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Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, en pleno.

Fecha: 29/12/1951
Partes: Méndez, Roberto c. Perrupato de Ferrara, Antonia.

Fallo Plenario:

La cámara nacional de apelación en lo civil decide someter a tribunal plenario el punto


relativo a la interpretación de la clausula “como seña y a cuenta de precio” que usualmente
se introduce en los boletos de compraventa de bienes inmuebles. El problema consiste en
la interpretación jurisprudencial, algunas de las cámaras civiles entendieron que en el
supuesto no era seña lo entregado sino que se había dado en pago la suma entregada,
dejando sin efecto la facultad de arrepentimiento propia de la seña, al entenderse la suma
dada en forma de pago como principio de ejecución del contrato. La otra posición admite
un doble funcionamiento de la clausula, funciona como seña en caso de arrepentimiento de
alguna de las partes, y a cuenta de precio si se formaliza el contrato.
Ante este problema se dicta el plenario con el fin de unificar la jurisprudencia y evitar la
inseguridad jurídica. El plenario se convoco para resolver:
1) Facultad de las partes de arrepentirse del compromiso de bienes inmuebles firmado
en boleto privado, cuando se ha abonado una suma en concepto de seña y a cuenta
de precio.
2) Plazo dentro del cual se pueden arrepentir las partes.

Opinión de la Mayoría:

Para poder atribuirle a la expresión “como seña y a cuenta de precio” el alcance de que
importa un principio de ejecución del contrato, es preciso asignarle a las arras convenidas el
carácter de confirmatorias y no de penitenciales, para lo cual es preciso violentar el
contenido del art. 1202 porque, si es que a su merito el contrato puede ser resuelto, la señal
tiene indudablemente el carácter de penitencial y no de confirmatoria.
La argumentación de que el principio general es que los contratos se hacen para cumplirse,
no es suficiente para arribar a la conclusión de que en el caso planteado presupone la
intención de las partes de no arrepentirse, porque ello supone la renuncia de un derecho que
la misma ley les acuerda cuando se ha dado una cantidad de dinero en calidad de señal.
“si se ha convenido que la suma entregada lo sea a la vez como señal y como parte del
precio, la convención entraña dos situaciones distintas y no veo como, legalmente, se puede
dar validez a una, quitándosela a la otra, si es que mediante la buena interpretación de la ley
y de la intención de las partes, se puede llegar a la armonía de ambas situaciones (…) o sea
que se las tiene que admitir sucesivamente, y así funcionará como señal si el contrato no se
cumple o no se lo perfecciona y a cuenta de precio en el caso contrario.
A una convención de tan extraordinario alcance no se la puede tener por derogada, en
merito de la sola manifestación de que la cantidad que la materializa sea a la vez entregada
a cuenta de precio.”
Resulta así que el segundo aditamento “y a cuenta de precio” no implica en manera alguna
la renuncia de los contratantes a la posibilidad de ejercer su derecho de arrepentirse, pues si
así hubiera sido su intención no habrían empleado en primer término la locación “como
señal” y luego dejarla sin efecto con “y a cuenta de precio”.
La otra posición dispone que Para negarse a esa clausula el carácter y la función como seña
o arras, podría decirse que habiéndose entregado esa suma también a cuenta de precio, el
contrato ha tenido ya principio de ejecución y que en tal caso el derecho de arrepentirse no
puede ser ejercido.

Resolución:
1) La clausula como seña y a cuenta de precio tiene, sucesivamente, una función
doble: como seña, si el contrato no se cumple, y a cuenta de precio, si aquel se
formaliza.
2) Procede el arrepentimiento siempre que el contrato no hay tenido principio de
ejecución.
3) Existiendo plazo para escriturar, ese será también el término para optar por el
arrepentimiento, hasta la constitución en mora.
4) El arrepentimiento puede tener lugar válidamente, no existiendo constitución en
mora extrajudicial, hasta la contestación de la demanda.

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