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FACULTAD DE

DERECHO Y CIENCIAS
POLITICAS

TEMAS:

I. LA AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN.
II. LOS ACTOS PREPARATORIOS Y TENTATIVA

CATEDRA: DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL II


DOCENTE: CARVO CASTRO, Carlos Abraham.
ESTUDIANTE: GALARZA CHANCO, Martha Ruth.
CICLO: VII

HUANCAYO – PERU
2020
I. LA AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN II. LOS ACTOS PREPARATORIOS Y TENTATIVA

La respuesta es inmediata; será autor quien realiza el tipo, será partícipe quien coadyuva en su
perpetración con acciones intencionalmente cooperantes que tengan relevancia jurídico penal de cara al
tipo catalogado y realizado por el autor. Hasta aquí el tema no tiene complicación alguna. El autor por sí o
instrumentalizando a un tercero, tratándose de la autoría mediata, hace lo que el verbo rector del tipo
penal describe: Mata; lesiona; roba etc.
Un delito puede ser cometido por una o más personas. Ante este escenario, nuestro legislador distingue
entre autores y partícipes.
AUTORÍA
Autor en sentido estricto (autor principal) es, aquel cuyo comportamiento puede ser directamente
subsumido en el tipo legal. Esa subsumibilidad directa se da en tres clases o formas de autoría,
enumeradas en el art. 28 Código Penal: inmediata y mediata, por una parte, y autoría conjunta, por otra.
1. Autoría principal
El autor inmediato es aquel que ejecuta por sí mismo el delito, de modo que es su propia conducta física
la que cumple el correspondiente tipo legal. Característica principal del autor directo es tener el dominio
del hecho porque dirige su acción hacia la realización del tipo penal. La autoría aparece cuando varias
personas, de común acuerdo, toman parte en la ejecución de un hecho típico constitutivo de delito
Tipos de autoría
Nuestro ordenamiento penal señala que es autor de un delito quien realiza por sí mismo o por medio de
otra persona un hecho criminal. En este sentido, se distingue entre autoría directa y autoría mediata.
Autoría directa: Es quien realiza directamente un delito figurando como la persona que ejecuta la acción
delictiva.
Autoría mediata: Es quien utiliza a otra persona como instrumento para realizar un delito con el objetivo
de aparentar que no tuvo participación en el acto criminal. El autor mediato realiza el delito mediante
personas denominadas instrumentos.
La persona que actúa como instrumento puede ejecutar un delito ya sea por un engaño, amenaza o
intimidación por parte del autor mediato. Sin embargo, existen casos en la que el instrumento sí tiene
conocimiento del delito por lo que tendría responsabilidad penal.
Cuando dos o más personas realizan un delito, la legislación establece la existencia de la
llamada coautoría. En estos casos se sanciona como coautores a todas las personas que realizaron un
hecho criminal de forma parcial.
¿En qué se diferencia el autor de un partícipe?
Respecto a la autoría, se puede distinguir entre autor directo, autor mediato y coautores.
Las otras personas que participan o colaboran de un delito y que dependen de manera accesoria de la
voluntad del autor son llamadas partícipes. Ningún partícipe realiza directamente el hecho criminal, pero
es sancionado por contribuir, colaborar o ayudar a que el autor directo, autor mediato o coautores lo
realice.
Entre los partícipes de un delito se pueden distinguir a los:
Instigadores: Es quien a propósito persuade o influye a una persona para que realice un delito.
Cómplices primarios: Quien coopera o contribuye con el autor en la realización del delito. Su participación
debe ser indispensable, eficaz y trascendente.
Cómplices secundarios: Su participación es accidental y secundaria.
Algo más:
Nuestro código penal peruano regula todas las formas en las que se puede cometer un delito con el
objetivo de sancionar a todos los responsables del hecho criminal.

PARTICIPACIÓN
Las principales teorías acerca de la participación, ponen de relieve la influencia del partícipe en el hecho.
La teoría de la corrupción se fundamenta en la necesidad de imponer pena al partícipe en que corrompe
al autor (cuando se trata de inductor) o respaldando la idea del autor (cómplice necesario o simple). La
teoría del favorecimiento, también conocida como la teoría de la participación en el ilícito es la dominante
en la doctrina. La base de la punción está, en este caso, en que el partícipe ha colaborado en el ataque
que realiza el autor, ha contribuido o favorecido la realización del tipo por el autor, no infringiendo un
tipo legal de la parte especial sino las normas de la parte general que le prohíben intervenir en un hecho
prohibido. Por su parte, la teoría pura de la causación considera que el partícipe realiza su propio tipo del
injusto. Al eliminar el principio de accesoriedad, la participación abandona su puesto en la parte general y
se convierte exclusivamente en un problema de la parte especial, de modo que al lado de delitos de autor
existirían delitos autónomos de partícipe, quebrándose así la función y garantías de la tipicidad.
Principio de accesoriedad
La accesoriedad de la participación significa que para que pueda hablarse de participación es
indispensable que se dé un hecho principal, que es el que realizará el autor. Esto es así porque participar
es intervenir en un hecho ajeno.
Aunque existe consenso en lo referente la naturaleza accesoria de la participación, desde la estructura o
elementos del delito habrá que perfilar el grado de accesoriedad, y así se habla de:
 Accesoriedad mínima: para castigar al partícipe basta que el autor realice un hecho típico.
 Accesoriedad limitada: la sanción del partícipe exige que el hecho del autor sea típico y
antijurídico.
 Accesoriedad máxima: el hecho principal tiene que ser típico, antijurídico y culpable.
 Hiperaccesoriedad: para la punición del partícipe el autor tiene que ser castigado con una pena
Además del principio de accesoriedad hay que hacer referencia al principio de unidad del título de
imputación. Este principio significa que a pesar de la pluralidad de intervinientes (autores y partícipes), se
mantendrá la unidad del delito, esto es, que es el mismo para todo. 
2. Coejecución
El primer párrafo del art. 28  Código Penal recoge la posibilidad de la presencia de varios autores
inmediatos del mismo hecho, esto es la realización conjunta que representa la posibilidad de que más de
una persona pueda intervenir a la vez en la ejecución inmediata del hecho. Lo relevante es decidir cuándo
cabe apreciar que alguien ha intervenido en la ejecución del hecho, ya que pueden existir aportaciones
que hayan sido causales y que no por eso permitan entender que el que las hace encaja en la figura de
coejecutor.
Así, por ejemplo, el que suministra la ganzúa para el robo, puede ser un mero cómplice no necesario. En
la coejecución hay que tomar parte material, y es por eso que no basta un simple concurso de voluntades,
sino que se es preciso que haya una intervención objetiva (aunque sea parcial) en la realización del tipo
delictivo.
Para que la coejecución pueda ser apreciada se requiere de un elemento subjetivo que consiste en un
acuerdo respecto de la identidad de aquello que se va a ejecutar. Además, es necesaria una aportación
objetiva y causal de cada coautor, dirigida a conseguir el fin de forma conjunta.
3. Autoría mediata
La autoría mediata, al igual que la autoría inmediata, es una forma de autoría principal. El autor mediato
de un delito es el que autor que realiza el tipo legal correspondiente empleando como instrumento a otra
persona que actúa de forma inconsciente a la trascendencia penal de lo que está haciendo. Así, serían los
supuestos en los que una persona pide a otra que le alcance un objeto que olvidó en un lugar cuando en
realidad no es propietario de esa cosa. El que acerca el objeto es el instrumento, ajeno a la trascendencia
penal del hecho, con el que se realiza instrumentalmente el tipo. En este caso el tipo delictivo de hurto
del 234 Código Penal). La conducta del sujeto usado como instrumento es completamente subsumible en
el tipo, aunque es necesario matizar que hay tipos (como sería el supuesto del delito de agresión sexual)
en los que es inconcebible la autoría mediata.
En cuanto al sujeto que actúa como instrumento, la doctrina distingue las siguientes posibilidades:
 El autor mediato  se vale de un sujeto que es víctima de un error (supuesto más común).
 El autor mediato  obliga al inmediato ejercitando en la una presión psicológica (miedo).
 El autor mediato  usa a un inimputable para la realización del hecho.
En estos casos, el sujeto que actúa como instrumento, actúa de forma no culpable o, incluso, en el primer
caso, si se tratara de error absoluto, de forma atípica.

II. LOS ACTOS PREPARATORIOS Y TENTATIVA

LOS ACTOS PREPARATORIOS


Actos preparatorios son actos que inician materialmente el proceso criminal, como la compra de un arma
para cometer un asesinato, pero que no son punibles en concepto de simple tentativa.
Los actos preparatorios no constituyen formas de participación, porque les falta el comienzo al menos de
un tipo de un autor para poder serlo. Pero no son delitos cuyo sentido exista por sí mismo, sino en
función del delito al que vienen a preparar o introducir. No hay actos preparatorios en el vacío, sino para
delitos (y además graves).
En primer lugar, los actos preparatorios son actos previos a la ejecución del delito. La regla es que los
actos preparatorios no se sancionan penalmente debido a que son actos muy lejanos a la ejecución del
delito como tal y por lo tanto no hay una puesta en riesgo real al bien jurídico protegido. Por ello, la
consecuencia normal es que los actos preparatorios no se sancionen.
No obstante, existen algunas excepciones a la regla. Los actos preparatorios punibles se presentan cuando
la ley los tipifica expresamente. En estos casos, la intervención penal se justifica por la puesta en riesgo
del bien jurídico protegido. Dentro de los actos preparatorios punibles podemos encontrar a los actos de
conspiración y a los actos de proposición. Los actos de conspiración implican que dos o más personas se
pongan de acuerdo para cometer un delito. Dicho acuerdo es considerado como delictivo. Los actos de
proposición implican el ofrecimiento o solicitud a cierta persona o personas de que se cometa un delito.
dicha conducta ya es delito.
En segundo lugar, la tentativa se produce cuando el sujeto, con el objetivo de cometer un delito, ha
comenzado su ejecución por medios apropiados, pero no llega a la consumación. En tal sentido, para
encontrarnos ante un delito en grado de tentativa existen ciertos requisitos: requisito objetivo, subjetivo
y negativo.
El requisito objetivo establece que el sujeto activo comience a realizar el delito. En términos generales se
establece que el sujeto comienza a realizar el delito cuando empieza a llevar a cabo el verbo rector del
delito; asimismo, se dice que el sujeto comienza a realizar el delito cuando su conducta pone en riesgo
inminente el bien jurídico protegido por el Derecho Penal (esto no es de fácil determinación). Por ello,
nuestra jurisprudencia exige que el delito se vea realmente iniciado en su ejecución. 
El requisito subjetivo establece que se encuentre presente el dolo, es decir que el sujeto actúe con dolo.
Por ello, no hay tentativa en delitos culposos.
El requisito negativo, por su parte, establece que no debe haberse producido la consumación del delito,
esto porque si se llega a la consumación la sanción se da en diferente grado. La consecuencia de sancionar
el delito en grado de tentativa es la atenuación de la pena. Es decir, se sanciona por el delito cometido,
pero con una pena atenuada. Dicha atenuación es obligatoria y no facultativa, ya que no queda al criterio
del juez si atenuar o no. Lo único que queda a criterio del juez es la cantidad de pena que se le disminuye. 

Actos Preparatorios son actos previos a la ejecución del delito. La regla es que los actos preparatorios no
se sancionan penalmente debido a que son actos muy lejanos a la ejecución del delito como tal y por lo
tanto no hay una puesta en riesgo real al bien jurídico protegido. Por ello, la consecuencia normal es que
los actos preparatorios no se sancionen.
No obstante, existen algunas excepciones a la regla. Los actos preparatorios punibles se presentan cuando
la ley los tipifica expresamente. En estos casos, la intervención penal se justifica por la puesta en riesgo
del bien jurídico protegido.

TENTATIVA
La Tentativa se produce cuando el sujeto, con el objetivo de cometer un delito, ha comenzado su
ejecución por medios apropiados, pero no llega a la consumación. En tal sentido, para encontrarnos ante
un delito en grado de tentativa existen ciertos requisitos: requisito objetivo, subjetivo y negativo.
El requisito objetivo establece que el sujeto activo comience a realizar el delito. En términos generales se
establece que el sujeto comienza a realizar el delito cuando empieza a llevar a cabo el verbo rector del
delito; asimismo, se dice que el sujeto comienza a realizar el delito cuando su conducta pone en riesgo
inminente el bien jurídico protegido por el Derecho Penal (esto no es de fácil determinación). Por ello,
nuestra jurisprudencia exige que el delito se vea realmente iniciado en su ejecución. 
El requisito subjetivo establece que se encuentre presente el dolo, es decir que el sujeto actúe con dolo.
Por ello, no hay tentativa en delitos culposos.
El requisito negativo, por su parte, establece que no debe haberse producido la consumación del delito,
esto porque si se llega a la consumación la sanción se da en diferente grado. La consecuencia de sancionar
el delito en grado de tentativa es la atenuación de la pena. Es decir, se sanciona por el delito cometido,
pero con una pena atenuada.
Dicha atenuación es obligatoria y no facultativa, ya que no queda al criterio del juez si atenuar o no. Lo
único que queda a criterio del juez es la cantidad de pena que se le disminuye.
La tentativa forma parte del libro primero y le corresponde el capítulo II del título II denominado “Del
hecho punible”, el cual contiene los artículos 16, 17, 18 y 19 los cuales señalan:
Artículo 16.- Tentativa
En la tentativa el agente comienza la ejecución de un delito, que decidió cometer, sin consumarlo.
El Juez reprimirá la tentativa disminuyendo prudencialmente la pena.
Artículo 17.- Tentativa impune
No es punible la tentativa cuando es imposible la consumación del delito, por la ineficacia absoluta del
medio empleado o absoluta impropiedad del objeto.
Artículo 18.- Desistimiento voluntario - Arrepentimiento activo
Si el agente desiste voluntariamente de proseguir los actos de ejecución del delito o impide que se
produzca el resultado, será penado sólo cuando los actos practicados constituyen por sí otros delitos.
Artículo 19.- Participación de varios agentes en la tentativa
Si varios agentes participan en el hecho, no es punible la tentativa de aquél que voluntariamente
impidiera el resultado, ni la de aquél que se esforzara seriamente por impedir la ejecución del delito,
aunque los otros partícipes prosigan en su ejecución o consumación.
Al analizar los presentes artículos, se puede concluir que la ley no solo pena las conductas que se
ejecutan, sino también las acciones que no llegan a realizarse completamente, o que no llegan al
resultado típico, pero que, al haber alcanzado un grado de desarrollo, se las considera típicas. Esto es
gracias a la fórmula de tentativa que amplía la tipicidad sancionándose a las personas que intentaron
cometer delitos y que por causas ajenas a su voluntad no pudieron llegar a consumarlos.
La naturaleza de la figura de la tentativa nos lleva a diferenciar claramente la figura de los actos
preparatorios de la tentativa, así la primera se refiere al conjunto de conductas orientadas a crear las
condiciones adecuadas al propósito del ataque al bien jurídico, “es la etapa en que el autor dispone de los
medios elegidos con el objeto de crear las condiciones para alcanzar el fin que se propone y como tal son
atípicos e impunes porque son conductas socialmente permitas y se hallan muy alejados a una posible
consumación típica del delito y no significan una serie amenaza para el bien jurídico protegido; mientras
que la tentativa, por comprender actos que se extienden desde el momento en que comienza la ejecución
hasta antes de su consumación, son actos punibles y como tal deben ser considerados.

Clases de tentativa
En nuestro código se encuentran incluidas en los artículos 16 a 19, pero en otras legislaciones aparecen
distinguidas por sus efectos.

1. Tentativa acabada e inacabada


La diferencia que existe entre estas clases de tentativa es la siguiente: en la tentativa acabada o delito
frustrado el delincuente realiza todos los actos necesarios para ejecutar el delito, pero no consigue el
efecto, el sujeto ha realizado todo lo que concebía necesario para conseguir el fin, no le queda nada más
que hacer, y no logra el resultado típico, por una causa fortuita que no previo; En cambio en la tentativa
inacabada el sujeto no consigue el resultado típico ya que se interrumpe la realización de los actos
ejecutivos correspondientes para conseguir el efecto esperado, pero esta interrupción proviene de
circunstancia ajenas a su voluntad, ambas situaciones se encuentran tipificadas dentro de los alcances del
artículo 16 de nuestro ordenamiento penal mismo que no hace distingos acerca de la forma en que no se
consuma el delito por parte del agente; porque si éste termina por su propia voluntad, la realización de la
conducta típica estaríamos frente al desistimiento voluntario, figura tipificada a través del artículo 18 del
Código Penal.
Para dilucidar un poco más el tema daremos un ejemplo: habrá tentativa inacabada de hurto cuando se
sorprenda al ladrón abriendo el cajón donde se encuentra las cosas que desea substraer, y estaremos
frente a la figura de la tentativa acabada o delito frustrado de homicidio cuando el homicida vacía el
cargador del arma sin conseguir el resultado o cuando arroja una bomba y está por un desperfecto
mecánico no estalla.

2.-Tentativa Inidónea O Delito Imposible


Tipificada por el artículo 17 del Código Penal, El concepto dado por Zaffaroni es el que nos parece más
acertado: "hay tentativa inidónea o tentativa imposible cuando los medios empleados por el autor son
notoriamente ineficaces para causar el resultado" El código penal nos da una definición de tentativa
inidónea, la cual no resulta punible, porque nunca se puso en peligro el bien jurídico protegido.
 La doctrina y la jurisprudencia refieren tradicionalmente que el delito resulta imposible cuando los medios
utilizados no son los adecuados para cometer un delito, o cuando se yerra sobre el objeto del delito. Los
ejemplos clásicos sobre inidoneidad en los medios son el empleo de sustancias parecidas a un raticida
como veneno, resultando ser levadura, intentar asesinar a alguien con un arma, siendo en realidad una
pistola de juguete. La ley nos habla de un delito imposible y no de un hecho que no es delito, en
consecuencia, la inidoneidad sobre el objeto o sujeto pasivo o la falta de estos no puede configurar un
delito imposible, porque la acción realizada por la persona no está tipificada, o sea hay ausencia de tipo.
Para que nos encontremos frente a un delito imposible la imposibilidad debe ser fáctica, pero no jurídica,
es decir que el delito sea posible legalmente, que haya una norma que tipifique la acción que está
realizando la persona, pero que, en la realidad, no suceda.

3.-Desistimiento Voluntario
Según con lo que dispuesto en el artículo 18 del Código Penal, el autor únicamente estará sujeto a pena
cuando los actos practicados constituyen por sí otro delito, porque el desistimiento voluntario del delito o el
impedimento de la consumación del delito, no es punible. "Se trata de desistir de la consumación, puesto
que el autor debe haber comenzado ya actos de ejecución, típicos, que no son acciones de tentativa,
porque así lo declara una norma expresa para el caso de desistimiento voluntario." de ello se deduce que
se desiste de la realización del delito y no de la tentativa, porque si el fin del autor era realizar una
tentativa, esto sería irrelevante para el derecho penal.
Cuando un individuo intenta cometer un delito y luego desiste por su propia voluntad, los actos que éste
realiza no pueden ser penados ya que no llegan a ser una acción típica de tentativa, según lo estipulado
en el artículo 18; así para que el desistimiento sea impune se necesita que sea voluntario, por lo tanto
habrá desistimiento voluntario, cuando el desistimiento no se motiva: a) en la representación de ninguna
acción especial del sistema penal que ponga en peligro la realización del plan delictivo; o b) en el
convencimiento de la imposibilidad de consumarlo. Por lo tanto, no hay desistimiento voluntario cuando la
voluntad del sujeto se paraliza por la representación de una acción especial del sistema penal.

BIBLIOGRAFIA:

 “AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN” JAVIER VILLA STEIN.


 LA REVISTA LATINOAMERICANA DE DERECHO. IUS LATÍN.
 LA TENTATIVA EN EL DERECHO PENAL PERUANO. EDUARDO CABELLO VARGAS.
 MANUAL DE DERECHO PENAL. ENRIQUE BACIGALUPO Z.
 PORTAL JURIDICO IUS ET VERITAS 360.
 CODIGO PENAL PERUANO

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