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INSTRUCCIÓN DEL

PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO
Sesión 4

Mg. Roger A. Lara Algendones


GENERALIDADES
Los actos de instrucción son las diligencias necesarias para la
determinación, conocimiento y comprobación de los datos en virtud de
los cuales deba pronunciarse la resolución final en un PA. En
consecuencia, la actividad instructiva resulta ser indespensable para la
resolución del PA y en gran medida justifica la relativa prolongación de
un PA hasta 30 días hábiles.
La Ley señala que dichos actos serán realizados de oficio por la
autoridad a cuyo cargo se tramita el procedimiento de evaluación
previa, sin perjuicio del derecho de los administrados a proponer
actuaciones probatorias (Art. 170.1 LPAG).
ALEGATOS – ART. 172 LPAG
Los administrados pueden, en cualquier
momento del procedimiento, formular
alegaciones, aportar los documentos u otros
elementos de juicio los que serán analizados
por la autoridad, al resolver. Las alegaciones o
alegatos tienen por finalidad explicar la
posición del administrado en el procedimiento.
Ahora bien, en el PA no existe una fase especial
destinada a la presentación de alegatos tal
como si existe en los procesos judiciales.
Existe tres tipos de alegaciones:
Alegaciones introductorias.- Son las que aportan datos iniciales y que
funcionan en buena cuenta como una mejora de la solicitud inicial.
Alegaciones de fijación.- Las cuales consolidan los datos que
constituyen materia controvertida en el procedimiento, mas allá de lo
señalado en la solicitud.
Alegaciones finales.- Que constituyen una valorización de lo instruido
en el procedimiento y constituyen un mecanismo para asegurar el
resultado final.
Por otro lado en los procedimientos administrativos sancionadores, o
en caso de actos de gravamen para el administrado, se dicta resolución
sólo habiéndole otorgado un plazo perentorio no menor de cinco días
para presentar sus alegatos o las correspondientes pruebas de
descargo (Art. 172.2 LPAG).
ACTIVIDAD Y ACTUACIÓN PROBATORIA
En el procedimiento administrativo moderno, la
actividad probatoria tiene una importancia
medular en la ejecución de la instrucción de
dicho procedimiento. Es a través de la actuación
probatoria que la autoridad administrativa
puede formarse convicción respecto a la
resolución del caso concreto, en merito a la
verdad material a obtener. Es mediante la
actividad probatoria que se comprueban los
datos aportados por los administrados o los
obtenidos por la administración.
CARGA DE LA PRUEBA – ART. 173 LPAG
Debe señalarse que la actividad probatoria le corresponde
fundamentalmente a la entidad y no a los administrados, sin perjuicio
de permitirle a estos acreditar los hechos que alegan. No es que los
particulares no deban probar su pretensión, sino que la negativa de la
administración debe estar debidamente acreditada. Tanto es asi que si
la administración no despliega actividad probatoria es claro que ha
tenido por verdaderos los hechos afirmados por el particular, debiendo
declarar fundada su solicitud (Art. 175 LPAG)
A diferencia de lo que ocurre en el proceso judicial, en el cual las partes
deben probar sus pretensiones, en el procedimiento administrativo la
actividad probatoria es dirigida y alimentada por la administración.
La aplicación del principio de Impulso de oficio
– Art. 156 LPAG)
la Administración debe orientarse a hacia la resolución de la cuestión
que es materia del procedimiento, en mérito a la satisfacción del
interés general, pudiendo ejercer los actos de instrucción necesarios
para la culminación del proceso.
La autoridad competente, aun sin pedido de parte, debe promover toda
actuación que fuese necesaria para su tramitación, superar cualquier
obstáculo que se oponga a regular tramitación del procedimiento;
determinar la norma aplicable al caso aun cuando no haya sido
invocada o fuere errónea la cita legal; así como evitar el
entorpecimiento o demora a causa de diligencias innecesarias o
meramente formales, adoptando las medidas oportunas para eliminar
cualquier irregularidad producida.
La oficialía de la prueba
Ello conlleva además un importante principio que es el de la oficialidad
de la prueba, es decir la búsqueda de la determinación, conocimiento y
comprobación de los datos para poder emitir una resolución. La
administración tiene la obligación de adquirir, en el procedimiento, la
mayor cantidad de datos que sean relevantes para su decisión.
Por otro lado, una vez que la prueba a ingresado al expediente, esta
puede ser usada para favorecer a cualquiera de las partes, puesto que
la misma no pertenece a quien lo aporta. Este concepto denominado
principio de adquisición, propio también del proceso judicial.
Principio de Verdad Material.
Señala que en el procedimiento, la autoridad administrativa deberá
verificar plenamente los hechos que sirven de motivo para sus
respectivas decisiones, para lo cual deberá adoptar todas las medidas
probatorias necesarias autorizadas por la Ley.
La administración no debe contentarse con lo aportado por el
administrado, sino que debe actuar, aun de oficio, para obtener otras
pruebas y para averiguar los hechos que hagan a la búsqueda de la
verdad material u objetiva.
ACTUACIÓN PROBATORIA DE LA ENTIDAD –
ART. 174 LPAG
cuando la administración no tenga por ciertos los hechos alegados por los
administrados o la naturaleza del procedimiento lo exija, la entidad disponga
la actuación de prueba.
La administración debe actuar siguiendo el criterio de concentración
procesal. Esto implica que se concentrarán en un mismo acto todas las
diligencias y actuaciones de pruebas posibles, procurando que el desarrollo
de la actividad probatoria se realice en el menor numero de actos
procesales. Para ello la entidad fija un periodo para la actuación de prueba
que no será menor de tres días ni mayor de quince.
La actuación probatoria debe realizarse con las mayores garantías a favor del
administrado. Por ello, la norma señala que la autoridad sólo podrá rechazar
motivadamente los medios de prueba propuestos por el administrado y que
además es susceptible de impugnación.
HECHOS NO SUJETOS A LA ACTUACIÓN
PROBATORIA
Artículo 176.- Hechos no sujetos a actuación probatoria
No será actuada prueba respecto a hechos públicos o
notorios, respecto a hechos alegados por las partes cuya
prueba consta en los archivos de la entidad, sobre los que
se haya comprobado con ocasión del ejercicio de sus
funciones, o sujetos a la presunción de veracidad, sin
perjuicio de su fiscalización posterior.
No constituye objeto de prueba los hechos que se
presumen como resultado de una presunción legal (iuris
tantum o iuris et de iure)
MEDIOS DE PRUEBA – ART. 177 LPAG
La proposición de medios probatorios por parte de los administrados es
libre, pudiéndose proponer y actuar aquellos medios que resultan
beneficiosos para el administrado a fin de fundar sus pretensiones y aquellos
que la entidad considere pertinentes para la resolución del procedimiento.
Asimismo, no existe una concepción de prueba tasada, en la cual la ley
asigna el valor a las pruebas, sino mas bien existe la noción de apreciación
razonada, lo cual implica que la autoridad deberá apreciar los medios
probatorios de manera integral
El principio de libertad probatoria, propio del proceso judicial, se aplica con
gran intensidad en el procedimiento administrativo.
1. Recabar antecedentes y documentos. La entidad puede obtener la
información que requiera de otras entidades e incluso de los propios
administrados.
3. Solicitar informes y dictámenes de cualquier tipo, a diferencia de
otras legislaciones, los informes son considerados medios de
prueba por la Ley.
4. Conceder audiencia a los administrados, interrogartestigos y
peritos. En estos casos se entiende que puede darse la intervención
de terceros en la actividad probatoria realizada por la entidad.
5. Consultar documentos y actas. Este medio probatorio puede ser
actuado de oficio por la entidad, pero también puede ser ofrecido
por las partes, aun cuando dichos instrumentos no obren en su
poder.
6. Practicar inspecciones oculares, que implican el apersonamiento de
la autoridad a un lugar especifico a fin de comprobar un hecho o
situación determinada.
INFORME FINAL Y PROYECTO DE RESOLUCIÓN
– ART 191 LPAG
Cuando fueren distintos la autoridad instructora de la competente para
resolver, la instructora prepara un informe final en el cual recogerá los
aspectos más relevantes del acto que lo promovió, así como un resumen del
contenido de la instrucción, análisis de la prueba instruida, y formulará en su
concordancia un proyecto de resolución.
En la practica, las oficinas de asesoría jurídica, los asesores de la alta
dirección o las que hacen sus veces presentaran un proyecto de resolución a
la autoridad administrativa, la misma que puede o no hacer suyo el proyecto
antes señalado.
En general, los proyectos de resolución son visados por las unidades
operativas respectivas y por la oficina de asesoría jurídica; y llegan a la Alta
Dirección para ser suscritas de manera inmediata.
FIN DEL PROCEDIMIENTO

Sesión 4

Mg. Roger A. Lara Algendones


GENERALIDADES – ART. 197 LPAG
Ponen fin al procedimiento administrativo las resoluciones que se
pronuncian sobre el fondo del asunto, el silencio administrativo
positivo, el silencio administrativo negativo en el caso de que el mismo
agote la vía administrativa, el desistimiento, la declaración de
abandono, los acuerdos adoptados como consecuencia de conciliación
o transacción extrajudicial que tengan por objeto poner fin al
procedimiento y la prestación efectiva de lo pedido a conformidad del
administrado en caso de petición graciable.
FORMAS CONVENCIONALES DE TERMINACIÓN
DEL PROCEDIMIENTO
En el derecho administrativo moderno se ha encontrado la necesidad de la
regulación de mecanismos convencionales de terminación de PA, mediante
la conciliación o la transacción extrajudicial.

REQUISITOS
1. Que el acuerdo sea conforme a Ley.
2. Que los derechos, respecto de los cuales se concilia o se transa, sean de
libre disposición.
3. Y que dicho acuerdo no perjudique a terceros.
4. Adicionalmente el acuerdo debe ser homologado por la autoridad
administrativa.
RESOLUCIÓN FINAL
La resolución final es, por excelencia, el
mecanismo normal de terminación del
procedimiento administrativo. Resulta
esperable, entonces, que todo procedimiento
culmine con una resolución que resuelva lo
pedido, la materia controvertida o la
incertidumbre jurídica; situación que se
configura como un deber de la autoridad
administrativa.
Contenido de la resolución final – Art. 198
LPAG
La resolución que pone fin al procedimiento cumplirá los requisitos del
acto administrativo señalados en el Capítulo Primero del Título Primero
de la Ley. Adicionalmente, la motivación deberá basarse en la actua-
ción probatoria realizada previamente en la instrucción del
procedimiento. Y es que la resolución de un procedimiento
administrativo es el acto administrativo por excelencia, máxime si se
pronuncia sobre el fondo de la materia controvertida.
Por otro lado, en los procedimientos iniciados a petición del interesado,
la resolución que se pronuncia sobre el fondo será congruente con las
peticiones formuladas por éste, sin que en ningún caso pueda agravar
su situación inicial, es decir, sin que exista una resolutio in peius
DESISTIMIENTO – ART. 200 LPAG
El desistimiento implica la conclusión del procedimiento por decisión
expresa del administrado, sin que exista pronunciamiento respecto al
fondo de lo que es materia del procedimiento administrativo. El
desistimiento se diferencia del abandono que espera por la inactividad
del administrado, y de los silencios administrativos o la caducidad, que
funcionan ante la inactividad de la administración. El desistimiento
opera como resultado de la voluntad del administrado y por convenir a
su derecho.
Desistimiento del procedimiento y de la
pretensión
La doctrina y la legislación reconocen dos tipos de desistimiento que
pone fin al procedimiento. Por una lado, el desistimiento del
procedimiento, que importará la culminación del mismo, pero no
impedirá que posteriormente vuelva a plantearse igual pretensión en
otro procedimiento (Art. 200.1 LPAG).
Por otro lado, se reconoce la existencia del llamado desistimiento de la
pretensión, que impedirá promover otro procedimiento por el mismo
objeto y causa (Art. 200.2 LPAG). Parte de la doctrina lo llama renuncia,
dado que esta implica la perdida del derecho en cuestión. Ahora bien,
debe entenderse que solo puede haber desistimiento de pretensión
respecto de derechos de libre disposición.
Medios para hacer el desistimiento
El desistimiento podrá hacerse por cualquier medio que permita su
constancia y señalando su contenido y alcance. Sin embargo, para el
desistimiento de la pretensión o del procedimiento, y si el
desistimiento se realiza en representación de otro administrado, es
requerido poder especial indicando expresamente aquellos actos para
los cuales fue conferido.
Asimismo, debe señalarse expresamente si se trata de un desistimiento
de la pretensión o del procedimiento. Ahora bien, si ello no se precisa,
se considera que se trata de un desistimiento del procedimiento. (Art.
200.4 LPAG)
ABANDONO – ART 202 LPAG
De la misma manera como el administrado no
debe perjudicarse de la inactividad de la
administración, esta ultima no puede afectarse
por la inactividad del administrado. Por ello, y
únicamente en los procedimientos iniciados a
solicitud de parte, cuando el administrado
incumpla algún tramite que le hubiera sido
requerido que produzca su paralización por 30
días, la autoridad de oficio declarará el abandono
del procedimiento. Dicha resolución deberá́ ser
notificada y contra ella procederán los recursos
administrativos pertinentes.
ABANDONO E IMPULSO DE OFICIO
El abandono procede cuando se requiera una actuación determinada
por parte del administrado, y el mismo no la cumpla en el plazo de
treinta días. Pero dicha actuación debe cumplir con un requisito
esencial, y es que su ausencia genere la paralización del procedimiento
administrativo. En este orden de ideas resulta sumamente difícil, en el
contexto del principio de impulso de oficio, encontrar una situación en
la cual la ausencia de dicha actuación verdaderamente genere la
paralización del procedimiento, cuando más bien constituye obligación
de la autoridad administrativa remover todos los posibles obstáculos
que existan para la tramitación de aquel, por ello siempre se ha
considerado en la doctrina que el abandono ocurre en supuestos muy
especiales
SILENCIO ADMINISTRATIVO

Sesión 4

Mg. Roger A. Lara Algendones


INTRODUCCIÓN
El silencio administrativo es el mecanismo por
excelencia de control de la anomia
administrativa, pues establece la posibilidad de
otorgar efectos jurídicos a la falta de
pronunciamiento de la autoridad
administrativa en el plazo establecido para ello,
pudiendo dichos efectos implicar la
denegatoria de lo solicitado, el caso del silencia
administrativo negativo; o la concesión de los
solicitado, en el caso del silencio administrativo
positivo. El silencio administrativo funciona
siempre como una garantía a favor del
administrado.
TIPOS DE PROCEDIMIENTO
SILENCIO POSITIVO - ART 35 LPAG SILENCIO NEGATIVO – ART 38 LPAG
Todos los procedimientos a instancia de parte no Es aplicable en aquellos casos en los que la petición
sujetos al silencio administrativo negativo taxativo del administrado puede afectar significativamente el
contemplado en el artículo 38. interés público e incida en los siguientes bienes
Recursos destinados a cuestionar la desestimación de jurídicos: la salud, el medio ambiente, los recursos
una solicitud cuando el particular haya optado por la naturales, la seguridad ciudadana, el sistema
aplicación del silencio administrativo negativo. financiero y de seguros, el mercado de valores, la
defensa comercial, la defensa nacional y el patrimonio
cultural de la nación, así como en aquellos
procedimientos de promoción de inversión privada,
procedimientos trilaterales, procedimientos de
inscripción registral y en los que generen obligación
de dar o hacer del Estado y autorizaciones para operar
casinos de juego y máquinas tragamonedas.
SILENCIO ADMINISTRATIVO POSITIVO
Resulta evidente la necesidad de establecer mecanismos a través de los cuales se
garantice el derecho de los administrados ante la inactividad de la administración.
FINALIDAD
1. La necesidad de satisfacer el derecho de petición que se encuentra establecido
constitucionalmente, siendo evidente que si la administración no se pronuncia
en el plazo, dicha situación no debería perjudicar al administrado solicitante.
2. Simplificar los procedimientos administrativos, fomentando la formalidad,
permitiendo un acercamiento mas eficiente de los particulares a la
administración. En general, la razón de ser de la simplificación estriba en la
reducción de intervenciones administrativas.
3. Fomentar la formalidad de los agentes sociales y económicos, a fin de que los
mismos puedan incorporarse con facilidad a la sociedad y al mercado.
¿Qué es un acto ficto?
El silencio administrativo positivo,
configura un acto presunto o una
resolución ficta, con las
prerrogativas que la norma jurídica
otorga al acto administrativo. Ello
nos conduce a afirmar que la
administración no podría resolver
posteriormente negando al
administrado lo que ha solicitado.
Efectos del silencio administrativo positivo
Los procedimientos de evaluación previa sujetos a
silencio administrativo quedarán automáticamente
aprobados en los términos en que fueron
solicitados si transcurrido el plazo establecido o
máximo, la entidad no hubiera comunicado al
administrado el pronunciamiento. Que al plazo de
comunicación de la entidad debe agregarse el
plazo de notificación, con lo cual en la práctica las
entidades tienen cinco (05) días mas para resolver
(Art. 199.1 LPAG).
El silencio positivo tiene para todos los efectos el
carácter de resolución que pone fin al
procedimiento. (199.2 LPAG)
Aprobación de petición mediante el silencio
positivo – Art. 36 LPAG
1. En los procedimientos administrativos sujetos a silencio positivo, la
petición del administrado se considera aprobada si, vencido el plazo
establecido o máximo para pronunciarse, la entidad no hubiera
notificado el pronunciamiento correspondiente, no siendo
necesario expedirse pronunciamiento o documento alguno para
que el administrado pueda hacer efectivo su derecho, bajo
responsabilidad del funcionario o servidor público que lo requiera.
2. Lo dispuesto en el presente artículo no enerva la obligación de la
entidad de realizar la fiscalización posterior de los documentos,
declaraciones e información presentados por el administrado,
conforme a lo dispuesto en el artículo 34.
Aprobación del procedimiento – Art. 37 LPAG
1. Los administrados, si lo consideran pertinente y de manera
complementaria, pueden presentar una Declaración Jurada ante la
propia entidad que configuró dicha aprobación ficta, con la
finalidad de hacer valer el derecho conferido ante la misma o
terceras entidades de la administración, constituyendo el cargo de
recepción de dicho documento, prueba suficiente de la resolución
aprobatoria ficta de la solicitud o trámite iniciado.
2. En el caso que la autoridad administrativa se niegue a recibir la
Declaración Jurada a que se refiere el párrafo anterior, el
administrado puede remitirla por conducto notarial, surtiendo los
mismos efectos.
SILENCIO ADMINISTRATIVO NEGATIVO
Opera ante la inactividad de la
administración, permitiendo al
administrado considerar que su solicitud ha
sido rechazada. En tal sentido, el silencio
administrativo negativo pretende ser un
paliativo a la inacción de la entidad,
habilitando la interposición de los recursos
respectivos, o en su caso, la iniciación del
procedo contencioso administrativo. Ello no
obsta, sin embargo, para que el particular
pueda esperar el pronunciamiento de la
Administración.
Efectos del silencio administrativo negativo
El silencio administrativo negativo tiene por efecto habilitar al
administrado la interposición de los recursos administrativos o de las
acciones judiciales pertinentes, según corresponde.
“Art. 199.3.- El silencio administrativo negativo tiene por efecto
habilitar al administrado la interposición de los recursos administrativos
y acciones judiciales pertinentes.
Art. 199.4.- La administración mantiene la obligación de resolver, bajo
responsabilidad, hasta que se le notifique que el asunto ha sido
sometido a conocimiento de una autoridad jurisdiccional o el
administrado haya hecho uso de los recursos administrativos
respectivos.”
El silencio administrativo negativo es una
ficción procesal
Como ya hemos señalado, el silencio
administrativo negativo es una ficción
procesal y no un acto administrativo presunto
o ficto, lo cual lo diferencia claramente de la
denominada resolución ficta denegatoria, que
si configura acto presento, siendo que esta
última evidentemente genera, de manera
automática, el computo de plazos para su
impugnación. El silencio administrativo
negativo, como se ha señalado, es una mera
presunción, una ficción procesal y no un acto
ficto o presunto.

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