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CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

Magistrada ponente

SL4598-2019
Radicación n.° 83941
Acta 37

Bogotá, D.C., dieciséis (16) de octubre de dos mil


diecinueve (2019).

Decide la Corte el recurso de anulación que interpuso


la empresa COMERCIALIZADORA NACIONAL S.A.S.
LTDA. contra el laudo arbitral proferido el 27 de noviembre
de 2018, por el Tribunal de arbitramento obligatorio
convocado para dirimir el conflicto colectivo que se suscitó
entre la empresa recurrente y el SINDICATO NACIONAL
DE TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA DE LAS
BEBIDAS, ALIMENTOS, SISTEMA AGROALIMENTARIO,
AFINES Y SIMILARES EN COLOMBIA - SINALTRAINBEC.
Radicación n.° 83941

I. ANTECEDENTES

La organización sindical Sinaltrainbec presentó a la


compañía Comercializadora Nacional S.A.S. el pliego de
peticiones que dio origen al diferendo colectivo.

Debido a que no hubo acuerdo en la etapa de arreglo


directo, la solución del conflicto colectivo fue sometida a
arbitramento obligatorio, que finalizó mediante el laudo
arbitral objeto del presente recurso extraordinario.

El Tribunal de Arbitramento convocado para ese fin, se


instaló y sesionó regularmente, y el 27 de noviembre de
2018 profirió el laudo arbitral.

Dentro del término legal, la empresa recurrió la


decisión arbitral. No hubo oposición frente a los
argumentos del recurso.

II. RECURSO DE ANULACIÓN

La apoderada de la empresa le pide a la Corte que


anule y/o module los artículos primero, segundo, tercero y
quinto del laudo arbitral.

1. ARGUMENTOS TRANSVERSALES DEL RECURSO

La empresa pretende la anulación de las «peticiones de

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Radicación n.° 83941

carácter económico» porque «el Tribunal no tuvo en cuenta


criterios de equidad, razonabilidad y proporcionalidad que
podrían llegar a poner en riesgo la actividad económica de la
empresa al igual que el ambiente laboral».

Asegura que el Tribunal omitió analizar integralmente


las peticiones a partir de los principios de razonabilidad y
equidad, toda vez que no tuvo en cuenta la convención
suscrita con Sinaltrainal y el pacto colectivo aplicable a los
trabajadores no sindicalizados, que superan en número a
los miembros del sindicato, con lo cual afectó el equilibrio
en las relaciones laborales de la compañía y promovió
situaciones de inequidad.

Esgrime que existe otra organización sindical


denominada Sinaltrainal con la que la empresa suscribió
convención colectiva el 8 de mayo de 2018; que hay
«alrededor de 2000 trabajadores directos no sindicalizados» a
quienes, en su mayoría, se les aplica el pacto colectivo de
14 de marzo de 2018 y frente a los cuales el laudo arbitral
genera desigualdad.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

La recurrente acusa a los árbitros de desconocer los


principios de equidad y proporcionalidad, así como los
antecedentes del conflicto, toda vez que no tuvieron
presente que la compañía cuenta con pacto y convención
colectiva aplicables a la mayoría de trabajadores, quienes

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con el laudo arbitral quedaron en situación de desventaja,


al preverse mayores beneficios para los miembros de
Sinaltrainbec.

Pues bien, cumple recordar que el arbitraje obligatorio,


en materia laboral, está diseñado para dirimir conflictos de
interés, en los que se propende por el mejoramiento o la
creación de prerrogativas a favor de los trabajadores. Es
precisamente, la naturaleza del conflicto la que determina
que los árbitros deban resolver en equidad.

Sobre el criterio de equidad, esta Sala en sentencias


CSJ SL12121-2017 y CSJ SL9317-2016, reiteró que el
concepto de equidad consiste en «la adaptación de la idea
de justicia a los hechos, en consideración a las
circunstancias individuales, teniendo en cuenta las ideas
generales o bien moldeándolas de conformidad con los
elementos concretos…Este segundo concepto es el que se ha
calificado por algunos doctrinantes como la justicia del caso
concreto, porque permite adaptar los principios abstractos
contenidos en las normas, a las peculiaridades del supuesto
de hecho, para de este modo ‘acomodar la ley especial a los
diversos negocios que se presenten’. Como simple
sentimiento o conciencia de lo justo, la equidad escapa de las
formulaciones de los jueces de derecho, estando reservada la
solución de los conflictos que con ella toquen a los jueces
llamados de equidad (porque fallan en conciencia), como son
los tribunales de arbitramento».

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Radicación n.° 83941

Así, quien acude al recurso extraordinario con


fundamento en esta causal de anulación, tiene la carga
argumentativa de demostrarle a la Corte que la decisión de
los árbitros no solo es inequitativa, sino también que esa
inequidad es manifiesta u ostensible.

Para estos fines no valen las afirmaciones


inespecíficas, especulativas o el planteo de una visión
paralela de lo que podría ser cuantitativa o cualitativamente
más justo; contrario a ello, es menester probar que la
decisión es incompatible con criterios elementales de
equidad, en desarrollo de lo cual el impugnante debe
acreditar el costo real, cierto y actual de las prestaciones del
laudo, la situación financiera concreta de la empresa y de
qué manera el laudo incide desfavorablemente en la
producción o en la continuidad de las actividades
económicas.

Al respecto, en sentencia de anulación CSJ SL 24443,


5 ag. 2004, reiterada en CSJ SL17421-2016 y CSJ SL2893-
2017, la Sala sostuvo:

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En relación con esa manifestación del recurrente, cumple repetir


que los arbitradores tienen la expresa facultad para dictar su
fallo en equidad, por lo que se ha admitido que sólo (sic) en casos
excepcionalísimos al estudiar el recurso de anulación es posible
enfrentar su criterio de equidad con el de la Corte y por tal razón
ha sido aceptada la posibilidad de anular un laudo cuya
inequidad resulte manifiesta. Mas, esa potestad debe manejarse
con la mayor mesura, de tal suerte que sólo (sic) puede acudirse
a ella cuando exista una prueba suficiente que permita concluir
la "manifiesta inequidad”, porque a los jueces laborales, y desde
luego a la Corte Suprema de Justicia, no se les faculta para fallar
con fundamento en su íntima convicción, aunque se les libera de
la tarifa legal de pruebas.

En este asunto, la recurrente invita a la Corte a revisar


la incidencia económica que la decisión arbitral acarrea
para la empresa y de paso identificar las inequidades que
puedan surgir. No obstante, ningún medio de acreditación
aporta en cuanto a ello, con lo cual soslayó la carga que le
corresponde de demostrar sus aseveraciones (CSJ SL8157-
2016).

De otra parte, no le asiste razón a la recurrente


cuando acusa al Tribunal de Arbitramiento de omitir los
antecedentes y las circunstancias particulares que rodearon
el conflicto, pues en las actas de deliberaciones consta que
el cuerpo colegiado tomó como pauta las prebendas
existentes en los instrumentos colectivos vigentes para ese
entonces, así como las condiciones de la empresa y el
criterio de equidad. Así discernió:

Antes de abordar el tema indicamos que para resolver los puntos


objeto de discusión, los árbitros tendrán en cuenta como
antecedentes sin que ello implique obligatoriedad, lo acordado
por la empresa en convención colectiva suscrita con el sindicato

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SINTRANAL, que actualmente se encuentra vigente y el pacto


colectivo que de igual manera está vigente con los trabajadores
no sindicalizados, que son la mayoría, preponderando para su
fijación, el interés superior de los trabajadores sindicalizados
precaviendo las garantías legales que se derivan por su
condición, las cuales, dentro del marco de equidad que la
orientan, deben estar encaminadas a satisfacerlas
prevalentemente a fin de no hacer nugatorio el ejercicio de este
derecho proclive a establecer mejores condiciones, en aras de
efectivizarlo. Se ponderará razonablemente esas situaciones, eso
sí, dentro de un contexto valorativo que genere equilibrio
satisfaciendo las necesidades de los trabajadores sin menoscabo
de los intereses de la empresa.

En ese orden, la Sala subraya que la asimetría que


pueda existir entre los beneficios y prerrogativas del laudo
respecto a los de otros instrumentos colectivos
preexistentes en el interior de la empresa, no es reflejo de
una práctica discriminatoria.

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En reiteradas oportunidades esta Corporación ha


sostenido que si bien los árbitros pueden tomar en
consideración lo dispuesto en los pactos o convenciones
colectivas preexistentes en la empresa para informar su
juicio, esto no significa, como lo hace ver la recurrente, que
estén irredimiblemente obligados a trasplantar o reproducir
en idénticos términos los beneficios de esos estatutos o a
laudar por debajo de las prerrogativas allí establecidas. Por
ello, es válido que los árbitros instalen nuevos derechos o
superen los consagrados en esos instrumentos cuando la
equidad y la justicia en las relaciones obrero-empresariales
así lo permitan, como también que los adopten total o
parcialmente, con las modificaciones que estimen
convenientes e, incluso, que prescindan de hacer este
ejercicio de integración, ya que la remisión a esos acuerdos
es potestativa más no obligatoria. (CSJ SL 53118, 4 dic.
2012, CSJ SL9347-2016, CSJ SL703-2017, CSJ SL4458-
2018 y CSJ SL3491-2019).

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En similar sentido, esta Sala ha explicado que la


situación de los trabajadores sindicalizados es diferente a
los de los no sindicalizados, toda vez que es la propia
normativa internacional (Convenios 87, 98, 151 y 154 de la
OIT) y local del trabajo la que le permite a los primeros
unirse y crear las organizaciones que a bien estimen para
defender sus derechos y lograr reivindicaciones en sus
condiciones de trabajo (CSJ SL703-2017). De suerte que
negar la posibilidad de las organizaciones sindicales de
obtener mejoras y conquistas mediante la negociación
colectiva so pretexto de que en el ámbito empresarial
existen otros instrumentos colectivos que funcionan como
máximos o techos, implica privar de sustancia este derecho,
así como cualquier posibilidad de avanzar progresivamente
en la consecución de mejores condiciones laborales y
sociales.

En lo pertinente, cumple traer a colación la sentencia


CSJ SL3491-2019:

De esta forma, es factible que al momento de laudar, los árbitros


(i) tomen como referente lo dispuesto en otras convenciones
colectivas; (ii) adopten parcialmente lo previsto en otros
instrumentos colectivos o lo hagan con modificaciones; (iii)
incrementen los beneficios preexistentes en otras normas
colectivas, o (iv) prescindan de acudir a otras disposiciones
convencionales y, en su lugar, opten por construir un nuevo
estatuto. Las circunstancias de cada caso, determinadas por
hechos tales como la multiplicidad de sindicatos en la empresa,
la existencia de otras organizaciones con mayor o menor
respaldo, la vigencia de beneficios precarios o justos, la situación
económica de la empresa, la trayectoria y legitimidad del
sindicato, su representatividad, las necesidades de sus
afiliados, entre otras, determinará cuál de las alternativas es la
mejor.

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2. ARGUMENTOS QUE SUSTENTAN EL ATAQUE


INDIVIDUAL A LAS CLÁUSULAS DEL LAUDO

2.1 Primas
2.1.1 Texto normativo

Artículo primero: Primas

1. Prima de vacaciones: diez (10) días del salario básico, que se


cancelarán al momento en que el trabajador salga a
disfrutarlas.
2. Auxilio de prima: doce (12) días del salario promedio que se
cancelará junto con la prima legal de servicios de junio, y
quince (15) días del salario promedio que se cancelará junto
con la prima legal de servicios de diciembre.

3. Prima de antigüedad: La empresa la reconocerá sobre el


salario promedio de la siguiente manera;
Por cinco años continuos de servicios: quince (15) días.
Por diez años continuos de servicios: veintidós punto cinco
(22,5) días.
Por quince años continuos de servicios: treinta (30) días.
Por veinte años continuos de servicios en adelante: sesenta
(60) días.

Parágrafo: Estos beneficios no constituyen factor salarial ni


prestacional.

2.1.2 Argumentos de la recurrente

Frente al «auxilio de prima», sostiene que el Tribunal de


arbitramento desconoció lo ya negociado y pactado con la
mayoría de trabajadores en el pacto y la convención
colectiva, en los que se estableció un auxilio extralegal de
prima de junio y diciembre a cancelar con base en el salario
básico del trabajador, mientras que en el laudo se reconoció
el mismo número de días, pero «sin ningún criterio objetivo,
razonable y lógico, estableció que los días por concepto de
prima extralegal de junio y diciembre se pagarán con base

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en el salario promedio del trabajador».

Indica que las primas generan un sobrecosto a la


compañía, además de inequidad y discriminación porque
solo favorece a 6 trabajadores, mientras que a los demás se
les liquida el auxilio de prima extralegal con el salario
básico.

Algo similar sucede con la prima de antigüedad, que


conforme al laudo se liquida con el salario promedio, sin
considerar que a la mayoría de trabajadores se les reconoce
con el salario básico, por virtud de la convención y el pacto
colectivo vigentes.

Agrega que frente a la prima de vacaciones


nuevamente se hizo una diferenciación injustificada y
alejada de criterios de objetividad, razonabilidad y
proporcionalidad, ya que los árbitros la fijaron por un valor
de 10 días de salario básico, mientras que en el pacto
colectivo la bonificación por vacaciones equivale al 40% del
salario mínimo legal mensual vigente.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

Sobre la presunta inequidad, que se genera al


reconocer primas más favorables a los miembros del
sindicato en desventaja de quienes son beneficiarios del
pacto colectivo y de la otra convención vigente en la

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empresa, basta remitirse a las consideraciones expuestas


en el acápite precedente en el que se estudió ampliamente
dicho punto.

En lo atinente al sobrecosto que alega la empresa es


importante destacar que, sobre este tema, en providencia
CSJ SL5887-2016, la Corte explicó que la incidencia
económica debe estar plenamente demostrada y ser
corroborable, sin que sea aceptable las meras
especulaciones carentes de respaldo probatorio:

No comparte la Corte la postura del recurrente, en la medida que


la determinación de los efectos económicos del laudo en una
empresa, debe realizarse sobre factores reales, ciertos y
actuales, más no sobre factores inciertos, hipotéticos o
conjeturales.

Se asevera lo anterior, como quiera que en este asunto, la


empresa realizó las proyecciones financieras teniendo en cuenta
la totalidad de sus trabajadores, lo cual es inapropiado, pues en
la actualidad, según se informa en el recurso, se encuentra
afiliado a la organización sindical SINTRAIMAGRA solamente un
empleado. Luego, el costo real y actual de la empresa no puede
cuantificarse sobre 43 trabajadores sino sobre 1.

En este asunto, la recurrente no explica con firmeza de


qué manera el costo de los beneficios pone en riesgo la
continuidad del negocio, es decir, se limita a enunciarlo sin
demostrar las razones de su dicho y sin aportar alguna
acreditación de la que pueda inferirse el impacto económico
desfavorable para la empresa.

Por consiguiente, no se anulará la cláusula.

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2.2 Auxilios

2.2.1 Texto normativo

Artículo segundo: Auxilios.

1. Auxilio de maternidad: (por nacimiento de hijo): setenta por


ciento (70%) sobre el salario básico, por el nacimiento de hijo
legítimo o extramatrimonial reconocido por el trabajador.

2. Anteojos: Sólo (sic) se reconocerá la fórmula para los lentes


por el ochenta por ciento (80%), si es recetado por la EPS, sin que
exceda el valor de ciento cincuenta mil ($150.000) y por una
única vez al año.

3. Amplificadores auditivos: Se reconocerá una sola vez al


año, precedido de la respectiva fórmula que expida la EPS por un
valor del cincuenta por ciento (50%) sin que en ningún caso
exceda de trescientos mil ($300.000) M/L, siempre que el
trabajador agote previamente los mecanismos administrativos y
jurídicos ante la EPS.

4. Por muerte de familiares: La Empresa reconocerá un único


auxilio equivalente al setenta por ciento (70%) del salario básico,
en caso de que el fallecimiento sea de los padres, esposo (a),
compañero (a) permanente, hijo (a) que dependan
económicamente del trabajador, siempre que aparezcan
registrados en la hoja de vida bajo esa condición.

5. Por muerte del trabajador: La empresa pagará a su


cónyuge, compañero(a) permanente e hijos, un único auxilio
equivalente al ochenta por ciento 80% de dos (2) salarios básicos
que devengue el trabajador al momento del fallecimiento; en el
evento de que no cuente con estos beneficiarios, serán los padres
que aparezcan reportados en la hoja de vida, como dependientes
económicamente de él.

6. Bonificación por pensión: Cuando finalice el contrato de


trabajo por entrar a gozar el trabajador de pensión de vejez, la
empresa le reconocerá un salario básico mensual que devengue
al momento de la terminación, siempre y cuando haya laborado
como mínimo veintitrés (23) años continuos en la empresa.

2.2.2 Argumentos de la recurrente

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Alude que el Tribunal nuevamente desconoció la


realidad de la empresa y suscitó diferencias injustificadas,
por no tener en cuenta lo ya acordado con los demás
trabajadores.
Así, en lo atinente a los auxilios de maternidad y por
fallecimiento de familiares, el laudo los reconoce en cuantía
del 70% del salario básico, mientras que los del pacto
colectivo corresponden al 70% y 75% del salario mínimo
mensual legal vigente, respectivamente.

Refiere que las diferencias entre los trabajadores


sindicalizados y no sindicalizados es evidente, ya que el
auxilio de defunción contemplado en el pacto resulta más
beneficioso, mientras que sucede lo contrario con el auxilio
por fallecimiento del trabajador, porque en el pacto colectivo
se contempla en 2 salarios mínimos legales mensuales
vigentes y en el laudo arbitral está por el 80% de 2 salarios
mensuales básicos. Además de lo anterior, asevera que se
reconoció un beneficio económico adicional denominado
bonificación por pensión, el cual no está contemplado en los
demás instrumentos.

Cuestionó los auxilios para anteojos y amplificadores


auditivos porque el Tribunal trasladó a la empresa una
carga económica excesiva e injustificada, en cuanto estos
auxilios son obligación del sistema de seguridad social en
salud; por tanto, no era dable establecerlos a cargo del
empleador, tal y como lo adoctrinó la Corte Suprema en
sentencia CSJ SL 55501, 4 dic. 2012.

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CONSIDERACIONES DE LA CORTE

En punto a las presuntas diferencias que la recurrente


tilda de injustificadas e inequitativas entre los trabajadores
beneficiarios del laudo arbitral y aquellos cobijados por el
pacto colectivo, la Sala recuerda que no es viable efectuar
un juicio de igualdad empleando como parámetro a los
trabajadores no agremiados, precisamente porque se hallan
en situaciones diametralmente distintas que ameritan un
trato diferenciado. Por ello, es pertinente reiterar los
argumentos expuestos en el título inicial.

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De otra parte, frente a los auxilios de maternidad,


anteojos y para amplificadores auditivos que la empresa
considera no pueden ser concedidos por estar a cargo de las
EPS, se tiene que si bien constituyen prestaciones
económicas y asistenciales a cargo del sistema general de
seguridad social, los árbitros son competentes para definir
sobre el particular en aras de mejorar o adicionar los
beneficios previstos legalmente, ya que «para decidir en
equidad igualmente pueden pronunciarse con respecto a
cualesquiera mejoras que superen los mínimos previstos en
la ley, bien sea mediante la creación de nuevos beneficios o
la complementación de los ya existentes» (CSJ SL13016-
2015).

Siendo ello así, se tiene que la Resolución n.° 5857 de


2018 por la cual «se actualiza integralmente el Plan de
Beneficios en Salud con cargo a la Unidad de Pago por
Capitación (UPC)», prevé que se financiarán «prótesis de otros
tipos (válvulas, lentes intraoculares, audífonos, entre otros)»
únicamente para los procedimientos financiados con
recursos de la UPC, los cuales se encuentran descritos en el
anexo 2 de dicho acto administrativo, dejando claro, que no
están cubiertos, por defecto, los audífonos y amplificadores
prescritos mediante procedimientos no enlistados en dicho
anexo.

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Lo anterior, significa que no todos los dispositivos


auditivos y visuales se encuentran cubiertos por el plan de
beneficios que deben suministrar las entidades promotoras
de salud. De hecho, el anexo 2 de la referida resolución
excluye expresamente la «Implantación o sustitución de
dispositivo de oído medio» y, en cuanto a los lentes externos,
el artículo 58 de la misma disposición los sujeta a
condiciones de periodicidad y edad y no contempla el costo
de la montura, la cual corre por cuenta del afiliado:

Artículo 58. Lentes externos. El Plan de Beneficios en Salud con


cargo a la UPC financia los lentes correctores externos en vidrio o
plástico (incluye policarbonato), en las siguientes condiciones:

1. En Régimen Contributivo: Se financia una (1) vez cada año en


las personas de doce (12) años de edad o menos y una vez cada
cinco (5) años en los mayores de doce (12) años de edad, por
prescripción médica o por optometría y para defectos que
disminuyan la agudeza visual. La financiación incluye la
adaptación del lente formulado a la montura; el valor de la
montura es asumido por el usuario.

(…)

Lo anterior, deja claro que al ser la negociación


colectiva un medio para obtener mejora en las condiciones
de los trabajadores agremiados, es perfectamente viable que
en el laudo arbitral se concedan prestaciones asistenciales y
económicas que superen las previstas en el sistema de
seguridad social, como sucede en este caso, en el que los
árbitros prohijaron un auxilio de anteojos y para
amplificadores auditivos que le permita al trabajador
costear una parte del valor de los mismos.

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Radicación n.° 83941

Tales prestaciones, a no dudarlo, constituyen una


mejora de aquellas previstas en el ordenamiento jurídico
vigente y de ninguna manera implican trasladar al
empleador las obligaciones del sistema de seguridad social,
sino que las complementan.

Por tanto, no se anulará esta disposición.

2.3 Auxilios Educativos

2.3.1 Texto normativo

Artículo tercero: Auxilios educativos.

1. Para los hijos del trabajador: La empresa reconocerá un único


auxilio anual de trescientos mil pesos ($300.000) M/L por
todos los hijos, para útiles escolares, es decir, este auxilio no
es por cada hijo del trabador, sino por el total de ellos. Este
auxilios e otorgará para los hijos que se encuentren en los
programas de primaria o bachillerato, el cual queda
condicionado al cumplimiento de los siguientes requisitos:

A) que los hijos del trabajador estén matriculados en


institución educativa reconocida.

B) que al finalizar el año lectivo escolar en el cual recibió el


auxilio, haya obtenido un promedio educativo, igual o superior
a tres punto ocho (3,8) o su equivalente en logros educativos,
certificado por la institución educativa. De no haber logrado
dicho promedio, se perderá el beneficio para el año
subsiguiente.

2. Para los trabajadores: La empresa reconocerá un único auxilio


anual de un (1) salario mínimo legal mensual vigente a los
trabajadores que cursen carreras técnicas, tecnológicas o
universitarias, el cual queda condicionado al cumplimiento de
los siguientes requisitos:

a) Que lleve una antigüedad en la empresa igual o superior a


cinco (5) años continos.

b) Que previo al reconocimiento del auxilio, acredite haberse


matriculado en una institución educativa reconocida por el

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Ministerio de Educación.
c) Que al finalizar el año lectivo académico en el cual recibió
el auxilio, haya obtenido un promedio educativo, igual o
superior a cuatro punto cero (4.0), certificado por la
institución educativa a la cual se encuentre matriculado.
De no haber logrado dicho promedio, se perderá el
beneficio para el año subsiguiente.

2.3.2 Argumentos de la recurrente

Aduce que el Tribunal estableció, sin ningún criterio


razonable y objetivo, un auxilio educativo para los
trabajadores y sus hijos que no está previsto en los demás
instrumentos colectivos, con lo cual no solo genera un
sobrecosto para la empresa, sino que además acentúa la
inequidad y diferenciación a favor de apenas 6 trabajadores.
Sobre el particular, destacó que los Tribunales tienen el
deber de dirimir el conflicto económico dentro de los límites
de la razonabilidad y proporcionalidad, lo que suponía tener
en cuenta los beneficios vigentes en la convención de
Sinaltrainal y el pacto colectivo para los no sindicalizados.

Entonces, como el laudo no se sujetó a tales


principios, se impone la anulación de estas cláusulas
conforme a las sentencias SU – 837- 2002 y CSJ SL4879-
2017.
Expone que el Tribunal no falló en equidad, porque se
limitó a otorgar beneficios económicos, sin tener en cuenta
el impacto que ello ocasionaría a las finanzas de la empresa
«la cual cuenta con una importante carga laboral y con la
responsabilidad de mantener unos costos estándar para no
afectar las tarifas del usuario final». Tampoco consideró que

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«un grupo de 2000 (sic) trabajadores van a tener condiciones


laborales inferiores». Es por ello que dicho Colegiado debía
procurar evitar las consecuencias injustas «otorgando los
mismos beneficios que se encuentran establecidos en los
convenios colectivos ya existentes».

Agrega que el laudo arbitral no contempla el auxilio de


alimentación, los permisos remunerados por matrimonio,
nacimiento, por fallecimiento de familiares en primer y
segundo grado de consanguinidad y primero de afinidad, lo
que quiere decir, que «el laudo arbitral (…) representa menos
plata para sus afiliados».

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

Sobre la inequidad y la desventaja que genera el laudo


arbitral para quienes se benefician del pacto y de la otra
convención colectiva, la Sala ya se pronunció de manera
transversal en el primer título.

En cuanto a la desproporción y los sobrecostos


desmesurados que le generan a la empresa los auxilios
educativos, al igual que en las cláusulas primera y
segunda, se advierte que la recurrente soslayó la carga
probatoria que le concernía. Lo anterior, debido a que se
conformó con mencionar que los mismos suponen
erogaciones exageradas para la empresa, pero ningún
elemento de acreditación aportó en tal sentido, por tanto,
no es posible anular la cláusula sobre una base

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especulativa, máxime si se tiene en cuenta que el número


de beneficiarios de estos auxilios, en la actualidad no
alcanza el 1% del personal de la compañía.

2.4 Permisos sindicales

2.4.1 Texto normativo

Artículo Quinto: Permisos sindicales.

1. Diligencias sindicales: Se concederá cuando se requiera y a


los que lo requieran, previa acreditación del trámite que se va
a surtir, siempre y cuando se dé aviso previo con setenta y
dos (72) horas.

2. Para cursos de capacitación sindical: Se concederán máximo


3 permisos al año para capacitación sindical siempre que
cada una de ellas son supere 3 días, y estas hubieren sido
programadas por autoridades y organizaciones
especializadas sobre la materia y que se solicite por lo menos
con setenta y dos (72) horas de anticipación. Este beneficio
sólo se concederá a un (1) trabajador sindicalizado de la
empresa designado por el sindicato. Se indica que no hay
lugar a viáticos porque la compañía reconocerá un auxilio a la
actividad sindical, mediante la bonificación que se expresará
sobre este punto.

2.4.2 Argumentos de la recurrente

Manifiesta que si bien los permisos sindicales son


necesarios para el ejercicio del derecho de asociación y
libertad sindical, hay que tener en cuenta que su concesión
genera traumatismos en la operación ya que es necesario
designar reemplazo para los trabajadores que se ausentan
en uso de los mismos, lo cual puede llegar a afectar la
prestación del servicio.

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Por tal motivo, considera que la decisión del Tribunal


de conceder los «permisos remunerados para diligencias
sindicales», condicionados únicamente a que se soliciten
con anticipación de 72 horas, sin señalar límites para el
otorgamiento de los mismos, resulta desproporcionado e
irrazonable. Los permisos no pueden ser generales y
abstractos, pues al no establecer límites para su concesión
se puede generar un abuso del derecho, a la vez que se
pone en riesgo la actividad económica de la empresa y el
clima laboral.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

Para resolver, ha de recordarse que desde la sentencia


de anulación CSJ SL 40534, 28 oct. 2009, reiterada en
providencia CSJ SL8693-2014, la Sala rectificó su criterio
en el sentido de indicar que los árbitros pueden prever
permisos remunerados para los miembros de las
organizaciones sindicales necesarios para el ejercicio del
derecho de asociación y libertad sindical, siempre y cuando
la decisión atienda los criterios de necesidad,
proporcionalidad, razonabilidad y equidad.

Se dijo entonces, que el Tribunal de Arbitramento


deberá tener en cuenta, en cada caso particular, entre otros
aspectos, «que su concesión no afecte el normal desarrollo de
las actividades de la empresa o establecimiento, que no sean
de carácter permanente, que tengan plena justificación, que

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sea sólo (sic) para atender las responsabilidades que se


desprenden del derecho fundamental de asociación y
libertad sindical y, que esa decisión resista un juicio de
razonabilidad y proporcionalidad, así como que el permiso
sea racional y equitativo».

Observa la Sala que los permisos remunerados para


diligencias sindicales no se advierten ambiguos o
indeterminados al punto que comprometan su aplicación,
ya que de la manera en que fue redactada la cláusula es
posible extraer con claridad las circunstancias de su
aplicación, sus destinatarios -miembros activos del
sindicato- y trámite. Así, surge nítido que tales permisos
solo se concederán a los miembros de Sinaltrainbec,
siempre que acrediten, en un lapso no inferior a 72 horas,
su necesidad y destinación específica, entendiendo
obviamente, que deben ser otorgados para actividades
inherentes a la organización sindical.

En otros términos, si bien el numeral 1.º del artículo


5.º no precisa la finalidad del permiso, es lógico entender
que su concesión está sujeta a que se demuestre su
relación con la función sindical y su duración dependerá del
tiempo que se requiera para la respectiva actividad. De
manera que, no es cierto que los permisos sean
incontrolados o indeterminados, ya que los límites
materiales y temporales de su concesión surgen de la
naturaleza de las labores sindicales para las que se
requieran y justifiquen.

23
Radicación n.° 83941

Por tanto, no se anulará la cláusula.

Sin costas, por cuanto no hubo réplica.

III. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República de Colombia y por autoridad de
la ley,

RESUELVE:

PRIMERO: NO ANULAR el laudo arbitral proferido el


27 de noviembre de 2018 por el Tribunal de Arbitramento
obligatorio convocado para dirimir el conflicto colectivo que
se suscitó entre el SINDICATO NACIONAL DE
TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA DE LAS BEBIDAS,
ALIMENTOS, SISTEMA AGROALIMENTARIO, AFINES Y
SIMILARES EN COLOMBIA – SINALTRAINBEC y
COMERCIALIZADORA NACIONAL S.A.S. LTDA.

SEGUNDO: Sin costas.

Notifíquese y devuélvase el expediente al Ministerio del


Trabajo, para lo de su cargo.

24
Radicación n.° 83941

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO


Presidente de la Sala

GERARDO BOTERO ZULUAGA

FERNANDO CASTILLO CADENA

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN

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