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La La Land (2016) de Justin Hurwitz

Los compositores realizan una partitura y unas series de canciones originales inspiradas en
musicales clásicos. El resultado es único. Al ser el compositor de toda la banda sonora, Hurwitz
incorpora las melodías de las canciones dentro de una partitura agradable para el paladar que
busca desesperadamente rememorar el sonido de antaño.

Interstellar (2014) de Hans Zimmer

Hans Zimmer elabora una partitura excesiva en la que busca reflejar qué es lo divino y qué es lo
humano a través del uso del órgano de iglesia. Peca de pretenciosa en su ejecución con alusiones
constantes a ‘2001: Una Odisea del Espacio’ que resultan gratuitas y pueden sacar al espectador
pero la partitura gana enteros cuando Zimmer se vuelve más íntimo y tranquilo, con pasajes bellos
que nos permiten descubrir el exterior y el interior del universo. La secuencia de la despedida de
Cooper está saturada en cuanto a música pero funciona, que es lo que importa.

Cómo entrenar a tu dragón (2010) de John Powell

John Powell Músico especializado en filmes de animación de la factoría Dreamworks SKG,


consiguió crear una partitura épica, riquísima. ¡Está llena de temas! A destacar la secuencia del
primer vuelo. Una de las mejores sorpresas del año 2010 y que recibió el premio IFMCA a la mejor
banda sonora y una nominación al Oscar. Ambas secuelas también fueron musicalizadas por
Powell con gran éxito.

Origen (2010) de Hans Zimmer

Para una película que se desarrolla en el mundo de los sueños, el compositor aplica diferentes
texturas para transformar su música en un fondo sonoro lleno de matices. La ralentización de
“Non, je ne Regrette Rien” de Edith Piaf se convierte en una poderosa onda de sonido que los
trailers han convertido en una marca de identidad. Aún con todo, resulta una banda sonora fresca
e interesante que será imitada de manera constante y sonante.

El libro de la selva (2016) de John Debney

Muy acertado estuvo Jon Favreau en considerar a su compositor habitual para esta producción y el
resultado es genial. Gran banda sonora con una música elegante que llena la película que
acompaña. Es cierto que su partitura puede recordar a melodías de Jerry Goldsmith o John Barry
pero su fuerza y belleza, que desarrolla al estilo de la banda sonora más clásica, la convierte en
una de las mejores de los últimos tiempos.
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LAS TORTUGAS NINJA II (1991)

Su atmósfera resulta mucho más infantil que la de su primera parte. Temas como "This World" o
"Back to School" contienen letras que hablan sobre la paz mundial, sobre estudiar e ir a clase, y
sobre el medio-ambiente.Precisamente la más importante. De lo malo que es, el 'Ninja Rap' de
Vanilla Ice no tiene otra explicación posible, más que realmente lo haya improvisado en pleno
rodaje.

SPACE JAM (1996)

La Banda Sonora Presente en la Billboard 200 en el puesto #2, aunque nadie entiende por qué,
más aún con un tema farseado por R. Kelly. La Peor Canción fue ‘I Believe I Can Fly’ de R. Kelly, una
tortuosa balada pop cuya presencia se demoró de forma perpétua en las principales emisoras de
radio tras el estreno del film.

HOWARD EL PATO (1986)

La Banda Sonora no fue otra 'obra maestra' de los 80'. Ya que la canción “Hey look out world, a
duck is on the loose!” grita Dolby Cube en el tema ‘Howard The Duck’, quien hace uso del beat
'Footloose' para repetir hasta la saciedad el propio título. Aturdimiento mental es lo que provoca.

CROSSROADS (2002)

Una simple excusa para que Britney Spears vendiera más con una Banda Sonora exclusivamente
interpretada por ella, aún y teniendo el atrevimiento de ofrecer su propia versión de ‘I Love Rock
N Roll’. La Peor Canción: ‘I’m A Girl, Not Yet A Woman’ en la que la propia Spears divaga sobre su
particular status femenino.

EL FIN DE LOS DÍAS (1999)

La Banda Sonora cuando Los Guns N' Roses presentaban nuevo material tras casi media década
desaparecidos. Lamentablemente, lo mejor que pudieron presentar fue 'Oh My God', un
monótono canto fúnebre que directamente asesinaba esta colección de melodías.
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LA MÚSICA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

podemos fijarnos por un momento en las discográficas y su deber de estudiar y actualizarse


continuamente para “estar a la moda” y saber qué tipo de formatos y estilos son más demandados
en cada momento. Una de las funciones más importantes de las empresas discográficas es conocer
las conductas sociales entre los jóvenes y las necesidades musicales que presentan en cada etapa.
Sería un error por parte de dicha industria ignorar la importancia de los jóvenes en su día a día,
puesto que alejarse de los valores culturales y las carencias que presentan no haría más que
perjudicar su mercado y economía. Es por ello que la industria musical emplea gran parte de su
tiempo y trabajo en mantener y ampliar su mercado en cuanto a consumidores de música.

LA MÚSICA Y LA RADIO

Cuñas, informativos, espacios deportivos … todo en la radio va acompañado del elemento musical
de forma tan potente que, actualmente, no podríamos plantearnos la difusión de cualquier
material a través de la radio que no vaya acompañado de ella.

Al igual que en un programa de televisión, en la radio la música nos ayuda de forma sintáctico-
gramatical a centrarnos en el programa y la parte en la que nos encontramos, distinguiendo así
entre la sintonía, las ráfagas, las cortinas o golpes musicales. Esta es una función muy importante
de la música en el medio radiofónico, al igual que las funciones descriptivo-ambiental y
descriptivo-ubicativa, las cuales se centran en apoyarnos para ponernos en situación cuando se
nos cuenta una historia o se nos describe un lugar o empujarnos a situarnos en una localización a
través del sonido ambiente.

Por último, encontramos la función descriptivo-expresiva, a través de la cual se utiliza de forma


exitosa como método para crearnos un “clima emocional” a través del cual nos centremos en la
situación y, especialmente, en el sentimiento que se desea trasmitir.

Definitivamente, al igual que los medios analizados anteriormente, en la radio se creó una fuerte
relación entre dicho medio y la música de forma que se han ido influenciando de manera mutua a
través de la historia, influencia que, actualmente, sigue presente.

LA MÚSICA, EL CINE Y LA TELEVISIÓN

Hay una idea muy generalizada sobre la presencia de la música tanto en el cine como cualquier
otro formato audiovisual y es la generalización que dice que dichas composiciones sirven
simplemente para crear un fondo y que no se percibe tan directamente como cuando se escucha
un disco o se va a un concierto. Quizás el nivel de atención que le prestamos conscientemente a la
música en dichas situaciones no sea muy grande pero, inconscientemente ella nos provoca
diferentes reacciones y situaciones.

Hay situaciones tanto en cine como en televisión en las que quizás quede un poco “descolgado” el
sentimiento que se quiere transmitir utilizando solamente imágenes o diálogos. Otras, en cambio,
el sentimiento queda claro pero se quiere fortalecer para que afecte de forma más directa y
potente. Es aquí donde aparece el importante papel de la música.

Además de favorecer dichos mensajes, también puede servir como elemento que de continuidad a
la historia que se nos representa.

Hoy en día, estamos tan acostumbrados a ver películas con su representativa banda sonora que, si
se nos presentara un film sin ella, nos resultaría raro e incluso sería complicado meternos en
algunas situaciones en las que hace falta ponerse en la piel de un personaje, sentir diferentes
sensaciones y sentimientos, o ponernos en estado de tensión, pena o alegría.

Por último, al igual que sucedía en la publicidad, aquí también la música tiene presencia en el
tiempo tras ver la película. No solo sirve para potenciar los mensajes que se quieran transmitir a
través del film, sino que posteriormente, aquella canción que nos hizo llorar en una película
seguramente cuando la volvamos a escuchar nos anime a viajar en el tiempo y recordar aquella
película y dicha escena.

LA MÚSICA Y LA PUBLICIDAD

A la hora de hacer publicidad, la música vuelve a estar muy presente y toma gran importancia
puesto que puede cambiar el punto de vista o el mensaje dentro de un anuncio con solo modificar
la música y el sonido que lo acompañe.

En la publicidad, se consideran cuatro factores, cuatro elementos de producción dentro del


sonido, los cuales poseen un gran nivel de importancia. Estos elementos son la voz, la música, los
efectos de sonido y el silencio.

No nos provoca la misma sensación un anuncio con o sin música, con o sin voz. Si tomamos como
ejemplo para realizar un pequeño estudio un anuncio al azar, podemos comprobar de manera
clara el por qué de estas afirmaciones.

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