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Universidad Tecnológica de Panamá

Facultad de Ingeniería Mecánica

Licenciatura Mecánica Industrial

Legislación laboral y Contratos

Higiene y seguridad ocupacional en Panamá

Estudiante
Kevin González 8-899-1638
Sebastian Villamil 20-14-3521
Efraín Pérez 6-719-1928

Profesor
Reinaldo Lore

26 de junio de 2020
Tabla de contenido
Introducción.............................................................................................................3
Ámbito de aplicación...........................................................................................3
La seguridad y salud en el trabajo como área multidisciplinar......................4
Administraciones Públicas competentes.............................................................5
Conceptos básicos en seguridad y salud del trabajo.........................................7
Derechos y deberes del empresario en materia de salud ocupacional.............8
Derechos y deberes de los trabajadores.........................................................10
Medidas de control y prevención.........................................................................12
Evaluación de riesgos en Panamá...................................................................14
Planificación de la actividad preventiva en Panamá......................................16
Organización de la actividad preventiva en Panamá.....................................17
Medidas de emergencia (primeros auxilios, lucha contra incendios,
evacuación, riesgo grave o inminente)............................................................19
Formación en materia de seguridad e higiene laboral......................................21
Información.........................................................................................................22
Vigilancia de la salud............................................................................................24
Auditorías...............................................................................................................26
LISTADO DE ACTIVIDADES QUE PUEDEN MOTIVAR LA OBLIGACIÓN DE
AUDITORÍA..........................................................................................................26
Infracciones y sanciones......................................................................................28
Conclusión.............................................................................................................30
Introducción
Tanto las empresas como los empresarios están obligados a mejorar la seguridad
y la salud de sus empleados mediante la prevención de riesgos laborales, evitando
de esta manera que se produzcan accidentes laborales y enfermedades
profesionales que puedan afectar a la calidad de vida de los trabajadores y
generar, además, costes económicos. Para conseguir este objetivo las empresas
tienen que poner en práctica medidas de seguridad y salud laboral basadas en la
evaluación de riesgos y en la legislación pertinente.

Ámbito de aplicación
En la República de Panamá, los dos principales textos jurídicos por los cuales se
legisla la protección de la seguridad y salud laboral de la población trabajadora
son el Código de Trabajo de 1972 y el Reglamento General de Prevención de
Riesgos Laborales y Seguridad e Higiene en el Trabajo, de 2011.
El Código de Trabajo, es la principal norma nacional en materia laboral y, como su
artículo 2 establece, sus disposiciones son de orden público y obligan a todas las
personas físicas, personas jurídicas, empresas, explotaciones y otros
establecimientos dentro del territorio nacional de la República de Panamá. Como
norma general, los trabajadores de la administración pública no figuran bajo el
ámbito de aplicación de esta ley, salvo determinación expresa.
Por otro lado, el Reglamento General de Prevención de Riesgos Laborales y
Seguridad e Higiene en el Trabajo dispone en su artículo 3 que están obligados al
cumplimiento de sus disposiciones los empresarios y trabajadores tanto de la
empresa privada como de la pública.
La seguridad y salud en el trabajo como área multidisciplinar

La seguridad y salud en el trabajo es un campo interdisciplinar que engloba la


prevención de riesgos laborales inherentes a cada actividad. Su objetivo principal
es la promoción y el mantenimiento del más alto grado de seguridad y salud en el
trabajo. Esto implica crear las condiciones adecuadas para evitar que se
produzcan accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales.
Para conseguir este objetivo las
empresas o empleadores deben
realizar las pertinentes
evaluaciones de riesgos y decidir
qué tipo de medidas deben ser
implementadas en el caso de que
se necesite realizar alguna
acción. Según la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) la
seguridad y salud laboral abarca el bienestar social, mental y físico de los
trabajadores, incluyendo por tanto a la "persona completa" . La seguridad y salud
en el trabajo no sólo trata de evitar accidentes y enfermedades profesionales, sino
que también incluye la identificación de posibles riesgos en el lugar de trabajo y la
aplicación de medidas adecuadas de prevención y control.
Para lograr tal objetivo, es necesaria la interacción con otras áreas científicas
como la medicina del trabajo, la salud pública, la ingeniería industrial, la
ergonomía, la química y la psicología.
Administraciones Públicas competentes
Los principales organismos estatales de la República de Panamá cuyas funciones
guardan relación con la promoción y protección de la seguridad y salud
ocupacional son los que a continuación se detallan:
• Ministerio de Trabajo y desarrollo Laboral: Organismo que tiene como misión,
proyectar, promover, regular, administrar y ejecutar el sistema de administración
del trabajo, estableciendo con el Órgano Ejecutivo la política nacional laboral, así
como los proyectos y programas de desarrollo del empleo. Tiene como principal
cometido contribuir al desarrollo humano a través de la justicia social, el fomento
del Diálogo Social Tripartito, el trabajo decente, la promoción del empleo digno en
igualdad de género y la protección de la salud y seguridad del trabajador,
particularmente de los trabajadores especialmente sensibles.
• Ministerio de Salud: Máxima autoridad del país en materia de salud pública,
orienta a las instituciones del sector de la salud y moviliza a los grupos sociales
para apoyar las Políticas y Objetivos Estratégicos de Salud, dirigiendo todo el
espectro de competencias y acciones necesarias para mejorar la salud y calidad
de vida de la población.
• Centro Nacional sobre Seguridad y Salud en el Trabajo: Tiene como objetivo
coordinar programas y actividades de capacitación, promoción e investigación en
el campo de la seguridad y salud en el trabajo, realizando labores de estudio y
divulgación en materia de prevención de riesgos laborales. Entre otras funciones,
se encarga de elaborar el Programa Regional de Seguridad y Salud Ocupacional
(CERSSO), coordinando sus actividades con el Centro Internacional de
Información sobre Seguridad y Salud en el Trabajo (CIS/OIT). También organizan
actividades de capacitación, formación, investigación, estudio, promoción y
divulgación para la prevención de los riesgos laborales.
• Caja del Seguro Social: Tiene como misión brindar Servicios de Salud en forma
integral y Prestaciones Económicas a los trabajadores del sector público o privado,
así como a los aprendices en ambos sectores.
En Panamá La Caja de Seguro Social, a través del Decreto de Gabinete Nº 68 de
1970, incursiona en materia de Aseguradora de Riesgos Profesionales, con un
enfoque reparador y compensación del daño. El 5 de noviembre de 1977, se crea
el Programa de Salud Ocupacional, con un enfoque de promoción y prevención.
Los riesgos que conforman la Caja de Seguro Social son: Riesgo de enfermedad y
maternidad, riesgo de gestión administrativa, riesgo de invalidez, vejez y muerte,
Riesgos Profesionales: Este programa tiene la finalidad de sustituir, dentro de
ciertos límites y condiciones, la responsabilidad del empleador estipulada en el
Código del Trabajo, de proteger o resarcir a sus empleados por los daños por
enfermedades o accidentes laborales a raíz de los riesgos a los que estén
expuestos los trabajadores.
• Departamento de Seguridad y Salud en el Trabajo: Tiene como funciones,
fiscalizar el cumplimiento de las disposiciones vigentes en materia de seguridad y
salud y promover la vigilancia a través de inspectores especializados. También
tienen la función de coordinar los programas y actividades con entidades públicas
y privadas, que se ocupen de la higiene, seguridad, medicina del trabajo y
condiciones de medio ambiente laboral. Este departamento es el que lleva un
registro y control de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, en
Coordinación con la Caja de Seguro Social y el Ministerio de Salud.
• Dirección de Inspección de Trabajo: Ente dependiente directamente del
Departamento de Seguridad y Salud en el Trabajo. Tiene como principal objetivo
vigilar el cumplimiento de las normas de trabajo, leyes, Convenios Internacionales
y Convenios de la OIT, en materia de seguridad ocupacional y ambiente de trabajo
adecuado.
• Instituto Panameño de Estudios Laborales (IPEL): El Instituto Panameño de
Estudios Laborales (IPEL), a través de un equipo técnico capacitado a nivel
nacional, programa, coordina, ejecuta y evalúa acciones educativas, culturales y
de investigación, dirigidas a elevar el nivel de conocimiento y propiciar el espacio
de discusión y análisis de temas de interés para los trabajadores(as) y
empleadores(as), del sector público y privado, que contribuyan con una nueva
cultura laboral, para el fortalecimiento de las relaciones de trabajo y el sistema
tripartito, elementos esenciales para el desarrollo socioeconómico del país.
Conceptos básicos en seguridad y salud del trabajo

El Reglamento General de Prevención de Riesgos Laborales y Seguridad e


Higiene en el Trabajo, del 17 de febrero de 2011, incorpora en su artículo 1 un
glosario de términos en materia de seguridad y salud laboral entre los cuales
destacamos algunos conceptos claves a continuación:

 Peligro – Se define como cualquier fuente, situación o acto con un


potencial de producir un daño en términos de una lesión o enfermedad,
daño a la propiedad, daño al medio ambiente o una combinación de éstos.
Este término se usa para describir algo presente en el lugar de trabajo que
tiene el potencial de causar una lesión a los trabajadores, ya sea un
accidente de trabajo o una enfermedad profesional.
 Riesgo – Se trata de la combinación de la probabilidad de que ocurra un
evento o una exposición peligrosa y la severidad de la lesión o enfermedad
que puede ser causada por el evento o exposición.
 Evaluación de riesgos – es el proceso para identificar los peligros
derivados de las condiciones de trabajo. Se trata de un examen sistemático
de todos los aspectos de las condiciones de trabajo para:
 identificar lo que pueda causar lesiones o daños
 eliminar los peligros que puedan ser suprimidos
 evaluar los riesgos que no se puedan eliminar inmediatamente
 planificar la adopción de medidas correctoras.
 Seguridad – se trata de un concepto de difícil definición. La seguridad
consiste en la situación de estar "seguro", es decir, libre de cualquier daño
o riesgo, aunque en la práctica es imposible conseguir esta situación de
total seguridad. Por lo tanto, la seguridad se debe entender como un
determinado nivel de riesgo que pueda ser considerado aceptable.
 Salud - en relación con el trabajo no sólo incluye la ausencia de afecciones
o enfermedades, sino también los elementos físicos y mentales
directamente relacionados con el trabajo, que puedan afectan
negativamente a la salud.
 Enfermedad profesional – es la enfermedad contraída como resultado de
una exposición durante un período de tiempo a factores (agentes químicos,
físicos o biológicos) provenientes de la actividad laboral . Incluye cualquier
dolencia crónica producida como resultado de un trabajo o actividad laboral.
Este tipo de enfermedad se identifica al demostrar que es más frecuente en
un determinado sector laboral que en la población general o que en otros
grupos de trabajadores. Como ejemplo de enfermedades laborales se
pueden incluir enfermedades respiratorias (por ejemplo, asbestosis o asma
ocupacional), enfermedades de la piel, (por ejemplo, síndrome del túnel
carpiano) trastornos osteomusculares y cáncer profesional.
 Accidente laboral – se trata de un suceso puntual en el curso del trabajo
(puede ocurrir fuera de las instalaciones de la empresa o ser causado por
terceros) que produce daño físico o mental.
Derechos y deberes del empresario en materia de salud ocupacional.

El ordenamiento jurídico de Panamá en materia Laboral y de Seguridad y Salud en


el Trabajo confiere al empresario una serie de obligaciones orientadas a la
protección de la seguridad y salud de los trabajadores a su cargo.

Las obligaciones de los empresarios (conocidos en Panamá como “empleadores”)


vienen recogidas en el Capítulo II, y concretamente en el artículo 6, del
Reglamento General de Prevención de Riesgos Profesionales y de Seguridad e
Higiene en el Trabajo. Dicho artículo estipula como obligaciones atribuibles a la
figura del empresario las siguientes:

• Cumplir con la Ley y las disposiciones del mismo Reglamento.

• Mantener y conservar dentro de los niveles permisibles, las condiciones


ambientales en el centro de trabajo, empleando los procedimientos que para cada
agente contaminante estén establecidos.

• Proporcionar los datos de seguridad del equipo y material entregado para sus
labores habituales y otras informaciones que permitan tomar las precauciones
adecuadas, a fin de protegerlos contra riesgos potenciales en el trabajo.

• Siempre se dará la formación e información en español, en caso de estar en otro


idioma, el empresario tiene el deber de traducirlo.

• Colocar en lugares visibles de los centros de trabajo avisos o señales de


seguridad e higiene para la prevención de riesgos, en función de la naturaleza de
las actividades que se desarrollen.

• Elaborar el Plan de Prevención y Gestión de Riesgos Profesionales, en base a


los requisitos exigidos por la Caja de Seguro Social.

• Capacitar y adiestrar a los trabajadores sobre la prevención de riesgos laborales


de acuerdo con las actividades que desarrollen en el centro de trabajo. Para tal
labor puede el empresario solicitar la colaboración de la Caja de Seguro Social.

• Permitir la inspección y vigilancia a los funcionarios de la Caja de Seguro Social


a los centros de trabajo para que se verifique el cumplimiento de las normas en
materia de seguridad e higiene, darle facilidades y proporcionarles la información y
documentación que requieran.

• Proporcionar los equipos de protección personal así como desarrollar medidas


preventivas de Salud y Seguridad en el Trabajo, conforme a la naturaleza y
peligrosidad de las actividades, con el fin de salvaguardar la vida y la salud de los
trabajadores, así como proteger el centro de trabajo.
• Participar en la integración y funcionamiento de los Comités de Salud e Higiene
en los centros de trabajo, así como dar facilidades para su óptimo funcionamiento.

• Conceder a los trabajadores permisos para asistir a capacitaciones y


adiestramientos que en materia de prevención de riesgos y atención de
emergencias sean impartidos por una entidad competente, siempre y cuando no
paralicen el funcionamiento de la empresa y sean debidamente asesorados por la
Subdirección Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional de la Caja de Seguro
Social.

Por otro lado, el mismo Reglamento también dispone una serie de derechos
reconocidos al empresario y establecidos en el artículo 9:

• Solicitar a las autoridades competentes las inspecciones de los centros de


trabajo.

• Recibir información y capacitación por la Caja de Seguro Social.

• Ser consultado a través de organizaciones, debidamente representadas en la


Junta Directiva, cuando se considere conveniente reformar el reglamento general.

• Exigir a los empresarios el cumplimiento de las normas de seguridad e higiene


en el trabajo.

Derechos y deberes de los trabajadores.

El mismo Reglamento General de Prevención de Riesgos Profesionales y


Seguridad e Higiene en el Trabajo también estipula una serie de requerimientos a
la figura del trabajador en materia de seguridad y salud, viniendo establecidos en
el artículo 7 de la norma. Son obligaciones del trabajador:

• Cumplir con las obligaciones impuestas por la Ley (Código del Trabajo) y el
mismo Reglamento.

• Cumplir con las medidas preventivas de seguridad e higiene que se establecen


en los manuales específicos, fichas, guías técnicas y normas expedidas por
autoridades competentes, así como las que indiquen los empleadores para la
prevención de riesgos en el trabajo.

• Ser responsables de la limpieza, uso adecuado y conservación en buen estado


de los equipos, herramientas, útiles, que les sean suministrados para la realización
de sus funciones, específicamente las destinadas a proveerle protección contra un
riesgo laboral y participar en las labores de limpieza y mantenimiento del centro de
trabajo.
• Utilizar y cuidar el equipo de protección personal proporcionado por el
empresario y cumplir con las demás medidas de control establecidas para prevenir
los riesgos en el trabajo.

• Designar a sus representantes y participar en la integración y funcionamiento de


los Comités de Salud e Higiene del centro de trabajo en el que presten sus
servicios.

• Dar aviso inmediatamente al empresario y a los Comités de Salud e Higiene de


la empresa o establecimiento en el que prestan sus servicios, sobre las
condiciones o actos inseguros que observen en el interior o exterior del centro de
trabajo.

• Actuar y trabajar en el centro de trabajo con los cuidados necesarios para evitar
al máximo cualquier riesgo derivado del trabajo.

• Someterse a los controles de salud que determine el Ministerio de Salud y/o La


Caja de Seguro Social o el empresario, a fin de prevenir los daños ocasionados
por los riesgos de trabajo o la transmisión de enfermedades. La Caja de Seguro
Social Coordinará con el empresario, la vigilancia de la salud, de tal forma que la
realización de los controles no paralicen el sistema de producción.

• Asistir a las acciones de formación (capacitaciones) y adiestramientos que en


materia de prevención de riesgos y atención de emergencias, sean impartidos por
el empresario y autoridades públicas competentes siempre que no se paralice el
desarrollo de las labores.

Los derechos de los trabajadores vienen recogidas en el Capítulo II, y


concretamente en el artículo 8 del Reglamento general de Prevención de los
Riesgos Profesionales y Seguridad e Higiene en el Trabajo. Son derechos de los
trabajadores:

• Solicitar al empresario o a la Caja de Seguro Social, que realice investigaciones


sobre los riesgos potenciales que se generen en el lugar de trabajo, planteando la
situación que desean que se investigue.

• Apartarse de cualquier peligro derivado de los procesos de trabajo, si existiese


un riesgo laboral grave comprobado, que pudiera afectar su seguridad o su salud,
debiendo señalarlo sin demora a su supervisor, a objeto, de que se tomen las
medidas de seguridad pertinentes.

• En caso de embarazo o lactancia las trabajadoras tiene derecho a la no


exposición a riesgos peligrosos para el feto de acuerdo a lo especificado por los
ginecólogos y los responsables de salud ocupacional.
• Participar en las capacitaciones y adiestramientos que en materia de prevención
de riesgos y atención de emergencias sean impartidas por el empresario o la Caja
de Seguro Social, siempre y cuando, en éste último caso se haya coordinado
previamente la autorización correspondiente con el empresario.

• Tienen derecho a la formación y en caso necesario, readiestramiento sobre los


métodos disponibles de prevención y control de riesgos, así como sobre los
métodos adecuados para protegerse contra ellos.

• Ser consultado a través de organizaciones, debidamente representadas en la


Junta Directiva.
Medidas de control y prevención
Como se mencionó con anterioridad, la evaluación de riesgo permite decidir si son
necesarias o se requieren acciones concretas y qué tipo medidas de seguridad y
salud laboral deben aplicarse en los lugares de trabajo. Estas medidas de control
se deben basar en conocimientos técnicos y organizativos actualizados y en
buenas prácticas. La implementación de medidas de control se debe hacer
utilizando la siguiente jerarquía:

1. medidas preventivas
2. medidas de protección
3. medidas de mitigación
A continuación, se describirán brevemente cada una de estas medidas de control.
Medidas preventivas
El objetivo de las medidas preventivas es reducir la probabilidad de que se
produzca un accidente de trabajo o una enfermedad profesional. Estas medidas
pueden ser dos tipos:

 Medidas técnicas o de ingeniería - medidas que están destinadas a actuar


directamente sobre la fuente de riesgo para eliminarlo, reducirlo o
reemplazarlo.
 Medidas organizativas o administrativas – pretenden promover un cambio
en los comportamientos y actitudes además de promover una cultura de la
seguridad.
Medidas de protección
En el caso de las medidas de protección hay que tomar decisiones que
antepongan la protección colectiva a la individual y, en el caso de que éstas no
fueran viables o eficaces, considerar medidas de protección individual. Las
medidas de protección incluyen:

 Medidas colectivas - diseñadas para aislar el riesgo, por ejemplo, mediante


el uso de barreras físicas o medidas administrativas u organizativas que
disminuyan la duración de la exposición (rotación en el empleo, control del
tiempo trabajo, uso señales de seguridad).
 Medidas individuales - cualquier equipo de protección personal diseñado
para proteger al trabajador del riesgo residual.
Medidas de mitigación
Las medidas de mitigación tienen como objetivo reducir la gravedad de los daños
a los empleados, al público y a las instalaciones. Entre ellas se incluyen:

 Plan de emergencia
 Planificación de evacuación
 Sistemas de alerta (alarmas, luces intermitentes)
 Ejercicios, test y simulacros de emergencia
A continuación ponemos los conceptos anteriormente descritos en contexto de
la normativa panameña y mencionamos los entes encargados de regular y
controlar la aplicación de los mismos en el territorio nacional:

Los Comités de Salud e Higiene viene definidos en el Capítulo I del


Reglamento General en el artículo 1 (Glosario), como el Comité integrado por
representantes de los trabajadores y de la empresa que debe funcionar como
organismo de promoción, prevención y vigilancia de los sistemas de salud y
seguridad ocupacional dentro de la Organización.

En Panamá, la participación y consulta en materia de seguridad y salud en el


trabajo es un derecho reconocido al trabajador y constituye, a su vez, una de
las obligaciones atribuibles al empresario en dicha materia.

Su regulación viene dada por la Resolución 45.588-2011-J.D, por la cual se


aprueba el Reglamento General de Prevención de Riesgos Profesionales y
Seguridad e Higiene en el Trabajo. En esta norma, el Capítulo V establece las
obligaciones generales en cuanto a la formación de Comités de Salud,
Seguridad e Higiene en el Trabajo, como el principal medio para garantizar la
participación y consulta de los trabajadores.

Tal y como establece el artículo 27 del Reglamento, las empresas


establecerán comités de salud e higiene de carácter consultivo entre
empleadores y trabajadores, que evaluarán y aportarán acciones orientadas a
la promoción, prevención y solución de los problemas de seguridad y salud en
el trabajo.

En aquellos casos en los que la empresa disponga de un Reglamento Interno


de Trabajo (ver apartado 1, Aspectos Generales) o Convenio Colectivo (en
Panamá denominados Convenciones) aprobado por el Ministerio de Trabajo y
Desarrollo Laboral, estas funciones serán asumidas por el Comité de Empresa.

Por otro lado, el artículo 28 de la norma dispone que la Caja de Seguro Social
elaborará el Manual de Funcionamiento de los Comités de Salud e Higiene en
el Trabajo, en el Programa de Salud Ocupacional, con el objeto de fortalecer la
promoción de la seguridad y salud en los centros de trabajo, fomentando una
cultura de auto cuidado y de prevención de riesgos profesionales. Este
organismo ofrece un servicio de asesoramiento a este tipo de comités, con el
objeto de resolver las dudas que pudieran surgir en cuanto a su
funcionamiento, organización y gestión, a fin de fortalecer la promoción de la
seguridad y salud en los centros de trabajo del país.
Evaluación de riesgos en Panamá

En Panamá, el Decreto 252, por el cual se aprueba el Código del Trabajo de


1972, dispone la obligación del empresario de aplicar las medidas que sean
necesarias para proteger eficazmente la vida y la salud de sus trabajadores.
No obstante, para la determinación de estas medidas es necesaria la
realización de un estudio analítico previo orientado a la identificación y
evaluación de los riesgos presentes en el centro de trabajo.

Dicho esto, el Reglamento General de Prevención de Riesgos Laborales y


Seguridad e Higiene en el Trabajo (Resolución 45.588-2011-J.D) dispone en
su artículo 6 la obligación del empresario de contar con un Plan de Prevención
y Gestión de los Riesgos Profesiones.

De forma más explícita, el artículo 23 del Reglamento General de Prevención


de Riesgos Profesionales y Seguridad e Higiene en el Trabajo, establece los
contenidos mínimos relativos a la prevención de riesgos laborales y que
deberán constituir el Plan de Prevención y Gestión de los Riesgos
Profesionales, siendo éstos:

• Vigilancia del ambiente de trabajo, de las condiciones de seguridad e higiene


y de los riesgos inherentes al trabajo.

• Vigilancia de la Salud de los trabajadores y atención de primeros auxilios.

• Información, educación y aspectos de promoción de la seguridad y salud en


el trabajo con enfoque de sitio y entorno de trabajo saludable y seguro.

• Procedimientos seguros de trabajo y equipos de Protección Personal acordes


con la actividad a desempeñar.

• Plan de Emergencia y Evacuación en caso de emergencia.

Este contenido deberá ser remitido a la Caja del Seguro Social. Además,
deberá basarse no solamente en las obligaciones contenidas en el
Reglamento, sino también en las guías técnicas elaboradas por la Caja del
Seguro Social, las cuales tienen carácter vinculante. De hecho, se conciben
estas Guías Técnicas de Prevención de Riesgos Profesionales como parte del
Reglamento General de Prevención de Riesgos Profesionales y de Seguridad
e Higiene del Trabajo, a fin de que las empresas desarrollen su propio sistema
de gestión y prevención de riesgos profesionales.

En dichas guías se concibe la evaluación de riesgos como un proceso dirigido


a estimar la magnitud de aquellos riesgos laborales presentes en los puestos
de trabajo, que no hayan podido evitarse, obteniendo la información necesaria
para que la organización esté en condiciones de tomar una decisión apropiada
sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas y, en el caso, sobre el tipo
de medidas que deben adoptarse.

En cuanto a los apartados que deberán componer el documento de evaluación


de riesgos, la Caja del Seguro Social establece las siguientes:

• Diagnóstico inicial.

• Identificación de peligros.

• Estudios higiénicos.

• Análisis cuantitativo del riesgo

Por otro lado, se dispone que la evaluación de riesgos deberá ser objeto de
revisión siempre que existan modificaciones que motiven tal necesidad
(nuevos equipos de trabajo, productos y sustancias químicas…).

Además de estas obligaciones generales, pueden aplicar otras en función de la


regulación específica aplicable. A modo de ejemplo, el Decreto Ejecutivo nº2
de 2008, “Reglamento de Seguridad, Salud e Higiene de la industria de la
construcción”, dispone en sus artículos 19 y 20 disposiciones específicas sobre
la evacuación de riesgos en este sector.

Planificación de la actividad preventiva en Panamá

En cuanto a la planificación de la actividad preventiva, la referencia la


encontramos en la Guía de la Caja de Seguro Social para la elaboración del
Plan de Prevención y de Gestión de Riesgos Profesionales, que si bien no
constituye una norma jurídica, tiene carácter obligatorio. En ella se detallan los
elementos y características que deberán conformar el Programa de Prevención
y Gestión de Riesgos Profesionales.

En la planificación de la actividad preventiva deberán recogerse, además de


los riesgos identificados, la valoración del riesgo realizada y las medidas
preventivas propuestas; el plazo de la ejecución, la persona encargada y el
presupuesto requerido para cada una de las acciones, con objeto de aplicar las
medidas preventivas propuestas.

La planificación de la actividad preventiva puede considerarse como el


documento de objetivos preventivos a conseguir por la empresa en un plazo
determinado

Por último, indicar que, tal y como ocurre con la Evaluación de Riesgos y en
consecuencia de ésta, la planificación preventiva deberá realizarse
específicamente por cada uno de los puestos de trabajo existentes en la
empresa.
La estructura del documento deberá cumplir con los componentes enunciados
en el artículo 23 del Reglamento General de Prevención de Riesgos
Profesionales y Seguridad e Higiene en el Trabajo (ver apartado anterior),
debiendo contener además:

• Objetivos.

• Metas.

• Actividades.

• Indicadores de seguimiento.

Tal y como dispone el artículo 23 del mencionado Reglamento, el Plan de


Prevención y Gestión de Riesgos Laborales (que incluye la planificación de la
actividad preventiva) deberá ser remitido a la Caja de Seguro Social,
debidamente sellado y firmado por las autoridades de la empresa,
representante legal y el profesional que realiza el documento.

Se recomienda que el plan de prevención sea elaborado por un profesional


con formación y conocimiento en materia de prevención de riesgos laborales,
si bien ello no resulta en un requisito normativo en sí, siempre y cuando el
contenido del documento sea correcto y permita garantizar unas condiciones
de seguridad y salud aceptables en el seno de la empresa.

Organización de la actividad preventiva en Panamá

En Panamá, resulta obligatoria la constitución de Servicios de Prevención de


Riesgos Laborales, conocidos localmente con la denominación de Sistemas de
Salud, Seguridad e Higiene en el Trabajo.

Esta figura organizativa viene regulada en el Capítulo IV de la Resolución Nº


45.588 del 2011, por la que se aprueba el Reglamento General de Prevención
de Riesgos Profesionales y de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

Tal y como dispone el artículo 23 de la norma, el empresario está obligado a


constituir un Sistema de Salud, Seguridad e Higiene del Trabajo, para la
prevención y gestión de los Riesgos Profesionales, el cual deberá estar
debidamente documentado y a disposición de la Caja de Seguro Social. Los
Sistemas los integran tanto gerentes como trabajadores capacitados
formalmente en salud y seguridad ocupacional, quienes mantendrán a
disposición de la Caja de Seguro Social desde el inicio de las operaciones los
documentos exigidos a través de procedimientos y guías técnicas de
prevención y gestión de riesgos profesionales.

En cuanto a las funciones legalmente asignadas a los Sistemas de Salud,


Seguridad e Higiene del Trabajo, observamos en la norma las siguientes:
• Vigilancia del ambiente de trabajo, de las condiciones de seguridad e higiene
y de los riesgos inherentes al trabajo.

• Vigilancia de la Salud de los trabajadores y atención de primeros auxilios.

• Información, educación y aspectos de promoción de la seguridad y salud en


el trabajo con enfoque de sitio y entorno de trabajo saludable y seguro.

• Procedimientos seguros de trabajo y equipos de Protección Personal acordes


con la actividad a desempeñar.

• Plan de Emergencia y Evacuación en caso de emergencias

En el artículo 25 se indica que los Sistemas de Salud, Seguridad e Higiene del


Trabajo estarán conformados por equipos interdisciplinarios, cuyo número y
complejidad será en función de la clase, del grado y distribución de riesgos a
los que están expuestos los trabajadores. Por otro lado, deberán adecuarse el
número de técnicos, tiempo de dedicación, formación y capacitación y
especialidades asumidas por el servicio en función de la tipología y gravedad
de los riesgos profesionales identificados en el centro de trabajo sobre el que
apliquen sus funciones.

Por su parte, el artículo 26 del Reglamento dispone las modalidades sobre las
cuales deberán organizarse los Sistemas de Salud, Seguridad e Higiene en el
Trabajo, siendo éstas las que a continuación de exponen:

• Cuando se trate de empresas con un número de trabajadores inferior a 20, el


propio empresario asumirá las funciones de velar por la seguridad y salud en el
trabajo.

• En el caso de empresas con un número de trabajadores entre 21 y 99 el


propio empresario asumirá las funciones de seguridad y salud en el trabajo con
designación de trabajadores con capacitación en salud y seguridad
ocupacional, para las labores de supervisión en este campo.

• Las empresas que tengan más de 100 trabajadores, sin importar la clase de
riesgo a la que pertenece, procurarán contar con los servicios de asesoría de
profesionales en Salud y Seguridad Ocupacional, de acuerdo con las
actividades preventivas.

Para las empresas y proyectos nuevos, tomando en consideración las


modalidades organizativas de los sistemas de salud, el Plan de Prevención de
Riesgos Profesionales debe ser presentado dentro de los 60 días contados a
partir de su inscripción en la cobertura por riesgos profesionales de la Caja de
Seguro Social, para su revisión y recomendaciones tendientes a mejorar la
prevención de los accidentes y enfermedades profesionales.
Medidas de emergencia (primeros auxilios, lucha contra incendios, evacuación,
riesgo grave o inminente)

Tal y como se refleja en el Reglamento General de Prevención de Riesgos


Profesionales y Seguridad e Higiene en el Trabajo, concretamente en su
artículo 23, el Plan de Prevención deberá estar compuesto por una serie de
actividades `preventivas mínimas, siendo una de ellas la gestión de
emergencias en el seno de la empresa.

En primer lugar, el artículo 332 del Código de Trabajo de Panamá de 1972,


dispone la obligación del empresario de facilitar gratuitamente al trabajador,
hasta cuando éste fallezca, o se halle completamente restablecido o por
dictamen médico se le declare incapacitado permanentemente, lo siguiente:

• Asistencia médica, quirúrgica y hospitalaria, y las medicinas, apósitos y


demás artículos farmacéuticos.

• Los auxilios accesorios del tratamiento médico prescrito que sirvan para
garantizar su éxito o atenuar las consecuencias de la lesión o enfermedad.

• La provisión, reparación y renovación normales de los aparatos de prótesis y


ortopedia, cuyo uso se estime necesario por causa de la lesión sufrida.

• Los gastos indispensables de transporte, hospedaje y alimentación del


trabajador, cuando deba ser trasladado por requerirlo el tratamiento, a un lugar
distinto de su residencia habitual o lugar de trabajo. Si hubiere desacuerdo
respecto a la fijación de la suma correspondiente a gastos de alimentación y
hospedaje, los tribunales de trabajo la fijarán a solicitud de alguna de las
partes, sin más trámite y sin que proceda recurso alguno contra esa fijación.

Estos deberes en materia de primeros auxilios son complementados en el


artículo 19 del Reglamento de Prevención de Riesgos Profesionales y
Seguridad e Higiene en el Trabajo, de 2011. Se atribuye al empresario la
obligación de mantener, dentro del área de trabajo, un botiquín claramente
identificado, limpio y en orden, accesible al trabajador, adecuadamente
provisto de las existencias necesarias para atender las lesiones menores
ocurridas durante el trabajo. Además, el empresario deberá formar en materia
de primeros auxilios a los trabajadores por él designados que vayan a
desempeñar un rol en dicha materia (integrantes de los equipos de primeros
auxilios).

Además de estas disposiciones, la Guía Técnica de la Caja del Seguro Social


“Gestión de la Seguridad y Salud Laboral en la Empresa”, dispone una serie de
medidas con las cuales garantizar una adecuada gestión de emergencias,
siendo éstas:
• Inventariado de los medios disponibles para hacer frente a las emergencias
descritas solventando las deficiencias detectadas al respecto en la Evaluación
de Riesgos con la mayor brevedad posible.

• Designación de los equipos de emergencia y del personal encargado del


mantenimiento de los equipos de protección.

• Capacitación y actualización de la formación de los componentes de los


equipos.

• Realización de simulacros.

• Mantenimiento de los medios materiales para hacer frente a las emergencias.

• Revisión periódica de las Medidas de Emergencia.

Estas medidas preventivas, relativas a los primeros auxilios, lucha contra


incendios y evacuación, deberán ser objeto de registro documental por parte
del empresario. En resumen, se trata de identificar y documentar los recursos
técnicos y humanos, así como las normas de actuación en caso de incendio,
evacuación de las instalaciones o asistencia médica.

En cuanto a la formación de equipos humanos para la gestión de emergencias


en pequeñas empresas, se admite la asunción por parte de pocas personas o
incluso de una sola, de las funciones en cuanto a primeros auxilios, lucha
contra incendios y evacuación. Ahora bien, independientemente del número de
componentes de los que consten dichos equipos, sus integrantes deberán
estar debidamente formados y capacitados para el desempeño de sus
funciones.
Formación en materia de seguridad e higiene laboral.

En Panamá, la formación impartida al colectivo de trabajadores en materia de


prevención de riesgos laborales viene principalmente legislada en el Código de
Trabajo de Panamá de 1972, aprobado por el Decreto de Gabinete 252.

Concretamente, en el artículo 286 del mencionado Código se atribuye al


empresario la obligación de instruir a sus trabajadores sobre los peligros que
entraña la utilización de máquinas y las precauciones que deben observar.
Ahora bien, la formación en materia de prevención de riesgos laborales debe ir
más allá, englobando todas las tareas y funciones asignadas a los puestos de
trabajo existentes en la empresa.

En la Guía Técnica de la Caja del Seguro Social: “Gestión de la Seguridad y


Salud Laboral en la empresa”. En su apartado relativo a la formación e
información de los riesgos en el puesto de trabajo, se establece que el objetivo
final de cualquier actuación en materia de Prevención de Riesgos
Profesionales, es evitar la pérdida de salud de trabajadores como
consecuencia de su trabajo. Es por ello que se hace necesario y obligatorio
capacitar a los empleados de forma que adquieran las aptitudes y actitudes
necesarias para desarrollar su actividad de forma segura.

En este sentido, no basta la formación que pueda adquirirse en el puesto de


trabajo mediante la experimentación directa de las condiciones de desempeño
del mismo, es necesario que esa práctica laboral se acompañe de una
instrucción teórica previa al inicio de los trabajos.

Los aspectos o elementos que deberán caracterizar la formación en materia de


prevención de riesgos laborales son las siguientes:

• Suficiente, tanto en calidad como en duración o intensidad (suficientemente


medida, en razón del objetivo de seguridad que se persigue);

• Adecuada (la exigida según el tipo de trabajador y sus características


personales o profesionales);

• En materia preventiva (esto no es, sólo en la faceta de tratamiento de los


riesgos cuando se materializan o actualizan, sino en la perspectiva de evitarlos
o atenuarlos);

• Centrada específicamente en el puesto de trabajo o función de cada


trabajador (es decir, concreta, personal y particularizada);

• Adaptada a la evolución de los riesgos (actualizada y teniendo en cuenta


tanto los cambios del tipo y naturaleza de los riesgos como las nuevas técnicas
para abordarlos).
La formación debe impartirse en el momento de la contratación del trabajador,
cualquiera que sea la modalidad o duración de ésta. Ahora bien, se genera
también la obligación de formar o capacitar a los trabajadores en aquellas
situaciones en las que aparezcan nuevos riesgos o se agraven otros ya
existentes:

• Cambios en las funciones que desempeñe el trabajador.

• Cambios en los equipos de trabajo, o en la introducción de nueva tecnología.

Aun así, la Guía Técnica de la Caja del Seguro Social recomienda la


realización periódica de acciones formativas, con el objetivo de ir impregnando
en el personal una cultura preventiva básica.

Como cualquier otra actividad preventiva, la formación en materia de


prevención de riesgos laborales se deberá basar en la información obtenida de
la evaluación de riesgos, una vez identificados los mismos, y planificarse del
mismo modo que se planifican el resto de acciones preventivas.

Por último, en cuanto a la formación que deberán ostentar los integrantes de


los Sistemas de Salud, Seguridad e Higiene en el Trabajo, el artículo 25 del
Reglamento General de Prevención de Riesgos Laborales y Seguridad e
Higiene en el Trabajo, del 21 de febrero de 2011, regula que los equipos
interdisciplinarios que los formen deberán recibir formación y capacitación en
las especialidades necesarias según la planificación de la actividad preventiva
y, por lo tanto, de los riesgos presentes en el centro de trabajo.

Información.

En Panamá, la capacitación que debe proporcionar el empresario al conjunto


de la plantilla a su cargo no solo se compone de la formación e instrucción
sobre los riesgos a los que estén expuestos, sino que debe venir acompañada
de una información sobre los mismos.

Así queda reflejado en la Guía Técnica de la Caja del Seguro Social: “Gestión
de la Seguridad y Salud Laboral en la empresa”, de obligado cumplimiento.

Tal y como se expone en dicho documento, la información de los riesgos


laborales de los puestos de trabajo no es formación, y la formación no es
información. Bajo este criterio se desarrolla la necesidad y obligación de
informar a los empleados, como mínimo, en lo referente a los aspectos que a
continuación se detallan:
• Los riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo,
tanto aquellos que afecten a la empresa en su conjunto como cada tipo de
puesto de trabajo, función.

• Las medidas y actividades de protección y prevención aplicables a los riesgos


señalados en el apartado interior.

• Las medidas necesarias a adoptar en las posibles situaciones de emergencia


y en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los
trabajadores.

• Las responsabilidades y funciones de los trabajadores en materia preventiva.

La guía dispone que para cumplir con el deber de informar bastará con hacer
entrega al empleado de las fichas correspondientes a la Evaluación de
Riesgos del puesto de trabajo, complementándola eso sí, con toda aquella
documentación necesaria para el correcto desarrollo de la actividad de forma
segura. Esta información complementaria puede constar, en función de los
riesgos profesionales a los que esté expuesto el trabajador, de los siguientes
elementos:

• Manuales de los equipos de trabajo.

• Fichas de seguridad de los productos químicos utilizados.

• Normas de actuación en caso de emergencia.

• Procedimientos de trabajos seguros.

• Fichas de uso y mantenimiento de los Equipos de Protección Individual.

Por último, la información otorgada a los trabajadores en materia de


prevención de riesgos laborales debe ser objeto de registro documental.
Vigilancia de la salud.

En Panamá, la vigilancia del estado de salud de los trabajadores viene


reguladas en diversas fuentes jurídicas que generan obligaciones atribuibles
tanto a la figura del empresario como a la de los trabajadores: el primero tiene
la obligación de ofrecerla y los segundos de someterse a ella.

En primer lugar, el Código de Trabajo establece en el Capítulo I de su Título IV


las obligaciones legalmente atribuibles en materia laboral y de seguridad y
salud en el trabajo. En este sentido, se dispone el deber de los empleados a
someterse, al inicio del trabajo o durante el mismo, a los reconocimientos
médicos ordenados por el empresario o por las autoridades competentes, a fin
de comprobar:

• Que no padece una enfermedad transmisible contagiosa.

• Que no consume drogas prohibidas por la ley.

• Que no padece trastornos que pudieran poner en peligro la integridad física


de sus compañeros o de los equipos e instalaciones del empresario.

El artículo 7 del Reglamento General de Prevención de Riesgos Profesionales


y Seguridad e Higiene en el Trabajo (Resolución N-45,588-2011-J.D), amplía
estos supuestos, disponiendo que el trabajador está obligado a someterse a
los reconocimientos médicos orientado a la prevención de daños ocasionados
por los riesgos en el trabajo.

Ahora bien, estas obligaciones generales en materia de vigilancia de la salud


encuentran un desarrollo más profundo en la Guía Técnica de la Caja del
Seguro Social: “Gestión de la Seguridad y Salud Laboral en la empresa”. En
ella se conciben los reconocimientos médicos como la base para la posterior
confección de los protocolos médicos establecidos en función de los riesgos
propios de los puestos de trabajo. Estos exámenes médicos de salud deberán
realizarse al inicio de la relación laboral, de forma periódica y tras la vuelta de
un trabajador tras una ausencia prolongada con motivo de una incapacidad
temporal.

En cuanto a los resultados de los reconocimientos médicos, deberá


garantizarse siempre el principio de confidencialidad, pudiendo conocer el
empresario únicamente del grado de aptitud de sus trabajadores. En cuanto a
los grados de aptitud mencionados, éstos pueden ser:

• Apto para el puesto: el trabajador puede desempeñar las tareas del puesto
de trabajo, sin que existan limitaciones, siempre que se utilicen las
correspondientes medidas de seguridad aconsejadas en la evaluación de
riesgos.
• Apto condicionado: el trabajador puede desempeñar el trabajo para el que
ha sido evaluado siguiendo las limitaciones que indican junto al grado de
aptitud. Estas podrían ser variadas en función de las alteraciones observadas
en el reconocimiento médico.

• No apto: Tras el resultado el reconocimiento se determina que el empleado


no puede seguir desempeñando las tareas del puesto para el que ha sido
evaluado, requiriendo el cambio de puesto de trabajo.

Como requisito específico en materia de vigilancia del estado de salud de los


trabajadores, dejar constancia de lo estipulado en el artículo 289 del Código de
Trabajo de Panamá de 1972. En él se establece que los trabajadores que se
ocupan de la manipulación, fabricación o distribución de productos alimenticios
para el consumo público, deberán proveerse cada mes de un certificado
médico que acredite que no padecen enfermedades infectocontagiosas o
similares que los inhabiliten para el desempeño de sus actividades.

Este certificado será expedido por la Caja de Seguro Social, por cualquiera de
las dependencias del Ministerio de Salud Pública, o por cualquier médico que
desempeñe un cargo remunerado por el Estado, quienes lo deberán extender
gratuitamente.
Auditorías.

En Panamá, las auditorías en materia de seguridad y salud en el trabajo no


constituyen un requisito legal como norma general, siendo una opción a la que
puede optar libremente el empresario a efectos de garantizar la mejora
continua de su Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Para
ello, el empresario puede recurrir a estándares internacionalmente reconocidos
como la Norma OSHAS 18:001 o la norma OIT-OSH:2001.

Ahora bien, esta exención de auditar los sistemas de gestión de la SST no es


del todo unánime, puesto que existen empresas que sí que están obligadas a
llevar a cabo una auditoría ambiental que a su vez contempla dentro de sus
puntos los riesgos para la salud. Esta obligación viene incluida en el Decreto
nº57, del 10 de agosto de 2010. Tal y como dispone su artículo 24,

Se generará la obligación de llevar a cabo una auditoría medioambiental en el


momento en el que la empresa reciba la notificación por parte de la ANAM
(Autoridad Nacional del Ambiente) de que existe la necesidad de llevar a cabo
un proceso de auditoría.

Este requerimiento emitido por el ANAM no puede ser exigido a todas las
empresas. Tal y como dispone el Decreto Ejecutivo nº57, solo será exigido a
aquellos centros o establecimientos en los que se lleve a cabo una actividad
que implique un riesgo grave para la seguridad y salud de los trabajadores, así
como del medio ambiente.

LISTADO DE ACTIVIDADES QUE PUEDEN MOTIVAR LA OBLIGACIÓN


DE AUDITORÍA.

• Sector minería: actividades de explotación de minerales metálicos y no


metálicos.

• Exploración o producción de hidrocarburos: actividades de exploración y


explotación de hidrocarburos, plantas de refinamiento de petróleo y plantas de
mejoramiento de crudo, complejos petroquímicos y estaciones de expendio de
combustibles.

• Sector forestal: actividades de industrias forestales y aserraderos no


artesanales, fábrica de muebles no artesanales, industrias procesadoras o
productoras de celulosa, papel y cartón, fábricas de tableros de madera
aglomerada

• Sector agroindustria: ingenios azucareros, destilerías o plantas no


artesanales de bebidas alcohólicas, tenerías, actividades de producción,
matanza y de procesamiento de aves, bovinos y porcinos con fines industriales
y comerciales, beneficios de café, plantas industriales de procesamiento de
mariscos, actividades bananeras con fines industriales y comerciales,
actividades de crianza y matanza de porcinos con fines industriales y
comerciales, actividades agrícolas de alta tecnología, con uso intensivo de
insumos, actividades de producción, distribución y venta de agroquímicos,
plantas no artesanales de biogás y compostaje, plantas procesadora de
lácteos y alimentos, estancias de ganado estabulado o semi-estabulado.

• Sector acuicultura, piscicultura y pesquería: actividades acuícolas,


piscícolas y de pesquería con fines industriales y comerciales.

• Sector de energía e industrias: industrias de producción de cemento, cal,


concreto, productos de concreto y yeso, actividades de generación de energía
eléctrica mayor a 1.0 mw, actividades de generación de energía térmica,
hidráulica y geotérmica mayor a 1.5 mw, actividades de generación de energía
nuclear, industrias de hierro y acero, industrias de metales no ferrosos,
industrias manufactureras, industrias que comercializan con gases
comprimidos.

• Sector Transporte: instalaciones portuarias con fines comerciales,


terminales de buses, trenes y metros, aeropuertos, puertos y vías ferroviarias,
talleres automotrices.

• Actividades relacionadas con la disposición y manejo de desechos:


instalaciones de manejo, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos
y desechos industriales, agroindustriales, comerciales, domésticos y
peligrosos, rellenos sanitarios, instalaciones para el manejo, tratamiento o la
disposición final de desechos tóxicos o peligrosos, instalaciones para el
tratamiento de los desechos comunes, plantas y sistemas de depuración de
aguas residuales, plantas de tratamiento de lodos.

• Infraestructura turística o comercial: centros comerciales, complejos


turísticos en áreas protegidas, costeras e insulares, hoteles.

• Infraestructuras: oleoductos, polio ductos y gasoductos, hospitales y


clínicas, incineradores
Infracciones y sanciones

Las sanciones a las que puede hacer frente el empresario por el


incumplimiento de sus obligaciones en materia de seguridad y salud
ocupacional vienen principalmente reguladas en la Resolución 45.588-2011-
J.D., por la cual se aprueba el Reglamento General de Prevención de riesgos
Profesionales y Seguridad Higiene en el Trabajo.

Estas sanciones pueden materializarse de dos modos: por un lado, mediante


la paralización de la actividad de la empresa Y po r otra parte, mediante la
imposición a la compañía o empresa de una sanción económica.

En el primer supuesto, la paralización de la actividad de la empresa se dará en


aquellos casos en los que el inspector de la Dirección de Inspección de
Trabajo (DIT) detecte una situación de riesgo grave e inminente para la
seguridad salud de uno o más trabajadores en el centro de trabajo. En estos
casos, no se podrán reanudar las operaciones hasta que la situación que
motivó la paralización de los trabajos se haya solventado completamente.

Aun así, la vía sancionadora más común en el país la constituye la imposición


de sanciones económicas, cuya cuantía irá en función de la categoría de
infracción: falta levísima, falta leve o falta grave.

Los criterios que se establecen para la categorización de las faltas vienen


establecidos en el artículo 31 de la norma, siendo éstos los siguientes:

• a) Grado de riesgo de las actividades desarrolladas en la empresa o centros


de trabajo. Será determinado de acuerdo a factores como consecuencia,
exposición y probabilidad.

• b) Carácter permanente o transitorio de los peligros inherentes a dicha


actividad.

• c) Gravedad de los daños producidos o que puedan producirse por la


ausencia o deficiencia de las medidas preventivas necesarias.

• d) Número de empleados posiblemente afectados.

• e) Medidas de protección individual o colectivas adoptadas por el empresario


e instrucciones impartidas por este en orden de la prevención de los riesgos.

• f) Incumplimiento de advertencias o requerimientos previos.


• g) Existencia previa de recomendaciones en relación a seguridad emitidas
por la Caja de Seguro Social u otras entidades competentes.

• h) Reincidencias. Se dará lugar a reincidencia cuando el empleador o el


trabajador infrinja reiteradamente el reglamento dentro de un año, contado
desde la comisión de la primera falta. Este criterio dependerá del grado de
cumplimiento de las medidas preventivas propuestas, la severidad de la falta
en que reincida y de los resultados de mediciones instrumentales que
sobrepasen los valores permisibles en el ambiente o puestos de trabajo. En tal
supuesto, se requerirá que la resolución sancionadora se encuentre
debidamente ejecutada.

Teniendo en cuenta estos criterios, se establecerá la categoría de la falta


cometida por parte del empresario, existiendo tres tipos:

• Falta levísima: Es aquélla en la cual, a raíz del incumplimiento de la norma


por parte del empresario, se deriva un riesgo mínimo para la integridad física o
la salud de los trabajadores. La cuantía prevista de este tipo de sanciones
supone una multa de hasta 250 balboas.

• Falta leve: Es aquélla en la cual el incumplimiento de una obligación


atribuible al empresario, señalada en inspección previa, deriva en un riesgo
moderado para la integridad física o la salud de los trabajadores. Se fija una
multa de hasta 500 balboas.

• Falta grave: Es aquélla en la cual el incumplimiento negligente de la


obligación atribuible al empleador, señalada en inspección previa, deriva en un
riesgo grave o inminente para la integridad física, la salud o la vida de los
trabajadores. La sanción prevista para este tipo de infracciones puede acarrear
una multa económica de hasta 1000 balboas, la cual puede venir de la mano
de una orden de paralización de la actividad.

Cabe destacar también que el trabajador puede ser sancionado por el


incumplimiento de una obligación a él atribuible en materia d seguridad y salud
en el trabajo, ya venga ésta impuesta por una Ley, Reglamento jurídico,
Convenio Colectivo (Convención) o Reglamento Interno de Trabajo. En el caso
de que la empresa en la que opera el empleado disponga de uno de estos dos
últimos elementos, la cuantía de la sanción a él imponible será la establecida
en el acuerdo, en función de la gravedad de la infracción cometida.
Conclusión
“La Salud Ocupacional tiene como finalidad promover y mantener el más alto
grado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores en todas las
profesiones; evitar el desmejoramiento de la salud, causada por las condiciones
de trabajo, protegerlos en sus ocupaciones de los riesgos resultantes de los
agentes nocivos; ubicar y mantener a los trabajadores de manera adecuada a sus
aptitudes fisiológicas y psicológicas y, en suma, adaptar el trabajo al hombre y
cada hombre a su trabajo”.

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