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FACULTAD DE FILOLOGÍA
Por:
Noches lúgubres es una magnífica obra del siglo XVIII, escrita por José Cadalso. La
tragedia, la muerte y la miseria humana son tres máximas a lo largo de esta obra,
caracterizada por la más cruda falta de esperanza ante una vida que se muestra como
hostil y obscurecida por las penalidades inherentes a la condición humana de los vivos.
Esta obra, magnífica expresión de las penas y miserias del ser humano supondría la
puesta en escena de una de las obras más dramáticas de José Cadalso y que sin lugar a
duda merecería un hueco en la actualidad. Cada línea de Noches lúgubres es capaz de
estremecer al lector y representa la locura en la que puede sumirse el ser humano tras
una pérdida que marca el corazón y anula los sentidos. Si he elegido esta obra es
precisamente por esta potentísima carga dramática y por mi gusto por su historia que, a
pesar de estar marcada por la muerte, muestra el lado más humano y la desesperación
por la pérdida de un amor tan grande que con su súbita partida se llevó el corazón de un
hombre perdido.
Las tumbas de madera tendrán finas capas de hielo y pequeños carámbanos. Debería
rodarse en una época en la que haga frío pues para estas tomas lo ideal sería que
mientras hablan y respiran los actores salga vaho. De camino al panteón parecerá que
escuchan voces a lo lejos, respiraciones y pasos. Los actores actuarán como si sintiesen
el acecho de algo, realmente no hay nadie observando, aunque ellos creen que siguen
sus pasos. Debe notarse la paranoia en los actores, el nerviosismo y el miedo de que les
encuentren, sobretodo en Lorenzo, que podría perder el único salario con el que
mantiene a toda una familia él solo.
El interior del panteón de la mujer de Tediato es sombrío, con apenas una pequeña
vidriera en la pared por la que se cuela la luz lejana de una farola que titila. No hay
flores, ni velas, tan solo el lugar en el que descansa la mujer. La losa de piedra ha de
verse ancha y de buen material, de piedra blanquecina. El nombre de la mujer estará en
la tapa y lo habrán escrito en letras doradas, durante la grabación no se verá el nombre,
sí la fecha de nacimiento y de muerte.
En esta obra, en la que pesa la densidad de los personajes y el dramatismo del diálogo,
hay que prestar especial atención al vestuario. En el caso de Tediato la ropa que ha de
llevar es una camisa blanca, de manga larga y de escote en pico, anudado con un cordel
oscuro. El personaje llevará el cordel sin atar, intensificando así el mensaje de búsqueda
de la muerte y la sensación de frío que tratamos de buscar. En la cabeza no llevará nada
y el pelo estará peinado sin cuidado, pero sin llegar a parecer desaliñado. Su complexión
fuerte y grande no se verá menguada, el actor ha de ir erguido a pesar de las
circunstancias. Los pantalones serán unos pantalones negros más o menos holgados y
los zapatos viejos pero cuidados.
En el caso de Lorenzo este irá más abrigado, llevará una camisa sin cuello de pico,
blanca también y un abrigo viejo y algo roído por la parte baja. Llevará también una
boina gris oscura con la que resguardarse un poco más del frío. En las escenas del
cementerio Lorenzo tendrá que tiritar por el frío cuando arrecie el viento y se agarrará
los brazos, tratando de protegerse. Los pantalones de Lorenzo serán holgados también
en un color gris oscuro, su calzado por otra parte serán viejos zapatos de campesino,
manchados por el barro y levemente roídos. Es importante la contraposición de los
personajes en el vestuario. Mientras que Lorenzo es más pobre que Tediato, va más
abrigado que este porque no busca morir ni enfermar. Tediato, harto de la vida busca su
muerte y por eso no presta atención alguna en su vestuario ni en la posibilidad de caer
enfermo.
Tediato: Razón tienes. Podrán sorprendernos. Esconde ese pico y ese azadón No me faltes mañana a la
misma hora y en el propio puesto. Tendrás menos miedo, menos tiempo se perderá. Vete, te voy
siguiendo.
Objeto antiguo de mis delicias… ¡Hoy objeto de horror para cuantos te vean! Montón de huesos
asquerosos… ¡En otros tiempos conjunto de gracias! ¡Oh, tú, ahora imagen de lo que yo seré en breve!
Pronto volveré a tu tumba, te llevaré a mi casa, descansarás en un lecho junto al mío; morirá mi cuerpo
junto a ti, cadáver adorado, y expirando incendiaré mi domicilio, y tú y yo nos volveremos ceniza en
medio de las de la casa.
El resto de diálogos de la obra, a pesar de extensos son pertinentes a la hora de conocer
la personalidad de los personajes, los motivos que les llevan a actuar como lo hacen y a
ser como son. A pesar de la densidad de los monólogos en esta adaptación no se tratará
de arrebatarle la esencia con la que fue escrito. Dado que la obra no es especialmente
extensa la longitud de los monólogos no es especialmente preocupante a la hora de
adaptarse al tiempo de una proyección cinematográfica actual.
Esta obra, a pesar de estar incompleta y poseer una complejidad añadida por la propia
naturaleza del texto, denso y enrevesado, tiene un gran potencial dramático y que
merecería tener un hueco en la creación cinematográfica actual. Grandes actores como
los escogidos podrían dar vida a estos personajes de gran profundidad y contenido
filosófico, potenciando aún más esta gran obra de José Cadalso. La escenografía, el
juego de luces, el vestuario y una buena grabación por parte del cámara podrían hacer
de la producción cinematográfica de Noches Lúgubres una gran adaptación literaria al
cine actual.
BIBLIOGRAFÍA.