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RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURIDICAS. Rechazo.

Entes incapaces de culpabilidad y


de pena. Posibilidad de imponerles las penas accesorias que señalan los arts. 876, 887 y 888 del Código
Aduanero luego del dictado de una sentencia condenatoria contra las personas físicas que actuaron en
representación del ente ideal. Doctrina de la doble jurisdicción. NULIDAD PARCIAL del requerimiento de
elevación a juicio respecto de las personas jurídicas. VOTO CONCURRENTE: existencia de serias
dificultades de índole procesal en nuestro sistema jurídico para el enjuiciamiento penal de la persona jurídica
– riesgos para sus garantías de legalidad, defensa en juicio y debido proceso

“Debo recordar que en oportunidad de expedirse esta Sala -aunque con distinta integración- en la causa "Fly
Machine", he adherido al criterio que propugna la irresponsabilidad penal de los entes ideales y, en
consecuencia, la imposibilidad de que sean sujetos pasibles de aplicación de sanciones de esa índole en
sede judicial. En aquella ocasión, hemos dicho que ´a poco que se repare en la lectura de las sucesivas leyes
dictadas sobre la materia...se observa que la persona jurídica es responsable penalmente en el delito de
contrabando una vez que sus representantes han sido juzgados y condenados con pena privativa de la
libertad en sede judicial, y sólo a partir de entonces y como consecuencia de su accionar pueden recaer sobre
el ente ideal las sanciones previstas en el Código Aduanero, de carácter accesorio a la de prisión previamente
impuesta´.” (Dr. Rodríguez Basavilbaso, según su voto)

"Si carecen de capacidad de conducta, puede decirse que son, además, incapaces de culpabilidad y de pena.
Ello es así, pues si la aplicación de una sanción funciona como amenaza psicológica para quien comete un
delito, no podría sostenerse que un ente ideal pueda ser objeto de conminación psicológica alguna. Por lo
demás, la aplicación de una sanción a una persona de existencia ideal afecta el "principio de personalidad de
la pena", la que no puede ser impuesta a todos los miembros de la sociedad sino sólo al individuo que
delinque, es decir, a las personas físicas que hubiesen intervenido en el hecho ilícito. En amparo de estos
principios de derecho criminal, queda claro, entonces, que los delitos previstos en el citado ordenamiento
aduanero pueden ser cometidos no por la persona jurídica sino por sus miembros, obviando el "interés" que
haya tenido la sociedad en la comisión del suceso delictivo.".” (Dr. Rodríguez Basavilbaso, según su voto)

“Sí ha de tenerse en cuenta que resulta factible sancionar al ente ideal -sin perjuicio de la responsabilidad civil
que se le atribuya- con penas o medidas de seguridad de carácter administrativo, que son las que el Código
Aduanero contempla en el artículo 876, apartado 1, inciso g) e i) y 888, y que no son otra cosa que una
consecuencia de la conducta de los órganos de estas personas colectivas (confr. Medrano, Pablo, "Delito de
contrabando y comercio exterior", Ed. Lerner, Buenos Aires, 1991, página 147).” (Dr. Rodríguez Basavilbaso,
según su voto)

“De ese modo "juzgadas en sede penal las personas físicas -en su carácter de órganos representantes de un
ente ideal- por la posible intervención en un delito aduanero y dictado contra ellas el fallo que las condena a
una pena privativa de la libertad, la posterior imposición de las penas accesorias que señalan los arts. 876,
especialmente la del inciso "i", 887 y 888 implica, sin más, la facultad administrativa otorgada por la ley al juez
penal que previamente -en un juicio penal- ha resuelto la situación procesal de los representantes del órgano
colectivo. Esta circunstancia de ningún modo debe confundirse con el juzgamiento en sede penal de un ente
ideal por la presunta comisión de un contrabando, toda vez que la pena principal prevista para ese delito no
puede ser impuesta -por los argumentos anteriormente expuestos- a una sociedad sino a sus miembros que
son las personas físicas a ella vinculada.” (Dr. Rodríguez Basavilbaso, según su voto)

“La lectura del legajo permite advertir la existencia de una nulidad de orden general, inconvalidable y
declarable de oficio por afectar la garantía constitucional del debido proceso pues se ha sometido a proceso
penal a personas de existencia ideal, contrariando el criterio que suscribí in re "Fly Machine".” (Dr. Rodríguez
Basavilbaso, según su voto)

“Por tanto, entiendo que debe declararse la nulidad parcial del requerimiento de elevación a juicio únicamente
en cuanto solicitó la elevación de los autos respecto de "Adzen S.A.C.I.F." y "Coveñtry Internacional S.A." en
orden al delito de contrabando, y de todos los actos que son su consecuencia.” (Dr. Rodríguez Basavilbaso,
según su voto)

“La imposibilidad de aplicar al ente ideal sanciones de índole penal deviene conclusión inevitable atendiendo a
los principios" que rigen en la aplicación de aquellas (acción, imputabilidad, culpabilidad y pena).” (Dr. Fégoli,
según su voto)

“Advierto que en nuestro sistema jurídico existen de momento serias dificultades de índole procesal para el
enjuiciamiento penal de la persona jurídica. Y ello es así en la medida que las reglas que moderan el proceso
penal, han sido diseñadas teniendo en cuenta fundamentalmente como sujeto de la imputación a la persona
física. En tal sentido, no es dable soslayar que la efectiva realización de la garantía del debido proceso, con
todos los recaudos que deben verificar tanto la acusación, la defensa del imputado, la producción de la
prueba, y la sentencia, constituye un imperativo constitucional insoslayable, cualquiera sea el sujeto
destinatario de una imputación. Así, tengo para mí que la falta de una regulación específica en la materia,
dejaría distintos aspectos librados a la moderación casuística del juzgador -vgr. lo atingente a su
representación y declaración indagatoria, entre otros-, con lo cual la persona jurídica ingresaría al proceso con
una incertidumbre en relación a las reglas aplicables, con riesgo para sus garantías de legalidad, defensa en
juicio y debido proceso. Por estos motivos, adhiero a la solución propiciada en los votos que anteceden.” (Dr.
Madueño, según su voto)

Causa N° 11.832 – "Zen, Desio Michele s/ recurso de casación" - CNCP - SALA I- 05/02/2010
//la ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina, a los 5 días del mes de febrero de
2010, se reúne la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal, integrada por el doctor Juan E. Fégoli
como Presidente, y los doctores Juan C. Rodriguez Basavilbaso y Raúl R. Madueño, como Vocales a los
efectos de examinar y resolver el recurso de casación deducido en la causa n* 11.832, caratulada "Zen, Desio
Michele s/ recurso de casación", de cuyas constancias RESULTA:
1º)) Que el Tribunal Oral en lo Penal Económico nº 2 resolvió declarar extinguida por prescripción la acción
penal emergente de los hechos imputados a las personas jurídicas "Adzen SACIF" y "Conventry Internacional
S.A." y, consecuentemente, sobreseer parcialmente en la causa y a su exclusivo respecto, sin costas.//-
Contra esta decisión, el Sr. Fiscal General interpuso recurso de casación, el que fue concedido y mantenido
en esta instancia.-
2º) Que el recurrente invocó la errónea aplicación de los incisos 2º y 3º del artículo 62 del Código Penal y de
las disposiciones de los arts. 864, 876 y 890 del Código Aduanero.-
Dijo que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 890 del Código Aduanero resultan aplicables las
disposiciones del Código Penal en cuanto al modo de extinción de la acción penal y para hacer efectivas las
penas por los delitos aduaneros. De ese modo, entendió que el tribunal aplicó erróneamente el art. 62 inc. 3º
del C.P. al considerar que las penas aplicables a las personas jurídicas por el delito de contrabando, esto es
el retiro de la personería jurídica y en su caso, la cancelación de la inscripción en el Registro Público de
Comercio configurarían las sanciones más graves, y -equiparables a una inhabilitación de carácter perpetuo,
por lo que el plazo a tener en cuenta a los fines de la prescripción seria de cinco años.-
A su ver, en los casos en que un mismo delito sea reprimido con diferentes especies de pena,
independientemente de que sean conjuntas o alternativas, debe estarse a la sanción más grave
cualitativamente, según el orden de prelación establecido en el art. 5º del Código Penal, que en el presente
caso es de ocho años de prisión, y ese es el lapso a tomar en consideración a los fines de la prescripción
establecida en el art. 62 del Código Penal.-
Recordó que las empresas "Coventry Internacional S.A." y "Adzen SACIF" se encuentran imputadas en orden
al delito de contrabando, y que a los fines de la extinción de la acción penal debe estarse a las penalidades
que en abstracto prevé la normativa aplicable, por lo que el plazo que debe computarse es el que surge de
considerar la pena cualitativamente más grave -en este caso de prisión de conformidad con el art. 5 del C.P.-
y no el plazo de cinco años de inhabilitación perpetua como erróneamente se ha interpretado en la resolución
recurrida.-
Agregó que de la redacción del inc. 2º del art. 62 del Código Penal surge que la prescripción de la acción
penal se encuentra estructurada en función de la pena en abstracto y no () de la que en concreto pudiera ser
aplicada a quien resultare condenado.-
En apoyo de su postura, citó el fallo de la Sala III de esta Cámara recaído en un caso análogo al presente in
re "Kreutzer, Guillermo Oscar y otros s/ recurso de casación", causa nº 9604, resuelto el 10 de noviembre de
2008, registro nº 1564/08, donde se determinó que el término de la prescripción se encuentra regido por la
pena de prisión por ser cualitativamente más gravosa en los términos del art. 5º del Código Penal y no de la
inhabilitación perpetua. Además, resaltó que en esa oportunidad el Tribunal concluyó que el término de
prescripción de la acción penal para las personas jurídicas es -al igual que para las personas físicas- el que
surge de considerar la pena más grave con la que se conmina el delito de que se trate, tratándose en el caso
de la pena de prisión.-
Finalmente, el recurrente se agravió pues a su entender se aplicó erróneamente lo dispuesto en el inc. 3º del
art. 62 del Código Penal, toda vez que dicha norma establece que la acción penal se prescribirá a los cinco
años cuando se tratare de un hecho únicamente reprimido con pena de inhabilitación, circunstancia que no se
verifica en el presente caso, en el que el Código Aduanero establece además otras penas de aplicación
conjunta, pasando por alto lo establecido en el art. 876 del citado código.-
Por todo ello, solicitó que se revoque la resolución impugnada y que continúen las actuaciones respecto de
"Coventry Internacional" y de "Adzen SA".-
3º) Que en la etapa prevista en el art. 468, primera parte del Código Procesal Penal de la Nación, el Sr. Fiscal
General ante esta instancia hizo suyos los argumentos del recurrente.-
4º) Que habiéndose superado la etapa prevista en el art. 468 del C.P.P.N. y efectuado el sorteo para que los
señores jueces emitan su voto, resultó designado para hacerlo en primer término el doctor Juan C. Rodríguez
Basavilbaso y en segundo y tercer lugar los doctores Juan E. Fégoli y Raúl R. Madueño, respectivamente.-
El señor juez Juan C. Rodríguez Basavilbaso dijo:
A) Que de conformidad con la doctrina establecida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación in re "Di
Nunzio, Beatriz Hermida s/ excarcelación" [Fallo en extenso: elDial - AA29B1], esta Cámara Nacional de
Casación Penal resulta el tribunal intermedio para conocer todas las cuestiones de naturaleza federal (cfr.
Fallos 328:1108).-
Asimismo, tiene dicho nuestro más Alto Tribunal que si bien sus sentencias deben limitarse a lo peticionado
por las partes en el recurso extraordinario constituye un requisito previo emanado de su función jurisdiccional
el control, aún de oficio, del desarrollo del procedimiento cuando se encuentran involucrados aspectos que
atañen al orden público, ya que la eventual existencia de un vicio capaz de provocar una nulidad absoluta y
que afecta una garantía constitucional no podría ser confirmada (Fallos 325:2019 entre muchos otros).-
El art. 168, segundo párrafo, del C.P.P.N. establece que "Solamente deberán ser declaradas de oficio, en
cualquier estado y grado del proceso, las nulidades previstas en el artículo anterior que impliquen violación de
normas constitucionales, o cuando así se establezca expresamente".-
B) Que en relación al tema que nos ocupa, debo recordar que en oportunidad de expedirse esta Sala -aunque
con distinta integración- en la causa "Fly Machine", he adherido al criterio que propugna la irresponsabilidad
penal de los entes ideales y, en consecuencia, la imposibilidad de que sean sujetos pasibles de aplicación de
sanciones de esa índole en sede judicial (cfr. causa nº 4951, "Fly Machine s/ recurso de casación" [Fallo en
extenso: elDial - AA3534], resuelta el 28 de noviembre de 2003, registro nº 6368).-
En aquella ocasión, hemos dicho que "a poco que se repare en la lectura de las sucesivas leyes dictadas
sobre la materia...se observa que la persona jurídica es responsable penalmente en el delito de contrabando
una vez que sus representantes han sido juzgados y condenados con pena privativa de la libertad en sede
judicial, y sólo a partir de entonces y como consecuencia de su accionar pueden recaer sobre el ente ideal las
sanciones previstas en el Código Aduanero, de carácter accesorio a la de prisión previamente impuesta".-
Además, y sobre la base de la aplicación del principio "societas delinquere non potest" (la sociedad no puede
delinquir) se señaló que "las personas jurídicas no tienen capacidad de acción para cometer delitos pues la
conducta jurídico-penal debe ser evaluada desde un punto de vista psicológico y no normativo, de lo que
surge que el delito es una manifestación humana que puede ser atribuida sólo a una persona física, postura
que se basa en la exigencia de identidad del delincuente y del condenado". Por tanto, "si carecen de
capacidad de conducta, puede decirse que son, además, incapaces de culpabilidad y de pena. Ello es así,
pues si la aplicación de una sanción funciona como amenaza psicológica para quien comete un delito, no
podría sostenerse que un ente ideal pueda ser objeto de conminación psicológica alguna. Por lo demás, la
aplicación de una sanción a una persona de existencia ideal afecta el "principio de personalidad de la pena",
la que no puede ser impuesta a todos los miembros de la sociedad sino sólo al individuo que delinque, es
decir, a las personas físicas que hubiesen intervenido en el hecho ilícito. En amparo de estos principios de
derecho criminal, queda claro, entonces, que los delitos previstos en el citado ordenamiento aduanero pueden
ser cometidos no por la persona jurídica sino por sus miembros, obviando el "interés" que haya tenido la
sociedad en la comisión del suceso delictivo.". Se recordó que "comparten esta doctrina Sebastián Soler,
Eusebio Gómez y Luis Jiménez de Asúa (citados por Juan C. Bonzón Rafart en "Responsabilidad Penal e
Infraccional de las personas jurídicas", Ed. Depalma, Bs. As., 1993, página 9 y ss.).-
Luego se afirmó que si "no es posible la aceptación de la capacidad penal de una sociedad pues ello
implicaría la derogación de los principios que rigen la acción, la imputabilidad y la penal, sí ha de tenerse en
cuenta que resulta factible sancionar al ente ideal -sin perjuicio de la responsabilidad civil que se le atribuya-
con penas o medidas de seguridad de carácter administrativo, que son las que el Código Aduanero contempla
en el artículo 876, apartado 1, inciso g) e i) y 888, y que no son otra cosa que una consecuencia de la
conducta de los órganos de estas personas colectivas (confr. Medrano, Pablo, "Delito de contrabando y
comercio exterior", Ed. Lerner, Buenos Aires, 1991, página 147).-
De ese modo "juzgadas en sede penal las personas físicas -en su carácter de órganos representantes de un
ente ideal- por la posible intervención en un delito aduanero ... y dictado contra ellas el fallo que las condena a
una pena privativa de la libertad, la posterior imposición de las penas accesorias que señalan los arts. 876,
especialmente la del inciso "i", 887 y 888 implica, sin más, la facultad administrativa otorgada por la ley al juez
penal que previamente -en un juicio penal- ha resuelto la situación procesal de los representantes del órgano
colectivo. Esta circunstancia de ningún modo debe confundirse con el juzgamiento en sede penal de un ente
ideal por la presunta comisión de un contrabando, toda vez que la pena principal prevista para ese delito no
puede ser impuesta -por los argumentos anteriormente expuestos- a una sociedad sino a sus miembros que
son las personas físicas a ella vinculada. Y la aplicación a la persona jurídica de las accesorias ut supra
mencionadas son la consecuencia del obrar ilícito de sus representantes, y aún siendo impuestas en sede
penal -según las pautas establecidas en el art. 876 del C.A.-, no pierden por ello su naturaleza meramente
administrativa".-
De ese modo, hemos receptado el criterio de la irresponsabilidad penal de la persona jurídica no obstante la
doble jurisdicción (cfr. Edwards, Carlos Enrique, "Régimen penal y procesal penal aduanero", Ed. Astrea, Bs.
As., 1995). Al respecto, se recordó que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha establecido que "en el
régimen de la ley 21.898 existen dos géneros de ilicitudes, agrupados en las infracciones y los delitos
aduaneros;; los últimos no pueden ser considerados al mismo tiempo delitos e infracción, basándose en la
distinción de las penas y sanciones que la ley prevé para los mismos. De tal manera, las sanciones del art.
196, a aplicar por la autoridad administrativa, son accesorias de la privativa de la libertad, a aplicar por los
jueces, y en consecuencia dependientes de la existencia de ésta". Ello es así, pues "la atribución de
competencia a la Administración Nacional de Aduanas para la aplicación de las sanciones..., no responde a
su jurisdicción en cuestiones de infracción aduanera, sino a su facultad administrativa de imponer ciertas
consecuencias accesorias de la condena penal" (Fallos 305:246 "De la Rosa Vallejos" y 305:254).-
Finalmente, se hizo referencia a lo dicho más recientemente por el Alto Tribunal en Fallos 323:637 en cuanto
sostuvo que "del ordenamiento aduanero -arts. 876, apartado 1 y 1026- surge que las citadas sanciones son
accesorias de la pena privativa de la libertad, toda vez que en materia de contrabando la sanción judicial a
aplicar es independiente de la decisión del órgano administrativo" y "ello es así, ya que el otorgamiento de la
atribución de funciones jurisdiccionales a la autoridad aduanera depende de la ley, sin más limitaciones que
las que surgen de los principios, garantías y derechos que la Constitución Nacional establece y consagra". Por
lo tanto, la Corte Suprema mantiene la doctrina de la doble jurisdicción en materia de contrabando, sentada
en el fallo "De La Rosa Vallejos" en lo que respecta a la aplicación en sede administrativa -A.N.A.- de las
sanciones accesorias a las penas de prisión -de carácter principal-previamente impuestas en sede judicial.-
De otra parte, corresponde destacar que frente al recurso extraordinario interpuesto en la citada causa "Fly
Machine", si bien la mayoría del Alto Tribunal resolvió rechazarlo por falta de fundamentación, el voto del Dr.
Eugenio Zaffaroni avaló el criterio sostenido por esta Sala (Fallos 329:1974).-
En esa oportunidad, el magistrado señaló que "...cabe relevar que de las expresiones "hecho del proceso y de
la causa" (art. 18 de la Constitución Nacional) y "las acciones" a que refiere el art. 19 constitucional -que a
contrario sensu, serían acciones públicas (o privadas con implicancia pública)- surge el principio de
materialidad de la acción (nulla injuria sine actione) según el cual ningún daño, por grave que sea, puede
estimarse penalmente relevante sino como efecto de una conducta (considerando 6º).-
Además, "que...la operatividad de la máxima constitucional nulla injuria sine actione impone la delimitación del
concepto jurídico-penal de conducta, sobre la base de un hacer u omitir que reconocería como único sujeto
activo al ser humano, respecto del cual puede reaccionar el Estado con las penas legalmente previstas,
excluyendo por ende a las personas jurídicas de acuerdo con el principio societas delinquere non potest (o
universitas delinquere nequit) el cual salva además los irrenunciables principios de culpabilidad y personalidad
de la pena (considerando 8º).-
Con respecto al principio de culpabilidad, dijo "que más allá de lo expresado en torno al concepto de acción,
existen otras limitaciones que no hacen viable la responsabilidad penal de las personas jurídicas. En efecto,
una de ellas está configurada por la imposibilidad de realizar a su respecto el principio de culpabilidad dado
que no resulta factible la alternativa de exigir al ente ideal un comportamiento diferente al injusto
-precisamente por su incapacidad de acción y de autodeterminación-, negando así la base misma del juicio de
reproche. En este sentido asiste razón al fallo apelado cuando afirma que la capacidad penal de una sociedad
implica "la derogación de los principios que rigen la acción, la imputabilidad, la culpabilidad y la pena"
(considerando 11º).-
Y en el considerando 12º, puso de resalto "que tampoco cabe soslayar la circunstancia de que nuestra
legislación carece de una regulación procesal específica que determine el modo en que debería llevarse a
cabo el enjuiciamiento criminal de las personas de existencia ideal, y que permita también individualizar a los
sujetos susceptibles de asumir una concreta representación en tal sentido. En consecuencia, la práctica
judicial materializada al respecto no halla fundamento en texto positivo alguno, afectando de esta forma las
garantías de legalidad, de defensa en juicio y del debido proceso".-
C) Que en el presente caso, la representante del Ministerio Público Fiscal requirió la elevación de la causa a
juicio respecto de Desio Michele Zen y de las personas jurídicas "ADZEN S.A.C.I.F." y "COVENTRY
INTERNACIONAL S.A." en orden al delito de contrabando previsto en los arts. 863 y 864, inc. "d" del Código
Aduanero (cfr. fs. 752/756).-
En esa oportunidad, la Sra. Fiscal señaló que "apuntando ahora hacia la participación -y responsabilidad-que
pudiera corresponder a las personas jurídicas involucradas en autos, es menester referir que a partir de lo
expuesto precedentemente y de las probanzas acumuladas al legajo se desprende que la materialidad del
delito de contrabando se encuentra ´prima facie' acreditada, y asimismo, que los hechos habrían sido
cometidos a instancias de Desio Michele Zen, presidente de "ADZEN S.A.C.I.F." (Vid Actas Constitutivas de
fs. 172/192) y de "Coventry Internacional S.A." (Vid Actas Constitutivas de fs. 193/212), en beneficio de éstas.
Así, según lo previsto en el Código Aduanero, los entes ideales tienen responsabilidad penal y son pasibles
de pena cuando los responsables legales de los mismos hayan, en su nombre o representación, incurrido en
un ilícito del que resulte un beneficio para aquéllos (arts. 876, incisos e), g) y f); y 888 de la ley 22.415" por lo
que consideró que "no puede, dejar de admitirse la participación -y consecuente responsabilidad- que, por la
comisión de los ilícitos de marras, les corresponde a "Adzen S.A.C.I.F." y a "Coventry Internacional S.A.".-
Por su parte, el Tribunal Oral en lo Penal Económico nº 2, por mayoría, dispuso declarar extinguida por
prescripción la acción penal emergente de los hechos imputados a las personas jurídicas "Adzen S.A.C.I.F." y
"Coventry Internacional S.A." y consecuentemente, sobreseer parcialmente en la causa y a su exclusivo
respecto (cfr. fs. 1111/2); resolución que fue recurrida por el Ministerio Público Fiscal que, concedido que fue
el remedio casatorio a fs. 1121, habilitó la instancia ante este Tribunal.-
D) La lectura del legajo permite advertir la existencia de una nulidad de orden general, inconvalidable y
declarable de oficio por afectar la garantía constitucional del debido proceso pues se ha sometido a proceso
penal a personas de existencia ideal, contrariando el criterio que suscribí in re "Fly Machine" ya citado, en
cuanto a la irresponsabilidad penal de los entes ideales y, en consecuencia, a la imposibilidad de que sean
sujetos pasibles de la aplicación de sanciones penales en sede judicial. A ello no empece la circunstancia de
que no hubiese sido planteado concretamente el agravio desde que "abierto el recurso de casación, la cámara
puede examinar la sentencia también en lo que atañe al contenido de un agravio respecto al cual no se
planteó o se denegó el recurso, si la materia de aquél corresponde el ámbito de las nulidades insubsanables
(C.P.P., art. 167)... porque tales nulidades pueden ser declaradas de oficio en cualquier estado y grado del
proceso, comprendido el recurso de casación" (conf. Fernando De La Rúa, "La Casación Penal. El Recurso de
Casación Penal en el Nuevo Código Procesal Penal de la Nación", pág. 255, y las citas jurisprudenciales ahí
efectuadas, Ed. Lexis Nexis -Depalma, Bs. As., 2000).-
Por tanto, entiendo que debe declararse la nulidad parcial del requerimiento de elevación a juicio de fs. 752/56
únicamente en cuanto solicitó la elevación de los autos respecto de "Adzen S.A.C.I.F." y "Coveñtry
Internacional S.A." en orden al delito de contrabando, y de todos los actos que son su consecuencia.-
En virtud de ello, y toda vez que dicha sanción abarca la resolución recurrida, a mi entender no corresponde
ingresar al fondo de la cuestión planteada en el recurso de casación interpuesto por el Ministerio Público
Fiscal.-
Propicio en suma: a) declarar la nulidad parcial del requerimiento de elevación a juicio obrante a fs. 752/756
únicamente respecto de las personas jurídicas "Adzen S.A.C.I.F." y "Coventry Internacional S.A." y de todos
los actos que son su consecuencia, debiendo seguir los autos según su estado respecto de Desio Michele
Zen;; y b) No emitir pronunciamiento respecto del fondo de la cuestión planteada en el recurso de casación
interpuesto por el Ministerio Público Fiscal a fs. 1113/1119 en virtud de que la resolución recurrida ha sido
alcanzada por la nulidad del punto anterior.-
Tal es mi voto.-
El Dr. Juan E. Fégoli dijo:
a) En primer lugar, y en torno a la nulidad de carácter absoluto señalada en el voto emitido por el Dr.
Rodríguez Basavilbaso, he de adherir a lo allí propuesto en la medida que en el caso de que exista una
actividad recursiva a impulso de una de las partes, siempre que fuera abierto el recurso cobra vigencia el
principio "dispositivo" para el ad-quem, razón por la cual puede ingresar en el examen de cuestiones que no
hubieran sido introducidas en el escrito de interposición del recurso por la propia parte interesada.-
Por ello señala Pastor que "...esta facultad concedida por la ley al iudex ad-quem, para actuar según iniciativa
propia, no resulta problemática... [anulación de oficio del acto viciado en aseguramiento, en el proceso, de las
garantías constitucionales (fundamentales)]… cuando se trata de la anulación de la sentencia desfavorable
para el inculpado cuando se han violado las reglas previstas, precisamente, en garantía de los derechos
fundamentales de la persona perseguida penalmente...".-
Y agrega el citado autor que: "...la instancia recursiva de parte y su desistimiento -obligatorio para el tribunal-
son fundamentos trascendentes e inconmovibles del principio dispositivo en los recursos. Sólo frente a esa
instancia y en tanto es mantenida, el ad-quem puede ocuparse del caso..." e incluso "...aun cuando el
imputado consienta la sentencia, basta con que se haya interpuesto únicamente un recurso fiscal, por ejemplo
en reclamo de una pena mayor, para que el tribunal de casación pueda resolver, incluso más allá de los
límites de ese recurso, en favor del imputado, absolviendo o reduciendo la medida de la sanción..." (conf.
"Tensiones", Daniel Pastor, págs. 33/36, Ed. Del Puerto).-
Finalmente, lo que debe quedar debidamente establecido es que para que proceda el examen ex-oficio debe
mediar inevitablemente en todos los casos, la concesión de un recurso como presupuesto necesario,
circunstancia que se verifica en el sub-lite.-
b) Sentado cuanto antecede, adhiero a la solución propuesta en el voto que antecede pues en mi opinión la
imposibilidad de aplicar al ente ideal sanciones de índole penal deviene conclusión inevitable atendiendo a los
principios" que rigen en la aplicación de aquellas (acción, imputabilidad, culpabilidad y pena).-
Así lo ha señalado recientemente en su voto el doctor Zaffaroni en el precedente "Fly Machine S.R.L.
s/recurso extraordinario", quien sostuvo que "...más allá de lo que pueda establecerse en ciertas leyes de
naturaleza penal, el requerimiento de conducta humana como presupuesto sistemático para la construcción
del concepto de delito responde a una mínima exigencia de racionalidad republicana dentro del método
dogmático jurídico- penal y su definición se halla condicionada por los contenidos que surgen de ciertos
postulados de jerarquía constitucional, entre los cuales se destaca el nullum crimen sine conducta..."
(Considerando 5°) y que tal postura "...no implica negar la posibilidad de que las personas de existencia ideal
sean sometidas a sanciones jurídicas que comporten el ejercicio de poder coactivo reparador o administrativo,
pues esta posición sólo se limita a frenar el impulso por dotar a aquellos entes de capacidad delictiva..."
(Considerando 13°, Fallos: 329:1974, del voto referido).-
En idéntica línea se ha afirmado que "...hay acuerdo en la imposibilidad de utilizar el sistema de imputación
diseñado por el Código Penal vigente con el objeto de atribuir responsabilidad a los entes ideales..." y que los
obstáculos que impiden esta utilización "...se vinculan fundamentalmente con la falta de capacidad de acción,
con la incapacidad de culpabilidad y con la imposibilidad de que la pena pueda responder a su fundamento
teórico en el caso de ser aplicada a las corporaciones..." (Cfr. Cesano, José Daniel "En torno a la denominada
responsabilidad penal de la persona jurídica", Ed. Alveroni, Año 1998, págs. 33/34).-
De manera coincidente De la Rúa ha expresado que "...para todas las corrientes científicas del derecho penal
moderno ~y pese a sus profundas divergencias, en ciertos casos- lo real es que la mayor parte de tales
elementos (que resultan condiciones del castigo penal) responden en gran medida a conductas, aptitudes o
contenidos espirituales que sólo pueden darse en relación al individuo. Así, la acción como conducta humana
y la culpabilidad, tanto en orden a la imputabilidad como a las formas dolosas o culposas, no pueden ser
vinculadas a un ente ideal, salvo construyendo un paralelismo puramente terminológico que no responde a los
principios sobre los cuales tales elementos se han desarrollado. Lo mismo ocurre, a su vez, desde el punto de
vista de las consecuencias del delito. En tal sentido, la pena, aun cuando se le adosen finalidades
preventivas, correctivas o asegurativas, tiene un sustrato de retribución que es el que permite diferenciarla de
otras consecuencias jurídicas no penales..." (Cfr. autor citado "Los Delitos Económicos" en "Doctrina Penal",
Ed. Depalma, Año 3-1980, pág. 38).-
Atento a lo expuesto, adhiero a la solución propuesta por el Dr. Rodríguez Basavilbaso en el voto que
antecede, y me expido en idéntico sentido.-
El Dr. Raúl R. Madueño dijo:
1º) Que la cuestión relativa a la atribución de responsabilidad penal a la persona de existencia ideal, ha sido
objeto de una controversia que ha dividido tanto a la doctrina como a la jurisprudencia y que tampoco
reconoce solución uniforme en los modelos legislativos comparados. En el ámbito de esta Cámara, en el
enjundioso voto del Dr. Eduardo Riggi en la causa ns 2984 "Peugeot Citroen Argentina S.A. s/ rec. de
casación" registro de la Sala III nº 715/01, rta. el 16 de noviembre de 2001 han quedado expuestos los
diferentes argumentos que dan sustento tanto a la postura que admite que los entes jurídicos sean centros de
imputación penal, a la que adhiere el fallo de mención, como a aquella que niega esa posibilidad como
sostienen también con profusos argumentos mis distinguidos colegas de Sala y el voto de la minoría en Fallos
329:1974.-
2º) No obstante las sólidas razones, que desde el plano de la dogmática penal, sustentan cada una de las
distintas posturas, advierto que en nuestro sistema jurídico existen de momento serias dificultades de índole
procesal para el enjuiciamiento penal de la persona jurídica. Y ello es así en la medida que las reglas que
moderan el proceso penal, han sido diseñadas teniendo en cuenta fundamentalmente como sujeto de la
imputación a la persona física. En tal sentido, no es dable soslayar que la efectiva realización de la garantía
del debido proceso, con todos los recaudos que deben verificar tanto la acusación, la defensa del imputado, la
producción de la - prueba, y la sentencia, constituye un imperativo constitucional insoslayable, cualquiera sea
el sujeto destinatario de una imputación. Así, tengo para mí que la falta de una regulación específica en la
materia, dejaría distintos aspectos librados a la moderación casuística del juzgador -vgr. lo atingente a su
representación y declaración indagatoria, entre otros-, con lo cual la persona jurídica ingresaría al proceso con
una incertidumbre en relación a las reglas aplicables, con riesgo para sus garantías de legalidad, defensa en
juicio y debido proceso.-
Por estos motivos, adhiero a la solución propiciada en los votos que anteceden.-
En mérito al resultado habido en la votación que antecede, el Tribunal RESUELVE:
I) Declarar la nulidad parcial del requerimiento de elevación a juicio obrante a fs. 752/756 únicamente respecto
de las personas jurídicas "Adzen S.A.C.I.F." y "Coventry Internacional S.A." y de todos los actos que son su
consecuencia, debiendo seguir los autos según su estado respecto de Desio Michele Zen.-
II) No pronunciarse respecto del fondo de la cuestión planteada en el recurso de casación interpuesto por el
Ministerio Público Fiscal a fs. 1113/1119 en virtud de que la resolución recurrida ha sido alcanzada por la
nulidad declarada en el punto anterior.-
Regístrese, notifíquese y devuélvase a su procedencia.//-
Fdo.: Juan C. Rodriguez Basavilbaso – Dr. Juan. E. Fégoli – Dr. Raúl Madueño
Citar: elDial.com - AA6124

Publicado el 28/07/2010

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