores "especialistas", concentrados en pocas habilidades gerenciales;

2.Competencia más agresiva: A la par que aumentan los mercados y que los
negocios, crecen también los riesgos en la actividad organizacional. El producto o
servicio que demuestre ser superior o mejor será el que tenga mayor demanda. La
fabricación de tal producto o la prestación de tal servicio implicará mayores
inversiones en investigación y desarrollo, perfeccionamiento de la tecnología,
disolución de viejos departamentos y divisiones y creación de nuevos, búsqueda
incesante de nuevos mercados y necesidad de competir con otras organizaciones
para sobrevivir y crecer;

3.Sofisticación de la tecnología: Con el progreso de las comunicaciones, del


computador y del transporte en jet, las organizaciones y las empresas han
internacionalizado sus operaciones y actividades. La tecnología proporcionará una
eficiencia y una precisión mayores, así como la liberación de actividad humana que
se podrá orientar hacia tareas más complicadas que exijan planeación y
creatividad.

4.Tasas elevadas de inflación: los costos de energía, de materias primas, de mano


de obra, del dinero, se elevan continuamente. La inflación exigirá, cada vez mayor
eficiencia de la administración de las organizaciones y empresas, para que éstas
puedan obtener mejores resultados con los recursos disponibles y los programas de
reducción de costos de operación. La inflación impondrá de modo inevitable nuevas
presiones y amenazas sobre las organizaciones con ánimo de lucro: éstas deberán
luchar por las utilidades y la supervivencia a través de la búsqueda de mayor
productividad.

5. Internacionalización de los negocios: El esfuerzo para exportar y la creación de


nuevas subsidiarias en territorios extranjeros son un fenómeno reciente, ocurrido
después de las dos guerras mundiales. Estas dos manifestaciones influirán en las
organizaciones del futuro y su administración.

6. Protagonismo mayor de las organizaciones: A medida que crecen, las


organizaciones se vuelven más competitivas, más sofisticadas tecnológicamente,
más internacionales y, con esto, aumenta su influencia ambiental. Entre otros
términos, paulatinamente las organizaciones llaman más la atención del ambiente y
del público, pasando a ser más notorias ante la opinión pública. El protagonismo de
la organización y su capacidad de llamar la atención de las demás puede ocurrir de
manera positiva o de manera negativa.

Todos estos desafíos traerán necesariamente una consecuencia para la


administración de las organizaciones y las empresas: la administración de la
incertidumbre. Los cambios rápidos y bruscos, el crecimiento organizacional, la
competencia de las demás organizaciones y empresas, el desarrollo tecnológico, los
fenómenos económicos de la inflación, la internacionalización de las actividades, el
protagonismo y el peso de la opinión pública harán que las organizaciones del
futuro y de esta década deban tener en cuenta, no sólo la previsión, la continuidad
y la inestabilidad en todos los sectores de la actividad empresarial. Nuevas formas
y modelos de organización serán necesarios, y será imprescindible una nueva
mentalidad en los administradores.

https://sisbib.unmsm.edu.pe/BibVirtual/Publicaciones/administracion/v02_n4/
cultura.htm

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