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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE AGRONOMIA

CURSO:
FITOPATOLOGÍA GENERAL

TURNO:
“A”

DOCENTE:
ING. TEODOCIA GLORIA CASA RUIZ

TRABAJO:
BACTERIAS FITOPATOGENAS

ALUMNO:
MAURO GIUBHER URIARTE MEZA

CUI:
20081554

AREQUIPA – PERÚ
2020
1. IMPORTANCIA DE LAS BACTERIAS:

En todo el mundo, las bacterias fitopatógenas causan muchas enfermedades serias (APS, 2013),
pero en menor número que los hongos o los virus, y también ocasionan relativamente menores
daños y costos económicos. La mayoría de las plantas, silvestres y cultivadas tienen inmunidad
innata o resistencia a muchos patógenos. Sin embargo, muchas plantas pueden hospedar
fitopatógenos sin desarrollar síntomas (asintomáticas). De manera general las bacterias como
patógenos vegetales pueden causar enfermedades graves y económicamente dañinas,
ocasionando desde manchas, mosaicos, pústulas en hojas y frutos, o podredumbres malolientes
de tubérculos hasta la muerte de las plantas. Algunas causan una distorsión de las hojas y tallos
relacionada con hormonas, llamada agalla de corona, una proliferación de células vegetales
produciendo un abultamiento en el cuello de las plantas y sus raíces (APS, 2013).

Los estudios que se han venido haciendo y que llegan actualizados hasta nuestros días sobre la
citología y fisiología de las bacterias constituyen una posibilidad para explicar varios procesos
biológicos generales. La facilidad para manejar cultivos puros de bacterias y las células
individuales de los mismos, ofrece grandes ventajas sobre los estudios citológicos en los
animales o plantas pluricelulares. Los sistemas enzimáticos (otra ciencia importantísima de la
que expondremos en próximas colaboraciones), las reacciones de oxido reducción y la síntesis
de las proteínas pueden ser estudiadas mas fácilmente empleando cultivos de bacterias. Además
del estudio sobre los fenómenos vitales de la célula (una muestra para los avances transgénicos),
las bacteria pueden usarse pues en experimentos de genética. La capacidad de adaptación de
estos organismos y su variabilidad, los hacen ser un material excelente para resolver ciertos
problemas genéticos, por la facilidad para cultivarlos y porque se pueden obtener grandes
poblaciones y muchas generaciones de ellos en poco tiempo.

La industria forrajera ha venido incluyendo en sus fórmulas minerales porciones o dosis de


bacterias con diferente actividad benéfica en la alimentación del organismo animal; la tendencia
unánime es producir mejores productos lácteos y tejidos de mejor calidad en el tablejeo. En la
agricultura estamos pisando apenas y de una manera muy leve, el primer escalón de la ruta del
progreso.

2. MORFOLOGIA FORMA Y TAMAÑO:

Las bacterias son microorganismos unicelulares, generalmente con un tamaño de 1-2 µm, que
no pueden verse a simple vista. Las bacterias asociadas a las plantas pueden ser benéficas o
dañinas (fitopatógenas). Todas las superficies vegetales tienen microbios sobre ellas (epífitos),
y algunos microbios viven dentro de las plantas (endófitos).
Algunos son residentes y otros transitorios. Las bacterias se encuentran entre los
microorganismos que colonizan a las plantas en forma sucesiva a medida que éstas maduran.
Poblaciones grandes de bacterias se vuelven visibles en forma de agregados en medio líquido,
como biofilms en plantas, suspensiones viscosas taponando los vasos de las plantas, o como
colonias en placas o cajas de Petri en el laboratorio. Generalmente se requieren poblaciones de
106 UFC (Unidades Formadoras de Colonia/mililitro) o mayores para que las bacterias
funcionen como agentes de control biológico, con fines beneficiosos, o como patógenos,
causando enfermedades infecciosas (Agrios, 2005).

Las bacterias pueden tener forma de bastón (bacilos), ser esféricas, elipsoidales, espirales, en
forma de una coma, o filamentosa. Algunas de ellas se desplazan en medios líquidos mediante
flagelos, mientras que otras carecen de ellos, son estáticas. Algunas pueden transformarse en
esporas y ciertas formas filamentosas que pueden producir esporas, denominadas conidias, en
el extremo del filamento. (Urbina, 2011)

La mayoría de las bacterias fitopatógenas tienen forma de bastón (bacilos). La única excepción
es Streptomyces, que es filamentosa. Cuando se permite que una bacteria se desarrolle (se
reproduzca) en una superficie o en el interior de un medio sólido, su progenie en poco tiempo
produce una masa notoria denominada colonia. Las colonias de las distintas especies de
bacterias varían en tamaño, forma, forma de los bordes, elevación y color, y en ocasiones dichas
variaciones son características de una determinada especie. (Urbina, 2011)

Fig. 1 Formas de bacterias.


3. ESTRUCTURA BASICA: CAPA MUCILAGINOSA O CAPSULA, PARED CELULAR,
MEMBRANA CITOPLASMATICA, FLAGELO, FIMBRIAS, RIBOSOMAS,
MATERIAL GENETICO, REPRODUCCION, VARIABILIDAD GENETICA:

A. Capa musilaginosa o Capsula:

Las paredes celulares de la mayoría de las especies de bacterias están cubiertas por un
material viscoso y gomoso que puede ser delgado (caso en el cual se le denomina "capa
mucilaginosa") o denso, formando una masa relativamente amplia en tomo a la célula (en
cuyo caso se le denomina "cápsula"). (Urbina, 2011)

B. Pared Celular:

Las células bacterianas presentan paredes celulares delgadas, relativamente firmes y un


poco rígidas que al parecer son bastante distintas a la membrana citoplásmica interna pero
que en ocasiones parece intergradar y fusionarse con la capa mucilaginosa extema o la
cápsula. La pared celular incluye el contenido de la célula y permite la entrada al flujo de
nutrientes y la salida de desechos, enzimas digestivas y otros productos emitidos por la
célula bacteriana. (Urbina, 2011)

C. Membrana Citoplasmatica:

Todas las sustancias contenidas en el interior de la pared celular constituyen al protoplasto.


Éste está formado por una membrana citoplásmica o membrana del protoplasto

D. Flagelo:

La mayoría de las bacterias fítopatógenas poseen delicados flagelos en forma de filamentos


que a menudo son considerablemente más largos que las células que los formaron. En
algunas especies bacterianas, cada bacteria presenta un solo flagelo, mientras que otras
poseen un ramillete de flagelos en uno de sus extremos: algunas tienen un flagelo simple o
un ramillete de ellos en cada extremo y todavía otras poseen flagelos perítricos, es decir,
distribuidos sobre toda su superficie. En las especies filamentosas de Slreptomyces, las
células constan de filamentos ramificados cenocíticos (no septados), los cuales a menudo
tienen forma espiral y producen conidios en cadena sobre hifas aéreas. (Urbina, 2011)

E. Fimbrias:

La fimbria es un apéndice proteínico presente en muchas bacterias, más delgado y corto


que un flagelo. Estos apéndices oscilan entre 4-7 nm de diámetro y hasta varios μm de
largo y corresponden a evaginaciones de la membrana citoplasmática que asoman al
exterior a través de los poros de la pared celular y la cápsula. Son utilizadas por las bacterias
para adherirse a las superficies, unas a otras, o a las células animales: una bacteria puede
tener del orden 1000 fimbrias que son solo visibles con el uso de un microscopio
electrónico. Las fimbrias pueden estar repartidas uniformemente por toda la superficie de
la célula o estar situadas solo en los polos. Las fimbrias se encuentran tanto en las bacterias
gramnegativas como grampositivas. En las bacterias Gram positivas, las fimbrias están
ligadas covalentemente. En muchas bacterias, las fimbrias son necesarias para la
colonización durante el proceso de infección o para iniciar la formación de una biopelícula.
Las bacterias mutantes que carecen de fimbrias no puede adherirse a su destino habitual y,
por lo tanto, no pueden provocar infecciones. Algunos fimbrias puede contener lectinas,
las cuales son necesarias para adherirse a las células destino puesto que pueden reconocer
las unidades de oligosacáridos presentes en la superficie de estas células. Otras fimbrias se
unen a los componentes de la matriz extracelular. Por ejemplo, es uno de los mecanismos
primarios de virulencia en E. coli. (Urbina, 2011)

Los términos fimbria y pilus (plural pili) son a menudo intercambiables, pero fimbria se
suele reservar para los pelos cortos que utilizan las bacterias para adherirse a las superficies,
en tanto que pilus suele referir a los pelos ligeramente más largos que se utilizan en la
conjugación bacteriana para transferir material genético desde la célula donadora hasta la
receptora y a veces en el desplazamiento. (Urbina, 2011)

F. Ribosomas:

Son Pequeños organelos, compuestos de ARN y proteínas, presentes en el citoplasma de


procariotas (70s) y eucariotas (80s) . Es el sitio de la síntesis proteica. Esta compuesto de
dos subunidades.
G. Material Genetico:

El material genetico de la bacteria es toda la totalidad de ADN. Se compacta en un área


discreta de la célula formando los cromosomas. Éstos se encuentran en los virus, células
procariotas, en el núcleo de células eucariortas y en cloroplastos y mitocondrias. Se emplea
para guardar la información genética de una forma de vida orgánica. Para todos los
organismos conocidos actualmente, el material genético es casi exclusivamente ácido
desoxirribonucleico (ADN o DNA). Algunos virus usan ácido ribonucleico (ARN o RNA)
como su material genético. (Urbina, 2011)

H. Reproduccion:

Las bacterias fitopatógenas en forma de bastón se reproducen mediante el proceso asexual


conocido como "fisión binaria" o "fisión". Ésta se reproduce por la invaginación de la
membrana citoplásmica hacia la parte central de la célula, formando un tabique
membranoso transversal que divide al citoplasma en dos partes aproximadamente iguales.
Durante el proceso se secretan o sintetizan dos 6 capas del material de la pared celular
(continuando con la pared celular externa), entre las dos capas de la membrana. Cuando
concluye la formación de dichas paredes celulares, las dos capas se separan, dando como
resultado un par de células. (Urbina, 2011)

I. Variabilidad Genetica:

Puesto que las bacterias no se reproducen sexualmente, existen otros mecanismos para
obtener la variabilidad genética. Estos son la mutación y la obtención de nuevos genes, ya
sean genes exógenos o reorganización de los genes propios. Además, las bacterias tienen
“variantes” a la reproducción sexual: la transformación, la conjugación y la transducción.

- La transformación: La transformación consiste en la transferencia de material


genético libre: la célula receptora capta un trozo de material genético de la célula
donadora. En los años 20 Griffith ya demostró que los procesos de transformación
ocurren en la naturaleza. Para ello trabajó con Streptococcus pulmonae. Tenía una cepa
patógena y otra no patógena. Al mezclar los individuos patógenos muertos con los no
patógenos vivos, estos adquirían patogenicidad. Para comprobarlo los inyectaba en un
ratón, que adquiría la enfermedad.
En 1944 Avery, McLeod y McCarthy repitieron estos experimentos en tubos de ensayo,
y observaron que, efectivamente, había transferencia de material genético de las células
muertas a las vivas. La capacidad de una célula para captar material exógeno y ser
transformada es lo que se denomina competencia, y no todas las bacterias son igual de
competentes. (APS, 2013).

Fig. 2 Proceso de transformación.

- La transducción: La transducción consiste en la transferencia de material genético


encapsidado dentro de un fago. Es un fenómeno muy frecuente en la naturaleza, y
existen varios tipos:

Transducción generalizada: el virus encapsida por error el material genético


bacteriano en lugar del suyo propio. Un ejemplo es el fago P22 del género Salmonella.
De esta forma, cualquier gen de la célula donadora puede ser transmitido. (APS, 2013).

Transducción especializada: el fago se integra en el material genético de la célula


hospedadora y al salir se lleva una parte. Se llama especializada porque este tipo de
fagos transmiten siempre la misma información genética, ya que se integran en un
punto concreto del genoma bacteriano. Además, algunos fagos han llevado la
transducción generalizada a su caso más extremo en lo que se denomina el proceso de
“conversión fágica”: a lo largo de la evolución un fago ha adquirido los genes de una
bacteria y los lleva permanentemente en material genético. De esta forma, al infectar
una célula le introduce estos genes y provoca un cambio fenotípico característico. (APS,
2013).

- La conjugación: La conjugación consiste en la transferencia de material genético entre


dos bacterias unidas físicamente. Está mediado por un pili sexual. La célula donadora
es F+ y tiene el pili sexual, y la receptora el F-. La célula donadora tiene un tipo de
plásmido: elemento genético extracromosomal capaz de replicarse autónomamente.
Tiene doble cadena y es capaz de controlar y dirigir la conjugación. Cuando el plásmido
se pasa a otra bacteria, le confiere nuevas características. Además, en este caso, al
contrario que en la transducción y en la transformación, el material genético no debe
fijarse, ya que el plásmido es extracromosomal. También puede suceder que el
plásmido se integre en el genoma de la célula hospedadora, generando una nueva cepa
bacteriana que ha convertido su genoma en un gran plásmido conjugativo. Se puede
transmitir a células receptoras y también es fuente de variabilidad genética. (APS, 2013).

Fig. 3 Estructura de las bacterias.

4. INFECCION DE LAS BACTERIAS:

En general se considera que la infección por bacterias es pasiva, es decir accidental. Las
bacterias pueden entrar a la planta a través de aberturas naturales tales como estomas, hidatodos
o lenticelas y también por heridas en hojas, tallos o raíces, o ser introducidas por ciertos insectos
fitófagos. Las condiciones de nutrición de las plantas pueden favorecer la multiplicación en
diferentes partes de la planta, (flores o raíces). El inóculo llevado por la lluvia que es arrastrada
por el viento puede ser muy efectivo. En inoculaciones artificiales, las bacterias suelen
introducirse en las plantas por heridas, aerosoles aplicados con presión para imitar las lluvias
llevadas por el viento, infiltración por vacío, o por inmersión de las semillas en el inóculo (APS,
2013).

Fig. 4 Ciclo de infección de bacteria en una planta.

5. CRECIMIENTO POBLACIONAL:

En general, las bacterias se reproducen por fisión binaria (una célula se divide en dos), pero el
proceso es complejo. Si están presentes, los elementos de ADN extra-cromosómicos o
plásmidos se reproducen en sincronía con el cromosoma bacteriano, pero bajo ciertas
condiciones se pueden perder naturalmente o por manipulación química ("curado"). Muchos
patógenos vegetales tienen plásmidos, por ejemplo cepas de Pantoea (syn: Erwinia) stewartii
subsp. stewartii (Lección sobre el marchitamiento de Stewart del maíz) pueden tener hasta 13
plásmidos cuya función es desconocida (Coplin et al. 1981).

La variación genética en ambientes naturales, por ejemplo en el campo, está posiblemente


subestimada por la falta de muestreo y caracterización. Por ejemplo, en un solo campo se han
detectado al menos siete variantes patogénicas del tizón y marchitamiento de Goss del maíz,
Clavibacter michiganensis subsp. nebraskensis. La transferencia horizontal - el pasaje de ADN
de una célula bacteriana a otra - se puede realizar en el laboratorio y se asume que es responsable
de mucha de la variación genética entre cepas de una especie, y aún entre especies, en
condiciones naturales. Las bacterias también pueden tener integrado en sus cromosomas
profagos - una forma estable heredada de un virus bacteriano - o remanentes de un profago. Si
un fago (= bacteriófago) entero se integra, algunas células se pueden lisar (romper)
naturalmente o se puede inducir la lisis con tratamientos químicos, por ej. con mitomicina C.
Hay un caso muy raro en el que aparentemente factores de patogenicidad y una potente toxina
mamífera están presentes en un bacteriófago no integrado en Rathayibacter toxicus (Ophel et
al. 1993).

6. COLONIAS DE LAS BACTERIAS, CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS:

Las bacterias aparecen translúcidas o de color blanco-amarillento en el microscopio compuesto


y es muy difícil observarlas con detalle. Cuando se permite que una sola bacteria se desarrolle
(se reproduzca) sobre la superficie o en el interior de un medio sólido, su progenie en poco
tiempo produce una masa notoria denominada colonia. (APS, 2013).

Una colonia es una agrupación de bacterias formada a partir de la reproducción de una Unidad
Formadora de Colonia (UFC) sobre un medio sólido; aunque varía de tamaño generalmente es
visible a simple vista. Una UFC puede ser un solo microorganismo o bien un grupo de
microorganismos de una misma especie como en el caso de bacterias que tienen tendencia a
permanecer unidas como los estafilococos o los estreptococos. Las colonias bacterianas tienen
una medida, forma, textura y en algunos casos color característicos, que aunque puede variar
de acuerdo al medio en que se encuentren, es constante bajo condiciones controladas y depende
de la especie bacteriana que la forme. Debido a que las características de las colonias ocurren
en varios grados y combinaciones dependiendo de las bacterias y son a menudo muy uniformes,
sirven para identificar bacterias en cultivos mezclados. (APS, 2013).

Sin embargo, además de éstas características se requiere también estudiar la fisiología y


propiedades inmunológicas de las bacterias para poder realizar una identificación completa. La
morfología colonial es comparable a una estadística ya que se deriva de una célula individual
pero es la característica de la masa celular.Así pues, por ejemplo, la pigmentación es aparente
en la colonia, pero no en la célula individual, en el caso de la consistencia mucosa de algunas
colonias esta se deriva de la sustancia capsular en aquellas bacterias con cápsula muy grande.
Medida de las colonias. ésta característica es bastante constante dentro de las especies y puede
ir desde colonias muy diminutas hasta un diámetro de varios milímetros. Forma. Está
determinada por su borde y su espesor. En la figura 2 se pueden observar varias formas,
elevaciones y bordes de colonias bacterianas. Consistencia y textura. (APS, 2013).

La consistencia de las colonias puede variar desde una colonia seca que puede moverse sobre
el agar con el asa, hasta una colonia viscosa que se pega al asa y forma filamentos o hilos
mucosos cuando se trata de separarla del agar.. La susperficie puede ser uniformemente brillante
y suave o puede ser estriada con muescas concéntricas o quebradas. Al examinar la colonia con
luz transmitida puede aparecer con textura granular o amorfa. Pigmentación. Esta característica
es muy común en las bacteria saprófitas en las que las colonias aparecen rojas, anaranjadas,
amarillas, etc. De los microorganismos patógenos uno de los pigmentados más importantes es
Staphylococcus aureus que tiene un color amarillo dorado. El pigmento no se aprecia en las
células individuales a que se debe a gránulos intracelulares muy pequeños para verse con luz
transmitida. (APS, 2013)

Fig. 5 Colonia de bacterias en placa petri.

7. PENETRACION:

Las bacterias pueden infectar a las plantas de varias maneras. En general se considera que la
infección es pasiva, es decir accidental, aunque se ha informado de unos pocos casos de
quimioatractivos. Las bacterias pueden entrar a la planta a través de aberturas naturales tales
como estomas, hidatodos o lenticelas y también por heridas en hojas, tallos o raíces, o ser
introducidas por ciertos insectos fitófagos. Las condiciones de nutrición de las plantas pueden
favorecer la multiplicación en diferentes partes de la planta, por ej. flores o raíces.

El inóculo llevado por la lluvia que es arrastrada por el viento puede ser muy efectivo. En
inoculaciones artificiales, las bacterias suelen introducirse en las plantas por heridas, aerosoles
aplicados con presión para imitar las lluvias llevadas por el viento, infiltración por vacío, o por
inmersión de las semillas en el inóculo.
Fig. 6 Penetración de bacteria en planta.

8. SINTOMAS:

La sintomatología de las enfermedades bacterianas es extremadamente variada, pero generalmente


característica para un patógeno en particular. Los síntomas pueden variar desde mosaicos,
pareciendo infecciones virales, a grandes anormalidades tales como las agallas o partes de plantas
distorsionadas. La alteración hormonal puede producir crecimientos anormales característicos en
raíces, tallos y estructuras florales (filodia) y a veces color anormal de las flores (virescencia). Los
síntomas más comunes son las manchas en hojas o frutos. tizones o muerte de tejidos en hojas,
tallos o troncos de árboles, y podredumbres, de raíces o tubérculos o cualquier otra parte de la
planta. También pueden ocurrir marchitamientos debido al taponamiento del tejido vascular. Los
síntomas pueden variar con el fotoperíodo, variedad vegetal, temperatura y humedad, y la dosis de
infección. En algunos casos, los síntomas pueden desaparecer o volverse poco importantes al
continuar el crecimiento de la planta. Por ejemplo, el desarrollo de la mancha Holcus o mancha
bacteriana del maíz causada por Pseudomonas syringae pv. syringae se frena al comenzar el tiempo
cálido y seco. (APS, 2013). Entre los principales síntomas podemos tener:

A. Manchas y quemaduras: Una de las manifestaciones que se produce con mayor


frecuencia en las plantas como consecuencia de la acción bacteriana es la aparición de
manchas en las hojas, tallos, flores o frutos. Los daños pueden ir desde una ligera
defoliación de la planta hasta la depreciación o pérdida del producto comercial. Este es el
caso de los frutos de tomate atacados por Xanthomonas vesicatoria o Pseudomonas
syringae p. v. tomato.
Fig. 7 Xanthomonas vesicatoria en tomate

B. Marchitamientos: Muchas bacterias son capaces de penetrar en el sistema vascular de las


plantas y originar alteraciones en el transporte del agua y de los elementos nutritivos,
debidas a la multiplicación bacteriana, a los productos de su metabolismo o a sustancias
que provienen del mismo hospedante. Como consecuencia de esta deficiencia de riego se
produce el marchitamiento de las plantas. En función de las condiciones ambientales, y
dentro de un mismo campo, los daños pueden ir desde la aparición de alguna planta muerta
hasta la destrucción total del mismo; así ocurre en los casos de ataque de Erwinia
tracheiphila al pepino o melón.

Fig. 8 Erwinia tracheiphila marchitamiento.


C. Podredumbres blandas: Una alteración muy frecuente que se presenta en las plantas
hortícolas es la pudrición blanda, acompañada a menudo de mal olor, que puede aparecer
tanto en campo como en almacén. Como consecuencia de esta podredumbre blanda los
tejidos se rompen, formándose grietas, por las que salen masas consti tuidas por bacterias
y por restos de células vegetales. Estas bacterias, a pesar de estar implicadas en la mayor
parte de las podredumbres blandas, no son fitopatógenas, sino organismos saprofitos o
parásitos secundarios que crecen sobre tejidos que han muerto por otras razones, como
puede ser, por ejemplo, ataques de patógenos, causas ambientales, etc., o bien sobre tejidos
tan viejos y débiles que estando ya próximos a su muerte fisiológica son incapaces de
resistir el ataque de otro organismo.
E1 desagradable olor que se produce es debido generalmente a sustancias volátiles
originadas durante la desintegración de los tejidos de las plantas cuando son atacadas por
organismos saprofitos. Ejemplo de esto puede ser el ennegrecimiento del pie de la planta
originado por Erwinia carotovora subsp atroseptica.

Fig. 9 Erwinia carotovora subsp atroseptica

D. Chancros o cancros: Se llama chancro a una lesión ulcerosa que profundiza con tendencia
a extenderse. Muy pocas baterias fitopatógenas producen este tipo de síntoma y dentro de
las que atacan a las especies hortícolas la única destacable es Corynebacterium
michiganense, causante de la enfermedad del «chancro bacteriano» de tomates y pimientos.
Los daños producidos pueden ir desde un ligero marcado de los frutos, cuando el ataque es
tardío, hasta la muerte total de la planta.

Fig. 10 Corynebacterium michiganense en tomate.

E. Agallas: Se Ilaman agallas a grandes alteraciones morfológicas consecuencia de anomalías


en el crecimiento, en la multiplicación o en los procesos de organización celular. Pueden
tener orígenes muy diferentes: nemátodos, ácaros, insectos, hongos, bacterias, virus,
radiaciones, productos químicos, etc. EI término agalla designa, por tanto, lesiones de
forma muy variada, así como otras muy parecidas, cuyo agente causante es muy diferente.
Dentro de este tipo de síntomas se encuentran los producidos por Agrobacterium
tumefaciens, bacteria capaz de atacar a plantas de muchas familias.

Fig. 11 Agrobacterium tumefaciens.


9. SIGNOS:

Las principales características de los signos de los géneros de bacterias fitopatógenas son las
siguientes:

- Agrobacterium: Las bacterias tienen forma de bastón y sus dimensiones son de 0.8 x 1.5 a 3
|jm. Se desplazan por medio de 1 a 4 flagelos perítricos; cuando presentan un solo flagelo, éste
con frecuencia es más lateral que polar. Cuando crecen en medios que contienen carbohidratos,
estas bacterias producen un abundante mucilaginoso polisacárido. Las colonias no presentan
pigmentación y usualmente son lisas. Estas bacterias son habitantes del suelo y de la rizósfera.

Fig. 12 Fotografia de Agrobacterium.

- Clavibacter (Corynebacterium): Bastones rectos o ligeramente curvos y con dimensiones de


0.5 a 0.9 x 1.5 a 4 um. En ocasiones, presentan segmentos irregularmente teñidos o granulos e
hinchamientos en forma de maza. Por lo general, las bacterias son inmóviles, pero algunas
especies se desplazan por medio de uno o dos flagelos polares. Gram positivas. Varias especies
de Corynebacterium producen enfermedades en el hombre y los animales.

Fig. 13 Fotografía de Clavibacter.


- Erwinia: Bastones rectos, con dimensiones de 0.5 a 1.0 x 1.0 a 3 um. Se desplazan por medio
de varios a muchos flagelos perítricos. Erwinias son las únicas bacterias fitopatógenas que son
anaerobias facultativas. Algunas especies de Erwinia no producen enzimas pécücas y causan
marchitamientos o enfermedades necróticas (como el grupo "atnylovora"), mientras que otras
presentan una notable actividad pectolítica y causan pudriciones blandas en las plantas (como
el grupo "carotovora").

Fig. 14 Fotografia de Erwinia.

- Pseudomonas: Bastones rectos o curvos, con dimensiones de 0.5 a 1 x 1.5 a 4 um. Se desplazan
por medio de uno a muchos flagelos polares. Muchas especies son habitantes comunes del suelo
o ambiente marinos y de agua dulce. La mayoría de las especies patógenas de este género
infectan a las plantas y sólo algunas de ellas a los animales y al hombre. Algunas especies
fitopatógenas, como Pseudomonas syringae se denominan seudomónadas fluorescentes debido
a que, al crecer en un medio nutritivo con bajo contenido de hierro producen pigmentos
fluorescentes, de color verde amarillo y con capacidad de difundirse. Otras especies, como Ps.
Solanacearum, no producen dichos pigmentos y se denominan seudomónadas no fluorescentes.

Fig. 15 Fotografia de Pseudomonas.


- Streptomyces: Hifas delgadas y ramificadas que carecen de tabiques celulares con dimensiones
de 0.5 a 2 um en diámetro. Al llegar a la madurez, el micelio aéreo forma cadenas de más de
tres esporas. Cuando crecen en medios de cultivo, las colonias son pequeñas (de 1 a 10 mm de
diámetro) y al principio su superficie es lisa, pero después forman un tejido de micelio aéreo
que puede tener aspecto granular, polvoriento o aterciopelado. Las distintas especies y cepas
del organismo producen una amplia variedad de pigmentos que le dan el color al micelio y al
sustrato; producen también uno o más antibióticos activos contra bacterias, hongos, algas, virus,
protozoarios o tejidos tumorales. Todas las especies habitan en el suelo. Gram positivas.

Fig. 16 Fotografia de Streptomyces.

- Xylilla: Bastones rectos, principalmente aislados, con dimensiones de 0.3 x 1 a 4 um y que,


bajo ciertas condiciones de cultivo, forman filamentos largos. Forman colonias pequeñas que
tienen bordes lisos o finamente ondulados, Gram negativos, no móviles, sin flagelos,
estrictamente aerobios y no pigmentados. Con respecto a su nutrición se consideran fastidiosas,
pues requieren medios nutritivos especiales. Viven en el xilema de las plantas.

Fig. 17 Fotografia de Xylilla.


10. FUENTES DE INOCULO:

La mayoría de las bacterias fitopatógenas se desarrollan principalmente como organismos


parásitos en las plantas hospederas y parcialmente en el suelo como saprofitos. Sin embargo,
hay grandes diferencias entre especies, en cuanto al grado de desarrollo en uno u otro ambiente.
Algunas bacterias patógenas, tales como Erwinia amylovora, que produce el tizón de fuego,
producen sus poblaciones en la planta hospedante, mientras que en el suelo su número.
disminuye con rapidez y a menudo no participa en el avance de la enfermedad de una estación
a otra. Estos patógenos han desarrollado ciclos de infección sostenidos de planta en planta, con
frecuencia a través de insectos vectores y, ya sea debido a la naturaleza perenne del hospedante
o a la asociación que se establezca entre las bacterias y sus órganos de propagación vegetativa
o semilla, han perdido los requerimientos necesarios para sobrevivir en el suelo.

Algunas otras bacterias patógenas, como Agrobacterium tumefaciens,que produce la agalla de


la corona; Pseudomonas solanacearum, la cual produce la marchitez bacteriana de los cultivos
de solanáceas; y en particular Strepíomyces scabies, que ocasiona la sama común de la papa,
generalmente son organismos habitantes del suelo debido a que establecen sus poblaciones
dentro de las plantas hospedantes, pero en estas poblaciones sólo disminuyen gradualmente
cuando se depositan en el suelo. En caso de que hospedantes susceptibles se desarrollen en ese
suelo durante varios años, podría liberarse una cantidad suficientemente alta de bacterias para
causar un incremento neto en su número poblacional en el suelo de una estación a otra.

11. DISEMINACION:

La diseminación de las bacterias fitopatógenas es fácil, pero afortunadamente no siempre


resulta en enfermedad. Generalmente ocurre por partículas de suelo y arena llevadas por el
viento, las que causan heridas, especialmente durante o después de lluvias o tormentas. Las
heridas son esenciales para el ingreso de muchos fitopatógenos. Los aerosoles generados por
fluctuaciones diurnas de temperatura permiten la diseminación, siempre que la temperatura y
humedad están en concordancia (Hirano and Upper 1989). Algunas enfermedades vegetales
requieren ciertas condiciones de temperatura; por ej. Pseudomonas syringae (synonym: P.
savastanoi) pv. phaseolicola causa enfermedad por debajo de 22°C (72°F) y Xanthomonas
campestris (syn: X. axonopodis) pv. phaseoli, por encima de 22°C en poroto (Phaseolus
vulgaris). Ambas enfermedades pueden ocurrir simultáneamente en plantas susceptibles si las
temperaturas diurnas y nocturnas permiten el progreso de la enfermedad. Semilla infestada
(contaminada superficialmente) o infectada o cualquier parte de la planta pueden ser fuentes de
inóculo. La maquinaria, ropa, material de empaque y el agua también pueden diseminar
patógenos, así como también los insectos y los pájaros. El monocultivo continuo en una zona
generalmente permite el aumento de inóculo, haciendo más fácil la diseminación de los
patógenos.
12. ENFERMEDADES BACTERIANA:

A. Enfermedades hipertróficas:

Entre las enfermedades hipertróficas más comunes tenemos:

- Agrobacterium causa la agalla de la corona de muchas plantas leñosas, principalmente frutales


de hueso y pepita, sauces, zarzas y vides (A. tumefaciens), la agalla del tallo de las frambuesas
y zarzamoras (A. rubí) y la raíz pilosa del manzano (A. rhizogenes).

Fig. 18 Agalla de la corona (agrobacterium tumefaciens)

- Corynebacterium ocasiona la fasciación o agalla foHosa de muchas plantas herbáceas de


ornato anuales o perennes (C.fascians).
Fig. 19 Corynebacterium fascians

- Pseudomonas produce la enfermedad del nudo del olivo y la agalla o cancro bacterianos del
adelfo (P. syringae pv. savastanoi).

Fig. 20 Enfermedad del nudo del olivo

B. Enfermedades vasculares:

Entre las enfermedades vasculares tenemos:

- Clavibacter (Corynebacterium) provoca la marchitez bacteriana de la alfalfa (C. michiganense


subsp. insidiosuní) y del frijol (C. flaccumfaciens), la podrición anular de la papa (C.
michiganense subsp. sepedonicum) y la 18 marchitez y cancro bacterianos del tomate (C.
michiganense subsp. michiganense).
Fig. 21 Clavibacter michiganense.

- Erwinia ocasiona la marchitez bacteriana de las cucurbitáceas (E. tracheiphilá), la marchitez


o Stewart del maíz (E. stewartii) y el tizón de fuego de los frutos de pomo (E. amylovorá).

Fig. 22 Marchites de Stewart en maíz. (E. stewartii)

- Pseudomonas produce la marchitez sureña bacteriana de las solanáceas y la enfermedad Moko


del plátano (P. solanacearum), así como la marchitez bacteriana del clavel (P. caryophyllí).

Fig. 23 La enfermedad Moko del plátano (P. solanacearum)


- Xanthomonas causa la pudrición negra o nervadura negra de las cruciferas (X. pv. campestris)
y la gomosis de la caña de azúcar (X. vasculorum).

Fig. 24 gomosis de la caña de azúcar (X. vasculorum)

C. Enfermedades parenquimaticas:

Entre las más comunes se tienen las siguientes:

- Pseudomonas syringae: cuyos patovares (pv.) producen: el tizón del fuego del tabaco (P.
syringae pv. tabaci), la mancha foliar angular del pepino (pv. lacrymans), el tizón del halo del
frijol (pv. phaseolicola), el tizón del halo de la avena (pv. coronafaciens), el tizón bacteriano
del chícharo (pv. pisi), la mancha negra del delfinio (pv. delphinü), el tizón bacteriano de la
soya (pv. glycineá), la mancha del fruto del manzano (pv. papulans), el tiro de munición del
peral y de los cítricos, la mancha foliar del frijol y el tizón de la lila (pv. syringae) y la mancha
bacteriana del tomate (pv. tómalo").

Fig. 25 El tizón de la lila (pv. syringae)


- Xanthomonas campestris, cuyas variedades patógenas producen: el tizón común del frijol (pv.
phaseolí), la mancha foliar angular del algodón (pv. malvacearum), el tizón foliar bacteriano
del arroz (pv. oryzae), el tizón bacteriano o raya de los cereales (pv. translucens), la raya foliar
acteriana del arroz (pv. oryzicola), la mancha bacteriana de los frutos de hueso (pv, pruni) y
del tomate y chile (pv. vesicatoria), la mancha foliar de la begonia (pv. begoniae), el tizón
foliar de la gladiola (pv. gummisudans), la mancha foliar y prudrición del tallo del geranio
(pv. pelargonií) y el tizón del nogal (pv. juglandis).

Fig. 26 La mancha foliar angular del algodón (pv. malvacearum)

13. CLASIFICACION TAXONOMICA DE LAS BACTERIAS:

La posición taxonómica de cada bacteria se define mediante un conjunto de características


fenotípicas (morfológicas, serológicas, metabólicas) y genotípicas (material genético)
identificadas a través de métodos y técnicas que el hombre ha conseguido desarrollar a través
del tiempo. Es así como la taxonomía de bacterias además de ser polifacética (basada en muchas
características del individuo) es dinámica y se modifica a medida que nuevos estudios permiten
conocer con mayor precisión el grado de parentesco o similitud. Desde los años 80 del siglo
pasado con la evolución de los métodos de análisis moleculares de los ácidos nucleicos y de la
informática que permite mediante el auxilio de un programa de computación analizar muchas
características diferentes a la vez, se ha establecido un cambio revolucionario en la clasificación
de las bacterias. Para mantener una orientación en estos cambios, existe un grupo de
especialistas reunidos en el Committee on the Taxonomy of Plant Pathogenic Bacteria que se
ocupa de revisar las propuestas y su adecuación con el Código Internacional de Nomenclatura
de Bacterias (Young et al, 2001).

El código actual de taxonomía de bacterias utiliza el sistema binomial. Sin embargo, para la
mayoría de las bacterias fitopatógenas se utiliza un sistema trinomial. El primer nombre
pertenece al género y la primera letra se escribe con mayúscula (Ej, Pantoea). El segundo,
pertenece a la especie y se escribe con minúscula (Ej. ananas). Cuando se han identificado
bacterias de la misma especie infectando hospedantes diferentes, la variabilidad patogénica se
anuncia agregando el término patovar (abreviación = pv.): Ej. pv. ananas. La especie tipo de un
grupo de bacterias se reconoce por el término subespecie (abreviación = subsp.), ejemplo.
Erwinia carotovora subsp. carotovora. Cuando se conoce solamente el género, la nomenclatura
utilizada es Xanthomonas sp. (sp = especie) Agrios, (2005); Young et al, (2001).

Fig. 27 Clasificación taxonómica de bacterias.


BIBLIOGRAFÍA

 Agrios, G. (2005). Plant Pathology. USA.

 American Phytopathological Society (APS). (2013) Introductory Plant Pathology


Resources. APSnet. Introduction to the Major Pathogen Groups. Extraido de:
http://www.apsnet.org/edcenter/intropp/PathogenGroups/Pages/Bacteria.aspx

 Coplin, D.L., Rowan, R.G., Chisholm, D.A. and Whitmoyer, R.E. (1981). Characterization
of plasmids in Erwinia stewartii. Appl. Env. Microbiol. 42:599-604.

 Ophel, K.M., Bird, A.F. and Kerr, A. (1993). Association of bacteriophage particles with
toxin production by Clavibacter toxicus, the causal agent of annual ryegrass toxicity.
Phytopathology 83: 676-681.

 Urbina, M. (2011). Fitopatologia general,enfermedades causadas por bacterias.


Universidad Catolica Agropecuaria del tropico Seco. Esteli, Nicaragua.

 Young, J. M., Bull, C. T., De Boer, S. H., Firrao, G., Gardan, L., Saddler, G. E., Stead, D.
E., and Takikawa, Y. (2001). Classification, nomenclature, and plant pathogenic bacteria
a clarification. Phytopathology. Extraido de:
http://www.bashanfoundation.org/solke/solkeclassification.pdf

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