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GERARDO BOTERO ZULUAGA

Magistrado ponente

SL14463-2017
Radicación n.° 77220
Acta 30

Bogotá, D. C., veintitrés (23) de agosto de dos mil


diecisiete (2017).

Decide la Sala el recurso de anulación interpuesto por


el SINDICATO DE TRABAJADORES OFICIALES Y
EMPLEADOS PÚBLICOS DE LOS MUNICIPIOS DEL
DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA Y DE LOS ENTES
DESCENTRALIZADOS –SINTRAOFAN- contra el laudo
arbitral proferido por el Tribunal de Arbitramento el 31 de
enero de 2017 con ocasión del conflicto colectivo suscitado
entre el RECURRENTE y el MUNICIPIO DE CISNEROS.

I. ANTECEDENTES

El conflicto colectivo de trabajo inició con la


presentación del pliego de peticiones el 29 de septiembre de
2015, y tras surtirse la etapa de arreglo directo, sin el
acuerdo en parte de las cláusulas pretendidas, se solicitó al
Ministerio de Trabajo convocar el Tribunal de Arbitramento
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Obligatorio, el cual se instaló el 13 de enero de 2017 y el 31


de enero siguiente se expidió el laudo, el cual se impugnó
en término por el Sindicato.

El 3 de mayo de 2017, esta Sala de la Corte lo admitió


y corrió traslado para que el Municipio se pronunciara; no
obstante guardó silencio, según informe secretarial de 26 de
julio de 2017.

II. LAUDO ARBITRAL

La única cláusula que es objeto de controversia, y que


el Tribunal se abstuvo de definir, textualmente dice:

“ARTÍCULO NOVENO, LITERAL A): PAGO DE LA


INDEMNIZACIÓN POR LA EXPROPIACIÓN DE MATERIALES
RECICLABLES PERTENECIENTES AL SINDICATO:
A partir de la vigencia de la presente Convención Colectiva de
Trabajo, el Municipio de Cisneros Antioquia se compromete con la
Organización Sindical como una acción de resarcimiento por los
daños y perjuicios causados, a realizados en su favor, la
siguiente acción:

A) Pago de la indemnización por la expropiación de cerca de doce


toneladas hurtadas a la Organización Sindical en cabeza de
la señora Almacenista Municipal para el periodo 2013 – 2014.

En el Laudo los árbitros, unánimemente, se declararon


incompetentes para definir tal artículo, al estimar que el
Sindicato debía acudir a las acciones judiciales pertinentes
para zanjar tal discusión.

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III. RECURSO DE ANULACIÓN

Cuestiona la organización recurrente, que el Tribunal


no asumiera el estudio del aparte de la cláusula, lo que
califica, además, como denegación de justicia y “violación al
debido proceso, lo cual es abiertamente inconstitucional”.

Aduce que el soporte de la reclamación fue la


apropiación ilegal que el Municipio hizo de la labor de
reciclaje que adelantó el Sindicato, y pese a que “ese
producto era de propiedad exclusiva de la organización
sindical, en una actuación preñada de mala fe, decide
vender cerca de DIECIOCHO (18) toneladas de reciclaje,
producto del trabajo juicioso y constante de los afiliados a la
organización sindical SINTRAOFAN”.

IV. CONSIDERACIONES

La negociación colectiva es, fundamentalmente, un


sistema de creación de reglas y, a la vez, de solución de los
conflictos de trabajo que se habilita en el reconocimiento
estatal de la facultad normativa creadora que tienen las
fuerzas sociales, en este caso las organizaciones de
trabajadores.

La finalidad que se le adscribe es la de constituirse en


un medio para alcanzar la justicia en las relaciones de
trabajo, dentro de un espíritu de coordinación económica y
equilibrio social; por ello está dotada de aptitud para

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resolver el conflicto y además se le reconoce su carácter de


fuente material de derecho, que es lo que permite que los
convenios colectivos de trabajo tengan eficacia automática e
imperativa, es decir que sean inderogables por actos
procedentes de la autonomía privada individual.

Como deriva del principio de autonomía colectiva, esto


es el que se confiere a las partes para regular sus propias
relaciones –sin menoscabo de los principios mínimos- sin
intervención preferente del Estado, es que ella permite y
privilegia la etapa de la autocomposición, que se expresa
prevalentemente en el arreglo directo, pero que permite, en
caso de mantenerse el desacuerdo, la posibilidad de que un
tercero, en este caso el Tribunal de Arbitramento, defina
(heterocomposición).

Ahora bien, una de las delimitaciones de la


negociación colectiva, ha sido la de que su capacidad
decisoria y de acción, se centra exclusivamente en
conflictos colectivos de carácter económico, no
permitiéndosele que opere en conflictos jurídicos o de
derecho, reservados estos a la ley, lo cual resulta relevante
para el caso que aquí se estudia.

Por conflictos económicos o de intereses se ha


entendido que son los que surgen por intereses
contrapuestos de la relación capital – trabajo, con la
finalidad de crear nuevas condiciones laborales, satisfacer
o modificar las existentes y que tienen incidencia en el
patrimonio de los intervinientes, mientras que el jurídico o

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de derecho versa sobre una discrepancia ante el


incumplimiento legal o frente a la interpretación de una
norma que debe ser aplicada a un evento concreto, de allí
que este último se encuentre reservado, exclusivamente, a
la autoridad competente para que lo dirima.

Así mismo se ha enfatizado, que el conflicto económico


bien puede ser individual o colectivo, siendo relevante para
la negociación este último, en la medida en que busca
resolver aspectos relacionados con intereses profesionales o
de grupo, mientras que los otros aspiran a regular o definir
derechos puntuales e individuales, aunque en este puedan
converger distintos sujetos y es lo que se ha denominado
por la doctrina como conflictos plurales (Ver
Recomendación 130 OIT).

Estas son distinciones que, por demás, se encuentran


incorporadas en el Decreto Legislativo 2158 de 1948 del
Código Procesal del Trabajo, convertido en legislación
permanente por el Decreto Legislativo 4133 del mismo año,
y en las que se prohijaron las de la Organización
Internacional del Trabajo, otorgándole por tanto a los jueces
laborales el conocimiento, únicamente, de los conflictos
jurídicos (artículo 3 CPTSS).

De forma que, al marco de la negociación estarán


adscritas las peticiones relacionadas con el conflicto
económico colectivo y en el evento en el que a través de los
mecanismos de autocomposición no sea posible definir total
o parcialmente las diferencias de las partes, se ha previsto,

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en el ordenamiento jurídico colombiano, la definición a


través del Tribunal de Arbitramento –voluntario u
obligatorio, según la fase en la que aquella se encuentre-, el
cual se erige para asegurar, de un lado, que el desacuerdo
no se prolongue de manera indefinida, y persigue que se
consoliden relaciones laborales armónicas, y de otro, por
parte del Estado –cuando es obligatorio-, el deber de
garantizar la paz social y con ella el normal desarrollo de las
actividades económicas.

Por las características propias del conflicto económico,


que es el llamado a definir, es que tal Tribunal tiene una
particularidad: que su decisión se dicta en equidad, en la
medida en que se aspira a generar un equilibrio en la
asignación de cargas y de beneficios, atendiendo las
circunstancias del caso concreto, en la que por tanto se
ponderen los intereses contrapuestos, circunscrita a un
deber de responsabilidad que recae en los árbitros, cual es
el de posibilitar la ejecutabilidad de su decisión; por ello es
que se impone que las cláusulas sean equitativas, no
acudiendo a las disquisiciones legales para su soporte y en
tal sentido este excepcional recurso solo es viable cuando la
decisión sea abiertamente inequitativa o haya trasgredido la
competencia que a aquellos se les asignó.

Ahora bien, lo que cuestiona el Sindicato es la


declaratoria de incompetencia del Tribunal de
Arbitramento, en punto a la cláusula del pliego de
peticiones en la que se reclamó la indemnización de
perjuicios, originada en la «expropiación de cerca de doce

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toneladas hurtadas a la organización sindical en cabeza de la señora

Almacenista Municipal para el periodo 2013-2014» y acude a este

recurso para que la Sala lo devuelva y disponga su


definición.

No obstante, en contravía a tal solicitud, para la Corte


no es viable, pues es evidente que tal articulado no podía
ser objeto de definición a través del laudo arbitral, de allí
que esa declaratoria de incompetencia, que debe entenderse
como una decisión inhibitoria en punto a la cláusula
debatida, no fuese equivocada, pues atendió que el
contenido de la misma entrañaba una discusión propia de
un conflicto jurídico que no económico, en la medida en que
el mismo advertía en principio la titularidad de los bienes
en cabeza del Sindicato y la afirmación de una apropiación
ilegal por parte del municipio, que estimaron, de forma
unánime, los árbitros, debía ser dilucidada a través de los
mecanismos legales previstos para el efecto, menos por
cuanto, como se explicó, aquellos solo están circunscritos a
las reclamaciones que tengan por objeto dirimir el debate en
punto a temas económicos.

Debe recordarse que esta Corte ha considerado, que


procede la devolución del laudo al Tribunal para que se
pronuncie, únicamente cuando encuentra que aquel sí
tenía la potestad para definir el asunto pero no, como en
este caso, cuando estaba fuera la posibilidad de incorporar
un artículo relacionado con un conflicto jurídico que no
económico. Así, entre otras en decisión CSJ SL15499-2015
en la que explicó:

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(…) esta Sala de la Corte ha sostenido que, al desatar el recurso


de anulación, sus funciones están concretadas en verificar la
regularidad del laudo y comprobar que el organismo arbitral no
haya extralimitado el objeto para el cual fue convocado. Sin
embargo, también ha explicado que es posible analizar la
decisión del Tribunal que se abstiene de resolver una
determinada petición, teniendo competencia para ello, y,
eventualmente, devolverla con el ánimo de que se remedie la
omisión y se emita un pronunciamiento completo. (CSJ SL719-
2013).

Así mismo en lo relacionado con las eventualidades en


que procede la devolución del laudo arbitral, en reciente
decisión CSJ SL6476-2017 la Sala recordó:

Aquí y ahora, se impone traer a colación la providencia de


anulación CSJ SL, del 1° de jun. 2005, rad. 25583, reiterada,
entre otras, en las sentencias CSJ SL, del 4 dic. 2012, rad. No.
5550, CSL SL7078-2016, del 25 may. 2016, rad. 67699, y CSJ
SL4206-2017, del 15 mar. 2017, rad. 76699, en cuanto a que «el
arbitramento debe respetar el principio de congruencia ( C. de
P.C. art. 672-8 y 9) en su triple implicación: a) Absteniéndose de
resolver en puntos no sujetos a su decisión, b) Considerándose
imposibilitado para conceder ultra petita, es decir más de lo
pedido; y C) Decidiendo todos los puntos planteados” (Sentencia
de la Sala Plena Laboral del 19 de julio de 1982). Gaceta Judicial
No. 2410)».

Y recientemente, en fallo CSJ SL7078- 2016, del 25 may. 2016,


rad. 67699, se razonó:

Esto, claro, sin soslayar que el Tribunal de arbitramento debe


advertir aspectos tales como no inmiscuirse en derechos de las
partes y que la decisión le rinda culto al principio de congruencia,
esto es, que no otorgue beneficios que no fueron implorados en el
pliego de peticiones, como tampoco reconocerlos con una suma
mayor”.

De forma que, advertido que un aspecto como el


reclamado lejos estaba de ser competencia de los árbitros,
los cuales no pueden admitir responsabilidades penales de
las partes, ni entrar a definir transacciones sobre la

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titularidad de los bienes que la organización sindical dice


poseer, es evidente que la decisión no puede reprocharse y
en ese sentido se negará.

V. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE:

PRIMERO: NEGAR la devolución del laudo del 31 de


enero de 2017, proferido por el Tribunal de Arbitramento
convocado para dirimir el conflicto colectivo existente entre
el SINDICATO DE TRABAJADORES OFICIALES Y
EMPLEADOS PÚBLICOS DE LOS MUNICIPIOS DEL
DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA Y DE LOS ENTES
DESCENTRALIZADOS –SINTRAOFAN- y el MUNICIPIO
DE CISNEROS.

Cópiese, notifíquese, publíquese, cúmplase y envíese al


Ministerio de Trabajo.

GERARDO BOTERO ZULUAGA


Presidente de la Sala

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JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

FERNANDO CASTILLO CADENA

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS

JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN

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