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AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN

1. Introducción
El primer paso para la atribución de responsabilidad penal a una persona
es la imputación objetiva y subjetiva del hecho. Ello nos dirá que esa
persona debe responder por el delito. Sin embargo, el proceso siguiente es
determinar el grado de intervención en el delito que han tenido todas y
cada una de las personas que intervinieron en la realización del hecho.
Este proceso tiene gran relevancia a efectos prácticos debido a que la pena
es ostensiblemente distinta según la forma de intervención de cada
persona. El sistema chileno distingue dos clases de intervinientes en el
delito: por un lado están los autores y por otro los partícipes. La autoría y
la participación son formas de intervención en los delitos señalados en la
parte especial. Se trata de normas jurídico-penales que permiten la
aplicación de la norma de sanción. A continuación se analizará en detalle
cada uno de estas formas de intervención delictiva y sus requisitos.

2. Análisis del artículo 14 CP (quien son responsables del delito, auto ,


cómplice o encubridor)
De acuerdo al CP art. 14, son responsables criminalmente de los delitos los
siguientes sujetos:
1. Autores
2. Cómplices
3. Encubridores
un análisis del art. 15 donde se regula la autoría nos permite establecer
que existen tres clases de autores
Arti 15
a. Autor directo o inmediato: inmediata y mediata, por una parte,
y autoría conjunta, por otra. El autor inmediato es aquel que
ejecuta por sí mismo el delito, de modo que es su propia
conducta física la que cumple el correspondiente tipo legal.
15.1
b. Coautor En cuanto al partícipe, es aquel individuo que
colabora con su aportación a la ejecución del hecho con la
finalidad de coadyuvar a su realización, supuesto de la
cooperación necesaria equiparada a la autoría, bien como
ayuda a la ejecución del delito que otro realiza, supuesto de la
complicidad, mientras el coautor . 15.2

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c. Autor mediato :es el que comete el delito sirviéndose de otro
como "Instrumento". La figura de la autoría mediata cumple
con la finalidad de ampliar el concepto de autor basado
tradicionalmente en la ejecución de propia mano del tipo. 15.3
A su vez, dentro del grupo de los partícipes existen las siguientes formas
de intervención
a. Inductor La inducción es la actuación consistente en convencer o
determinar intencionalmente a otra persona para que cometa un delito,
pero sin que el inductor participe en la ejecución del delito.
b. Cómplice 16 art
c. Encubridor17 art

3. LA AUTORIA
Se han desarrollado diversas teorías que intentan establecer y definir el
concepto de autor de un delito y así diferenciarlo de los partícipes. Cada
una de estas teorías contiene características propias de la teoría del delito
dominante en la época en que se desarrollaron.
3.1 Concepto unitario de autor
Según esta teoría todos los sujetos que intervienen en el delito deben ser
considerados autores. Sostiene que no es conveniente diferenciar entre
autores y partícipes. Esta teoría se fundamenta en la teoría de las
equivalencias de las condiciones según la cual, todo sujeto que aporta
alguna condición en la producción del resultado debe ser calificado de la
misma manera como autor y sancionados con la misma pena.
3.2.1 Teoría subjetiva
Las teorías subjetivas parten de la base de que es imposible diferenciar
autor y partícipe en el plano objetivo ya que todos han aportado alguna
condición causal para la realización del delito. De esta manera, la
necesidad de distinguir por imperativo legal entre autor y partícipe sólo
puede ser con base en un criterio subjetivo.
Para la teoría subjetiva, autor es aquel que ha realizado el hecho con el
ánimo de autor (animus auctoris) y partícipe quien haya intervenido con
ánimo de participe (animus socii). Como un intento de determinar el
contenido subjetivo de autores y partícipes se han formulado dos
respuestas:
a. Teoría del dolo: tendrá el animus auctoris quien actúe con la voluntad de
la que depende que el delito se consume. En cambio, el animus socci
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implica únicamente una voluntad de colaboración con la decisión del
autor.
b. Teoría del interés: De acuerdo con ella, será autor aquel sujeto que
posea un interés principal en obtener el resultado propio del delito.
3.4. El concepto restrictivo de autor

3.4.1 Teoría objetivo-formal


Según esta teoría autor es quien ejecuta por sí mismo total o parcialmente
la acción descrita en el tipo. Fue doctrina dominante en Alemania entre
1915 y 1933. Actualmente casi no posee seguidores en la doctrina. Adolf
MERKEL, uno de los principales exponentes de la teoría objetivo-formal
junto a BELING, señala que autor es quien realiza la “acción principal” o
“acción ejecutiva” y que cómplice sería quien conscientemente ayuda al
autor en la realización de esa acción principal. Cómplice sería para esta
teoría quien lleva a cabo sólo la acción preparatoria de la acción principal
de ejecución.
3.4.2 Teoría objetivo-material

La teoría objetivo-material buscó evitar los resultados insatisfactorios a los


que llegaba la teoría objetivo formal. Por ello sostenía que debía recurrirse
a un criterio objetivo conforme a la contribución objetiva más importante
para determinar al autor del hecho. Según esta teoría debía distinguirse
entre «causa» y «condición» al estilo de las viejas teorías restrictivas o
individualizadoras de la causalidad. Así, es autor quien aporta la «causa»
del hecho y partícipe quien sólo contribuye con una «condición».
La crítica a esta teoría como bien señala G IMBERNAT es que esta teoría
pretende aplicar un criterio de las ciencias naturales lo que resulta
inadmisible, pues la causalidad no puede contribuir en nada a la
aprehensión de conexiones jurídicas de sentido y significación. (G IMBERNAT,
Autor y cómplice en derecho penal, 2006, p. 96).

4.3 Teoría del dominio del hecho


Esta teoría ha sido elaborada por Claus Roxin en su monumental
monografía titulado “Autoría y dominio del hecho en derecho penal” (título
original Täterschaft und Tatherrschaft publicada por primera vez en 1963).
Según esta teoría autor del delito es la persona que consciente y
dolosamente controla el desarrollo del hecho, que tiene el dominio y señorío
sobre el curso del mismo, dominio que se manifiesta en lo subjetivo, porque
lo orienta a la lesión de un bien jurídico y, en lo objetivo, porque goza del
poder de interrumpir en cuanto quiera el desarrollo del hecho.

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4.3.1 Autoría en los delitos de dominio y delitos de infracción de
deber
La formulación de la teoría del dominio del hecho dio lugar a la
denominación de delitos de dominio a todos aquellos casos en que la
autoría se fundamentaba en el dominio del curso causal por parte del
autor. La realización del hecho se llevaba a cabo por el dominio de la
acción.

5. La autoría en el CP chileno
El CP considera autores a los señalados en el art. 15. Sin embargo, en este
artículo no sólo se encuentran regulados los autores, sino que también dos
partícipes como el inductor (15.2) y el cómplice penado como autor (15.3) a
los que el legislador ha penado igual que el autor debido a la gravedad de
sus conductas.
La autoría consiste en aquellos casos en que solamente una persona ha
participado en la ejecución del delito y dentro de los autores encontramos
distintos tipos descritos en el art. 15.1:
a) Los que toman parte en la ejecución de manera directa o inmediata
(autoría ejecutiva)
b) Lo que toman parte en la ejecución impidiendo o procurando impedir
que se evite el hecho (autoría no ejecutiva).

3.1. Formas de autoría: Artículo 15 del CP.

3.1 Autoría directa o inmediata: Hay autoría directa cuando el sujeto


ejecuta por sí mismo la conducta establecida en el tipo penal. Se
encuentra establecida en el artículo 15.1 cuando señala que se considera
autores a: “Los que toman parte en la ejecución del hecho, sea de una
manera inmediata y directa, sea impidiendo o procurando impedir que se
evite”.

Este numeral contiene dos formas de ser considerado y penado como autor
directo, cuyo requisito común es tomar parte en la ejecución del hecho. Sin
embargo, ello puede ser de dos formas:

1. De una manera inmediata y directa: Esto significa que es


autor aquel que ejecuta materialmente el hecho descrito en el tipo
penal. Será autor, de acuerdo a la teoría dominante del dominio del
hecho quien tiene el dominio de la acción típica y puede decidir
sobre su curso causal. De ahí que esta primera parte del 15.1 sea la
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autoría directa e inmediata por que el autor domina el acontecer
típico y sólo depende de él la realización del hecho.

2. Impidiendo o procurando impedir que se evite el hecho: Se


trata como autor a aquel sujeto que sin realizar la conducta descrita
en el tipo penal impide o procura impedir que un tercero evite la
ejecución del hecho. Esta forma de intervención no es una autoría
estricta ya que requiere de otro que ejecute el delito.

3.2. Autoría mediata


Es autor mediato aquel que ejecuta el hecho a través de otra persona a
quien instrumentaliza. Al sujeto de atrás se le conoce como autor mediato
y al que ejecuta el hecho como instrumento.
Los requisitos para estar frente a una autoría mediata son:
a) Dominio de la voluntad del instrumento por parte del hombre de
atrás.
b) Hecho doloso (no hay dominio del hecho en un hecho culposo).
c) El tipo penal no debe requerir calidades especiales de autor, ni
elementos subjetivos y tampoco realización corporal del autor.
d) El instrumento debe realizar la conducta ilícita de propia mano.

3.2.1. Tipos de autoría mediata

3.2.1.1. Autoría mediata por coacción


Consiste en forzar a un sujeto a ejecutar el delito, donde concurre una
forma específica de eximente de responsabilidad que es la inexigibilidad de
otra conducta.
¿Cómo determinamos si hay autoría mediata por coacción? Existen
diferentes criterios:
a) Criterio psicológico: el que está detrás posee las características
necesarias para romper y vulnerar la resistencia psicológica del
sujeto que ejecutará el delito.
b) Criterio normativo: sujeto que está detrás posee una potencia tal que
crea una situación en que la ley excluye la culpabilidad penal del
sujeto que es instrumento.
c) Cury: Obediencia de órdenes jurídicas (subordinación y dependencia
militar. Regulado en el art. 214 y 335 Código de Justicia Militar.
d) El sujeto-instrumento se ve afectado por la coacción, pero no
eliminará completamente la libertad de éste, sino que solo la verá
limitada a niveles extremos.
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3.2.1.2. Autoría mediata por error del instrumento
El autor mediato induce o provoca un error en el sujeto para que cometa el
delito o se aprovecha del error en que se encuentra para que no se entere
de la naturaleza antijurídica ni de la configuración concreta del delito. Será
por la mera voluntad del autor ejecutor quien libremente decide realizar el
ilícito.
3.2.1.3. Autoría mediata mediante el empleo de un aparato
organizador de poder
Esta teoría es planteada por Roxin. Según ella, el sujeto que ejecuta el
delito por medio de un “aparato organizado de poder”, este hombre de
atrás dominará el curso material del delito, y tiene a su disposición un
número indefinido de ejecutores (reemplazables).
Cury: El sujeto de atrás sería un coautor o incluso un instigador del delito
al cual sí se le puede castigar.
Otros casos de autoría mediata:
a) Dominio de la voluntad (en la utilización de inimputables y
menores).
b) Dominio del hecho mediante el forjamiento de una situación de
justificación (hombre de atrás es quien elabora una situación de
justificación, pero aunque el autor mediato elabora esta situación y
el instrumento actúa dolosamente, este último queda impune,
debido al error en el que cae).
c) El instrumento doloso sin intención (ejecutor actúa dolosamente
pero no concurre en su actuar un elemento subjetivo especifico
exigido en el tipo).
d) Según Cury en estos casos “la ausencia de intención es falsa y la
autoría mediata del de atrás debe ser rechazada”

3.3 La autoría en los delitos imprudentes y en los delitos de omisión


Respecto de los delitos de omisión y culposos, la doctrina dominante en
Alemania entiende que sólo concurre un concepto unitario de autor. Es
decir, en estos delitos no puede haber partícipes, sólo hay autores. Así, en
los delitos de omisión el garante siempre será autor, pues es autor sólo
aquel sujeto que infringe su deber de garante. Si es garante entonces,
siempre será autor, nunca será partícipe.
¿Puede distinguirse a un partícipe en un delito de omisión? La respuesta
es afirmativa. Así por ejemplo, el guardia de seguridad que no activa la
alarma mientras están robando. O la madre que no evita que su marido
abuse de su hija, teniendo el deber de evitar los riesgos a su hija.
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4. La coautoría
Son coautores aquellos que, previo acuerdo, realizan el hecho
conjuntamente. En la coautoría, concurren dos o más sujetos que ejecutan
parcial y conjuntamente el hecho existiendo un acuerdo previo para ello.
Requiere un elemento objetivo y uno subjetivo. Requisitos de la coautoría:
a) Existencia de un concierto previo expreso o tácito. El acuerdo previo
o plan global de realización del hecho también puede darse de forma
inminente al comienzo de la ejecución del hecho por parte de los 2 o
más sujetos.
b) División de funciones. Los coautores deben intervenir en la ejecución
del delito con un aporte.
c) Co-dominio del hecho. Cada uno de los coautores posee un dominio
de tal manera que su intervención es esencial para la realización del
hecho dentro del plan global
d) Intervención en fase ejecutiva
5. LA PARTICIPACIÓN EN EL DELITO
La participación sólo es posible cuando concurre realmente un hecho
cometido por un autor (JAKOBS). Conceptualmente, la participación en el
delito es una intervención típicamente relevante en un hecho ejecutado por
un sujeto en calidad de autor. Se trata de un ataque a un bien jurídico a
través de la colaboración con la conducta principal del autor. Así, la
participación requiere para su punibilidad de un “hecho” principal de un
autor. No existe un “delito de participación”, sino que es una forma de
intervención secundaria en un tipo penal concreto donde aparece el autor
como figura principal que ejecuta el hecho típico y antijurídico. No
obstante, la calificación de la participación como hecho secundario no
implica automáticamente que toda colaboración en el delito no constitutiva
de autoría sea una participación penalmente relevante.
Si es el autor quien domina el hecho y lo ejecuta, entonces cabe
encontrar el fundamento de la sanción del injusto del participe quien es el
que aporta una conducta para la configuración del hecho que ejecuta el
autor. El fundamento del castigo al partícipe es un tema de gran debate en
la doctrina y ha dado lugar a la formulación de diversas propuestas que
veremos a continuación.

1. La participación como ataque accesorio al bien jurídico


Según esta tesis defendida por ROXIN, el fundamento del injusto del
partícipe es mixta y se deriva en parte del injusto del autor y en parte del
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injusto propio del partícipe. Por una parte se fundamente en parte en el
injusto del autor en cuanto es accesorio a él, de tal forma que al partícipe
también se le imputa el injusto del autor por colaborar con éste último. Por
otra, el injusto del partícipe es autónomo e independiente porque su
colaboración representa simultáneamente un ataque propio al bien
jurídico por parte del partícipe.
De acuerdo con esta tesis, el ataque accesorio del injusto del
partícipe se observa en que la amenaza de la pena también está dirigida a
la protección de los bienes jurídicos respecto a los ataques del partícipe y
en que existe un dolo del partícipe respecto al hecho principal del autor.

2. La teoría pura de la causación


De acuerdo a esta tesis, la participación tiene un carácter autónomo
respecto al injusto del autor. Debido a ello, al partícipe no se le imputa el
hecho del autor, sino que su injusto se fundamenta por un ataque
indirecto o mediato al bien jurídico
3. Teoría de la corrupción
De acuerdo con esta teoría, el fundamento del castigo al partícipe
obedece a que éste involucra o dirige al autor a ser culpable. ´De esta
manera, por ejemplo, el inductor conduce al inducido a la culpabilidad del
hecho. Sin embargo, esta teoría no tiene hoy sustento ni seguidores en el
panorama científico debido a que la culpabilidad se entiende como una
categoría estrictamente personal que no permite ser accedida por terceros.
Además, la accesoriedad limitada de la participación no exige que el hecho
principal sea culpable, sino que basta uno típico y antijurídico.
4. La tesis de la identidad de fundamento.
Para esta tesis debe abandonarse el concepto de autor como punto
de partida para encontrar el fundamento del partícipe. Según esta postura
sostenida por ROBLES PLANAS, el fundamento de la sanción del partícipe
es idéntico al del autor. Al partícipe también se le imputa el hecho, así el
cómplice responde de la existencia del hecho principal aunque en menor
medida, pues al partícipe también le pertenece el hecho. El partícipe,
aunque en menor medida también accede al hecho típico.

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6. La participación imprudente en un delito doloso y culposo
La doctrina alemana dominante entiende que sólo se puede ser
partícipe en el hecho del autor siempre que éste último actúe dolosamente.
Esta categórica opinión se basa en la exigencia legal del §27 del StGB (CP
alemán) que exige que el hecho principal del autor donde interviene el
cómplice sea doloso.
§26. Como instigador será sancionado al igual que el autor, quien
dolosamente determine a otro para la comisión de un hecho doloso
antijurídico
§27. Como cómplice se castigará a quien haya prestado dolosamente
ayuda a otro para la comisión un hecho doloso antijurídico
Con base en ello, el StGB trabaja con un concepto unitario
(extensivo) de autoría para los delitos imprudentes (culposos). Ahora bien,
en el CP chileno la participación del inductor, del cómplice y del
encubridor sólo requieren la existencia objetiva de un hecho sin establecer
como requisito que él sea doloso. Con base en ello y en contra de la
opinión de alguna doctrina (CURY/MATUS, Comentario) en nuestra
opinión es perfectamente posible castigar a una persona cómo cómplice
doloso o imprudente en un hecho típico y antijurídico doloso o imprudente
del autor.
7. Principios que regulan la participación

Existen una serie de principios elaborados por la doctrina que


regulan la relación de la participación con la autoría y viceversa. Estos
principios establecen determinadas condiciones que deben concurrir en las
conductas de participación para ser consideradas penalmente relevantes.
1. Principio de convergencia: Según él la participación sólo será punible
debe existir un conocimiento del partícipe de que efectivamente está
colaborando con el autor en la realización de un delito. Así, si A entrega un
arma a B sin conocer ni eventualmente que B la usará para matar a un
tercero no cabe participación de A en el homicidio.
El principio de convergencia exige dos elementos: a) Conocimiento del de
participar un hecho del autor b) Conocimiento del hecho que busca
realizar el autor
2. Principio de accesoriedad de la participación: De acuerdo a este
principio sólo se podrá sancionar la conducta del partícipe en la medida que
el autor haya dado inicio a la ejecución del hecho típico y antijurídico, es
decir, que al menos haya iniciado la tentativa. Este también se desprende el
CP cuando exige que el autor haya realizado un hecho y no un delito (art. 15

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y 16) y cuando establece una agravante para quienes actúen en el delito de
robo y hurto con personas inimputables (art. 456 bis).
El principio de accesoriedad ha tenido diversas formulaciones en cuanto a
relación que debe existir entre la conducta del partícipe con la del autor.
Así se conocen al menos cuatro formas de accesoriedad.
a. Accesoriedad mínima: Para sancionar al partícipe sería necesario sólo
la existencia de un hecho típico por parte del autor aun cuando esté
justificado. Sin embargo, si el hecho típico está justificado lo está para
todo el ordenamiento jurídico y no solo para el autor, sino que para
todos los intervinientes.
b. Accesoriedad media o limitada: Es la postura más aceptada por la
doctrina chilena (véase HERNANDEZ, Código penal comentado) y señala
que el hecho del autor debe ser únicamente típico y antijurídico a pesar
que no concurra culpabilidad del autor.
c. Accesoriedad máxima: De acuerdo a una accesoriedad máxima, para
castigar al partícipe el hecho del autor debe ser típico, antijurídico y
culpable. ETCHEBERRY plantea que ésta es la accesoriedad que sigue
el CP chileno en virtud del art. 17 castiga al partícipe encubridor no de
un hecho sino de un crimen o simple delito y de encubrir a delincuentes
(autores de un hecho típico, antijurídico y culpable). Sin embargo, la
culpabilidad es algo estrictamente personal y no puede hacer depender
la punibilidad del partícipe.
d. Hiperaccesoriedad: De acuerdo a ella el hecho del autor no solo debe
ser típico, antijurídico y culpable, sino que también debe tener las
condiciones objetivas de punibilidad del tipo (si las exige) y que no
concurran escusas legales absolutorias. En este sentido, en los delitos
patrimoniales o contra la propiedad como el hurto, si se da entre
parientes, nunca podría castigarse al partícipe ya que el autor siempre
tendrá una excusa legal absolutoria de acuerdo al art. 489.
3. Principio de exterioridad: Según el cual sólo resulta punible aquella
actividad desarrollada por los partícipes del delito cuando el autor haya
dado comienzo a su ejecución).
4. Principio de comunicabilidad: Regla general, no hay comunicabilidad
que se extienda a los elementos subjetivos del tipo, ni a las calidades
personales a los coautores, ni a los partícipes del delito, sino que dicha
comunicabilidad sólo se dará en ciertos casos excepcionales a algunos
autores o coautores del delito.
Sin perjuicio cada sujeto que interviene en el delito responderá por su propio
dolo.

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8. La Participación en el Código penal chileno
El CP chileno regula tres formas de participación: la inducción (15.2), la
complicidad (15.3 y 16) y el encubrimiento (art. 17).

1. La inducción o instigación
Tradicionalmente, según la doctrina la inducción consiste en crear de
forma dolosa y directa en otra persona la determinación o resolución de
ejecutar un hecho típico y antijurídico concreto (BAUMANN/WEBER). Aparece
la figura del inductor que corresponde a quien sujeto que determina
dolosamente a otro a ejecutar el delito y el inducido que es aquel que lo
ejecuta. Ésta último es en el fondo el autor del hecho.
Para que se configura la inducción es necesario que el sujeto inducido
realice efectivamente el hecho, al menos que haya dado inicio a la tentativa de
él. Si el inducido no lleva a cabo una mínima ejecución calificable de tentativa
solo se podría hablar de un acto preparatorio punible de proposición si el
inducido rechaza llevar a cabo el hecho punible.
Es importante destacar que si bien el inductor causa en el inducido la
decisión de que éste último ejecute el hecho antijurídico, no habrá inducción
si el autor ya estaba decidido previamente a cometer el hecho. Así por ejemplo
A le señala a B la necesidad de asesinar a C cuando B ya estaba decidido
-antes de reunirse con B- de matar a C.
La resolución de cometer el hecho antijurídico ha de nacer a través de un
influjo psíquico que lleva a cabo el inductor sobre el inducido. Este influjo debe
tener una entidad suficiente para hacer aparecer la decisión delictiva
La inducción está regulada en el art.15 n°2 del CP donde se al inductor se
le considera autor a efectos de pena. El inductor es un partícipe en el delito
que ejecuta el autor (inducido). Sin embargo, por razones de política criminal
basada en la gravedad de su intervención se le considera autor con la
importante consecuencia que implica ser castigado con la misma pena de este
último.
La inducción sólo va referida a un hecho principal que realiza el autor.
Parece difícil que pueda entenderse que conforme al art. 15.2 quepa hablar de
inducción a un acto de complicidad. Así, por ejemplo quien induce a otro a
que coopere con el autor no podría ser calificado de inductor ya que aquel a
quien ha inducido no ha ejecutado el hecho, sino que sólo ha hecho de
cómplice de quien efectivamente lo ejecutó. En efecto, el art. 15.2 se refiere a
la inducción del hecho principal y no de un hecho accesorio como uno de
complicidad. Esto es importante ya que a pesar de que el cómplice pueda ser
tratado penológicamente como autor en virtud de la consideración del CP, no
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cabe considerarlo estructuralmente como autor. Por lo tanto, si A convence a
B de facilitar los medios a C para que éste último ejecute el delito, A no puede
ser calificado de inductor, pues no ha inducido a un sujeto a que ejecute el
hecho en calidad de autor, sino que indujo a un sujeto a que intervenga como
partícipe en el hecho principal de otro.
La inducción requiere de requisitos objetivos y subjetivos.
Requisitos objetivos:
1. Que el inducido sea un sujeto libre: Esto implica que no cabe inducción
(sino autoría mediata) respecto a un inimputable. En otras palabras,
aquel que recibe el influjo psíquico debe ser libre para decidir
finalmente ejecutar el hecho y posee el dominio de la acción final.
2. Que la inducción sea directa: En este punto se suele sostener que debe
haber una relación personal o un contacto sin intermediarios entre el
inductor y el inducido de tal manera que sólo podrá ser inductor aquel
último sujeto que lleva a cabo el influjo psíquico sobre el que ejecuta el
hecho. Se trata de una exigencia basada en la inmediatez entre inductor
e inducido. Bajo este requisito se suele rechazar la inducción en cadena
donde aparece uno o más eslabones intermediarios del influjo psíquico
entre el inductor y el que ejecuta el hecho. Sin embargo, esta situación
rígida basada en una visión causal del contacto entre el inductor e
indicado genera fricciones y algunos problemas en ámbitos como el
crimen organizado y el derecho penal económico donde suele faltar ese
contacto personal entre el hombre del escritorio y aquel que lleva a cabo
el delito. Así, alguna doctrina (CORDOBA RODA) entiende que el
requisito de “directo” de la inducción se refiere más bien a que ella
recaiga inmediatamente en otra persona no siendo obstáculo para
calificar de inducción el hecho de que aparezcan intermediarios.
En mi opinión, mientras el influjo psíquico sea constante y el mismo que
genere la resolución de cometer el hecho antijurídico en el autor, podría
afirmarse que estamos en presencia de una inducción en cadena. Sin
embargo, el problema de esta tesis podría venir dados por el principio de
accesoriedad de la participación en relación a que sólo cabe participación de
un hecho principal y el inductor del inductor es un partícipe den un hecho
secundario.
3. Que sea determinada: Según este requisito, se debe inducir a un hecho
concreto (homicidio, lesiones, estafa, etc.) sin necesidad de que sea
detallado en cuanto a su contenido y en cuanto a la forma de ejecución.
Basta que el hecho inducido sea determinado en sus rasgos
fundamentales. De esta forma, no cabe inducción de una mera
invitación genérica a delinquir.

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Requisitos subjetivos:
1. Que la inducción sea dolosa: La inducción requiere un doble dolo, un
dolo de inducir a otro y un dolo de que ese otro ejecute el hecho principal.
El primero consiste en el conocimiento de que se está instigando a que un
tercero libre resuelva la ejecución de un delito. Tradicionalmente se exige
un dolo directo, aunque es posible también afirmar que cabe inducción
con dolo eventual.
2. La inducción a un delito culposo: Si bien la inducción requiere un
doble dolo, ello nada tiene que ver con el hecho principal que ejecuta el
autor quien tendrá su propio tipo subjetivo respecto a ese hecho. En
efecto, es perfectamente posible configurar una inducción a un delito
culposo donde el tipo subjetivo del inductor es dolo pero el tipo subjetivo
del autor-inducido puede ser imprudencia (culpa). Así por ejemplo, A quien
convence a B a que tome las llaves de un vehículo en mal estado,
conociendo su falta de experiencia o sabiendo de la influencia del alcohol
en la que se encontraba B en se momento, lleva a cabo una inducción un
delito culposo. Incluso puede darse la inducción con dolo eventual de un
delito culposo en el ejemplo de que A convence a B (quien estaba bajo los
efectos del alcohol) de que conduzca el vehículo con C como copiloto
conociendo el riesgo que ello implica y sin contar con ninguna medida de
control o dominio de dicho riesgo, de tal manera que acaba produciéndose
un accidente con el resultado de muerte de C.

2. La complicidad
Nuestro CP contiene dos clases de cómplices: Unos penados como
autores (15.3) y otros cómplices propiamente tal (16.)
Conceptualmente, los cómplices que, no hallándose comprendidos en
el artículo 15.3, cooperan a la ejecución del hecho por actos
anteriores o simultáneos.
La complicidad del art. 16 es una conducta complementaria, si
no hay delito (un hecho principal del autor) tampoco habrá
complicidad. Y es necesario que se trate de un hecho típico y
antijurídico, sin importar si el autor es considerado culpable o no.
2.1. Condiciones de la complicidad
a. Que quien ejecuta la acción no sea el autor del delito. (Ya que la
función del cómplice es ayudar al autor del delito para que éste
pueda cumplir su objetivo

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b. El cómplice debe realizar una acción ya sea con anterioridad o con
simultaneidad a la comisión del delito que deberá importar una
colaboración al delito ejecutado por el autor.
c. La acción de colaboración ha de ser considerada por el autor. (Autor
del delito debe toma en cuenta dicho acto de ayuda haciendo uso de
él).

3. El encubrimiento
Encubridores: Son los que con conocimiento de la perpetración de un
crimen o de un simple delito intervienen con posterioridad a su ejecución.
Esta situación se encuentra contenida en el art.17 del CP.

3.1. Condiciones o requisitos del encubrimiento:


a. Que el encubridor esté en conocimiento del crimen o simple delito
cometido por el autor. (Debe tener conocimiento de los elementos
esenciales del hecho y lo debe saber con anterioridad).
b. Que el encubridor no haya sido autor ni cómplice.
c. Que la intervención posterior realizada por parte del sujeto
encubridor se trate de alguna de las acciones o conductas señaladas
en el art.17.
3.2. Clasificación:
1) El aprovechamiento: Art17 N° 1. Se puede ejecutar de dos formas:
I. Receptación, el encubridor obtiene beneficio o usufructo de los
beneficios del delito.
II. Facilitando los medios necesarios para que los delincuentes se
aprovechasen de los efectos del delito. (Hay un auxilio
complementario).
2) El favorecimiento:
I. Favorecimiento real: se encuentra regulado en el Art 17 N°2 CP
II. Favorecimiento personal:
a) Ocasional Art.17N°3 CP
b) Habitual Art.17N°4 CP

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3.3. Concurso de encubrimiento
El sujeto efectúa varias acciones de forma simultánea, donde todas estas
acciones serán consideradas como un injusto único. Se aplica una unidad
por continuidad.
Estos delitos no son autónomos, sino que más bien es accesorio al hecho o
delito encubierto.

3.4. Encubrimiento de parientes como excusa legal absolutoria


Exención de responsabilidad penal a los que encubran a familiares. No se
entenderá procedente en aquellos casos en el que el familiar encubridor se
haya aprovechado por sí mismo del producto obtenido a través del delito.
3.5. Sanción del encubrimiento
Será castigado con una pena dos grados inferiores a la que le correspondería
aplicarse por ley al autor del crimen o simple delito en particular.
Dependiendo si el delito estaba:
a. Consumado
b. Frustrado
c. Tentado

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