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Anatomía de La Mama
Anatomía de La Mama
Descubrimientos clave
La investigación llevada a cabo en la Universidad de Australia Occidental ha dado como resultado algunos
descubrimientos revolucionarios que han invalidado la mayoría de conocimientos que se tenían sobre la
anatomía de la mama durante la lactancia.
La mayor parte del tejido glandular se encuentra en los 30 mm en torno al pezón.
Medela generó una imagen para demostrar los nuevos hallazgos y muchos libros de texto y páginas de
Internet utilizan esta imagen ahora como recurso.
1. Una primera eyección de la leche rápida es importante para una eficaz extracción de la leche.
1. Una primera eyección rápida y eficaz de la leche es importante para una óptima extracción de la leche
En los conductos no se almacenan volúmenes grandes de leche, ya que no se observan senos galactóforos;
por tanto, se puede extraer muy poca leche antes de la primera eyección. Se tiene constancia de que los
bebés realizan una acción de succión rápida al principio, lo que estimula la eyección de la leche («bajada de
la leche»). La investigación demuestra que una primera eyección de la leche rápida favorece más
eyecciones de leche posteriores. De hecho, el 80 % de la leche materna se extrae en los primeros siete
minutos cuando se emplea un sacaleches 2-Phase al vacío máximo tolerable (Kent et al. 2008).
Por tanto, es importante usar un sacaleches que pueda estimular de forma eficaz la eyección de la leche y
conseguir una buena colocación para ayudar a iniciar la eyección de la leche cuando se da el pecho.
Un perfecto acoplamiento del embudo evitará la compresión de los conductos galactóforos superficiales, lo
que favorece un drenaje eficaz de la mama.
Puesto que el 65 % del tejido glandular se sitúa en los primeros 30 mm del pezón y los conductos son
bastante superficiales, es importante considerar la posición de las manos y los dedos cuando se está dando
el pecho o durante una extracción. La presión sobre los conductos y el tejido puede impedir que la leche
fluya libremente, lo que puede producir bloqueos y, a su vez, congestión; la consecuencia es una reducción
de la producción de leche. Cuando no se extrae la leche del pecho se produce una proteína denominada
inhibidor por retroalimentación de la lactancia (FIL). Cuando la cantidad de FIL aumenta, se envía una señal
al hipotálamo para reducir la prolactina y, en consecuencia, se reduce la producción de leche. Para evitar
que esto suceda, las madres deben recibir consejo sobre cómo colocar al bebé para que no tengan que
ejercer demasiada presión sobre el pecho durante la toma o la extracción.