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Universidad Católica de Santa María

Facultad de Medicina Humana

NEUROLOGÍA
DOCENTE: Dra. MILDRED ARTEAGA
GRUPO: 10 – A

INTEGRANTES:
CÁRDENAS RODRÍGUEZ ALEJANDRO
CHÁVEZ SUAÑA VIOLETA
CRISTÓBAL CCAMA THAIS
ESTUCO DEL CARPIO WALTER
MIRANDA VILLACORTA LISANDRA
PAJA CUTIPA ANA

SEMESTRE: IX

AREQUIPA

2019
1
INDICE
I. INTRODUCCIÓN_______________________________________ 1
II. ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS____________________________2
III. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN_____________________4
IV. DEFINICIÓN___________________________________________5
BASES TEÓRICAS_______________________________________5
ACV HEMORRÁGICO____________________________________7
ACV ISQUÉMICO_______________________________________7
PATOGÉNESIS_________________________________________8
CLASIFICACIÓN SEGÚN DURACIÓN DE LOS SÍNTOMAS________8
V. CAUSAS______________________________________________8
VI. FACTORES DE RIESGO__________________________________ 9
VII. SÍNTOMAS___________________________________________12
VIII. DIAGNÓSTICO________________________________________ 12
IX. PRONÓSTICO_________________________________________13
X. TRATAMIENTO_______________________________________ 14
XI. IMPLICANCIAS DEL ACV________________________________ 14
XII. MEDIDAS PREVENTIVAS________________________________16
XIII. CONCLUSIONES_______________________________________16
XIV. BIBLIOGRAFÍA________________________________________17

2
I. INTRODUCCIÓN
Después del infarto agudo al miocardio (IMA), los ACV son una causa importante de morbimortalidad en nuestro país. La
gran mayoría de pacientes con ACV, 90% aproximadamente, al final del tratamiento quedan con algún tipo de secuela
neurológica, lo que demanda cuidados especializados a nivel familiar, deteriora la calidad de vida del usuario, así como
también, a nivel institucional hay una elevación en los costos de hospitalización y recuperación

La enfermedad cerebrovascular es un grupo heterogéneo de condiciones patológicas cuya carácterística común es la


disfunción focal del tejido cerebral por un desequilibrio entre el aporte y los requerimientos de oxígeno y otros
substratos. Incluye tambien las condiciones en las cuales el proceso primario es de naturaleza hemorrágica. Existe una
notable confusión en la terminología de los trastornos cerebrovasculares que conviene aclarar antes de entrar en
materia. Enfermedad cerebrovascular (ECV) es un término que se usa para describir el proceso de manera general, sea
agudo o crónico, isquémico o hemorrágico o se refiera a un individuo o a muchos. Es el término preferido por los
epidemiólogos para referirse a la ECV como problema de salud o de los clínicos para hablar del comportamiento de la
enfermedad en un paciente en particular a lo largo del tiempo.

II. ASPECTOS EPIDEMIOLOGICOS


MACRO

3
Las diferencias en la incidencia de la Enfermedad Cerebro Vascular dependen de la edad, el género, las razas en la
población, los factores de riesgo para cada una de las poblaciones y los criterios diagnósticos utilizados. (CABRERA S,
2009)

La investigación realizada por un grupo de científicos en la población China (2009), con más de tres mil casos de ECV,
encontró que 54 por ciento correspondió a infartos cerebrales, 38.4 por ciento a hemorragias intracerebrales, 1.1 por
ciento a hemorragia subaracnoidea y 6.0 por ciento de origen indeterminado. Esta elevada proporción de eventos
hemorrágicos puede deberse a una susceptibilidad particular de esta población a eventos cerebrales hemorrágicos, a la
alta prevalencia de HTA no controlada, a los hábitos nutricionales, al uso de medicamentos que predisponen a
hemorragias y al abuso de alcohol entre otras. Las cifras de incidencia varían inclusive dentro de un mismo país; en
China se reportan diferencias importantes en la incidencia de ACV, en Shangai que contrasta con la encontrada en
Changsha de 150/100.000. (LOPEZ F, 2012)

En los países occidentales, el accidente cerebrovascular es la segunda causa más frecuente de discapacidad neurológica.
Se calcula que la incidencia global para Europa es de 235/100.000, es decir cerca de 1.070.000 nuevos casos por año, lo
que hace del ECV un serio problema de salud pública en el mundo. (ESCOBAR J, 2009)

Según resultados del estudio de Framingham, el 45 por ciento de los casos de ECV correspondió a infartos por
ateroesclerosis, 19 por ciento por embolismo cerebral, 19 por ciento a isquemias cerebrales transitorias, 4 por ciento
por hemorragias intracerebrales y 4 por ciento a hemorragia subaracnoidea. En el estudio de Rotterdam 53.9 por ciento
correspondió a eventos isquémicos, 9 por ciento hemorrágicos y 37 por ciento indeterminados. (FRAMINGHAM J, 2010)

El ACV ocasiona una cantidad extensa de muerte e incapacidad en todo el mundo. En el mundo occidental es la tercera
causa de muerte tras las enfermedades del corazón y los cánceres, es probablemente la causa más común de
incapacidad severa, Su incidencia aumenta con la edad y la mayoría de las poblaciones que envejecen. (OPS, 2012)

La enfermedad cerebrovascular (ECV) es una de las causas más importantes de mortalidad y discapacidad en el Perú y a
nivel mundial. A nivel global, se reporta que los pacientes con un primer evento de ECV tienen una mortalidad de
11,1% , y de 8,5% al primer mes de seguimiento. Un aspecto a destacar es que el 63% de los eventos isquémicos y el
80% de los eventos hemorrágicos ocurren en países de ingresos medianos y bajos. (5)

MICRO

En el Perú, se estima que el 15% de todas las muertes prematuras son causadas por la ECV. En el año 2011, Castañeda et
al. Encontraron una mortalidad de 19,6% en 2 225 pacientes con ECV hospitalizados entre los años 2000-2009 en un
hospital público de Lima, Perú. Dos años después, Hernández-Vásquez et al., reportaron 6 444 muertes por ECV (67
muertes por 100 000 habitantes), de los cuales el 51,3% fueron hombres con una edad promedio de 72,3 años (1).

El daño generado por esta enfermedad no solo se estima mediante la mortalidad sino, y tal vez con mayor impacto en la
población y el sistema de salud, también la discapacidad que causan las secuelas posteriores al evento. Una forma
estandarizada para estimar este impacto es mediante el cálculo de los años de vida ajustados por discapacidad (DALY
por sus siglas en inglés, disability-adjusted life year), que se define como el número de años de vida con discapacidad
más el número de años de vida disminuidos por la enfermedad.

En el año 2010, se compararon datos del periodo 1990-2010 sobre la evolución de la ECV en los países de ingresos altos
frente a los de ingresos medianos y bajos; se encontró que, mientras que en los países de ingresos altos la incidencia,
mortalidad y los DALY disminuyeron en 13%, 37% y 34% respectivamente, en los países de ingresos medianos y bajos la
incidencia se incrementó en 22% y los DALY en 25%, sin ningún cambio significativo en la mortalidad (2).

En el estudio multinacional de casos y controles INTERSTROKE publicado en el año 2016, se reclutó a 13 447 casos -
quienes habían sufrido el primer evento cerebro vascular- y 13 472 controles de 32 países, incluido el Perú, de los cinco
continentes. Este estudio reportó que el porcentaje de pacientes con una discapacidad moderada a severa, según la
4
escala modificada de Rankin (score de 3 a 6), fue de 37,6% de manera global; en el grupo que incluyó a Europa
Occidental, Norteamérica y Australia fue de 25,2%, y en Sudamérica un 51,5% (4).

En el mismo estudio INTERSTROKE, en cuanto a la distribución por tipo de evento cerebrovascular, la distribución global
correspondió en 77,3% a eventos isquémicos y en 22,7% a eventos hemorrágicos, siendo esta distribución similar en
Sudamérica y en el Perú [5]. Por otro lado, la frecuencia de eventos de origen cardioembólico puede ser más difícil de
determinar; se vio que en países de ingresos medianos y bajos sólo se coloca dispositivo de monitoreo para detección de
arritmias en el 7,2% de los casos, específicamente en Sudamérica en el 6,1% mientras que los países de ingresos altos se
hace en el 24,7% de los casos (9).

Finalmente, de manera global, la edad promedio de los pacientes con ECV está alrededor de los 62 a 65 años de edad y
la proporción varón/mujer es de 1,47, en Sudamérica y el Perú las diferencias entre ambos sexos son de una razón de
1,25 y 1,09, respectivamente. (5)

III. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACION


En el estudio realizado con el nombre “Ataque cerebrovascular: un estudio epidemiológico prospectivo”, en el Hospital
de Clínicas de Montevideo, Uruguay, realizado por Braga P. (2009), Se analizaron:

“Factores de riesgo vascular, situación neurológica al ingreso, estudios complementarios, tratamientos


realizados y morbimortalidad temprana. En donde 85 pacientes (57%) sufrieron un ACV isquémico y 63 (43%)
una hemorragia intracerebral. Se observó una elevada prevalencia de hipertensión arterial (79%) y ACV
previo (30%). Se constató un uso frecuente de antihipertensivos en las primeras horas (30%), así como de
antiepilépticos (25% de los pacientes sin crisis).(6)

La complicación extraneurológica más frecuente y grave fue la infección intrahospitalaria, causando 22% de las muertes.
Se constató una mortalidad global de 25% de la población, generalmente secundaria al propio ACV (88%) y precoz. Se
identificó un período de alto riesgo (48-96 horas) de agravación neurológica, recurrencia de ACV y muerte. Concluyendo,
se debería insistir en el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial, así como en la profilaxis secundaria del
ACV.”

Aún hay divergencias de criterios en cuanto al aporte de los distintos factores de riesgo en la aparición de la Enfermedad
Cerebro Vascular Aguada hipertensiva, Alonso J. y Carballo L. (2009) decidió realizar una investigación sobre “Factores
de riesgo de la enfermedad cerebrovascular aguda hipertensiva”publicado en la revista Riesgos de Medicina Interna, Vol
22. Perú; refiere:

“Se halló que el sexo masculino y la edad casi quintuplicaron el riesgo de ECV hipertensiva, respectivamente;
los hábitos tóxicos, el alcoholismo lo triplicó. Entre los factores pre mórbidos analizados, el sedentarismo fue
el máximo exponente, elevó en más de ocho veces el riesgo de ocurrencia de la ECVA mientras que la
hipercolesterolemia casi lo cuadriplicó. Tanto el tiempo de evolución de la hipertensión arterial como el
grado de severidad de la misma estuvieron directamente relacionados con la ocurrencia de ECVA. Así, un
tiempo de enfermedad por lo menos igual a 15 años elevó en más de 15 veces el riesgo.” (6)

En la tesis presentada en la Universidad Técnica de Ambato con el tema “Antecedentes de Hipertensión Arterial y su
relación en los accidentes Cardiovasculares mayores en el Hospital Regional Docente Ambato” por Tovar M. (2011), en la
ciudad de Ambato, Ecuador, refiere:

“ En el presente estudio se investiga el predominio de género, el grado de HTA y el accidente cardiovascular


mayor más frecuente, se obtienen los resultados, en los que nos muestran un porcentaje alto del 52% de
pacientes mujeres hipertensas ingresadas en dicho servicio, frente a un 48% de varones hipertensos. En la
población estudiada se identificó 11% de Infarto Agudo de Miocardio (IMA), y 89 % de eventos
cerebrovasculares dentro de los cuales el 56 % son accidentes isquémicos y el resto son hemorrágicos, todos
estos con un alto porcentaje de Hipertensión Arterial grado II.
5
En la investigación no se evidencia registro de muerte súbita. En cuanto se refiere al grado de HTA y grupo
etario se encontró que existe un 80% de accidentes cardiovasculares mayores en el grupo comprendido entre
los 61 y 80 años de edad, seguidos de un 18% en los mayores de 81 años con HTA grado I. Se propuso charlas
educativas durante su hospitalización y el diseño de un plan de egreso, en el que constan indicaciones
farmacológicas, nutricionales y controles preestablecidos.”(6)

IV. DEFINICIÓN

BASES TEORICAS
Accidente cerebro vascular: Incluye un grupo amplio y heterogéneo de condiciones patológicas, cuya característica
común es que hay un daño en la estructura del tejido cerebral, causado básicamente por un desequilibrio entre el
aporte y el requerimiento de oxígeno, además de otras sustancias. Es un accidente súbito, agudo, en el que se produce
interrupción total del flujo sanguíneo a una parte del cerebro. La causa puede ser ruptura de un vaso sanguíneo o que
tiene un aneurisma como antecedente. (5)

El cerebro contiene miles de millones de células que se interconectan para formar una compleja redde comunicación.


Contiene diferentes tipos de células, siendo las más importantes las neuronas; su organización en el cerebro y la
comunicación entre ellas conducen al pensamiento, la memoria, la actividad cognitiva y la toma de conciencia. Hay otro
tipo de células llamadas glía, que proporcionan sustento y apoyo a las neuronas, protegiéndolas contra la infección, las
toxinas y los traumas. Las glías forman la barrera sanguínea cerebral entre los vasos sanguíneos y la sustancia del
cerebro.
El accidente cerebrovascular agudo (ACVA) se produce cuando se interrumpe repentinamente el suministro de  sangre a
una parte del cerebro o cuando se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro. Las células cerebrales, cuando dejan de
recibir oxígeno o nutrientes de la sangre (isquemia), mueren. Esta isquemia conduce finalmente al infarto, a la
muerte de las células cerebrales, que son sustituidas por una cavidad llena de fluido. No todas las células del territorio
afectado mueren inmediatamente, sino que hay una parte que están en "riesgo de morir", y con el tratamiento
adecuado pueden salvarse. La evolución dependerá de la intensidad y localización de la isquemia y de la capacidad del
cerebro para recuperarse.
“En la oclusión de la arteria carótida interna en el cuello puede haber flujo anastomótico retrógrado desde la arteria
carótida externa a través de la arteria oftálmica o por otras conexiones más pequeñas entre las carótidas externa e
interna, tal como lo muestra la siguiente imagen”.

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(1) Allan H. Ropper, Robert H. Ropper, Principios de Neurologia Adams y Victor, octava Edicion pag 665
Existen dos
formas de
ACVA:
Accidente Cerebral Isquémico: cuando hay un bloqueo de un vaso sanguíneo que suministra sangre al cerebro.
Constituyen el 80% de los casos.
Accidente Cerebral Hemorrágico: cuando se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro.
Existe un cuadro que comienza exactamente igual que el accidente cerebrovascular, pero luego se resuelve sin dejar
síntomas o déficit importante, es el llamado "Ataque Isquémico Transitorio" y es una aviso de que la  persona está
sometida a riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular grave.
“Entre 80 y 85% de los ACV son isquémicos, mientras que del 10 al 15% restante son hemorrágicos” (*)
El ACV también está clasificado en dos grandes grupos:

- Isquémico  sea por trombosis, embolia o hipo perfusión sistémica


- Hemorrágico  que puede ser hemorragia intracerebral o hemorragia subaracnoidea

El ACV es una lesión neurológica aguda que se presenta como resultado o consecuencia de una de las patologías
mencionadas. Siendo de mayor frecuencia (80%) las de tipo isquémico y en menor frecuencia (20%) las de tipo
hemorrágico. (15)

Asímismo hay que tener en cuenta que no es fácil diferenciar ambos tipos de ACV, al menos en el aspecto clínico, es
necesario diferenciar ciertos aspectos:

- La hemorragia intracerebral (ICH) durante el periodo temprano no mejora, mejora durante los minutos u horas
posteriores.
- Los que ocurren con más frecuencia son los ACV de tipo isquémico embólico
- Los síntomas característicos usualmente fluctúan, variando entre lo normal y lo anormal, con algunos periodos
de mejora.

7
- La oclusión arterial usualmente provoca síntomas que se desarrollan durante un periodo corto de tiempo, horas
o a lo mucho días comparado con la isquemia de largas arterias, cuyos síntomas pueden aparecer en un periodo
mayor de tiempo.
- La hemorragia por aneurisma subaracnoideo se desarrolla muy rápido, la disfunción cerebral focal no es muy
común que se afecte. (16)

ACV hemorrágico
Se dividen en dos tipos: a. Hemorragia Intracerebral (HIC): que se refiere a un acumulo de sangre intraparenquimal
cerebral, que puede ser producto de una rotura vascular espontánea. La etiología más común es la HTA, seguido de
algún tipo de traumatismo, uso de drogas ilícitas, malformación vascular o angiopatía amiloidea. La sintomatología se
presenta de manera temprana y es de acuerdo a la localización del hematoma cerebral.
El paciente presenta un incremento de la presión intracraneal, motivo por el cual luego va a presentar cefalea intensa
vómitos y alteración en el nivel de conciencia. En hemorragias de poco volumen de sangrado, esta sintomatología podría
no estar presente.
Dentro de las causas más frecuentes tenemos a los TEC, que es la más frecuente, dentro de las causas traumáticas, los
aneurismas, que es las más frecuente dentro de las causas no traumáticas, las angiopatías amiloideas y el uso de drogas
ilícitas. (6)
ACV isquémico
Es un paro cerebrovascular provocado por un proceso de disminución del riego sanguíneo y consecuente disminución de
oxígeno. Ello provoca muerte de parte de la masa encefálica.
Suele aparecer en personas mayores 40 años y un tercio de estos puede terminar en muerte del individuo. Se divide en:
a. ACV embólico: La mayoría de émbolos son de causa cardiaca y frecuentemente asociados a enfermedades que alteran
el ritmo cardiaco; trombos murales; endocarditis bacteriana subaguda; patologías valvulares y enfermedades del septum
cardiaco.
b. Dentro de las causas que no son de origen cardiaco tenemos las lesiones vasculares, como por ejemplo de las, arterias
carótidas, arterias vertebrales y arterias intracraneales.
Dentro de las ubicaciones más frecuentes de los émbolos tenemos la ACM, la arteria basilar y especialmente su rama la
arteria PICA.
c. ACV aterotrombótico: la manifestación clínica está dada por la ubicación de la lesión, es un proceso focal agudo. Un
ACV aterotrombótico es aquella en la cual la causa es la estenosis u oclusión de un vaso que puede ser intra o
extracerebral. La severidad del cuadro clínico está determinada por el calibre de la arteria obstruida y su distribución.
Tiende a ocurrir durante el periodo del sueño, de ahí la denominación de Ictus del despertar.(6)
PATOGENESIS

Como el nombre lo implica, el accidente cerebrovascular isquémico es causado por isquemia cerebral focal, una
reducción localizada del flujo sanguíneo suficiente para afectar el metabolismo y función neuronal. Si la isquemia no se
revierte dentro de cierto periodo, se manifiesta lesión celular irreversible, resultando en infarto cerebral.
Patológicamente, el infarto cerebral aparece como pan necrosis focal de las neuronas, glía y vasos sanguíneos.

Aunque infarto es por definición el resultado del flujo sanguíneo, varios mecanismos pueden alterarlo ´para producir un
accidente cerebrovascular isquémico. El proceso patológico responsable por el mecanismo especifico de infarto se usa
para categorizar al accidente cerebrovascular isquémico en diferentes subtipos histológicos, descritos a continuación.

Clasificación según duración de los síntomas


1. Ataque Isquémico transitorio (TIA):

8
Un TIA se define como un déficit neurológico focal de corta duración, que es secundario a una interrupción total o
parcial pero temporal que ocurre de forma súbita en la circulación cerebral, en una zona vascular arterial definida, con
una recuperación total del déficit neurológico antes de las 24 horas, sin embargo un 70% de casos resuelven antes de la
primera hora de instalación. (5)

2. Accidente cerebro vascular propiamente dicho:


También denominados como stroke o ictus. Es una emergencia médica. Comprende un amplio grupo de entidades
clínicas que incluye HIC, HSA, TIA, la crisis isquémica transitoria (CIT). Básicamente se debe a la interrupción del flujo de
sangre en algún territorio cerebral. (5)

V. CAUSAS
Accidente Cerebral Isquémico
La causa más frecuente son los coágulos de sangre. Cuando los coágulos de sangre se forman en un lugar incorrecto
dentro de la arteria, ocasionan una lesión que interfiere con el flujo normal de la sangre. Según avanza la edad, son más
frecuentes los problemas de coagulación.
Los coágulos ocasionan isquemia e infarto de dos maneras diferentes:
 Un coágulo en alguna parte del cuerpo se traslada a través de los vasos sanguíneos quedando atrapado en una
arteria cerebral; el coágulo libre se denomina émbolo: accidente cerebrovascular embolico.
 Se forma un coágulo de sangre en una de las arterias cerebrales, permaneciendo fijo en la pared, hasta que
aumenta lo suficiente de tamaño como para bloquear el flujo de sangre al cerebro: accidente cerebrovascular
trombótico.
Otro mecanismo por el cual se puede ocasionar un accidente cerebrovascular isquémico es por estrechamiento de una
arteria pequeña o grande (estenosis) por acumulación de placa (mezcla de sustancias grasas, como el colesterol y
otros lípidos). La forma más común es la Arterioesclerosis, en la que se acumulan depósitos de placa a lo largo de las
paredes interiores de las arterias medianas y grandes. Este acumulo provoca un aumento del espesor, endurecimiento y
pérdida de elasticidad, con reducción en el flujo sanguíneo (10).
Accidente cerebral hemorrágico
Las neuronas, en condiciones normales, no entran en contacto con la sangre, ya que la separa una estructura llamada
glía que forma una barrera que rodea a los vasos sanguíneos y capilares para controlar qué elementos de la sangre
pueden pasar.
Cuando se rompe una arteria en el cerebro, no sólo se altera el suministro de sangre, sino el equilibrio químico necesario
que requieren las neuronas para funcionar correctamente.
La hemorragia puede ocurrir de varias formas:
 Aneurisma sangrante: hay un lugar débil en la pared arterial que se dilata o se hincha bajo una  presión arterial
elevada, pudiendo romperse y derramar sangre en el espacio que rodea a las células cerebrales.
 Rotura de la pared arterial: Si hay una placa incrustada en la pared arterial, esta pierde su elasticidad,
volviéndose quebradiza y con tendencia a romperse en el caso de hipertensión.
 Malformación arteriovenosa: conglomerado de vasos sanguíneos y capilares defectuosos que tienen las
paredes delgadas y con tendencia a romperse.
 Lesiones en la cabeza y el cuello: pueden ocasionar hemorragias, tensión en las arterias vertebrales y carótidas,
conduciendo posiblemente a un accidente cerebrovascular isquémico.

VI. FACTORES DE RIESGO


Hay algunas personas con mayor riesgo de sufrir un ACVA:

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Factores de riesgo no modificables
Edad. Aunque se puede dar en cualquier grupo de edad, las personas mayores tienen mayor riesgo. Por cada década por
encima de los 55 años, el riesgo de accidente cerebrovascular se duplica y el 65% se da en mayores de 65 años.
Género. Los hombres tienen mayor riesgo de sufrir un ACVA, pero en las mujeres hay mayor mortalidad, ya que por lo
general son más mayores cuando le ocurren.
Raza. El medioambiente y el estilo de vida son factores que desempeñan un papel importante en el riesgo de accidente
cerebrovascular.
Historial de antecedentes familiares de accidentes cerebrovasculares. Los miembros de una familia pudieran tener una
tendencia genética a factores de riesgo del accidente cerebrovascular, tales como una predisposición heredada a la
hipertensión o a la diabetes. La influencia de un estilo de vida común entre los miembros de la familia pudiera contribuir
también al accidente cerebrovascular familiar.
Factores de riesgo modificables
Tensión arterial. La hipertensión arterial es el factor de riesgo más poderoso que existe; el hipertenso tiene de 4 a 5
veces más probabilidad de padecer un ACVA que el normotenso. La HTA representa la primera causa de complicación
cerebrovascular, de forma que el 50% de los pacientes que hacen un ACVA son hipertensos, y un 20% de los hipertensos
severos desarrollan un ACVA. La hipertensión como factor de riesgo, disminuye su importancia a medida que aumenta la
edad, por lo que otros factores adicionales desempeñan un papel más importante en el riesgo de ACVA en las personas
de mayor edad.
Reducción de peso: El sobrepeso / obesidad se considera el factor desencadenante ambiental más importante de los
que contribuyen a la aparición de hipertensión. El exceso de grasa corporal contribuye a elevar la presión arterial y esto
es así desde la primera infancia. Por lo tanto, el control ponderal se considera el pilar principal del tratamiento no
farmacológico y todos los pacientes con hipertensión y sobrepeso deberían iniciar un programa de reducción de peso,
de forma controlada e individualizada, que conllevase una restricción calórica y un aumento de la actividad física. La
reducción de peso disminuye la presión arterial y aumenta el efecto hipotensor del tratamiento farmacológico y,
además, puede reducir significativamente los factores concomitantes de riesgo cardiovascular, tales como diabetes y
dislipemia. Debe ser un objetivo constante la reducción de peso y mantenimiento en el peso ideal en el sujeto
hipertenso y para ello el especialista en consulta debe recordar incluir siempre el consejo dietético y, en principio,
recomendar una reducción de peso de alrededor de 5 Kg con nuevas disminuciones de 5 Kg en función de la respuesta
obtenida y el peso del paciente. (7)
Enfermedad cardiaca. Fundamentalmente la fibrilación auricular, en la que se produce un flujo irregular de la sangre y
mayor posibilidad de formación de coágulos que se pueden trasladar al cerebro. El riesgo aumenta considerablemente
con la edad. También las malformaciones de las válvulas del corazón suponen un mayor riesgo. Existe una malformación
del corazón, llamada Foramen Ovale (abertura que comunica las dos aurículas) que supone un mayor riesgo.
Reducción de consumo de sal: Los primeros estudios demostraron que una reducción muy pronunciada de la ingestión
de sal, disminuía la presión arterial en pacientes hipertensos, pero a pesar de esto, los datos que implican a la sal en la
etiopatogenia de la hipertensión son contradictorios y aunque es muy posible que exista una relación entre sodio y
presión arterial, es muy difícil ponerla de manifiesto. Los primeros estudios demostraron que una reducción muy
pronunciada de la ingestión de sal, disminuía la presión arterial en pacientes hipertensos, pero a pesar de esto, los datos
que implican a la sal en la etiopatogenia de la hipertensión son contradictorios y aunque es muy posible que exista una
relación entre sodio y presión arterial, es muy difícil ponerla de manifiesto. (7)
Aumento de actividad física: Como respuesta al entrenamiento físico, en normotensos, se pueden alcanzar reducciones
de presión de –4/-4 mmHg para sistólica y diastólica respectivamente, diferencia similar a la que se observa entre la
población general que realiza ejercicio físico y la que no lo hace. Es conveniente que el ejercicio sea dinámico,
prolongado y predominantemente isotónico de los grupos musculares mayores, como por ejemplo una caminata de 30 a
45 minutos a paso rápido, llevada a cabo la mayoría de los días de la semana. Se ha demostrado que el ejercicio físico
ligero realizado de forma continuada es capaz de reducir la presión sistólica en casi 20 mmHg en pacientes con edades
comprendidas entre los 60 y 69 años. Para explicar esto se consideran una serie de hipótesis: reducción de la eyección
10
cardíaca, disminución de las resistencias vasculares periféricas por mayor diámetro de los vasos de resistencia como
consecuencia de la apertura y proliferación del lecho capilar en los músculos entrenados, reducción de la actividad
simpática y de la resistencia a la insulina o el efecto natriurético del ejercicio. (7)
Tabaco. Es el factor de riesgo modificable más potente. El consumo de cigarrillo casi duplica la probabilidad de padecer
un ACVA, independientemente de otros factores de riesgo. El riesgo relativo de accidentes cerebrovasculares disminuye
inmediatamente después de dejar de fumar, observándose una reducción importante del riesgo después de 2 a 4 años.
El consumo de cigarrillos promueve la Arterioesclerosis y aumenta los niveles de factores de coagulación de loa sangre.
Ingesta de potasio: La ingesta elevada de potasio, en la dieta, puede proteger el desarrollo de la hipertensión y mejorar
el control de las cifras de presión arterial en los pacientes con hipertensión establecida. Debe mantenerse un consumo
adecuado, ya que una ingesta inadecuada puede elevar las cifras de presión arterial. El consumo de potasio debe
situarse en torno a aproximadamente de 50 ó 90 mmol al día, preferiblemente a partir de alimentos tales como fruta
fresca y vegetales. Durante el tratamiento de los pacientes con diuréticos hay que vigilar la aparición de hipopotasemia y
si necesario corregir ésta en base a suplementos de potasio, sales de potasio o diuréticos ahorradores de potasio. (7)
Niveles de colesterol. El colesterol es una sustancia vital para nuestro organismo ya que contribuye a
la producción de hormonas y de vitamina D, además de ser un componente integral de las membranas celulares.
La producción natural de colesterol por parte del hígado no supone un factor de riesgo, pero el proveniente de una dieta
con elevados niveles de colesterol sí. Los alimentos con elevado contenido en grasas saturadas y colesterol pueden
aumentar los niveles de colesterol total de manera alarmante, contribuyendo al riesgo de Arterioesclerosis y el aumento
de espesor de las arterias. El colesterol no es soluble en agua (es una grasa) y, por tanto, tampoco en la sangre y
para poder trasladarse por ella necesita estar cubierta por una capa de proteína: lipoproteína.
Tenemos dos clases de colesterol: bueno o lipoproteína de alta densidad (HDL) y malo o lipoproteína de baja densidad
(LDL). La mayor parte del colesterol en el cuerpo está en forma de lipoproteína de baja densidad o LDL o "colesterol
malo", que circulan a través de la corriente sanguínea recogiendo el exceso de colesterol y depositando el colesterol
donde se necesita (por ejemplo, para la producción y mantenimiento de membranas celulares). Pero cuando comienza a
circular demasiado colesterol en la sangre, el cuerpo no puede manejar el exceso de lipoproteínas de baja densidad y se
acumula a lo largo del interior de las paredes arteriales. Esta acumulación se convierte en placa conduciendo a estenosis
y Arterioesclerosis. Los niveles de LDL deben ser inferiores a 130mg/ml. Unos valores por encima de 160 ponen a una
persona en gran riesgo de sufrir un ataque al corazón o un ACVA. La forma HDL contribuye a la prevención de los ACVA,
ya que en vez de depositar el colesterol en el interior de las paredes arteriales, vuelve al hígado para descargarlo y este
elimina el exceso a través de los riñones. Son deseables valores superiores a 35 mg/ml. Una dieta saludable y la práctica
de ejercicio son las mejores medidas para reducir los niveles de colesterol.
Diabetes. Los diabéticos tienen tres veces más riesgo de padecer un ACVA, alcanzando el punto más elevado entre los
cincuenta y los sesenta años, disminuyendo a partir de esta edad. También se une que la prevalencia de hipertensión es
un 40% más elevada en la población diabética. Es fundamental un buen control del azúcar y de la tensión arterial.
Consumo excesivo de alcohol. Normalmente, un consumo excesivo de alcohol conduce a un incremento en la presión
sanguínea, pero diferentes estudios demuestran que el consumo moderado tiene una influencia protectora contra el
accidente cerebrovascular isquémico, probablemente debido a que el alcohol reduce la capacidad de coagulación de las
plaquetas de la sangre. El consumo de cantidades excesivas de alcohol puede producir un efecto rebote una vez que el
alcohol se ha eliminado del cuerpo: aumenta de manera importante la viscosidad de la sangre y los niveles de plaquetas,
con lo que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico.
Consumo de drogas. La cocaína puede actuar sobre otros factores de riesgo como la hipertensión, la enfermedad
cardiaca y la enfermedad vascular; también reduce el flujo de sangre cerebrovascular hasta en un 30%, conduciendo a
un estrechamiento de las arterias. Afecta al corazón produciendo arritmias y acelera el ritmo cardiaco que puede
conducir a la formación de coágulos de sangre.
Otras drogas como las anfetaminas, la heroína y los esteroides anabolizantes aumentan el riesgo de sufrir un ACVA, ya
que pueden hacer que los vasos sanguíneos se estrechen y aumente la presión de la sangre.
Factores de riesgo relacionados con las mujeres

11
El embarazo y el parto pueden poner a la mujer en un mayor riesgo de padecer un ACVA, aunque en las mujeres jóvenes
el riesgo es pequeño.
Igual que durante el embarazo y el parto, los cambios hormonales al final de los años reproductivos pueden aumentar el
riesgo de accidente cerebrovascular. La terapia de sustitución hormonal puede reducir algunos de los efectos de la
menopausia y disminuir el riesgo de accidente cerebrovascular. El mecanismo mediante el cual el estrógeno puede
resultar beneficioso para las mujeres posmenopáusicas podría ser su papel en el control del colesterol. Diversos estudios
han demostrado que el estrógeno aumenta los niveles de la lipoproteína de alta densidad (colesterol bueno), y reduce
los niveles de la lipoproteína de baja densidad (colesterol malo) (11).
Sin embargo, Argente lo resume de una manera mucho más sencilla incluyendo tanto los factores que son modificables

como los que no, de igual manera separando ambos tipos de ACV.

Cuadros 66 14-2 y 14-3 Semiología médica Argente-Álvarez 2da edición página 1401 (17)

VII. SÍNTOMAS
Los síntomas aparecen de manera repentina y se dan más de un síntoma al mismo tiempo, por lo que puede distinguirse
fácilmente de un mareo o de un dolor de cabeza.
Los síntomas más característicos son:
 Entumecimiento o debilidad repentina, sobre todo de una parte del cuerpo.

12
 Confusión repentina o problemas con el habla o la comprensión.
 Problemas repentinos con la vista en uno o en ambos ojos.
 Problemas repentinos para andar, mareos o pérdida de equilibrio o coordinación.
 Dolor de cabeza repentino, severo, sin causa conocida.
 Ante cualquiera de estos síntomas, no espere, acuda a urgencias.
Incapacidades resultantes
Algunas de las incapacidades que pueden resultar de un accidente cerebrovascular son:
Parálisis. Es muy frecuente que se produzca parálisis en un lado del cuerpo, llamada hemiplejia. También se puede
producir debilidad de un lado del cuerpo, llamada hemiparesia. La parálisis o debilidad puede afectar sólo a la cara, una
extremidad o puede afectar a todo un lado del cuerpo. El lado que se afecta es el contrario al hemisferio cerebral que ha
sufrido el accidente. El déficit motor puede ser consecuencia del daño a la corteza motora en los lóbulos frontales del
cerebro o en las partes inferiores del cerebro, como el cerebelo, que controla el equilibrio y la coordinación.
Déficit cognitivo. Se pueden producir problemas de raciocinio, conciencia, atención, juicio y memoria. Puede no tener
conciencia de un lado de su cuerpo o un lado de su campo visual (hemineglicencia) y no es consciente de su déficit.
Puede estar inconsciente de lo que le rodea o puede no tener conciencia de déficit mental resultante del ACVA.
Déficit del lenguaje. Problemas para comprender o producir el lenguaje (afasia) o construir frases (disartria). Suelen ser
consecuencia de daño a los lóbulos temporales y parietales del cerebro.
Déficit emocional. Puede haber problemas para controlar sus emociones o expresar emociones inapropiadas en
determinadas situaciones. Un problema muy frecuente es la depresión, que puede dificultar la recuperación y la
rehabilitación e, incluso, conducir al suicidio.
Dolor. Se puede dar un tipo de dolor llamado central, debido al daño en un área del cerebro llamada tálamo. Es una
mezcla de sensaciones, como calory frío, ardor, hormigueo, falta de sensibilidad, punzadas agudas y dolor intenso.
Existen pocos tratamientos para combatir este dolor (12).

VIII. DIAGNÓSTICO
Los médicos disponen de diferentes herramientas para diagnosticar la causa de un ACVA con exactitud y rapidez.
Los pasos son los siguientes:
 Examen neurológico
 Análisis de sangre.
 Electrocardiograma. Sirve para descubrir cambios importantes en el ritmo cardíaco, que pueden ayudar a
evaluar la etiología de la ECV, como por ejemplo una fibrilación auricular. Además, permite establecer la hipertrofia
ventricular izquierda y la presencia de infartos del miocardio silenciosos. (7)
 Tomografía computarizada. Se crean una serie de imágenes transversales de la cabeza y del cerebro y es la
técnica preferida para el diagnóstico. Descarta rápidamente una hemorragia, puede mostrar un tumor e incluso
puede presentar evidencia de un infarto precoz. Si el ACVA es ocasionado por una hemorragia, puede
mostrar pruebas casi inmediatamente después de que aparezcan los síntomas.
 Resonancia magnética: utiliza campos magnéticos para detectar cambios en el tejido cerebral. Con esta técnica
se pueden detectar mejor los pequeños infartos inmediatamente después de la aparición del accidente
cerebrovascular. El inconveniente es la escasez de aparatos (no está disponible en todos los hospitales) y su coste.
Tampoco es fiable para determinar si el paciente está sufriendo una hemorragia; debido a que conlleva más tiempo
para realizar la prueba que la tomografía, no debe utilizarse si retrasa el tratamiento.
Otras:

13
 Angiografía de Resonancia Magnética. La angiografía por RM está indicada en casos de placas de ateroma en las
carótidas, las cuales tienen un alto riesgo de embolización cuando se practica la arteriografía convencional . (7)
 Angiografía cerebral. La angiografía cerebral por sustracción digital, se debe realizar solamente en casos
seleccionados en que se sospeche AIT localizados en el cuello, en territorio carotídeo. Este procedimiento se realizará
siempre con un estudio previo de tríplex carotídeo y vertebral que sean sugestivos de dicha patología (estenosis
vascular mayor del 70%) y que sean candidatos a una endarterectomía carotídea. También está indicada en el
estudio de malformaciones arteriovenosas. Este método es más sensible que la angiografía convencional para
detectar alteraciones vasculares. (7)
 Resonancia Magnética Funcional.
 Punción lumbar: La punción lumbar no debe hacerse como procedimiento diagnóstico de urgencia en la ECV,
pues tiene el riesgo de agravar el estado de conciencia del paciente, al descompensar un edema cerebral o
hematomas intracraneanos. Además no presta ayuda diagnóstica, pues el líquido cefalorraquídeo puede ser
hemorrágico en un infarto cerebral isquémico y se prestaría a confusión con una HSAE. Solamente se practicará la
punción lumbar cuando el TAC de cráneo previo sea normal y se sospeche otra causa de irritación meníngea
(meningitis agudas o crónicas). (7)
 Ultrasonido Doppler. Se envían al cuello ondas sonoras, los ecos rebotan de la sangre en movimiento y del
tejido en la arteria y pueden convertirse en una imagen. Es un método rápido, indoloro, libre de riesgo y
relativamente poco costoso, pero no es tan exacto como la arteriografía. (7)
 Arteriografía. Es una radiografía de la arteria carótida tomada cuando se inyecta en la arteria un tinte especial.
Este procedimiento lleva su propio pequeño riesgo de ocasionar un accidente cerebrovascular y es costoso de
realizar. Es la mejor manera de medir la estenosis de las arterias carótidas.
 Rayos X de tórax. Son de utilidad para evaluar la silueta cardíaca, lesiones pulmonares y otras alteraciones,
como por ejemplo lesiones en la aorta. (7)
 Se utilizan diferentes escalas para valorar el daño neurológico, pidiéndole que responda a diferentes preguntas y
realice diferentes pruebas físicas y mentales.

IX. PRONÓSTICO
Hasta hace poco tiempo, la medicina ha podido hacer muy poco por las personas afectadas, pero la evolución ha sido
muy rápida y se desarrollan cada día nuevas y mejoras terapias, de tal manera que, si ha habido un tratamiento precoz,
las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular agudo (ACVA) pueden salir del mismo sin incapacidad o con
muy poca. En resumen, cada día son mejores las expectativas de vida para los afectados y la medicina avanza a pasos
agigantados (11).
Factores de mal pronóstico
Incontinencia vesical y/o intestinal
Afectación importante de medio lado del cuerpo
Déficit de percepción
Alteraciones cognitivas graves
ACVA previo
Problemas médicos complejos asociados
Afasia global

X. TRATAMIENTO
La terapia que reciba el paciente dependerá de la etapa de la enfermedad. Normalmente hay tres etapas en el
tratamiento:
14
Prevención del accidente cerebrovascular
Terapia inmediata.
Rehabilitación
En este apartado nos ocuparemos del tratamiento inmediato.
 Tratamiento medicamentoso: Los fármacos más comúnmente utilizados son:
 Agentes antitrombóticos (agentes contra las plaquetas y anticoagulantes)
 Agentes trombolíticos.
 Neuroprotectores
Agentes antitrombóticos. Evitan la formación de coágulos de sangre reduciendo la actividad de las plaquetas, que son
las células sanguíneas que contribuyen a la propiedad coagulante de la sangre. Los agentes antitrombóticos son
utilizados normalmente con fines de prevención.
Los agentes más utilizados son:
Aspirina.
Clopidogrel.
Ticlopidina.
Los anticoagulantes reducen la propiedad de coagulación de la sangre y los más utilizados son la warfarina y la heparina.
Agentes trombolíticos. Se utilizan para el tratamiento del accidente cerebrovascular agudo mientras éste se está
produciendo. Disuelven el coágulo que está bloqueando el flujo de sangre al cerebro. Sólo deben utilizarse después de
una evaluación cuidadosa del paciente.
Neuroprotectores. Protegen al cerebro contra una lesión secundaria ocasionada por un ACVA. Hay diferentes tipos:
antagonistas del calcio, como la nimodipina, los antioxidantes, los inhibidores de la apoptosis, etc.
 Cirugía. Se puede utilizar como prevención, tratamiento de un accidente agudo o para reparar el daño vascular.
Los dos tipos fundamentales son:
Endarterectomía carótida: se eliminan depósitos grasos del interior de una arteria carótida, que son las principales
proveedoras de sangre al cerebro.
Derivación extra craneal /intracraneal. Se restaura el flujo sanguíneo a una zona del cerebro privada de sangre mediante
la derivación de una arteria saludable en el cuero cabelludo a la zona del tejido cerebral afectada. No es una técnica muy
utilizada por su dudosa utilidad.
Clipping.
Técnica de bucle desmontable.

XI. IMPLICANCIAS DEL ACV


A nivel familiar
La familia cumple un papel central para el bienestar de los pacientes ya que, es el contexto más inmediato del adulto,
donde, se da la interacción personal; es además, el ámbito de protección y socialización. Por esto, la disposición de una
red familiar de apoyo representa un elemento importante para la contención sobre todo, en situaciones de dependencia
como pueden ser las enfermedades crónicas.
La información y la formación del paciente y su familia son imprescindibles a lo largo de todas las fases del proceso,
debiendo iniciarse desde el momento del diagnóstico para llevar a cabo los cuidados necesarios en el domicilio.

15
Esto tiene repercusiones destacables para la familia por la dependencia que genera y la necesidad de cuidado informal.
El cuidado informal es la prestación de cuidados a personas dependientes por parte de la familia, los amigos, los vecinos
u otras personas que no reciben ninguna contribución económica por la ayuda que proporcionan. Presenta una serie de
rasgos característicos, se trata de un sistema no remunerado de cuidados que está basado en las relaciones de
afectividad y parentesco, por lo que en muchas ocasiones se interpreta como un recurso carente de valor. Asimismo, se
realiza en el ámbito de lo privado y en nuestra sociedad se asume como parte de las denominadas tareas domésticas,
asociándose con un determinado rol de género que afecta fundamentalmente a las mujeres,que deben encargarse de
las tareas hogareñas, administrar la medicación al enfermo, hacer las citas con los médicos, llevar al paciente a su
terapia de rehabilitación, cuidarlo físicamente (darle de comer, llevarlo al baño, higienizarlo, etc.) y hacerse cargo de
aspectos económicos.
El cuidado de un familiar que ha sufrido un accidente cerebrovascular muchas veces implica una sobrecarga de trabajo
que puede sobrepasar las posibilidades físicas y emocionales que el cuidador posee.
Estudios científicos sobre cuidadores de pacientes con incapacidades han descubierto que estos pueden también
enfermarse y sufrir de depresión. Además se ha demostrado que cuando los cuidadores están en buenas condiciones
físicas y psicológicas para enfrentar su tarea, los enfermos mejoran mucho más que cuando son atendidos por
cuidadores que se han abandonado a sí mismos. (8)
A nivel social y económico
Esta enfermedad tiene gran impacto a nivel social y económico, sintiéndose sus consecuencias de manera más
significativa en aquellos países de menores recursos
Las secuelas de un ACV implican siempre un cierto grado de dependencia. Alrededor del 30% a 40% de los
supervivientes en el primer año después del accidente cerebrovascular no están en condiciones de volver a trabajar y
requieren algún tipo de ayuda para realizar actividades básicas de la vida diaria. La pérdida de autonomía entre los
adultos y su consiguiente dependencia es otra forma de expresar la severidad de las discapacidades resultantes de los
accidentes cerebrovasculares. El impacto que genera es importante para la sociedad en su conjunto e impone un alto
costo en atención sanitaria y social a la enfermedad y en términos de pérdida de capacidad de producción de los
pacientes y sus familiares. Reducir la carga que representa el ACV en el individuo, la familia y la sociedad, supone un reto
para los profesionales sanitarios, los sistemas de salud y la comunidad científica en general. Aunque la prevención
primaria es crucial, y seguirá siendo la piedra angular de los esfuerzos para reducir la discapacidad, existe demostración
acumulada de que la mejora sistemática del manejo del ictus, incluida la rehabilitación, puede también reducir la
mortalidad y la discapacidad por esta causa. (8)
A nivel hospitalario
La atención de los pacientes comprende de manera esquemática dos fases:
-En la primera fase predomina la hospitalización.
-En la segunda fase predomina la atención ambulatoria y los cuidados que prodigan los familiares y allegados.
En cualquier fase, los recursos movilizados son sumamente importantes. Los costos pueden ser:
A) Directos, que comprenden el tratamiento médico y todos los recursos movilizados para mejorar o estabilizar la
enfermedad (los costos hospitalarios en la fase aguda, los cuidados posteriores de rehabilitación).
B) Indirectos, que derivan de las consecuencias sociales de la enfermedad (incluyen los subsidios desembolsados para
compensar la discapacidad y adaptación del lugar de residencia, salario, trabajadores sociales a domicilio; y la pérdida de
la productividad vinculada al paro temporal o definitivo de la actividad profesional.
Debido a las características de los supervivientes de un ACV (edad y esperanza de vida), los costos indirectos suman,
según el país de que se trate, el 50-100% de los costos directos en los países industrializados.
Según el estudio ECIC, el promedio de costos directos en la asistencia médica del ACV se distribuyen así: 42% para
hospitalización en fase aguda, 29% para readaptación y rehabilitación y 8% para seguimiento ambulatorio.
Principalmente se concentran en los primeros seis meses que siguen al accidente; más adelante, el costo de la atención
ambulatoria supera al de la atención durante los primeros 6 meses. (8)

Salud Pública

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Los ACV son una amenaza grave para la salud pública ya que significan grandes costos para los sistemas sanitarios. Cada
año, alrededor de seis millones de personas en el mundo mueren de un ataque cerebral, constituyéndose como la
patología neurológica más común y primera causa de discapacidad en la población adulta. Desde la perspectiva de la
rehabilitación, el accidente cerebrovascular es un gran generador de discapacidad, tanto física como cognitiva. De la
población que lo sufre , un 15 a 30% resulta con un deterioro funcional severo a largo plazo, lo que implica un alto grado
de dependencia de terceros y un elevado costo económico. El costo directo de la atención médica total anual por
paciente es: para el diagnóstico $ 661, para el tratamiento $ 6.899, para el seguimiento ambulatorio $ 3.859, con un
costo total de $ 11.419.
Además, el ACV se ha establecido como la segunda causa de demencia a nivel mundial.
Gracias al advenimiento de nuevas terapias, la mortalidad por ACV ha disminuido notablemente en los últimos años, lo
que deja un número cada vez más alto de sobrevivientes con mayor probabilidad de recurrencia. Si a esto se suma una
población envejecida (por el aumento en la esperanza de vida), se genera un importante impacto sanitario: más
población con déficit funcional, quienes tienen más probabilidad de presentar complicaciones asociadas y que éstas
sean de mayor gravedad. (8)

XII. MEDIDAS PREVENTIVAS


Las medidas para prevenir un primer accidente o evitar accidentes recurrentes se basan en el tratamiento de los
factores de riesgo:
 Hipertensión arterial.
 Fibrilación auricular.
 Diabetes.
 Prevenir la formación generalizada de coágulos, independientemente si hay factores de riesgo.
 Rehabilitación
El objetivo de la rehabilitación es ayudar a la persona a superar la incapacidades que resultan del daño producido por el
accidente cerebrovascular. La rehabilitación consiste principalmente en:
Terapia  física: Técnicas para volver a aprender a caminar, sentarse, cambiar de postura, etc. mediante ejercicios y
manipulación física del paciente para restaurar el movimiento, el equilibrio y la coordinación.
Terapia ocupacional: Técnicas para volver a aprender a comer, beber, vestirse, bañarse, leer, escribir, etc. Se tiene que
conseguir que la persona vuelva a ser independiente o alcanzar el mayor grado de autonomía posible.
Terapia del habla: Los problemas del habla se dan cuando se produce daño cerebral en los centros del lenguaje del
cerebro. Como el cerebro tiene una gran capacidad de cambio, otras áreas pueden adaptarse para asumir
las funciones perdidas. Se utiliza en los pacientes que no tienen déficit cognitivo o del pensamiento, pero tienen
problemas para comprender las palabras habladas o escritas o problemas para formar frases. Se intenta mejorar las
destrezas del lenguaje, encontrar otras formas posibles de comunicación y adquirir otras aptitudes para hacer frente a la
frustración que supone no ser capaz de comunicarse plenamente.
Terapia psicológica/psiquiátrica: Ayuda sobre problemas mentales y/o emocionales relacionados. Los problemas de
depresión y ansiedad son habituales tras un episodio de ACVA. En ocasiones también es beneficioso que los familiares
del paciente reciban ayuda psicológica para hacer frente al padecimiento (14).

XIII. CONCLUSIONES
Los accidentes cerebrovasculares pueden ser de tipo isquémico o de tipo hemorrágico, a su vez estos últimos, las
hemorragias intracraneales son una quinta parte del total de las enfermedades cerebrovasculares (ECV).

Existen varias clasificaciones de las que destaca la topográfica que las divide en: hemorragias intraparenquimatosa (HIP),
intraventricular, subaracnoídea, subdural y epidural. A su vez la hemorragia intraparenquimatosa es la más frecuente de
las hemorragias intracraneales.

17
Estas pueden tener una localización típica o atípica, refiriéndonos a las zonas donde la causa más frecuente es la
hipertensión arterial crónica, pero en un porcentaje menor (50%), por lo que debemos mantener en mente otras causas.
Los sitios típicos corresponden al núcleo lenticular, el tálamo, el cerebelo, el puente y la cabeza del núcleo caudado. La
sustancia blanca de los lóbulos cerebrales es la localización más frecuente de los sitios atípicos.

XIV. BIBLIOGRAFIA
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 7. Ortiz.Rodriguez.Ana.Maria. Factores de riesgo para accidente cerebro vascular en pacientes con
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 8.Dominguez Joana. Lemos Romina. Vizaguirre Roxana. Conocimiento de la población sobre accidentes
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 9.Castañeda-Guarderas A, Beltrán-Ale G, Casma-Bustamante R, RuizGrosso P, Málaga G. Registro de pacientes
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 11. Dr. Carlos Antonio Bargiela - Dra. María del Mar G. Bargiela “Accidente Cerebro Vascular” .Revista de la
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 12. Juan i. Rojas, María Cristina Zurru, Liliana Patrucco, Marina Romano, Patricia m. Riccio, Edgardo Cristiano.
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 13. Sala de Situación de Entre Ríos. “Tasas de mortalidad por Enfermedades Cerebrovasculares(I60-I69)/100.000
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 14. Ministerio de Salud de la Nación. Dirección Nacional de promoción de la salud y control de enfermedades no
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 16. Louis R. Caplan “Clinical diagnosis of stroke subtypes” – Uptodate
 17. Semiología médica 2da edición Argente-Álvarez

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BIBLIOGRAFIA

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 Brust J. (2010) Diagnóstico y Tratamiento Neurología. España: Edit. Mc Graw Hill
 Allan H. Ropper, Robert H. Ropper, Principios de Neurología Adams y Victor, Octava Edición. España: Edit. Mc
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Artículos

Unidades de gestión de Programas Accidente Cerebrovascular Ministerio de Salud Gobierno entre Rios febrero del 2017

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