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Jurisprudencia Societaria

Auto
SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES
BOGOTÁ, D. C.
Partes
Jhon Fredy Díaz Arbeláez
contra
Noreña & Díaz SAS
Asunto
Artículo 24 del Código General del Proceso
Trámite
Proceso verbal sumario
Número del proceso
2013-801-118

I. Antecedentes
1. El 13 de septiembre de 2013, Jhon Fredy Díaz Arbeláez presentó ante este
Despacho una demanda en contra de la sociedad Noreña & Díaz SAS.
2. En el escrito presentado, la demandante solicitó el decreto de medidas cautelares,
con el fin de salvaguardar los derechos en litigio.

II. Consideraciones del Despacho


Este Despacho se ha pronunciado en múltiples oportunidades acerca de los presupuestos
que deben acreditarse para establecer la procedencia de medidas cautelares en conflictos
societarios.1 Tales presupuestos han sido derivados de lo previsto en el artículo 590 del
Código General del Proceso, así como de la aplicación de esta norma en los diversos casos
sometidos a consideración de esta Delegatura. Es así como, para decretar medidas cautelares
de la naturaleza solicitada, debe efectuarse un cuidadoso análisis de los elementos de

121
1
Cfr. Autos No. 801-002289 del 20 febrero 2013 y No. 800-016014 del 19 noviembre 2012. Las providencias mencionadas
pueden consultarse en la sección de jurisprudencia de la página de la Superintendencia de Sociedades, disponible en la
siguiente dirección: www.supersociedades.gov.co/pmercantiles.html
Superintendencia de Sociedades

juicio disponibles, a fin de analizar las probabilidades de éxito de la demanda y evaluar


el interés económico del demandante, según se expresa a continuación.

Las probabilidades de éxito de las pretensiones formuladas en la


demanda
El primero de los presupuestos mencionados consiste en un examen preliminar de
los diferentes elementos de juicio disponibles en esta etapa del proceso, para efectos
de determinar, con alguna precisión, las probabilidades de éxito de las pretensiones
formuladas por el demandante. Este presupuesto se deriva de la denominada apariencia
de buen derecho a que alude el artículo 590 del Código General del Proceso. Como
lo ha explicado este Despacho en varios pronunciamientos, este análisis preliminar
no conlleva, en forma alguna, un prejuzgamiento que le impida al juez pronunciarse
más adelante acerca del fondo del asunto.2 Al tratarse de una valoración previa de las
pruebas disponibles cuando se solicita la medida cautelar, es perfectamente factible que,
al momento de dictar sentencia, se llegue a una conclusión diferente de la expresada en
el auto de medidas cautelares.3
Formuladas las anteriores precisiones, se analizarán ahora los argumentos presentados
ante el Despacho, a fin de estimar, de modo preliminar, si en la demanda se acreditó
que las pretensiones tienen una probabilidad de éxito que justifique el decreto de
una medida cautelar. El demandante considera necesario que queden en suspenso las
determinaciones adoptadas durante una reunión por derecho propio de la asamblea
general de accionistas de Noreña & Díaz SAS, para lo cual solicita que este Despacho
le ‘oficie a la Superintendencia de Industria y Comercio [para pedirle] que se abstenga
de continuar con el trámite de la apelación contra el acto de registro del Acta No.
002 del 1º de abril de 2013, de la sociedad Noreña & Díaz SAS, mientras se resuelve
esta acción de impugnación’ (vid. Folios 20 a 22). Se pretende, además, la suspensión
directa de las determinaciones aludidas, en caso de que la Superintendencia de Industria
y Comercio resuelva la apelación antes de que esta entidad se pronuncie sobre las
medidas cautelares en comento. Entre las decisiones objeto de la medida solicitada
se encuentran la designación del representante legal y la aprobación de los estados
financieros de la compañía (vid. Folios 37 a 39).
Como fundamento de la solicitud explicada, el demandante sostiene que, durante la
reunión del 1º de abril, no estuvo presente un número plural de accionistas, en los
términos exigidos por el artículo 429 del Código de Comercio. Según lo expresado
en la demanda, ‘resulta meridianamente claro que, bajo ningún supuesto, se habría
configurado la pluralidad exigida para las reuniones por derecho propio, luego las
decisiones que se hayan podido adoptar carecen del presupuesto de validez consistente
en la corrección del quórum decisorio’ (vid. Folio 21).
122
2
Cfr. Auto 801-003311 del 8 de marzo de 2013.
3
En efecto, durante el curso del proceso pueden surgir elementos de juicio que le resten fuerza a los argumentos empleados
por el juez para aceptar o rechazar la cautela. Cfr. Auto 801-003311 del 8 de marzo de 2013.
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Así, pues, para estimar si es procedente la medida cautelar objeto de estudio, el


Despacho deberá indagar, en forma preliminar, acerca del régimen legal previsto para la
configuración del quórum y las mayorías decisorias en las reuniones por derecho propio
que se celebren en una sociedad por acciones simplificada. Para tales efectos, lo primero
que debe estudiarse es el alcance de las disposiciones contenidas en los artículos 429
del Código de Comercio y 22 de la Ley 1258 de 2008. La primera de las normas
citadas establece que, en las reuniones por derecho propio, se ‘sesionará y decidirá
válidamente con un número plural de socios cualquiera sea la cantidad de acciones
que esté representada’ (negrillas fuera de texto). Por su parte, en el artículo 22 de la Ley
1258 se dispone, para el caso específico de la sociedad por acciones simplificada, que ‘la
asamblea deliberará con uno o varios accionistas que representen cuando menos la
mitad más una de las acciones suscritas. Las determinaciones se adoptarán mediante el
voto favorable de un número singular o plural de accionistas que represente cuando
menos la mitad más una de las acciones presentes’ (se resalta).
Es necesario, pues, aludir a la aparente contradicción entre la regla que exige pluralidad
para la conformación del quórum y las mayorías en las reuniones por derecho propio
y la norma que establece la posibilidad de que el máximo órgano de una sociedad por
acciones simplificada pueda deliberar y decidir con la concurrencia de apenas un solo
accionista.4
Una simple lectura del texto de la Ley 1258 de 2008 es suficiente para detectar la intención
del legislador colombiano de suprimir el requisito de pluralidad como un elemento
indispensable para la constitución y el funcionamiento interno de las sociedades por
acciones simplificadas. Así, por ejemplo, entre las diferentes modificaciones normativas
introducidas por la Ley 1258, se encuentra la posibilidad de que una sociedad por
acciones simplificada sea constituida por una sola persona. El régimen especial de
quórum y mayorías de la SAS, contenido en el citado artículo 22 de la Ley 1258,
también da cuenta de un cambio de concepción respecto de la pluralidad como un
requisito esencial para el funcionamiento del máximo órgano social. En este sentido,
‘el avance alcanzado en esta materia por el artículo 22 de la Ley 1258 está dado por
la abolición de todo requisito de pluralidad para el cómputo de quórum y mayorías
decisorias’.5
A pesar de lo expresado en el párrafo anterior, es cierto que la Ley 1258 no modificó en
forma explícita la regla prevista en el artículo 429 del Código de Comercio, respecto del
funcionamiento de las reuniones de segunda convocatoria y por derecho propio. Con
todo, el Despacho difícilmente podría aceptar la idea de que el legislador colombiano
decidió conservar el requisito de pluralidad exclusivamente para las reuniones de la
referida naturaleza. Esta interpretación no solo carecería de una justificación discernible,
sino que se apartaría de la voluntad explícita del legislador de restarle toda relevancia
al elemento de la pluralidad en el régimen previsto para la SAS. En este orden de 123
4
Para un análisis acerca de la aplicación de diferentes criterios de interpretación legal, puede consultarse el Auto No. 801-
012716 del 7 de agosto de 2013, emitido por este Despacho.
5
F H Reyes Villamizar, La Sociedad por Acciones Simplificada, (3ª Ed., 2013, Bogotá D. C., Editorial Legis) 240.
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ideas, es indispensable poner de presente que en la exposición de motivos del Proyecto


de Ley No. 39 de 2007, el cual le dio origen a la Ley 1258 de 2008, se expresó lo
siguiente: ‘Dentro de las innovaciones más relevantes que se proponen en el proyecto
debe resaltarse la […] abolición de la pluralidad para quórum y mayorías decisorias
—incluidas las reuniones de segunda convocatoria […]’ (negrillas fuera de texto).6
Una interpretación más congruente con el régimen de la SAS apuntaría a que las
reuniones de segunda convocatoria y por derecho propio pueden celebrarse con la
presencia de un solo accionista. En palabras de Reyes Villamizar, ‘es forzoso colegir que,
a diferencia de como ocurre bajo el precepto contenido en el artículo 429 del Código de
Comercio, en estas deliberaciones de segunda convocatoria no se requiere pluralidad,
de modo que si solo asiste un accionista, deberá entenderse facultado para adoptar
todas las decisiones que correspondan […]. Esta conclusión surge inequívocamente del
régimen general de la SAS y de las reglas especiales sobre quórum y mayorías decisorias
que […] suprimen por completo cualquier requisito de pluralidad para la adopción de
determinaciones sociales’.7
Ahora bien, en la demanda también se alude a ciertas falencias en la elaboración de
las actas en las que se consignaron las decisiones objeto del presente proceso. Sin
embargo, el Despacho considera que los defectos formales en la preparación de las
actas no justifican necesariamente la sanción que el demandante le atribuye a las
determinaciones controvertidas. En verdad, los errores anotados no parecen encajar
dentro de las causales de nulidad contempladas en nuestro régimen legal. Tampoco se
han aportado aún elementos de juicio adicionales que permitan establecer la presencia
de otras causales de nulidad relacionadas con las decisiones aprobadas por la asamblea
de Noreña & Díaz SAS. Debe advertirse, en todo caso, que los hechos narrados en
la demanda podrían servir para alegar la nulidad absoluta de algunas de las citadas
determinaciones, con fundamento en las normas que regulan el ejercicio abusivo del
derecho de voto.8 También podría pensarse en la posible inexistencia de las decisiones
controvertidas, en tanto en cuanto pueda constatarse que la reunión del 1º de abril no
se celebró en realidad, para lo cual podría invocarse, a manera de indicio, la existencia
de dos actas de contenido idéntico. Sin embargo, debido a que en la demanda no se
justifica la posible configuración de alguna de las dos irregularidades mencionadas, este
Despacho se abstendrá de emitir un pronunciamiento sobre el particular en el presente
auto.
A la luz de las anteriores consideraciones, debe concluirse que, a lo menos en esta
etapa del proceso, el demandante no ha acreditado que las probabilidades de éxito de
sus pretensiones justifiquen el decreto de una medida cautelar. Ello no obsta para que,
más adelante, el Despacho pueda considerar una nueva solicitud de medidas cautelares,

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6
Gaceta del Congreso No. 346 del 26 de julio de 2007.
7
F H Reyes Villamizar (2013) 237.
8
Sobre el ejercicio abusivo del derecho de voto, puede consultarse el Auto No. 801-012735 del 18 de julio de 2013.
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una vez se aporten elementos de juicio adicionales en sustento de las pretensiones


formuladas en la demanda.9
En mérito de lo expuesto, el superintendente delegado para procedimientos mercantiles
Resuelve
Negar la solicitud de medidas cautelares presentada por el apoderado del demandante.
Notifíquese y cúmplase.
El superintendente delegado para procedimientos mercantiles

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9
Esta posibilidad surge de la derogatoria expresa del artículo 690 del Código de Procedimiento Civil, según consta en el
literal b) del artículo 626 del nuevo Código General del Proceso.

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